Prólogo: Cuando se abren las puertas de la imaginación es muy difícil que podamos cerrarlas. Cuando atravesamos esas puertas descubrimos que podemos realmente ser libres. Daniel las abrió con elegancia y humor. Y dentro de ese laberinto hermoso que es la creatividad se desenvolvió como un experto ¿Y para qué imaginar y escribir en un mundo oscuro, como el que habitamos? A veces cuando escribimos
y
trazamos
esa
primer
palabra
nos
adentramos en el laberinto. Entramos en el mundo de la imaginación. y dentro de él nos volvemos otros. Podemos ser mafiosos, podemos volar, podemos tener deseos de un skate, podemos ser graciosos o estar enojados. Podemos descubrir qué hay dentro de un ropero misterioso. Estos cuentos que recién comienzan tendrán la gentileza de invitarnos a pasar por esas enormes puertas que dan al mundo fantástico. Gracias a Daniel podremos visitar el laberinto sin perdernos. Gracias a Daniel descubriremos que las palabras nos hacen un poquito más libres. Y por último le damos las gracias a Daniel por invitarnos a su mundo que ahora también es nuestro.
ÌNDICE
● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●
Sobre el escritor El ropero del niño Donde yo vivo La Playa del Ladròn Mi niñez entre nosotros dos Un Nuevo Dìa El Niño y el Skate Los caminos y el caminante Mafia 9 de noviembre 3452 Herido por la distancia y fortalecido por el tiempo Deseos El Falso Simulacro
Sobre el escritor: Hola, mi nombre es Daniel. Salina y soy de San Martín. Soy de River y tengo 17 años. Me está gustando jugar al rugby, leer y escribir. Tengo dos hermanos: una hermana y un hermano. Mis sobrinos son una de las cosas que más amo. No por ser hijos de mi hermano sino por estar en los momentos más difíciles para levantarme el ánimo, hasta con un simple “hola tío”. Por otra parte, tengo a mi viejo mirándome desde arriba, cuidándome en mis pasos. Estos cuentos se los dedico a Tiara, Darian, Miqueas y Derek.
El ropero del niño Había una vez un gran ropero en la casa de una abuela con buzo azul. La abuela una vez me dijo: -
Nene, ¿no me ayudás a tirar un viejo ropero?
-
Si doñita, ¡cómo que no!
En la secuencia esa que entramos a la casa de la abuela veo colgada ropa de chicos con mucha sangre, no le di cabida, pensé que era de sus nietos. -
Llegamos, acá está, este es.
-
Doña, ¿por qué tiene candado?
-
Por nada nene, ¡sólo te ruego que no lo abras!
Al llevarlo al basurero vi un poco de sangre, lo cual me pareció raro. Me fui de ahí, dije 0 cabida. Escuchando un Jon Z, pensé: ¡Mirá si la abuela dejó plata! Volví con un corta fierro y con ganas de tener cash. Al romper el candado abrí el ropero y vi esos dientes de chicos bañados en sangre. Salí corriendo de esa escena, asustado de ver ese ropero lleno de dientes y sangre.
Volví a la casa de esa abuela no tan buena, toqué su puerta fuerte con mucho miedo y desesperación. Al abrir era una chica que no conocía. -
Hola, ¿en qué te puedo ayudar?
-
¿No está la abuela?
-
No, ni idea, yo me mudé recién. ¿La conocías?
-
Sí, pero hasta hoy nomás, sé su pasado oscuro.
-
Ah, porque hay un ropero con candado y quería saber si tenías la llave.
Impresionado, miré ese ropero viejo con sangre. Lo que me pareció raro es que donde estaban las ropas con sangre ahora había esos dientes que vi en el ropero y además ¡ojos humanos! Asustado fui hacia el ropero con el martillo y el cortafierro en la mano, abrí el ropero y me encontré con un chico sin dientes y sin ojos con la misma ropa que estaba colgada. Desde hoy, nunca más volví a ver a esa señora con doble personalidad y entonces dije: la moraleja es: las apariencias engañan. 24 de agosto, 2018.
Donde yo vivo Donde yo vivo no importa tu plata, si de la nada viene un loco y te mata, si capaz que tenés euros pero nunca carácter, así buscás que los wachos te maltraten. Lo que vale siempre es la actitud. Yo respeto a mi gente, por su buen corazón y su virtud.
31 de agosto, 2018.
La Playa del Ladrón - Fue un día soleado bastante caluroso -dijo mi amigo Matías-, para ir al acecho. Cuando me di cuenta que estaba corriendo de balas de nueve milímetros fue cuando pensé ¿Por qué no fuimos a la pileta? -Perdí, listo -le grité al pitufo. Bueno pensaba, luego de caer nueve veces en comisaría salgo de nuevo. Al llegar a la taquería el comisario me dijo: - ¡Nene otra vez acá! - Sí, ¿me extrañaste? jaja - Vos reite que va a ser triste. Pensando en el calabozo y qué pasaría ahí, me hice el coco. Vi venir al guardia sin la llave de mis esposas. Fue ahí donde me di cuenta que quedaba re en cana. Viene el comisario y me dice: -¡Dale nene, que nos vamos a la cárcel de la playa del fin del mundo!
-Bueno -le dije, con mucha adrenalina y rencor. En el camino le pregunté al comisario dónde quedaba eso. -En Mar del Plata -me contestó-. Ahí vas a ser un re peluche. Yo por dentro me decía: este gato se regala y me voy al carajo. Cuando estamos llegando me dice: -Guachín, ¿querés un cigarro? -Bueno -le contesté. Agarra el bobo y me da el fuego y se olvida de pedírmelo. Durmió, pensé. Vi al lado mío un perfume lleno, lo agarré sin que se dé cuenta. -Llegamos -dijo el comisario. Vi ese instituto gigante que no parecía nada al que vi en la película del polaco. Bajó el comisario, dejando la puerta de atrás abierta. Con el encendedor y el perfume en la mano se me ocurrió rociar la parte de adelante y de atrás y prender fuego.
Salí corriendo al corte, en dirección a la playa y con las esposas en mis muñecas. Vi una casa y como un bosque, miré hacia atrás y vi que no venía el comisario. Sí escuché cómo explotó la lancha del gil. Fue un sonido muy estremecedor y hermoso para un bandido. Dije: bueno, entro a la casa y no me ve nadie. De repente escucho: -Negro y la xxxxxx!!!!! ¡Una antifamiliada pero mal que me agarró un calor por dentro! Entré a correr hacia el bosque raro donde había una playa. Me colgué de un árbol lleno de ramas. Antes de eso agarré un pedazo bien cheto como para romper un cráneo. El policía debajo del árbol miraba para todos lados. Sin encontrarme, gritaba por todas partes -¡Negro basura, te mato donde te agarro!
Lo medí con mucha bronca y deseo de revancha por como él me había puteado. Fue ahí donde tiré esa piedra con todas mis fuerzas. Le dí en el cráneo dejándolo inconsciente. Bajé del árbol rápido a fijarme si estaba con vida. ¡Y el maldito seguía con vida! Tenía más vida que un gato. Ya que lo tenía ahí tirado, aproveché a sacarme las esposas y ya que me iba a dejar en cana, lo esposé a él. Le agarré una mano y un pie y lo dejé ahí tirado. Lo iba a dejar tranquilo pero no me quedó otra que mandarlo a dormir con los peces. Lo llevé hacia la orilla del mar. Me tuve que mojar un poco el pantalón, pero debe estar como el Titanic. Lo que no sé es cómo volver a San Martín, a mi barrio. Después de eso me acordé que Matías se había ido en libertad. Agarré y fui a golpear a esa casa que había en la playa. -Hola, ¿quién sos? -Hola, mi nombre es Daniel y estoy perdido, ¿me dejaría llamar a mi casa? -Bueno, ahí te traigo el celu. Aproveché a llamar a Matías y me dijo que venía, buscaba el auto y me rescataba.
Esperando en la playa tranquilo pensaba por qué no le saqué la pistola al comisario. Pero bueno, al menos estoy en libertad. Antes de eso recordé el silencio que hice cuando estaba en ese árbol. En ese momento escribí en la arena : “Calla ladrón, el silencio es tu libertad”.
7 de septiembre, 2018.
Mi niñez entre nosotros dos Fue tan poco lo que te conocí, tantas cosas que vivimos, algunas buenas, otras malas, pero bueno. Mientras íbamos al pool siempre ganabas, pero bueno, yo creo que ahora haríamos partido. Me acuerdo también cuando me hacías sacar la play para ver “El Zorro”. Lo único que tengo para reprocharte es que no me enseñaste a afeitarme, pero bue, aprendí solo. Esa vez que me llevaste a trabajar con vos... -¿Vamos? ¿o te quedás? - Fue, vamos, pero comprá una Coca -(a veces eras tacaño). - ¡Vos querés la chancha y los 20 chanchitos! Después de ir a trabajar siempre se compraba su vino, no le hacía falta nunca. Era uno de esos tipos que tomaba y le gustaba jugar a las piñas. Era fuerte
pero yo no compraba. Eso sí, después eran muchos moretones. Y pocas veces me retaba, hasta a veces me salvaba de la salsa que me iba a dar mi viejo. Siempre me decía: -
¿Por qué no te portás bien? Siempre esperás a que te reten.
-
Bueno, ¡pero siempre yo! - Le decía llorando.
Igual me quedaste debiendo plata eh, jaja. Bueno, lo único que tengo para decir es que estés donde estés yo se que me cuidás.
14 de septiembre, 2018.
Un Nuevo Dìa Paquete, yo sabía que ibas a terminar acá, porque vos sos yo. Pero bueno. esto tiene que ser como un reto para vos, para mamá. Yo se que cuando salgas muchos van a estar, pero acordate que cuando estuviste encerrado estuvo mamá nomás. Ganate el peso de mañana honradamente, así mamá no sufre la soledad de hoy en día. Yo se que no me merezco ni una auto ni una carta, pero esto… esto es como un nuevo día. Nuevo día, nuevos retos.
21 de septiembre, 2018.
El Niño y el Skate Cerca del 2007 había un chico llamado Martín, no era de clase alta ni baja. Su familia era muy humilde, su madre era ama de casa, su padre un albañil. Martín en un tiempo empezó a jugar con su vecino Juan. Juan era un chico muy bueno pero a la vez era medio agrandado, su familia tenía plata, sus dos padres trabajaban en un comercio de zapatos. El chico tenía un skate que era impresionante cómo andaba, era una nave con un león en el medio. El chico tenía las últimas Nike, eran las verdaderas llantas. Un día me dice: -
Che, Martín, ¿Por qué no te hacés un skate?
-
Le digo a mi viejo si me lo compra.
-
No creo que tu viejo te lo compre.
-
Vamos a ver.
Después de jugar un buen fulbito, fui a mi casa a preguntarle a mi viejo sobre el skate.
-Papá, ¿por qué no me comprás un skate? -¡No, nene! Si querés algo, ganatelo. Así me hacía mi papá. -Bueno, mañana voy con vos y cuando vuelvo me comprás el skate. -Dale, pero no te quiero ver sentado. Llegó la mañana y mi viejo me levantó, desayuné y fui con él. Luego de un día agotador fuimos a comprar mi premio. Había una Ibera de puras mechas y cuatro ruedas pero era muy cara y mi viejo no tenía mucha plata. Pero la intención vale. Me compró el más barato, uno que el vendedor trajo de atrás de todo. No era muy feo pero no era de marca. Lo que valió fue que me lo gané yo. Moraleja: El que no arriesga, no gana.
28 de septiembre, 2018.
Los caminos y el caminante Mi nombre es Daniel, tengo 17 años. Muchos dicen que los malditos terminan en el mismo lado pero yo pienso ¿y si uno no es malo? Y está donde está por errores o piedras que la vida le puso en el camino. O a veces elegimos el camino repleto de piedras, y yo me pregunto cuántos caminarán ese camino. Hoy en día no estoy arrepentido de lo hecho sino de lo perdido, y no se lo deseo a nadie tener problemas y que uno esté dentro de cuatro paredes con los pensamientos a mil pero sin poder hacer más nada que golpear una pared..
19 de octubre, 2018
Mafia En el barrio más elegante de Italia, había una mafia argentina bastante famosa, no por su conjunto de asesinos sino por su forma de matar a la gente, gente que le paga para que sus negocios estén a salvo. Uno de los integrantes más importante era “Pequeño”. Él era un pibe de estatura baja, morocho y muy maldito. Le seguía “Jack”, que era el matón de los cuchillos. Y después seguían los tres hermanos apodados “Doctor Dolor”, eran el mayor, el pálido y el flaco, este último muy experto en el área de tortura de víctimas. El segundo se apodaba “Tomy”, y era un joven rubio con una cortadura en su rostro en la parte izquierda. Por último, “Persy”, el más chico pero el más útil. Un día tenían que cobrarle una gran plata a un casino clandestino chino, el cual ganaba gran dinero pero nadie les robaba gracias a la famosa mafia argentina. “Pequeño” se comunicó con el jefe del casino:
-Eh chino ojo de alcancía, quiero mi maldito dinero o te voy a mandar a dormir con los peces. -Sabes que no necesito más tu seguridad, desde ahora somos nosotros solos. -Okey,
que
sueñes
con
tu
seguridad
entonces
-respondió Pequeño. Muy enojado fue a buscar a Jack para comprar armas y, luego de elegir sus armas subieron a su camioneta y rodaron por la zona del casino buscando a alguno de los
chinos
para
sacarle
información.
Cuando
encontraron a uno de ellos lo agarraron y le preguntaron: -¿Por qué ya no quieren nuestra seguridad? -Porque nosotros ya somos un grupo despota -y le escupió la cara a Pequeño. Pequeño, al recibir el escupitajo le dice: -¿Así que no vas a hablar? Ahora no te van a comer la lengua los ratones, te la va a sacar Persy. El chino gira vuelta atrás, abre la boca y saca su lengua dos segundos y Persy muy rápidamente le corta la lengua.
El chino grita de dolor y para que deje de gritar, Jack le cose la boca y le hace las famosas “Botas de cemento”. Entre todos lo llevan al río “Arno” y lo tiran al chino ahí mientras le dicen: -Mandale saludos a Luiggi de mi parte. Luego de eso los chinos vieron el potencial del grupo y volvieron a lo normal.
. 19 de octubre, 2018
9 de Noviembre En un Instituto hubo una vez en el 2010 un grupo de chicos que compartían la misma pieza junto a un mayor que era el más viejo en el Instituto. El chico mayor se llamaba Tom, tenía 18 años, era de Junín. Luego de él, era el más viejo Martín de La Matanza, tenía 17 años y después eran 4 ingresos. Estaba Tony, Julián, Eiton y Milton. Una noche Tom empezó a contar lo vivido cuando tuvo que matar a su compañero por haber faltado el respeto a su madre. Tom tenía un 38 especial, con el que le dió un tiro en un ojo y en la frente a su compañero. Tom también contó que veía cosas raras en la habitación o escuchaba como caía agua al lado suyo pero lo más raro fue que al levantarse al otro día había gotas de sangre. También dijo que cada 9 de Noviembre parecía que su compañero tomaba venganza. El último 9 de Noviembre a Tom le tiraron los pies pero no despacio, fue tanta la fuerza que le fisuró el tobillo y le dejó unas garras. Los chicos estaban a unas fechas muy cercanas. Estaban a 7 de Noviembre y Tom entró a actuar extraño. Dijo que tuvo un sueño muy raro donde su compañero le decía que pronto se acercaba su final y sería feo y solitario. Los demás al escuchar sus sueños y mirar sus ojos se dieron cuenta que algo iba a pasar y decidieron ir a dormir a otra pieza. Tom se encontraba él y su consciencia, la cual le decía una y otra vez “Hueles a difunto”. Tom a pocas horas de ese 9 de Noviembre intentó leer la Biblia pero no pudo
porque al abrirla todas las hojas decían ¡9 de Noviembre! Tom ya perdiendo la cordura intentó dormirse pero no podía porque escuchaba un suspiro muy fuerte detrás suyo y cuando se daba vuelta no había nadie. Llegó el 9 de Noviembre, esa noche tan esperada. Tom estaba solo en la pieza y de golpe la luz empezó a ir y venir. En un momento se apagó del todo y cuando vuelve la luz estaba el compañero de Tom. Tom, al verlo, quedó tan helado como hielo en el glaciar. Su compañero se acercaba lentamente bañado en sangre. Al estar frente a frente, él toca su frente y de los ojos y boca comienza a salir sangre, y Tom cae sin vida con sus ojos en blanco. Desde ese 9 de Noviembre yo pude descansar en paz, no solo por vengarme, sino porque ahora estaría con mi compañero.
9 de noviembre, 2018
3452 Lyan y Jeremy eran dos amigos algo no muy listos, se tiraban pedos, comían mocos y muchas cosas más, pero no solo eso, ¡tenían trabajo! Los dos chicos andaban por toda la ciudad haciendo bromas y desastre. El martes 3 de Noviembre tuvieron que ir a Carlos Gardel 3452. Jeremy: queda muy lejos y estoy cansado Lyan: y bueno, nadie te mandó anoche a quedarte jugando a la play - Sí - -¿Quién a ver? - Quete, el de al lado de mi casa - ¿Quete? - Sí, quete importa ¡SWASHPP! - ¡AHHHH!¿Por qué me pegás? - Es que te lo merecías Al llegar a Carlos Gardel, a los chicos se les ocurrió poner excremento de perro. - Hola señora, le llegó la factura de Edenor - Dale,¿dónde lo firmo? - Aquí Los chicos se fueron de la escena y como a la otra cuadra se escuchó: ¡PENDEJOS DE M....! Los chicos riéndose fueron hasta la Eva Perón, la casa de otra señora la cual para esta doña tenían una broma muy particular. Lyan fue y compró un tacho de lombrices y fueron a la casa de la señora: RINGGG
- Hola señora, aquí le trajimos la boleta del teléfono. - ¿Por qué tan grande? - Señora, tiene que dejar de hablar con la chusma - ¡Pendejo mal educado! Tomatelas Al irse, llegando al portón se escucha: ¡QUÉ ASCO! Un día, la gente que fue víctima de esos dos pícaros, pensaron en tenderles una trampa. - Jeremy, tenés que ir al campo a llevarle esto a un tipo. Al llegar al lugar, iba a tocar el timbre y de repente, una soga le toma los dos pies y queda colgado del techo. La gente agarró y lo empezaron a pintar con pintura de mujer y lo agarraron como a un pez. Le sacaron fotos y lo largaron. A Lyan le tiraron 10 bolsas de basura prendidas fuego y no pudo salir.
23 de noviembre, 2918
Herido por la distancia y fortalecido por el tiempo Algunos dicen que el tiempo vale oro. En este momento no se manejar el tiempo, así que en mi caso, el oro no es tan costoso. Lo que si es igual, es que el oro es difícil de encontrar. Muchos dicen que la distancia es cuando uno está lejos de otros, pero cuando uno está enojado con esa persona que tiene cierto vínculo, recurre a ignorar tanto que ni a 500 kilómetros te sentirías más lejos. Cuando uno está mucho tiempo separado de algún ser querido el apoyo que te dan, suele ser la fortaleza para seguir un día más de pie. O también, la fortaleza, a veces, viene de naturaleza.
Creado a partir de las palabras: tiempo, distancia, fortaleza. 5 de Febrero, 2019.
Deseos Quisiera armar una escalera grande hasta el cielo, para poder ver a ese ser querido que tantos extrañamos. Qué ganas de aprender a pilotear aviones, así me sacaría una selfie y pondría “Volando Bajito”, siempre humilde. Me gustaría viajar en el tiempo, no para arreglar algún problema sino para llevar la música de hoy en día para ver la cara de los músicos viejos. Me encantaría ser elegido para los premios Oscar al mejor libro para dedicarlo a Agus y Alejandro. Me gustaría ver cómo sería el Lobisón así lo hago mi perro y lo haría pelear con otro perro.
1 de Marzo, 2019.
El Falso Simulacro Vamos en camino hacia Lavalle con mi compañero y hermano Matías. Vamos por el famoso rombo y de pronto se larga a llover. Dije “uh, ahora no te paga nadie compañero”. Caminando con mucho miedo porque en el instante que lo vi a Matias vi que tocó su cintura y fue cuando me di cuenta que el estaba enfierrado. Yo ya sabía cómo era el simulacro cuando andábamos armados. El que tenía “eso” se queda en la vereda mientras el que no tiene nada apoya las manos en el patrullero aspi le da tiempo al otro a correr. Eso que nunca me tocó hacerlo a mí, Matías me lo enseñó y hoy me parece que me toca porque en la otra cuadra viene “el pato” a todo lo que da. Miro a Matías y asiente con la cabeza como diciendo “hoy te pongo a prueba”. El patrullero se acerca más y más, parece que cada vez más y cuando está al lado nuestro nos pregunta cuál era la calle Eva Perón.
8 de Marzo, 2019.
Poesía, cuento, canción, relato, novela; letras que forman palabras, palabras que se unen y forman frases, frases que un puño dibuja, lapicera en mano, hasta que de una hoja en blanco de repente salen mafiosos, ancianas tenebrosas, ladrones y policías, y también deseos, verdades del camino recorrido y sentimientos sinceros. ¿Quién diría que una lapicera esconde tanta magia? ¿Quién iba a decir que en un papel se podría encontrar tanto? Seguramente todas las personas que tuvimos la suerte de encontrarte compartimos la alegría de escuchar cada una de tus historias, algunas inventadas, otras recreadas, y otras de lo más sinceras, de esas que vienen de lo más profundo de una persona. Gracias Dani, Paquete, escritor. Gracias por plasmar en un papel lo que pensás, gracias por transmitir con tanta inteligencia tu visión del mundo. Gracias por tu poesía, por tus chistes, por cada viernes a la mañana. Gracias, por sobre todo, por darnos el lugar y permitirnos conocerte. En tus palabras vivirás siempre.
A la memoria del escritor Daniel Salina.
Agosto de 2020.