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Las nuevas arquitecturas…

Actualmente nuestro ritmo de vida es tan rápido como dar un like en un red social, esto nos ha llevado a creer que la enseñanza de la arquitectura debe ser igual de efímera de un post o un render que vende la “nueva” arquitectura.

Hemos olvidado que la arquitectura no puede tener prisa, el proceso creativo conlleva un tiempo y un espacio en la mente de quien la genera, para luego ser sometida a la producción de misma.

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La arquitectura ha sido demeritada hoy en día por nuevas pro- puestas que buscan generar arquitectos en tecnologías olvidando y dejando de lado que es una de las bellas artes, considerada una de las profesiones más antiguas de la humanidad. Por ello debemos detenernos un poco a meditar que arquitectos estamos formando.

La arquitectura se debe hablar por si sola como diría el arquitecto Carlos Mijares “Hablar de arquitectura es muy distinto que hablar en arquitectura, porque no es lo mismo decir que hacer” y partiendo de está frase deberíamos de tener como primicia el enseñar ha hacer arquitectura y no a hablar de arquitectura. Cuando un catedrático es capaz de hablar en arquitectura, estamos formando arquitectos y no oradores.

No debemos de perder de vista que el proceso de formación arquitectónica debe de ser igual de celosa que el que forma a un pintor, escultor o músico, se deberá exigir al pupilo que aprenda primero a “escribir” arquitectura sin perder de vista que las nuevas tecnologías son simplemente herramientas que no generan arquitectura ni generan creatividad por si solas, debemos de ser responsables al momento de formar nuevas generaciones de no formar renderistas con un nulo conocimiento de composición, construcción, materiales, clima y contexto.

Las redes sociales se llenan cada vez mas de renders muy atractivos y cero arquitectura o peor aún con imágenes que se vuelven en muchos casos casi imposible de construir.

El arquitecto debe ser una persona con amplios conocimientos multidisciplinarios que le permita dar respuesta a las necesidades de un mundo moderno sin perder la esencia de la disciplina.

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