-r'-í'l
''4
V
EL ESCHIIIAINO.
¿SAME, lector amigo, no podor luego en
pretendes •|¡;,:
^f\
sondear
Supongo
conocer.
las secretas
prolongados
subterráneos que
los
que
espacio de
la
la
opulencia
aunque
al
inquieto
y aumenta
pobreza á sin
([ue
impaciencia
por
los tortuosos
,
tu
á
parecer
agena heredad le
desde
persoiiiije
,
y va
cuando
hace subir en breve
medianía
alterar su
y de aquí
,
á la
posición social,
Paréceme también, que ya tienes observado como enroscado é indefinible rasgo que llama síV//ío, y lo es en
buenos cristianos á su
avisando
la
esplota ol precioso (ilon
efecto de sus torcidas intenciones;
que
tu
sinuosidades
formando su pluma en
traza su [)lüno en a([uel
¡nlioclucirlo
amistad y confianza del
la
vista
como siempre encomienden
coloca sobre
á Dios á
quien
él alli
la
cruz, para
se encuentra,
propio tiempo que en aquel punto dejó de existir. Todo esto te trae tu curiosidad , siendo lo peor que llegas acostumbrado á
encajarle sin rodeos ni antesalas, en las tiendas del sastre, del barbero, del mercader, y de otros muchos que sin duda has recorrido, en donde habrás visto lo que pasa sin quitarte el sombrero ni aun desliar el embozo; pero ya conoce tu buen juicio la enorme diferencia entre esa clase de gentes que han de vivir á pi/er/a abierta, y un escribano (pie no la puede tener sino muv cerrada. Aguarda pues la ocasión de evaminarlp ({ue en retardarla te sirve la fortuna. ENTRKGA XMV. 24
194
EL ESGHIBANÜ.
Pienso yo ademas llevarte por de pronto á visitar uno, establecido no ha
mucho en
la
ocupaciones
le
porque
corte,
pobreza, ni ha perdido todavía Allí reina la candidez de
honrado y
fiel
mas
sea
fácil
impiden aun recibir salvo
mal que
,
te
Ni sus multiplicadas
entrada.
la
que tienen hecha información de
á los
modales sencillos del pueblo en que actuaba.
los
costumbres y por lo mismo el Escribano ha de ser pese lector; si no quiere atraerse la abominación
general; puesto que en los lugares son conocidos hasta los actos
de
la vida.
como
mas reservados menos que un hombre público; y respetando su posición ha de cuidar mas bien de cautivar las voluntades que los intereses de
Es
ellos,
mas
ni
los particulares.
Así
ni
hacerles felices aun á
no exigir contribuciones, esto es
,
contribuyan ni aun con
le
empeño de
verás constante en su
le
costa de su propia felicidad
sus
lecjitimos
derechos
,
á
nunca
,
que
exigir
ricotes
los
y
bien
acondicionados; ni jamas perdonarlo á los pobres. Verdad es que como amigos
primeros de
,
no pueden negarse
tales principios le obliga á
nunca
se trata.
En
á ciertos adelantos ó empréstitos
que
la
los
austeridad
reclamar en repetidos apuros . y de cuya amortización
sus salidas
tampoco exige dietas algunas sino es
las
puramente
precisas por via de alimentos.
De suponer
es
que tan escesiva delicadeza
economía poco común oficio
puede
,
;
poco tiempo procurarse con que
al
le
tiene siempre
en un pie de
y solo en fuerza de su aplicación y buen manejo en ir
pasando
,
el
y hacerse con una
yegüecita torda que va manteniendo lucida y bien enjaezada; y asi es que desde
entonces todo queda para
condenación de costas, donde presentados en globo
la
los derechos de ]os elaborantes
parcial.
no
Agradecidos en cambio
se los
regalos de diversas especies, que en
esfuerzo la manutención de fé
amo y
echa tanto de ver
el
esceso en
su cuenta
aldeanos, envíanle de cuando en cuando
hombre tan de provecho pueden
Con
jaca por la mitad del año.
suplir sin
esto
de que los bienes de cada vecino valen su diez por ciento cuando llega
y con dar el
reparto
han invertido todos sus fondos y muchos mas en el mantenimiento de presos pobres, y que el hijo del alcalde no se halla en casa cuando le buscan, pasa por el hombre mas recto, mas íntegro y mas cabal de catastral
,
que
los Propios
cuantos han conocido hasta su tiempo. Ni puede ser de otra manera, porque es
ademas un
cristiano viejo temeroso de Dios y de su conciencia
devoto, que nunca se ha presentado sin capa en secar
la pila
de agua bendita
á la
la
,
con sus ribetes de
misa mayor, ni ha dejado
cabecera de su cama.
Por otra parte, como persona de mucho prestigio, no teme de aquellos que nada tienen que perder
,
y
se
la
murmuración
quejan á veces de hallarse en aque]
un embargo que se prolongó mas de lo justo, y en el cual por escribano con los demás funcionarios cobraron á razón de 60 reales
estado, merced á
consiguiente
el
diarios (con arreglo á arancel
de licitadores
,
manifestó desde
Su le
)
mucho mas
de
sino por guardar los bienes el
principio que
estrecha amistad con
el
garantizan también contra
el
escribano haya de vender
el
le
lo
que correspondía.
al
Y
no por
falta
abastecedor de carnes, quien
convenían.
señor cura
,
cirujano y boticario (los tres poderes
pulmón de un hacendado mal avenido con que
grano que comienza á llamar de sus ahorros
,
á
el
un
EL ESCRIBANO. menas
tercio
qu^;
A
de su coíecha
se la requisa el Alniolacen.
;
193
y dice que cslá
l'alla
nunca
su lUidida porque
Mas no repara que en buena economía
productos
los
,
toman su precio del gasto que ocasionan al especulador: y el bobo del notario no hace mas (|ie esponder buenamente lo ([ue le va sobrando en las lecolecciones de que de
solo sabe
otros. El
los
esta suerte convierte á dinero hasta el último
desperdicio en su verdadera piedra fdosofal los propietarios
en cuyo número no se
le
,
y no se cuida del daño (jue causa á el pago de adeudos á la
considera para
Hacienda.
Con
estos elementos cuenta para
ensanchar
la
pudiese ocurrir que alguno se descompusiera,
esfera de su poder; y por si no olvida de vez en cuando
ostentar su valimiento, dejándoles sin percibir sus honorarios c/efenya Jos,
aquellas causas cuyos fondos no alcanzan para todos. Así es
voz y decide con su voto
la
levantan diariamente jugar
al
,
interiiiinables
los
cuando
reúnen por
se
dilucidan los
solo. Allí se
mas
como
altercados
las tardes
á
que entre
tomar
en
lleva siempre
se
ellos
chocolate
el
interesantes puntos de moral
,
y
botánica,
medicina y legislación ; se solventan las cuestiones mas delicadas de política y aun de derecho internacional; y en fin no hay dificultad de ningún género, que
pudiendo caber en controvertida sujeta al
fallo
máximas de
escaso
el
círculo
de sus conocimientos esquive
superior del Escribano
,
quien no siempre se conforma con las
con lossistemas de Linneo,
la Biblia,
ni
con los aforismos de Hipócrates.
Sin embargo debemos confesar que no es por eslrcmo exigente: con
que
cura apriete bien
el
la
mano
el
cirujano le dé exacta noticia
el
otorgamiento de dote
se
adapten
á
sus
,
ó
ser
el
aquella Academia: pero entiéndase sin escepcion
y allanada en
la
d,-
los lances á
que
asiste
por
demanda de esponsales, y que
consejos
tal
á sus feligreses sobre los juicios temerarios
en
si
el
declaraciones periciales,
las
,
de
que
conviem» im-jor tercero y
demás
elecciones
de
ayuntamiento y votaciones de diputados, su ambición queda satisfecha jior esta parte. En cambio pueden contar sin recelo con su protección para dictarles pedimentos, redactar acuerdos y asesorar en los casos dudosos: para esforzar el cobro de sus créditos reservándose
De
esta
manera su posición
un caudalejo mayor
ó
la
se va
tercera ])arte por (h'-cima
cimentan
menor según su
!o,
ij
costas.
y consigue en pocos años reunir
habilidad en utilizar las ocasiones; pero
siempre en buena moneda usual y corriente, y libro de toda carija (jraváinen ó mala voz. Entonces ya sus protensiones mudan do rumbo: se queja de la escasez de negocios; los pocos (juc hay son criminales, de
pero de ningún producto
;
mucho
trabajo v
por tanto es preciso tratar de ascender
compromiso, ,
y
si
posible
fuera pasar á la corto.
Esto exactainonte sucedió con nuestro protagonista quien desde luego tropezó
en
el
inconveniente de estar mandadas suprimir al
y acérrimo de
oposición; pudo
Coleíjio co\\\o
la
le
al
vacantes que resultaron; mas
suplicó que
á
su parecer íuó
la dilatara.
,
reciente doctor en derecho
cabo conseguir entrometerse en
Xotario del Reino \ del número de esta
de sus simpatías, y auiupie
embargo
las
primogénito de un rico ganadero
votando diputado
muy
muy
el
Ilustre
heroica villa. Uespidióse
sentida su ausencia
,
nadie sin
EL ESCRIBANO.
190
.Hoy
ya
tenernos en Madrid donde los crecidos gastos de habilitación,
le
han detenido por de pronto en un piso tercero de
traslación y establecimiento le la
izquierda y en una de sus calles de segundo orden. Pero
de esto, se halla montado José con su marco de
desaparecido de
un espejo de Vitoria, la
la
mesa y
Aquel
su lugar se han colocado
adorno de
el
los dos frentes.
habitación.
la
está destinado á
Una docena de
estatua animada de
la
la
han
la
que
fé
dominación romana
los
II
sillas
y de
del ángulo nienoj,
la
Hay ademas un
monumento y recuerdo perpetuo de
después de emancipados de
pesar
á
retrato de Isabel
el
rinconeras por haberse suprimido
tres
despacho
el
antigua gaveta y estampa de San
la
y su inedia caña de cabos dorados
azul
En
en cuadro que ocupan
notable, completan ,
cinta
estancia.
tercia
sea presidencial
de corte:
al estilo
ambulante ó
sillón
conventos eslinguidos.
los cristianos
conocemos
y he aquí por donde viene á
:
la fé humana sobre la fé divina con ó al menos sobre sus asientos mucha mas propiedad que por los singulares motivos que han alegado los
apoyarse
,
,
Escribanos escritores.
Sobre lodo diligencias,
obsérvase desde un
,
aun
ni
un practicante
sino que tiene
principio que ni los
documentos
corres, ondencia particular fueron ya de su
la
,
ni
,
puño y
las
letra,
aprendiz ó escribiente como corresponde á su
categoría, (jue corre con los negocios, salvas la revisión y dirección propias del
superior.
En aquel sacro scrino se encierra el buen muchacho desde las siete de la mañana para trabajar después de haberlo hecho durante toda la noche anterior, hasta las nueve poco mas ó menos hora en que sale el dueño preguntando Ola, Simplicio ¿se ha trabajado mucho? ,
:
,
— —
Así, así
,
señor D. Judas. ¿Ha pasado Vd.
h'uin la
noche?
Esta cariñosa interrogación suele pasar desapercibida por
señor D. Judas,
el
quien responde secamente.
—Me
alegro: y ahora ¿estás parado?
— Sí señor, para preguntar á Vd.
— Do qué —Estendia una
á cuántos
estamos del mes.
se trata ?
¿
notificación al reo:
la
providencia tiene ya fecha del quince;
hace diezdiaS.
— Bueno.
Estamos
diez
á
y seis.
No importa, en
esta
causa no hay
embargo: otra cosa.
—Esta minuta
del auto de ayer sobre el inquilinato de aquel de los
embozos
Verdes.
—Es preciso —Pero, Señor;
rasgarla.
—
Calla y escribe
Pon
ahí
,
«no há lugar:»
;
«no há
medía voz, ya Vacila
caballerete Jia preferido
el
le
Y
Providencia
,
los
la
me
espedientes
equivoco
D. Judas
,
mañana:
memoria. Luego prosigue
dictamen del abogadoal
haré conocer que nunca
tomando
mismo.
lugar. » Esto se llevará á la firma pasado
sí; en tres dias, añade á
yo
la fecha de ayer
dicelo contrario.
si
raio:
que soy
;
ese
pues bien, proceda ó no,
infalible.
y colocándose
así
alarga ó cercena la vida de los seres subordinados
,
en
el
lugar de la
mientras
el
joven
EL ESCRIBANO. Simplicio que es
muy
por abreviaturas
los autos
197
aplicado y celoso de su obligación
,
anota en su cuaderno
desconocidos, y con estension sin omitir una
letra las
Antes alguna vez añade sus comentarios sobre
doctrinas de su maestro.
compromisos que pueden producir, ó Piensa revalidarse dentro de un año
,
los
diferentes casos que
es necesario
y
ir
los
puedc^n abrazar.
bien preparado en los
rudimentos.
—¿Firma Vd.
este definitivo de posesión á favor de
—A ver, á ver, ¿pues qué adelante
,
me
continúa:
don Donato Sintasa?
ya se acabó este pleito?...
y hojeándolo
v
atn'is
olegro, es un buen amigo que nunca olvida las naviiladcs
y dá que hacer. Verdad es añade dirigiendo una mirada significativa, que como apoderado nada posee suyo; pero en fin me ha hablado algunas veces de una ,
escribania de plata, y todo ello es de agradecer... Ola, has hecho
cerrar con
la fecha....
muy
bien en no
Dos puntos... Ahora, «y se reserva...»
—Pero no mas auto — —Es que podria Yd. creer que un —No, ya jamás descuidas; ese dice
si
el
!
A(juí está su...
Silencio.
descuido....
sé (jue
es el mal. «Se reserva... al Prieto... modo y /brmoque viere convenirle.» Vé asunto ya concluido, puede darle aun sendas travillas. Yo te
su derecho, para (|ue leejercite en
como
tú Simplicio
esle
me acuerdo
siempre
la via,
del necesitado.
Claro es que esta filantrópica lección
merece un lugar escogido y aun llamada apuntaciones del atento discípulo, quien no puede menos de admirar allí v propalar por todas partes la sagacidad , ciencia y compasivo celo de su principal.
en
,
las
Y no se limita á esto solo: entre los infelices encarcelados es donde halla ancho campo para desplegar su protección. No hay uno siquiera que por su consejo deje
dtí
hacer repetidas instancias solicitando
comprendan contra su juez
los indultos: :
¡
la libertad; ninguno á quien no ninguno en finque no ensaye justas reclamaciones
es tan triste el cautiverio I... Sin
;despues de pintarles
embargo su
rectitud se ofendería
agradable idea de conseguir su intento v antes de (luo se arrojen á practicar los medios para ello, no les advirtiese (}ue toda actuación á la
solicitud departe, devetuja derechos,
—¿Y —Si
lo
demás
,
yhade estenderse en
papel de 40 maravedises,
Siniplicio, está corriente?
señor, y arreglado para marchar cuando Vd. ([uiera.
—Pues vamos, que
'
^
ya es hora.
Diciendo y haciendo el señor don Judas, loma el sombrero y se envuelve en su capa nueva bien á despecho del satélite ([ue murmura interiormente porque ,
no el
le
ofrece otra
que
cuello de su levita
ipieda
alli
abrochando
¡zíjuierdo ,
que ya va doblando
el
si biei)
los
tribunal en que sirven
calca(la por el
mismo
,
A
falta
de
ella
botones del pecho (pie todavía
sube v lo
y colocando debajo á carrera
estira
permiten; del
brazo
en seguimiento de su
esquina.
la
Bajo este sistema do correr con hacía
ociosa y sin destino.
sombrero y los guantes de estambre dos resmas de papel escrito, parte
cálase el
principal
le ,
los negocios
donde
moílelo.
dirígenseel Escribano y su educando
se representa
Siempre
la
una escena
muy
diferente
celeridad en jas ficciones, siemp|v
198 la
EL ESCRIBANO,
austeridad en
el
semblante y
liberta del destrozo á
quienes
al
circunspección en
la
mucho mas las para nuestro Escribano como la preciso disfrazar
ideas.
Y
no
se crea
aguja eléctrica, que
lado se cobijan
si
como
:
pnlabras; pero
las
que por respeto
el
atrae sobre
ravos
los
sí
es
alli
juez es
el
:
arma de fuego, objeto de
terror para quien la mira
y de confianza para quien la tiene es la linterna sorda con que se oculta deslumhrando las miradas de una curiosidad atrevida: la túnica ensangrentada que envia, cual otra Deyanira para envenenar y desesperar á su :
,
salvo álos ingratos que
le
olvidan y no pagan sus beneficios.
atento, sin descanso á su interés propio, se pliega
para mas
En
le
el injusto
es
él jamás se vé en compromiso: ¿quejarse un infeliz procesado de cumplan promesas aseguradas? el juez es el engañador, el fementido: ,
lamenta otro
¿ se
el
y
al
ver
cómo
ignorante, el imbécil y la
el
Mas
obstinado.
el infeliz
condena
juez
? el
actuario tiene la fatalidad
esperanza se desvanezca después de una
benévola indicación
huya después de una sugestión mal entendida v castigue agravio después de un método recorrido sin constancia. Véase como el maligno
despreciada
;
el
favor
murmura
vulgo
,
sin razonar
casuales, tuerce contra
De poco el
se pierde sin fruto la voz del sufrimiento? el juez es
cruel: ¿agravia la sentencia notoriamente á quien
de que siempre
el
sabe bien v
lo
en su presencia
y seguramente manejarle.
fácil
efecto
que no
Asi
se violenta
y
sirve
la
y como
,
honradez
mérito del resultado las
de circunstancias
provócala malicia.
que en multiplicadas ocasiones haga conocer
auto favorable es totalmente debido á
descargue de
funesta combinación
la
los tiros (pie
feliz
la influeiu-ia
(acaso contra su intención); en
culpas con
el
pretesto de
obeiliencia
la
al
escribanil; en
vano
(pie
haga
(pie
vano también
se
(pie
inundo es necio; no
(>l
:
ganancioso
sabe estimar tales razones, y en su concepto aunque la opinión de los jueces vacile la reputación del escribano nunca mejora. Este es un daño y de grave ,
trascendencia, porque lo
tal
vez obstruye
el
paso á un sincero arrepentimiento:
reconoce don Judas á cada paso esclamando con
ser justo?
las
la
mas buena
«¿deque
fé
gentes siempre han de pensar malv....
En cambio, y
persuadido como manifiesta
esfuerzos para bienquistarse con
t;|>
,
estarlo de la
asi
sirve
hi)Sh\..
de sus
inutilidad
opinión pública, los dirige ala privada del
la
y procura asegurar su apoyo. Pensando va en la entrevista durante su y ni apenas le dejan tiempo sus cavilaciones para responder á los corteses saludos que se le dirigen, a voy sumamente ocupado.» Y de cierto lo tribunal,
tránsito veloz,
está,
combinando
la salida
de
las
correcciones (jue se
h,i
pi^imitido hacer
,
si
por
acaso fueren advertidas. Preciso es confesar que no se pierden
sin
fruto estos
derechos,
juzgado pasa por hombre asiduo y diligente, lleno de probidad de y atento en demasía. A tal gradóse estiende el prestigio que á ,
consultado su dictamen fl nicjor
Por
;
pero su
-lia
jamás
le
el
las
veces es
permite indicarle sino salro
parecer de su señoría. lili, él
llega antes (jue
ningún otro
pupilo, entreabre cuidaflosamente
puede
mode
pues en
inteligencia-
la
;
y dejando en
mampara
(le
h,
el
recibimiento á su
audiencia, y.nregunla
pas;.r. .
»J)6-.i«.^
.
si
EL ESCRIBANO.
— Adelante —A
Í99
responde una voz oculta con tono magistral.
:
órdenes de V. (porque á puerta cerrada
las
¿Esta V. ocupado
se escusa
tratamiento.)
el
ó quiere Y. que despachemos?
,
— ¿Hay mucho? A
don Judas con
esta espresiva interrogación sale
como que
es necesario aprovechar las coyunturas;
velocidad de una saeta,
la
toma de Simplicio
fajo
de
(pío
no
el
y vuelve á entrar diciendo Nada mas que esto. Ea pues vamos. ¿Aguarda alguno?
papeles
:
,
— — —No hay
tal;
Con los
,
,
sé
;
mas
pero dos compañeros bajaban detrás de la
aunque breve exordioempiezaD. Judas
este eficaz
procesos con
la
mano derecha
una rapidez tan escesiva, que en del rasgo por
y escamoteándolos con
la
mayor
no dar tiempo á levantar
vuelta del re vés su borrador;
á su presentación
la
,
—A instancia
A
pluma.
la
aunque poco
á dar
cuenta alargando
la izípiierda
parte de las rúbricas
en
acaso no
si
poro con
;
se corre el final
,
cada providencia acompaña
se arriesgaria
colocado: hay sin embargo alguna que por
(jue fuera
le lleva.
naturalmente
Precede ademas
esplicacion sucinta del contenido.
de doña Concepción Bienvisla
traslado á la contraria: D. la
Por supuesto
ni/'.
precipitación interesa.
,
sobre
estupro:
confiriendo
Berruga y D. Primo Miradores; denegando
Sandalio
solicitud del segundo.
—¿Quién
es este?
D. Judas frunce
mañana;
sin
las cejas:
esjustamente
que nocpiena recordar hasta pasado
el
embargo ha de responder.
— Ese petimetre que
se niega á
pretesto de haber obrado en
la
pagar
alquderes
los
Forma
casa.
su curador por
(ó
articulo de
inctntestacion
él)
so
por ser
hijo de militar.
— Me parece mal no recuerdo que mandé — No señor; hablamos de poro si
,
,
ello:
Vd. anoche en
— —Aqui
A
Si...
el
teatro
al fin se
otra cosa.
resolvió
no haber lugar. ¿Estuvo
?
ver, á ver el borrón de este auto.
le tiene... calla...
pues no parece...
estoy bien seguro. Supongo que sabrá Vd.
el
se
cambio
habrá traspapelado... pero
de hacer en
(¡ue se trata
el
ministerio.
he — —Señor, Vd. no Sí
el
,
mismo
lo
visto en los papeles. Pero se
interesado. Esto no es
corresponde
a(jui.
Ali
me
;
los palos la Audiencia exige
A
estas palabra»;
levanta del papel
el
al
la
detii-...
Juzgado
la
para
fijarla
q\ip
;
suelta
la
parooe;
qu.»
responsabilidad?
color del juez se alto:M
la vista
lo
¿SabeVd.
este auto...
haberme hecho
esplicacion que dije
pricisamente
olvidaba
— ¿Qué me dice Vd.?... ¿Está Vd. —No quisiera equivocaron*: pero. proceso,
hombre, estoy mirando que
acuerda sindula d?
y por tanto en aquella caiisa de .
..
plu na en
el
tintero,
y
en su interlocutor. loco?... .
voy
^íi
Vamos, Vd.
esto es cruel, insoportable.
(piiiMe
en up
instante por el
EL ESCRIBANO.
200
—Bien
,
D. Judas
y vuelva Yd. pronto.
,
no da un resultado mas veloz: D. Judas por medio de un rápido giroy una corbeta, se halla ya fuera de la habitación: mas contramarehando
La
cliispa eléctrica
iuego con
mismo
el
sombrero en
afán
,
vuelve á entrar fulgiendo no acordarse que lleva
— Digo, que
si
Vd. firmara eso,
Si,
tiene
si,
corta
escabroso espediente
el
«no tengo uno mas puntual
compromiso
el
ya (jueda
aire satisfecho:
mandato bajo
todo á un simple
ei.i
,
el
semblante risueño contra
una lectura precipitada
;
haya de ejecutar, ('omo quiera, su cuidadosa atención
le
al
y se limita
mas estrecha responsabilidad de
la
allá
celoso.» Pero la ausencia es
auto notificado; y en cuanto
el
uua eqiiivocacion
fue en efecto
,
juez se queda diciendo
el
y
,
mas
ni
según conviene á su acreditada presteza
,
costumbre, y
coge
tan. exigente.,..,
supcrioi' está
el
Vd. razón.
Parle don Judas con
en su interior:
me
podia notificar de paso porque
lo
camino: tiene ya doce dias de retraso, y como esto es, si á Vd. le parece.
—
el
cabeza.
la
(juien
lo
vale agradecimiento,
y aumenta su preponderancia para en adelante. Desvanecida
zozobra
la
continúa
,
despacho hasta concluir.
el
— ¿Tenemos hoy algo? — —
•
pregunta
la
autoridad.
La declaración de esos testigos que se llamaron antes de ayer,
han venido,
Si
Aun no y vertido
la
(jue entren.
ha acabado de sonar salvadera por
mundo
salir
la
orden
deiribado la silla y ya don Judas ha pregunta, grita, reconviene á
,
cuanto antes:
y por viltimo llega de nuevo con un aldeano (pie tiembla do pies á cabeza. Al entrar no se olvida la advertencia de «suelte Vd. el palo y que no se pase el tratamiento.» Todo esto aumenta la turbación del sencillo
todo
el
,
jornalero que va por cree en lo
la
vez primera
recibiéndole aquel funcionario
en seguida varias preguntas
no puede ser en
el
declarara/i/e u juez.
;
no recuerda
muy
cúmulo de negocios que
en
parte
rústico ni entiende
las
á ella
loque
le .acaba
le ¿licen, ni es
de
lo ([ue dice
Bu
,
con
«que no
,
sí
porque
de poner delante. Por su
(pie
se pase el tratanjienlo»
ya profetizo
va escribiendo en una mesa
los
al
reo
la
inferior el estracto
y cstenderlo á lo que quisu decir.
deponentes; y en ella con mas sosiego transcribe á lo iiace y por no perder tiempo se encaja otro
Mientras
la
,
de espedientes y su manojo de enredos, y imaginación judicial hasta el último recuerdo d^ cupnlo acaba de oir.
gabinete de Themis con su
borra de
lío
— ¿Con que Vd. ha dicho, pregunta don Judas en pn
pero sabe
,
las tiene
efecto, terminadas asi lag restantes indagaciones, sale nuestro Escribano
los autos sus dichos. el
,
para traducirlo después afuera
á la pieza inmediata
en
ci/of/o
;
que
capaz por entonces de ordenar
reduce su atención. Entretanto don Judas
deposición de aquel testigo
efecto, asi lo
bien á qué conciernon
rodean
le
sus ideas para responder: una sola le domina
y
En
asi
apuntaciones que don Judas
escritas el
:
el
á
debe de ser, y asi parece que se verifica juramentoque leacaba de aterrar, y dirigiéndole
intimo de su conciencia
qvic se CPnií^IJíVp]
delito,
esUiba en
la
tabern,-)?
la
antesala, (jue áli> hofí^
ESCRIBANO.
Eí.
—
Vo, [señor, no puedo afirmado, serimí
— No Ift
salo
cuenta,
la
caer ¿no es
al
— Aun quedaba buen de — pero en aquella hora rato
(lorrienle
sol)re lah cuatro,
ver, Simplicio, aguarda. Quiere decir <|ue seguH
á
r>lacion estaba la tarde
'201
•
esto!'*
dia.
;
se
empiezan
desuncir
á
el dia
las yunta;?
de labor.
—Según conforme, —Perfectamente:
señor, yo
y
muy
porque trabajo
sí
largo de casa.
escribí, Simplicio, escribe: «á la hora en
que
se
acostumbra
desuncir.»
— Señor, yo solo; y eso porque estoy —Eh, hombre, esas son circunstancias
lejos.
decimos en
— Sí
accidentales: inillim inoinenU
,
que
el foro.
que Vd.
será, señor,. eso
— Abrevia,
que
Simplicio,
el
dice.
buen amigo tendrá que hacer.
V
llevaba
pantalón azul ¿es verdad?
— No puedo decirlo;
— Dale —Sí
bola con
repito
sí,
se
detuvo mas que un momen(<».
Pero ;.noeia dia de tiesta?
señor.
,
— No usa pantalón — — que
azid
;.
Si
que no
ambigüedad
la
tale> dias?
f^u
señor.
,
Pu«'s claro está
— Si,
señor,
sí, le
le
llovaria.
llevaría.
¿es — Escribe, Simplicio: «con pantalón azul —Ya vó que es regular. afirmó y que — Concluye, Simplicio «y en descolorido y entró que de aquello puesto — Se me que^no ha — ava vava eso á a?í?
sw ¡jíiiectn»
(*
se
lo
le Itic
ella leida
;
ratificó
^c
,
,
etc.Jí
figura
^
,
es
,
i/>i/>t'í'/í/teMfe
que oye
El pobre jornalero
lo
la gestión.
de iiaperúnmie
,
se apresura á
tomar su vara
para marchar, pidiendo mil perdones; mas todavía es detenido por don Judas que jamás omite requisito alguno cuando cumple a su propósito. ,
—¿Sabe Vd.
escribir?
— Pongo mi nombre muy mal, llevándome — No importa aguarde Yd. en aquel rincón.
la
mano.
,
Asi van pasando sucesivamente los demás, que á su vez son detenidos para
presentarse de nuevo
al
tribunal. Leídas
pregunta con tono severo prestado
:
y cada cual
,
si
en
ellas se
allí las
rectilicadas declaraciones
afirman bajo
dejando á un lado
la
del
religión
en su conciencia
lo
,
se les
juramento
impertinente,
contesta que sí, y lo avitoriza traiupiilo con su nombre y rúbrica. Firma también carácter que el juez, da fe el escribano, y (jueda ya la declaración con todo el se prometió la ley
Hecho
asi
,
en
el rigor
de sus formalidades.
v precediendo una
silenciosa reverencia
,
se,
retira
don
.Tudas hasta
los tres el «lia siguiente en que vuelva á repetir igual función, lietíran-^e también ionio apurar, de vienen trance que llamados, conversando satisfechos del duro
piuliera hacerlo
ol
victorioso
Horacio con
su-'
rapiíanes,
<les|)UC'^
tW
faiiH^ó
EL Él!?<:ttlMNO.
2&2 combato quo
(U'cidio
Ellos también acaban de decidir
Roma.
suerte de
la
citó
Por último
pero convienen todos en que
lian salido del aprieto;
estremo delicado en resuelven do
común
bajo
,
la
de
la
ciega confianza en su Dios tutelar.
encausado que instintivamente les
actuario es por
el
indagaciones, y no deja circunstancia por escudriñar acuerdo no acudir á otro, si necesario les fuese, y envidian
las
no tenerle en su pueblo. Al
don Judas descubren respetuosamente sus cabezas y lijan en él sus contemplándole de hito en hito mientras pueden descubrirle.
salir
,
sorprendidos ojos
,
Aquel por su parte
con un
les contesta
diligencia acostumbrada, corre á dar
nombre
La escribanía!! que
el
enigma de Thebas
de negocios
,
fatídico
movimiento de cabeza y con
misterioso que
y
las solicitudes
,
la
la escribanía.
mucho mas complicado
nadie acertó debidamente á descifrar.
en aquel laberinto de
,
ligero
una vuelta por
en aquel
telar
En
aquel estanco
de providencias,
almacén de justicia y sumidero de derechos en aquella caverna de las inspiraciones, y brocal del averno mismo, en aquel recinto oscuro y estrecho ,
plantel de curiales
con sus murallas de legajos y sus parapetos de pergamino, se encierra nuestro ir audiencia pnr pocos minutos.
Escribano á d
Esta audiencia nada tiene de análogo con celebran los tribunales superiores
en
ministeriales;
ella
,
imponente severidad de
la
nada de común con
el
frió
las
que
sosiego de
las
todo es actividad, movimiento y vida. Todos entran ó
el sombrero calado, preguntan sin saludar y la abandonan del mismo modo: nadie se mira y lodos se observan; nada se investiga y todo se sabe. Al entrar don Judas, no se nota la mas leve alteración. En el banco de la
trabajan con
izquierda
prosiguen tranquilamente su diálogo los abonados á aquel asiento,
litigantes de profesión (jue
en sus
pleitos
que pierdan
,
nunca dejan de pedir
ni desperdician
los bienes, la tranquilidad
su derecho: osle es
el
y aun
pasto de sus almas,
de noche se reúnen en
el café
norte de sus deseos y
el
jamás
salva los
se sujetaron al imperio de la
tal
A
á
falta
suya de
fácil
es
moda
,
y
asi
y
cómodamente
se distinguen
En
y la constante merma de
los bolsillos
ambulantes que salen y entran, haciendo tiempo á escaso ámbito de la pieza ó tienda,
Al través de aquel tropel
,
y no sin trabajo
su trípode de baqueta, y en ^consejadas
por
aquel banco se encuentra constantemente
su frente los procuradores con sus plumas de ganso anotan
el
ágenos.
administrador.
salida de los negocios
llenan
los
comprender que
calzón de charretera ó pantalón de travilla, según
cual escepcion de
el
y
de manga rizada, y sus mugrientos sombreros de cubilete,
tiempos que alcanzó cada uno.
don Donato
pauta de
la
es indiferente, despreciable;
mundo,
litigios,
cosas del
abstracción de las
sus largas levitas
allí
es
pero jamás que abandonen
es sin mezcla de cuerpo estraño que interrumpa,
,
su perpetua conversación de los propios
Con semejante
formación de ramo separado
el juicio,
sus acciones. Para ellos cuanto pasa fuera de si
la
coyuntura de incoar otros de nuevo. Posible
el
,
:
la
la llegada del
y forman
entrada
y
el
resto
principal,
del cuadro.
logra introducirse don Judas hasta
instante se le agrupan en
criaturas. Diríase (pío
la
turba de querellosos
desnachaba
billetes
torno aquellas mal
de teatros en
dia
A^
—
<
repite las preguntas sin obtener reápucsta
Quién
hoiiefieio.
quien regaña; éste
,
lo cierto suspira, el otro, dándose mas importancia, le dice no sé qué al oído, de la medio en imperturbable Judas don sonrisa: de ello es que produce una no puede agitación, continua lujuella ocasiona estruendo que confusión
y
obstante lo que se llama despachar.
grandes tormentas se desvanecen en breve ; y asi calmado el primer furor y desahogada la escribanía de la muchedumbre queda espacio para atender Pero
las
,
de casa.
a los
tiempo afortunadamente, acierta á llegar un dia don Primo Miraflores recogiendo ;;u elegante capa verde porque no la ensucie el polvo del pavimento.
A
este
,
—Mi sobre
curador
pase á informarme del estado de aquel asuntito
me encarga que
la casa.
—Justamente mañana despachó. — Y qué hay — negado como yo presumia. se
esta
'•
Salió
El lindo joven patea
y
jura, sin observar que sus botas de charol
de una densa nube; reniega del momento en que gentes, y protesta en
coii tales
fin
— Hará Vd. muy bien;
replica
modo de
lidiar,
que vá en seguida
cubren
se
habérselas
se vio precisado á
á consultar á su letrado.
reposadamente D. Judas; pero estos abogados de ayer, no siempre aciertan en sus dictámenes; lesfalta loprincipal que es la práctica. Don Primo que esperaba por única respuesta un guante de desafio, y desconoce ,
por completo este
cambia
el
decae instantáneamente de su furibundo ardor, y le pregunta con interés
concepto que tenia formado de su interlocutor
,
qué deba hacer y á quién puede acudir. La opinión de D. Judas es que se conforme con el proveiedo por no paralizar un negocio que le es favorable y en cuanto al ;
consultor, su delicadeza le impide dar consejo
no quieren Vds. hacer caso de
lo
pero cuida de añadir.
:
Entretanto su ojo observador no pierde un punto los del
que
está
muy
próximo á arrojar en sus brazos
el éxito
el
se vé,
sencillo Miraflores
de aquel asunto
lance imprevisto lo impide por entonces, interrumpiendo
ha quitado respetuosamente
— Ya
que uno dice
el
diálogo.
un
pero
:
D. Judas se
sombrero para saludar á una desconocida que á
lentos pasos se adelanta, oculto el rostro entre los j)liegues de su primoroso velo.
Lo natural en cualquier persona cuya espalda da ala puerta, os volverse la
causa de
movimiento
tal
;
y
lo natural
misteriosa dama, acercarse afablemente para rastrear por lo
su hermosura
:
mas no bien
penetrante de sorpresa atrás
,
,
vino á reclinarse en
aun cuando en
la
para
á
ocurrir
comestible
,
lo
hizo así ü.
Primo
cuando
,
y sujetando con ambas manos el
menos
conocer
á
en un muchacho después de
vista
la belleza soltó
el velo
banco mas próximo. Acudió D. Judas
semejantes casos
Pero nada de esto llega
y
hasta
,
un
al
á ser necesario,
donde su galantería pueda porque
la
la
¡ayl
socorro;
y
alguno
hállanse por ventura bien cerca tiendas café
de nuevo por su pié cortada desde un principio des:iparicion del joven
un
y dando un paso
escribanía no hay agua, ni vinagre, ni otro específico
confiterías
la
grados de
los
de
desplegarse.
hermosa incógnita
afección nerviosa con
se levanta la
rápida
— •2{\\
ks(:h(i;a\(i.
K1.
—Sosiemu'X' U'cogiendo
gracias
— Servidor de Vd.
si
tiene
!;ii.sl;«
.
Ih
ilice
ÜdiiüIii
<U>\\
faldón de su levita.
y voy á hacer una bondad de decirme quién lo es.
no puedo detenerme
;
Yd.
la
,
el
que mirar en derredor.
vuelve
secreta?
a.<ieiili) >i
responde don Judas. La dama sin embargo no rompe
:
silencio ni hace otra cosa
—¿Es
el
tome
y
,
caballero
,
Escribano
al
Sefioi:;i
,
misino tiempo
«il
— Tantas pregunta
V(l.
instar
á
puede Vd.
entonces
notario;
el
pasar
adelante.
Adelante en una e?;cribanía, no indica que haya una pieza destinada á personas ó casos de distinción
ángulos harto cercanos las
;
,
donde en voz baja y
,
las
sino solo que puede retirarse á alguno de sus
manera de confesión
á
,
se psplican
cosas reservadas.
— Usted no me conoce ¿es verdad? — Únicamente para —Gracias. Pues mi nombre escusará servirla.
Yo me
demasiado.
—Señora acercando este
mia
tanto bueno por aquí
;
suya) vendrá Yd. á saber
la
una relación que me abochornaría
llamo Concepción Bienvista, soltera; hija de un americano
muchacho Nada de eso
tome Yd. una
;
que por
lo
justicia
aceptarle ó una dote; pero esta no
honor está en descubierto íilzando
un poco
(y
esto decía
para saber su estado mi agente bastaría. Vengo á consultar
con Vd. qué podríamos hacer para obligarle entendido, todo
silla
estado de su querella.... y es contra
vaya vaya
1
—
el
el
velo
,
me
aplica á
casamiento; porque según tengo
no me
es necesaria, y aquel
si
no quiere
satisface.
Mi
permiten continuar; y sus ojos un linisimo pañuelo de batista para Los sollozos no
y ahora
,
al
puedo conseguir es un castigo
la
ocultar sus lágrimas.
—¿Pero Yd. — Tengo
tiene pruebas ciertas?..
un niño ya
..
crecidito ([ue es el vivo retrato de su padre.
No, no
podrá negarlo.
—Pues entonces ¿cómo
—No por
cierto
se resiste?
ambos somos
;
yo un padre viudo que nada
—La diferencia de
me
clases...
—Tampoco: — Celos y de quién —De un capitán de
Las familias
libres
:
niega, y
él tiene le
¿
,
y
ofrece en dote todos sus bienes.
.
prelestos frivolos..., celos.... es
! . . .
tal vez....
un curador como Vd. sabrá
muy
inconsecuente.
?
caballería con quien tuve sencillas relac¡t)nes antes de
conocerle.
Una
ráfaga de luz alumbra á don Judas que pregunta con sorna.
—Diga Vd.: y niño ¿tiene hermanos? dos mayorcitos. — señor; negocio va presentando — lodo mundo —No el
otros
Si
Calla
,
calla:
tal;
el
si
confesado... en fin
en obligarle,
el
si
,
es
dificultad.
testigo:
yo no soy para estas cosas
él ;
mismo
diferentes
y crea Vd. que no
veces
ha
me empeñaría
no fuera... pero ahora mismo, ahora mismo señor,
actibo
4Í«*
K.S(;itl!'.AN().
!.l.
p.nler
uii;i
i'scolenUí |)i(>|»i)icion
20.)
parla [nihüoidail
tiiMic
i\\\
cslu
\
;
vainos,
....
perdure todas..,, es preciso.
!.i^
—Bueno, bueno:
dése Vd. una vueltecita mañana, y pensaremos
el
modo
de arreglarlo. Digo, y sino yo pasaré por casa como Vd. guste. ; Gomo Vd. disponga ; aquí están las señas de mi liabilacion. Hasta mañana pues ; éh, Simplicio, acompaña á esta señora.
— —
Don Sandalio Berruga el casero, y don Arc^idio Prieto acuden también como muchos á asesorarse en la escribanía y cada cual escucha una opinión sino siempre conlorme á la suya porque don Judas es imparcial al menos ,
otros
;
;
,
,
consoladora: bien que ocasione
c/o6/e trabajo á la
curia solamente por servirle.
no se sospeche que don Judas, trata de prolongar algunas veces y cuando las circunstancias una transacción amistosa. No há mucho que
siniestras
veras
;
banco izquierdo que
litigantes del
pobreza: y no
brindó ademas
les
s;)lo
á
se veían
ya en
el
escritura,
la
aconseja de todas
,
hizo así con dos tenaces
caso de hacer inlormacionde
indicó por su propio interés
formal izar
lo'exigen lo
Y
espedientes por miras
los
que transigiesen, sino
que va no podia ser
muy
se
costosa,
luciéndoles obser.ar que una persona tan bien iniciada en los antecedentes como podría combinarlo todo de manera que no hubiese lugar á nuevos disturbios. .
el
Por de
mañana concluye,' la escribanía se cierra, Simplicio recoge la llave y marchan á comer. Así han transcurrido los días, los meses y los
fin la
la calle,
años desde tiempo inmemorial se
van sucediendo
las
Sena demasiado destino
le
conduce
;
,
sin alteración ni
aun en
personas como en un'vínculo.
prolijo el presentarle
en
las subastas
en todas
el local
del despacho,
i
las posiciones diversas á
que su
estendiendo proposiciones aparentes que no
UMien otro objeto sino el hacer destilar gota á gota los fondos que cuidadosniíienle guarda y en vano economiza el verdadero postor: en los jurados, trastornand.i
d
sentido de las oraciones
, desvirtuando la energía y aun la verdad de los periodo^, con su eterno acto continuo la precitada fra.«e el smodichu defensor, y demás fórmulas de estilo; á la cabecera de los moribundos agonizándoles sin descanso con elpío lex,ado y lax mandas forzosas que ha d« dejar «m su testamento, para catequizar después al heredero por ley, vendlnulole h hneza de haberle procurado lo que no le,pudo raer: en los embargos judiciales hacendó /« /raóa en el cazo y gorro de dormir, con la ordinaria protesta de 'mpharle y mejorarle hasta la cantidad suficiente luego que el avisado deud.r haya estraido de su casa todo lo que merezca algún precio y en fin en to.las partes representando el primer papel y dominando las voluntades de los demás con su incontrastable do,/ sin que á nadie le haya ocurrido nunca hacerle ; fé la natural observación de ,,ue á la primera vez que la dio se quedó para siempre
fjue le
mandan
copiar
,
,
,
,
:
,
sin ella.
Su mesa, a
sin ser opípara
que pertenece. En efecto
por su vestido traza y
,
.
pasa por una de las mejor servidas en
se da
buen
trato
en esta parte
que por sus privaciones en
la
,
la
clase
y mas desdice
gula. Por
la
si
media acaso
tarde, acostumbra
un pase.to acompañado de Simplicio ó de algún otro amigo pero siempre en , paraje solitario y distante. Kl Prado para él carece de atractivos: ^ on verd.d
'lar
20ü
KL ESCKIHANO.
¿qué va ni la
no
suya se
de
no es á propósito para llamar
traje
ágenos:
los
:
elegante pesadez con que
la
la fatuidad
que todo
ello respira
hermosura: pero
un
enamorado
Escribano
se pasea,
no
se aviene
,
sorprendente que se pudiera idear.
En
esta materia
como en
el
todas
Nada hay pues en
vaya alguna noche en
el estío
,
Prado que convide á don Judas,
el á
esponjado con su cuartillo de agua bien medido en los puestos que
Las primeras horas de
y
de
el resto
noche
la
,
consumen en algún
se
en arreglar trabajo para
ella
siguiente.
el día
acaba por
,
no es que
sí
frescura de los árboles
respirar la
mas razón
la fria
,
preside á sus cálculos, y el hábito constante de apagar sus impresiones estinguirlas.
encanto
escepcion
la
seria
alencioii
la
allí
gravedad de su ministerio: solo un incentivo podría atraerle;
la
la
mucho en
fija
en armonía con su carácter
está
con
Prado? Su
á hacer en el
y tomar un adornan.
,
le
café
que no sea de
En
general
tono,
vida de
lá
corle le ofrece poca distracción y le parece insípida en sus diversiones repugnante en sus planes: á nada aspira satisfecho con su estado, y á nada
y
,
.se
aficiona en la aridez de sus costumbres.
Hasta
la
devoción
como
,
resorte inútil en la capital
,
se ha
disminuyendo
ido
gradualmente; y ya la reduce á oir misa los días de precepto cuando sus (piehaceres se lo permiten. Pero en cambio no descuida el inscribir su nombre en cuantas sociedades filantrópicas se hallan establecidas. Este sistema relaciones
para
y
prestigio
,
no
alcanzarlos
que han sido siempre desdoña
el
figurar
le
proporciona
grandes objetos de su desvelo
los
como modesto contribuyente
;
)
San
á
Bernardino de una peseta mensual.
La última vez que galerías hija
en aquel
de beneficencia
asilo
Me
dijo
recorriendo sus
,
se había casado
que
de un americano viudo, compadecido de sus desgracias; porque
cuidaba de
las
mismo en que
mí natural curiosidad
vivía
,
pero con
el
la
no
se
,
y me
él
iba á sondear la esplicacion de tantas
acertamos á
hasta
distinguir
establecimiento que altercaban con calor. Era
el
novedades, cuando
cuatro
dependientes
le
;
y
del
uno joven de gallarda presencia, ,
y sus modales desembarazados descubrían una esmerada educación
edad media,
Ya
agregado de Casa propia.
estrepitoso ruido de voces llamó nuestra atención hacia el patio de entrada
dirigiéndonos á
<le
con
él
preocupaciones del vulgo. Pedile las señas de su habitación
dio las del cuarto
ijín
le ví fué
y enterándose de su régimen intefior.
los otros tres
:
sostenían la disputa.
— Repito, decia
el
Vuelven ustedes á usar
que
s,
lengua que
la
joven cuando á cierta distancia llegamos á oírle, la
palabra de infamia, les he de arrancar
la
pronuncie. Confieso que
indagar
me
interesó su gentileza, y
entre ellos á don Donato Sintasa? híceme
confusión
acercándome
;
y
el
el
la
donde estaban quise
me
esta casa nos
encontramos
llamo Arcadio Prieto: nada tenia que ver con el
señor; pero sobre un asunto de una novia, el
reconocer
mas anciano me respondió.
primera vez. Yo
ventajas en
al
desentendido por no aumentar su
— Yolodiré breveinente* Hace poco que estamosen hoy por
á
origen de aquel acceso de cólera. Mas ¿cuál fué mi sorpresa
el
negocio. Ventajas han
me buscó para sido,
fiador suyo
proponiéndome
qde yo he tenido que pagar nna
:
EL ESCRIBANO. pingüe dote, (por
cierto (jue se la ha llevado
207
el iiiisnio (jue
medio
ciitre nosotros)
y un pleito que sostuve con este otro de mi derecha arruinado hasta ponerme en el punto que Vd. me vé. y entre
ella
,
— La tenacidad
de Vd., repuso vivamente
y acabará con mi vida
fortuna
;
pero
—Harto mas motivo tengo yo
,
,
voto á
esclamó
tal
el
aludido,
el
que no
tercero
,
me
,
me han
ha costado mi
he de pagar solo.
lo
que he perdido mi casa por
reclamar sus alquileres.
—Yo los el
negaba con justicia
,
interrumpió
el
joven
al
,
menos
así
me
lo decia
Escribano.
No
es posible describir el tropel de gritos, la multitud de imprecaciones
solevantaron
nombre, asaltábanse
al oír este
unos á
los
que
y pugnaban
los otros,
por sobrepujar en energia. Todo eran voces, confusión y desconcierto:
como
la
uno, peor trecho
le
de don Judas andaba en sus bocas
parado
le
enviaba
fortuna llegó ((ue
el
el
el nombre manos de jugadores si mal devolvían los demás; hasta que por
pelota en
;
director y restableció el orden tan deseado de mi pobre cabeza
ya no podia soportar
posición que
,
me
el
ruido
,
sacándome
al
propio tiempo de
desaparecido, corrí á encontrarle y
al fin le
alcancé junto á
la
embarazosa
la
procuré yo mismo. Quise buscar á mi compañero
mas había
,
puerta de
cuando mohíno y taciturno se dirigía hacia ella para ganar su casa por mas breve y dándole unos golpecítos en el hombro le dije
el
Madrid
camino
,
,
Qué tal amigo mío, la trompa de la fama lleva ol nombre de Vd. liastA los luyares mas recónditos v olvidados de la tierra. Qué quiere Vd. me dijo alargando el paso; ese es el modo de agradeceré] ,
—
;
bien que
les dispenso.
todos les hace iguales.
yeso e n
la
Yo no
Y
manga de su
tengo culpa en sus cuitas:
el
brazo de la justicia á
esto añadió frotándose por rara coincidencia levita.
Su acción y su respuesta
trajeron
,
un poco de
sin
querer
mis labios aquella tan sabida y discreta redondilla. El Señor
Don Juan de Robres
,
etc.
BONIFACIO GÓMEZ,
,
ú
EL ESCRlTOn IH BLICO.
1
t
oiuts
>alitiii(>>
nación
España
lo
(jue
[jalabra
la
se
lian
aunque en
convertido en
umchos hombres renombrados, nono
^
'^^
, '
nmte.
„
^ í't
V
f
I
v.-l
<i
íiij
que
en otras no tan seguras para ellos,
i^ulciares
esto
palabra rHl(jn sea una palabra baja
la
duda
oso sin
]»ni
iiiand<uines
en una
significa
culgo; y
en
ciertas
la
palabra
y
han usado
la
cierfas épocas
rtilfio
se
;
no se
y mal
no poco
los
por eso, sin duda
ha convertido en
la
palabra
nadie ignora ([uc con las épocas se caml)ian las palabras, y tal era casti/a en tiempo de CERVANTES que lioy no la toleran los oidos menos
masa,', pnrc¡ue ItiiiMia
\
d(>l¡ca<!í)s las'
,
como
así
;
los
hombres que
ocuras de los jóvenes de diez y ocho
reproducción de
fenómeno
está
desaparece con
mismo
el
desastre;
las
en el
la
(]U(>
tiempo en nuestro pobre
mismo
hombres
([iu>
mas que
por
ellos hicieron (mi su>
las rosas del
la
las
pueden
tolerar
de estos solo sean \ina
lloridos abriles.
La razón de
las cosas.
De
antiguo y desvencijado
,
dama
,
que
la
este
nnnido,
saya de percal de
aqiii,
([ue la
persigue
pues,
la
;
en
inia palal)ra
,
lo
la oficial''
rostro virginal de la ]»údica doncella,
atolondramiento del atrevido calavera los
,
naturaleza de las cosas, es decir, en qin' todo se gasta y
elegante vestido de raso de lo
ya en los sesenta no
frisan
lo
que
el
mismo
necesidad incesante de nombres
ya que cosas nu(>vas y nuevos hombres un se dan todos los ílias: de aquí también el furor que á todos domina de correí- en pos de esrm nombres, de
nuevos
,
repetirlos por exóticos é hllSTKI.li
\
WV.
íiicoiii|)|(M)-;¡IiIc< i|iu> >¿(>an
.
\
ilc
moler con
ellos al
¿i
género
210
ESCaiTUK
\:\.
hunuuio
,
tan sulo
aqui también
prurito que nosiiqucjade darnos
jjuí el
modo
palabra afrc aplicada de un
la
Sea de esto
PÚtíLlCO. de importancia. Y
oivtí
tan poco español
quiera, no puede negarse que de vez en cuando,
lo qiío
lié
como significativo. allá
muchos nuevos nombres y las pocas cosas nuevas, suele aparecer alguna especie de individuos cuyo origen ie pierde en la noche de los tiempos, para cuya descripción serian escasos los tomos que ocupan las obras de Buffon añadidas por Clvier y cuya vida tiene mucha semejanza (perdónenmela entre los
,
,
comparación) con
siempre en perfecto
De uno escribir hoy
de aquel bandido que ponía especial. cuidado en mantener
la
e(juilibrio la
de esios individuos ;
y
Mucjer literata
dejando en
así
la
no miente JoUY
obstante, encima
la
si
le
ha sido
fácil
atribuye su origen
al
para aseguramos (]ue
el
,
,
me
he propuesto
público.
conseguirlo.
francesa y americana, aunque
,
,
nombres cosas Autor dramático y misma familia, aunque á distinto género'
tintero á los
fruta que ha preteiidido varias veces aclimatarse en
ignoro hasta ahora
nosotros es inglesa SI
el
cosa-nombre Escritor
El Periodista es una ;
balanza de su conciencia.
mitad cosa y mitad nombre
que pertenecen á
,
digamos algo acerca de
Espaíia
,
el
sabio
Su procedencia para Constantino Wolf,
patriarca Phocio, echándosele,
Adán
ile
los periodistas
quien ^Ir.. DE Sallo, eonsejero del parlamento de Paris nombre de IltíDOLViLLE ])ublic(') el primer número del Journal des Savans 5 de enero del año de gracia lOGo. Ni se crea que con esto hemos salido de
;ncontestabloineuÍ(!
con
el
el dia
no
europeos fue ,
dudas acerca del primero que inventó tan ingenioso método de contribuciones directas y de ponerse en berlina, porque los bibliógrafos y bibliófilos han disputado larga ó inútilmente
achacan
el
1652, ya en honor a posteridad en titulo
ya en favor del caniü-lila Jacob, á cuyos pobres huesos
,
crimen de
el
la
primera nomenclalura de libros que comenzó á
médico Teofüasto Uenaidot, que
del
ramo de
los hijos del
de Gacela de Francia, para una
hand)re
Jtojn
,
imaginó
ó folleto
si
al
salir
en
bien nada legó á
menos en 1G31
que habia pensado dará
el
luz,
Y como si en esta cuestión se Manco de Lepanto entre Madrid,
dediciado exclusivamente úla política de su tiempo.
pertenencia de algún
tratase de disputar la
Toledo
,
Sevilla
de Henares
,
los
,
Lucena, Esquívias, Ak'ázar de San Juan
husmeadorcs de fechas
plagas de la liumanídad
cabeza, por
el
pobre diablo
,
empeño do que dio en
del Jurado
,
mama
tal
,
,
las
y Alcalá mayores
tinteros á la
vez á costa de su inocencia
,
al
primer
de divertir á tontos, de chuparles sus blancas
insulsos ó desvergonzados
con cuatro parrafiUos
murmuración impresa
inmortalizar
la
,
han lanzado mú'iuamente epigramas y
se
,
Consuegra
,
en que han sido descubiertas
,
y de
abrir el
camino
á la
á los vaivenes políticos, al establecimiento de la censura
y de leyes restrictivas.
Poco nos importa á ágenos, que
el
polvo
subido hasta las nubes
los
que [no aspiramos
á dejar
fama
á costa
de nombres
de sus cenizas sacudido por sacrilegos anticuarios, haya :
en cuanto á mí
,
que tengo por costumbre reírme de toda
y de borragear tipos españoles buenos ó malos, me basta hav E^icrilorrs, y tru^ euro nniy poro ó nada de indagar en España saber que
pretensión erudita
<¡ui('n f
.,'
?u
primor pudro.
Mí
EL ESCRITOR PÚBLICO. El Periodista español se compone de dos entes distintos inapreciable
abstracto
,
,
irresponsable
forma ni color
espíritu sin
;
desconocido é invisible por delante do nuestros ojos
uno moral
:
modo que
quien á
siempre
de
pesar de esto
suhordiiuido
se halla
por
y á quien deja el cuidado de sacaí" de apuros á moderna fraseología ó arte de decii- lo (jue no se
la
buena
lógica
debemos deducir
([ue
propia, independiente y segura, porque
rumbo, hacia donde
V como en
situación.
que de intenciones
,
le
impelen
la
un cata^viento
os
fuerza de las circunstancias
mas
lodo caso sea
presentar
fácil
á
De modo que en
veidüdi lo Periodista no
el
el
mismo obedece
lo
siente.
,
que
conciencia por medio
la
,
resulta
Periodista-físico,
el
á (piien
,
quien todos
á
,
PeriOf/isítí-moro/ concibe las cosas de diferente
que pasa
,
otro físico, material, sujeto
:
examen y calificación concreto; liomhíe de carne v hueso, vemos y designamos con el dedo. De las dos contradicciones á
aéreo,
,
lui
tiene
ciue
y
los
opinión dirige al
se
apuros de
la
de hechos
bos(pu'jo
entremos desde luego en casa de Don Ru fino, periodista de un Diario que hace la oposición al gobierno con el
profesión y colaborador de
La Salvaguardia.
de
titulo
Don Rufino (oslo diré en tanto (jue se presenta en 5-u nu¡. ¡esto despaclio) es hombre fie veinte y siete á treinta años, cesante j)or supuesto, enemigo de los
mandan, aunque poco mas órnenos
(pie
celoso defensor de las leyes vigentes, desde
así le
,
solicitará
defenderá ó
le
so])re todo
cuando caiga
esto es,
el
su reposición del entrante, y según este proceda con él, hará la oposición aunque sea el mejor ministerio del mundo: ,
pero no hay cuidado de que en sus artículos aparezca
conducta; en todos
v
,
instante en que fué apeado de la
Mañana,
gobierno político de
del
secretaría
ministerio
de sus mismas ideas el
por delante
ellos irá
la muletilla
verdadero móvil de su
el
de
la felicidad dcj pais
Pero
aqui llega.
Buenos
Don
dias,
— «Preciso:
si
en
la
Rufino.
— «¡Ola, amigo!
redacción no se
tan engolfado en esas
le
¿Qué milagro? ¿Vd. por aqui?(l)
puede hablará Yd.
— «Verdad'
Y
cuestiones de interés general!
es. ¡Está
uno
luego hay aué atender
también á medidas particulares, y tampoco podemos dejar de
la
mano
la-."uerra
y franca que hacemos al poder y después es preciso continuar las polémicas pendientes con los Diarios ministeriales, y las ([uc nos suscitan íosd¿ nuestro mismo partido, que no ven las cosas como las vemcs nosotros 'cito ¿in
jtista
;
:
descuidarnos
de
estar al corriente de
trascendental para nosotros,
agitanen
la
por
las
diplomacia europea (2), y de
alarmantes para
el
porvenir de
Comprendo algo, de guerra
j)oder, de
al
:
(I
)
El
••vplolar.
l'friod.'sl.i
lidie (Ids oslrcnios
P.iiM ol iVriodista sicinprr sna
y se
que presenta síntomas
dejemos
— «De
noticias,
periódicos de las provincias vienen desnudos este correo
(2)
tan intércsanfe
polémicas y de cuestiones, y dígame
y llanamente qué hay de noticias.
lisa
esterior,
interior,
la
— «Ea
,
(pie
poliliea
á un lado la patria y todo no comprendo, de interés partióulár, que
la patria.
ese barullo de interés general
Yd.
la
graves y complicadas cuestiones qué
ó es
muy
¡¡r.ivrs y
(ir¡¡iillos()
conpüi-adis
<)
l,-is
,
poco ó nada:
los
poro no hay duda en
(k'm.iíi;i(lo (•(iimiiiic.ilivo.
pucstioiics
qüc
sp
prnjinfic
:
EL ESCRITOR PUBLICO.
íií-2
pugna con todos
se adelanta: el gobicrno'está en
que
que caer de
sin
¡Alil
( 1
y tiene
)
Entéreme Vd.
tengo mis minutos
largo,
es
operación
esa
los .partidos
— "¿Si? Pues caiga jDcndito de DiQs. — «Eso muy íinanciera y
remedio.
ahora mismo me ha ocurrido variar una {)alabra en contados la prueba es un el articulo de fondo de mañana, y voy volando ú la redacción, ¡ph en pueblo; una cid musas artículo fuertísimo, de esos que hacen eco en las es tpie
:
!
En
palabra, contundente.
y voy de
los
Con
á sustituirla
he puesto
él
con otra
apóstatas
:
eh?
hasta otro dia,
el estilo
,
fin es
al
denunciable,
ó inmorales, ó dilapidadores
y no choca tanto. ¡Qué diablos!
ello es igual,
:
déjese Vd. ver, hombre....
opuestos partidos, siempre somos
A-unque afiliados en
hombres honrados y
Y
\oz Jraidores que
por ejemplo
,
una cosa por
fondos públicos
que...
la
esto basta.-— «Tiene
Yd. razón
que debemos
lo
Don Rufino
,
;
ser;
tiene \'d. razón:
hasta otro dia.
Al menos Don íiufmo
mayor
en
falta á los teatros
tono, ni
al café
mas que ignore la otro que nunca
Periodista laborioso, por
que
,
ni á las soirés de
nada ¿quién és?
á
periódico también
de
— «¡Oh
1
Un
periódico
oposición,
la
cual todo es malo, salga de donde salga,
el
salga del gobierno. Oigámosle.
No hay duda; el triunfo la
grande obra del pueblo
la
España
,
en una palabra,
concienzudo, para
bilioso, radical tal
primera representación de una pieza
la
de Sólito, ni
Vigía del Pueblo,
redactor del
con
un
es
parte de las materias sobre las cuales escribe. Pero ese
esta infeliz
es nuestro: los desaciertos de los
mandarines coronarán
Se necesita sangre, porque es preciso regenerar
España llamada por ,
la
Providencia á tan altos deslinos....
La improvisación del radical es interrumpida por una carcajada. Yuelve el rostro v se encuentra cara á cara con un colaborador del Cetro , periódico absolutista, y le alarga la mano. Eslo es lógico, porque todos los periodistas ,
de España anhelan
nos
lo
aseguran
la felicidad
de
la
patria
aunque por opuestos rumbos:
,
Pero cata que en medio del absolutista y
el
demócrata
,
se
nos planta un
tercer personaje, periodista también, sin opinión propia política articulista
que
le
así
ellos todos los días.
ni literaria.
de encargo, cuyo único provecho son cuatrocientos reales mensuales
valen sus artículos de teatros, insertos en
la
Época, periódico de todas
las opiniones y de ninguna. Entre estos tres personajes y otros que figuran en la escena, que se me antoja fijar en el ya citado café de Sólito, se arma la
zambra siguiente
— ¿Han —A mí
leído
gusta. los
actores
Vd.
?
Yds. mí artículo acerca de
no, y
están
lo
digo
Estoy persuadido que
la
relaciones entre bastidores,
regala una luneta
(
I
)
'I'dJos
comedia de anoche?
francamente: hay en
tratados con sobrada blandura.
no
comedia
es
él
— Sí:
—Hombre
buena; es decir,
¿qué quiere tanqioco
es
,
y sí y luego he presentado dos producciones arregladas
Io« l'rtrlidos rstiin
me
un poco de amistad, y
y nada mas: pero yo tengo amistades uno no los elogia.. .. además la empresa me
mala: tiene algunas escenas regulares
y
la
cu piifjnn rnr lodos
lo-;
¡¡o! olMi'n'.ns,
á
nuestra
EL ESCRITOR PÚBLICO. oseena
V
,
Sp
me
213
—
ha dado palnbra de que se harán en este invierno
— ¡Qué
zurra
doy
les
Ya....,
los ministros:
á
'•\i
vamos; no hay mas que podir:
^M B\
hombros
de
ahorcarse
ó
carne
hueso
y
ahorcarme
¡
son
si
deben
,
Já
!
já
:
Pero la incapacidad está en
jjá!
No
l)unlo
tienen
resolución.
un
dice
— Oiga
distinguir dos cosas: á
atreva á ahorcar
al
Eso va
hombres
:
el
lo
hay
({ue
gobierno es
muy
Yd., pero dudo que se
capaz de ahorcar
lo sabia
Yd. (esto
marrullero)
viejo
s\l
Para nada
atreven
se
•
—
¡Tomal Periodista. como que yo soy dos
distintos.
—Y
verdadero, repone
un
tonto
solo
tomando un
viejo
el
polvo.
—¿Saben
Yds.
noticia?— ¿De qué
la
—¿De veras?—He bebido en buenas fuentes, y puede publicarse con toda seguridad: yo respondo. —No me coge de —Ni mí. — Ni á mí. —Ni mi. —Mi mió —A digo lunes —Y mió martes — seguro. — ¿Quién miércoles apenas — Hemos conseguido cuestiones nos hagamos duda? — Caballeros, no quita que en que hemos guerra. — Por supuesto: conciencia ante lodo; aqui habla gabinete. — Una duda me ocurre señores PeriodisUis ¿Que por segunda vez) ¿qué ministerio nos darán? — Yá! Cualcpiiera nos importa eso? Le haremos oposición. — Preciso: nosotros nos oponemos
se trata? preguntan todos. la
—Formación
de nuevo ministerio.
noticia
del
pues....
del
el
del
el
T)e
la victoria.
la
otras
esto
lo
articulo
á
á
susto.
flerribado al
es
principal
lo
la
:
,
viejo
el
(
¡
á
la
— Con
lodo.-
un
yo voy
([ué
articulo de tres
á la redacción á
columnas sobre
la
poner un
caida.
—Y
parrafillo.
yo
á
contra los que han bajado, y algún otro contra los que
—^
yo
á escribir
algún insulto
discurrir
suban.—'Todos estamos
en nuestro derecho. Al dia siguiente estampan todos los periódicos déla oposición: que anoche fue aceptaiJa (aquí
señnres ((.Las
voces que
l.>s
«Se
la dimifíion que de sus respectivas secretarias
nombres).» Con
Inn corrido
eslos
la
misma fecha
dias acerca de
sale la
un cambio
asccjXira
lucieron
/o-*"
Gaceta, diciendo;
ministerial carecen de
fundamento,))
Este es á los
el
ridículo de los Periodistas de la oposición.
que defienden
al
materia
,
y
es preciso
corta visita
gobierno.
No hay remedio, esclama al
Hagamos una
el
director
déla LEGALinAD: Vd. entiende
que escriba un articulo prodigando elogios
decreto del ministro de Hacienda.
—No
tengo inconveniente
,
á
manos
pero
la
llenas
advierto á
—
Yd. que nos van á llamar vendidos, aduladores, y qué sé yo qué mas. Deje Vd. chillar, ipie mas padeció Cristo por nosotros: además, se^está preparando
un
golpecilo de Estado
chist
en secreto
ya verán Yds. como
e'
EL ESCRITOR PÚBLICO.
214
gobierno nos cosa; —De modo que eso ya — ¿Qué es sostener? Premiar, amigo mió, premiar. Detrás de ese hay un empleo de buena y tengo Vd. muy recomendado: nó ignora Vd. que tolos que E. — Basta basta haré un veo á
gobierno
marcha.
es otra
el
si
sostiene
artículo
tinta
lo sé
;
los dias
pueda arder en un candil:
,
artículo
:
me encargo de
critican y critican el decreto,
si lo
sostener la polémica, y nos veremos las caras.
—Lo dicho,
á
le
,
S.
— Es decir que puedo descuidar....
dicho: este negocio corre por mi cuenta.
El Diario mniisterial elogia un decreto\ cuya aplicación no sabe ó no puede «preciar:
Hay
nación entera se reciente de los perjuicios (pie
la
Este es
de
el ridículo
no son
Escritores que
políticos
porque escriben en periódicos;
tales, oficio,
y que abrigan
,
reales por cuadro. Poco,
muy
sencillísimas razones: la
primera porque
poco es
traducidas que aficionados á leerlas:
la
,
y de
,
traductores de
Revue de Paris
la
en
esta pobre gente por dos
mas novelas mal
España hay
segunda porque todos
los
muchachos que
escuela por casualidad á leer y á escribir, se creen con derecho
la
para aspirar
al
abaratado
género de un molo asombroso
rango do
'ritos-periodistas. Esto último con especialidad
iit
pagaban años atrás:
se
la Presse
que gana
lo
aprenden en
como
orgullo de llamarse
público con cuentecillos estrangeros á razón de sesenta ú ochenta
al
el
el
de profesión
folletinistas
que revuelven colecciones enteras de
para divertir
decreto ocasiona.
el
del gobierno.
los Periodistas
esquinas de Madrid
al
foll;'tinistas
ha
y ya no se pagan los folletines contrario; se encuentran hoy por todas las
á
,
méritos, que ofrecen gratis sus servicios
á
todos los periódicos nacidos y por nacer; por lo mismo, no cuentan las empresas con la sección literaria para su presupuesto particular de gastos. Aíleiuás de lo espucsto,
Público
,
que con justo titulóse llame en
el
administración, de teatros, de economía
de bailes: profundo pocas veces el
siguiente, prudente
,
ligero
y
,
de música
han
á
contrarios
los
.
incomodan con
Si se
actores sostienen,
,
,
de
de instrucción pública,
y altanero;
frió,
periódicos de
v con cuatro palabras sobre
calificado sus Jionradui intenciones
del pabellón.
los
,
mas; cortés un dia, mordaz
satírico las
y reservado, provocador
blanco y negro. Cuando pierde su sueldo en pasa
España Escritor
ha de ser un hombre general; debe escribir de política, de modas
la
caliente;
un color,
injusticia con
que
se &e
apuro y deja bien puesto el honor actores de un teatro y los que á los
sale del
él los
una de dos, ó canta
la
f almadia
medio
,
infalible
de quedar
con otros actores y con de á fuerza porfiar le indemnizan de otros que á los actores sostengan que y sus pérdidas. En una palabra la conciencia del Periodista es una gran almoneda bien con ellos
,
ó en defecto cuenta con otro teatro
,
,
,
de donde se lleva
Con
lo
los
dicho en
géneros
estas
el
comprador que mas paga por
mal pergeñadas líneas
es el primero en abrazar las últimas
modas de
,
ellos (1).
y con añadir que
París
para su
el
traje
quizás que puede disponer de un duro de cuantos entes figuran en
(-1
la
I
H.iy
clase,
sin
no pocas hal)er
lioiirnsas
cnmeliílo
l;i
oscepcioiips que pigan
culpa.
la
,
la
Periodista el
último
sociedad,
pena del descrédito general de
ESCRITOR PUBLICO. 21o mas generoso de todos en el café ó en la fonda; con asegurar y que conserva en el londo de su corazón una esperanza imperecedera, que nunca cobra al HL
el
corriente sus mensualidades, porque siempre las cobra adelantadas, que vive para un dia y no para la posteridad como él se figura en sus momentos de entusiasmo, y que en todo caso está pronto a dar la vida v el alma por un amigo, creo que podemos formarnos una idea aproximada délo que es entre nosotros un tipo cuyos originales en su mayor parte trabajan para comer ,
,
que han heredado el cielo
con
la
con
la
los vicios
alegría
de
indiferencia de los
y virtudes de estrangeros
desengañados, con muertos. los
originales,
y que miran '
el
empeño de
los"
valientes
JOSÉ MARÍA PE ANDÜEZA
u
EL CAZADOR
Ía caza,
es ilesde luego
distracción del
ánimo
,
uu
ejercicio acti\o,
iii;;i
y á veces una ocasión tenililc
de peligrosas aventuras. El marqués de Máiilua
.11
comedia de Don Gerónimo de Cáncer, lilulinli: La Muerte de Baldovinos, dice con motivo de ;iiulaiá caza de grillos la
,
:
Oh y
caza
,
viva imaiícn de
la
uuerra
I
muchos poetas y no poetas, han dicho lo mismo, anles v después de Caracr.. cjue lo que á muchos parecerá una atrevida hipérbole se ha hecho un
de manera
,
axioma irrecusable.
En
efecto, el Cazador de profesión, el Cazador montaraz ((juiero decir
que caza en monte) perder
se
ve no pocas veces espuesto
romperse
la
vida entre los colmülos del jabalí, ó entre las garras del
la
otros mil riesgos
Habrá
tal
que
el
Cazador va á buscar por
vez quien en
por mi parte, confieso que
honrado
a
jabalí
,
este valor
la
la
mayor aversión: me horrctriza el No hablo del cobarde
sangre de sus semejantes.
El Cazador de mi elección ,
ENTRF.r.A X\IV.
es el.
y»*
inofensivo ciervo y del
Cazador de liebres y conejos, de chochas y perdices: este, asesino este no merece que se le lome en cuenta. Cazadores posibles
oso. siu
temerario encuentre algún mérito:
siempre
r!
placer de arrostrarlo,-.
perseguidor cruento del
el
me ha merecido
nombre manchado con
el
,
nuca, a
,
que
el
sin riesuo,
que yo prefiero y sublimo sobre todos lo» lo-; domingos al Canal, armado de teda,
sale
20
EL CAZADOR.
218
piezas, con provisiones de boca y guerra para una semana. Por lo regular da algún mancel)o de tienda, algún estudiante de Farmacia ó escrihienle de alguna
dedos cañones, gran percha
oficina. 8uele llevar escopeta el lujo,
en
de Toledo
del
fin,
toma
,
Cazador perfecto. Antes de
salir
poi'
botin cordobés, lodo
,
puerta de Atocha
l;i
para su comida de campo, abundante,
las provisiones
pero
modesta, y red\icida por lo regular á medio queso manchego y una cesta huevos duros, porque hay que advertir que él iio cuenta para nada con
que ha de cazar, y luego se verá como hace bien. Por lo regular, este Cazador elige un buen dia después que
el sol
abandona
regazo de Anfítrite
el
;
su casa tres
sale de
lo
hora.'-
y paso á paso, sin fatigarse pasar á doscientas varas de ,
y haciendo fuego contra todo volátil que acierta á él, llega por fin á la primera esclusa del Canal, término de su carrera. A(¡ui se sienta
,
come con envidiable
apetito, bebe del primer vinagre que encuentra.
y vuelve á emprender de nuevo su terrible y ruidosa marcha. Si quisiéramos oir y creer al Cazador del Canal, sus tiros son generalmente mortales: á cada disparo cae una víctima: siempre t[ueda alguna pluma
plomo y
crueles estragos del
<¡ue acrediten los
alguna gota de sangre
,
exactitud matemática del
la
Cazador.
Pero en honor
á
hvunanidad, en obsecjuio á
la
exactitud, no
la
sangre no caerá sobre su cabeza: esas plumas son
esa
fantasía. Si
no
se
alguna vez cae á suspies herido y palpitante
haga ilusiones, no crea que ha sucumbido
destino; no crea sino que
la f.italidad
el
le
que
qvxe
hay mas vano y presuntuoso. Lo que
entre todas sus cualidades es la tenacidad árbol algún pajarillo que retoza
al
de su
ha escogido de su bolsa de perdiéronos un
,
tampoco
creamos:
inocente pajarillo
á otro golpe
grano de mostacilla como instrumento de sus rigores. Asi es que nada hay mas inocente nada mas inofensivo del Canal; pi^ro
le
de su voladora
hijas
:
y revolotea,
modestia que puede ser blanco envidiado de
sin la
en
á ver
alcanza
figurarse
codicia del
la
el
Cazador
le distingue
copa de un
en su bien fundada
hombre, pero nuestro
Cazador que hacia fuego contra una mosca, encárase el mortífero instrumento, dirígele contra el ave descuidada y quédase por espacio de dos ó tres minutos ,
mas inmóvil que la muger de Loí después de haberse vuelto á mirar el incendio de Sodoma. Cuando se cree seguro de acertar, aprieta vigorosamente el gatillo, el cañón de la escopeta describe un cuarto de círculo, y el tiro sale ruidoéo y fulminante. El corazón del Cazador late con violencia y apresuradamente ojos
desprendidas por
En vano ojos
No
:
sus
desencajados miran ávidamente caer una por una las hojas de las ramas
tristes
se
el tiro
y en todas
,
da una y otra vuelta para ver
convencería
al
al
ha quedado
si
cabo
,
si
ellas cree
ver bajar
rededor del tronco el
pajarillo
dirigiendo
mas
:
'ntempestiva alegría la
espalda
y por último,
,
la cólera
apunta
,
que
le
dispara
hierve en
el
víctima inmolada,
suspendido de alguna rama.
allá
sus miradas
ave incorregible columpiarse en las ramas de otro árbol
búscale
la
inútilmente levanta sus
,
,
no viese
insultando
con
al
su
pecho. Adelántase paso á paso,.
Nuevas sensaciones
nuevo desengaño. Asi corriendo tms
el
,
nuevas esperanzas,
blanco de su encono.
EL CAZADOR. «traviesa por sembrados
y
zarzales
,
para hasta que habiendo terminado pajarillo,
210
destruye cuaulo
su carrera
sol
el
paso encuentra
al
se despide
,
y vuela presurosamente hacia su nido. Aqui empieza
y no
,
inquieto
el
Cazador
á sentir el
su cansancio y abatimiento: aqui la tristeza se apodera de su corazón al mismo tiempo que la noche avanza magestuosamente cubriendo la tierra con su velu. ,
alondra cruza los aires
í^a
compañera: io
tristemente,
en
busca de
perdida
la
campanario de Atocha:
al
calla
,
cree ver escondido un
boca de un trabuco bala,
hombre de á
,
limosna con
le [)i(le
semejanza del ladrón de Gil Blas. Carga
estremece con
se
que
colosal estatura,
el
movimiento de su sombra, y
si
la
logra
llegar
sano y salvo á las puertas déla corte, se cuenta por un momento dichoso de los mortales.
Y á decir verdad los recelos del Cazador muy fundados. Si llegara yo á ser algún día ,
si
sonbien fundados
,
mi
es fácil) toda
policía
no
inofensiva
Hemos dejado
y
de todo percance. Dirígese en derechura obsequia á algún tremendo gatazo con el
(figúrense la
(pie protegia
que Madrid encierra.
pacifica
á nuestro héroe á las puertas de
se tumba patriarcalmente en
al
mas
en otra cosa que en
seguridad de los Cazadores domingueros. Desde luego puede creerse
átengamas
el
desgraciadamente
:
Gefe Político de Madrid,
se habia de ocupar
lo
escopeta con
fin
Yds.
tc.íio
con sombrío sdencio, y el Cazador contristado se dirige rápidanieiile coronada rilla descorazonado y abatido. En cada árbol, en cada mata,
demás
á la
chillando
vencejo vuela á acogerse
el fatídico
el
á'
la villa
su casa
,
postrado
,
,
pero libre
cena con voraz apetito,
pobre botín de aquel día
,
mullido lecho donde duerme con
y en seguida el sueño de
[OS justos.
Y
ahora creerán Yds. sencillamente
escopeta en
rincón de su alcoba
,
que porque
el
Cazador ha dcjiuoslo
la
y ronca tranquilo entre sábanas, ha llegado ^a hora de abandonar mi penosa tarea. No amados lectores no desgraciadamente para mi no todos los que cazan gustan de hacerlo con la escopeta arma algunas el
,
,
:
,
,
,
veces peligrosa.
No
todos gustan de hacer las cosas con ruido
:
cada (Cazador
tieiu-
sU genio y sus particulares inclinaciones. Los hay que prefieren el reposo» caracteres sedentarios y metódicos, para quienes el ejercicio corporal tiene sus límites,
y que tienen bastante amor
¡i
sus piernas para no trazarles su linea de
conducta. Estos, apasionados también por
caza, suelen hacerla generalmonl,)
la
con redes y reclamos no buscan al pájaro sino que lo esperan v tendidos y la sombra en el verano y al sol en el invierno, pasan el dia embriagados en las ;
,
,
,
delicias del clolce farnienic
que tanto adoran
los italianos
y tanto idolalramos
los
españoles.
Yerdad
es
,
que
el
Cazador de red, (llámase en lenguaje técnico
,
el
Cazador
un tanto cuanto traidor y sanguinario que ha de tener el corazón •endurecido como el diamante. Seguramente que si, por eso lo he pospuesto al 'Cazador de escopeta por eso me ocuparé de él lo menos que me sea posible. Este, como hombre de mas dañinas intenciones, madruga con el alba: lleva sobre sus espaldas un descomunal jaulón, destinado á encerrar en él sus víctimas. L na porción de pequeñas jaulas, que encierran otras tantas aves •de alforja) es
;
:
EL CAZADOR.
•2-20
que han de servir de reclamo, embarazan su marcha. Una red, un
traidoras y
de
ciento
pájaro
y un celemin de
palitroques,
completan los preparativos de
,
Eleiíido ol sitio, tiende el
media docena de
Cazador su red,
gilgueros
á
natural
trigo,
golosina del incauto
la cacería.
la
cuidadosamente, ata
afianza
tantos hilos
otros
modo que
de
,
revolotear á distancia de un palmo de la tierra, engañen mejor las otras aves.
Todo su trabajo
cuando
está reducido á esto:
recoje apresuradamente los trebejos,
declinar,
y
cuando
ocultarse tras de la ermita de los Angeles,
dejándolos
confianza de
tarde empieza á
la
no ha empezado
sol
el
la
Cazador de red
el
á
hombre
,
prudente y precavido ha saludado ya sus lares. Réstame el Cazador con liga casta dejenerada y con justa razón perseguida. ,
,
Este lleva por
un
un
regular
lo
feo
soñoliento mochuelo
y
aguarda á que
A
nocturno.
burloiuís
los
veces
vengan á picotear
pajarillos
(juedan dulcemente aletargados
,
sin
ata á y-
la
allí
terrible
al
rama de
escondido,
enemigo
Cazador bosteza, y ambos se cuidarse del ave inocente que revolotea
mochuelo bosteza, y
el
que
al
su tiiste compañero,
siéntase líente afrente de
árbol:
el
y que á veces logra escapar á costa de la mitad de sus plumas. Este Cazador , tiene por enemigo natural, aunque involuntario al Cazador de en
<ojida
liga
la
,
,
escopeta (no el de profesión.) Si por desdicha alcanza este á ver
al
,
agitándose en fija
y mortal
llega
la ,
rama
caso,
este
del árbol, triste de él; entonces,
por cuanto
dirige contra su bolsillo
la
el tigre
y
y soloentonces ,
Afortunadamente estas reyertas acaban sin esplosion las la
al furor el
razones,
víctima
,
convencimiento:
y colgándola de
He concluido por asi
percha entra con
generales
como yo
las
,
amenazas suceden
á las
:
matador paga
el
daño causado, desata
ella triunfante
en Madrid.
y ya ven Vds. que no me he que he preferido contar las cosas lisa y
esta breve reseña
fin
estendido en reflexiones
llanamente,
la
el
como dos misma jaula.
cara,
león encerrados en una
el
es su punteria
regularmente pobre. Cuando
encuentran cara á
Cazadores se
los dos
enemigos terribles, como
cuitado mochuelo,^
,
he visto cuando
fui
también Cazador, cuando
esperimcnté todas las dulces y amargas sensaciones que con tanta sencillez os
he narrado. Ahora tienta la
aficiona
me la
permitiréis que os dé
caza
,
no
un buen consejo:
salgáis de los alrededores
remontar vuestras ambiciosas esperanzas mas es
sola
la
caza pacífica y sin riesgos
:
la
allá del
gorrión ó
única cjue
si
alguna vez os
del pueblo, la
conviene
no
dejéis
alondra. Esta al
ciudadana
tranquilo y bienaventurado.
Mas
allá
de estos límites, están los peligros, las terribles aventuras que
rodean comunmente á
Nada Canal
caza mayor. Mil ejemplos históricos podría presentarte
la
en apoyo de esta verdad
,
empezando por Endimion y acabando por Arco-Agüero. lo que sea pasar de la primera esclusa del
honrados lectores míos; todo
,
,
es llevar la inclinación hasta
el
vicio,
agraviar á
la
humanidad, ya
sobradamente vilipendiada, y gastar el sentimiento en vuestros corazones con el continuo espectáculo de escenas sangrientas y feroces. Vale.
—
ANTONIO garcía GUTIÉRREZ.
:
EL CHORICERO.
UENTA
la
historia
el imprescriptible
acomode, sino
la
,
y no
la
profana que tiene
derecho de mentirlo que
puede engañarnos
,
que en
el
arca de
hubo y se conservaron para servicio de todos miserable ser llamado hombre
Noé ese los
,
animales
,
que no hay pocos en este mundo,
V que están
derramados por
de esto que llaman
que de
es.
Dejando aparto que es
lo positivo,
le
sagrada, que ni miente ni
globo
y
superficie
la
nadie sabe
lo
que (échele Vd. un galgo) y viniendo al terreno único que hay de cierto, hubo en el arca de Noé un
lo ideal
lo
género humano, y que sin duda por su escelencia (es un escelentísimo señor) tiene mas nombres que ninguno de los cuadrúpedos conocidos. animal
útil
para
el
Este animal gorrino
,
guarro
del animal
,
y
útil, ,
la
gruñón, suculento y grasoso,
el
primero en quien
ser provechoso. esas calles,
cochino, cerdo, ,
la
escelencia
riqueza de la lengua castellana.
El tal ciudadano de oreja en ristre
fue
se llama
marrano y puerco. Con estose prueban dos cosas
No
la
especie
,
humana
cola enroscada
y paso
senador,
de
analizó cuanto á la pitanza
pudiera
conoce en toda esa inmensidad de brutos que andan por
se
uno de quien mas provecho
se saque,
ni
cuya anatomía haya sido
mejor hecha. El cadáver de un cochino es una notabilidad quirúrgica. antiguo poeta español
,
Y
dijo
un cortesano
entre todas las aves
escepto los polos, qus las
Un
decia
un
,
el
marrano,
proverbio castellano dice queso cogen
á
puñados,
pezuñasy alguna otra cosa mennslimpia, todolodemás del cerdo se aprovecha.
RNTREGA XXVIl.
27
EL CHORICERO.
2^2
Fue un regalo que Dios hizo ala humanidad hambrienta
humanidad
la
es otra de
de tener hambre
creación. Estamos
gracias de la
las
(¡ue esto
,
de
plagados
felicidades.
Pero volvamos á ve la luz pública
,
los
marranos, que es loque importa. Desde que un cochino
esto es
,
desde que nace
es ya
,
un ciudadano recomendable
todo gastrónomo. Entonces no se llama cerdo ni compañía
asadores son buenos testigos, que no
me
lechon
sino
,
un
dejarán mentir, de que
,
á
los
y
cochinillo,
asado con su manteca correspondió n lo, es un bocado esquisito y alimenticio como ninguno. Las orejas sobre todo, no hay mas que pedir; esos ó sea lechon
,
órganos destinados á oir y adaiirar
el
ruido del trueno
bramido del huracán, de dos bocados se
dama. ¡Desgracias de Les sucede es
que á
lo
el
lleno de
Para llegar á esta
nado
el rio
feliz
la
susurro del agua y ó
á ser
el
mas apuesta
la
hombres ( todos nos vamos
los
que hasta que llegan ala edad madura, esto es,
no están en todo
á
cochinería! Cosas del
la
marranos
á los
el
,
un literato mundo.
los engulle
allá) y
ciudadanos independientes,
soberanía.
situación
de las necesidades de
la
,
se ve
vida
,
un marrano en
que no
el
caso de atravesar
De pequeños comea
tiene fondo.
pocoymalo, y el porquero les mortifica á silbidos, maldiciones, pedradas y latigazos. Sin embargo, á fuerza de frios y calores, y de comer bellotas, el lechon echa colmillos (no es decir que los arroje, sino que le crecen), y viene un dia
en que el ciudadano gorrino es persona formal y de diez á doce arrobas de peso. Aquí entra el imperio del Choricero. Ve al marrano, le mira con ojo avizor,
manteca podrá dar de sí repara en el rabo y en las orejas y en su inteligencia grasosa y choricesca sobre el grave cuadrúpedo, dice para su angüarina este amigo me da lo menos cuatro duros de utilidad,
calcula cuánta
meditando
,
,
allá
:
limpios de polvo y paja á la
pena de muerte
,
;
mas
y sin
aunque
el
alegatos
,
ni pruebas judiciales
pobre animal tiene
por aquellos andurriales ni juez, ni escribano que se
,
de
el
la
notifiquen.
porque el cerdo (Diosle haya perdonado) y muere contra su voluntad mas recóndito dia de hoy en todos los anales de la cochinería y en lo ,
,
la historia,
filósofos á
no hay
noticia
de que ningún cerdo so haya suicidado. Son
prueba de cuchillo.
Si Vds.
,
lectores mios
un cochino que
,
han reparado bien en
se halla ya en
el
ello
,
habrán observado que
caso de la metamorfosis
,
esto es, de
conviertan en cuerpo y alma en chorizos, morcillas, butifarras es
sentencia
fortuna de que no haya
Muere hasta
le
la
un ciudadano
respetable
;
no hay ninguno de
ellos
que
le
y compañía,
que como he dicho yo
en otra parte, wo sirva para presidente de un consejo de ministros.
Aquel paso mesurado, aí^ucl mirar entre enojoso y soberbio, aquel ondular ad Ubitum del suculento rabo, todo indica gravedad y mesura esa gravedad del que manda para morir en la opinión pública como el marrano al filo de un ,
,
cuchillo, cuando á cada
P^rq ¡cosa rara! no
<<e
el
uno
le
llega
inventor de
la
los
suya. chorizos debió ser (porque á punto
sabe) algún lego de los conventos que ya no existen
,
y
si
fijo
algunos quedan
)
EL CHORICERO. esliin coiivertulos
en
323
de mala muerte, museos,
teatrillos
salones de
¡ustitutos,
máscara, y todas esas zarandajas de la moderna filosofía. Ahora sabemos mucho: andan los sabios tan abundantes y baratos como los fósforos. Es un género de
consumo que ha venido
menos, como tantos
á
¡Vicisitudes
otros.
humanas!
He sentado (esta espresion es abogadesca y propia de un bachiller de Alcalá ó Salamanca en aquellos gloriosos tiempos en que Ulpiano era el rey déla sabiduría, I
Todo sea por Dios
1
Pues como iba diciendo los chorizos
y para
,
,
he sentado que un lego debió ser
tengo mis competentes presunciones
ello
inventor de
el
ya que no esas
,
pruebas legales, en que sin probar nada, se despoja á un ciudadano desús bienes
y aun de su
vida.
Los primeros que comieron cochino
debieron hacerlo en
,
Andando después
pedazos de á media libra.
debió entrar en las albondiguillas
los tiempos, la
folio
es decir
,
y esto de albondiguillas nadie como
,
en
,
carne magra de cerdo los legos
de los conventos las entendía.
De una
un chorizo
albondiguilla á
mundo que
natural del
,
los fraües
transición es fácil
la
que solo pensaban en
,
y es natural
coro y en
el
lo
,
mas
el refectorio
(vulgo comedor) inventasen los chorizos, y que los legos, cocineros de cámara de los conventos hiciesen el embutido. ,
Después de sierra de
invención
la
Avila
que es
la
tendiéndose después, como
en
las agitadas
,
vecinos de Candelario
los
si
estuviera cansada,
aguas del Occéano
,
En
la
trompa do
fama
la
en
publique por
los
como
pueblo situado en
y
,
eslo es de la invención,
la
cual han hecho progresos dignos
el
universo mundo.
pocos marranos, porque naturalmente en
esa sierra habia
la ,
tuviese calor baña sus pies
si
se apoderaron de ella
y se dedicaron á esa industria cochinera de quo
,
que desde Guadarrama levanta su frente erguida
las sierras
hay
todo, escepto frío, nieves, buen espliego y perdices de cascabel. Este epíteto requiere su esplicacion. En los países fríos y montañosos las perdices son
poco
di>
mas sabrosas y robustas que en se levantan
parecido
al
chocando
las
los cálidos; tienen
unas plumas de
las alas
mas con
y cuando forman un sonido
fuerza para volar, las otras
de los cascabeles. Cada país tiene sus especialidades.
En
materia de
perdices las de la sierra.
Pues señor, y como íbamos diciendo los
,
(estas frases castellanas
vecinos de Candelario se apoderaron de
la
cochinería,
no tienen precio)
y esa conquista no puede
disputárseles por ningún pueblo de los veinte y cinco mil que dicen que forma la
monanpiia españala. Yo hé hecho una cruz hace
al
sé el
número
diablo, y á pesar de haber lijo
los burros,
mas graves, reverendos y útdes de de borrico de
,
que tanto ai)undan
cochino en
precisamente
las
la
el
,
que la
,
monarquía
á esta
vuelta á este picaro
de los pueblos en que canta
y rebuznan
los cerdos
dado
el
gallo
,
cacarean
como quien se la mundo, todavía no ,
las gallinas
con perdón sea dicho, son
creación.
los
,
gruñen
animales
No comprendo yo porqué un jamón part(> como cualquiera h¡j<i
no habia de tener su
embutido de
los
chorizos.
personas mas finas y cultas de
La leche de burras la
sociedad
;
la
toman
es verdad (|ue
l.ís
—
EL CHORICERO.
224 burras no son borricos
mas que
pero son sus hembras y de una burra á un burro no hayTodos son hijos de Dios y herederos de su gloria.
,
la diferencia del sexo.
Pero vengamos
Choricero. Después de muerto
al
mezclada su carne con a de
la
de una vaca que
un buey, que como Juan Lanas
química del embutido con su
que
sal
tal
,
ó con
está harto de trabajar, se hace la operación
su pimiento de
,
cochino, hecho pedazos y
el
vez fué una bienaventurada
la
Vera de Plasencia y todo
lo
los chorizos llevan consigo.
Luego que están secos y en disposición de venderse
respetable público,
al
el
Choricero dispone sus mulos, por supuesto alimentados con un cuartillo mas de
cebada por barba os
,
porque no hay nada que haga tratar mejor á
mulos que un interés presunto; y provistas
y
las alforjas
los
hombres y á
las cargas
hechas se
despide de su amada consorte y de los chicos que pululan por entre la manteca y los pelos de cochino y montado en las ancas de un mulo cargado de chorizos ,
jamones y orejas correspondientes, desciende desde las Candelario á las anchurosas llanuras en que dá con una carretera que y de la
los
heroica villa
y
corte de Madrid.
Los chorizos , en mia, descansan con
primera noche de su peregrinación
la la
tranquilidad del justo
,
arrimados
,
sin decir esta
poste de
al
esos que se estilan en la patria de Pelayo, en donde todo se estila
y
sierras de se dirige á
abundancia, á no ser que sea de
incomodidades y
boca es
un mesón, de
menos comodidad todo humano
de
falta
sustento.
El héroe Choricero, que también puede serlo, porque aqui á cualquiera se le
llama asi, con
de que tenga
tal
rededor de la lumbre
,
la
habilidad de hacérselo llamar, se sienta
y estendiendo
manos hacia
las
el
al
fuego á manera de
pantalla, traba conversación con la mesonera sobre las contribuciones que están
que vendrán después y Entre tanto comen los mulos,
en moda,
la libertad
las
imprescriptibles
,
y
de que gozamos los españoles-
un
dárseles
sin
pito
por
los
derechos
después de bien cenado se acuesta con la tranquilidad de los
otros
mas que
á Madrid,
y en
las
un hombre que no espera de chorizos. Llega, por fin
,
pesetas
puertas
le
á
cuenta de sus
hacen
soltar
á cada
una cuarta parte de su sustancia. Nuestro sistema de Hacienda aflmirable. El que quiera algo que lo pague, y sino que tome soleta.
chorizo
es
saca sus chorizos de las Llega á la posada, se entiende dentro de Madrid aqui tienen Vds. un ciudadano caben, y banastas, pone en las alforjas los que ,
que de en cuarto en cuarto va vendiendo la rica hacienda, y ac onsejando á las madres de familia que acostumbren á sus hijos á comer chorizos porque es un
muy sano y sabroso. Señora suelen decir si Vd. no me los quiere pagar ahora (pero esto siempre dicen á quien saben que ha de pagarles será después y por eso no reñiremos.
alimento
,
,
lo
,
j
Resultado
madrileña
,
final;
que
y cuando
el
los chorizos
de
la sierra
de Avila se convierten en plata
Choricero ha logrado un capitalito
tira las alforjas
hacerse Alcalde de su lugar.
ABEN AMAR.
y
logra
K^/f^iÜlíC,
)
EL ESTUDIAINTE.
j
do L'ESTROS antiguos escritores hicieron un gran uso de novelas sus todas este tipo, due figuran en casi
costumbres,
las
cuales por lo
común dan
estudiantiles aventuras. Así lo
principio con
vemos en
el
Bachiller
de Salamanca, en Gil Blas, Marcos de Obregon y la vida del Gran Tacaño. Tampoco se quedó atrás Maleo
^
Alemán en su Guzmán de Alfarache, y hasta el mismo Cervantes sacó á relucir al bachiller Sansón Carrasco
_
don Uil-o de Miranda: y en su novela de la Tía (imjida dio pruebas de estar bien al corriente de las costumbres estudiantinas y del carácter peculiar de los jóvenes cursantes de cada provincia. De modo que para los escritores de \
al lujo úii
aquella época era tan preciso
un estudiante en su novela
,
como
la tarasca
en
la
procesión del Corpus.
manoseado que ha sido este tipo en todas ellas se presenta con admirable variedad. Don Querubin de la Ronda y Gil Blas, copia de aquel, representan al estudiante aventurero, Obregon al miserable sopista
Con todo
,
á pesar
de
lo
,
fámulo picaro y travieso ,Guzman de Alfarache al estudiante viejo y semijuicioso de Alcalá. Porque es de notar que en aquella época Alcalá y Salamanca eran esclusivamente el teatro de las aventuras de Salamanca,
el
Gran Tacaño
al
Ahora uno de aquellos tan poca entrada, como compañía do estudiantinas.
teatros se ha la
legua.
venido abajo y
el
otro tiene
226
EL ESTUDIANTE.
Siguiendo pues al
antigua costumbre, no podemos dispensarnos de presentar
la
estudiante entre los
demás
Por desgracia este ha perdido ya
tipos españoles.
mucho de su
carácter original, y quizá dentro de pocos años el furor galo-filo que invade todas nuestras instituciones habrá concluido por despojarle de todo lo
que tiene puramente español. Entonces para describirlo no habrá mas que
tomar á buena cuenta un
folleto francés y refundirlo al español, es decir, echarle una remonta de tacones y inedias suelas y hágote nuevo. ¡Qué gusto será en tal caso ver la calle ancha de San Bernardo convertida en pais latino y á los ,
compaña con
estudiantes en buena paz y
manólas que son
las
grisetas (¡quién lo dudal) hasta en el zagalejo
Uno
de
ha sido
carácter peculiar,
por largo tiempo
lloraron
que
la
hallaban
se
pocos aspirantes á siguiendo el
capote
familiarizados desde tiempo
lechuguinos
estudiantes de
empeñada en con
el
le
ocurriera
La reforma
,
algunos
,
Pero
la
generalidad de
ridiculizar aquella orden, la desairó
estudiantina
la
en cuanto pudo, continuando
á los antiguos tricornios gorras de fuelle
,
invención
mismo Vulcano.
al
llevó de paso
los trajes arqueológicos
y becas de
San Pedro con
En vano
,
caballería.
manteo y sustituyendo
que no
inmemorial.
manteo, pusieron en sus zapatos espolines de cangrejo, y dejando escobillones y guarda polvos conquistaron
de
titulo
Los buenos estudiantes
verse precisados á orillar la ropa de
crecer en sus caras patillas de chuleta el
mantilla!
á despojar al estudiante de su
abolición de los manteos.
la
al
la
sacaron á lucir sus fraques y levitas, y otros moda del año 35 adornaron sus pantalones de pieles, sustituyeron
la
al
y mas han contribuido
golpes que
los
mismísimas
las
en algunas universidades
y monumentales de
los colegiales,
y hasta
mismos
los
las golillas
los timbaleros
y
de
los bedeles,
chirimias, los mantos
profesores, que se desgañitaban por
entonces en las cátedras predicando igualdad, dieron
al
traste
con
manteo
el
nivelador y prefirieron asomar las charreteras de estambre amarillo por debajo de la muceta encarnada , haciendo una figura que era cosa de alabar á Dios. ,
Pero á pesar de eso
traje
Jiongos,
furor estudiantil contra
la
orden, que
los
volvia
ha continuado y sigue todavía tratando de adquirirse peculiar y característico. A estos conatos es debida la invención de los con que algunos de ellos trataron no há mucho de adornarla cabeza
ciudadanos por
un
el
la
fachada
,
vistiéndose de máscaras, sin respetar los tiempos que corrían.
Pero
la
sociedad
mayor parte de la estudiantina se les rió en sus barbas apodo de monicongos monos con hongos) y hasta las autoridades
silbó á sus inventores, la
y designó con el tuvieron la bondad de chulearse con
(
ellos
,
dando
á los presidiarios
sombreros de
come sucedió en Zaragoza. Está visto que el manteo y el tricornio serán siempre el emblema y geroglifico de la estudiantina, como la eelada es el distintivo de la nobleza sobre los escudos y blasones por mas que las
aquella hechura
,
antiguas armaduras hayan caido en desuso.
Otro de los golpes qne ha sufrido
el
carácíer estudiantil ha sido la traslación
de universidades de las poblaciones subalternas á las capitales. ciudades
el
Estudiante muere.
T,n!=
í;randes distancias,
el
En
las
aislamiento
y
grandes falta
de
227
ÉL ESTUDIANTE. condiscípulos y
los
haya entre
los Estudiantes aquel
de familia
sujeción
la
roce entre
contribuyen á que no
,
que se necesita,
trato intimo, aquella unión
verdad estas para que resalte un carácter entre los otros que le rodean. A la de la son ventajas para la educación que en el dia exigen las circunstancias sociedad, pero como en este
todo está compensado, á vueltas de
mundo
ventajas vienen no pocos percuncos. Es vonl;i(l trato de gentes, pero
hay mas finura y
brillantes colores: es verdad
mas
las
que en la
las
grandes poblaciones
disipación se reviste de
mas
grandes poblaciones se encuentran con y buenos profesores, pero también
establecimientos científicos
facilidad
abundan mas
que en
también
estas
las insinuantes profesoras.
Sin que sea visto que tratemos de abordar la cuestión sobre establecimiento de universidades, no podemos menos de confesar que para conocer el carácter poblaciones subalternas.
preciso estudiarlo en las
estudiantil es
Estudiante es esclusivamente Estudiante:
el teatro, el
villiir
En
ellas
el
y las tertulias están
enteramente á sus órdenes. •
Por de pronto
observar.
Según
el teatro
poblaciones universitarias ofrece no poco que
en
y usanzas
las antiguas leyes
una influencia inmensa en
rogativas con las autoridades civiles, y á
como sucedió Madrigal,
escolar con
los militares
aun afectaban no quitarse bonetes sitios
sobre que
mas
siendo maestrescuelas Alfonso de
,
Tostado. Los Estudiantes defendían su fuero académico ó
mismo tesón que
el
de universidad gozaban
Compartían y disputaban sus preveces las condenaban á llevar zurra,
Salamanca
corregidor de
al
célebre
el
los rectores
tales poblaciones.
ni
y
eclesiásticos el
suyo respectivo, y
sombreros á los corregidores.
influencia ejercían los
rectores era sobre
unas partes tenían palco á guisa de autoridad en otras impedían ,
las
el
Uno de
los
teatro.
En
representaciones
en tiempo de curso, y cuando no alcanzaban á tanto rondaban por las casas de pupilaje ó prendían á los estudiantes al regresar á ellas, y los arrestaban en la cárcel de la universidad.
Todo
esto
caducó ya desde
fines
del siglo pasado,
y desde entonces
los
Estudiantes procuran desquitarse del hambre dramática que debieron padecer sus antecesores.
En
desde
cosa segura
la
el
amo
á
cuerdas y se limpie los dedos en
la
A
los
atriles
se
por Estudiantes no hay
dia en los teatros frecuentados
lucerna hasta
espone su
el
tornavoz. Sí se deja
que un Estudiante
le
el
contrabajo junto
unte de sebo todas
bayeta verde. Si es instrumento de aire se
las lo
una bala de plomo, y le untará la embocadura con veces en lo mas patético de una escena no falta un
atascará con papeles ó con
acibar, ó cosa peor.
A
entretenido que se divierta en tirar perdigones actores garbanzos con cerbatana.
no sea del agrado estudiantil zanahorias
,
,
se
Si se
al
tornavoz, y á los músicos y
presenta en las tablas algún cómico que
espone á verse bombardeado con patatas ó
ó encontrar en las lunetas algún interlocutor sarcástico que interrumpa
su monólogo con alginta ocurrencia picante, ó sostenga con
animado
á
despecho de
Pero aun mas que en
la el
au/orídad y del
él
un diálogo harto
autor.
teatro es en el villar
donde
el
l-^liidiante
desplega
—
EL ESTUDIANTE.
á28 su carácter, porque a([uel billares estudiantiles
una partida y
no
silio es
su terreno, su centro y su cuartel general.
mas
se juega
que guerra: ¿quién se pone
servir de blanco á la mosquetería
á
alli
En
jugar
de veinte ó treinta estudiantes?
Allínose conoceel taco desuela masquede nombre: el darjaboncillo es pedantería. El Estudiante necesita taco fuerte; de cada tacazo hace á las bolas correr la posta por la mesa, ó que saltando
duerme pacíficamente en
baranda vayan á despertar
la
rincón del
el
prójimo, que
al
Asi es que los chiripones
billar.
,
las billas
puercas, retruques y carambolas de sopetón se suceden con una rapidez increíble,
y cuando nada de atusándose
esto se logra
las barbas:
Y efectivamente
el
,
Estudiante esclama con voz
mesa
\Ba!... ¡si esta
No hay
es asi.
cosa
es
un
aliuecada
y
artesón!
mas desvencijada que un billar estudiantil.
El paño parece estampa de matemáticas con tantos sietes y triángulos , las bolas picadas, la mesa desnivelada, los tacos hechos añicos, y hasta los quinquets sin
un tubo
sano.
En las las clases
del
pocas horas del dia en que
nunca
,
falta
el villar
un veterano de
mozo ensaya algunas jugadas y
sus protuverancias y vacíos
sesto
no está concurrido es decir, durante ,
ú séptimo de leyes , que con permiso
se entretiene
su resistencia y
.
en
falsear las
desnivel
barandas y calcular
con una exactitud p/us
quam matemática. ¡O tu Estudiante de primero de jurisprudencia que acabas de
y con
los
dineros que
madre, de cátedra
te dio tu
para
ocultis,
padre para pagar á
la
patrona,
y
salir del colegio
los
que
te dio tu
gastos de guerra, te dirijes al billar, en vez de irá
guárdale de esa harpía con frac raido que está haciendo como que no
,
sabe dar bolal
Apenas
abriste la celosía
en lugar de hacer una partida.
Te ganará
cuando de una mirada leyó tu corazón y adivinó tu No te fies aun cuando dé pifia
billa
puerca, y aunque se deje ganar
las restantes sin dejarte
superchería, te
la
,
diciendo en su interior ipobre pipiolol...
bolsillo
dará
peseta sobre otra por ver tales habilidades, y
Y
lo
que suban
vosotros
mesas
las
al
¡
,
os
y
son como se deja suponer
la
I
una tornasolada de
hallareis
conciencia del que se llevó
con
último te hallarás con 24 reales
profanos, tampoco os arriméis por
la
la pierna,
y tu infeliz irás sacando una
el billar
vuestro sombrero corre peligro de transformarse en orinal, y
nueva
primera y segunda
26 para 30 y jugará por debajo de
izquierda, con tu bastón y hasta con los dientes;
menos y
la
dar bola y cuando tú hayas descubierto
la
color de ala de
estudiantil, al ir á
mosca
,
porque
recogerla capa tan raída
como
vuestra.
Las tertulias frecuentadas por Estudiantes tienen también su carácter peculiar el teatro
de
la
galantería estudiantil.
Los amoríos
universitarios son por lo
común un
como
tampoco sentimentales y soporíferos como los de un uno y otro. Tienen ademas mucho de romántico,
los
elegante tal
,
militares
,
ni
si
es
no es picarescos. No son de cala cuerda
sino que participan de
romo bes\iqueo por
l;is
rejas, escalamiento do balcones, conciertos
y
serenataf^
EL ESTUDIANTE. guitarras
tle
contiene
Por
y
que
lo
de mas dramático.
el arte
lo
229
en alacenas, palizas, desafíos, y todo
ílau tai, escondites
que hace á
las tertulias,
en
juega ó se canta ó se desuella
ellas ó se
al
¿qué recursos no suministra la imaginación juvenil de un estudiante amartelado un juego de prendas? ¿cómo dejará él de perder media docena de ellas á trueque de que le manden contentar á las señoras y tener
prójimo. Bien mirado,
ocasión de
cuchicheando
irlas
una mina
es
¡i
A
la
verdad esto de
pero de
la
cuál
oido?
al
medio esplotar
á
,
los
juegos de prendas
muchos Estudiantes han sacado
algo en pura plata. Si es durante la conversación, ¿cuántos recursos no suministra
mesa cubierta de bayetas verdes para el teje-maneje de pies y las damas universitarias no suelen ser gazmoñas, y las hay que colocadas entre dos Estudiantes á uno dan con el pie y al otro la mano. igualmente
la
manos? Por su parte
,
A
veces
de enfrente resentido de
el
trata de hacer el papel
uno de
á saludar á
los favorecidos
pero desgraciadamente yerra
con violencia balancea
la
deferencia que obtienen
de tercero en discordia
el
,
y estirando
los ad^lateres
pié se
prepara
con un taconazo, vulgo estocada de cuadra;
golpe, mete
el pié
en
el
brasero
mesa, cae
el
quinquet y queda
hay piano entonces
el
amo no gana
la
el
,
la
y
al ir á sacarlo
escena á buenas
noches. Si
en
casa
la
Estudiante no gusta de andantes ni moderatos
para cuerdas
mas bien propende
í
á
,
porque
e'
los alegros
y estos estrepitosos. De cada teclazo salta una cuerda y desafina cuatro. Luego para concluir toca una marcha á toda orquesta, es decir, alzando la tapa del piano y con el apéndice de bombo y chinesco» Pero
instrumento mas usual del Estudiante es
el
un cometa
sin guitarra es
sin cola
cuando menos media docena que
y rara será
la
la guitarra.
Un
Estudiante
universidad en que no
liaya
toquen con primor y todos los restantes asi, conciertos de tertulia improvisados sin programa ni convite
Aquellos
asi.
tienen
,
la
,
mucho de
principia la hija
en pos del hijo
Después de varios preludios mas ó menos grotescos, de la casa con la inevitable Átala, diciendo [Triste Cartas\ etc. y de Ontalisi nieto de Miscou salen á lucirlo el Chinorrí el originales.
,
,
,
Trovador y otras canciones, á las cuales por su fecha es probable que las obligue ya el ayuno. En los intermedios el Estudiante entona alguna cancioncilla picaresca á veces de su cosecha
,
acompañada de muecas y visages y con
que es cosa de despepitarse de
Cuando preguntar
en
el
la
tertulia
que
lo
juego es un jugador
hay sus
diferencias
compone esclusivamente de Estudiantes
se
se hace
modulaciones
tales
risa.
:
se estudia
como
que no
en
el libro,
otro cualquiera
es del caso omitir.
,
que paga
la bolla.
,
no hay que
El Estudiante
pero en las bancas estudiantinas
En
ellas á falta de dinero se apunta con capas y pantalones, y ante todas cosas con libros. Dice un autor comparando los caracteres de las naciones que el francés lo último que vende es la camisa ,
,
y
el
español
hay mucho que decir, pero por lo que hace a/ primero que vende es la capa. Todo se reduce á concurrir á la universidad con la ropa del mes de agosto, v aunque esté lielando asegurar que Estudiante
la
capa. Sobre eso
lo
KMRKGA
XXVIII.
28
^36
ÉL ÉStUDIANTÉ. En
hay blandura.
tales casos el
cuenta del mendigo y dice
Estudiante se echa sobre pocó lüas ó menos
para su levita
(
,
á falta
de capote
la
mi cuerpo
todo
)
es
cara.
Por
común quien mas
lo
último resultado las madres
pierde en tales ocasiones son las patronas, y
porque
:
las
madres tienen sobre
cubrir los deslices de sus hijos Estudiantes.
con
diablo
el
[i] jamás confesará
,
Uno de
su padre
á
,
si la
que viene
estos
que ha jugado
inconveniente en decir á su madre de buenas á primeras, que
quedado con
la
,
en
el
incumbencia de á vacaciones
pero no tendrá patrona se ha
la
ropa á cuenta de las mesadas que jugó. Esto da lugar á escenas
sumamente patéticas. La madre se sofoca, se irrita y reprende al joven tahúr con la mayor acrimonia. Este permanece taciturno y cabizbajo y escucha con religiosa modestia
Tose
la
maternal reprimenda, contando las baldosas que tiene
madre, y aprovechando
la rígida
pavimento.
el
momento
Estudiante aquel
el
le
,
dice con
acento acaramelado.
— Si viera Vd., mamá qué bien cae ese lazo de Bribón atiendes á digo? que — No se enfade Vd., mamá, que se pone I
—
le
,
1
¡
lo
¿ asi
papalina
la
!
te
fea.
.
— Toma,
y
pillóte
prepara á tirarle
se
las
melenas; pero
Estudiante
el
aparentando abrazarla sujeta sus brazos.
—¡Esto también
—
¡Vaya
1
!....
yo
no haga Vd.
se lo diré á tu padre. tal
cosa,
si
ochenta reales con doce maravedises es
que
\
todo ello es una bicoca: cuatrociento-;
que debo, pero déme Vd. quinientos
lo
o economizaré para cubrir los maravedises.
El mejor año que tiene
el
Estudiante para jugar es
el del
que tiene mas que estudiar. Ademas, aun cuando pierda en
los gastos del
un grado de
grado pondrá
,
de
que incluso
el
el
Estudiante
la
que
2342
total
rs.
Por
cuenta antes bien
pierde se retira á vivir en
la
y vive de patatas ó de pegote de compañeros. Desde que conventos esta vida tiene muchos percances.
leonera,
los
mismo
depósito sube á 500 rs.
jamas suelen pedirles
señalan una cantidad mensual. Si
Una
,
cohetes, dulces, comida y refresco:
esta razón los padres de estudiantes, les
])or lo
,
cuentas del gran capitán. Estudiante hay que en
las
bachiller á Claustro regular
puso partidas de música
grado
tiene el consuelo de
Tales son en globo las cualidades del Estudiante
en general
falta la
sopa
hay ademas
:
algunas peculiares de cada facultad, que conviene ver por separado,
pues
constituyen casi diferentes tipos.
VILOÜOlOi
iBIi
El Filósofo es en religión.
(
1
)
í>o/«i//o,
la
estudiantina lo que
Es verdad que cuando vino
lüii
ienguiijc cstudiiinlil
adquirir dinero.
/('iicc él
del
el recluta
en
la
tropa
,
y
el
novicio en
aula á la universidad ya sabia hacer
iHohlo signiticn oslar
sin
Un cuarto
.
y sanli(/ti(ir
el
ÉL ESTUDIANTE. nnriüos
,
la láctica
poner mazas
,
andar
á bolsazos
de guerrillas, que aprendió en
alguna de las cuales tuvo
rnavory luego que
el
231
con
los libros,
las
pedreas de
y aun tenia una tintura de
de
pisa los patios
universidad,
la
debe abjurar todos
Una
cosa es silbar á todo
mas
vicho viviente que pasa por la calle
salir del aula,
mismo
al
profesor dentro de la cátedra.
segundo
es poner
mazas, echar
A
carretillas
atar la
,
escolares.
un
derecho que
sin perjuicio del
otra cosa es silbar al
y
Filósofo lo
mas que
mesa de un
se le permite
una plazuela
pollino en
tiene ocasión
,
en
Un
y con mas frecuencia
,
bestias
sus discípulos
á
no hace
Filósofo
segundo: en
lo
lo
tal
caso
profesor condenado
al
en vida acosado anualmente por 50 ú 80 diablejos
queda mas recurso que esclamar célebre Mureto
albarda de
y sonar cascabeles y aun sino cuando primero
sdla del catedrático
la
la esplicacion.
á pasar el purgatorio
la
llena de cacharros; otra cosa es llevar á cátedra ratones,
soltar pájaros, hincar agujas
cencerros durante
eft
cosa
ruedas de un
bollero á las
coche que va á echar á correr, ó meter un pedazo de yesca debajo de
un
Una
primero.
asista para lo
le
pasará facultad
al
el Filósofo
aquellos malos hábitos para adquirir otros
lo
eras de su lugar, en
las
honor de ser canonizado. Peio
que en igual ocasión de cencerro
lo
í<ya
í
estrañaba yo que
en
esta
,
,
no
le
dijo el
manada
de
no hubiese alyun cabestro.))
La invención de filosofía:
los
fósforos
ha sido una calamidad para
desde entonces nada hay seguro en
los blsognés
de
los catedráticos.
convexo
del vidrio
,
A
ellas,
no digo
las
las cátedras
do
maderas, sino aun
veces también mientras ellos esplican
la teoría
sus discípulos ensayan en las levitas (las de los profesores)
la
práctica del espejo ustorio.
El Filósofo es por
lo
común muy puntual en
asistir á cátedra
vive sujeto á sus padres y sale poco de casa. Tiene faltas,
muchas veces material y
catedrático pasa lista hu'.v.orada de
,
(le
se
reduce
y contestar pur algún ausente
preguntar
la
lección
al
:
mucho mas
responder cuando
á
pero
si el
asistente discípulo,
(juando llegan estos lances tan apurados Jolor
,
si
cerval d las quince
pero se va curando de esta debilidad según va ganando cursos. Por desgracia
esta asistencia es
la
un miedo
muelas, ó jaqueca para escusarse
,
allí
son los apuros,
Filósofo tiene siempre á
el
á último recurso,
y
el
catedrático tiene
si el
mano un
catedrático
mucho acuden las lágrimas en su ausilio. Pero este recurso es de muy mal tono, y tan solo echa mano de él algún Filósofo que huela á faldas. El que se ha criado en colegio es mas aguerrido. aprieta
Por por
lo
lo
porque es con
demás no dejaremos de observar, que
común
las
peor dotadas
,
lo cual alejaba
las
de
cátedras de filosofía han sido
ellas á los
imposible que por un pequeño estipendio
se
buenos profesores,
decidieran estos d lidiar
filósofos.
KI.
TKÓL.OGO.
Este género se Vende algo caro en
adquiriendo
el
el
día
,
desde que
la
iglesia
española
Va
lustre y esplendor que tuvo allá en los primitivos tiempos, cuando
232
EL ESTUDIANTE.
los clérigos
cambio
eran de oro
,
de palo y
los cálices
En
procónsules de hierro.
los
ha dividido y subdividido creando entre otros un género nuevo, que podemos mirar, como fruia del tiempo. Tal es Teólogo itijerlo, otros el tipo teologal se
Waman apóstata Y
Con
recalcitranle.
estos
nombres
que no
se designa al Teólogo,
hallándose con suficientes fuerzas para aceptar el lisonjero porvenir con
que
le
bríndala iglesia española, vuelve pasos atrás y se decide á estudiar jurisprudencia, larmacia ó veterinaria.
Las vicisitudes que desde principios de este siglo han agitado sin cesar nuestra patria han dado
tal
fomento
á este tipo del Teólogo injerto
á
que por todas
,
partes bulle y se le encuentra , ora en los escaños del Congreso , ora en las filas del ejército , unas veces en las entrañas de la tierra, convertido en Teólogo-minero
(que es lo que hay que ver) y con mas frecuencia junto al espacioso bufete despachando espedientes, simpliciter, y secumdum quid. El año 8 el Teólogo se convirtió en guerrillero nada
ano20 el
mas que por ensayar
las virtudes evangélicas.
El
Estudiante de teología, que ahorcó los hábitos se casó (esto es de rigor, exteólogo mira con horror el celibato) y en seguida se dedicó á las ciencias el
naturales
y
sus aplicaciones inmediatas
,
es decir
,
que abrió tienda de herbolario
ó tintorero químico quita-manchas. Los que picaron por la abogacía han llegado á ser en estas últimas hornadas de padres de la patria
hacia donde Cervantes saca
que corren, á
lo
brazo manco.
el
que hay que aspirar
Y
quienes
el
,
señor Becerra dio con
puerta de
la
y
lo
demás
dejarlo venir,
teórico-práctico
mayor parte de
la iglesia
de gracia
estos tiempos
el ser jurisconsulto
de ahí es que la
inquilinos del santuario,
es á ser diputados,
y para ser diputado es un escelente medio acreditado y con estudio abierto
,
como en
los
Teólogos á
en los hocicos, se injertaron
mismos en leyes, y siga la broma. Entre estos Teólogos injertos los hay de mas ó menos fortuna y que forman diferentes categorías. Los hay que hacia el año de 1836 conmutaron cursos de
á
sí
teología por leyes la
marcha á
tirar
,
pelo á pelo
,
y dejando
impedimentos,
los
se pusieron
pedimentos. Otros de voluntad ó por fuerza tomaron
aquende ú allende
el
Ebro, y
jurisprudendia flamante
(
al fin
de
la
las
sobre
armas
guerra pasaron su olvidada teología por
que hubiera sido por medicina
pase
,
)
y
lo
que
faltaba
para completar se suplió á balazo por lección y año de servicio por curso de carrera. Pero otros mas desgraciados no llegaron á tiempo de cazar tales gangas y vejetan en las Universidades, y por su antigüedad en ellas vienen á ser una Un teólogo de esta última clase es
especie de Estudiantes fósiles ó antediluvianos.
un consumidor abonado de papel de 40 mrs. y debe
ser mutatis mutandis
(cuidado con equivocarse) lo que el capitán Chinchilla de
Gil
Blas.
En
sus
como aquel sus 20 años de carrera y tiene el placer de ser tan atendido como el capitán al escribir la relación semanal de sus campañas. O si al menos estos Chinchillas pudieran pasar por tios postizos incesantes memoriales recorre
,
¡
de alguna Sirena,
Por
como
lo
diria
que hace él
)
otro gallo les cantará. al
Teólogo propiamente
baste decir que por lo
tal
común
(mí
talis
,
ó simplieiter theologus
es modesto
y laborioso.-^En
los
EL ESTUDIANTE. tiempos en que andaba por
las
Universidades
233 1.» 2.ae
la
de Santo Tomás,
Teólogo necesitaba una memoria de hierro para echarse diariamente artículos por
mañana y uno por
Ahora como
tarde.
al
el
cuerpo dos
ilustración ha cundido
la
tanto á Dios gracias, el Teólogo no necesita estudiar tanto,
Lugdunense destrozado del •(Progreso teológico
latin
castellano está
al
!
Pero aquel trabajo ímprobo no quitaba que
y sus puntas
y con un articulo de un Teólogo fuera del paso.
de Estudiante
mas en
:
Teólogo tuviese sus desahogos
el
procuraba siempre evitar
casos
tales
escándalo encubriendo sus fechorías. Asi es que cuando
salia
alguna travesura estudiantil, procuraba pasar por jurista
nombre de su
facultad,
mucho mas
trataba
si
,
el
de tuna ó maquinaba
para no dañar
de quemar incienso en
al
buen
las aras
de Cupido.
Concluiremos observando
y
,
que
Teólogo es
el
el
antípoda del Legista
y unos que no es
otros se acosaban frecuentemente con dicterios é insultos latinos,
En
del caso reproducir.
el
día todo esto
ha cesado
,
por
,
razón de que
la sencilla
ya no hay quien estudie teología.
El Canonista era en las universidades una especie de anfibio sin carácter peculiar por
lo
que escusaremos
el tratar
de Cisneros, que con mucha dificultad Alcalá,
cátedra
y viendo un ,
dijo el
dia
que uno de
Cardenal a
de mas.f) Lo mismo casi dijo
de
los el
los
de
Dice Alvaro
Gómez
en
,
la
vida
en su universidad de profesores de cánones salia temprano de
que estaban
Gobierno
él.
les dio este cabida
al
á su
lado «
lo
que
es
suprimir esta carrera en
por mi 1 ."
estáis
de Octubre
18'j2.
El Legista principiaba su carrera
estos años pasados por donde ahora la Derecho natural y de Gentes. Para ello lo ponian al neófito en las manos un libróte original de Mr. Felice, salvo lo que tenia de Burlamagni. No hay mal, dice el refrán, que por bien no venga, y la desaplicación
concluye, es decir, por
el
de los Legistas en este año era un gran bien pues so ahorraban de aprender á ser embusteros por principios y otrds lindezas por el estilo, y si lo aprendían eso tenían adelantado para el foro. En seguida se les enseñaba en cuatro paletadas lo necesario para ser padres de
la patria
y fabricar leyes con cargo y data bajo
los
auspicios de Jeremías Bentiíam.
Cansado nm-stro joven alumno do
y mv'isica como por
celestial
,
los cerros
se
echaba en
do Ubeda,
lo
el
oír cosas
,
que para
él
surco y asi se cuidaba
eran jarabe de pico
él
de
asistir á cátedra
cual no es de rigor que sucediera en
el primer año de leyes, y bien podía suceder en otro ú otros de la carrera. En esto llegaba á su noticia por conducto de un condiscípulo, que después de haber cumplido
EL ESTUDIANTE.
234 30
de
faltas (dobles
de
Un
lista.
la
las
que abona
resultado todo se reduce á perder del profesor (pie consta
y
tía
el
catedrático le habia borrado
un curso. En
tal
una
se dirige allá pertrechado con
cosa: en último
caso indaga las señas de casa
certificación del médico,
de
la
haber padecido calenturas intermitentes, y ademas de varias cartas de
recomendación de algún gu
reglamento)
el
estudiante de pro no se apura por tan poca
de doña Sirena
alto funcionario,
la
de Albarracin, ó de
doña Amparo.
—Deo gracias. — A Dios sean dadas. —¿Vive aqui don Triponiano In-digestum, catedrático de Universidad? — Servidor de V. —Venia con objeto de avisar —El Estudiante haciendo una profunda la
cortesía.
á
V. S. que estos últimos dias no pude asistir á cátedra por haber estado enfermo.
—Y
decir esto entrega la certificación.
al
— ¿Ha estado V. algún en cátedra? — Si señor, cuando me permitian tercianas. — ¿Pues como no me ha conocido V. antes? — Es que soy algo corto de — ¡Lástima de joven! procure V. curso viene estudiar con buenas —Pero señor ¿por qué he de perder curso habiendo estado enfermo? dia
las
lo
vista.
luces.
(pie
el
,
V.
S. esta carta de su señora
tia
Vea
doña Amparo, y estas otras para que V. S. se
convenza de que no hay maula.
¿Qué hace un catedrático en tal apuro ? ¿ha de echar á pique á un joven, en quien quizá fundan sus esperanzas las futuras diputaciones provinciales de su tierra?
Nada de
incluido en lista
de octubre
,
eso,
de no hacer mas
tiempo de que se
que
la
le
faltas,
preguntará
la
y repasar lo con frecuencia. Eso no quita para
él otro
lo
demás
el
hay apuntadores que
jurista es el verdadero tipo del estudiante
lleno le corresponden las cualiilades
manteos
el
manera que
interior de
la
y
al
ni
que mas de
que apuntamos al principio. Cuando
Legista era conocido en
braceo que llevaba dentro de ellos. á la
los estudiantes
,
del teatro,
Por
los
y si le pregunta la que era corto de vista ) ó con
condiscípulo
dice atisbando al libro del vecino (y eso
ayuda de Espíritu Santo, porque entre los
Queda pues nuevamente examen hasta el estraordinario atrasado, apercibido al mismo
Tiberio.
lección
algún dia responda por
si falta
lección
mas bien Antonino que
bajo las condiciones de no entrar á
En
el
se
usaban
garbo con que los arrastraba y en
la sotana se retrataba
el
corbata representa (según dice el manual del buen tonto
una persona. Los Legistas juiciosos
la
el
alma del Legista
usaban completa á
)
el
lo teólogo,
modo que dejara ver el chaleco y la y tan corta que apenas llegaba á las rodillas y por fin los calaveras llevaban en vez de sotana una especie de mandil, aprovechando k parte posterior para echar mangas negras á un iVdc de color de pasa ó cuchillos
los elegantes
muy
botonadura del
á los
estrecha por delante de
frac,
pantalones ambiguos.
,
!
EL ESTUDIANTE. En
el dia la
revocar jó
nueva generación
mejor posible
lo
jurista
,
235
que no alcanzo
los
manteos, procura
fachada esteriordesus individuos, y los hay,
la
¡ó
tiempos!
costumbres! que gastan corsé y visten por figurin.
nKDICIXAMTE.
Kf,
Hay dos
unos que cursan en
clases de estudiantes de medicina:
universidades
las
y otros que estudian al mismo tiempo la cirujia en los colegios de Madrid, Barcelona y Cádiz. Estos segundos forman un tipo aparte que comprende con ligeras escepciones toda
la
gente de curar inclusos los romancistas,
que llevan
veterinarios
título
el
de colegiales
farmacéuticos y
de los cuales se dijo ya en gran
,
parte (ubi supra del barbero).
—Los
primeros tienen principalmente su asiento en Zaragoza y Valencia, v
usaban en su tiempo de manteos y demás adminículos estudiantiles.
Siempre
se ha ridiculizado en los
médicos su prurito y comezón por usar sus
términos facultativos á diestro y á siniestro aprendices de curar.
que
traiga
guindas:
Uno de
un vaso de
la
,
pero esto es aun mas notable en
que pide horchata avisa
estos, por ejemplo,
mozo
y en lugar de conserva pide á su patrona ¡ectuario de aplicación no puede ser mas exacta. Dios les libre á los amibos del lok,
aprendiz de curar de hincarse una espina ó cortarse con aprendiz ha estudiado ya
el
cruz de Malta
la
ver que se
cual rodea
el
al
al
dedo del paciente
lo ata sin hilo ni cinta
,
,
dejándole
el
dicho
improvisa una
dedo en íigura de maza de
punta
en un momento, pero arrancando un ¡ay! la
tijeras
si el
un trapo de
con no poca admiración de este
— ¿Te admira eso? pues ahora
trapo so habia pegado ya á
— Venga
punto, y cogiendo unas
tambor mayor. lo deslía
cortaplumas
tratado de apositos y vendajes.
una cuarta en cuadro, esclania
al
al
los
verás
lo
mejor al
— y tirando
de una
paciente porque
el
herida.
El Estudiante de medicina propende siempre á los tratamientos fuertes. Para
curar un constipado, receta cuatro sangrías de á onza y una cantárida que cubra toda la espalda con objeto de llamar alíala destilación. Loque hace con los
cadáveres en
que pasa en
en
el
anfiteatro lo quiere imitar
los tales anfiteatros
el hospital
,
aunque no
Por otra parte anfiteatro bolsillo
;
asi es
el
sea
!
No
sé
en
los
enfermos y ¡válgame Dios
mas que por no bajar
al anfiteatro.
estómago de nuestro matamnos es también
que suele llevjr
los
mañana
los
en que sacó por
la
lo
como hay quien tenga humor para morirse á
prueba de
y aun la merienda en el mismo huesos de un difunto á medio mondar. Y cigarros
sino, ¡pobre del aprendiz ([ue sea melindroso! porque todo se reduce á convidarle á
merendar y cuando
ya
esté bien
cargado hacerle echar
los bofes
avisándole, ¡que
es antropúfacjo
Antes de concluir no podemos menos
de rasguñar siquiera ya que no bori-
236
EL ESTUDIANTE.
quejar
Estudiante de
la tuna, tipo enteramente español, y que para sí solo merecia un artículo. Quizá los que vengan en pos de nosotros aprovecharán este tipo, cuando haya concluido de perderse á la manera que en el dia se saca partido de los al
,
juglares
¿No
que en sus tiempos fueron asaz mal
,
lejos el ruido de la
cís á lo
vistos.
pandereta? ¿no veis cual salta
el
que mas
que tocarla, golpea su pergamino en sus rodillas, con sus narices, con
bien
punta del pié ó con
el
codo? Ora
giro sobre la punta de su dedo
perder compás de pronto
la
quien mas llama
atención
la
miran con
le
en todo
el
la
á voltear en rápido
la ol.liga
instantáneo movimiento y
ora golpea con
,
cabezas de los chicos que
las
el es
arroja en alto y
la
sin
boca abierta. Pof
cerco de guitarras y
acatarrados flautines.
Pero volved
vista
la
desvencijado tricornio ciado y
escuálida
la
,
mas acá y y
el
levita
veréis ese que precede
manteo terque dá paso
la
cuadrilla
con
el
'
ala camisa por los codos: esees elmoscon, ó
como dicen
postulante
el
cual dirijo estudiados
otros:
oid
y picarescos requie-
bros á las damas, que pueblan los balcones
y á
que asoman
las viejas
la
que les
le
echan y volviéndose á los músicos con precipitación: —¡pronto,
Dios
le
canción de
señorita de lo verde
á la
mucho
dé las
que valen
(jue
á
un
dar),
peseta.
Y tú,
tu doncella vas á pasar por esa calle
y
se
las
la plata
dice
compañeros! (y
por
jeta
ventanas. Recoje con desenfado
pegue
á tu lado
para hacerte
vayas muerta de vergüenza.
No
te
señorita del albornoz, que seguida de
huye
reir
,
huye
,
antes que te atisve
con sus diabólicas ocurrencias
el ,
moscón
aunque
que abras tu ridículo y le alargues pedirá de limosna una mirada, hincará
servirá
una moneda, porque á continuación te la rodilla en tierra tenderá el manteo para que pases por encima y besará picardía! donde tu pusiste el diminuto pié. ,
¡ó
Decían los antiguos que no había juglar sin trovador y también el Estudiante déla tuna reúne ambas cualidades, y se ejercita en improvisar sin perjuicio de su inmenso repuesto de canciones de circunstancias sembradas de alusivos latinajos.
sus bases.
Su sociedad es como otra cuahjuiera y al entablarla estipulan y forman Cuando el moscones hábil, (que los hay de una prontitud mugeril)
puede contar con sus cualidades.
la
A
cuarta parte del producto y á este tenor los restantes según (;si entre bobos anda el juego!) no
veces para evitar fraudes
hay postulante el
fijo, sino que antes de salir á la calle se subasta la ganancia y que mas puja hace de moscón y se guarda el producto. Entre los Estudiantes de la tuna , los hay unos por necesidad y otros pop
vagancia: aquellos solo tunan cuando no hay curso, para estos siempre son vacaciones. Antiguamente los Estudiantes ricos solían tener la
humorada de correr
llUii do.
;.'slas
conocer en
caravana», los
y el
tuno actual apinNccIíandu esta
pueblos ipor supuesto con
mucha
tradiciuii vuele darse a
reserva! conio
hijo
de un
marqués ú quien su padre queiia de buenas á primeras liacer regente de audiencia, siendo asi que el tiene vocación de médico. A la> viejas se les cae baba y
las
mozas
lloran de ternura al ver á todo
y entre tanto nuestro barón de Illescm saca
Co/icluirémos, pues, confesando, que constituye una de las épocas mas felices de
modm
un futuro marqués
la tripa la
la
la
la
tan estropeado
de mal año.
vida estudiantina, vida, y
si
na
si
bien se mira,
fuera por atender al
vivendi, era cosa de echarse á Estudiante, de profesión. La edad juvenil, la
compañía de Estudiantes vivarachos y de buen humor, Iranqueza,
queda
el
solo
la
nombre de Estudiante contribuyen
independencia y á prestar
á
este
un colorido, que á no verlo parecería ideal. Bajo este concepto no tiene duda (jue deben agradecer mucho al gobierno su buena suerte los Estudiantes antpdihirianos, á cuya clase -tiene el hoiior de pertenecer S. A. S. S. Q. S. M. K. li()o
VICENTE DE LA FUENTE.
F.NTKE6A XXIX.
29
—
.
LA
MUGi:i\
L MIJiMH).
1)1
— Eslas. I.as
pues, son desta
parles y calidad
iiifi;!
.
Arfhivo de todo achaque Y albergue de lodo mal. Las que priváis en el mund" Con el pecado mortal Si no perdéis coyuntura Las vuestras se perderán. ,
'
?!
poeta
llorón
principiaría
siguientes ¡mlabras
—
•
rrnistia
articulo
este
con
las
ú otras i-quivalentes.
Poíno niua:er
marchita y
Un
,
QUEVE»
'Av....!
!!
y
sin color
y
severo
l'urihundo ascético,
tlor
delicada.
ajada.
y
bilioso, tal vez
anunciarla su discurso con este virulento desahogo, Mlsoila y corrupción
,
lodo se vende ya en
la tierra
va no hav virtudes en ro
yo
que
de ascético
á estas horas ,
etrato, con las palabras
buena.
no
se lo
pláceme descorrer
que todo
In nomint' PoZ/'/s
,
que soy el
f1
la
impura
;
raza huiuana
porque nada tengo de sentimental
velo de lo que
iiel
el f'llii,
,
torpe hermosura;
mundana
fragilidad, fragilidad
mi
editor quiere
cristiano debe decir
Sjnrltus
!?iancli.
al
Amen.
que
ni
sea
principiar una obr.i
—
LA MUGER
MUNDO.
r)p:i.
2;^«
al husíiuejar el iioilil Nociisario es saiitiguaise y ponerse bien con LHos nada mas que el perfil de la Muger del mundo como la viclima que marcha hacia ,
,
la
hoguera
silla
escelentisima
moral la
,
vista
y á
que por primera vez
el ;
un
sacrificio
de
las gentes,
como
,
el
que asciende
tiempos que «orren
los
,
á la
un martirio
os
que ofrece un cuadro pecaminoso ante unos parecerá pequeño, á otros proporcionado,
de reputación para
cuadro que
embarca
se
porque realmente en
á
el
muchos monstruoso.
Y |as
como
,
dirán los pseudos
¿qué
moralistas
costumbres de esta época?
meticulosos y rígidos censores de
los
,
Dignos de
ver
serán
los
aspavientos,
las
y las siniestras miradas que arrojarán sobre este vergonzante cuando libre y en alas del repartidor de esta obra famosísima se les
horripilaciones articulejo
,
,
entre por las puertas
aparentan disfrutar en ¡
fondo
el
en medio de
á sorprenderlos
y vuele
riel
virtuosa calma que
la
\La Muger del mundo
hogar doméstico.
qué horror! ¡qué inmoralidad! ¡qué aberración!, ¡qué anarquía
se escribe y circula entre multitud de seres inocentes
ignorancia sobre
él
,
de
—
?
¿no basta que
exista el vicio
contamniar
se ha de
benéfica institución del jurado
mentira Fel ipe
;
—
y ;
el
Oh
la
no'
feliz
atención
descripción
la
imprenta? Y esa llamada
la
hay compromisos
,
tenqjora
el !
¡
Gobierno es
Oh
,
aqui que
no peco..?
primer criminal
el
¿os rebelareis también
condenareis sin mirar estos pobres sirvan de sabroso pasto
al
,
alma un
como menos
las
Cortes
,
y Luis
flores del jardín
pensamiento
pero verídicos renglones cuando en
aguzado diente de
Si el
y
delica<lísimas
contra la libertad del
después procuréis leerlos á hurtadillas?
(
,
mores! !!!!!...
V vosotras purísimas doncellas, candidas, terreno,
la
sociedad se disloca y bambolearla Constitución es una bella
Gobierno ,
vírgenes con
esos fiscales de
mas
la
!
¿esto
¿por qué no pone un dique á este torrente de
,
papeluchos inmorales, aquí que
Pero, está visto:
oido de las
casto
el
¿Qué hacen
rf.!... af.!
que yacen en
que se ha de llamar
sino
,
Y
!!!....
tal
?
¿nie
la tertulia
algún caníbal literario, aunque
vez,
tal
vez....
porque
cristal tuviera
cierto Dios queria
traiciones hubiera
i
,
Pues cada cual temería
que su infamia Esto
lo dijo el
se supiera.
doctor Juan Pérez de Monfalvan
muy
oportunamente en
la
comedia
'<Cumplir con su obligación^) y aunque no os parezca muy oportunamente citado, habéis de sabor ti(>rnísimas palomas quo la hipocresía desde los tiempos mas
remotos tiene establecida su morada en todos ti
menos
fuerza ejerce su poderío
lugar conveniente
el
espuesta,
he aquí
desdeñará
fijar
sus
consabido la
razón
,
y como
al
los
corazones,
Supremo Autor no
en todos con mas le
plugo colocar en
quebradiza y muy porque alguna de vosotras delante de las gentes cristal
bollos ojo< oii
In
,
acaso por ser materia
Miuit-r del
mnndn
.
aunq\io vavu lyegg á
LA MUGER DEL MUNDO
240 en
l)uscarla
fondo de alguna papelera
el
burlando
,
timorato papá
la vigilancia del
o del tutor espantadizo. Pero anticipadamente os advierto que sin peligro podei.s
palabras de
verdad
cuanto amarga historia déla Muger profana
la triste
en verdad os digo que
,
deben ofendeise con
curiosidad: vuestros castisimos oidos no
saiisl'acer esta
que sean
las
á
totla
las
porque en
prueba candorosas
,
puras e
nomo
entenderán, y las (jue me entiendan será porque teórica ó prácticamente conocerán las vicisitudes del muiiflo picaro, y para estas nada
inmaculadas
habrá aquí nuevo, nada que las escandalice y que no hayan escuchado alguna otra vez. Esto supuesto, allá vá la representante de un tipo universal, .... y
que
entiéndase que
cumplidamente afiliados
sustituirla
í 1
la
Muger
del
Mundo
es
,
reluce, y es en
en
la
la
indefinido de suscrilores: es se saca
cual sin su cada cual
,
los
,
colmena-
la
como no
es oro
enemigos
del alma.
Tan admirable
especie.
lodo lo ()uc
Nada hav
mas
ni,
claro y
ni obeja sin su pareja.
Y
ser, ó ente
que viene
atender
par;i
como vulgarmente ¿á
pasmosa es
tan
,
hi
no hay |ue/a independiente de
(jue
que carezca de otro
ser
ni
así
orbes tan completamente aislado que pueda
los
gran nuujuina del universo
no hay ente
,
digna consorte de uno de
fecundidad y multiplicación
pueda
dijéramos, una obra (jue se publica pur
si
que
lo
como único en su
combinación de :
fin la
inmensa estension de
considerarse
otra
como
,
protesta de variarla tan luego coniu
la
pero que asuste menos.
un número
que no es todo miel
la
gremio que reúne mayor número de
al
,
estampo aqui con
con otra que diga mas
entregas y se reparte entre
abeja de
paso otra que determine y califique mas
al
tipos
los
robusto tronco del que suelen ser vastagos una buena porción de los
al
,
de
tipo
al
femeninos,
tipos
valerme de esta frase no trato de aplicarla en toda su portentosa
al
sino porque no saliendo
latitud;
se dice,
á su
no hay
aqiii, diréis bellísimas
lectoras, toda esta contemplación filosófico-metafísica envuelta
en una lluvia de
refranes? Ooohl.... viene á preparar, á disponer vuestros ánimos para que sin
podáis recibir una gran nuev;i
violencia
importancia
mas profundo
entre el
:
viene á revelaros un
secreto que en el trascurso de los tiemj)os ha
;
misterio
pero ahora que todo se analiza
,
averigua, ahora que lodo se sabe
,
porque
,
— Pero
—¿El
¿y
el
es
mundo
que
el
peligroso tipo que
m
boticario, qué
sino
Casado,
os presento
que
se yo.
Y
la
el
secreto que desde ahora será el secreto
tiene su cada cual
;
sí;
hijas
de
ese
,
cpie el
como cada
mundo
tiene su pareja
muger
del secretario
que
,
hijo de vecino, y casado con
porque sino, ¿(pié quiere decir tal
la
Mvger
del alcalde cual
el
del
v del
esa dilatada progenie de Sirenas que los antiguos llamaban
meretiees, y las modernas cortesanas, y algo ,
al
himiana investigación
incógnita: ya están resueltos todos los problemas.
la
mundo
está casado!!!
Mundot Lo
la
tenéis razón; basta de preámbulos y circunloquios: allá va:
secreto?
,
inquiere v
secreto?
el
pasmaos, estremeceos, santiguaos á voces
,
no hay duda, hemos llegado
complemento del saber, ya no hay arcanos que resistan á
ya fácilmente se despeja
secreto de alta
estado escondido
matrimonio
rebozado
,
de
mas ¿que son ese
terrífico
sino hijas del
consorcio
mundo,
celebrado
m
LA MUGER DEL MüNDU. lii(luílal)lpmente entre las tinieblas
délos tiempos primilivoís?
Y no hay que
sospechar
por eston'i? tan singular enlace ha producido ünicamente hembras, porque ahí esta el
moderno continente, robusto y muy cumplido mancebo, cuyo nond^re de es
pila
iinnidn
/ií(C(V)
herencia del
mundo
,
de mayorazgos. Quede
uno
B:d)ii()nia
pican
,
presentará á su tiempo, para recojer toda
pues
.
.
establecido que el
y desaparecen
levantan ampolla
evidencia
buena ó mala catadura,
la
cuaUpiiera podrá
que
la
añosliacen subir
rjljies
creación hasta nuestros dias
,
ellos los
tiene casi tanta
edades de este
las siete
icra
la
porque entre
Mundo
Murjer del
y sacjuemos á relucir
.
de
que por antonomasia
la
mas
los
y sin embargo
edad como su marido.
A
lamosos cronolojistas
desde
aliados, del
y con reclamar
agua de Venus ó de
nueva y vuelve á
intervención,
la
silir á
campaña erguida
'nterrumpida carrera de triunfos. Za
la
persigue
;
el
apoyo de Pelaez
fascinadora
,
del
J/íí(/e>"
mucho que
pero por
este
el
se
la
brillante/
tiempo no suele
inmensos recursos, poderosos
tipo tiene
el artístico
tiempo encadenado á su carro victorioso como
que
abierta con
innumerables fidanjes de cosméticos,
las
la
que haya podido
^in
tiempo destructor marcar una arruga en su semblante, ni deslucir
de su hermosura. Verdad es que en esta lucha
quedar siempre bien parada; pero nuestro
,
.)89(»
oh portento maravilloso! he aqu'
;
,
hay sagrados, me inclinan
una muger que cuenta sus años de existencia por millaies el
zumban,
,
pongamos en
,
Mucfer fuerte.
llattiar la
Autores respetabilísimos, á creer
mundo está casado que es menudo vemos circular por
maridos sabandijas que por do quiera se introducen
,
la
:
tantos maridos traviesos y coquetones que á
di'
esta
se
lA ("M\\
viejo, ó para presenciar las particiones sesun la última ley
para
,
Mundo
<•
ó de
Rotondo, conio
se (¡ueda
mtinuar su no
generalmente lleva
,
enemigo mas
rebiílde y
al
contumaz
afane por derrocar su imperio,
Muger del Mundo os como el trigo pero «pie porcada grano que se siembra brotan ciento, es como el fabuloso Fénix u:i fénix Proteo que al reproducirse como aquel toma todas las formas de este operándose en ella tres distintas pero capitales metamorfosis. Ya resuelta, orguUosa, jamás podrá estirparla de
la tierra
,
])orque
la
,
deslumbradora conduce su carroza por is
1
matizadas alfombras de
las altas regiones
los palacios y aspira el
y huella con su planta
perfumado ambiente de
la
ya con modesto atavio, sin carroza y sin orgullo se desliza y hora brevemente por las calles entre las sombras del último crepúsculo llores
la
lisonja:
,
precisamente en que
el
honrado murciélogo
sale
á
caza de alguno que
otro
mosquito y demás insectos infelices, y ya por últmio, abandonada sin casa n' hogar, sin Rey ni Roque, sin pudor y sin zapatos recorre alegremente las plazas antes y después de los crepúsculos, y tiene
vez en cuando bajo
el
la
humorada de
ir
á
y abandonada, siempre es igual, tanto vale una como otra, como de una misma palabra; porque
coqueta, que
muda
veleidoso marido. acepcione.s
siempre es
la
Muger
del
a
i)ail;>i
considerarla también uile
l;i
pública
las
acepciones
mundo, enredadora'
á cada paso el traje y antifaz para sostener las
Fuerza será
y sacarla
pernoctar de
alero hospitalario de algún cuartel. Pero orgullosa, modesta
ilusiones de'
bajo estas tres distintas
espectacion
,
>a
conio prirneift
m
LA MUGEK DEL MLNbO.
ha'darina abtiohila
fondo
el
en
,
como de medio
yii
,
carácter, y ya coluo urotescu
aunque en
,
esencia de las consideraciones coieográíico-inundanas'tüdas tres
la
sean bailarinas á perfeta vicenda.
No nos detendremos en en
prolundizar las causas que obligaron
pubescencia á aceptar uno de
la
que representa
,
porque
seria el
los
cuento de nunca acabar
nuestra heroina
á
primeros papeles de
nos lanzáramos en
si
ese laberinto de novelas que tiene estudiadas y dispuestas para referirlas
al
que
quiera escuchar, en las que vulgarmente suelen figurar como protagonistas y
las
origen de toda Una vida de escándalos, un D. Juan Tenorio, ó
y
farsa
brillante
la
lo
,
brazos del
mundo no
y Religión
,
y
es otro
que
la falta
de sólidos principios de buena moral
sobra de una ambición desmedida por los gozes terrenos
la
lujo y las riquezas, sin
que jamás recuerde
áó á mi? Dotada
¿yi/é se «íe
el
viejo opulento
una madre desnaturalizada y especuladora. Generalmente, y diga que quiera el verdadero y principal motor que la arroja en los
libertino ó
nuestro tipo
«on
un
,
,
el
\qué diránl sino para olvidarlo
el
de hermosura,
buen
talle
natural despejo
,
y diestramente gobernada por alguna (/o/)a Rodrignez , S\hi\a. úa las sibilas, nada mas fácil que ver en las aras de la gentil deidad profusamente apiladas las ofrendas sirviéndoles de base del
magnate,
sueño sin
que
al
fortuna del banquero
la colosal
la
que puedan
hondos gemidos de
los
la
olvidada virtud
carcajada de las gentes, desvanecer tan dulcísimo letargo
no
el
,
simbólico bastón
espada del Conquistador, los cetros y las coronas. ¡Delicioso muger del mundo se abandona confiada en sus efímeros encantos
la
es otra cosa ante sus
ojos
que
una fantasma
,
ni
estentórea
la
porque
1
ilusoria
virtud
la
un ente
ideal
y acomodaticio creado por los hombres, que vale tanto como cualquiera otra invención
humana
y
,
de
la befa
sociedad
la
,
un rumor leve que se pierde en el espacio el encumbrado solio donde la adoración de
sin eco ni potencia para trepar hasta
unos cuantos
idólatras la colocaron. Ella vé á la sociedad bajo sus plantas
como un hormiguero famélico que
bulle en derredor de
:
la
vé
un grano de avena, y de
vez en cuando se entretiene en arrojarle semillas que suelen bajar convertidas
en togas, gobiernos, canonicatos la
Muger
del
Mundo en
tan elevada región
como
diputaciones
intrigas
y de aquí
,
y en
no hay imperio mas robusto
suya. La debilidad del hombre
la
en sus
,
,
espléndida
suele llegar al
,
ni
Cuando
episcopales.
sillas
sus floridos años tiende el vuelo
logra remontarse á
y
dominación tan cumplida
hace fuerte en sus venganzas, temible
la
derrochadora con
complemento de
la
los
que
la
ofrecen
incienso
,
ambición terrena apoderándose de
los bienes temporales, siendo arbitra
de los altos y supremos desfinos de toda
una monarquía. Pero también
tenebroso invierno de
llega el
anunciarse las heladas brisas del otoño
imperio desaparece
Entonces
la
muger
,
el
del
ídolo se
mundo
,
el astro rutilante
derrumba con si
fué
estrépito del
la
vida
se apaga
,
,
y
solo con
el
robusto
encumbrado
pedestal.
algo positiva mientras duró su brillante
con su numeroso ejército de reserva, y para acallar escrúpulos funda un hospital ó capellanías , ó cosa que lo valga ; pero si de su
apogeo
,
se retira á vejelar
pasada glnna conserva vínicamente recuerdos y nada mas que recuerdos
se
2V3
La mugek del mundo. hace ¿levóla y hermana de
la
y renuncia generosamente
á toda
carida'l y de la
inntimorables ovejas descarriadas y arrepcníidas. Preciso es confesar (jiie nueslrd t¡|)ü considerado en
o>t:i
el
España, nos
lo
no
la
pueden
moral.
pasa,
de las
mas lucida
su
metamorfosis no es esenciahnenle espiiñol. Otras naciones, donde civilización, pero
se
redil
camándula, y abjura y
de pompas y entra en
clase
la
cultura,
la
hecho mas progresos que en nuestra rezagada en gracia del mayor número de ejemplares que
h;in
disputai'
ofrecen sus respectivas historias; y por mi parle no hay inconvenienteen cedérselo, lo(hi entero, porque en nada se amengua el honor del pabellón nacional, ni vale ha
pena de armar camorra por
importancia. Algunas puntas
posesión in solidum de un objeto de tan pobrísima
la
mas
que hemos anunciado
tiene de españolismo la
como de medio carácter, aun([ue bueno será tener presente que la Muger del Mundo no es un tipo local sino un tipo patrimonio in partibus de todos los paises, ,
dejando salva alguna que otra leve particularidad ó rasgo caracleristico del suelo
en que tiene establecido su laboratorio.
Veamos ahora
á la
Muger
del
Mundo aparecer nuevamente
sobre
el
retablo.
Considera pió lector á mi cliente en esta su segunda metamorfosis asomada con cierto desdeñoso descuido á la reja de ese cuarto bajo ó maliciosamente escondida ,
detras de la entreabierta persiana de aquel cuarto principal. Esa tos seca que de
cuando en cuando
llega á nuestros oidos
alguna irritación bronquial, no; es
tambor cuando
el
de
la
le
daá entender... llamada y
no seas blanco de sus ávidas miradas
tropa.
y esclama en un Muger en medio
,
abominable senda del pecado! ¡Cuántas victimas sacrificadas por
una huérfana
,
en
hambre!
las aras del
bien educada
,
tal
vez desvalida en
sospecharlo
el
ponzoñoso aliento de
hermoso camino de
peñasco desprendido de
fondo
del
abismo.
desmoralizarse hasta
la
peligrosa
la la
con efecto, esa
la
imperiosa
le
un
al
esta
era
mas
separarse imprudente, sin
desliz se arrojó
en otro, como
cumbre de una roca que no cesa de rodar
la
vez
infeliz será tal
edad délas pasiones aspiró sin
seducción, y
virtud, de
Sin embargo, el
Y
que perdió su único apoyo cuando
necesario:
cautela del
e'
Ponte
fdantrópico arrebato. ¡Cuan digna de compasión es esa
ley de la necesidad
el
no vayas á creer que es producida por
,
canto déla sirena, es el redoble que ejecuta
bastón del ayudante
detras de mí para que
momento de
el
no suele
desgraciada
hasta
prostituirse
el
ni
punto de hacer gala públicamente del sambenito. Siempre
no es de modestia y pudoroso recogimiento en su modo de vivir que, ya natural ya con afectación ó cuidadosamente estudiado, dá mayor realce, hay un
si
es
,
mas
fuerza de claro oscuro á sus hechizos.
y recibir visitas para
:
Generalmente pasa
da audiencia á todas horas
mayor desgracia
figura
como
y también
pensionista en
el
,
no es siempre
la
Muger
del
tiempo en hacer particulares
(pie obliga á la
celibato á truetiue de no perderla! Verdad es que
un tanto cuanto atrasadas
el
pide
si
primeras nóminas del
las
monte-pio de oficinas. ¡Fatal y hasta inmoral pensión abrazar
las
si
Mtindo
las la
infeliz á
pagas andan
que suele estar
comprendida en esta calamidad, ponpie á veces cobra adelantado por los fondos secretos de
tal
ó cual secretaria. í'na audiencia particular
la
consigue una muger
.
KA MCciKK
•iV'i
circuiislaucias
ciertas
r.le
no
y
se
encopetados porteros que jamas cierran
Ábrese
mampara
la
financiera de
descórrese
,
de
la vista
el
MrSÍK).
l)K(.
diiiblo
(juo el
de
encantado velo que
el
los
de.
pretendientes.
oculta
profanos, y la tímida suplicante
los
e^
iiislinlu
esta clase de
paso á
á la
deidad
se adelanta y
con
ensayada humildad y candorosa turbación pronuncia estas palabras.
— Sentiré molestar
interrumpir
— Eh?... qué es eso?
(
Aparto S.E. estirando
deliciosa cara de pascu;is ó de voto de confianza)
— Señor —Tome Vd. nú
,
á
asiento
mi lado
—Cuánta
,
las
¡
!
deje Vd., yo mismo....
mas cerca
señorita; aquí
y poniendo una
cejas
linda vasalla
perfectamente.
amabilidad
— Ooooh!.... usted
!
es
muy
digna
y bien
— Soy Serafina Cortés y Miranda — Ah!... ¿la recomendada por mi amigo
,
;,á
qué debo
el
comendador de
el
placer de......
con efecto, es
usted un serafín
— Y V. E. tan indulgente —Oh!., no pero
deje Vd.
hermosura caducan todos
—Me tengo por muy (S.
a
un lado
feliz si
logro parecer á
E. con gesto asaz significativo
flecharlo con
el
tratamienlo; ante
el
poiler de
la
los poderes.
una dulcísimí mirada
— Su estremada galantería me
le
V
dá á entender que es
así: ella
después de
continv'ia.)
hace
olvidar
objeto
el
que hasta aquí me ha
conducido
— Tiene Vd. razón, yo también me —El pago de mensualidades atrasadas de hija inia....
las
olvidaba.... con la
que Vd.
solicita.,
pensión que disfruto.... carezco
de otro elemento para atenderá mi subsistencia, y
— Vd.
es huérfana
,
no
— señor. —Y no Vd. —Nada, estoy en —Y permanece Vd. en
es así?
Si
familia.... ó parientes
tiene
sola
—No
el
eh?
estado honesto
señor.
—Cómo^ —Quiero —No
la tierra.
decir que aun estoy soltera.
entiendo
— Pues
ahí verá
jVd. se contradice!
Vd.
— Yaaaaül (Momento de pausa en — «No puede Vd. entrar; —Muy me quedo con
el (pie se
afuera.
Ijien,
(Wden ¿quién un
se la atenderá li¡)
oye
ia
voz del portero mayor que dice desde
S. E. está uiuv ocupado.)»
habitación de Vd.,
se
yo haré que se estieuda inmediatamente
—
las
señas
de
la
de hacer jusliein rilando piden con
títnta
gracia?
pasará
porque
—ts que
vo
—Sí
comprendo hermosa
,
si
;
((uiei-o
DEL MUNDO.
A MI GliR
í.
2'm
'
gracia porque pido con justicia....; niña.... (y aqui S.
pretensión y
posibles'
de buen éxito en
deslizo,
no quiero ser pacífico habitaníe de
la
las
cual á su manera esta audiencia parlicnlar
,
dá todas las seguridades
nada señores Fiscales; no me Peña^ ch San P(-/ro termine cada
nada
)
¥.. le
,
:
pues por mi parte
la
concluyó en esa
como todos saben no es mas que una conjíincion copulaHva. protegida por Esta clase, sección ó parte del tipo que describo, no está tan
última -y- que
la
veleidosa fortuna
estacionarse en
como
la
que mas arriba queda
mezzo término de
el
Generalmente
perfilada.
ascendente de
la escala
la
suel<^
ambición terrena-
mm
allá al que nunca llega; y si anticipadamente un de sus ojos se oscurece, ó asoma alguna cana importuna y precoz, entonce^ ahorros una se relira triste y paso á paso de la escena pública y establece con los del bello sexo juventud donde la señoritas de pensión una casa de huespedes ó
siempre' hay para la infeliz el brillo
,
recibe
una esmerada educación.
Me
resta bosquejará la
Muger
del
Mundo en su tercero y mas temible disfraz. al mundo, á su carísimo cónyuje con una
Descarada, picante, tremenda acomete resolución (jue pasma, y en una
blondi, y de
lira
y sin una
se la vé aparecer
misma noche
con mantdla de
y sin otra, con vestido de seda, y de
musehna y
de percal según las evijencias de la situación; porque no fallan almas caritativas, situación, trajes de crisis, alquilados por horas
trajes de capital próximo á realizarse. y por un moderado tanto por ciento sobre mi nombre de los autores de el Esta pobre muger suele ignorar completamente puede, como ella dice, así cuidados su existencia; pero tanto mejor menos ni bailoteo donde no se romería divertirse sin estorbos. No hay fiesta nacional,
que proporcionan
,
,
,
menos cuando
presente,
la baja
olza colocándose
á
consigue cuando ve cruzar
al
jugar
al
de fondos se
deshora
nmndo
lado
ni \
ló
le
impide; peio entonces se va
a
vez
lo
una esquina.... y
d<í,
dice:
—
'a
.i-
Dios hermosñ.»
tal
\
los
a
;i
el torosa pié; pero vuelve en calesa bien acompañada y cantando alegremente manchego café algún de delante jjor ay, ay, av.... ó la manóla, y al pasar
suele int(M'rumpir su canto i)ara remojar
la larinje
con un medio chico de
lo
caro.
Prado, y ¡naranjas y También á veces se busca la Pardo del y otras frioleras; pero limones! ¡calentitas !... ¿cuántas?— almendrilas de nuestro tipo, ya índole la de cuaiiilo de<*ciende á este mecanismo deje ñera vida vendiendo
pertenece
a
la
en
el
una raza bastarda que no es de mi incumbencia analizar.
En cuanto que
flores
á la
ocupa)
Muger airada su habitación ,
favorita (al
es.ki cárcel; su alcoba, el hospital
;
menos por
lo
su salón de descanso,
mucho la
casa
nacional déla Galera.
Ahora
bicMi
á añadirle la tintas,
benditísimos lectores, este bosquejo se acabó: no estoy dispuesto
mas leve pincelada; pero yo seque dirán algunos que he usado de
inuv calientes, y otros dirán que son
aquellos
hacer? ¡o
,
,
(|ue
aun
se pudiera decir mas....
— No ocuparse
hubiera hecho
\oá
frias; estos, (¡ue
he dicho demasiado:
y acaso lodos tendrán
—
razón.
Y ¿que
Es verdad,
así de asuntos tan peligrosos y resbaladizos. pei'iona di> una á no hab(>rme rompromelido la amistad
'^^
LA MUGER DEL MUNDO.
iiuien nada
buena
puedo negar. Solamente me falta sincerarme con aquellos que de creen que todo lo que se escribe es porque se sabe prácticamente ó
le
aconsejado por
la esperiencia.
un nuevo Heródes, yo dicho es
si ahora se levantara primer inocente que sacrificara. Cuanto dejo :
traslado de lo que un amigo me contó, amigo anciano ya; pero hombre de mundo y muy profundo conocedor sin segundo de la mundo.
íiel
veterano,
Muyer
Este caso es una escepciun
seria tal vez el
del
70MAS ROPRtGUEZ RUBr.
iw^
EL ALGUACIL.
KüNTO
vuelta
lias fíalo la
—Pues
Felipe.
,
no croa Vd. mi amo que ya he
entrejíiHlo (I
escrito.
— El
diablo sois
para
audiencia
reducida
ninguna de ignorante
^g^fe^^p" -"
—Pues
si
señor,
que como, dice
el
conseguir
cortesano
la
por
mil
todo
un
vueltas
una
resultado
palabras de su parte y ministro, y vosotros con vuestro
pocas
á
del
arrojo
Da
rústicos.
los
todo
,
lo
en
allanáis
especialmente que nunca has estado en la
breve
corte
tú
:
me dejas
maravillado.
como soy dicho:
del
campo
,
me zampo. Toma
allá
«el que está en
la
a/eña muele
,
,
y sino dormios,
que no
el
que va
y viene.»
— Pero vamos, ¿como te
has compuesto?
— Como no hay sino hacer intención colarme en
la
taberna á probar
el
;
y
así fué
vino de por acá
:
,
que
la
primera que tuve fué
y cate su merced que conforme
ama y dice: « [)or ahí vá el ministro.» Tu que tal oíste; hago una seña que si puede oír una palabra él se llegó y zas le
estaba bebiendo, salta el salgo yo
y
le
entregué mis papeles que para eso los llevaba.
:
,
,
EL ALGUACIL.
2V8
— ¿En —
la
hombre
taberna?;...
tá
,
ta
,
yo
dije
,
simpleza de mi aldeano luiesped
oir la
al
pues no
:
te
ese debe ser alguno de los innumerables ex-ministros
remontas a mala época
que por ganar popularidad no babrá esquivado
¿Te há hablado de elecciones? ¿Que es perder tiempo en
—
tragos á mi salud,
dijeron qu^ minislrü era^
te
noventa y uno.
Si sesñor; el ministro
— Tá
Pero ¿no
tu debras.
bagatelas?
en lugar tan descortés.
el oirte
que há hecho ha sido echar sendo-
lo
y porque salga bien mi asunto, riendo mucho de mis chistes
y buen humor.
—Hombre,
te has embriagado y sus señas, ¿no has averiguado
eso es ya demasiado: ó yo estoy loco, ó tu
no sabes dar razón de
Pero su nombre
tu persona.
,
algo ?
—Yo
como
le
llaman ni creo que eso iiaga
conoceré entre todo
el
mundo
no
tnerced que
sé
no estoy
l>ebido. Iba
guantes mas blancos que
nieve
la
:
mucho
Sus señas
se juntara.
si
al
caso
,
porque
le
diré porque vea su
<íi
que no hay mas que ver: gran plumage: sombrero de
leja
;
niedin de seda
y zapato;
su alzacuello de blonda Confieso que no pude menos de soltar una estrepitosa carcajada que interrumpió
su descripción
,
al oirle
fjue habia sufrido
pintar
el
trage de un Alguacil. Entonces conocí
mi buen riM^omendado
y también que
,
casualidad por un equivoco, concluyéndole
me acordé de que
Pero
la
documetitos, algunos interesantes; y esti
poniuo eslimo
á Felipe
tanto grado
en
entretuvo
idea
que habia recorrido;
le
como merecen sus
patenticé su engaño y
mejor que pude, diciéndole que pues sabia
En
efecto, apenas amaneció
dirigimos
al
mi imaginación:
á
hice
le
conocer todos
propio tiempo
al
lo
cosa era encontrarle
fácil
cuando poniendo en práctica nuestto plan nos
ayuntamiento: mas fué
habiéndonos acercado
pero tampoco dimos con correr las plazas
,
lo
malo que
el
paraje en donHe estaba
ella.
No nos queda
acudir á las fiestas
,
número
la
era fingido,
y
así
Procuré
á tantos.
mezquita de su devoción,
otro recurso
rondar
lodos los Alguaciles; pues buena tarea
me
el
preguntar supimos que no llegaban
á
indagar de mi compañero
Dios,
burla.
perdía aquellos
oscelentes cualidades.
consolé
número
si
la
siguiente.
al día
yá
el
le
chasco
una entretenida
consecuencias
Cuando ya sosegado pude espresar mis pensamientos, los
le
malicia en
ollauíí^ podía traerle graves
el
habla comenzado
las calles,
,
le
dije
hemos emj)rendido.
contestó Felipe, y conversando para entretener
entonces
,
que
perseguir á un Alguacil
la
A
la
mano
de
ociosidad del camino,
nos dirigimos en busca de nuestro objeto.
—Por fortuna (pie
,
le dije
,
el
no
trabajo te parecerá divertido. Si
es
que
el
nublado
-ímenaza descargue y nos ponga como no deseamos. No hav cuidado por ahora. Pero pregunto ¿donde iremos á buscar Alguaciles? ,
—
— Buena
dificultad te ocurre
cuando no hay cosa mas
ele
sobra en todos lados.
Los Alguaciles, amigo Felipe, están como Dios en todas partes y son tan conocidos
como
la
ruda.
Lo« verás on
'as
plaziielas
ocupados en ordenar v alinear
los
2i9
EL ALGUACIL.
jvcluce á la perspectiva. mas ó menos lodo de oro; sombrero de numerados verde, Allí están con su leviía de cuello y tahalí de charol que ceñir en de sable picos; borlas y botones dorados y su tenientes de rey, ({ue por de plaza ó mas bien los tomarios tú por mayores
genejüs sueltos; poique en
corte
la
^^t'
,
,
,
dependientes de justicia ¡¿ubernativu.
una circunstancia que
enseñan
la
hi(>u
los
que vivimos aquí, hay
mala traza que se dan
la
par.»
en dar á todo cierto barniz militar que
y estos son unos de los militares inq)rovisados que mas la piel. Es ademas chistoso el ver á todo aquel
:
oreja por (Icbajo de
aparato arrastiamlo un viene lo
descubre, y es
a la legua los
Se ha tomadu empeño
llevar el unifortiit'.
no siempre sionla
embargo, para
¿iin
mismo que
baiTÜ de escabeclie, ó amontonando naranjas que les
á Isabel la Católica el
dormir
sereno
al
y á los reyes godos
,
presidir los bailes de Oriente.
Los encontrarás en las calles y paseos, recufjieiido menesterosos, cazando mozas, tomando la filiación baratos, corriendo
en
fin
á la
son como
á
chicos
espantando
,
á viejas
y oliendu á beodos; limpiando
porque has de saber que
costumbres y faroleros de teatros mirando á los cómicos
barrenderos de
Los tropezaras en
los
mozos, rastreando
los
á
sociedad de toda su escoria é inmundicia:
los
persiguiendo á los
vicios,
las
moral.
la
sin
ver
la
romedia.
colgados siáuqjre de los ojo? del alcalde que preside: gruñendo <'uaiulo aplauden
y palmoleando cuando silban: calculando la llegada del momento en (¡ue la autoridad les envía de apieiiiio para que el actor cumpla con su deber. Durmiendo
en
la
al
representación v desj)erlando en los entreactos para ver
si
hay
([uien jue^a
mondadientes, y acudir luego diciéndole que apague el cigarro: mirando telón cuando se levanta para advertir al descuidado (pie se ipiilo el sombrero;
con
el
cuidando de conserv.ir
— ¿Cómo es eso
—Tienes razón La cazuela es un
el
,
le dije
local
—Señas
sonriendo
Felipe,
su asiento ó á donde
s(>
cazuela
no tenia présenle con (juien hablaba.
(jue
,
el
teatro, aplastado, lobiego y estrecho
donde
mugeres.
las
infierno.
cabales del
la
interrumpió Felipe.
que hay en
solo se permite entrar á
—Esos, amigo
orden en
de cazuela?
¿Y
que van con
los
han de volver hasta
les par.-zca
atrás la
ellas?
desde
;
y marchará
puerta,
la
conchisioii
(pie
a>íi
está
dispuesto
por razones de decoro.
— Santa
María
me
valga',
maridos de sus mugeres
esclamó Felipe; ¿con
algún daño, y se las entregan
(pu>
padres de sus hijas
los
y a
allí
solas á
por
l'iierza
como
un Alguacil? pues
si si
desvían á los
en esto hubiera dice
el
refrán
que
hombre es fiu-go y la muger estopa y llega el diablo y sopla ¿cómo ha de ir bueno arrimando á la estopa unos hombres qu(^ />/í'»'/('/i por oficio? Ahora sí digo el
que
los Alguaciles están
—No
fué esa
de sobra,
mi intención
,
y ipic l'Miia
Felipe;
y
te
A'il.
iinulia razón
en
ello.
advicilo (pie no has de <er nialicio^o
en interpretar mis frases.
También designar
el
los hallarás
en
el
Repeso;
nombre escesivameiite mitológico para
paraje donde se administra justicia. ]]u
a(piel lugar es
donde están
EL ALGUACIL.
oO
acomodar
Kilos son los encargados de
mas en su centro. advertir á
han de entrar en
los (jue
audiencia
la
y
que han de seguir
aguardando aunque hayan llegado primero: de acechar desde se
desmanda: de obligar
conducción de
temor de
liacer las citaciones, exigir las
carroza de
el eje
en
traje,
porque
la
sin
y
dúdales parece
á todas sus palabras
sin alzar del papel la vista.
se ajustan
al
solo se distinguen por
y
;
bien
el
sombrero
el
la
son
cambian
importancia
.
bajo
á
común
uso
muy
no ha de cuadrar
(jue
lín, ellos
alli
y acciones. Escuchan con desden y responden Emplazamiento verás que por la dirección de sus
renglones se ha de leer de alto
números
morosos; en
pilón de su romana. Pero
el
de tres picos entre los atributos de Astrea
que dan
los
la
convenga: de
fuerzas según
multas y acarrear á
justicia,
la
quien
armada cuando no hay
fuerza
la
confiándola á sus jiropias
ó bien
fuga,
puerta
la.
cinuplimienlo de las providencias; de autorizar
al
presos, pidiendo auxilio á
los
que esperan,
los
á
los
á
como
porque
,
cbinos: solo en
los caracteres
números han de
los
los
ser enlendidos
por todos.
Pues no hav función de ceremonia en otra cosa alguna
,
tanto ([ue
podria simbolizarse
si
muy cómodamente
ayuntamiento en cuerpo^
no des con
(jue
ellos le
en mi Alguacil de
,
con la taciturna oscuridad délos atavies del ginete gracias á aquellos arneses
de
enjutos bridones
la piel
huesos que asoman comtemplando
alebraría de
V es cosa de
costillas:
,
sale
el
,
y contrastan admirablemente y con la tiKca espresion de
pues muchonias que
que sobre
lo
el
llevan.
sí
la
carne y
atrevimiento
f]t>
Mucho me
y pensativos como quien medita
para haber de sufrir aquella carga de apremios sobre lag
risa
ver
((lue tanto
pueden
conviene
para llevar fuera de
.
,
;
á verlos, cabizbajos
que llegaras
cuales serán sus culpas
Cuando
Iraje.
contribuyen á disimular
aunque ciertos
los
antes cpu"
bordados de oro mate á fuer de
,
sucio, que demuestran en su antigüedad su nobleza
Y
iles
semejante deidad,
á
preceden de capa: montados siempre en sendos
rocines con ilustres jaezes de terciopelo carmesí
sus facciones.
Alguat
los
una estatua
se tratara de erigir
como alguna vez
los aguijones
Encima van en arrogante engomada v su herreruelo
de la
salir al
olvidado trote
pescuezo mas que
el
ley toda la parte de cuerpo posible de 'salvar.
postiira
flotante
hacen
les
alargando
la justicia)
;
caballeros del junco
los
peto entre chupa y jubón
,
;
con su valona
calzones estrechos
media de seda zapato de oreja, y el todo coronado la charretera del antiguo chambergo y del cleiical: de manera participa que sombrero por un bastante completa de trajes, y una enciclopedia es una de gala vestido que su de hebilla en
.
perfecta crónica de las
nuestros días.
Yo no
sé
,
modas desde
el
buen
alcaide
sin
oposición
qué manía reina
actos mas solemnes ó que mas debieran
adorno
,
y aquellos estraños batidores para
serlo
abrir
Si es por dar prestigio á la
medio
á
ceremonia, en
medio, porque mas escitan
graves se presentan
,
el
di»
llevar delante
hasta
en
aquella especie de grifos
,
camino
deórden compuesto, y verdaderos anacronismos en
llern;uido Alarcon
,
modelos arquitectónicos
las cnslumlires
contemporáneas.
verdad que se ha errado
ingenio que
sallando sin poderlo remediar
la al
los
por
la
cuenta
de
admiración ; y cuanto mas movimiento de sus trotones'
EL ALGUACIL, tanto
mayor
observa
se
circunstantes. Si es para obligar dificultad
;
de blandones
comedimiento tampoco se ha herido en
al
Pero entre todas
funciones
las
y mejor revola
,
Apenas
á recoger
convidados repentinos de
los
,
de toros es
la
órdenes para comenzar
chocan en
los tablones
cuando
,
manojo
al
y realce da
brillo
la
á
la
barrera
numerosa concurrencia, v
la
sonido marcial de clarines
el
y
timbales,
principal que viene á dar sus
Una descarga de
lid.
la
de
responde sin detención
que mayor
la
pomposa llegada de alguna persona
i.íiuncia la
como
su varita,
importancia de su misión.
la
reten
el
la
vetustos haces, á
los
iglesia.
vé colocada en torno del circo
se
de-'jejada la plaza por
fisonomías de los
las
porque mal infunden temor aquellos despojos de
donde parece que han acudido cada cual
á la clase
251 en
regocijo
bullicioso
cierto
silbidos,
voces y palos que
matizada de imprecaciones y denuestos,
,
señal belicosa
y crece
;
estruendo
el
,
la
gritería
y
confusión á medida que los instrumentos guerreros redoblan sus toques, saludando todos acordes
venida del anunciado. La turba de dependientes se pone en
la
acción; las engalanadas ínulas agitan sus campanillas y banderolas; algazara atruenan
pausadamente de iiumenta
el
vibración
:
sitio
,
el tumulto y que desplegan sus alegres capas ^ mudando
lidiadores
los
¡i
conmuévense
rechinan sus quicios
el
espacio, con viólenla y repetida
esfuerzo las puertas que han de ser arco triunfal^
al
ábreiise por fin
,
todo cambia de forma, todo
preparan;
y se cruzan y
ruido que se estiende en oleadas por
entonces montado en un brioso corcel
\
;
ricamente aderezado con j)enaclios y bordaduras, ondeando en magestuoso compás sus crines, batiendo
el
y salpicando espuma, corta
suelo
rienda Santiago matando moros.... es decir
Escaso es
el
ámbito que mira
plumaje tremola en medio de
,
pequeños
,
un
Alguacil.
los
hombres,
media
viento á
el
débil
el
clamoreo; su
y aclamaciones que en todas partes resuenan triunfante y vencedor. Su diestra empuña una llave por trofeo, adornada con un gracioso losoton ([ue forman rizadas y vistosas cintas compitiendo dicterios
los
,
en gallardía por
diversa
la
en actitud de recogerla. emplazarse el
galope
la suelta
tada
pero
Avanza
el :
marcha allí
,
roluisto
rasgando
sale
olfateando
id
lii
ia<li-o
Algualcil hasla
,
hombre
mitad del
li
del pueblo
y levanta su sombrero circo,
v
sin
tuerce inslantáneamciili> su carrera, v avivando
le dirijo á re[)asai' el ;irco
un
l'ii
se acerca á salteados pasos
con desden
^in darle tiempo, suelta
de sus colores,
brillantez
respetuosamente descubierto,
de entrada. Kl chulo también se apresura
y gallardo
arena de un
hasta
toro
s(>
.
en
desigual
misino de
sitio
el
Alguacil
(|uc
para
\
la
medita
,
y
y precipi-
transmisión;
cambiar de
rumbo.
Vamos esplica su
d(\s|)a(io
merced
en esa gerigonza
,
interrumpió
menos
,
van
,
á
le
,
al
— Asi es cierto
,
poríjue á fe
decir verdad
a
mia
cpie
si
el
Alguacil sale
muy
v
lo
cuanto mas se
lo
cpie
\o
majo, y dá una llave para
toro. ,
,
todos hablan por aqui
dar conmigo en alguna casa de locos. Todo
saco en resumidas cuentas esijue abrir la puerta
Feli[)e
entiendo; y
ha? comprendiíto perfi>ctamente.
^:l
í^5i|
alguacil.
— Acabáramos de unavez:pues entoncesbieii podían ahorrarse lanías palabrotas y decir
que hace
llizonie
reír
del caracol sacando los cuernos á
el oficio
ocurrencia del vdlano
la
y observar
,
tMilretenidos en la conversación llegábamos yá á la plazuela
No
bien nos internamos algún
gentes que se amontonaban
nos acercamos también
pues
el
la
le
primer termuio; mas
la
la
togada
como
,
él
no
No
,
que
lo
asi
no sospechase
estrañe por
sei'
amolda
la
se
á
d
personas según
que quien
es sencillo
,
histórico y
Kl histrión se acerco
tres
ordiiiaria de las
v"
;
por su traje de ceremonia
contoselo
se
le daljan la
peso; sobre esto en-
el
sin tpie apareciese abriéndose
,
comprendió.
u'ie
conmn de
á la
Aquel llevaba uniforme
monumento
estaba en
falla
hubiera yo rehusado,
lo
calle
tienes» dije á media vuz á Felipe que se había colocado en
de un género ambiguo y ó á
tpie
un suceso, ligeramente
un hombre de que
turba. Quejábase
cercenada y que la dispula pero pocas razones se cruzaron
un Alguacil. «Ahi
el
aunque en vano
;
muy
de sardinas
tieuij)o
donde nos dirigíamos.
cuando vimos un grupo de
,
curioso Felipe para quien cada incidente era
entremetía por medio de libra
ella
propio
derredor de un puesto ambulante de pescado. Luego
al
ver que fuese
á
en
tanto
plaza.
la
al
t•!a^e
i:iilílar
([ué
traje
confundió con
le
casia
tal
la
\
isle.
mini>lro
el
un punto de analogía entre
si(iuiera
soldado moderno.
l'I
con desembarazo, y pregunto el iikiIín o de ;Hpiel ruido: el peso como falso jtor tenei' dos onzas de
agraviado y denuncio
el
menos uno de
los platillos
clavos que se hallaba en
merced
,
a
plancha ó remiendo zurcido con gruesos
la
antíquisimo conlrario
su
una multitud de
Uq)aii:!o
,
agujeros que del fondo hacían un cedazo. El pescadero buscaba disculpas diciendo
que había j)rocurado igualarle; pero Felipe con aquel desenfado tan natural en los paletos
justas;
sí
la
cort(')
,
los tiene
ados onzas.... dos duros
conversación y dijo:
Vd. á mano, ya está compuesto
hacía donde yo estaba se salió de entre
mirando: algunos reían de
la
concurrencia. Todos se
agudeza, otros
la
se la
glosaban
Alguacil atravesaba con sus miradas los ojos del vendedor
marchó confuso. En qué pararía
ello,
no
lo
que en frutas
iin
piélago forman
a(|uel
;
la
una
tenia
las cordilleras
con la
los
|)endencia
,
viéronse atajadas por
liguraba.
puesto que no
le
lo (pie
el
del ciego
mismo
Por dónde ni cuándo
vimos pasar
que ocupábamos. Lo cierto de por
muger
ni había otro ello
estrecho
tres
formidables
que
altercaban
sutil
llegó
mas antes de deducir
corchete que en
no
camino que
la linea;
¿para quién se afeita?»
dichos de pascuas y otras lindezas de su tenor:
consecuencia
el
de banastas cargadas de huevos,
su desmandada banasta cuatro dedos fuera de
v para acreditarlo hubo aquello de «la
el
plazuela.
pero nos faltaba atravesar todavía
y otros géneros diversos. El paso cslaba cerrado por como sí dijéramos las tres fauces del Cancervero la
;
quedaron
le
entretanto
,
verduleras,
sobre que
pesan
y el querelloso se sé; porque dando yo alguna prisa á
mí compañero nos marchamos con intención de abandonar Cerca estábamos de su
las
asunto;» y volviéndose
el
lo allí
la
anterior
pudimos comprender; dirigiese sino el canal
es, que estaba delante de nosotros
tienen de duendes y nigromantes, de espirituales
y
,
sin
volátileslos
duda que
á
AUU AClL.'
EL
-i^^
y que sin necésidaíl ile api'laial laclo cuiiiu l-I aiiostol Huedamoá bien asegurados de ser el propio cuerpo, eu su propio uuUbruie* Pero su presencia no dio aquella vez tan saludables resultados; las inugeres
tal o.iiüiiiou perteiieeeii;
lejos al
de a({uielarse redoblaban sus gritos y alharacas, dirigiéndolos alternativanienfe
común. Achacábanle que daba
esbirro, y haciendo con él causa
una de
ellas,
porque era su compadre: que siempre
la visitaba
razón á
la
de traje completo
para infundir miedo con
marido,
la gola: que si llevaba el junco y por acaso estaba el con toda propiedad que habia en el aposento toros u daban voces tomando parte en la contienda y diciéndole si quería
podía
cañas. Otras
decirse
le
igualar la banasta confiscando los géneros que sobresalían con aplicación
Propios. Tal del cuello
hubo, que
que
alguaciles
;
hizo de él
le clasifica,
previa degradación. Felipe
sin
mugeres y ministriles, entre bobos anda Por último, tanto gritando
le
acosaron y
mas viendo
el
,
se
había mozas, llevados de su afición repartir entre ellas reveses
Loque mas admirado
para
decirme;
algunos acudieron
la
ayuda
un
á
fuerza'
la
al
alguacil, cosa
socorro; tan fuera
volvían tranquilamente celebrándola ocurrencia. Hasta
que por fortuna asomaron dos militares;
á
atención
juego.»
la justicia;»
engaño manifiesto por ser
délo que gritaba
llamó mí
el
aturdieron, que tuvo que apelar i
le
propio tiempo «favor á
al
á los
un huevo, y quebrándole sobre el número un ser anómalo en el orden natural de los
disparó con
le
,
y
los
cuales viendo que en
la
sin cuidai-de quien los llamase,
y puñadas que en
dejó á mi protejido, fué
apaciguaron
lireve
la
pendencia
empezaroa confusión.
incomprensible facilidad con
la
que todo aquel alboroto y baraúnda vino á ¡larar en la mas apacible concordia se entraron á confirmar en la taberna. Bien hubiera (juerído seguirles, mas ,
que no
lo permití yo; sino
Cuando
al
y el Alguacil ataba las
que ajirovechando
paso miramos
,
los soldados
las cuatro
la
y
coyuntura
lo liice
las harpías se
doblar
el
promontorio.
requebraban mutuamente
puntas de su pañuelo para llevar con mas comodidad
prendas de aquel tratado.
Proseguíamos nuestro rumbo preguntando yo ministro
,
y asegurándome
nos hizo volver
la
cabeza
él el
que ni aun
le
á Felipe
sí
había rí'conocido
habia mirado con
tal
al
objeto, cuando
ruido de algunas personas que corrían en nuestra
propia dirv'ccion. Apenas nos quedó tiempo de hacerlo,
sin que un muchacho de hasta catorce años, descalzo y enseñando su curtida piel entre los destrozados remiendos de su vestido, viniera á guarecerse entre las piernas de mí compañero
apretándole con fuerza ambas rodillas para impedirle
trabado quedó
el
aldeano
sin.
el
movimiento. Pasmado v
acción para preguntar que era aquello, mientras
con fiereza un matachín que le seguía llevando empuñada v abierta una navaja de mas que medianas dimensiones. No sé si el miedo, la acción del se acercaba
truhán, ó mejor las dos causas á una
,
dieron con mi buen rústico de rodillas en en aquella postura suplicante empezó á contestar á los insultos que el y desalmado perseguidor le dirigía, suponiéndole cómplice en el robo de un conejo qtte á su presencia habia tomado el rateríllo. ,
tierra,
Asi estaban en vistoso aunque violento grupo, ruando por
el
lado
op«ie<<t«>
EL ALGUACIL.
254
doblando una esquina y dirigiéndose taberna y del pescado, ó por
salió
me alarmó
esta tercera aparición
aquello de Quevedo, eso
todo
á
alguacil de la
ej
pues aunque no creo en fantasmas, recordé
;
«no soy hombre
sino alguacil,» teniéndolo por seguro: y
verme perseguido por entes de naturaleza
d-i
hacia nosotros,
correr
menos su sombra. Confieso que
lo
distinta
y enigmática, no podía
menos de alterar mi serenidad.
— Alto todos
á la justicia; dijo colocándose entre ol agresor y el acometido. E]
muy
trujamán cerró
despaciosunavaja,yla guardó
pero dejando ala vista
como acostumbran
toda
la
bolsillo
",n ol
después délo cual contestó pausadamente.
—Déjese de
altos ni bajos,
de su bombacho;
contera, y parle de las '-.ifril
señor ministro; aqui
lo
cac^i,a¿;;
..í-'i,,'
i
que hay es que todos nos
conocemos y cada uno busca lo suyo. Mi hacienda nada debe á nadie, con que asi que me la vuelvan y desocupo el puesto.
— Tiene V.
mucha razón,
rostro de quien
—Aqui
hombre de bien
este
señalando con
En
dedo
el
que
el
alguacil, mirando
mas
navaja que
á la
al
á
debajo de
habia retirado
esconden
la
la lleva
la
capa; contestó
perdonavidas
el
Felipe.
muchacho
efecto el
prontitud
dijo
hablaba: y ¿dónde está?
le
la
las tortugas al
cabeza de entre sus piernas, con contacto
de
la
un cuerpo estraño,
detrás de su antemural. y permanecía oculto y casi aplastado A ver, amigo; fviera la capa: mandó el alguacil eon tono arrogante. V obedeciendo Felipe ofreció al círculo de espectadores aquel grotesco dibujo que
—
,
una
fué celebrado con
risa general.
su chaqueta é intimarle
la
Pero hacerlo,
orden de prisión
,
asirle el esbirro del cuello
fué obra de
de
un momento. El aturdido
aldeano juraba á Dios y en su ánima que nada sabia de todo aquello: pero protestas inútiles, el alguacil le impelía hacia «1 lado de la cárcel, mientras el jayán arrastraba de una oreja
Viendo yo
el
al
muchacho por
carácter que iban
me
repugnancia que
costaba
el
mismo camino.
el
presentando
tomar
asamblea. liícelo en efecto, y saliendo
;il
paso les
dije:
la
aquella escojida
«señores;
se viole así la seguridad individual: nadie
no permite que
hube de vencer
las cosas,
palabra delante de
la
la
Constitución
puede ser encarcelado
y aqui no aparece el cuerpo del delito.» ¿Con que eso es decirme que miento? acudió el matón apoyando el pulgar derecho sobre el adorno que se miraba rebosar en su bolsillo: pues sepa su mercé, señor caballero que basta media palabra mia para hacer verdadera á la misma
sin motivo suficiente,
—
,
mentira; y ya lo saben todos. Este lenguaje tan antiparlamentario
me
desconcertó sobre manera: creí mas
proposición que defenderla contra argumentos tan groseros, y cauto retirar giro á la idea respondí entre anjostazado y corrido: otro asi dando la
—Qué
,
hombre; yo no digo
puede devolver
Eso va
,
tal
cosa: sino que pareciendo
la
pieza, mal se
y será mejor pagarla.
ver, y yo también
tiene otro
euatro pesetas por
ella
,
ya no pierdo
me pongo
en
la
ra/on
:
en dándome
55S
EL ALGUACIL. El
;iL'>uicil
1VL-I;i'nnr
aprobación
hacia senas de
le
su auxilio,
loque pedia
di
le
,
y
y conociendo yo que era inútil no sin gran contento por
;
retiró
se
nuestra parle.
— En cuanto
Vd., dije
a
esbirro
al
quisiera también que se persuadiese de
,
sinceridad de este buen hombre; yo respondo de
—Y
á
Vd. me preguntó, ¿quien
— Aquí llevo un documento me
guiño. Sin duda
eiilondió pues
mudando de tono dijo: visto si el muchacho se
le
abrazó contra su
afirma.
el
—Es verdad:
conoce?
le
que garantiza mi persona; respondí haciéndole un
— Ademas, estos señores habrán voluntad Tcomo
la
él.
así
ha pasado; contestaron algunos de ambos sexos. Miserable
condición de las personas que se inclinan siempre hacia donde ven inclinado poderoso.' Retiráronse todos, y nosotros también
Repugnancia.
Allí le
pesar de
á la taberna, á
al
mi
mostré cierto retrato (y no de mi familia) que acabó con sus se desquitó soberanamente de la agonía pasada. i-!n este
escrúpulos; y Felipe
intermedio
calma dio lugar en míala reflexión, y por entretener
la
pregunté qué se había hecho del conejo, pues
el
hastio
muchacho protestaba haberle
el
sollado en la carrera.
— Oyendo — Cómo ¿aquí — Guando yo — Somos
está la conversación
respondió
;
el alguacil.
se encuentra ? acudió Felipe regocijado. salí
felices
,
por
la
esquina
esclamó
el
,
repuso
rústico
el ministril,
ya quedaba en depósito-
porque ó yo no
;
sé
donde tengo mi man"
derecha, ó habiéndole pagado ha de ser nuestro y nos vendrá para cenar como de molde.
— Eso
nó, replicó
ocupamos
se
,
insensatos,
No me
el
empiezan
alguacil
con énfasis
las
cosas desde que nosotros las de mostrencos
,
vacantes ab
y se aplican á ciertos objetos piadosos. pareció mal
el
quid pro quo
despoilimos para continuar siguiera su suerte.
y
;
la prisa
sin
i-si
nuestra pesquisa
entrar en
dejando
,
al
Poco anduvimos sin que una recia
guarocarnos como otros muchos en un
mirando
:
como bienes
á considerar
con
(pie la
portal
.
mas debates, nos
pobre muchacho qua lluvia
nos obligase
á
donde permanecimos buen rato
gente se retiraba dejando
la
calle desierta.
Nuestros
compañeros también fueron desfilando poco á poco, cansailos de aguardar, y ya no veíamos alma viviente. Felipe, dije yo'cntnncos, esto no lleva camino de cesar y aquí no estamos bien
;
para no perder
el
tiempo podrías llegarte en dos saltos
viva por estos contornos algún y preguntar si saben (|ue Alguacil: indagaríamos con despacio qui(Mi fuese el que se llevó tus papeles , y
á esa tienda del frente,
entretanto podría ser que escampara.
No
le
disgustó
el
pensamiento y embozándose
arroyo y se colocó delante de la puerta, empezando su alabado sea Dios. Mas apenag acostumbrado preámbulo de avemaria pur¡¡,ima bien en su capa atravesó
el
;
hubo concluido atraido por
firmeza de
el
la
la
piadosa salutación, cuando con
magnetismo, solapa.
salió
de
lo
interior
la
certera velocidad del hierro
un corchete, y
le
agarró con
^^
RL ALGUACII..
Amedrentado Pelipe con por
lance que acababa de sufrir, y engañado
el
ta ..bien
identidad del uniforme, imaginó sin duda que era el mismo de la plazuela»' y coniuso de verle salir sin haberle visto entrar, comenzó á santiguarse ligeramente , y á suplicarle uniendo ambas manos que no le persiguiera. la
—A
San Bernardíno
gritaba
,
esbirro
el
venga
desaforado;
Vd.
á
San
Bernardino. El temeroso Felipe apenas tenia aliento para esclamar «pero señor que han de prender á un hombro honrado porque alabe á Dios!...
—¿No sabe Vd. que prohibido pedir? — Y qué pido yo pecador sino que Dios tenga misericordia de está
¿
y no mire
muchos conejos vacantes
á los
— Amigo mió, pedir limosna
Cuando
muy
tenemos
—
nosotros olfateamos de lejos,
bien en los claustros de
habia detenido; y entrándoles en á
mi protegido de
qué, me replicó
ellos sin
reparar
tienda hice segunda vez
la
las alguacilescas garras.
Vd.
ministril, ignora
ol
y
Santa casa. Vd. venia á
la
,
me
de mediador para libertad
— ¿Pues
;
los Alguaciles,
bondad?
y yo tengo que cumplir mi obligación. que el asunto se formalizaba pasé á reunirme con
,
vi
agua que
el
sino á su infinita
dijo resueltamente el Alguacil
esas letanías sentarán
en
el
,
,
responsabilidad que
la
y que por cada uno que presentamos abonan una peseta? Ahora doy en la dificultad contesté yo pero ¿cuánto mejor sería para Vd. ,
,
recibirla aquí
prometo que
mismo,
no
y
;
irse á
poner como una sopa en tan largo paseo? yo
buen grado; y cuando no
á presentarse de su
él irá
si
Vd.
vuelve
le
á hallar pidiendo podrá llevarle por fuerza y será doble la propina.
No pero
sí
diré
si el
peso de mi raciocinio ó mi biien ¡ispéelo persuadieron
aquella ocasión. Felipe caminaba con rapidez para alejarse de
detener en parte alguna sin embargo de que yo se del turbión era irresistible. Por fin
entrar de nuevo en
un
cuando un penetrante
Un
Alguacil
el
,
(
y
,
En
—
por
•
la justicia
El antecedente niego yo
han de ser presos, Convenidos,
le
me
fuerza
smo
obligó á volver despavorido la
la justicia.»
,
;
y
Es indudable así fué
;
la
:
costumbre
turbarme
sin
una casa de juego
No negará Vd.,
le
la
le dije
gradación diremos
:
:
luego
sonriendo, que ha
todo
el
que viene
á
luego nosotros
interrumpió
los
que
casa, respondió, no hay mas que cuarto
ese cuarto principal es
;
)
esta
conque siguiendo
tales casas es preso
,
inspira confianza en ellos
ustedes vienen á una casa de juego.
cursado teología
la
asido de la esclavina de su capa y decía á grandes
verdad
así era
se queria
sombrero y terciopelo de mi gabán,
mi compañero
grito de
pregunté que nos queria. principal
y no
,
voces «presos son ustedes á nombre de ,
.
portal.
le tenia
de vencer los riesgos
allí
ordenaba porque
lo
cuando estuvimos bien distantes logré hacerle
Limpiando estaba con mi pañuelo cabeza.
Alguacil;
al
que nos dejó marchar libremente satisfecho de haber llenado su deber por
que
se
el
Alguacil
;
que no todos
conducen en términos
contesté, no hay daño en
juego: por mi parte, añadí mostrándole
el el
jugar
si
los
de
jugadores
merecerlo.
cada uno sabe hacer su
único duro
que llevaba
,
no vengo
EL ALGUACIL. con ese
lin; y
257
mejor prueba es que no traigo sobre
la
mas
ini
qiie esta pieza;
Enloaces alargó la mano sin duda en señal de amistad y yo misma moneda. Desde aquel punto fuimos creidos, y nos dejó en ;
le
pagué con
la
paz.
—No parece Felipe, dije cuando estuvimos solos, sino que hemos tropezado hoy con algún tuerteen ayunas. —Con un Alguacil en ayunas debió de ser; pues tengo para mi que los como
Alguaciles son
mas
los lobos,
y mas rapaces cuando están en
fieros
avunas.
—Hombre
no es eso
;
estando en ayunas nosotros quise decir, que
tenemos
lo
aquí por mal agüero.
—Sea como parte
me
—Los con
el
quiera
Señor, convendría que nos fuéramos aunque vaya solo y preguntando.
retiro
,
dos iremos, Felipe; que
chocolate
;
pero ya que
llegaremos á preguntar, pues
;
y por mí
hora de comer se acerca, y aun estamos
la
nos hallamos á
me
á casa
inmediación de un juzgado,
la
da pena volvernos tan sin
de nuestra
fruto
pesquisa.
No
era empresa tan fácil el hacer convenir á mi compañero en la idea de metersenuevamenteentre Alguaciles: protestaba que no accedería aunque le valiera conseguir el destilo; me aconsejaba que fuera yo solo y pretendía aguardarme debajo de llave: mas por último logré persuadirle á que me siguiera, ,'
¿subimos pues, y en medio de la confusión que reina á última hora, tratamos de cautivar la atención de un Alguacil para preguntarlejcual podría ser
guardaba
papeles de Felipe.
los
No
era
la
empeño en aquel
cosa de poco
que
el
instante;
preguntaba á los curiales, aquel firmaba notificaciones en blanco, qtiíen órdenes y (luien daba cuenta de su cometido. Un escribano gritaba desaforadamente, «aquí hay un mandamiento de prisión que se ha de ejecutar con el mayor sigilo y prontitud.., Va sabe Vd. que no estoy de turno respondió este
1-ecibia
un
Alguacil
y
,
A
murmurando añadió encargos de mucho riesgo y mas á mano, y yo empecé
este nos dirigimos por tenerle
objeto
que
allí
nos guiaba, mientras
decía á media voz «mañiina
quuMi tocará
pues
el
que
niiií^una utilidad á
informarle de¡
escribano conversando con un
el
mismo despacharemos
litigante
apremio, pero no se
el
á
creí de turno....
Colgado me dejó mi interlocutor con .la palabra en la Ijoca como suele decirse, y acudiendo con presteza á los que ÍKiblaban, repuso; «el que está de semana soy yo; sino que la pasada serví por ,
,
mi compañero, yjustoesque díanos le
lio
son de perder
:»
había dicho. Húbelo de
j).oardíal pero lluego tiene ;ac(íHseja,
si
se repartan los trabajos; por lo
y volviendo en seguida repetir,
Vd. quiere no se
un Alguacil de
y cuando
reirá de
vista hasta
que
la
á
nosotros
llegó
burla
:
á
,
demás 24
(,ue
enterarse esclamó ¡Qué
en dando parle
los suelte:
reales
me preguntó al
juzgado,
y no diga Vd. quien
"se
'ó
caldero;
s¡
porque entre compañeros....
—Hombre
de Dios, acudió Felipe, eso seria echar
la
soga tras
el
y» ime contento con saber quien es para buscarle y
— Vo
lo
buscaré, yo, y
le
encontraré, pierda V. cuidado. Conque fué ayer
258
ÉL ALGUACIL. y dice V. que iba de cer*enionia
¿eh?...
¿no
es esto?... l>íen:
añadió entre dientes; era dia de toros... precisamente es
— Ah
lio
hay remedio
él.
torpe dije yo entonces dándome una gran palmada en la frente; ¿pues cómo no he dado en que ayer habia corrida y allá debia de ir según tu me le pintabas? Tiene razón Felipe, tiene razón; y vamonos ya que mañana con mas 1
,
acierto le buscaremos.
—¿Qué
es marcharse? replicó
descubierto
momento...
precipitadamente
Tuvimos que
al
gabinete do
la
Y
diciendo y haciendo se dirigía
autoricfod.
persef^uirle yatifuizarleporla capa, para lograr
y por último á fuerza de ruegos y otros arfjumenlos tan vivo interés en nuestros males.
Luego que
;u[uielar
me
otra parte halagado
inmediato, empezaba
yo con
á sentir el
la
que
se consiguió
,
fué preciso atender á
suplicaba ique nos marcháramos de
un deber; y por dia
pude
le
me
y asustado
voy en un
es preciso dar parte...
instante entra Y. á declarar.
al
mi responsabiUdad quedarla en
corchete;
el
retención dolosa y forzada
Felipe que tembloroso
La coi>''oscendencia era
allí.
idea de encontrai
hambre mas que
se detuviera
que no tomara
quisiera.
los
papeles
al
Fuímonos pues
y tomamos á paso acelerado el camino de mi habitación. estábamos de ella, cuando un alguacil nos detuvo brviscamente; y encarándose á mi protfjido, recorriendo de hito en hito su figura, prat-iimpió a| sin despedirnos,
No
lejos
cabo de pocos momentos.
— Ustnl
Alcornoque; de apodoel
se llama Felipe
tio
sin haber
dado parte
una plaza de mozode responda Y.
Un
j)oco
al
no tengo duda: usted ha venido
alcalde
oficio
por no hallar trabajo en su pueblo
en cuanto
á
pretender
a
\'anios hombre,.
es cierto.
si
inmutado quedé yo
olvidado la formalidad de avisar
al al
oir
semejante arenga; porque de hecho habia
alcalde del barrio
la
llegada de Felipe: pero
este, hubiera sido necia obstinación querer que' articulase una sola
palabra. Estupefacto y sobrecogido no hacia sino abrir el seml)lanle
,
á
cada pregunta que
mas y mas
los ojos
retirando
le dirigía el ministril.
— Aniíno, buen amigo,
prosiguió este observando nuestro silencio y dando á
un espaldarazo
que amistoso; recobre Y. su serenitlad que ningún
Felipe
daño
'
Fanegas, ¿no es verdad?...
rocíen llegado a esta corte... que vive Y. con este caballero hace tres dias
sí, si,
le
ni:is
quiero.
Reanimóse un poco
— Pero — ¡Que
pero
el
espantado rústico, y pudo romper preguntando:
¿cómo me ha conocido V?
piegunta!... Amiguito los alguaciles somos grandes fisonomistas, y aun tenemos puntos de gitanas en cuanto sonsacamos de lo pasado, y de déjese Yd. ahora de escudriñar los astrólogos porque leemos en lo futuro. Ea ,
secretos del arte, y vengan albricias que
•'—¿Cómo en eso? acudí yo,
—Baste lodo.
lo
¿tal
le
traigo
buenas nuevas.
vez se han encontrado sus papeles?
dicho, y síganme Yds. á casa de otro compañero que
allí
se aclarará
EL ALGUACIL.
259
Hicimoslo como ordenaba, y después que anduvimos largo rato por callejuelas y cruceros, vinimos á dar en una calle desusada casi á la eslremidad de la población, y nos introdujo en una casa de estas que tienen el patio delante de
Subimos
escalera.
la
á
un corredor estrecho de
donde
vecinilad,
hallaban en
so
intermitente y prolongada reunión las inquilinas, cantando y conversando desde Sus respectivas puertas. A nuestro paso, ninguna se levantó ni aun devolvió el el
saludo
pero todas se sonreían maliciosamente diciendo á media voz «ese es.»
,
Al remate traza en al
se
del claustro ó solana
nada
tocó nuestro guía en
,
se diferenciaba de las otras;
una puerta que por su
sin detención
y abierta
dimos
,
vista
cuarto del alguacil. Componíase de una pieza, una alcoba y una cocinilla, ((uo
comunicaban por medio de dos huecos,
su escasa cortina de cotón
guarnecida de
,
no guardaban analojía con de su dueño
mezquino
el
sin lo
mas
mampara, que
vidriara ni
mismo. Sin embargo,
esterior
los
adornos,
revelaban d3sde luego
y
,
menage
que
la
pocos y groseros muebles se reducían; sino por una preciosa colección de historia natural filosofía
que llenaba
:
no
aposento
el
particularmente
su
lo
digo precisamente
y descubría que
,
Aves
afición.
por
el
caza y pescados se víanse pendientes del techo
familias,
ostentaban en informe conjunto por todas parles: los frutos el
de
la vid
pavimento
simetría
,
festoneaban las paredesenormes ristras de ajos,
;
producciones de
las
á
animal y vegetal, dominaban
los reinos
de diversas
,
como denotando
la tierra
armonioso desorden con
el
y cubrían
y todo ello colocado en descuidada
:
([ue
la
sabia Providencia
lo regala.
El alguacil nos saludo con airo afable, y dirijiéndose
— ¿Recuerda Vd. haberme —No por respondió cierto,
mi
el
,
le
pregunto.
aldeano: ni quisiera haber visto Alguaciles en
vida.
— Pues yo soy
el
ministro á quien Vd. entregó su soljcitud.
Felipe se quitó respetuosamente
— Nada hay que eslraüar y ademas viene
el
,
—¿Qué
el
les dije
sombrero el
:
,
y los tres nos ecliamos á reir.
nombre por
si
solo le causa veneración;
pobre tan escarmentado de Vds.l...
Nuevamente sonrieron conductor
oírme
al
y entonces
;
tomando
quiere Vd. que
siendo por
(jue
el
contrario
á criarla. Otros
mundo
les
erudilo
ni
la
pedante su
clase
,
en
las
faltos
que ;
,
y aun
de instrucción,
que sepa hacer tantas
salvación
en su última hora
falta
quilín de raíz
la
hacen torpes y
hasta poner en duda
han de salvar de
los
las
,
pero han
el alguacil
que de ahí
las
el
buenos ó
peligro de
volver
cuando no hav en
c/íf/.s-.
trocado
los
Otros frenos
avanzan ;
ellos
se
por saleado puede tenerse. El acompaña se debió decir la
procesiones por aquello de que tras de
y siempre vá delante de
pero consiste
tronadas;
terreno. Algunos les llaman polilla de la sociedad,
el
nunca
palabra nuestro
diga? nos tienen por de mal agüero,
le
malos según hallan dispuesto
á los reos
la
repuso.
,
en que no nos tratan de corea. Los alguaciles son como
el
Felipe
;í
alguna vez?
visto
indulgencias
,
compañia del ahorcado: la
aunque pnr
cruz viene lo
el
diablo;
mismo nunca
lo
EL ALÍiUAClL.
260 alcanza
bula. Si es en el cumplimiento de su deber
la
,
¿qué
se les
puede
ecliar
chocan con encara? ¿eslán encargados de hacer guardar el orden? pues si no engaños? evitar ¿de tienen: le guardado harto los alborotadores, es porrjue con tropezar engaño mayor el seria porque por eso encarcelan á los buenos; perseguir á los criminales? claro es que si los ¿ de un hombre de bien Alguaciles prenden dejarán de perseguirlos: y sobre todo ¿por que se les llama de recursos los todos que virtud mas de rísta? Pues para aliviar dolencias tienen :
la
medicina; y
vemos que
así
actor ó torero que no se mejora con ventosas,
el
hablamos dolos juicios de paz luego sana con aplicarle un par de Alguaciles. Si acompañado les no sirven allí? y sin embargo al pobre que por falta de ¿cu^inlo elige
como hombr&s
buenos, bien se la justicia
siempre abren paso á quitado
la
peluca, porque á
la
,
le
puede decir que
y siempre ocasión
la
la
lleva ^perdido el juicio. Kilos
llevan á la espalda. Ahora les han
pintan calva: peroles han dejado
la
guante
muy propio y distintivo que les caracteriza; y el pues mai podrian echarle si no le llevaran. Por último, ceremonia también es de de forma mudando de trage á los ellos se semejan á los duendes, porque mudan á Dios porque piden cuentas conciencias las en escarban remordimientos porque ¿Qué mal hay pues en mugeres. las tientan á porque al diablo,
chupa, como signo
:
,
:
,
,
y
el dia del juicio:
)os Alguaciles
,
sino
de no saber aprovecharlos?
el
Embelesado escuchaba yo
las graciosas
razones del Alguacil
,
en términos de
llamó mi atención preguntando olvidar casi nuestro principal objeto; pero Felipe
que
se hablan
—No tiene
hecho sus papeles.
losé, (dijo
interrogado) alargando uno
el
al
propio tiempo; pero aquí
Vd. su nombramiento.
escucho? esclamé., ¿será posible? ¿y cómo ha sido esto? —Muy sencillo. Yo los dejé en la taberna, sin mas intención que devolverlos tocaba salir á una de las criadas ala primer coyuntura. Mas ayer era domingo; los toros con su primo y entrando del ministro y aprovechó la tarde yéndose á La dueña contó la aventura; á tomar cerveza en aquel establecimiento.
—¿Qué
,
ílespues ella
preguntó
el
nombre
del héroe
,
los
y salieron
papeles á relucir
:
dijo
que era
á su amo con recomendación: sin paisana de Felipe , y se encargó de presentarlos (juien por otra parle no faltan duda le cayó en gracia la simpleza de este rústico, á fui llamado por mi superior y méritos que alegar lo cierto es que esta mañana ,
,
de buscarle y dejarla en su poder. participábamos el alborozo de Felipe, cpie también describrir No es posible lo pudo averiguar no mas paisana su de nombre el demás: preguntó
recibí esa órdon con
los
porque
la
,
lo
ignoraban.
En
fin
calmada
la
primer impresión nos despedimos dándoles
una propina; y el mas ladino le dijo al salir. compañero^ Vamos compadre que sea enhorabuena y aprenda Yd. por mis todos lo en que enseñar de acaban le pues sucesivo lo á cobrar ánimo para rondar que tiempo llegará vale «mas de aquello lugar tiene la vida :
,
,
lances de
un año.»
BONIFACIO GOMZZ.
,
ejecutor.
i:l
mis
tMiconlrarse
L,
genérico, apuesto l;i
á
con
lectores
que
lan
epigrafe
este
primero
lo
ocurre
([ue les
(luda de ([uiéu será el protagonista del artículo.
es
Pues
voy á sacarlos de ella mas por ca ridad que por obligación ,
ante
diciénJoles
yo
(|ue ;
las
i;??ii
do mis benévolos
mi oscriíd
No de
los
lu;^ar
método? Paciencia
el
por
encuentren en
porque en
Ejecutor
el
,
es
de,
v conformarse con
aprensiones del autor; que también sufriré yo
crítica
cp.vso;
son
para venir á parar en quien sea este.
trato,
Os disgusta
quienes
todo
necio
,
y
me espongo
empalagoso
y
á ([ue los
,
la
arrojen
que
no
leerle ni utilidad, ni deleite.
mi béroe
el
[te!
Ejecutor, ó
de ser ii\dividuo do ayuntamiento, es
el
regidor del
el
mayor contrario
ayantamientos presentes y pasados, y de cada uno de sus individuos. es el Ejecnlnr de lajaslicia, ó el verdugo; ])ues en vez de bacer
'i''.un[)oco
justicia
,
ejecuta á las justicias;
medios de vida ([uita á
mucbos
¿A qué ipie
á los lo
en lugar de dar muerte
juzgadores; y en
á los reos
vez de dar á cada uno
lo
,
priva de los
quo merece,
debido, y algo mas.
todavía no. aciertan algunos de ([uien bablo? ¡O vosotros cortesanos,
para entender bien una j)alabra castellana tenéis que apelar ala conciencia
la\a déla Academia, de Taboada
,
ó de Peñalvcr,
y
os engolfáis en diccionarios
y Panléxicos, y disputáis sobre sentidos y acepciones! si un ano siquiera bubierais sido concejales del mas despreciable villorrio, sabríais de coro lo que vale la voz /ijccit/or
en su sentido autonomástico
prcHuineiar, no solo temeríais perder
la
la
,
genuino, usual y corriente: y
comprenderíais, sino
fortuna, enqiezando á
f;m«fx.a XXXI.
(pie
al
oírla
sobresaltado vuestro ánimo
enq)aquetar los intereses, cual 1^1
sj
EL EJECUTOR.
262 amenazara
ejército invasor, ó revolución espantosal
yo describa
preciso ([ue aiagislral,
Ejecutor con
al
y
Mas supuesto
y señales,
lo lie
ijue se
hace
de hacer en
l'oiina
con definición, clasificaciones, comparanzas, notas y
conduzca á determinar este español svis
[)elos
penas.
No vayan Vds.
á
tipo, sus cualitlades
lodo cuanto
esenciales
,
sus j^lorias,
decir (pie procedo sin iH'den ni concierlo.
DEFINICIÓN. Ejecutor se llama los
apremios
([ue
mas
allá
persona enviada por
paguen de
las autoridades
de
,
lo
que dicen que deben
al
los capitulares
erario. Esta palanca rentística
que pudo imaginarse Ar([uimedes:
lo
provincias á
las
para que por medio de escitantes poderosos y de
reduzcan á losayunlamientosen montón, yá
irresistibles,
en detalle ,á alcanza
la
mando
pueblos de su
este
liominal
crisol
ofrece resultados á (jue jamás llegaron los físicos y t[uímicos, pues (jue todo cuanto
absorve, sea
materia que fuere,
la
moneda sonante
convierte en
lo
contante.
\
Podemos figurarnos que el Ejcciifar es el médico (jue la vigilancia estpiisita de cuando los considera plclctricos v la autoridad superior manda á los pueblos ,
torpes en sus funciones, á
fin
un iccetario d(d
facultativo trae prescrito
este
como
antes ([ue los estrangeros Brousais
inventores,
las
([ue
no
en España prulcsn de iMiiicnKMial
clase de ge fes
la
de (pie los cure según las reglas del arte. Pero
\
es
sistema antitlogistico,
Roy nos robasen
le
sangrías, sanguijuelas, purgas, lav;iti\as,
se))ararse: y
de pasar por
gloria
la
he dicho poco,
medicinas predilectas
dado
le el
las asclusivas,
son
cantáridas, vejigatorios, vomitivos y
vomipurgantes. Dícese Ejecutor, porque pone por ohia pasiva de
un
suizo (1); porque precisa
lo cjue se le
pago
al
á
ordena con
va á los alcances de los segundos contribuyentes que retienen
Una
ó no fueron bastante crudos para estrujarlos.
agravarla conciencia
El
bist(jrica.
vulgarizado entre los paganos, no interesados lo
las oficinas
comt.<;¿o/i«(/os
,
por mas
sanción legal y
como depresivo de su
resisten
Ejecutores, sino
la
los
lo
de los primeros,
carácter.
(pie el
;
y
los
no se llaman
Idilios
lugareños Ejecutor
uso lo ba\a
luu-ociática
ó jueces comisionados. Asi los
en sus credenciales; pero
obediencia
aclaración es necesaria ])ara no
nombre Ejecutor tiene*
la
deudores remolones; y por(pie
laiubieii
n¡);'!!i(l;ni
poi- ai liha
,
Ejecutor
por abajo, y Ejecutor siempre. Hacen bien los palurdos en tener este justo desabogo pues ya que les sacan el quilo harto poco es que se gocen en nombrar ,
,
'i
modo que mas les
sus contrarios del
Sucedele
al
odiosos y mal
por sus títulos,
escuece.
Ejecutor lo que á todos los ([ue (>jercon cargos y oficios repugnantes, vistos;
que
üe aqui
se
la
avergüenzan de ser
lo
que son y de que se les llame por za])atero;
de obra prima
sinonimia de maestro
fabricante de Jiarinas por molinero; cazador de librea por lacayo;
[\)
Si
i;anri?l;!'i
'MI
ve/, (ic .sííúo ijiiirri'
inndcriuis
;
\
si
siislilu
]io¡i<t oI lo.'l(->r >.•
¡mplm:!:)
.
snliliido,
tnillo
vi';i;!r;'i
mejor
|i;ir;i
de mólili' lus
tendero de vino
;i
lun'slros otilo-
iikiimIoiics dil di.i.
EL EJECUTOR. por l:iheraero;
protección la
tabla por corta'lur: ministro de justicia por alguacil;
la
Ejecutor de
seguridad por esbirro
ij
mania
llamarse
de
olicial
por pregonero;
voz [láhUca
abusa de
los
que
la
justicia por
verdugo;
'
entre
al aríisía
compañías; pero aguante
acostumbrado está
se albergan en
pujo
me
rey
en
nombre
ageno. Iba á tan malas
á
tablas
las
tan
como de
de sacerdote
,
de
agente
punto llega
iiasta el lo
duelo asociarle
señor cómico, que
el
t;il
mesonero, por no
el
robándolos
,
utilizarse de
á
de juglar como de
bacor
á
su casa
sinónimos, y
los el
A
comisionado por Ejecutor.
mayor propensión
de huespede: que no cabe
comprender
y
,
descontirmar los nombres bautismales, que
fie
tal,
263
traidor.
Üeíinamos de una vez zoológicamente
al ser
de
naturaleza (juo llamamos
la
cuando se presenta
y cuando hacia
Ejecutor.
Es cuerpo; porque choca
nosotros
viene se siente. Pertenece al reino animal; pues medra
á
la vista
,
por intus-
suscepcion y goza de gran facultad locomotriz, ^s mamífero perfecto; porípie lo mismo chupa la cabra ([ue la burra, (|Uo la vaca, que todo lo ([uo da loche. ,
\j\lixni\\nexúe
mas
,
humano; por cuanto perfecciona y adelanta asi desechamos las dudas á(^ los autores
debe pertenecer al género
Al opinar
(pie las instituciones libres.
que han sospechado ver en fundándose en e^tos
el
Ejecutor analogías con
toro
el
como
los
cuadrumanos:
dedos como
iui'iiil)iMiias iMitro los
\
ganso,
el
como
los
cuanto encuentra: 2.*
rumiante'-;, cual lu jieriuade su voraz afición á engullirse
agilidad de [lulgares
mono y
el
,
cuatro buches ó estómagos
1.°
tres caracteres:
que
3." (pío aharcii ina-^
tu\iera
si
los aniibio--.
l>KUCt:UK^'€lA.
El Ejecutor las capitales
,
hombre
nac(>
y
y vuelve coi\tia
se cria
en
los
que
la tierra
pueblos
avaro. I^nplea en beneficio de los habitantes de las
juventud y de
la
la
entereza de su adolescencia
inrancia
cuando
\
los
es desvalido
á los bon(»{icios
y
achaques de hu(_^rfano
;
para
decrepitud.
la
poro en llegando
;
obligándolos á ([ue
le
:
los
pueblos los forman y los elevan
padrastros de El
la |)atria,
/:"/>Ci<ío/'juez
destacamento movilizado
vicario del
ambulante de
las
y
,
tle
,
los
si
á ([ue
allí
sUj
suciedades labi-¡egos
corresponde sostengan su
malos diputados de
los
orto
la
convieitíMi en
se
su oríjen.
autoridad estacionada,
líuanciero.
ejército
por
á vivir
gruñón y
,
lozanía de
la
Auiat«;iiilaiih> el
ipu*
la
viejo
lugareños son
con olvido ó prescindimiento
un
os
á la
,
ciudades
mantengan por fuerza
holganza y sus vicios. Ni mas ni monos hace
nación
los
avecinda después en
so
,
de cuna
le sirvii»
Procede
de
varias
ó
un
causas
como el agua el color y el sabor de motivos y protestos (|uo suelen tener los pueblos porípie escoden de este
ocasionales y eficientes; pero siempre toma las sustancias ([uo toca. los
mandarinos para enviar un apremio
número
las
los á
;
contribuciones, gabelas, tributos, impuestos, derramas, e\acc¡(Uies
y arbiti'ios con (pie los lo
Pasan de ciento
decretado en
las
es])ari()les
eor(e<
i\i^
juegan \lcala
;i
la
liaciiMida
;
v pon[Uc no onibaiizanle
de llcnai-cs, v conti-a
lo
mandado en
la
EL EJECUTOR.
264
Instrucción de 1816, y'eu otras infinitas anteriores y subsiguientes, y á pesar de es costumbre (jue se mantengan los (1) que sufren y pagan, que eran cincuenta mil (los ejecutores) en tiempo de Jacinto Alcázar, y hoy han subido mas (jue las listas electorales. Los que tienen facultad de crear estos emisarios fatídicos son:
clamores de celosos econoniistas
los
innumerables martirizantes de
,
los
las provincias.
1.0
Los intendentes de rentas de
2."
Los fomentadores gefes políticos.
3.°
Las protectoras diputaciones provinciales. del derecho de iniciativa para reclamar
Ademas gozan
la
aplicación do
tales
ventosas. los partidos.
1."
Los administradores de
2."
Los comisionados de amortización.
3."
El arrendador del aguardiente.
4."
Los rectores de
o."
Los jueces de primera instancia por los presos pobres.
Y
de espósitos.
las casas
tantos los que producen
siendo
y reproducen Ejecutores,
solo tienen
precisión de aguantarlos los contribuyentes, y nadie mas.
La jurisdicion privativa de hacienda es una monstruosidad inicua, re(;onocida hace siglos, y por siglos sostenida. Las cortes de 13i8 dispusieron (pie
wl
oficial
Vd.
á
bilateral el
que obiere parle en
la
renta non fuere juzgador de ella;» pero váyaltvv
los hacendistas con acuerdos de cortes y con presu|)uestos.
que
ellos celebran
otro dé las pesetas.
En
con
el
el lilis
ciudadano, se obligan
que siguen con
parle; la otra parte siempre es reo. El exiie
V percibe
demandado no
costas. El
y
principal
el
;
político, de la
económico
tiene
sin sobierno
asi
el
sí
si
no
conlrahí
,
son juez y multa,
falla,
no pagar
si
gobierno
del
cuanto eslima necesario
y el que le atañe por ende, no puede gobernarse (¡ue
,
sin recursos
;
,
:
los estingue el contrd)uyente,
y para alcanzar la razón sobre tenerla de sobra, tener muchas medallas y saberlas gastar.
ladrones
el
y que todos deben dar medios al (pie pais en paz y justicia y entre tanto pululan los
no hav sQciedad posible
manda para que mantenga
ellos
financiero,
soberanía asolda'da, loma por
no suene. Se dice que
,
,
juzga
que hacer otra cosa
Ejecutor, agente del poder
En
dar de palos, porcpie
(hnulor
el
demandante ordena
para hacer efectivos los sueldos de sus principales
por mas que
á
En España hay muchos moscones
de
la
especie del Ejecutor
se necesita
,
pesados,
escritor «lifo ([uc «luso ile lns a|irt'iiiiiis vn el i'iUiíno si|;/() « oriijinluí suma lili (\) iiiipt.siliililado de su si'ivicio esl.uido ello<) los subditos v al real [Kilrinionio Hcrdicion puel.lo mas eaiilidadts por diría» de |' i)ol)rcs.» í>ti'<* ealfuialia (|ue se linhian sacado al ,
:i
LHlores
y
dfsnaelios
,
i|ue lo
ipu' lialiia
ingresado cu
las
urcas,
ÉL EJECUTOR.
26o
incómodos y costosos, y hemos fie señalar la semejanza.
eslrajantes,
que
rasgos
los
los
distinguen y los que constituyen
Al veredero se parece en que am])0s llevan mandamientos de pueblo en pueblo y ambos cuentan caros; pero diíicron en que y
el
y este
se suele contentar
Seméjanse
mas
el
Ejecutor es autoridad delegada,
veredero un pirantón ó propio horro, y en ([ue aquel goza crecido salario
el
a\
plañían en que uno y otro apremian á los presumidos deudores;
Ejecutor no siempre es militar, y niir>n[ras acpiel punza con
este pincha
la
como juez, y en que
De] centinela de vista solo se diferencia en que obra
fuero de guerra) con
,
y
casi la propia variedad presente (salvo
ahiuacil de apremio.
e\
Tiene bastante analogia con e\juez de residencia, porque viene á las justicias,
pidiéndoles cuenta de sus actos; pero
actos económicos que versan sobre guarismos los alcaldes
hayan azotado
un
á
,
el
pesquisidor, á
descubiertos
:
mas de
este
la
á fiscalizar
Ejecutor solo repara en
solo quiere dinero
v mas que
,
cristo.
La misma semejanza y diferencias pueden establecerse entre el
bayoneta
con autos, notificaciones, trabas y re({uerim¡entos.
no está siempre encima del [)aciente el
(1)
con dos pesetas.
el
Ejecutor y
consonancia: este indaga delitos ocultos; aquel reclama
busca reos
,
aquel reales.
Finalmente, guarda analogia, por lo que afecta los intereses pecuniarios, con el
repartidor que receta para
y
cujjrdor
que
él
cure y apli([ue
de Tributos, aun([ue estos piden solo
con
;
el
recaudador
,
cobrador
corriente y sin creces
,
Ejecutor busca hasta los atrasos de Felipe V, con los ribetes de costumbre
,
con frecuencia duplican y triplican
Los aldeanos están
muy
!a
lo
el olor
conocen
si
el
que
verdadera deuda.
duchos en apreciar ú
la
simple vista estas varias castas
de pájaros. Apenas ven acercarse un forastero, por por
y
es Ejecutor ó cosa semejante.
el trage,
Oh!
por
los azotes
la
cabalgadura
hacen aprender
demasiado.
Para
sei*
un Ejecutor de provecho
se
rcquiereií
como indispensables
estos
precedentes.
Tener rostro sereno
I,"
,
color que
no pierda
,
ni se
altere por cosa de este
iiunido.
2.° 3."
Estar apurado de medios de fortuna
Aborrecer
el
trabajo corporal
,
,
ó sea
andar
á tres
menos
cuartillo.
ya por ser hidalgo pelón, ya por haber
Vuelto duro de coyunturas del servicio militar
,
ya
{)or
haber perdido
las riquezas
A (¡UiiMi Iii ncilrririi ll.iiiiir í/í^'/íj.'; al sueldo (Il'¡ Ljcciilor? (• ciilonrüs solo ¡jniia(1) para no morirse di- liomli.e ó si ya di;vc[;aiilian 12 20. 50 y ,"G reales diaiios coir.o .ilion, lui- Una irDiiia cuinplola siijioiicr diclótica la ylotoni-rii. ^:
i)aii
,
,
á66
líL
heredadas
holganza y
iMi ln
EJECUTOK.
despilfarro,
el
ya por
del'eclo
físico
de manquésí,
cojera, giba ó constitución endeble, ya en fin por nalural aversión á cumplir
la
condena de nuestros primeros padres. Ser casado y con muger agraciada. Saber firmar se requiere por lo común, aunque no es absolutamente
4.°
,
5."
preciso.
No hay
ley, real (')rden
Ejecutores;
pero
las
ni
,
reglamento que estas cualidades exija en los
sancionado
lia
consuetudinario, mas observado que
esperiencia
la
,
un código
forman
y
Constitución de 1837.
la
¿Qué valdria un Ejecutor sin pachorra y frescura suficiente, que á las primeras de cambio se avergonzara de los denuestos del apremiado de las injurias de la familia que persigue y de los insultos del pueblo en que mora ? Su deber es ,
,
hacerse
el
sordo, tener cara de baqueta, alma de caballo y corazón de pedernal,
rebuscar, embargar, vender y cobrar. ¿Qué persona acomodada y con medios ))ropios se espondria a sinsabores de
apremiante
le
la
que arrastra
vida
Ejecutor'! Preciso es
el
que
los azares la
estimule á ser codicioso, á ver impasible los males ágenos
por todo á trueque de ganar sin trabajo
á
,
hasta á gozarse en la destrucción que á
¿Quién que tenga horror á
hade acomodarse
al oficio
la
,
á
pasar
mostrarse cruel con los desgraciados
él le
y
necesidad
,
y
fomenta.
ociosidad, que estime ganar su vida honradamente,
de paseante en aldea y de holgazán eterno? y
el
que
^dce de robustez corporal y tenga sanos sus miembros, ¿cómo no ha de preferir ocupaciones decorosas y pacíficas al vilipendiado ejercicio de azote de los pueblos y verdugo de los deudores? Solo un lisiado, que dificilmente halla ocupación que
bien
en
le
los
cuadre, puede arriesgarla pérdida
d(> lo
que conserva sano, metiéndose
enredos de un lugar.
Por último, ¿quién sin el apoyo de una compañera se iria por esos pueblos. abandonando su casa y sus agencias de la capital? y si esa necesaria mitad no tiene
aquel para ganarse
la
benevolencia de los desalmados oficinistas.
<.
(|ue
valdrian los ruegos de un barbón celibatario y pobre?
Véanse pues justificadas por
la
obseivacion y por
el
uso las condiciones mas
precisas del que haya de ser Ejecutor en regla: ios que no las tienen jamás pasarán
de
la
categoría de zurupetos, de Ejecutores de capa
y espada, ó de ciento en
boca.
VENTAJAS* Maldita la que reportan los ejecutados ni la sociedad de este sistema vandálicc»
de recaudación; el
oficio
profesiones; y Si
logra
el
ejecutante las tiene
no es incompatible
tener
ni
aun siendo Ejecutor mero no
mano
ó
piernas con
los
mandamientos para pueblos contiguos; diiMas en
todos
muy
á
grandes.
imprime carácter,
un mismo tiempo,
á
el
En primer
está atenido á
empleados saca
los presenta
pesar de
lugar,
como
Ejecutor reúne otras varias
un
á la
solo despacho.
vez dos ó tres
respectivamente; y cobra sobre duplicidad de
las ley(>s
267
EL EJECUTOR. sueldos y
amalgama
beneficios. Si la
fie
haber del Ejecutor entre
,
cobra
solo lo([ue podía sustentar otras
('I
De
Toma
veinte por ejemplo.
con
se ajusta
V
al
él
segundo
como
repleto
cuüijibiiiiento
el
de
marcha
á su casa ó
hubiera pasado
el
marcados para su comisión,
idcaldo
(h-l
se presenta
,
conviene, con
le
tiempo, y estuviera donde ,
hace
las
vuelve y se vuelve á marchar, y
,
recorriendo casas de parientes y compadres, echando
penden en
los
le
tan
bolso
el
enviaron. Otras
ausencias que quiere sin renta sigue
la
y cuando no
cosa. Entretanto se ocupa en otros negocios de lucro,
tal
deudor,
al
blandura ó dureza del paciente,
la
donde
veces que no puede celebrar contrata alzada decir oste ni moste
profesión.
la
trae dias
por diez ó ([uince salarios, según
dia se si
l'.'.milias
cuando
otra regaba se aprovecha
y goza
cada parte,
diolas enteras en
el
como
racional; pero
mas
diferentes deudores, nada
los
pais todo va á la diabla
en nuestro
se hiciese distribuyendo á prorata
el ojo á los
como
si
se divierte
negocios que
pedir nuevos despachos, cuando los que obtiene
pueblos, para
concluyan.
En por
mas ventajosos para
ocasiones hace contratos
momento. Dícele
el
él,
que lisongean
«Usted no me ha de pagar
sin ambajes:
el
al
deudor
descubierto
en dos meses; durante este periodo adquiero contra sus bienes un crédito de déme Yd. un par de onzas, y me largo, cubriendo
sesenta ó setenta duros;
espediente con
el
conocen bienes no
libra al
tiene,
si
la
nmjer, y poniendo diligencia de que no se le la hacienda pública
deudor.» Este método tan perjudicial para
que dio
sobre
de
la tercería
al
las
posteriores apremios sobre
dos onzas de
ha de pagar
él ó los
nombraron
nías adelante la rebusca hasta los electores que
ir
l'ern
que
al
si
el tal
capitulaii"-
nnuiniadnres y
sus
.1
,
al
si
ha de
ayuntamiento.
Hjenilnr (pie en dos dias alrapi) ()iO reales de pico, le importa
á los
ó no
tiene
compañeros de concejo, ó sobre
un bledo
vecindario entero se los lleve
Satanás. ülvitlabase es el á
la
principal ventaja; pues aunipie no parezca tal en lo económico,
fundamento de
tud
sus correrlas queda
costilla
ayuda en sus necesidades, auiparo. Seguro puede estar
cuando acabe le
la
utilidades materiales del
las
is
la
la el
recomendada
á
Ejecutor.
Guando
sale
persona de categoría, que
la
en sus apuros, y le sirve de escudo v marido de que nada le falta á su consorte, y de que [¡roteje
comisión habrá aquella grangeado otra y otras que incesantemente ,
ocupen fuera de casa.
Y
es sobre
si
agraciada
lista...
sorbe
el
seso á
los
enqjleadüs, tiene vara alta en tesorería y administración, y hasta lleva la pluma al
oficial del
negociado. 4[}tJit:DB«)« ueij
¿Cuál no
las tiene
en esta picara bola en que rodamos?
su familia y en su persona sufre
Empiecen mis ni>
lian
le falte
unció.
el
lectores por hacerse cargo de lo
trabajo. í.os em[)leados de
de merecer por preferirle
á
En
sus intereses, en
Ejecutor quebrantos y embates.
la
que
les cuesta el
intendencia que se
tanlo»^ otros ([ue
lo
asegurar que
proporcionan, algo
con necesidarl v recomendaciones
EL EJECUTOR.
ii6S solicitan.
Pues una de dos, ó
olicia] los
derechos, oque vaya á
cuesta
le
la
al
Ejecidnr esta primacía
con
el partir
f'
parte en el alzamiento de cargas matrimoniales.
En el primer caso gana para que otro lo luzca, en el segundo luce su muger masque él gana; y si de un modo pierde intereses, de otro suele esponer honra y provecho. Ou<! no divida
coqueta
y
,
prosa con
la
Dios mi dinero;
á
crisis ministerial, ó elecciones
protector, ó que en ella haga
el
apeado
([u:Mla
como
,
generales de diputados.
Otra ([uiehra esperimenla cuando por equivocación del por los endíroUos de
que ya
'o
Entonces le
contabilidad
la
se pagó;
no
cual
lo
da con un alcalde de
si
sucedido una
huhiera
si
,
oficial
de
es
muy
raro en nuestras oficinas de ii:icienda.
humos y de
chola
niega
le
,
cumplimiento
el
periódicos.
contribuyentes agobiados!
los
de conversación
comunicado en
Eco
el
las horas
con naturales
De cada uno
es
fumando y leyendo
cartas de pago, para volverá cobrar
resguardo
primoio
(jue
,
contribuciones, y
lo
para
de estos lances se hace
y forasteros, y tal vez se pone un que los tales empleados son unos
un
darán
guardan
reclamarse
se pierden
si
el bolsillo.
con el El hecho
cK-alcaldes los documentos
los
de
ojo
hijos de padres
cabo de dos generaciones suele
ver
á
y metérselo en
que de escarmientos semejantes cuidan tanto
de
y
del Comercio diciendo
holgazanes ignorantes, ó unos bribones que andan
Uempolas
,
camino
¡Friolera es lo ([ue sirven estos trastrueques de los hacendistas
envalentonará platillo
manos y que pasan
tienen entre
([ue
el
Esto á mas de decirle mil pestes de los empleados, que no
((ue tan torcido trajo. lo
mesa, ó
la
ó por malicia refinada va encargado de pedir
envia con cajas destempladas y sin pagarle una blanca á que desande
saben
la
cara
la
qué
un recibo de
y nietos de abuelos, porque
,
se
lo (jue
a'
pagó en tiempo del rey
Marica.
Pero
la
contra
se conspira.
barbas vias
mayor de
No hablen
los insultan
,
y hacen
de hecho es tan
anocheciendo
,
los
Ejecutores está en
lo
que contra sus humanidadeíí
apodan y maldicen en el peligro de que pasen á
os de ([ue los lugareños los el
objeto de escarnio
inminente,
que
el
:
Ejecutor no sale
de
la
la*»
posada
¡Aun andando con
ni pasea ])or los parajes estraviados.
suíí
la
en
mosca
ala oreja y sobre aviso \c suceden lances tan graves, que otro no sufrirla por odo el oro que suma la deuda de España! Por via de bioma le enviielven un dÍ9 entre la paja de
montan
á pelo
las
eras;
en un
huno
otro le
mantean,
[¡icado; ora le
ó le
sacuden
zambullen en el
el
pilón; ya
l*^
polvo detras de una esquina'
ole apedrean por encima de una barda.
Pueséchesc Vd. desalmados, ó
el
á
ponsarque
objeto de
la
la
justicia es
un tanto traviesa
cnmision antq)üpular
del Ejecutor con una diablura. Este punto
,
tio
ó los perseguidos
merece un aparte, y que
algunos casos originales acaecidos en pueblos, que El
,
y (|ue se proponen deshacerse
íio
se
refieran
nos dejarán mentir.
Juan Camándulas era un Ejecutor báquico
,
que
le
gustaba codear
hasta aplanarse. Los vecnios del lugar (jue molestaba, apenas le conocieron su
llaqueza
,
le
convidaron obsequiosos
á
una bodega
un cuero y completamente averiado por
la
,
donde después de verle hecho
parte
superior,
cargaron
ijfi
EL EJECUTOR. parle postrera
y por la licor, hasta (¡ue pusieron on acción
cvile!).-in,i einl)r)l¡c,\
mismo
lo
26Í)
suministraron nmltitud de ayudas def
desordenada todas
las vias ordinarias
y reservadas. No murió de esta lorrihle prueba de capacidad pero luego que pudo enderezarse v conocer su posición, toim') las de Villadiego, sin acordarse de ;
'"ecoser
el
despacho
Don
de
ni
coIumi'
los
s:ilari(^s,
(¡nodo
p'.ieblo
el
y
comisionado en un lugar de
.Tudas Azufaifas,
Mancha
la
entraron dos ó tres, fingiéndose forasteros que venian de viaje
posadero usaron
siguiente estratagema. Llego
la
plañidera uno que pedia limosna por
Uno de
los
de
olicio. Lo"*
se hospedíV
y de acuerdo con
,
anochecer con campanilla
al
que iban á ajusticiar
el
pacato,
era
,
medroso v crédulo, cualidades de perdición para un hombre de su apremiados se prevalieron de estas debilidades. En el mesón donde
el
lihi-e
mucho tiempo.
Ejecutores por
al
dia siguiente^
supuestos caminantes dio algunos cuartos para alivió del alma del que
habian de ahorcar
,
y preguntó
al
demandante
oyéndolo
,
Ejecutor, quien era
el
pobre por quien pedia y que delito le llevaba al cadalso; que el reo era un Ejecutor que con papeles falsos venia
á
el
Disimuló don Judas por
el
á
pronto, mrs apenas vio ocasión
lo
que respondió*
perder
al
favorable
pueblo' saliii
del
y jamás supieron de su paradero. De estos y como estos han sucedido tantos lances que se necesitaria pai'a referirlos una fabrica de papel continuo; y no ([ueremos esponernos á (pie s*^ ligar,
aquella noche
,
,
tenga este articulo por arte de perseguir ejecutores cargo. Baste para concluir
la
y
,
tengamos desgracias
reseña de desgracias las (jue toman erig.^n de
lasi
circunstancias políticas. S'gui^ le
pI
viento que reina es harto
común mover
al
Ejecutor un caramillo ¡pie
envuelva en una causa criminal. Vaya una muestra de
las fechas, y
de
los
pretestos.
Que bebiendo en
1811. el
taberna dijo elogios del rey José y de su hermaiu)
la
emperador.
Que habló contra los jesuítas y la itujuisicíon. Que dio noticias favorables de los feotasi Que alal)i') la Niña Bonita mofándose de B. >í. y sus aliadosi Que gritó viva Carlos V. Que esparce las caricaturas de GniníJiUd y de la Pnsrldtá ('ohlra
181.0.
1821.
182V.
,
183.^. 18'i-3.
primer magistraclo de Por supuesto que
la el
buen comisionado
es
nliiuslei'ial
partidario de ([uien vcnce| y auncjue no ha soñado en
eomo
lo
romo le
meten en chirona
no
lo (pie
al
dijo
,
temí»
una
,
mala vuelta y ansia
descuido entornada
la
atreve á volver mientras dure
¿V
el
de (piien ministra y
disparate que
le
puerta de
la
la
(jue
salir
cárcel, ni este
del
él í*e
(ompromiso. Léjanlc
apresura
n
ni otro de la
huir, y ellos profesión se
fama del hecho.
como la mala yerba, Hay Ejecutores como hay
todavia hay Ejecutores? Sí, pupulan por todas parles el
interés
y
la
codicia
KMREílA \\\II.
acumulan
y sobran testigos ([ue declaren haberle oído decir
hacen puente de planta, seguros de
por(jue
<*1
nación.
en nada reparan.
,
32
27Ó
ÉL EJECUTO^.
comerciaules avaros que se arrojen vivos se sepulten en las asalten
cielo
el
;
Ínterin
que
y gastaráse
que
:
les
mar embravecido; como hay mineros que la tierra; como hay areonautas que
como hay ministros de
y silbadas qne sean. gaste
al
cavidades de
Y
todas las situaciones
habrá Ejecutores mientras
pidan mas que pueden:
mas cada
los
,
por apedreadas
pueblos deban: y deberán
y pedirán mucho mientras mucho se inmoralidad y crecerá en tanto
dia ([ue crezca la
;
gobierno sea injusto: y lo será mientras el pueblo lo consienta y lo' aguantará ínterin los hombres pobres sean tan pobres hombres; es decir por el
:
,
los siglos
de los siglos.
FERMÍN CABALLERO.
LA CANTirVEKA.
—
7-
ACILMEN
iKsociMiortMiiu'l.i piílülim (-aiilinera
sciloriv a
de caiihiiiuquc esc!
<lc ((iincslililrs
(|U0
|)Ui'sl()(')l¡\
tienda
nombre
existe
con esto
en alLTunas poblaciones dentro de lo> cuarteles
Il^rj^^^ r^: =^-'-^
-^
<')al
lado de ellos, asi
víveres, pero es de un uso
V generalizado que <iiaiiel(^s
,
o
li;i\,i
rciiirndo los
visto en los patios de los primeros y
ulos
militares y presidios. La voz Cantinera no se diferencia de la de vivandera ósea proveedora
;W~-í^-i".^k'l''
j)()!'
como en los campa iiii
campos de
batalla,
ella.
mas vulgar
Quien haya pasado
puede luuy bien haber
en un punto imbíerente de
los
segundos, un
y detras del mostrador á una niuger de aspecto varonil, pocas veces hermosa, y con cierto aire de natural desenfado; ataviada
puesto de comestibles y licores
,
con tragas de colores vivos y con pañuelos afelpados de algodón y sedas, en que el amarillo, naranjado y
rcraltan también, entre otros colores relumbrones,
verde
,
formando
flores
,
cuadros, ú otras combinaciones de dibujos simétricos y aun siendo casada, se abroga por costumbre
poco agradables. Esta muger, antigua
aunque
el la
dictado v
la
ejerza tauíbien
ó vivandero
como
la
parte activa ú: su profesión, oscureciendo á su marido :
asi es
que no decimos con tanta frecuencia
Cantinera ó vivandera
las leves militares por el
,
sin
embargo de
el
(ianlinero
estar designados en
género masculino. I'eroes'o no altera en
lo
mas mininio
272 •el
LA CANTINERA.
equilibrio social de la benemérita clase,
Sea ó no militar, esté ó no en
veces dura y
tiriinica
Los mandos de
,
y no impideol que el marido ejerza^ campaña, su correspondiente autoridad, no pocas
sobre su familia.
Cantineras son por regla general tambores, soldados, músicos, cabos, sargentos, en actual servicio ó cumplidos, y chalanes; y se las
liacen ricos en pocos años si sus mugeres sonde conducta y despejo, sin que por su parte hayan tenido mas incumbencias que la de ajustar algunas cuentas, de sumar y restar en lo perteneciente á los ramos de su comercio y la de oir con [•aciencia gran copia de ternos y conjuros mezclados con invocaciones á los santos, ,
en medio de todos
los
innumerables rencillas que indispensablemente ha de presenciar
las
entre
(lias
los
mas
soldados
viciosos,
truanes y
pendencieros
del
cuerpo.
La
Cantinera
tiene, según
su estado de desahogo y prosperidad, iin^ á despachar en su cajón ó mostrador, y la sifla, si es de ley, un criado que de granuja en sus principios va aprendiendo y iicarrear agua (que no es poco) y á servir á los parroquianos en sus juegos
muchachuela
ó criada
que
ayuda
la
:'•
y mayor aseo y agilidad viniendo á parar algunas veces en tambor ó presidiario, cuando su buena estrella no le conduce (lo cual no es Común) por el camino do la prosperidad hasta poner una cantina por su cuenta merendonas, con
Las utilidades
el
de
obligación de dar
;
algunis (Cantineras son exorbitantes, pues aunque tienen
un
tanto
á
la
plaza
y otro
comercian, fácilmente se deja conocer que disponer cada
uno de
los
regimiento ó presidio con que
al
tres cuartos de (jue puede hombres acuartelados, forman una cantidad
miles de
los dos
()
•'espetableque viene á emplearse casi por completo en los vinos, licores
escabeches,
bacalaos, legumbres,
Permitan reunir en su tienda
,
sardinas,
quesos, frutas y oíros comestibles,
por una parte
que
la
los recursos
de su capital, y por otra os productos del pais que ocupe, ó qu^ se hallen en puntos poco distantes y de
comunicación con
fácil
,
él.
observamos atentamente
á la Cantinera, hallaremos que hay dos person.iíí que despiertan todas sus simpatías, y estas son el ayudante y el abanderado. No hay medio de seducción ([ue no ponga en planta para ve.r de captarse sU
Si
benevolencia y aun su amor
si
es la Cantinera joven,
hermosa y agraciada
,
y
el
pueblo en que reside no tan grande que pueda hacerla temer |)oderosas rivalidades.
De manera que
si el
honor militar no inspira
á aquellos
recursos con que defender su
integridad j su energia de los tiros certeros de tan astuta y peligrosa enemiga, puede asegurarse que fumarán los mejores cigarros y beberán los mas eSquisitog
vinos,
Venus, ;,
([ue
adquirir grande y cariñosa intimidad con las tentadoras hijas de
por una estraña coincidencia vienen
las
encontrarse siempre dispuestas ofrece desinteresadamente
poblaciones en que se encuentra. Pero estas finezas no se hacen á los oficialítoA
hermosura y buen talle nada menos que eso la Cantinera teme al abanderado, como pueden temer el monedero falso y el ladrón asi es que clava sus ojos en Ins de aquellos, espiando vara de la justicin
solo por su
;
ayudante y 'a
á
buena armonía é íntima amistad que la Cantinera les
la
en
amen de
;
:
al
á si
LA CANTINERA. US miradas escudriñadoras se dirigen
comcslibles
porque
;
ay de
;
ella
273
pasar por su tienda
al
,
,
á su provisión
de
encontrasen fraude en su peso, medida ó
si
calidad, y so les pusiese entre ceja y ceja aplicarla todo el rigor de la ordenanza! Klla
que
,'sabe
militares son
las leyes
(íumplen muchas veces en
muy
en OjCasiones
que hacen referencia
lo
á
severas la
;
aunque no
acomodaría que á mas de pm'der sus géner(>s, fuese su marido
seis
lo
años
al
presidio de África con su correspondiente grillete, quedándose sin bienes y sin vida
solo por haber vendido faltos de peso ó
,
(|ueso
dicen, de
lo
chupado
dedos de gusto
los
sabe pre[)arar
([ue tan bien
,
sin darse cuenta, hasu\
han ^ido alubias ó granos de veneno, por
si
Muchas veces hace
ha
las (pie se
verlas condimentadas con la sabrosísima
al
aun
maleados, algunos alimentos;
ruedas de molino
(pie el incauto soldado se traga cnino
se
no
profesión, y
salsa
Cantinera.
la
de lavandera, de plancliadora y aun do yes de ver como por medio de este último recurso, mas lucrativo ({ue los demás y mas usual en las poblaciones que en canqiaña aumenta i'.o:isi.leral)lemeiity sus capitales, compensando con las usuras (pie exijeá los unos los los
oficios
prestamista;
,
,
di'sfalcosquela hacen sufrir otros, á (luienes no bastan los rigoi'ososcastigos vtemida
autoridad del sargento á hacerles entrar en su deber y á estirpar desvergUeii/.a
se acostuudiraii
ciui ipie
después del abaiulerado, los
ojos de
Kn
ciertas
1,1
prepotencia ([ue tienen
son
la
lumbimes
\
hacen acreedores
á
la
artería v
petardistas. Asi es
sargentos primeros ocupan
los
(lantinera, y se
ocasiones
á
el
que
lugar preferente á
sus miramientos v agasajos.
uuiy necesarios poinpie pueden prevalerse de
la
categorías militares entresí, é imponer penas prontas y arbitrarias (jue hagan entrar en su deber á la tropa, la cual tendrá que resignarse
siempre ((ue
(pie
las
su culpal)ili(lad pueda ([uedar probada de una manera (an palpable,
haga digiui do castigos mayores que
la
sargentos en estos casos
Las cautín
;s
ma([uínaciones torpes del soldado
las
iinn-mura y maldice de los superiores desde cabo ellas
son
el asilo
impuestos por
los
son, generalmente hablando, y sobre lodo en tiempo de paz,
de donde salen todas
in'icloos
los ariiilnu'íos
escepcionales.
de
los
á
;
en
ella
se
general, sin escepcion alguna;
rezagados que llegan á horas desusadas
al
cuartel
queso juegan los cuartos y las pr(uulas de vestuario, con barajas del rey ((ue rabí() y (|U(^ han venido á vincularse en el establecimiento garito en
,
,
v
el
del tiempo ,
tomando
parte del olor, color y sabor; de las oscuras paredes del sombrío edificio caverna, ([ue
con
Su
el
nondjre de cantina se conoce en algunas poblaciones.
perspicacia femenina
,
auuípie tosca, no puede menos de ejerc(>r grand(>
inlluencía entre hom-l)res sin ninguna cultura
y la constituye naturalmente en una especie de soberanía con su parodia de corte en que lodos anhelan sus agasajos y distinciones. Pero suele «[Ue
haber soldados, andaluces principalmente,
consiguen inspirarla uncai-íño lualernal
según sus edades ])orvenir que no hijo adoptivo, (pie,
,
y entonces
quede espuesto
á
,
Dios
á los
<)
bien una'verdadera pasión amorosa
ahorros;
ya
caprichos del
por regla general, y por cfectode
las
iki
I);iv
prosperidad ni
afortunado amante
ó del
inconsecuencias junnanas,
LA CANTINERA.
274
paga en desengaños y aun en desapiadadas palizas su generosa abnegación y
3a
constancia.
La venganza subterránea y caprichosa, propia
sexo débil irritado,
del
hace señalar no pocas veces con su ojeriza á algunos de estos pillos
que poco afortunados no tuvieron que oponer
tal
ó á
,
la
otros
vez gracia para hacerse estimar, ó méritos
trampas y rapiñas; de lo cual provienen odios y rencillas con todo su séquito de maquinaciones y asechanzas de baja escala, que suelen á sus
sancionarse con paliza
dada
la
á la
autoridad del sargento
buena Cantinera
correspondiente amenaza para
,
dds especies
DistiiíLMiiriMiios
paz
(lüiiliiieras ([lie
(le
de presidio; y nos detendremos
siga á
<>
los ejércitos
cual
la
la
según
,
son
Caiitiiiei'a
habite
(pi(>
l;i
l»E
pl.i/,i
para poder ejercer su oficio sin verse espuesta
incomode
la
l;i
|)(iblacione--
(Mi
ejci' i^i
i!e
sobre
\
piiiiier.i,
en
lu'inp'i
en campaña.
Necesita una licencia del Teniente de re\ de ,
algunas
verter
á
jirincipaiiiieiile
CAKTIIVERA^ »EIi EJECITO K% Tllini'O
batallón
v acompañada de >u
,
precisa
bncer cruz y raya, aprendiendo un luievo
á
gubdividiéndola en dos \ariedades ije
quedar terminadas con una solemne
ó
sucesivo;
lo
lágrimas, á sellar sus labios y idcsengaño para el porvenir.
Cantiner.i
,
respeto á su sexo
sin
;i
PA».
del
\
(pie
coniiiiidanle
iiiiimín
de
individuo
ni exija (estipendio ni cantidad aliiiina. lista licencia se da por cierto
precio (pie
ingresa
por mitad en
tenencia de rey de
la
la
pla/a y en
la
caja del
regimiento; y por ella (jueda facultada la Cantinera para V(Mider lodo género de comestibles, vinos y licores de licito comercio, dentro di>l cuart(d (> en una casa contigua. Ahora bien, figurémonos que una criada de las sef;orasdela oficialidad tiene los necesarios ahorros, ó
que un soldado
casa con una mozita despierta y
cabo cumplido
lo
que
aquí, digo,
(j
tambor
emprendedora,
ó
ó
músico
qu(e (d
del batallón, se
tambor mayor ó un
hacen con una tendera de aceite y vinagre cada una de estas individuas ú otras
de
ciudad.
la
infinit_as
en
He
casos
análogos, hacen su pretensión, acreditan su conducta moral y buenas costumbres,
y
llega
por
fin
á su capital
,
una de
ellas á ser
tomando ascendieutí^ al
admitida en
empezará |)oniendo liarla ((Ui-
,
urta si la
profesión de Cantinera.
la
público no solo vanas clases de legumbres, carnes de cerdo
sino otros artículos de
Conforme
mcsita con aguardiente v licores, y seguirá fortuna la sopla viento en popa, presente
mas precio como
,
bacalao y vinos,
ostras, frutas v pescas delicadas,
v aun
algunos géneros ultramarinos.
Ya hemos insinuado la
benevoleiK'ia
prosperidad
algunas batallón
no
la
,
.
lo
indispensable (jue es
el (pie la
del ayudante,
Cantinera sepa captarse
abanderado y sargentos sin este paso no hay no hay fuerza moral no hay nada Después de estosuelen tener ;
.
,
habilidad de atraer á
sus miras
á
los
bai'ateros
y camorristas del
para conseguir por su medióla fu(-rza material y bárbara que juzgan
las está
demás
,
y
ejiM^cer
un
po(|er ilimitado sobre los hábitos é
intereses de
LA CANTINERA. la tro[)
Cantinera
L;!
1.
,
275
según su Índole particular, puede ser
zurcidora de
la
todos los petardos ([ue se dan por los soldados viejos a los reclutas
espectadora de
También puede muy bien emplear
ellos.
de su magia amorosa en dar cuenta de
ó simple
,
recursos estratégicos
los
vengan
de los quintos que
los bolsillos
bien repletos. Todas sus tramas, todas sus maquinaciones de amor, suelen llevar
por norte
interés
al
y no es aventurado asegurar
;
hablando en general, que el
,
mas
cálculo instintivo preside siempre en sus acciones
momentos en que por ejemplo
,
busca
si
al
,
mejor vino y aun duiero contante
del
si fia
puede temer de
los barateros y vetei'anos, es por([ue todo se
autoridad de los unos, hija del prestigio de su empleo y
en camorras
ad(pi¡r¡do
,
superioridad reconocida en
cuerpo
el
é nitluencia
,
ó
,
cuales son los de acostumbrarlos
Ires cuartos de
cuanto
v
plus
dinri-o
á
es porque la
,
géneros,
los otros,
da una
les
tanto, á los unos
lo
|)()i-
ellos
renpmbre de
el
escesos de lodos
pendencias y
disculpar sus amaños, v á los otros para encarrilar
de su p M'dicion
los
vista
regala cigarros á los sargentos
si
aun en
sencillas,
puede parecer desinteresada y generosa. Así avudante y abanderado buena costurera y planchatlora,
primera
á
para
incautos por los senderos
á los
gastar en su cantina los dos
á
haber
pucihuí
ó
licita
ilicitamente
adquirido.
En
esté colocada flentro
toda cantina, liien
cuartel. >uele haber una Ira-ticnd.i re>iM Alli se
al caiic.
que por á
lo
luma
se juega
,
común muestre
y
tan
-eguras.
tener algunas los
J'^n
bailes
mas frecuentes y
casos llevan
á
sus
menor sorpresa de
su
casa
v desórdenes
regimiento,
del
al
gusto
á
intereses)
(')
no ser
ennir.orada
(>star
(pie
muv
j(')ven
;
y cuando
lo
hace es por (uden
y concurrencia para mezclarse y gozar entre
establecimiento y de
m.ivor variedad
la
de
los
la
ii'gular
espectadora, no en busca de distracción sencilla sino de oro; alegría
en tales
Cantinera
grandes pérdidas
ocasiona
cual
fio
ella
,
suelen
concurren
son de las panderetas,
sonajas, hierros y castañ'ielas. I'ero á todas estas bromas no asiste C(Ui
se
,
(pie
á
l'ei-¡ado>,
tener un ratito de fiesta
á
los gritos
quiere t(Mier utilidades grandes
mas desahogada de
parroípiianos
f,>slivos
rf'sa'.aas
si
domingos ó dias
lo^;
inmediaciones del
las
instantáneamente, V sin
riñe
se
\
ipic familiarizarse
habitación
l>i
veces
la
bien á
,
losjuegosde a/ar y es|)ccialinentp
,i
se labia
Cantinera
la
que por precisión tiene
,
s.hI.i
á
sus
como mera
no en busca de
sino del crédito de su
v
jiie^o;.
regocijos
parroquianos, para que su asistencia sea masconiinua y iiiavor
el
de los
consumo délos
objetos de su comercio.
Algunas
Cantineras
maquinaciones las
cantidades
en
situaciones ciilicas
Mas
toda
su
suelen
y a'maños ([ue
,
que
usureras
crueK's
p/oporcionan
tone de ma({uinaciones y de usuras ,
con
muv
infinidad
de
crecidos
de
á
por
siemp;e que se enamora
,
réditos
tropa, y aun á parte de la oficialid.id, la conducto de sus ingeniosos y leales asistentes.
prestan ,
ser las
lo
entonces ya no hay cigarros,
cual ni
sucede
pocas
viene naturalmente abajo
,
veces en
tiempo de paz;
bebidas, ni dineros que basten a saciar las
caprichosas francachelas del privilegiado amante;
(piiiMi
rescata de este
modo
el
LA CANTINERA.
!276
tunero que
pagaron on petardos y usuras
lo^ reclutas
,
como gente novel
,
y
poco esperiiiientada.
La Cantinera toma
al poL'o lioiiipo el
alguna
provincial del cuerpo y
acLMilo
de sus cualidades morales, pero cuando
se trata de trasladarse á otra población
se desprende de tolas sus afeccio!i;^s, y meditando únicamente sobre sus ganancias
ó p.M'didas al
nuevo
viaje
([U
consulla con su marido,
,
regimiento o (juedarse
seguir
las
y
por
la
m
o'.r.i,
estancia, vuelvj
la
o
i-;
que ya consiguen en
m
Cantinera
mi;)s
mas
cara,
ó
menos
dar sus pasos con
á
mas conveniente
será
tiene, siles
le
resuelven calculándolos deseudíolsos del
lo cual
,
utilidades seguras
pueluí hae^rea
'
si
el
la
población con las
p ¡pulosa, Si se deciden
del cuerpo
comandante
quo
y forma su nuevo plan de estratagemas y sobornos, basta ([ue viene á conocer terreno que pisa, y consigue entre los recien llegados crédito y estinuicion,
llega, el
que en
les la
bacen dejar espontáneamente y con gusto toda
de sus bolsillos
plata
la
cantina.
Va\ este
género de vida sigue
los trámites (jue las situacionesla
van indicando,
nada cstraños ú su y amen de algunos percances personales y pecuniarios profesión, y quede modo alguno deben causarla sorpresa; si ba sido diestra ,
sabido aprovecbar
y ba
venido
desengaños, y
sus
pasión
la
si
amor no
(Tel
ba
desbaratar sus invariables cálctdos y sus sabias medidas económicas, dando con ella imi una cisn de caridad, conrluirá precisamente por ser rica. á
Después tomará
aun(pie deje su tienda
,
que no
lo
,
costumbre lucrativa de dar
la
baga propietaria,
es probable, y se
.dinero á réditos,
no ya bajo palabra de
jionor ni por prendas insignilicantes
como en el ejército, sino sobre albajas para y verensus últimosañosel incremento hace toda sudicba. Su vida de prosperidad la
poder aumentar impunemente sus usuras, ráj)ido del oro
de
arcas ([ue
suí?
compensa con ventaja
contrariedades ([ue pueda sufrir, preservándola de la que de otro modo podia estar espuesta por el trato frecuente y
irritabilidad á
continuo de gente por
que tan
se
dan muclii)
común
lo
([ue,
una
sangrienta en su cantina,
buenamente
olvida
contar las
el
de
á los vicios
\enlurosa
p;);;o
las
averiada y escandalosa, cual la
bebida
([uiejji'a
,
o
y del juego. Si
son los soldados
Cantinera no es
la
una intriga de cuartel, ó una camorra
desbaraten sus empresas, se considera
la
los insultos, los
oro (pie suele ser en ella
heridas de su asenderead)
el
anatemas
,
y aun
los golpes
como no hay ¡)alial¡vo á la hiél ([ue por (lia como las pesetas de á cinco y ;
y (lia no vienen
,
á distraer
su vista, su oido
es la injusticia de la pobreza á que se
momento en cual replica
y ella
y
ella
([ue al el
feliz
verdadero bálsamo de Malas con que
y encall(>c¡do
corazón. Pero
si
los
repiten, y los insultos son violentos, y las deudas no se pagan, y ultrajes
muy
que recibe
,
se
la
con un terno y
y
el
petardos se
moneda de
ella
va á ver reducida sino medra
con un conjuro
con una navajada de
á
tercia
que
los
calderilla
pensamiento, de una idea
con un puntapié que
cura
menudean
;
,
y
la
lo lleva á
el
que
fija
llega
requiebro del cabo Juan Cazorro, contesta una fresca,
con un cachete,
y al
va aglomerando hora por hora,
lo< realitos y la
ni su
,
á
el
la
de nuevo con una varada
hace bailar como perinola, el
al
h()sn¡tal
,
y
á elhi á ht
LA CANTINERA. g.iler.i
coackiir
a
,
li,i/-.ir).i-;,
y
s'js
mía nunarii
dií
Iriijica
277
resto de
el
contiendas, y sus prel'ereiicias, y
las sales
sus
coiilaiulo sus
«lias,
chocarreras de los cabos
andaluces, que no ¡mede borrar de su memoria, por muclio que se esfuerza á ello, asi
como no puede acostumbrarse
haber pasado tantos meses ó años entre
y
las pL»setas isabelinas
nueva monótona vida, después de
á la
las sardinas
y
el
bacalao y los pimientos,
nuevecitas y relucientes, que iba separando á un rincón
de su armario para revisarlas y gozar en su aumento y halagüeña perspectiva.
Las cajas y las músicas fiel regimiento aun suenan en su oido y las tardes de campo Con las hermanas del sargento A. y la mugerdel brigada R., y los bailes ,
de
pandereta
diariamente irritabilidad
hubo en su casa
(jue
con
recuerdos de
los
que como todas
,
pasado, entro
lo
las irritabilidades del
vienen á convertirse en perjuicio del que por no saberlas enfrenar con
De forma que en
el
domingos,
los
la
vienen
atormentarla
remordimiento de su
el
mundo
á
,
sean justas é injustas,
padece, y pierde resignación ó la prudencia. las
al fin
los estribos
carácter de la Cantinera de tiempo de paz, se suelen ver
reunidas una gran flexibilidad que
permite acomodarse con todos aquellos con
la
que chocar de frente, y una gran dosis de paciencia para ver y disimular en ocasiones sin quejarse la desvergüenza y el robo de algunos soldados, á trueque de que acrediten su establecimiento para que esté siempre animado y (juienes tiene
que como
concurrido de los
incautos reclutas
contaminarse de
malas mañas, y diplomacia de baja leyó sea gramática parda,
de
las
los soldados viejos
,
,
pez
anzuelo acuden á
al
cual aprenden á costa de disgustos y de dinero.
la
toda riña suele ser indiferente por sistema
tal
Cantinera
En
y sabe por tanto evadirse contendientes sean soldados nuevos, sin
de dar su opinión, á no ser que los conciencia propia, y de
el
sencillez de
la
,
ánimo que no deba creérseles capaces de
temeridad ni de rencores profundos, que pudieran á su vez volverse en contra
C no simple espectadora
(le ella.
>
gran cautela
el
,
no hace mas en
calor de las disputas
,
tales
escenas que templar con
evitando ([ue en su cantina lleguen á darse
de navajadas, y la compliquen en una causa poco agradable y (jue no la ha de dar honra ni dinero. Desde detras de su mostrador, con un ojo en los capitales ,
¡adquiridos
y otro en
que espera
los
,
recuerda sus desengaños y aprende á
conducir su débil y combatido barquichuelo,
al
puerto seguro de
la
felicidad
y
desahogo en que puede prometerse acabarlos últimos años de su vida, esplotando los
descuidos de los demás y aun
ellas.
sus maldades sin comprometerse
nunca en
Esta es toda su ciencia.
«;%;«VlliEB\
Es un hábitos
,
tipo
UKL KJKKCITO
1,1
enteramente distinto del precedente;
sus sentimientos
,
t.%.np.%.Í4.
la
base do sus acciones, sus
se parecen tan poco, (juo difícilmente podremos hallar
un punto de semejanza, entre uno y otro. Por un efecto sin duda ác (¡ue la vida «leí campo dilata el ánimo y ongraiuloco los afectos del corazón al mismo tiempo ,
tiue
aumenta
la
robustez y agilidad del cuerj)o, ó do qno en medio do los grandes
LA CANTINERA.
278 de
peligros
la
vida se enaltece
desarrollo de las pasiones nobles
espíritu de algunos
el
y grandes que no
dando ocasión
seres
al
se abrigan con tanta facilidad
en tiempos normales y en las poblaciones muy populosas, la Cantinera de campaña á poco que haya seguido los ejércitos tiene de generosidad de valor, ,
(le
,
abnegación, en
lin,
fran({ueza
y desprendimiento,
lo
que
otra suele tener
la
de calculadora, de cobarde, de egoísta, de astuta y usurera. La Cantinera de
campaña no hace mas que bienes, la de las poblaciones no suele mas que males y ¡triste destino de la condición humana! la Cantinera de campaña en pago de su grandeza si grandeza podemos llamar sin exageración; ejército
en
ocasionar
;
;
en medio de su grandeza decimos, suele quedar muerta en
el
campo
sin conwuelo
alguno y de una manera desastrosa, ó acahar sus dias en un hospital, sin que las
dulzuras de
la
gratitud
vengan á mostrarla
el
reconocimiento de sus servicios,
endulzándolas últimas amarguras de su existencia; mientras que de haber muchas veces contribuido á pervertir
no haber perdonado agio
bajeza,
ni
la
aumento de sus
pin-a el
la otra
después
moral del sencillo recluta, y de
morir en cama propia, y rodeada de sus hijos ya crecidos, y
ulilid:ides,
suele
vísperas
tener
(mi
(hí
mas honrosas y lucrativas del Estado. La Cantinera de campaña euipieza su carrera de diferentes modos. Suele dejar
entrada en
las profesiones
la
población en (pie estaba avecindada
(le
paz,
reunirse
haber
al salir
su regimiento á
al (<jiM(it()
ej(>rci(lo
catalana.
desde
las
y ya admitida en un cuartel en tiempo y acompañarle después en ella; puede
,
campaña
,
poblaciones inmediatas
al
teatro de
guerra, sin
la
en tiempo de paz esta profesión: generalmente suele ser gallega
Según su
serán los ramos de comercio que abarque:
caj)ilal
(•
muchas
em|)iezan llevando tan solo una cubita debajo del brazo y una cestita con vasos,
y progresivamente van adípnriendo cigarros, y variedad de vinos, fiambres, etc., que acarrean después en un borriquito y mas tarde en un mulo, y al cabo en dos si las ayuda la fortuna en sus empresas. En el campamento conq)onen su puesto con cajones y un toldo, i'inico
legumbres,
,
,
resguardo que las lluvias;
y
las alli
es
posible
usar
contra
la
despachan sus comestibles á
prestándoselos generosamente
muchas veces
inclemencia la
del viento
oficialidad
y
á
la
y de tropa,
y aun desprendiéndose otras del dinero que ganan á costa de tantas penalidades v peligros, y que suele quedar sin retribución alguna.
Su
trage suele
,
de su provincia
ser el
,
pero después se
reforma algún tanto; y visten con suma variedad, auníjue siempre son dadas á los
pañuelos de colorines y ringorrangos.
las
En
Cantineras ó vivanderas su uniformo
algunos ejércitos estrangeros tienen
particular,
lo
que no sucede en
los
Los vestidos mas usuales y generalizados entre las españolas, puede decirse que son: un sombrero de paja muy ancho, ó un pañuelo á la cabeza, un nuestros.
corpino, una saya corta de estarbien otro \
á las (]ue
resisten
mucho
vuelo, pantalones y botin. Este trage suele
tienen aseo, hermosura y airoso talle; y con
muchas veces
larga serie de
añosa
las
él
ó con cualquier
penalidades de
la
intemperie
de una guerra desastrosa y no interrumpida.
La Cantinela de campaña ec Invandera
,
phinchadofa
,
enfermera v amiíra
LA CANTINERA.
279
ie individuos de todas las gerarquías militaras, desde
desc!inl3r3S:T:la
general
el
tambor; sin que deje de tener ademas sus afecciones particulares, y á veces vehementes, por uno ó mas individuos determinados del ejército. Al poco tiempo
al
se van desarrollando
y
(lo
en
ella
una porción de sentimientos varoniles,
comunicación frecuente con
la
la oficialidad
y con
socorre con tierna solicitud á los heridos
las JKitallas
tropa
hijos del trato asi es
:
es de ver
y
,
la
como
que en
á veces,
cometiendo graves errores, y sin otro guia que su generoso corazón, aplica á exánimes su jarrita de aguardiente pensando reanimarles;
Ja boca de los soldados
ó se apresura
,
,
otras, á restañar sus heridas, ó á pedir
ó á eslrofliar entre sus brazos
un cadáver
hierto
,
ayuda á sus compañeros,
creyendo poderle comunicar su
y fiarle alivio con remedios ya tardos y de todo punto inoportunos. Muchas Cantineras acompañan con la mayor serenidail á las compañías de
calor
cazadores en sus descubiertas y guerrillas, sin abandonarlos nunca
do
mayores peligros, y de
los
([uemarropa
el
ejército
contrario
y á veces escita
;
,
aun en medio
que pudiera despedir á
balas
silbar las
oir
la
compasión general
el
espectáculo que ofrecen sus tiernos pequeñuelos envanastados sobre los mulos,
trepando riscos inaccesibles y bajando inmensos barrancos por medio del enemigo, sufriendo sus tiros certeros, sin prorruin[)ir en lágrimas y (juejas
,
que fueran do
todo punto inútiles en aquellos momentos de desolación y liumana carniceria.
En
o;\asiones de
grande escasez de víveres y dinero
de su vida, para traer
á riesgo
que algunas
y verduras que
frutas
cuando (íonoce que conforme á
manera
se
constancia
que tiene
la
los riesgos
grangea
que no pueden ([ue
el
falta
,
alraviesael país contrario,
es posible, y muflías veces nada
reparte
generosamente á
de recursos iihpidc á
muv
mas de admirar en un sexo
sus compradores
pagarla
el
débil
valor
,
delicado por naturaleza
y
quebrantar necesariamente antes de llegará familiarizarse con de
la
infancia.
hombre puede
de
corazón
mas
poco precio,
y pcnaUdades que ha sulVido para adquirirlos. De esta cariño de los gefes de graduación y aun de los generales
todos los instintos y hábitos
ningún
la
ser indiferentes á tan repetidas pruebas de generosidad
tanto
,
lo ([ue
Hay muchas de un temple
su[)erarlas
en rasgos de
tal
y v
vida
que humanidad y tal,
mismo tiempo que en entereza y valentía; y si su atrevido que no pueden menos de ir anejos á su género de vida nómada, no empañarán justamente á los ojos de la>< personas de una moral severa
desprendimiento, desenfado y
las
bellas
al
los vicios
cualidades
del tipo
([ue
vamos
describiendo
,
no
titubearíamos
que mas rasgos bellos, sublimes, inimitables, ofrece ala contemplación del observador y del filósofo, en esos momentos estremos en asegurar que es uno de
en al
(pie la
humanidad
,
ciega de orgullo, se olvida de
derecho del mas fuerte
Tanta constancia
,
los
la
sí
misma para encomendar
razón de sus rencillas ambiciosas é interminables.
tanta generosidad
,
tanto sufrimiento
,
cuando no van seguidos
de una rápida fortuna mercantil, no suelen tener otra recompensa que el
general en gefe pase un día á su lado .y
la
de una palmada en
diciéndola públicamente algunas palabras cariñosas y laudatorias, (|uc
proruinpir en láiirimas de gozo y respetuoso reconocimiento. Quií-n
la
el
de
(]ue
hombro la
|[n\ a
hacen visl(|
LA CANTINERA.
280 ,
en un cainpameuto- mía cantina rodeada
en momentos de escasez
,
,
de oficiales y
¡soldados, que acuden ávidos a comprar los escasos alimentos que suele encerrar
aun rá (-1
la
en ocasiones de hallarse recientemente aprovisionada; y haya contemplado Cantinera repartiendo sus géneros con equidad y justicia, guardando de
orden
se
diíerenciaíi
peligro, de
la
anlelacion
rigorosa
hambre general
y obedecen en
acatan
,
reconocer
sin
en aquellos
militares (|ue con
gerii:([r.ias
las
escasez, del handire
tal
,
ejércitos;
los
ideas y meditado en el estraño contraste ([ue oh'oce una .
sumamente hermosa y agraciada desprenderse de eciuitativo
,
intemperie
la
nccci-idad
ha particqiado
•!(
un nionicnlo
muger
,
muchas
1
^':^
vecc!.
que aunque endurecida y varonil, no ha podido
,
leinura y afabilidad de su sexo, en un acto tan benéfico,
la
y muchas veces generoso y desinteresado
y tostados á
si
haya recogido
vez
do
nioiiicntos
como
tanto rigor
y
al
humo de
,
entre hondires belicosos
pólvora
la
,
y encallecidos en
los
sufrimientos y privaciones de la guerra que alzan sus brazos hacia ella , como pudieran hacerlo los ejércitos griegos al invocar á la diosa de la abundancia. .
Sin embargo de esto tener
el
que no puede colocar
como
los
á su tránsito
,
peor alojamiento
demás
no hay
,
poblaciones
las
ella
Cantinera suele
la ,
y muchas
veces,
mulos ni darles pienso de cebada y paja, campo á lo que ella llama estudiar , y es pacer la
á cubierto sus
los saca al
,
por
consideración para
miserable yerba que ha podido preservarse de las escarchas y heladas del invierno ó del sol abrasador del verano.
El marido de de su profesión
la
Cantinera es un ser enteramente estraño
ocupar un puesto en su
suele
,
fila
á
los (piebaceies
como soldado
,
músico o
tambor, y cuando es paisano sabe por punto general hurtar el cuerpo del peligro, encargándose de hacer provisiones de mantenimientos en los almacenes y plazas
mas inmediatas
de
al teatro
la
Quevedo que podrían venir á
guerra. Mal pensaria
nuestro ]iropósito estos versos de un romance suyo
Mi marido aunque es chiquito al
mayor de
le
lleva
otra
muger,
del pelo arriba
dos dedos puestos en pié.
No
dice esta boca es mia
sino
al
tiempo de comer;
sin saber de donde viene
todo
No hay
le
sabe
muy
bien.
para ((ue decir ({ue en concluyendo
la
guerra se acaban los riese^oede
nuestra heroína, y enq^ieza paradla una nueva era de sucesos prósperos ó adversos,
según haya tenido
la
fortuna de hacer un caudal
tlesgracia de volver del ejército de operaciones
teniendo que resignarse
á
para buscar sq sustento.
y mejorar
monda y
de posición, ó
la
como
v
lironda
fué
,
recorrerlos puestos de guardia de los puntosa que llegue
A
esto siiele
ül
cabo venir
á
acostumbrarse por hábito y
LA CANTINERA. jwr
la
gente,
natural siiupatía i|uc
la
puede
muy
bien
281
iticUiiai-
modo de
de i^uerra, á cualtjuiera otro partido ó
á preferir el trato
de
la
quepudierg
vivir tiatuiuilo
proporcionársela.
CA!«Ti:\IRA Ui: PKi:j$ll>IO. La Cantmera de presidio reúno naturalmente y por punto general todas las peores cualidades de las demás Cantineras conocidas. Paga un tanto al gefe del presidio por establecer su cantina dentro de
y
los
él
,
y es fácil imaginarse las escenas
cuadros que se rel'ernán en su presencia por bombres que suelen hacer gala
del crimen
y conceder cierta especie de supremacía
,
al
que mayores y mas
frios
atentados haya cometido en sus tiempos de libertad. Ella
,
por su parte
aprovecha todas
,
hacerse con géneros averiados
porque teniendo de su parle á
,
las ocasiones
porque para
los capataces
es tanto ó
mas segura que
se
presentan de
le
lo
juzga bueno
no hay gran riesgo de que
su fraude ni de sufrir por consiguiente los castigos (jue
Su riqueza
que
hombres todo
tales
de
la
la
le
,
y
se descubra
están señalados.
Cantinera de ejército en tiempo
de paz, porque no tiene que temer tantas rivalidades, intrigas ni competencias
en una profesión que necesita de suyo un temple de alma, un y tibio
,
para resignarse buenamente
y desalmados, que presentan en su mayor parte
la
es
no es rebajado corrompidos
imagen de una completa é
muger de olgun
incurable relajación moral. La Cantinera puede ser
presidiario
guarnición, y en este caso es mas digna de respeto y fuese una simple aventurera interesada en sus ganancias y
ó de algún soldado de
consideración (jue
si
continuo con hombres
al trato
si
la
nada mas.
Andando
el
tiempo
de Cantineras que los
lo
tal
que
malos ejemplos que
libre
vez puedan vigilarse mas y arreglarse mejor los puestos se
allí
el
día ,
,
preservando
la
moral del recluta de
y evitando en los presidios este medio
y franco de comunicación, entre otros muchos que tienen los
criminales
,
y cuya
consumación de Pero como ios cuarteles,
la
los
estraviada imaginación se figura
mas horrorosos
Cantinera no puede
no creemos que deba
de su profesión. Si
asi
la otra
vida
,
un mérito
hombresmuy
á su
manera
la
atentados.
menos de ser necesaria especialmente en menor recelo acerca de la estabilidad ,
ocurriría el
no fuese, desde luego
sombra de temor, imitando, en
hace en
se le ofrecen
la
aconsejariamos
({ue
desechase toda
para hacer méritos, y |)ara descanso de su alma algunos rasgos de la Cantinera decíimpaña ([ue la liagan perder
parte del carácter duro
y
sí,
cgoista que generalmente
la
distingue.
JOSÉ DE GRIJALBA.
EL GLERUUJ.EHO.
v£lOMO á
racimo á
ol
la
cepa
como
,
liuque, Cdiiio el
todas estas cosas se pega
España otros
;
tipo
que
ella
Guerrillero
el
á
muere
,
sin
que nadie haya podido la
palahra ni
representa.
El que hava visto alguna vez á la
grano
entre nosotros nace y entre nos-
ni liasta ahora traducir á otro idioma ni á otras costumhres estrañas el
el
como el contramaestre á su como los harapos al pordiosero, como liamlirc al csclaustrado
espiga,
la
nieve ala cintura las
del Maestrazgo, la
un moceton de
mas ásperas quehradas de
cima del Monserrat ó
las
las áridas
en pecho atravesar con
p(>lo
Amézcuas
,
las
escabrosidades
montañas que producen
el
tan sabroso como poco célebre queso del Cebreiro; el ([ue liaya visto á ese moceton desafiar tranquilo la constancia de cien valientes perseguidores y el furor de seis inviernos, sin mas defensa que un fusil roñoso no limpiado en
campaña, y una canana vieja atestada de húmedos cartuchos, sm mas abrigo que el pantalón y la chaqueta, el gorro catalán ó la boina navarra, las
toda
la
alpargatas
una del la
y para casos de apuros
la
parda y fementida anguarina
;
ese
tendrá
idea aproximada del primitivo Guerrillero español; del soldado de fortuna;
hombre que
pereza
,
estira
el taller ó la
primer grito de guerra contra propios ó contra estraños sacude los miembros lanza un voto y cuatro temos al aire y abandona
al
,
labranza, dice un alegre adiós á los padres
,
,
á la
muger
,
álos hijos
,
•
284
EL GUERRILLERO.
miedo, y trepa
y
al
el
tiempo que tarda en
;i
independientes como
montes y merodea por cuenta y nesgo propios, lodo un cuerpo irregular compuesto de otros
los
reunirse á
él.
Poro no basta conocer
el trage y las armas de nuestro aventurero de montaña, porque estas y aquel sufren notables variaciones, á medida que se prolonga la vida errante: para no equivocarlo ron otros guerreros, que aprenden el ejercicio en
línea antes
que
de guerrillas, es necesario estudiar sus costumbres, que
la táctica
conservan sin alteración; y esto no están fácil como parece, poripie al cabo ningún (iuerriljero se presenta á todas horas en público, para ([ue los diseñadores de tipos
tomen
le
])or
modelo cuando se
les antoje:
por esto mismo se hace
indispensable que sigamos á nuestro C{uerido compatriota perlas tortuosas veredas
que conducen
á
sus guaridas, aunque nos espongamos á rodar hasta
de un abismo; que
le
contemplemos haciendo cara
de alguna tapia, ó desapareciendo sin saber contrarios; que
que
este
no
fondo
el
enemigo, parapetado detras
como délas manos y de
nos riamos cuando enamora
oiga el cacareo de sus
al
la vista
de sus
patrón de su alojamiento para
al
moribundas gallinas, victimas inocentes
del
hambre golosa de un atrevido compañero, y poi' último que nos admiremos de su ignorancia y de su paciencia. El Guerrillero no es catalán, ni aragonés, ni vascongado, ni andaluz, ni gallego: el Guerrillero es español,
intestinas ó guerras de potencia
Ademas, le
el
Guerrillero es
y siempre que en España haya
á potencia habrá españoles
en
predilecto de nuestras provincias
el hijo
consideran como un rellejo de su propia gloria
,
por
lo
las ,
discordias
montañas.
porque todas
mismo que
todas
sojí
guerrilleras.
Eranlo ya siglos atrás, y un hombre célebre, Vhuato, que
Pasando de pastor
Y
Fué fué asimismo,
no
solo
los guerrilleros
y adquirir
bandolero
el
mas famoso,
romanos ominoso,
gefc á los
primer Guerrillero,
el
Península ibérica, sino también
de todos
á
de aquí á capitán
el
verdadero,
audaces que
,
como
el
v]
primer héroe faccioso de
]a
único original de todos los faccioso»,
él,
han sabido despreciar
la
muerte,
gloria.
Pesada y fastidiosa es el presente pero á
como
,
la
la
erudición histórica para traída á cuento en artículos historia
riesgo de pasar por eruditos á
la
tenemos que acudir muchas veces
violeta
los (jue
,
con
apetecemos escribir de cosas
sabidas de todos y por ninguno examinadas. Viriato, faccioso contra Roma y de Roma vencedor, es el espejo de Pelayo , faccioso de las montañas de
Asturias y restaurador de
contra Napoleón, y de
la
monarquía goda
Napoleón
,
asi
como
lo es
de Mina
triunfante en mil encuentros.
,
faccioso
Y Mina
no
en 1808: pero ¿qué importa? Mina y el Empecinado y LONGA y Sánchez eran españoles como Vibia ¡o, y como él fueron herreros había leído
la
historia
285-
EL GUERRILLERO.
y en pos de y pastores, v como él pelearon y vivieron. Corrieren los afios 1808 llegó 1823, y renació el (inerrillero lusitano en Jiamto y en Merino y en Santos Ladrón; pero ya no era paslor Viriato, porque se presentaba ,
en
de su vida
ó cuarta edición
tercera
la
convertirse en li8 antes de
airada
venida de
la
1823 no podia
porijue
y
,
Jesucristo.
Después hemos
tenido
nuestro 183G en que Viriato ha vuelto á trepar por las montañas (lL\sapareciendo
como un meteoro ¿Quién sabe
los
en reducidísimo compendio siempre aparece en
en su origen
la
puro
ella
tan
siglos; tan activo,
el
tradición histórico-guerrillera de el
auncjue sugeto á
,
de (1\rrera, i y tiempo tendrán nuestros hijos? Esta e&
pseudónimos de Zl.mai.acírregi
bajo los
años que andando
tipo, la
no ha degenerado;
mas
influencia
emprendedor
,
ó
el
España
pero
;
mismo ahora
([ue
menos pronunciada de
los
V. como en
el
tan resuelto antes del
primer tercio del XIX.
Ningún hombre apocado
sirve para Guerrillero: la vocación se revela desdd
primeros años por un espíritu de independencia
'os
y de descontento manda: así que, menos
sufridas
al
,
por un prurito de contradicion
murmurar de todo el que mas antojadizas ó dp
español neto á
aquellas provincias que tienen fama de
son lasque mejores Guerrilleros producen:
caso las que
dan
levantamiento
;
á los
que impelen
,
señal
la
arrostrando las primeras
,
su ejemjjlo se
á
son en
ellas
todí»
consecuencias de
alzan las otras y envían
un
sus arrojados hijos
montes, que son siem])rc teatros de saniíiientas hazañas y de venganzas
inauditas.
El aspirante á Guerrillero, que teme \er cortatlas sus alas antes de haber
podido desplegarlas, desaparece de su casa y de su pueblo, sin mas equipaje que el encapillado, á fin de no esperimentar embarazos en su ligera marcha.
Todos sus planes para (unas
lo
nubes, una partida de el
aspirante,
el
país,
ro/i/nfrtrios,
y esto
la le
Bebe un trago en
liaij
nada
ladrones en tiene ([ue
el
(pie hacia tal [)arte
aparecido, no se sabe
bajaila de las
si
defensores de.... en esto no está el
cargo
bandera que ha elegido:
el
muy
seguro
de que tendrá tiempo de
hecho es
([ue
hay voluntarios
basta. la
jirimera taberna, y comt) [)osee una dosis
de astucia, primera condición .«ií
lia
pero se hace prudentemente
sobra para conocer
en
futuro se reducen á no ignorar
dos leguas de su pueblo)
(jue
debe adornar
camino y en donde
temer en
cst i n
al
muv
regular
Guerrillero, se informa do
poco mas ó menos. ^[ conoce que
taberna, se declara en
ella voluntario y pone el establecimiento en contribución, asegurando que no tardará en llegar el gefe la
con la partida. El tabernero empieza á meditar las consecuencias que indudablemente acarreará para sus [«dlejos la iriu[)cion de los voluntarios, y ruega al aspirante con las lágrimas en los ojos que beba cuanto ijuiera y que se marche pronto, á fin de evitar compromisos con las autoridades. Entonces dá prínci[)io el mozo á un reconocimiento formal de la taberna pide aguardiente, pan y un cacho de queso para hacer boca; jiasa la mano por la cara á la tabernera, ;
la
cual por
el
bien parecer
KNTREGA XXXIV.
le
devuelve un bofetón, mientras el marido
3i
lo
toma
^86
ÉL GUERRILLERO.
a risa
también por
,
desde
campo
el
aquella
bien parecer
el
carta á su
madre
;
en seguida escribe Cuatro garabatos fechados
y manda que,
del honor,
en un rincón se consume una arma eslá
corriente
asegura que os un
;
so
pena de
vida, sea entregada
la
por convenir asi al real servicio
,
vieja sin
famoso
fusil
repara luego que
;
de galo, aunque
i)ié
y se
,
lo
bayoneta
la
apropia con intención
de cambiarlo por otro á la primera coyuntura pica un cigarro echa la espuela con el último medio chico de aguardiente vuelve á pasar la mano á la tabernera, ,
;
,
que
esta vez no se ofende fie la gracia alarga los cinco al esposo estupefacto, pone una cara de arcángel al contemplar tan simultáneas operaciones, y toma, sin pagar por supuesto, la vereda del monto, entonando el il/amfcn'f ,
(pie
«e
fué á
guerra.
la
Al llegar á boca
de que
en
el
del aspirante.
¿Y el
punto en que cree encontrar
al
manos
con una
rolliza
la
partida de
voluntarios
aldeana, que compadecida de su error
pueblo hay tropa.— ¿Cuántos son? Esta es
la
el
los voluntariost
de
primera pregunta
—Mas de contando con comendante responde — Se han — Ea, pues venga un veinte
rlá
informa
le
,
ido ispersaus.
la
mozuela,
abrazo por
aviso, salerosa.
Y quiera que no, arroja el fusil á tierra, me la pesca por la cintura , y entre chillidos y juramentos, y traspieses y carcajadas, le espeta un par de besos tan sonoros y redoblados como un castañeteo de dedos en tiempo frió: ella se
limpia los abrasados carrillos con
todo escape el
el
y huye hacia
delantal
el
pueblo á
nuestro voluntario se oculta entre las quebradas del monte y acecha inslanle de la salida de la tropa. El oficial que la manda ha olido que anda :
algún moro por
costa
y dispone una
batida:
espira en su escondite;
agachado, con
la
la
pasa, y cuando ve que íibajo
como una
soldados están
los
culebra
el
voluntario ni
se
mueve
ni
bayoneta armada, observa cuanto á veinte
pasos, se
monte
desliza
sube á otro repecho y dá un silbido para escarnecer á sus adversarios: estos continúan el alcance, y él los lleva de monte enmonte ,
y de quebrada en quebrada, hasta que el comandante convencido de la inutilidad! de sus esfuerzos reúne la tropa medio estropeada de subir y bajar cuestas
y
oprimidla con el insoportable
peso de
mochila y
la
el
correaje.
El voluntario cada vez mas ligero y dispuesto á nuevas correrías vuelve por lo
regular
al
mismo punto de
dos horas antes por llama á
la
el
partida
enemigo.
,
Allí
plaza al señor alcalde, y
y entra en ,
sin
el
pueblo abandonado una ó
encomendarse
en medio de todos
á Dios ni
los
Diablo
al
muchachos que
le
rodean pide alojamiento, tres raciones de pan y carne y un cuartillo de vino. Sorbe este de un solo embite manda á la patrona que le prepare un guisado se ,
lo tragela,
guarda
las
,
sobras del pan en una funda de almohada de la
patrona, que ha tenido
la
habüidad de convertir en morral interino, cuenta á
quien quiere escucharle cuatro bolas acerca de sus campañas socorrido para dos días.
casa, prosigue tropieza con el
Gomo no
,
y
hace aun veinte y cuatro horas que
su aventurera ruta con
ama
misma
la
camisa que de
ella
ó con la sobrina de algún cura ó con el
se
marcha
falta
de su
ha sacado: pero
mismo cura
,
si
es de
EL GUERRILLERO. C/IJÍ311
que
iia
287
de luuclarsa todas aquellas prendas del v^estuario compatibles con
carrera profana que ha emprendido.
dejando su camisa basta y sucia y sus raidos pantalones por
y por
la
¡cS chor.zos y
ama, yá
la
por
jamones nada deja
los
,
hombre y
,
pero en desquite aijasaja
sobrina, con ¡os sabrosos manjares que á
En honor suyo
devolas del contorno. chocolate
ni es atlcionado al dulce
muy
flan
pitanza de
,
es
confesar (juc nunca
toma
valor del
el
estómago: fuerte trago y razonable
al
y cuadrúpedos componen
que está seguro de encontrar todos
al
regalan las bellísimas
la iglesia
preciso
por
,
cura, v
al
porque estas golosinas enervan
poca consistencia
volátiles
pantalones nuevos
los
y limpia del cura. ^ erdad es (pie por las pallinas
aniisa delicada
<
la
No comete un robo supuesto que permuta,
la
cocina del
dias á su
los
fo/i/?í/o?"?o
disposición
,
cocina
,
muchos
por
obstáculos que se opongan á sus irregulares marchas y contramarchas. Kl
tle
de Guerrillero desde
matricula
aspirante se
raciones á un alcalde
,
en que se vé perseguido por
ó
momento en que
el
estos casos, se deja crecer el bigote y las patillas, porque ya tiene á
su profesión, y se convierte de
el ocultar
tan temible y tan agradecido que
muerte
y
se
á la
ni
Como
son menos en todos
las individualidades
lado los genios de ni Guerrillero
profesión
en general
puro de España
,
cuestión de vida ó
él
el
mundo
ingresar en otra ya las
notabilidades que
y como este no es un artículo escepcional
,
la
mañana en un soldado
hace para
los estados del
sin tener en cuenta las
que de poco tiempo
esta
á
.
,
dí^jemos á un
y concretémonos
soldado mon'.anés de infantería, que es
al
,
ó sea el Guerrillero organizador
,
mengua
perdona una injuria. Pero
formar una partida y constituirse su gefo ó
el
formada.
aislado,
noche
un Üíwov
ni olvida
no siempre puede permanecer
la
pide
Llegado cualquiera
la tropa.
el
Guerrillero
combinaciones políticas y diplomálica*»
parte intentan abrir una
en
brecha
rancios
los
hábitos guerreros del tipo que nos ocupa.
Una
partida de Guerrilleros
raso á tropas disciplinadas,
por numerosa ([ue sea, nunca ataca
,
su gefe
si
sabe
obligación: lo
la
sorprenderlas cuando puede, y aunque se encuentra
parala ofensiva,
las ventajas
de
la táctica
intereso
,
sino porque en
él
CnnipO e^
precisamente organizada
que observa, cansando
son portentosas para su conservación y aumento. Por eso liene plazas que guarnecer; por eso resiste en
cll
que hace
un punto
,
el
al
enemigo,
Guerrillero
no porque
causa mayores pérdidas que las que recibe
el ;
nunca
punto
le
por eso
lo
abandona y vuelve á recobrarlo cuando le conviene por eso en una palabra, no puede ser jamas vencido aunque casi siempre anda disperso en sus reveses. ,
;
,
Una de
las piincipales
es conocer á palmos
el
la
mas importante,
que opera: pocas veces traspasa
los limites de su
obligaciones del Guerrillero,
país en
provincia natal para combatir en otras.
de
fijar
á su capricho el
grita el gefe:
campo de
muchachos
,
batalla:
De aquí desde que
tnl
resulla el
vez
que siempre es dueño
éxito se manifiesta contrario,
á dispersión; dentro de dos dias todos en
tat parte.
Y
laM
vencedor, y por mas que se empeña, no logra dar alcance á cuatro hombres reunidos: es decir, que ha guerrillas desaparecen
en cinco minutos, y avanza
el
peleado tres horas para apoderarse de una posición
.
que tiene que abandonar
^38
ÉL CxUERRILLERO.
sino quiere perecer de hambre. El Guerrillero entretanto merodea por los pueblos
y caseríos que
siempre
casi
protejen
le
se informa de
,
cuanto hace
el
enemigo,
penetra muchas veces en sus acantonamientos, y á los dos dias se incorpora infaliblemente á sus "compañeros, para continuar aquella serie nunca interrumpida
de
encuentros
,
escaramuzas
sorpresas
,
retiradas
,
,
victorias
descalabros,
,
dispersiones y emboscadas. Pierde una acción, pierde seis, veinte: nunca padece de
aprensiones, nunca se cree en mala situación
y engaña
tiempo ocioso en
el
mucho de aventuras y de en cualquiera
jjarte,
bien que
imposible
mas
burla déla
se la
es
proezas:
,
porque está seguro de
pava con sus patronas
|)elnr la si
,
en
ella
bucólica,
vela cosa demasiado apurada, se esconde
por ejempl;), en casa de sus mismos padres ([ue
la
gente que se paga
bu; (píen
le
esquisila vigilancia. Mejora
á
y
,
,
muy
poríjue sabe
de
atrevimiento
fuerza
tiempo, ó se hace menos activa
el
persecución, y ya le tenemos otra vez en campaña sacando raciones, tiroteándose ril)azo, arrastrándose a guisa de reptil, para caer de improviso sobre
desde un
un soldado
([ue
dos minutos antes
el
arma
aporreando alcaldes y mojándose hasta
])risionero,
Los aguaceros, el
encaraba
le
abrasado
sol
nieve,
la
de agosto... hé aquí los
mas
domar su
y morir defendiendo, malo ó bueno,
los tuétanos.
el
terribles adversarios del Guerrillero,
brio,
enfriar su resolución de vivir
ni
partido que ha abrazado.
camina, se bate, come, bebe, fuma, srquea, enamora
en
Cuando oye
entonando canciones
hielo, las ventiscas de diciembre, las polvaredas,
el
adversarios que no consiguen
los huesos:
,
causa que defiende, asistiendo á las romerías con riesgo de quedar
alusivas á la
á
cruda que sea
el
verano no se limpia
el
el
y ya
restrega los ojos, eclia dos cuartos de aguardiente,
que quiera ordenar
el
está dispuesto para lo
señor comandante.
El Guerrillero jamás hace traición á su bandera
,
del ejército; á
las últimas
conformidad. Si
gratitud y consideración
prendas al
(juc
le
abandonan en
persona del Guerrillero una adquisición preciosa
contra
la
referir diariamente sus
adulación cortesana
el
,
,
y
como ha
mundo
le
toca
vivido; es decir,
son
valor y
la
estado se procura en
la
el
porque su ruda franqueza, su la
noble vanidad
conque
se
plebeyos principios, son una garantía segura
contra todas las emboscadas que los ambiciosos
hombre elevado, de quien en alguna manera dependen administración de justicia, el decoro y el brillo de una nación.
preparan sin cesar la
de sus compatriotas. Si
contrario llega á ser general, el
talento, hijo de la esperiencia y del infortunio,
complace en
oficial
,
la
desgracia de caer prisionero y ser fusilado, muere
que
un
gana sus ascensos á balazos, y cuando se acabala guerra vuelve su tallero á la labranza de sus tierras si tal es la voluntad del
gobierno, seguro de la
n
es inaccesible á la sedu( ció
y aborrece los finos modales; nunca acepta gustoso por gefe suyo á satisfecho
invierno
toque de generala, salta del lecho, y por muy estación, acaba de abotonarse los pantalones en la calle: se
media noche la
el
En
y duerme empapado hasta sudor para ninguna de estas operaciones. ,
al
JOSÉ nZARZA D£ ANDUXZA.
LA GUANÍ.
i|uici't's, li'clor
I
niiciiiiieiito
con
el
(!c
iioiiil)i'e (le
por((iie
desciende
])oi'(|uc se dii)
á
todos los
las
de
Ihmu'n olo
pi'ost'iiciar el
,
esa mui^er (juo (jitaiia,
(le K;^i[)lo,
([lie
y
moriscos;
si
la
espulsion
deseas conocer una
ceremonias mas importantes
las
los
Gitanos celehi'an en
de seguirme hacia
puente,
de personas contemplando con ávidos
la
ojos
los
])or(pie al pie
con
lo
((ue
arcos
carrillos
,
sii
i^ílviertes
(¡ue
:,
bienhechora lundire hasta una docena la
ración de carne (pie va cociiindose
tez
aceitunada,
ahora (jue
,
con
Arabia que de Andalucía
sus gestos y su rpovilidad continua dan
á
te
sus abultados
con sus gruesos labios, con sus negros, vivos y rasgados hijos del África ó la
gusto
de ellos hemos de
largos cabellos, y sus blanciuisimos dientes, revelan su oiigen
que mas parecen
el
de aquel
buscamos.
lentamente dentro de una gran marmita de cobre? ¿No obseí vas vas acercando, (]ue esos hondires con
(jue
curso de su vida
el
aventurera y vaiíabunda, hazme
¿No ves arremolinada en derredor de
unos
sejj;uiiotros
no (juisieron abandonar
de
topai-
conoce
en llamaf Kijipcios ó Gitanos
tierras españolas cuando los
si>
sciiuii
ojos,
con sus
(\'ílrangero,
ó Cataluña?
y
¿No
su conversación v
á
290
LA GITANA.
vivacidad de su fisonomía cierta esprcsion penetrante y característica? No reparas, amable lector, que el rostro de esas mugeres presenta un aspecto melancólico y que sus actitudes lascivas su color , la soltura de sus )a
,
miembros,
,
su movimiento y agilidad, recuerdan im clima abrasador, donde hombres y mugeres se entregan á ejercicios que desarrollan el vigor corporal, y dan fuerza á ciertas facultades morales? Pobre raza! condenada por su infeliz destino á una vida
un dia y otro, porque asi lo quiere la estrella de su nacimiento, y rechazada de la sociedad, busca un albergue debajo de los árboles, al pié de
errante, vaga
solitarios castillos ó en el fondo de una quebrada. Pol)re raza! sin patria \ sin hogar, dispersa há cerca de mil años, inquirió un asilo en el MíMÜodia de Europa,
y
la
Europa
repelió de su seno, arrojando sobre su frente
la
y vertiendo en su corazón
veneno de
el
la
el sello
del oprobio,
amargura. Pobre raza! combatida
por todas
las causas que disuelven una nación, las tiránicas absurdas leyes ) promulgadas en su contra no han podido destruir su nacuinalidad, y si no muere donde nace, nace y m\iere imitando las costumbres del' Oriente porque Dios y au destino no quieren ([ue estreche los lazos sociales con los demás pueblos!.... ,
Dirige ahora
en torno de
carisimo lector, una mirada á esa docena de personas sentadas
,
lumbre
la
y conocerás que
,
importante, pues hablan en
\
oz baja y
se hallan
preocupadas con alguna cosa cuando vuelven sus ojos
de vez en
hacia un rincón del aduar, do yace cubierta con unas mantas v tendida sobre un montón de jiaja una ijobre moza, cu\os dolorosos aves arrebatados por el ,
vienfo, van á herir tus oidos
agrupan
rededor del
al
una de
recibe
en sus brazos á una robusta niña, de rostro atezado
ellas
su madre, y como criatura es un
no
ella
pequeño
se sabe a ciencia
Si
conmoviendo tristemente tu alma. Mira como se mezquino lecho tres ó cuatro mugeres, v con qué afán ,
de marcada y característica fisonomía.
anillo de esa larga
á la
de todos los que se hallan a su los
como
mozo,
el
unos á
recién nacida
embargo, no
,
te
los otros
mismo
lo
,
el
desnuda
al
Gitanilla
,
como dos casado que
gotas de agua
,
el
la
muy
llena de
tanto el viejo á
la
(jarla sin
ton ni son, celebrando
sus
¡jenlcs
ú
clarisa cogida
en
el
orejas, la
sus
cabeza de
próximo corriente, y
la entrega á una de un montón depicosay la lucerna. Y como el
cual arroscándola en unos trapos la coloca en
poniéndose lodosa mucjuir con
agua es
alegría
prodigándole palabras cariñosas en una jerga ininteligible. Sin será difícil dar con el padre de la pobre niña si reparas en un
un poco de ,
la
en sus brazos
nares y, en fin, todo su chucheó semblante. Luego arroja sobre hija
débil
padre,' porque se
y porque
soltero arrullan
el
los fanales del tierno aguilucho, su erguido chapilel,
ps Gitanas
como
cuyo primer eslabón
y lomas en cuenta
rededor, no toparás con
joven de agraciado aunque moreno rostro, que
su
esta
donde ha sido forjado.
lija
examinas con atención
parecen
cadena de Gitanos
Oh!
el
mayor
apetito junto á
crua, y no ayuda á la digestión, pasa de
mano en mano una bujía vagabundos gitanos, y dando doble movimiento á sus azogados
buen cáramo, alegrando mas y mas
mayor animación
á sus
miembros. Después
el
elásticas facciones
,
á los
padre déla niña reparte unas cuantas plaiilom^
á\^
peñascaró,
:
LA GITANA. V mientras
mas
los
piaores se ocupan en potar,
en rasgueado son, otro, tenido por gran de
según
capricho
s'.i
,
si
es preciso buscarlo en
aquí
es
preciso
fR/tíi7»c''/o
mió
lector
,
las
que
,
pasado, podemos alzar un pico de
lo
algunas palabras acerca de vá
á
la
que vio
Gitanilla
la
á
clásicos
los
,
como
,
ni por necesidad
cortina, diciendo á
los
profanos
en su presencia, y ahora
luz
la
aun de
ofrecerse á sus ojos radiante de juventud y
Como
miseria
cual los gobernantes, á tender un velo
por buen corazón estamos obligados,
sobre
la
unidades de lugar y de tiempo, para llevar ú á cualquier pueblo de España, á
ya convertido en cliahorro
,
perdón
pidiendo
,
linde conocer sus costumbres de adolescente. Sin embargo ni
cuyo modelo
,
singular que en medio de
otras regiones. Pueblo
dramaturgos, quebrantemos nuestro
confundiéndose
de ciertas danzas
quo ha pasado por quinientas manos de generación en generación...
la guitarra
Y
entona unos cantares llenos
separándose ó
las reglas
guitarra
la
alegría, olvidando sus privaciones con las ruidosas castañuelas,
se entrega á la
V
no es que siguen
rnozo ojinegro toca
(juillabaor,
las mugeres bailan en circulo,
v
rnalicia,
291
un
belleza.
nuestras leyes han puesto a los Gitanos en
guerra abierta
con los
como en vez de morigerar sus costumbres han hecho lo contrario; como, para decirlo sin rodeos, como el envilecimiento y degradación que sobre ellos pesa han llevado á sus corazones un gran desprecia pueblos por flonde pasan
;
hacía las instituciones sociales
Adán,
,
no siéndoles permitido para engañar
se ha dedicado a
demás
hijos de
todo
que pueden, estafándoles de un
lo
mas
ellos, no el derecho del
doble disimulación.
Una de
armada que espone
al
robo timido
,
sus mayores industrias es el robo
brillar
suvos con
el
si
si la
nombre de
muchacha
propensión
cierta
como
v
al
es
hurto
las teorías reciben su
,
según
,
ejecutando á
el
la/ie/ra,
mayor no
le
antojo de sus padres
,
sanción de
las mil
es decir, si notan
la
práctica
la
y vuelta do ,
la
sois
atrapar
al c«/j(sr«/
cacaree
,
,
echa mano
,
es conocida
en su rostro
á
;
invade
el
una coto, torciéndole
,
v
años es una perfecta
maravillas las lecciones que ha
paredes de un corrincho
las
y
mano»
niña no es estropean del
la
recibido en esa
banda establece su
vivac en las afueras de un pueblo, asalta las huertas y arrobiña frutas
por
á
entonces todos se convierten en sus maestros
escuela constante de socaliña y artimaña. Ella, cuando
ella trepa
astucia
robo
el
y apenas empieza á articular algunas hacen repetir una y mil veces choro,
un tanto aguileña,
entendimiento, escusudo es decir que á 6iV/aora
,
ejercienrlo eontn»
no revela arrojo indica sagacidad y cierto talento»
palabras de esa gerigonza tan espresiva chorar,
los
mejor empleado.
Bautizada ó no nuestra Gitana ftntre los
modo simulado, y
sino las prerogativas de
,
que
ladrón á recibir un escopetazo á boca de jarro, sino uu
furtivo, c[ue
que no dejaría de
fuerte
vivir hacer lo
sus semejantes. (juUándoles
a
gallinero, el
y
y si
hortalizas;
no puede
pescuezo para que no
y aun suele coger un par de albairea ó sean huevos frescos. Otras veces
penetra en
la
población, corre por sus calles, y se llega á
la
puerta de una casa,
luciendo con voz dolorida «Zer|ó,
dome zu
mf'rzé una limoznita por Dioz, <pio eyloy (¡andia de jambrp.
LA GITANA.
'292
—Perdona
inuchaclia
,
se ocupa en dar de
—Zeñó,
comer
responde con losco acento un señorito de lugar que
le
:
una perdiz.
á
replica la cliulaina en{vi\m\o en el-zaguan
ya jase doz diaz
no he prohao
([ue
zumersé cuanto decea
;
po loz clavoz é Crizto, que
jari'm. Azi el divel de loz cieloz
el
ande ozté, zeñorilo, que
dé
le
á
con mucha neseciá,..,,
lo pió
por eza cara tan germoza y eze cuerpo lan bien formao.»
Y se va introduciendo mas y mas hasta que se llega sus fhraijnas y sus galatiunbas. Si apiadado este de ,
mano y
vuelve ¡roto
iá^ ió
encuentra en
la
un
el sitio
donde
dejó tan sei'cna
la
plato. Así recorre todas las casas llevando á su
AW (jarrama
,
uua paloma
como buena tomaora
,
los cuartos recogidos
del din caló del
se
,
Pelra ase
lo
cuando aquel
nunca hubiese
si
aduar, como producto
ó sábana, dos carunasó camisas,
mendrugos
tocino, varios
como
la
,
trasporlable, lo guarda entre la ropa, y
es
Gitanilla
infeliz
despensa en busca de alguna cosa con que socoirerla
niarclia á la ([ue está á
mancebo renovando
al la
un lardo de
mitrcco
de limosna y tres pesetas, que
ama
bolsillo del
del cura
al
besarle
la
faldamenta en señal de gratitud. Entretanto va corriendo
tiempo, y
el
Pelra,
la
sus gustos, azotada por la lluvia y combatida
tormentas y adormecida por
como
el
corzo de los monles, y
si
llexible y esbelta
también
semblante,
el
cuyo
á
á
brillo
completamente entre todas sus formas voluptuosidad la
y
,
,
calor se siente á
sobre su frente
se cria ágil y fuerte
como
fondo de
al
nuestro inmortal Cervantes.
,
nos abrasaríamos en
la
marca de violentísimas pasiones. Cuando
muger
Supersticiosa
los judíos
la
como
los bos([ues
,
como
el
ó
abandonar
Nosotros, benigno lector, iremos tras de
el
escudo de
la
mas helada
frialdad.
las
mancebo de
ilustre
h
Pelra
De
otro
y
modo
viva lumbre de sus ojos, y no nos seria dado bosquejar
todos los pueblos del Oriente
,
aficionada
como
ellos á la
duerme dos
como le conviene engañar á cualquiera co>la, hace humanas y las constelaciones celestes y cosa estrañal esas familias nómadas y vagabundas, condenada como
sitio,
las vicisitudes
¡
esas tribus errantes,
,
Cuasimodo de Víctor Hugo,
el
esa raza de Gitanos que cual los árabes del desierto no
,
noches en un mismo
que estudia
suerte
fea á
lindo retrato dn nuestra Gitanilla.
el
astronomía
el
sus ojos de azabache, y desarrolla imprimiendo en sus labios un sello de
quiera llevarnos, armándonos antes de indiferencia y de desden,
cubriendo nuestro pecho con
en calma
como
,
volverse locos por ellas
á
,
cuyo y porí[ue las Gitanas llevan en el pecho un volcan muy razonable distancia. Entonces es fácil perder el juicio y
ciudades y seguirlas
donde
en
y
crece en medio de sus privaciones
pie re|)osa
Pelra llega á tener quince años es hermosa, porque no hay
semejante edad
á
,
en sus acciones
vientos, arrullada por las
délos campos dora mas y mas su atezado
sol
mas
da
huracanes
los
pino
libre
j)or los
á
una
creen
eterna,
proscripción
conocer
sus mismos oráculos.
el
destino
de
y los
que no pueden
demás hombres
Nada mas frecuente
ventura, queriendo persuadir
á
los
bobos ú
(pu^ oír á blanco>;
las
aliviar su propia ,
dando
gitanas
que couQcei^
asenso la
los
buena
arcano?
LA GITANA. fiüiMo
lo
di'
l!:iii;m;!i)
iMi
muís
Pclra
i;i
\
descompuestos
descnjii liut
(¡is|!u-.i(ic.ii
iiiistcri('-=;i
l:i
occs
pidiendo
,
¡Ir
\
do
r;i\;is
!;i^
í>l,;iá,
canfnros,
lascivos
y
1()3
;i
ya
mano.
iu;;i
caiitaiido
coi!
HliLM-lad
iiai'iaiido
sus
propios
infortunios ó los de su familia con lastimera voz y gesto d(dor¡do, senun las personas con ([uienes trata y los lugares donde se encuentra, recihe no ¡¡ocas
limosnas, ad([uir¡en(lo dinero algunos,
unos, zapatos de
los
dt!
pañuelos de no pocos. Poro
y
son sus nigrománticos ardides
(iitana
su fulur,) destino
anunciailo en cam|)a nudas
,
joven á escuidiar su sentencia
resuelto el
con gravedad
se*apodei-;i de ella
cruzan
muchas
siendo
,
algún inesperto manceho de
vale paiM hacer «pie
clava
,
ojos
los
los
frase.-- \
tiende
,
los
mano
Eztoy viendo en zu
I)
zuyas
laz
gayardo,
madurao zu que
d(í
como yegua
armaz
le
jará
zin freno
en toa zu
lusirá
clnilrnud
lez
y
á laz
—
de e/ü
¿No
,
c-la
ravas (pie
las
esta suerte, d!'si)ucs
muv (|ue
laz
zu
un narin
la
poca
luna.
d;inia
c(Pii
y
haii^aii
puriziinn tra/.
jombroz
lo
el
y señirze á un lao el (ihanicu vé zu mersé czta ijya que ze
,
!,iu
? ...
/<(
de eza já
cniíc
que,
nasimiento,
rAyf
añoz
loz
peireriaz
Luego que /u mcrse güelba
clariá la cztreya e
chapitel...
pilonisa
la
criatuia/,
conzedez
Mañana alumbrara
loz espresios
zaltar é la blanda
de un
corta luaz
zezera...
la
zu mersé
oilía
(hiando
,
nnigerez hazta
laz
é
,
faltan
estilo,
esgrasiao po laz calahciaz dulioz v
y ze zienta baztante juerte pa zofrí
obliará
y
ozcuraz de zentio
juya zu mersé
trae reguelta
le
rczplandó, rdial
,
juisio,
muy
un jinen
Vy! Zeñr). ¿por ([ué daz
ejaz á
zi laz
moso! juya
l'robe
iners('
[iropiaz
á
un momento en
de haher consultado
po
uunra
enigmático
la
ingeniosa
la
cáhalas de (pie se
las
rpie
palma, y en tono solemne y profélico esclama la (jenidtra tlel mozo.
la
á
de
refajos
oli-os,
que mas produce
lo
a
zu zu
ruio
de
laz
cpie
ha
de
ezliza jasia el
deo pequeño?... eya rebela á no poer maz que zu aiersé crusará loz marez y que si no le dan mulé en lejanoz paizes pazará laz aguaz ezpuez cargao una jembra como un zol. .luí! zeñorito, (le pelraz (pie tirará á loz piez de ,
¡y
^^^^'
zi
no
loz
''''''>•>
(^-^
sierra zu
zueloz
que no
,
zt'í"
¡i
á
zu mersé, loz
y nengun endino irá á esirle palabraz é ternura... Maz pue jablá y naide zabe loz zecretoz deldivel.»
Asi termina
ocupa
de
la
Pelra su gerigonza
se aleja pensativo
-uniclie
,
y
,
á
á la
mancebo que apenas ha comprendido el momento que el hombre
Gitana
,
,
aunque crea penetrar
los
través de azules ó rosadas nubes. Sin embarco,
curiosidad ejerce gran imperio en
temblando
el
porque desde
porvenir se entristece á pesar suyo
futuros sucesos de -su vida la
y cuantoz afanez le prepara el Zeñé) Zuz lagrimaz roarán po
ílechasoz del siego!...
too ze
tres palabras,
se
^¡i
corason
rogándole
la
la
diga
juvenlud, y una la
huma
mozuela se acerca
rentura en candjio de algunas
monedas. La Pelra la examina de pies á cabeza, y luego con acento m(>lanc(')]ico entona un cantar débil y lánguido, arrebatando el corazón de cuantos la escuchan porque si su música es pausada y armónica , también es negra como los pesares de un desterrado, triste con^o las revelaciones y consejos que la ,
letra
encierra. :5V*
LA GITANA.
294
¿Por qué tiemblas, pobre niña
Gomo
arbuzto del dezierto,
Que ze mueve zin consierto Cuando el vendabal le diña ? Mas jasez bien en yorá Que en ezta mano diquelo ,
Laz penaz
([ue
el
Adizponiéndole
negro
sielü
eziá.
Trez pajaroz reboiando lián á tu ezciiro nio
Y
por encontrá zu abío
Mil cozaz irán cantando.
El águila ciitjuiiidlráa
Con zu
arrojo y zu pujansa
Lo
(|ue
.
nenguno alcansa
Dirá «lue
ya yegó
á
alcansá.
Ll cuervo zuz negraz alaz
Selebrará y zu pi'imó.
Por atrapa
De
mejo
la
loiticaz laz luz galaz.
El ruizeñór aniorozo,
Pa mitigar zuz pozarez,
Entonará
cantarez
rail
Con asento melodiozo.
Y
tu
inoscnte chíbala..
,
Lo abrigaráz en
lu
zeno,
Apurando eze veneno Que eido([uese zi no mala. Maz pronto L^l
Y
tu
de
ti
(MMMSon zciisiüo
EzcoüKMisaiM
zercna
Ponpie
a
iiiña
Pri;l)(^
Y
juirá
pajarülo
ciiiliaidcr
los
zo:i
!
zulVi.
/..'ca
luz
yoro
el
cahimhre^
,
pczavinibrcz
,,,
,
,
m
LA GITANA, De
horniozura deziloro.
tu
Alsn nlliva
el
cliapiiel;
Encampánale orgulloza Y no giiuaz, probé moza, un ingrato donsel.
l'or
Zí
jasez
le
redomúa
Por eze hermozo palmito
Maz
un beyo zeñorito
(\c
La caena
Que
arrrazlrará.
jnmbrez corren siegoz
lo
Traz una chulama beya,
Cuando
Y
loz espresia
ze rio do zuz
eya,
fuegoz.
Zi zabez vivir tendráz
Mil fúcarez aniaorez,
Toiticos contrihuiorez
Y muy
(jodeña zeráz.
Navega puez viento en popa
Que yá
En
altonáa yá zoltera
mundo La muge que á ezte
Zi
Un
,
prozpera niuciioz copa.
en tu barreera vé
rizeñor á dar viene
,
Zuz ezperansaz mantiene
Durante un mé y otro mé.
Maz
En
la
zi
le
zienlez clabao
punta del ansuelo
Arrójale po lo zuelo
Y
que zufra
ol
ezdichao.
No zerá niña el primero Que ajenaz culpaz pagó Pague
|)uez
un ruizeñó
Jumilde por otro
Navega niña
á
fiero.
toz vionloz
296
LA GITANA. \
zi
Dejii
clnmuijea alguno,
probete importuno
al
Lucha con zuz pcnzamientoz.
Muz peciorez
mczmo á' Poto me najo VA
diciendo
cuando niña
do
el ai'le
¿íz/rtr;
la
compasión
nunca
,
á
brilla
sobremanera. Ajustado
el talle
los
mitad de
la
borbotones
,
con un aprelao (corsé) negro ó de color de
pierna; calzados
la
á
es tan bella
que forma un estraño contraste con
,
lustros arrebata
tres
y arrebatadora, jamas cautiva hombres como en el baile ejercicio en que
mugercs y entusiasma
solollegaá
dospnos es atliniradn por
si
;
que alcanza sus
luego
si
á las
canela
,
buena ventura, cantando ó usando de esos chistes que
la
desprenden de sus labios
se
zaláa
dé zalú.
divel te
Si la Gitana escita
su destreza en
tú
cpic
la cayáa....
I-lze
encarnado de
lo
los
la
campana
con eztiboz de
sallaores
la
,
muy
cual
corto
empeine; ío/c/ííoelpechocoaunpañizuelode color; vistosamente recogidos sus «íVes ó cabellos, y adornada la cabeza con infinitos mxofios
,
se presenta la Gitana en
Mairena, y á todos los majos que montados en briosos almifores cubiertos de (jireles van llegando á la hola (feria) los convida á que vayan á su puesto,
un
diciéndoles que posee lindo, porque tiene los
muy
palacio
mancebos andaluces siguen á
la
cerca
,
y.
y
en
(pie
por
pueden solazarse de
él
lo
que luego verán. Prendados
lo
gracioso atavio de
del
Gitana, arrebatados por
la
el
y arrastrados por el sardioque ó sandunga de la su palacio que es una choza formada con mantas sostenidas
fuego que despiden sus acais
chulama,
allí
buenos tálamos
,
,
en unos palos, se sientan en los tálam.ox, que no son otra cosa que unas
es'.
eras,
piden dos ó tres libras de buñuelos, y cuando han apurado sendos tragos de anisete, y les hierve la cabeza, hacen á la Gitana que baile con otras tan
como
jarifas y empercgiláas
Diestra el
la
Pelra en
capataz de la banda
el ,
ella
y como ella tan ricas de sardioque.
,
arte de agradar, al son de la guitarra
compañeros cantan una balda,
ella baila
causando gran impresión á
aturdidos majos la
sallaren de la guitarra
maliciosos cantares
,
,
la
que suele tocar
dueño de aquel tinglao, mientras que dos
los.
que
se las pela
ruido de las castañuelas
el
,
voz de el
ó tres
de sus
con oíros dos ó las
gracejo de las Gitanas
picaresca espresion de sus miradas, y
tres,
(juillabaoras
el
brillo
,
,
el
sus
de sus
adornos.
Y lo
aquí
pasado
,
,
lector
bueno
,
aunc^ue
antes no tuvimos á bien correr un velo sobre
es necesario (pie arrojemos
uno
muy
con una cubierla que marca perfectamente su
merced
á
,
por(pie vestida
In
Pelra
y sus graciosísimas formas, sus libres movimientos, en cada gambeta descubre un pié sumamente
pulido y una hermosísima ])ierna a(pi!'l,
tupido
por(|ue
,
porque
sus ardientes miradas
se
talle
bambolea su árbol con muchísimo
(juieren
decir cierta
cosa,
porque en
297
LA GITANA. Andalucía lucen
las c^strellas
po!\[ae los naranjos que tanto ([ue embriap:a los sentidos,
en una
de abril con claridad algo lúbrica,
iioclic
abundan en aquellas campiñas esparcen un perfume
y porque
esijlemlor
el
escita ideas
aq>iel cielo
d<:
un
tanto voluptuosas
Siyo no fuera Pelra
la
cristiano rancio
un mozo de
á
la
banda
elegir
consentimiento
su
muy común
fie
muger á la luz del sol ó sus mas príWimos parientes
matrimonio con todas
apuntemos entre
las
las
abundantes libaciones de
y sus vítores. Cuando la Gitana
,
después,
á
bajo
el
los
cuales
luna, con
hay que celebran su
los
la iglesia, lo
mejor será que
guitarra y las castañuetas,
la
Gitanos, y
ruido de sus cantares
al
,
á
esa
raza
,
es
quien
á
el
sorprendida por vulgo
la cierta, y es que jamas abandona sus
,
desprovista de buenos sentimientos,
preocupaciones, tiene por absolutamente
que
de
la ficción
engaño. La Gitana abriga en su corazón un tesoro de amor para
con sus
creyéndola entregada á repugnantes vicios
un
hijos y los
la
,
yugo matrimonial hasta que
fuerza hacer justicia
el
en franco
olvida sus bailes y canciones, y se entrega cuidando de su marido primero y de sus bijos quienes vá enseñando cuanto sabe y aprende desde que dobla la
de madre v esposa
y
como
,
entregaría
,
ella
claridad de
la
son de
al
los alegres
se vé altonáa
á la vida
cerviz
con
éntrelos Gitanos,
á
ceremonias prescritas por
en legítimo consorcio
á la Pelra
los lieclios
perinilicndole vivir
,
concubinato; pero aunque esto es suelen
verdad de
sin faltar á la
,
rico caudal de ternura
para
sin otro capital
,
el
con su compañero. Ninguna sabe llenar
deberes de madre y de espora tan bien como una Gitana, ninguna altar ó solo ante
tan fielmente los juramentos prestados en
el
ninguna comprende mejor
naturaleza.
Y
es^ afecto que
las leyes
se nota
en
de
ellas
la
hacia su
concubinato,
muger
vieja
lo cual
por
otrli
son de igual edad,
marido ó amante,
matrimonio, ó rompa
debilita aunf[uc este relaje los vínculos del
sucede algunas veces, porque
el
c;;p.iple
sus camarr.das;
nunca
los lazos
mancebo puede
se
del
dejar
la
joven, de acuerdo con su esposa ó barragana. Silos ayuntados l):)gan
juntos por
el
mar de
la
vida
,
divirtiéndose
en
días
de calma, y prestándose mutuos ausilios cuando la tormenta arrecia y alguno de ellos se halla espuesto á naufragar. No es estraño que el marido de la Petra
uno vorban de una mojáa, y que antes de (juiyarse \c acierre la (jura soplándole en e\ estaribé. La Gitana se araña al saberlo, y auncjue (justicia)
deje á
,
el-
eíi/rjao
cante
al
son de los anillas:
En la reja de la trena No tocupez en yorá Ya que no me quitaz penaz ,
No me
laz
venga jada
,
gime desolada, pudiendo sus ardientes lágrimas calzas limarlas en un momento, dando calh al anijmtian. llora y
,
si
cayeran sobre
las
á98
LA GITANA.
muy
Pero alcanza
pronto ronooo
la l'berlad
,
In
;iI1¡í;Í(1:i
Ciilnna
qii(>
y (Miloni'osompioza par.i olla
cdU
linios
no
¡icniidns
a
so
una vida activa v de moviiiiionlo
qucle produce uialisimos ratos en cambio de levísimos goces. Porcjue no contenta con regalar al banquero (alcaide) j)ara que trate hien á su pobre marido, y á lodos los beílenfes ó criados de (¡arlar
con
(escriba) ruega á todas horas
déla cárcel
grulla,
]a
masó menos
fundadas
braba
al
{'\\xqí)
mañana y
larde
(engañar
florear
al
)
juez
á
,
tpiien llama
ni¡)os al
,
rigor de fiscal, á
á
resultado de sus gestiones v las esperanzas
el
abrigado
,
el
la reja
nuestramo,
anda en un pie como
(fiscal), y
<jambalua\wv su desmesurada altura y poca alma de ganar con á quien califica de dezoijiíidúr del ¡n fiemo y de aplacar con palabras
al
de estos, y de aqui ala cárcel, contando al
causa,
(jue
dejen acercarse á
la
visita
,
veníja-^injurias
al
á la casa
a/iíojao los progresos de su
que
cárcel para
la
preso, importuna
el
bribia
escribano, ó
buenas
tjuien quisiera ver haciendo piruetas en la
ene de
palo.
Gracias
poer de
al
Juan Dorau
en atención á que
y
,
y muchisimo donaire, y no poca
,
causa; merced á florayna.t
la
(ilustre) nacimiento de
al fjótico
promotor pide una levísima pena
que queman
escribano activa
el
y adulaciones, y acaso también
sal,
Juan Platero
Petra tiene unos
la
y considerando
(jue vá
el
ojos
puesta
de fihU1 y es algoconiplacieute, el bravo ó barí condena al Gitano á solo cuatro años de presidio, el cuA burla el sentenciado á los dos meses ronpiendo la ,
zerezcda
ronco grito de pena- v
al
La Gitana sigue y
burlaur en su afufón;
como nadie mejor que
trochas y veredas, .•í
al
ambos punen
tierra
por medio
caminos y encrucijadas, las mete a contrabandista, viéndose
(jilanos conoce los
los
marido de
el
lou¡j(irc-\V.
Petra se
la
esta desde entonces entrar con recato en las poblaciones, llevando debajo de
'a
que las
un
mantilla
siempre le
de ropa (jue vende ó trueca á
ovillo
prendas
(|uc
ocupan en buscar,
otros se
parte de ganancia, llegando
al
suerte de su marido,
"c',sy>i/-/a6ao
Estremada en su dolor la
pompa que permite su
mesándose alaridos.
el
cabello
,
la
sí
tiro
los
bolsillo
al dil'ur.to
banda encuentra
Gitanos acaban
empezaron.
— Viuda
no fuese
á
hacer un buen
á
quienes
,
los
,
por h)S malditos carabineros.
y acompaña
vuelve
mismos
la
la í'f/ra
en Ja garda ó camljio de
peculio
destruir sus planes la
á
de su esposo se celebre
liace (¡ue el entierro
,
pudiera dispensarle su esposo, se entrega á
porque
mugeres,
cuyo corretage engiba una
cadáver hasta
al
vertiendo abundantísimas lágrimas
Guando plantan
de que en
de un
Gitana
la
})or
cabo de poco tiempo
que podría aumentarse en gran manera
con
las
valiéndose para ello de todas las carlancas y c/íonras (sutilezas) sugiere su viva imaginación. También á la sombra de su comercio vende (/ttpa,
la
coto,
como está segura misma protección que y alegría en un improvisado festín, Gitana
ausilios la
,
el
y arrojando furiosos
al
fato y
la
carrera de su vida con música y regocijo
como la
prosigue en su industria y sutrapicheo, ocupándose ropa
,
en asar castañas en algunas ciudades de
Andalucía durante dos meses del año; y en freír buñuelos en las ferias, ayudada por sus hijas y compañeras. Por lo demás en las casas donde vende sus prendas
.
LA GITANA.
:iOÍ)
fiomu un las csíjuiíias en (luo progoiin las rali-nlilas en
el real d^ la loria doiulf con sus gestos y palabras siempre es decidora y chislosa sin (pío los anos la hagan variar do conducta y muclio menos do sentimientos. V hó a([uí, lector amigo, como la civilización no lia variado las costumbres do los tutanos y como pasan las revoluciones sobre su cabeza sin arrancarles ni
provoca
á
las
fyen/cs
,
,
,
un
Merced á los muchos trastornos que los españoles hemos sufrido trastornos que no han dejado titere con cabeza en nuestra asendereada patria' nuestros tipos se hallan averiados, y se necesitan ojos de lince un solo cabello.
catalejo
para descubrir nuestras peregrinas
insulsas costumbres
caracteres d-
estrangeras,
enoriiu' y costumbres populares entro las
y nuestros antiguos caracteres
hoy. Solo una raza
,
despreciada siempre por
perseguida siempre por nuestras mismas leyes, originalidad
,
sin (jue el tiempo, (jue todo lo arrastra
las
entre
otras
los
razas v
ha conservado su pnmiliv'a en su violenta cairera, ha\a
podido «lospojarla do uno solo de sus hábitos, do una sola do sus costumbres. A íilósolb, me daria de calabazadas para atinar con hiscausas do someiante cstraño fenómeno mas como no lo soy concluyo esto [)oliro arliculojo,
ser yo
,
que
los
aseiiurando
Gitanos son impermeables sin que
descortece osa arrogante matrona
les
hagan molla
las
revoluciones ni los
llamada civilización.
SEBASTIAN HERRERr.
EL IVIEMMGO.
ARO
de
vice— versa
las
)iumanas
cosas
descocado y vocinglero Mendigo (le la
sociedad
sus clamores,
''^^^\f^^\
3
que en
el
l)ebo
en
la
y
los Postines del
procura ocultar su
triste
ella
,
on
estado, pasa por
El
molestándola con su desaseo y
,
lo
mismo en
la
recibe
cabana
,
pudiendo siempre decir á
poderoso que del se compadece ó
taberna huélgome en
!
se burla
palacio y ve pasar los dias de su vida que medir el tiempo, libre de temores
y cuidados,
riqupza
la
que
es mirado con respeto,
agasajos y liberalidades
sin tener
de
,
,
(atilo la
que
el
lo
la vista
disculpa sino
vertiadero indigente que
amargura do verse despreciado
sin
un módico socorro. Pero ¿qué hay estromoso. Va todavia mas allá en su
una mano bienhechora admiraren esto?Rl hombre oa todo es injusticia. No se contenta con echar una mirada desdeñosa y despreciativa sobre el vergonzoso y pusilánime necesitado, Se complace también ep degradarle, y 35 ENTREGA XXXV, hallar
({ue
({ue le
alargue
302
EL MENDIGO.
siempre encuentra algo que censurar en su víctima para halagar su propia vanidad. El vergonzante es deforme aunque sea un Adonis en hermosura; tiene
mas manso que un cordero; sus agudezas
condición de tigre, aunque sea
llaman insulseces aunque
hayan educado
le
nombre de atolondramiento, aunque
sea
mas sesudo que Catón; y su prudencia
disimulo malicioso, aunque sea mas virtuoso que Sócrates delicado
,
que
preambulillo se
el
te
se
las gracias; su actividad recibe el
atraviesa
y
es
veo, lector
Pero
de botones
estás diciendo allá
adentro, ¿á qué conduce aquí este principio de sermón cuaresmal? Pues has de
El Mendigo español es una especie de alimaña que comprueba aquello de cállate niño que viene el pobre, nos asusta desde chiquitos. Ese miedo es la causa porque se le respeta
saber que tiene su
busilis.
infunde miedo como
con que se
lo
pues nace de su independencia y de idea de la fuerza, y lo contrario.
recuerdos de su origen que
los
es la reina del
la fui'rza
ofrece la
mundo, aunque haya quien sostenga
Pero supuesto que no he principiado este artículo
gusto
á tu
á
,
lo
que esclusivamente debo atender sin meterme en otras honduras , veamos
gi
te
llena esta otra introducción.
Si la sociedad hubiese siempre ausiliado
su posición tiene que recurrir á
mismo tiempo
al
habría
esas tropas
verdadero desvalido
de vagabundos que tanto
la
alimentan
voluntaria
,
Mendigos
ni cosa
que
primeros
los
individuo y
la
verdadera desgracia, crean á los vicios.
cada quisque pondría
;
Entonces no habría
trabajo provechoso
y
Líc(!o,
y
lees todos los días esa porción
henchidos de bellísimas producciones traducidas
mía que por
fé
esta vez estaba
filosófico-pclítico-económico
,
muy
yo
á
las
a]
mil
maravillas! Pues á
ufano con ese exordio de disertación
y creía hacerlo con tanta perfección como uno de
tomes por disculpa que encuentra
decir que toda
Ateneo,
al
de periódicos literarios,
los mejores oradores del salón de Oriente. Apurado es lo
al
¡Ola! aun vuelves á cabecear?
Sobre que no hay como poderte contentar desde que asistes al
mendicidad
pauperismo una calamidad de circunstancias
el
pasageras, con las que desaparecería siempre
Instituto
desacierto
el la
sus huesos en punta
un
albores del día para dedicarse á
estado, siendo
al
la
pereza y dan pábulo valga
lo
que por
,
afean é inficionan,
llenado uno de sus principales deberes, sin incurrir en
de distribuir socorros que no alivian
desde
al
conmiseración pública, y hubiese perseguido
la
la dificultad del
el
amor propio
á
el
lance. Si no temiere
mi torpeza
,
me
atrevía á
acierto viene de la delicadeza del asunto
que
he tomado á mí cargo, mas veamos sí por este otro camino puedo salir adelante. El español Mendigo de profesión que sin padecer enfermedad alguna y sin
faltarle
en que
fuerzas y bajo
el
trabajar
aspecto
se
cubre de harapos, oculta
de males
modos, aparenta debilidad, huye esplotar la el
caridad
cristiana
manto de Diógenes
de fenómeno social
,
muy
atención del observador.
en
que diestramente de
todo
arte
ú
su salud y sus
sabe
oficio,
fingir
y
se
de
mil
entrega á
nombre del Nazareno, pero cubierto con mortunm de la población, y una especie
es el caput
estraordinario
que
en todos tiempos ha llamado
Su pensamiento dominante esclusivo, y
la
la
regla de
,
,
EL MENDIGO. muy
su conducta se encuentra
exacta
303
y bellamente espUcados en los siguientes
versos de nuestro Espronceda.
• ;
Yo soy pobre y Todos
verme
al
se lastiman
."
.
;
;
•
;
plañir
Sin ver son mias sus riquezas todas
Que mina ))
inagotable es
Mío es
mundo
el
» Otros trabajan
En
pedir.
el
como el aire porque coma yo ,
»
Todos
))
Una limosna por amor Dios.»
se
libre,
;
ablandan
si
doliente pido
moderno Bias, que con mayor razón que el sabio griego los llevo conmigo;» no aludiendo á la ciencia,
efecto, este
puede decir «todos mis bienes sino
proverbio castellano ese
al
la
curiosidad
se
le
,
ya sea que se
hizo rico qu3
ie
examine después que perseguido por
un
entera libertad en
hospicio
sujeto á
,
reglamento que modifica sus costumbres el
uniforme que
disfraza
le
que es dar con
la
y
Otros
la
la
Como
concebidas.
y muy á
una
de
á la
ya
observancia de un nuevo
estrecha
restos de sus harapos, los
los
imaginación
Hay quien ,
que han quedado
ver ese ente incivilizado
al
cree que se
favorable á
la
Nuevo Mundo. Otros en
impremeditada compasión
({uiera
nutre y conserva
molicie y á la pereza. á los santos lugares.
que sea, estas
fin,
sostienen que es
y de ideas religiosas mal causas no se escluyen unas á otras, ,
haber concurrido juntas con
bien pueden
siempre escitará
abundante riqueza que circuló por nuestro suelo en
seguida del descubrimiento del
producto
,
autoridades viene á dar con su
suponen importada cuando laslaigas peregrinaciones
Otros regada con
el
pico
pero nunca tan ¡irofundamente que
,
grande temperatura del clima
la
el
verdadera causa del pauperismo voluntario, planta
tan indígena de nuestra península.
mimada por
hizo
vina porción do especialidades
como grabadas en todo su ser. Empero lo primero que salta 03 lo difícil
la
las
no deje descubiir
vestigios de inveterados hábitos,
te
considere en su absoluta independencia,
le
los
vicios de
la legislación
alimentar tsta planta ponzoñosa.
Sin embargo
.
mezcla que se descubre en nuestro Mendigo de profesión
la
de cierta especie de rústico y aparente estoicismo
con
el
y de hipocresía
religiosa
cinismo mas impúdico y degradante da indicios de que estas
semillas
,
deben haber venido del Oriente. No es esto decir que nuestro Mendigo tenga
lamas remota estos ülósofos tradicional, á las
idea de Epíteto,
han llegado hasta
y con
la
ni
incxaclitud
últimas clases del pueblo.
de Antistenos, sino que
()
confusión que descienden todas
TampDco afirmaré
consejos del Evangelio, pues acerca de cillas,
que Jesús y
Iqs
las doctrinas
de
degeneradas y corrompidas de una manera
él
este
esté
muy
j)articular solo
Apóstoles fueron pobres , y dejaron
las
teorías
instruido en los
sabe también de
muy recomendad^
EL MENDIGO.
304 la
Esto
pobreza.
que
basta,
le
cuando
la
csperiencia
hombre son pocas y
las necesidades del
parte de los males morales nacen del temor y práctico sacan
regla
la
como
siguiente
Si repulsas la
Y
repeles
de todas
las
los
porque
empieza
á
desprenderse
no dan por resultado
es propio
solo
esto
,
mayores esfuerzos para amoldarse
los vicios, sino cierta especie
contaminadas por
Boecio,
,
Mendigo
del
á este grado de indiferentismo. Pero sus conatos
de perjudiciales afectos,
mismo
el
dolor.
el
y hace
relaciones sociales,
se la dictara
esperanza
la
ánimo
el
la
si
alegria,
Sin que sientas
Colocado en esta situación
ha hecho ver por otra parte
de socorrer, y que la mayor esperanza. De este convencmiiento
temor,
el
Se ausentará
le
fáciles
la
estuicion
de almas grandes, no
de entumecimiento moral, quo
olvido de toda decencia. le conduce por la mano al momento ya ha entrado el Mendigo en el cinismo, en un cinismo tanto ó mas que el que escandalizó á la culta Atenas. práctico estravagante Pero lo que mas contribuye á afirmarle en sus propósitos, lo que le hace
no sabe discernir y que
Desde
este
,
marchar tirme y seguro por en parte de títulos
de su
poderosos
motivos religiosos que
No
sin
vislumbres
luta (jue ha escogido, es el abrigo que encuentra
la
misma sociedad de que
la
dificultad,
la
obligación,
y á la que presenta como mismos sentimientos humanitarios y
tanto se mofa los
impulsan.
como vés amigo
lector, he podido
origen del protagonista de nuestro
el
,
medio
lograr, c[ue
drama, y darte
á
conocer las
creencias, que son causa impulsiva de sus modales y costumbres. Ahora á sacarlo á los iré
la
escena
,
ó diré
animales dañinos que destruyen
la
empeño
caza de los montes siguiéndolos por
la pista,
el
á buscar en todas sus guaridas esle animalejo ó vulpeja
perjudicial y bellaca
,
voy
cazador activo persigue con
mejor cuál
siempre en relación con ladrones y con
por cierto
,
la
mas
canalla en todas
sus diferencias.
Por muchos albañalos vierte
inmundicia de
la
la
inmoralidad en medio del edificio social
mendiguez voluntaria que
esta
apesta é inficiona todo.
lo
Ese coscón que con su eterno movimiento de hombros y espaldas dá indicios de la inquietud que sufro su epidermis, y mal perjeñado con los restos dej uniforme que llevó en las batallas de Bailen Chiclana y los Arapiles según ,
él
cuenta
,
vaga siempre por
la
á todo viajante que entra ó sale
es
,
un Mendigo aleccionado, que sabe hacer muy
bien su papel. Comisionista oculto de los aranceles
como
porque no hay
dia
fijo el
compañía anglo-hispana, tan afecta
la
verdugo
á
y que tiene su escritorio en las playas (ha del alijo, (quien dice día dice también noche,
los gitanos al
deGibraltar, sabe á punto
,
circunferencia de una gran ciudad, importunando
sin noche según
,
se espresa
se verifica es portador de esta útil noticia al
e.-,ta
gente)
mercader de
,
y
la
al
punto que este
plaza mayor.
Por
EL MENDIGO. nsiiú servicio ha recibido
el
305
unas cuantas monedas y una trenza del de Virginia
del torne del caballo bayo con caireles encarnados, que bebe reposadamente vasito de
lo
puro á
la
puerta de
la
población. El mercader por su parte no se nuiestra
de algunas cokimnarias de blanco vigote del cuartel, á la
aromática
despachando á
menos agradecido, y amen
del babano. Nuestro veterano
que ha adoptado aquella vida porque
,
que nunca tuvo mucha
las pica
,
larga una manicpiela
le
y
ha^co pilillyi,
que sobre
fastidiaba la disciplina
le
mezcla
afición,
las
dos especies de hoja
jjaraío y sin riesgo
y zagales de coche
los arrieros
un
venta distante un cuarto de legua de la
vá paulatinamente
demás gente que camina
á 'a
y
,
mayor comodidad. E^ cosa de ver el aire marcial que aun conserva el «Muchachos, dice á los supradichos pedestres que
á pié por
viejo servidor de Marte.
preceden
que
al
viagero, ¿queréis buenos cigarrillos? La mejor posada es la del Mellado
de esa primer calle de
está á la vuelta
Los mozos hacen
derecha, ¿quién es ese señorón?
la
en su mercancía y siguen su camino adelante, mientras militar muda de tono, se pone algo alicaido, p:!ro siempre con despejo marcial,
el
y dirigiendo fornido mulo
palabra á los del coche, ó
la ,
feria
camina lentamente
al ({ue
porque
,
el
roce de las anchas posaderas de su carga
el
ved aqui un
triste militar
ha hecho morder
hoy
sin
,
dice:
que tiene acribillado
muv
sentado
á su placer en el
animalito viene algo molnno por
«Compasivo señor
o
señores,
cuerpo de balazos y estocadas, á mas de cien gabachas, y por toda recompensa se vé
la tierra
poder trabajar, espuesto
el
perecer de hambre
á
si
no
le
socorren las
almas piadosas. Si vé que vienen también algunas señoras y niños, no omite aquello de «una limosna á este desgraciado militar para que Dios libre vuestros hijos de iguales trabajos;
observa y
muy
con otras plegarias por este
distinto el lenguaje.
regalándole un par de cigarrillos. Cuidado con
muy
arroyo
el
una larga allí,
á
dile
,
escopeta en
cerca de
cicatriz
en
la
conducta
mano y
camino que no hay muy buenas
el
,
de entrar en
picar largo.
Casa Blanca,
lado derecho de
la
te
que
dice al :;riado
Oye
el
,
monte
se vé
un pájaro
buen mozo, en pasando
encontrarás un guapetón, que tiene
cara
,
y precisamente ha de andar por le aguarda mañana
de parte del pobre inválido, que su compadre Curro
comer en casa de
viaje con
el
son personas que la
¿A dónde bueno muchacho?
noticias. Si allá á la caida de la tarde antes
de mala pluma
estilo. Si
para empezar su viage, entonces es otra
salen de la ciudad
mucha
los suizos. Dirigiéndose luego á
cortesanía,
los
señores les desea buen
asegurándoles queda rogando á Dios los libre de
todo tropiezo.
Asi pasa este perillán
los últimos
años de su vida, que principió haciendo
algunas malas jugadas en su juventud, por
de
la
justicia
tuvo que sentar plaza.
varios recargos en castigo de sus
En
el
las
que para escapar de
servicio se portó
muy
las
manos
mal, sufrió
deserciones y al cabo de muchos años pasó donde podría conservarse tranquilo sino prefiriese esas anchuras, siempre rodando de figón en figón y de taberna en taberna, hasta pjrar en el
á inválidos,
hospital
,
,
donde termina su carrera.
Otro trucha de marca mayor, que también pertenece
á la cofradía
harapienta,
MENDIGÓ
306
es aquel semi-estútua, que clavado en
el
crucero
un
africano
y con un gran parche que
,
descubre gran parte de sus carnes por
dos caminos es una iraágerl
ele
viva del dios Término, chico de cuerpo, regordete
cubre
le
mas
cutis
,
la
tostado que
mitad de
cara
la
,
el
de
se
le
entre los trapajos destinado, á taparlas.
Este pobre algo taciturno reza mucho, pero bajo, y tiene siempre en la mano el mugriento y roto sombrero que presenta á todo viandante para recogerla limosna.
Es
él
nada menos que
el
último huésped
de una vieja venta, que
una mano desconocida. En
anterior entregó á las llamas
el
en
el
año
incendio de esta Troya
hacienda del fugitivo ventero, y perdió el nido en que se abrigaba. Su venta era un punto estratégico para todos los salteadores de la
quedó aniquilada toda comarca, y de el
la
ella partían los
oportunos avisos y socorros.
A
de este apoyo
falta
imperturbable ventero les sirve convertido en mendigo de vigía permanente,
siempre provisto de noticias del movimiento de tropas, y del paso de viageros. Asi sobrelleva su última calamidad, comiendo de lo que le alarga el tímido
caminante ó
regalan los chicos hasta que les juega una mala pasada, y uno de
le
ellos le quita
de un trabucazo
nuevos milagros
También entre
los
ganas de comer
las
ó la justicia instruida de sus
,
donde no vuelva á ver
lo sepulta
la cara al
sol.
Mendigos de esta calaña es preciso contar á
la
viejezuela
boca de sumidero, nariz corva y barba puntiaguda , ojos mas despejados de pestañas que la haza del alcalde de malas yerbas que con unas muy remendadas
naguas de
frisa ó
dias desde
los
bayeta oscura
muy
,
y
otro cualquiera trapajo por mantilla, vá todos
temprano á estorbar
concurrida. Cualquiera que
la
paso en
el
la
puerta de
la iglesia
mas
vea sin otro antecedente con aquel ademan
gazmoño y compungido, la creerá ver.laderamente en necesidad y un dechado de humildad y devoción. Pues todo es una pura ficción. Impúdica en su juventud trajo enredados en sus brazos mas mancebos que entre los suyos estrechó jamás la cortesana Tais. Sirvió después de corrredora del oficio; cayó al cabo en manos ,
de
la justicia
en
la casa
,
que
la dio el
de Pocopan,
muerte por
la
recetadas por
la
premio merecido llevaron al
,
y habiendo habitado mucho tiempo
hospital
donde escapó de
el facultativo.
Salió al fin de aquel último mal paso, provista
profundos conocimientos prácticos, que hoy
los
las garras
de
la
singular casualidad de haber cambiado el enfermero las medicinas
le
ya de
sirven para hacer tan bien su
negocio. Se puede apostar cualquiera cosa á que tiene cosidas éntrelos remiendos
de su corpino algunas monedillas de oro, ahorros no solo de
que recoge, sino de la
ciertas inteligencias. El día lo pasa
la
limosna abundante
como he dicho, y por
noche tiene segura acogida en casa de alguno de sus antiguos conocimientos.
comida, y por este medio después del pequeño gasto ordinario de los dos cuartos de tabaco de polvo, y su traguillo del tinto,
En
varias partes le
guardan
la
moneda que llega á sus manos, no vuelve una reducción indispensable.
la
Nuestra vieja no está ociosa á
con otra compañera sabe que
la
hija del
,
que
la
á salir de ellas sino
puerta de
la
iglesia.
en
el
caso de
Entabla conversación
la sirve para adquirir ciertas noticias interesantes. Allí
comerciante rico que está para casarse con
el hijo del oidor,
SOY
EL MENDIGO. ha estado conversando toda y
al
panto parte con
noche anterior con un joven capitán del provincial, que puede á instruir del caso al futuro, que premia
la
la ligereza
generosamente un aviso tan oportuno. Lleva la hija
junto
del abogado,
y recoje
entrar en
la iglesia
al
hilletes del estudiantuelo
contestación de
la
mano de
esta
á Clarita,
cuando pasa por
con su madre. Dá por este orden otros avisos á
personas de ambos sexos, y se vé ([ue no ha olvidado sus buenas mañas, aunque las ejerce con menos riesgo. En esta útil y honrosa tarea concluye sus dias al abrigo del pordiosero.
No son siempre
las clases sujetas
de
sociedad las que
la
conducen
á
esta
muchos individuos, que en finos pañales, como suele
mendiciíhul voluntaria. También descienden á ella
nacieron en una esfera superior, y se han criado
Todo
decirse.
que
el
de
abrigo
se crió al
la
abundancia sin haber aprendido
sudor de su frente, y por casos inesperados viene á la mendiguez, si está exento de vicios es un pobre vergonzante al cabo de sus dias, y si se ha entregado á la crápula, rozándose con otros mas amaestrados á ganar su subsistencia con
en
la
gaudalla
pública y
no
,
principia por petardista importuno",
descaradamente.
muy
el
instruido,
En
una palabra, es
poco observante de todas
ó
y termina pidiendo limosna
un Mendigo en forma, aunque las
de este, pues
prácticas
En
alguna vez deja traslucir su procedencia mostrándose orgulloso y altanero. esta sección pauperina
que todo
,
ó llámese cámara
perdió en el juego
lo
alta,
y nunca
,
toman asiento
el
mercader
volvió á levantar cabeza
,
el
fallido
artesano
bebedor, la modista despilfarrada y gastadora, el procurador que se entrega cuotidianamente á rendir culto al Dios Baco y* otros de este jaez.
Por último, el
es
el
,
el
prototipo de todos los Mendigo?,
hermandad, 'fiel observador, y guardián de sus ordenanza?, personagc de que hijo de Mendigo ó educado por este desde pequeño costumbres, de escritores han hablado todos nuestros antiguos y de cuya
decano de
tanto
Mendigo por escelencia
el
vida y
la
;
sucesos leemos tan
chistosas descripciones 'en
Guzman de
Alfarachc,
Quevedo y sobre todo en las obras del inmortal Cervantes. Sujeto Gil Blas auna minuciosa ordenanza, que ahora llamariamos reglamento, la observa religiosamente porque sabe por las lecciones que le ha dado su prático ó ,
inteligente
maestro en
mas conducentes
al
el arte
que en
,
ella
ó él están recogidas las
buen desempeño de su profesión como que son
de una larga esperiencia. Por eso sabe distinguir
los
el
máximas producto
casos y circunstancia?.
Su trage siempre es el mismo, aunque varíe algo el color, porque utilizan toda la ropa vieja que recogen y la que les sobra la venden á los traperos y roperos de viejo. Cuahiuiera que sea el centro del vestido que es de regla ,
,
y roto la capa sombrero por el mismo
esté sucio el
ó garrote,
,
que
están en guerra el
los sirve
abierta
lia
estilo.
el
En
muy fremendada y la
mano
llena de girones
llevan siempre
un
,
y
fornido bastón
para defenderse délos perros, porque estos animales
con
los
Mendigos. Tienen
perfectamente distribuido
en qué lugar y en qué hora han de presentarse tono conque han de pedir la limosna con distinción de frases
tiempo, y saben á punto
cada dia, y
de ser
fijo
,
EL MENDIGO,
308 según
condición, sexo y edad do Ins porsoiins, cuando conviene nmsirarse
la
y tacilurnos, cuando han de esforzar el clamoreo, y cuando han de insistir en la petición hasla llegar á ser ali^o impirlunos pero nunca del todo
serios
,
molestos, <;aca
con
arrcfílo á
observancia del
e.\acla
la
precepto «pobre porfiado
mendrugo.
Kn resumen,
Mendigo es
este
pasado su vida entera
que ha
filósofo
el
.absolutamente libre de todas las obligaciones sociales, y cuya vida envidiarían
muchos
conociesen á fondo, tiene á veces su compañera con
la
si
vive en un conlinuailo contubernio. Si esta le da hijos, lejos de
carga onerosa
le
nuevos medios
facilitan
mayor compasión
oscila,
(pu>
recoger
ile
les deja
no tienen hijos suelen recoger algún huerfanillo que instruyen en términos, reportando úc
Como una lo
malo
pensar en
Nunca lo
de sus máximas favoritas es
pasado, ni en
lo
que ocurre en
en
,
vista solo
la
([ue
las iglesias
el
poderoso, se
y procesiones
,
en
en
presente.
lo
las
ella.
Disfruta de todo lo
ve en todas las solemnidades
le
puertas de los
y en
palacios
teatros y paseos. Recorre las calles y pide de casa en casa. Como v se halla instruido de los usos provinciales, es seguro por do quiera los
,
verdadero trashuuianle aprovechar pronto
ve siendo
se le
como en
la
,
buenas
las
que baja de
Castilla á
Audalucía
yerbas, y los
mejores
temporales.
espectador
frió
reducida aldea
,
durante
Por conclusión nuestro Mendigo
,
la
dice
y
sin
instruye con exactitud de todo
se
población mientras reside en
la
bueno con mas sosiego públicas
bien ganado se pierde,
lo
(|uc
fuluio, pucsla
lo
mete en vidas agenas, aunque
se
los propios
uiisma utilidad.
la
y su amo, gasta cuanto recoge en sus gustos y jdaceres,
ello
la
en
son bienes inagotables. Los que
herencia sus practicas y sus consejos (pie
este tiv.bajo
de
mucha limosna, por
educa según sus máximas, y
los
que
la
servirle
,
ó vice-versa
Asi es
de un cambio político en
la
,
va
un
para
que tan capital,
estación en que se recolectan los fruto-.
muy
bien Espror.ceda, que
escomo
el
y que existe feliz al abrigo de su cinismo práctico. Ya tienes lector, amigo, retratado el verdadero Mendigo español, cpie premeditadamente se ha entregado al pordiosero. Parecia que recogido este lindo aire libre
,
pájaro en
el
hospicio esperimentaria alguna metamorfosis;
no ha sucedido
así,
y
á pesar de los esfuerzos
que
se
mas hasta
el
presente
han hecho estos últimos
años, y de los nuevos establecimientos de beneficencia que se lian abierto en >peranzas, algunas ciudades, no han correspondido los resultados á las
mostrándose siempre recalcitrante este mendigo en sus inveterados hábitos,
que
tal
vez pueda consistir en
la
imperfección délos reglamentos, pues
escepcion digna de iuiilarse estamos viendo y observando en esta
(
lo
como
órte todo lo
contrario.
El Asilo
(/('
Mendicidad de San Bernardino creado en virtud de
3 de agosto de 18:V^, y (pie tan perfectamente escenas malí ildises, con perfeccinii
,
cpi(>
la
soltura
y
lia
sabido describir
gallardía de
e
real I
orden de
autor de las
su estilo, es un modelo de
debe seguirse en todos los eslablccimientos de su clase, y por
EL MENDIGO. éso sj
h.l
conseguido realizar
el
309
pensamiento
íilaiilrópico que presidió á su creación. El sabio y virtuoso patriota don Joaquin Vizcaíno, marqués viudo de Pontejos, último corregidor de Madrid, supo con su activo celo allanar todas las dificultades ausiliado por la junta de caridad, por la cristiana compasión del
y
vecindario, quedando los Mendigos dentro del asilo
ano, momento
feliz
en que se vio esta capital
el
10 de setiembre del mismo
libre de esla
inmundicia que
la
afeaba.
«El eslablecimiento, dice el autor citado, admite todas las personas que se presentan voluntariamente y recoje todos los Mendigos á quienes se encuentran pidiendo limosna por las calles, teniendo derecho á p'rmanecer en el aquellos
que llevan
siete
años de residencia en Madrid y
no tuviesen estas circunstancias, se
les
considera
los niños
como
de G á 8 de edad. Si
forasteros,
y después de
socorridos se les entrega su pasaporte para los pueblos de su naturaleza.
Contemplo que no conduce directamente
menudos
detalles para
comprobar
el
á
mi propósito entrar aqui en mas
buen orden que reina en
el
eslablecimiento
y el bien combinado sistema de ejercicios, penas y recompensas, que como observamos diariamente está produciéndolos mas ventajosos resultados. Lo cierto es que en
pobre de San Bernardino os laborioso y bien morigerado, útil á la sociedad, que le proteje en cuanto se lo permiten sus fuerzas, y muchos de ellos solo recuerdan los anos pasados en la
y
la
actualidad
se vé convertido
mendicidad vagabunda les
el
en un ser
,
para dar gracias á Dios que les libró de los peligros que
rodeaba y bendecir á sus prolectores.
JOSÉ WAB.1A TXAJORIO.
ENTREGA XXXVI.
36
^ i-<-'?:^y_¿^
EL COCHERO.
^i
csluviora en
.unigo,
raí
mano
tener tálenlo, lector
la historia del
no eludes que
Cochero
fuera digna de ocupar tu imaginación ó de
mas como no
entretener tu ocio;
consuélate de no encontrar en
huscas, //"// f
que
como yo me consuelo de no poder
dedicarte loque con tanta justicia pides. Sabe
,7
pues que
lo está,
ella lo
asi
como
de España varian generalmente en lenguaje, también en sus útiles producciones. Ágiles
las provincias
costumbres y caracteres
varian héroes Aragón; admirables vagos Madrid; da Valencia; inimitables horchateros ,
graciosos toreros Andalucía fertilidad
,
é ingeniosos artistas Cataluña.
Mas entre tan rara
á la inmortal Asturias la gloria
ninguna puede disputar
de producir
nobles cocheros. este bello pais
Si has viajado alguna vez por visto, al
distinguido hijo de Pelayo sentado á
carballo apacentar sus vacas ó las agenas, flauta melodiosos sonidos altas
montañas que
le
,
su verdadero destino, y que
la
,
al
ver,
como supongo habrás
sombra de algún frondoso
ocupándose en hacer producir
que halagados por
circundan
,
la fresca
el
á
su
viento van á perderse en las
desde luego habrás adivinado no ser aquel
benéíica Providencia
le
depararla en
la
corte
un
ÉL COCHERO.
3lá puesto mas alto, esto es,
el del
pescante, sobre
el
cual
abandonando su paso
y confiando á sus propias manos y á los ágenos pies la traslación de su persona concurriría á los sitios mas notables de la capital en los cuales debia tardío
,
,
figurar públicamente.
Si tal imaginaste, no te bas engañado, lector discreto, porque
como para
serXlochero no se necesita estudiar, y basta solo conocer los números reuniendo las bellas cualidades de ser sigo callado, bastante sufrido y nada observador, ,
líele
agregado á una cochera acreditada, bajo
nueva dirección
la
del soía,
fornido y de pelo en pecho, gran bebedor y fumador de á cuarto, quien
le
mozo recibe
las manos y disparan lo sendas y estrepitosas risotadas, envueltas negro y pestilente humo do su cigarro preguntándole cariñosamente por su muger,sus vacas y sus hijos entre la tumultuosa algazara de los demás
estregándose
en
el
,
,
Cocheros
y lacayos que le abrazan y acarician, aplaudiendo sus razones, y prendándose de su torpeza, cual de envidiable cualidad perdida algún tentó
entre las suyas por
el distinto
roce de
la corte.
Pasado pues este dulce desahogo tributado con
la mas pura verdad y sencillez; amisiad y paisanage; pasada igualmente la sorpresa que causa en el recien llegado el admirable lujo y apog;>o en que encuentra á sus compañeros, dirígese,
á la
á la cuadra para
servicio público,
contemplar absorto aquellas momias con crines consagradas al que á él so le antojan soberbios palafrenes, dignos no solo
de uncoche de alquiler, sino también de
la
carroza de
un principe de Asturias.
Los lacayos por su parte, no satisfechos aun de su obsequioso recibimiento, y tratando de iniciarle en el distinguido oficio, arte, profesión, ó lo que sea aquello
á
vá á pertenecer,
([ue
le
muestran
las
guarniciones,
fusta,
la
el
sombrero de escarapela y la levita con bolón dorado, raros y seductores objetos que le deslumhran, y que cautivando su voluntad, le hacen olvidar repentinamente la
dulce paz de su hogar y
la
soledad tranquila del pintoresco
campo de
la
patria
Por serio y grave que seas, oh lector, á quien no me es dado conocer, bien ocupen las horas de tu vida los públicos negocios del Estado ó ya procures ,
con afanoso celo descubrir
los inagotables
arcanos de alguna oscura ciencia, n o
habrás dejado de ser niño y por consiguiente alegre y revoltoso. Pues bien, ¿recuerdas aquel plácido tiempo, en que sonriendo á tu alrededor todas las bellezas de la
vida,
y en
(¡ue libre
tu
mente de
los
continuos azares de una
sociedad inconstante en su trato
y relajada en sus costumbres, cifrabas lu felicidad en poseer un tambor ó un caballo de madera? ¿Recuerdas aquellos dulces
momentos, en que entregado usurpada baraja
,
á
una indecible
alegría arrojabas por el balcón
recreándote en ver sus cartas esparcidas por
suelo titubeando, cayendo alguna que otra sobre
transeúnte, ó cuando á
la luz
el
una
el aire llegar
sombrero de
al
ó cual
tal
de una bugia quemabas un papel interesante,
contemplando después con éxtasis
las fugitivas y rojizas
chispas que producidas
por las llamas desaparecían entre sus cenizas? Pues... ¡oh debilidad asturianal
?qué valen estos goces infantiles comparados con
el
del
Cochero
,
cuando
escubre por primera vez ese biombo portátil que llaman coche, adornado de
EL COCHERO-
3I3
muchas ventanillas con sus correspondientes bambalinas de sarga
ó raso, forrado
su interior de bayeta con matizadas bastas, y pintado osterioímente de vistoso ocre ó de purpúreo almagre? ¿Cuál de tus grandes regocijos será comparable con el de nuestro héroe, al contemplar aquel ansiado pescante, vestido de paño y decorado con distintos flecos, precioso y codiciado sillón ministerial fantasma de sus dorados ensueños é ilusiones? Ninguno seguramente. Tal es ,
nuestra
mezquina condición que en nada hallamos solaz, sino en aquello que obtenemos á fuerza de codicia, aunque después, como sucede siempre, lo lloremos cou lágrimas
amargas.
Pero dejando ociosas digresiones,
volvamos al alumno de tan ruidosa v cómoda carrera, quien después que sabe encender los faroles, abrir y cerrar la portezuela, y tomar con el sombrero en la mano la orden del mal aconsejado y temerario aventarero que se decide, no á correr, sino á inmolarse en aquel maldecido quebrantahuesos,
examinado por
y luego que protegido de sus
Sola, que cruzado
el
compañeros es
de brazos vé con orgullo
propagarse sucesivamente sus máximas y doctrinas dignas en su concepto de un Cochero de gala recibe de su gefe dos palmaditas sobre ol hombro derecho en señal de aprobación, con la feli;c noticia de que el domingo próximo saldrá cou toda ponqia á ligurar en la trasera del mejor carruaje "de su mando. ,
,
i]on tan fausto motivo se abandona á una loca alegría y entre las sinceras enhorabuenas y general regocijo de sus amigos, marcha á la taberna en compañiu ,
de aquellos zurradores
de esqueleto,
quienes con
vaso
el
lleno
del
sabrosa
líquido, destello adulterado del esquisito tinto de la
capaz de mitigar
las indecibles
penas del
Mancha, y único balsama Cochero, solemnizan rumbosamente
ascenso del joven asturiano. (Como este pisa entonces su fortuna, no hay que preguntar quien paga.)
el
primer escalón
el
de>
Si alguna
vez has esperado con impaciencia el apetecido instante de una desde luego conocerás cuáles son los tormonl >, que sufre el Cochero, primer sinsabor de su halagüeña y próspera carrera, al contar los dias, las horas y los minutos ([ue faltan hasta el momento señalado para
cita
,
su triunfo.
Por desdicha suya,
tiempo corre veloz sin suspender su curso, y hé aqu que llega el sábado, víspera del anunciado (lia, en que conducido por el Sofá á un pequeño departamento que pudiera llamarse mas bien armería del Cochero, por estar sus paredes engalanadas con guarniciones mantas y bocados sin que falten en ellas las sillas y las bolas de los antiguos coches de pechera, le instruye su inmediato superior en los actos ddl servicio, recomendándole ol
,
,
,
la
buena conducta que debe observar siempre con sus parroquianos, concluye por manifestarle cuan necesaria es la limpieza al tratar y con ellos:
cortesía y
acto continuo saca
seis cuartos
del bolsillo de su chaleco
se los entrega al novicio y le envia á
Progreso ó en
el
derribo de
San
que
le
corten
el
con
la
mayor «ravedad
pelo en
la
plaza del
Felipe.
Después de este acontecimiento que considera como su vida, marcha entregado á serias reflexiones sobre
lo
el
mas importante
que acaba de
ríe
oir, hasta
314
EL COCHERO.
que encuentra hoja delata, esquileo
uno de esos Fígaros ambulantes, armado con su vacía de
á
y su trípode debajo del brazo; ajusta con
y sentándose magestuosamente cara
,
en Madrid
el
de
pelo
dehesa, entre
la
cuarto á cuarto su
él
público
vista al
de
crítica
la
y
sol
al
los
,
deja
transeúntes y
la
conversación interminable del barbero. Restituido á su casa, esto es, á su cochera,
acaba de matar
dia haciendo
el
preparativos para
loa
el
ropa que recibe del Sota con un como cepillo que
la
como para limpiar
ellos,
lo
consigue en manera alguna
cuanto por
el distinto
aguijoneándole
y limpiando
Cochero fuera disparate
,
pues
novedad que nota en su cabeza, que
tropel de ideas
asalta su
imaginación,
de que amanezca pronto para vestir
deseo
el
el
tanto por la
,
y confuso
tenazmente
,
para limpiarse
los caballos.
ellos
Decir que aquella noche duerme tranquilo
no
siguiente
asi sirve
la
San Benito, y confundirse en su puesto, ó su suplicio, entre esa multitud de coches y Cocheros que atruenan nuestros oídos en todos los paseos librea, ó
y
calles
de
los
cinco
los
de
Amanece por
la corte.
,
y
se lava lleno
á
las
fin,
cubos destinados para dar agua
bestias,
y sonándose con
lodos
cálzase unas botas de cuatro suelas reforzadas con clavos y herraduras,
y cambia su calzón pardo por un no
solo usado
pantalón de color, con sus tirantes de
orillo.
mas
de contento en uno
mas apreciada por
sino transparente
y raido Pero ¡oh fatalidad! La prenda
le
y por muchos que no lo son hace retroceder; del corbatín hablo; tómale en sus manos y se horripila,
y
al
lujosa,
la
contemplar
la
hevilla
vez desde su infancia
y
las
los elegantes
ballenas
asoman
recibidas por su lengua con singular cautela y disimulo. Bien (juisiera jieidir
indulto de semejante trato, pero conoce
latendido el adusto carácter de
momento
.aprovechando un ílel
mismo modo que Pero echemos un
interesante
toilete del
reo
el
su gefe
de valor, someta su pescuezo al
fatal
el
cuitado
imposibilidad de conseguirlo,
convence de que es preciso, y
se
:
la
al
fiero
corbatín,
instrumento de su muerte.
velo sobre tan triste escena y acabemos de unn vez la Cochero, quien con gran resignación y no poco embarazo se
enfunda en un enorme
,
con cuello de collera y faldón de ala de un magullado sombrero que no hay mas que zaga de un derrengado bombé, tirado por un jamelgo
frac, color café,
pájaro y calándose en el colodrillo pedir, se coloca confuso sobre la
perla ó pío,
primera
ojos por la
á sus
dos lágrimas ardientes, que surcándole las mejillas son
.
mal comido y bien estropeado
,
bajo de ancas
,
alto
de pescuezo y
cuyas orejas lacias y caídas revelan mudamente al observador sus innumerables años y servicios, no siendo el menos admirable de todos el de tísico
de estómago
tenerse en pié. del magnífico
el fatal
tan gallardo tren, hé
mueble
frente erguida,
con
En
,
,
merced
que al
movimiento de
al
Cochero asido con
se deja caer sobre su cuerpo
corbatín que la infernal
le
,
fiereza á los tirantes
viajar
impávido con
la
desuella, trémulo, medio desvanecido
máquina
,
que
le
hace verá Madrid girando
y oyendo los penetrantes gritos de los pilUielos que con graciosos gestos y ademanes le arrojan piedras y tronchos de verdura llamándole á porfía, Simón eslanti(^ua y lame-pintos.
á su alrededor,
,
,
EL COCHERO.
315
noviciado del Cochero, hasta que llega por graduación rigurosa á guiar un coche como un carro noviciado en que absorve los meses y los años,
Tal es
el
;
con lluvias y cencerradas, agostando su juventud y perdiendo sus locas ilusiones. Pero luego que sabe guarnecer, regir ij cuartear, y conoce todas las calles
callejones
,
costanillas
plazas
,
sube por
,
plazuelas de la corte
y
,
inclusos sus
pescante haciendo su salida del
al
fin
arrabales
y-
modo que vov
á
referirte.
Figúrate, no un
mozo gordo, colorado y risueño, como parece exigirlo la ó el alto puesto que ocupa sino un hombre angosto y largo
que pertenece
clase á
,
como alma vizcaína, cuello de avestruz, semblante aceitunado, nariz de berengena madura, aspecto de senador, pelo canoso, patillas de chuleta, ojos taimados y gesto de autoridad, envuelto en un grasicnto y empolvado rus de once cuellos sin ceñidor ni ajuste, tornasolado ya por la intemperie cubierto ,
,
uu chapin de suela acampanado, con los pies metidos en unas botas como maletas y las manos como botas en unos guantes ó manoplas de hasta las cejas con
,
estambre verde con su cenefa y fleco sentado gravemente en el pescante de un respetable coche de alquiler caja color de chocolate montada sobre sopandas ,
y
,
,
sobre unas enormes ruedas que parecen antípodas del resto del carruaje Figúratele arrastrado lentamente por dos caballos ó dos sombras
ruido, llegará fuerza de fusta y de tiempo á ó de una lo|eria de Puerta de Moros
sorprende
no acostumbrado á
,
Efectivamente el
,
la
esta
que
el flete
admiración de todo
novedad
se prepara
,
sirve de escalón á los novios, sus padres, la
con un niño de pecho
,
la
peinadora
,
con desapacible
,
puerta de una tahona de Lavapies
tales distinciones, sino
una boda motiva
Cochero atisba de reojo
que
entre
,
la
,
y héteme
poner en madrina
un cuñado do
el
que
barrio
se-
en casos solemnes.
la
al
,
lacayo, mientras,
suelo
el
un
banquillo,,
una hermana suya
novia y sus dos
hijos,,
quienes sin saber cómo se empaquetan en aquel tormento; usando de su derecho, todos ellos al
mandan desgañitándose
al
Cochero correr
á
Santa Bárbara
padrino, y vuelven á casarse á San Andrés ó San Lorenzo con
paso de aquellos mártires de cuatro patas
conocen
que no parece sino que
;
el
á
buscar
mesurado,
los animalitos
error que van á cometer los causantes de su malandanza y tratan de
el
retardarle. Verificado este,
quiera (que en
el
ordenan
andar está
el
al
paciente Cochero que ande por donde
busilis
del
escote)
y ya
ten-jmos á
este
viajando por Madrid en día festivo, tocando en todas las tabernas del camino, hasta que para en
fonda de
la
colonia que conduce
,
la
Europa, donde ha de comer, no
la
Mientra» come aquella gente,
el
Cochero ayuna y
de
los desfallecidos caballos, á los cuales
de
la
amistad sincera que los une
coche
,
él
,
sino
la
cual se apea bostezando con general contento y regocijo. se entretiene
habla y acaricia con
en limpiar el
el
sudor
lenguaje propio
y recorre las ruedas y los ejes del malhadado que sufre cuando menos en cada movimiento un deterioro. A cosa de
media hora á Chamberí ó infinitas
sale la trulla
con
el
,
bocado en
la
boca y obliga
al
Cochero á arrear
y él jura, maldice y mueve la cabeza á cada una de las descompuestas carcajadas que salen del coche y no pudiendo saciar su cólera en los ,
,
EL COCHliKO.
3/6
autores de tanto zarandeo enarbola la fusta con poderosa diestra y hostiliza sjvero á aquellos dos retratos
de
muerte
la
que porque todo sea en
,
ellos estraordinario
y aun milagroso, sacan un trote de arranque de tres minutos, con gran aprobación y recreo de los consumidores, los cuales estrepitosamente aplauden y victorean. Llegados á Chamberí deslizase
obligado
cabizbajo y confuso
aun cuando
,
por
hambre
el
,
que ha habido en
compra un panecillo y dos sardinas
y
amen
singular destreza y rapidez,
del forzoso
(jue sepulta
Pero después que oculta
sol sus vivos
el
Cochero,
la
quienes iiiucando por
jas narices llegan el
loriion
le
le
corren,
por blrnco de
resplandores, vuelve
ingrata fortuu:i
aniíiuindo con
,
pezuñas, bajando
á
.M;!dr¡(| e|
voz cariños,!
cabeza e hinchando donde hallan ^u salvación, v su reposo encuentra tan cansado de darles latigazos como ellos
lin
cual se
el
otros
(jue le
cliicos
los gríuidcs (jue
argumento de sus gracias.
Cochero, juguete privilegiado de caballos,
estómago con
el
causa de los
á
,
tratándole úq papaya [¡on y cirineo', porque unos y
á los
en
una
suspiro
en un íleon ó
cnl'ra
:
y debido aconipañamiento de una
,
ocio y por feliz
músicas ni danzas,
mundo
el
copa y un cigarro no sin inqu'.ctud y sobresalto insultan llamándole t'/íi.sící-a \ sin Icrila , y aun de
isu
con
cura
se
arrojando á cada paso un suspiro y á cada
,
nialdicion sobre el primer coche
taberna
Cochero no deba apartarse de su coche,
el
que no
al
las
1
1
teatro, en
andar y de sufrirlos. El noble astiir suspira en imaginación el dulce recuerdo de la patria; ]inq)ia el
de
instante;
tal
sudor
hiere
su
inunda su
<|ue
el sombrero y la fusta sobre la caja del cuche, y acomodándose mejor puede y envolviéndose en su histórico y raido balandrán que que JO han gastado mil gordos y delgados se entrega al tranquilo Morfeo que le
frente; deja
,
acoje benigno entre
dulce
sus
brazos.
sueño, interrumpido
perseguidores, que
al
salir
,
Mitigadas algún
intervalos
á
de
la
por
tanto
penas por tan
sus
muchachos,
los
academia asestan contra
él
sus
arrojando dentro del coche ó á las piernas de los famélicos caballos
que
carretillas
ellos, intenta
latigazos,
,
los al
el
al
y atronadores advertimientos, y vé por
deseada y conducir
á
el
morro
su
ruidosas
cii.?a
á ,
,
salir al
público del quinto sin
que ayudado del lastimoso y aun lastimado los entumidos cuadrúpedos, logra dar la vuelta
haberlo podido conseguir, hasta
lacayo, que ase
,
no menos espantadizo que cuarto acto, dar vuelta al coche con crugientes
espantan y asustan concluir
Cochero
eternos
toda su travesura»
no
sin
trabajo,
á los
descoyuntados novios y
comparsa.
Logrado que há ver
el
fin
de
siempre que sale
mas
sensible,
al
faltos
á
la
cochera
,
á
,
hacienda tan mal parada
no deseosos de sus
de descanso y de cebada. El
pompungido
vuelve
,
los
,
divisar su
á aquellos espiritados rocinantes,
sino
tanto Iraciueleo
amos de aquel arrastrado rastro que de casa esperan no ver mas. El ama que como muger es
cuya puerta aguardan impacientes
,
se enternece
y se abraza
íuias caricias y requiebros
Cochero molido y barajado
del pescante, sintiéndose asaeteado de agujetas
,
se
baja
yerto de calambres
-
,
EL COCHEROy roto del espinazo;
malhadado
y piensa, y trocando después su
componey reforma
de Cochero constructor,
317
poderse sentar ni so^-lenerse en pié, desunce
sin
,
limpia
de Cochero simple por
olicio
el
aquel carro ilustrado, maldiciendo
su suerte, y envidiando la de tal cual mozo de cordel, vecino su vo, ó la de algún aguador al paso que renuncia en aquel momento á su corbata y librea ,
por
los cordeles
uno ó
del
cántaro del otro. Por
el
de camisa con sus compañeros á echar
en su provincial dialecto
mañana
aventuras del precedente dia
las
nuevo sus galgos de herradura á los ministerios,
la
desastrado coche
al
óá alguna parroquia, en
en mangas
sale
aguardiente, contándose unos á otros
el
y vá
,
,
si
hasta que unce de
,
puede á ,
cual se incorpora
la
al
la
audiencia
fúnebre cortejo
de un entierro, y hele entusiasmado con la música darse tono é importancia üeñoreándose en el pescante con aquella cara de suela que se presta tan bien á todas las situaciones, revestida de la estúpida (¡ue
mira con desprecio á
los
que andan
gravedad propia de un alquilón,
y considerándose un temible y dispersa. Ocupada su imaginación con tales pensamientos cochera come tu puchero y se encamina á la taberna; allí como buen á
pié
,
coloso ([ue los asusta
torna á
la
,
,
bebedor, circunstancia imprescindible del Cochero, echa copa sobre copa, v requiebro sobre requiebro á su paisana la guisandera, hasta que llegada la tarde vá á Portici, a
la
quinta del Espirifti Santo, ó á Caruhanchel, de donde vuelve humor, para pasar la noche al raso, esto es, á la
tarde, estropeado y de mal
puerta de algún baile de máscaras, sufriendo mal de su grado los gruesos canelones *[ue le inundan con torrentes de agua sucia y recibiendo en su rostro las nieves ,
y granizos que se desatan en esta temporada al trasportar en su ómnibus un obrador de modistas disfrazadas en vestales, pasiegas, beatas y mallorquínas, por las
cuales gasta las horas de sueño en reír, fumar, silbar, maldecir, pasearse,
cantar
la
Manola y sentarse en
aguardenteras, objeto
desús
el
suelo,
hasta que llega
el
dia
y con
el la»
insulsos chistes y necias bufonadas.
Kstas son las ocupaciones del Cochero, que se suceden unas á otras, siendo común regocijo y de las públicas funciones. El Cochero trabaja
víctima del ««ierapre;
para
él los días
y
las
noches son iguales; es hombre curtido por
lo?<
rigurosos ardores del estío y por las crudas heladas del invierno: como df carne y hueso, tiene sus debilidades y ademas.... gasta su dinero en beber y fumar. Cansado de vivir en la corte, so retira en la vejez á supais, en donde
hace propósito de acabar sus dias tranquilo: pero ha de cumplirse su destino. Un dia se acuerda de que es Cochero; abandona su tranquilidad, su país v sus amigos; sube de nuevo ¡as
al
pescante, y fusta en ristre hele otra vez surcando
calles perseguido de mayores inconvenientes.
perdidas y su convulsa
mano no
¡Pobre Cochero! Una tarde va correr
,
tropieza, vuelca
por los autores de
,
le
Su
vista
permiten ya regir
cansada, sus fuerzas
las riendas
del cocheo
toros con ciertos calaveras, le obligan 6 la abre cabeza se ó se revienta, é insultado públicamente á los
su desgracia, es conducido
al
liospital
,
donde se
aífifan
todas sus desdichas muriendo con los dulces recuerdos de >u pais y los lamentable»
4e su infortunio. I^'NTBEG* XXXVII,
^7
ÉL GOCin-RO.
318 Tal es ó
mas
la historia del
Cochero en general:
sin
diestros logran pertenecer á las casas de
embargo, algunos mas afortunados
duques y marqueses
,
y son esos
lujosamente vestidos gobiernan les bonitos y en los paseos, dignísimos sucesores de atención llaman tu que carruages ele"'anles
Cocheros colorados y rollizos
los antiguos
palanquines,
,
sillas
(¡ue
de
mano y
literas
,
de que los hombres, siempre
inclinados á andar en pies ágenos, se han servido.
CIPRIANO ARIAS.
ú^
319 ^
3h
^}
'
EL PRESIDIARIO.
F.
eí^tar eíi
poeta
,
hay
presidio á »er Presidiaiio
tanta distancia
como de hacer versos
á
casi
ser
escribir á ser escritor;
ó de ponerse á
y á fé que ahora conozco la fuerza del dicho^ aunque vulgar, «toda comparación es odiosa» V casi me arrepiento de la ocurrencia por lo t[ue
mo
puede afectarme. Queria decir parece
muy
separar el primitivo del derivado,
ligeramente aquel en su régimen interior,
solo ([uo
conveniente por dicha razón,
y bosquejar
para hacerlo después sin embarazo
presidio es un lugar de como otros muchos, que ya no llaman la atención en estos malhadados tiempos. Que debiera serlo, con facilidad se entiende y que está mandado cuanto cumple á este propósito (aunque sin asignar fondos) téngase por seguro. Mas como del dicho al heclio
con
el
particular de este. Júzgase
comunmente que
el
corrección v castigo; pero es un juicio temerario
;
hay gran trecho, y en especial cuando faltan esos conductores por donde la comunicar su impulso, no parecerá cosa estrana quo después de diez años de antigüedad, tengamos hoy á la orden sin destino ni aplicación,
fuerza motriz ha de
i'i
entre
el
número de
r^saníev
,
que digamos, y gran parte
lo
son por
el
mismo
idéntico motivo.
Los
presidios en
el rjia
se
hallan planteados bajo
el
piéiuiiitar,
.luiupie
<
EL PRESIDIARIO.
320
parder su carácter de civiles; y si la cosa es un poco difícil de compri-nder, reservamos su esplicacion á los autores sobre la materia pero creyendo con
sin
,
haber aclarado mucho
ellos
la
cuestión
decimos que son militares en
si
la
forma Y civiles en la esencia. Ello es que están presididos por un comandante á cuyas órdenes mandan también, el mayor, los capataces, cabos de vara, rancheros y cuarteleros
,
con algunos otros fuera de escala
:
y que
se difeliibuycn
individuos en escuadras y brigadas con su correspondiente vanguardia y retaguardia, ó sean clases y secciones de jóvertes presidiarios y notados de infamia:
los
esto sin contar con las
y dependencias que no tan directamente
oficinas
se
rozan con los sentenciados.
Hay ademas
otra escala
privada
que entran
afirmar
en
ascendiendo con mas
ó
aquellas dos
entre
tan cautamente divididas del resto,
primera como
la
menos
clases
cual recorren por
la
aspirantes
según
lentitud
ó
de rematados
mismos pudiéndose
sí
meritorios
y van
,
disposición del agraciado.
la
Baste lo dicho, y parece inútil advertir que en ambas se trata de y cada cual en la propia se esfuerza por cumplir su obligación
merecer, veremos»
:
quienes con mas acierto.
que mucho
Desde luego y patente en forma
En vano
dejemos á
,
un nuevo alumno, y vamos
llegada de cárcel,
Por ahora
es
lo al
á
que
ya que oculte su rostro encendido por
allí
haya de añadir
ocasionan; por tanto,
vergüenza, y en vano
al
gefe del
ol
su visto bueno
consecuencia se celen y escriban le
la
menos virtudes en donde aprendan va muy menudamente consignado cuanto se
ademas condición indispensable que
se dirige,
de arreglarle una
servicios con todos los requisitos apetecibles.
para comprender su nond)re. patria, familia,
necesita es
l«i
partir á su destino, la sociedad cuida
ó bien hoja de
miran, porque
le
la
acompañarle desde su salida de
agradecerá.
también que con hipócrita conducta mienta los
y otros aguardando
vinos
profesión
perfectamente
ó
y hazañas: donde
establecimiento á
que por
visto,
sus acciones con los premios ó castigos que
no queda otro med o sino
despojarse
preocupaciones, y sostener con firniozo su blasón. Los parientes, los amigos ó las relaciones de cualquier género
de
,
inútiles
concurren
por otro lado á una tristísima y agorera despedida, en donde los sollozos se
mezclan con
las
exortaciones,
y
regalos
los
impresiones del corazón abren paso á •,u
presencia
«lelilo
una
;
sino el
no se vé excesivo
serie interminable
sola idea presente
al
criminal
rigor de
la
sino
pena
los
consuelos:
todas
las
desgraciado; no se lamenta el una separación dolorosa y larga,
al :
de padecimientos para
que absorve y oculta
con
ternura y se borran ó enmudecen á
la
á las
el
objeto querido,
demás. Todo
ello
esta
es la
conspira también
él i-eraatado vuelva sobre sí, á que se juzgue con blandura, á que contemple ofendido y destierre de su espíritu toda inclinación modesta. Con tal preparación y su sombrero calañés sobre la oreja, su chaqueta de alamares^ chaleco de terciopelo y bombacho pardo sembrados de filigranada botonadura
á
que
se
ancha
faja
de sarga carmesí, botín abierto y
el
pañuelo de seda alado en
a
EL PRESIDIARIO. m.ircha
ri)J¡ll.i,
y
el
hombres
los
321
mugeres
Presidiario tan airoso y gentil, (|iie le codician las al p:!sar esclainan «lástima de mozo.»
envidian cuando
le
Durante su tránsito ningún incidente interrumpe
porque
novedad de
la
apenas
compañeros y
los
el
curso de sus reflexioneg,
inmediata vigilancia de
la
permiten una ligera distracción. Calcula cuanto importa
le
presentarse con arrogancia y adquirir sup>3rioridad en sea cualquiera
asea
su rango y categoría; y
trage y pule
el
la
guardando no obstante
soldados
los
hombre
al
circulo que le rodea,
el
resuelto en su plan de entrada
bien
persona como coiu iene á un Presidiario aristócrata,
en
de sus ahorros
fruto
el
mas recóndito de su
lo
vestido.
Llegado en la
fin
al
término de su viaje
sirve;
en
de educación
á lucha
,
ventaja á su contraria
difíciles
también se encuentra un tanto embarazado su gefe la
índole
,
y conforme
á
disposición legal, alcanza
posee medianamente suertes de
el
el
bolsillo
que
caló; respecto de oficio,
ageno
las
monedas
propio, para
al
naipe que es una maravilla
:
trabajo análogo
donde hacer
no ha aprendido otro que hacer
cual,
como
cañé ó á
al
la
chapa
,
como por
suele decirse, le dá
finalmente, su inclinación única
en materia de ocupaciones, es jugar
efectiva
á instrucción,
del prójimo, pasándolas
lo
pues
establecimiento, gracias
el
mozo en cuanto
el
;
y en materia
en aqui^Uo de investigar
equivalente
taller ó cosa
á saber
manos y escamotear
ensalmo del
,
pnra aplicarle á un
,
;
de borrar. Pero desde luego
sus circunstancias: porque dado que
á la Providencia, tenga algún la
presentado
oficio é inclinación del
sociedad, ó mas bien la
quien dá primero dá dos voces
primeras impresiones son
las
la
disputa una conocida
cual lleva sin
lo
sabido es que en punto
se apodera de él
inmediatamente
,
escala ó linea de empleados que representa á
y exclusiva
y para esto también
se pinta solo.
Con semejantes elementos, no sabe muy bien el director á cual de los con mas fruto; y si ninguno existe en sus dominios, ahorra
oficios le destinará el
devanarse
los
breve rato que
sesos para acertar en la elección. Solo
sí
inocente en su presencia,
le
ha tenido
al
de brillantes que acostumbra traer en
el
fondo de
resuelto suspender por de pronto la determinación
depósito hasta que vuelva
de
él
del
campo
la
el
ha faltado un botón
pechera; por cuya marcada muestra
la
de afición, no debiera vacilar en aplicarle á diamantista
gremio no ha cundido todavía hasta
repara que en
,
,
pero cabalmente ese
:
presidios.
los
Queda pues
dejándole continuar en
brigada á que
le
asigna,
y
se
el
haga
entrega formal á quien corresponda.
Por último, como no hay
plitzo
que no
se
cumpla,
llega el
momento de
y ponerle en manos de otros directores mas hábiles ó mas aquel instante empiezan á desprenderse lentamente sus doradas
bajarle á la cuadra
afortunados.
En
ilusiones, á vista de
un recinto negro y desmantelado donde tienen su
asiento
toda clase de hálitos impuros, dañinos insectos y asquerosos reptiles; donde luz del dia apenas llega desdeñosa al
húmedo pavimento
,
y se quiebra á
de las ventanas cruzadas y casi cubiertas de enormes ba-ras
,
(jue
la
la
altura
pugnan pur
322
El.
PRESIDIARIO.
mas compasivos donde acuden
inipodir la entrada ú sus rayos
;
todo género de mortiriracionos, y dostierran
de
la
festivos habitadores de aquella
cierta sonrisa indefinible
mas
;
pensamiento. Queda instalado otras composiciones de lugar, el
en
fin
,
solicitas
esperanza.
Los con
,
suave impresión del consuelo y
la
uniforme de
En
la casa.
el
y
á
mansión
contémplanle de hito en hito
,
presencia de
autoridad, dismiulan su
la
sin contemplación á unas ni
nuevo huésped
encargado se retira con aquella para traerle
el
este breve intervalo
va á ensayar su primer lección
el ilustre claustro.
Apenas
miran solos cuando
se
la
turba
maligna espresion de sus fisonomias
y amenazas
porque es
,
espresion
la
cerca en derredor, espantando la
le
mucho mas que pudieran
sus
insultos
están saboreando
placer que
del
al
atormentarle; y un formidable jayán á quien los demás respetan, sentándolo
pesadamente
la
mano
—Vamos chanyüi,
sobre
nuca
la
que por
lo
le
dice con sardónica intención.
campechano
le
adevino que nos vá
á
pagar buena
patente.
— Como
que huele á rumboso y bien
atrevidamente
—Y
la
y apartándole atrás su sombrero. un tercero pá no quedar mal en cualquier apuro. ocasión no hay que dejarlos pirar se oye decir en tanto que
cara,
muy hombre
—Los gálleri y la
•
el
,
—Métele le
prosigue
,
:
,
en términos de sofocarle.
círculo se estrecha
diña
añade otro aproximando
servio;
mano,
gaché
grita
^
una voz, que
es de Otebél
el chiras
y como
,
le
ustaba.
Diciendo
así el instigador
hacia su lado se encuentra
zambulle
,
suya hasta
la
misma acción
la
:
fondo del
el
bolsillo
se practica en el contrario
,
que
y dada
primer embestida agólpanse los restantes, le desnudan en un abrir y cerrar de ojos, y le registran mas allá que buenamente se requiere hasta dar con el miserable tesoro, objeto de sus cuidados. Obtenido, se retiran los ojcadores al la
ángulo de
la estancia donde agrupados con alegre gesto y satisfecha incpiielud, cuentan y repasan. El iufeliz despojado durante la operación se aliña lo mejor que puede, bien resuelto á no dejar traslucir siquiera un síntoma de aquel ,
lo
desorden
:
pero abatido y pálido, acierta apenas con
quiere. Obsérvale uno de los esplotadores
—Señor Reniega —No hay cuidao
,
,
unas estopas mocito
,
al
,
:
mismo que afanosamente
lo
dirigiéndose
al
chaval c^ne se \epirelan
acude entonces
y aquí se respeta á la presona
y
esto es
el
caporal
una broma
;
;
toa
cacique
los
le
dice:
buqué najando.
mi gente es de
caliá,
losjaté se gastan á su salú
,
y
usté será también de la compañía, que yo le convido.
Con
esta cariñosa arenga vuelve
quien dando gracias y haciendo de Nunca mejor empleado.
un poco
la
del susto el
— —Que viva garbo, gritan demás. Uno entre completo yo poquinelo —Y pá que sea los
el
el ^ue/a?'
íx
arliuir
una chaqueta
muy
,
que
ellos
añade.
el resto.
,
varil
amedrentado paciente,
necesidad virtud, responde en afable tono:
sinela laché.
;.
Quién
la
Ea, caballero?, puja
?
t!e
vá
—
EL PRESIDIARIO.
— quieres — ¿Quién — Uno y medio. Un t
chóralo
II
si
,
323
que amóla.
y le díñelo m.is
cincela btttcr'l
—
encima. Veinte cales mas y al avío, proponer y no habiendo mejor postura, el vendedor la
quelati.
sucesivamente adjudica
— —
licitadores,
los
último.
al
l'n hahine de vu'Mta de giana ¿quién le camrla'í
mió
(lineo chinorri y es
responde con áspera voz nn mal-encarado
:
permanecido silencioso hasta
será usté
andando.
erra no es cuenta; y
si
allí.
—Mas
me
— Todavía no sabes
vale
mas
la
y
almoneda
pasmado escucha
señor compadre cuesta; y sobre
te
,
que ha
pero por
;
ló
cuenta
,
todas las prendas del recien venido,
,
que dicen sin acertar
lo
cortcsmente
llégase
que
lo
,
se pagará.
Así se pregonan y venden una tras otra
que atónito
cuesia
rematante
el
á
qué alude
poseedor, y
al
y
:
le
finalizada
declara su
intención con esta breve, pero espresiva fórmula.
— Caballero; ya usté ve que estoy en V sino en
Todas
compromiso conque ;
,
á
cada uno
lo
suyo
patio no hace polvo.
el
las
miradas juntas cargan entonces sobre su interlocutor, permaneciendo
y pendientes de su respueta. El forastero recorre los semblantes crece su asombro al observarlos impasibles: para ellos el lance nada tiene fijas
en
él
singular ni estraño
antes bien
;
la
cosa se ha hecho conforme á costumbre
,
y de
y sana
razón entre hombres de buena ley, y nadie queda ofendido. Mas sin embargo, parécele que
el
aventurando en
mayoral tan compasivo antes
—No lo siento —^Si mia. la
su confianza
él
por mí
,
— Es que,... — Y
no
si
manos que me
sino por las
herramienta
te falta
;
y
lo dieron.
replica aquel por toda contestación
,
te
no mirará indiferente su cuita
,
dice.
le
cuadra
,
cuahiuiera
te
prestará
la
,
aquí está
que escojas.
la
—No
— Pues entonces, corazón de alfeñique, has perdido
manejo habíanle para
la justicia.
Esta bella iercion de moral
Ya empieza
queda profundamente grabarla en
le
á entrever que en su nuevo estado no sirve
sino que es preciso elegir en
reparos cuando llegue
A
grandes crímenes
le
pt-áctica arraigada
;
sufrir de
pesar de toda
impide arrojarse vez
tal
será distinto
la
al
lo
la
andarse por
alternativa de echar á
la forzo«ia
ocasión, ó
la
veján)enes sin cuento.
el
contrario
memoria. las
ramas,
un lado temores v humillaciones
repugnancia que siente hacia
v los
primer estremo. Tal vez aquello es
el
rumbo de su conducta
sucesiva,
puesto que aun entonces han guardado cierta sombra de equidad constituyéndole
en arbitro de su suerte El crujido de
la
:
pero
la
rabo se ofrece de nvievo á su grillo
duda solo os por estrerno
puerta que se abre detiene vista
trayendo
el
pendiente de su gruesa cadena y sujeto
sellar su desdicha.
resignación Pre«!Í<liario
á
Ya no
es lícito
dormitar sobre
en trage y en ideas:
el la
el
luto á al
allictiva.
curso de estas reflexiones;
e!
su ])erdida libertad: un
pié á fuerza de
mazo
,
viene á
quebrantarle, ni queda otro medio que
la
duro tablado para nmací^cer un verdaflero metamorfosis es cruel.
324
EL PRESIDIARIO.
Apenas ason)a diulosa la luz del alba siempre eclipsada y fúnebre en aquella cuando la señal de despertar le anuncia que ha cesado por entonces de ,
mansión
,
perseguir
al
sueño. Levántase
donde
le
obligan á bañar
et)
como
le
el rostro
ordenan
con
,
para salir con
limpias aguas de
las
la
brigada
la
fuente
ni
patio
y
con
,
su propio llanto que las enturbia.
Armado cuerpo en
sin dilación de
que
las labores
campos, y cuan adusto el los hierros, y computando aquella enojosa vida?
—
toda sensación delicada
una piqueta
brillo del sol
en
fin
,
como
Sobreponerse á
fortuna
la
tales
;
y
,
á su tranquilo sueño el letargo de los licores;
rudamente
su sino.
pensamientos llega
y reparten
seis
la tierra
si
,
bien elevado del seno de
la vindicta pública
,
y encargarse de
holgazán , » es
,
golpes: sin embargo,
la
entretenidamente con
las
sus parejas
mas
:
la
Poco después
la
un
segunda vez
presidio
,
el
hombre
ha entrado ya
generalidad
social:
el
á representar
corrección del delincuente. «Trabaja con
suave amonestación que acompaña
dolor de los
al
en aquel momento, ó conversa
fuma
desenvueltas mozas que acuden á llevar
el
desayuno
á
generalidad está formada de sus antiguos compañeros.
los alegres
reposo. El rancho le
la
cantos de
miden á espacios
azada,
la
no rompe muchas
sin
,
injurias en lo íntimo de su corazón. Allí está
hombre que
cabo de su jornada: páranselos
al
trabajo. Pero su trémulo brazo
el
que otro mas descansado y seguro , descargue palos en su agobiada cintura que resuenan como otras tantas de
la superficie
brio
arrancar del oprimido pecho
;
sustituir la estrepitosa algazara de la orgía á la apacible
los otros; este es
conductores,
mas
quebrantado
el
arrebatada felicidad cualesquiera que sean los medios para alcanzarla:
la
Embebido en veces
1
ensayar
¡Cuan melancólica es la belleza de los Marchando va al compasado rumor de
duración de su destino. ¿Qué hacer para soportar
la
conformidad del arrepentimiento parodiar
sale del recinto á
preparan.
le
la
se prepara: cada cual
corresponde; quien
la
multitud arreglados
al
sordo choque de
transcurso de las horas, y dan lugar
el
consume en breve
ameniza con frecuentes libaciones
la frugal
á
estado
si el
la
de
ración que
do su
permite costearlas, y quien brinda al mas cercano á participar de su bota: todo es contento y animación, siendo imposible distinguir la «ondira de
haber
vm
le
castigo á través de las carcajadas
comida vuélvese á emprender declinar la
:
el
y retozos de
entonces se suspende, y cargado
cadena hacia
la
bóveda por
el
mismo
le
el
el
Guncluida sol
a
empieza á
Presidiario con su apero, arrastra
sulco que trazó á su venida.
AUi vuelve á tomarle por su cuenta meditado cuanto ha visto,
los castigados.
trabajo con sosiego hasta que
la
gente del bronce: cuya clase bien
parece aun menos injusta
,
y mucho mas imponente
y vigorosa que su antagonista. Pasada
en
el
la r'iquisa
de costumbre y abandonados á
si
mismos
los Presidiarios
encierro, tratan de llevar á efecto la proyectada función. El señor Reniega
saca de debajo del tablado un formidable pellejo henchido hasta mas no poderj
un solemne
frasco de aguardiente
completan su comitiva.
Gomo
ni
le
acompaña, y varios asados y
cuando
se ha
fritos
introducido todo aquello
en seco ,
nadie
EL PRESIDIARIO. lo
325
sabe; lo interesante y lo cierto es que se encuentra en
cumplidos
ceremonias loma cada uno
lü
sentarse en derredor sobre los ladrillos,
según mas
en amistoso circido,
asi
provisiones cuyo grato olor convida espacio que suple á
con
la
con
baraja y
la
la
mucbo mas
y adornado el ci-nlro áv aquel no con un gracioso ramillete al iiieno
apetito,
mesa redonda,
taba que
asuntos reservados de
los
cómodamente
sustituyen
intermedio, y
entonado
si
cautivan
la alicion
co;i,ienza
,
un misterioso
la
la
Una rebanada
cofradía.
mas opulenta servidumbre;
á la
buena disposición
entre cuero
mosto á
el
los platos
todos los esmerados preparativos
á
y
de pan v una navaja de
de un
banquete.
— Vaya — Allá va
otra ronda Pacorro;
una
para
bien repleto, descubiert.is las
zacjuo
el
al
y animado festin, donde cada cual repasa con entera propiedad carne
,
piernas tendidas ó cncorv;!clas
las
place.
le
Reunidos
pabellón: y que sin
el
parle de terreno que necesita
la
señor Reniega
,
visual á
,
que esta vida trabajosa
acude prontamente
bóveda del aposento: porque
la
á tragos se
,
invocado
el
ha de pasar.
tirando con
,
sicobele su paternida sigo
la
bola
de
esta
maldecía esfaripé.
—No de
tardaré mucho con la ayuda de mi patrón el Cristo de la Agonía y Garbosa, que su divina magestá conserve para bien délos probes presos.
la
Gorra
gracia é Dios.
la
—A que
no se olvide su mercé del que pena; dice
el
pulmón con el lastre de Baco. Xo hay que lenelar duca llegue yo á sicobár y luego
segundo después de
reforzar el
—
,
05 puedo chivar mejor que
el /)o>(>.s(jíMero.
Sobre
tó
el
hlrrjtnrlelen córrelos',
que sra mamif que
que
se pire!
conmigo.
—A
que no haya tropiezo, compae Reniega»
—Y hay mojo ¿pa que tengo de buena —*A salú de ustedes; brinda recien venido su turno. — Chivato dice aquí mira y olvida y se le
si le
la siieti
la
á
principal,
el
le
,
vaya
arate'!
el
se
se calla,
trago porque hagas tú méritos pá entraren la
el
se
lo
que se vé*
hermandá.
Con estos interesantes coloquios se vá dando fin al rancho de convite; v terminado, sin alzar manteles como se adivina ni cubrirlos con el tapete, se cruza un cañé entre el humo do los cigarros y los vapores del vino que á menudo presenta quien mas alumbra.')^
á
mano
le
que generosamente
misma buena
fé
le
se dá
prestan sus
y
No y
el
le
allí
lampara
,
unto mal
sin
su habilidad armado con
el
dinero
allegados, porque en tales reuniones con
se quita,
y
desparramado en aquel recinto, salva ronco tono
diciendo «cámara
tiene,
Nuestro héroe también despliega
á
la
poco rato se alza con todo parle cedida á
dice; acaballero, aquí cobro yo
un
el
la
caudal
resuelto jaque que en
el barato.))
tardan en hacersu efectoel gas que despiden aquellas ambulantes bodegas,
soporífero calor
que añadtMi
los
neblina ó boira ataca directamente íiienten
miasmas al
cerebro
del tabaco: ,
los
progresivamente turbados y desvanecidos. ENTREGA XXXVIl.
y como todo
lo
que es
de aquella amable tertulia se
En
tal
caso liT
yá,
empiezan
los
EL PRESIDIARIO.
320
balbucientes desatinos, las risas y desconcertados planes de pasatiempo. Cantares lúbricos, descompuestas danzas ni el peso
de
y torpezas
sin
las
donde no
se
echa de ver
de
la falta
medida, mézclanse
informe conjunto; y
ailíeii
el
ruido y
concurren á hacer insoportable aquel desorden. Los licores encienden
y
la fatiga
hermosas
las
cadenas, lascivos remedos, posturas livianas, dichos repugnantes
torna á llamará los licores;
confusión se aumenta,
la
el
el
al
polvo deseo,
apetito se aviva,
y toda aquella baraúnda viene aparar en escenas mas dignas de lamentarse que de referirse.
Desmanes son
que
estos,
al
principio espantan
al
recién llegado, pero con su
repetición insensiblemente le ofuscan, le entretienen, le aficionan y le dominan.
Sin embargo, pasando dias y viniendo dias antes de llegar á tan miserable estremo,
una chispa de nobleza que abriga en su alma, y otra buena dosis de temor al castigo, le deciden á dar con gran sigilo un paso que contempla muy meritorio; estoes, á des(;ubr¡r cuanto sabe, vengando al propio tiempo la reciente injuria*
Hé aquí nuevamente el director
que
recompensa es
la
tal
que venga
lie
vara,
al
condenado que
al
de su parte,
el
se arroja
en brazos de
la
sociedad. Esta, ó
acoge con dulzura, agradece su revelación, y conociendo
le
mayor estímulo en las acciones de la vida, se la prepara como anillo al dedo; porque medita hacerlecabo
servicio prestado
ósea inmedioto iclador de costumbres.
Asi arreglado, y tomad, (s
las
precauciones oportunas, bájase bonitamente una
noche con su patrulla, y sorprende á los ternes in fraganti baraja en mano, bebiendo y picardeando á mas y mejor. Envíales al cepo sin rancho y con mordaza, depone al cabo por ocultador, y confiere su encargo á nuestro hombre. ,,
Una semana entera transcurre
sin
novedad que de conlar sea
;
los castigados
en su arresto, y el delator en el pleno goze de sus derechos, aunque sin tener donde ejercitarlos. Al cabo de ella, vuelven las cosas á su estado normal, y los penitentes entran en la bóveda jurando vengarla mala acción; sin embarigo falta saber quien haya sido el autor, y nue?[ ro cabo se halla bien tranquilo sobreel secreto.
Parten los Presidiarids á su trabajo y observan entre
sí
porque
y dejan Hogar el gefe
husmear
la
noche.
No
es
fácil
al
nuevo nombrado; murmuran
descargar sus iras en
la
de sala duerme separado y encerrado en una partija de
sin riesgo lo
que en
nocturno conciliábulo para
misma sucede: poro en cambio
la
de
fallar
la
se
primera, ella,
para
reúnen en
suerte del reo.
Siéntanse con gravedad sobre sus piernas encima del tablado, formando
imponente semicírculo
(pie
corona
el
principal
:
cada uno
tira
de su disforme
navaja, pica de un puro, y arrolla un corpulento cigarro apretando con
borde del papel que ha de ser interior reparte lumbre á los demás: brilla
humo
el
pi'esidenle echa
del incienso se levanta en densa nube, y
—-¿Qué pena merece í
el
—La de un
el choial
^-ip¿níar/enn jáirf^we que se
que diga
soleá
pregunta
traidor responde el
í
le
el fdo el
yescas, enciende y fuego sacro en las bocas délos jueces; el :
el
la
consulta empieza.
principal con tono severo,
mas inmediato. rezume
la oc/ii.—A''/?f/í/iar/é!
proponen por su turnólos siguientes»
una de curripénes
32T
EL PRESÍDIARIO.
— Señorc?, no
loo lo
que precipitarse:
liay
tione comproiri¡?o,
iriio
y
d
qup
por primera voz, no merece tanto.
se berrea
—Pues
entonces, una
c/iej-í/a.
—Una rueda
al
moscardón;
oye en
se
lirnula
la
opuesta.
—Eso
yá st/íé/a poco y de c/íií?i^ct, repone el Caciipie con importancia; vaya hámhano y se pensará mejor. Ilácenle en efecto, y sigue el debate con la propia moderación y cordura; defiriendo siempre los opinantes al dictamen del que una vez supo hacerse lugar otro
y
en gefe. Por último, queda acordado como suficiente castigo,
erigirse
media hora de suspensión por
tres carreras de baquetas, ilcl
los pies,
y
(pie sufra la
pérdida
destino. es el c/to<a vuelve a interrogar el presidente
—^¿Y quién
que no han de poqurnar
,
que uo devisárant
los
—El —No hay
chibato,
responden en coro diferentes voces.
—Y á mas
que no ha chalao con nosotros en
vou nosotros: repiten algunos miembros de
—Es
—¿Que pruebas
sino querarle baró sin contisar con
mas que ver
tenéis'/
cuadrilla.
la
él la bruja. -^Ki
con nosotros, ni de penitencia,
las diferentes secciones
vcrdá; está convito; pronuncia entonces el presidente,
y
el fallo
queda
irrevocable.
Entran luego en
la
ocasiones de ejecutarlo: y señalan
encomendándose en
de todo corazón á su protectora
ella
nueva delación su plan de fuga otro v
modo
La festividad llega; ,
aguardando espera
y concluido á
y en
,
la
la
las
misa,
Concepción purísima,
escarmiento y no les frustre con una mas proponiendo firmemente matarle, si de
;
el
acaeciere. Arreglado ya, abandónanse tranquilos en brazos del sueño,
dejan correr serenamente
costumbre
primer domingo después de
el
fia de que interceda porque baste
11
muchas
elección de día y hora, puesto que no son
resto de la semana.
el
rematados vuelven
los
Entra
mayor devoción que de
atiende con
el sacrificio se
á su calabozo
donde
agraciado bien ageno de
se preparan
suerte (pie
la
victima.
el
acto se ve cercado por aquella turba infernal como
el
la
el
le
dia de
su instalación; mas ahora un silencio aterrador acompaña á sus acciones: sus ojos Centellantes indican bien
revela
al
ferocidad (pie les anima;
la
desdichado la verdad de un cuadro tan espantoso;
responde
á la del sentimiento; la
su presa.
uno
clavan
al al
frío
suelo, y
peso de los
otro lado con el
el resto se le
las ligaduras,
v
le
,
grita
á
la
les
agitación de
impelen hacia
fajas, tiéndenlc
las ocultas
grillos
,
y cadenas ;
tres
l)('>cdes al
(pie
agudamente
se
y apura
el
veces repite
dejándole exánime y moribundo sobre
con fuerza una imperiosa voz
perdona.»
avudan
rudeza de los ademanes,
y furor que
rabia
empuje. En vano implora compasión
su rostro. ((Alio vá
la
haciendo en su espalda violento apoyo, saltan
incansable tropel su meditada venganza
mas, y
la
Ligan dolorosamcnle sus mieMd)ros con
boca abajo en. el
tirantez de sus facciones
convulsión de sus manos traslada
los espíritus, v el castañeteo de sus dientes
del
la
mandato
los
,
el
liombre no puede
atormcniadoies, deshacen
pnncrso on p¡ó diciéndnleí «otra vez será otra
cosa.)i
3 28
EL PRESIDIARIO.
Este rasgo de generosidad en medio de aquella barbarie basta cierto punto
merecida,
gran manera al mancebo, quien lloroso y arrepentido mas consecuencia y promete cuanto le exigen. Lo primero mando; pero mas entendidos que el director convienen en que haga de un modo aparentemente forzado: lo cual es sencillo
afectan en
se propone guardarles es la
que deje
el
,
dimisión se
denunciándose á aquel gefe un estudiado descuido de cualquier género. el
mas cercana y
azar presenta coyuntura
Y
es el caso
le
acerca
que á poco tiempo estando con
un sugeto de buen
Presidiaros en su cuartel, se
los
y llamándole aparte,
esterior,
Pero
favorable que ellos pudieran discurrir.
dice
le
á
media
voz algunas palabras.
—Reniega el
—Mucho tono
,
grita el incaut o
en misa: y
reló
que
el
;
Erai dice que
la
gente de cortesía
:
el
ya sabes de
mañana.
bueno del ascendido, que
el
nkabaron
le
por entero.
quien estuvo la semana pasa
que diga
recado
y ese señor que vuelva por él
Se olvidó de calcular
domingo pasado
nombrado acercándose y moderando
el
ha de tener su aquel con
se
en casa de Chispas; envíale iglesias;
el
queréis volver, ]o poquinela
responde
si, le
que también
;
lo
si
no son
asuntos
tales
para tratados con semejante publicidad; que uno de los capataces ó vigías de
conductas con arreglo á ordenanza
que amaestrado en contenido; y en
que yendo con
íin,
menos
el
soplo
piensa, con
lo
oír y oído
en efecto
hecho cargo mas
práctica se ha
la
ílegradado cuando
ha podido
,
casa
la
se encvientra
,
de un mes de cepo, y
adición
la
propuesta,
que conviniera de su
director de
al
la
en su relación de méritos.
nota
Entonces vuelve de lleno á
masa de donde
la
de su confianza y costumbres, y se forma de la palabra.
Empieza por adoptar su brazo
la
imagen de
la
salió;
entra
Presidiario en
toda
grabando con pólvora en
divisa,
Soledad
el
para
escribir
debajo
luego
el
el
á
parlic¡()ar
la
estension
morcillo del
nombre de su
y esgrima, ó sea manejo del arma, y no tarda en familiarizarse con sus desordenados entretenimientos es en breve cosa corriente é iilentiücarse en un todo con sus ideas. Para él querida: perfeccionarse con prontitud en
el
idioma
,
encaramarse
á
fácilmente por hierros de
una venUina
arte de fingirse
Proto-medicato
cuando
el
caso
para convertir dinero
y
navaja en
que
la
;
la
,
ó
se arroja de su altura sin otro ausilio
muralla
tullido
sus muros, ó descolgarse
se introduce por los apretados
un cordel; y aun hecho trasgo,
punzante clavada en el
calabozo escalando
bóveda del
la
,
un peligroso
ó
punto de que por
hasta el
tal le
requiere. Ninguna repugnancia siente
en saco de noche
sus prendas mas preciosas
aquel raro estuche,
lo
el
mismo
en horadarse
que es tonel de dia, encerrando
llaga
la piel, allí
su
ó bien á las veces para ocultar la prohibida
:
ya que no en algún otro parage de su cuerpo
previsora naturaleza haya indicado
y de escelentes disposiciones
declare
y de abrirse una
de levantarse una forzada calentura
lo
que un arma
Conoce con perfección
salto.
físicas
,
como
á propósito.
cultivadas por
el
Hombre de ingenio
ejercicio
y adiestradas
,
,
EL PRESIDIARIO. |)or
que
329
necesidad, llega á aventajar á sus propios maeslros en
\i\
enseñan
le
mereciendo repelidas veces en cada uno de
,
honores de invención. Cómodamente lima sus ó loza
con
la
mayor exactitud
hueco entre dos
ladrillos
que no ve,
á cerraduras
ramos
los
los»
,
con un cacho de
grillos
ó saca de ellos entrambos pies dejándolos intactos
,
las habilidades
teja
funde llaves adaptadas
:
mas elementos que
sin
ej
por molde, un pedazo de tocino para encender fuegos,
y otros de su camisa por todo combustible. Agujerea las paredes y los suelos con la ayuda de sus uñas, ó cuando mucho de su navaja, y aunque no cuida gran cosa de aprender á escribir, hace grandes adelantos en borrar letras para falsear un
Entonces ya se figurar
le
secreto do
el
pasaporte ó licencia de salida.
declara digno
miembro de
en un golpe de mano ó acaso para
aunque accesorio indispensable
al
la
corporación
dirigirlo.
Presidiario de
,
y apto para
Solo un requisito
buena raza
:
y es
la
le falta,
sombra
de una beldad á quien tributar sus glorias y de quien recibir cariñosas atenciones.
La adquisición no logro.
Verdad
es
es diíicil y la monotonía del encierro aguija el ansia de su que no conoce otras á donde encaminarsus flechazos y chicoleos, ,
sino las propias que diariamente acuden á ver ó cuiiar á sus respectivos cuyos:
pero
como
no sea hoy un grande obstáculo aun interviniendo legitimo
esto
uiatriiuonio,
decídese
por
fin
a
una
dirigir
carta
esplicaiido
su
atrevido
pensamiento, que termina con esta sentida y amorosa posdata: Tres veces cogí
Tres veces cogí
Tres veces se j'^1
De tan suave manera Nereida
,
que
circunstancias
sin la
rorazon en
se calza á
piedad
la
pluma
el tintero
me
cayó suelo.
el
poco tiempo con una descocada y mal agradecida á su primer gachón, (puest.i que las
abandona
impiden Imcer cara á
los
dos manconuinadamonte) v acepta v
paga sus tiernos suspiros. Tal conducta á vista y ciencia del acusativo, que digamos en aquella oración, tal
desacato en sus barbas,
como no puede menos do
ser, trae sin remedio a
su espalda las consecuencias que buenamente se dejan presumir. El despreciado
amante
reta á mortal duelo,
no puede menos de admitir por consiguiente aprovorlian
para lav el el
diísafio,
dia
su afrenta,
r
á
su dichoso rival: este
porque en otro caso dejaría de
para
afilar
sus armas,
v aguardan
serlo; á
la
hora oportuna.
No hay
cosa lan horrible
como
el aire
frianiente socarrón y burlesco (jue dá
y palabras en lances de tal naturaleza. Nada del fogoso ardiniioiito que los caracteriza éntrelas clases mas elevadas, ni de las acaloradas
esta gente
á sus afcioiies
contestaciones que les preceden, ni del ruidoso aparato que hasta ellos media.
Su rencor es sordo y oculto, su mirar desdeñoso y su acento recargado. Hablan tasadamente y con pausa, ahuecan la voz, se rascan i» apovan Ifi mano sobre
el PUESIDIAHIO.
;í30
cadera en sosegada poslurii
la
y su valor loma un aspecto tan ladino como
;
i>us
y personas.
frases
— Goinpadrico ¿quién mete Vd. donde no — Yo naide doy cuenta de mi gusto. — Es que en esa luMubra mando yo. á
le
le
llaman?
á
—Eso
será
— —Y náa —Pues
Con que
mí me acomoda,
si
á
sí
¿eh?
más.
veremos después de requisa,
lo
—Lo veremos. Son
únicas razones que se cruzan entre dos ternes para arrimar á un lado
las
libres de su peso
tomar como quien no dice nada
camino de
el
la
existencia
la
eternidad. Sin embargo, no es((uivan su rey de armas que coteje las preparadas
y asista
A
y
,
combate.
al
hora de requisa
la
,
parsimonia
,
verificada esta
y
formalidad
otra
sin
y
sálense al
,
cada
elige
conveniente. Tiran de sus navajas, y abiertas,
con firmeza saliva
en
la
yema
tomada del
,
el éxito
de
pie derecho la
,
,
y
la
(pie
misma estima
cachas, apoyando
las
humedecer su punta de
el
índice izquierdo
el
con
patio
terreno
notablemente
influye
,
pelea.
la
Arreglados ya
miradas y
con
el
empuñan
del pulgar contra la hoja. Esto
labio inferior
cual
el
.
calañés por escudo, el arma tras de su copa, retirado
cuerpo agachado cargando adelante
el
intención en
la
intención
,
.
las
miradas
aquellos campeones be miden
lijas ,
se
en
el
las
obéervan
y se hostilizan inmóviles en su puesto. Por fin el mas audaz acomete la lucha be traba cruje la arena bajo sus pies la navaja brilla y centellea en la oscuridad, ,
,
,
el atento
salto
afán se redobla
un
;
de retirada; menudéanse
resuenan de
alientos
vestidos
,
crece
y al apartarse
,
el
fatiga
,
lo
los
brota
el
sudor en sus frentes y
furor, olvídase la cautela
,
se estrechan
un ;ayl lastimero y la caída de
desaliado su victoria, preparan
Era
provoca una huida, y una embestida otro amagos, caen á rajas los sombreros; los
salto
al
,
sangre en sus
la
se obligan
un cuerpo en
tierra,
,
se acosan;
anuncian
al
retador su muerte.
único que faltaba á nuestro héroe para terminar
la
carrera del crimen;
ahora le queda solo recorrerla y ensanchar sus dimensiones para lo cual tiene ya mucho adelantado, poicjuo los ensayos felices, dan por fruto siempre inclinación ,
Y
arrojo.
La impunidad concurre á alentarle pues de contado se sej)ulta en el silencio toda muerte de buena ley en vano son las pesquisas y procedimientos del foro; nadie lo ha visto nadie lo sabe el matador queda libre del castigo y el vencedor ,
;
,
,
,
coronado de laureles.
Cumplido este deber, y limpio ya de polvo y paja, sus proyectos tienden esclusivamente á abandonar aquella mansión para él pequeña y á ejercer con mas anchura y ventaja sus talentos adquiridos Poniéndolo en ejecución merced ,
:
á
sus adelantos y
buen ingenio
,
se nos vuelve
,
al
seno de
la
sociedad tan corregido,
EL PRESIDIARIO. tan suHVf y tan otro,
como hemos
visto,
y como
331 esta se prometió sin
encerrarle. La fuga
le
poderosa razón
obliga á hacer bancarrota, guardándola
duda
al
proporciona algunos años de recargo en su destino; sus proezas , la formación de nuevas causas y la imposición de nuevas condenas <{ue á una suma, esceden con mucho al término regular de su vida;
cuva
(lue
le
para
sí
,
y dejando
en ausencia y rebeldía se sustancien laspnmeras, y se aplicpien y apuren
segundas.
las
Sin embargo, no ha olvidado por completo hospedaje
la
educación
moral que en su
inculcaron. Recuerda que son tres los géneros de obligaciones en 1;^ criatura ; y conserva respecto á Dios, que le es muy agradable ver espurgar d.>l| lujo su santo templo respecto á sus semejantes, aquella sublime le
máxima
;
para
,
<juie,r
cuanto sea para tu prójimo; respecto á sí mismo que debe aspirar ala, , mayor perfección apropiándose cuanto bueno observe en los demás. Finalmente, conoce bien cu su humildad cristiana que nadie os responsable de que haya entrado por donde le metian ó elegido entre lo que le presentaban; por eso el maí aventurado jamas se atreve á desplegar su boca alegando descargos en este punto. ti
,
y
si
alguna vez os detiene,
una esquina,
se contenta
(
amables lectores) navaja en mano
con deciros en
mudo
lenguaje.
á la vuelta
«Aquí
porque he venido.»
BO^JFACíO GÓMEZ.
estov
de
vo
l_.sLo:,;-iíÁgii¿I-:;í¡¿s
EL CALESERO.
4|i e"
versos hábil, ni en
¿cómo dejar
la
Juzgo que de yerro
si
cruz hasta
la
de otros
¿Echo á cara ó
prosa durlio
la
gente satisfecha?
á cruz?
¿Cruz? Bien está;
la
fecha
consejo escucho.
el
me
—Arriha, ¡chucho!
luzco de esta hecha:
de mis versos acudo á la cosecha ([ue
Yo
como
malo abunda mucho.
es fruto
bien conozco
,
y
lo diré
de paso
,
que me hundieran con pullas maliciosas si
acá volvieran Lope y Garcilaso;
Mas
oidlas
y lo que que allá
jUste!
que cuento varias cosas
es de la forma no hagáis caso se
que
van mis versos y mis prosas.
es tarde
que no consiente fárrago
como
y llueve, no mas prólogo el
opúsculo,
esos grandes, eternales cánticos
que otros entonan con acento impúdico ya celeljrando en la
las doncellas
candidas,
ardiente faz y los luceros fúlgidos,
ya revelando con jiasion carnívora
ENTREGA XXXVIII.
3^
,
,
VI GALSEEllO.
33i
la intensa llama de su
amor
sulfúrico.
Tampoco lia de quejarse el arte métrica de preferencias que si en rancio pulpito ,
lo
mismo en
poesía que en política
predican apósteles estúpidos;
las
k las chocheces clásicas,
yo siempre
hostil
aunque sepa que en
esto soy el único
daré á todo reglista sistemático, tajo
va y tajo viene sin escrúpulos.
¿Por qué solo de reyes y de príncipes digna
octava ser? ¿Por qué su número
la
de versos y de acentos y de silabas no cuadran bien al Calesero rústico?
Todos somos iguales ¡fuera fórmulas! quiero de metros hacinar un cúmulo,
que viene bien en pasatiempos
líricos
de compases variar como los músicos,
Desde hasta
de
alejandrino, casi
el
verso unisílabo
el
la alta
octava á
quien se
á
máximum, súbito;
plebeya décima,
ruin... todos por último
la seguidilla
sirven
la
el
mas
rie
de
chachara
la
de severos censores energúmenos.
Y
pues
me
va cansando
mas propio que de
el
son monótono
jácaras de túmulos,
basta ya de romance endecasílabo otra decoración, no
Do la
mas
esdrújulos
trocar la tonadilla
facultad
concededme
ya que melosa y sencilla se presenta la quintilla
que
está diciendo:
comedme.
Tres metros se han ensayado
con este que empiezo junto
y
ni siquiera
con
la
en un punto
cuestión he tocado
conque... vamos
Como que
al
asunto.
sabéis, caballeros
sin principios
no hay
debéis cual yo convenceros
fines
EL CALESERO-
"
"
335
que no hubiera Caleseros sino hubiera calesines.
Y
asi
mi pluma traviesa
(válgame Dios cuanto ripio) sabe bien que
empezar por
interesa
la
principio
el
ps decir, por la calesa.
Del carruage es escusado
'
'
(encomiarla utilidad
yes prodigio bien mirado cuanto en esto ha adelantado
humana comodidad.
Ja
Entre
la
gran parentela
que preserva de
los barros
frios, si llueve ó hiela,
y
carretela
descuella la
que
es la reina de los carros.
Sigue en lujo pertinaz á
invención tan peregrina
el
COCHE, guerrero asaz,
aunque
(jue
tiempo esté de paz
el
jamás sin armas camina. Para
la
gente elegante
está el TILBIRI
tan veloz
bizarro
como llamante,
que mas parece que carro
una luneta ambulante.
A
y ameno BOMBE corretón que, consúmame un veneno estos sencillo
sigue
el
sino fué el
tal
invención
de Hipócrates ó Galeno.
Gomo hay vagos
infinitos;
para esta gente holgazana
hay ÓMNIBUS pintaditos que hacen por Madrid
muñéndose de
Hay que dá
otro coche al
que
pinitos
gal vana.
le
ramplón
monta
y por servir de alquilón aunque sea de Fermín siempre
le
llaman si.mox.
esplín,
,
EL CALESERO.
336
De transporte hay por mayor. La DILIGENCIA responda, que es cuádruple conductor con su cupé, su
interior,
su berlina y su rotonda.
Dos mil TARTANAS
véu
SC
invadir las carreteras
donde hay galeras también que supo el
que
y
si
que hizo bien
lo
las
llamó galeras.
mejor irá pata
es
la galera ingrata,
que no en
tampoco dá su marido
el
muy buen
rato
carro-mato
es decir, carro que mata.
Esas gentes que á rabiar están en viéndose quietas visto al viajar
habrán
tras otra chillar
una
veinte, ciento
Y
y mil carretas.
ese funesto chillido
que no es
la
voz de Rubini
mas, bien entendido, que haber en Madrid olido
vale
los carros
de saratini.
Mas hablo á troches y moches de carros y ya me pesa. Lector aunque lo reproches, ,
mas carrosl ¡fuera coches! donde campe mi calesa. ¡no
Y
lea versos ó prosa
para averiguar un hombre
con
eficacia estudiosa
por qué
la
dieron
el
nombre
de calesa y no otra cosa.
Yo que
es
las
razones no doy
mi ciencia reducida
y bien estoy como
estoy,
ni etimologista soy ni pienso serlo en
Mas la
si
mi
vida.
mi cholla no yerra
razón que aquí se aguza,
EL CALESERO.
337-
es la razón que se encierra
en llamar y á
tierra á
la tierra
merluza, merluza.
la
La
quintilla castellana
está visto,
no
se presta.
Creo mas propio
romance
el
para describir calesas;
que es metro
muy
español
y también hay quien apuesta que
Calesa es
la
la
nata
de los carros de mi tierra.
Bien pudiera describirla
con todas
las
voces técnicas
de convexidad y sólidos base... radio... paralelas...
Pero es mas claro y mas breve suponer que se asemeja á una sartén con dos
mangos
tumbada sobre dos ruedas. Engalanada por dentro con
y seda
talco, borlas
que
manólos,
está diciendo:
viva
madrileña.
sal
la
Sobre un cajón
donde meten
el
asiento
merienda
la
que parece contrabando por
no
oculto que se encuentra.
lo
Y
hacerle contrabandista
es calumnia,
ó
muchos pecan;
porque muchos aseguran
que
cajón contrabandea.
el
Enrollada inútilmente tosca cortinilla ostenta,
que aunque
á su altar
nunca gustan de Pintada por
no ha de
el
faltar
respaldo
sandunguera
puesta en jarras una
de
las
que
O un
la
torero
suben ángeles
tinieblas.
liga
dama
ensenan;
echando suertes
,
EL CALESERO.
338 ó
un gaché con su vihücUi
y una pareja bailando boleras.
las seguidillas
Si es caballo
el
que
la tira
suele ser de aquellas piezas
aunque
((ue
se las coja
en caza
tienen espinas de pesca.
Matada está siendo muía
y no estrañeis que aun se tenga porque hay diferencia y grande de estar matada á estar muerta. Pero carne ó bacalao
matadas ó no las bestias, cuando ellas quieren ncceden á postas
Que
y diligencias;
la
voz del Calesero
¡huyl jzagala... coronela! torna sus patas de galgo
y de avispa sus orejas.
Y
mismo
aqui
pintura
la
comienza
del Calesero
cuyo parecido acaso de mucha verdad carezca
¿Mas que ha de ser SI
el
bosquejo
para hacerle no prestan
su inspiración
los
Madrazos
y sus pinceles Alenza? El trage del Calesero
no
es tan rico
comparar ({uc
guian
que
se
las carretelas:
Ni alcanza
al
de los cocheros
ni al de los lacayos
Y
hasta
pueda
de los siervos
al
al
llega
Simón muchas veces
cede en rango y apariencias; Mas si el de aquellos el signo de
vil
el del
servidumbre lleva
Calesero grita
¡que viva
la
independencia!
Calzado todo español
pues sabe que en su faena zapato ruso ó inglés vale poco
y mucho
cuesta.
339
EL CALESERO. Buen pantalón de ancha trampa con botones á docenas á veces de plata todos,
y otras de cobre ó do suela. Faja limpia y bien ceñida
chaleco de pana vcrda (1)
por corbatín un
que
le
])afiuelo
sirve de chorreras.
una zamarra
Suele echarse
entre otoño y primavera, y de primavera á otoño
sencillamente chaqueta
U
otra
mejor de alamares
que parece cuando nueva
un poco mas que manóla algo menos que torera
y
El sombrero calañés ajustado á la cabeza,
que aunque es ave de
ala corta
con poco viento se vuela.
un
Látigo pegado á
fresno,
de larga y tejida cuerda
que mas que
Y
el
le
duele
peso de
al caballo
la
calesa
para acabar en
fin,
pondré en su boca entreabierta
un mal puro con mas humos que doscientas chimeneas.
yo
La Calesa y Calesero diré como se emplean
pero esto es cosa de octavas; ahí tiene V. la primera.
No de
inquirir lo agono soy
amigo
pues atrevido preguntar pensaba si
para no dar creces
al
hombligo
mi lector apreciable frecuentaba por
la
Plaza Mayor... pero ¿(jué digo?
de la Constitución,
y
la
no me acordaba
Plazuela de Descalzas Reales
miiMito, de las Dcí^calzas Nacionales.
(l)
Se
ilicc
vcrilc,
pero
el
asonante se empeñó en que lialMa de ser vcrcla
,
ALESERO.
340
Estos y otros lugares concurridos al lector
de que
.
de Madrid no estoy ageno
deben ser bien conocidos;
le
y en este caso suponer es bueno
que
habrán abrumado
le
una y mil veces
al
los oidos
cruzar sereno
con cierta tentación traviesa:
asi
amo, ¿quiere usté un coche, una calesa?»
»rn{
Y
su bagaje»
tú, lector «aprecio
contestado
le
habrás,
bien recuerdas;
si
y él ha instado y tú has vuelto con un no.^ repito, á sus palabras lerdas: ya porque
te
hace daño
ó poríjue no
hay un
real
dero es una razón
muy
Mas después
que
del
carruaje
el
ya por(jue quieres estirar
coraje
,
cuerdas
las
que es poca cosa,
poderosa.
responda
no7ies\e
supondremos que ha habido caballero que ha querido dar vuelta
redonda
á la
por varios pueblos y volver ligero: ó ver el rio, ó visitar
la
ronda,
este le ha contestado al Calesero:
y
seguramente que
ponga Vd. pronto
el
la
me empacha
andar
calesa en facha.
Ajusta, da un real mas para tabaco
y
el
Calesero esclama ¡arriba plomol
quita la
manta
le tienta el
rabo
al ,
enlutado jaco, le
sacude
el
lomo
y monta y dice: aunque me valga un saco de oro no doy la bestia que yo domo. ,
¿Oué puerta? ¿Billiao,
vera Vd., nada
la agobia.
Toledo, ó Alcalá ó Segovia?
El otro elije sin intriga y guerra que en esta parte concederle quiero
derecho electoral, pues en mi cualquiera es elector por
Y
el
tierra
dinero.
aun mas hondo misterio aqui
el elector
se encierra:
mas mulo y majadero
vale por cuatrocientos bien seguros,
con
tal
que tenga cuatrocientos duros.
Pero esto no es del caso, es
y
emprimar
el
al
lo del
tonto en el ajuste,
Calesero por
salir del
paso
caso
/
, ,
3U
EL CALESERO. mete una bola que parece embuste.
''
'" '-
'
«Jamás nos queda para echar un vaso puede Vd. darme
dice:
soy criado y
nunca me
Y si
ya vé Vd.
tuerzo
que saca
lo
y siempre
'
"
daca.
que ganar podría
lo
un hombre no
que guste:
lo
amo en
dice toma,
mas yo no
Y
el
tuviera su concencia la
'
'
concencia mia.»
á juzgar por la candida apariencia
cualquiera por
responderia:
el tal
'_~
pero sabe á bien poco su infidencia
quien vá con
y
el
él,
aunque tenaz
se alabe,
amo, en mi opinión, también
Mas
el
''''^
sabe^
lo
que dice cuando entrega impío
de carro y muías
el
jornal ganado,
"'
cargado y que volvió vacío, cuando vino tal vez doble cargado: tjue fué
quien dice: ahí van
tres
duros,
amo
-'
mió,,
quedándose con dos que ha reservado después del puro y de el
la
atroz carpanta,
mandamiento sétimo quebranta.
Y
es de observar al Calesero pillo
con un cuidado que
á
maldad trasciende
cada vez que se acerca un ventorrillo esclamar: ¡qué tabaco aqui se vende!
—
Y sencillo y qué vino, es un bálsamo! quien va con él si la indirecta entiende
¡
dice:
pues pida Vd. y háganos daño
mas saquemos la tripa de mal año. ¡Y qué bien huele! cjue estarán calcule haciendo de comer á sartenadas;
Añade, y con
talento
y disimulo
torna hambrientas sus gentes desganadas.-
El diz que se chulea y que es un chulo, y que está con furor por las chuladas
mas dá demostraciones muy de que está mucho mas por
En
los
completaslas chuletas:,-
caminos su elocuencia
brilla
luciendo do geógrafo su ciencia.
Tiene pueblo por pueblo en
la cartilla,
(y pinta á los que escuchan con paciencia) todas las carreteras de Castilla de Galicia, de Cádiz y Valencia;
ENTREGA XXXVIII.
,
,
38*
,
342
ÉL CALESERO. y
si
que oyen ignorantes
los
sort
habla liaéta de Turquía y del Japona
Sabe medir
á
palmos
el
terreno
bien que por esperiencia y por instinto le hiciese Cristo, de impiedad ageno, inclinado á lo blanco y á
lo
Y
bueno
como
en
el
suele consumirlo
tinto;
que llaman parador de Pinto;
aunque camine por Zamora
ó
Toro
siempre se halla entre Pinto y Valdemoro. Puertas recorre y rondas y paseos si
contrabando trae de
lela ó
gente;
cual coqueta que miente devaneos,
como ladrón que acecha al penitente, y lo mismo que yo gasto rodeos para decir á ustedes solamente:
como de un p:®fr«í'y vamos con otro
harto estoy, vive Dios,
de este metro
Y
la
fatal:
razon es sencilla.
Cambio porque viene
á
punto
para redondear mi asunto la
redonda redondilh'.
Puede nuestro Calesero,
muy justo
y
esto es
lo
mismo que cada
y cabal,
cual
ser casado ó ser soltero.
Su esposa aqui bien ni
daño
mirado'
ni bien reporta
por eso nada
me
importa
que esté soltero ó casado.
Siempre ha de tener por suerte si
no es mezquino y tacaño ó mas al año
una moza
cuando hay peligro de muerte.
Conque
,
á
su capricho queda
sin disturbios ni bolinas
gastar después sus propinas
como quiera
ó
como pueda.
La inversión, vive Jesús, que no
la
entiendo á no ser
EL CALESERO.
^\.¿
en puros, vino, muger y
echar cien manos
No
es por eso
lúus.
al
un perdulario;
antes vá haciendo remesa
para Compfarse calesa
y llamarse propiotarie
Y remando
dia y nociie
con eslraño calesín viene
...J
encontrarse por
á
fin
con propia calesa y coche.
-!^
Entonces nadie le niegue la frase
con que
llamo
le
ya es propietario, ya es amo^ ya tiene quien se
pegue.
la
Dejad que otro coma y bailé h
su costa, y no haya ruido se hará cuenta
('1
que ha sido
cocinero antes que
fraile
No hagamos mas comentarios de sus virtudes ó vicios V refiramos propicios \. ,.
if'l
.
sus días estraordniarios
Por Santiago mata-iHoroá
enganche usté la calesa que hoy es lunes é interesa llevar la gente
á los toros.,, ',
Raa... pulía... á lente... para... ¿te quieres
que
marchar
la
función
te
del
,
tundo
mundo?
¡lástima de torozón!
¡Huyl tentel cudiao la
corrida
me
llamo;
empieza ahora
¿busca usté coche, señora? ¿quiere una calesa, mi amo?
— Si señor. —-Vamos volando,
á ver
si
alguien nos iguala:
monte usted que
está
Ooohl
¡arre zagalal
Montes esperando. paral., pa
que se baje
su mercé con bercebú,
SU
EL CALESERO. que Dios
\oy
Y
dé á usté salú
le
echar otro viage.
á
antes de poco se vé
conducir á igual destino por idéntico camino á
una já con su ¡jaclié. Ya Montes con su capota
engaña
á la astuta fiera
pandera
¡chica! suene la
¡compadre! ¡venga esa bota!
Y
mojando
entre
el
marchan para
garganta
la
y estruendo
bullicio
diciendo
si
como quien murmura y «¡Charpa suelta
que es una Mira que
el
canta.
caballo
furia:
ahoga,
te se
que escupa.
dile
¡Ay Charpa, Charpal veo y no
te
veo
te
¡arre zagala!!!
Montes! salta
traácuerno,
al
alza la pierna
y ho
encaje las puaá
te
donde
duelan.
te
¡Ayl! banderillas! banderillas
y perros
¡arre pulía!!!!!
¡Oooh! para pa que la
se bajé
gente con belcebú.
Ea, muchachos, salú voy
Y
á echar otro viage.
dando de celo traza
pasa los lunes en esto
desde
la plaza á
su puesto,
desde su puesto á
Hay un en que
que es
San
dia bullidor
alza
el
la plaza <
Madrid
el grito
dia del bendito
Isidro Labrador.
,
3io
EL CALESERO. El señor almivarado
manólo
el
fabricante,
el
,
literato, comerciante, el artista,
¿Qué este
empleado
el
Madrid entero
fligo?
dia de alborozo
dá con entusiasmo y gozo de comer al Calesero.
Echa
potro sueltas riendas
al
torciando arroyos y esquinas,
por atrapar cien propinas
y probar de cien meriendas, Está lozano y valiente con tanta especie de grasas
y los torrados y pasas, ponche, noyó y aguardiente. Tanto llenando la piel
que aunque charle no seré yo por
la
á
troche y
quien quiera cuentos con
él,
yo no comprendo mal
Si
no
moche
noche
mal recordada
estará
temporada
la festiva
que llaman de carnaval. El cartel es
que
al
el
reclamo
hombre ocasión
ofrece
de gritar cuando amanece
una
¿quiere
Y
calesa,
mi amo?
es de ver la niña guan:)
saliéndose del festin I
qué
ojos echa al calesin
cuando
Y
al
el
hocico se tapal
amante, que
apostaba en
el
á competir
con Safon
y Remisa
y
frió
y
blanca
Salamanca
Viéndola sonar
de
sin
salón
él sin
iqué ojos echa
los dientes
dinero al
Calesero
tan foscos y maldicientes!
.'.,
EL CALESERO.
3VQ
Y )a
Calesero acertando
el
causa que
devora
le
)dice¿vá á pie esa señora?
Mire uslé que está nevando.
y
estos lances son precisos;
porque es
la
pura verdad,
que una vez por voluntad y muchas por compromisos; El Calesero de trueno sin
mirar
al
que dirán,
consigue ganarse
el
pan
y esto es muy santo y muy bueno. Aqui de mas desatinos quiero remediar
pero esta sino es
mano
el dafio
me engaño
de alejandrinos,
Mas ay! que alejandrinos
lob hag(j tan perversos',
estoy tentado por responder (juo
,t[ue casi
¡Brindar
uji
pobre
numen
por fuerza es mi enemigo quien Diréis que
mas ya ¡
me
que no
veis por la muestra
fuera con mil demonios versos
yeré
con
si
.tercetos os
Está visto
Yo
lo
,
los
peregrinos,
debo hacer
alejandrinos!
puedo complacer.
no salgo
del
aprieto.
que ajusto mi marcha á
engolfarme en
aconsejó.
muy
enamoran, que son
os
no.
alejandrinos versoíj
el clásico
la del dia
terceto!
jIU'SUcitar aquella algaravía
tan atroz
tan eterna, tan pesada!
,
¡ay que horror ¡ay que espanto! ¡que heregía;
¿Mas que me toca ¿Pedir
al fin
de
la
jornada?
como en comedias, neciamente
con una decimita una palmada?
No
es final,
pero por
si
que digamos
los
,
muy
decente
hados son adversos,
quien quiera que
esa encajo
,
seguro de
ella estov, tieqe diez versos.
la
cuente:
3W
EL CALESERO.
Y que eche
el
si
público recela
este parto es de la
luzbej
culpa á Espinel
que inventó una vagatela, fiada dice esta la
espinela
mejor de mi baraja;
mas pienso que bien encaja la
insulsez de que os atraco,
porque es
que
A con
décima un saco
la
solo consiente
paja,
mi me basta un romance el
asonante en
para decir:
que ustedes
me lo
é
despido;
pasen bien.
JUAN MARTINEX VIllERCAS
Mira irt^átí-
EL DOMINE.
ON qué humor tan negro cojo la plumal Está visto: antes de emprender el retrato necesito desahogar la hilis, y
la
comezón pendenciera que
camorra con
el
Tengo
Y
al
Tocaráles
la
Estoy como
nio abrasa.
dispuesto á armar
pueblo que quiere pronunciarse,
prójimo, y cual aquel poeta que cantaba
las calabazas
al huiiv»,
puestas
primero que llegue se china á
mis colaboradores y
los al
las
emplumo.
que encuentro mas
á
mano,
á
voy
á
editor. Sí, señores míos:
disputar con vds., á reñir en forma, acerca délo que
no me el
llevamos hecho y está anunciado de la obra; que á m! cuadra pintar las faltas y deformidades agenas y dejar las nuestras en ,
amor propio y sobra de injusticia, que son humano, y de todos los linages.
los picaros
tintero por esceso de
vicios del linage
Dos obligaciones que
ni
cumple,
ni
se ha ([iierido
cumplimos,
imponer, é imponernos
ni os posible (pie
el
cumplamos
ciudadano editor,
él,
ni
nosotros; y
vive Dios que se lo he de contará lossuscritores y leyentes, pese á quien pese. (pie
yo vea contra razón y conciencia ENTREGA XXXIX.
lo
IkmIo decir sin morderme ¡ÍO
la
Lo
lengua,
EL DOMINE,
3o0
como
clarilo
e] b
a
ba
y sin ahorrármelas con Papa,
,
Roque que siempre
paréntesis: este
debió ser algún regente durante contra
dos
las
obligaciones
Rey
ni
Roque (Entre
Rey, y contrabalanceándole, menor edad del monarca). Protesto, pues,
está piralelo al
la
antedichas,
porque
ha
las
tomado
sin
jefe
el
acuerdo de su consejo de escritores responsables; porque son opuestas á la ley fundamental de la sana lógica; y porque es una de tantas decepciones proclamar
y obrar
tales principios
61 del pacto
ítem mas, pido
á la inversa.
la
responsabilidad de los
un mandato no firmado, cual exige
funcionarios que han obedecido
el artículo
Salvas estas premisas de protestación y demanda, continúa
social.
la disputa. -
Háse ofrecido que
^^t^olos
la
obra se dividiria en dos partes, comprendiendo
retratos de la capital de
'.:Mas¿ dónde
ni hallarse
está
peculiar de Sevilla y de Jerez
por todas
las
y
Bay^n|[.
,
la
monarquía
,
y
el
segundo
los
de
el
primer
las provincias.
puede semejante línea divisoria? El Torero es mas que de Madrid. Los Indianos están desparramados
provincias peninsulares
otras partes estrañas.
amen de
,
los
muchos que hay en Burdeos,
La única afinidad que tiene
el Charrán con la en esta como en Málaga un barrio llamado Perchel y el haberse pronunciado Málaga diferentes veces, y Madrid en setiembre. Solo en
corte
es
liaber
el
,
,
una cabeza redonda cabe que
Ama
el
del
Cura sea personaje madrileño, cuando
los cardenales de Santiago, los canónigos de Toledo, los pavordes de Valencia,
y quince rail párrocos de todas las diócesis, nos ofrecen ejemplares á pedir de boca. Pues á nadie que no comulgue con ruedas de molino, se le hará tragar que en
las
provincias no hay
Alcaldes de MonteriUa:
.„?Atoraando rasgos de esta y de
A
Coquetas, Criadas, Santurronas, Sacristanes,
como que la
mismos
los
retratistas
y han formado sus cuadros
otra comarca.
?^'
^
j»
ensalada de párrafos y de periodos, que habia que hacer. Parecerían los artículos
loque va publicado en
clasificar
espurgados por
santo oficio; y á
el
inquisición volviera sino que la
dura lo
tal
,
dos partes consabidas no era
^
floja la
que pocos quedarían sin espurgo
fé
que ya verán vds. como no vuelve.
división es
la calificación
las
un disparate?
— Si
á mi.s
dignos
¿Y qué prueba
si
la
esto,
colegas les pareciese
traduciréla en blando, diciendo, que es prurito de clasificar
que no tiene demarcación propia; mania de dividirlo que no es conveniente fin bueno.— Para cumplir con la oferta do la partición
separar para ningún
fu^ra indispensable pintar coquetas cortesanas, aparte de las coquetas provinciales: retratar por separado artículo al
al
distrae por la
y al del Buen Retiro; dedicar un Rambla de Barcelona, y otro al que se
sacristán de Móstoles,
empleado que pasea por
la
Fuente Castellana de Madrid: discernir en
que
el
primer tomo
la
criada
y en el segundo volumen la misma criada cuando vive con su amo en provincia durante el entre cortes; y pardiez que no
del diputado
faltan
entres
asiste á las sesiones
,
y salgas, aperturas y
clausuras,
suspensiones,
prórogas
y
disoluciones.
Pero bien conocida es ha
de podrir en
el
la causa de la aberración que impugno, y no se me buche. Cnlculáronse cien retratos, como pudieron echarse
EL DOMINEcincuenta ó trescientos: se presupuso
(
en
351 presupuestos siempre se vá á ojo
los
de buen cubero) que harian dos tomos; y no creyéndolos bastante separados con
que cada cual tuviese su cosido ocurrió
capricho de distinguir
el
como no
asi
mismo contenido, como aquel que
unidad divina por
las tres personas de la
melón. Mas
su encuademación, su cubierta ó su pasta,
,
el
faltó
quien dijera
la al
esplicaba
carne y las pipas del dogmatizante que entre los tres corteza,
la
agregados nunca sacarla otra cosa que un melón completo, tampoco ha de
quien objete
al editor,
que por mas que divida tomos,
otra verdadera diferencia
en
de
el tejuelo
que
cámara
la
los
la
faltar
obra será única, sin
números primero y segundo puestos
al
canto
baja.
Ea pues, compañeros de pluma y de carteles imitemos de hoy en adelante, y á los partidos constitucionales. Ellos dicen ya no hay mas ,
á los periódicos
que españoles y Ayacuchos: digamos nosotros, ya no hay masque españoles Y enmiéndense las cubiertas de las entregas,
pintados, sin diferencia de volumen.
y sigamos dando brochazos y cuestión acabada. Otra oferta se ha hecho solemne y sustancial: que ,
españoles.
O esto quiere decir que los españoles son
ó quiere decir otra cosa, y entonces
de Mendizabal. ¡Presentar
al
hay
abolición capuchina,
lo
mismo
se
los tipos serian
eschmvamente-
españoles, que es una necedad,
cumple
esta
que aquella: ofertas
Barbero indígena de España, donde no embargante
barbones que entre los moscovitas! Ni
mas menos que fingirnos dueños de las patrañas de huéspedes, siendo asi que el oficio, las personas y aun el nombre han venido de Ultrapirineos. Se dirá, porque todo la
m:xi
ni
se dice,
que entre
Madrid hay estado social
;
el Pretendien,te
de un empleo en París, y
hay dos hombros,
y cuales diferencias
el
que
lo solicita
en
,
ni dos cosas cualesquiera absolutamente iguales,
me
individuos no son tipos. Convcmh-é, porque ya se
que
el
nacidas de las costumbres, carácter y p3ro esto no constituye un tipo esclusivo de nación alguna. No
tales
Tíirern
y
el
ha pas:ido
el
y todos
los
esplín, en
Charrán pueden considerarse españoles por naluraloza y con perdón devdv cosmopolitas
vecindad; mas otros retratos que veo y leo, son
,
.
perfectos.
Basta ya de digresiones previas y de reñidores episodios, que voy á tardar
en emprender «liscurso de
la
el
dibujo
corona.
mas que un congreso en
A
bien que no es chico
constituirse
el
y contestar al pedazo de artículo que he
ensartado para introducirme, y de chanza ó de broma, nunca viene mal un retazo á los que trabajamos con medida.
Ahora voy
á presentar
un
retrato
que os español
á machimartillo, castellano
por los cuatro costados, paisano á prueba de bombas de Monjuich, y mas castizo que los potros de Ul^eda, y las merinas segovianas. El Dinnine nació, ha vivido y está para morir en España, y nada tiene que ver neto, compatriota
Es la independencia nacional cji cuerpo v alma tan agena de encarnadas como de gallos y tricolores. Es, en fin el españolismo por esencia, presencia y potencia que jamás ha pisado otra tierra que la tierra de garbanzos. Una prueba es que lodos los apellidos de su familia son castellanos con
los aliados.
,
las casacas
,
,
EL DOMINE.
852 mezcla de secta
sin
rancios,
como Xwcos
,
jBerno
esclusivamente nuestros como t\maestro Quiñones,
Araña
,
y
personajes de nuestra patria
quedarán
se
el
capitán
por todos estos
y con tanta historia y geografía como revuelven, mandíbulas en ángulo de cuarenta y cinco grados:
que nuestros patanes manosean en sus diarios coloquios. no como quiera es el Domine tipo meramente español: tiene ademas la
que ignoran
es decir,
Y
con
al oirlos
,
las
Vidriera,
á losliteratos estranjeros
rey Perico. Pregunten vds.
el
Cabra y Chuchumeco', tan
,
el licenciado
lo
que mas ejemplares ha producido: el que ha dado los fundamentos de su gloria á la república literaria; el que ha llenado el mundo de borlas birretes, cogullas y capirotes: y si no respóndaseme circunstancia agravante de ser
original
el
,
á estas preguntas.
¿Qué
qué jurisconsulto, qué canonista, qué médico el Dómine las primeras lecciones
teólogo,
ha existido en nuestro pais á quien no haya dado ,
de hablar y escribir correctamente? ¿qué tribunal , que universidad, qué pulpito, qué coro qué botica puede envanecerse de no haber pagado tributo al indispensable ,
Dómine'! Sin este agente universal de las carreras literarias, se hallaria
mitad de los estantes de
las
bibliotecas;
faltarían
los principales
vacía la
glosarios de
nuestros viejos códigos; habrían quedado desiertoslos noviciados de los monasterios:
y carecerían nuestras conversaciones de los salpicados bilingües que las florean ó las barbarizan. Dirélo de una vez y mas en grande: el Dómine es el Adán
mano
de cuantos saben donde tienen su
derecha,
el
Ataúlfo de los principes
que declinan y conjugan
y el primer móvil omni sapiencia. no solo Pero hay otra observación que sobre todas descuella y hace ver nación, sino los peculiar de nuestra que, españoles es tipo todos Dómine el que influjo. entera ha á su España sido sometidos gramática por estado han
de
las letras
de
la
,
el
Mentor de todos
los
,
,
,
,
naturaleza y gracia y la universalidad de sus habitantes fué clasificada en dos los que no sabían gramática latina, tenian gramática parda; secciones: grandes ,
ejemplo que no presentará nación alguna
Un
tiumanas. lo
recuerdan los anales de
Acaso no
,
por aventajada que se crea en letras
pueblo de gramáticos ni se conoció en los tiempos fabulosos, ni la
India
quien objete,
falte
,
(la
venganza) que siendo tan español prestado á las orillas del Tiber? pero baste saber que
la
de Grecia ni de Roma. oposición el
Mucho
es tan dulce
y común como la á pedir nombre
Dómine, ¿por qué fué
se pudiera alegar contra este escrúpulo,
lengua castellana tiene en
sí
misma
las
voces de preceptor
y maestro de gramática para designar este individuo, y que la de Dómine se ha familiarizado por la propensión de los españoles á hablar latín desde que á ello se ponen. Asi es
que aprenden
el
idioma en
el
idioma mismo
,
por un arte
lengua que van á estudiar, y al segundo día de concurrir al aula un chico de diez años sabe ya llamar al maestro Dómine, y preguntar ¿Licet
escrito
en
la
Hay mas: un barbero sangrador antes de saludar el arte escribe un notario romancista encabeza sus escrituras In Dei nomine amen; una monja sin mas estudio que cojer un diurno sabe cantar Dixit mihi per
tel
corriente Recipe;
,
J>ori}inm
Domino orino corrigiéndolo profano ,
del testo;
un ministro de Hacienda,
EL DOMINE.
S53
ni el forro de los libros conoce obra en hebreo y maya en latín el mutandas mutandas; y hasta las beatas y los chiquillos saben el Gloria patri. ¿Se quiere mayor demostración de que el Dómine y su arte son conaturales en España?
que
,
Todavía hay mas que alegar en abono de mi propósito. Donde
los
conocimientos
son exóticos hay dificultad en apropiarlos y mantenerlos, y los hombres mas eminentes apenas logran su aclimatación. En Castilla sobran para perpetuar el
latin las
personas mas baladíes y lisiadas, las que no pueden servir para otros
Tirso nos ha descrito
estudios.
el
Dómine de Marta
la
piadosa en estos sencillos
términos.
Un
licenciado
en gramática
,
ordenado
de grados y de corona.
Y
es
que por
común
lo
se dedican á maestros
para clérigos ó letrados, cortan ó les atajan
y casándose; ya de
resultas de
que
les
estudiar
en la á
flor
mancos
él
los
que
,
yendo
la
mano
de Dios en pena
ó irregulares; ya porque perdieron
les tocó soldados.
de preceptor no se enseña ni se aprende: sin pensarlo, sin saber cómo ni cuándo. El que empezó á el oficio
creyendo ser canónigo, ó corregidor, ó pulsista se encuentra Domine de su edad por arte de birli birloque ó sea por el signo de los españoles ,
,
ser gramáticos
naturaleza, ni en
ostraña,
,
daba estudios; ya porque
Dedúcese de aqui que todos llegan á
de latinidad
carrera; ya ahorcando los hábito»
quedar señalados por
de una diablura que los deja cojos el tio
la
como
el
y latinos. Puede decirse que el Dómine no existe en la orden regular; si no que aparece por una combinación ganado mular; ó como los estambres de la rosa cultivada se el
convierten en pétalos; ó
eu jarro en manos del
como
el
alfarero;
pedazo de barro que iba para
olla
y se trueca
ó cual trozo de madera,
que
el
del
escultor
dice. Si sale con barbas será
y Véase
la
si
no
causa porque yo no puedo entrar
educación del Dómine. Hay
que hoy
San Antón
pura y limpia Concepción.
la
lo es, el
á describir el
origen, patria
v
tomarle ya formado y cual aparece, supuesto era, el queantoayer se creía cosa bien diferente.
ijue
que ayer no
lo
mediano en nuestras provincias que no haya tenido cátedra de latinidad. -En pocos faltó un eclesiástico de campanillas, un ricote venido de Ultramar una solturona acomodada ó un concejo concienzudo, que
Apenas
se hallará pueblo
,
,
fundase esta obra pia. Ponpie
es
de saber que
los Dómines no dependían del no que gn esta materia habia acción popular, qu« ejercitaba cualquiera, cuándo, dónde y cóino le acomodaba. Ya se vé, era una
plan general de enseñanza,
si
fragua indispensable para forjar tantos cap'gorrones y frailes como salían de los pueblos, y era ademas requisito para ser abogado, médico, boticario y cirujano atino , y hasta para ser monja de coro , sacristán, capiscol y salmista. Y obsérvese
EL DOMINE
354
que délos pueblos donde h abia mas se poblaban los conventos;
y
si
facilidad deccncurrir al estudio lalinij arlante,
no díganlo Toro, Budia y muchos lugares déla
Mancha. Si se
me pregunta
retratando talle
,
por
una cabeza pequeña
Roma
nariz entre
comida eterna del P. Isla
que
,
ojos hundidos,
«él era
:
,
habla ética,
la
principio ni fin.»
un hombre
« era
un
el testo
clérigo cerbatana
,
O me
la
barba grande
remitiré
al
,
de Quevedo,
largo solo en
pelo Icrmejo, los ojos avecindados en
y Francia,
sin
corporal de mi héroe daré
la figura
Dómine de Segovia
al
el
cogote, la
el
comedor de una
Dómine de Yillamandós
alto, derecho, seco, cejijunto
y populoso, de
adunca y prolongada, barba negra voz soñera grave, furioso tabaquista.» Lo de ser enjutos, zanquilargos,
nariz
,
,
pausada y ponderativa,
y caiiacontecidos, con
anquisecos, acartonados
y
espiritualidad
las
demás señales de flaqueza
procede sin duda de que apacientan mas
,
el
alma que
cuerpo;
el
pues como viven entre muchachos hambrones y ansiosos á la par que enredadores é inquietos su existencia se reduce á comer galopeado, á dormir en taquigrafía, ,
y
á cavilar
en progreso rápido,
lo cual los
constituye en la demarcación de las
clases pasivas.
Los que participan de
y
rijosos,
pero como
fortuna siempre,
por lo
común
el
temperamento son
suelen apartar
al
del género neutro,
Suelen decir
de honor.
este
,
según
los fisiólogr ?
,
nervudos
estado unas veces, los trabajos mentales otras, y
las
Dómine de
la
la
escasa
coyunda matrimonial, queda
y cuando mas espuesto
á tentaciones
y lances
señoras de talento, que los hombres estudiosos son
malos para maridos y buenos para amantes; porque quieren de tarde en tarde, pero quieren bien. Tal vez seguía esta máxima aquella dama de quien dicela copla vulgar.
La bendita Dorotea que por
el
balcón se esconde,
es el orinal en el
Por
lo
Dómine
donde
labia mea.
que toca ala vida y hechos del Dómine, espondré si dijéramos á paso de Luchana.
lo
que
me
ocurra
en resumen, que es como
Guando
es casado, la esposa ha de ser marisabidilla, de las
equipara á las muías cozudas pupilos internos
ayudan
á los
;
y
los chiquillos
quehaceres de
la
que
el
refrán
parlanchines y redichos. Los casa en razón inversa de sus
Con los menos contribuyentes se ahorra la Domina de criada, de niñera y de mozo de mandados; que por dejar el aula y que les disimulen la holganza harán los escolares todos los recados del mundo, por ruines
contingentes y regalos.
que sean. Rarísimo es que por mas que este
los
estudiantes aviesos y de profesión de
La
mesa
los
Dominiquillos hereden
el
magisterio de su padre
ponga de mayoristas y pasantes: cansados de pelear con reconocerles
el
transparente
,
suelen apetecer otra
menos ruido y mas provecho. del
preceptor siempre
es alegre
y
esbelta:
nadie
padece
allí
355
EL DOMINE.
Un sopicaldo y un cocido en que los cuarterón de carne qje hace de vasto un y
indigestiones, ni se embota los sentidos.
garbanzos parecen
flotantes,
islas
continente, ni compromete á p3dir
escusado. Alli se el
come para
ausiio del doctor
el
,
ni
ha menester lugar
no se vive para comer; y si no se obra p3ces se resuelve el problema matemático
vivir, y
milagro de multiplicar los panes y los
y físico mas mayor número de
,
,
menor cantidad de materia
difícil, de distribuir la
en
posible
el
dosis posible.
Salvas honrosas escepciones, \os Dómines son dados á sentenciudos, tienenel gusto estragado y adolecen del carácter pedantesco. Los macarrónicos estravagantes y las sentencias que retumban y hacen eco, son para ellos de mas estima que
mejores trozos de Virgilio y de Cicerón. Muchos saben de memoria la carta de Pablo Merula, en que se cusntan las maravillas de España en un latin castellano: otros recitan el soneto del mismo genero, que Rengifo pone en su los
arte
poética;
pasado á
la
y pocos hay que ignoren
epigrama compuesto en
el
el
siglo
virgen del Pilar de Zaragoza que empieza:
Sublimes admitte fias gratissima gentes. Instaura célebres Sacra María choros.
estuviera ignorante de los
¿Y qué preceptor de nombradla laberintos,
aquello
de
equívocos y macarrónicos? Uno
acrósticos,
relata
mas comunes entusiasmado
Iriarte
Quod salamanquinis idioma retumbat Otro recuerda con gloria
la
pepinada de
Curr'ite
Matrilum,
guerra de
la
la
Ve'^silia currite
in aults
independencia y principia pronté,
Et Pepo de parte mea facito te mamolam
Y
los
mas tienen
fruición en celebrar hasta las
nubes aquellos altisonantes de
Nebrija
His átacem, pánacem, cólacem, styracémque, facémque. Ambifjo
Dije al principio esta frase,
,
currique faro
que
el
,
sátago
,
quceso
,
hisco, fatisco.
Dómine estaba para morir, y se hace preciso esplícar le mata su régimen dietético ó los malos ratos.
no se vaya á creer que
inútil ó hará poca falta. Sin capellanes y sin en castellano; y con buenos códigos puestos elementales capillas; con los libros latinos? Sobrarán las escuelas preceptores los servirán puestos en romance, ¿de qué
Se muere, porque de hoy mas será
de
las
universidades, instituios y seminarios.
no lo lloran los literatosl ó ingratitud
y ya habéis acabado con
el
1
Y
esto lo
ven con calma
las
gentes
Recrearos en vuestra obra, novadores:
DJniinr, p^ro cuenta
que de hoy en adelante
echarei-^
el domine.
3g5 muchas cosas de menos. Voy
á indicaros algunos i-esullados
de vuestra dominante
re volucion.
Ea
priiiiM'
j)alabras
([Lie
lugar se
quedándonos reducidos
Veremos
No se
se
irá
desterrando del lenguaje esa porción admirable de
tanto lo enriquecen, y apena? habrá quien sepa estampar
si
al
infrascripto
hay escribanos que den
fé
de
la
non numerata pecunia.
encontrarán políticos que hablen del s«/ws popuíi, aunque con candil
busquen. Ni
los
monaguillo
cómicos saldrán al
al
proscenio^ ni los soldados al extramuros, ni
el
Via-crucis.
Los avaros desconocerán
y
i¿\
abajo lirmado.
el
in utroque felix
de
las
medallas que ahora leen
releen.
¿Y habrá
viejas fervorosas
y Virgo polens? Nequáquam
que jamás llegarán
el
que recen
,
como quien
lo
(Y busque V. entonces
entiende, Turris ebúrnea esta sonora
respuesta, á
raquítico no ni el mil veces no de los modernos.)
Por último, cuando haya muerto españoles que hoy se pintan solos
,
el
Dómine, estarán Dios sabe donde
entre ellos su servidor q. b.
FEHMIN CABALLERO.
s.
m.
los
c/
EL EXCLAUS I RADO.
ENiGNO
lector: Si hasta
los retratos
que
ahora
la
mayor
pnrto
pudieron dar ocasión á que se ejercitase en festiva
un á
pluma de sus autores con
ralo
unoen
el
la
do
han presentado en esta galería
se te
que tú
olios la
te solazases
y maligna pintura, has llegado hoy á
,
cual tienes que renunciará tan halagüeña
osperan/a; y
si
no quieres,
{>or el contrario, níligirfo,
y pasa al articulo siguiente; que no he de emplear las arm is del ridicido cuando so vuelve
trata
la
hoja
de un ser, epílogo y
humanas, y áquienlasuerte
cifra
de las miserias
,á pesar
de su carácter
venerable, ha condenado á sufrir todas las calamidades ([uc puede lanzar sobre la frente
de un hombre
la
mano
me
prestase
la
suya alegre y juguetona
para escarnecer
adornan á el
la
el
,
me
;
que
si
aunque
guardaria
hábito sagrado del sacerdote
vejez desgraciada
Aunque mi pluma
airada do las revoluciones.
tuviese la punzante causticidad del malogrado Fígaro,
,
ni
muy
el
Curioso parlante
bien de emplearla
las respetables
en algún tiempo
me
canas que
aconteció también
sacar á la escena, entregando á la execración pública, pasiones y crímenes
de honderos que encerr.ira f[ue
el claustro
entóneosnos arrastraba F-NTREGA XL.
á
todos
vez con harta facilidad
,
cedí
,
hallábase todavía mi ánimo proociipndo
tal
'lO
al
tórrenlo
358 con
EL EXCLAUSTRADO.
la
idea de su antigua prepotencia,
cubiertos de andrajos, muriéndose de
y sobre todo no habia visto á hambre ó implorando en
esos infelices calles la
las
,
caridad de los mismos por quien se veian arrojados de su
antiguo y pacifico retiro. No esperes, pues, reir, ó lector, en este artículo; y antes bien te diria que te aprestases á llorar, si fuese yo capaz de dar en esta ocasión á mi estilo, el
verdadero color que
Y
ni
el
asunto requiere.
empezar mi tarea, dígote en verdad que no sé como hacer un bosquejo, aunque imperfecto, del al
encomendado; reciente fecha
tipo peculiarísimo
y
,
rastro alguno.
tipo
,
en
el dia
que debo decirte,
lo
que me ha sido
tipo
de nuestra nación, tipo en ella de
en fin, que desaparecerá en breve no dejando detras
Esto es decir que este tipo no es realmente tipo; que
de costumbres
mas
menos arraigadas en
ó
el
no nace
pueblo; que no ha podido
él
mismo formarse hábitos particulares y sui yéneris; que no se le debe considerar y smo como un fenómeno casual y pasagero, como un estado transitorio desde ,
otro estado
que
En
otro
muerte; en
existió hasta la
de toda posición social,
el
fin,
como
la
negación de todo estado,
juguete de la mas adversa fortuna.
un
tiempo, á pesar do sus infinitas variedades,
nosotros un verdadero tipo; y sin descender á pormenores ciertos caracteres generales de la especie,
.
era entre
fraile
se podían señalar
con que formar un cuadro verdadero
y animado; pero un fraile que no es ya fraile, y que no ha pasado á ser otra cosa; un hombre acostumbrado largos años á un método de vida el mas regular y constante, entregado de repente
á todas las vicisitudes de la
existencia; t[ue vuelve ala sociedad después de haberla
ahora
,
sin haberla conocido tal vez
mas angustiosa
abandonado,
sin conocerla
nunca; estraño enteramemte á
los hábitos
déla vida común; sin parientes, sin amigos; sin poder abrazar mas que una sola
en suma, anómalo, y esa humillada pobre, perseguida; este ente ¿cómo le he de describir, cómo he de hacer de él un retrato parecido? ¡Lnposiblel Y así , señor don Ignacio Boix, al repartirme este tipo que no lo
carrera,
,
,
indefinible,
cometido V. un error, ó se ha dirigido á quien no puede
es, ó ha
servirle.
mas y no legos, á quienes hubiera V. nadie al fin porque acierto este encargo, y que le desempeñarían á pedir de boca: pinta mejor sus miserias que uno mismo; y asi como dio V. con su hombre podido dar con
Exclaustrados hay,
cuando me encargó
escribir el Cesante, puesto
á caza de a.]g[in Exclaustrado,
que á
siendo especie que no escasea.
yo he sido mas deparado del
la
mismo
feliz;
interesado;
y
lo
soy, asi debiera haber ido
Mas ya que no tuvo V. tan buena ocurrencia,
pues pensando en
ocasión de saber
que
no anduviera V. mucho sin encontrarlo,
la fé
el
la historia
asi es
modo de complacerle,
la
suerte
me ha
de uno de estos desgraciados por boca
que me limitaré á contarle á V.
lo
que
me
sucedió una de estas noches pasadas. Discurría yo por esas calles, sin objeto, y cavilando
como me
suele suceder*,
abundan en Madrid
, y en los convento que al suntuoso reemplazado ha desierto solar, ancho cuales Un y mayor su clara;! a luna, en serena estaba noche antes en él se elevaba. La y
cuando
llegué á
uno de esos derribos que
tanto
3^9
EL EXCLAUSTRADO.
como
creciente, ostentaba su plateado disco en la bóveda celeste, y hallábase
que iluminaba con sus rayos, á manera de una hermosa lámpara, proyectando no obstante sobre el suelo las sombras de las Paróme casas contiguas y de los montones de escombros que aquí y allí se veian.
suspendida en medio del
solar
tan solemne espectáculo, y páseme á contemplarlo. Mi imaginación enardecida, pintábame lo que habia sido aquel lugar lo que podia ser algún día. Reconstruía ,
en idea
el
claustro
derribado edificio: sus anchos muros, sus labradas puertas,
suntuosa iglesia y
la
,
encendidas luces dolante de
en
la
sus místicos cantares. Creía oír sus acentos
al
á mis ojos su
En
seguida
,
imagen venerada
,
y
al
el
ddatado
Veia lucir en estos
las
austero religioso haciendo
en su celda, ó entonando en el coro sonido grave y prolongado del órgano uniendo
ó recogido silencioso
su oración,
ellos
adornados
los
altares.
el
monótono himno de
los cenobitas,
y
los ritos religiosos
desplegaban
temor profundo de
la
pompa, infundiendo en mi ánimo el como en mudable kaleidoscopio, se presentaba
á
mi
divinidad.
fantasía otro
Al antiguo y ennegrecido convento, reemplazó un moderno palacio brillante con todo el lujo que pueden reunir las arles nacionales \ estrangeras. Lucían al través de les anchos cristales numerosas bugias, y sonaba
cuadro
el
muy
distinto.
animado acento de música
convidados. ;Qué contraste, la pacífica
morada
del
deliciosa, interrumpida
me
solitario,
yo
decía
oprime
recogimiento; las danzas
religiosos:
perfume de
especias;
se alzaba
mí mismol Donde antes
suelo ahora la mansión bulliciosa del
ayuno,
licencia
himnos
al silencio; la orgía al
humo
el
los mar.jares
santo del incienso; sino los vapores
condimentados con
no discurren por esos ámbitos toscos sayales,
oro, seda y pedrerías;
de los
la
ya no se eleva á los cielos
del vino, el
los alegres gritos
á la oración; y los báquicos cantares á los
poderoso. El estrépito ha reemplazado al
á
el
con
no arden
los
corazones en
el
las
mas aromáticas
sino ricos trajes de
amor divino,
abrasados con todas las pasiones mundanas; y acaso entre
sino que están
y la ¡Ah!
el festín
algazara,
quizá los engendran planes de esterminio, crímenes y catástrofes. refinamientos de las artes habrán ganado en esta transformación, pero ¿le ha
se
lo mismo Embargado mi
sucedido
tristes
con esta idea
espíritu
pobre y estenuada de un lanzaba
y moralidad de las sociedades? no habia echado de ver
á la religión
infeliz,
aves y alzaba
las
,
la
que sentado en una piedra, en medio del
manos y
los ojos al cielo.
figura solar,
Sus lastimeros suspiros
llamaron por fin mi atención; parecióme que lloraba; y de repente le vi que se postró arrodillado; cruzando ambas manos, apretándolas contra el pecho, y multiplicando sus
sollozos,
esclamó:
«¡
Dios
mío
,
Dios mío, piedad,
compasión de mí!»
Acerquéme enterneci-lo, y hallé que era un anciano como de setenta años, cuyas canas, ancha calva, y arrugado rostro le daban á la vez un aire desvalido y
el
Su
me movió
compasión, y acercán<lome á él le dije: «Buen hombre, qué tiene usted?^Ah, señor, contestó, una limosna por amor de Diosa este pobre Exclaustrado. ¡Es usted Exclaustradol esclamé
venerable.
aspecto
— Sí, señor. — Y
á
—
anda vd. pidiendo
mi miseria ha llegado
al
estremo:
la
limosna'.
—Esta es
la prim-^ra
he sufrido hasta hoy... Hoy
vez...
me
Pero
faltó
ya
EL EXCLAUSTRADO.
360
todo recurso. Vivia en una miserable boardilla
porque no podia pagarle
ella
ninguna parte encuentro
asilo ni
y su dueño me ha arrojado de viejo, no puedo trabajar, en
,
Soy
alquiler...
el
amparo... Há cerca de dos dias que no pruebo
bocado... Esta noche resolví implorar
la
caridad pública... Mas
al llegar
me
y tuve que sentarme en una piedra. En este sitio mi convento... Creí que mi hora postrera habia llegado, y rogué á Dios
(lia
que
la
abreviase; contento con morir donde tantos años habia vivido dichoso,
donde siempre pensé exhalar acometió
volvió en sí,
donde merced á
,
y cobró algunas
andar; «venga vd. conmigo,
veremos
último suspiro.»
el
le dije: esta
que
los ausilios
Y
noche
la
su suerte.
aliviar
recompense á vd. tanto beneficiol
le
esto,
nuevo desmayo
pude hacer entrar en se le
suministraron,
Luego que estuvo ya en disposición de
fuerzas.
hay algún medio de
si
— Al decir
tuve que sostenerle, y con dificultad
al infeliz:
una tienda inmediata
le
aquí
estuvo algún
sentí desfallecer,
pasará en mi casa;
—Ah!
y mañana
señor, contestó, Dios
haciendo mil estremos de gratitud,
me
cena y preparar una cama donde se acostó quedándose á poco profundamente dormido. Por la mañana, cuando me levanté, siguió. Hícele
me
una
servir
ligera
maravilló el verle ya vestido.
tenemos hecha
los frailes
la
alba, ya no
podemos aguantar
pude
atención en
fijar la
T^na levita negra
muy
el
— No
le
admire á vd.
esto,
costumbre de madrugar riiucho la
dijo; nosotros
y en rayando el cama.» Hállele bastante repuesto, y entonces
trage que llevaba.
vieja y
me
Nada en
él
,
indicaba
el
sacerdote.
raida,pero que habia cepillado cuidadosamente,
cubría el cuerpo flaco y estenuado: harto ancha para su escuálida figura, dabaá conocer ala legua que no había sido aquel su primitivo dueño; y utilizados
le
los
pocos botones que
la
quedaban, estaba abrochada hasta arriba, para tapar
juntamente con un pañuelo del propio color que mugriento y roto rodeaba el cuello,' lo sucio de la camisa que por falta de compañera no se habia mudado en mucho tiempo. Los zapatos, ya se puede inferir
muy
y
el
el
uso de
escaso servicio (¡ue harían
medía
la
al
pié,
pareciéndose solc en esto
,
el
el
estado en qué se hallarían,
cual por otra parte, no conocía
el actual
equipage del ex -frailea su
antigua vestimenta. Nada diremos de los pantalones, ni del derrengado sombrero, la miseria del que los llevaba. No buen Exclaustrado permaneciera mas tiempo en tan inmundos trapos;
pues en ambos se eciiaba sobre todo de ver quise que
el
y á pesar de lo que resistía, reemplazaron sus harapos otras ropas mías que,
aunque salir
viejas timbicn, parecían,
délos
concluido
y
él
talleres
el
cual,
comparadas con
suyas, que acababan de
complaciéndome
al
á vd.
que paso ya de
Castilla la Vieja,
los setenta años.
primogénito debía quedar con ellos para ayudarles
otro se metió servía á
almuerzo,
punto, empezó de esta manera.
á
y nací por
el
año
Mis padres eran unos
pobres labradores, y tenían cinco hijos, de los cuales yo era el
el
manifesté á mi huésped, mi deseo de conocer su historia;
,«Soy natural de un pequeño pueblo de de 1770; es decir
las
de Utrilla. Hecha esta mudanza, hice servir
el
menor: de
estos,
labrar su escasa hacienda;
soldado, otro pasó á Salamanca á seguir los estudios, mientras
uno de
los catedráticos; el
cuarto se embarcó para América
á
probar
EL EXCLAUSTRADO. fortuna; y á mí
361
me
destinaron á entrar en un convento; pues ya sabe vd. (lue antiguamente, como el hábito merecia lauta veneración y respeto en España, á
y
veces conducía á
muy altos
puestos y honores, pocas familias numerosas habia en los pueblos que no procurasen tener un hijo fraile, porque siempre era estopara él
Tuia colocación ventajosa, y para los
demás parientes una honra ó un motivo de protección y de futuros medros. Llamáronme, pues, desde niño, en mi pueblo el fraile; vestíanme de hábitos, y siendo mas grandecito, de negro, con lo cual iba familiarizándome con la idea de mi futuro estado. A los doce años, sabiendo ya leer y escribir de corrido, pasé á Sepúlveda, en uno de cuyos conventos tenia un tío también religioso; y al amparo de él, estudié latin con el Dómine de la ciudad. Habia yo sacado tal cual ingenio, y no me faltaba aplicación: asi es que no defraudé las esperanzas que se formaban de mí, hice bastantes
progresos,
me hallé en
disposición de que
y
edad competente pudiese entrar'do novicio en el mismo convento de mi tío; y cumplido el año, profesé con gozo general, así mió como de mis parientes. Ustedes que no tienen idea de las costumbres de aquel tiempo, que están hechos á juzgar de las cosas por sus teorías modernas, y para quienes un fraile es por lo común, sino un objeto de horror, por lo menos de desprecio; no pueden concebir ese júbilo que entonces se apoderaba de toda una familia cuando un individuo de ella tomaba el hábito religioso. Pero lo profundo y firme de la creencia, el aspecto de santidad que rodeaba al profeso, la paz temporal que su nuevo estado le aseguraba, los bienes espirituales que le prometía, todo presentaba esta felicidad como una al llegar la
de las
mayores que
pueden apetecer, y engendraba ese gozo puro y ardiente que teniendo algo de celestial, no se parece á ninguno de los que procuran los bienes de este mundo. «Entré,
se
pues, en
exactamente con
las
la
religión,
obligaciones
y desde entonces solo pensé en cumplir que aquella me imponía, en adquirir la
instrucción necesaria para merecer los altos puestos de la orden y en hacerme , apreciar y querer de mis superiores. Lógrelo, con efecto; y como "por ser joven entonces, sentía mi alma los naturales impulsos de la ambición, confieso á usted
que mas de una vez soñé con que por fruto de mis afanes, me vería al^^un di^ honrado con una mitra, siendo el padre de una diócesis ddatada, sentado tal ve en la silla primada de Epaña, cubierto de distinciones debidas á mi rey y ai Pontífice, y viendo mi nombre celebrado en la patria y fuera de ella. -Vanas ilusiones, que pronto se desvanecieron, y que el tiempo y la revolución han convertido al fin en espantosa miseria! No, porque al pronto, no sonriese la fortuna á mis ambiciosos proyectos. Cobré fama con mí saber y mis virtudes virtudes que si no llegué á tener en el grado que el mundo las creía procuré ,
menos
adquirirlas: el pulpito
por
muchas casas de
las
la
cátedra
la
á varias de ellas; fui elegido prelado
mí 11
el
mas
ai
me
dieron nombre; este nombre corrió orden; missuperiores me hicieron pasar sucesivamente
y
brillante porvenir,
cuando
en algunas; y últimamente, veia delante de
la invasión francesa vino por primera vez lanzarnos de nuestros conventos. Vivía entonces todavía mi hermano mayor-
EL EXCLAUSTRADO
362
y hallé en su casa un refugio donde pasé toda la guerra, concluida la cual, y me tocó pasar al de Madrid, donde emprendí de
restablecidos los conventos,
nuevo mis
de
ejercicios
concurrencia de
fieles.
predicación
Ya en
mis deseos ambiciosos: en cielo
por
el triunfo
de
,
siempre
logrando
aquella época,
la
atraer
numerosa
edad habia entibiado algún tanto
tiempo de mi exclaustración, haciendo votos
el
la patria,
prometí, en
el
caso de que
convento, renunciará todo cargo dentro y fuera de
me
la órd(Mi,
al
restituyese á mi
hmilándome
á los
y así lo cumplí, aunque el aprecio de mis hermanos los honores cuya idea tanto habia halagado mi con brindó me monarca y del de ello. La paz del alma, el contento interior, quearrepentirme tuve No juventud.
ejercicios de simple religioso;
y la
satisfacción de mí
deberes de
la
mismo, fueron
religión, llegaron
la
á ser
recompensa de mi conducta. Los austeros para mí, no solo uno
me
costumbre, sino
feliz, llenando y también un placer; y penas sentí el primer era mi Tal abnegación, que á cumplidamente mis afanes. el
periodo revolucionario;
estudio
y como
oración,
la
mi orden
ni
después déla vuelta del rey,
Ya
la vejez
mi convento, fueron de
los
mismo método de vida, y seguí, cada vez mas retraído del mundo, cada vez mas habia encanecido mis cabellos y menguado mis
suprimidos en aquella época, continué en
olvidado de todos.
ni
hacían
el
con mas de sesenta años, solo pensaba en prepararme á la muerte que en mi concepto no podía tardar, pero que Dios ha (¡uerido sin duda alejar todavía para purificarme con no conocidos trabajos. Un día, hallándímie en mi celda, fuerzas:
una mística lectura,
oí
de repente un rumor estraño: llegaron hasta
entrcado
á
mí feroces
alaridos, golpes horribles,
despavoridos por los
de
tiros
fusil,
y
gritería
como de pueblo
que era, y vi á todos los religiosos correr claustros: cual procuraba buscar un secreto asilo donde
amotinado. Salí para informarme de
lo
esconderse; cual acudia á los altares á
abrazar
las
sagradas imágenes; cual
ensangrentado á mis pies. Perdí el sentido á herido por mortífera bala, caía exánime. En tal estado pasé muchas horas, quedé espectáculo, horrrendo y tan cabo de
al
ñor
en
los el
las cuales volví
que me
asistían,
convento,
libertad
en mí, y
que una
profanando
á sus ministros; que
la
me encontré en una cama. Supo entonces
cuatlrilla
de homljres furiosos habia penetrado
casa de Dios y asesinando en
yo habia sido encontrado entre
nombre de un montón
la
de
cadáveres; mas que notando los que me llevaban que no estaba herido, y que respiraba, me habían colocado en aquel lecho. Recuperado de mi desmayo, por la noche y por uno do los que me y cobradas las fuerzas, salí favorecido santa casa donde tantos años pasara aquella de asistían, que era miliciano, en eterno reposo mis buesos. El miliciano dejar una vida pacifica y donde pensaba
me
llevó á la suya,
y
le
debí larga y
benéfica hospitalidad; pero
el
nuestras discordias civiles le alcanzó también: habiéndose movilizado,
fruto de
perdió
yo me vi abandonado, sin amparo alguno, la vida en Uíia emboscada; y no pagada que nos señaló el gobierno. pensión escasa la que recurso mas vano he buscado algún cierran
todas las
arbitrio,
puertas;
todos
me han
faltado:
mi edad y miseria
ni
En me
apenas plgun dia que niro consigo decir nna misa,
EL EXCLAUSTRADO. cuyo escaso producto
me han
concluye
se
siguiente.
al
dicho que soy ya demasiado
al pulpito;
lo
viejo:
He
mi
363
un curato, pero
solicitado
débil voz
no me permite subir
deteriorado de mi ropa me hace rechazar por todos aquellos en
cuya casa me presento para servir de ayo de
algún niño;
j)ud¡era regentar
alguna escuela, pero jóvenes mas audaces é intrigantes se llevan siempre las que pretendo; tenia esperanzas de que un grande me admitiese de capellán,
mas disminuidas sus rentas por que suprimir
mas que abandono; y por
supresión del diezmo, ha
la
donde quiera que vuelvo
á
esta plaza:
mi
fin,
la
ha llegado
miseria
no encuentro
punto
al
también
tenido
vista,
que Yd. ha
ayer noche.
visto
«Esto es en cuanto á los trabajos corporales, y penalidades de la vida. Pero lo que sufren mi corazón y mi espíritu! jAh! no sabe vd. lo
cuánto mas es
que es arrancar su vida, y con
á la
un hombre anciano de
condición en que ha pasado toda
la
cual ha identificado todo su ser, para pasar á otra que le es
totalmente desconocida, que está en oposición abierta con sus costumbres, sus ideas
y sus esperanzas. Figúrese Vd.
al
desterrado que desde
templado de Andalucía fuese trasladado á
acostumbrado á respirar los
perfume de
el
los climas
las flores, el
bosques de granados, viese solo entorno de
nieves, sintiendo todo tan horrible
mudanza! ¡cuan
no es menor
la
pacífico y
diferencia
aura suave que corre entre
sí,
sombríos pinos y apretadas
délas escarchas: ¡cuan dolorosa
rigor
el
que hay para
el
mísero Exclaustrado, desde
al bullicio
para
pasiones y miserias. Semejantes
al
el
él
Pues
mundo
de este otro, mansión de crímenes,
emigrado, suspiramos siempre por volverá
nuestra cara patria, á esa patria que nos había adoptado
es
seria
llena de penalidades correría su existencia!
religioso del claustro,
como de paso para
dulce v
el cielo
helados del Norte; que
eterna y de
,
y en que estábamos
inagotable bienaventuranza.
Aqui todo nuevo, estraño para nosotros; todo contraria nuestros gustos, nuestras otra
Echo de menos mi celda aquella celda pobre, desnudado adornos, mas muebles que uua tosca mesa y dos sillas mal labradas sin otra comodidad que una cama dura; pero mansión apacible que me habia acostumbrado á mirar
inclinaciones.
,
sin
,
como mi
palacio;
cuyo aseo era estremado; cuyas paredes ofrecían
de mi veneración; y que
si
por dicha llegaba hasta
ó en tosco barro, brillábala flor recogida en
para mí de dulzor
para
la
me
ofrecía
las
imágenes
del
incienso
una fragancia oídos,
pérdida do aquel nunca alterado silencio, en que
entregarse
se
recogía
la
oración ferviente. Las horas
-
huerto,
humo
rumor que continuamente asorda mis
inefable. El
hace mas sensible
el
olla el
ejercicios piadosos, las
dulzuras
las
á
del
estudio ó
á los
raí
me
alma
éxtasis
de
noche en que me solían llamar á los paso ahora en dolorosa vigilia, durante la cual huve el de
la
sueño de mis ojos y solo encuentro lágrimas en ellos. Ya no voy á cuidar del la imagen que era mis amores, ni enciendo ante ella la
altar preferido, ni de
lámpara que ardía con una luz
porqué noes ya laque arreglaba
las
una campana me entristezcoacciones de mi monótona, peroapacible vida.
Hasta
me
servia á veces de cilicio, era
el
grosero sayal,
si
bien
celestial. Si oigo
una gala
lujosa
EL EXCLAUSTRADO.
nC'i
cO!ii|jarada
con
El alimento
me
los
harapos sucios que suelen cubrir ahora mi cuerpo descarnailo.
parecia entonces
el
maná
(jue el cielo
mi vida consagrada á su servicio, llegando
me
enviaba para prolongar
marcadas,
horas
á
me
que
sin
y actualmente, atormentado sin cesar con afán de buscarlo cuando menos puedo hacerlo, ó no le tengo, ó le debo
acosase nunca la idea do su falta; el
solo
á
la
muertos todos mis hermanos, sin
agena. Últimamente,
caridad
me
parientes, sin amigos, sin una perdona cjue se interese en mi existencia,
veo solo en medio de este torbellino de
como una
horrible
pesadilla
;
gentes que se agita
y mas poblada estaba
á
al
mis ojos
la
rededor mió soledad del
claustro, d(>nde veia seres que estaban identificados conmigo, que tenian mis
y me- hablaban conforme
ideas, mis costumbres, que enlendian mi lenguage ú mis creencias, que
me
asistían
en mis enfermedades,
rogarían por mí cuando pasase á mejor vida. ¡Ah! yo á ver
en
á mis
ellos
únicoi parientes y amigos;
me
corazón á mis hermanos muertos: su sociedad
estando
me
ellos
seguro que
habla acostumbrado
reemplazan en mi
era grata; su conversación
me distraía y enseñaba; juntos dirigíamos nuestras preces al Eterno, juntos comíamos, junto¿ nos paseábamos: las místicas discusiones eran nuestro recreo, las festividades religiosas nuestros espectáculos
del órgano nuestros conciertos.
Cuando
el altar
,
y magesluosos
los ecos graves
resplandecía con mil y mil luces,
hablamos adoinado con verdes hojas y numerosos ramos de las mas cuando el incienso llenaba el ámbito de la iglesia, y aquellos mezclaban acentos resonaban con religiosos himnos, y nuestras voces se
cuando
le
bellas flores, .
suave armonía, y velamos á todo un pueblo humillarse ante el Eterno, entonces éramos felices, y nonos acordábamos de ese mundo (jue habíamos
á
la
abandonado, y sus pompas y vanidades nos parecían despreciables. En el día, separados, dispersos, perseguidos; muertos los unos, y estos son los mas dichosos; entregados los otros ala suerte mas adversa;
consuelo
tomará en
de que Dios
recompensará en Así habló
al
cuenta
nuestros
vida los males que por su
la otra
anciano
,
amor padecemos en
y dos abundantes venas corrieron por sus
Conocí entonces hasta que punto debían Uegir
Yo
las
el
y nos
,
esta.» mejillas.
penas d¡ aquel desgraciado.
había visto su miseria; pero no imaginaba siquiera los dolores de su alma,
hasta que esta se
hubo revelado
y en espantosa
intensidad de su dolor, no pude
razón de estado que
culpando
á los
humanidad
le
con
por
menos de concederle una lágrima
redujera á
él
y
los
suyos á tan
,
el
viese
mío
triste situación
los
la
maldiciendo
deberes de
,
y la
que esa razón y las circunstancias exijían. Templé no pensando que en una nación religiosa como la nuestra, la
lo
caridad particular habría hecho lo que los infelices
mas gratas, me
soledad; y midiendo
que no habían sabido ó querido hermanar
obstante mi dolor
sí
de mí hija, de todos los objetos de mis
afecciones, de mi patria, y hasta de mis ocupaciones arrojado á estraña tierra
mí estado
á mis ojos. Consideré cual seria
privado de repente de mi muger,
la
nos queda
solo
padecimientos
el
gobierno descuidaba; que no á todos
Exclaustrados los había cabido una suerte tan lastimosa como
el
que
EL EXCLAUSTRADO. muchos
365
acompañaljan en su miseria, oíros habiau sido recogidos por parientes ó personas caritativas que algunos mas jóvenes ((uo si bien
tenia (Jelaiite;
lo
;
podían ejercer
las
vanas ocupaciones que proscribe
el sacerdocio, ó las que no son incompatibles con su sagrado ministerio; que no pocos pueblos los han admitido por sus párrocos; que la educación de la niñez ha dado empleo á otros; y que todos, hasta los mas desgraciados, hallan consuelo v esperanzas
en
las crj vicias
aliviar
la
de una religión divina. Restábame solo buscar
suerte del
mi
confiarle á
mió
,
,
donde
la
afecto
quieren
que
el
de
todos;
rnedio de
como para
tuve fué
admitido
para
enseñar
entonces á esta ocupación penosa, mas para el
i¡n
Providencia habia traido á mi casa
y ya que mi escasa fortuna nomepermitia encargarme la dicha de hallar un colegio dirigido por un
solicitud;
de su manutención
amigo
que
y
los
niños,
á
él
Dedicado desde
latinidad.
agradable, ha sabido granjearse
quienes considera como
sus
hijos,
le
y respetan. El director está muy contento con él y confio ya en pobre Exclaustrado, cuyas necesidades son pocas, podrá concluir en ;
dulce quietud y cómoda mediania los pocos dias que
ANTONIO
FHTRifii
XII.
Gil.
le
restan.
DE ZARATE.
41
366
rAtk,
EL MEDICO.
Amicus Pinto
.
niíiii' íimic.-i
Tpriln5
O llevarás á mal, amabilísimo Doctor mió, que M'
perfile
en estas oclio
cantidad designada por d;>
los
tipos
ol
páí^iiias
mortales,
editor á cada
uno
variados y caprichosos que se
hallan esj)arcidos por esta tierra de beduinos
con
p;uitarra
los
Pirineos)
pero se
hallan
Todos
los españoles
que poco felizmente nos
los
,
la dosis;
ilia,
y hasla
los
sea
la
ministros se
contaminados y son discípulos de]
pobres cesantes, viudas y retirados.
son iguales ante rige
Algo homeopática es
empeñan algunos en que
Medicina del
Alemán en materia de pagar
y puñal (como diccMi allende de
y no debe
el
la ley,
según cierto articulo del código
Médico barrenar con sus pretensiones
!
EL MEDICO.
367'
la
ley fundamental del 37. Haz esfuerzos por reducir tus muchas originalidades,
y
si
los
note encuentras perfecto, perdona mi escaso talento, y disimula en pago de imperfectos de tu clase que tolera la sociedad.
muchos
El Médico represéntala Medicina, y eslu
el
verbo latino medican, que debe
traducirse por traer algún remedio:
necesidad que ha debido sentirse en todas
épocas y lugares; porque según
doctrina cristiana
la
,
nuestros males vienen
desde Adara y este señor es antiquísimo para los cristianos aposlólico-romanos. Y aun creo yo que la dichosa manz3na que nos ha privado del dulce placer de hacer piruetas en estado natural y de otras mil lindezas que contaban mis abuelos.,
ha producido tantos estragos de
Adam un
antidoto contra
Es pues evidente que salud;
el
mayor de
los bienes, el
veneno que
Medicina y
la
que su importancia deriva de
quedado tan impreso en
de un Orfda, que hubiese aplicado
á falta
el
la
al
bueno
contenia.
ella
Médico son antiguos y necesarios, y el hombre á su
el
mucha que siempre ha dado
como decian
eorazun
,
que
los egipcios
el
según Luciano.
Y
esto ha
bravo Pijrro, rey de Epiro, solo pedia
al cielo salud.
Los romanos se saludaban con
el
verbo vale, y terminaban sus cartas con
espresion de bene válete: los griegos Xaire que es lo mismo, y los que pintamos varios aficionados, con la palabra: ¿cómo está V.l Etc. para las otras naciones. la
En
cuanto
al
ejercicio ó práctica de ella,
ha recorrido toda
escala social,
la
desde los santos y emperadores, hasta el mortal que os habla. Asi tenemos al Dios Serapis, á San Eusebio, San (^osme v Damián,
emperador Wan-Chocho, que han tenido
Vaya
á sus hijos lo
Ahora
como don
quo
la
marqués que entra en paso.
lo difícil del
del cielo. Nisi á Dea, decia
San Agustín.
creen plebeya y mal nacida
la
cuando
bastaba describir
profesión está en poder de
Son tantas
el
los españoles
trage,
y su gravedad. Hoy
,
y
jnesocrácia;
la
esta grev. las idiosincrasias
médicas déla capital,
variadas sus formas, que ofrecen á cada paso originalidades que apuntar.
otro tiempo
el
con otros mil
el
valió.
tiempos son otros, y
los
raro es el
A(iuiostá tftn
á la Medicina
Papa Pablo
11,
ese pedazo de historia contra los quo
cuenten
pues
rey Mitrídates y
el
el
éramos
tales y sin
modo de andar y
mezcla (jahacha
saludar para conocer
dia se confunde y mezcla con toda
la
En
ni briláni,a al
Médico
sociedad, y hasta
el
símbolo casi exclusivo de su autoridad se ha convertido en ligero junco ó bambú del Senegal. ¡O tiempos aquellos en que la fé v veneración,
bastón que era
el
el
respeto y admiración del vulgo consideraban á los medicamentos
como Deorvm
manus, manos de Dios Los modernos necesitan un dilettanti de ambos sexos que seduzca v cautive la
atención; quesea comadrón y sangrador
quésé yo. Pocas personas
liay
que creen en
,
los
hervorista y boticario, palabrero y Médicos instruidos, de conciencia»
y que han nutrido sus ideas en los libros y hospitales. En lodos hombie onf.rino, crédulo, inconstante v
la escala social hallarás el
Los medicamentos caseros son
el fruto
los
gradas de
supersticioso.
de esta enforinodad del género humano.
EL MEDICO.
368 Sino se cr.e en Inglaterra, en
curaciones milagrosas de los antiguos reyes
las
sortilegios y otras especiotas;
de Francia é
la influencia
reimos de
si
de Saturno,
tomado Marte Y Fenus, de las memorias de Dangeau cuando dice: «El Rey ha reirian vez su Ellos etc. á luna, dia de último el meses los todos medicina la toma del necedades otras /jomeopaíía sonambulismo y ahora de ime&lvo magnetismo en homeopático; siglo est3 admira Paraceho Dispierta y que nos rige. ,
,
,
sabio siglo
que muchas personas creen que un diez-millonesinode grano de medicamento que un grano de tiene una sorprendente virtud para curar. En una palabra; Ginebra, es una de lago el Retiro ó del estanque quina disuelto en el agua del
el
maravillosa escelenle bebida para curar las tercianas. Goje un frasquito de esa veces, doscientas unas izípiierda derecha á agua muévela de abajo arriba, y de ,
en la vegí de Aranjuez ó en y puedes sin temor habitar seguro de llevar contigo el antidoto de la fiebre.
la
campiña de Roma,
Sin griego ni jatin ni castellano, Te hallarás convertdo en Avicena,
Con La
Y
de
los glóbulos
tisis
curarás y
á le mia que toda esta baraúnda
la
Hannemann en
la
mano
gangrena.
ymas que vendrá
es culpa de la sociedad
por aquello de que «de Médico Poeta y Loco todos tenemos un poco.» Y como decia Calimaco el príncipe de los poetas elegiacos de la antigüedad en su himno ,
en honor de Apolo: «todos quieren tener el poder de retardar el instante de la muerte.» Noestrañes pues, lector, sino conoces ahora al Médico en la calle o en la alcoba, porque á mí me ha sucedido verlo convertido en faldas administrando los polvos
la
d.-
Madre Olivencia
microscópicos de
y en es.-claustrado facilitando
,
homeopatía. Pobre vulgo como
la
te
los glóbulos
tratan y mastican á dos
con tu inoccncial No retrocedo á los tiempos de calzón corto, zapato con hevüla , casaca y sombrero apuntado, porque las ceremonias eran casi las carrillos
mismas que
En
la
á últimos del siglo pasado.
época de mis abuelos,
el
Médico grave y honrado vestía
levita, pantalón
chaleco y corbatín blanco, camisa con chorrera alguna vez, Y zapato negro, sombrero de copa, bastón y guante de hilo de Escocia, uno puesto y otro empuñado.
Grave y circunspecto, bien mirado, limpio de barba y el cabello corlo y mirando un poco al cielo. Se anunciaba en las casas como el rey, pero por medio de la criada ó criado; y al
familia salía á recibirle
la
como
desdichado que postrado en cama esperaba
cuidado. Observaba
al
enfermo con
el
brazo en
la
el
Ángel que llevaba
la
salud
consuelo de su inteligencia y mano izquierda , le hablaba con
el
serenidad y desembarazo, recetaba en latin, advertía en la casa el cumplimiento de lo mandado, hacía un ademan con la cabeza indicando á la familia el estado del paciente la visita,
V se
,
colocaba
la
mano en
adcii.an
de recibir
el
estipendio de
marchaba mas pensativo que había entrado, dpspues de habej'
RL MKDKIO.
361}
presenciado una escena melancólica en (jup solóse habió oido su voz y
que
el
él
habif.
las respuest-is
demandado.
Entonces habia fé en el arle y en el que lo profesaba; el Médico ordenaba y enfermóse resignaba aunque fuera quinao am-féñda. Solo asi puede ejercerse
esta ciencia
con provecho de la humanidad y tr.inquilidad del profesor. Entonces Rousseau pedia á la Medicina sin el Médico, los Médicos le respondían; que les diera el ciudadano de Ginebra la enfermedad sin el enfermo. si
Mas hoy que la sociedad no tiene creencias de ninguna especie, que su filosofía un telégrafo en movimiento, que sus deseos y caprichos están montados á lo
es
dandij
,
supeditados á
voluntad del editor de
la
formas y ademanes de sociedad misma. Solo en las las
las
tradiciones de
los
la
Moda
que se rozan con
la
,
ó
el
Correo de las damas,
sociedad varian
como
la
vé alguno que otro Dochr que conserve
villas se
buenos tiempos de Valencia y Salamanca. ¡O tiempos el harapo llamado manieo, picos que habia servido á tres generaciones atravesado
los
virginales en que el embrión del Médico cubierto con
sombrero de
el
alguna vez
tres
\)or la
debajo del brazo
,
,
,
cuchara de palo constituia
Lagunas y Servet,
el
y
puchero de
sopa colgado del cordón y frondoso retoño qne mas tarde representaria á los ,
el
la
Piqueres y Morejone^! ¡O bulliciosos veranos que presenciabais las cuadrillas de estudiantes recorriendo la España con la música y algazara de aquellos benditos tiempos! Pasemos al año 43 del sapientísimo siglo diez y nueve. Este
siglo
los
á
de indiferencia,
quiere ver y saber;
difícil
y variable en
sus pensamientos,
dicen
examen ba reemplazado la fé. Señor público que tenéis mas espíritu que Féijoo, no lo probáis en este momento, porque nunca el charlatanismo en todo ha presentado mas atrevimiento y astucia para seducir el
y engañarla credulidad pública, y lo consigue á cada instante. Rara vez la llamada razón domina con su veridica voz vuestrospensamientos. Las vociferaciones y el clamor 'o ahogan su aliento y dominan sin misterio en la calle y en h plaza, en los salones y cuerpos científicos. Vivan las preocupaciones popu'nres y qui vult decipi decipiatur.
El Médico viste ahora como la sociedad con mas colorines que un pavo con todos los atavíos de un fashionahle, , y no se distingue de los (jue le acompañan sino por llevarla palabra para responder á una consulta áe amistad. Debe poner mas cuidado en saludar y dar el tratamiento (al que le ten-a) que en el arte de recetar. Ser fino, elegante, y admirador dcd bello sexo, ""filosofo con las recelosas mamas. No faltar á los bailes y sociedades con el botiquín bie" provisto, porque allí hay muchos soponcios que curar. Ser soltero por ^' ^'S""'^ ^'u^'a quisiera tomar estado. Piecetar agua de lila, culantrillo real
,
flor
las
'a
de naranja, que es visitas
y
mas urgente necesidad moda no pagar.
la
porque ya es
del día,
y no pedir
Él Médico de palacio parece un gefe político por su uniforme policía que necesitarán algunos santos lugares que alli
colegios visten casaca á lo gefe de sección y háU perdido hasln
ol
,
el
y no
pago de
es poca
so cobijan.
Lo
modo de ündar
,
370
EL MEDICO.
¡O sagrado templo de Hypócratesl compatible es con
adopta por Dios
Y
régimen representativo.
el
no
si
doctoral que
tu trage
vuelve
,
y Montpellier y verás la toga doctoral grave y circunspecta
á
vista
la
Pan
en todo acto
s
é
ceremonia escolástica.
Nace
Médico en Barcelona
el
que tan bien dan ocupa (aunque de
sale
el
muy
parto va
Gades ó de
fenicia
la
,
Cádiz ó Madrid
,
y no habla de
Médicos ilustrados, porque
luz
á
las
universidades Solanot se
doctísimo
el
largo) en clasificarlas. Tiende su vista las
márgenes
del Llobregat hacia
cuando
tranquilo
el
Manzanares. Allí está el
pero
puerto de grata esperanza y
último grado de
el
escala galénica;
la
cuántos escollos y malezas , cuantos naufragios antes de llegar á él! Al de la escuela de enseñanza se acomoda en una aldea donde le pagan sus
¡
salir
honorarios, una parte en metálico y dos en trigo de superior calidad, siá la cosecha
no toca
la
infancia del arte entregado á
que debe guiarle á
el astro
de
purgon.
el
Pasa
corte,
la
mas profunda melancolía esperando
la
porque ya está cansado de
despótica voluntad del alcalde de raonterilla
la
y Gibelinos
aristócratas con el pelo de la dehesa
del cura ó boticario,
y de
la
,
,
de
del tresillo
ó aldea,
la villa
de Giielfos
las pandillas
y
el solo
en casa
constante murmuración pan de cada dia en aquel
bendito rincón. Algunos ahorros, su buena reputación entre los condiscípulos, <)
en
una cura maravillosa ella, le traen al
al titulado
marqués de aquella
villa
que pasa
un cuarto
veranos
los
Ya
puerto que columbra desde sus primeros albores.
llegó
con una familia honrada, y ocupa su tiempo en darse á conocer. Encuentra algunos condiscípulos, á quienes cuenta ú la capital. Habita
su deseo de establecerse en
Amigo mió, has errado
el
la
tercero
corte. Estos le
camino
,
responden con melancólica voz
aquí somos tantos
como enfermos,
tiempos
los
van malos gastarás tus ahorros y volverás desengañado á tu rincón. Sin embargo, su determinación está resuelta no hace caso de sermones, y ya le tenemos ,
,
práctico de la capital. Adquiere relaciones
nueva
tierra
que pisa,
las idiosincrasias
y por ellas el conocimiento de la médicas, el nom.bre y ciencia de varios
déla que hay mucho que decir y mucho mas que callar. Dá principio su clientela por cesantes, viudas, militares retirados y alguna muger de la vida airada. Camina siempre á pie, cualquiera que sea el estado de la atmósfera, gracias á nuestros económicos ministros. Pero
en
la
edad todo
lo
permite:
la
filantropía,
juventud que tiene pocas obligaciones que cubrir y muchos méritos que alegar. Siempre la conservará Dios para consuelo de las clases que están eu está
al
la
limbo por falta de fondos, y alivio de las
piernas de
pasaron su noviciado y dieron buenos consejos á (If
criticarlos
de
lo otro
y
como
llabia vivido foniaii
al
y divisa
pobre
la
satisfacción de respetarles.
la endocarditis del
contando todos bolsillo
el moíjfiento
con
la
de pasar
los
nuestros maestros que
que hoy tenemos
Porque bien puede ser
la
lo
torpeza
uno
hijo
reumatismo
los dias las visitas,
que aunque muf'hasen número
extrema -unción; pero su reputación ha crecido al
número
dos.
371
EL MEDICO. n á
Llega por ó
una
un
visitar
gentil
hombre cesante
que ha pasado por todos
vieja
los hijos
un
,
literato
de reputación?
de Avicena.
Estudia y se afana sin cesar, consulta cuanto sabe la Medicina francesa y feliz éxito su plan; pero como el gentil hombre es caprichoso,
alemana, y entabla con incrédulo
el literato
manos de
la
,
y
sociedad,
y
dice:
que nunca
puede saber
lo
gobernar á
los
mitad de camino pasan sus enfermos á
la vieja rebelde á
del charlatán. Triste y
¿cómo se
el estado y caprichos que hombres ilustrados crean que se
meditabundo raciocina sobre es posible
aprendió? pero está visto;
hombres son una escepcion. Todo
discípulo de Hipócrates y Aristóteles.
Un
el
la
Medicina y el arte de se cree en este caso
mundo
compone
relojero
un zapatero
relojes y
máquina humana puede ser entregada con tal que tenga audacia y serenidad; y como dice el poeta hace zapatos; pero
la
al
primero que llega cprbosisadquisivit
'amamstrophis.
Siempre
zapatero de
el
fábula
la
de Fedro\ se entrega
vida
la
cm
nenio
calcaneandos commisit pedes.
Recuerda para su coasuelo y calma del agitado corazón la historia de los y halla en Plutarco al famoso Periclés entregado á un preservativo
tiempos
,
rodeado
de
al
cuello para curarse de su mal; á Bacon
la tierra,
á Maquiavelo, Leibnitz, Alfieri
que llamaba
al nitro espíritu
envenenados por drogas
ridiculas;
hasta Malebranche, el autor de la Investigación de la verdad, aconsejando á las
y mugeres preñadas que sus
hijos
frotarse la
parte superior de las estreraidades inferiores para
no naciesen marcados con
¡O miseria humanal El gran comadre que afirmaba que
si
filósofo
los
caprichos que ellas pudieran tener.
estaba
en esto
de aquella
á la. altura
el cardenal Duperron era tan sabio se debia á que
su madre estando embarazada tenia siempre capricho por una biblioteca.
Con en
el
este
y
otros sinsabores análogos llega por fin al
que sus consejos y
clientela se
compone de
visitas
de cuando en tiene
producen mas y valen
propietarios,
empleados activos. Sus réditos
le
comerciantes,
proporcionan
cuando ó un modesto Simón en
36 años cumplidos
,
la
mañana
tal
vez
codiciaba,
menos. Su
toda
artistas de
clase
y
placer de alquilar un cabriolé
el
los dias
de mucha agitación,
vive en cuarto segundo con campanilla á
para mayor comodidad de los vecinos de las doce de
por
número que
la
noche en
la
^a
calle
atlelante, sale
después de tomar chocolate, y vuelve á su casa á la hora de comer,
y como no tiene todavía hora veces antes de concluir.
fija
para consulta
Su fama crece y se
,
se levanta de
la
desarrolla, el entusiasmo
y
mesa cuíco el
fanatismo
le ensalzan á la vez y hasta entonces su reputación fundada comienza á ser fabricada, como dice el padre Griffet. Se cuentan maravillas de su habilidad, y
recomienda á un rico banquero que padece del hígado le ha diciéndole ser tan hábil, que ha descubierto el hígado á una persona enfermo el gabinete, limpia un quitado un tumor, lo ha limpiado como quien y
hay persona que
le
,
ha quedado en completa salud. Con pocos elogios como
el
actual poco tarda en
pasar á primera graduación. Traslada su habitación á cuarto principal, y rccibt' consultas en un bonito gabinete, en cuya antesala se suelen
encontrar aluun.i
^
EL MEDICO.
Í73 vez
el
marido y lamuger,el amante y su querida
uno viene
el
un
á consultar
ó váidas que
dan
de muelas,
dolor
la
,
que por distinto camino
otra
uxai jaqueca, pesadilla
media noche, y cuando están dentro el Médico vellos saben á qué vendrán. Guantas escenas cómicas presencia aquella silenciosa le
á
habitación de cuyo fondo no salen jamás las palabras que se pronuncian, ni se reflejan el
pudor y honestidad. Pasa su
compone de
Ministros, Duques, Condes, banqueros y contratistas. La corle, los
políticos
los filósofos
y
necesitan
le
,
visita
en cabriolé, y
la clientela
se
dá consejos, tiene entrada franca á
á todos
todas horas en sus casas y un cubierto en la mesa. Siencuentra algún melancólico
quedecia «tengo mucha confianza en el Esculapio
político le cuenta lo de Voltaire
Tronchin que vé en los cuerpos
me
placer que
como Dios en
los
corazones; vivir es
me pagan
mortificación de los que
resta para
cuando padezco indigestión
conspiro contra ella con
,
el
solo
el
rentas vitalicias:
ruibarbo y
la dieta.
Asivivió este hombre ¡lustre 8 Vanos, "y este consejo pueden tomar muchos sábioSé
Nuestro Medico asiste á
la
marquesa de C. El desde
célebre
teatro es
principio de
el
come generalmente tarde cuando Academia
sesión que celebra la
la
rara vez
función
,
lo
hace en casa,
y juega al tresillo en casa de la lugar donde se encuentra al menos
el
y rara vez
,
la
vé concluir con tranquilidad.
Suele no estar exento de que molesten su sueño á las dos de
entonces son los apuros y malos ratos. Solo la
humanidad pueden arrancar de
momentos
la
cama
al
la
filantropía,
mortal que transportado en aquellos
empíreo se levanta y marcha con el silencio de algunas veces un simple calambre que alborotó la vecindad. al
Suele
la
crítica
ensañarsi'
con
mañana y amor á
la
paciencia y
la
noche
nobles doctores diciendo
estos
á visitar
que pasafi
algunos por sabios y grandes Médicos, aunque no lo son; como hay ministros que nunca debieron serlo. Que todo lo componen á fuerza de tecnología
ensartando con serenidad y desembarazo nombres y frases ininteligibles para
mismo
Foesio.
sea en
una úlcera del
emulsión de
Mas
el
goma
pie
arábiga.
el ,
pulso con
metal que
el vil
la frente
y gastan con énfasis un cuarto de hora para recelar á lo que es un sim|)le catarro.
Llaman dolor de costado la
sociedad codicia por
del anciano de Cos
Algunos años de práctica en
,
la
con su pan se
sublime medicina
la
sus días entre
el luto
lo
á
la familia,
Médico en
solicitando
quienes dio pasaporte en época mas
la
vida
un pase pasa
,
lo
coloca,
amado
la
dulce
visitarlos
feliz.
las
que
lo
En
son y muchos de los que no
parecen; ponjue no hay monja, sacristán, viuda, hechicera y señora que la sociedad que no tenga unos polvos para opiladas;
pertenezca á clase elevada de
un
lector, los
si
acabando
El charlatán. Este solo merecía un artículo aparte por su originalidad. esta idiosincrasia
y
coman.
clientela tan ilustre colocan al
y dolor de
,
corona de siempre viva que
posición de retirarse poco á poco de los trabajos y miserias de
muchos amigos
e]
por gala y ostentación, aunque
reloj
el
vulgo conoce á estos malos representantes de
cambian adorna
Que toman
coliiio
,
para todos los ojos malos, aunque tengan cataratas, una yerba para
lombrices de catorce varas; parches para
la
jaqueca de
solteras,
viudas y casadas;
^^
EL MEDICO. anteojos para todos los corto* ó largos de vista
y mil mejunjes
,
la ni?i>;
dt»
;ill;i
y acrisolada reputación. El charlatán de oficio no ha pisado los utubrales del tiempo de Esculapio.
Ha
sido escribano, carretero, pastor
ha copiado alguna receta que
,
militar ó criado de algún
Medico do quien
hace servir para toda cnieruiedad especifica
la
ó de antiguo y remoto origen. Porque es preciso tener presente que
enfermos
solo se dirige á los
algún medicamento especial. Son farmacéuticos la
virtud del medicamento consiste en
miga de pan.
pildoras de
que dá generalmente
al
el
la caja
duro por
visita.
mismo tiempo,
ai
secreto de
la
toda
Diario todos los dias del año con
el
,
profesor. Recibe consultas gratis, pero cobra
el
de pildoras ó polvos, lo que podría costar toda la enfermedad
De modo que aunque no vuelva
pacotilla. Concierta
poríjue
composición aunque sean
con pompa y aparato, ^^con remedio sencillo opuesto Médico, aunque luego después sea arsénico ó sublimado
mismo que daba
corrosivo, ó
por el frasco, á
el
el
Se anuncia en
algún nombre de facultad
cliarlatan
el
vulgo desahuciados, ó los que se curan con
crónicos,
por un tanto
plazos de tres adelantados por
la
si la
enfermo
el
ha sacado su
él
ci.racion; pero sin olvidarse de
cobrar dos
naturaleza del enfermo es rebelde. Llena las
esquinas de anuncios y pone comunicados en los periódicos de enfermos curados que nunca han padecido, con firma de nombres que no existen. Debe ser
perseguido por trato
que
la
subdelegados de Medicina
autoridad y
cuando en cuando
recibe y viajar de
al
,
quejarse
del
mal
eslrangoio aunque no haya
pasado nunca de Fuencarral. Tiene en su casa jarabe [janquimacjogo de Crolius, mistura
anti-cislopldegmálico
KirWan
de
,
polvos
pildoras
Iiijdr 'genésico -ascitica,
nephrolotico
nephremphaxico
de
Plouquet
de
plilogifitico
v
,
ungüento
pampiniforme paronychito de Andernach: y con esta farmacia ambulante no hay temor que !e falle de cuando en cuando algún reputado sabio ó filosofo partidario de Paracelso.
Suelen acontecer escenas graciosas, y mas de una podrá servir al lector. Yo me acuerdo de cierta señora que padecia un
para entretener
tumor en
el
pecho, ala que dieron por remedio que se rapara
todos los dias se frotara dos veces del Doctor
las
dia
se
anunció en
quebraduras. Llegó
á las
el
Diario un
once de
una quebradura. Llamaron arabos se sentaron en
y
el
señorito creyendo ser
frasóo de barnii para
señorito
al
coronilla,
sal
,
y
remedio
KÍSTRF.GA
un
líquido
un joven
rico
estaba
(pie
lo
barnizando sus botas v que creyó conveniente;
una burla y no una equivocación de casa, le dió frotara en la ingle como único remedio que
de
la
la
familia
que estaba curado de
el sitio sin
la capital
XMI.
poseia
casa de
({ue se
dias vuelve el paciente diciendo:
lodos los dias en
á
charlatán) un infeliz que padecia
el
poseia. Figúrese el lector la risa del señorito y
habia quedado charolado
Taglei q\ie
El doliente csplicó
sofá.
el
tal
mañana
la
y elegante (que se apellidábalo mismo que
un
la
con aguardiente coñac y
Wallance. La pobre señora se quedó calva de tanta frotación.
Hace pocos dias para
al
la
,
cuando
á
los cuatro
quebradura, pero que
poderlo despegar. Escenas como estas pasan
monarquía.
42
EL MEDICO.
874 Réstanos
el físico
sanidad militar. De
nombre que
,
se dá á los
los cuales solo
diremos
que forman parte del cuerpo de urespeto á las glorias militares»
Recójalos Atocha cuando descansen en paz.»
Aqui concluimos nuestra
tarea con aquellos versos de triarte.
A
todos y á
ninguno
mis advertencias tocan: El (jue haga aplicaciones
Con su pan
se lo
coma.
I.ICENCIADO JOSÉ CALVO
Y MARTIN.
EL PATRÓN DE BARCO.
como los animales lerreslres se diferoncían mucho de los peces en organización, insíinlo^; y figuras, asi también la gente de la mar dista
SI
sus costumbres y caracteres de lo^
mucho en
que vivimos en estos socuchos desiguales
é
incómodos que se llaman pueblos y pudieran denominarse con mas propiedad cuevas ú hormigueros. La mar
ese movible y dilatado Océano llamado elemento hasta hace poco ,
por una equivocación de
la
ciencia, con sus
olas azules y plateadas y sus blancas espumas, no puede menos de influir en los seres que surcan su superficie marcándolos con un sello peculiar y distinto, si
hemos de dar
crédito á lo
mucho que en
sobre influencias de las ciencias en
en
el teatro,
del teatro
hallarse alguna
Es
que
en
otra
la
las artes y
moral, y de
verdad
la
siglo de progreso
este
en
las
costumbres, de
moral en
la
física,
en
se
escribe
la legislación
lo
que suele
y sobra de fantasía.
que á mi también se me conceda la influencia del mar que toca para que pueda escribir un artículo que se llame hoy
preciso, pues,
en todo
lo
filosófico,
ya que se dá este nombre á todos
prodigioso,
los escritos
en que
se
trata
de
mas que ni Aristóteles, ni Platón conociesen este nombre emblema de la íilosofia moderna. Suponiendo desde luego U
influencias, por
ÉL PATRÓN DE BARCO.
376
mar ó
influencia del es
que
que tanto vale
debe ocupar
Patrón
el
diablo,
tlel
españoles por ser original en sus usos, este bosquejo
No del
de
que ofrezco
que intento
tiempos mas remotos,
los
inteligencia
que
los
si
se
csceptua
llegan á
la
tipos
en
verá
monos
pierde en
es
oscuridad
antiguo como Noé
tan
los
honores de el
dedican á
la
diluvio
marinería es poco mas ó menss
la
todas las miserias y ventajas de
pobreza en que suelen aquellos criarse;
hace ágiles y fuertes para
los
origen
el
la
tamaño.
a([uel
se
la
nada agradable, pero que
los
lo
se
no pueden negarse
(piien
demás hombres, con
infancia de los
edad,
la
que
en este ramo, cuando en tormenta tan deshecha como
La infancia de la
los
se
mis lectores dándoles á conocer notorio es,
pues por á
supo conducir una nave de
como
á
describir;
primer Patrón del mundo,
el
entre
como
y carácter,
trato
el olró, lo cierto
distinguido
público.
al
ánimo molestar
es mi
tipo
uno sea como
el
muy
un lugar
el
pobreza
Mas apenas
trabajo.
niñez, cuando en vez de entretenerse jugando en los barrios con
de su edad, acostumbran dL>dicarse á coger en las playas algunos mariscos
para comerlos, afición primera y natural que pasa luego á ser una especulación
como
mercantil
otra cualquiera,
en años y en necesidades de sus deseos.
en
Allí,
donde
es
se
vendiéndolos por las calles, cuando creciendo
niño, se vá
el
las Solitarias orillas del
engendra
los sentimientos
pasión irresistible que decide
el
del
mar
hora de le
la
frugal
barquichuelo. (¡ue deja pedir
en
las
la
se
vida.
convierte luego en una
Reunido
y casi desnudo entre
comida que en su casa
sirven de armas, y
muy
manejarlas con destreza; las piedras
á
humanos,
el
niño en
¡as rocas
la
en
halla
su universo. Los mariscos entretienen su hambre, ínterin
aquellas arenas todo la
rugido de las olas y de los vientos
porvenir de
playa con otros compañeros, descalzo
llega
al
horizojilc
el
verdadera afición alas navegaciones: lenta y sosegada
la
en su origen como todos
mar,
ensanchando en rededor
el
dueño en
un pedazo de pan,
en breve
En
la
preparan; los guijarros á
dan asiento, y la custodia de algún orilla al muchacho, le dan el derech'J'
ellas
del niño con las continuas carreras
le
enseñan sus compañeros
le
cuyo valor
soledades de las playas.
le
solo conoce el
es
donde
y violentos
que ha sabido ganarlo
se desarrollan los
ejercicios,
aquel temple de alma que se necesita para luchar brazo
miembros
y donde se adquiere á
brazo contra las
borrascas.
Los baños frecuentes que se dan sin previo dictamen facultativo, mal qüc pese á Hipócrates y Galeno, son otros tantos ensayos cuyo
ejercicio asegura
algún día su salvación en mecho de los mayores peligros, y
el
se
aprende
pasan en
el
allí
siil
arte
de nadar
arte por solólos impulsos de la naturaleza. Estos niños
agua una gran parte del día en
las estaciones
que
templadas, carecen
ordinariamente de aquellos principios de educación que reciben las clases mas pobres. Sus planas son las arenas donde trazan algunas líneas y
algún chinarro, y sus libros
el
muñecos
espejo rrii^talino de las aguas que nada
ctín
difce
á
37T
EL PATRÓN DE BARCO. sus jóvenes inteligeuciahi,
de sus
mucho
á sus corazones
con
ferocidad
la
rugidos.
Asi
niñez de los marineros,
p:isa la
padres adelantados eu e3 la
bien habla
si
aristocracia de
profesión, aprenden á leer
la
mar donde
baja clase, á semejanza del
camarones;
que obste
sin
y á escribir mal, y esta
marinera; que también existe ese poder en
clase
la
que teniendo
se esceptuan algunos
si
se
encuentran largas ballenas y mezquinos
ejemplo á
este
la
naturales
los
iin|)repcriptibles
é
derechos del hombie tan defendidos por algunos encopetados publicistas. Feroces^ desmoralizados por
común dan una
lo
poco que valen
de lo
idea clara
los
verdad que se aprende en todos nuestros jjuerlos, y publicariamos, si el célebre romanticismo no lo prohibiese á
instintos sin educación,
que como
tal
la
boca llena, Pero
al fin mieiilras
que
genio sin ayuda de
el
reglas disparata
las
dá
(jue
marinero y ya empieza á navegar bien en el barco de su padre, silo tiene y es Patí'on, ó en el de alguno que lo recibe, digámoslo así como meritorio de aduana. Entonces comienza para él una nueva época: gusto oírlo, vá creciendo
el
ya zagalón, como vulgarmente
le
llama»
por medio de
entra en el aprendizaje
,
pero frecuentes viages, y vá tomando alguna parte en las faenas
los cortos
medida
del
cuando
es necesario
aumento de sus
fuerzas. El sube
saca
,
el
cubo
á la gente
á
echar rizos á
que
marea
se
hacer algún mandado cuando se salta en tierra, loque la
taberna.
le
baja de las
[)iernas
las
remo de muchas varas cu
!a
y se encarga de unos cuantos
vale
y descalzo,
pantaloncillo de
una descomunal
rodillas,
mas abrigo en
sin
faja
lo bajo
y gorro que la
de aguas, se va ensayando con
guisa de perro
influencia atmosférica, á
,
Con una mala camisa, un
cuartos para gastarlos en
paño burdo que apenas encarnado, desnudas
le
mano, y semejante
á
á
punta del palo
la
un
algunos de nuestros oficinistas
siempre registrando papeles que no saben leer, no hace cosa que de provecho sea á pesar de
gran cantidad do fuerza que pone en juego para producir
la
el
movimiento del barco.
De
a(¡uí
en adelante, creciendo en años y en inteligencia y añadiendo los antiguos se hace marinero, y ya se observa en su ,
nuevos trabajos á
fisonomia y en su trage la
de
suerte próspera, sin la
miseria
capitalito
No
,
como
particular
el aire
mas razón que otros
la
que
á esta
clase distingue, liasta
casualidad ó
muchos que nada
el
deben
á
capricho,
mar
la
,
levanta
y
con nn
reunido decide con)prar su barco.
todos los que se dedican á esta profesión llegan
a ser
Patrones,
como
tampoco todos los empleados de renta llegan á ser intendentes, ni todos diputados ministros,
ni
lodos
marineros viejos que amarrados vida siempre en miseria ó
la
borfa
,
los al
revolucionarios dictadores.
remo, como lucéldo
puesto que no cesan de bogar
entrada en alguna casa de
misericordia
cesantes, diputados sin esperanzas de ser ministros,
en
que
lo
los cadalsos.
Pero
al fin
i'l
(jue llega
»
,
;i
como y
la
y su
roca fin
los
Hay muchos pasan su
,
suele ser la
existen
empleados
tribunos (jue
mueren
ser Patrón ya puede cnniar con un»
EL PATRÓN DE BARCO,
378 suerte
mas descansada,
existe algún descanso
si
en
la
en
sociedad
la
mar ocupan
sino en la
,
rangos que no
los diversos
dedicándose unos á
,
humana
miserable condición
La vida de estos hombres es n)uy variada según
la
pesca
otros á
,
conducción de efectos y algunos á llevar pasageros en cortas travesías. Estos últimos , como que tienen ocasión de tratar con personas tan diversas en sus
la
continuos viages,
son
que
los
mas variedad en sus costumbres,
ofrecen
«specialmente en Andalucía, donde compite
y viveza de una que jamás haya salido de el
calor
acostumbrado á ver
la
la gracia
que
allí
llaman zalero con
siempre exaltada. Ninguna de
fantasía
las
personas
de estas provincias del centro de España,
Castilla ó
gravedad y silencio con que se van acomodando nuestros
pasageros en las diligencias, pudiera formarse una idea del bullicio y algazara
que acompañan
á
los viages
por mar del puerto de santa María á Cádiz en
la
corta travesía de dos leguas.
No
bien llega
al
muelle cualquier pasagero
encanto de una multitud de marineros que
empleando cada cuadrilla todos
los
cuando
,
se vé
cercado como por
dan prisa para que
le
medios que están
se
embarque,
á su alcance para llevárselo
consigo, mientras los Patrones estañen segundo término, y solo salen
á la
escena cuando se presenta alguna familia numerosa ó gente de alta alcurnia,
de laque espera un buen se
ponen en juego para
flete
ó agasajo. Los medios, las industrias que
llevarse al transeúnte
allí
son mas bien para vistas que
,
acomodándose fácilmente á la clase y capacidad de los viageros. una señora viuda, ó viene sola, se lleva casi como por fuerza con cierto de galantería, le dan la mano al bajar el muelle á satisfacción de la interesada;
para contadas
,
Si es aire si
un señor marqués ó un buen
un renegado;
si
en devoción
mientras
gran prisa
,
capitalista
es algún exclaustrado el
los
le
le trata
llama padrino aunque sea
con una gravedad que raya
Patrón con voz sonora dice á
«muchachos, vamonos que
gran movimiento en
se
,
se
,
ze
los
bá er biento»:
marineros fingiendo á este
grito se nota
marineros que están dentro del barco; unos toman
palancas v otros recogen los remos,
lo
que dá un rayo de esperanza
al
las
paciente
aguardando dos y mas horas embarcado esperando el momento de la marcha que con tanto estré|)ito se anuncia y según tarda nunca llega. En esto van los marineros embarcando á todo el que pueden, y
viagero
que se
lleva
,
apenas aparece alguno que tiene trazas de viagero, cuando grita desde
un muchacho palanca en
la
ágil
mano en ademan de
votar
el
fuerza
de
las
repetidas quejas de
moverse hacia adelante, mas
á
mas
ó
al
el
descontento y
fin se
menos rápido progreso según
embarca sopla
el
el
la
Caí:
tierra.»
comienza
pasageros
cada bulto que aparece en
aquel atrás para recogerlo entre creían en marcha, hasta que
los
proa
mos hamos, á
barco «á Caí
anden oztes zeñores que ze ha er barco y ze quean en
A
la
hace medio día está con
y de escelentes pulmones que
las
el
el
barco á
muelle, vuelve
voces de los que ya se
Patrón y todo camina con
viento
;
lo
conexión con nuestro desgraciado país, donde progresan fracciones políticas según soplan los vientos de los destinos.
que tiene alguna
mas
ó
menos
las
EL PATRÓN DE BARCO.
379
Vestido el Patrón con un chaquetón de paño burdo
encarnada
y faja
sentado en es grave,
y medias y zapatos
,
popa con
la
timón en
reunión,
la
con su sombrero calañés
mano dirigiendo
la
los marineros,
marcha
maniobra. Su aire
la
tomando muy poca parte en
sentencioso,
su hablar
conversaciones de
el
,
poco comunes en
,
las
animadas
como hombre de gran importancia, y dejándose
caer de vez en cuando con alguna decisión oportuna sobre
asunto de
el
las
generales discusiones. Continuamente preguntado sobre la duración del viage, la el
bondad ó malicia de la mar y algunos pronósticos del tiempo, que caen bajo dominio <le su inteligencia, contesta á todos con oportunidad pero sin estender ,
mas
sus palabras
allá
de
lo
que exigen
como
voces técnicas de su oficio,
mayor
exánime señora en tono compungido el
marage;
sopla el sudoeste
si
entremos antes é
A
ocho.
para las dispierta
la
vamos, curro, toma un
,
Patrón, prorumpe
nada contesta, pero
¿Y
interpelante: rizo
vd., señor
¿estaremos á las ocho en Cádiz?
bolina.— Pero Patrón, todavía
esta pregunta
interés de
el
— Diga
y usando siempre de las palos que hablaba en griego para ,
llegaremos cuando Dios quiera
rigulá de
lo
preguntas
Médico á
el
de sus oyentes.
inteligencia
las
á las
falta
una hora
su misterioso silencio
— Con
ocho y media?
y tú, Pepe, caza er
no sé que
á
,
la
— Según
Dios:
que tenemos
trinquete
viento.
Después de haberse hecho algunas preguntas que no han merecido respuesta echa un cigarro y comienza á tararear alguna canción
del aristócrata Patrón
,
marina con mas calma que oido y buen gusto. Cuando se acaba el viage que suele durar poco mas de una hora, sin contar los ratos que se pasan en el barco antes de la marcha , el Patrón se encarga de dar la mano á las personas mas notables para que salten en tierra saludándolas con cortesía, é indagando
quien no quiere
Toda
la
cosa
la
si
piensan regresar pronto para conducirlas á
como
vuelta
indolencia y apatía dolos Patrones parala salida en busca de los nuevos
pasageros, se conviorle en una
que
familia
la
viagero se
trac prisa i)oni'
lleta el
le
en mo\ ¡miento
general de los marineros
,
celeridad
la
la
cuando algún caballero ó mas lovo insinuación del
siendo tan grande
tripulación;
la
cuanta diferencia hay entro una peseta
cualquiera á dos duros ([ue cuesta
el ílefe
Los Patrones no son aficionados
en danza, no ceden
increible
barco. Entonces, á
á
l.is
tan fácilmente: su
agitación
que paaa
según costumbre. riñas;
sin
embargo
,
una vez metidos
lenguaje es áspero é incorrecto, pero
siempre grave y aristocrálico. Sus casas que mas bien parecen embarcaciones los nunhos cordajes, garruchas remos palancas y demás útiles que
según
,
del oficio allise
,
encuentran, son pobres y de mal aspecto, siendo
muy
contados
os Patrones (|ue lleg;in á hacerse ricos. Desprendidos en demasía y aficionados
común
por
lo
que
les
á
lo (pie
produee
frecuencia (jue en
en
la
original
al culto
({ue
el el
llaman trifulcas, gastan con facilidad en las tabernas o allí suelen naufragar muchos marineros con ma^
pasage;
agua; que tatnbien se naufraga en tierra y no pocas veces A estos gastos deben agregarse ios que se consagran
Andalucía.
se tributa á
esas diosas en
cuyos aliares
se
quema
oro en
ve^
EL PATRÓN DEL BARCO.
380
de incienso, y que son tan numerosas en aquellas tierras ú los dichos del vulgo.
Los Patrones mantienen
hemos de dar
si
,
una dilatada
generalmente
familia
crédito
pues como
,
poseedores de un capital, se entregan con frecuencia á las dulzuras conyugales^
Sus
todos
hijos siguen casi
adquiriendo también
la
misma
profesión
honradez de su padre
la
que no es una cosa cualquiera,
,
quien por tener áspero trato y
,
pundonor que
grotescas maneras no carece de cierto fondo de se escesptúan
engaños é intrigas que
los
consigo
trae
caracteriza,
le
si
ni son de
carrera;
la
muchocon los movimientosy rugidos como lleva observando las populosas y mueren en sus orillas, todavia permanecen
cstranar somejantesmodales que se avienen
mar,
del
el
que á pesar de tantos
ciudndesque nacen, se civilizan en su estado natural y salvage para
siglos
no
y seguramente
,
alguna razón
faltará
le
ello.
A usos;
imitación del dilatado las
Océano, no
Patrón tan fácilmente sus
varia el
mismas costundjres de ayer son
las
de hoy: para ellos no son
los
siglos herederos de los conocimientos de otros siglos ; pues siempre permanecen en el mismo estado á pesar del tiempo y las costumbres. No se viste el Patrón los dias
como
festivos
siempre en movimiento
salen
á
,
el
en que no viaja
notabilidades que
volar todas las
Entonces se pone
como
lunes
celebra los
ni
,
el dia
es raro
por
,
Patrón un pañuelo punzón
al
(lue
y que suele durar algunos
poco se usa.
En
esos dias
toda su solemnidad
por
en
el
si
hirviente vino, y
no el
buena
pantalón ancho y de paño azul, si
,
como dura en mas de una vez
armarios.
los
mundo
el
todo
tabernas, puej;
las
qua non de
sine
mas notables perderian para
lo revelara el
la
en cuyas
en
un par de docenas de cañas de manzanilla son condiciones celebridad de ciertos actos. Los dias
Cristi
cuello
soles
se visitan
que
existen
zapatos de becerro blanco con una chaqueta y capa nuevas es invierno,
zapateros;
los
lo
para una semana santa ó un Corpus
ropa queda reservada fiestas
albañil
el
los
la
Patrones
agradable calor del estómago promovido
no menos agradable retintin del choque de
los vasos
de ordenanza. Por supuesto que en tales ocasiones no se come
los brindis
en casa; esforzóse disfrutar délos amigos, y partir
am
ellos la
mesa en algmia
tienda ó ventorrillo.
No
es el Patrón tacaño en sus correrías,
alegremente con sus compañeros, como toda
antes bien,
gasta
gente de
mar,
la
cuanto
tiene
que es
lo
tina
cosa bien maravillosa cuando tanto trabajo cuesta gastar un ochavo á nuestra
gente de tierra. Seguramente
mar debe
el
tan buenas lecciones dá á sus habitantes
prodigiosas conchas que lanzan sus
olas
,
y
en
muy
ser
desprendido
asi lo justifican las la
esas numerosas reuniones consagradas á
según
rancias costumbres de la gente marina
las
pues que
nacaradas
ribera.
En medio de fiestas
,
la ,
santificación de as
es
donde reluce
carácter de los Patrones. Grave pero agradable, chistoso sin viveza, complaciente sin afectación
(^amaradas,
,
y amigo
como
sin lisonja
les llama
.
hasta
,
el
se entretiene
con
la
punto de olvidarse de
conversación de sus sí
propio,
con
lina
PATRÓN DE BAHGO-
EL en
tranquila
sonrisa
los
donde se
labios
381 simpatías de su
todas las
reflejan
corazón. Al estruendo de los vasos y botellas giran mil animadas conversaciones
nombres de snsjembras con aquella emoción
entre los que se pronuncian los
que sienten
uno su
y entonces
rjachona,
por demás oír
es
reuniones.
común
— Gamaraás
las
la patilla
esclama
,
moneas
que aunque
que entre
el
bela.
la
lo
que hace sonar sobre el maraveizej é plata pá está echando
— Oiga
ozté
bení
—
sino aquí
y
,
cañaj.
laj
una moza tirándole eztan una
replica
,
zeñó Cayetano
le toca á
luto jarán
é
hace cabeza que por
ellos
sacando un peso
,
aquí seis
tengo yó
combiaa
la
:
comidas son mas animadas y duraderas. Curioso marineros en una de sus solemnes los
mas antiguo
mostrador: Toabía
lleva cada
que se reúnen; algunas veces
palabras de
las
es el Patrón
hermosa Andalucía,
la
solos los
combiaáj jazta que demoj á
de
de
los hijos ardientes
No siempre son hombres
— ¡Biba
é
rumbo
salero!
los mozuelos entusiasmados. prenda, que aonde eztá cr Miuzté la combiaá por mi Patrón Juan Pérez naide fondea er borsiyo montañej cuenta. Puej bengan laj cañaj. Bengan de ai. Poco á poco dice un mozuelo
esclaman
,
,
;
deteniendo
que
la
á los
que ya
al
con de ó
empinar
se preparan á
,
éa
;
muchachoj
,
bamojayá. Y
,
lo gUela jazta
Naide
los vasos.
María no noj diñe una rasioa de música.— Bueno questá
condescendiente Patrón
y
—
—
—
,
contesta
choque de
al
el
los vasos
estruendo de !as palmadas entona María unas sentidas playeras, arrancando ellas
la
mas aplausos en
taberna del
la
gran ópera italiana en París. El
menos prolongado, según
estómago,
que
lo
se llama
cantidad de
la
,
Malibran en
la
licor
el teatro
sueño mas
el
que cada uno tiene en su la
mona, y no pocas
sus casas los marineros, las culpas
al llegar á
de las estrañas. Mas hoy que la paz de los matrimonios
y desdenes
que no
está
trastos á su
la
,
como
de moral, y entrada de un marido borracho por su casa
en uso, solóse encuentra en
no hay cosa mas común que tirando los
Miñarru, (lue
de todas estas jaranas es
en términos técnicos dormir
veces pagan las mugeres propias
antigualla
tío
fin
muger, no
los libros
novedad para un artículo de
ofrece esto
costumbres.
Donde verdaderamente admira toda viage de
la
se
comprende
estension de su genio
mar en
calma; es preciso verlo
apreciar todo su valor y entusiasmo.
en cada ola entonces
el
,
cuando cargado
donde se
carácter del Patrón,
el
no es en
,
las
tiendas de vino
,
y Cuando
el
en un
huracán furioso levanta un mar
de nubes parece juntarse con
el cielo
ni
estudiarlo en la tempestad para saber
la
tierra,
Patrón, semejante á un ser fantástico, sobrenatural, aparece en toda
la estension
de su original carácter. De pié en
timón en ambas manos, repasando
que parece sondearlos abismos
las
del
la
popa
espumosas
olas
y llevando
,
con
el
combalido
los ojos desencajados,
Océano, espresando en su atezado rostro
alma, se aumenta su denuedo y osadía á medida que vá peligro, y sin desmayar un inomenlo, mantieiii^ con sus furibundos
los sentimientos del
creciendo
el
y desentonados gritos á toda la tripulación horrorizada. Firme como una roca pn medio de los continuos vaivenes de la embarcación manda toda la maniobra ,
Entrega xlih.
i3'
EL PATKOiN DE BAHGO.
;582
con
los
todos
OJOS
,
los gestos
ánimos
los
encolerizada que
un
el
grito espantoso;
él
;
luz del
la
arboladura del barco
le estrellan
;
vagan á merced de de agua
habla
á los mares, á los cielos,
relámpago
lleno de cólera á todos los elementos.
,
miedo va sobrecogiendo
el
,
al
escuchar
y
ai
estampido del
el
rayo que se precipita á sus pies entre las espumas, desafia
el silbido del
náufragos
y cuando
habla á los aquilones,
inflamarse su frente con
trueno,
las voces
y
,
impávido y sereno alza al cielo la frente mas severa y mar que le rodea. A cada rugido de las olas responde con
,
Las aguas
contra los escollos
ondas, y en medio de
las
timón y la deshechos fragmentos
arrebatan
le
;
y gemidos de
voces
las
el
los
lucha brazo á brazo con la muerte, hasta que una montaña
,
para siempre
le sepulta
,
ó mas afortunado llega á fuerza de trabajo á
la desierta ribera.
En como
este último caso ofrece su carácter otro cuadro tan digno de estudiarse
Apenas toca
el anterior.
sobre las arenas
,
con
ojos melancólicos
demanda
y
la
la
mano en
fijos
en
tierra la
,
besa con entusiasmo
la
mejilla
el rostro pálido
,
y una
labios al ver desaparecer el lejano
,
que sobrenada á
los últimos restos del bagel
á las aguas su perdida fortuna,
y recostada y macilento, los lo lejos,
amarga entreabre sus
sonrisa
«A
fragmento de su barco.
Dios»!!! esclama
y un raudal de lágrimas recorren sus mejillas al pensar el triste aguarda á su auiante esposa y sus queridos hijos. En esta situación que porvenir es donde repasa en su memoria los trabajos y fatigas que le proporcionaron
entonces
,
fortuna
aniquilada
aquella
privaciones de una
los
,
continuos peligros de las navegaciones
existencia consagrada á tan penosa profesión
ya to»a regularmente en
el
último tercio de
la
vida
las
,
dificultad de volver á
la
,
,
su edad que
y en lo mas profundo de aquel corazón insensible á derrama toda la hiél de los dolores y acusa al mar de bárbaro porque no le sepultó para siempre en los abismos.
poseer las
un nuevo buque
,
mas
recias tempestades se
Mas
esta desesperación pasa
,
como pasan
todas las violentas pasiones;
como
pasan los hombres unos tras otros sin dejar apenas señal de su existencia, y después de haberse consolado en los brazos de su familia vuelve á la mar á los ,
pocos dias trabajando de marinero otra vez lleno de las mas lisonjeras esperanzas.
El claro espejo de
y
el
las
aguas ya tranquilas
instinto irresistible
siempre
mantiene
que arrastra
en su
ejercicio
hace olvidar sus pasados tormentos
le
desgraciado á las navegaciones,
le
sufriendo los duros contratiempos de
la
al
suerte.
Son pocos ya por
el
pérdidas
por
la
y
los
Patrones de barco que llegan á acumular grandes riquezas,
desprendimiento con que esta gente gasta averias que sufren en sus viages.
unión que reina en
Su vejez
lo
que gana
,
ya por
las
es generalmente tranquila
gente de mar, que les prohibe desatender á los
la
suyos en sus frecuentes necesidades. Retirados entonces á sus casas y viviendo de sus ahorros, si los tienen ó de la caridad de sus compañeros, van pasando ,
sus postreros dias en la oscuridad de una vida retirada. Mas es tanto
que ejercen en
el
hombre
los hábitos adquiridos,
que es
muy
el influjo
raro el dia en
EL PATRÓN DE BARCO. que no vayan
estos infelices
aechar sus paseos
que en medio de sus muchos años en mirar
los
ul
38;?
muelle, viéndose algunos
y sostenidos sobre dos muletas se entretienen barcos que salen y responder á las consultas de los jóvenes en casos ,
,
imprevistos y dudosos.
El respeto que les tributan los marineros los pone á cubierto de ser juguete délos pilludos de calle, siempre en contradicción con doliente,
y
las
Patrones perecen en
el
mar, otros quedan
vén obligados á recurrir á
hospitales.
el
ancianidad
alabanzas de los suyosles hacen merecedores del aprecio públicos.
Este es uno de los fines mas halagüeños á que conduce
se
la
Contados son
los
la
la
navegación; algunos
de trabajo, y muchos caridad pública acabando su triste vida en los inútiles á fuerza
Patrones que abandonan su profesión;
el
mar
es
verdadero elemento de estos hombres: solo una absoluta escasez de trabajos en la marina los puede obligar á que la abandonen, y es muy frecuente verlos el
volver á sus antiguas tareas apenas cesan las circunstancias que los separaron
de
ellas.
SEBASTIAN HEtlRERO.
EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA.
uiEN podrá imaginar que el hombre acomodado, que vive en una ciudad de provincia, ó en
un pueblo de alguna
consideración,
y que se complace en y obsequiar en su casa á los transeúntes que le van recomendados,
alojar
ó con quienes tiene relación
de
la
sociedad española
,
,
es
un
tipo
y un tipo que
apenas ha padecido la mas ligera alteración en
el
titere
trastorno general, que no ha dejado
con cabeza? Pues
sí, pió lector:
ese
benévolo personage que se ejercita en practicar la recomendable virtud de la hospitalidad
Hospedado)' de
P rovincia
es
y á quien llamaremos el una planta indígena de nuestro suelo, que se conserva ,
y que vamos á procurar describir con la ayuda de Dios. Recomendable virtud hemos llamado ala hospitalidad, y recomendada la vemos en el catálogo de las obras de misericordia; siendo una de ellas dar posada al jnalterable
,
peregrino, y otra dar de comer
al hambriento. Esto basta para que el que en ellas cumpla con un deber de la humanidad y de la religión: y bajo este Punto de vista no podemos menos de tributar los debidos elogios al Hospedador
se
ejercite
EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA. fl(i
Provincia. Pero ¡ayl que
es
mas comunmente un
si
cruel
y atormentador verdugo
un ente vitando para
calamidad del transeúnte,
385
veces es un representante de
á
el
Providencia,
la
del fatigado viagero,
caminante.
Y
que
lo
una yo
es
pecador, que escribo estos renglones, quisiera cuando voy de viage pasar antes la
noche
al
raso ó
En un que
la
lo olvidó «>
que en
la
cnsa de
antiguo empleado
en
el
lo
pastoril albergue
guerra entre unos robles
por escondido
perdonó por
un hacendado de lugar
[)obre
,
de un caballero de provincia
que haya tenido bastante maña
,
rincón de una administración de rentas
Virtud cristiana y recomendada por
el
,
ó de
,
ó de
un
ó fortuna para perpetuarse
una contaduría subalterna.
catecismo es
la
hospitalidad, pero
virtud propia de los pueblos donde la civilización ha hecjio escasos progresos.
Asi se vé que los paises semi-salvages son los mas hospitalarios del mundo; y se sabe que en
la
infancia délas sociedades, la hospitalidad era no solo
un deber
eminente, sino
religioso, indeclinable,
indisolubles, entre los individuos, entre las familias
La hospitalidad de
en
los españoles
las historias, es proverbial;
los
una virtud
y de que nacian vínculos y entre
los pueblos.
remotos siglos está consignada en
y que no han perdido calidad tan eminente, y que la empero que exigen los tiempos en que vivimos
ejercitan, con las modificaciones es notorio, {jues
que
los
que
la
practican merecen con justa razón ser considerados
cual tipos peculiares de nuestra sociedad, la
como verá
paciencia de concluir este artículo. Artículo que
porque pronto
la facilidad
de
las
comunicaciones
,
el lector
benévolo que tenga
nos apresuramos á escribir la
rapidez de ellas, lo que
aumento y comodidad que van tomando y disminuirán las posadas, paradores y fondas en todos los caminos de España notablemente el número de los Hospedadores de Provincia, ó burlarán su crecen los medios de verificarlas
,
el
,
vigilancia é inutilizarán su bien intencionada índole; ó modificarán su cristiana
y
filantrópica propensión, hasta el
punto de confundirlos con
la
multitud que vé
y otra rápida aunque pesada y colosal diligencia por las calles de su pueblo; ó hacer alto un convoy de cuarenta galeras en el parador de la plaza de su lugar.
ya con indiferencia, por
la
fuerza de la costumbre, atravesar una
El tipo pues de que nos ocupamos es conocidísimo de todos mis lectores
que ha van viajado
/
ya hace cuarenta años, en coche de colleras ó en
silla
de
posta con compañero á partir gastos; ya ahora en diligencia, en galera ó á caballo agregados al arriero. ¿Porqué cual de ellos en uno ú otro pueblo del tránsito,
viageros,
no habrá encontrado uno de
yen
estos tales,
una de esas cartas de recomendación que como dan á todo el mundo? ¿Cuál de ellos, en fin ó por su
sido portador de
niegan, se
le
que andan en acecho de
espera de caminantes para obsequiarlos? ¿cuál de ellos, no habrá
importancia, ó por sus relaciones en
,
,
el
á nadie se particular
pais que haya atravesado, no
habrá
386
IIOSPEDADOR DE PROVIiNCIA.
lí].
un obsequiador? Si,
tenido
Hospedador de provincia es conocido por todos
el
los
españoles,
y por cuantos estrangeros han viajado en España. uno en diligencia á Sevilla á despedir á un lio que se embarca para
Vá
,
Filipinas, ó á
Granada á comprar una acción de minas, ó á Valladolid
Zaragoza á
que
lo
dá
le
la
para comer
y
reposar.
Y
maldiciendo
el
caloró
el
de cualquier cosa
que
que
su llegada
ó porque
;
su nombre
al
cruzar
al
el
polvo ó
y deseando
barro,
el
llenar la panza
raspa en cualquiera parte las tres ó cuatro horas
la
preciso descanso; se presenta en la posada el
coche conoció
el
viagero
parador
al llegar al
carta de recomendación
un modo
frió,
y tender
conceden
solo se
solicito
,
ó á
,
gana, y tiene que hacer los forzosos altos y paradas hé aqui que apenas sale entumido de la góndola , y
que
viagero
mismo cometió ó por
,
que hizo
Hospedador
el
,
Hospedador,
el
ó que tuvo previo aviso de
,
imprudencia de pronunciar
la
sandez de hacer uso de
la
dieron para aquel pueblo.
le
ó de otro, llega pues
al
—Advertido en
fin
la
de
hombre de mas de cuarenta años,
padre de familia y persona bien acomodada en la provincia , preguntando al posadero por el señor D. F. que viene de tal parle y vá á tal otra. El posadero
pregunta
mayoral y
al
un
viagero que el
este dá las señas
que se
le
piden
corre á avisar al
y
,
caballero amigo suyo desea verlo. Sale al corredor
ó al patio,
cuitado viajero, despeluznado, sucio, hambriento, fatigado, con
enmarañada
,
es joven
si
línea de larga si
que
la deja crecida
y es maduro y
tiene, ó con la calva
la
cartísticamente
desnudez
,
y
al
aire,
mustio, lagañoso
con
si
si
es verano
é impresentable.
Y
es
si
la
melena aborrascada,
que se
y de lodo
oculta
le
acaso con
,
ella si
es
y
á la jura
pero que se
,
se halla frente á frente
conserva con
el
si
es
conde
abriga su completa
es invierno,
con
el
y siempre
Hospedador
vestido de toda etiqueta con el frac que le hicieron en Madrid diez años
cuando fué
barba
blanquecina y de una
ó con ella
se le afeita;
ó con la peluca torcida
,
lleno de polvo
,
la
mismo
lustre
atrás,
con que
la tienda y con un chaleco de piqué, que le hizo Chassereau cuando duque de Angulema, y un cordón de avalorio al cuello y alfiler de diamantes al pecho y guantes de nuditos, en fin, lo mas elegante y atildado
lo sacó
vino
de
,
el
que ha podido ponerse, formando un notable
antitesis
con
el
desaliño
y
negligente
del viagero.
traje
No brazo
se
conocen
pero se abrazan y en seguida
,
el
Hospedador agarra del
dice con imperioso tono: venga Sr. D. fulano á honrarme y y á tomar posesión de su casa. El viagero le da gracias cortesmentey le manifiesta al
viagero
le
que está rendido, que está impresentable, que no se detiene
que cuatro horas; pero todas las
mas mínimo
el
del
la
diligencia
mas
Hospedador no suelta presa, y después de apurar frases mas obligatorias, y de prohibir al posadero que dé á su huésped auxilio,
lugar á su
casa
recibimiento del
Salen á recibirlo
,
el
se lo lleva
donde ya
trompicando por reina
la
mayor
las
mal empedradas
ajitacion
calles
preparando
el
obseijuiado. al
la señora y las señoritas, con los vestidos de seda que cuando fueron á la capital de la provincia á verla procesión
portal
se hicieron tres años airas
EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA.
387
Jel Corpus, y la raami con una linda cofia que de allí la trajo la última semana el cosario, y las niñas adornadassuscabezas con las flores de mano que sirvieron en el ramillete
déla última comida patriótica
Y madre
gefe político.
ó hijas
que dio
la
con su cadena de oro
al
milicia del pueblo al señor
formando pabellones yarabescoseulas gargantas, y turgentes pecheras, llevando ademas las manos empedradas de sorlijones de grueso calibro. Queda el pobre viajero corrido de verse tan desgalichado y sucio entre damas tan atildadas, por mas que le retoza la risa en el cuerpo notando lo etereoclito de su atavio; y haciendo cortesías, cuello
y
respondiendo con estrado,
ellas
á
lo sientan
en
verse mi hombre en
tal
y
largos
,
sofá
el
y pesados cumplimientos cuando él deseara hacerlo
,
lo
conducen
á
la
al
mesa. Al
vuelve á pensar en su desaliño y desaseo y trasuda, y pide que ledejen un momento para lavarse y.... pero envano: el obsequiador y su familia le dicen que está muy bien, que aquella es su casa, sitio
,
,
que
con franqueza
los trate
atusan
,
otras frases de ene
y
cabello, ni desahogan el cuerpo;
el
,
que
ni quitan el polv»
ni
,
pero que manifiestan que está
mal, que
a([uella no es su casa, y que ni hay ni asomo de franqueza. Entran varios amigos y parientes del obsequiador el señor cura y otros allegados nuevos cumplimientos nuevas ofertas nuevas angustias para el ,
;
,
,
viagero. Llena la sala de gente, el Hospedador y su activar las disposiciones del obsequio.
Y
esposa desaparecen para
mientras retumba
y cerrar
el abrir
de antiguas arcas y alacenas de donde se está sacando la bajilla la plata tomada y la mantelería amarillenta resuenan los pasos de mozos y criadas que cruzan desvanes y galerías y se oyen disputas y controversias y el ,
,
,
,
fragor de
un
las gallinas
plato
que
se estrella
,
,
y de un vaso que
quienes se retuerce adeshora
á
del aceite frito,
perfumándose
niñas de casa se pone á tocar
la
el
se
rompe, y
pescuezo; y se percibe
casa toda con su penetrante aroma.
un
cacareo de
el
chirreo
el
Una de
las
piano. ¡Pero qué piano, ánimas benditas!....
¡qué piano! La fortuna es que mientras cencerrean sus cuerdas sin compás ni concierto
sin
duda no
una pieza de Rosini se le
,
que no
la
conociera
debe despintar ninguna de
las
misma Colbran
la
de su marido,
el
,
que
señor cura
está discurriendo sobre
la política del mes anterior con el pobre caminante, que daría por haber ya engullido un par de huevos frescos y por estar roncando ,
sobre
un colchón toda
Concluye
toma
la
la política del
universo.
sonata, y un mozalvete
,
que
es siempre el chistoso del pueblo,
y canta las caleseras y luego hace la vieja con general aplauso, y luego para que se vea que también canta cosas serias y de mas miga, entona tras de un grave y mesurado arpegio la Átala el Lindóro y otra pieza guitarra
la
,
,
,
de su composición.
hay todo
ni el
en
la
,
,
gracias á que sallaron la prima y la tercera,
en
la casa, ni
pueblo
que cesa
Y
la del
juez
cuerdas de guitarra
,
,
ni
en
la
aunque
del barbero, ni se le
en
han encargado ya
música súbitamente con gran sentimiento de todos
repetidos perdones
incidente dará fin
al al
viajero
,
que
eslá
sarao, y apresurará
en sus la
glorias
,
y
que no
á
la botica
,
al
,
ni
en
arriero;
y pidiendo
creyendo que este
llegada do la roña. Pero pMÍí en
©I
'^^
RL HOSPEDA DOR DE PROVINCIA.
salón el hijo del maestro de escuela, que
representa maravillosamente todos á una voz
piden un
le
han olvidado
se le
alli
poner una
silla
Y
ya
todos
los criados
,
obsequiado
le
con
sale
y
,
para figurar. Pero
él
Y
.
;
verle
al
dama, una de
sirva de
le
las
se presta á hacer el papel de la
,
¡Silencio! {silencio!
y hasta los gañanes y mozos de
,
se agolpan solícitos á la puerta de la sala al
que
la
general palmoteo.
el
criadas de la casa
y
Guzman
cómico titubea anheloso de gloria
por mera complacencia
,
y se pone de pie entre
silla,
el
en medio del estrado, para que
señoritas de la casa
á
porque hace dias que no repasa sus comedias,
,
su hermana que es
insisten los circunstantes.
Romea y
á
,
El se escusa con que está ronco, con que
pasillo.
las relaciones
y con que no está
acaba de llegar de Madrid, y que
imitando á Latorre
gritan la
labor
personas machuchas que rodean
las
dicen, sotto voce, ¡verá vd. qué mozo!
verá vd. qué portento! 11
¡
hijo del
maestro de escuela con tono nasal y recalcado sale con una relación del Zapatero y el Rey , estropeando versos y desfigurando palabras y con tal 1
el
,
manoteo y tan descompasados proclama el Roscio, el Taima,
gritos el
que
el auditorio
Maiquez de
la
,
nemine discrepante
,
le
provincia. Piden en altas voces
otro paso,
y el actor se descuelga con un trocito del Guzman que tiene igual porque está ya ronco y sudando como un pollo, se contentan los concurrentes con que les dé por final algo de la Marcela. Concluida la ,
éxito.
Y
representación cree fuera razón. Pero
obsequiado que cesará
el
como aun no
obsequio, y en verdad
el
cena
que
obsequiador y su esposa, qne ya han concluido el tomar disposiciones, y que ya han dejado sus últimas órdenes á la cocinera y al ama de llaves vuelven al salón. Y empiezan á enredar en laberinto de palabras al huésped, contándole lo bueno que estaba el pueblo el está lista la
el
,
,
año pasado, y lo mucho que se hubiera divertido entonces, porque habia un regimiento de guarnición, con una oficialidad brillante. El soñoliento, hambriento
y fatigado viajero , bosteza y responde con monosílabos, y pregunta de cuando en cuando.... ¿cenaremos pronto? y el patrón le dice, al instante y sigue ,
contándole cómo se hicieron
las
actual alcalde de hermosear la "Viajero
;
cuando ve entrar
ayude á divertir el
al
al
últimas elecciones
villa
,
y
los
,
otras cosas del
sobrino del señor cura
obsequiado mientras llega
la
cena
,
,
proyectos que tiene
mismo
y en
él
el
interés para el
un ángel que
le
que se ha atrasado porque
gato ha hecho no sé qué fechoría allá en la cocina. Efectivamente, el sobrino
del señor cura es poeta, improvisa,
toda una noche. Entra en corro
fama patentizando á dar pié,
y
al
él arroja
versos ¡
la sala la
y en dándole
las señoritas
de
pié se está diciendo décimas la
casa hacen
huésped su clase de habilidad. Todos
¡qué desfallecimiento!
vuelve á
,
qué
como fatigas
llovidos. !
momento
!...
el oficio
rodean,
Ya no puede mas
¡qué vahídos
señora, que salió un
le
el
le
de
la
empiezan
cuitado viajero,
Cuando afortunadamente
antes á darla última
obsequio, y dice: vamos á cenar sí Vd. gnsla, caballero. grita la concurrencia, y lodos se dirigen al comedor.
al
¡
mano
Santa palabra!
¡Espléndida, magnífica cena! veinte personas van á devorarla y hay ración para
ciento.
¡Qué
botellas tan cucas!
de vidrio cuajado con guirnaldas de
389
EL HOSPEDAÜOR DE PROVINCIA.
Vna y letreros dorados que dicen rira mi duño, viva la amistad. veinte gran fuente redonda ostenta entre cabezas de ajos y abultadas cebollas cual boca abajo cual panza arriba cual perdices despatarradas y aliabiertas tlorecitas
o valada
campean
seis
aburrido viajero.
al
del clavo y de la canela ochenta albondiguillas !
ahumadas
,
]
En
conejos descuartizados prolijamente
Qué de ensaladas
otras achicharradas
,
,
crudo por
casi todo
allá
,
fuente
perfuman
exhalan
el
el
aroma
bolas de bil'ar; ¡qué de
como
Servicio estupendo
!
gran
otra
fritos, acullá
ambiente coa su vaho, veinte y cuatro chorizos menestras
,
,
,
dando envidia
acosladita da lado,
aunque muchas cosas están la
prisa
,
y todo
frió
por
el
tiempo que se ha tardado en colocarlo en simetría grotesca.
Náuseas
le
dan
pobre viajero de ver ante
al
todos le ostigan á que
y
las niñas
de casa
le
Y
cuando
el
finecita.
se aflige
y
de
rom
f
sin cortedul
dan cada una con
Hospedador
sí
la
y mas cuando y cuando la señora
tanta abundancia,
porque no hay mas
,
punta del tenedor su corr.'spondiente
le insta á
repetir
y comer con toda confianza,
poco que se sirve, olvidando que
lo
comer hasta matar el hambre es bueno y hasta malar al comedor es malo.
¿Mas quién encaja por mas que
lo
este
axioma en
Los platos se suceden unos las
á
otros
como
las olas al
mar embravecido, al de ademan brioso»
con un pavo á medio asar. Al de
los conejos,
levantado por
trémulos brazos arremangados de una viejezuela, otro con un jamón
los
salado que una sevillana.
y
mollera de un hospedador de 'provincia
perdices arrebatado por una robusta aldeana alta de pechos y
le substituye otro
y
la
recomiende Quevedo?...
el
Y
ocupa
de las menestras, mostillo,
fruta,
el
puesto de los chorizos,
arropa, tortas
,
la fruta
mas
de sartén,
pasas, almendrucos, orejones,
y calabazate, y leche y cuajada y natillas, y... ¿qué sé yó? aquello es una
inundación de golosinas, un alubion de manjares, que parece vá á añadir una capa mas á nuestro globo. Y ya circula un frasco cuadrado y capaz de media
azumbre de mano en mano derramando vigorosísimo anisete. Y el cantor de la tertulia entona patrióticas, y el poeta improvisa cada bomba que canta el misterio» y
el
declamador declama trozos del Pelayo, y
la
señora de
la
casa se asusta porque
Hospedador trinca demasiado y luego padece de irritaciones, y las señoritas fingen alarmarse porque hay un chistoso que dice cada desvergüenza como el puño, y todo es gresca, broma, cordialidad y obsequio; cuando por la su marido
el
misericordia de Dios, la voz ronca del mayoral, gritando en coche
,
hemos perdido mas de una hora, no puedo esperar
viajero de aquel
pandemónium
,
donde
á fuerza
el
mas
de obsequios
patio o/ coche, al
,
viene á sacar al
lo
tienen padeciendo
pena-í tales, que en su cotejo parecerían dulces las de los precitos.
El
amo de
la
casa aun defiende su presa en
empieza por decirle con voz de cocodrilo que deje venidera proseguirá
el viaje.
Pero como
los últimos ir el
atrincheramientos,
coche, que en
la
góndola
halla una vigorosa repulsa, tienta
al
mayoral de todos los modos imaginables con halagos, con vino, con aguardiente, con dinero en fin, y nada, el mayoral se mantiene firme contra tantas seducciones; y salva á su viajero, y lo saca de las manos del Hospedador, como el ángel de 44 Entrega X\.n\
EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA.
390 la
Guarda salva y saca de las manos del encarnizado Luzbel á un alma contrita. Cuanto dejamos dicho que acaece con el viajero de diligencia, ocurre con el
de galera ó caballería
,
mas
sin
una cama que compite con
escapa por todos lados como
si
estuviera vjva
no deja dormir en toda
,
la
noche
paciente obsequiado.
al
También
y
que dilatarse algo mas el obsequio con y cuya colcha de damasco, que ruje y se
diferencia
el cielo,
si
tiene el obsequio de los Hospedadores de provincia sus gerarquias,
es intolerable
y una desgracia para un particular
;
diputado influyente electo,
,
del cielo
,
una
terrible
la
poltrona
muestra de las
un
capitán general,
una calamidad: y para un ministro un martirio espantoso, un azote
ó senador parlante
que vuela á sentarse en
un magistrado
es para
intendente ó gefe político una verdadera desdicha: para
,
iras el
Señor
,
un ensayo pasajero de
las
penas eternas del infierno.
Aconsejamos pues término
de su
viaje
al
viagero de bien
con
acechanzas de los Hospedadores lograrlo
menor
la
,
esto es, al
que
solo anhela llegar
incomodidad posible
,
que
de sus espías y de sus auxiliadores
,
no fuera malo se proveyese de parches conque taparse un
evite ;
antipara
como en
encubrirse á
de
la
,
otro tiempo;
para
ojo, de narices
de cartón con que desfigurarse, ó de alguna peluca de distinto color del cabello que variase su fisonomía
y
al
lag
de su
ya que no está en uso caminar con antifaz ó y con
tales
apositos
debería
disfrazarse
y
entrada de los pueblos donde tuviese algún conocido. Usando
estas prudentes
precauciones,
amen de
las
ya sabidas y usadas por
los
prudentes viandantes de no decir su nombre en los mesones y posadas, y de no hacer uso, sino en casos fortuitos, de las cartas de recomendación. Pero
si los
Hospedadores de provincia son vitandos para los viageros de bien
pueden ser una cucaña, una abundante cosecha para
los aventureros
y
caballeros
que viajan castigando parientes y conocidos como medio de comerá costa ajena, de remediarse unos días, y de curarse de la terrible
de industria
,
,
enfermedad conocida con
la
temible calificación de hambre crónica.
A unos y á otros creemos haber hecho un importante servicio llamándoles la atencionsobreesta planta indígena de nuestrosuelo: á aquellos para que procuren evitar su contacto, á estos para
que
lo soliciten á
toda costa. El.
DUQUE DE RIVAS.
,
EL CARTEUO. EN fué en
i' I
Y de
el
mundo ol
priiuáro,
qué pueblo oriundo?
Pero yo pienso, y
me fundo.
antes que hubiera un Cartero
Que Ya hubo
cartas por el
Por cierto es
mundo.
duda cruel
Aunque por razones hartas Que hoy me asaltan en tropel, Creo que antes que Debió inventarse
Y
el
Que
antes que tinta
las letras
Mas
,
algodones
y renglones
Debió inventarse
la
pluma.
volviendo á otra verdad,
¿Quien fué su autor verdadero? La que inventó
al
mundo
entero,
La horrible necesidad Fué inventora
Y De
si
cartas
también tengo razones
Para publicar en suma,
Y
las
papel.
del cartero.
ofenden mis razones
carteros al enjambre
Les daré satisfacciones, Allá van fuera alusiones; La necesidad no es hambre. Todas las artes ú oficios ;
Innovaciones ofrecen,
,
EL CARTERO.
192
Cambian
Mas
De
ó desaparecen,
,
los iguales servicios
este arte
Arte
Oh lector
1
á los Carteros
no
lo resistas!
Aunque hoy Los sastres
Todos
jamas perecen.
,
1
dije
,
1...
dia las modistas, los zapateros
se llaman artistas.
Sin ventajas verdaderas, Sin ascensos que mitiguen
Sus ambiciones
carteras.
Los que estas carreras siguen
No toman malas Siempre
En
Que
el
el
hace
le
suelo liba,
correr, aun cuesta abajo,
muy
El Cartero
Aunque De
carreras.
de saliva
su continuo trabajo,
Apenas Se
falto
tal
cuesta arriba.
y jugador
tan distintos fueren
manera
se quieren
Que ahogados por
el
sudor
Los dos entre cartas mueren.
Y lo mismo que el cajista Aunqne el saber no le asista Tú sus arcanos penetras ,
Y dices,
«no
seré artista
Pero soy hombre de
letras.
Con las mejoras sociales También ellos van conformes, Que por sus cambios legales Visten sin ser generales
Generalmente uniformes.
Y
no crean
se mancilla
Aunque no tengan El oropel con que
Que
las
blasones
brilla
armas de
Castilla
Las llevan en los faldones. Gasta sombrero
,
y no importa
Que con limpieza se porta Aunque va hecho un Juan danzante Que es su casca mas corla Que la paga de un cesante.
,
,, ,!
,
,
,
EL CARTERO.
393
Copiaré sus distintivos;
De
oro los galones son
Encarnados son
y
van ostentando
Eu
,
los vivos
altivos
cada vuelta un "alón.
¿Quién duda de tu poder Cuando en tu empleo tirano Tanto mal puedes hacer?
De
que sueles tener
tí
Nuestra fortuna en tu mano!
Y
qué corazón ansioso
Guando te vé no se alegra Y mas si gime amoroso
Y
sabe que su reposo
Lo
traes en tu caja negra
De
qué males no lanzas!
ella,
Tal vez
Quien
al
sucumba
verla
en juegos y chanzas
rie
Por que tu caja es
De
Todos ansian
Y
tumba
la
millares de esperanzas!
verte
el
,
en tu caja confundida
Va con
Y
en
vida
la
muerte
junta
la
suerte,
la
ella
Dos estremos
muerte y vida
,
I
Si con el llanto las fiestas
En
ella
No
enlazadas vemos
es estraño
,
que pensemos
Siendo cosas tan opuestas
Que
se junten
Ni estraño
,
en si
los eslremos.
juntos van
Estremos tan desiguales
Que siempre en
Y
el
mundo
están
entrelazados irán
Desdichas, bienes y males.
Y De
aunque
tu
los
males también
mano recibamos
,
Al verte nos alegramos,
Y
es natural
Es
lo
¿Quién en
Que f,\
,
porque
el
bien
que siempre esperamos.
llevas
placer y
el
mundo
diría
en una caja la
agonia
;
!
!
,
EL CARTERO.
394
A y
unos
los
la alegría
á los otros la morlaja!
Cuál en
ella se retrata
Nuestro bien ó mal profundo Allí la fortuna ingrata
Al mundo
Con Si
dá vida ó mata
,
mundo! porque alli un mundo va
,
Que
Y
,
otro callado
hay dichas, ilusiones,
alli
y pasiones; un mundo que está
esperanzas
Pero... es
,
Encajonado en renglones.
Y
pues Jesús soberano
(Permite que Lleva
Eres cual
él
Llevas sobre
Y
le lo
diga)
mundo en una mano
el
,
,
que otro ufano la
barriga
1
por esta razón sola
Mi pobre razón alcanza Sin calentarme
Que Con
es
mucha
el
niño de
En
los
la chola
,
tu semejanza la bola.
cuernos de
la
Yo
vi
Ya
tu llegada importuna
Los
Luna
maridos eternos,
hundirse
vi
!
su fortuna
Solo les dejó los cuernos
A
cuantos que en su dolor
Maldicen su sueríe impía
No
truecas en su favor
Las lágrimas de dolor
En
lágrimas de alegría!
A Le
Y
un
italiano al cantar
llevas algún pesar
por
ti
maldice
,
el arte
,
Pues se tiene que largar Con la música á otra parte.
La música! dije bien, Que en su destino tirano Es el único sosten, Y adonde vá un italiano
Yá
la
;E^
música también!
ypa máquina
,
vfn g^'^'o
^
,
!
,
,
,
,
EL CARTERO. Que siempre cantando
3O5
está
;
Solo pensando en hoy vá Si es artista de organillo
y mañana Quizá
Y
Dios dirá.
,
mañana ha
el
llegado
su dicha no se labra.
Que para
este desdichado
Dios es hombre
Y
muy
callado
no dirá una palabra
Aunque no
tengas
,
cartero
,
Pohticas opiniones
Tu
eres quien
Tal vez en
el
obra
el
primero
mundo
entero Las grandes revoluciones.
Mas también
En
faltas
sueles pecar
y no pequeñas
¿Quién pudiera adivinar El mal que puedes causar
Equivocando unas señas?
Don Alegato que adora Las gracias de una beldad, Cuando sueña en su Señora Sabe por casualidad
Que
Y De
le
fué á su
traidora!
esta peripecia atroz,
¿Quién fué
Yo
amor
de este cambio ligero,
lo diré
el
en
Algún error
atroz alta
mensagero? voz
del cartero!
La familia de un cesante Que está de hambre medio muerta Y yá gime agonizante
Tocando el ultimo instante De su sepulcro á la puerta,
Cuando oye un dulce tilin Han llamado! abran ligero. ,
!
mas quien iisongero Trae de sus ansias el fin?
Letra!!.,
Quien ha de ser, Feliz vive
Aunque son pocos Cuando
el
cartero!
un matrimonio, felices,
en su dulce insomnio ?azl sabe,., por el demonio ella
!
;
;!
EL CARTERO.
396
Del marido
Y Que
quién
los deslices.
demonio fué
el
mal caballero
dijo
Todo, de
letra al pie?
la
Sin rebozo
lo diré,
Quién ha de ser?
Mas también
el
cartero
causa son
la
De que con dulces abrazos Se haga santa alguna unión Pues unen amantes lazos
Es de cura su misión
Y
también por sus locuras
Desunen
los
matrimonios
Luego hacen mas que
Tú
los
Curas
!
eres fuente de diabluras
Cartero de los demonios!
De asuntos malos y buenos
No
siendo tuyos,
te
Por qué dime
hartas
menos
Eres curioso, ó al
tomas cartas
,
Siempre en asuntos ágenos?
Y
pues Jesús soberano
(Permite que Lleva
Tu
el
te lo
)
que otro ufano
eres cual él,
Llevas sobre
Y
diga
mundo en una mano la
barriga.
por esta razón sola
Mi pobre razón alcanza Sin calentarme
Que es mucha Con el niño de
la
chola
tu semejanza la
bola.
£OUA£LDO ASQUERIMO.
•§
EL ELEGANTE.
EDLE
Ese
ahí!
es!
El mismo' que anos atrás,
en vida de nuestros abuelos, ciento en
allá
se llamaba seTiorito de
boca, pirraca
y paquete; el que mas y cuando nuestros padres enamoraban, trocó estos nombres por los de petit-maitre y currutacos el mismo en fin que aun nos acordamos de haber tarde
,
oido apellidar ¡eclnujuino en época no
muy
lejana por
cierto.
Hoy
esta
nomenclatura
progresado admirablemente; hoy, merced á loque
y de Herrera
se
ha enriquecido
,
el
antiguo píVraca
escojer entre una porción de títulos, á cual fashionable, león,
pomo
diz
ópor mejor
decir, linn,
que el hábito no hace f(NTRKGA \T,V.
al
si
el
de
El
Elegante
ha
idioma de Mariana, de León
moderno lechuguino, puedo
mas pintoresco y castizo, como Dandy, hemos de hablar técnicamente: pero asi
mongo tampoco ,
,
el
el Ijtulo
importa un bledo p^ra k'i
EL ELEGAxNTE.
398 tipo
el
que con
,
un punto
transcurso de los años ha cambiado de traje
el
en sus inclinaciones
solo
Hay voces en
quiere decir hermoso
,
seres
adjetivo en
El
según
Elegante,
cjalan
bien hecho
,
que tomando esta esplicacion los
no
nuestra lengua á las que
acepción propia y natural:
en
costumbres
,
al
,
ideas
se
déla Academia,
y soberanos chascos se llevará el letra busque todas esas cualidades
;
pie de la
,
que bullen en nuestra sociedad
y
,
que se
á los
les
aplica el
ó bonito,
espigado
cuestión.
fashionable
puede ser
/eon,
el
,
ó bajo, feo
alto
ó rechoncho, tuerto ó jorobado, moreno ó rubio, sin que por eso
pertenecer á á justificar
no
la el
que reúne
el
,
que se honra y envanece;
dictado con
á
que
,
ventajas físicas las materiales
las
y podemos calificarle de rey de tan homogénea como compacta.
al
es
que
revés de
las
tengo para mi que
eso es
,
Elegante desciende por línea recta
el
sobre
miel
ó de presidente de república
la tribu,
ojuelas,
Yo
que importa
lo
elegancia
la
hallarse escritos, son fielmente cumplidos y observados.
constituciones, sin
Asi
deje de
especie indicada: lo que importa es que se dedique dia y noche
ninguno de esos preceptos de
á
falte
ni
dá comunmente su
les
diccionario
el
mas
,
misión y carácter.
,
de aquel
,
Narciso famoso que cuentan se pasaba las horas muertas comtemplándose en la
de los rios
corriente
límpida
Venecia ese objeto tan
decir,
y
cojiendo
me ha
el
venido á
pluma
la
afinidad
de mi tipo con
Para esto forzoso es al
calle,
Prado
,
le
vez
que me siga á
el
conoce)
han desrizado
,
á
apuntar algunas de
el el
bata
y
pantuflas, se
que reproduzca el
gabinete,en
el
atrás,
sospecha, de
lector
á
la
vivienda
sí
es
cómo
razones que
las
infundada
mal gusto de enamorarse de
,
me la
propio.
Elegante,
del
también por esta
(que
en cuanto amanece para
él
En
él
,
es
un
pedir
espejo.
el cabello está lacio
de su barba se atreve á sobresalir mas que
en
los pintó
un poco
digresión, que sin saber
maliciosa é
en
odiado de
manera que
la
tornando
hombre de buen tono,
dia
si
de
como
,
sociedades, á todas partes.
las
antes de las doce del
bigotes se
voy
que tuvo
el
Lo primero que hace eastiza metáfora se
,
tal
el
Y
esta
descubierto todavía
hermosas
en
verse
desde antes de
hilo
ocurren para justificar esta
ser
haberse las
en uno de sus festivos epigramas.
Iglesias
á la
por no
,
querido de
linage de gentes que suelen
cierto
se
útil
que no ha dr
,
observa
y descompuesto,
los otros.
En
seguida
si
sus
algún pelo
si ,
y aunque
contempla] delante de otra luna de cuerpo entero,
suyo en toda su esbeltez y donosura, si tal fortuna logra. En hay espejos por do ([uier; enla chimenea, en el tocador, sobre
la sala,
mesas, y hasta en los peines conque alisa sus bucles sedosos y perfumados. Después de la prolija operación de vestirse en que suele emplear no mas que
las
,
tres horas, sale erguido y rozagante, ansiando por reflejar su perfilada
los cristales délas tiendas sirven maravillosamente para este fin
mira con delicia ó con dolor
al
pasar, según que
le
,
y
el
satisfaga
imagen:
Elegante se ó
no aquel
rápido examen, Si entra en una guantería ^ en una peluquería, ó en up café, nuestro
EL ELEGANTE. hombre
se estasia en
en algún
la
admiración de
para que
baile, es
de
sirva
le
,
que
otros
examinen en
se
Justificado
las
miradas que
dirif^e
presta una osadía inesplicable.
le
encontrar
que lleven
dandijs
uii
copa del sombrero por su parte interior, ni
la
sombra,
la
á
dis(!ui[)a
tremol inmediato, y que muchas veces Por último no es estraño ni sorprendente
al
diminuto espejo pegado en
399
mismo; sise para delante de una hermosa
sí
me
estremo que
amano.
cosa mejor no encuentran
si
hora es ya de describir lógica y ordenadamente mi tipo en todas sus diferentes faces: tarea ímproba por cierto el
propuse,
y no nada propia de fuerzas tan débiles y escasas aunque tanto se presta asunto que pienso sino salir airoso no quedar al menos de todo punto ,
el
,
,
desairado.
El Elegante lisongea
le
es
con
este aserto
evidencia
es
se consagran al
usan á
veces de
las
El verdadero
cúmpleme
dos entre
los
sí
que mas poner
en
ambos
tienen:
mas rendido culto; uno y y semejantes ocupaciones. Ella sus variadas formas; él como ella bien no para lograr el mismo fin.
vida
todas si
no es empleado, militar, contratista,
(/anc/f/
para probar la
,
tributan el
la
idéntica
placer en
mas
Coqueton;
mismos medios,
los
Coqueta: bastará
la
contacto que
moda, ambos
la
otro tienen iguales deberes, él
de
la
demás puntos de
los
son esclavos de
como
legítimo de
que una de sus primeras cualidades
solaza,
le
y
hermano
el
asentar
banquero, ni
abogado; no es mas que dandy pura y simplemente, y así debería constar en el padrón del alcalde del barrio. Con frecuencia es un misterio la historia
se
su lujo y de su boato; y quizás alguna acuerdan del reinado del gran Carlos
en
voluntad
ni
títulos
de
,
la
y que
en
uno de
es
lenguaje
ese los
distintivos
mi
de
— La
hace un
Marquesa
—El Conde
,
la
p«r
sanjf
si
tipo.
Asi
tales
,
como
francés
ni
ó que leyó
no siendo estraño que cometa algunas incorrecciones,
—Hoy
narrárnosla,
convencional,
palabra española une otra que aprendió en sus viajes, libro,
deesas que aun
,
pudiera
última, que es la legítima
individuos
alguno de sus
vetusta
,
que no haya elegantes propietarios mucho abunda la especie que antes hemos
si
,
III
es esto decir
no escasea tampoco
castellano
ni
No
viniese.
contrario
al
;
indicado, «liria
le
dama
,
á
cada
en algún
como:
calor desolant. está
como una
bonita
pepiniére.
de C... ha muerto de migraine.
Hay una
obra longuísima y rebosando filosofía, en que se intenta probar el hombro verdaderamente feliz es el que no sé si prueba) que yo (y desengañado del mundo y sus vanas pompas toma el portante y se vá a sembrar patatas ó coles, en algún rincón lejano, donde tenga por sociedad ,
,
las
cabras
y los
encarecen espíritu
,
allí
de
la
los
música
el
yerba, por techo
la
ciervos
lecho la fresquísima
,
por
canto alegre de los pájaros, por
bóveda
goces y fruiciones áel alma
tranquilidad de
la
conciencia
llanianios ya antiguallas eu nuestro siglo.
Yo
,
,
celeste.
Nárranse y se la quietud del
y hablase de
y de otras muchas cosas que
creo c|ue esp cpsU»
rPíip
t'-e
lilósofo^
EL ELEGANTE.
400 de el
Gerónimo, vá desapareciendo por días, y que ahora hombre verdaderamente feliz que existe en la tierra, es el conocido por rfanái/, especie de S.
la
como nos plazca llamarle. Por supuesto que uno de los preceptos de ó
león
fashionable^
penas, ó por mejor decir, ser insensible á sabe con
Enrique (nombres indispensables) de
padre
su
Borrel
ó
sonriendo
después de
hace
pues
,
y de
en
cambio
ó
estrecho
se aflige
profesión de escéptico y de positivo
,
Si por casualidad
irresistible.
ella
La vida del fashionablc es lo se desayuna; en seguida es estío á la
calle
la
rabia
y
asi,
ejemplo
por
si
,
ainda
mais
Elegante
de
,
lee
su amor
retiran
seductor
envidiable candor: «Es estraordinario!
no me ha mirado bien!»
ó
,
mas
se viste
de
le
Utrilla
si
un pantalón:
ó
muerte
la
alguna mujer no acoge benévolamente sus
mundo con
el
Sin duda me han puesto mal con
estoica
desespera
se
tener
Julio,
una imperceptible arruga. El
forma
amarillo
pretensiones, dice á todo
si
y
de relaciones, y
años
tres
guante
resignación
frac
;
ancho un
Eduardo,
Asi
perfumado en que Amalia ó Eloisa
billete
el
el estirado
su hermano
de
ó
sacaron
le
no
elegancia es
la
ellas.
divertido que puede darse
á las tres sale,
si
que
se
y Montera
oir
á
lo
á
;
las
doce
es invierno al Prado,
miente
,
ó
á
tomar
parte activa en tan sabrosa ocupación. Esta es la hora también de las visitas, de esas deliciosas coiii'erencias, en que el calor y el frió se discuten con una variedad y una elocuencia pasmosas. El Prado!... Hé ahí uno de los sitios
mas
donde
campea
anchas
sus
á
y brilla mi tipo: ya guiando un ligero hace admirar su soltura y su gracia; ya
preciosa briska,
ó una muellemente recostado dirige miradas fulminantes á las notabilidades femeninas, mientras su jockey conduce el carruaje, y le hace volcar con la mayor
lilbury
mundo: ya en
eracia del
por el
la ventanilla
dulcísimas frases
entre el
coche, ó
lado de una elegante carretela enviando amor envueltas entre el polvo que levanta de
cabalga
fin
humo que
al
,
despide
su cigarro.
que un Elegante no se permite nunca, y una de ellas es pasear por otro lado que por el que se llama París. Fuera verdaderamente un acontecimiento y una degradación que hasta los periódicos consignarían,
Hay
cosas
,
que
de su decoro hasta
se olvidase
tan escandalosa
de día
la
á
fuera en
fin
punto de traslimitar de una
tan grave
como
si
entrase en
el
manera
teatro antes
mitad del primer acto á lo menos, ó por casualidad comiese algún las cinco menos dos minutos. En esta escrupulosidad para cumplir
las leyes
del
;
el
de
la
elegancia
es
,
en
lo
que consiste principalmente
la
reputación
fashionable.
El león consagra algunos momentos antes de tomar el cotidiano alimento de la tarde, á descansar en los blandos divanes del casino, ó á hojear que suele ser el Diario de avisos para enterarse de tal cual periódico ,
las funciones
es sobrio en sus comidas l^orlera el
,
que hacen por ;
que tuviese buen
la
noche en
porque ¿no se a|ietit^'?
En
Escusado es decir que confundiría con un gañan ó con un los teatros.
seguida sp digna aparecer ep el coljseo;
!
401
EL ELEGANTE. p3ro no se olvide que cuando tiene un doble
cuadra
al
que ocupan
primero
fin;
Elegante
el
comedia ola ópera estén comenzadas. Esto de ostentar esa indiferencia que tan bien
segundo, que
;
Feliz
palcos.
los
la
le
él
flechen hasta dos docenas de anteojos las
— Qué bien — Con qué gusto hombre modelo — Es un modelo de hombre
Fernando
se viste
1
— «Qué
pasar oye:
al
si
pone
se
!
buen mozo es Es un
corbata
la
I»
1
Estas esclamaciones suelen alternar con otras de diferente género.
queme ha hecho Vd.
verlas estrellas! dice
militar á quien
el
un
tapándose las narices con
enganchadas entre
lleva
Y
viejo á
á
gafas!., grita
los dijes
enfermedades,
las
de su cadena
el
al
ver que se las
Elegante.
entretanto imponen silencio unos; se impacientan otros; ármase una especie
y nuestro hombre
motin,
de
el
pisotón
quien —Diantre de pisaverde! murmura un — Qué peste almizcle! esclama una señora nerviosa uno de esos médicos pañuelo. — Ay! mis
usan sin duda para conocer mejor
las
—Caramba!
furioso
viene á sacar de su éxtasis.
derriba el sombrero al pasar.
que
—
1
impávido
el
de llamar
luneta
á su
arriba
y triunfante
habiendo conseguido su primordial objeto;
atención,
la
el
de
aunque instalado en su asiento, no por eso cesan vecinos. El dandy es dilletanie hasta la médula
hacer efecto en la sala. Pero
de
tribulaciones
las
sus
música
de sus huesos; generalmente no sabe una nota de ella
y
,
y de Donizetti. Asi, mientras
Bellini
de
tararea con algunas inexactitudes
la
Norma
ó
,
la
,
verdad es
,
pero delira por
todos los spartittos de
prima donna ejecútala Casta diva con el Elegante le hace el dúo
la
polaca de los Puritanos
gran desplacer de los que
,
,
,
se hallan inmediatos. Otras veces interrumpe á
cuando
con estrepitosas esclamaciones, ya lanzando un bravol todos callan, ya prorumpiendo en estas ó semejantes palabras:
los
artistas
tú estuvieras —Ohl Giulia —Qué de Rubini —Qué degollación tan espantosa Grissil
diferencia
—Oh
París!
Porque
mon
1
Ports
es de notar
cheril
que París es
no ha estado en aquel emporio de para ser admitido en
de desdeñar todo de por allá, con
lo la
la clase.
el
gran recurso de\ fashionahle
el la
elegancia
Además
,
que no sea francés
memoria
TuUerías y del sastre Ragneau
conocer
aqui!
si
del ,
á ese ;
,
no ha
le faltan los
recuerdos
los
del coliseo italiano,
únicas cosas que de
la
que
el
grandes recursos
de enternecerse con
Boulevard y
:
hecho sus pruebas
inmensa
de las
capital suele
dandy.
Dos ocupaciones gravísimas acostumbra tener también aparentar fastidio é indiferencia
,
este
en
el
teatro:
ó dirigir visuales á diestro y á sinestro
,
ya
enderezando sus miradas hacia un palco bajo, ya alzándolas no menos que hasta la tertulia. Antes lo dije: el Elegante es coquelon sobre todo. Y ¡ cómo se huelga
y
se
amigo
solaza,
cuando dándole una palniadita en
el
hombro,
le
dice algún
:
—Seductor! Bribonazo! que cuentas por docenas
tus
amadas!
:
^^
EL ELEGANTE.
Para justificar t;m envidiable reputación, desliza frases de serpiente por los oídos de las incautas é inocentes jóvenes, de esa raza que pronto será una tradición en la sociedad actual. El león debe contar siquiera siete amantes. ¿Qué
menos? Una para cada quejan, pues
se
siete,
él
fuera de
ó
ama
las
que esto
el,
por Dios que injustas
importa poco, ha
si
precisamente
de tener
guanteras,
las
son
Haciendo parte del número
igualmente.
una querida, escojida entre laclase de enseñársela á
Y
dia de la semana.
todas
á
modistas, etc. para
como un objeto mas de lujo, como un mueble Con no menos frecuencia suele abandonarla también, queda á la muchacha el recurso de buscar otro mas
sus amigos
precioso é indispensable.
y entonces siempre constante ó dar
un
,
ó
si
salto
la
por
en descargo de
la
le
echa de sensible
,
sorberse una noche un
ventana. Aqui mi cualidad de verídico
la
pomo de veneno, me obliga á decir
conciencia del Elegante, que este último estremo pertene-
ce á la categoría de los fenómenos. bi el Elegante cuenta
son Victimas
ó cuatro de esos
tres
en que
lances escandalosos
maridos, para pavonearse en los salones con la aureola de Lovelace, magnifico Si dos mujeres se le disputan y arman un alboroto públicamente por él, sublimel Si después de esto abandona á los dos rivales, los
1
merece que se
Qué
¡
le
erijan estatuas!
es verle en las reuniones
dice siempre
,
volar cual ligera
,
ó en las soireés y en los raouts
mariposa
,
de
flor
en
flor,
,
como
buscando
la
é]
mas
mas lozana, soltando aqui una palabra dulce, allá una reconvención, un elogio alli una invectiva sangrienta ó un sarcasmo que á veces sobra para descomponer unos amores de tres añosl Por ejemplo, Julia tiene por amante á uno de esos hombres sin pretensiones que llevan una levita hasta que se rompe y un sombrero hasta que se engrasa. Pues bien, bella
y
mas
lejos
la
,
,
,
el /as/iíona6/e
aprovecha un momento en que
el
candidato para marido se aleja,
dice á la
hermosa con tono incisivo y punzante ¿Quién es el sastre de Florencio? Decidle que me hacerme un frac de pico de pato como el suyo.
y
—
El amor en las mujeres resiste á
la
le
envié
mañana
,
para
ausencia (aunque esto sea casi fabuloso)
sobrevive quizás ala muerte delobjetoquerido (ápesarde que raye enlo increíble),
no
se estingue sin
muy á su
duda con
la
miseria (en cuyo caso se llama heroicidad); pero
raras veces es superior al ridículo. Así.
amado desde aquel
instante
comienza
Julia
se sonroja
alguno
á hallar
mira
grotesco
y acaba en fin por dejarle plantado, y por perder un casamiento ventajoso, quedándose probablemente soltera. Y todo por la sátira de un Elegantel Véase si esta especie tiene poco influjo en la
moderna
;
si
les
otorga ó no su amist.ul
con todo individuo que se Desgraciado de Infeliz si se
él
sí
le
,
civilización!
El dandy mide la importancia délas personas por
su consecuencia
le
y
el traje
aproxima, es revisarle de
su chaleco no es á
la
que llevan, y en
su aprecio. Lo primero que hace
derniére
permite presentarse sin bolas de charol
,
,
ó
si
los pies á la cabeza.
lleva guante oscuro!
ó con un paletot antiguo!
!
i03
EL ELEGANTE. Entonces le
el
vuelve
la
momento
pobre hombre recibe un gesto de desden, se espalda. Por el contrario,
se le alarga la
mano,
si
es
un dandy
le
saluda fríamente, y se
y pulcro, desde y se
perfilado
se le jura devouement y cariño eternos,
el
le
regla concede intimidad y confianza. Solo una escepcion puede haber en esta invención, en esbeltez, general que el uno tenga celos del otro, porque le aventaje en ;
ó en boato.
Mas cuando
llega
un
el talle
dia en que comienzan para
principia á encorvarse
,
dandy
el
cuando
los pesares
y
los disgustos;
los dientes fluctúan entre las des
las quijadas, cuando el cabello blanquea, ó desaparece enteramente. Entonces encojar horas de tocador son un suplicio para él; entonces suspira amargamente al
en su boca usar ya
que tan diestramente fabrican Rotondo y Monasterio, o al deBoujican, ya los casquetes de Pelacz. Entonces es lector
los objetos
el aceite
asiduo del Diario y de\ Avisador con
el fin
de ver donde anuncian mejorescosniéticos
para desarrugar la tez ó poblar las calvas: entonces por último,
/"«s/uoHaíí/e jubilado,
circulo: nota al pasar las sonrisas burlonas de los jóvenes que no le admiten en su quiere no él quienes de aceptan y oye los sarcasmos de los viejos que tampoco le ,
corazón al individuo y sufre los desaires délas mujeres, que odian de Elegante ha de verdadero que cumple los cuarenta sin estar casado. Porque el ser buenos suelen vivir y ha de morir soltero: algunos hay que se arrepienten y
sera(?feptado,
,
esposos y escelentes padres; pero esto es la degeneración,
el
envilecimiento de
la especie.
Tanto como son alegres y placenteros los verdes años del león, son tristes y viejo; amargos los postreros de su existencia. Ser indefinible, que ni es joven ni sus de recuerdo el con alimenta se que porvenir, que vive sin presente y sin remedar queremos hoy ([ue media, edad de la
glorias, es como esos monumentos actual. ó recomponer,"déspo]ándoles de su belleza pasada y de su belleza
Lo mismo
cuando los pues, es el hombre que aquellas maravillas de los remotos siglos; imponente tan magestuoso, tan nada su esplendor, años le roban su frescura
y poético como una blanca cabeza y una arrugada freiUc; nada tan magnifico ni tan piedras cuyas suntuoso, palacio como las ruinas de un templo antiguo ó de un vá arrancando unaá una la mano invisible y poderosa del liempol.. vida del Elegante se refunde casi enteramente en la de Pasan para el los otro tipo que no es solo español, sino universal : el solterón. todos y de lodo; de aislado dias uno tras otro sin goces y sin esperanzas ; hállase desprecio. inspiran veneración, aquellas canas que cuidadosamente tiñe, en vez de su lecho y junto siente á mercenarias , no tiene quien se
El último período de
la
Entregado á manos vele
en ¿us noches de dolor;
ni
quien venga á derramar en su alma esc
bálsamo dulcísimo del consuelo, que cierra
las llagas del
corazón, que
fortifica
que sostiene y las creencias , que aviva la fé, que hace renacer los sentimientos, para siempre, apagan ojos se prolóngala existencia. Y luego el dia en que sus
no hay nadie que cariño ni deposite
le llore,
una
nadie que
flor
sobre
le
ame, nadie
(pie
grabe un recuerdo de
su tumba abandonada
EL ELEGANTE.
40i
Y cada
todo
por no obedecer esas leyes inmutables-de
época de
la
juventud perdonan
madura prescriben dignidad v
el
la
naturaleza,
vida asignan sus deberes y sus obligaciones; el la
aturdimiento,
la
veleidad,
sensatez y el juicio
;
que á
la
la
ligereza:
que
que á
que
á la
á la
edad
ancianidad imponen
decoro!
RAMÓN DE NAVARRETE,
la
EL ANTICUARIO.
«Señor; ebio rinini;il .no ie>ponilc' ni nolicia de !ms cosíis esl;'in por venir; de las p;isail:is sabe al^o » (Palaliras de niaese Peilro lial)laiid(» do su mono en I.t Historia de Don Quijote de la Mancha , escrita por (^idc U:iiiicU' Bcn Engeii, liisloriador arábigo.) ,
il;'i
^ue
nETERiTO, presente y futuro son épocas en
(|uo los
las tres
grandes
gramáticos dividen los tiempos;
y yo que ni de crítico me precio, ni de destructor presumo; cuando encuentro bien las cosas ó cuando nada me vá lo existente
ni
me
viene en ellas, respeto
(con perdón sea dicho del señor
Mendizabal nuestro contemporáneo). Dispúlanse
morro sobre quien acertará entre
sí
los
pretendientes
el
porvenir clases numerosas y respetables de
la
sociedad: los políticos
á decir
y
mas y mayores
los judíos,
pasó, y aquellos el destino que Entrega xlvi.
y
las gitanas
andan
al
desaciertos: apuéstansela^
ag\iardando estos el Mesías que vino y no pasará porque no rendrá. El presente nos 46
406
EL' ANTICUARIO.
pertenece á SI
los
españoles que gozamos delhoy, sin que nos conturbe
bien ni aun entre nosotros
quien
falta
lo
tema, como
mañana,
el
cuando no
los albañiles
están en el hospital, los ladrones mientras andan por sendas y vericuetos, los toreros en víspera de corrida los regentes constitucionales durante las minorias. , y El pretérito es un tiempo desconsolador ; múestrasenos como un arenal de infortunios de donde solo se levantan amargos recuerdos que emponzoñan la vida.
en lontananza cree
Allí
el
esclaustrado distinguir
sala
la
De profundis
de su convento, y un poco mas adentro la sustanciosa olla y la rica chanfaina: las viejas su hermosura y sus amantes: el cesante las mesadas que cobró y se acabaron....
¡Ay
no hay que
afligirse
del que tiene
pues
,
viejas de su auditorio en
«No
asi
una
que volver
la visla
que
á lo
como un predicador que
plática de
semana santa
embargo,
fué! Sin
logró enternecer á las
dijo luego para consolarlas:
no lloren, que loque acabo de decir hace mucho tiempo que pasó, y puede que sea mentira:» también estoy yo en el caso de poder asegurar que no todos los que miran atrás lo hacen por el raro capricho de aumentar sus lloren:
males presentes comparándolos con sus bienes pretéritos. molde que saque yo mi tipo á la espectacion pública. El Anticuario no pertenece á
la
época en que vive; y
aquellas sublimes palabras regnum tneum non
meam non
vez vitam
est
est
si
aquí viene como de
admitieran parodia
mundo
de hoc
,
podría decir
á
su
de hoc sécxdo; y digo que podria espresarse asi porque
para ello era necesario que supiera latín, y esto
demasiado. Es pues
Y
empezar exigiéndole
seria
Anticuario una partícula heterogénea del cuerpoá que está
el
un ser estraño á la sociedad en que vegeta; es lo que en un vaso de agua una gota de aceite que conserva su forma y su color sin confundirse ni mezclarse con lo que la circunda; su espíritu vaga en las regiones de lo antiguo; adherido
emanan
,
sus ilusiones de
lo
pasado; nútrese de recuerdos; pulsa cual puede todos
los trastes del diapasón de los siglos:
ojos
en
el
cogote
retrógrado de
mundo,
la
,
al
época
,
y
á estar
en su mano
hiciéralo retroceder á las edades
de parte militar se pierden en terreno.
aseméjase á
Como
la
ley aquilia en que tiene los
cangrejo en que camina hacia atrás; es en
la
,
para dar á conocer á
,
los
tiempos ó en
El prójimo con quien vamos ,
pues
aquel terrible huracán hizo tiritar de
miedo
de antiguallas
,
á fin
á
,
la
á
verdadero
marcha del
la clase
escabrosidad del
como las bellotas retratar un individuo;
basta
habérnoslas nació
la
tanto
sí
y yo me propongo hacerlo asi, procurando que la exactitud como si el retrato estuviera sacado al daguerreotipo. revolución francesa
la
que hablando en términos eruditos ó
noche de
todos los Anticuarios se parecen entre
de una misma encina
fin el
poco seria detener
al
del parecido sea tanta
mismo tiempo que
naturaleza sabia en todas sus creaciones,
al
la
levantar
aquel recio torbellino que amagaba destruirlo lodo y que quiso descendiese al mundo un recolector ,
cuanto existia
de que
si
utios
destruían las cosas el otro recogiera los
pedazos. Figúratelo á tu antojo, lector amigo, soltero, casado, ó viudo. Si le supones soltero será si
porque no encontró ninguna muger que contase doscientos
casado porque creyó topar una que fricaba en ellos
,
y
si
viudo porque
abriles} la
mató
EL ANTICUARIO. pesadumbres en cuanto descubrió que no los
á
mas general
que es
lo
de
que matan
los
á su consorte
segundas nupcias
un Anticuario
,
y quedan con
el suficiente
es caritativo
y que
,
para
,
el lector
el
pero echa un nudo mas á su
,
Un
penetrará sin duda
cuando
le
niño on casa de
un insoportable anacronismo.
cuartel de inválidos ó para bolsillo
gremio
al
seso para no contraer
que no tenga prole.
una aberración espantosa
seria
de san Marcos, ya
á la cofradía
es condición precisa
,
Por razones análogas
cuando
ya pertenezca
,
407
tenia. Pero ya se conserve cébbe,
el
prodiga sus limosnas,
,
hospital de incurables;
piden para
el
hospicio ó para la
inclusa.
Así mismo alto ó bajo
doy permiso para que
te
flaco
,
ú obeso
transijo respecto á lo de bien
cosas do
que
tal
como nadie (otro
cuelgues de
le
,
el
hombros
los
le
levita
cuadre,
te ;
mas no
artículo de conservarlas
diria:
que aunque no seas sastre,
sombrero en figura de sorbete y
le cales
de chupa
,
como mejor
naturaleza lo hayan hecho
la
conservado, porque
otro siglo lo entiende
consiento igualmente
representes
te lo
según Dios ó
,
7nejor
lo vistas
que todos) Ts
como
gustes, con
pongas chaleco con honorfs con grado de gabán
de
,
los
campana, y nada de Iravillas, que ademas de ser estas de invención moderna para quc^él las use aun dado caso que lo intentara habia tirantes pantalones de
,
de armarse estrepitoso escándalo entre sobre
derecho
el
de
civiles ni
cabeza no
pues
si
de llevarlas;
dejes guiar
alguna vez
le
por
dos últimas prendas de vestuario
Ya que
discordias intestinas.
las
te
las
nuestro amigo
y
le
no
albañiles
y
lo valga
,
escombros, por ver
de un agrimensor práctico
si
,
allá
piesá
se lanza entre los
surge de entre estos alguna
;
momia
y
ó cosa
los filisteos
adviertes su calzado sucio y gredoso como el mucho que frecuenta los vertederos
si
culpa será de lo
,
de estramurosen busca de preciosidades
Así como
de
y espónese muchas veces á perecer entre cascotes como
contemporáneos de Sansón
piensa salta
guerras
las
encuentras cubierto de polvo como sobrestante de obras,
en que apenas tiene noticia de un derribo
que
de
vestido
apariencias para tacharlo de falta de aseo,
las
consiste
los
es
lo
tienes
por aquello de que donde
,
menos
se
la liebre. el
distintivo de
á
puMo cerrado
fé
ha de salvar
á
,
no
un pirroniano
solo lo
alguno
,
que
le
dicen
es ,
dudar de todo,
el
de mi tipo es creer
sino cuanto inventa ó delira
bien puede asegurarse que no ha de ser
él
,
y
si la
quien vaya
Su genial es calmoso como y su lengua suelta y vivaz como un calesín en día de toros su memoria aunque no tan feliz como la de Orígenes que sabia desde la cruz á la fecha el antiguo y nuevo testamento, como un chico el yo pecador, ni como la de
á ver la pata coja y el rabo largo de maese satanás. \\n
Ómnibus
;
,
Xérxes que conocía nominalmente su ejército [relata los
á los dos millones
refero) todavía es suficiente
monarcas, capitanes, poetas y
artistas
de soldados que componían
para retener los nombres de todos
que verificaron su tránsito por
mundo hasta hace dos siglos. Aunque aficionado á la antigüedad y aunque
vive fuera de nuestra época,
el
no
por eso se crea que es intolerante. Nada de eso; oye y escucha con paciencia
EL ANTICUARIO.
408
todas las opiniones que están conformes con las suyas
;
y
al
decir opiniones todos
comprenderán que no hablo de las políticas porque claro es que un Anticuario no puede tenerlas. Viviendo fuera de este siglo, ¿ qué le importa lo que en él sucede? Quédense en buen hora estos cuidados para los que se ocupan del hoy ó ,
cuando mas del mañana. Los que sus miradas
lejos
contemplar
lo
piensan
él
á
levantar
papa que
vuelo para
no merecen otra cosa que compasión.
,
solo es
le¡
sublime»
escomulgue
mande
las etimologías están tan enlazadas
ser por precisión aficionado á ellas
ante todo sus afanes á buscar
;
y
el
con
ahorcar. la
antigüedad,
frecuencia salia á relucir
de su nombre bautismal. Llámase Pandolfo; y entre los que con
la
de Pandora
la caja
,
solo «por
,
no pudiendo avenirse con que brotara
calamitoso instrumento
Anticuario ha de
el
que aquí voy retratando ha consagrado
después de complicados cálculos y de sinuosos raciocinios
,
el
dirigir
dice, de que no le faltará mientras viva, ni
letras
pueden
intrincado laberinto de las cosas pasadas seguro,
el
ni rey que le
Como
se atreven
La noble antigüedad
nuestro amigo lánzase en
como
no
aves torpes que
,
genios apocados que no aciertan á
,
cortos de vista que no
,
que hubo en edades remotas ((
Y
así
de un círculo estrecho y mezquino
salir
la raiz
,
empezar con
las
mismas
de su ascendencia de aquel
acaba por deducir que Pandolfo es voz corrompida de
Pindolfo, y que sus mayores fueron oriundos de una aldea, sita á la falda del Pindó, militando después en las falanges de los GüeJfos. Por un método análogo
procede en sus investigaciones, respecto á pobladores,
casos en que juega
base de que
puso
en que existían
al sitio
la
Roma tomó
el sitio
en Pozuelo de
el
donde
Aravaca
se
Si
no
lejos
ciudades
las
yá
,
á sus
,
demás
los
de
la
dio el
,
la
dice que Atíla
nombre por
igual razón á
un malagueño
y poblada por
se levantaba la gloriosa Sagunto;
persuade de haber visitado
moderna
por acaso se encuentra
fundó Rómulo
,
que
puerto deNavacerrada,queen las inmediaciones
pueblos Arevacos ocuparon, aunque Celtiberia,
la
Numa
descubierta
fué
Nabucodonosor desembarcó en de Sahagun está
fundación de
nombre porque
este
primera piedra de Avila, que
la
la
que han desaparecido
etimología uno de los principales papeles. Partiendo de
Numancia , que Malaca
día
las
la historia los
y con pasar un
el territorio
que
los
colocó en los coníines de la
Soria.
un Anticuario
afecto á viages habrá
surcado
las
rebeldes olas que separan á Palencia de Valladolid, y á Zaragoza de Tudela
de
Navarra. Cuando camina por tierra cabalga en poderosa pero vieja muía,
yá
cada tropezón del cuadrúpedo se apea por
monumento. Tal vez recorriendo alcanza
á
el
si
topa algún escombro
espacio en que Guadiana
de insigne
serpentea oculto
ver en la llanura unaleve cima coronada por algún pedernal imperceptible
menos escrutadores y penetrantes que los suyos y desde luego dá por al minarete de una mezquita óá la cúpula de una sinagoga descollara en otro tiempo y en el recinto de una ciudad con mil puertas
para ojos
,
seguro que pertenece
que
allí
que cegó
el
curso del rio
al
sepultarse por consecuencia de
un terremoto.
EL ANTICUARIO. Pero todo
ramas
las
que sea examinar
lo
al
ó por mejor decir es buscar
,
por entero. Disponte
mi
á
amigo lector, para entrar en
,
devoto en
las
como
el
pero con la indispensable
ella,
como general que hace una como
circunstancia de que has de permanecer serio declaración de estado de sitio, grave
tipo
rector de doctrina, silencioso
cuarenta horas, preparado á sofocar
dentro de tus labios
la risa
por grandes que sean los dislates que de los suyos salgan
por mas que
En
su casa y que quiera conocerlo
corazón en los talones.
el
en su casa es en donde ha de considerar
solo
i09
Anticuario fuera de su casa es andarse por
y pronto á confesar
,
razón y la historia se pronuncien en contra. Con estos preparativos puedes ya entrar en la mansión enciclopédica,
que crees cuanto
en
la
mas completa anarquía
vera efigies de la
no
que
la
arca de Noé de cosas inanimadas, en el valle de Josafat de objetos movibles,
el
en
te dice,
contento
condescendencia hasta
punto deservirte
el
«
y por
el rastro
Se jacta
te
,
dirá
viril
el
metal vino de las Américas
minas de Ofir
;
por ejemplo
,
de su custodia
pero aqui vé Vd.
antigua casa solariega de
,
uno y
relación que entre
Cicerone
otro
nombre
la el
que suministraran
madrastra
que
cáncer,
al
y
;
el
la
pues yo poseo
,
y que á fuerza de nada menos que el que
vaso es
,
un veneno de orden de su
príncipe de Yiana
murió de un cáncer
las
según
monasterio del Escorial se
el
bodas de Canaan
las
catedral
primer oro que se sacó de
en ese vaso un poco del agua convertida entonces en vino
sirvió para
la
primera porción que de dicho
En
existe.
siglos va volviendo á su primitivo estado
espada de
la
vanagloriase
,
familia del célebre Orfila,
la
conserva una hídria ó ánfora que sirvió en
,
su
llevará
esplicándote
,
de poseer en
,
minas del Perú
Pizarro el primer oro estraido de las
de Toledo de tener en
mismo de
él
del Anticuario
fin
puerta
la
prenderías.
las
armería real
la
en
la casa
ha podido recoger en sus repetidos y minuciosos
artículo por artículo cuanto
paseos por
en
,
generosamente
con franquearte
y por cierto que si diera yo con ese había do pagar á peso de plata porque me gusta tener las cosas
lo
al fin
,
,
correlativas.»
Probablemente no atribuye á un
oigámosle debajo de
semanas con
tres
segoviano que
«Este es uno de
:
en
ciarías
cuarto
los
óbolos que
lengua para que pagasen
la
fortuna en hallarlo una tarde cerca del Si
en
la
moneda descubres
y confundir estos
al
Anticuario
números que
contestará del año
él
sin
con todo
16V8,
el
te
el
el
mérito que
mucho
enseñará con
te
ponían á
los antiguos
la travesía del
Letéo
campo santo de
año de su acuñación
aplomo y toda
la
Anticuario
los
;
pero
muertos
y no fué poca mi
puerta de Toledo.»
la
y crees coger en renuncio
,
equivocas, porque cuando tú
duda indican que
;
el
énfasis
digas «¿Ve Vd. aqui
le
este óbolo se
hizo
decisión de un
pero es déla creación del mundo.»
A
en 1648?»
Te
dómine. «Sí señor,
esta aserción
nada
te
quedará que contestar.
En en
seguida
la batalla
jl^bérselas
<le
te
mostrará una herradura que se
Glavijo
cuerpo
á
al
cqerpo
dar una ,
coz
al
portuic también
de
le
cayó
Mahoma
al ,
caballo de Santiago
con quien tuvo que
e^^le (¡uiso «alir á
la
defepsa de los
EL ANTICUARIO.
410
suyos. Cerca de esta herradura estarán unos anteojos descomunales y redondos
que dice haber servido
Y
Tobías.
al viejo
concluirá la relación de
enseñando un «ran barreño donde tiene reunidas arenas de todos
mundo desde Manzanares
don de á
San
el
Jordán hasta
desde
,
San Lorenzo
el
Tiber hasta
el
el
Nüo
desde
,
mas
;
si
el
esta sala
los rios del
Ródano hasta
el
las tales arenas tuvieran el
palabra denunciarían en alta voz su procedencia y clamarían por volver
la
Isidro del
campo de donde fueron
un miserable
traídas á la corte en
esportillo.
Constituyete luego en
salón á que dá
el
nombre de Armería
el
como su dueño, ya esparcidos por
infinidad de objetos tan raros
y
,
allí
verás
estancia
la
,
ya
colocados en forma de trofeos; pero no des asenso á tus ojos sino á tus oídos,
porque aquello que parece una albarda maragata es la que usó la celebrada burra de Balan ; el sombrero de tres picos que se presenta en figura do
quechemarin
sirvió para cubrir la cabeza al rey
salamanquino es una de estribos los
que rabió
que en tu concepto han podido pertenecer
que llevaba Escipion en
un músico de Luchana
un
;
coleto de charro
primeras lorigas que usaron los romanos
las
el sitio
de Troya; ese clarín de llaves que
es la impertérrita
trompa de
v todavía
sorprenderá mas reconocer en
te
banda de don
uno de
los
carabina de Ambrosio y
la
la
cuyo golpe cayeron
el
espadín
de un loro de Veraguas
la divisa
muros de
los
vendió
espada de Bernardo;
la
la
un carnero
Palmerin de Inglaterra, y en la cabeza disecada de
arietes á
le
fama. Bien ageno estarás
la
tu de creer que la escopeta de pistón que yace arrimada á la pared y
de escribano su vecino son
aquellos
;
un párroco de aldea son
á
ciudad santa. Esa
marmita de batallón que ves en medio del suelo es una de las famosas ollas de Egipto; lo que te parece una garrocha de baquero es el robusto lanzon de don Quijote; ese guarda-brazo sembrado de crucesfuó la cimera de Almanzor; aquella celosía de alambres
arpa de David ó
el
lira
la
de Orfeo; y finalmente
aquel pedazo de lona, que tu jurarías haber podido servir para traer de Galicia
envuelto un fardo de vivero, es
fueron á
la
gavia del buque en que los primeros argonautas
la
conquista del bellocíno de oro.
mas riqueza
Falta todavía que examinar otra sección que es acaso la que
contiene de cuanto en casa del Anticuario existe: esta es la condecorada con
pomposo
título
de
Museo
sucíameute embadurnados
cuando salieron de de
seis pies
pinturas.
de
y que
,
la tienda
del
á juicio de algunos valen
mercader:
empleado sus pinceles en cuadros
En
sin
ellos
no baja
de que
ningún
artista
célebre haya
de menor tamaño, ni aun para formar sus
grande esfuerzo
vea Vd., te dirá señalando
de Felipe V, hecho por el
hoy menos que
mas pequeño de
puerta de este salón se vé un disforme mamarracho,
frente de la
que pudiera pasar
que
el
él
colosales
de altura por cuatro de ancho ó utceyersa, porque su poseedor no
ha podido jamás llegar á convencerse
bocetos.
encontrarás lienzos
Alli
el
al
por
obra de Orbaneja.
Ticiano (cuidado con reírse
píiUor murió un siglo
«
Vea Vd.;
tremendo chafarrinón. Ahí tiene Vd. un retrato qntes que
iraciern
,
el
porque
si la
monarca,
historia ditíe
la
historia
sf»
EL ANTICUARIO. equivoca) Repare Vd. ese colorido de
la
411
escuela veneciana;
¡que ropas esas!
¡qué actitud! qué semejanza! Es un tesoro inapreciable.» verdad de sus espresiones crees
echará
,
culpa á
la
ó
,
la
si
tu franqueza
luz
cerrará
,
dudas de
Si
balcón
el
del cuadro
cuadro y
al
balcón, cuando crea perfectamente proporcionada
al
nuevo
abrirá de
lo
,
gradualmente y en muchas veces, y después de mil viajes de este
la
que no
se resiste á confesar lo
claridad
la
prorumpirá en mayores admiraciones y alabanzas. Pero acaso no baste esta nueva prueba para vencer tu incredulidad y obligarte á que reconozcas la
obra
de
la
Matusalén de
del
pintores:
los
mano, y conduciéndote con
aire
entonces
Anticuario
el
entre misterioso
y
cojera
te
triunfante
á
la
inmediación del cuadro, y mostrándote en él unas letras formadas conalbayalde te dirá con tono ó con betún de zapatero, y tan mal trazadas como la figura ,
sarcástico sin
«Lea Vd. ese
:
se lee Feliciano
duda de algún pintor de brocha gorda que sometió (no
época) á emborronar lienzos contra e\
AUi
letrero ijeñor incrédulo. »
la
voluntad de Dios y
de
las artes
Anticuario que todo lo convierte en sustancia arqueológica, dá
interpretación del susodicho vocablo: «eso quiere decir F.
que no hemos de repararen que
la
í
esplicacion nadie puede ya replicar lo
la
;
pero
siguiente
Liciano ó Ticiano
fecit
tenga ó no travesano,»
nombre
,
importa saberla
A
tan concluyente
mas mínimo.
Mostrarte ha luego un pais portentoso, en su boca, aunque á despecho de tus
ojos,
atribuye
porque acierta á encontrarse en
solo
y
como Mahoma
amenas
y cosas
él
Salvador Rosa, que vive Dios era
obra á
la
los
á
jamones
un
florecido,
rosal
tan aficionado aflores
de Aviles y
tinto
al
de
Valdepeñas. Situándose luego nuestro hombre en
caña larga el oficio
de
,
,
que dice ser
te esplicará
la
que
sirvió á
el centro del salón y asiendo una San Pedro para pescar antes que dejara
uno por uno todos
,
los
cuadros que
El retrato de un torero será Felipe
la sala.
II
cubren
las
vestido de majo;
paredes
Garcilaso
de la Vega aparecerá bajo la forma de un fraile benito anciano y achacoso; Andrea Doria con uniforme de resguardo; un moro tuerto será el retrato de Tarif, y á no ser por el traje le lo presentaría como el del hijo de Filipo de Macedonia ; pero pondrá el colmo á sus anacronismos tremendos, á sus
heregías artísticas tal
,
y
á
reyes católicos pintados lienzos que
Adán y Eva en
la otra
al
natural por Mengs.
paraíso, es
un cuadro, que
retrato délos Escusado es decir que todos los el
el
existen están firmados por los maestros de todas las escuelas,
allí
verdad es que y
sus terribles calumnias diciendo que
vez quiere representar á
mitad
la
mitad
al dia
lo
fueron
el
día antes que el Anticuario ]os comprara,
siguiente de haberlos adquirido
,
que
á
no ser
asi
mal
de cada esquina encontrara mí liombfe hoy un Düniiiii(piino, mañana un Herrera el viejo, al otro un Correggio, v asi podría comprenderse
sucesivamente añadir que
sí
las
los
que
á la vuelta
mas raros y de mas mérito. Pero debo cuyos nombres aparecen en los cuadros pudieran
obras de los autores pintores
levantar sus cabezas y mirar
lu
que
le?
atribuyen
,
volvoríapse nrecinita<lamente
EL ANTICUARIO.
412 á los
sepulcros por no verse tan atrozmente injuriados y con tanta injusticia
cubiertos
baldón.
tle
Hasta aquí, amigo lector,
pero
justo
encontrarse
algunos
embargo de
estas dos
general,
el tipo
indispensable
é
el
confesar que
es
de juicio claro y
carácter distintivo de
entre
imaginación
de
circunstancias aconléceles
que
lo
despierta;
don Quijote
á
la clase;
suelen
individuos
sus
mas ,
sin
que
se
mostraba cuerdo y sesudo en todo genero de materias, y solo perdia los estribos de la razón cuando se tocaban los puntos de la andante caballeria. Asi los
con juicio (perdóneseme
Anticuartos
discurren atinados en cuanto á
de cosas de
los siglos
la
del entendimiento,
silla
monomanía que por donde
infausta
la
estas palabras)
edad concierne; pero en hablándose
que pasaron bamboléanse en
asómase á su boca y á sus ojos
enlace de
violento
el
nuestra
y
quierii
Jos persigue.
en
Como es posible que si hasta ahora no has tropezado real y verdaderamente el mundo con un Anticuario te halles con él algún dia de manos á boca,
quiero repetirte aquel consejo de que no
de cuanto
y
te
te diga
profese
un
,
odio eterno
,
lo será
duda en nada
repliques ni pongas
le
porque sobre ser esto causa de que
te
tenga por un ignorantón
también de que comience
á revolver papeles,
y te presente testimonios inmensos de escribanos en justificación de sus asertos. Si se trata de unas tablas que dice haber servido de tálamo en la boda de Tctis
y Peleo, y no das entero crédito á sus palabras, sacará un proceso de papel sellado en el que estará escrita la historia mitológica de aquella madera , dando escribano de Zalduendo fé y firmando el testimonio algún Pedro Fernandez ,
(jue
mismo que se las vendió. Esta circunstancia te pone en el caso de poder hacer tal
vez fué
el
del bolsillo del
Anticuario un objeto provechoso de tus especulaciones. Llévale
,
por ejemplo,
un pergamino que haya servido de forro á algún Flos Sanctorun y con que le presentes un certificado que tú mismo puedes hacer, seguro de que el ,
comprador no ha de reparar en
la
forma
de los ejemplares del voto de Santiago
magistralmentc que los agujeros que para sujetarlo
en
la
letra
el
lo
,
tomará por uno
haya adquirido dirá
le
encuadernador hizo en
el
pergamino
plomo que en
para colgar los sellos de
libro sirvieron
al
ni
y después que
,
otro
tiempo atestiguaron su autenticidad.
Algunos Anticuarios hay que
se
dedican á recoger autógrafos de personajes
célebres, y estos son una mina rica y abundante,
cuyo
filón está
siempre
al
alcance de quien aspira á explotarla. Si sabes de alguno que compre este género
puedes llevarle
,
sin riesgo de
que póngala menor duda, un escrito chmo ó
el libro de los Cantares
japonés por
de
,
un papel con notas musulmanes,
taquigráficas por el
Alcorán que escribió
el apóstol
de un mesón por
cuentas del Gran Capitán. Pero para que
uidispensable
semi-prueba
,
las
que acompañe que
si
para
pstos testinionios valen
el
á
los
estos
autógrafos
el libro
de paja y cebada lo
compre
algún testimonio,
es
alguna
vulgo, es decir, para los que no somos anticuarios,
tanto corno las bulas páralos difuntos y las indulgencias
EL ANTICUARIO. para los protestantes artículos de fó
,
,
para un
il3
Anticuario son aquellos documentos otros tantos
de cuya veracidad no es posible dudar.
Para que los lectores de este artículo no crean que no
acabo de esponer retratando positivo
al
Anticuario
que probará no estar recargados
que hasta
el tipo del
del célebre
Anticuario es
Newton en
unos 62,000
la
muy
friolera de
hay verdad en cuanto séame permitido citar aquí un hecho
,
los
colores.
En 161G
(y nótese de paso
antiguo) se vendió en Londres
700
libras
esterlinas
,
un
diente
ó lo que es lo
mismo
á los pocos días se anunciaron en venta como otros 800 dientes que debió tener unas mandíbulas descomunales y una boca con mas andanadas que las de un tiburón; porque no hay que dudar de la certeza de que todos aquellos dientes le habían pertenecido mediante á que rs.
y
del famoso físico
,
cada uno de
ellos llevaba
su testimonio.
Y
la
fama todos aquellos dieptes se vendieron
el
primero.
lo ,
mas estraño aunque no
es
que se^un publica
á tan
subido precio como
Antes de concluir, y en agradecimiento, amigo, benévolo y cachazudo leyente, do haberme seguido hasta aquí quiero darte un consejo que puede servirte de grande utilidad. Si tratas á algún Anticuario puedes llevarle sin temor ninguno á ,
tus visitas y galanteos
que estorbe,
tu
.porque como nunca
falta
compañero, en tanto que tú
por instinto y afición de entretener á
la
te
aliado de una joven una vieja
entretengas con
la
niña, cuidará
anciana, que para él solo hay belleza donde
hay antigiiedad,
MANUEI. D. IKARRAXA.
PjtTBEGA
XI.VIl.
EL APRENDIZ DE LITERATO,
GNoBo carísimos lectores, si tendré la suficiente habilidad para trazar fielmente título tenéis á la
un
tipo
el
tipo
cuyo
cabeza; porque para trazar
se necesita,
no
solo habilidad, sino
cierto descaro, un corazón franco, poco miedo y... no mucha conciencia en mi concepto.
Tener un verdadero conocimiento del tipo
á
del carácter
quien se retrata con
(instrumento
muy
semejante
al
la
pluma
pincel, pues
unas veces saca exacto el parecido que poner abajo retrato de fulano hay y según quien la maneja.) conocerlo, para
como
él,
otras
Tener ese mismo conocimiento de sus costumbres, trages, ocupaciones, etc. etc. porque en estas también si me se tachará de fastidioso y exagerado; Ignoro
dos
faltas es
muy fácil
incurrir por dos razones: la
demasiado exigentes, que todo
y
les fastidia,
una porque hay
ciertos lectores
que en todo encuentran aumento
por exageración. (Suelen ser estos regularmente, los mordidos
el
implacable
escritores poseen con efecto, aunque
aguijón de los escritores) y la otra porque los no todos, estas relevantes cualidades. (Tal vez sea yo de este número.)
Ignoro en difícil
por
fin
,
si
la sencilla
acertaré á llenar todos vuestros dedeos. Este es el punto mas razón que todas las personas no tienen el mismo gusto, ni
mismo modo de pensar; y en esto de llenar todos los deseos debe uno andar con mucho tiento, sobre todo cuando escribe artículos de costumbres, y retrata
el
~^'^S^-_S'^
EL APRENDIZ DE LITERATO. fiel
415
ó infielmente caraotóres, pues á los individuos á quienes toca alguna parle,
suelen llegarles estas descripciones á lo
mas
Para escribir estos retratos se necesita un lean esto creerán que es ni es esa
el
prólogo de
mi intención, ni me
un
vivo del corazón
arte de hacer tipos,
pasado por
lia
y
del
amor propio.
tacto... pero jqué diablos!
los
que
y seguramente que
mientes semejante idea. Dios
las
quiera que yo salga bien librado!... en fin, no sé vida he hecho...
sin
y
si sabré hacer lo que en mi embargo, lectores mios, no abandono por estola empresa.
A pesar de cuanto he hablado tengo para mí que algunos enemigos me acarreará y que muchos me aborrecerán sin conocerme porque las mundo se compone do aduladores, y la restante de personas que gustan ser aduladas; que comen y engordan con la adulación; porque seguramente esta es tan dulce como el caramelo y la verdad franca y pelada, tan amarga aveces como la hiél. Pero tampoco por esto rae desvio de este ligero articulito,
,
tres cuartas partes
de este picaro
,
mis intentos. Por tanto escuchadme con atención que voy á comenzar, sino hablando como un libro, á lo menos como hablan las Entregas de los Españoles.
En la época enque vivimos, e/Joca biñllante, abunda, mas que ninguna
común que en
otra, el
(á
pesar de serla de las revoluciones)
Aprendiz de
literato.
Este se ha hecho tan
En los paseos, en los cafés, en los teatros, (cuando es aprendiz que puede gastar 12 rs. y 8 mrs. en una luneta, ó 6 con 8 ídem en una galería). En fin, es tan general que las dos terceras partes de los
todas partes se halla.
jóvenes del dia cultivan este sublime
A
los
12 anos comienza
el objeto
arte.
de nuestro tipo
(
después de haber aprendido
á leer medianamente, y cuando empieza á escrúñv en falsilla) á dar muestras
de sus disposiciones. Se ocupa en leer
en poner en
la
las poesías
de Zorrilla ó Espronceda, y
cubierta de la Escuela de moral ó del catecismo del abad Fleuri los
modernos y escelentes versos Si este libro se perdiese.
Como suele
suceder, etc.
alterándolos á su
manera y acondicionándolos á su nombre y circunstancias como por ejemplo; Es de Juan Antonio Fernandez que
De afición
veces á
esta
y
quiere para leer.
maneras vá haciendo rápidos progresos y es tanta la poesía que suele quedarse sin comer en la escuela seis
otras varias
que tiene á la
lo
la
,
semana por haber preferido hacer un
ciento de cuartetas á estudiar la
lección de gramática, innecesaria según su sistema. Si el padre del susodicho es
todos los días
y
dirige al
al
un hombre medianamente racional
,
se desazona
recibirlas continuas quejas del maestro por su desaplicación,
muchacho
justas reprensiones;
gl castigo ni las araoncstíicioncs
pero este no hace caso de
ellas,
y ni
son suíicicntes á hacerle desviar ni un ápice de
EL APRENDIZ DE LITERATO.
416 la
senda que con tanto entusiasmo ha elegido:
su padre cuando este
— Papá
único que suele responder á
lo
hace dulces reflexiones,
le
es:
yo he nacido para poeta y no sé por qué quiere usted contrariar mis inclinaciones. Inútil es, pues, que yo estudie, porque para ser poeta ó literato ,
(que según
demás
lo
una misma cosa) no
él es
es necesario estudiar. El poeta nace
y
es cuento.
El padre suele responder á esto asentando
pun
la
ta
de su bota en las nalgas
cuando menos dándole un fuerte pescozón. Pero cuando es un padre (que como hay muchos) tiene sus cinco sentidos en su hijo único,
del precoz aprendiz, ó
y no
tiene todo lo de
e\
Salomón,
se regocija
Petrarca: accede alas sviplicas de su hijo,
en
el
y
una décima ó un romance, y
hijo hilando
muy
cual ha hecho
se le cae la baba al contemplar á su
le
sabio que el Tasso ó que
quita del estudio de las matemáticas,
pocos progresos, y
apenas ha cumplido quince años. ¡Entonces
zampa en una oficina cuando el muchacho se encuentra
le
que
sí
Con la pluma en la mano un cigarrito de papel en la boca (para embadurnando papel á troche y moche. Escribe sus versos encasa
en su elemento darse tono) y las horas
mas
cree
le
!
,
que tiene
libres
y aun en
,
la oficina
suele hacer alguno que otro en los
ratos de descanso. Hasta esta época de su vida sus composiciones son dedicadas
á su papá en susdias
mamá
á su
,
de su edad á quienes hace
idem, y todo
lo
demás
unas cuantas chicuelas
á
amor. Pero ya van pasando dias y dias y su ambición vá aumentándose con la edad. Ya no se limita á componer décimas á su de gloria
papá, ni cuartetas para con
mismo
el
objeto
el
las nuvia>i, ni otros
todos los que
á
varios versos que hacia anteriormente
lo solicitaban.
Ahora
las orientales
y
los
sonetos sustituían alas décimas y las cuartetas, y ansiaba ya ver su nombre en letras de molde. Tiene por fin una ocasión de insertar una composición suya en
un
y entonces su
periódico
satisfacción no
publicación no duerme de impaciencia.
para que
le
don un ejemplar
Corre con
tarde.
para á cada
remira cien
cama
periódico en
la
momento y lo lee. Vá veces su nombre para
todas sus letras la
el
porque
,
,
y por
el
limites. fin
La víspera de su
y vuela
,
repartidor lo lleva
á
á la
imprenta
su casa demasiado
mano y conduciéndolo como en
triunfo.
Se
repitiéndolo por la calle de memoria. Mira
cerciorarse
si
está
llega á su casa. Si sus
fin
para
los despierta
tiene
Amanece por
completo y
si
y
tiene cabale?
amados papas están todavía en
enseñarlos su primera producción impresa, y grita
lleno de júbilo:
— Sí, letras...
míralo bien
Sus amados papas
—Vas
á ser
en
si
letras de
molde
y mi nombre con todas sus
lo leerá, etc., etc., etc.
lo leen
un gran
— Ya verán Vds. con Bretón de
está
,
mundo
y todo el
también y
le
toman
la
cara sonriendo sg,
poeta, le dicen.
me hago
los Herreros,
célebre.
¿Y sabes papá que ya tengo relaciones
y que ya he hablado un
ratito
con Ventura de
la
Vega?
—
Si? rae alegro, hijo mió; esos distinguidos literatos, te
Así se va pasando
el
tiempo y con
él
los
pondrán en carrera.
años de nuestro Aprendiz. Cada
EL APRENDIZ DE LITERATO. dia
417
que pasa crece su entusiasmo poético y su ambicien. Cambia de aspecto, de y aun de figura. Su aspecto antes natural,
trage, de costumbres, de carácter
risueño y nada chocante, ahora es un tanto feroz, triste y original: su trage antes
compone de un jaique puesto á la negligé un pantalón ancho puesto con mucho descuido, sin tirantes y
sencillo pero bien ordenado, ahora se sin abotonar; de
cintura por
sujeto á su
un voluminoso cordón de seda que remata en dos un nudo flojo y mal hecho dejando tremolar sus
colosales borlas; la corbata con
puntas como
,
bandera del congreso de diputados; y últimamente, unas largas y descuidadas melenas que ondean también á manera del pabellón nacional. Sus la
costumbres antes diabólicas y amuchachadas, ahora son austeras. Su carácter como el ruiseñor en la primavera, ahora es áspero, desabrido
antes dulce y alegre
y melancólico. Siempre con vez para dirigirlos
al cielo.
en
clavados
los ojos
Siempre con
tierra,
moviéndolos alguna
dedo índice sobre
el
la frente:
siempre
marchando con desigualdad y desconcierto. Por último, he dicho que hasta Su figura era diferente, porque antes era grueso, colorado y rollizo, y ahora es seco, pálido y lánguido como la flor marchita por el impúdico rocío de un perro atrevido
c insolente.
gitanos).
Su
muy
Todo
y desgalichamiento (como dicen los suele sin embargo ser...
es languidez
figura afectada para parecer interesante,
tirana.
Ya
se Va
acostumbrando mi i4/)rencZt2 á ver publicadas sus composiciones,
porque como todo
se
imprime se imprimen también
individuo. Si va por
la calle
contoneándose,
los versos
de este interesante
con
pensativo y
los
bajos
ojos
como ya hemos dicho, dándose toda la importancia susceptible de un si encuentra un amigo que le para para hablarle le responde con aire tónico. Chico, no puedo detenerme, pues hoy tengo que hacer mas que nunca.
poeta,
y
—
A
Dios.
=— Pero escucha, tanta prisa tienes?
—Mucha.
'
—A
que hora estás en casa?
—Es muy dias tengo
difícil
encontrarme en
de Gai'cia Gutiérrez, á hacer una Zarate que
ella.
que corretear todo Madrid:
me
visita,
aprecia en estremo...
.
mayor
Figúrate que la
á la oficina, á la
ó bien á
parte de los
redacción del S
Harcembusch,
á casa
ó bien á Gil
y luego esta noche voy á ver que
tal
y
es la
comedia de mi amigo Asquerino.
—Hombre,
sabes que ese Asquerino es
muchacho que
lo
entiende? Tiene
gran disposición.
—Cá!
nada de eso. ...todo es
—Ya
nos veremos por ahí.
—Sí,
ves á buscarme á
Aquí
superficial.
Conque
la oficina.
se separan los dos amigos: el urtd ct^evendo
mas que Martínez de
la
á Dios.
Ro«a, y
el otro
que nuestro Aprendiz sabe
por su parle creyéndolo también á
mismo. El Aprendiz de literato suele aborrecer por
lo
común
á lodos sus colegas,
sí
^18
EL APRENDIZ DE LITERATO.
los desprecia
porque los cree pujmcos á su lado; asi es que cuando lee alguna composición ó ve alguna comedia de los demás dice como de Asquerino:
—Qué
cosa tan malal... cuántos defectosl... y todo
este
mera
talento es
superficialidad.
Ya buen
dice que no
castellano;
hay poesía en
las obras
que
él
no hace
;
ya que no tienen
que si se le manda conjugar un verbo ó declinar y una palabra, ó decir cuántas son las partes de la oración, seguramente que se queda atollado como las ruedas de un carro cuando atraviesan un lodazal; y sin
embargo de
es de advertir
esto es indecible su
amor propio.
Pero cuanto llevamos aquí referido no es nada en comparación de lo que queda por referir. La penúltima época de su carrera poética es la mas digna de atención. trágico
Como que por
lo
regular
al
Aprendiz de
y sublime, y muy pocas veces por
da
literato le
lo jocoso.
Guando
el fuerte
por
lo
llega á esta época,
el Aprendiz de literato ya no se tiene sino por muy maestro, y se lanza á una nueva empresa. ¿Pero qué empresa creen Vds., carísimos lectores, que acomete nuestro orgulloso pdadin poético? Ya lo habrán Vds. adivinado sin duda alguna;
pero
lo diré sin
embargo. Este genio intrépido, genio que todo
reparar en pelillos tiene
;
lo allana
sin
va á componer una tragedia. Pero no crean Vds. que su obra
un argumento
sencillo y de fácil desenlace. No; elige el que le parece de mas espectáculo. Regularmente supono la acción en tiempo de los moros. Emprende una verdadera tragedia de tramoya. Cinco actos y dos ó tres docenas
de interlocutores (sin contar moros, cristianos, guerreros, pueblo, cortesanos, esbirros, verdugos, etc. etc. etc). Pero nncslro Aprendiz tiene tanta vena, tanta facilidad de
de
moda
la
componer que en
seis días
precede de un largo é
coge con entusiasmo y
conduce
la
concluye su tragedia, que para hacerla
interesante prólogo. al teatro del
Una vez
concluida
la
Príncipe sin consultar con nadie;
entrégasela al empresario del teatro, mediando regularmente y sobre poco menos entre ambos el diálogo siguiente:
mas
ó
— Beso á V. —Para
mano.
la
servir á V.
'—Vengo á dar
á V. esta
tragedia por
si
le
parece que podrá ponerse en
escena.
—Hombre una
—Y qué quiere
Y
tragedia!
V?...
tan joven...
Hace uno todo
mucho emprender
lo posible
es.
por adelantar... por adquirir
reputación.
—Está
bien, (luego
examinando
próiogol Esto debe ser eterno....
—Mucho espectáculo sobre —Bien.... en
principios del
fin,
allá
cubierta)
Cinco actos y precedida de un prosa....
todo.... pero ofrece bastante interés....
veremos.' Se leerá y.... puede V. pasarse por
nqlií
á
mes que viene.
—Está muy bien; beso — Beso
la
y luego en verso y
á
V.
la
mano.
á V. la suya.
Y aquí nuestro
Aprendiz
sale de la casa
y
se dirige ú la
suya mtiy satisfecho.
M9
EL APRENDIZ DE LITERATO. Dá cuenta
á sus papas del paso
complacidos
En
al
en
está
levanta
el
teatro
mas sino que su tragedia le desvela indeciblemente hace un siglo. Ya se le figura ver anunciada su epíteto de original de un joven de corta edad; ya
se le el
ocupando con su
que desde
Que
aprobación.
muy
literarias.
último no diré
telón y
el
y
muestran
estos se
pensar que su hijo puede hacerse célebre con sus obras
al
cuanto
y que cada día que pasa obra en los carteles con que
que acaba de dar,
acaba
se
familia
un palco principal, ya que
prólogo entre bravos
el
y palmadas, y que corre
presuroso entre bastidores á conversar con los actores, causando admiración envidia.
á tal ó cual escena los espectadores aplauden
Que
informados de quien es miradas; y en
de
¡el
autor!
fin
y
el
la
tragedia entre aclamaciones, aplausos
el
folio
para
imaginación del Aprendiij, que repite hasta en
como
el
muchas
joyas para arrojárselas á la escena. Estas y otras
fuesen á citar no bastaría un volumen en la
y voces
coronas y ramilletes de punto de desprenderse las señoras sus arrojan
las tablas le
entusiasmo hasta
y
con entusiasmo, é
hacia el palco sus satisfactorias
autor todos dirigen
que concluye
y que saliendo á
flores, llegando
alhajas
el
se
principio el público empieza á dar muestras de
el
ello)
la
ideas (que
si
se
agitan constantemente
cama algún
trozo favorito,
que sigue» de su admirable obra dramática. tJn tiro de caballos te presento t)é lo
mejor, señor, que se conoce-
Gran Solimán, admítelos contento
Que son de
ayudarán
Ellos te
De
tu
casta rápida y veloce. (1] al
escarmiento
enemigo bárbaro y feroce, le traerás como Ecce-homo
Al cual
y amarrado sobre el lomo. las mas hermosas de su colosal tragedia, se deja mas castizo y la gramática mas refinada; y su autor ansia
Sujeto
En
esta octava real,
traslucir el castellano oiría
una de
de boca del actor con toda
Llega por
fin el dia
la
que tiene
energía de que es susceptible.
escuchar su sentencia, y después
fijado para
de acicalarse y componerse, parte velozmente á su negocio. Sube la escalera con el corazón palpitante y el alma en un hilo; llama, entra y saluda á su juez
con afectación.
—Amigo
mió, (le dice
este
meneando
cabeza) su obra de V.
la
ha sido
altamente desaprobada.
—¡Altamente dcsaprobadal la
muerte j
Y
dice
el
joven con balbuciente voz, y pálido como
cómo?...
«—Es muy
inverosímil..,,
«—Pues
lenguaje esta lodo sembrado de
el
-"9í, tendrá todo
Es tan aficion;itIo (1) todos sus versos.
lo
ú
y luego tiene un lenguaje;
que V. quiera; pero
estas licencia»
floi'es
el
¡.ll!
retariüas....
Voto de los inteligentes. 4..
poéticas, que
las
iIcEnicnuza
con
jirofusion
en
420
EL APRENDIZ DE LITERATO.
— Oh! Yo vez
—
En
—Ah,
lo
puesto que ese es
fin,
es
un género particular y tal su parecer no liay mas que conformarse. sucede muy frecuentemente aun á los mas
respeto mucho. Pero es una obra de
claro;
y que esto
esperimentados literatos. Por lo tanto no hay que desanimarse. Ahí tiene V. su original.
— Pues señor, gracias por molestia. —No hay de qué; nuestra obligación. la
es
—A la
orden de V.
'
^^Páselo V. bien, caballerito.
Y que
el
mismo que
sm
dias atrás llevaba
en
la
mano con
aire
de triunfo
lá
obra
mohíno, cabizbajo y pensativo.jSin embargo, los movimientos que le agitan son movimientos de rabia de furor y de despecho; porque no solo no conoce el poco mérito de su obra, sino que cree que los que se la han reprochado han obrado asi por ignorancia por envidia; él creia
igual, sale de la casa
,
y
últimamente nuestro aprendiz está íntimamente persuadido que su tragedia vale mas aún que el Pelarjo de Quintana. Así es que á los mismos á quienes antes había dicho:
—Tengo una
vayas á verla, ahora
Ni hay
en
tragedia dada
les dice.
la
desempeñen, ni
suficiente talento para darla la cali^cacian la
ya
daré billetes para que
te
—Chicos, no me preguntéis nada sobre
Madrid cómicos que
Esta es
al teatro;
que
le
los
este asunto.
día tienen
literatos del
el
corresponde.
opinión del Aprendiz de literato en semejantes casos. Jamás conocd
sus yerros, jamás sus defectos, y cree, que lo que varios hombres sensatos le dicen relativo á que sin el estudio nada se consigue , es una solemne necedad,
porque
los poetas cuando vienen al mundo vienen ya estudiados y poseídos de que llaman uewa, y en disposición de componer un poema épico. El que nace con esta necia y ridicula vanidad, la conserva por desgracia hasta la muerte!, lo
y
así
abundan tanto
oficiales sin
saber
la
Aprendices de
los
literato,
gramática castellana
,
de las palabras del diccionario de la lengua de mala muerte que se imprimen porque todo
En suma,
Aprendiz de
el
literato es la
y hay tantos que se dan ya por
ni el significado de la vigésima parte ,
porque componen cuatro versos se
imprime.
plaga de España en
época en que
la
vivimos, y que contribuye no poco á que se vea tan ajada y marchita la literatura española.
¿Y
en qué acaba
acaso que
el
tiempo
el le
continuos desengaños,
Aprendiz de
literato'!.,
hace ducho? Nó; al
ni ha nacido para poeta
,
¿Alguno de mis
tiempo
lectores se íigurá
que hace es darle
á probar
cabo de los cuales se convence (no siempre)
de que
el
lo
ni ha estudiado para literato. Si se convence de esto
abandona
el arte sublime que tan fácil le pareció en otro tiempo y oculta lodo que hubo una época en que hizo versos contando las sílabas por los dedos ó medidos con la vara para este efecto viviendo como puede es decir. ,
lo posible
;
Sin (i
qué cuando
ser
literaio
arfépeiilidoí
le falla se
le
pase ni remotamente por
ó poeta para ganar con
;
la
imaginación
que mantenerse. Esto hace
el
el
volver
Aprendiz
42l
EL APRENDIZ DE LITERATO. Si por el contrario
no
convence
se arrepiente ni se
(á pesar de los mortales
y
repetidos golpes que ha sufrido) de su poca inteligencia, ó por mejor decir, de que
no sabe una palabra de nada de
las
viéndose ya sin recursos para vivir y maltratado
,
musas, denigra á estas hasta
punto de dar á vender á dos cuartos sus
el
dulces y celestiales inspiraciones, empleadas en tiernisimos trovos nuevos para
comunmente se dividen en primera un galán á su dama y la espuesta
cantarlos con acompahamienlo de vihuela. Estos
y segunda que
le
dá
en coro
parte ó sea finísimas quejas de
ella
si
;
teniendo ademas su correspondiente
se quiere.
En cuanto
e stribillo
armonia de
á la
que puede cantarse
,
los versos
no hay nada que
decir; y para que Vds., carísimos lectores, se convenzan de que seria poco todo elogio, ahí vá para concluir, una parte aunque pequeña, de los trotíosqne
ha concluido hace unos dias á dos cuartos] pero
y estentóreos
Aprendiz para que se impriman y vendan
cierto
como aun no han
visto la luz pública, ni oido
gritos de los hónralos ciegos madrileños
,
lo<;
penetrantes
se lo ofrezco de todo
corazón á mis lectores como una verdadera novedad.
Hermosa del alma raia Dueño de mi corazón
,
,
Junto á mi eres agua
Y yo encendido
fría
carbón.
Ven para que
se
apague!
Tanta candela
Por que
el
Poca agua
Un Que
rio
tronco de cuerpo tienes
deja por
Por
tí
sonante
lleva.
tí
rendido;
de amores perdido
Guando
vas y
te
te
vienes
Tienes cada carrillo
Como una bomba De
aquellas que cayeron
En
Barcelona.
Dicen que Medusa tiene Serpientes y no cabellos;
Y
á
De
tus ojos los destellos.
mí me roen
Quítame
Que por
tí
la
el
alma
cadena
arrastro
Para que á
Pegando un
tí
me
llegue
salto.
Estos magníficos y armoniosos fragmentos acabarán de dar á conocer á mis
que vale el Aprendiz de literato, y conocerán también que su fama no debe quedar oscurecida; todo lo contrario, debe pasar á la posteridad, para
lectores todo lo
que
los
Aprendices futuros tomen ejemplo de
KNTRKGA
XLVlII.
los presentes,
y
las
generaciones se V8
,
EL APRENDIZ DE LITERATO.
422 trasmitan unasá otras
para los trobos
,
la
vena
subliine, el gusto poético
y
las
diñnas
inspiraciones
por todos los siglos de los siglos.
Alguno habrá que
y conociéndome,
dirá
leerla firma de este insulso
al
no
sin algún
y mal pergeñado
artículo,
fundamento, que yo también soy Aprendiz
de literato; pero debo advertirle, después de darle la razón, que hay dos clases de aprendices
me
la
:
una
que acabo de bosquejar, y la porque habria mucho que decir sobre
la
callo,
poca mi modestia
es la
si
otra el
,
á la cual pertenezco,
particular;
y
seria
muy
después de haber fastidiado tanto á mis lectores con la
poquísima gracia de mi artículo
me
espusiera de nuevo
á hacer
un mal
retrato
delsegundo Aprendiz de
LUIS
literato:,
LOMA Y CORRAS!.
EL COI^THABANDlSrA.
v^^ARGA pesada se echa sobre sus hombros quien Intente
—
pintar
pero
un
al
tipo tan general, tan diverso, tan multiforme,
mismo tiempo
tan profundamente original
nombre vá
aquel cuyo
al frente
como
do este artículo. Por
obra sería enteramente imposible si se hubiesen de representar las diferentes variedades del Contrabandista español, y hacer mención de todos
de contado que
los hábitos,
la
mañas, arterías con que se sustenta y vive hacienda pública y del comercio de buena
á costa de la fé.
El contrabando se propaga tan maravillosamente en
nuestrosuelo,'gracias acierto abono que llaman Arancel
de una virtud sin igual, que
historia de toda nuestra administración pública
Y hace
el
esplicar
ramo de las rentas públicas.
unopor uno
el
¿A
y privada, de
,
marcha y
si
hubiésemos de
Contrabandista-einbajadür,
Contrabandista-escribano
el
todo cuanto se dice
dónde iríamos á parar
Conlrahandísta'ministro, el
Contrabandista-intendente
describir la
progresos deesta planta indígena, seria retratar la
los
,
c\
el Contrabandista-oficial
de rentas, el Contrabandista-general, el Contrabandista-carabinero y los otros individuos de este nuevo género del reino vegetal que se le escapó á Linneo, y que
merece sin embargo llamar tanto pues á reducir concretémonos
la
cuestión á
atención de los hacendistas botánicos?
de proporcionarla á
especialmente á describir
Contrabandista español, andaluz.
íin
la
el del
uno de
Vamos
nuestras débiles fuerzas, los tipos
Contrabandista por escelencia,
el
principales
y
del
del Contrabandista
-
"
''^'*
EL CONTRABANDISTA.
couXTLtZ,
'
L'T' T„r r ?
cuando t^re
s
'"dos saben
,
'
y
se le
si
es defraudar la
'''""*"' El Contrabandista ''"" "'""'''' "' "'° ^^
"""" "^
InT
^»™»
'"'
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bueTpdrevafel
Valiente
"" "^""P"'» -^"'o P«ede
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Haciendapública
""'" -''iueledi,.i„g„..
f'"'".""
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ademas
- -P"-
'
Pe-
^'Hiciones, nunca escapea el uga:áTslTiIer™"'°r"r ''''''"'' ''=' ''^"° '«°" «" condición, en fin, e, uÍ" ,"0^0 a d!7 f '"''' "" """"'"^ " ™='°=™' '^^ '- "'» enconíridas ;::::bret. ^ dinero para
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fuera á los almacenes
hablam„,.E„drs;u
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contrabando nue se Inlrnl
fabricante es capitalista
al
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.
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"'"
preV^Lrr'r''™"^""^ <'« ™ f'" n\s e rl;:: T""»''«"^^ "'"'"' "'
que
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contrabando, aris
''''
''"''^^°^™°' >>"
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''"'''^"
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materia ai estudio!
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'
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°'^'" '°^ ""^Í"^^^:„" emprender una operación del oficio,
P™;" "P"-™
de la'nac enda'
'-s individuos del
"'"" """bo, consagrado,
's
r''"
de nuestro bonrado defraudador
I
pueda poner impeliré ""^ ""'^'' " "vi ^e" -«"'Lid"" '7'"'t "" '™- ®'''"'*'' documentos son siemnre un embl 1"" e^'os '"' ^''""°' hombres de bie: coñTo „ ^ '""' ?"""''=' P»™ lo» "'' '' P"*"^'"" «"^ ""«^'™ '"'>'l>«Claro esténu'e "^ ,
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sabe
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1
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,
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'»
,
a::::!
Vrtrrr ^ I„ parte ^ LZ^.^ ^n^ZZ" J::":'"»-"--,-"^ '°^' Gibraltar
co^o
lo
centro
son San Roque
,
1
s
Barras 6
Ali
""."r
' "'' muy bien com'o c'om;!:::!? En esto de buenos servidores no hay
sabri
"™
gobierno en
"
""' ='"
la tierra
'»
^"''^'-^''
"'"'^""^ """'"''*'
""^^'™
>«-
que pueda hablar
EL CONTRABANDISTA. mejor que
nuestro. Los del campo de
el
razones. Otros
pondrian
tal
que
ilustrados sobre sus verdaderos deberes,
menos
es tuviesen
las ventajas del
cualquiera forma
;
pero ellos conocen demasiado bien
comercio para no desear que se haga ,
y maldito
el
mayor
que encontrarán en
reparo
el
posible bajo
facilitar
pase
el
mediante veinte y ocho, treinta y seis á cuarenta reales vellón, seguu distancia que medie del pueblo del Contrabandista á la línea del campo de
necesario
,
,
,
mas para
Gibraltar,
Es muy
indicados.
público redúcense cualquiera de estas cantidades
el tesoro
marca en
á cuatro reales, y se le
pasa
la licencia
á
los
banqueta con su papeleta en
la
como vecino de uno de
los tres
puntos
justo que la Hacienda pague lo que va á ganar con la ocasión
que proporciona. Gracias pues
á
que á
vez dificultades á que pasase á aquella plaza una persona
ciencia cierta saben que es Contrabandista
la
V2S
Gibraltar son un modelo por todas
empleados del Campo,
el bolsillo
,
recorre el
el
Contrabandista
campo
neutral y llega
y de estase presenta en la casilla de los inspectores, donde agentes de todos los almacenes dispuestos siempre á salir fiadores
la línea inglesa
nunca
faltan
de cuantos llevan negocio de contrabando,
le
facilitan
por
fin la
entrada en
Gibraltar.
Quien deseare ver la imagen exacta del enredo y del tumulto mercantiles, no tiene mas que dirigirse á aquella ciudad. Gibraltar es una pequeña Babel donde se hablan cien lenguas diferentes para engañarse de cien maneras distintas, "i a se vé á este es
un judio queriendo embaucar á un cristiano y encontrándose con que en sus tratos mas hebreo que Moisés, ya se observa á un tendero charlatán ,
haciendo
esfuerzos
inauditos por vender una pieza de percal
comprador consentir en crédito
ora
;
se
averiado
,
y
al
poder después llevarle media tienda ú
recibirla para
oye á un ingles avinagrado maldecir de
la
España y de
los
españoles, y no conoce sin embargo otra moneda mas agradable á sus ojos,
que
peluconas, y
las
los
duros columnarios
;
ora se advierte á
un genovés
asqueroso y mugriento que viene á ofrecer cien quintales de tabaco labrado, y otro tanto en mazorcas, ólechugas; aquí otro que tiene veinte pipas de Virginia,
y
mil corachines que á pesar de estar podridos los propone
buena calidad. En medio de
esta
barabúnda anda
el
como
frescos,
y de
Contrabandista entretenido
varios dias en sus compras hasta que hace sus cargas
,
muchas veces entre
los
improperios de los judíos, y mercachifles á que se contenta replicar con unas cuantas tremendas y baladronadas como quien dijera si te pillara en España.,,, ,
esto divierte á los espectadores
ocasión sus valentías
uso de
Ya
,
lo
,
pues en este
sitio
cuesta
muy
caro
el
hacer
menor
el
ellas.
y solo faltan que comprar las frioleras amigos que pudieran hacer mucho daño y que
está corriente por último el avío
de encargo para cumplir con
no
y mi buen Contrabandista reserva para mejor
los
hacen. Aquí se presenta
,
la
segunda operación del contrabando;
interviene un nuevo personaje que se
que por
la
temerón
,
naturaleza
de sus
,
le
funciones tiene
á
esta
nombre de corredor, y que ser al mismo tiempo un
conoce por
el
un perdona-vidas y un hombre de confianza. Para llegará
esta dignidad
m
ai CONTRABANDISTA,
es preciso haber hecho algunas hazañas en España
ejemplo
,
no importa ni
la
que sean muchas, y esto
ni el motivo por
manera
que garantiza poner en
bajo su responsabilidad, pagándosele en premio un
cada carga
,
según
ha concluido
su casa á esperar
la
riesgo
ol
y
allí el
,
lo esencial es
el
parage que so
el
tanto
mas
ó
le
designe
menos sabido por
valor corriente de los seguros
misión de nuestro viagero en Gibrallar, y dá
tiene aviso de nuestro
muertes por
tres ó cuatro
de recomendación para entregarle doscientas ó
le sirve
trescientas cargas de géneros
esto
,
que se hicieron
y la
fletes.
resultado de sus negocios, déla cual salo tan luego
nuevo personaje,
¿Tendremos necesidad de
Con
vuelta para
como
es decir del corredor.
decir que hace
este viaje
con
la
misma
felicidad
primero y sin encontrar mas tropiezos en el camino ? Sale por la puerta misma que entró; llega al pueblo de la linea para donde llevaba el pasaporte;
que
el
que le presentara en todos los pueblos donde pernoctase pero no en ninguno de los 15 ó 20 dias que permaneció en Gibraltar, hecho habiéndolo aqui algún embarazo, si alguna gratificacioncilla no lo de venirle pudiera este prevenia
,
al respaldo. «Ha permanecido y sale para....» Con tiene buen cuidado de sacar dimes y diretes ademas el objeto de ahorrarse de carabineros que de destacamentos uno los un par de pesetas en cada
allanase todo
poniéndosele
,
encuentra
al
paso,
y que no le piden
el
pasaporte porque saben de donde viene.
Por la propia razón no le registran las alforjas ni el aparejo del caballo, cortesía que no deja nunca de ser pagada con unos cuantos putos de superior calidad. De este modo acaba de recorrer toda la costa hasta que llegado al pueblo de su ,
vecindad aguarda tranquilamente
resultado de su negocio bebiendo,
el
fumando
parte una vida sosegada y tranquila. ¿Qué y jugando, pero haciendo por otra es lo que podría temer en efecto? ¿La pérdida de sus cargas? Pero estas las tiene
aseguradas hasta ponérselas en peligro,
Que
el
con
la
mayores son
cargadero
y
,
el
si
hasta su venta corren algún
fabricante ó sobre el armador.
uno pudiera conjurar una crisis comercial ó el otro un viajo misma facilidad que el Contrabandista los quebrantos de su
veríamos para
el
que pesan sobre
los riesgos
ellos
si
ambos no
se considerarían
,
no todos
los obstáculos se
perdido oficio,
parecen á
la vigilancia
de un comandante
de carabineros, que teniondo'una inclinación admirable para dormirse de la plata, hace la posición del
productor del género
ventajosa que la de todos los productores de
Mientras que
el
y
completamente dichosos. Desgraciadamente
al
ruido
«contrabando» mas
la tierra.
afortunado comisionista descansa de sus fatigas entreteniéndose
en calcular sus ganancias entra en juego
la
plebe de los contrabandistas
,
los
mas directamente á crear el producto, y que llevando peso del trabajo se lleva sin embargo la peor parte del beneficio,
obreros que concurren
sobre
sí
cuando
todo
el
las cárceles ó los presidios le
pantomímica escaramuza no los
le
dejan libres, ó alguna escarriada bala de
como hemos dicho, Cuando están de huelga y en espera de
saca de esta vida. Estos son
contrabandistas mas interesantes.
alguna espedicion, pasan ordinariamente su vida en faltan sílfides de navaja
en pecho.
)
la
taberna, (donde nunca
Al apuntar alguna carta
,
bien á
la
banca,
EL CONTRABANDISTA, ó cañé, dicenuda peesta rapo estajá que ,
dun-divbh) ayestd:
trinqitolu
427
terela los sacáis
sume y apande losjayes en
mas
el
ocluyes que la májari
foso;
ay saré caracatané
díñeme un chupendo y vamos á vever. De esta inocente diversión se pasa después á otras no menos inocentes, teniendo ya los estómagos bien reforzados de ,
sendos vasos de vino, dirigiéndose mutuamente chocarreras
,
mas veces
las
chistosas en
que
espresiones ya picantes, ya
carácter andaluz
el
abunda
como
,
asimismo de pendenciero, jactancioso y charlatán; pero siempre vivo y alegre, lo cual le hace resaltar notablemente. A cada instante parece que se van á echar fuera las tripas, y en el momento todo se vuelve humo, hojarasca
y
palabrería. Esta existencia dura hasta tanto
pronto en
en cuya época cada cual
la costa,
como pasan
á salir. Véase
Dejemos hacer llegar
se
se recibe aviso de estar el alijo
pone en movimiento y
se prepara
las cosas.
corredor de los contrabandistas
al
encargado
en Gibraltar de
cargas á su destino. Este hombre, después de haber formado
las
su cálculo bajo
que
la
base de diez cargas mas ó menos
destinados á este tráfico, y
le fleta
busca uno de
,
buques
los
de su cuenta. Estos buques no faltan nunca
en aquella plaza, pues hay muchos que no hacen otra clase de viages. Antes y á su oportuno tiempo ha cuidado ya de mandar un pliego cerrado ganando horas
comandante de
al
negocio, diciéndole el dia
y
carabineros, del punto en que se ha de hacer sitio del alijo,
y con
la
el
contestación que gracias á
lo
estipulado del tanto por carga, raras veces deja de ser favorable, es decir, que
responde no encuentra inconveniente en dejar obrar en paz, con cuya noticia mi buen corredor empieza la operación de su embarque, y se preparan con anticipación los porteros,
nombre que
las cargas á la parada, así el
como
rebalage los tercios á hombros
se
da á
los cargueros, ,
los
que con sus bestias conducen
que son
los
que conducen desde
hasta el cargadero.
El dia del desembarque se observa un movimiento estraordinario en •pueblo interesado; en todo el dia no se
ven mas que grupos de hombres
el
á caballo,
que de diferentes puntos llegan, y que todos se dirigen á un lugar determinado donde se reúnen alas inmediatas órdenes del corredor ó de uno que hace cabeza entre ellos.
Esta reunión se llama
aguardo. Luego que llega
el
el
momento
comandante de carabineros pasa aviso al de los contrabandistas, jefes de acuerdo, dan principio ásus respectivas maniobras. El ambos puestos y primero empieza demostrando su fidelidad al gobierno á quien sirve, mandando crítico, el
su gente á
segundo
un punto opuesto
al frente
d«
la
suya,
la
preciso advertir que hasta este
teatro de las operaciones, mientras
del
guia
al
parage donde ha de arribar
momento
conocimiento de
nadie tiene
que
el
buque. Es
el
él,
fuera
barco y de los dos jefes terrestres. Por fin se advierte en del capitán mar una señal,' y si es la convenida anticipadamente en Gibraltar, todo del
mundo
pone
se
aproximarse principia
el
carabineros
á
ocupar su puesto.
á tierra, alijo.
y
á
pedir
Sanciónale
la
Entonces
principian las
contraseña, y
muchas
veces
la
lanchas
el
el
á
cuando han convenido,
presencia
del
capitán
que concurre acompañado del hombre de su confianza, con
de el
y
EL CONTRABANDISTA.
428
hay una
objeto de contar las cargase inspeccionar de qué son, pues
para
pago, de las que son de tabacos, á las que son
el
totalidad el alijo, el barco se hace á la vela, relira
por
el
con
rebalaje,
podido penetrarse del suceso, para
muerto
ó aquel infeliz,
un
si
dia
comandante de carabineros se
el
algún cabo ó
si
hay algunas
sargento ha cargarle el
resultas,
en aquel negocio inocente. Entretanto nadie fuma ni
respira porque los destacamentos vecinos
haciendo. Para reducir
y
ojbeto de indagar
el
distinción
de ropa: hecho en su
la
no
impongan de
se
lo
que
se está
gente á silencio, no faltan nunca palos, y los gritos del
corredor que recorriendo con
su
caballo la línea, hace las funciones de
un
general en jefe. La maniobra de cargar produce una confusión estraordinaria.
Aquí cae un esconde
caballo,
allí
se levanta
un hombre;
este sitio
Ke introduzca de fuera, pacotilla, ó
y que
favor de
al
En medio
con algún fardo.
Contrabandistas marchan á
oscuridad desaparezca con alguna
la
hace entrega de
se
que hasta aquí responde de cualquiera en este concepto no ha abandonado
el
como
otra
y regresa
los
es
que no
á
la
los
su hacienda,
en
intervención del corredor
ocurrida en
falta
los
comandante de carabineros
una manera ó de pública,
si
y
uno puso
por números ó marcas que cada
Gibraltarpara evitar equivocaciones. Entonces cesa
seguida á pagar su seguro
el dia,
parada, ó punto de entrega donde se hallan ya
la
distinguiéndose las cargas
cuando
una sera de tabaco y
de este desorden viene
dueños del contrabando, y cada cual
los
este abre
que puede; aquel agarra un fardo de géneros y lo hace propio; en falta gente para cargar, en aquel sobra; y suele también haber quien
lo
la
baraúnda del
alijo.
géneros un momento, volviéndose eu
pagó en
lo
playa, que suele suceder
la
es novicio, ó desconlia del corredor; de
cumple religiosamente con su casa donde espera
ios servidores
los avisos
de
la
Hacienda
otros parroquianos
de
que acaba de servir, y marcha de nuevo para Gibraltar
á
emprender
una nueva operación.
Tenemos ya entregados de sus géneros
á
nuestros Contrabandistas, que
hacen su espedicion marchando en carabana nocturna, y haciendo alto de dia en las cortijadas, y muchas veces en los pueblos, para que nadie los vea. Las justicias del tránsito protegen
por el
ello la
con
mayor
celo a los expedicionarios
que pagan
cantidad designada en Arancel; este dinero se reparte entre
el alcalde,
comandante de armas,
si lo
el
hay,
el
estanquero y demás comparsa. Bajo
seguridad prosiguen su camino hasta llegar
al
estgi
vendedero donde termina
la
espedicion.
Las mas veces llegan con toda felicidad y sin encontrar Otras, y son las menos, tienen loque ellos llaman
dan con alguna partida de carabineros ó tropa que no estos casos trabarse el combate; pero
si
y
sembrado de escopetas, sombreros, mantas, salvar,
como
íjue venir á este eslremo.
Gagi
ellos
mas
esté
dicen
salen de huida,
alforjas, ,
el
leve tropiezo.
y
lo
que no es
quedando
otros efectos.
bicho; pero
cuando
es
comprada. Suele en
encuentran resistencia,
frecuente, cortan las sogas, tiran las cargas
en estos casos es
el
un encuentro, que
el
Su
suelo
interés
no siempre tienen
siempre hay composición, y sacrificando uno?
EL CONTRABANDISTA.
499
cuantos duros, y algunos regalillos.... continúan tranquilamente hasta los pueblos de la campiña donde hacen su venta; los
su marcha mismos estanqueros
compran su mercancías para espenderlas de su cuenta, contando con la comandante de carabineros, escribano de rentas, y subalternos
les
tolerancia del
de
ronda establecida en la población. Suponiendo que nuestro Contrabandista haya evitado todos los riesgos, y que, cogido in fraganli, no haya muerto en un 'tiroteo, ó tenido que pur^ar'en una cárcel ó en un presidio el mismo delito que los empleados de Hacienda expían cobrando sueldo del Erario, se encuentra ya libre de zozobras por algunos días, y en esta feliz disposición de ánimo se restituye á su ho-ar la
contento y satisfecho, y bien provisto el bolsillo. No deja en este intermedio de consagrar algunos dias á la vida solaz y festiva; siempre, siempre de buen humor, no hay pueblo en que no haga su pequeña estancia para visitar á su ó querida, mandando de vez en cuando al compadro por una poca de bebía, y cfuedándose entretanto con la comadre.... «So endinote, le dice
m
esta, tioste
malas
real salero, le
que
la
que
paltías,
el
responde
Con
camelo»....
viage
pasao no quisoste paeser poaqui.» «Quitoste sol esas son cluecas que mestaste diñando; ea, ya saboste
,
lo
que se quedan
compadres en una paz octaviana v y pelitos á la mar. .. Se despide mi hombre y hasta otra vuelta. Lo mismo van haciendo por todas partes hasta llegar á su casa, donde guardan la formalidad de un cartujo delante
cuando vuelve
y de sus todo
el
marido se remoja
oro del
mundo.
El Contrabandista hace por lo
que gana, ó
ó lo pierde de
palabra
la
de su mu^er quienes no qucrrian aparecer mal padre ó mal esposo por
hijos, ante
ysinembargode lo
los
,
el
esto lo
gasta en comilonas
una vez
suele decirse entre
común grandes provechos,
muere pobre y miserable, porque al
y borracheras, como
juego, ó se queda
músicos y danzantes.
Fuera del
Contrabandista en comisión de que hablamos al principio, todos los otros hacen en general un^ vida desastrada,
que
los placeres
vienen solo á animar de vez en cuando.
Frecuentemente paran en ladrones ó bandoleros para cuyo ofioioel contrabando es una escelente preparación.
Y los
mientras tanto, los funcionarios civiles y miUtares, comerciantes, los mercaderes, todos cuantos parti-
cipan de los beneficios del Contrabandista, torminnn
tranquilamente su existencia sin azares de la
que
profesión los alcancen
los amenacen nunca v lo nunca. Niniíuno pues mas digno (h
los presidios
casi
compasión, ninguno cuya suerte áehy. inspirar tnnto interés entre todos sin llevar el mismo nombro hacen el oonlrahan^'o.
lo.';
JUASr JC7AIIZZ, ^NTBEfiA %hi\,
k^
qu-
EL DEMANDA O SANTERO.
FixECE este person aje, ente (linario,([ue
,
ó pajarraco estraor-
unos llaman Santero, otros Demanda,
y no pocos Demandador ó Demandante
,
un
tipo
esclusivamente nacional, tan antiguo entre nosotros
como nuestra devoción sufrido en el fondo
supersticiosa; tipo que lia
muy
poca alteración,
á
pesar
de nuestra estupenda y para siempre memorable regeneración social. He pensado pues que su retrato debe ocupar un lugar muy señalado entre los demás retratos de los Españoles contemporáneos, y llevado do esta idea
me he
decidido á bosquejarlo
,
ya que no con absoluta perfección
aj
menos de modo que no sea desconocido ni necesite una csplicacion al pie como advirtiendo á quien corresponda que en esto ios cuadros del pintor Orbaneja , no hay jactancia pues hartas ocasiones me han ido proporcionando en el discurso ,
,
que no es ya corta, oportunos colores, de que tengo asaz bien provista mi paleta. Sé muy bien que este engendro no rae valdrá una comida de cincuenta porque no vivo en platos de tortugas ni una brillante plaza en el Instituto
de mi vida
,
,
,
Londres ni en París, sino acá en el pueblo mantuano donde se obsequia de otro modo á los ingenios. Siempre tendré, no obstante, la inesplicable satisfacción ,
431
EL DEMANDA O SANTERO. de haber seguido
consejo de Confucio: podré decir erexit monumentuní; he
el
contribuido á evitar á las generaciones futuras el trabajo de andarse las
pestañas y devanando los sesos para adivinar las maneras
délos españoles hacia
mitad del
la
para vislumbrar algún tanto
El
Demanda
la
ó Santero es
siglo
XIX,
asi
como
quemando
usos y costumbres
,
alemán Niheburu
el
enmarañada alcurnia de Numa Pompilio.
hoy
lo
que era hace cincuenta
años,
con
muy
pequeñas variaciones. Ha mudado algo de vestido y de lenguaje, pero sus ideas, sus ocupaciones y sus manejos son siempre los mismos, fenómeno que para mi resuelve por los
una antiquísima y larga controversia, dejando burlados á del linaje humano. Desde la mas remota
solo
sí
orgullosos
modernos directores
antigüedad han disputado obstinadamente los del
hombre, sosteniendo unos que
sucesiva hasta
por las
sumo
sobre la perfectibilidad
una escala de perfección
bien, mientras otros se aforran en que díssde
Adán
acá
ha visto dentro del mismo circulo, combatido por su debilidad y pasiones que turban su razón, haciéndole caer en los mas crasos errores.
siempre se
No
el
filósofos
este llegará por
será el
se quiere
le
hombre un animal sin plumas y con dos pies como un gallo, será un pozo de ciencia; ¿pero qué especie de sabiduría es esta, que no
ayuda en esa
perfectibilidad ascendente tan decantada?
Sus costumbres y sus
creencias suelen modificarse alguna vez, tomando nuevas formas; mas en
son siempre las mismas,
Demanda
de
lo
si
le
el
fondo
que es un reciente y vivo ejemplo nuestra
ó Santero.
Cosa es
muy
sabida que toda la España ha estado plagada hasta fines del
último siglo de heraianucos
y Santeros, que por
lo regular
vestían traje frailuno,
con sus barbas postizas, su capuchón, y en la una mano el báculo, llevando en la otra la demanda con la imagen de algún santo milagroso. Con semejante disfraz
andaban por
las
crédula y fanática; con
y
calles él
y
plazas
embaucando
á la
multitud
,
siempre
corrian de pueblo en pueblo aparentando penitencia
contando mil patrañas y comiendo á dos carrillos á costa de/ feliz de estos morlacos llegó á ser envidiada de
mortificación,
prójimo, en términos que la vida
muchos. Tomaban de todo cuanto colectación según las estaciones del
las
les
daban
los
diferentes producciones
año y
la
devotos y devotas, variando
la
y usos de cada provincia, según
especie de patrocinio que prometían en nombre del
celícola.
Mas como nada hay estable en este mundo, cuando menos lo esperaban vino una nube de soldados eslrangeros á turbarles su dicha, porque en las mochilas de aquellas tropas venia envuelto en unas casacas el espíritu de reforma que nos la revolución que tanto nos hace correr. Espantados entonces los
ha regalado
fingidos santuchos,
de camisa como
huyeron de sus ermitas, dejándolas desamparadas; mudaron
las culebras,
sustituyendo
al
saco cada cual
el traje
común de
su respectiva provincia, y se refugiaron á la iglesia, que con su lenidad pasa por lodo. Por eso se les vé ahora casi siempre en olla ó muy cerca, ejerciendo sus ])Uena? mañas.
lín
sus p-jertas
piden para
el
lutolar,
con
lo
que continunii
EL DEMANDA O SANTERO.
432
manteniéndose casi en la misma abundancia consumiendo el tiempo sobrante, como cada hijo de vecino, en sus diversiones y placeres. Es un hecho constante y observación general de todos tiempos que los objetos vistos de lejos imponen, asi como tratados de cerca y habitualmenle llegan hasta á causar menosprecio. Por eso se ha dicho siempre que no hay ,
hombre grande para su ayuda de cámara. De aquí procede que los sacristanes tanta conGanza con los santos que llegan á manejar sus efigies con irreverencia, sucediendo lo mismo al Demanda, el cual se pone en estado de loman
completa incredulidad en cuanto á los milagros de su poderdante, y
pondera y
si
los
á cuantos topa, son de su propia invención para esquilmar al
refiere
público, estafándole bajo
un nombre
sirven para preservar á todos los
y con un
respetable
El Demanda de san Antonio Abad
título piadoso.
distribuye campanillas de metal, que
de
animales
enfermedades. El
distintas
postulante para san Lázaro lleva un remedio eficaz en sus tabletas, haciendo
con
ellas
ruido para ahuyentar los demonios. El que pide para san Blas, á cuya
protección se acojen los que padecen males de garganta, reparte cordones de
seda que han estado
al
ansia las ninfas del trato,
cuerpo. Ellos refieren á
imagen del santo, talismán que buscan con mas propensas á padecer en esa parte de su como vieja rica que vive sola, los muchos casos de otras á
cuello de la
la
([uienes el santo libró de ladrónos
porque eran sus devotas: del
tiene sus caudales espucstos ú los riesgos
mar,
les
al
buques salvados de naufragios y de piratas, porque pertenecían de
la
afección de su tutelar:
sembrados quedaron
al
labrador rico
le
cuentan
el
comerciante que los
muchos
á sugetos
que eran
hablan de
caso del pegujalero cuyos
males temporales, y especialmente de una gran plaga de langosta que asolólos campos inmediatos, dejando intacto el libres
de todos
los
del protegido de aquel otro santo, por lo al
que siempre víó henchidos sus graneros:
víagero le predicen que llegará sano y salvo de toda avería:
al
enfermo
el
mas
y completo restablecimiento: á la jovencilla fortuna en sus amores; y en cada uno lo que mas desea y por lo que se muestra inquieto, para lo cual
|)ronto fin á
procuran tomar noticias exactas anticipadamente. Esta? promesas, apoyadas en ejemplos milagrosos, llevan siempre
no sean escasos en
Hoy
si
porque
la
la
condición implícita de que los agraciados
limosna que por este medio recogían antes á manos llenas.
vale decir verdad,
como no
las ideas religiosas se
es tan grande el
han depurado
número de
del grosero
los crédulos,
fanatismo en que las
envolvióla ignorancia, han disminuido las utilidades de estos espertes truchimanes.
Empero
si
se quiere saber lo
ilustración, Santeros del mediodía,
.lermoso cielo
que son en
y Demandantes,
el día
y especialmente en las alegres poblaciones de Andalucía, bajo cuyo ponen en juego esos camanduleros todos los ardides de una
imaginación risueña para estimular á un pueblo «villano,
á pesar de esa tan decantada
es preciso fijar la atención en las provincias
voy pues
á
dar todas las noticias,
y
fácil á
entusiasmarse. Andaluz
y
á referir las anécdotas que recogí en
mi mocedad y he conservado en mis cartapacios, del modus vivendi de esta casta .]">
gente en aquella antigua capital de la Bética, llamada por antonomasia pueblp
EL DEMANDA O SANTERO. Mariano, á causa de su devoción á celestial.
mas recientes que
las
de
todos los santos
virgen y á
la
Por aditamento daré también
433
rae
la corte
acaba de
facilitar
un amigo, de cuya veracidad no puedo dudar.
Una
tarde de san Juan, ya a punto de ponerse el sol, cuando se acercaba la
hora en que las amables sevillanas reunidas en
la
Alameda
predilecto,
cuya descripción tan bien ha sabido hacer
entregaban
al
donoso chichisveo que llaman pelar
algunos salen completamente pelados de la
paseo entonces
duque de Rivas,
se
pava, sin duda porque
amorosas contiendas,
me
dirigía á
velada deseoso de meter también mi cuarto á espadas, soltando algún requiebro
á mis
paisanas, porque
entonces en mis venas
apagar la
las
la
vieja,
el
la
el
mas rigurosa
si
he sido algo afilosofado desde joven,
bien
filosofía.
Una voz enronquecida, que
confusa algazara de los vendedores,
me
paseo.
un gran
el retablo de la Virgen de Europa, que se halla á
Acerquéme
cubierta de
á aquella reunión,
damasco carmesí, sobre
y
se hacia oír tntre
hizo abandonar mi primitivo propósito,
escitando mi curiosidad. Salía la voz del centro de
parada ante
bullía
fuego de los primeros años, fuego que no es b:istante á
divisé
la cual
en medio de
círculo
de
gente,
un lado
del
mismo
ella
una mesa con su
había varios platos con flores y una
bandeja llena de tortas y frutas confitadas, adornada de banderillas de papel de varios colore.»;. Delante de la mesa aparecía un hombre enjuto de carnes, ya entrado en
el
otoño de
y vestido con pantalón, chaleco y frac negros, que las tuve por los primeros modelos que de
la vida,
prendas tan antiguas y raídas
mundo. Sin corbata, y el cuello de la camisa doblado sobre los hombros, descubría un largo y negrísimo pescuezo, guardando consonancia su calzado con lo demás del traje. En la mano izquierda presentaba al público una toronja de dulce, clavada en un trinchante de hierro muy parecido al tridente ellas
hubo en
el
de Neptuno, y con la derecha daba animación á su original elocuencia para esforzar la
puja de aquella toronja. )>En tres reales! gritaba; en tres reales está ya la toronja de lavirgenl, ¿no
hay quien dé mas por
el
azuquita?
«Vaya, señó on Juan Colchón, decía después
enfrontándose con un viejo ropillento que llevaba un capote de durancillo
primera
muy
de los espectadores; haga V.
remendado, y se había colocado en la un esfuerzo en los dias de su santo, que es limosna pa la virgen, que da siento por uno y después la gloria.... ¿No hay quien dé mas?... Ea, señó on Juan, con fé le tiraba del capote) pa nuestra madre y señora de Europa!... Cuatro fila
(y
reales en plata
dan por
la
toronja: señó
que en estas noches^ de verano
on Juan, aunque duerma V. en
terminó aquella puja entregando
la
retirarse el viejo,
toronja al
mejor
grotesca escena hízome recordar los siguientes versos de Samaniego:
A Le
un Santero pilla la
suelo,
se desea el fresquito.»
Sobradamente amostazado y corrido tuvo que
Demanda
el
le
manda que
demanda,
se acerque,
y
el astuto
postor.
Tan
EL DEMANDA O SANTERO.
434
Y
con sus hechizos
allá
La convirlióen merienda de chorizos. «La devoción,
para mí, sirve aquí de móvil ala mas refinada truanería:
dije
tueno será observar mas de cerca
Y
vida.))
muchos
días
á esta gente para descubrir los misterios de su
me
hizo
recorrer en
consecutivos todas las iglesias, capillas y retablos
que hay en
laudable anhelo ó
este
curiosidad fructífera,
aquella ciudad de cien campanarios, asistir á procesiones y novenas, preguntar»
indagar y hacer apuntes ^ observaciones.
Muy
singulares son por cierto las costumbres del
sus maneras no son aquí se cumple
moderno con
tan inurbanas
refrán: «el hábito
el
es tan hipócrita
la sola diferencia
Es un verdadero chupar
el
jugo y
como
las del
no hace
al
Demanda
sevillano,
antiguo santero.
monge,)) porque
al fin
si
bien
Con todo, el Demanda
santón antiguo, y heredero de todos sus vicios,
de que su superchería está nivelada á
parásito,
la
el
como
una sanguijuela que
cultura del siglo.
la
ocupa esclusivamente en
se
sangre de sus conciudadanos, es un fullero que ejerce
de robar con uñas sagradas, como decia
el arte
el P. Vieira.
Entre estos demandantes los hay que fueron zapateras remendones; otros
y los demás que ejercieron oficios ninguna importancia, y otras mil causas de todos bien conocidas, están pensionados con largas interrupciones, para
sastres de lo viejo; algunos cardadores de lana,
de iguallaya.
Gomo
estos oficios por su
librarse de la indigencia
que es consiguiente, acostumbrados por otra parte
á la
holganza, cayeron en
tentación de abandonarlos
mas
la
lucrativa. Por eso hace
muchos años que
y
acojerse á profesión
se dedicaron á esplotarla rica
mina de
devoción, que les produce cuanto apetecen. Sentaron pues plaza en
la falsa
rejimiento de la tuna,
y
ni reminiscencia conservan del último jornal
el
que ganaron
trabajando en su respectivo artefacto.
A
esta metamorfosis ó
forzosa el
cambio de posición
una modificación completa de
remendón de zapatos
el
cerote
social, siguióse
hábitos, costumbres
y
el
tirapié
por consecuencia
y modo de
con que
solia
pensar. Dejó
dar de vez en
cuando á su consorte una grata prueba de su afecto; dejó el semisastre de apurar su ingenio para rejuvenecer la levita que estrenó un usía y había llegado por escala descendente á ser propiedad de un testigo alquilón; dejó dar carda á los vellones; dejaron otros, en
fin,
y abandonando pensamientos mecánicos y apocados, las funciones
de administradores de
el
lanero de
sus asquerosas ó mezquinas tareas,
adquirieron repentinamente
contribución que cada cual se dedicó á
la
recaudar en nombre del bienaventurado que
le
pareció ser
multitud, dando á estos fondos la inversión que les place, autorizados con poder general de su patrono,
y como
si
mas del gusto de la como si estuviesen
ese poder contuviera
la
cláusula famosa de «libre y franca administración.))
Ha desaparecido pues cuando
el
menestral
llega á ser ministro de
hacienda
,
,
y
asi
como
el
proyectista
pasa los días enteros
,
y aun
hambriento las
noches,
que en profundos cálculos económico-rentísticos, y pensando en apenas puede recaudar no se acuerda de cuando era un pobrete escritorcillo que los millones
EL DEMANDA O SANTERO. tuvo para pagar
modo
misino
el
impresor
al
que
los folleto^
Dcmandanle ha olvidado su
le
elevaron
orijen
,
á
la
muy
necesaria en la sociedad
si
,
á
,
del
sus placeres,
y
distribución que dará á
pingües frutos de su piadosa farsa. Es indudable llegaria á
persona
puesto
aquel
entregado
haciendo continuamente nuevas combinaciones sobre los
435
ser
figurarse
una
en su continua fluctuación de
esta
un nuevo voto Demandas sevillanos
ideas no le advirtiese á cada paso que tiene que impetrar de ella
de confianza, y esto es precisamente lo que han hecho después de la tormenta revolucionaria.
En
cada parroquia de
que hay en aquella
las
los
ciudad
exlstian Varías
hermandades con diferentes advocaciones, ya de santos, ya de lo mismo en toda España. En hermandad su Demandador, que aunque de ordinario
sucediendo ó
Virgen,
la
estos últimos años tenia cada cofradía
en
solía cubrirse
de función
los días
,
ó de la
común,
vestía traje
festividad del santo, con
de
el talar
los clérigos, es decir, la sotana: ahora solo lleva frac negro. Sí en las parroquias había muchas hermandades pedían para todas en virtud de un convenio con los ,
hermanos mayores el aceite
,
obligándose á entregar una cantidad determinada
para las lámparas,
la
cera para el altar de su imagen, y la limosna ó
estipendio del clérigo que dice
en
el
mismo
quedando en beneficio del Demanda todo
En vano
las
leyes
ó dar
,
han suprimido
el
la
misa todos
sobrante de
estas
la
días festivos,
los
cuestación.
hermandades y prohibido
estas
cuestaciones: los Demandantes siguen y seguirán en su afanosa tarea para aumentar el swperaytí que les facilita su subsistencia, sus comodidades y sus placeres.
Ellos agotan todo su ingenio
devoción de
los
adeptos
al
en inventar nuevos
estímulos á la
Santo, con cuyo patrocinio brindan á manos llenas
en uso de sus presuntos poderes, y sí el fervor se entibia, ódísminuye el numero de los crédulos, sin dejar nunca su lenguaje misterioso, ponen en juego otros alicientes,
Este es frutas
porque
la
devoción del vulgo anda siempre unida con
verdadero origen de
el
que llamaron mí atención
,
la
socaliña de
las pujas
la sensualidad.
de tortas
,
dulces
y
pujas que son frecuentes en todas las puertas
pujas, en fin, que dan un producto mueven y estimulan la golosina délos muchachos y de los idiotas que creen también contraer un mérito haciendo subir el precio de un confite, casi siempre enmohecido, á lo que podría costar el mas regalado
de
las capillas
y delante de
los retablos,
incalculable, porque
,
plato.
Recienlenieute lian puesto en práctica
disminución de limosnas Solo la clase
,
el arbitrio
mas ínfima de
la
,
para llenar
que dejaba
el deficU
de una suscricion voluntaria
,
sociedad: las lavanderas y sus
la
en que entra maridos,
los
oficiales de menestral,
pozeros, barrenderos de calles, peones de albañiles , palanquines, alhaaieles, y otros de este jaez con sus mugeres y familias. Los fondos de esta suscricion están destinados á lo que llaman la distribución de noche buena.
Cada devoto
suma que ha prometido, quedan depositadas todo
ó devota concurre todas las la el
semanas con
la
pequeña
cual nunca llega á ocho cuartos. Estas cantidades año en el Demandante hasta quo llega la pascua ,
EL DEMANDA O SANTERO.
43C de navidad
,
dejándose traslucir que
el
depositario da movimiento á estos fondos,
y que en el tiempo un cr<;c¡do interés; pero esto nada tiene de particular, porque ¿quién no hace hoy otro tanto? Llegada la pascua, convoca el Demandante á todos los contribuyentes para hacer la distribución, verificándose la junta por lo regular, en la morada del
curándose poco ó nada délas intermedio
rígidas leyes del depósito,
han producido
le
fondos
los susodichos
,
mismo Demandante un concurrencia y cabe en la
mesa con
que no
la algazara
En una
calle.
ó dos
dia
solo se llena el local
adornada con
sala
avios de escribir
y un gran
general de todos los contribuyentes,
Demandador
los llama el
los cuales
,
la distribución establecida.
es
un
colgajos
,
se coloca
que contiene
,
van entrando por
una
registro
el
orden que
el
buena, que
,
,
,
Se reparte ademas ,
buena, y es tanta la sino que la gente no
un potaje una ración de bacalao, mas ó menos abundante según es
y turrón
estraordinario ya de uvas frescas
,
ó prevención de noche
á recibir su parte,
batatas
y
flores
libro abierto
suele consistir en algunas legumbres para
castañas, nueces, peros
noche
de
antes
lo
que llaman
ya de tortas
,
e\ agtiinaldíto,
que
ya de ramos de naranjas,
habiendo ocasiones en que algunos Demandantes han repartido á cada devoto un cuarto de gallina y aun de pavo. Todos los años es diferente el aguinaldo dando margen la novedad que esto proporciona á rivalidades ó emulación entre los Demandas, produciendo escenas singulares entre los de la bandería. «Paca, decía una lavandera á su comadre la muger de un guifero; el hermano Antonio se ha portao este año qué noche güeña tan abundante y ,
lusíaha repartió!
¡qué buen genio
el
:
—
Pues y el aguinaldo? eso ha sio lo mejó: del hermano Antonio ! es mucho lo que se afana pa que no
toito era
superió
mas hermano Antonio pide pa él.
se enfrie el culto del Patriarca san José Bendito! ¡Santo mío! ca ves estoy
contenta de ser su devota, sobre too desde que
querrás creer. Paca, que ha temo
¿Cómo
el
la
güeña ocurrensía de dar de
aguinaldo un gran rasimo de uvas frescas de las e Málaga, que ojo de la cara?.. Por sierto
concurrentes. Luego que vio la la pata
le
habían costao un
que ocurrió un lanse síngulá, que hiso tia
Tomasa
la
,
muger de ese
de palo y la casaca coloraá... ¿Sabes quién digo?
reír á tooslos
inválido que trae
Morlaco... que el
el
Tomó
aguinaldo era de uvas, y las uvas tan ricas, saltaba e contenta. provisión
y
se
marchava con too hasía
hijiyo el manilargo, le salieron al paso
de come
las
á las vesinas
,
uvas
;
pero
el
su
Morlaco y su
lio
empeñaos en que ayi mismo
y por reservarlas también pa el
tío
lías
en
el
la
se
habían
noche güeña. Resultó de esta
Morlaco dio sendos gorpes á su muger
desaforamente. Pa acaba pronto, toa las
cuartel
uvas. La Tomasa no queríase tocase á una siquiera hasta enseñarlas
contienda que
y
,
el
la
pico de la mantilla se esparsieron por
del hijo se arrojó alas uvas
,
su gorriya bieja de cuartel
cogiendo
dando
,
la
,
y esta gritaba
probision que llevaba en una esportilla
mayor parte
á corre
la
caye
del rasimo,
;
el
tunante
que melíóen
en términos que no se
le
vían los
pies....»
Así se esphcaba
la
Incsilla
,
á la
que hace
el
amor Malasmafias
,
quien ?hora
EL DEMANDA O SANTERO. se ocapa on vender pájaros después que estaba suscrita por
hermana de
la
437
parroquia de Santa Marina, y se
la
hallaba disgustada del último reparto hecho por el tio Crispin
aseguró iba á inscribirse para
muda
la
está
alimentada por los
digan
intereses
mundanos. Este
¿Se quiere ahora saber en qué consumen
Baco,
taberna. Allí,
la
cual profesan
al
añejo, y
esto los
un
hombre por mas que
los
afecto verdadero.
la
ciudad
elocuentes, decidores y fecundos en
la
,
y
el
puro y de
lo
dios de las cepas
les
da
ilumina para que se muestren
los
Congregados
inventiva.
refieren ocurrencias peregrinas,
devotos, se quejan de
tiempo que les
el
Beben siempre de
parte de los procuradores de los habitantes en
cuentas,
Demandas
las pujas
mucha cuenta, porque
trae
fuerzas para sus correrías por
sus
es el
y cuestaciones? Nada mejor que en aquella otra ermita se reúnen para adorar
cuidado del Santo,
el
en solazarse en
lo
Afci es
los optimistas.
dejan sobrante
á
su Demandante,
,
año próximo por devota del Patriarca.
el
fácilmente de objeto, cuando entre estas gentes groseras
como
piedad
La Paca, que
volvió de presidio.
Pastora en
las
celestes
murmuran
asi
moradas
á sus
una gran ajustan
,
anchas de los
novedades que crean obstáculos á sus manipulaciones,
las
y proyectan nuevas trapacerías. «Compadre! esclama un vejete de cuerpo pcíjueño pero mas redondo que
una cuba
revolviendo sus bulliciosos ojos
,
que yo he conosido pasao no llegué
I
¡qué tiempos tan distintos de
:
¿cómo querrá Vd. creer, compadre, que en todo
á juntar
tresientos reales con la
los
el raes
demanda de nuestra Señora
de Barbanera, y pa eso tube que romper tres pares de sapatos? Cuando yo me hise cargo de pedir pa esta imagen salia el Rosario todas las noches y era ,
rara la qu3 no entraban
mas de cuarenta en
la
demanda. Entonses
si
que se
daba culto ala Virgen! Después del alunabrado de sera y aseite ropa limpia pa el altar y otros gastos, me quedaba siempre lo bastante pa cubrir todos mis le
,
gastos
peculiares y
un eseso pa cualquier caso de honra. Apenas puedo hoy modo que mi muger se ha dedicao á lavandera, y á mi
costear la puchera, de
Periquiyo
Manuel
le
traigo por esas
calles
de Dios vendiendo arropías.... Pero,
porqué nos tiene Yd. tan olvidaos? á llenar
,
las fauses
;
venga ahora de
— Camaráas,
lo
los vasos
que
tio
se nos secan
duro.
un zanquilargo mas enjuto que un bacalao todo eso tiene su intríngulis. ¿Va á que no faltan devotos que vayan á beber en el casco del glorioso san Román?.... Esta semana he recogió tantos milagros de sera que dijo
;
pesan mas de media arroba. ¿Quiere Vd. cambiarla por aseite?...
— Cuidao
que no son borras;» repuso un mozalvete barbilampiño,
de mirar
modesto, voz templada y tranquilo ademan. Aunque nuevo en la farándula, era sobradamente combinador y despierto y habia sabido dar en la tecla ,
pidiendo para santa Lucia, ahogada de los que padecen de recogía los
mucha limosna
,
la vista,
por loque
pues son infinitos los que hoy tienen cataratas en
ojos.
Terminado
Entrega
li
el
Coloquio
,
despueá de haber contado cada uno
el
50
estado de
EL DEMANDA O SANTERO.
438
su negociación, y formado todos nuevas combinaciones ó mejora de estrategia,
apuraron
el
último vaso,
despidiéronse del
tio
Manuel
,
y
se retiraron
muy
contentos para entregarse á las dulzuras del sueño, que asi cobija bajo sus alas al
santo padre
como
de Jesucristo y
al
El vino
el
y
al
humilde Santero, midiendo con una misma vara
sueño dan nuevos brios
nacional
esclusivaraente
al vicario
ayo de S. Joaquín ó S. Julián.
,
prosigue
al
al
Demandante
otro dia en su teje
y este tipo tan maneje sin que la ,
,
revolución política, que nos ha envuelto en su manto salpicado de lodo y sangre, consiga
nuestra
pjr mas
desterrar ,
qiie
sus vicios, porque las
revoluciones,
y especialmente a el mismo,
mejoran y mucho menos al hombre que siempre es con nuevos modales intente encubrir sus debilidades.
nada
lo
,
JOSÉ MAniA TENORIO.
EL PAí^TOR TRASHIIVIANI
INGÜNA (le la
E.
mas venerable queda en nuíslra España nómade que la trashumacion i)eriódica de lo^
reliquia
vida
rebaños merinos. Facción es esta que no se distingue en el
semblante de ninguna nación europea con tanto vigor aqui, y por lo mismo el Pastor trashumante es uno
como
de los destellos
mas vivos de
este suelo poético
y
originalidad que brotan de
pintoresco.
Su apartamiento babitual
de poblado, sus ocupaciones uniformes y sencillas, su vida
trabajosa
condenado
á
por
rigor de las estaciones que está
el
sufrir,
le
convierten en un ser aparte
dotado de aquella buena
fé y bondad de sentimientos que desde tiempos muy antiguos se atribuye á la gente campesina y al mismo tiempo de aquella fuerza de ,
acción
y
movible energía que caracteriza á
montañas de León
y
,
feraces de Estrcmadura,
caudal de
las tribus
Segovia ó Soria, trasladado desde
suíí gracia.s
,
sin
donde
la
alli
nómades. Hijo de á los
vida pastoril y agrícola derrama
mas cuidados que
los
las
campos abundosos el
de su dócil rebano, y
mas
al
rico
mismo
EL PASTOR TRASHUMANTE.
iVO
tiempo robusto y vigoroso, apenas encuentra á quien parecerse aun en nación española tan cercana á la naturaleza en muchas de sus partes.
Entre
las lanas finas
toma su nombre del
de España
distrito
de
las
la
mas estimada
la
misma
es la llamada babiana
que
montañas de León que apellidan Babia. Este
pais celebrado entre todos los pastores por sus pastos
delicados y sabrosos no mas riqueza que sus yerbas, y de consiguiente todos sus habitantes son pastores. Ahora que las grandes cabanas trashumantes han venido á menos con ,
tiene
la
mejora 'de las lanas estrangeras, y los tiempos corren menos bonancibles que
antes para los
ganaderos
permanecen en su gentes no
muy
do merinas, se encuentran algunos habíanos que
pais ó buscan su vida fuera de él por otios caminos;
entradas en años recuerdan
la
época en que á
la salida
rebaños trashumantes solo quedaban en sus pueblos las mugeres
y
Aun
los niños.
con
los
nombre de
el
que no componían parte de
subsistencia que á duras
penas concede
nativos montes. Por esta razón
hemos
en
escoteros para procurarse
al
los
ancianos
cabana, solían acompañarla
la
provincias del mediodía una
las
y pobre invierno de sus
riguroso
el
los
,
pero
de
pensar en dar una patria
al
Pastor trashumante
haremos su principal y verdadero
elegido las sierras de León, y de ellas
teatro.
Así
exigiría
lo
Guadiana y en
la
verdad histórica,
en
porque
las
fértiles
hermosos llanos de Cáceres, á despecho de
los
lo
orillas
del
templado del
clima y de la cordial acogida que encuentra en los habitantes acostumbrados
como un huésped necesario y siempre bien venido, al cabo el pastor lejos de su pais y en medio de un pueblo que sí algo se le asemeja en sus ocupaciones, harto mas se desvía de su índole y carácter especial. Una vez levantado su chozo, y aderezadas sus camas de píeles, y á esperarlo
trashumante vive
preparados
los utensilios
de su frugal mantenimiento
á apacentar sus ovejas por el dia, encerrarlas por la al
,
su tarea está reducida
noche dentro de
la
red que
rededor de ellas atan á unas estacas clavadas en tierra, hacer de cuando en
cuando su ronda para guardarse de
los
lobos,
guarecerse de
la
intemperie
dentro de otro chozo mas pequeño que se dispone para este servicio nocturno y volver con el alba á las mismas tranquilas ocupaciones. Claro está que en semejantes
por
vigilias
lo
duras
y penosas alternan
condición subalterna: los demás pasan las noches
todos los pastores de
en su chozo
abrigados
al
amor déla lumbre, cenando sus migas canas, y de cuando en cuando por estraordínarío
cual frite ó caldereta; rezando el rosario
tal
y devoto, y durmiendo como unos cachorros hasta que mansos,
los ladridos
Sin embargo,
sí
de los perros ó
queremos conservar
mundo en
en medio de
las la
los
alba los despiertan.
que por
la
nota de
historiadores
verídicos,
los
ovejas que tiene lugar por entonces. Acontece que los al
mayoral es viejo
cencerros de
meses de dicieiubre y enero semejante truecan por una penosísima faena con la paridera de las
fuerza nos será confesar
calma y asiento se
la luz del
si el
los
mansos
corderillos vienen
noches mas bravas y tempestuosas del invierno, y ventisca y aguacero tiene que
asistir á las
el
pastor
paridas y atender á
EL PASTOR TRASHUMANTE. que todo vaya en orden. Acontece asimismo que
las
4il
madres en años miserables
pueden alimentar, y entonces el comadrón solo á fuerza de maña y aun de fuerzas puede obligarles á aceptar los deberes de la maternidad. Ordinariamente se dobla, es decir, se deja un solo borrego para que desechan
la cria
porque apenas
la
dos ovejas, pero para que
lo crien
preciso cubrirle
con
la
piel
del
lo
admita
hijo
la
que no es su verdadera madre, es
muerto. Figúrese
menudencias en una noche de invierno en que
el
todas estas
lector
el
vendaval arranca á veces
los
como semejante cargo se le hace imposible cumplir; pero el pastor sus reses por la cara como los demás conocemos á las personas de intimo, sabe muy hiena quien corresponde el recien nacido, y
chozos, y verá
que conoce á nuestro trato
distingue á tiro de arcabuz la oveja que se ha quedado sin cria, para acercarle el
disfrazado con la
intruso
piel del
muerto.
Todo
por decentado no se
esto
hace sin un granizo de conjuros, reniegos, juramentos y maldiciones que en
medio da vientos
un
Fácil
oscuridad forman con los balidos del ganado y
la
de
es
conocer
que
pesar
á
semejantes operaciones necesitan una advertir la
muy
el
silbido de los
maravilloso coro, escelente para algún aquelarre.
de
la
consumada
ciencia
dirección cuerda y atinada,
y
pastoril
,
aqui es de
distribución de las cabanas, su gerarquía y subdivisiones, porque
pronto va á llegar
la
importante ocasión de ver á nuestros pastores en
su peregrinación anual.
En
todas estas grandes ganaderías hay
un mayoral
,
especie de general en
cuyo cuidado están los arriendos de las yerbas, los salarios de los pastores, fijar las épocas de marcha y todas las demás atenciones generales. El es quien
jefe á el
inmediatamente se entiende con Sigúele
el sota
el
amo y
recibe sus órdenes
en derechura.
mayoral cuyas atribuciones son también generales aunque su
grado, como el nombre lo dice, es inferior. Estos son los jefes de la cabana que como pueden imaginarse nuestros lectores, se reparte luego en varios rebaño?, cada uno compuesto de rabadán que es el jefe, compañero del rabadán que le reemplaza en todos los casos de ausencia, ayudante, persona y zagal que por sus años verdes, y á guisa de aprendizaje suele sufrir la mayor parte de las cargas con mucho menos provecho. Hay además una especie de hacienda militaren este el nombre de ropería, y no es sino la panadería donde se pan para pastores y perros, y consiste en un ropero mayor ó jefe, do cuya cuenta córrela comprado los granos y la distribución del pan, y en otros mozos que dicen roperos á secas y son los que amasan y hacen todos los oficios
inocente ejército con
elabora
el
mecánicos.
Aquí tienen nuestros (porque desde
muy
manejo y gobierno interior de las de ellos los hay curiosos, como suele suceder
lectores esplicado el
cabanas trashumantes; pero por
si
antiguo viene
la
curiosidad
como por herencia
á todos los
lectores) y quieren saber los salarios y beneficios de estos hombres, procuraremos satisfacerlos. Obligación del amo, ó para hablar con mas propiedad , principal
es dar al mayoral la
muía en que va caballero y de 200 rs.; el rabadán de 2G0 á 300
sota mayoral gana de 600 á 1000
á
300 ducados. El
rs.,
y el compañero
EL PASTOR TRASHUMANTE.
V2
ayudante y persona bajan en proporción basta llegar pasa de 100 rs. ni baja de 80.
Seguramente
intemperie
la
la
que lean
se admirarán los
un
tan escaso dinero se preste
mayor
su parto
cabo de
al
parte de las
cuenta
primera vez de que por
esto por la
duro y trabajoso que obliga á sufrir veces, y á dos viajes en el año de mas
embargo que
dicbo vulgar, y lo la
lo
,
el
que no va en lágrimas va en
amo no da
lo
saca el pastor por
,
porque ademas del sustento que recibe, tiene
beneficio de la escusa. Escusa llaman
al
de
cabana sin pagar poco
la
mucho por su apacentamiento y que con sus crias y rendimientos
en propiedad absoluta
que gozan de trabajo de
el
los
t
(
).
agregar á
ó
inmunidades: por todo
suma en dinero que
la
adherencias dejan en
recibe,
la
,
si
pertenecen yeguas
las
nos tomamos
lo cual si
probable que
vendremos en conocimiento
manos,
sus
condición del pastor trashumante todavía es tolerable
mayor
le
Parte de la escusa suelen ser también
mismos fueros
el
número de ovejas y aun de cabras que
á cada pastor se le permite tener agregadas á las ni
ni
sei vicio tan
de setenta leguas cada uno. Sin suspiros, según el
cuyo sueldo
al zagal,
estas
de (jue
no mejor que
la
de
la la
parte de las clases del pueblo.
El arriendo de los pastos de invierno
concluye
el
25 de
abril
dia
,
que
los
pastores ven amanecer con mas regocijo que la mayor festividad del año, porque como es natural, ninguna festividad puede compararse, sobre todo en las gentes sencillas
donde han nacido y tienen
á la vuelta al pais
,
lo
que en
el
mundo
quieren, donde con verdadera ansiase les aguarda y con cordialísima efusión isla y del humo no sabia darse cuenta, no es maravilla que
se les recibe. Si el pirata Lainbro (2) sentia á la vista de su
de su hogar una emoción de
([ue
nuestros montañeses cuyas piraterías se reducen á dejar escurrirse alguna res
campo del prójimo, á cortar un poco mas de leña de la necesaria y hacer de manera que sus ovejas la mayor parte de las veces conserven salud, aun en medio de la epidemia de ks del amo y paran siempre hembras que es
hacia
el
,
,
lo
mas beneficioso; no
avie su alo cantando
,
es estraño silbe
y
decimos que se dé
grite
con mas garbo
tal
cual refregón de manos,
á sus ovejas
y perros
,
acuda
con cara de pascua á recibir su haber y su cundido, (3) pase en revista los reales de su bolsa de cuero, y con una gallardía, digna de la airosa gente de su
(
la
1
)
En
definimos
Esto es
lo
todas las ganaderías oslantes y en muclias de las Irasliumanles ,
pero en otras
que llaman
el
anio del rcljafio se
lana pov coslo.:= Al
mayoral se
le
la
escusa es según
esquilmo y deja al Pastor la cria* 200 cabezas; consienle de escusa 150
queda con
el
;i
escusa del sota solo 10 ó 12 yeguas y algunas cabras que suelen no eslar sujetas á número fijo. La dea a una cuarla parle la del rabadán a 50 ó 6ü cabezas, dos ó tres yeguas y algunas cabras, y ;
demás en proporción liasla el zagal que bondad del amo alguna yegua. y por
los
(2 I
)
ír>)
Byron. Don Juan Canlo .
Cundido ó cundió llaman
sus comidas,
solo
puede tener
seie ú
ocho ovejas, algunas cabras,
.'."^
los pastores áía grasa, sal y
pimicnlo que
les
dan para aderezar
EL PASTOR TRASHUMANTE. tierra se
443
ponga en camino con su cayado debajo del brazo
su manta
,
al
hombro,
su sombrero calañes encasquetado y sus abarcas de cuero.
Cruzan
Tajo
el
la
mayor parte de
pero como en ninguno de
los
las
cabanas por Almarázó por Alconétar,
dos puntos hay puente servible y las barcas sobre
multitud de cabezas, serian tardas y costosas, suelen fabricar un puente de barcas que apellidan en Estremadura la Lxiria y proporciona paso
pequeñas para
tal
á los ganados. El tal paso sin
embargo siempre
es difícil,
porque
si
una oveja
llega á saltar al agua, por pronto que se acuda siempre la sigue una gran porción y por eso se necesita gran cuidado y diligencia. Verdad es que algunas veces la res
que
ó mayoral se figura en el fondo del rio, aparece
amo
el
caldereta; pero estas son pequeñas travesuras del oficio, y
muy
que
cuando
insubordinada debe de haber estado
tal
Hay
la
en
el
fondo de
la
ademas es de creer
culpable durante la pandera,
castigo ha merecido.
varias cañadas ó cordeles señalados para los rebaños trashumantes
no son mas que otros tantos caminos destinados esclusivamente Cualquiera de
ellos ofrece
por
los
meses de
abril
y mayo escenas muy animadas son de los cencerros que desdo
y movimiento continuo. Una nube de polvo y el lejos comienza á oirse, anuncian la llegada de
muy
suele presentarse
el
rabadán de
los
las
merinas, y á poco rato
moruecos ó carneros padres
rebaño, rodeado de sus mansos que con
el
y que
á este objeto.
al frente
de su
cebo del pan que de sus manos reciben,
y en seguida desfila todo el rebaño con dos pastores á acompañados de los perros. Pasan después y siempre con el
apenas se apartan de retaguardia
mismo orden
los
él;
rebaños de ovejas, y por último
las
yeguas jaleras ó hateras,
por llevar los hatos y los utensilios de cocina, con sus potros que corretean á la orilla del camino, algún paslorcillo demasiado tierno para la fatiga
llamadas
así
del viaje sentado entro
trasladan de una provincia á otra patriarcas ó las
y de
ha desgraciado en
la
que con todos sus medios y riquezas
se
carga y alguna res que
la
marcha colgada. Aquellos hombres
se
recuerdan involuntariamente
,
la
vida de los
tribus errantes quo vagan do oasis en oasis en busca
de pasto
frescura.
Las paradas que por
el
camino
se
es de ver la prontitud
y comer, y
viaje suelen consistir
en sopas por
la
hacen
sirven á
,
un tiempo para descansar
con que aderezan sus rústicos platos que de mañana y migas canas por la noche. Durante
él además suele pasarse una ración de vino con lo cual se sobrellevan sus fatigas con algo mas de conformidad. Aunque no pocas cabanas hacen el esquileo en Estremadura, otras varias ejecutan en el camino esta importante operación; en
que
si
los pastores
atadas al
no toman mas parte que
maleante esquilador
pequeña en
las alegres
,
la
de apartar
no por eso deja de
las roses
y presentarlas y no
alcanzarles una
y bulliciosas escenas que suelen acompañar á esta tarea. sobre todo con el poderoso di llegar pronto á sus
Con semejantes estímulos y
queridas montañas, se atraviesan con buen ánimo las áridas llanuras de la todo" pastor que tiene que comprar las cintas de estambre
Mancha donde ya sabe
fino para agasajar á su
mugcr, novia,
hija ó
hermana, so pena de pasar por un
EL PASTOR TRASHUMANTE.
444 ruin sugeto
;
y
no menos desabridos páramos de Campos. Aquí sufre otra
los
sangría la bolsa del montañés, pues la compra de los pañuelos,
cordones ó como dicen ley
al
las
agujas y
babianas gordones para atacar los justillos es tan de
las
pasar por Rioseco de Medina
como
la
de
las ligas
en
la
Mancha. En Rueda
además suele proveerse de una gran bota que como mas adelante veremos no deja de hacer importante papel. Lástima es por cierto que las ovejas se
de cuando en cuando y los guardas del campo anden tan
listos
mala crianza y tirar de los cordones de su bolsa, que malos ratos aguarian el contento de la peregrinación.
no ser por
Por cruza
la
invierno
después de cuarenta y cinco dias gastados en esquilar y caminar, cabana los frescos contornos de León, y á muy poco henos á nuestro pas-
,
allí
campanario de su lugar. La Babia es un pais
porque ocupa
triste y riguroso por montañas y las nieves y ventarrones época en que llegan los pastores, la escena
mesa de
la
mucho tiempo; pero
á la
las
ha cambiado enteramente, pues aunque entristece
un poco
abundantes aguas, roca caliza, le
y
,
la
praderas
las
desnudez de sus colinas siempre
la
verdeguean por sus llanuras
que
,
lo
sus
alineación casi simétrica de sus montecillos cenicientos de
los vapores
que de sus húmedos campos levanta
dan un aspecto suave y vago semejante
norte. listos atractivos son reales el
esto, pocos
fin,
tor enfrente del
duran
á
desmanden
en advertirles su
el sol
del verano,
que distingue algunos paisajes del
al
y verdaderos; pero aunque de
pastor siempre la amaría, porque la patria
ellos careciese,
nunca deja de ser hermosa.
El mayoral que por su oficio está obligado á adelantarse, sale
al
encuentro de,
la cabana para señalarle los puertos (1) arrendados y después de repartido el
ganado y fabricado
el
chozo
(si
ya no vuelven á
los
mismos
pastos) cada pastor
tiene licencia por turno para pasar un par de dias en su casa. Estos cuadros de
comprender como
de pintar: por eso y por ahorrar paciencia á nuestros lectores, nos contentaremos con decir que después de los abrazos, apretones, preguntas y respuestas de costumbre, el marido sale interior son tan fáciles de
en seguida á hacer
la visita
de ordenanza
al
difíciles
señor cura y
la
muger
á convidar á
deudos y amigos á la bota del pastor. Esta bota es la misma que vimos llenar no hace mucho en Rueda de esquísito vino rancio, y que en compañía de buenas magras, ricos chorizos y suculentas
los parientes,
morcillas procedentes de Estremadura sirve para
salir los
una cena opípara en que
á
amo de casa y brindar por su bien venida, suelen convidados viendo mas estrellas de las que hay en el firmamento. Esto
fuerza de festejar
la
llegada del
sucede con los pastores padres de familia, que pasados estos dias de júbilo y enganche, vuelven á su vida ordinaria, como vuelven á su cauce los ríos salidos de madre. Por lo que hace á
los
mozos ó solteros esto, según suele decirse, ya es
harina de otro costal, porque sino tienen festines y banquetes, para eso están las romerías que por entonces menudean y los galanteos y escapadas nocturnas de
li)
Puertos llaman en Babia á las cumlires y
la-leras donilc
?ft
apacienta
el
ganado.
^^*^
EL PASTOR TRASHUMANTE. resultas de las cuales la
yegua
del padre ó del rabadán
no suele engordar por
pazca. Porque es de saber que no hay pastor que no se enamore, sino
mucho que
á la manera lamentable y quejumbrosa délos Salidos y Nemorosos, por
lo
menos
para tener unamuger con quien vivirpacíficamente y criar liijosparael cielo, según dice el Catecismo. En suma, para solteros y casados la época de paz, de diversión
y de
holganza es
la del fresco
verano de aquellas sierras, porque como loslobosno la solicitud de la guarda del rebaño.
andan tan hambrientos, se puede aflojar algo en
cualquiera desavenencia que á propósito de pastos pueda se compone entre gentes unidas por un origen amigablemente suscitarse, fácil y parte por lazos de amistad y parentesco. común y ligadas en gran
y por
lado
otro
Pero
al
cabo estos dias buenos se acaban pronto, porque como dice un poeta
contemporáneo. Los
tristes
y
los alegres
Al mismo paso caminan,
y con
las
primeras nubes del otoño comienzan á
moverse
los pastores
para
Tolverse á sus invernaderos. La reunión del ganado y los preparativos de marcha
misma
y concierto, pero con harto menos alegría de los campos del Guadiana. La noche antes
Se
hacen con
h
que presencian en ocasión análoga
marcha
la
actividad
de
la
el
camino que consiste en juntarse en su casa
bailar
de
lo
es forzoso hacer á los viajantes
en guisa de despedida
las sueltas
obsequio del queiso (queso) para
el
las
mozas y
los
mozos
solteros
y
país, en recompensa y graciosas danzas del
cual reciben las montañesas las ahuchas (agujas) que vimos comprar en
Rioseco. Por rara que parezca esta ceremonia
y por mal que
se
avenga en
la
apariencia con ánimos realmente apesadumbrados, no por eso deja de observarse religiosamente. Para el siguiente dia ya está dispuesta la fiambrera del Pastor
que consiste en una gran provisión de cecina y jamón, cosa en que tienen tanto las babianas que muchas de ellas consienten en pasar no pocas privaciones en el invierno á trueque de que sus maridos llévenla correspondiente merienda. Por fin amanece y los pastores se ponen en camino acompañados de
puntillo
sus mugeres que por una de aquellas estrañas contradicciones del pobre corazón humano van ahora á despedirlos hasta una legua de distancia, cuando pan;
y se afligen sin medida ni proporción con la alegría que á su vista recibieron. Por fin, los últimos adioses, abrazos y encargos de mirar por la salud se truecan entre muchos ahogos
recibirlos apenas salen de las cercas del pueblo;
y
suspiros; las
mugeres
se
y
lloran
vuelven hechas unas Magdalenas y
hombros un
cabo del mismo barro, después do un
poco mas durillos de condición, aunque
al
poco de camino andado á
comienzan por
las calladas,
los
fin á
entablar cual([uier
conversación y llegan últimamente á entrar en aquel bienaventurado temple de espíritu que tan poco desgasta el cuerpo y tantas primaveras le deja ver. Sin
embargo
este viage es la
mayor de
las fatigas
de
la
vida trashumante, porque
siempre sobrevienen lluvias y mal tiempo: á veces salen de madre los arroyos y el ganado espantado y temeroso llega á ser mas dificil de manejar. Así y todo alguna pequeña regalía disfrutan en Castilla con
los
amos de
las tierras
du
en que
EL PASTOR TRASHUMANTE.
446 echan
noche con sus rebaños,
la
y que por
el
beneficio que les reportan, suelen
darles buena cena.
Una vez en Esfremadura, tienen andado ya todo su círculo y de nuevo pueden dedicarse á sus ocupaciones un poco mas sosegados y á aumentar el caudal de conocimientos que poseen acerca de las enfermedades del ganado, de calidad de las yerbas y de la prosperidad del
la
En
esto son tan diestros
una persona instruida, hablándole de
menos
es
distinta
que
la
la
que atañe á su
la
como vimos en
de las personas,
oficio.
No menos
buena hermandad que entre
y en
salvo algún pecadillo venial, la
guardan, cuanto por la
el
conque
es imposible
de padre,
los
física,
si
por su
mas antiguos
porque su vida y
que nuestros nietos vean estinguirse
quia délas edades pasadas, porque
esta reli-
se ha de continuar en las herencias el sis-
tema de subdivisión indefinida que en
el día
rige, á
cada
j)aso se
diseminarán
cabanas, y ni aun pastos acomodados se encontrarán entre caudales que por
orden natural llegarán
punto traigan utilidad parte
á
á la
desmigajarse completamente.
No sabemos
un
hasta qué
causa del pais semejantes doctrinas que por nuestra
nunca miraremos como individualismo y
y
respeto y benevolencia
por sus costumbres, por sus modales es un tipo de
embargo no
v
subordinación
ellos los oficios
la península, y aun quizá la Europa, ocupaciones se ligan con las primeras edades del mundo.
las
la
Pastor trashumante por su conformación
el
la
y de todo
administran por su parte los intereses del amo.
que puede ofrecer
Y sin
paridera; de
regularidad y economía
que entre ambos median están basadas en
mutua. Finalmente,
la
calidad de la lana,
suya suele desempeñar mas de una vez con
las relaciones
vestido,
la
notables son bajo su aspecto moral tanto por sí
obediencia que observan con sus superiores y
Este por
á
ellos entretiene
fisonomía de las reses, que á sus ojos no
influencia que la atmósfera ejerce en la cria lo
ramo de riqueza que manejan.
y esperimentados que cualquiera de
sociales,
cuando en último resultado
las
aislamiento; pero de todas
vemos
maneras nos alegramos de haber bosquejado (dado que nombre de bosquejo merezcan oslos borrones), una figura que si á loda España pertenece con mas derecho reclama por suya
tender
al
al
,
el
pais
donde nacimos.
ErJIilQUS
Fin del to.mo piumeho.
Gil.,
De
los tifios coateni«los
en e^e tomo.
Pdg.
5
I?iTRODL'CCION
El La El La El El El El La El La El La El El El La El
Torero: por D. Tomás Rodríguez Rubí Patrona de huéspedes: por El Curioso Parlante
Barbero: por D, Antonio Flores Castañera: por D. Manuel Bretón de
1
9 19
los
29
Herreros
37
Indl4N0: por D. Antonio Ferrer del Rio
Escribiente memorialista: por D. Antonio García Gutiérrez.
Ama del
cura: por D. José María Tenorio
Pretendiente: por El curioso Parlante Coqueta: por Z). Ramm de Navarrete Empleado: por D. Antonio Gil de Zarate Criada: por D.
Cesante: por
José
Z).
Antonio Gil de Zarate los
Alcalde de monterilla: por
Fermiu Ca6a//ero
llaves: por D.
J.
í7
50 69
Nodriza: por D. Manuel Bretón de
Ama de
.
61
María de Andueza
Z).
.
Herreros
E. Hartzenbusch
Aguador, por Abenamar
77 87 93 lOi 113 123
139
Santurrona: por D. Antonio
Flores
Sacristán: por D. Vicente de
la
144,
Fuente
La Lavandera: por D. Manuel Bretón de los El Charrán: por D. Ramón de Castañeira
153 Herreros
El Hortera: por D. Antonio Flores El Clérigo de misa v olla: por D. Fermín Caballero El Escribano: por D. Bonifacio Gómez El Escritor público: por D. José María de Andueza El Cazador: por D. Antonio García Gutiérrez El Choricero: por.46en(wnar El Estudiante: por D. Vicejite de la Fuente La Mujer del Mundo: por D. Tomás Rodríguez Rubí
163 171
178
185 193
209
217 021
225 23S
El El La El La El El El El El El El El El El El El El El El El
Alíuacil: por D. Bonifacio Gómez
247
Ejecutor: por D. Fermín Caballero
261
Caminera:
por D. José de Grijalva
Guerrillero: por D.
José
271
María de Andueza
283
Gitana: por D. Sebastian Herrero
289
Mendigo: por D.
301
José
María Tenorio
Cochero: por D. Cipriano Arias Presidiario: por D. Bonifacio
311 319
Gómez
GxhESERO: por D. Juan Martínez
Exclaustrado: por D. Antonio Gil de Zarate
333 349 357
Médico: por
366
Víllercjas
Dómine: por D. Fermín Caballero
el
licenciado
D. José Calvo y Martín
Patrón de barco: por D. Sebastian Herrero Hospedador de provincia: por el Excmo. Sr. duque de Cartero: por D. Eduardo Asquerino
37-^
Rivas.
.
384 391
Elegante: por D. Ramón de Navarrete
397
Anticuario: por D. Manuel de Ilarraza
405
Aprendiz de literato: por D. Luis Loma y Corradi Contrabandista: por D Juan Juárez
414
Demanda ó Santero:
por D. José María Tenorio
Pastor trashumante: por
I).
Enrique Gil
FIN.
423 430 439
University of California
SOUTHERN REGIONAL LĂ?BRARY
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