Si tuviésemos la oportunidad de vivir nuestra vida dos veces, nos daríamos cuenta de que quizás esos días que parecen vacíos, esos días en los que desearíamos no habernos levantado de la cama, también tienen momentos especiales, y lo que es más importante aún, únicos. Si tuviéramos la oportunidad de vivir la vida dos veces, quizás la segunda vez haríamos todas las cosas que no tuvimos tiempo de hacer y todas las locuras que nos dio miedo cometer. Pero como no tenemos esa opción, o al menos, eso parece, podemos empezar por levantarnos con una sonrisa haga el tiempo que haga, y en medio de esta caótica y electrizante masa de vivencias llamada vida, de vez en cuando, pararnos a disfrutar, porque ninguno de los momentos que estamos viviendo lo volveremos a vivir de la misma manera. Puedes repetirlos, si, al igual que puedes leer este texto otra vez, pero te darás cuenta de que ya no lo habrás leído de la misma forma en la que lo haces ahora mismo.