Crónicas de un SALTO desconocido
Aporte para un Turismo, Cultural, Histórico y Patrimonial “Vinos, Bodegas y Viñedos del Salto de Ayer”
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“Bodega y Granja del Cerro” de Cañiza y Antía. Por Alberto J. Eguiluz
GRANJA DEL CERRO de CAÑIZA Y ANTÍA El viñedo perteneciente a estos señores, está situado en la falda del Cerro que queda al Norte de la ciudad. Fue fundado en el año 1890 con plantas de vid pertenecientes a la variedad Harriague o Lorda ocupando una extensión de siete hectáreas. Las líneas colocadas en distintas direcciones, está perfectamente alambradas guardando todas igual distancia entre sí. El estado actual de la viña es bueno en general, pues la filoxera no ha hecho mal alguno. Sin embargo se la combate por medio del Sulfuro de Carbono, valiéndose de los mismos aparatos que describimos en la reseña del viñedo de San Antonio. También aquí se hacen ensayos con las plantas Americanas. Hoy quedan grandes almácigos de Riparia en número que no bajaría de ocho a diez mil plantas. Se piensa injertarlas este año con la Harriague, colocando las plantas ya en su lugar correspondiente. El injerto Inglés es el preferido por estos viticultores. La poda usual es la Guyot. Todo el viñedo está rodeado por olivos que ya dan fruta la mayor parte de ellos. Además de esta clase de árboles, se ven muchos duraznos, naranjos, peras y manzanos.
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BODEGA La Bodega está situada en el centro de todo el viñedo. Construida en piedra de Norte a Sur, mide veinticuatro metros de largo por diez y ocho de ancho. Tiene una capacidad de mil seiscientas bordelesas. Es de dos pisos; el de alto, destinado a recibir la uva para dar comienzo a la elaboración del vino y el segundo para guardar la fermentación. En la planta inferior hay once piletas construidas con buen Portland y tierra romana a los cuales cae el vino por unas pequeñas puertas hechas en el piso superior. La estrujadora se coloca encima de ellas facilitando mucho el trabajo y sin desperdicio de ninguna clase. Pero hoy se han dejado esas piletas por considerarlas muy frías, lo que hace parar demasiado la fermentación y haciéndose hoy en pipas y bocoyes. Es mucho más rápido y da mejores resultados. Entre las distintas máquinas existentes, necesarias a un establecimiento de ésta índole se cuenta con una prensa y una bomba sistema Pons Palet. La cosecha de este año se calcula en ciento treinta bordelesas de vino tinto, que según opiniones es superior en clase al del año anterior. Sus productos se venden en Montevideo en la casa de los señores Martínez y Estape.
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Bodega del Cerro
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Derrumbe en la “Bodega del Cerro” Por Alberto J. Eguiluz
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Derrumbe en la “Bodega del Cerro” Diario “La Prensa” - 08-02-1893 Ayer a las 6 de la tarde en la Bodega que los señores Cañizas Hermanos y Antía poseen en el viñedo del Cerro ocurrió un suceso lamentable. Varios albañiles y peones en la hora indicada, se ocupaban de inspeccionar las paredes de las grandes cubas de fermentación, recientemente construidas y que estaban llenas de agua como medida higiénica, al mismo tiempo que servirá para indicar los sitios por donde manaba el agua, para enseguida tapar con portland las hendiduras, cuando de pronto cinco de estas cubas, de capacidad de 80 a 90 bordelesas cada una, ceden debido probablemente a la presión del agua y sus paredes se derrumbaron cayendo sobre 5 de los trabajadores que estaban ocupados en su trabajo. El ruido producido por la caída de los materiales y el del agua que bajó como un torrente para invadir la Bodega, acudieron varios peones, el capataz del viñedo, uno de los propietarios y otras personas que habían ido esa tarde a visitar el establecimiento. En el primer momento nadie atinaba - una espesa neblina producida por el polvo que se había levantado, lo oscurecía todo, el interior de la planta baja de la bodega se percibían gritos desgarradores. De pronto uno de los peones un fornido hijo de las provincias vascongadas, avanza sin temblar, sin ocurrírsele tal vez que todo aquello podría desplomarse sobre su
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cuerpo, corre en dirección al sitio donde llegan los quejidos, nada ve, pero de pronto empieza a escudriñar en medio de aquella oscuridad producida por la inmensa polvareda y ve la cabeza cuyo cuerpo está cubierto por los escombros y el agua. - Con sus manazas quita todo lo que está por encima del cuerpo del pobre obrero, este era un albañil corpulento llamado Pedetti, lo alza sobre sus hombros y sale de aquel infierno, en medio de las súplicas de los otros desgraciados que gritaban a viva voz, - casí que me muero - y el chasquido que produce el agua al chocar con las paredes de la bodega. Ya los compañeros del noble vasco han visto llegar a este triunfante, con su pesada carga al hombro. Unos corren a salvar los que quedan aún presos entre los escombros, otros quieren ayudar al vasco Beñat, que no abandona la presa y con estridente voz pregunta ¿Donde lo llevo?. Le indican donde y Beñat con paso pesado, sudorosa la frente, sube los 15 o 20 escalones que lo separan del cuarto donde debe colocar al herido, instala a Pedetti sobre un catre y baja Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz
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Crónicas de un SALTO desconocido rápido como una exhalación, a salvar a los otros, pero ya es tarde, las otras víctimas son
llevadas en brazos por las otras personas al mismo cuarto donde lo dejó a Pedetti. Como hemos dicho, cinco han sido las víctimas de este accidente desgraciado... De ellas dos no han sufrido contusiones y las otras tres las han sufrido, principalmente Pedetti, el que se halla en bastante gravedad, al extremo de temerse por su vida. Felizmente en ese instante se hallaba entre los visitantes un médico sanducero cuyo nombre no recordamos, el que hizo un reconocimiento a los enfermos, constatando que Pedetti era el que se hallaba en más mal estado. Ya para entonces, Testa, que llevó a su coche a los visitantes y los esperaba para volver al pueblo devoraba con su vehículo las cuadras que lo separaban del consultorio del Dr. - 10 -
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Crónicas de un SALTO desconocido Lamas. Este facultativo estaba en su casa y se apresuró en acudir al lugar del suceso, al extremo que cuando el médico sanducero apenas terminaba su inspección, el Dr. Lamas estaba allí como caído del cielo. Dos de los albañiles fueron trasladados más tarde a sus domicilios a pedido de sus respectivas familias, por más que los propietarios del viñedo se obstinaban en que quedaran allí hasta que estuvieran completamente sanos. Pedetti ha sido llevado a su hogar recién hoy. Un sin número de personas acudieron al viñedo durante la tarde y noche de ayer. Los dueños de la Granja así como los compañeros de Pedetti han lamentado la desgracia de éste. Es un hombre laborioso y de carácter bondadoso. Tiene una prole numerosa que implora al médico cada vez que este va a visitar al enfermo con mirada suplicante. ¡Sálvelo! Por una feliz casualidad no hubo que lamentar mayores desgracias pues momentos antes, cinco minutos apenas, se hallaban en el mismo sitio, en que se encontraban los albañiles, hasta doce personas. En medio de tantos lamentos hubo un incidente cómico El que salió más ileso de los cinco peones es un criollo puro, a ojo de buen cubero tiene hasta tres cuartos de pampa - Al preguntarle uno de los concurrentes, como es que se había salvado él, que estaba codeándose con las cubas, dijo con voz misteriosa, como salida del Chaco: ¡Señor, es que soy lobisón
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Bodegas GIORGI - Etiqueta para botellas de vino Rioja Clarete
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Fotografía de los lagares de hormigón Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz
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Granja y Bodega “Bella Vista” de los Sres. CAÑIZA y ANTÏA Alberto J. Eguiluz
(Incendio de la Bodega en San Antonio)
En las primeras horas del día de hoy, a las doce y cuarto aproximadamente se pronunció con proporciones considerables un incendio en las importantes bodegas de la Granja de Pierri establecidas en la región vinícola de San Antonio. No se conoce precisamente el origen de la quemazón pero con algún fundamento se supone que se trata de un hecho casual y quizás debido a algunas chispas que cayeron sobre cierta cantidad de pasto seco y bolsas de arpilleras depositadas en una de las bodegas y como no fue advertido son cuando las llamas destruían vorazmente y era imposible detenerlas en el acto, el fuego tomó incremento avanzando con rapidez en dos cuerpos de las bodegas que tenían 18 metros de largo por 9 de ancho. - 14 -
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Crónicas de un SALTO desconocido En estas bodegas había gran cantidad de vino y también dos grandes cubas de capacidad cada una de ciento catorce bordelesas. Al lado de estos departamentos se encontraba un galpón que servía como depósito de herramientas y demás útiles de la granja, galpón que ha desaparecido totalmente.
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