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MSC. RAÚL ALEJANDRO MARTÍNEZ MEDINA BREVE DIAGNÓSTICO DE AGUASCALIENTES.
BREVE DIAGNÓSTICO URBANO DE LA CIUDAD DE AGUASCALIENTES AL 2022
POR: MSC. RAÚL MARTÍNEZ MEDÍNA
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Este breve artículo dará a conocer al lector algunas de las conclusiones elaboradas en la investigación “Aguascalientes sin Bordes” actualmente desarrollada por la oficina RAMM Arquitectos. Las conclusiones son resultado de un diagnóstico de debilidades que presenta la ciudad, se hará mención a las mismas de forma breve y con la intención de generar diálogo y crítica donde la prosperidad y calidad de vida de los habitantes así como su sana interacción con el medio ambiente sea prioritario en las visiones y proyectos futuro de Aguascalientes.
FALTA DE ACCESIBILIDAD Y ESPACIO PÚBLICO EN AGUASCALIENTES
Se define accesibilidad como “qué tan fácil es algo de alcanzar, usar, ver. Qué tan fácil es algo de entender” (Oxford Learner’s Dictionaries, 2021). Cuando este término es aplicado a estudios sobre la ciudad su significado se extiende, pero varía muy poco. “Se define como accesibilidad al grado en que la población residente puede utilizar, visitar o acceder al conjunto de espacios abiertos” (Suárez, et al., 2011, p. 44). La accesibilidad a los espacios públicos debería ser un derecho equitativo para todos los habitantes de las ciudades. Sin embargo, en la ciudad de Aguascalientes, como en muchas otras de México, la falta de espacio público accesible es una situación preocupante. En Aguascalientes, la carencia de espacios públicos está concentrada en el área oriente, donde también se focaliza la mayor cantidad de población, la falta de empleo y un gran número de vulnerabilidades urbanas.
Es importante mencionar que la dotación de espacio público no es nula. Sin embargo, los sitios existentes son poco accesibles y se encuentran desconectados de la estructura urbana general. Algunos elementos que pueden determinar qué tan accesible es un espacio público son: el espacio público en sí, las barreras que puedan complicar la conexión entre el espacio de destino y las personas, y la movilidad entre ambos (Suárez, et al., 2011). Para que un espacio público sirva adecuadamente a la población, dependiendo su tamaño, debe estar a distancias caminables y sin obstáculos de las áreas habitacionales. Uno de los problemas más importantes que ha ocasionado la fragmentación de la ciudad es la priorización de los vehículos motorizados y su infraestructura
sobre los medios de transporte no motorizados, el peatón y la infraestructura adecuada que estos últimos requieren para moverse de manera rápida y segura. Este fenómeno sólo empeorará con las últimas modificaciones a la traza urbana de la ciudad que propone el nuevo plan Av. Aguascalientes Movilidad Continua. Dichas modificaciones incluyen la implementación del segundo anillo periférico, el cual constituye un borde duro e impenetrable para la movilidad y accesibilidad peatonal. Sin duda un paso en retroceso hacia una ciudad accesible, sostenible y humana.
Ejemplos en Latinoamérica, como lo son Brasil y Colombia, han demostrado que la dotación de espacio público accesible y bien conectado es esencial para el mejoramiento de las comunidades vulnerables. Es por ello que, el plantear estrategias adecuadas que provean a la ciudad de estos espacios son imprescindibles para un futuro más sustentable y seguro. Además, numerosos estudios han demostrado que la disposición y accesibilidad a los espacios públicos abiertos (y verdes) tiene un gran impacto en la salud física y mental, y en el comportamiento de las poblaciones humanas (Koohsari, et al., 2013).
FALTA DE AGUA
Como cualquier ciudad emergente, luego de las dos primeras décadas del siglo XVIII, Aguascalientes experimentó varios problemas de provisión y manejo del agua. Inicialmente la ciudad contaba con diversos puntos de aguas termales que fueron explotados conforme la ciudad crecía, haciendo necesarias obras de infraestructura hidráulica de mayor escala. Es así como surgen las acequias y estanques o presas para el abastecimiento y almacenamiento de agua pluvial para uso doméstico y agrícola. Sin embargo el abastecimiento se caracterizó por la insuficiencia e ineficiencia de las obras hidráulicas capaces de seguir el ritmo al que crecía la ciudad de Aguascalientes, situación que se agravó por la insuficiencia de las fuentes naturales de las que se abastecía la población.
Para enfrentar la crisis de abastecimiento se aprovechó la presa El Cedazo y varios puntos estratégicos de la ciudad para captar aguas pluviales a mayor escala además de plantear un nuevo sistema de acueducto y almacenamiento.
Si bien la ciudad desde su origen contó con el flujo constante de agua, actualmente se presenta una situación de crisis dado
el crecimiento que ha llevado la ciudad, surgiendo un desabasto para comunidades que principalmente son de estratos sociales vulnerables haciendo de vital importancia el planteamiento de estrategias para su uso sustentable.
ÁREAS VULNERABLES ESPECÍFICAS DEBIDO A LA FRAGMENTACIÓN ESPACIAL Y LA SEGREGACIÓN SOCIAL
La fragmentación de la ciudad comenzaría a vislumbrarse a partir del año 1960 con la creación de las grandes vialidades urbanas (López, 2013). Aunado a esto el crecimiento industrial que sufría la ciudad con la llegada del Ferrocarril impactó en la dirección y ritmo con la que la mancha urbana se expandía. Concretamente este crecimiento fue dirigido al oriente de la ciudad donde las clases obreras estaban ubicadas. Conforme pasaron los años la situación prevaleció siendo los estratos medios y altos ubicados en el norte y poniente de la ciudad, un claro reflejo de la auto-segregación marcada en la población, un fenómeno que prevalece actualmente.
Entre otros factores el mercado inmobiliario y desarrolladores con apoyo de sistemas de planeación han hecho evidente que la fragmentación de la ciudad es un fenómeno impuesto y estratégico que apoya a la segregación de la sociedad. La población con mayores niveles de hacinamiento y vulnerabilidades en cuanto a sistemas de saneamiento y abastecimiento de agua se encuentra concentrada en el oriente de la ciudad (INEGI, 2010) donde también se puede percibir un mayor índice de delincuencia. La situación actual así como se ha mencionado anteriormente fue generada desde la fundación de la ciudad misma, donde las clases sociales han marcado el ordenamiento territorial de la ciudad.
Rompiendo fronteras El espacio urbano de una ciudad puede entenderse como un tiempo social e histórico específico en la historia, por lo que la acumulación de tales períodos de tiempo origina diferentes espacios urbanos que dan cuenta de la complejidad de la ciudad (López, 2013). Debido a estos cambios específicos, la estructura urbana manifiesta una heterogeneidad intrínseca e incrustada que da como resultado diferentes piezas de estructuras morfológicas que siguen sus propios principios y teorías para funcionar.
A pesar de su particular éxito, tales principios han demostrado una falta de adaptabilidad a las necesidades actuales. Por ejemplo, se creía que los lugares de trabajo tenían que separarse de las áreas de vivienda, creando ciudades monofuncionales como los suburbios, las ciudades de descanso y los distritos industriales. Las tendencias urbanas actuales como el nuevo urbanismo, las ciudades inteligentes, la infraestructura verde, el desarrollo orientado al transporte, el paisaje como infraestructura, entre otros, son una prueba de que estos espacios monofuncionales no tienen futuro para las necesidades futuras de sus residentes.
Las ciudades tienen que ser más sostenibles, autosuficientes, dinámicas pero adaptables, resilientes y conectadas, un sistema completamente diferente que sigue las tendencias globales de manera positiva.
Es así como Aguascalientes puede convertirse en una ciudad que bajo un nuevo esquema de gobernanza y participación activa puede generar cambios en su estructura que posibiliten la inclusión y justicia espacial de las zonas más vulnerables de la ciudad, puede además proveer de espacios de inclusión estratégicos que permitan una conexión y accesibilidad a funciones vitales tanto sociales como económicos y culturales.