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alandar Revista de información social y religiosa · www.alandar.org
Año XXVIII Nº 279. Junio 2011 - 2,50 euros
Por fin
Cuando este número de alandar está entrando en la imprenta, miles de personas están acampadas en la Puerta del Sol y en otras muchas plazas para pedir democracia, derechos y el fin de la precariedad. En la redacción de la revista tenemos la seguridad de que allí seguirán cuando nuestros suscriptores y suscriptoras lean estas páginas. Y esperamos poder seguir hablando de este movimiento primaveral bastantes meses más allá de la primavera. Son muchos los lemas que se han escrito estos días, con esa creatividad chispeante que estaba aletargada y ha brotado imparable. Poesías urbanas en pancartas, cartones y hojas de colores. “Hemos sido hijos de la comodidad, pero no seremos padres del conformismo”, rezaba uno de ellos. Porque el abotargamiento y la pasividad se han acabado en el alma de las personas que hoy habitan las plazas.
Una eucaristía presidida por una mujer organizada por la plataforma Somos Iglesia.
Foto. Alexis Lassus
Mujer y teóloga
E
n los últimos días de agosto se reúne en Salamanca el XIV Congreso de la Asociación Europea de Mujeres en la Investigación Teológica, una red continental con más de 600 socias, entre ellas 40 españolas, que viene a españa por primera vez desde
teológicas, pero muy pronto reivindican convertirse también en emisoras de teología. Desde hace un cuarto de siglo, en nuestro país desde la constancia de que las redes de “sororidad” (hermandad entre mujeres) es posible consolidar diversos polos de creación teológica, en un terreno
Es urgente que la Iglesia reconozca el derecho que tienen las mujeres a convertirse en portavoces. su creación hace 25 años. Este acontecimiento lleva a alandar a reflexionar sobre una de las realidades más vivas y sugerentes del quehacer teológico actual: la teología feminista y femenina. El Concilio Vaticano II, además de generar un vendaval de renovación evangélica dentro de una institución muy necesitada de ello, provoca hambre teológica en las mujeres, un colectivo al que históricamente se le había negado el pan y la sal. Para empezar, se incorporan como alumnas a las facultades
que les estaba tradicionalmente vetado. Ellas han aportado una enorme riqueza tanto en la forma de ver la Historia Sagrada, como a la hora promover un cambio real respecto al papel de la mujer en la Iglesia de hoy. A nadie se le escapa que la resistencia al cambio de quienes han relegado a la mujer a un segundo o tercer término es enorme. Como el resto de las mujeres que reivindicaron igualdad en otros ámbitos de la sociedad, las teólogas han tenido que enfrentarse con muros de recelo, igno-
rancia y hasta de miedo. Y puede ser que precisamente el miedo a perder el poder omnímodo sea la razón real que más ha frenado el avance de la mujer dentro de la Iglesia en general y de la teología en particular. Feminismo y cristianismo no son dos realidades antitéticas, todo lo contrario. Como le ocurre al resto de las mujeres que se niegan a aceptar el rol de sumisión que les fija el mandato de género, las teólogas feministas se ven obligadas a realizar doble o triple jornada. En este caso de militancia. Porque además de estar implicadas en colectivos que defienden una mayor presencia de la mujer en la Iglesia, reivindican desde el feminismo la desaparición del patriarcado en la sociedad; por si todo esto fuera poco, se implican en otras causas sociales y algunas también pertenecen a partidos políticos y sindicatos. Lo que las diferencia de otras mujeres feministas es que, mientras que en nuestro mundo afortunadamente se aprecian avan-
ces respecto al aggiornamento de las estructuras y de las formas de pensar, la jerarquía de la Iglesia católica se resiste a cambiar ni un ápice de la estructura extremadamente machista y discriminadora que relega a la mujer a puestos de servicio, pero a la que nunca se le permite participar en las decisiones y mucho menos en el poder. Y aquí es dónde Jesús vuelve a convertir a las mujeres en sus elegidas, como lo hizo con María Magdalena, una de las grandes figuras del Evangelio, muy reivindicada por la teología feminista o femenina. La gerontocracia que representan el Vaticano y las distintas conferencias episcopales, con gloriosas excepciones, solo va a modificar su postura respecto al papel de la mujer en la Iglesia por medio de la presión generalizada del Pueblo de Dios. Es urgente que la Iglesia reconozca el derecho que tienen las mujeres a convertirse en portavoz: en la teología y en el templo; en los seminarios y en San Pedro.
Por fin hay movilización, por fin jóvenes y no tan jóvenes hemos reunido fuerzas para salir a la calle y hacer visible que este sistema no es sostenible. Que no lo queremos y no lo aguantamos más. Sin embargo, el efecto de este movimiento en las pasadas elecciones del 22 de mayo es aún difícil de valorar y puede ser, a priori, decepcionante. El azul tiñe el mapa, la derecha y el modelo neoliberal se extienden de manera (aparentemente) imparable. Está claro que un movimiento espontáneo, precario, asambleario y pacífico no puede de la noche a la mañana cambiar el mundo, como si este fuera un calcetín. Nuestro mundo es más complicado que todo eso. Pero el poder ha dudado, aunque solo haya sido por unos segundos, de su propia capacidad para mantener el control. La gente, también aunque solo haya sido por unos segundos, ha visto un futuro que le gustaba. Solo por estas dos cosas, todo esto está mereciendo la pena. Todavía estamos a tiempo de que este movimiento no se quede en un inesperado brote primaveral. Toca seguir expresando el malestar social acumulado y organizar, con creatividad y sin dogmatismos, respuestas colectivas a las necesidades comunes de todos y todas. Desde esta pequeña revista queremos también, de forma decidida, ser parte de ello porque, como dice el salmo, “aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, por que tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan”. Nos vemos en los premios alandar para seguir soñando y para seguir construyendo una #democraciarealya y un #cristianismorealya.
En este número... Entrevista a Mª Carmen Martín Gavillero, teóloga feminista:
¿Una traducción oficial de la Biblia?
Motivaciones para ir a la cárcel
Página 3
Página 15
“El feminismo ofrece al cristianismo la oportunidad de ser verdadero cristianismo, quitando la desigualdad”
Una revolución a través de Facebook
Entrevista a César Rollán y Cristina Plaza
Página 6
Página 19
Página 24