Érase una vez un mundo en el que debajo del agua se respiraba mejor, rodeada de gente te sentías inferior y no se sabía lo que era el valor. Un mundo en el que la amistad hacía daño y el amor solo duraba un año. Allí la vida se pagaba y el rencor se cobraba. Los sentimientos sobraban y los prejuicios importaban. Donde todos pensaban: "lo del pez grande se come al chico se demuestra porque, ¿alegria? Solo nos importa la nuestra. ¿Deseos? ¿Sueños? Da igual, lo importante es sobrevivir "Pisar y no ser pisado" es lo primordial aquí" La infancia era corta, en cambio la madurez llegaba con retraso, comprobado, hacedme caso. Nunca querrías vivir en ese mundo lleno de maldad, oid, pensad y callad. La bruja y el lobo mandaban, la reina y el rey se odiaban, los ogros comían hadas y las princesas eran malvadas. Así que colorín colorado, si no te ha gustado, prueba a cambiar el cuento contado, que corres el peligro de que no sea inventado.
Por: Carmen Pinelo