Mi debilidad

Page 1

Mi debilidad siempre fue la falta de confianza en mí misma. Pero eso no fue problema cuando se trataba de ser una criminal. Yo robaba y saqueaba cuando se me daba la gana, a cualquier hora del día y de la noche. Era muy fácil hacerlo si los hombres ricos se interesaban en tu figura y en tu aspecto físico. Dejé ese método hace años, y comencé a robarles a las señoras en medio de la noche. Cuando cumplí los 18 años, me aburrí de eso. Tomé mis armas y me fui a una ciudad un poco lejos de la que yo robaba. Cambié un poco, pero claramente, seguía robando. Una noche, esa ciudad dio un baile. Yo nunca había asistido a uno, pero cuando era pequeña, mi madre me había dicho que las princesas asistían a los bailes con unos vestidos preciosos y allí conocían a sus “príncipes”. La realidad es que esos vestidos ahora parecían más tontos en mi cabeza, y que no se enamoraban de los príncipes, solamente se casaban por conveniencia. Pues bien. Esa noche, miraba desde afuera los patéticos que se veían los muchachos con esas vestimentas tan ridículas, y las mujeres con esos vestidos extravagantes y peinados elegantemente feos. Con mi arma en mano, subí a un árbol. Esperé unos minutos a que acabara el baile y así poder robar algo de dinero con lo cual podría comer al menos por dos días. Cuando éste terminó, me puse en posición. Bajé sigilosamente del auto, y me acerqué al último muchacho que salió. Se veía igual que los demás: Ojos oscuros, pelo marrón y un traje costoso pero horrible. Le coloqué mi pistola en la nuca, sonriendo. —Dame todo tu dinero y no saldrás herido...—Susurré—. El chico se volteó rápidamente y me tomó del cuello. Me estampó contra el piso. Me miró a los ojos y me sonrió. — ¿Así que tú eres la que roba a todo el mundo?—Preguntó—.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.