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CONSTRUYENDO OPINIÓN
Dos años después en 1957 con el mismo espíritu innovador, el obispo Sergio Méndez Arceo el ideólogo de la teología de la liberación, emprendió la remodelación de la Catedral de Cuernavaca, junto con un grupo afín a sus ideas decidió “limpiar” de imágenes la antigua catedral del sigo XVI, con una idea más funcionalista de la arquitectura religiosa. Por supuesto que Lemercier debió haber recomendado a “su arquitecto” Fray Gabriel Chávez de la Mora, quien presentó un proyecto acorde a los propósitos del obispo. Mathias Goeritz diseño los vitrales ámbar del templo y rojo del coro y la colaboración de Ricardo de Robina como responsable, crearon éste nuevo espíritu litúrgico acorde a la teología de la liberación.
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A partir de entonces muchos otros encargos de tipo religioso le llegaron a Fray Gabriel principalmente de tipo privado, tales como casas habitación, quien durante varios años cuidadosamente desarrolló, algunos de ellos importantes, otros sencillos y humildes, pero siempre impregnados por un cuidadoso diseño.
Pero vino una crisis en el convento benedictino que encabezaba Lemercier, sobre todo por practicar obligatoriamente el psicoanálisis a los monjes. Luego de diversos desencuentros con el Vaticano, Lemercier fue suspendido y disuelto el convento. Le siguieron la mayoría de monjes del Convento de Ahucatitlán solo quedando 4 de ellos, uno de los cuales fue Fray Gabriel Chávez de la Mora quien optó por ponerse a disposición diocesana. Una vez suspendido de sus votos Lemercier contrajo matrimonio con una joven y cuyos esponsales celebró el propio Fray Gabriel Chávez de la Mora.
Después de tales eventos, Chávez de la Mora se trasladó a la abadía Benedictina del Tepeyac en Cuautitlán Izcalli, ahí volvió nuevamente a retomar su actividad arquitectónica y nuevamente comenzó por la co nstrucción y remodelación de las propias instalaciones del monasterio. Muestra de ello son la Capilla, el Claustro y el Cementerio que desarrolló cuidadosamente entre 1968-1969.
Fueron muchos los proyectos religiosos que a partir de entonces desarrollaría Fray Gabriel, solo por mencionar algunos diremos que entre 1970 a 1972 destacan la Capilla Ecuménica de la Paz un conjunto cultural en Acapulco Gro., o la remodelación de la Parroquia de la Asunción en Ciudad Satélite Edo. de Mex. y El Centro Escolar El Lago en Cuautitlán Izcalli.
Pronto vendrían los grandes encargos al fraile y arquitecto, destacando sin lugar a dudas su participación en la Nueva Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, uno de los emblemas de la arquitectura mexicana de los años setenta.
Pedro Ramírez Vázquez fue quien encabezó tan importante encargo, pero dadas las múltiples ocupaciones políticas que tenía ya que era el Secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, invitó a colaborar con él a prestigiados arquitectos, encabezados por José Luis Benlliure, y al propio Fray Gabriel Chávez de la Mora. Por aquel entonces quien esto es- cribe era estudiante de la carrera de arquitectura en la UNAM y alumno de José Luis Benlliure, situación que generó que varios de mis compañeros trabajaran en su tiempo extra como dibujantes de la Basílica, todos ellos bajo el mando de Benlliure. Por tanto, Fray Gabriel Chávez de la Mora fue coautor de la obra, aunque la titularidad se la llevara Ramírez Vázquez. La ingeniosa solución de la cubierta colgante de dimensiones monumentales debió contar con la asesoría de expertos en estructuras y el resto de elementos arquitectónicos sobre todo los de carácter directamente religioso debieron ser de Chávez de la Mora. Aunque bien valdría la pena un estudio que deslindara la participación de cada uno de ellos.
A partir de entonces fueron muchísimas obras en las que participó el arquitecto Fray Gabriel Chávez de la Mora, se distingue su participación en las Catedrales de Chihuahua, de Villahermosa, de Mexicali, de Ciudad Netzahualcóyotl, en el Santuario del Perpetuo Socorro, San Cayetano en Atizapán, y muchas otras intervenciones. En su última etapa colaboró estrechamente con él el arquitecto Luis
Miguel Arguelles Alcalá y juntos desarrollaron importantes proyectos principalmente de adecuaciones litúrgicas. Reconozco la capacidad y calidad humana del arquitecto Arguelles a quien he tenido oportunidad de tratar en varias ocasiones.
Su prolífica obra se desarrolló hasta su muerte acontecida recientemente el 17 de diciembre de 2022 cuando contaba con 93 años de edad, pero fueron muchos los reconocimientos que recibió el arquitecto Chávez de la Mora, inclusive un poco antes de morir recibió el Premio Nacional de Arquitectura de manos del Presidente de la República.
Descanse en Paz este arquitecto que seguramente ya está emprendiendo grandes obras en el cielo.