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Tlatelolco: Un barrio vivo

“La colonización empezó a borrar esa herencia con la construcción del Camino Real de tierra adentro, que articuló el comercio y la minería entre la capital y hasta lo que hoy es Santa Fe.”

UN BARRIO VIVO

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l proyecto de edificios multifamiliares en Tlatelolco, impulsado por el Arq. Mario Pani abrió las puertas de México al futuro del urbanismo en los sesenta, pero también enterró parte de la memoria de una antigua ciudad mexica que fue el último bastión de la resistencia anticolonial.

Tlatelolco es hoy uno los barrios más tradicionales del norte de la capital. Su Plaza de las Tres Culturas muestra las ruinas de la ciudad mexica, un añejo templo católico, uno de los más antiguos de la ciudad, y los edificios que abrieron la vida moderna del país.

Tlatelolco se fundó en 1338, 13 años después de Tenochtitlan. En su centro ceremonial, Cuauhtémoc mantuvo el último bastión mexica, antes de la caída del imperio ante la colonia española. Hoy, 67 estructuras de la que un día fue una imponente ciudad mexica hacen su zona arqueológica, y cuatro museos de la ciudad se reparten algunos de sus restos. La colonización empezó a borrar esa herencia con la construcción del Camino Real de tierra adentro, que articuló el comercio y la minería entre la capital y hasta lo que hoy es Santa Fe, en Estados Unidos, saliendo de Tlatelolco vía Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua y Nuevo México, incluso uno de sus puentes permanece hoy en la avenida Flores Magón, frente a un supermercado. El siglo XX marcó el barrio entre la construcción de los gigantes urbanísticos, la masacre del movimiento estudiantil en la víspera de los Juegos Olímpicos de 1968, y el temblor de 1985 que colapso edificios como el Nuevo León, 15 pisos de viviendas familiares.

La pregunta que surge tras esta breve revisión a la historia de Tlatelolco es ¿Cuál será el futuro de este tradicional lugar?

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