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Nacional 4
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Los trabajadores ante una fiesta ajena. 5 Lucha sindical en tiempos de crisis.
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Economía
6 Crisis: Ajuste y Represión o una salida de los trabajadores.
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Internacional
7 Sobre la avanzada de la derecha en Europa y la crisis de Ucrania
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En Debate
a Franck Gaudichaud 8 Entrevista “El debate en Venezuela hoy es cómo frenar la ofensiva de la derecha neoliberal”
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En Lucha
1 0 Por el salario y por la escuela pública.
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1 1 Cuando la burocracia sindical mata y criminalizan a quienes la
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enfrentamos
1 2 Fábrica Mariel Bolo y la Precarización laboral
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El grito por la vivienda y la urbanización
1 3 Ajuste y precarización: por qué San Luis no es otro país
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Juventud
1 4 ¿Progresar? Un pequeño parche para grandes problemas
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Homenaje a nuestro compañero Deli 1 5 Una flor de la invencible primavera
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Acompañan este número ilustraciones de artistas de Hombre Nuevo y otros caricaturistas populares a quienes agradecemos la difusión de sus imágenes públicamente. También agradecemos las fotos que han sido tomadas de distintos medios de prensa popular.
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En el año 2002, el Congreso creó el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Habían pasado apenas unas semanas de que cayeran asesinados los compañeros Darío y Maxi en el Puente Pueyrredón. Tres años después, durante el gobierno de Néstor Kirchner, se instituyó como día no laborable. Toda institucionalización de la historia implica un recorte, una drástica amputación de sus causas, de sus actores, de sus continuidades por parte de quienes le dan entidad oficial. La memoria que se escribe en el escueto decreto por el cual se conmemora esta fecha, no es ni de lejos la memoria viva y presente de los luchadores, militantes y compañeros desaparecidos durante la dictadura de Videla. Nuestra memoria, no viene -en forma de ley burguesa- a reemplazar las luchas por una patria sin explotados ni explotadores, no esconde las insignias rojas de los caídos, no escinde las esperanzas por librarse de las opresiones de ayer y de hoy, porque son opresiones de una misma raíz. Nuestra memoria de hoy no acepta la integración del ejército a la sociedad, ni cree en los disfraces de los Jefes y Generales, ahora supuestamente bien educados en materia de derechos humanos. Nuestra memoria, como la tierra, lleva en sus surcos todos los gestos de la humanidad. Es un registro ético que repudia cualquier intento de integración a los gobiernos que hostigan al pueblo. Un ejército que tiene aún la potestad para resguardar los archivos secretos con los paraderos de los hijos, con la ubicación de las fosas, con la información sobre los responsables de detenciones y desapariciones, es un ejército que no defiende ni podrá defender al pueblo trabajador, ni buscar la verdad, ni buscar la justicia. Nuestra memoria rechaza de plano el nombramiento de César Milani como Jefe de las Fuerzas Armadas, como lo han rechazado los organismos de DD.HH. por estar vinculado al Operativo Independencia en Tucumán, por las detenciones de Ramón Olivera y de su padre, por la desaparición de Alberto Ledo y las torturas a Oscar Schaller en La Rioja. Repudia cualquier intento de conciliación por parte de los organismos que han bajado sus banderas de lucha de antaño y sugieren, desde una perspectiva del buen gusto, que el ejército “urbanice las villas miserias”. El mismo ejército que entraba derribando puertas a chuparse compañeros no puede ni debe construir una sola casa en ningún barrio. Eso es lavarle la cara, y dejar de pedir lo que hay que pedir, con claridad y con firmeza: juicio y castigo para todos los represores, de ayer y de hoy. Esta apuesta del kirchnerismo hacia la integración social de las fuerzas armadas se da en un contexto de crisis económica y política que afecta la vida de millones de trabajadores. La imagen del ejército colaborando junto a los soldados de Cristina en las inundaciones
Ni olvido ni perdón
sufridas en 2013 en La Plata, dan muestra de estos intentos que insultan la memoria de aquellos que en esa misma ciudad se partieron el lomo solidarizándose sin la venia del gobierno nacional, aquellos que pusimos nuestro salario y nuestros brazos sin una pizca de caridad y que no nos olvidamos de que las tragedias naturales las paga el pueblo cuando no las previenen los gobiernos.
Las medidas en torno a la represión o la represión misma, enmarcada en la crisis del capital, en la futura transición de gobierno que resguarda sobre todo los intereses de los grandes ganadores cuidados, se ha cristalizado en figuritas como la de Sergio Berni, cuyo prontuario merece un asco digno e incontenible. El karateka, ex Teniente Coronel del ejército, la cara visible de las políticas de seguridad nacionales en medio de un creciente auge de las protestas sociales, como nunca se habían desarrollado en el decenio K, comenzó su carrera como buchón de los mineros que tomaron los socavones de la empresa YCRT en Río Turbio, por el año 1994. Alicia Kirchner fue quien lo trajo a la Ciudad en 2003 para incorporarlo al Ministerio de Desarrollo, y lo puso al mando de una oficina que tenía por objetivo desarticular al movimiento piquetero, con amenazas, informes de inteligencia, o maniobras y prebendas. En 2010 fue quien comandó a la Gendarmería en el Parque Indoamericano, después de los asesinatos perpetrados por la Federal y la Metropolitana. “Los conflictos no se negocian”, es el lema de este instructor de artes marciales que reprimió y detuvo a más de 60 compañeros en Campo de Mayo, en agosto de 2012, y el mismo que estuvo a cargo de la represión del 27 de febrero último en los cortes en la General Paz y de la Panamericana, exhortando a la justicia “a dar respuestas” contra la “manga de inadaptados” y “delincuentes”. La represión crece al ritmo parejo de la inflación y el ajuste, y los personajes como Berni son la bandera del mismo gobierno que año atrás se ufanaba de no reprimir la protesta social. El mismo dadivoso gobierno que nos “presta” la Plaza de Mayo para protestar, mientras condena a los condenados petroleros de Las Heras. El mismo que apunta contra todos los trabajadores cuando apunta contra Las
Heras, y sanciona y delimita las protestas “justas” que a esta altura se restringen a un twitteo de denuncia contra los remarcadores de precios, y condena a todo aquel que ose cortar una calle, una ruta o hacer paro. A la par, en los despachos, se preparan las baterías de medidas legislativas para recortar el derecho a manifestarse en las calles: “Vamos a tener que sacar una normativa relativa a la convivencia ciudadana porque no puede ser que 10 personas te corten una calle y no pase nada”, anunciaba Cristina Fernández en la reciente apertura de las sesiones del Senado. Esta memoria de la que somos parte, no tiene en sus tejidos un solo punto que justifique la supresión de este derecho de los trabajadores y del pueblo. Los compañeros que en los 70 lucharon contra el capitalismo, contra el imperialismo y contra la represión, no encajan en el discurso de la conciliación ni en el mensaje disciplinante del gobierno. No son más que una contradicción y un verdadero retorcijón político para los acostumbrados estómagos del progresismo a dieta de sapos cada vez más gruesos. En síntesis, la fachada se viene abajo, el modelo se desarma. Así como recortan la memoria del 24 de marzo, lo mismo mutilan las enseñanzas de las jornadas del 19 y el 20 de diciembre. Unidos y Organizados, en las puertas de los tribunales, piden una justicia sobre un hecho histórico que es para ellos no más que un punto estático en la lucha de clases (advertencia: lo de lucha de clases va por cuenta nuestra). El modelo -que se descascara- en su discurso y lectura sólo toma ese momento en la historia de nuestro pueblo como un cuco, como el pasado que “superamos” y al que
“no queremos volver”. No hacen referencia a la valentía de aquellos que le pusieron el pecho a los gases, que aguantaron horas y horas de represión, que vieron caer compañeros, hermanos, padres en manos de la policía. El gobierno ve en aquellos días solamente “caos”. No estamos cercanos a pensar que el 2014 es un reflejo de aquel 2001, sería una falta total de precisión histórica y análisis coyuntural de nuestra parte. Sólo queremos apuntar las contradicciones entre el creciente endurecimiento de la contención represiva de la protesta y la “encendida” militancia de las organizaciones kirchneristas que piden una justicia por los hechos de aquel diciembre. Para que nos entendamos: el gas lacrimógeno vencido que inhalamos aquella vez, tiene aun el mismo sabor. Ante un nuevo aniversario del golpe, junto a la memoria de los 30.000 compañeros que pelearon por una patria sin hambre, sin pobreza, sin dueños, peleamos contra la judicialización de la protesta, contra la persecución actual de los luchadores sociales y políticos, porque las injusticias de ayer tienen su núcleo en las mismas relaciones de explotación actuales, porque las banderas rojas siguen molestando a los ojos de los patrones, porque no sea en vano la muerte y la vida de esos miles de compañeros y compañeras: no perdonamos, no nos reconciliamos, y nunca olvidamos.
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Los trabajadores ante una fiesta ajena
La brusca devaluación de la moneda durante enero implicó una fenomenal transferencia de ingresos desde los sectores populares hacia diferentes fracciones del capital, sobre todo hacia los exportadores y bancos, que acrecentaron en pocos días sus desmedidas ganancias. El gobierno kirchnerista, que tuvo cierta habilidad para intentar mostrarse por encima de los intereses de clase que representa, se encuentra en pleno reacomodamiento y ha optado por dar un claro giro pro-mercado. El ajuste y la avanzada represiva forman un marco donde la unidad de los que luchan se torna cada vez más necesaria para que no seamos una vez más los trabajadores los que paguemos los costos de una crisis que no generamos. Un gobierno que no quiere irse, un ajuste que llega para quedarse Ningún relato alcanza. Ya nadie, ni siquiera los kirchneristas de paladar negro, puede negar que estamos ante un ajuste que tiene como único objetivo descargar la crisis sobre nuestras espaldas. Desde las usinas nac & pop nos hablan de un supuesto ajuste heterodoxo compensado por medidas orientadas a contener la base social del gobierno. Lo cierto es que la tríada devaluación, inflación y techo salarial es una combinación que impacta directamente sobre la capacidad de compra de las familias trabajadoras, con un deterioro acelerado del poder adquisitivo de los salarios e ingresos. La política de “desendeudamiento” oficialista implicó –contando sólo los pagos a los organismos externos de créditoel desprendimiento de más de u$s 50.000 millones de una ilegítima y fraudulenta deuda externa. Sumado esto a la fuga de capitales y el déficit energético, se ven los costos en las arcas públicas de una sangría de divisas que ni el cepo al dólar ni las restricciones al turismo pudieron compensar. Este cuadro impactó de forma directa sobre las reservas del Banco Central (reduciéndolas cerca de un 50% en tres años), reservas compuestas actualmente, en buena medida, por títulos y no sólo activos líquidos disponibles de forma inmediata. La asunción de Kicillof al frente del Ministerio de Economía tuvo como fin darle un perfil propio a un ajuste económico que dista muy poco de lo que reclama la ortodoxia económica. La brusca devaluación de la moneda (ver nota de Economía- Pág. 6), en combinación con una fuerte suba de las tasas de intereses de casi un 26 %, con el objetivo de desalentar la circulación de pesos para la compra de dólares y el consecuente aumento de los créditos, profundizan un escenario recesivo. Los “precios descuidados” van a seguir en aumento con estimaciones que superan el 40% anual, sobre todo en rubros
tan elementales como los alimentos. Los acuerdos de precios firmados con diferentes cámaras empresariales, los llamados a cruzadas cívicas para controlar los aumentos evitando la responsabilidad del estado, son medidas que no pueden contener la inflación. Más allá de las bravuconadas, lo cierto es que el gobierno ni siquiera aplica a fondo medidas burguesas como son la Ley de Abastecimiento (20.680/74) o controles sobre el comercio exterior como los desarrollados por sectores conservadores o el peronismo a principios de siglo XX mediante la Junta Nacional de Granos o el IAPI. El gobierno aspira a arribar al mes de abril, condicionando a los exportadores para que liquiden la cosecha que retienen, lo que
implicaría aire mediante el ingreso de divisas. Sin embargo el escenario que se avizora es una profundización del ajuste con un aumento en las tarifas de luz, agua, gas y ferrocarriles –quita de subsidios mediante- y un
cierre de las paritarias muy por atrás de las perspectivas inflacionarias, en salarios que vienen acumulando importantes retrasos. Por otra parte, la desaceleración de la economía tiene consecuencias sobre el agravamiento de los índices de desempleo, el freno a la generación de nuevos puestos y la disminución de la tasa de ocupación (es decir, de la gente que trabaja o busca trabajo) en especial entre los jóvenes. De un lado, 10 millones de personas en la pobreza, más de un tercio de los trabajadores ocupados precarizados y 3 de cada 4 jubilados cobrando la jubilación mínima, menos de $ 2.800. Esos son algunos datos inobjetables del actual escenario. Del otro lado, y según reconoce la propia agencia oficial Télam, los 15 empresarios locales más poderosos (entre ellos, petroleros como los Bulgheroni de Panamerican Energy,
industriales como Rocca de Techint, o de alimentos como Pagani de Arcor) reúnen un patrimonio que equivale a las arcas del BCRA: cerca de u$s 27.000 millones (ver Télam, 25/02/14). Los perdedores y los ganadores del modelo quedan claramente delimitados por encima de toda retórica. Los que viven del trabajo ajeno, festejan. Los trabajadores, cuentan las monedas.
Comunidad de intereses El gobierno decidió aplicar el programa que le exigen los grandes grupos económicos. A la devaluación se suman las señales en favor de capitales e inversores que se han realizado en los últimos meses, como los intentos de asumir requerimientos del CIADI y efectuar pagos hacia el Club de París para destrabar el acceso al crédito internacional. En el mismo sentido puede leerse la implementación del nuevo índice de precios del INDEC, una de las tantas exigencias del FMI para otorgar préstamos al país. Pero sin dudas el pago indemnizando a Repsol, responsable de buena parte del vaciamiento de YPF, con u$s 5.000 millones, es una clara evidencia de subordinación ante los monopolios. Enarbolando las banderas de la soberanía energética, el gobierno estará obligado a emitir deuda debido a esta “compensación”, por lo cual la expropiación del 51% de las acciones de YPF implican pagar hasta el año 2033 casi u$s 11.000 millones. Los principales representantes de la burguesía han salido a apoyar
l a s últimas medidas económicas hablando de un sinceramiento de la economía. Los líderes de los partidos políticos patronales se han llamado a silencio o hasta han aplaudido estas medidas que en buena parte el oficialismo toma de una agenda compartida con ellos. Con matices,
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todos coinciden en proteger la tasa de ganancia de los capitales y reducir el gasto público que se dirigía hacia los sectores trabajadores y pauperizados.
Los llamados a la unidad nacional Pese a haber adoptado el libreto de la ortodoxia económica que dice combatir, el kirchnerismo como fuerza política se encuentra condicionado. Las disputas internas en la estructura del PJ y las dificultades por la sucesión están a la orden del día. Varias figuras se anotaron en la carrera para las próximas elecciones presidenciales: Scioli, Capitanich, Urribarri, Urtubey, Randazzo… Aún no está definido
docentes por los paros, a los trabajadores por los piquetes y a atacar a la izquierda por la jornada de lucha organizada en varios puntos del país para exigir la absolución de la condena a los petroleros de Las Heras. Cabe recordar que en dicha jornada de protestas hubo manifestantes golpeados y detenidos por el aparato represivo, y que se montó un operativo con carros hidrantes e infantería con perros sobre el emblemático Puente Pueyrredón. Se avecina un escenario en el que la profundización del ajuste va acompañada de la intensificación de la política represiva para quienes salimos a luchar. Ante este panorama es fundamental intervenir en la mayor unidad posible para defendernos de esta avanzada represiva.
Más allá de algunas discusiones o contrapuntos, se evidencia un pacto entre las fuerzas políticas burguesas para garantizar la gobernabilidad, aplicar el ajuste económico, contener los reclamos salariales y sostener el orden dominante. quién tendrá la unción final de la presidenta. Lo que es indudable, es que se harán los mayores intentos de que la tropa se alinee con quien se designe, sin que nadie huya. Esto, en el marco de los incesantes pases de intendentes del Conurbano bonaerense a las filas del massismo, en un territorio en el que se concentra el 40% de votantes del país. La elección de Zamora, un “radical K”, como presidente provisional de la Cámara de Senadores da cuenta de la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas para lograr la gobernabilidad hasta el 2015. En el mismo sentido podemos leer la reivindicación de la UCR que la presidenta realizó en su discurso de inauguración de las sesiones legislativas. Resaltó la historia de este partido en la “defensa de la democracia”, una verdadera ofensa para quienes sabemos del apoyo que esta fuerza política dio a los golpes de estado en las últimas décadas. Por su parte, Massa se ha consolidado como un presidenciable con el apoyo de buena parte del establishment. Lo cierto es que más allá de quienes compitan o se alíen en las próximas elecciones presidenciales, la centro izquierda y la centro derecha comparten un programa similar al kirchnerista, aunque con variantes más conservadoras que incorporan, por ejemplo, la baja en las retenciones al agro, disminución del gasto público, más mano dura, entre otras. Más allá de algunas discusiones o contrapuntos, se evidencia un pacto entre las fuerzas políticas burguesas para garantizar la gobernabilidad, aplicar el ajuste económico, contener los reclamos salariales y sostener el orden dominante.
Avanzada represiva Otro de los elementos destacables del discurso presidencial en la inauguración de las sesiones legislativas fue el llamado a profundizar la criminalización de la protesta social mediante una “ley de convivencia ciudadana”, arengando contra los cortes de calles y ganándose el aplauso entusiasta de los diputados del PRO. Cristina dedicó buena parte de su discurso a criticar a los
Frente único de la clase trabajadora Si bien la correlación de fuerzas no es favorable, tenemos margen para actuar e intervenir y dar un salto cualitativo en nuestra acumulación de fuerzas. Sin dudas las últimas medidas de gobierno traen descontento en sectores que han simpatizado con el kirchnerismo. Este hecho totalmente contrastable no puede llevarnos a la conclusión de que hay que suavizar las críticas al gobierno para interpelar a este sector. Por el contrario: este momento político es propicio para dejar bien visibles las contradicciones y límites de este proyecto, para clarificar que las salidas a las crisis capitalistas o son en beneficio de nuestra clase, o en beneficio de los explotadores. El gobierno que no iba a devaluar, devaluó un 20% en un mes. Los que no iban a reprimir la protesta social, se preparan para despejar los cortes de calles y encarcelar luchadores. Frente al ajuste, sostenemos la necesidad de construir frentes únicos, pero con una clara orientación que se sostenga en la independencia de clase. Con férrea distancia respecto de este gobierno, pero también de la oposición patronal. Si bien la lucha salarial adquiere centralidad en este contexto, nuestra perspectiva es superar las reivindicaciones exclusivamente corporativas, para poder apuntar e interpelar al conjunto de la clase. Ligar nuestras reivindicaciones inmediatas con una perspectiva estratégica es parte de nuestra tarea. ¡Contra la inflación, luchemos por el salario! ¡Por una salida a la crisis, luchemos por un gobierno de los trabajadores! Agrupación
Hombre Nuevo Marzo de 2014
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Crisis:
ajuste y represión o una salida de los trabajadores Con la reciente devaluación y la escalada inflacionaria, una vez más somos los trabajadores los que pagamos el costo de una crisis que no provocamos. Las causas de la devaluación. La necesidad de luchar por el salario, pero también por un gobierno de los trabajadores. Cuando el ajuste es “nacional y popular” “Mientras yo sea Presidenta, los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que deba pagar el pueblo, deberán esperar a otro gobierno” decía la presidenta el 6 de mayo de 2013 en un acto en la Casa Rosada. Sin embargo, en enero de 2014 la moneda fue devaluada un 18,3%, la mayor devaluación durante un solo mes desde 2002. Previamente, en forma tenue pero continua, entre 2007 y 2013 el valor del peso se había depreciado un 64,5%. Frente al aumento de precios que provocó la medida, la respuesta gubernamental fue que “a los precios debemos cuidarlos entre todos”. El gobierno, los sindicalistas obsecuentes como Hugo Yasky y el siempre dispuesto elenco del progresismo K contesta “esto no es un ajuste, ajuste era lo que se hacía en los 90”. Al tiempo que, obligados por la búsqueda de créditos externos, funcionarios de economía reconocen mediante un nuevo índice de precios, exigido por el FMI, una inflación durante enero de 3,7%: la mayor suba mensual en doce años. Hasta ahora, frente a la especulación empresaria no ha habido más que acaloradas pero inocuas denuncias en los medios oficialistas, mientras para los trabajadores los topes salariales, los llamados a la “responsabilidad”, las burlas y amonestaciones presidenciales sumadas a la represión de Sergio Berni son tangibles y contundentes.
Los pies de barro de la “década ganada”
Durante años, el oficialismo sostuvo que desde 2003 la economía argentina no estaba atada a las crisis cíclicas que la habían caracterizado durante el siglo XX. Sin embargo, la reciente devaluación saca a la luz la falsedad de esa afirmación. La depreciación del tipo de cambio es el modo más sencillo (y menos “estructural”) que tienen los gobiernos para acortar la distancia entre la productividad media del país y la que rige en el mercado mundial. Al depreciar el peso, se consigue abaratar en divisas las mercancías producidas en Argentina, volviéndolas más competitivas. El resultado es similar –aunque con bases muy diferentes- a lo que ocurriría en caso de que Argentina hubiera resuelto algunos de los problemas propios de su carácter dependiente:
insuficiencia en la producción y provisión de energía, obsolescencia del sistema de transporte, ausencia de una fuerte industria de base, salida de fuertes sumas de capitales que no son reinvertidos en el espacio nacional. No es casual, tampoco, que las dificultades y la salida devaluacionista se hayan dado en varios de los países “emergentes”. Efectiva en lo inmediato, la devaluación no resuelve esas debilidades que reaparecen más tarde o más temprano. La acelerada pérdida de reservas de los últimos años, en particular desde fines de 2013, tornó acuciantes esos problemas. Durante buena parte de la “década ganada”, las reservas del BCRA se mantuvieron por encima de los 50 mil millones de dólares. En agosto de 2011 quebraron ese piso que no se volvió a recuperar, oscilando en el orden de los 40 mil millones. En abril del año pasado esa cifra también quedó atrás, descendiendo a 30 mil millones. En lo que va de 2014 las reservas cayeron por debajo de los 28 mil millones. (Ver informe monetario semanal del BCRA, http://www.bcra.gov.ar/index. asp). Además del giro de utilidades y la fuga de capitales de los grandes jugadores, provocaron esa situación el déficit de la balanza comercial energética y de la balanza industrial. Se suman los pagos que el gobierno “pagador serial” realiza: los 5.000 millones de dólares en bonos del Tesoro para Repsol en compensación por la expropiación son un claro ejemplo. El desarrollo desigual y combinado del capitalismo se expresa no sólo en la fortaleza relativa de cada economía, sino en la capacidad de cada moneda nacional de cumplir las funciones que le caben al dinero en una sociedad mercantil como la nuestra. Si desde la salida de la convertibilidad el peso nacional es el medio de circulación interno por excelencia, nuestra moneda no es dinero mundial; la función de atesoramiento requiere, entonces, de dólares, bonos
del tesoro norteamericano, e incluso oro. Si bien un régimen monetario menos rígido que el de la convertibilidad permite que no toda la base monetaria tenga que estar respaldada por una cantidad equivalente de dólares, tampoco se pueden escindir completamente ambas variables.
Ajustaron… y así será mientras gobiernen los explotadores El argumento de que sólo hay ajuste cuando se recortan nominalmente los salarios no resiste el menor análisis. El régimen monetario incide en el modo en que se manifiestan las crisis así como en la forma del ajuste. Keynes, el economista admirado por Kicillof, fue un teórico burgués que desarrolló este tema; cuestionó en la década de 1920 al patrón oro (régimen análogo al de convertibilidad) no sólo por sus efectos “deflacionistas” (caída de los precios), sino porque hacía que el ajuste adoptara la disruptiva modalidad de recorte del salario nominal. En cambio, en un contexto de inflación se podía mantener la “ilusión monetaria” del salario; incluso podía haber aumentos salariales al tiempo que descendía el salario real. Desde la izquierda marxista debemos ser contundentes en nuestras intervenciones: no hay capitalismo sin crisis; y no hay salida de las crisis bajo el capitalismo sin aumento de la explotación de la clase trabajadora. Las crisis del capitalismo son crisis de sobreproducción, no de subconsumo. Empujado por la búsqueda de ganancias, el capital erosiona sus propias condiciones de rentabilidad. Las crisis expresan ese problema a la vez que crean el camino de su solución. Los cierres de fábricas, la quiebra de empresas, las fusiones, las compras de activos, etc. son el modo en que opera la desvalorización de capitales que “elimina a los menos aptos”. Lejos de llorar por la suerte del empresariado nacional o del mediano propietario, hay que clarificar que esa situación se traduce en despidos, reducción de horas de trabajo, en síntesis, deterioro de nuestras condiciones de vida y trabajo. Bajo esas circunstancias, el capital aumenta la explotación sobre
el trabajo y, desembarazado de los capitales menos productivos, restablece la rentabilidad media y puede emprender un nuevo ciclo de acumulación acelerada.
Luchemos por salario y por un gobierno de los trabajadores
La idea de que la distribución del ingreso es la llave para salir de la crisis dentro del capitalismo es irreal en la práctica y confusa ideológicamente. Nuestra lucha por salario es porque nosotros y nuestros hijos merecemos vivir mejor (o no vivir tan mal), porque nuestro trabajo es el que crea nuestros salarios y las ganancias que las clases dominantes se reparten. La lucha por el salario, contra los despidos, contra las mil y una modalidades de precarización y tercerización se imponen como puntos prioritarios de la agenda de los trabajadores. No es casual, entonces, que haya una tendencia a mayores conflictos. Los trabajadores sabemos que tenemos que resistir el avance sobre nuestras condiciones de trabajo y de vida con la lucha. Los capitalistas y el Estado también saben esto, de ahí que desde apenas iniciado el año el “gobierno de los derechos humanos” haya realizado verdaderas demostraciones de fuerza en cuanta movilización popular haya habido. Desde el discurso, se observa una campaña sistemática de estigmatización de los que luchan, a la que contribuyen con entusiasmo todos los medios de comunicación. Los hechos ocurridos durante la jornada por la absolución de los presos de Las Heras, la intervención de la presidenta en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, la represión a docentes misioneros en un corte de ruta, entre otros casos, no dejan lugar a dudas respecto de que el gobierno, en el marasmo de la crisis económica, responderá a nuestros reclamos reprimiendo. Mientras gobiernen los explotadores, habrá crisis; y mientras haya crisis, la respuesta del sistema será, como siempre, ajuste y represión. Por eso, la lucha por salario y por frenar la ofensiva económica, debe ir de la mano de la lucha por un gobierno de los trabajadores.
Ana Marchesi
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Apuntes sobre la AVANZADA DE LA derecha
en Europa y la crisis de Ucrania
La radicalidad de las manifestaciones populares en Ucrania y el resurgimiento de expresiones de la derecha radical y fascista a lo largo del Viejo Continente. La disputa interimperialista y el destino de los pueblos de la región. La crisis europea y la actualidad de la extrema derecha La generalización de la crisis económica europea y las respuestas neoliberales impulsadas por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo y el FMI generaron un brutal ajuste fiscal traducido en un inmenso recorte del gasto público, despidos masivos y la profundización de la pauperización de los sectores populares. Si bien producto de la aguda crisis han surgido en Europa organizaciones de trabajadores que han peleado por mantener las conquistas obreras y populares desde una perspectiva anticapitalista, el escenario de empobrecimiento generalizado y falta de empleo han generado también condiciones para el fortalecimiento de un arco de organizaciones de corte fascista que exacerban el nacionalismo, el racismo y la xenofobia. En su intento por diluir las causas reales de la crisis capitalista que afecta a la población, las burguesías europeas alimentan a organizaciones de extrema derecha que recuperan las ideas racistas y antisemitas de las organizaciones fascistas-neonazis, apuntando a un enemigo externo representado tanto por la inmigración africana y sudamericana como por los propios europeos. Identificando a la Unión Europea como causante de muchas de las situaciones de pobreza -buena parte de los países del este europeo se han perjudicado con el ingreso a la unión económica- las expresiones nacionalistas y algunas fracciones de las burguesías de esos países se oponen al mercado común y a la subordinación explícita de la soberanía frente a las decisiones del Parlamento Europeo en tanto perjudican sus intereses económicos por la competencia con economías más productivas. Además de las permanentes persecuciones a los inmigrantes que se han agudizado en España, Italia y otros países, quizás los casos más conocidos de organizaciones declaradamente neonazis sean los de Amanecer Dorado (Grecia) y Jobbik (Hungría). Amanecer Dorado en 2012 logró ocupar 17 escaños con un 7% de los votos, siendo la organización más votada entre los jóvenes. Por su parte, Jobbik -conocida mundialmente cuando uno de sus diputados propuso elaborar “listas” de los judíos residentes en el país- posee 44 diputados en el parlamento y perfila ya como la tercera fuerza en su país. Con una línea pública más moderada, sin duda el mayor referente de corte fascista es el Frente Nacional francés liderado por Marie Le Pen, que con un programa que incluye la restricción de inmigrantes y un discurso anti europeísta, aglutina una intención de
voto cercana al 34%. En Suiza (país con un 20% de población extranjera) esta política anti-inmigratoria se expresó recientemente en un referéndum que aprobó con un 50,3% la limitación de la inmigración en el mercado laboral. En esta misma línea empieza a posicionarse el premier inglés, Cameron, impulsando un referéndum para determinar la continuidad británica en la UE.
Euromaidan Mientras en el resto del viejo continente se fortalece el sentido anti Unión Europea, la derecha ucraniana se apresta a reorientar sus acuerdos comerciales hacia Europa. Ucrania es, desde su independencia a principios de los 90, un punto estratégico en la disputa post-guerra fría, entre EE.UU. y Rusia. Por su territorio pasan los principales gasoductos que proveen el 30% del gas que Europa consume; y en Crimea están asentadas las bases de la flota rusa que custodian el estratégico paso por el Mar Negro, siendo justamente en dicha región donde la UE y la OTAN pretenden establecer sus bases para cercar a Rusia y sus aliados. Luego de una profunda crisis económica, en 2004 se produjo la llamada Revolución Naranja: movilizaciones sociales que luchaban contra los regímenes pro-rusos erosionados por la corrupción, aunque en parte financiadas por EEUU, cuyas donaciones a varias ONG’s locales en 2004 habrían alcanzado los u$s 60 millones. Sin embargo, la heterogénea oposición naranja no pudo mantenerse en el poder y en 2010 Víktor Yanukóvich (ex Primer Ministro de gobierno depuesto en 2004) ganaría las elecciones presidenciales. Entre 2010 y n o -
viembre de 2013 la crisis económica, relacionada directamente con la dependencia de Moscú en materia energética, propició una cercanía de Kiev hacia la órbita de la UE, acercamiento reivindicado por la oposición. Sin embargo, los términos ampliamente desventajosos del vínculo con la UE1 inclinaron al gobierno hacia Rusia nuevamente. Esto desató una serie de protestas sociales con componentes heterogéneos, desde sectores que afectados por la crisis económica pedían mejores condiciones de vida, hasta sectores empresarios proeuropeos y populares de derecha, los que finalmente tomaron mayor protagonismo. Con foco en Maidan (plaza central de Kiev) en este proceso de protestas sociales tomaron especial relevancia organizaciones fascistas directamente asociadas a EE.UU. como Sbodova o la neonazi Pravy Sektor. Finalmente, luego de tres meses de desestabilización que dejaron un saldo de más de un centenar de muertos por la represión, Yanúkovich abandonó el país con rumbo a Rusia, conformándose un gobierno de coalición encabezado por las principales figuras de la oposición, entre las que se destaca una de las personas más ricas de Ucrania, la empresaria del gas Yulia Timoshenko, hasta entonces en prisión, acusada de realizar negociados con Rusia. Explicitando que “No tenemos más remedio que adoptar medidas extraordinariamente impopulares”, el gobierno se apresta a recibir el rescate del FMI para evitar la bancarrota.
La disputa inter-imperialista Atravesada por los nacionalismos y las disputas por la pertenencia histórica, de idioma o cultural (Ucrania está dividida en un sector pro-europeo con base en Kiev y otro pro-ruso con base en Crimea) es la disputa inter-imperialista la que subterráneamente traza el destino ucraniano. Como mencionamos, la región de Ucrania es estratégica en la disputa EEUU-UE-Rusia: a) Por Ucrania pasan los gasoductos rusos que abastecen un cuarto de la demanda gasífera de la UE, b) La importancia geoestratégica de un potencial enclave militar de la OTAN frente a Moscú2, c) La única base naval que posee Rusia por fuera de su territorio se encuentra en Sebastopol (Crimea) que le da la posibilidad de operar tanto en el Mediterráneo como en Medio Oriente d) La crisis en la región está generando una suba de los precios del trigo y el maíz – vitales para el aprovisionamiento alimenticio de Europa- y una alteración en los precios del gas y del petróleo que no conviene a ninguna de las potencias. De allí que desde EE.UU. y la UE se impulsen sanciones económicas a Rusia para generar presión aunque no se descarta una intervención de la OTAN que ya apresta sus aviones sobrevolando la región, donde Rusia tiene apostados destacamentos militares y ha impulsado un referéndum secesionista en el que el 96,77% de la población de Crimea votó a favor de la incorporación de este territorio a Rusia, referendum no reconocido ni por EEUU ni por la UE. Al cierre de esta edición, no se ha definido aún si Rusia avanzará con la anexión o si frenará el proceso para evitar una escalada del conflicto con occidente. La crisis latente en Crimea expresa la disputa geopolítica inter-imperialista, y de su resultado dependerán otras situaciones también complejas, como la intervención conjunta entre EEUU y Rusia en el conflicto sirio. Una guerra abierta en la región podría desatar un conflicto de mayores proporciones entre las grandes potencias. Sin duda, ni a Rusia, ni a la UE, ni a EEUU le interesan los destinos del pueblo ucraniano, que deberá organizarse y pelear para construir un verdadero gobierno popular que no esté marcado por los intereses de las potencias capitalistas. El desarrollo de una alternativa política de los trabajadores es la mejor garantía para que la crisis que afecta a Europa no alimente el germen de la reacción.
Facundo Tulián
1 Asociación de Libre Comercio: A cambio de un préstamo de 15.000 millones de dólares proporcionado por el FMI, Ucrania debería adecuarse a los cánones mercantiles de la Unión Europea, sustituir su sistema legislativo y judicial, entre otros puntos. 2 En 2012 la OTAN puso en funcionamiento un escudo balístico antimisiles para proteger su territorio ante un eventual ataque iraní.
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Entrevista a Franck Gaudichaud
“El debate en Venezuela hoy es como frenar la ofensiva de la derecha neoliberal” Venezuela se debate entre los intentos desestabilizadores de la derecha, los límites propios del proceso bolivariano y la posibilidad de que sea la clase trabajadora la que haga avanzar un proyecto no exento de contradicciones. Entrevista a Franck Gaudichaud, miembro del equipo editorial de Rebelión.org, doctor en Ciencia Política y autor de varios libros sobre América Latina, con una investigación –dirigida por Michael Löwy- sobre los Cordones Industriales bajo el gobierno de Allende en Chile (1970 -1973). La Llamarada: ¿Cómo caracterizas la situación actual en Venezuela? ¿Qué es lo que se dirime allí? Franck Gaudichaud: Como punto de partida, hay que reconocer que estamos en medio de una tremenda guerra mediática global en contra del proceso bolivariano. Por eso es fundamental crear espacios de contrainformación. Para comenzar, frente a tanta desinformación, hay que volver a subrayar que el proceso bolivariano es un proceso de largo plazo de amplias conquistas sociales (salud, educación, reducción de la desigualad), democratización (nueva Constitución), de creciente empoderamiento e inclusión política de las clases populares, en una relación muy tensa con el líder carismático que ha sido Chávez. También que este proceso ha sido clave en la constitución de nuevas soberanías nacional-populares y en la creación del ALBA, UNASUR y CELAC. Así que un importante retroceso en Venezuela y el regreso del neoliberalismo en ese país tendrían efectos colaterales en toda la región. Todo esto parece obvio, pero en momentos en que los medios de comunicación dominantes -y la oposición venezolanahablan de “dictadura”y de “genocidio”, me parece esencial recordar eso. La situación actual es sumamente tensa debido a que el sector más reaccionario de la oposición apostó a la violencia y la desestabilización desde la calle. En tal contexto, hay una tendencia dentro de las filas de las izquierdas a descomplejizar nuestro entendimiento de la coyuntura, diciendo que se está contra el imperialismo o a favor del golpe de estado “fascista”. Esta lectura binaria me parece nefasta. Por supuesto, hay que denunciar y oponerse de manera unitaria a la intentona “insurreccional” de la derecha. Sabemos que los EE.UU. tienen claros intereses geopolíticos en esta desestabilización; los lazos entre los “Halcones” de Washington y la fracción de la oposición encabezada por Leopoldo López en Venezuela, no son una teoría de complot, sino información objetiva. También hay una intervención real desde Colombia y el “uribismo”, así como incursiones paramilitares, sobre todo en el estado fronterizo de Táchira. Estos elementos son importantes. Ahora, ¿estamos ante un golpe de estado, estilo abril de 2002? Se puede hablar de
“fascismo”, sin con ello conseguir definir la dinámica de la oposición al chavismo. Yo creo que no: primero porque las relaciones de fuerza reales son distintas a 2002. El estado mayor y las Fuerzas Armadas apoyan claramente al gobierno, sin fisura por ahora; la gran burguesía no apuesta a la violencia y a una salida extraconstitucional. Fedecámaras y los principales patrones (como Mendoza de la Polar) participaron de la conferencia de paz con Maduro y condenaron la violencia en las calles. Es decir, los elementos claves de la coyuntura de abril de 2002, no están al día en la coyuntura actual. Eso sí, hay un sector de la derecha en torno a Leopoldo López que apuesta claramente a la violencia callejera, haciendo un llamado a derrocar a Maduro. Y lo preocupante: este sector logró movilizaciones muy importantes. En el estado de Táchira, en Mérida con el movimiento estudiantil, pero también en las calles de Caracas. Es cierto que los participantes de esas movilizaciones provienen esencialmente desde los barrios altos, desde la clase alta, media alta pero también de clase media ya no tan alta. Sectores violentos de la derecha están ganando espacio, haciendo uso de la violencia en contra de trabajadores y militantes barriales, edificando barricadas (las “guarimbas”), etc. La oposición neoliberal está parcialmente fragmentada, pero a la vez cada uno ocupa su papel en contra del proceso: desde Henrique Capriles o COPEI (Comité de Organización Política Electoral Independiente), que dicen apostar al diálogo después de sucesivas derrotas electorales hasta partidos como Voluntad Popular de Leopoldo López o como la asociación Súmate y la diputada María Corina Machado, que apuestan a crear un clima semi-insurreccional, sin esperar las próximas elecciones. Algunos analistas como Ignacio Ramonet han destacado la existencia de un “golpe de Estado lento”, basado en las teorías de desestabilización de Gene Sharp. Pero, yo creo que desde la izquierda anticapitalista, el tema clave no es solo denunciar todo eso, sino también seguir pensando “abajo y a la izquierda” para entender -de manera crítica y dialécticacuáles son los elementos dentro del propio espacio del chavismo que permiten que se exprese tanto descontento en varios estratos de la sociedad, y no solo desde parte del movimiento estudiantil. En este sentido, tenemos que indagar también las contradicciones y debilidades de la
“revolución bolivariana” y escuchar las voces críticas del movimiento popular y revolucionario dentro y fuera del chavismo. En Rebelión hemos publicado también varios autores venezolanos que van en esa dirección: Roland Denis, Simón Rodríguez P., Javier Biardeau, Gonzalo Gómez, etc.
- ¿Cuáles son esas principales debilidades propias del chavismo? - Primero habría que diferenciar el chavismo gubernamental del pueblo trabajador bolivariano. Yo entiendo que hay tensiones ahí, sobre todo a un año de la partida de Hugo Chávez que fue un gestor central del proceso, capaz de oscilar entre lo vertical del líder y la horizontalidad de la participación popular. En la era del “chavismo sin Chávez”, Maduro tiene la legitimidad democrático-electoral: ganó la elección presidencial, de manera justa, y las municipales confirmaron esa nueva victoria bolivariana en las urnas (con 17 victorias sobre 18 elecciones). Pero Maduro no tiene el liderazgo carismático de Chávez, mientras, al mismo tiempo hay una degradación económica acelerada. Por supuesto, se habla mucho de inseguridad, la derecha en particular, pero representa también una gran preocupación diaria para las clases populares. Es en el plano económico donde afloran más los problemas últimamente: el Banco Central de Venezuela reconoce un desabastecimiento a una altura del 28% de los productos y una inflación de 56% en el 2013 que corroe los salarios de los trabajadores. La mala gestión económica y del tipo de cambio refuerza la especulación, el mercado negro y al acaparamiento por parte de la burguesía compradora a una escala mayor. Algunos economistas marxistas como Manuel Sutherland o Víctor Álvarez hablan de la fuga de capitales más grande de América del Sur. Son varios “planes Marshal” que se fugan así hacia Miami. Es cierto, la inflación y el desabastecimiento son producto de la ofensiva de las clases dominantes, pero también de una política económica ineficiente. La corrupción es otro tema de fondo después de 15 años de proceso bolivariano: ¿cómo pretender construir “socialismo del siglo XXI” en esas
condiciones de corrupción burocrática? Frente a las dimensiones del fenómeno, ligado al modelo del capitalismo petrorentista todavía hegemónico1, no basta con tener un ministerio del “poder popular”… No veo otra solución que crear fiscalización desde abajo, democracia participativa y consejos de trabajadores, reforzar los consejos comunales existentes. En caso contrario, ¿cómo parar durablemente la ofensiva de la derecha? ¿Con diálogo y paz con los sectores patronales, con la Mesa de Unidad Democrática, con Cisneros y la boliburguesía? Por otra parte, recordemos la impunidad hasta hoy para los responsables del golpe de abril de 2002 o de los asesinatos de abril de 2013. También es muy preocupante la impunidad frente al sicariato anti-sindical que existe en el país y los niveles de represión en contra de algunas huelgas obreras.
- Te referiste críticamente al camino que se está tomando desde el gobierno para frenar la ofensiva de la derecha: ¿Cuál sería, para vos, el camino más efectivo para enfrentar a la derecha? - Sin duda, como lo proponen algunos sectores anticapitalistas venezolanos, la mejor manera de defenderse es la
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profundización de la revolución y de las conquistas del proceso; es reforzar una visión crítica y popular, independiente de la burocracia o de la boliburguesía, apuntando a un empoderamiento desde abajo. Yo creo que está perfectamente justificado el intento por parte del gobierno de poner paños fríos a la violencia callejera, el llamado al diálogo y a la paz. Ahora, el diálogo sí, pero ¿para qué y con quién? Ojalá el diálogo prioritario sea hacia los sectores populares, los trabajadores organizados, el campesinado que quiere reforma agraria, el pueblo indígena, junto con más anuncios concretos para mejorar la situación económica. Por supuesto, Maduro ya hizo anuncios frente a la “guerra económica”, pero además de la “ley de precios justos”, positiva, fueron medidas de ajuste y devaluación. Al contrario corrientes como Marea Socialista y otras fuera del chavismo proponen hacer frente a la derecha neoliberal tomando medidas revolucionarias: por ejemplo, tomar el control del comercio exterior, pero con fiscalización ciudadana (para evitar la corrupción); combatir fuertemente la especulación y centralizar las divisas extranjeras; intervenir el sistema bancario bajo control social para que la renta petrolera ya no sea captada enparte por los acaparadores; apoyar con más decisiones los consejos comunales, la producción nacional de alimentos y un sistema de planificación nacional, etc. Insisto, solo estoy retomando declaraciones de colectivos bolivarianos y anticapitalistas venezolanos. Por cierto avanzar en esta dirección significa también comenzar a pensar las contradicciones internas al movimiento popular.
¿Qué analogías y qué diferencias encontrás entre el proceso de Chile durante el gobierno de Allende y el de Venezuela? Más que nada, en función de la relación entre los espacios de organización popular y un Estado que, a pesar de todos los cambios, sigue siendo un Estado capitalista. - Primero, eso me parece esencial: en Venezuela, todavía existe el estado capitalista, aunque con una nueva institucionalidad mucho más democrática. Y más del 70% del PIB está en manos del sector privado. Ubicarse estratégicamente significa primero saber donde estamos parados. En 1973 en Chile, la Unidad Popular significó como en Venezuela grandes conquistas democráticas, sociales, empoderamiento desde abajo, apoyadas además en una clase obrera muy organizada en el plano sindical y político. De hecho, en Venezuela una gran deficiencia es que no se logró construir un movimiento obrero y sindical clasista y democrático, autónomo de la burocracia estatal. Otro elemento interesante de la experiencia chilena es la relación tensa entre el movimiento popular y el gobierno de Allende. Yo estudié los cordones industriales2 como organismos sui generis de poder popular y, en varios momentos, los cordones fueron capaces de pararse frente a Allende y reclamar medidas revolucionarias. Otro punto de debate es justamente hasta qué punto podemos confiar en la institucionalidad, en la posibilidad de “usar” el Estado para reformar desde arriba la sociedad: es decir, si construimos socialismo desde el estado o si construimos socialismo desde el poder popular constituyente, el control obrero. Cuando en Venezuela, por ejemplo, experiencias de cogestión como en Sidor han sido rápidamente ahogadas. Lo mismo con el tema de la violencia, del papel del imperialismo y de las FFAA: lo cierto es que en Venezuela, a diferencia de la vía chilena, se ha pensado el proceso como “pacífico pero armado”. Hay en Venezuela una dinámica cívicomilitar bien diferente de la experiencia chilena. Más allá de eso, la “revolución bolivariana” actualiza un debate pendiente de la Unidad Popular: ¿qué podemos hacer con el Estado y con qué tipo de Estado? ¿Hasta qué punto el gobierno, las elecciones, son una herramienta de conquista democrática y cómo apoyarse decididamente en formas de poder popular para avanzar? ¿Cómo enfrentar desde la mejor relación de fuerza posible a las derechas y el imperialismo? 1 Ver: F. Gaudichaud, “Las tensiones del proceso bolivariano: nacionalismo popular, conquistas sociales y capitalismo rentista”, Rebelión, dic. 2012, www.rebelion.org/noticia.php?id=160554. 2 Ver: F. Gaudichaud, Poder popular y cordones industriales en Chile, Santiago, LOM, 2004.
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Por el salario y por la
escuela pública
Paritarias docentes. Un conflicto cíclico en un marco de ajuste y crisis económica. Los reclamos de los docentes en las paritarias nacionales y juridisccionales. El papel de la burocracia, la docencia combativa y el gobierno.
A
inicios de 2014, en medio de una fuerte devaluación de la moneda y un incremento inflacionario descomunal, los trabajadores sentimos un marcado descenso en nuestro poder adquisitivo. Los salarios docentes quedaron en la prehistoria, con aumentos que llevaban ya meses de retraso respecto del índice acorde al costo de vida. Las paritarias comenzaron a desenvolverse con mayor lentitud a nivel nacional que en otros años, ningún gobierno provincial, a excepción de Córdoba y Mendoza (que dieron un aumento aproximado del 30% y en cuotas), querían adelantar ofertas para no quedar desfasados con el “techo” impuesto por Nación, que hasta bien entrado febrero no se expidió en materia salarial. En medio de planes de lucha avanzados y un no inicio de clases a nivel nacional ratificado por el encuentro de la oposición nacional docente que tuvo su cónclave en la CABA el 17/2, en la mesa paritaria convocada por el gobierno nacional, los ministros de Trabajo y Economía junto al Jefe de Gabinete, expusieron lo que a todas luces es una provocación y un insulto. La oferta oficial fue del 22% en tres cuotas y un plus por presentismo de $2000, al mejor estilo neoliberal de los 90, rematando la reunión con la amenaza de cerrar por decreto la paritaria. Las conducciones de las centrales docentes (CTERA y CEA) enroladas en las burocráticas CTA oficialista de Yasky y la CGT de Caló, rechazaron la oferta. Por su parte, Stella Maldonado dejó flotando en el aire un llamado al paro para los días 5 y 6 de marzo, a condición de que la paritaria no se cerrara unilateralmente.
No inicio nacional Las negociaciones paritarias tendieron hacia el estancamiento.
El gobierno nacional sostuvo ofertas rechazadas una y otra vez por las centrales docentes. En medio de las negociaciones, el discurso de apertura de las sesiones del senado por parte de la presidenta, arremetió contra los docentes como ya es costumbre desde hace algunos años: los acusó de tomarse licencias y de protestar sin causa. Con un tono de señora indignada, dijo: “Uno se siente rehén, porque la gente no puede mandar a sus chicos a la escuela, mientras la gente tiene que laburar, tiene que hacer cosas” (CFK, 1/3/14). Durante su discurso, pobre en fundamentos y determinado a hacer mella en la opinión que se tiene sobre los trabajadores de la educación, también deslizó el levantamiento –que nunca ocurriódel paro nacional, y así contribuyó a caldear el ambiente, dando vía libre a los hechos represivos que se vivieron en la provincia de Misiones. El miércoles 5/3 los maestros de Misiones junto a los trabajadores de ATE y de CTA recibieron una brutal respuesta represiva por parte de la gendarmería y policía. Hubo alrededor de treinta detenidos, mientras la docencia rechazaba el aumento del 17% otorgado por el gobierno provincial. Quince días antes, el gobierno de Santiago del Estero había reprimido también a los docentes que se concentraron en los alrededores de la Casa de la
Provincia. El gobierno nacional, el que dijo hace tiempo que no reprimiría la protesta social, no tiene más que silencio y complicidad con estos hechos.
marchando hacia Plaza de Mayo en el marco del paro y la jornada de lucha convocada por la CTA de Micheli. Allí confluyeron con los docentes de Capital, organizados en Ademys, que también decidió en En este contexto, el 5 y 6 de asamblea adherir a la medida. marzo en casi todo el territorio las clases no comenzaron. Diecinueve En la ciudad de la provincias fueron al paro, con furia medidas desarticuladas en general En la CABA, el no inicio también de 24 a 72 hs. Donde más fuerte se sostiene la huelga (que al cierre se sintió fuerte los días 5 y 6, fecha de este número, sigue en pie) es en a la cual había sido trasladado el Provincia de Buenos Aires, donde los comienzo de clases, luego de que docentes continúan con el paro. Allí, el gobierno no tuviera propuesta la paritaria tuvo el mismo derrotero: salarial ni solución a los reclamos propuesta salarial a la baja (25%) y docentes en diversas mesas de en tramos que culminan recién en negociación. La educación pública de la ciudad viene de un largo 2015. período de ataques, que parecieran La Celeste de Baradel, que no tener pausa. A fines de 2013, conduce al SUTEBA, sigue la inscripción de la matrícula de cumpliendo su rol de garante alumnos -proceso que siempre fue de los intereses patronales. llevado a cabo en cada escuela y Prácticamente no moviliza y se cuida distrito, con cierta normalidad y escrupulosamente de no salirse de la regularidad- fue modificado por una vaina con sus exigencias (piden lo innecesaria y costosa inscripción mismo que en Córdoba o Santa Fe), en línea (el valor de la misma anunciando por anticipado una nueva supera los $16 millones). Esta entrega de las condiciones laborales modificación, lejos de ser inocente y docentes. Sin embargo, la docencia eficiente, profundizó y dejó a la luz se hace sentir, dándole continuidad un problema de larga data: la falta al plan de lucha donde debe ser: en de vacantes en muchas escuelas de la calle. El miércoles 12/3 pudieron la ciudad. Era sabido que alrededor verse varias columnas nutridas de de 6.500 niños quedaban fuera del docentes bonaerenses
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Nuestros piquetes Vs. sus patotas
sistema público del nivel inicial y que año tras año esas aulas y escuelas necesarias no llegaban. No hubo planes de construcción de escuelas que abordaran con seriedad el problema, que especialmente en la zona sur de la ciudad se fue agravando. Los resultados de la inscripción PRO arrojaron que 17.000 niños y jóvenes de la ciudad no tenían vacantes confirmadas en los establecimientos públicos. Esta situación provocó la necesaria respuesta de familias y sindicatos docentes que, a partir de diciembre, se fueron organizando y elaborando distintos tipos de instancias y respuestas ante la crisis, que ya había tomado carácter público. Hubo marchas, sesiones legislativas ad hoc, reuniones con funcionarios. También hubo tomas del Ministerio de Educación y de espacios ociosos por parte de la comunidad y la docencia, como es el caso de la Escuela n° 28 D.E. 5°, renombrada “Carlos Fuentealba”, en el barrio de Parque Patricios. Las soluciones del gobierno que más ha financiado la educación privada en la ciudad (actualmente la partida presupuestaria es superior a los $2.000 millones) brillan por su ausencia. Por su parte, el sindicato de base de la CTERA, UTE, y su conducción kirchnerista, tuvieron que convocar sobre el pucho al paro de 48 hs. Llamativamente, la Lista Celeste de Eduardo López y Cía. rechazó el acta acuerdo donde se exponía un aumento salarial a la baja para la docencia de capital, pero en ninguno de sus órganos oficiales se deslizó una sola crítica al aumento que recibirán los docentes porteños. La medida estuvo orientada solamente al conflicto de las vacantes, pero el papel de la burocracia siguió siendo el del mediador tibio, desde una perspectiva de no generar conflicto con el gobierno de Macri y ofreciendo salidas individuales a un problema de carácter colectivo y político. Por otro lado, Ademys, que renovó su conducción a fines de 2013 con el Frente Multicolor, viene siendo un factor de lucha y el único sindicato que presenta una verdadera oposición a las políticas de ajuste salarial y de destrucción de la escuela por parte del gobierno porteño. En asamblea con mandatos por escuela, se definió una línea, que fue votada y ratificada por las bases, de no comenzar las clases con salarios bajos y sin vacantes. Desde dicha entidad, se apoyaron las diferentes movilizaciones y medidas que convocaron las familias en los distintos barrios, se acompañó el reclamo de las madres que ocuparon el ministerio, se rechazó la salida a través de las costosas aulas containers y se exigió sin miramientos un
Cuando la burocracia sindical mata y criminalizan a quienes la enfrentamos
plan de construcción de escuelas acompañado de la quita de subsidios a las escuelas privadas (reclamo histórico del sindicato) para dar soluciones reales a un problema que deja hoy sin escolaridad a miles de niños y niñas.
Para seguir luchando En el país y con estas paritarias, los sueldos docentes siguen estando a la cola de la inflación. Es preciso fortalecer los reagrupamientos nacionales antiburocráticos para enfrentar los ajustes sobre el bolsillo de los trabajadores, es preciso organizarse en las escuelas y generar espacios deliberativos que lleven mandatos a las asambleas de sus sindicatos, es preciso reforzar la unidad en los reclamos por la escuela pública y la lucha por el salario. Por separado, somos débiles ante la patronal del Estado; ésta es una regla básica. La represión de las luchas de nuestra clase viene en aumento, como la otra cara de la crisis. Para que esa crisis no recaiga sobre las espaldas de los docentes, de los alumnos y de los estudiantes, de las familias trabajadoras, es precisa una unidad concreta al ritmo de la lucha para recuperar lo que nos quieren quitar, lo que nos han quitado y para construir una escuela pública para una sociedad nueva. Pedro Rojas
Desde la Presidencia de la Nación, el Poder Legislativo y las oficinas de medios del kirchnerismo, se ha desatado una verdadera campaña para demonizar a los luchadores sociales y sus métodos de protesta. A los anuncios de CFK sobre la necesidad de limitar la protesta social y las represiones sufridas recientemente (en cortes de ruta por la absolución de los petroleros de Las Heras en Panamericana y en Gral. Paz, o en reclamos salariales de docentes Misiones y Santiago del Estero) se suma ahora una verdadera campaña de desinformación, montada desde la obsecuencia mediática que trata de confundir a quienes luchamos contra el ajuste y contra la burocracia sindical que garantiza su aplicación. El 10 de marzo fue protagonizado un nuevo asesinato por la patota de la UOCRA, sindicato de la construcción dirigido por Gerardo Martínez. El gremio de este burócrata, muy cercano al gobierno y ex informante de los genocidas en plena dictadura, viene protagonizando varios hechos de violencia en lo que son aprietes y disputas por, en muchos casos, no desprenderse de la caja del sindicato. El lunes 10, un grupo mafioso de su gremio fue responsable de una balacera contra otros trabajadores de la construcción en las inmediaciones de una obra en Lomas de Zamora. El saldo es un trabajador asesinado con arma de fuego y, al menos, seis heridos. Dos semanas atrás, en Santa Fe, otra patota de la UOCRA había agredido con arma blanca a Emiliano Delgado, militante del Partido Obrero del sindicato de la construcción paralelo, SITRAIC. A estos repudiables hechos de la asociación ilícita que comanda el cegetista Martínez, se suma la bestial agresión de un grupo de choque de portuarios a un motociclista que intentó cruzar un piquete en el Puente Nicolás Avellaneda para llevar a su esposa embarazada a un hospital el día 12 de marzo. A este joven, luego de golpearlo, lo arrojaron desde el puente a más de 5 mts. de altura. Este corte lo lideraba “La banda de Corvalán”, el jefe mafioso de los portuarios del SUPA: un burócrata que fue kirchnerista, ahora enrolado en la CGT de Moyano.
Desde la agencia oficial Télam y desde el diario Página/12 (ambos del día 14/03) se han desplegado artículos que tratan de vincular los recientes actos criminales a manos de estos grupos de choque, con la necesidad gubernamental de restringir los cortes de calles. El Gobierno Nacional ha sabido mantener estrechos vínculos con los distintos sectores mafiosos que dirigen varias seccionales y gremios. Son los sindicalistas que avalan el ajuste y las paritarias a la baja. Pero no sólo eso: allí está la UOCRA cada vez que los gobernadores patagónicos la necesitan para despejar cortes de ruta de los docentes, por ejemplo. Allí estaba el asesino Pedraza de la Unión Ferroviaria, del riñón del kirchnerismo, hasta que la lucha popular lo encarceló por haber instigado el crimen del joven Mariano Ferreyra. Mientras estos caciques de la burocracia gozan de total impunidad para vivir de prebendas, traicionar a sus afiliados negociando a sus espaldas, vaciar sus obras sociales o manejar autos importados como verdaderos patrones, los que son perseguidos y estigmatizados por el oficialismo son los dirigentes obreros de las conducciones antiburocráticas que salen a pelear contra el techo salarial, contra el ajuste y contra esas propias dirigencias mafiosas. La represión sobre quienes cortaban la Panamericana en solidaridad con los condenados de Las Heras puede ser un claro ejemplo de nuestro antagonismo con la burocracia y su accionar: cuando los trabajadores de base que cortaban la ruta abrieron paso para dejar cruzar el piquete a una ambulancia, la Gendarmería aprovechó para avanzar detrás de la ambulancia ,apalearlos y levantar el corte. Para las pandillas y barras bravas reclutados entre el lumpenaje y para los gremialistas mafiosos de la UOCRA, existen la impunidad y los alfombrados despachos oficiales. Para los luchadores, el código penal y los operativos para reprimirlos. Que el gobierno y las patronales se hagan cargo de las bandas que alientan y sostienen. Nuestro derecho a la protesta ni se negocia ni es un crimen.
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El grito por la FAbrica Mariel Bolo, vivienda y la un nuevo round en la lucha contra la precarización laboral urbanización La disminución de la desocupación en nuestro país la última década ha sido Diciembre de 2010. Ciudad de Buenos Aires. De un lado el pueblo pobre y un grito desde el fondo de los corazones heridos: Vivienda. Del otro lado, Macri, Cristina. Policía Federal y Metropolitana. Represión. Muerte del pueblo pobre. La historia resumió estos hechos en una sola palabra. Indoamericano. Febrero de 2014, el mismo grito, los mismos corazones. La toma de los terrenos linderos a la Villa 20 desnuda una vez más la crisis habitacional, la falta de vivienda digna, el incumplimiento de los proyectos y las leyes de urbanización de las villas de la capital de nuestro país. Por ejemplo, la ley porteña 1.770/05 de urbanización de la Villa 20 de Lugano, que planteaba la construcción de 1.600 viviendas en los terrenos que hoy están ocupados justamente para reclamar lo que hace ya nueve años no se cumple. Hoy son 400 las familias que nuevamente imponen sus derechos, con la toma de las tierras, ante los negocios inmobiliarios acordados entre el Pro y el kirchnerismo. Negocios inmobiliarios que a diferencia de los planes de vivienda sí están avanzando, bajo el ala del grupo IRSA. Son 400 familias que con sus chicos, entre el fango, soportando a los punteros, la discriminación constante, e incluso los aprietes de los matones reclutados por los narcos de la zona, resisten noche a noche, cuidándose unas a otras, con el apoyo de las organizaciones sociales que hace años militan en el barrio. Resisten, luchan y se aferran a la idea de que esta vez sí podrán acceder a uno de los más básicos de sus derechos. Pasaron poco más de tres años entre el desalojo y los crímenes del Indoamericano y la actual toma. El pueblo pobre del sur de la ciudad sigue esperando los planes de vivienda prometidos por ambos gobiernos, quienes habían acordado poner un peso por cada peso que pusiera el otro para resolver la crisis habitacional. Espera que algún juez les explique por qué siguen impunes aquellos que respondieron con balas en lugar de ladrillos. Pero principalmente, sigue esperando que se escuche el grito del fondo de sus corazones. Urbanización y vivienda digna.
uno de los “caballitos de batalla” más usados por el oficialismo en la defensa del modelo. Sin embargo, sobran pruebas para dar cuenta que se ha sabido sustituir parte importante de ésta con ocupación informal y sumamente precarizada, que continúa garantizando altísimas ganancias para el sector empresarial, y el sostenimiento de un “capitalismo serio”, que muestra sus dientes siempre a los de abajo.
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l 9 de diciembre del 2013 cierra sus puertas sin previo aviso, con hasta cuatro meses de sueldos adeudados, la fábrica textil de Mariel Bolo, ubicada en Zañartu 607, en el barrio porteño de Parque Chacabuco. Hasta ese momento 80 trabajadores y trabajadoras textiles, en diferentes funciones, desarrollaban producción de forma tercerizada, de grandes marcas como Cheeky (cuya dueña es la mismísima Juliana Awada, esposa de Mauricio Macri), Montagne, Prestige, entre otras tantas. Buscaremos a través de este artículo tejer los vínculos entre conflictos que parecen particulares pero que ,sin embargo, no son más que la base de sustento de un “capitalismo serio”. El mismo que en esta última década supo sustituir la brutal desocupación que llegó a reventar nuestro país en 2001, con trabajadores ocupados o semi-ocupados con niveles altísimos de precarización laboral y el aumento desorbitante de la tasa de ganancia de los empresarios. El conflicto duró casi dos meses, en los cuales los trabajadores sostuvieron de manera ininterrumpida un acampe en la puerta de la fábrica. En ese tiempo, la conducción burócrata del sindicato SOIVA no hizo más que tratar de negociar (¡con los propios trabajadores a quienes debería defender!) para terminar el conflicto y beneficiar a las marcas y a la patronal. El Ministerio de Trabajo intervino como un “neutro”, olvidando que debería ser la institución que garantice las condiciones mínimas de trabajo en todos los establecimientos de nuestro país. Dos baños para 80 trabajadores, nula ventilación, condiciones insalubres de trabajo, jornadas de hasta nueve horas ininterrumpidas, sueldos impagos, entre otras tantas irregularidades. Las grandes marcas, por su parte, intentaron no involucrarse, protegidas por la propia legislación argentina (como la Ley 12.713 de Trabajo a Domicilio) en la cual se establece que éstas, tercerizadoras de su producción en talleres clandestinos a lo largo y ancho de nuestro país, tan sólo sean “solidariamente responsables”. Sin embargo, con la lucha de los trabajadores en la calle, que contó con el acampe en la puerta de la fábrica, un festival con la solidaridad de los vecinos de la zona, cortes de calle, escraches a las grandes marcas, escrache al sindicato SOIVA y la toma del Ministerio de Trabajo, entre otras medidas, se logró sentar a las grandes marcas en el Ministerio y hacerse cargo de los sueldos adeudados entre otros reclamos de los trabajadores/as. Por último, la figura de Mariel Bolo y su familia merece un capítulo aparte: sueldos adeudados por hasta cuatro meses, condiciones insalubres
de trabajo en la fábrica, maltrato constante y fuerte discriminación racial fueron los condimentos que ésta señora supo agregar a las cientos de irregularidades impositivas, habilitatorias y legales que la incriminan. Si hasta podemos encontrar una importante cantidad de videos donde se da cuenta de los maltratos constantes de Mariel Bolo para con los trabajadores, el calificativo de “ratas negras” de su cuñado, las denuncias falsas de robo de mercadería realizadas por su marido para desviar el conflicto y su argumentación respecto de las acusaciones aduciendo que eran personas extranjeras (en su mayoría de comunidad boliviana). La cadena de valor en la industria textil es sumamente compleja, consistiendo en general en varios intermediarios que generan una fuerte atomización que abona a la informalidad del sector. El primer eslabón suelen ser trabajadores a domicilio o “pequeños talleres”, fase del proceso donde se requiere la mayor parte de fuerza de trabajo que precisa de mano de obra intensiva. “La mayoría de la producción se encuentra tercerizada fuera de las empresas, generalmente en más de un taller. La cantidad de talleres efectivos donde las empresas-marcas tercerizan su producción es incalculable, debido, por una parte, a la informalidad característica del sector y a su atomización, y por la otra, al “terror” que sienten los trabajadores, impuesto por la coerción de los dueños de talleres clandestinos donde existe trabajo esclavo. En este sentido, se estima que el 80% de la confección de prendas tercerizadas en talleres se realiza bajo condiciones informales o violando los derechos humanos básicos”.1 Si hasta la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), que agrupa a las empresas denunciadas, “reconoció que el 78% de la industria produce en la ilegalidad” (Fuente ONG Alameda). Mientras una prenda acabada tiene costos altísimos en los negocios al público, los trabajadores suelen cobrar escasos pesos por prenda, que producen de a cientos por día, según sus propios relatos. Según las últimas cifras del INDEC, el trabajo no registrado alcanza el 34, 5 % en nuestro país (cifra que no incluye a
monotributistas, tercerizados, contratados temporales, entre otras modalidades, quienes engrosarían el número). Esto significa que por lo menos uno de cada tres trabajadores se encuentra “en negro”. El gobierno se embandera como el gran salvador de la gravísima situación de desocupación en el 2001 en nuestro país, cuya cifra superaba los dos dígitos (ascendiendo los 20 puntos según cifras oficiales del INDEC de 2002). Sin embargo, como hemos visto, la misma se ha sabido sustituir por altísimos niveles de precarización no sólo laboral sino de la vida en general. Lejos de las recetas keynesianas a la salida de las crisis, con movilidad del mercado interno y mayor consumo, podemos asegurar que de las crisis siempre se sale con mayores niveles de explotación (aun encubierta en trabajo precario) y el sostenimiento o aumento de la renta empresarial. En palabras de la propia presidenta, los empresarios no pueden quejarse de los niveles de ganancia obtenidos en esta última década. Los que sí pueden hacerlo son los millones de trabajadores que siempre pagan el costo de un capitalismo que de “humano” parece tener poco. En un año de fuerte conflictividad social, debido fundamentalmente al aumento feroz del costo de vida y a la hostilidad con que se enfrentan las discusiones paritarias de los distintos sectores, es prioridad no olvidar a los millones de trabajadores/as precarios que sufren de manera más brutal el ajuste. Exigir las paritarias sociales para todos los trabajadores precarizados, redoblar el reclamo contra la tercerización y la informalidad laboral están al orden del día más que nunca. Resta pelear, con fuerza en las calles y abonando a la unidad en la acción de los sectores combativos y antiburocráticos, para mostrar los límites del capitalismo, aún más palpables en este momento político, y la urgencia de la lucha por una transformación sistémica radical. Mora Beláustegui 1. El infierno del trabajo esclavo. La contracara de las ‘exitosas’ economías étnicas. Roberto Benencia (CONICET).
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Ajuste y precarización: por qué San Luis no es “otro país” La provincia de San Luis, gobernada hace 30 años por el aparato del PJ con los hermanos Rodríguez Saá a la cabeza es, según los datos del INDEC y la publicidad provincial, una de las provincias mejor administradas del país. Ante la realidad que vive día a día nuestra clase, con ataques constantes por parte de los empresarios y el Estado, como la inflación, la devaluación de nuestro salario, la precarización laboral, los despidos y las suspensiones, decimos que San Luis no es “otro país”. Promoción Industrial y empresarios cuidados En San Luis capital y Villa Mercedes (las ciudades más grandes de la provincia), están radicadas grandes empresas “nacionales” y multinacionales, beneficiadas desde hace 30 años por la política de Promoción Industrial. Se trata, entre otros, del grupo Techint (Tenaris-Siderca), Procter & Gamble, Colgate-Palmolive, Tersuave, Grupo Arcor, Mondelez (ex Kraft Foods), Flora San Luis (Dánica), Niza, Thubier S.A., Ledesma. La ley nacional que regula la promoción industrial (la N° 22.021) permite en cuanto al Impuesto a las Ganancias que las grandes empresas accedan a deducir de la materia imponible del impuesto el 100% de los montos invertidos en maquinarias, equipos, instalaciones, en tanto se trate de bienes nuevos y en la construcción de obras civiles; eximir el pago de dicho impuesto a las utilidades durante 15 ejercicios anuales con porcentajes de exención decrecientes. A nivel provincial cuentan con beneficios por leyes establecidas por el gobierno, que les garantizan la exención del 100% del impuesto sobre los Ingresos Brutos, inmobiliario, sellos y patentes por un lapso de 15 años, y subsidios para la tasa de interés y provisión de infraestructura. De esta manera, desde el ejecutivo provincial se garantiza una alta tasa de ganancia, que contempla además la precarización laboral en el sector privado.
Tercerización, consultoras y burocracia: la cereza del postre Aún contando con impuestos bajos, o la intensa ayuda del Estado mediante construcción de obras públicas e inversiones en infraestructura, beneficios fiscales, un dólar alto para las exportaciones, etc., en todas las plantas las patronales castigan a los trabajadores, mediante despidos, suspensiones y aumento de la precarización laboral a través de las selectoras de personal. Un número cada vez más grande de industrias contratan temporalmente por medio de estas agencias, teniendo la posibilidad por este medio de desligarse de muchas responsabilidades, quitándoles a los trabajadores el derecho a la estabilidad y dificultando cualquier tipo de reclamo. En este sentido, la complicidad sindical continúa en el abandono a los compañeros contratados, ya que se los trata de dejar fuera de toda posibilidad de organización y lucha para garantizar su estabilidad laboral. Ante la crisis económica en marcha, los estados nacional y provincial se preocupan por salvar a los empresarios, y cuentan con la indispensable ayuda de las burocracias
sindicales. Dichas conducciones gremiales no impulsan asambleas para discutir sobre los principales problemas que nos afectan, sino que desmovilizan, desorganizan y dividen al movimiento obrero reclamando migajas, sin cuestionar el estado actual de cosas ni mucho menos al sistema mismo, que garantiza las ganancias extraordinarias de los patrones y origina la pobreza creciente de nuestro pueblo. La intervención del gobierno provincial en la autopartista Cramfsa es el mejor ejemplo para ver cómo el Estado, los patrones y la burocracia sindical están del mismo bando. Dicha empresa, alegando dificultades económicas, tomó medidas contra los obreros. Ante ello, la conducción del sindicato SMATA colaboró, avalando las suspensiones y los despidos “a cuentagotas”. Peor aún, organizó una movilización ¡en defensa de la patronal!, exigiendo ayuda al gobierno provincial, el cual propició la adquisición de la fábrica por parte de Rovella Carranza, la empresa constructora de todas las obras públicas a nivel provincial y beneficiaria directa de los negocios multimillonarios que les encargan los Rodríguez Saá y Poggi como la construcción de autopistas, la casa de gobierno de Terrazas del Portezuelo, el puente “colgante”, etc. Este “salvataje” dejó a más de 50 compañeros fuera de la fábrica.
El Estado como garante de la precarización, y también como ejecutor El Estado es el principal garante de la precarización y actor fundamental en la
desprotección laboral. Contratos basura, salarios bajos, trabajo temporario, rotación constante que impide la efectivización, represión ante los intentos de autoorganización, conciliaciones obligatorias desde el Ministerio de Trabajo que sólo exigen a los obreros y defienden a los patrones, son parte del repertorio que asegura la ganancia de los empresarios. Cerca del 40% del sector ocupado en la provincia trabaja en relación de dependencia con el Estado, contando los planes sociales. Los docentes y médicos son quienes llevan adelante reclamos con frecuencia, enfrentando las precarias condiciones de trabajo, la falta de personal, los bajos salarios, y las distintas modalidades tendientes a la privatización, tales como “escuelas digitales”, y la cesión de distintos servicios del policlínico regional a empresas privadas. A pesar de grandes reclamos como los llevados adelante en 2004 y 2010, existen grandes límites, que según entendemos se deben a: -La perspectiva corporativa que instalan las burocracias sindicales. Sólo se movilizan por reclamos propios de su sector. -La falta de organización masiva de base. Conforman una casta sindical que elige no propiciar la democracia sindical de base en pos de mantenerse como dirigentes incuestionables. -Su tendencia a la conciliación de clases. La orientación que imprimen los partidos del sistema los lleva permanentemente a conducir a los trabajadores en defensa del orden patronal, cuestionando sólo porcentajes salariales, sin poner en discusión quiénes
producen la riqueza y quiénes se apropian de ella. Uno de los ejemplos más graves es el de ASDE, gremio docente conducido por la kirchnerista Mané Quattropani, que además de sus constantes claudicaciones ante los K y los Saá, salió en defensa del reclamo salarial del aparato represivo. Otro elemento importante es la relación histórica de muchas de las direcciones de los sindicatos con el peronismo provincial. Esto se ve hasta el día de hoy: integrantes de la conducción de gremios se postulan en las listas a diputados y senadores provinciales, ocupando cargos, lo cual sólo sirve para que el oficialismo se llene la boca con la participación de los trabajadores en el gobierno porque en lo real siempre las decisiones son a favor del capital. En plena crisis económica, respaldan y llaman a votar al gobierno anti-obrero de los Rodríguez Saá, manifestando sus posiciones derechistas a favor de la ley de promoción industrial, pidiendo que se beneficie a las grandes empresas, así “se pueden conservar los puestos de trabajo”. Recordamos también que han servido como grupo de choque para reprimir las protestas sociales, como sucedió en el año 2004, cuando la UOCRA salió a propinar cadenazos contra la Multisectorial. Es claro que los avances en cuanto a organización y capacidad de reclamo se han dado siempre en lugares donde los trabajadores han podido despegarse de sus conducciones burocráticas, y han podido darle lugar al ejercicio democrático en el cual las bases discuten sus problemas y deciden sus medidas de acción. Ejemplos de estos crecimientos se encuentran en Tersuave y Metalmecánica, donde se organizaron mediante cuerpos de delegados, llevando adelante medidas de lucha como piquetes, marchas, actos obreros en plazas, y la emblemática toma de Tintorería Pagoda, fuertemente reprimida por el grupo antimotines COE (Comando de Operaciones Especiales). Estas experiencias mostraron la necesidad de contar con organizaciones firmes, combativas y decididas a unir a la clase obrera para resistir los ataques patronales, sin caer en la transa de la burocracia sindical y los partidos del sistema. Para avanzar en la lucha necesitamos poner de pie comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos de base con independencia de clase, democráticos y combativos, con miras a superar la fragmentación sectorial y organizarnos como trabajadores para enfrentar con éxito el plan de ajuste que nos quieren imponer los capitalistas. Andrés Márquez
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¿Progresar? Un pequeño parche para grandes problemas I
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A finales de enero, la Presidenta reaparecía públicamente después de más de un mes para anunciar con bombos y platillos el lanzamiento de “PROGRESAR” (Programa de Respaldo a Estudiantes Argentinos). Se trata, una vez más, de un parche insuficiente para la situación de inflación y ajuste que impacta sobre los jóvenes de los sectores populares.
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a situación laboral de los jóvenes en la Argentina se encuentra enmarcada en un contexto mundial en donde la juventud es la más propensa a perder sus puestos de trabajo. Después de la crisis de 2008, los jóvenes representan el 40% de la población desempleada mundial, y entre los ocupados son el 24% del total de los trabajadores pobres en el mundo (“Informe de la OIT para la Argentina”; 2010). En el plano local, la problemática de la precarización laboral se profundiza fuertemente en la juventud. Del sector ocupado de la misma, más de la mitad, el 54,8%, percibe retribuciones inferiores al salario mínimo superando en casi 20 puntos porcentuales el promedio general, lo que representa más de un millón de jóvenes. Por otro lado el porcentaje de precarizados, ya sea por el tipo de contratación, condiciones laborales o ingresos, afecta al 77,1% de los trabajadores jóvenes, lo que significa 1.750.000 personas de 18 a 24 años de edad. Teniendo en cuenta este promedio se deduce que casi 8 de cada 10 trabajadores jóvenes sufren alguna forma de precariedad. Actualmente, en nuestro país existe un 54% de jóvenes que no estudian, de los cuales un 41% tampoco trabaja. Esto representa el 22,1% del total de jóvenes, cerca de un millón de personas entre 18 y 24 años, que no estudia ni trabaja: los llamados NI- NI. El plan lanzado por el Gobierno Nacional viene justamente a develar la necesidad de tener una política para este sector, una problemática estructural que se venía denunciando y el kirchnerismo intentaba ocultar. Este plan, denominado por CFK como “un proyecto de vida para todos los argentinos” no es más que un paliativo insuficiente para la realidad de este sector de la juventud, al cual sólo pareciera blanqueársele su miseria. Según la página oficial, el “Progresar”, otorga $600 mensuales a “los jóvenes entre los 18 y 24 años que no trabajan, trabajan informalmente o tienen un salario menor al mínimo vital y móvil y su grupo familiar posee iguales condiciones, para iniciar o completar sus estudios en cualquier nivel educativo”. El requisito es estudiar o tomar cursos de capacitación en oficios. El oficialismo ha presentado a dicho programa como una medida contracíclica, en un escenario recesivo marcado por una fuerte devaluación. Esto no logra tener impacto, ya que la inflación que crece rápidamente en nuestro país, licua el “poder adquisitivo” que
se puede tener con tan solo $600 mensuales, unos $20 pesos diarios. Así también debe destacarse el manejo discrecional que se tiene sobre estos planes sociales, coordinados íntegramente por La Cámpora, que dejan a los sectores de los barrios populares -organizados e independientes-sin la posibilidad de acceso a este “derecho”. Nuevamente nos encontramos frente a un gobierno que intenta convencer a la juventud con su proyecto político para pocos. No es casual que una medida que pretende dar aire al oficialismo, sea dirigida a la juventud. En sus palabras, CFK expresaba: “quien hable de futuro y le pegue o estigmatice a los jóvenes es un cínico” ¿No es acaso cínico que se hable del futuro de los jóvenes con tan solo $600, con paliativos que ni siquiera pueden esconder las grandes problemáticas de la juventud “ni-ni”? No se “progresa” con unos pesos por mes: el Estado debe garantizar trabajo genuino, estabilidad y derechos laborales plenos, algo que para la mayoría de los jóvenes parece
una meta inalcanzable. Para no abandonar los estudios se necesita mayor presupuesto para la educación y un boleto educativo gratuito que cubra todos los niveles. Los jóvenes tienen derecho a comedores a precios populares y jardines materno-paternales en los lugares de estudio así como una cobertura sanitaria digna y que se adecúe a sus necesidades. Por supuesto éstas exigencias no están siendo contempladas por el nuevo programa lanzado. No se puede esperar otra respuesta de un gobierno que defiende este sistema capitalista, generador de las condiciones estructurales que condenan a miles de jóvenes a la exclusión, y solo le da como alternativa adicciones, violencia y delincuencia. Esto es solo una muestra más de que los jóvenes no debemos conformarnos, y que la lucha es contra este sistema, construyendo una alternativa de sociedad, una sociedad realmente humana, una sociedad socialista. Julia Millán
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Una flor de la invencible primavera A un mes de la prematura muerte de nuestro querido compañero Fernando “Deli” Deliens, los homenajes se multiplican. En los barrios, entre la militancia, desde las organizaciones hermanas, los justos reconocimientos para este joven compañero no dejan de brotar. Murales, pintadas, canciones y, sobre todo, su legado político: en clave de lucha, de arte y de esperanza, nuestro compañero Deli está presente. A continuación, reproducimos palabras en su memoria y la letra de dos canciones compuestas para él. Contra el olvido, memoria y esperanza Entre toda la injusticia que nos da este mundo, existe el olvido. El poder no recuerda más que la historia de los que tiene el poder (o mejor dicho, de los que por ahora tienen el poder), de los ricos y de los explotadores sean de un color o de otro. Por eso los trabajadores, los luchadores y los militantes siempre tenemos que tener memoria. Pero no cualquier memoria, sino una memoria cargada de esperanza. Así quisimos recordar a nuestro compañero Deli: memoria unida a la esperanza y a la confianza en un porvenir de lucha y victoria. Deli es uno de esos jóvenes, hijo de una familia trabajadora de un barrio del sur del conurbano, que un día decidió ser militante. Como habrá sido aquel día, podemos preguntarnos. Un momento tan importante siempre se recuerda. Cuando alguien ya decidió ser un militante verdadero, se orienta el rumbo… uno ya se siente fuerte, capaz de enfrentar muchas adversidades. Un militante decidido sabe que tiene que aprender mucho para superarse, que debe esforzarse y poseer mucha convicción acerca de la unidad de los que no tenemos ya nada que perder. Un militante decidido no le escapa a los desafíos, si es que ellos contribuyen a los intereses de nuestra clase. Un militante decidido sabe que el camino será largo, prácticamente todos los días y años que nos preste esta vida, así que debe armarse de mucha tenacidad y de paciencia impaciente. Ese era el camino que Deli había elegido para su vida, un camino que no termina con la vida propia. Así ha sido desde hace décadas y hasta siglos: desde las extrañas de esta añeja sociedad han nacido generaciones de hombres y mujeres dispuestos a enfrentarse de pie y con una poderosa voluntad a este sistema injusto y miserable. Así fue como las profundas penas que ocasiona este mundo dividido en clases fueron juntando a los trabajadores de un lado y de otro, a los militantes con más militantes, ideas con corazón, con mucho sacrificio, pero también con la alegría de ser dignos, y tener nobles objetivos. Así quisimos recordar a nuestro compañero Deli. Como un jo-
ven militante comunista, como parte de nuestra historia, y como parte de los que luchan. Hermano, compañero Deli: ya te vemos con tu camisa a cuadros y tu inseparable gorra verde; ya es la hora y hay que ser puntuales. Cargá tu mochila de libros y prepará la bicicleta. Es tiempo de alzar barricadas y juntar piedras para enfrentar al poder que insiste en no recordar. Por la revolución y el socialismo. Hasta la victoria final. Compañero Deli, presente.
Marzo de 2014 - Agrupación Hombre Nuevo
Morir viviendo - Chimo Quise que un segundo no fuera una eternidad, quise por unos minutos no haber aprendido a amar, pensé en mariposas y en efectos pa’ explicar, supe que no hay nada que remplace a la verdad. Y agoté con todo lo que se puede entender, y sin más remedio me dispuse a comer ese cruel veneno que nos tiene que doler, pa’ morir un rato y así volver a nacer. Supe que ese paso no se puede desandar, y quise abrazarte aunque sea una vez más, calculé ausencias pa’ aprender a transitar un camino que entre todos tendremos que reinventar. Sólo una flor de la invencible primavera, pero tan bella como eterna compañera, sólo se puede redimir,
si acá aprendemos a seguir. Y justamente la justicia estuvo justo para fallar una vez más para la muerte de los que viven pa’ que ellos no estén tranquilos, mueren viviendo así el futuro es de los míos. Sólo se puede redimir, si acá aprendemos a seguir. Morir viviendo, así el futuro es de los míos hoy. Quise que un segundo no fuera tu eternidad, quise para siempre haber aprendido a amar, pensé en los naufragios que supimos comandar, supe que este acorde a vos te iba a gustar. Pensé en esas ganas que tenías de vivir y en los privilegios que viviste pa’ destruir, pienso en esa gente que no sabe ya qué hacer, y en los siglos que tu agenda tenía para ofrecer. Y agoté con todo lo que se puede pensar, supe que no alivia pero un poco hay que gritar, quise abrazarte aunque sea una vez más, pa’ sentir lo que los ricos no pueden ni imaginar. Sólo una flor de la invencible primavera, pero tan bella como eterna compañera. Sólo se puede redimir, si acá aprendemos a seguir.
Y justamente la justicia estuvo justo, para fallar una vez más para la muerte, de los que viven pa’ que ellos no estén tranquilos, mueren viviendo, así el futuro es de los míos. Sólo se puede redimir, si acá aprendemos a seguir. Morir viviendo, así el futuro es de los míos hoy.
Ser vida - Ana Tan sencilla luz encontré, tan sincero el rostro que sabe sentir lo que es “ser” Firmeza que lo hizo entender que la realidad es frágil si se trata con deber. Nos enseñaste a amar a este mundo y combatir al tiempo tené confianza que tu sonrisa nos abraza hasta el final. Supe a esa angustia tomar y asumir que aún viva la alegría de tu andar. Mirada humilde de un invencible hombre nuevo que hoy nos deja su grandeza tras la injusta realidad.