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RECICLAJE EN LA CONSTRUCCIÓN
Por: Dra. Diana Carolina Gámez-García
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l análisis del ciclo de vida (ACV) contempla la evaluación de productos y procesos desde su inicio hasta su final de vida, tomando en cuenta todas las entradas y las salidas al sistema (ISO 40040, 2006). En las últimas décadas las mediciones de los impactos ambientales a través de ACV se han realizado de forma continua, consolidando la metodología y permitiendo la promulgación de normativas internacionales como la ISO 14025 para productos de construcción y la ISO 219311 para edificación. Entre las etapas del ciclo de vida contemplados en las normativas, se hace mención de una etapa C, final de vida, y una etapa D (tabla 1), beneficios y
Tabla1: Etapas del ciclo de vida de un edificio, traducido por la autora de la norma ISO 21931-1.
Imagen 1: Residuos de demolición de un edificio. Fuente: https://www.pxfuel.com/es/free-photo-jnhef
cargas después de los límites del sistema, es decir, el potencial de reutilización, reciclaje y/o recuperación de un producto (Birgisdottir et al., 2017).
El final de vida es un tema fundamental cuando abordamos la sostenibilidad en la construcción. Hablamos de la última oportunidad que tiene un material para ser reincorporado de forma consciente en un ciclo. Los tomadores de decisiones (diseñadores, constructores, organismos normalizadores, etcétera), deberán afrontar el hecho de que sus acciones tendrán una carga ambiental por un potencial residuo generado, o en su caso, podrán evitar esa carga a través de su reutilización, reciclaje o cualquier tipo de recuperación optada. Es decir, deberán ser capaces de ver un área de oportunidad (tanto ambiental como económicamente) en su adecuada gestión.
La implicación ambiental de la revalorización de los residuos de construcción y demolición (RCDs) implica la disminución de explotación de materia prima, de emisiones de gases de efecto invernadero, de consumo energético, y por supuesto, de su propia generación que, por normativa carece de un carácter estricto en su gestión y aprovechamiento. En este sentido, la norma oficial mexicana NOM-161-SEMARNAT-2011 (SEMARNAT, 2013), establece los criterios para clasificar los residuos de manejo especial, y entre los ocho considerados, se contempla a los RCDs (en una cantidad mayor a 80 m3). En años más recientes, la SEDEMA emitió la norma NACDMX-007-RNAT-2019 (SEDEMA, 2021), la cual establece los criterios para la valoración específica de los RCDs.
Entre sus virtudes destacan el aprovechamiento de agregados reciclados (AR) en elementos no estructurales, estipulando el uso de algunos residuos hasta en un 100%. Esta normativa puede considerarse ejemplar en su tipo en México y es un gran paso hacia la aplicación de las etapas C y D del ciclo de vida en la construcción a un nivel real y obligatorio.
Se estima que 36% de los residuos generados en el planeta son RCD (de Andrade Salgado & de Andrade Silva, 2022). Aunque en México, se desconoce su tasa de generación, algunos estudios sugieren que es de 10,000 toneladas al día (en la Ciudad de México). De estos tan solo entre el 3% y 10% son reciclados, mientras que una cantidad importante se desecha en tiraderos clandestinos (Araiza-Aguilar et al., 2019; CMIC, 2013; Gámez-García et al., 2019). Aunque en México su uso se limita para fines no estructurales, normativas internaciones en países como Brasil (20%), Portugal (20-35%), Alemania (70-90%), Italia (30%), Holanda (20%), Reino Unido (20%) o Australia (30%) permiten su uso considerando especificaciones sobre la procedencia de los AR y sus características físico-químicas (de Andrade Salgado & de Andrade Silva, 2022).
Imagen 1: Residuos de demolición de un edificio. Fuente: https://www.pxfuel.com/es/free-photo-jnhef
Micrografía óptica de una muestra de hormigón elaborado con agregado mixto reciclado Fuente: (de Andrade Salgado & de Andrade Silva, 2022).
Es innegable el potencial que tenemos en los residuos, los anteriores son solo algunos ejemplos ya implementados en la industria de la construcción, es trabajo conjunto entre constructores, investigadores y organismos normalizadores, promover (u obligar) su uso. La lista de residuos revalorizados puede ser cada vez más grande, conforme más investiguemos: escorias de ferrocromo (Das et al., 2022), escorias de hierro (Das et al., 2022), fibras para refuerzo elaboradas con llantas (Mei et al., 2022), plásticos irradiados (Schaefer et al., 2018), entre muchos más.
REFERENCIAS:
ISO. ISO 14040. Environmental Management. Life Cycle Assessment-Principles and Framework; ISO: 2006. Araiza-Aguilar, J. A., Gutiérrez-Palacios, C., Rojas-Valencia, M. N., Nájera-Aguilar, H. A., Gutiérrez-Hernández, R. F., & AguilarVera, R. A. (2019). Selection of sites for the treatment and the final disposal of construction and demolition waste, using two approaches: An analysis for Mexico City. Sustainability (Switzerland), 11(15), 1–20. https://doi.org/10.3390/su11154077 Birgisdottir, H., Moncaster, A., Wiberg, A. H., Chae, C., Yokoyama, K., Balouktsi, M., Seo, S., Oka, T., Lützkendorf, T., & Malmqvist, T. (2017). IEA EBC annex 57 ‘evaluation of embodied energy and CO2eq for building construction.’ Energy and Buildings, 154, 72–80. https://doi.org/10.1016/j. enbuild.2017.08.030 CMIC. (2013). Plan De Manejo De Residuos De La Construcción Y La Demolición. Cámara Mexicana de La Industria de La Construcción, 30. https://www.cmic.org.mx/comisiones/ Sectoriales/medioambiente/Flayer/PM RCD Completo.pdf. Último acceso: 18 de septiembre de 2022. Das, P., Ravi, V., Cheela, S., Mistri, A., Chakraborty, S., Dubey, B., & Barai, S. V. (2022). Performance assessment and life cycle analysis of concrete containing ferrochrome slag and fly ash as replacement materials – A circular approach. Construction and Building Materials, 347(May), 128609. https://doi.org/10.1016/j.conbuildmat.2022.128609. De Andrade Salgado, F., & de Andrade Silva, F. (2022). Recycled aggregates from construction and demolition waste towards an application on structural concrete: A review. Journal of Building Engineering, 52(March), 1–20. https://doi.org/10.1016/j. jobe.2022.104452. Gámez-García, D. C., Saldaña-Márquez, H., Gómez-Soberón, J. M., Arredondo-Rea, S. P., Gómez-Soberón, M. C., & CorralHiguera, R. (2019). Environmental challenges in the residential sector: Life cycle assessment of Mexican social housing. Energies, 12(14). https://doi.org/10.3390/en12142837. Mei, J., Xu, G., Ahmad, W., Khan, K., Amin, M. N., Aslam, F., & Alaskar, A. (2022). Promoting sustainable materials using recycled rubber in concrete: A review. Journal of Cleaner Production, 373(September), 133927. https://doi.org/10.1016/j. jclepro.2022.133927. Schaefer, C. E., Kupwade-Patil, K., Ortega, M., Soriano, C., Büyüköztürk, O., White, A. E., & Short, M. P. (2018). Irradiated recycled plastic as a concrete additive for improved chemo-mechanical properties and lower carbon footprint. Waste Management, 71, 426–439. https://doi.org/10.1016/j. wasman.2017.09.033. SEDEMA. (2021). Norma ambiental para la ciudad de México NACDMX-002-RNAT-2019.643. SEMARNAT. (2013). Norma oficial mexicana. Residuos de manejo especial. NOM-161-SEMARNAT-2011.