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Sostenibilidad agrícola: reúso y riego por goteo. Proyecto ADAPTARES - Macaronesia
from AGUAS LATINOAMÉRICA
La viabilidad de la civilización humana atraviesa una dura prueba, obtener alimentos bajo las condiciones impuestas por el cambio climático y el crecimiento poblacional. Hay que producir más, en el mismo espacio y con menos agua ¿la clave? El proyecto Adaptares cree tenerla.
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El proyecto Adaptares de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria es una especie de laboratorio para el uso eficiente del agua y su reutilización, tiene como propósito responder a cómo nos adaptamos al cambio climático en zonas donde ya existía escases de agua. Sus experimentos se realizan en la región macaronésica de la comunidad europea y las conclusiones son tajantes: El reúso de efluentes tratados en la agricultura es seguro y sostenible económica, ambiental y socialmente. Bajo la premisa de asegurar la salud y el medio ambiente, ADAPTARES analiza los beneficios y riesgos de la reutilización del agua en la agricultura, planteándose, siempre, las ventajas para el agricultor. De acuerdo a la Unión Europea las principales barreras para la masificación del reúso de agua son los riesgos ambientales y humanos ligados a su mala gestión, los costos energéticos y la aceptación pública. Para dar respuesta a esto, ADAPTARES se dispuso a generar el conocimiento para manejar los riesgos, imputar los costes valorando los beneficios que la reutilización supone para la sociedad y diseñar las estaciones depuradoras de aguas residuales necesarias y más adecuadas para las condiciones agroclimáticas, económicas y sociales del lugar. Según la profesora titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e integrante del grupo de investigación de ADAPTARES, María del Pino, las barreras para éxito agrícola con el agua regenerada deben verse según el agente implicado. Por ejemplo, los legisladores, en su afán de garantizar la salud y la sostenibilidad ambiental, suelen sobredimensionar los requerimientos para las instalaciones de riego; los operadores prefieren sistemas predecibles aún a costa de elevar los costos a niveles inviables para la agricultura; los agricultores a menudo se resisten a adaptar sus prácticas al nuevo recurso y los consumidores son susceptibles de informaciones que generan prejuicios. La profesora Del Pino señala que sólo el 45% de los europeos ven apropiada la reutilziación para el riego de alimentos procesados y un 25% para alimentos crudos. “El problema radica en que el agua que no se reutiliza a la final se vierte y el vertido tiene más problemas ambientales que la propia reutilización”. Además, Pino indica que los legisladores -erróneamente- suelen dejar de lado los criterios de calidad del agua para el riego agrícola, a pesar de que la agricultura es el sector que más agua emplea. Esto probablemente se deba a que los criterios deben ser interpretados teniendo en cuenta el clima, la especie, manejo del agua y el suelo, en otras palabras “los tratamientos de agua se diseñan de espalda a lo que necesita el cliente”; para tener éxito es necesario mirar la calidad de agua que están produciendo las plantas depuradoras y adecuar el sistema de reutilización propuesto a las condiciones agroecológicas de la zona. “En nuestra opinión, el planteamiento desde el punto de vista de la agricultura inteligente, es el de diseñar sistemas pilotos para la reutilización que integren todos los aspectos relativos a las condiciones agroclimáticas, de calidad del agua, del suelo y la gestión del riego para hacer una reutilización sostenible” dice la profesora. Entonces, las parcelas piloto se toman para la demostración y formación que son claves para la sostenibilidad del reciclaje de agua.
Imágenes referenciales cortesía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Sobre la calidad del agua desde punto de vista sanitario, es fundamental entender cómo se produce la contaminación de los alimentos cuando se riega con aguas de reúso y es vital condicionar el manejo del riego. “Cuando se refiere a aguas de reúso siempre será más seguro el riego por goteo que el riego sin restricciones” dice la profesora. Riego por goteo Otra de las conclusiones de ADAPTARES es que con el manejo del riego se pueden llegar a las mismas garantías sanitarias que con tratamientos costosos. Pino explicó que las unidades formadoras de colonias o UFC (unidad de medida de contaminación orgánica) se reducen considerablemente con este sistema y que esto permite reducir costos en los tratamientos. Por ejemplo,
con el riego por goteo subterráneo y un tratamiento básico se puede llegar a una reducción de agentes patógenos en plátanos – sólo por citar un caso – superior a la de un cultivo de tubérculos regado sin restricciones o con riego convencional, con un tratamiento varias veces superior que además amerite la muerte de los patógenos en el producto por desinfección y su lavado antes de consumo. Entonces, la garantía sanitaria con el riego en el que la tubería de goteo está enterrada a 20 centímetros de la superficie, es la distancia entre el agua y la planta. Además, el riego por goteo, superficial o enterrado, es la tecnología que permite alcanzar la máxima eficiencia productiva por cantidad de recurso utilizado.
Beneficios generales del Riego por Goteo Superficial o Enterrado: • Mínimo riesgo sanitario • Permite máxima eficiencia en la producción de alimento
• Integra las exigencias del legislador y las del consumidor
• Facilita la labor del operario de las plantas de tratamiento, produciendo un agua de un coste no tan elevado
• Y facilita el trabajo del agricultor con sistemas de fácil mecanización, reducción de consumo de agua, reducción de presencia de malas hierbas, mayor presencia de nutrientes. El padecimiento necesario A los de ADAPTARES les ha pasado de todo en sus parcelas proyecto. Deben sufrir lo que el agricultor convencional para hacer recomendaciones sobre la base de la experiencia. Desde gallinas y cabras invasoras, hasta plagas, cortes eléctricos y crecimiento de algas en los depósitos reguladores de agua, son algunos de los percances que han venido moldeando el sistema que proponen. Las instalaciones brillan por su relativa sencillez. Existe un sesgo cognitivo que impulsa al humano a creer que los grandes eventos tienen causas igual de tamaño. Por tanto, es difícil percibir que el futuro de la eficiencia alimentaria humana en toda su magnitud se manifieste en pequeñas casillas ubicadas en plantaciones remotas pero en este caso es así. La tecnología de mínimo riesgo y máxima eficiencia en el uso del agua usada por el equipo consta de filtros de arena, lámparas ultravioleta, un programador para automatizar el sistema y líneas de riego autocompensantes y antidrenantes de un material específico para uso de aguas tratadas. Las parcelas y los socios locales les han permitido a los investigadores medir el efecto del reúso en el agua, los acuíferos, el suelo y la emisión de gases de efecto invernadero además de la capacidad productiva y el valor nutritivo de esa unidad controlada sin descartar la evaluación económica para determinar la sostenibilidad de la práctica.
Tecnología de riego de mínimo riesgo. Cortería de UPGC
Efluentes tratados vs. agua convencional; riego por goteo vs. convencional; goteo superficial o enterrado. Se hicieron comparaciones y los datos son prometedores. El manejo del agua condiciona la emisión de gases de efecto invernadero, la puesta en riego modifica el suelo incrementando su fertilidad y humedad sin permear hasta los acuíferos, se obtiene mayor producción con un menor uso de agua y se mejora el rendimiento económico del cultivo.
“Soy una optimista compulsiva. Soy optimista respecto a la capacidad del ser humano para adaptarse al cambio climático. Por ejemplo, esta idea reutilizar el agua que ya pasó por nuestros hogares nos da un potencial magnífico para producir alimentos. Pero no sólo eso, si vemos la cantidad de alimentos que éramos capaces de producir hace cincuenta años y la comparamos con la de ahora por unidad de superficie, veremos que hemos avanzado mucho. Todo pasa por la generación de conocimiento y eso estamos”, concluyó María del Pino.