Los españoles, pintados por sí mismos - Segunda Parte

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-r'-í'l

''4

V

EL ESCHIIIAINO.

¿SAME, lector amigo, no podor luego en

pretendes •|¡;,:

^f\

sondear

Supongo

conocer.

las secretas

prolongados

subterráneos que

los

que

espacio de

la

la

opulencia

aunque

al

inquieto

y aumenta

pobreza á sin

([ue

impaciencia

por

los tortuosos

,

tu

á

parecer

agena heredad le

desde

persoiiiije

,

y va

cuando

hace subir en breve

medianía

alterar su

y de aquí

,

á la

posición social,

Paréceme también, que ya tienes observado como enroscado é indefinible rasgo que llama síV//ío, y lo es en

buenos cristianos á su

avisando

la

esplota ol precioso (ilon

efecto de sus torcidas intenciones;

que

tu

sinuosidades

formando su pluma en

traza su [)lüno en a([uel

¡nlioclucirlo

amistad y confianza del

la

vista

como siempre encomienden

coloca sobre

á Dios á

quien

él alli

la

cruz, para

se encuentra,

propio tiempo que en aquel punto dejó de existir. Todo esto te trae tu curiosidad , siendo lo peor que llegas acostumbrado á

encajarle sin rodeos ni antesalas, en las tiendas del sastre, del barbero, del mercader, y de otros muchos que sin duda has recorrido, en donde habrás visto lo que pasa sin quitarte el sombrero ni aun desliar el embozo; pero ya conoce tu buen juicio la enorme diferencia entre esa clase de gentes que han de vivir á pi/er/a abierta, y un escribano (pie no la puede tener sino muv cerrada. Aguarda pues la ocasión de evaminarlp ({ue en retardarla te sirve la fortuna. ENTRKGA XMV. 24


194

EL ESGHIBANÜ.

Pienso yo ademas llevarte por de pronto á visitar uno, establecido no ha

mucho en

la

ocupaciones

le

porque

corte,

pobreza, ni ha perdido todavía Allí reina la candidez de

honrado y

fiel

mas

sea

fácil

impiden aun recibir salvo

mal que

,

te

Ni sus multiplicadas

entrada.

la

que tienen hecha información de

á los

modales sencillos del pueblo en que actuaba.

los

costumbres y por lo mismo el Escribano ha de ser pese lector; si no quiere atraerse la abominación

general; puesto que en los lugares son conocidos hasta los actos

de

la vida.

como

mas reservados menos que un hombre público; y respetando su posición ha de cuidar mas bien de cautivar las voluntades que los intereses de

Es

ellos,

mas

ni

los particulares.

Así

ni

hacerles felices aun á

no exigir contribuciones, esto es

,

contribuyan ni aun con

le

empeño de

verás constante en su

le

costa de su propia felicidad

sus

lecjitimos

derechos

,

á

nunca

,

que

exigir

ricotes

los

y

bien

acondicionados; ni jamas perdonarlo á los pobres. Verdad es que como amigos

primeros de

,

no pueden negarse

tales principios le obliga á

nunca

se trata.

En

á ciertos adelantos ó empréstitos

que

la

los

austeridad

reclamar en repetidos apuros . y de cuya amortización

sus salidas

tampoco exige dietas algunas sino es

las

puramente

precisas por via de alimentos.

De suponer

es

que tan escesiva delicadeza

economía poco común oficio

puede

,

;

poco tiempo procurarse con que

al

le

tiene siempre

en un pie de

y solo en fuerza de su aplicación y buen manejo en ir

pasando

,

el

y hacerse con una

yegüecita torda que va manteniendo lucida y bien enjaezada; y asi es que desde

entonces todo queda para

condenación de costas, donde presentados en globo

la

los derechos de ]os elaborantes

parcial.

no

Agradecidos en cambio

se los

regalos de diversas especies, que en

esfuerzo la manutención de fé

amo y

echa tanto de ver

el

esceso en

su cuenta

aldeanos, envíanle de cuando en cuando

hombre tan de provecho pueden

Con

jaca por la mitad del año.

suplir sin

esto

de que los bienes de cada vecino valen su diez por ciento cuando llega

y con dar el

reparto

han invertido todos sus fondos y muchos mas en el mantenimiento de presos pobres, y que el hijo del alcalde no se halla en casa cuando le buscan, pasa por el hombre mas recto, mas íntegro y mas cabal de catastral

,

que

los Propios

cuantos han conocido hasta su tiempo. Ni puede ser de otra manera, porque es

ademas un

cristiano viejo temeroso de Dios y de su conciencia

devoto, que nunca se ha presentado sin capa en secar

la pila

de agua bendita

á la

la

,

con sus ribetes de

misa mayor, ni ha dejado

cabecera de su cama.

Por otra parte, como persona de mucho prestigio, no teme de aquellos que nada tienen que perder

,

y

se

la

murmuración

quejan á veces de hallarse en aque]

un embargo que se prolongó mas de lo justo, y en el cual por escribano con los demás funcionarios cobraron á razón de 60 reales

estado, merced á

consiguiente

el

diarios (con arreglo á arancel

de licitadores

,

manifestó desde

Su le

)

mucho mas

de

sino por guardar los bienes el

principio que

estrecha amistad con

el

garantizan también contra

el

escribano haya de vender

el

le

lo

que correspondía.

al

Y

no por

falta

abastecedor de carnes, quien

convenían.

señor cura

,

cirujano y boticario (los tres poderes

pulmón de un hacendado mal avenido con que

grano que comienza á llamar de sus ahorros

,

á

el

un


EL ESCRIBANO. menas

tercio

qu^;

A

de su coíecha

se la requisa el Alniolacen.

;

193

y dice que cslá

l'alla

nunca

su lUidida porque

Mas no repara que en buena economía

productos

los

,

toman su precio del gasto que ocasionan al especulador: y el bobo del notario no hace mas (|ie esponder buenamente lo ([ue le va sobrando en las lecolecciones de que de

solo sabe

otros. El

los

esta suerte convierte á dinero hasta el último

desperdicio en su verdadera piedra fdosofal los propietarios

en cuyo número no se

le

,

y no se cuida del daño (jue causa á el pago de adeudos á la

considera para

Hacienda.

Con

estos elementos cuenta para

ensanchar

la

pudiese ocurrir que alguno se descompusiera,

esfera de su poder; y por si no olvida de vez en cuando

ostentar su valimiento, dejándoles sin percibir sus honorarios c/efenya Jos,

aquellas causas cuyos fondos no alcanzan para todos. Así es

voz y decide con su voto

la

levantan diariamente jugar

al

,

interiiiinables

los

cuando

reúnen por

se

dilucidan los

solo. Allí se

mas

como

altercados

las tardes

á

que entre

tomar

en

lleva siempre

se

ellos

chocolate

el

interesantes puntos de moral

,

y

botánica,

medicina y legislación ; se solventan las cuestiones mas delicadas de política y aun de derecho internacional; y en fin no hay dificultad de ningún género, que

pudiendo caber en controvertida sujeta al

fallo

máximas de

escaso

el

círculo

de sus conocimientos esquive

superior del Escribano

,

quien no siempre se conforma con las

con lossistemas de Linneo,

la Biblia,

ni

con los aforismos de Hipócrates.

Sin embargo debemos confesar que no es por eslrcmo exigente: con

que

cura apriete bien

el

la

mano

el

cirujano le dé exacta noticia

el

otorgamiento de dote

se

adapten

á

sus

,

ó

ser

el

aquella Academia: pero entiéndase sin escepcion

y allanada en

la

d,-

los lances á

que

asiste

por

demanda de esponsales, y que

consejos

tal

á sus feligreses sobre los juicios temerarios

en

si

el

declaraciones periciales,

las

,

de

que

conviem» im-jor tercero y

demás

elecciones

de

ayuntamiento y votaciones de diputados, su ambición queda satisfecha jior esta parte. En cambio pueden contar sin recelo con su protección para dictarles pedimentos, redactar acuerdos y asesorar en los casos dudosos: para esforzar el cobro de sus créditos reservándose

De

esta

manera su posición

un caudalejo mayor

ó

la

se va

tercera ])arte por (h'-cima

cimentan

menor según su

!o,

ij

costas.

y consigue en pocos años reunir

habilidad en utilizar las ocasiones; pero

siempre en buena moneda usual y corriente, y libro de toda carija (jraváinen ó mala voz. Entonces ya sus protensiones mudan do rumbo: se queja de la escasez de negocios; los pocos (juc hay son criminales, de

pero de ningún producto

;

mucho

trabajo v

por tanto es preciso tratar de ascender

compromiso, ,

y

si

posible

fuera pasar á la corto.

Esto exactainonte sucedió con nuestro protagonista quien desde luego tropezó

en

el

inconveniente de estar mandadas suprimir al

y acérrimo de

oposición; pudo

Coleíjio co\\\o

la

le

al

vacantes que resultaron; mas

suplicó que

á

su parecer íuó

la dilatara.

,

reciente doctor en derecho

cabo conseguir entrometerse en

Xotario del Reino \ del número de esta

de sus simpatías, y auiupie

embargo

las

primogénito de un rico ganadero

votando diputado

muy

muy

el

Ilustre

heroica villa. Uespidióse

sentida su ausencia

,

nadie sin


EL ESCRIBANO.

190

.Hoy

ya

tenernos en Madrid donde los crecidos gastos de habilitación,

le

han detenido por de pronto en un piso tercero de

traslación y establecimiento le la

izquierda y en una de sus calles de segundo orden. Pero

de esto, se halla montado José con su marco de

desaparecido de

un espejo de Vitoria, la

la

mesa y

Aquel

su lugar se han colocado

adorno de

el

los dos frentes.

habitación.

la

está destinado á

Una docena de

estatua animada de

la

la

han

la

que

dominación romana

los

II

sillas

y de

del ángulo nienoj,

la

Hay ademas un

monumento y recuerdo perpetuo de

después de emancipados de

pesar

á

retrato de Isabel

el

rinconeras por haberse suprimido

tres

despacho

el

antigua gaveta y estampa de San

la

y su inedia caña de cabos dorados

azul

En

en cuadro que ocupan

notable, completan ,

cinta

estancia.

tercia

sea presidencial

de corte:

al estilo

ambulante ó

sillón

conventos eslinguidos.

los cristianos

conocemos

y he aquí por donde viene á

:

la fé humana sobre la fé divina con ó al menos sobre sus asientos mucha mas propiedad que por los singulares motivos que han alegado los

apoyarse

,

,

Escribanos escritores.

Sobre lodo diligencias,

obsérvase desde un

,

aun

ni

un practicante

sino que tiene

principio que ni los

documentos

corres, ondencia particular fueron ya de su

la

,

ni

,

puño y

las

letra,

aprendiz ó escribiente como corresponde á su

categoría, (jue corre con los negocios, salvas la revisión y dirección propias del

superior.

En aquel sacro scrino se encierra el buen muchacho desde las siete de la mañana para trabajar después de haberlo hecho durante toda la noche anterior, hasta las nueve poco mas ó menos hora en que sale el dueño preguntando Ola, Simplicio ¿se ha trabajado mucho? ,

:

,

— —

Así, así

,

señor D. Judas. ¿Ha pasado Vd.

h'uin la

noche?

Esta cariñosa interrogación suele pasar desapercibida por

señor D. Judas,

el

quien responde secamente.

—Me

alegro: y ahora ¿estás parado?

— Sí señor, para preguntar á Vd.

— Do qué —Estendia una

á cuántos

estamos del mes.

se trata ?

¿

notificación al reo:

la

providencia tiene ya fecha del quince;

hace diezdiaS.

— Bueno.

Estamos

diez

á

y seis.

No importa, en

esta

causa no hay

embargo: otra cosa.

—Esta minuta

del auto de ayer sobre el inquilinato de aquel de los

embozos

Verdes.

—Es preciso —Pero, Señor;

rasgarla.

Calla y escribe

Pon

ahí

,

«no há lugar:»

;

«no há

medía voz, ya Vacila

caballerete Jia preferido

el

le

Y

Providencia

,

los

la

me

espedientes

equivoco

D. Judas

,

mañana:

memoria. Luego prosigue

dictamen del abogadoal

haré conocer que nunca

tomando

mismo.

lugar. » Esto se llevará á la firma pasado

sí; en tres dias, añade á

yo

la fecha de ayer

dicelo contrario.

si

raio:

que soy

;

ese

pues bien, proceda ó no,

infalible.

y colocándose

así

alarga ó cercena la vida de los seres subordinados

,

en

el

lugar de la

mientras

el

joven


EL ESCRIBANO. Simplicio que es

muy

por abreviaturas

los autos

197

aplicado y celoso de su obligación

,

anota en su cuaderno

desconocidos, y con estension sin omitir una

letra las

Antes alguna vez añade sus comentarios sobre

doctrinas de su maestro.

compromisos que pueden producir, ó Piensa revalidarse dentro de un año

,

los

diferentes casos que

es necesario

y

ir

los

puedc^n abrazar.

bien preparado en los

rudimentos.

—¿Firma Vd.

este definitivo de posesión á favor de

—A ver, á ver, ¿pues qué adelante

,

me

continúa:

don Donato Sintasa?

ya se acabó este pleito?...

y hojeándolo

v

atn'is

olegro, es un buen amigo que nunca olvida las naviiladcs

y dá que hacer. Verdad es añade dirigiendo una mirada significativa, que como apoderado nada posee suyo; pero en fin me ha hablado algunas veces de una ,

escribania de plata, y todo ello es de agradecer... Ola, has hecho

cerrar con

la fecha....

muy

bien en no

Dos puntos... Ahora, «y se reserva...»

—Pero no mas auto — —Es que podria Yd. creer que un —No, ya jamás descuidas; ese dice

si

el

!

A(juí está su...

Silencio.

descuido....

sé (jue

es el mal. «Se reserva... al Prieto... modo y /brmoque viere convenirle.» Vé asunto ya concluido, puede darle aun sendas travillas. Yo te

su derecho, para (|ue leejercite en

como

tú Simplicio

esle

me acuerdo

siempre

la via,

del necesitado.

Claro es que esta filantrópica lección

merece un lugar escogido y aun llamada apuntaciones del atento discípulo, quien no puede menos de admirar allí v propalar por todas partes la sagacidad , ciencia y compasivo celo de su principal.

en

,

las

Y no se limita á esto solo: entre los infelices encarcelados es donde halla ancho campo para desplegar su protección. No hay uno siquiera que por su consejo deje

dtí

hacer repetidas instancias solicitando

comprendan contra su juez

los indultos: :

¡

la libertad; ninguno á quien no ninguno en finque no ensaye justas reclamaciones

es tan triste el cautiverio I... Sin

;despues de pintarles

embargo su

rectitud se ofendería

agradable idea de conseguir su intento v antes de (luo se arrojen á practicar los medios para ello, no les advirtiese (}ue toda actuación á la

solicitud departe, devetuja derechos,

—¿Y —Si

lo

demás

,

yhade estenderse en

papel de 40 maravedises,

Siniplicio, está corriente?

señor, y arreglado para marchar cuando Vd. ([uiera.

—Pues vamos, que

'

^

ya es hora.

Diciendo y haciendo el señor don Judas, loma el sombrero y se envuelve en su capa nueva bien á despecho del satélite ([ue murmura interiormente porque ,

no el

le

ofrece otra

que

cuello de su levita

ipieda

alli

abrochando

¡zíjuierdo ,

que ya va doblando

el

si biei)

los

tribunal en que sirven

calca(la por el

mismo

,

A

falta

de

ella

botones del pecho (pie todavía

sube v lo

y colocando debajo á carrera

estira

permiten; del

brazo

en seguimiento de su

esquina.

la

Bajo este sistema do correr con hacía

ociosa y sin destino.

sombrero y los guantes de estambre dos resmas de papel escrito, parte

cálase el

principal

le ,

los negocios

donde

moílelo.

dirígenseel Escribano y su educando

se representa

Siempre

la

una escena

muy

diferente

celeridad en jas ficciones, siemp|v


198 la

EL ESCRIBANO,

austeridad en

el

semblante y

liberta del destrozo á

quienes

al

circunspección en

la

mucho mas las para nuestro Escribano como la preciso disfrazar

ideas.

Y

no

se crea

aguja eléctrica, que

lado se cobijan

si

como

:

pnlabras; pero

las

que por respeto

el

atrae sobre

ravos

los

es

alli

juez es

el

:

arma de fuego, objeto de

terror para quien la mira

y de confianza para quien la tiene es la linterna sorda con que se oculta deslumhrando las miradas de una curiosidad atrevida: la túnica ensangrentada que envia, cual otra Deyanira para envenenar y desesperar á su :

,

salvo álos ingratos que

le

olvidan y no pagan sus beneficios.

atento, sin descanso á su interés propio, se pliega

para mas

En

le

el injusto

es

él jamás se vé en compromiso: ¿quejarse un infeliz procesado de cumplan promesas aseguradas? el juez es el engañador, el fementido: ,

lamenta otro

¿ se

el

y

al

ver

cómo

ignorante, el imbécil y la

el

Mas

obstinado.

el infeliz

condena

juez

? el

actuario tiene la fatalidad

esperanza se desvanezca después de una

benévola indicación

huya después de una sugestión mal entendida v castigue agravio después de un método recorrido sin constancia. Véase como el maligno

despreciada

;

el

favor

murmura

vulgo

,

sin razonar

casuales, tuerce contra

De poco el

se pierde sin fruto la voz del sufrimiento? el juez es

cruel: ¿agravia la sentencia notoriamente á quien

de que siempre

el

sabe bien v

lo

en su presencia

y seguramente manejarle.

fácil

efecto

que no

Asi

se violenta

y

sirve

la

y como

,

honradez

mérito del resultado las

de circunstancias

provócala malicia.

que en multiplicadas ocasiones haga conocer

auto favorable es totalmente debido á

descargue de

funesta combinación

la

los tiros (pie

feliz

la influeiu-ia

(acaso contra su intención); en

culpas con

el

pretesto de

obeiliencia

la

al

escribanil; en

vano

(pie

haga

(pie

vano también

se

(pie

inundo es necio; no

(>l

:

ganancioso

sabe estimar tales razones, y en su concepto aunque la opinión de los jueces vacile la reputación del escribano nunca mejora. Este es un daño y de grave ,

trascendencia, porque lo

tal

vez obstruye

el

paso á un sincero arrepentimiento:

reconoce don Judas á cada paso esclamando con

ser justo?

las

la

mas buena

«¿deque

gentes siempre han de pensar malv....

En cambio, y

persuadido como manifiesta

esfuerzos para bienquistarse con

t;|>

,

estarlo de la

asi

sirve

hi)Sh\..

de sus

inutilidad

opinión pública, los dirige ala privada del

la

y procura asegurar su apoyo. Pensando va en la entrevista durante su y ni apenas le dejan tiempo sus cavilaciones para responder á los corteses saludos que se le dirigen, a voy sumamente ocupado.» Y de cierto lo tribunal,

tránsito veloz,

está,

combinando

la salida

de

las

correcciones (jue se

h,i

pi^imitido hacer

,

si

por

acaso fueren advertidas. Preciso es confesar que no se pierden

sin

fruto estos

derechos,

juzgado pasa por hombre asiduo y diligente, lleno de probidad de y atento en demasía. A tal gradóse estiende el prestigio que á ,

consultado su dictamen fl nicjor

Por

;

pero su

-lia

jamás

le

el

las

veces es

permite indicarle sino salro

parecer de su señoría. lili, él

llega antes (jue

ningún otro

pupilo, entreabre cuidaflosamente

puede

mode

pues en

inteligencia-

la

;

y dejando en

mampara

(le

h,

el

recibimiento á su

audiencia, y.nregunla

pas;.r. .

»J)6-.i«.^

.

si


EL ESCRIBANO.

— Adelante —A

Í99

responde una voz oculta con tono magistral.

:

órdenes de V. (porque á puerta cerrada

las

¿Esta V. ocupado

se escusa

tratamiento.)

el

ó quiere Y. que despachemos?

,

— ¿Hay mucho? A

don Judas con

esta espresiva interrogación sale

como que

es necesario aprovechar las coyunturas;

velocidad de una saeta,

la

toma de Simplicio

fajo

de

(pío

no

el

y vuelve á entrar diciendo Nada mas que esto. Ea pues vamos. ¿Aguarda alguno?

papeles

:

,

— — —No hay

tal;

Con los

,

,

;

mas

pero dos compañeros bajaban detrás de la

aunque breve exordioempiezaD. Judas

este eficaz

procesos con

la

mano derecha

una rapidez tan escesiva, que en del rasgo por

y escamoteándolos con

la

mayor

no dar tiempo á levantar

vuelta del re vés su borrador;

á su presentación

la

,

—A instancia

A

pluma.

la

aunque poco

á dar

cuenta alargando

la izípiierda

parte de las rúbricas

en

acaso no

si

poro con

;

se corre el final

,

cada providencia acompaña

se arriesgaria

colocado: hay sin embargo alguna que por

(jue fuera

le lleva.

naturalmente

Precede ademas

esplicacion sucinta del contenido.

de doña Concepción Bienvisla

traslado á la contraria: D. la

Por supuesto

ni/'.

precipitación interesa.

,

sobre

estupro:

confiriendo

Berruga y D. Primo Miradores; denegando

Sandalio

solicitud del segundo.

—¿Quién

es este?

D. Judas frunce

mañana;

sin

las cejas:

esjustamente

que nocpiena recordar hasta pasado

el

embargo ha de responder.

— Ese petimetre que

se niega á

pretesto de haber obrado en

la

pagar

alquderes

los

Forma

casa.

su curador por

articulo de

inctntestacion

él)

so

por ser

hijo de militar.

— Me parece mal no recuerdo que mandé — No señor; hablamos de poro si

,

,

ello:

Vd. anoche en

— —Aqui

A

Si...

el

teatro

al fin se

otra cosa.

resolvió

no haber lugar. ¿Estuvo

?

ver, á ver el borrón de este auto.

le tiene... calla...

pues no parece...

estoy bien seguro. Supongo que sabrá Vd.

el

se

cambio

habrá traspapelado... pero

de hacer en

(¡ue se trata

el

ministerio.

he — —Señor, Vd. no Sí

el

,

mismo

lo

visto en los papeles. Pero se

interesado. Esto no es

corresponde

a(jui.

Ali

me

;

los palos la Audiencia exige

A

estas palabra»;

levanta del papel

el

al

la

detii-...

Juzgado

la

para

fijarla

q\ip

;

suelta

la

parooe;

qu.»

responsabilidad?

color del juez se alto:M

la vista

lo

¿SabeVd.

este auto...

haberme hecho

esplicacion que dije

pricisamente

olvidaba

— ¿Qué me dice Vd.?... ¿Está Vd. —No quisiera equivocaron*: pero. proceso,

hombre, estoy mirando que

acuerda sindula d?

y por tanto en aquella caiisa de .

..

plu na en

el

tintero,

y

en su interlocutor. loco?... .

voy

^íi

Vamos, Vd.

esto es cruel, insoportable.

(piiiMe

en up

instante por el


EL ESCRIBANO.

200

—Bien

,

D. Judas

y vuelva Yd. pronto.

,

no da un resultado mas veloz: D. Judas por medio de un rápido giroy una corbeta, se halla ya fuera de la habitación: mas contramarehando

La

cliispa eléctrica

iuego con

mismo

el

sombrero en

afán

,

vuelve á entrar fulgiendo no acordarse que lleva

— Digo, que

si

Vd. firmara eso,

Si,

tiene

si,

corta

escabroso espediente

el

«no tengo uno mas puntual

compromiso

el

ya (jueda

aire satisfecho:

mandato bajo

todo á un simple

ei.i

,

el

semblante risueño contra

una lectura precipitada

;

haya de ejecutar, ('omo quiera, su cuidadosa atención

le

al

y se limita

mas estrecha responsabilidad de

la

allá

celoso.» Pero la ausencia es

auto notificado; y en cuanto

el

uua eqiiivocacion

fue en efecto

,

juez se queda diciendo

el

y

,

mas

ni

según conviene á su acreditada presteza

,

costumbre, y

coge

tan. exigente.,..,

supcrioi' está

el

Vd. razón.

Parle don Judas con

en su interior:

me

podia notificar de paso porque

lo

camino: tiene ya doce dias de retraso, y como esto es, si á Vd. le parece.

el

cabeza.

la

(juien

lo

vale agradecimiento,

y aumenta su preponderancia para en adelante. Desvanecida

zozobra

la

continúa

,

despacho hasta concluir.

el

— ¿Tenemos hoy algo? — —

pregunta

la

autoridad.

La declaración de esos testigos que se llamaron antes de ayer,

han venido,

Si

Aun no y vertido

la

(jue entren.

ha acabado de sonar salvadera por

mundo

salir

la

orden

deiribado la silla y ya don Judas ha pregunta, grita, reconviene á

,

cuanto antes:

y por viltimo llega de nuevo con un aldeano (pie tiembla do pies á cabeza. Al entrar no se olvida la advertencia de «suelte Vd. el palo y que no se pase el tratamiento.» Todo esto aumenta la turbación del sencillo

todo

el

,

jornalero que va por cree en lo

la

vez primera

recibiéndole aquel funcionario

en seguida varias preguntas

no puede ser en

el

declarara/i/e u juez.

;

no recuerda

muy

cúmulo de negocios que

en

parte

rústico ni entiende

las

á ella

loque

le .acaba

le ¿licen, ni es

de

lo ([ue dice

Bu

,

con

«que no

,

porque

de poner delante. Por su

(pie

se pase el tratanjienlo»

ya profetizo

va escribiendo en una mesa

los

al

reo

la

inferior el estracto

y cstenderlo á lo que quisu decir.

deponentes; y en ella con mas sosiego transcribe á lo iiace y por no perder tiempo se encaja otro

Mientras

la

,

de espedientes y su manojo de enredos, y imaginación judicial hasta el último recuerdo d^ cupnlo acaba de oir.

gabinete de Themis con su

borra de

lío

— ¿Con que Vd. ha dicho, pregunta don Judas en pn

pero sabe

,

las tiene

efecto, terminadas asi lag restantes indagaciones, sale nuestro Escribano

los autos sus dichos. el

,

para traducirlo después afuera

á la pieza inmediata

en

ci/of/o

;

que

capaz por entonces de ordenar

reduce su atención. Entretanto don Judas

deposición de aquel testigo

efecto, asi lo

bien á qué conciernon

rodean

le

sus ideas para responder: una sola le domina

y

En

asi

apuntaciones que don Judas

escritas el

:

el

á

debe de ser, y asi parece que se verifica juramentoque leacaba de aterrar, y dirigiéndole

intimo de su conciencia

qvic se CPnií^IJíVp]

delito,

esUiba en

la

tabern,-)?

la

antesala, (jue áli> hofí^


ESCRIBANO.

Eí.

Vo, [señor, no puedo afirmado, serimí

— No Ift

salo

cuenta,

la

caer ¿no es

al

— Aun quedaba buen de — pero en aquella hora rato

(lorrienle

sol)re lah cuatro,

ver, Simplicio, aguarda. Quiere decir <|ue seguH

á

r>lacion estaba la tarde

'201

esto!'*

dia.

;

se

empiezan

desuncir

á

el dia

las yunta;?

de labor.

—Según conforme, —Perfectamente:

señor, yo

y

muy

porque trabajo

largo de casa.

escribí, Simplicio, escribe: «á la hora en

que

se

acostumbra

desuncir.»

— Señor, yo solo; y eso porque estoy —Eh, hombre, esas son circunstancias

lejos.

decimos en

— Sí

accidentales: inillim inoinenU

,

que

el foro.

que Vd.

será, señor,. eso

— Abrevia,

que

Simplicio,

el

dice.

buen amigo tendrá que hacer.

V

llevaba

pantalón azul ¿es verdad?

— No puedo decirlo;

— Dale —Sí

bola con

repito

sí,

se

detuvo mas que un momen(<».

Pero ;.noeia dia de tiesta?

señor.

,

— No usa pantalón — — que

azid

;.

Si

que no

ambigüedad

la

tale> dias?

f^u

señor.

,

Pu«'s claro está

— Si,

señor,

sí, le

le

llovaria.

llevaría.

¿es — Escribe, Simplicio: «con pantalón azul —Ya vó que es regular. afirmó y que — Concluye, Simplicio «y en descolorido y entró que de aquello puesto — Se me que^no ha — ava vava eso á a?í?

sw ¡jíiiectn»

(*

se

lo

le Itic

ella leida

;

ratificó

^c

,

,

etc.Jí

figura

^

,

es

,

i/>i/>t'í'/í/teMfe

que oye

El pobre jornalero

lo

la gestión.

de iiaperúnmie

,

se apresura á

tomar su vara

para marchar, pidiendo mil perdones; mas todavía es detenido por don Judas que jamás omite requisito alguno cuando cumple a su propósito. ,

—¿Sabe Vd.

escribir?

— Pongo mi nombre muy mal, llevándome — No importa aguarde Yd. en aquel rincón.

la

mano.

,

Asi van pasando sucesivamente los demás, que á su vez son detenidos para

presentarse de nuevo

al

tribunal. Leídas

pregunta con tono severo prestado

:

y cada cual

,

si

en

ellas se

allí las

rectilicadas declaraciones

afirman bajo

dejando á un lado

la

del

religión

en su conciencia

lo

,

se les

juramento

impertinente,

contesta que sí, y lo avitoriza traiupiilo con su nombre y rúbrica. Firma también carácter que el juez, da fe el escribano, y (jueda ya la declaración con todo el se prometió la ley

Hecho

asi

,

en

el rigor

de sus formalidades.

v precediendo una

silenciosa reverencia

,

se,

retira

don

.Tudas hasta

los tres el «lia siguiente en que vuelva á repetir igual función, lietíran-^e también ionio apurar, de vienen trance que llamados, conversando satisfechos del duro

piuliera hacerlo

ol

victorioso

Horacio con

su-'

rapiíanes,

<les|)UC'^

tW

faiiH^ó


EL Él!?<:ttlMNO.

2&2 combato quo

(U'cidio

Ellos también acaban de decidir

Roma.

suerte de

la

citó

Por último

pero convienen todos en que

lian salido del aprieto;

estremo delicado en resuelven do

común

bajo

,

la

de

la

ciega confianza en su Dios tutelar.

encausado que instintivamente les

actuario es por

el

indagaciones, y no deja circunstancia por escudriñar acuerdo no acudir á otro, si necesario les fuese, y envidian

las

no tenerle en su pueblo. Al

don Judas descubren respetuosamente sus cabezas y lijan en él sus contemplándole de hito en hito mientras pueden descubrirle.

salir

,

sorprendidos ojos

,

Aquel por su parte

con un

les contesta

diligencia acostumbrada, corre á dar

nombre

La escribanía!! que

el

enigma de Thebas

de negocios

,

fatídico

movimiento de cabeza y con

misterioso que

y

las solicitudes

,

la

la escribanía.

mucho mas complicado

nadie acertó debidamente á descifrar.

en aquel laberinto de

,

ligero

una vuelta por

en aquel

telar

En

aquel estanco

de providencias,

almacén de justicia y sumidero de derechos en aquella caverna de las inspiraciones, y brocal del averno mismo, en aquel recinto oscuro y estrecho ,

plantel de curiales

con sus murallas de legajos y sus parapetos de pergamino, se encierra nuestro ir audiencia pnr pocos minutos.

Escribano á d

Esta audiencia nada tiene de análogo con celebran los tribunales superiores

en

ministeriales;

ella

,

imponente severidad de

la

nada de común con

el

frió

las

que

sosiego de

las

todo es actividad, movimiento y vida. Todos entran ó

el sombrero calado, preguntan sin saludar y la abandonan del mismo modo: nadie se mira y lodos se observan; nada se investiga y todo se sabe. Al entrar don Judas, no se nota la mas leve alteración. En el banco de la

trabajan con

izquierda

prosiguen tranquilamente su diálogo los abonados á aquel asiento,

litigantes de profesión (jue

en sus

pleitos

que pierdan

,

nunca dejan de pedir

ni desperdician

los bienes, la tranquilidad

su derecho: osle es

el

y aun

pasto de sus almas,

de noche se reúnen en

el café

norte de sus deseos y

el

jamás

salva los

se sujetaron al imperio de la

tal

A

á

falta

suya de

fácil

es

moda

,

y

asi

y

cómodamente

se distinguen

En

y la constante merma de

los bolsillos

ambulantes que salen y entran, haciendo tiempo á escaso ámbito de la pieza ó tienda,

Al través de aquel tropel

,

y no sin trabajo

su trípode de baqueta, y en ^consejadas

por

aquel banco se encuentra constantemente

su frente los procuradores con sus plumas de ganso anotan

el

ágenos.

administrador.

salida de los negocios

llenan

los

comprender que

calzón de charretera ó pantalón de travilla, según

cual escepcion de

el

y

de manga rizada, y sus mugrientos sombreros de cubilete,

tiempos que alcanzó cada uno.

don Donato

pauta de

la

es indiferente, despreciable;

mundo,

litigios,

cosas del

abstracción de las

sus largas levitas

allí

es

pero jamás que abandonen

es sin mezcla de cuerpo estraño que interrumpa,

,

su perpetua conversación de los propios

Con semejante

formación de ramo separado

el juicio,

sus acciones. Para ellos cuanto pasa fuera de si

la

coyuntura de incoar otros de nuevo. Posible

el

,

:

la

la llegada del

y forman

entrada

y

el

resto

principal,

del cuadro.

logra introducirse don Judas hasta

instante se le agrupan en

criaturas. Diríase (pío

la

turba de querellosos

desnachaba

billetes

torno aquellas mal

de teatros en

dia

A^


<

repite las preguntas sin obtener reápucsta

Quién

hoiiefieio.

quien regaña; éste

,

lo cierto suspira, el otro, dándose mas importancia, le dice no sé qué al oído, de la medio en imperturbable Judas don sonrisa: de ello es que produce una no puede agitación, continua lujuella ocasiona estruendo que confusión

y

obstante lo que se llama despachar.

grandes tormentas se desvanecen en breve ; y asi calmado el primer furor y desahogada la escribanía de la muchedumbre queda espacio para atender Pero

las

,

de casa.

a los

tiempo afortunadamente, acierta á llegar un dia don Primo Miraflores recogiendo ;;u elegante capa verde porque no la ensucie el polvo del pavimento.

A

este

,

—Mi sobre

curador

pase á informarme del estado de aquel asuntito

me encarga que

la casa.

—Justamente mañana despachó. — Y qué hay — negado como yo presumia. se

esta

'•

Salió

El lindo joven patea

y

jura, sin observar que sus botas de charol

de una densa nube; reniega del momento en que gentes, y protesta en

coii tales

fin

— Hará Vd. muy bien;

replica

modo de

lidiar,

que vá en seguida

cubren

se

habérselas

se vio precisado á

á consultar á su letrado.

reposadamente D. Judas; pero estos abogados de ayer, no siempre aciertan en sus dictámenes; lesfalta loprincipal que es la práctica. Don Primo que esperaba por única respuesta un guante de desafio, y desconoce ,

por completo este

cambia

el

decae instantáneamente de su furibundo ardor, y le pregunta con interés

concepto que tenia formado de su interlocutor

,

qué deba hacer y á quién puede acudir. La opinión de D. Judas es que se conforme con el proveiedo por no paralizar un negocio que le es favorable y en cuanto al ;

consultor, su delicadeza le impide dar consejo

no quieren Vds. hacer caso de

lo

pero cuida de añadir.

:

Entretanto su ojo observador no pierde un punto los del

que

está

muy

próximo á arrojar en sus brazos

el éxito

el

se vé,

sencillo Miraflores

de aquel asunto

lance imprevisto lo impide por entonces, interrumpiendo

ha quitado respetuosamente

— Ya

que uno dice

el

diálogo.

un

pero

:

D. Judas se

sombrero para saludar á una desconocida que á

lentos pasos se adelanta, oculto el rostro entre los j)liegues de su primoroso velo.

Lo natural en cualquier persona cuya espalda da ala puerta, os volverse la

causa de

movimiento

tal

;

y

lo natural

misteriosa dama, acercarse afablemente para rastrear por lo

su hermosura

:

mas no bien

penetrante de sorpresa atrás

,

,

vino á reclinarse en

aun cuando en

la

para

á

ocurrir

comestible

,

lo

hizo así ü.

Primo

cuando

,

y sujetando con ambas manos el

menos

conocer

á

en un muchacho después de

vista

la belleza soltó

el velo

banco mas próximo. Acudió D. Judas

semejantes casos

Pero nada de esto llega

y

hasta

,

un

al

á ser necesario,

donde su galantería pueda porque

la

la

¡ayl

socorro;

y

alguno

hállanse por ventura bien cerca tiendas café

de nuevo por su pié cortada desde un principio des:iparicion del joven

un

y dando un paso

escribanía no hay agua, ni vinagre, ni otro específico

confiterías

la

grados de

los

de

desplegarse.

hermosa incógnita

afección nerviosa con

se levanta la

rápida


— •2{\\

ks(:h(i;a\(i.

K1.

—Sosiemu'X' U'cogiendo

gracias

— Servidor de Vd.

si

tiene

!;ii.sl;«

.

Ih

ilice

ÜdiiüIii

<U>\\

faldón de su levita.

y voy á hacer una bondad de decirme quién lo es.

no puedo detenerme

;

Yd.

la

,

el

que mirar en derredor.

vuelve

secreta?

a.<ieiili) >i

responde don Judas. La dama sin embargo no rompe

:

silencio ni hace otra cosa

—¿Es

el

tome

y

,

caballero

,

Escribano

al

Sefioi:;i

,

misino tiempo

«il

— Tantas pregunta

V(l.

instar

á

puede Vd.

entonces

notario;

el

pasar

adelante.

Adelante en una e?;cribanía, no indica que haya una pieza destinada á personas ó casos de distinción

ángulos harto cercanos las

;

,

donde en voz baja y

,

las

sino solo que puede retirarse á alguno de sus

manera de confesión

á

,

se psplican

cosas reservadas.

— Usted no me conoce ¿es verdad? — Únicamente para —Gracias. Pues mi nombre escusará servirla.

Yo me

demasiado.

—Señora acercando este

mia

tanto bueno por aquí

;

suya) vendrá Yd. á saber

la

una relación que me abochornaría

llamo Concepción Bienvista, soltera; hija de un americano

muchacho Nada de eso

tome Yd. una

;

que por

lo

justicia

aceptarle ó una dote; pero esta no

honor está en descubierto íilzando

un poco

(y

esto decía

para saber su estado mi agente bastaría. Vengo á consultar

con Vd. qué podríamos hacer para obligarle entendido, todo

silla

estado de su querella.... y es contra

vaya vaya

1

el

el

velo

,

me

aplica á

casamiento; porque según tengo

no me

es necesaria, y aquel

si

no quiere

satisface.

Mi

permiten continuar; y sus ojos un linisimo pañuelo de batista para Los sollozos no

y ahora

,

al

puedo conseguir es un castigo

la

ocultar sus lágrimas.

—¿Pero Yd. — Tengo

tiene pruebas ciertas?..

un niño ya

..

crecidito ([ue es el vivo retrato de su padre.

No, no

podrá negarlo.

—Pues entonces ¿cómo

—No por

cierto

se resiste?

ambos somos

;

yo un padre viudo que nada

—La diferencia de

me

clases...

—Tampoco: — Celos y de quién —De un capitán de

Las familias

libres

:

niega, y

él tiene le

¿

,

y

ofrece en dote todos sus bienes.

.

prelestos frivolos..., celos.... es

! . . .

tal vez....

un curador como Vd. sabrá

muy

inconsecuente.

?

caballería con quien tuve sencillas relac¡t)nes antes de

conocerle.

Una

ráfaga de luz alumbra á don Judas que pregunta con sorna.

—Diga Vd.: y niño ¿tiene hermanos? dos mayorcitos. — señor; negocio va presentando — lodo mundo —No el

otros

Si

Calla

,

calla:

tal;

el

si

confesado... en fin

en obligarle,

el

si

,

es

dificultad.

testigo:

yo no soy para estas cosas

él ;

mismo

diferentes

y crea Vd. que no

veces

ha

me empeñaría

no fuera... pero ahora mismo, ahora mismo señor,

actibo

4Í«*


K.S(;itl!'.AN().

!.l.

p.nler

uii;i

i'scolenUí |)i(>|»i)icion

20.)

parla [nihüoidail

tiiMic

i\\\

cslu

\

;

vainos,

....

perdure todas..,, es preciso.

!.i^

—Bueno, bueno:

dése Vd. una vueltecita mañana, y pensaremos

el

modo

de arreglarlo. Digo, y sino yo pasaré por casa como Vd. guste. ; Gomo Vd. disponga ; aquí están las señas de mi liabilacion. Hasta mañana pues ; éh, Simplicio, acompaña á esta señora.

— —

Don Sandalio Berruga el casero, y don Arc^idio Prieto acuden también como muchos á asesorarse en la escribanía y cada cual escucha una opinión sino siempre conlorme á la suya porque don Judas es imparcial al menos ,

otros

;

;

,

,

consoladora: bien que ocasione

c/o6/e trabajo á la

curia solamente por servirle.

no se sospeche que don Judas, trata de prolongar algunas veces y cuando las circunstancias una transacción amistosa. No há mucho que

siniestras

veras

;

banco izquierdo que

litigantes del

pobreza: y no

brindó ademas

les

s;)lo

á

se veían

ya en

el

escritura,

la

aconseja de todas

,

hizo así con dos tenaces

caso de hacer inlormacionde

indicó por su propio interés

formal izar

lo'exigen lo

Y

espedientes por miras

los

que transigiesen, sino

que va no podia ser

muy

se

costosa,

luciéndoles obser.ar que una persona tan bien iniciada en los antecedentes como podría combinarlo todo de manera que no hubiese lugar á nuevos disturbios. .

el

Por de

mañana concluye,' la escribanía se cierra, Simplicio recoge la llave y marchan á comer. Así han transcurrido los días, los meses y los

fin la

la calle,

años desde tiempo inmemorial se

van sucediendo

las

Sena demasiado destino

le

conduce

;

,

sin alteración ni

aun en

personas como en un'vínculo.

prolijo el presentarle

en

las subastas

en todas

el local

del despacho,

i

las posiciones diversas á

que su

estendiendo proposiciones aparentes que no

UMien otro objeto sino el hacer destilar gota á gota los fondos que cuidadosniíienle guarda y en vano economiza el verdadero postor: en los jurados, trastornand.i

d

sentido de las oraciones

, desvirtuando la energía y aun la verdad de los periodo^, con su eterno acto continuo la precitada fra.«e el smodichu defensor, y demás fórmulas de estilo; á la cabecera de los moribundos agonizándoles sin descanso con elpío lex,ado y lax mandas forzosas que ha d« dejar «m su testamento, para catequizar después al heredero por ley, vendlnulole h hneza de haberle procurado lo que no le,pudo raer: en los embargos judiciales hacendó /« /raóa en el cazo y gorro de dormir, con la ordinaria protesta de 'mpharle y mejorarle hasta la cantidad suficiente luego que el avisado deud.r haya estraido de su casa todo lo que merezca algún precio y en fin en to.las partes representando el primer papel y dominando las voluntades de los demás con su incontrastable do,/ sin que á nadie le haya ocurrido nunca hacerle ; fé la natural observación de ,,ue á la primera vez que la dio se quedó para siempre

fjue le

mandan

copiar

,

,

,

,

:

,

sin ella.

Su mesa, a

sin ser opípara

que pertenece. En efecto

por su vestido traza y

,

.

pasa por una de las mejor servidas en

se da

buen

trato

en esta parte

que por sus privaciones en

la

,

la

clase

y mas desdice

gula. Por

la

si

media acaso

tarde, acostumbra

un pase.to acompañado de Simplicio ó de algún otro amigo pero siempre en , paraje solitario y distante. Kl Prado para él carece de atractivos: ^ on verd.d

'lar


20ü

KL ESCKIHANO.

¿qué va ni la

no

suya se

de

no es á propósito para llamar

traje

ágenos:

los

:

elegante pesadez con que

la

la fatuidad

que todo

ello respira

hermosura: pero

un

enamorado

Escribano

se pasea,

no

se aviene

,

sorprendente que se pudiera idear.

En

esta materia

como en

el

todas

Nada hay pues en

vaya alguna noche en

el estío

,

Prado que convide á don Judas,

el á

esponjado con su cuartillo de agua bien medido en los puestos que

Las primeras horas de

y

de

el resto

noche

la

,

consumen en algún

se

en arreglar trabajo para

ella

siguiente.

el día

acaba por

,

no es que

frescura de los árboles

respirar la

mas razón

la fria

,

preside á sus cálculos, y el hábito constante de apagar sus impresiones estinguirlas.

encanto

escepcion

la

seria

alencioii

la

allí

gravedad de su ministerio: solo un incentivo podría atraerle;

la

la

mucho en

fija

en armonía con su carácter

está

con

Prado? Su

á hacer en el

y tomar un adornan.

,

le

café

que no sea de

En

general

tono,

vida de

corle le ofrece poca distracción y le parece insípida en sus diversiones repugnante en sus planes: á nada aspira satisfecho con su estado, y á nada

y

,

.se

aficiona en la aridez de sus costumbres.

Hasta

la

devoción

como

,

resorte inútil en la capital

,

se ha

disminuyendo

ido

gradualmente; y ya la reduce á oir misa los días de precepto cuando sus (piehaceres se lo permiten. Pero en cambio no descuida el inscribir su nombre en cuantas sociedades filantrópicas se hallan establecidas. Este sistema relaciones

para

y

prestigio

,

no

alcanzarlos

que han sido siempre desdoña

el

figurar

le

proporciona

grandes objetos de su desvelo

los

como modesto contribuyente

;

)

San

á

Bernardino de una peseta mensual.

La última vez que galerías hija

en aquel

de beneficencia

asilo

Me

dijo

recorriendo sus

,

se había casado

que

de un americano viudo, compadecido de sus desgracias; porque

cuidaba de

las

mismo en que

mí natural curiosidad

vivía

,

pero con

el

la

no

se

,

y me

él

iba á sondear la esplicacion de tantas

acertamos á

hasta

distinguir

establecimiento que altercaban con calor. Era

el

novedades, cuando

cuatro

dependientes

le

;

y

del

uno joven de gallarda presencia, ,

y sus modales desembarazados descubrían una esmerada educación

edad media,

Ya

agregado de Casa propia.

estrepitoso ruido de voces llamó nuestra atención hacia el patio de entrada

dirigiéndonos á

<le

con

él

preocupaciones del vulgo. Pedile las señas de su habitación

dio las del cuarto

ijín

le ví fué

y enterándose de su régimen intefior.

los otros tres

:

sostenían la disputa.

— Repito, decia

el

Vuelven ustedes á usar

que

s,

lengua que

la

joven cuando á cierta distancia llegamos á oírle, la

palabra de infamia, les he de arrancar

la

pronuncie. Confieso que

indagar

me

interesó su gentileza, y

entre ellos á don Donato Sintasa? híceme

confusión

acercándome

;

y

el

el

la

donde estaban quise

me

esta casa nos

encontramos

llamo Arcadio Prieto: nada tenia que ver con el

señor; pero sobre un asunto de una novia, el

reconocer

mas anciano me respondió.

primera vez. Yo

ventajas en

al

desentendido por no aumentar su

— Yolodiré breveinente* Hace poco que estamosen hoy por

á

origen de aquel acceso de cólera. Mas ¿cuál fué mi sorpresa

el

negocio. Ventajas han

me buscó para sido,

fiador suyo

proponiéndome

qde yo he tenido que pagar nna


:

EL ESCRIBANO. pingüe dote, (por

cierto (jue se la ha llevado

207

el iiiisnio (jue

medio

ciitre nosotros)

y un pleito que sostuve con este otro de mi derecha arruinado hasta ponerme en el punto que Vd. me vé. y entre

ella

,

— La tenacidad

de Vd., repuso vivamente

y acabará con mi vida

fortuna

;

pero

—Harto mas motivo tengo yo

,

,

voto á

esclamó

tal

el

aludido,

el

que no

tercero

,

me

,

me han

ha costado mi

he de pagar solo.

lo

que he perdido mi casa por

reclamar sus alquileres.

—Yo los el

negaba con justicia

,

interrumpió

el

joven

al

,

menos

así

me

lo decia

Escribano.

No

es posible describir el tropel de gritos, la multitud de imprecaciones

solevantaron

nombre, asaltábanse

al oír este

unos á

los

que

y pugnaban

los otros,

por sobrepujar en energia. Todo eran voces, confusión y desconcierto:

como

la

uno, peor trecho

le

de don Judas andaba en sus bocas

parado

le

enviaba

fortuna llegó ((ue

el

el

el nombre manos de jugadores si mal devolvían los demás; hasta que por

pelota en

;

director y restableció el orden tan deseado de mi pobre cabeza

ya no podia soportar

posición que

,

me

el

ruido

,

sacándome

al

propio tiempo de

desaparecido, corrí á encontrarle y

al fin le

alcancé junto á

la

embarazosa

la

procuré yo mismo. Quise buscar á mi compañero

mas había

,

puerta de

cuando mohíno y taciturno se dirigía hacia ella para ganar su casa por mas breve y dándole unos golpecítos en el hombro le dije

el

Madrid

camino

,

,

Qué tal amigo mío, la trompa de la fama lleva ol nombre de Vd. liastA los luyares mas recónditos v olvidados de la tierra. Qué quiere Vd. me dijo alargando el paso; ese es el modo de agradeceré] ,

;

bien que

les dispenso.

todos les hace iguales.

yeso e n

la

Yo no

Y

manga de su

tengo culpa en sus cuitas:

el

brazo de la justicia á

esto añadió frotándose por rara coincidencia levita.

Su acción y su respuesta

trajeron

,

un poco de

sin

querer

mis labios aquella tan sabida y discreta redondilla. El Señor

Don Juan de Robres

,

etc.

BONIFACIO GÓMEZ,

,

ú





EL ESCRlTOn IH BLICO.

1

t

oiuts

>alitiii(>>

nación

España

lo

(jue

[jalabra

la

se

lian

aunque en

convertido en

umchos hombres renombrados, nono

^

'^^

, '

nmte.

^ í't

V

f

I

v.-l

<i

íiij

que

en otras no tan seguras para ellos,

i^ulciares

esto

palabra rHl(jn sea una palabra baja

la

duda

oso sin

]»ni

iiiand<uines

en una

significa

culgo; y

en

ciertas

la

palabra

y

han usado

la

cierfas épocas

rtilfio

se

;

no se

y mal

no poco

los

por eso, sin duda

ha convertido en

la

palabra

nadie ignora ([uc con las épocas se caml)ian las palabras, y tal era casti/a en tiempo de CERVANTES que lioy no la toleran los oidos menos

masa,', pnrc¡ue ItiiiMia

\

d(>l¡ca<!í)s las'

,

como

así

;

los

hombres que

ocuras de los jóvenes de diez y ocho

reproducción de

fenómeno

está

desaparece con

mismo

el

desastre;

las

en el

la

(]U(>

tiempo en nuestro pobre

mismo

hombres

([iu>

mas que

por

ellos hicieron (mi su>

las rosas del

la

las

pueden

tolerar

de estos solo sean \ina

lloridos abriles.

La razón de

las cosas.

De

antiguo y desvencijado

,

dama

,

que

la

este

nnnido,

saya de percal de

aqiii,

([ue la

persigue

pues,

la

;

en

inia palal)ra

,

lo

la oficial''

rostro virginal de la ]»údica doncella,

atolondramiento del atrevido calavera los

,

naturaleza de las cosas, es decir, en qin' todo se gasta y

elegante vestido de raso de lo

ya en los sesenta no

frisan

lo

que

el

mismo

necesidad incesante de nombres

ya que cosas nu(>vas y nuevos hombres un se dan todos los ílias: de aquí también el furor que á todos domina de correí- en pos de esrm nombres, de

nuevos

,

repetirlos por exóticos é hllSTKI.li

\

WV.

íiicoiii|)|(M)-;¡IiIc< i|iu> >¿(>an

.

\

ilc

moler con

ellos al

¿i

género


210

ESCaiTUK

\:\.

hunuuio

,

tan sulo

aqui también

prurito que nosiiqucjade darnos

jjuí el

modo

palabra afrc aplicada de un

la

Sea de esto

PÚtíLlCO. de importancia. Y

oivtí

tan poco español

quiera, no puede negarse que de vez en cuando,

lo qiío

lié

como significativo. allá

muchos nuevos nombres y las pocas cosas nuevas, suele aparecer alguna especie de individuos cuyo origen ie pierde en la noche de los tiempos, para cuya descripción serian escasos los tomos que ocupan las obras de Buffon añadidas por Clvier y cuya vida tiene mucha semejanza (perdónenmela entre los

,

,

comparación) con

siempre en perfecto

De uno escribir hoy

de aquel bandido que ponía especial. cuidado en mantener

la

e(juilibrio la

de esios individuos ;

y

Mucjer literata

dejando en

así

la

no miente JoUY

obstante, encima

la

si

le

ha sido

fácil

atribuye su origen

al

para aseguramos (]ue

el

,

,

me

he propuesto

público.

conseguirlo.

francesa y americana, aunque

,

,

nombres cosas Autor dramático y misma familia, aunque á distinto género'

tintero á los

fruta que ha preteiidido varias veces aclimatarse en

ignoro hasta ahora

nosotros es inglesa SI

el

cosa-nombre Escritor

El Periodista es una ;

balanza de su conciencia.

mitad cosa y mitad nombre

que pertenecen á

,

digamos algo acerca de

Espaíia

,

el

sabio

Su procedencia para Constantino Wolf,

patriarca Phocio, echándosele,

Adán

ile

los periodistas

quien ^Ir.. DE Sallo, eonsejero del parlamento de Paris nombre de IltíDOLViLLE ])ublic(') el primer número del Journal des Savans 5 de enero del año de gracia lOGo. Ni se crea que con esto hemos salido de

;ncontestabloineuÍ(!

con

el

el dia

no

europeos fue ,

dudas acerca del primero que inventó tan ingenioso método de contribuciones directas y de ponerse en berlina, porque los bibliógrafos y bibliófilos han disputado larga ó inútilmente

achacan

el

1652, ya en honor a posteridad en titulo

ya en favor del caniü-lila Jacob, á cuyos pobres huesos

,

crimen de

el

la

primera nomenclalura de libros que comenzó á

médico Teofüasto Uenaidot, que

del

ramo de

los hijos del

de Gacela de Francia, para una

hand)re

Jtojn

,

imaginó

ó folleto

si

al

salir

en

bien nada legó á

menos en 1G31

que habia pensado dará

el

luz,

Y como si en esta cuestión se Manco de Lepanto entre Madrid,

dediciado exclusivamente úla política de su tiempo.

pertenencia de algún

tratase de disputar la

Toledo

,

Sevilla

de Henares

,

los

,

Lucena, Esquívias, Ak'ázar de San Juan

husmeadorcs de fechas

plagas de la liumanídad

cabeza, por

el

pobre diablo

,

empeño do que dio en

del Jurado

,

mama

tal

,

,

las

y Alcalá mayores

tinteros á la

vez á costa de su inocencia

,

al

primer

de divertir á tontos, de chuparles sus blancas

insulsos ó desvergonzados

con cuatro parrafiUos

murmuración impresa

inmortalizar

la

,

han lanzado mú'iuamente epigramas y

se

,

Consuegra

,

en que han sido descubiertas

,

y de

abrir el

camino

á la

á los vaivenes políticos, al establecimiento de la censura

y de leyes restrictivas.

Poco nos importa á ágenos, que

el

polvo

subido hasta las nubes

los

que [no aspiramos

á dejar

fama

á costa

de nombres

de sus cenizas sacudido por sacrilegos anticuarios, haya :

en cuanto á mí

,

que tengo por costumbre reírme de toda

y de borragear tipos españoles buenos ó malos, me basta hav E^icrilorrs, y tru^ euro nniy poro ó nada de indagar en España saber que

pretensión erudita

<¡ui('n f

.,'

?u

primor pudro.


EL ESCRITOR PÚBLICO. El Periodista español se compone de dos entes distintos inapreciable

abstracto

,

,

irresponsable

forma ni color

espíritu sin

;

desconocido é invisible por delante do nuestros ojos

uno moral

:

modo que

quien á

siempre

de

pesar de esto

suhordiiuido

se halla

por

y á quien deja el cuidado de sacaí" de apuros á moderna fraseología ó arte de decii- lo (jue no se

la

buena

lógica

debemos deducir

([ue

propia, independiente y segura, porque

rumbo, hacia donde

V como en

situación.

que de intenciones

,

le

impelen

la

un cata^viento

os

fuerza de las circunstancias

mas

lodo caso sea

presentar

fácil

á

De modo que en

veidüdi lo Periodista no

el

el

mismo obedece

lo

siente.

,

que

conciencia por medio

la

,

resulta

Periodista-físico,

el

á (piien

,

quien todos

á

,

PeriOf/isítí-moro/ concibe las cosas de diferente

que pasa

,

otro físico, material, sujeto

:

examen y calificación concreto; liomhíe de carne v hueso, vemos y designamos con el dedo. De las dos contradicciones á

aéreo,

,

lui

tiene

ciue

y

los

opinión dirige al

se

apuros de

la

de hechos

bos(pu'jo

entremos desde luego en casa de Don Ru fino, periodista de un Diario que hace la oposición al gobierno con el

profesión y colaborador de

La Salvaguardia.

de

titulo

Don Rufino (oslo diré en tanto (jue se presenta en 5-u nu¡. ¡esto despaclio) es hombre fie veinte y siete á treinta años, cesante j)or supuesto, enemigo de los

mandan, aunque poco mas órnenos

(pie

celoso defensor de las leyes vigentes, desde

así le

,

solicitará

defenderá ó

le

so])re todo

cuando caiga

esto es,

el

su reposición del entrante, y según este proceda con él, hará la oposición aunque sea el mejor ministerio del mundo: ,

pero no hay cuidado de que en sus artículos aparezca

conducta; en todos

v

,

instante en que fué apeado de la

Mañana,

gobierno político de

del

secretaría

ministerio

de sus mismas ideas el

por delante

ellos irá

la muletilla

verdadero móvil de su

el

de

la felicidad dcj pais

Pero

aqui llega.

Buenos

Don

dias,

— «Preciso:

si

en

la

Rufino.

— «¡Ola, amigo!

redacción no se

tan engolfado en esas

le

¿Qué milagro? ¿Vd. por aqui?(l)

puede hablará Yd.

— «Verdad'

Y

cuestiones de interés general!

es. ¡Está

uno

luego hay aué atender

también á medidas particulares, y tampoco podemos dejar de

la

mano

la-."uerra

y franca que hacemos al poder y después es preciso continuar las polémicas pendientes con los Diarios ministeriales, y las ([uc nos suscitan íosd¿ nuestro mismo partido, que no ven las cosas como las vemcs nosotros 'cito ¿in

jtista

;

:

descuidarnos

de

estar al corriente de

trascendental para nosotros,

agitanen

la

por

las

diplomacia europea (2), y de

alarmantes para

el

porvenir de

Comprendo algo, de guerra

j)oder, de

al

:

(I

)

El

••vplolar.

l'friod.'sl.i

lidie (Ids oslrcnios

P.iiM ol iVriodista sicinprr sna

y se

que presenta síntomas

dejemos

— «De

noticias,

periódicos de las provincias vienen desnudos este correo

(2)

tan intércsanfe

polémicas y de cuestiones, y dígame

y llanamente qué hay de noticias.

lisa

esterior,

interior,

la

— «Ea

,

(pie

poliliea

á un lado la patria y todo no comprendo, de interés partióulár, que

la patria.

ese barullo de interés general

Yd.

la

graves y complicadas cuestiones qué

ó es

muy

¡¡r.ivrs y

(ir¡¡iillos()

conpüi-adis

<)

l,-is

,

poco ó nada:

los

poro no hay duda en

(k'm.iíi;i(lo (•(iimiiiic.ilivo.

pucstioiics

qüc

sp

prnjinfic


:

EL ESCRITOR PUBLICO.

íií-2

pugna con todos

se adelanta: el gobicrno'está en

que

que caer de

sin

¡Alil

( 1

y tiene

)

Entéreme Vd.

tengo mis minutos

largo,

es

operación

esa

los .partidos

— "¿Si? Pues caiga jDcndito de DiQs. — «Eso muy íinanciera y

remedio.

ahora mismo me ha ocurrido variar una {)alabra en contados la prueba es un el articulo de fondo de mañana, y voy volando ú la redacción, ¡ph en pueblo; una cid musas artículo fuertísimo, de esos que hacen eco en las es tpie

:

!

En

palabra, contundente.

y voy de

los

Con

á sustituirla

he puesto

él

con otra

apóstatas

:

eh?

hasta otro dia,

el estilo

,

fin es

al

denunciable,

ó inmorales, ó dilapidadores

y no choca tanto. ¡Qué diablos!

ello es igual,

:

déjese Vd. ver, hombre....

opuestos partidos, siempre somos

A-unque afiliados en

hombres honrados y

Y

\oz Jraidores que

por ejemplo

,

una cosa por

fondos públicos

que...

la

esto basta.-— «Tiene

Yd. razón

que debemos

lo

Don Rufino

,

;

ser;

tiene \'d. razón:

hasta otro dia.

Al menos Don íiufmo

mayor

en

falta á los teatros

tono, ni

al café

mas que ignore la otro que nunca

Periodista laborioso, por

que

,

ni á las soirés de

nada ¿quién és?

á

periódico también

de

— «¡Oh

1

Un

periódico

oposición,

la

cual todo es malo, salga de donde salga,

el

salga del gobierno. Oigámosle.

No hay duda; el triunfo la

grande obra del pueblo

la

España

,

en una palabra,

concienzudo, para

bilioso, radical tal

primera representación de una pieza

la

de Sólito, ni

Vigía del Pueblo,

redactor del

con

un

es

parte de las materias sobre las cuales escribe. Pero ese

esta infeliz

es nuestro: los desaciertos de los

mandarines coronarán

Se necesita sangre, porque es preciso regenerar

España llamada por ,

la

Providencia á tan altos deslinos....

La improvisación del radical es interrumpida por una carcajada. Yuelve el rostro v se encuentra cara á cara con un colaborador del Cetro , periódico absolutista, y le alarga la mano. Eslo es lógico, porque todos los periodistas ,

de España anhelan

nos

lo

aseguran

la felicidad

de

la

patria

aunque por opuestos rumbos:

,

Pero cata que en medio del absolutista y

el

demócrata

,

se

nos planta un

tercer personaje, periodista también, sin opinión propia política articulista

que

le

así

ellos todos los días.

ni literaria.

de encargo, cuyo único provecho son cuatrocientos reales mensuales

valen sus artículos de teatros, insertos en

la

Época, periódico de todas

las opiniones y de ninguna. Entre estos tres personajes y otros que figuran en la escena, que se me antoja fijar en el ya citado café de Sólito, se arma la

zambra siguiente

— ¿Han —A mí

leído

gusta. los

actores

Vd.

?

Yds. mí artículo acerca de

no, y

están

lo

digo

Estoy persuadido que

la

relaciones entre bastidores,

regala una luneta

(

I

)

'I'dJos

comedia de anoche?

francamente: hay en

tratados con sobrada blandura.

no

comedia

es

él

— Sí:

—Hombre

buena; es decir,

¿qué quiere tanqioco

es

,

y sí y luego he presentado dos producciones arregladas

Io« l'rtrlidos rstiin

me

un poco de amistad, y

y nada mas: pero yo tengo amistades uno no los elogia.. .. además la empresa me

mala: tiene algunas escenas regulares

y

la

cu piifjnn rnr lodos

lo-;

¡¡o! olMi'n'.ns,

á

nuestra


EL ESCRITOR PÚBLICO. oseena

V

,

Sp

me

213

ha dado palnbra de que se harán en este invierno

— ¡Qué

zurra

doy

les

Ya....,

los ministros:

á

'•\i

vamos; no hay mas que podir:

^M B\

hombros

de

ahorcarse

ó

carne

hueso

y

ahorcarme

¡

son

si

deben

,

!

:

Pero la incapacidad está en

jjá!

No

l)unlo

tienen

resolución.

un

dice

— Oiga

distinguir dos cosas: á

atreva á ahorcar

al

Eso va

hombres

:

el

lo

hay

({ue

gobierno es

muy

Yd., pero dudo que se

capaz de ahorcar

lo sabia

Yd. (esto

marrullero)

viejo

s\l

Para nada

atreven

se

¡Tomal Periodista. como que yo soy dos

distintos.

—Y

verdadero, repone

un

tonto

solo

tomando un

viejo

el

polvo.

—¿Saben

Yds.

noticia?— ¿De qué

la

—¿De veras?—He bebido en buenas fuentes, y puede publicarse con toda seguridad: yo respondo. —No me coge de —Ni mí. — Ni á mí. —Ni mi. —Mi mió —A digo lunes —Y mió martes — seguro. — ¿Quién miércoles apenas — Hemos conseguido cuestiones nos hagamos duda? — Caballeros, no quita que en que hemos guerra. — Por supuesto: conciencia ante lodo; aqui habla gabinete. — Una duda me ocurre señores PeriodisUis ¿Que por segunda vez) ¿qué ministerio nos darán? — Yá! Cualcpiiera nos importa eso? Le haremos oposición. — Preciso: nosotros nos oponemos

se trata? preguntan todos. la

—Formación

de nuevo ministerio.

noticia

del

pues....

del

el

del

el

T)e

la victoria.

la

otras

esto

lo

articulo

á

á

susto.

flerribado al

es

principal

lo

la

:

,

viejo

el

(

¡

á

la

— Con

lodo.-

un

yo voy

([ué

articulo de tres

á la redacción á

columnas sobre

la

poner un

caida.

—Y

parrafillo.

yo

á

contra los que han bajado, y algún otro contra los que

—^

yo

á escribir

algún insulto

discurrir

suban.—'Todos estamos

en nuestro derecho. Al dia siguiente estampan todos los periódicos déla oposición: que anoche fue aceptaiJa (aquí

señnres ((.Las

voces que

l.>s

«Se

la dimifíion que de sus respectivas secretarias

nombres).» Con

Inn corrido

eslos

la

misma fecha

dias acerca de

sale la

un cambio

asccjXira

lucieron

/o-*"

Gaceta, diciendo;

ministerial carecen de

fundamento,))

Este es á los

el

ridículo de los Periodistas de la oposición.

que defienden

al

materia

,

y

es preciso

corta visita

gobierno.

No hay remedio, esclama al

Hagamos una

el

director

déla LEGALinAD: Vd. entiende

que escriba un articulo prodigando elogios

decreto del ministro de Hacienda.

—No

tengo inconveniente

,

á

manos

pero

la

llenas

advierto á

Yd. que nos van á llamar vendidos, aduladores, y qué sé yo qué mas. Deje Vd. chillar, ipie mas padeció Cristo por nosotros: además, se^está preparando

un

golpecilo de Estado

chist

en secreto

ya verán Yds. como

e'


EL ESCRITOR PÚBLICO.

214

gobierno nos cosa; —De modo que eso ya — ¿Qué es sostener? Premiar, amigo mió, premiar. Detrás de ese hay un empleo de buena y tengo Vd. muy recomendado: nó ignora Vd. que tolos que E. — Basta basta haré un veo á

gobierno

marcha.

es otra

el

si

sostiene

artículo

tinta

lo sé

;

los dias

pueda arder en un candil:

,

artículo

:

me encargo de

critican y critican el decreto,

si lo

sostener la polémica, y nos veremos las caras.

—Lo dicho,

á

le

,

S.

— Es decir que puedo descuidar....

dicho: este negocio corre por mi cuenta.

El Diario mniisterial elogia un decreto\ cuya aplicación no sabe ó no puede «preciar:

Hay

nación entera se reciente de los perjuicios (pie

la

Este es

de

el ridículo

no son

Escritores que

políticos

porque escriben en periódicos;

tales, oficio,

y que abrigan

,

reales por cuadro. Poco,

muy

sencillísimas razones: la

primera porque

poco es

traducidas que aficionados á leerlas:

la

,

y de

,

traductores de

Revue de Paris

la

en

esta pobre gente por dos

mas novelas mal

España hay

segunda porque todos

los

muchachos que

escuela por casualidad á leer y á escribir, se creen con derecho

la

para aspirar

al

abaratado

género de un molo asombroso

rango do

'ritos-periodistas. Esto último con especialidad

iit

pagaban años atrás:

se

la Presse

que gana

lo

aprenden en

como

orgullo de llamarse

público con cuentecillos estrangeros á razón de sesenta ú ochenta

al

el

el

de profesión

folletinistas

que revuelven colecciones enteras de

para divertir

decreto ocasiona.

el

del gobierno.

los Periodistas

esquinas de Madrid

al

foll;'tinistas

ha

y ya no se pagan los folletines contrario; se encuentran hoy por todas las

á

,

méritos, que ofrecen gratis sus servicios

á

todos los periódicos nacidos y por nacer; por lo mismo, no cuentan las empresas con la sección literaria para su presupuesto particular de gastos. Aíleiuás de lo espucsto,

Público

,

que con justo titulóse llame en

el

administración, de teatros, de economía

de bailes: profundo pocas veces el

siguiente, prudente

,

ligero

y

,

de música

han

á

contrarios

los

.

incomodan con

Si se

actores sostienen,

,

,

de

de instrucción pública,

y altanero;

frió,

periódicos de

v con cuatro palabras sobre

calificado sus Jionradui intenciones

del pabellón.

los

,

mas; cortés un dia, mordaz

satírico las

y reservado, provocador

blanco y negro. Cuando pierde su sueldo en pasa

España Escritor

ha de ser un hombre general; debe escribir de política, de modas

la

caliente;

un color,

injusticia con

que

se &e

apuro y deja bien puesto el honor actores de un teatro y los que á los

sale del

él los

una de dos, ó canta

la

f almadia

medio

,

infalible

de quedar

con otros actores y con de á fuerza porfiar le indemnizan de otros que á los actores sostengan que y sus pérdidas. En una palabra la conciencia del Periodista es una gran almoneda bien con ellos

,

ó en defecto cuenta con otro teatro

,

,

,

de donde se lleva

Con

lo

los

dicho en

géneros

estas

el

comprador que mas paga por

mal pergeñadas líneas

es el primero en abrazar las últimas

modas de

,

ellos (1).

y con añadir que

París

para su

el

traje

quizás que puede disponer de un duro de cuantos entes figuran en

(-1

la

I

H.iy

clase,

sin

no pocas hal)er

lioiirnsas

cnmeliílo

l;i

oscepcioiips que pigan

culpa.

la

,

la

Periodista el

último

sociedad,

pena del descrédito general de


ESCRITOR PUBLICO. 21o mas generoso de todos en el café ó en la fonda; con asegurar y que conserva en el londo de su corazón una esperanza imperecedera, que nunca cobra al HL

el

corriente sus mensualidades, porque siempre las cobra adelantadas, que vive para un dia y no para la posteridad como él se figura en sus momentos de entusiasmo, y que en todo caso está pronto a dar la vida v el alma por un amigo, creo que podemos formarnos una idea aproximada délo que es entre nosotros un tipo cuyos originales en su mayor parte trabajan para comer ,

,

que han heredado el cielo

con

la

con

la

los vicios

alegría

de

indiferencia de los

y virtudes de estrangeros

desengañados, con muertos. los

originales,

y que miran '

el

empeño de

los"

valientes

JOSÉ MARÍA PE ANDÜEZA

u





EL CAZADOR

Ía caza,

es ilesde luego

distracción del

ánimo

,

uu

ejercicio acti\o,

iii;;i

y á veces una ocasión tenililc

de peligrosas aventuras. El marqués de Máiilua

.11

comedia de Don Gerónimo de Cáncer, lilulinli: La Muerte de Baldovinos, dice con motivo de ;iiulaiá caza de grillos la

,

:

Oh y

caza

,

viva imaiícn de

la

uuerra

I

muchos poetas y no poetas, han dicho lo mismo, anles v después de Caracr.. cjue lo que á muchos parecerá una atrevida hipérbole se ha hecho un

de manera

,

axioma irrecusable.

En

efecto, el Cazador de profesión, el Cazador montaraz ((juiero decir

que caza en monte) perder

se

ve no pocas veces espuesto

romperse

la

vida entre los colmülos del jabalí, ó entre las garras del

la

otros mil riesgos

Habrá

tal

que

el

Cazador va á buscar por

vez quien en

por mi parte, confieso que

honrado

a

jabalí

,

este valor

la

la

mayor aversión: me horrctriza el No hablo del cobarde

sangre de sus semejantes.

El Cazador de mi elección ,

ENTRF.r.A X\IV.

es el.

y»*

inofensivo ciervo y del

Cazador de liebres y conejos, de chochas y perdices: este, asesino este no merece que se le lome en cuenta. Cazadores posibles

oso. siu

temerario encuentre algún mérito:

siempre

r!

placer de arrostrarlo,-.

perseguidor cruento del

el

me ha merecido

nombre manchado con

el

,

nuca, a

,

que

el

sin riesuo,

que yo prefiero y sublimo sobre todos lo» lo-; domingos al Canal, armado de teda,

sale

20


EL CAZADOR.

218

piezas, con provisiones de boca y guerra para una semana. Por lo regular da algún mancel)o de tienda, algún estudiante de Farmacia ó escrihienle de alguna

dedos cañones, gran percha

oficina. 8uele llevar escopeta el lujo,

en

de Toledo

del

fin,

toma

,

Cazador perfecto. Antes de

salir

poi'

botin cordobés, lodo

,

puerta de Atocha

l;i

para su comida de campo, abundante,

las provisiones

pero

modesta, y red\icida por lo regular á medio queso manchego y una cesta huevos duros, porque hay que advertir que él iio cuenta para nada con

que ha de cazar, y luego se verá como hace bien. Por lo regular, este Cazador elige un buen dia después que

el sol

abandona

regazo de Anfítrite

el

;

su casa tres

sale de

lo

hora.'-

y paso á paso, sin fatigarse pasar á doscientas varas de ,

y haciendo fuego contra todo volátil que acierta á él, llega por fin á la primera esclusa del Canal, término de su carrera. A(¡ui se sienta

,

come con envidiable

apetito, bebe del primer vinagre que encuentra.

y vuelve á emprender de nuevo su terrible y ruidosa marcha. Si quisiéramos oir y creer al Cazador del Canal, sus tiros son generalmente mortales: á cada disparo cae una víctima: siempre t[ueda alguna pluma

plomo y

crueles estragos del

<¡ue acrediten los

alguna gota de sangre

,

exactitud matemática del

la

Cazador.

Pero en honor

á

hvunanidad, en obsecjuio á

la

exactitud, no

la

sangre no caerá sobre su cabeza: esas plumas son

esa

fantasía. Si

no

se

alguna vez cae á suspies herido y palpitante

haga ilusiones, no crea que ha sucumbido

destino; no crea sino que

la f.italidad

el

le

que

qvxe

hay mas vano y presuntuoso. Lo que

entre todas sus cualidades es la tenacidad árbol algún pajarillo que retoza

al

de su

ha escogido de su bolsa de perdiéronos un

,

tampoco

creamos:

inocente pajarillo

á otro golpe

grano de mostacilla como instrumento de sus rigores. Asi es que nada hay mas inocente nada mas inofensivo del Canal; pi^ro

le

de su voladora

hijas

:

y revolotea,

modestia que puede ser blanco envidiado de

sin la

en

á ver

alcanza

figurarse

codicia del

la

el

Cazador

le distingue

copa de un

en su bien fundada

hombre, pero nuestro

Cazador que hacia fuego contra una mosca, encárase el mortífero instrumento, dirígele contra el ave descuidada y quédase por espacio de dos ó tres minutos ,

mas inmóvil que la muger de Loí después de haberse vuelto á mirar el incendio de Sodoma. Cuando se cree seguro de acertar, aprieta vigorosamente el gatillo, el cañón de la escopeta describe un cuarto de círculo, y el tiro sale ruidoéo y fulminante. El corazón del Cazador late con violencia y apresuradamente ojos

desprendidas por

En vano ojos

No

:

sus

desencajados miran ávidamente caer una por una las hojas de las ramas

tristes

se

el tiro

y en todas

,

da una y otra vuelta para ver

convencería

al

al

ha quedado

si

cabo

,

si

ellas cree

ver bajar

rededor del tronco el

pajarillo

dirigiendo

mas

:

'ntempestiva alegría la

espalda

y por último,

,

la cólera

apunta

,

que

le

dispara

hierve en

el

víctima inmolada,

suspendido de alguna rama.

allá

sus miradas

ave incorregible columpiarse en las ramas de otro árbol

búscale

la

inútilmente levanta sus

,

,

no viese

insultando

con

al

su

pecho. Adelántase paso á paso,.

Nuevas sensaciones

nuevo desengaño. Asi corriendo tms

el

,

nuevas esperanzas,

blanco de su encono.


EL CAZADOR. «traviesa por sembrados

y

zarzales

,

para hasta que habiendo terminado pajarillo,

210

destruye cuaulo

su carrera

sol

el

paso encuentra

al

se despide

,

y vuela presurosamente hacia su nido. Aqui empieza

y no

,

inquieto

el

Cazador

á sentir el

su cansancio y abatimiento: aqui la tristeza se apodera de su corazón al mismo tiempo que la noche avanza magestuosamente cubriendo la tierra con su velu. ,

alondra cruza los aires

í^a

compañera: io

tristemente,

en

busca de

perdida

la

campanario de Atocha:

al

calla

,

cree ver escondido un

boca de un trabuco bala,

hombre de á

,

limosna con

le [)i(le

semejanza del ladrón de Gil Blas. Carga

estremece con

se

que

colosal estatura,

el

movimiento de su sombra, y

si

la

logra

llegar

sano y salvo á las puertas déla corte, se cuenta por un momento dichoso de los mortales.

Y á decir verdad los recelos del Cazador muy fundados. Si llegara yo á ser algún día ,

si

sonbien fundados

,

mi

es fácil) toda

policía

no

inofensiva

Hemos dejado

y

de todo percance. Dirígese en derechura obsequia á algún tremendo gatazo con el

(figúrense la

(pie protegia

que Madrid encierra.

pacifica

á nuestro héroe á las puertas de

se tumba patriarcalmente en

al

mas

en otra cosa que en

seguridad de los Cazadores domingueros. Desde luego puede creerse

átengamas

el

desgraciadamente

:

Gefe Político de Madrid,

se habia de ocupar

lo

escopeta con

fin

Yds.

tc.íio

con sombrío sdencio, y el Cazador contristado se dirige rápidanieiile coronada rilla descorazonado y abatido. En cada árbol, en cada mata,

demás

á la

chillando

vencejo vuela á acogerse

el fatídico

el

á'

la villa

su casa

,

postrado

,

,

pero libre

cena con voraz apetito,

pobre botín de aquel día

,

mullido lecho donde duerme con

y en seguida el sueño de

[OS justos.

Y

ahora creerán Yds. sencillamente

escopeta en

rincón de su alcoba

,

que porque

el

Cazador ha dcjiuoslo

la

y ronca tranquilo entre sábanas, ha llegado ^a hora de abandonar mi penosa tarea. No amados lectores no desgraciadamente para mi no todos los que cazan gustan de hacerlo con la escopeta arma algunas el

,

,

:

,

,

,

veces peligrosa.

No

todos gustan de hacer las cosas con ruido

:

cada (Cazador

tieiu-

sU genio y sus particulares inclinaciones. Los hay que prefieren el reposo» caracteres sedentarios y metódicos, para quienes el ejercicio corporal tiene sus límites,

y que tienen bastante amor

¡i

sus piernas para no trazarles su linea de

conducta. Estos, apasionados también por

caza, suelen hacerla generalmonl,)

la

con redes y reclamos no buscan al pájaro sino que lo esperan v tendidos y la sombra en el verano y al sol en el invierno, pasan el dia embriagados en las ;

,

,

,

delicias del clolce farnienic

que tanto adoran

los italianos

y tanto idolalramos

los

españoles.

Yerdad

es

,

que

el

Cazador de red, (llámase en lenguaje técnico

,

el

Cazador

un tanto cuanto traidor y sanguinario que ha de tener el corazón •endurecido como el diamante. Seguramente que si, por eso lo he pospuesto al 'Cazador de escopeta por eso me ocuparé de él lo menos que me sea posible. Este, como hombre de mas dañinas intenciones, madruga con el alba: lleva sobre sus espaldas un descomunal jaulón, destinado á encerrar en él sus víctimas. L na porción de pequeñas jaulas, que encierran otras tantas aves •de alforja) es

;

:


EL CAZADOR.

•2-20

que han de servir de reclamo, embarazan su marcha. Una red, un

traidoras y

de

ciento

pájaro

y un celemin de

palitroques,

completan los preparativos de

,

Eleiíido ol sitio, tiende el

media docena de

Cazador su red,

gilgueros

á

natural

trigo,

golosina del incauto

la cacería.

la

cuidadosamente, ata

afianza

tantos hilos

otros

modo que

de

,

revolotear á distancia de un palmo de la tierra, engañen mejor las otras aves.

Todo su trabajo

cuando

está reducido á esto:

recoje apresuradamente los trebejos,

declinar,

y

cuando

ocultarse tras de la ermita de los Angeles,

dejándolos

confianza de

tarde empieza á

la

no ha empezado

sol

el

la

Cazador de red

el

á

hombre

,

prudente y precavido ha saludado ya sus lares. Réstame el Cazador con liga casta dejenerada y con justa razón perseguida. ,

,

Este lleva por

un

un

regular

lo

feo

soñoliento mochuelo

y

aguarda á que

A

nocturno.

burloiuís

los

veces

vengan á picotear

pajarillos

(juedan dulcemente aletargados

,

sin

ata á y-

la

allí

terrible

al

rama de

escondido,

enemigo

Cazador bosteza, y ambos se cuidarse del ave inocente que revolotea

mochuelo bosteza, y

el

que

al

su tiiste compañero,

siéntase líente afrente de

árbol:

el

y que á veces logra escapar á costa de la mitad de sus plumas. Este Cazador , tiene por enemigo natural, aunque involuntario al Cazador de en

<ojida

liga

la

,

,

escopeta (no el de profesión.) Si por desdicha alcanza este á ver

al

,

agitándose en fija

y mortal

llega

la ,

rama

caso,

este

del árbol, triste de él; entonces,

por cuanto

dirige contra su bolsillo

la

el tigre

y

y soloentonces ,

Afortunadamente estas reyertas acaban sin esplosion las la

al furor el

razones,

víctima

,

convencimiento:

y colgándola de

He concluido por asi

percha entra con

generales

como yo

las

,

amenazas suceden

á las

:

matador paga

el

daño causado, desata

ella triunfante

en Madrid.

y ya ven Vds. que no me he que he preferido contar las cosas lisa y

esta breve reseña

fin

estendido en reflexiones

llanamente,

la

el

como dos misma jaula.

cara,

león encerrados en una

el

es su punteria

regularmente pobre. Cuando

encuentran cara á

Cazadores se

los dos

enemigos terribles, como

cuitado mochuelo,^

,

he visto cuando

fui

también Cazador, cuando

esperimcnté todas las dulces y amargas sensaciones que con tanta sencillez os

he narrado. Ahora tienta la

aficiona

me la

permitiréis que os dé

caza

,

no

un buen consejo:

salgáis de los alrededores

remontar vuestras ambiciosas esperanzas mas es

sola

la

caza pacífica y sin riesgos

:

la

allá del

gorrión ó

única cjue

si

alguna vez os

del pueblo, la

conviene

no

dejéis

alondra. Esta al

ciudadana

tranquilo y bienaventurado.

Mas

allá

de estos límites, están los peligros, las terribles aventuras que

rodean comunmente á

Nada Canal

caza mayor. Mil ejemplos históricos podría presentarte

la

en apoyo de esta verdad

,

empezando por Endimion y acabando por Arco-Agüero. lo que sea pasar de la primera esclusa del

honrados lectores míos; todo

,

,

es llevar la inclinación hasta

el

vicio,

agraviar á

la

humanidad, ya

sobradamente vilipendiada, y gastar el sentimiento en vuestros corazones con el continuo espectáculo de escenas sangrientas y feroces. Vale.

ANTONIO garcía GUTIÉRREZ.




:

EL CHORICERO.

UENTA

la

historia

el imprescriptible

acomode, sino

la

,

y no

la

profana que tiene

derecho de mentirlo que

puede engañarnos

,

que en

el

arca de

hubo y se conservaron para servicio de todos miserable ser llamado hombre

Noé ese los

,

animales

,

que no hay pocos en este mundo,

V que están

derramados por

de esto que llaman

que de

es.

Dejando aparto que es

lo positivo,

le

sagrada, que ni miente ni

globo

y

superficie

la

nadie sabe

lo

que (échele Vd. un galgo) y viniendo al terreno único que hay de cierto, hubo en el arca de Noé un

lo ideal

lo

género humano, y que sin duda por su escelencia (es un escelentísimo señor) tiene mas nombres que ninguno de los cuadrúpedos conocidos. animal

útil

para

el

Este animal gorrino

,

guarro

del animal

,

y

útil, ,

la

gruñón, suculento y grasoso,

el

primero en quien

ser provechoso. esas calles,

cochino, cerdo, ,

la

escelencia

riqueza de la lengua castellana.

El tal ciudadano de oreja en ristre

fue

se llama

marrano y puerco. Con estose prueban dos cosas

No

la

especie

,

humana

cola enroscada

y paso

senador,

de

analizó cuanto á la pitanza

pudiera

conoce en toda esa inmensidad de brutos que andan por

se

uno de quien mas provecho

se saque,

ni

cuya anatomía haya sido

mejor hecha. El cadáver de un cochino es una notabilidad quirúrgica. antiguo poeta español

,

Y

dijo

un cortesano

entre todas las aves

escepto los polos, qus las

Un

decia

un

,

el

marrano,

proverbio castellano dice queso cogen

á

puñados,

pezuñasy alguna otra cosa mennslimpia, todolodemás del cerdo se aprovecha.

RNTREGA XXVIl.

27


EL CHORICERO.

2^2

Fue un regalo que Dios hizo ala humanidad hambrienta

humanidad

la

es otra de

de tener hambre

creación. Estamos

gracias de la

las

(¡ue esto

,

de

plagados

felicidades.

Pero volvamos á ve la luz pública

,

los

marranos, que es loque importa. Desde que un cochino

esto es

,

desde que nace

es ya

,

un ciudadano recomendable

todo gastrónomo. Entonces no se llama cerdo ni compañía

asadores son buenos testigos, que no

me

lechon

sino

,

un

dejarán mentir, de que

,

á

los

y

cochinillo,

asado con su manteca correspondió n lo, es un bocado esquisito y alimenticio como ninguno. Las orejas sobre todo, no hay mas que pedir; esos ó sea lechon

,

órganos destinados á oir y adaiirar

el

ruido del trueno

bramido del huracán, de dos bocados se

dama. ¡Desgracias de Les sucede es

que á

lo

el

lleno de

Para llegar á esta

nado

el rio

feliz

la

susurro del agua y ó

á ser

el

mas apuesta

la

hombres ( todos nos vamos

los

que hasta que llegan ala edad madura, esto es,

no están en todo

á

cochinería! Cosas del

la

marranos

á los

el

,

un literato mundo.

los engulle

allá) y

ciudadanos independientes,

soberanía.

situación

de las necesidades de

la

,

se ve

vida

,

un marrano en

que no

el

caso de atravesar

De pequeños comea

tiene fondo.

pocoymalo, y el porquero les mortifica á silbidos, maldiciones, pedradas y latigazos. Sin embargo, á fuerza de frios y calores, y de comer bellotas, el lechon echa colmillos (no es decir que los arroje, sino que le crecen), y viene un dia

en que el ciudadano gorrino es persona formal y de diez á doce arrobas de peso. Aquí entra el imperio del Choricero. Ve al marrano, le mira con ojo avizor,

manteca podrá dar de sí repara en el rabo y en las orejas y en su inteligencia grasosa y choricesca sobre el grave cuadrúpedo, dice para su angüarina este amigo me da lo menos cuatro duros de utilidad,

calcula cuánta

meditando

,

,

allá

:

limpios de polvo y paja á la

pena de muerte

,

;

mas

y sin

aunque

el

alegatos

,

ni pruebas judiciales

pobre animal tiene

por aquellos andurriales ni juez, ni escribano que se

,

de

el

la

notifiquen.

porque el cerdo (Diosle haya perdonado) y muere contra su voluntad mas recóndito dia de hoy en todos los anales de la cochinería y en lo ,

,

la historia,

filósofos á

no hay

noticia

de que ningún cerdo so haya suicidado. Son

prueba de cuchillo.

Si Vds.

,

lectores mios

un cochino que

,

han reparado bien en

se halla ya en

el

ello

,

habrán observado que

caso de la metamorfosis

,

esto es, de

conviertan en cuerpo y alma en chorizos, morcillas, butifarras es

sentencia

fortuna de que no haya

Muere hasta

le

la

un ciudadano

respetable

;

no hay ninguno de

ellos

que

le

y compañía,

que como he dicho yo

en otra parte, wo sirva para presidente de un consejo de ministros.

Aquel paso mesurado, aí^ucl mirar entre enojoso y soberbio, aquel ondular ad Ubitum del suculento rabo, todo indica gravedad y mesura esa gravedad del que manda para morir en la opinión pública como el marrano al filo de un ,

,

cuchillo, cuando á cada

P^rq ¡cosa rara! no

<<e

el

uno

le

llega

inventor de

la

los

suya. chorizos debió ser (porque á punto

sabe) algún lego de los conventos que ya no existen

,

y

si

fijo

algunos quedan


)

EL CHORICERO. esliin coiivertulos

en

323

de mala muerte, museos,

teatrillos

salones de

¡ustitutos,

máscara, y todas esas zarandajas de la moderna filosofía. Ahora sabemos mucho: andan los sabios tan abundantes y baratos como los fósforos. Es un género de

consumo que ha venido

menos, como tantos

á

¡Vicisitudes

otros.

humanas!

He sentado (esta espresion es abogadesca y propia de un bachiller de Alcalá ó Salamanca en aquellos gloriosos tiempos en que Ulpiano era el rey déla sabiduría, I

Todo sea por Dios

1

Pues como iba diciendo los chorizos

y para

,

,

he sentado que un lego debió ser

tengo mis competentes presunciones

ello

inventor de

el

ya que no esas

,

pruebas legales, en que sin probar nada, se despoja á un ciudadano desús bienes

y aun de su

vida.

Los primeros que comieron cochino

debieron hacerlo en

,

Andando después

pedazos de á media libra.

debió entrar en las albondiguillas

los tiempos, la

folio

es decir

,

y esto de albondiguillas nadie como

,

en

,

carne magra de cerdo los legos

de los conventos las entendía.

De una

un chorizo

albondiguilla á

mundo que

natural del

,

los fraües

transición es fácil

la

que solo pensaban en

,

y es natural

coro y en

el

lo

,

mas

el refectorio

(vulgo comedor) inventasen los chorizos, y que los legos, cocineros de cámara de los conventos hiciesen el embutido. ,

Después de sierra de

invención

la

Avila

que es

la

tendiéndose después, como

en

las agitadas

,

vecinos de Candelario

los

si

estuviera cansada,

aguas del Occéano

,

En

la

trompa do

fama

la

en

publique por

los

como

pueblo situado en

y

,

eslo es de la invención,

la

cual han hecho progresos dignos

el

universo mundo.

pocos marranos, porque naturalmente en

esa sierra habia

la ,

tuviese calor baña sus pies

si

se apoderaron de ella

y se dedicaron á esa industria cochinera de quo

,

que desde Guadarrama levanta su frente erguida

las sierras

hay

todo, escepto frío, nieves, buen espliego y perdices de cascabel. Este epíteto requiere su esplicacion. En los países fríos y montañosos las perdices son

poco

di>

mas sabrosas y robustas que en se levantan

parecido

al

chocando

las

los cálidos; tienen

unas plumas de

las alas

mas con

y cuando forman un sonido

fuerza para volar, las otras

de los cascabeles. Cada país tiene sus especialidades.

En

materia de

perdices las de la sierra.

Pues señor, y como íbamos diciendo los

,

(estas frases castellanas

vecinos de Candelario se apoderaron de

la

cochinería,

no tienen precio)

y esa conquista no puede

disputárseles por ningún pueblo de los veinte y cinco mil que dicen que forma la

monanpiia españala. Yo hé hecho una cruz hace

al

sé el

número

diablo, y á pesar de haber lijo

los burros,

mas graves, reverendos y útdes de de borrico de

,

que tanto ai)undan

cochino en

precisamente

las

la

el

,

que la

,

monarquía

á esta

vuelta á este picaro

de los pueblos en que canta

y rebuznan

los cerdos

dado

el

gallo

,

cacarean

como quien se la mundo, todavía no ,

las gallinas

con perdón sea dicho, son

creación.

los

,

gruñen

animales

No comprendo yo porqué un jamón part(> como cualquiera h¡j<i

no habia de tener su

embutido de

los

chorizos.

personas mas finas y cultas de

La leche de burras la

sociedad

;

la

toman

es verdad (|ue

l.ís


EL CHORICERO.

224 burras no son borricos

mas que

pero son sus hembras y de una burra á un burro no hayTodos son hijos de Dios y herederos de su gloria.

,

la diferencia del sexo.

Pero vengamos

Choricero. Después de muerto

al

mezclada su carne con a de

la

de una vaca que

un buey, que como Juan Lanas

química del embutido con su

que

sal

tal

,

ó con

está harto de trabajar, se hace la operación

su pimiento de

,

cochino, hecho pedazos y

el

vez fué una bienaventurada

la

Vera de Plasencia y todo

lo

los chorizos llevan consigo.

Luego que están secos y en disposición de venderse

respetable público,

al

el

Choricero dispone sus mulos, por supuesto alimentados con un cuartillo mas de

cebada por barba os

,

porque no hay nada que haga tratar mejor á

mulos que un interés presunto; y provistas

y

las alforjas

los

hombres y á

las cargas

hechas se

despide de su amada consorte y de los chicos que pululan por entre la manteca y los pelos de cochino y montado en las ancas de un mulo cargado de chorizos ,

jamones y orejas correspondientes, desciende desde las Candelario á las anchurosas llanuras en que dá con una carretera que y de la

los

heroica villa

y

corte de Madrid.

Los chorizos , en mia, descansan con

primera noche de su peregrinación

la la

tranquilidad del justo

,

arrimados

,

sin decir esta

poste de

al

esos que se estilan en la patria de Pelayo, en donde todo se estila

y

sierras de se dirige á

abundancia, á no ser que sea de

incomodidades y

boca es

un mesón, de

menos comodidad todo humano

de

falta

sustento.

El héroe Choricero, que también puede serlo, porque aqui á cualquiera se le

llama asi, con

de que tenga

tal

rededor de la lumbre

,

la

habilidad de hacérselo llamar, se sienta

y estendiendo

manos hacia

las

el

al

fuego á manera de

pantalla, traba conversación con la mesonera sobre las contribuciones que están

que vendrán después y Entre tanto comen los mulos,

en moda,

la libertad

las

imprescriptibles

,

y

de que gozamos los españoles-

un

dárseles

sin

pito

por

los

derechos

después de bien cenado se acuesta con la tranquilidad de los

otros

mas que

á Madrid,

y en

las

un hombre que no espera de chorizos. Llega, por fin

,

pesetas

puertas

le

á

cuenta de sus

hacen

soltar

á cada

una cuarta parte de su sustancia. Nuestro sistema de Hacienda aflmirable. El que quiera algo que lo pague, y sino que tome soleta.

chorizo

es

saca sus chorizos de las Llega á la posada, se entiende dentro de Madrid aqui tienen Vds. un ciudadano caben, y banastas, pone en las alforjas los que ,

que de en cuarto en cuarto va vendiendo la rica hacienda, y ac onsejando á las madres de familia que acostumbren á sus hijos á comer chorizos porque es un

muy sano y sabroso. Señora suelen decir si Vd. no me los quiere pagar ahora (pero esto siempre dicen á quien saben que ha de pagarles será después y por eso no reñiremos.

alimento

,

,

lo

,

j

Resultado

madrileña

,

final;

que

y cuando

el

los chorizos

de

la sierra

de Avila se convierten en plata

Choricero ha logrado un capitalito

tira las alforjas

hacerse Alcalde de su lugar.

ABEN AMAR.

y

logra



K^/f^iÜlíC,

)


EL ESTUDIAINTE.

j

do L'ESTROS antiguos escritores hicieron un gran uso de novelas sus todas este tipo, due figuran en casi

costumbres,

las

cuales por lo

común dan

estudiantiles aventuras. Así lo

principio con

vemos en

el

Bachiller

de Salamanca, en Gil Blas, Marcos de Obregon y la vida del Gran Tacaño. Tampoco se quedó atrás Maleo

^

Alemán en su Guzmán de Alfarache, y hasta el mismo Cervantes sacó á relucir al bachiller Sansón Carrasco

_

don Uil-o de Miranda: y en su novela de la Tía (imjida dio pruebas de estar bien al corriente de las costumbres estudiantinas y del carácter peculiar de los jóvenes cursantes de cada provincia. De modo que para los escritores de \

al lujo úii

aquella época era tan preciso

un estudiante en su novela

,

como

la tarasca

en

la

procesión del Corpus.

manoseado que ha sido este tipo en todas ellas se presenta con admirable variedad. Don Querubin de la Ronda y Gil Blas, copia de aquel, representan al estudiante aventurero, Obregon al miserable sopista

Con todo

,

á pesar

de

lo

,

fámulo picaro y travieso ,Guzman de Alfarache al estudiante viejo y semijuicioso de Alcalá. Porque es de notar que en aquella época Alcalá y Salamanca eran esclusivamente el teatro de las aventuras de Salamanca,

el

Gran Tacaño

al

Ahora uno de aquellos tan poca entrada, como compañía do estudiantinas.

teatros se ha la

legua.

venido abajo y

el

otro tiene


226

EL ESTUDIANTE.

Siguiendo pues al

antigua costumbre, no podemos dispensarnos de presentar

la

estudiante entre los

demás

Por desgracia este ha perdido ya

tipos españoles.

mucho de su

carácter original, y quizá dentro de pocos años el furor galo-filo que invade todas nuestras instituciones habrá concluido por despojarle de todo lo

que tiene puramente español. Entonces para describirlo no habrá mas que

tomar á buena cuenta un

folleto francés y refundirlo al español, es decir, echarle una remonta de tacones y inedias suelas y hágote nuevo. ¡Qué gusto será en tal caso ver la calle ancha de San Bernardo convertida en pais latino y á los ,

compaña con

estudiantes en buena paz y

manólas que son

las

grisetas (¡quién lo dudal) hasta en el zagalejo

Uno

de

ha sido

carácter peculiar,

por largo tiempo

lloraron

que

la

hallaban

se

pocos aspirantes á siguiendo el

capote

familiarizados desde tiempo

lechuguinos

estudiantes de

empeñada en con

el

le

ocurriera

La reforma

,

algunos

,

Pero

la

generalidad de

ridiculizar aquella orden, la desairó

estudiantina

la

en cuanto pudo, continuando

á los antiguos tricornios gorras de fuelle

,

invención

mismo Vulcano.

al

llevó de paso

los trajes arqueológicos

y becas de

San Pedro con

En vano

,

caballería.

manteo y sustituyendo

que no

inmemorial.

manteo, pusieron en sus zapatos espolines de cangrejo, y dejando escobillones y guarda polvos conquistaron

de

titulo

Los buenos estudiantes

verse precisados á orillar la ropa de

crecer en sus caras patillas de chuleta el

mantilla!

á despojar al estudiante de su

abolición de los manteos.

la

al

la

sacaron á lucir sus fraques y levitas, y otros moda del año 35 adornaron sus pantalones de pieles, sustituyeron

la

al

y mas han contribuido

golpes que

los

mismísimas

las

en algunas universidades

y monumentales de

los colegiales,

y hasta

mismos

los

las golillas

los timbaleros

y

de

los bedeles,

chirimias, los mantos

profesores, que se desgañitaban por

entonces en las cátedras predicando igualdad, dieron

al

traste

con

manteo

el

nivelador y prefirieron asomar las charreteras de estambre amarillo por debajo de la muceta encarnada , haciendo una figura que era cosa de alabar á Dios. ,

Pero á pesar de eso

traje

Jiongos,

furor estudiantil contra

la

orden, que

los

volvia

ha continuado y sigue todavía tratando de adquirirse peculiar y característico. A estos conatos es debida la invención de los con que algunos de ellos trataron no há mucho de adornarla cabeza

ciudadanos por

un

el

la

fachada

,

vistiéndose de máscaras, sin respetar los tiempos que corrían.

Pero

la

sociedad

mayor parte de la estudiantina se les rió en sus barbas apodo de monicongos monos con hongos) y hasta las autoridades

silbó á sus inventores, la

y designó con el tuvieron la bondad de chulearse con

(

ellos

,

dando

á los presidiarios

sombreros de

come sucedió en Zaragoza. Está visto que el manteo y el tricornio serán siempre el emblema y geroglifico de la estudiantina, como la eelada es el distintivo de la nobleza sobre los escudos y blasones por mas que las

aquella hechura

,

antiguas armaduras hayan caido en desuso.

Otro de los golpes qne ha sufrido

el

carácíer estudiantil ha sido la traslación

de universidades de las poblaciones subalternas á las capitales. ciudades

el

Estudiante muere.

T,n!=

í;randes distancias,

el

En

las

aislamiento

y

grandes falta

de


227

ÉL ESTUDIANTE. condiscípulos y

los

haya entre

los Estudiantes aquel

de familia

sujeción

la

roce entre

contribuyen á que no

,

que se necesita,

trato intimo, aquella unión

verdad estas para que resalte un carácter entre los otros que le rodean. A la de la son ventajas para la educación que en el dia exigen las circunstancias sociedad, pero como en este

todo está compensado, á vueltas de

mundo

ventajas vienen no pocos percuncos. Es vonl;i(l trato de gentes, pero

hay mas finura y

brillantes colores: es verdad

mas

las

que en la

las

grandes poblaciones

disipación se reviste de

mas

grandes poblaciones se encuentran con y buenos profesores, pero también

establecimientos científicos

facilidad

abundan mas

que en

también

estas

las insinuantes profesoras.

Sin que sea visto que tratemos de abordar la cuestión sobre establecimiento de universidades, no podemos menos de confesar que para conocer el carácter poblaciones subalternas.

preciso estudiarlo en las

estudiantil es

Estudiante es esclusivamente Estudiante:

el teatro, el

villiir

En

ellas

el

y las tertulias están

enteramente á sus órdenes. •

Por de pronto

observar.

Según

el teatro

poblaciones universitarias ofrece no poco que

en

y usanzas

las antiguas leyes

una influencia inmensa en

rogativas con las autoridades civiles, y á

como sucedió Madrigal,

escolar con

los militares

aun afectaban no quitarse bonetes sitios

sobre que

mas

siendo maestrescuelas Alfonso de

,

Tostado. Los Estudiantes defendían su fuero académico ó

mismo tesón que

el

de universidad gozaban

Compartían y disputaban sus preveces las condenaban á llevar zurra,

Salamanca

corregidor de

al

célebre

el

los rectores

tales poblaciones.

ni

y

eclesiásticos el

suyo respectivo, y

sombreros á los corregidores.

influencia ejercían los

rectores era sobre

unas partes tenían palco á guisa de autoridad en otras impedían ,

las

el

Uno de

los

teatro.

En

representaciones

en tiempo de curso, y cuando no alcanzaban á tanto rondaban por las casas de pupilaje ó prendían á los estudiantes al regresar á ellas, y los arrestaban en la cárcel de la universidad.

Todo

esto

caducó ya desde

fines

del siglo pasado,

y desde entonces

los

Estudiantes procuran desquitarse del hambre dramática que debieron padecer sus antecesores.

En

desde

cosa segura

la

el

amo

á

cuerdas y se limpie los dedos en

la

A

los

atriles

se

por Estudiantes no hay

dia en los teatros frecuentados

lucerna hasta

espone su

el

tornavoz. Sí se deja

que un Estudiante

le

el

contrabajo junto

unte de sebo todas

bayeta verde. Si es instrumento de aire se

las lo

una bala de plomo, y le untará la embocadura con veces en lo mas patético de una escena no falta un

atascará con papeles ó con

acibar, ó cosa peor.

A

entretenido que se divierta en tirar perdigones actores garbanzos con cerbatana.

no sea del agrado estudiantil zanahorias

,

,

se

Si se

al

tornavoz, y á los músicos y

presenta en las tablas algún cómico que

espone á verse bombardeado con patatas ó

ó encontrar en las lunetas algún interlocutor sarcástico que interrumpa

su monólogo con alginta ocurrencia picante, ó sostenga con

animado

á

despecho de

Pero aun mas que en

la el

au/orídad y del

él

un diálogo harto

autor.

teatro es en el villar

donde

el

l-^liidiante

desplega


EL ESTUDIANTE.

á28 su carácter, porque a([uel billares estudiantiles

una partida y

no

silio es

su terreno, su centro y su cuartel general.

mas

se juega

que guerra: ¿quién se pone

servir de blanco á la mosquetería

á

alli

En

jugar

de veinte ó treinta estudiantes?

Allínose conoceel taco desuela masquede nombre: el darjaboncillo es pedantería. El Estudiante necesita taco fuerte; de cada tacazo hace á las bolas correr la posta por la mesa, ó que saltando

duerme pacíficamente en

baranda vayan á despertar

la

rincón del

el

prójimo, que

al

Asi es que los chiripones

billar.

,

las billas

puercas, retruques y carambolas de sopetón se suceden con una rapidez increíble,

y cuando nada de atusándose

esto se logra

las barbas:

Y efectivamente

el

,

Estudiante esclama con voz

mesa

\Ba!... ¡si esta

No hay

es asi.

cosa

es

un

aliuecada

y

artesón!

mas desvencijada que un billar estudiantil.

El paño parece estampa de matemáticas con tantos sietes y triángulos , las bolas picadas, la mesa desnivelada, los tacos hechos añicos, y hasta los quinquets sin

un tubo

sano.

En las las clases

del

pocas horas del dia en que

nunca

,

falta

el villar

un veterano de

mozo ensaya algunas jugadas y

sus protuverancias y vacíos

sesto

no está concurrido es decir, durante ,

ú séptimo de leyes , que con permiso

se entretiene

su resistencia y

.

en

falsear las

desnivel

barandas y calcular

con una exactitud p/us

quam matemática. ¡O tu Estudiante de primero de jurisprudencia que acabas de

y con

los

dineros que

madre, de cátedra

te dio tu

para

ocultis,

padre para pagar á

la

patrona,

y

salir del colegio

los

que

te dio tu

gastos de guerra, te dirijes al billar, en vez de irá

guárdale de esa harpía con frac raido que está haciendo como que no

,

sabe dar bolal

Apenas

abriste la celosía

en lugar de hacer una partida.

Te ganará

cuando de una mirada leyó tu corazón y adivinó tu No te fies aun cuando dé pifia

billa

puerca, y aunque se deje ganar

las restantes sin dejarte

superchería, te

la

,

diciendo en su interior ipobre pipiolol...

bolsillo

dará

peseta sobre otra por ver tales habilidades, y

Y

lo

que suban

vosotros

mesas

las

al

¡

,

os

y

son como se deja suponer

la

I

una tornasolada de

hallareis

conciencia del que se llevó

con

último te hallarás con 24 reales

profanos, tampoco os arriméis por

la

la pierna,

y tu infeliz irás sacando una

el billar

vuestro sombrero corre peligro de transformarse en orinal, y

nueva

primera y segunda

26 para 30 y jugará por debajo de

izquierda, con tu bastón y hasta con los dientes;

menos y

la

dar bola y cuando tú hayas descubierto

la

color de ala de

estudiantil, al ir á

mosca

,

porque

recogerla capa tan raída

como

vuestra.

Las tertulias frecuentadas por Estudiantes tienen también su carácter peculiar el teatro

de

la

galantería estudiantil.

Los amoríos

universitarios son por lo

común un

como

tampoco sentimentales y soporíferos como los de un uno y otro. Tienen ademas mucho de romántico,

los

elegante tal

,

militares

,

ni

si

es

no es picarescos. No son de cala cuerda

sino que participan de

romo bes\iqueo por

l;is

rejas, escalamiento do balcones, conciertos

y

serenataf^


EL ESTUDIANTE. guitarras

tle

contiene

Por

y

que

lo

de mas dramático.

el arte

lo

229

en alacenas, palizas, desafíos, y todo

ílau tai, escondites

que hace á

las tertulias,

en

juega ó se canta ó se desuella

ellas ó se

al

¿qué recursos no suministra la imaginación juvenil de un estudiante amartelado un juego de prendas? ¿cómo dejará él de perder media docena de ellas á trueque de que le manden contentar á las señoras y tener

prójimo. Bien mirado,

ocasión de

cuchicheando

irlas

una mina

es

¡i

A

la

verdad esto de

pero de

la

cuál

oido?

al

medio esplotar

á

,

los

juegos de prendas

muchos Estudiantes han sacado

algo en pura plata. Si es durante la conversación, ¿cuántos recursos no suministra

mesa cubierta de bayetas verdes para el teje-maneje de pies y las damas universitarias no suelen ser gazmoñas, y las hay que colocadas entre dos Estudiantes á uno dan con el pie y al otro la mano. igualmente

la

manos? Por su parte

,

A

veces

de enfrente resentido de

el

trata de hacer el papel

uno de

á saludar á

los favorecidos

pero desgraciadamente yerra

con violencia balancea

la

deferencia que obtienen

de tercero en discordia

el

,

y estirando

los ad^lateres

pié se

prepara

con un taconazo, vulgo estocada de cuadra;

golpe, mete

el pié

en

el

brasero

mesa, cae

el

quinquet y queda

hay piano entonces

el

amo no gana

la

el

,

la

y

al ir á sacarlo

escena á buenas

noches. Si

en

casa

la

Estudiante no gusta de andantes ni moderatos

para cuerdas

mas bien propende

í

á

,

porque

e'

los alegros

y estos estrepitosos. De cada teclazo salta una cuerda y desafina cuatro. Luego para concluir toca una marcha á toda orquesta, es decir, alzando la tapa del piano y con el apéndice de bombo y chinesco» Pero

instrumento mas usual del Estudiante es

el

un cometa

sin guitarra es

sin cola

cuando menos media docena que

y rara será

la

la guitarra.

Un

Estudiante

universidad en que no

liaya

toquen con primor y todos los restantes asi, conciertos de tertulia improvisados sin programa ni convite

Aquellos

asi.

tienen

,

la

,

mucho de

principia la hija

en pos del hijo

Después de varios preludios mas ó menos grotescos, de la casa con la inevitable Átala, diciendo [Triste Cartas\ etc. y de Ontalisi nieto de Miscou salen á lucirlo el Chinorrí el originales.

,

,

,

Trovador y otras canciones, á las cuales por su fecha es probable que las obligue ya el ayuno. En los intermedios el Estudiante entona alguna cancioncilla picaresca á veces de su cosecha

,

acompañada de muecas y visages y con

que es cosa de despepitarse de

Cuando preguntar

en

el

la

tertulia

que

lo

juego es un jugador

hay sus

diferencias

compone esclusivamente de Estudiantes

se

se hace

modulaciones

tales

risa.

:

se estudia

como

que no

en

el libro,

otro cualquiera

es del caso omitir.

,

que paga

la bolla.

,

no hay que

El Estudiante

pero en las bancas estudiantinas

En

ellas á falta de dinero se apunta con capas y pantalones, y ante todas cosas con libros. Dice un autor comparando los caracteres de las naciones que el francés lo último que vende es la camisa ,

,

y

el

español

hay mucho que decir, pero por lo que hace a/ primero que vende es la capa. Todo se reduce á concurrir á la universidad con la ropa del mes de agosto, v aunque esté lielando asegurar que Estudiante

la

capa. Sobre eso

lo

KMRKGA

XXVIII.

28


^36

ÉL ÉStUDIANTÉ. En

hay blandura.

tales casos el

cuenta del mendigo y dice

Estudiante se echa sobre pocó lüas ó menos

para su levita

(

,

á falta

de capote

la

mi cuerpo

todo

)

es

cara.

Por

común quien mas

lo

último resultado las madres

pierde en tales ocasiones son las patronas, y

porque

:

las

madres tienen sobre

cubrir los deslices de sus hijos Estudiantes.

con

diablo

el

[i] jamás confesará

,

Uno de

su padre

á

,

si la

que viene

estos

que ha jugado

inconveniente en decir á su madre de buenas á primeras, que

quedado con

la

,

en

el

incumbencia de á vacaciones

pero no tendrá patrona se ha

la

ropa á cuenta de las mesadas que jugó. Esto da lugar á escenas

sumamente patéticas. La madre se sofoca, se irrita y reprende al joven tahúr con la mayor acrimonia. Este permanece taciturno y cabizbajo y escucha con religiosa modestia

Tose

la

maternal reprimenda, contando las baldosas que tiene

madre, y aprovechando

la rígida

pavimento.

el

momento

Estudiante aquel

el

le

,

dice con

acento acaramelado.

— Si viera Vd., mamá qué bien cae ese lazo de Bribón atiendes á digo? que — No se enfade Vd., mamá, que se pone I

le

,

1

¡

lo

¿ asi

papalina

la

!

te

fea.

.

— Toma,

y

pillóte

prepara á tirarle

se

las

melenas; pero

Estudiante

el

aparentando abrazarla sujeta sus brazos.

—¡Esto también

¡Vaya

1

!....

yo

no haga Vd.

se lo diré á tu padre. tal

cosa,

si

ochenta reales con doce maravedises es

que

\

todo ello es una bicoca: cuatrociento-;

que debo, pero déme Vd. quinientos

lo

o economizaré para cubrir los maravedises.

El mejor año que tiene

el

Estudiante para jugar es

el del

que tiene mas que estudiar. Ademas, aun cuando pierda en

los gastos del

un grado de

grado pondrá

,

de

que incluso

el

el

Estudiante

la

que

2342

total

rs.

Por

cuenta antes bien

pierde se retira á vivir en

la

y vive de patatas ó de pegote de compañeros. Desde que conventos esta vida tiene muchos percances.

leonera,

los

mismo

depósito sube á 500 rs.

jamas suelen pedirles

señalan una cantidad mensual. Si

Una

,

cohetes, dulces, comida y refresco:

esta razón los padres de estudiantes, les

])or lo

,

cuentas del gran capitán. Estudiante hay que en

las

bachiller á Claustro regular

puso partidas de música

grado

tiene el consuelo de

Tales son en globo las cualidades del Estudiante

en general

falta la

sopa

hay ademas

:

algunas peculiares de cada facultad, que conviene ver por separado,

pues

constituyen casi diferentes tipos.

VILOÜOlOi

iBIi

El Filósofo es en religión.

(

1

)

í>o/«i//o,

la

estudiantina lo que

Es verdad que cuando vino

lüii

ienguiijc cstudiiinlil

adquirir dinero.

/('iicc él

del

el recluta

en

la

tropa

,

y

el

novicio en

aula á la universidad ya sabia hacer

iHohlo signiticn oslar

sin

Un cuarto

.

y sanli(/ti(ir

el


ÉL ESTUDIANTE. nnriüos

,

la láctica

poner mazas

,

andar

á bolsazos

de guerrillas, que aprendió en

alguna de las cuales tuvo

rnavory luego que

el

231

con

los libros,

las

pedreas de

y aun tenia una tintura de

de

pisa los patios

universidad,

la

debe abjurar todos

Una

cosa es silbar á todo

mas

vicho viviente que pasa por la calle

salir del aula,

mismo

al

profesor dentro de la cátedra.

segundo

es poner

mazas, echar

A

carretillas

atar la

,

escolares.

un

derecho que

sin perjuicio del

otra cosa es silbar al

y

Filósofo lo

mas que

mesa de un

se le permite

una plazuela

pollino en

tiene ocasión

,

en

Un

y con mas frecuencia

,

bestias

sus discípulos

á

no hace

Filósofo

segundo: en

lo

lo

tal

caso

profesor condenado

al

en vida acosado anualmente por 50 ú 80 diablejos

queda mas recurso que esclamar célebre Mureto

albarda de

y sonar cascabeles y aun sino cuando primero

sdla del catedrático

la

la esplicacion.

á pasar el purgatorio

la

llena de cacharros; otra cosa es llevar á cátedra ratones,

soltar pájaros, hincar agujas

cencerros durante

eft

cosa

ruedas de un

bollero á las

coche que va á echar á correr, ó meter un pedazo de yesca debajo de

un

Una

primero.

asista para lo

le

pasará facultad

al

el Filósofo

aquellos malos hábitos para adquirir otros

lo

eras de su lugar, en

las

honor de ser canonizado. Peio

que en igual ocasión de cencerro

lo

í<ya

í

estrañaba yo que

en

esta

,

,

no

le

dijo el

manada

de

no hubiese alyun cabestro.))

La invención de filosofía:

los

fósforos

ha sido una calamidad para

desde entonces nada hay seguro en

los blsognés

de

los catedráticos.

convexo

del vidrio

,

A

ellas,

no digo

las

las cátedras

do

maderas, sino aun

veces también mientras ellos esplican

la teoría

sus discípulos ensayan en las levitas (las de los profesores)

la

práctica del espejo ustorio.

El Filósofo es por

lo

común muy puntual en

asistir á cátedra

vive sujeto á sus padres y sale poco de casa. Tiene faltas,

muchas veces material y

catedrático pasa lista hu'.v.orada de

,

(le

se

reduce

y contestar pur algún ausente

preguntar

la

lección

al

:

mucho mas

responder cuando

á

pero

si el

asistente discípulo,

(juando llegan estos lances tan apurados Jolor

,

si

cerval d las quince

pero se va curando de esta debilidad según va ganando cursos. Por desgracia

esta asistencia es

la

un miedo

muelas, ó jaqueca para escusarse

,

allí

son los apuros,

Filósofo tiene siempre á

el

á último recurso,

y

el

catedrático tiene

si el

mano un

catedrático

mucho acuden las lágrimas en su ausilio. Pero este recurso es de muy mal tono, y tan solo echa mano de él algún Filósofo que huela á faldas. El que se ha criado en colegio es mas aguerrido. aprieta

Por por

lo

lo

porque es con

demás no dejaremos de observar, que

común

las

peor dotadas

,

lo cual alejaba

las

de

cátedras de filosofía han sido

ellas á los

imposible que por un pequeño estipendio

se

buenos profesores,

decidieran estos d lidiar

filósofos.

KI.

TKÓL.OGO.

Este género se Vende algo caro en

adquiriendo

el

el

día

,

desde que

la

iglesia

española

Va

lustre y esplendor que tuvo allá en los primitivos tiempos, cuando


232

EL ESTUDIANTE.

los clérigos

cambio

eran de oro

,

de palo y

los cálices

En

procónsules de hierro.

los

ha dividido y subdividido creando entre otros un género nuevo, que podemos mirar, como fruia del tiempo. Tal es Teólogo itijerlo, otros el tipo teologal se

Waman apóstata Y

Con

recalcitranle.

estos

nombres

que no

se designa al Teólogo,

hallándose con suficientes fuerzas para aceptar el lisonjero porvenir con

que

le

bríndala iglesia española, vuelve pasos atrás y se decide á estudiar jurisprudencia, larmacia ó veterinaria.

Las vicisitudes que desde principios de este siglo han agitado sin cesar nuestra patria han dado

tal

fomento

á este tipo del Teólogo injerto

á

que por todas

,

partes bulle y se le encuentra , ora en los escaños del Congreso , ora en las filas del ejército , unas veces en las entrañas de la tierra, convertido en Teólogo-minero

(que es lo que hay que ver) y con mas frecuencia junto al espacioso bufete despachando espedientes, simpliciter, y secumdum quid. El año 8 el Teólogo se convirtió en guerrillero nada

ano20 el

mas que por ensayar

las virtudes evangélicas.

El

Estudiante de teología, que ahorcó los hábitos se casó (esto es de rigor, exteólogo mira con horror el celibato) y en seguida se dedicó á las ciencias el

naturales

y

sus aplicaciones inmediatas

,

es decir

,

que abrió tienda de herbolario

ó tintorero químico quita-manchas. Los que picaron por la abogacía han llegado á ser en estas últimas hornadas de padres de la patria

hacia donde Cervantes saca

que corren, á

lo

brazo manco.

el

que hay que aspirar

Y

quienes

el

,

señor Becerra dio con

puerta de

la

y

lo

demás

dejarlo venir,

teórico-práctico

mayor parte de

la iglesia

de gracia

estos tiempos

el ser jurisconsulto

de ahí es que la

inquilinos del santuario,

es á ser diputados,

y para ser diputado es un escelente medio acreditado y con estudio abierto

,

como en

los

Teólogos á

en los hocicos, se injertaron

mismos en leyes, y siga la broma. Entre estos Teólogos injertos los hay de mas ó menos fortuna y que forman diferentes categorías. Los hay que hacia el año de 1836 conmutaron cursos de

á

teología por leyes la

marcha á

tirar

,

pelo á pelo

,

y dejando

impedimentos,

los

se pusieron

pedimentos. Otros de voluntad ó por fuerza tomaron

aquende ú allende

el

Ebro, y

jurisprudendia flamante

(

al fin

de

la

las

sobre

armas

guerra pasaron su olvidada teología por

que hubiera sido por medicina

pase

,

)

y

lo

que

faltaba

para completar se suplió á balazo por lección y año de servicio por curso de carrera. Pero otros mas desgraciados no llegaron á tiempo de cazar tales gangas y vejetan en las Universidades, y por su antigüedad en ellas vienen á ser una Un teólogo de esta última clase es

especie de Estudiantes fósiles ó antediluvianos.

un consumidor abonado de papel de 40 mrs. y debe

ser mutatis mutandis

(cuidado con equivocarse) lo que el capitán Chinchilla de

Gil

Blas.

En

sus

como aquel sus 20 años de carrera y tiene el placer de ser tan atendido como el capitán al escribir la relación semanal de sus campañas. O si al menos estos Chinchillas pudieran pasar por tios postizos incesantes memoriales recorre

,

¡

de alguna Sirena,

Por

como

lo

diria

que hace él

)

otro gallo les cantará. al

Teólogo propiamente

baste decir que por lo

tal

común

(mí

talis

,

ó simplieiter theologus

es modesto

y laborioso.-^En

los


EL ESTUDIANTE. tiempos en que andaba por

las

Universidades

233 1.» 2.ae

la

de Santo Tomás,

Teólogo necesitaba una memoria de hierro para echarse diariamente artículos por

mañana y uno por

Ahora como

tarde.

al

el

cuerpo dos

ilustración ha cundido

la

tanto á Dios gracias, el Teólogo no necesita estudiar tanto,

Lugdunense destrozado del •(Progreso teológico

latin

castellano está

al

!

Pero aquel trabajo ímprobo no quitaba que

y sus puntas

y con un articulo de un Teólogo fuera del paso.

de Estudiante

mas en

:

Teólogo tuviese sus desahogos

el

procuraba siempre evitar

casos

tales

escándalo encubriendo sus fechorías. Asi es que cuando

salia

alguna travesura estudiantil, procuraba pasar por jurista

nombre de su

facultad,

mucho mas

trataba

si

,

el

de tuna ó maquinaba

para no dañar

de quemar incienso en

al

buen

las aras

de Cupido.

Concluiremos observando

y

,

que

Teólogo es

el

el

antípoda del Legista

y unos que no es

otros se acosaban frecuentemente con dicterios é insultos latinos,

En

del caso reproducir.

el

día todo esto

ha cesado

,

por

,

razón de que

la sencilla

ya no hay quien estudie teología.

El Canonista era en las universidades una especie de anfibio sin carácter peculiar por

lo

que escusaremos

el tratar

de Cisneros, que con mucha dificultad Alcalá,

cátedra

y viendo un ,

dijo el

dia

que uno de

Cardenal a

de mas.f) Lo mismo casi dijo

de

los el

los

de

Dice Alvaro

Gómez

en

,

la

vida

en su universidad de profesores de cánones salia temprano de

que estaban

Gobierno

él.

les dio este cabida

al

á su

lado «

lo

que

es

suprimir esta carrera en

por mi 1 ."

estáis

de Octubre

18'j2.

El Legista principiaba su carrera

estos años pasados por donde ahora la Derecho natural y de Gentes. Para ello lo ponian al neófito en las manos un libróte original de Mr. Felice, salvo lo que tenia de Burlamagni. No hay mal, dice el refrán, que por bien no venga, y la desaplicación

concluye, es decir, por

el

de los Legistas en este año era un gran bien pues so ahorraban de aprender á ser embusteros por principios y otrds lindezas por el estilo, y si lo aprendían eso tenían adelantado para el foro. En seguida se les enseñaba en cuatro paletadas lo necesario para ser padres de

la patria

y fabricar leyes con cargo y data bajo

los

auspicios de Jeremías Bentiíam.

Cansado nm-stro joven alumno do

y mv'isica como por

celestial

,

los cerros

se

echaba en

do Ubeda,

lo

el

oír cosas

,

que para

él

surco y asi se cuidaba

eran jarabe de pico

él

de

asistir á cátedra

cual no es de rigor que sucediera en

el primer año de leyes, y bien podía suceder en otro ú otros de la carrera. En esto llegaba á su noticia por conducto de un condiscípulo, que después de haber cumplido


EL ESTUDIANTE.

234 30

de

faltas (dobles

de

Un

lista.

la

las

que abona

resultado todo se reduce á perder del profesor (pie consta

y

tía

el

catedrático le habia borrado

un curso. En

tal

una

se dirige allá pertrechado con

cosa: en último

caso indaga las señas de casa

certificación del médico,

de

la

haber padecido calenturas intermitentes, y ademas de varias cartas de

recomendación de algún gu

reglamento)

el

estudiante de pro no se apura por tan poca

de doña Sirena

alto funcionario,

la

de Albarracin, ó de

doña Amparo.

—Deo gracias. — A Dios sean dadas. —¿Vive aqui don Triponiano In-digestum, catedrático de Universidad? — Servidor de V. —Venia con objeto de avisar —El Estudiante haciendo una profunda la

cortesía.

á

V. S. que estos últimos dias no pude asistir á cátedra por haber estado enfermo.

—Y

decir esto entrega la certificación.

al

— ¿Ha estado V. algún en cátedra? — Si señor, cuando me permitian tercianas. — ¿Pues como no me ha conocido V. antes? — Es que soy algo corto de — ¡Lástima de joven! procure V. curso viene estudiar con buenas —Pero señor ¿por qué he de perder curso habiendo estado enfermo? dia

las

lo

vista.

luces.

(pie

el

,

V.

S. esta carta de su señora

tia

Vea

doña Amparo, y estas otras para que V. S. se

convenza de que no hay maula.

¿Qué hace un catedrático en tal apuro ? ¿ha de echar á pique á un joven, en quien quizá fundan sus esperanzas las futuras diputaciones provinciales de su tierra?

Nada de

incluido en lista

de octubre

,

eso,

de no hacer mas

tiempo de que se

que

la

le

faltas,

preguntará

la

y repasar lo con frecuencia. Eso no quita para

él otro

lo

demás

el

hay apuntadores que

jurista es el verdadero tipo del estudiante

lleno le corresponden las cualiilades

manteos

el

manera que

interior de

la

y

al

ni

que mas de

que apuntamos al principio. Cuando

Legista era conocido en

braceo que llevaba dentro de ellos. á la

los estudiantes

,

del teatro,

Por

los

y si le pregunta la que era corto de vista ) ó con

condiscípulo

dice atisbando al libro del vecino (y eso

ayuda de Espíritu Santo, porque entre los

Queda pues nuevamente examen hasta el estraordinario atrasado, apercibido al mismo

Tiberio.

lección

algún dia responda por

si falta

lección

mas bien Antonino que

bajo las condiciones de no entrar á

En

el

se

usaban

garbo con que los arrastraba y en

la sotana se retrataba

el

corbata representa (según dice el manual del buen tonto

una persona. Los Legistas juiciosos

la

el

alma del Legista

usaban completa á

)

el

lo teólogo,

modo que dejara ver el chaleco y la y tan corta que apenas llegaba á las rodillas y por fin los calaveras llevaban en vez de sotana una especie de mandil, aprovechando k parte posterior para echar mangas negras á un iVdc de color de pasa ó cuchillos

los elegantes

muy

botonadura del

á los

estrecha por delante de

frac,

pantalones ambiguos.

,


!

EL ESTUDIANTE. En

el dia la

revocar jó

nueva generación

mejor posible

lo

jurista

,

235

que no alcanzo

los

manteos, procura

fachada esteriordesus individuos, y los hay,

la

¡ó

tiempos!

costumbres! que gastan corsé y visten por figurin.

nKDICIXAMTE.

Kf,

Hay dos

unos que cursan en

clases de estudiantes de medicina:

universidades

las

y otros que estudian al mismo tiempo la cirujia en los colegios de Madrid, Barcelona y Cádiz. Estos segundos forman un tipo aparte que comprende con ligeras escepciones toda

la

gente de curar inclusos los romancistas,

que llevan

veterinarios

título

el

de colegiales

farmacéuticos y

de los cuales se dijo ya en gran

,

parte (ubi supra del barbero).

—Los

primeros tienen principalmente su asiento en Zaragoza y Valencia, v

usaban en su tiempo de manteos y demás adminículos estudiantiles.

Siempre

se ha ridiculizado en los

médicos su prurito y comezón por usar sus

términos facultativos á diestro y á siniestro aprendices de curar.

que

traiga

guindas:

Uno de

un vaso de

la

,

pero esto es aun mas notable en

que pide horchata avisa

estos, por ejemplo,

mozo

y en lugar de conserva pide á su patrona ¡ectuario de aplicación no puede ser mas exacta. Dios les libre á los amibos del lok,

aprendiz de curar de hincarse una espina ó cortarse con aprendiz ha estudiado ya

el

cruz de Malta

la

ver que se

cual rodea

el

al

al

dedo del paciente

lo ata sin hilo ni cinta

,

,

dejándole

el

dicho

improvisa una

dedo en íigura de maza de

punta

en un momento, pero arrancando un ¡ay! la

tijeras

si el

un trapo de

con no poca admiración de este

— ¿Te admira eso? pues ahora

trapo so habia pegado ya á

— Venga

punto, y cogiendo unas

tambor mayor. lo deslía

cortaplumas

tratado de apositos y vendajes.

una cuarta en cuadro, esclania

al

al

los

verás

lo

mejor al

— y tirando

de una

paciente porque

el

herida.

El Estudiante de medicina propende siempre á los tratamientos fuertes. Para

curar un constipado, receta cuatro sangrías de á onza y una cantárida que cubra toda la espalda con objeto de llamar alíala destilación. Loque hace con los

cadáveres en

que pasa en

en

el

anfiteatro lo quiere imitar

los tales anfiteatros

el hospital

,

aunque no

Por otra parte anfiteatro bolsillo

;

asi es

el

sea

!

No

en

los

enfermos y ¡válgame Dios

mas que por no bajar

al anfiteatro.

estómago de nuestro matamnos es también

que suele llevjr

los

mañana

los

en que sacó por

la

lo

como hay quien tenga humor para morirse á

prueba de

y aun la merienda en el mismo huesos de un difunto á medio mondar. Y cigarros

sino, ¡pobre del aprendiz ([ue sea melindroso! porque todo se reduce á convidarle á

merendar y cuando

ya

esté bien

cargado hacerle echar

los bofes

avisándole, ¡que

es antropúfacjo

Antes de concluir no podemos menos

de rasguñar siquiera ya que no bori-


236

EL ESTUDIANTE.

quejar

Estudiante de

la tuna, tipo enteramente español, y que para sí solo merecia un artículo. Quizá los que vengan en pos de nosotros aprovecharán este tipo, cuando haya concluido de perderse á la manera que en el dia se saca partido de los al

,

juglares

¿No

que en sus tiempos fueron asaz mal

,

lejos el ruido de la

cís á lo

vistos.

pandereta? ¿no veis cual salta

el

que mas

que tocarla, golpea su pergamino en sus rodillas, con sus narices, con

bien

punta del pié ó con

el

codo? Ora

giro sobre la punta de su dedo

perder compás de pronto

la

quien mas llama

atención

la

miran con

le

en todo

el

la

á voltear en rápido

la ol.liga

instantáneo movimiento y

ora golpea con

,

cabezas de los chicos que

las

el es

arroja en alto y

la

sin

boca abierta. Pof

cerco de guitarras y

acatarrados flautines.

Pero volved

vista

la

desvencijado tricornio ciado y

escuálida

la

,

mas acá y y

el

levita

veréis ese que precede

manteo terque dá paso

la

cuadrilla

con

el

'

ala camisa por los codos: esees elmoscon, ó

como dicen

postulante

el

cual dirijo estudiados

otros:

oid

y picarescos requie-

bros á las damas, que pueblan los balcones

y á

que asoman

las viejas

la

que les

le

echan y volviéndose á los músicos con precipitación: —¡pronto,

Dios

le

canción de

señorita de lo verde

á la

mucho

dé las

que valen

(jue

á

un

dar),

peseta.

Y tú,

tu doncella vas á pasar por esa calle

y

se

las

la plata

dice

compañeros! (y

por

jeta

ventanas. Recoje con desenfado

pegue

á tu lado

para hacerte

vayas muerta de vergüenza.

No

te

señorita del albornoz, que seguida de

huye

reir

,

huye

,

antes que te atisve

con sus diabólicas ocurrencias

el ,

moscón

aunque

que abras tu ridículo y le alargues pedirá de limosna una mirada, hincará

servirá

una moneda, porque á continuación te la rodilla en tierra tenderá el manteo para que pases por encima y besará picardía! donde tu pusiste el diminuto pié. ,

¡ó

Decían los antiguos que no había juglar sin trovador y también el Estudiante déla tuna reúne ambas cualidades, y se ejercita en improvisar sin perjuicio de su inmenso repuesto de canciones de circunstancias sembradas de alusivos latinajos.

sus bases.

Su sociedad es como otra cuahjuiera y al entablarla estipulan y forman Cuando el moscones hábil, (que los hay de una prontitud mugeril)

puede contar con sus cualidades.

la

A

cuarta parte del producto y á este tenor los restantes según (;si entre bobos anda el juego!) no

veces para evitar fraudes

hay postulante el

fijo, sino que antes de salir á la calle se subasta la ganancia y que mas puja hace de moscón y se guarda el producto. Entre los Estudiantes de la tuna , los hay unos por necesidad y otros pop

vagancia: aquellos solo tunan cuando no hay curso, para estos siempre son vacaciones. Antiguamente los Estudiantes ricos solían tener la

humorada de correr


llUii do.

;.'slas

conocer en

caravana», los

y el

tuno actual apinNccIíandu esta

pueblos ipor supuesto con

mucha

tradiciuii vuele darse a

reserva! conio

hijo

de un

marqués ú quien su padre queiia de buenas á primeras liacer regente de audiencia, siendo asi que el tiene vocación de médico. A la> viejas se les cae baba y

las

mozas

lloran de ternura al ver á todo

y entre tanto nuestro barón de Illescm saca

Co/icluirémos, pues, confesando, que constituye una de las épocas mas felices de

modm

un futuro marqués

la tripa la

la

la

la

tan estropeado

de mal año.

vida estudiantina, vida, y

si

na

si

bien se mira,

fuera por atender al

vivendi, era cosa de echarse á Estudiante, de profesión. La edad juvenil, la

compañía de Estudiantes vivarachos y de buen humor, Iranqueza,

queda

el

solo

la

nombre de Estudiante contribuyen

independencia y á prestar

á

este

un colorido, que á no verlo parecería ideal. Bajo este concepto no tiene duda (jue deben agradecer mucho al gobierno su buena suerte los Estudiantes antpdihirianos, á cuya clase -tiene el hoiior de pertenecer S. A. S. S. Q. S. M. K. li()o

VICENTE DE LA FUENTE.

F.NTKE6A XXIX.

29


.

LA

MUGi:i\

L MIJiMH).

1)1

— Eslas. I.as

pues, son desta

parles y calidad

iiifi;!

.

Arfhivo de todo achaque Y albergue de lodo mal. Las que priváis en el mund" Con el pecado mortal Si no perdéis coyuntura Las vuestras se perderán. ,

'

?!

poeta

llorón

principiaría

siguientes ¡mlabras

rrnistia

articulo

este

con

las

ú otras i-quivalentes.

Poíno niua:er

marchita y

Un

,

QUEVE»

'Av....!

!!

y

sin color

y

severo

l'urihundo ascético,

tlor

delicada.

ajada.

y

bilioso, tal vez

anunciarla su discurso con este virulento desahogo, Mlsoila y corrupción

,

lodo se vende ya en

la tierra

va no hav virtudes en ro

yo

que

de ascético

á estas horas ,

etrato, con las palabras

buena.

no

se lo

pláceme descorrer

que todo

In nomint' PoZ/'/s

,

que soy el

f1

la

impura

;

raza huiuana

porque nada tengo de sentimental

velo de lo que

iiel

el f'llii,

,

torpe hermosura;

mundana

fragilidad, fragilidad

mi

editor quiere

cristiano debe decir

Sjnrltus

!?iancli.

al

Amen.

que

ni

sea

principiar una obr.i




LA MUGER

MUNDO.

r)p:i.

2;^«

al husíiuejar el iioilil Nociisario es saiitiguaise y ponerse bien con LHos nada mas que el perfil de la Muger del mundo como la viclima que marcha hacia ,

,

la

hoguera

silla

escelentisima

moral la

,

vista

y á

que por primera vez

el ;

un

sacrificio

de

las gentes,

como

,

el

que asciende

tiempos que «orren

los

,

á la

un martirio

os

que ofrece un cuadro pecaminoso ante unos parecerá pequeño, á otros proporcionado,

de reputación para

cuadro que

embarca

se

porque realmente en

á

el

muchos monstruoso.

Y |as

como

,

dirán los pseudos

¿qué

moralistas

costumbres de esta época?

meticulosos y rígidos censores de

los

,

Dignos de

ver

serán

los

aspavientos,

las

y las siniestras miradas que arrojarán sobre este vergonzante cuando libre y en alas del repartidor de esta obra famosísima se les

horripilaciones articulejo

,

,

entre por las puertas

aparentan disfrutar en ¡

fondo

el

en medio de

á sorprenderlos

y vuele

riel

virtuosa calma que

la

\La Muger del mundo

hogar doméstico.

qué horror! ¡qué inmoralidad! ¡qué aberración!, ¡qué anarquía

se escribe y circula entre multitud de seres inocentes

ignorancia sobre

él

,

de

?

¿no basta que

exista el vicio

contamniar

se ha de

benéfica institución del jurado

mentira Fel ipe

;

y ;

el

Oh

la

no'

feliz

atención

descripción

la

imprenta? Y esa llamada

la

hay compromisos

,

tenqjora

el !

¡

Gobierno es

Oh

,

aqui que

no peco..?

primer criminal

el

¿os rebelareis también

condenareis sin mirar estos pobres sirvan de sabroso pasto

al

,

alma un

como menos

las

Cortes

,

y Luis

flores del jardín

pensamiento

pero verídicos renglones cuando en

aguzado diente de

Si el

y

delica<lísimas

contra la libertad del

después procuréis leerlos á hurtadillas?

(

,

mores! !!!!!...

V vosotras purísimas doncellas, candidas, terreno,

la

sociedad se disloca y bambolearla Constitución es una bella

Gobierno ,

vírgenes con

esos fiscales de

mas

la

!

¿esto

¿por qué no pone un dique á este torrente de

,

papeluchos inmorales, aquí que

Pero, está visto:

oido de las

casto

el

¿Qué hacen

rf.!... af.!

que yacen en

que se ha de llamar

sino

,

Y

!!!....

tal

?

¿nie

la tertulia

algún caníbal literario, aunque

vez,

tal

vez....

porque

cristal tuviera

cierto Dios queria

traiciones hubiera

i

,

Pues cada cual temería

que su infamia Esto

lo dijo el

se supiera.

doctor Juan Pérez de Monfalvan

muy

oportunamente en

la

comedia

'<Cumplir con su obligación^) y aunque no os parezca muy oportunamente citado, habéis de sabor ti(>rnísimas palomas quo la hipocresía desde los tiempos mas

remotos tiene establecida su morada en todos ti

menos

fuerza ejerce su poderío

lugar conveniente

el

espuesta,

he aquí

desdeñará

fijar

sus

consabido la

razón

,

y como

al

los

corazones,

Supremo Autor no

en todos con mas le

plugo colocar en

quebradiza y muy porque alguna de vosotras delante de las gentes cristal

bollos ojo< oii

In

,

acaso por ser materia

Miuit-r del

mnndn

.

aunq\io vavu lyegg á


LA MUGER DEL MUNDO

240 en

l)uscarla

fondo de alguna papelera

el

burlando

,

timorato papá

la vigilancia del

o del tutor espantadizo. Pero anticipadamente os advierto que sin peligro podei.s

palabras de

verdad

cuanto amarga historia déla Muger profana

la triste

en verdad os digo que

,

deben ofendeise con

curiosidad: vuestros castisimos oidos no

saiisl'acer esta

que sean

las

á

totla

las

porque en

prueba candorosas

,

puras e

nomo

entenderán, y las (jue me entiendan será porque teórica ó prácticamente conocerán las vicisitudes del muiiflo picaro, y para estas nada

inmaculadas

habrá aquí nuevo, nada que las escandalice y que no hayan escuchado alguna otra vez. Esto supuesto, allá vá la representante de un tipo universal, .... y

que

entiéndase que

cumplidamente afiliados

sustituirla

í 1

la

Muger

del

Mundo

es

,

reluce, y es en

en

la

la

indefinido de suscrilores: es se saca

cual sin su cada cual

,

los

,

colmena-

la

como no

es oro

enemigos

del alma.

Tan admirable

especie.

lodo lo ()uc

Nada hav

mas

ni,

claro y

ni obeja sin su pareja.

Y

ser, ó ente

que viene

atender

par;i

como vulgarmente ¿á

pasmosa es

tan

,

hi

no hay |ue/a independiente de

(jue

que carezca de otro

ser

ni

así

orbes tan completamente aislado que pueda

los

gran nuujuina del universo

no hay ente

,

digna consorte de uno de

fecundidad y multiplicación

pueda

dijéramos, una obra (jue se publica pur

si

que

lo

como único en su

combinación de :

fin la

inmensa estension de

considerarse

otra

como

,

protesta de variarla tan luego coniu

la

pero que asuste menos.

un número

que no es todo miel

la

gremio que reúne mayor número de

al

,

estampo aqui con

con otra que diga mas

entregas y se reparte entre

abeja de

paso otra que determine y califique mas

al

tipos

los

robusto tronco del que suelen ser vastagos una buena porción de los

al

,

de

tipo

al

femeninos,

tipos

valerme de esta frase no trato de aplicarla en toda su portentosa

al

sino porque no saliendo

latitud;

se dice,

á su

no hay

aqiii, diréis bellísimas

lectoras, toda esta contemplación filosófico-metafísica envuelta

en una lluvia de

refranes? Ooohl.... viene á preparar, á disponer vuestros ánimos para que sin

podáis recibir una gran nuev;i

violencia

importancia

mas profundo

entre el

:

viene á revelaros un

secreto que en el trascurso de los tiemj)os ha

;

misterio

pero ahora que todo se analiza

,

averigua, ahora que lodo se sabe

,

porque

,

— Pero

—¿El

¿y

el

es

mundo

que

el

peligroso tipo que

m

boticario, qué

sino

Casado,

os presento

que

se yo.

Y

la

el

secreto que desde ahora será el secreto

tiene su cada cual

;

sí;

hijas

de

ese

,

cpie el

como cada

mundo

tiene su pareja

muger

del secretario

que

,

hijo de vecino, y casado con

porque sino, ¿(pié quiere decir tal

la

Mvger

del alcalde cual

el

del

v del

esa dilatada progenie de Sirenas que los antiguos llamaban

meretiees, y las modernas cortesanas, y algo ,

al

himiana investigación

incógnita: ya están resueltos todos los problemas.

la

mundo

está casado!!!

Mundot Lo

la

tenéis razón; basta de preámbulos y circunloquios: allá va:

secreto?

,

inquiere v

secreto?

el

pasmaos, estremeceos, santiguaos á voces

,

no hay duda, hemos llegado

complemento del saber, ya no hay arcanos que resistan á

ya fácilmente se despeja

secreto de alta

estado escondido

matrimonio

rebozado

,

de

mas ¿que son ese

terrífico

sino hijas del

consorcio

mundo,

celebrado


m

LA MUGER DEL MüNDU. lii(luílal)lpmente entre las tinieblas

délos tiempos primilivoís?

Y no hay que

sospechar

por eston'i? tan singular enlace ha producido ünicamente hembras, porque ahí esta el

moderno continente, robusto y muy cumplido mancebo, cuyo nond^re de es

pila

iinnidn

/ií(C(V)

herencia del

mundo

,

de mayorazgos. Quede

uno

B:d)ii()nia

pican

,

presentará á su tiempo, para recojer toda

pues

.

.

establecido que el

y desaparecen

levantan ampolla

evidencia

buena ó mala catadura,

la

cuaUpiiera podrá

que

la

añosliacen subir

rjljies

creación hasta nuestros dias

,

ellos los

tiene casi tanta

edades de este

las siete

icra

la

porque entre

Mundo

Murjer del

y sacjuemos á relucir

.

de

que por antonomasia

la

mas

los

y sin embargo

edad como su marido.

A

lamosos cronolojistas

desde

aliados, del

y con reclamar

agua de Venus ó de

nueva y vuelve á

intervención,

la

silir á

campaña erguida

'nterrumpida carrera de triunfos. Za

la

persigue

;

el

apoyo de Pelaez

fascinadora

,

del

J/íí(/e>"

mucho que

pero por

este

el

se

la

brillante/

tiempo no suele

inmensos recursos, poderosos

tipo tiene

el artístico

tiempo encadenado á su carro victorioso como

que

abierta con

innumerables fidanjes de cosméticos,

las

la

que haya podido

^in

tiempo destructor marcar una arruga en su semblante, ni deslucir

de su hermosura. Verdad es que en esta lucha

quedar siempre bien parada; pero nuestro

,

.)89(»

oh portento maravilloso! he aqu'

;

,

hay sagrados, me inclinan

una muger que cuenta sus años de existencia por millaies el

zumban,

,

pongamos en

,

Mucfer fuerte.

llattiar la

Autores respetabilísimos, á creer

mundo está casado que es menudo vemos circular por

maridos sabandijas que por do quiera se introducen

,

la

:

tantos maridos traviesos y coquetones que á

di'

esta

se

lA ("M\\

viejo, ó para presenciar las particiones sesun la última ley

para

,

Mundo

<•

ó de

Rotondo, conio

se (¡ueda

mtinuar su no

generalmente lleva

,

enemigo mas

rebiílde y

al

contumaz

afane por derrocar su imperio,

Muger del Mundo os como el trigo pero «pie porcada grano que se siembra brotan ciento, es como el fabuloso Fénix u:i fénix Proteo que al reproducirse como aquel toma todas las formas de este operándose en ella tres distintas pero capitales metamorfosis. Ya resuelta, orguUosa, jamás podrá estirparla de

la tierra

,

])orque

la

,

deslumbradora conduce su carroza por is

1

matizadas alfombras de

las altas regiones

los palacios y aspira el

y huella con su planta

perfumado ambiente de

la

ya con modesto atavio, sin carroza y sin orgullo se desliza y hora brevemente por las calles entre las sombras del último crepúsculo llores

la

lisonja:

,

precisamente en que

el

honrado murciélogo

sale

á

caza de alguno que

otro

mosquito y demás insectos infelices, y ya por últmio, abandonada sin casa n' hogar, sin Rey ni Roque, sin pudor y sin zapatos recorre alegremente las plazas antes y después de los crepúsculos, y tiene

vez en cuando bajo

el

la

humorada de

ir

á

y abandonada, siempre es igual, tanto vale una como otra, como de una misma palabra; porque

coqueta, que

muda

veleidoso marido. acepcione.s

siempre es

la

Muger

del

a

i)ail;>i

considerarla también uile

l;i

pública

las

acepciones

mundo, enredadora'

á cada paso el traje y antifaz para sostener las

Fuerza será

y sacarla

pernoctar de

alero hospitalario de algún cuartel. Pero orgullosa, modesta

ilusiones de'

bajo estas tres distintas

espectacion

,

>a

conio prirneift


m

LA MUGEK DEL MLNbO.

ha'darina abtiohila

fondo

el

en

,

como de medio

yii

,

carácter, y ya coluo urotescu

aunque en

,

esencia de las consideraciones coieográíico-inundanas'tüdas tres

la

sean bailarinas á perfeta vicenda.

No nos detendremos en en

prolundizar las causas que obligaron

pubescencia á aceptar uno de

la

que representa

,

porque

seria el

los

cuento de nunca acabar

nuestra heroina

á

primeros papeles de

nos lanzáramos en

si

ese laberinto de novelas que tiene estudiadas y dispuestas para referirlas

al

que

quiera escuchar, en las que vulgarmente suelen figurar como protagonistas y

las

origen de toda Una vida de escándalos, un D. Juan Tenorio, ó

y

farsa

brillante

la

lo

,

brazos del

mundo no

y Religión

,

y

es otro

que

la falta

de sólidos principios de buena moral

sobra de una ambición desmedida por los gozes terrenos

la

lujo y las riquezas, sin

que jamás recuerde

áó á mi? Dotada

¿yi/é se «íe

el

viejo opulento

una madre desnaturalizada y especuladora. Generalmente, y diga que quiera el verdadero y principal motor que la arroja en los

libertino ó

nuestro tipo

«on

un

,

,

el

\qué diránl sino para olvidarlo

el

de hermosura,

buen

talle

natural despejo

,

y diestramente gobernada por alguna (/o/)a Rodrignez , S\hi\a. úa las sibilas, nada mas fácil que ver en las aras de la gentil deidad profusamente apiladas las ofrendas sirviéndoles de base del

magnate,

sueño sin

que

al

fortuna del banquero

la colosal

la

que puedan

hondos gemidos de

los

la

olvidada virtud

carcajada de las gentes, desvanecer tan dulcísimo letargo

no

el

,

simbólico bastón

espada del Conquistador, los cetros y las coronas. ¡Delicioso muger del mundo se abandona confiada en sus efímeros encantos

la

es otra cosa ante sus

ojos

que

una fantasma

,

ni

estentórea

la

porque

1

ilusoria

virtud

la

un ente

ideal

y acomodaticio creado por los hombres, que vale tanto como cualquiera otra invención

humana

y

,

de

la befa

sociedad

la

,

un rumor leve que se pierde en el espacio el encumbrado solio donde la adoración de

sin eco ni potencia para trepar hasta

unos cuantos

idólatras la colocaron. Ella vé á la sociedad bajo sus plantas

como un hormiguero famélico que

bulle en derredor de

:

la

un grano de avena, y de

vez en cuando se entretiene en arrojarle semillas que suelen bajar convertidas

en togas, gobiernos, canonicatos la

Muger

del

Mundo en

tan elevada región

como

diputaciones

intrigas

y de aquí

,

y en

no hay imperio mas robusto

suya. La debilidad del hombre

la

en sus

,

,

espléndida

suele llegar al

,

ni

Cuando

episcopales.

sillas

sus floridos años tiende el vuelo

logra remontarse á

y

dominación tan cumplida

hace fuerte en sus venganzas, temible

la

derrochadora con

complemento de

la

los

que

la

ofrecen

incienso

,

ambición terrena apoderándose de

los bienes temporales, siendo arbitra

de los altos y supremos desfinos de toda

una monarquía. Pero también

tenebroso invierno de

llega el

anunciarse las heladas brisas del otoño

imperio desaparece

Entonces

la

muger

,

el

del

ídolo se

mundo

,

el astro rutilante

derrumba con si

fué

estrépito del

la

vida

se apaga

,

,

y

solo con

el

robusto

encumbrado

pedestal.

algo positiva mientras duró su brillante

con su numeroso ejército de reserva, y para acallar escrúpulos funda un hospital ó capellanías , ó cosa que lo valga ; pero si de su

apogeo

,

se retira á vejelar

pasada glnna conserva vínicamente recuerdos y nada mas que recuerdos

se


2V3

La mugek del mundo. hace ¿levóla y hermana de

la

y renuncia generosamente

á toda

carida'l y de la

inntimorables ovejas descarriadas y arrepcníidas. Preciso es confesar (jiie nueslrd t¡|)ü considerado en

o>t:i

el

España, nos

lo

no

la

pueden

moral.

pasa,

de las

mas lucida

su

metamorfosis no es esenciahnenle espiiñol. Otras naciones, donde civilización, pero

se

redil

camándula, y abjura y

de pompas y entra en

clase

la

cultura,

la

hecho mas progresos que en nuestra rezagada en gracia del mayor número de ejemplares que

h;in

disputai'

ofrecen sus respectivas historias; y por mi parle no hay inconvenienteen cedérselo, lo(hi entero, porque en nada se amengua el honor del pabellón nacional, ni vale ha

pena de armar camorra por

importancia. Algunas puntas

posesión in solidum de un objeto de tan pobrísima

la

mas

que hemos anunciado

tiene de españolismo la

como de medio carácter, aun([ue bueno será tener presente que la Muger del Mundo no es un tipo local sino un tipo patrimonio in partibus de todos los paises, ,

dejando salva alguna que otra leve particularidad ó rasgo caracleristico del suelo

en que tiene establecido su laboratorio.

Veamos ahora

á la

Muger

del

Mundo aparecer nuevamente

sobre

el

retablo.

Considera pió lector á mi cliente en esta su segunda metamorfosis asomada con cierto desdeñoso descuido á la reja de ese cuarto bajo ó maliciosamente escondida ,

detras de la entreabierta persiana de aquel cuarto principal. Esa tos seca que de

cuando en cuando

llega á nuestros oidos

alguna irritación bronquial, no; es

tambor cuando

el

de

la

le

daá entender... llamada y

no seas blanco de sus ávidas miradas

tropa.

y esclama en un Muger en medio

,

abominable senda del pecado! ¡Cuántas victimas sacrificadas por

una huérfana

,

en

hambre!

las aras del

bien educada

,

tal

vez desvalida en

sospecharlo

el

ponzoñoso aliento de

hermoso camino de

peñasco desprendido de

fondo

del

abismo.

desmoralizarse hasta

la

peligrosa

la la

con efecto, esa

la

imperiosa

le

un

al

esta

era

mas

separarse imprudente, sin

desliz se arrojó

en otro, como

cumbre de una roca que no cesa de rodar

la

vez

infeliz será tal

edad délas pasiones aspiró sin

seducción, y

virtud, de

Sin embargo, el

Y

que perdió su único apoyo cuando

necesario:

cautela del

e'

Ponte

fdantrópico arrebato. ¡Cuan digna de compasión es esa

ley de la necesidad

el

no vayas á creer que es producida por

,

canto déla sirena, es el redoble que ejecuta

bastón del ayudante

detras de mí para que

momento de

el

no suele

desgraciada

hasta

prostituirse

el

ni

punto de hacer gala públicamente del sambenito. Siempre

no es de modestia y pudoroso recogimiento en su modo de vivir que, ya natural ya con afectación ó cuidadosamente estudiado, dá mayor realce, hay un

si

es

,

mas

fuerza de claro oscuro á sus hechizos.

y recibir visitas para

:

Generalmente pasa

da audiencia á todas horas

mayor desgracia

figura

como

y también

pensionista en

el

,

no es siempre

la

Muger

del

tiempo en hacer particulares

(pie obliga á la

celibato á truetiue de no perderla! Verdad es que

un tanto cuanto atrasadas

el

pide

si

primeras nóminas del

las

monte-pio de oficinas. ¡Fatal y hasta inmoral pensión abrazar

las

si

Mtindo

las la

infeliz á

pagas andan

que suele estar

comprendida en esta calamidad, ponpie á veces cobra adelantado por los fondos secretos de

tal

ó cual secretaria. í'na audiencia particular

la

consigue una muger


.

KA MCciKK

•iV'i

circuiislaucias

ciertas

r.le

no

y

se

encopetados porteros que jamas cierran

Ábrese

mampara

la

financiera de

descórrese

,

de

la vista

el

MrSÍK).

l)K(.

diiiblo

(juo el

de

encantado velo que

el

los

de.

pretendientes.

oculta

profanos, y la tímida suplicante

los

e^

iiislinlu

esta clase de

paso á

á la

deidad

se adelanta y

con

ensayada humildad y candorosa turbación pronuncia estas palabras.

— Sentiré molestar

interrumpir

— Eh?... qué es eso?

(

Aparto S.E. estirando

deliciosa cara de pascu;is ó de voto de confianza)

— Señor —Tome Vd. nú

,

á

asiento

mi lado

—Cuánta

,

las

¡

!

deje Vd., yo mismo....

mas cerca

señorita; aquí

y poniendo una

cejas

linda vasalla

perfectamente.

amabilidad

— Ooooh!.... usted

!

es

muy

digna

y bien

— Soy Serafina Cortés y Miranda — Ah!... ¿la recomendada por mi amigo

,

;,á

qué debo

el

comendador de

el

placer de......

con efecto, es

usted un serafín

— Y V. E. tan indulgente —Oh!., no pero

deje Vd.

hermosura caducan todos

—Me tengo por muy (S.

a

un lado

feliz si

logro parecer á

E. con gesto asaz significativo

flecharlo con

el

tratamienlo; ante

el

poiler de

la

los poderes.

una dulcísimí mirada

— Su estremada galantería me

le

V

dá á entender que es

así: ella

después de

continv'ia.)

hace

olvidar

objeto

el

que hasta aquí me ha

conducido

— Tiene Vd. razón, yo también me —El pago de mensualidades atrasadas de hija inia....

las

olvidaba.... con la

que Vd.

solicita.,

pensión que disfruto.... carezco

de otro elemento para atenderá mi subsistencia, y

— Vd.

es huérfana

,

no

— señor. —Y no Vd. —Nada, estoy en —Y permanece Vd. en

es así?

Si

familia.... ó parientes

tiene

sola

—No

el

eh?

estado honesto

señor.

—Cómo^ —Quiero —No

la tierra.

decir que aun estoy soltera.

entiendo

— Pues

ahí verá

jVd. se contradice!

Vd.

— Yaaaaül (Momento de pausa en — «No puede Vd. entrar; —Muy me quedo con

el (pie se

afuera.

Ijien,

(Wden ¿quién un

se la atenderá li¡)

oye

ia

voz del portero mayor que dice desde

S. E. está uiuv ocupado.)»

habitación de Vd.,

se

yo haré que se estieuda inmediatamente

las

señas

de

la

de hacer jusliein rilando piden con

títnta

gracia?

pasará

porque


—ts que

vo

—Sí

comprendo hermosa

,

si

;

((uiei-o

DEL MUNDO.

A MI GliR

í.

2'm

'

gracia porque pido con justicia....; niña.... (y aqui S.

pretensión y

posibles'

de buen éxito en

deslizo,

no quiero ser pacífico habitaníe de

la

las

cual á su manera esta audiencia parlicnlar

,

dá todas las seguridades

nada señores Fiscales; no me Peña^ ch San P(-/ro termine cada

nada

)

¥.. le

,

:

pues por mi parte

la

concluyó en esa

como todos saben no es mas que una conjíincion copulaHva. protegida por Esta clase, sección ó parte del tipo que describo, no está tan

última -y- que

la

veleidosa fortuna

estacionarse en

como

la

que mas arriba queda

mezzo término de

el

Generalmente

perfilada.

ascendente de

la escala

la

suel<^

ambición terrena-

mm

allá al que nunca llega; y si anticipadamente un de sus ojos se oscurece, ó asoma alguna cana importuna y precoz, entonce^ ahorros una se relira triste y paso á paso de la escena pública y establece con los del bello sexo juventud donde la señoritas de pensión una casa de huespedes ó

siempre' hay para la infeliz el brillo

,

recibe

una esmerada educación.

Me

resta bosquejará la

Muger

del

Mundo en su tercero y mas temible disfraz. al mundo, á su carísimo cónyuje con una

Descarada, picante, tremenda acomete resolución (jue pasma, y en una

blondi, y de

lira

y sin una

se la vé aparecer

misma noche

con mantdla de

y sin otra, con vestido de seda, y de

musehna y

de percal según las evijencias de la situación; porque no fallan almas caritativas, situación, trajes de crisis, alquilados por horas

trajes de capital próximo á realizarse. y por un moderado tanto por ciento sobre mi nombre de los autores de el Esta pobre muger suele ignorar completamente puede, como ella dice, así cuidados su existencia; pero tanto mejor menos ni bailoteo donde no se romería divertirse sin estorbos. No hay fiesta nacional,

que proporcionan

,

,

,

menos cuando

presente,

la baja

olza colocándose

á

consigue cuando ve cruzar

al

jugar

al

de fondos se

deshora

nmndo

lado

ni \

le

impide; peio entonces se va

a

vez

lo

una esquina.... y

d<í,

dice:

'a

.i-

Dios hermosñ.»

tal

\

los

a

;i

el torosa pié; pero vuelve en calesa bien acompañada y cantando alegremente manchego café algún de delante jjor ay, ay, av.... ó la manóla, y al pasar

suele int(M'rumpir su canto i)ara remojar

la larinje

con un medio chico de

lo

caro.

Prado, y ¡naranjas y También á veces se busca la Pardo del y otras frioleras; pero limones! ¡calentitas !... ¿cuántas?— almendrilas de nuestro tipo, ya índole la de cuaiiilo de<*ciende á este mecanismo deje ñera vida vendiendo

pertenece

a

la

en

el

una raza bastarda que no es de mi incumbencia analizar.

En cuanto que

flores

á la

ocupa)

Muger airada su habitación ,

favorita (al

es.ki cárcel; su alcoba, el hospital

;

menos por

lo

su salón de descanso,

mucho la

casa

nacional déla Galera.

Ahora

bicMi

á añadirle la tintas,

benditísimos lectores, este bosquejo se acabó: no estoy dispuesto

mas leve pincelada; pero yo seque dirán algunos que he usado de

inuv calientes, y otros dirán que son

aquellos

hacer? ¡o

,

,

(|ue

aun

se pudiera decir mas....

— No ocuparse

hubiera hecho

\oá

frias; estos, (¡ue

he dicho demasiado:

y acaso lodos tendrán

razón.

Y ¿que

Es verdad,

así de asuntos tan peligrosos y resbaladizos. pei'iona di> una á no hab(>rme rompromelido la amistad


'^^

LA MUGER DEL MUNDO.

iiuien nada

buena

puedo negar. Solamente me falta sincerarme con aquellos que de creen que todo lo que se escribe es porque se sabe prácticamente ó

le

aconsejado por

la esperiencia.

un nuevo Heródes, yo dicho es

si ahora se levantara primer inocente que sacrificara. Cuanto dejo :

traslado de lo que un amigo me contó, amigo anciano ya; pero hombre de mundo y muy profundo conocedor sin segundo de la mundo.

íiel

veterano,

Muyer

Este caso es una escepciun

seria tal vez el

del

70MAS ROPRtGUEZ RUBr.



iw^


EL ALGUACIL.

KüNTO

vuelta

lias fíalo la

—Pues

Felipe.

,

no croa Vd. mi amo que ya he

entrejíiHlo (I

escrito.

— El

diablo sois

para

audiencia

reducida

ninguna de ignorante

^g^fe^^p" -"

—Pues

si

señor,

que como, dice

el

conseguir

cortesano

la

por

mil

todo

un

vueltas

una

resultado

palabras de su parte y ministro, y vosotros con vuestro

pocas

á

del

arrojo

Da

rústicos.

los

todo

,

lo

en

allanáis

especialmente que nunca has estado en la

breve

corte

:

me dejas

maravillado.

como soy dicho:

del

campo

,

me zampo. Toma

allá

«el que está en

la

a/eña muele

,

,

y sino dormios,

que no

el

que va

y viene.»

— Pero vamos, ¿como te

has compuesto?

— Como no hay sino hacer intención colarme en

la

taberna á probar

el

;

y

así fué

vino de por acá

:

,

que

la

primera que tuve fué

y cate su merced que conforme

ama y dice: « [)or ahí vá el ministro.» Tu que tal oíste; hago una seña que si puede oír una palabra él se llegó y zas le

estaba bebiendo, salta el salgo yo

y

le

entregué mis papeles que para eso los llevaba.

:

,

,


EL ALGUACIL.

2V8

— ¿En —

la

hombre

taberna?;...

,

ta

,

yo

dije

,

simpleza de mi aldeano luiesped

oir la

al

pues no

:

te

ese debe ser alguno de los innumerables ex-ministros

remontas a mala época

que por ganar popularidad no babrá esquivado

¿Te há hablado de elecciones? ¿Que es perder tiempo en

tragos á mi salud,

dijeron qu^ minislrü era^

te

noventa y uno.

Si sesñor; el ministro

— Tá

Pero ¿no

tu debras.

bagatelas?

en lugar tan descortés.

el oirte

que há hecho ha sido echar sendo-

lo

y porque salga bien mi asunto, riendo mucho de mis chistes

y buen humor.

—Hombre,

te has embriagado y sus señas, ¿no has averiguado

eso es ya demasiado: ó yo estoy loco, ó tu

no sabes dar razón de

Pero su nombre

tu persona.

,

algo ?

—Yo

como

le

llaman ni creo que eso iiaga

conoceré entre todo

el

mundo

no

tnerced que

no estoy

l>ebido. Iba

guantes mas blancos que

nieve

la

:

mucho

Sus señas

se juntara.

si

al

caso

,

porque

le

diré porque vea su

<íi

que no hay mas que ver: gran plumage: sombrero de

leja

;

niedin de seda

y zapato;

su alzacuello de blonda Confieso que no pude menos de soltar una estrepitosa carcajada que interrumpió

su descripción

,

al oirle

fjue habia sufrido

pintar

el

trage de un Alguacil. Entonces conocí

mi buen riM^omendado

y también que

,

casualidad por un equivoco, concluyéndole

me acordé de que

Pero

la

documetitos, algunos interesantes; y esti

poniuo eslimo

á Felipe

tanto grado

en

entretuvo

idea

que habia recorrido;

le

como merecen sus

patenticé su engaño y

mejor que pude, diciéndole que pues sabia

En

efecto, apenas amaneció

dirigimos

al

mi imaginación:

á

hice

le

conocer todos

propio tiempo

al

lo

cosa era encontrarle

fácil

cuando poniendo en práctica nuestto plan nos

ayuntamiento: mas fué

habiéndonos acercado

pero tampoco dimos con correr las plazas

,

lo

malo que

el

paraje en donHe estaba

ella.

No nos queda

acudir á las fiestas

,

número

la

era fingido,

y

así

Procuré

á tantos.

mezquita de su devoción,

otro recurso

rondar

lodos los Alguaciles; pues buena tarea

me

el

preguntar supimos que no llegaban

á

indagar de mi compañero

Dios,

burla.

perdía aquellos

oscelentes cualidades.

consolé

número

si

la

siguiente.

al día

el

le

chasco

una entretenida

consecuencias

Cuando ya sosegado pude espresar mis pensamientos, los

le

malicia en

ollauíí^ podía traerle graves

el

habla comenzado

las calles,

,

le

dije

hemos emj)rendido.

contestó Felipe, y conversando para entretener

entonces

,

que

perseguir á un Alguacil

la

A

la

mano

de

ociosidad del camino,

nos dirigimos en busca de nuestro objeto.

—Por fortuna (pie

,

le dije

,

el

no

trabajo te parecerá divertido. Si

es

que

el

nublado

-ímenaza descargue y nos ponga como no deseamos. No hav cuidado por ahora. Pero pregunto ¿donde iremos á buscar Alguaciles? ,

— Buena

dificultad te ocurre

cuando no hay cosa mas

ele

sobra en todos lados.

Los Alguaciles, amigo Felipe, están como Dios en todas partes y son tan conocidos

como

la

ruda.

Lo« verás on

'as

plaziielas

ocupados en ordenar v alinear

los


2i9

EL ALGUACIL.

jvcluce á la perspectiva. mas ó menos lodo de oro; sombrero de numerados verde, Allí están con su leviía de cuello y tahalí de charol que ceñir en de sable picos; borlas y botones dorados y su tenientes de rey, ({ue por de plaza ó mas bien los tomarios tú por mayores

genejüs sueltos; poique en

corte

la

^^t'

,

,

,

dependientes de justicia ¡¿ubernativu.

una circunstancia que

enseñan

la

hi(>u

los

que vivimos aquí, hay

mala traza que se dan

la

par.»

en dar á todo cierto barniz militar que

y estos son unos de los militares inq)rovisados que mas la piel. Es ademas chistoso el ver á todo aquel

:

oreja por (Icbajo de

aparato arrastiamlo un viene lo

descubre, y es

a la legua los

Se ha tomadu empeño

llevar el unifortiit'.

no siempre sionla

embargo, para

¿iin

mismo que

baiTÜ de escabeclie, ó amontonando naranjas que les

á Isabel la Católica el

dormir

sereno

al

y á los reyes godos

,

presidir los bailes de Oriente.

Los encontrarás en las calles y paseos, recufjieiido menesterosos, cazando mozas, tomando la filiación baratos, corriendo

en

fin

á la

son como

á

chicos

espantando

,

á viejas

y oliendu á beodos; limpiando

porque has de saber que

costumbres y faroleros de teatros mirando á los cómicos

barrenderos de

Los tropezaras en

los

mozos, rastreando

los

á

sociedad de toda su escoria é inmundicia:

los

persiguiendo á los

vicios,

las

moral.

la

sin

ver

la

romedia.

colgados siáuqjre de los ojo? del alcalde que preside: gruñendo <'uaiulo aplauden

y palmoleando cuando silban: calculando la llegada del momento en (¡ue la autoridad les envía de apieiiiio para que el actor cumpla con su deber. Durmiendo

en

la

al

representación v desj)erlando en los entreactos para ver

si

hay

([uien jue^a

mondadientes, y acudir luego diciéndole que apague el cigarro: mirando telón cuando se levanta para advertir al descuidado (pie se ipiilo el sombrero;

con

el

cuidando de conserv.ir

— ¿Cómo es eso

—Tienes razón La cazuela es un

el

,

le dije

local

—Señas

sonriendo

Felipe,

su asiento ó á donde

s(>

cazuela

no tenia présenle con (juien hablaba.

(jue

,

el

teatro, aplastado, lobiego y estrecho

donde

mugeres.

las

infierno.

cabales del

la

interrumpió Felipe.

que hay en

solo se permite entrar á

—Esos, amigo

orden en

de cazuela?

¿Y

que van con

los

han de volver hasta

les par.-zca

atrás la

ellas?

desde

;

y marchará

puerta,

la

conchisioii

(pie

a>íi

está

dispuesto

por razones de decoro.

— Santa

María

me

valga',

maridos de sus mugeres

esclamó Felipe; ¿con

algún daño, y se las entregan

(pu>

padres de sus hijas

los

y a

allí

solas á

por

l'iierza

como

un Alguacil? pues

si si

desvían á los

en esto hubiera dice

el

refrán

que

hombre es fiu-go y la muger estopa y llega el diablo y sopla ¿cómo ha de ir bueno arrimando á la estopa unos hombres qu(^ />/í'»'/('/i por oficio? Ahora sí digo el

que

los Alguaciles están

—No

fué esa

de sobra,

mi intención

,

y ipic l'Miia

Felipe;

y

te

A'il.

iinulia razón

en

ello.

advicilo (pie no has de <er nialicio^o

en interpretar mis frases.

También designar

el

los hallarás

en

el

Repeso;

nombre escesivameiite mitológico para

paraje donde se administra justicia. ]]u

a(piel lugar es

donde están


EL ALGUACIL.

oO

acomodar

Kilos son los encargados de

mas en su centro. advertir á

han de entrar en

los (jue

audiencia

la

y

que han de seguir

aguardando aunque hayan llegado primero: de acechar desde se

desmanda: de obligar

conducción de

temor de

liacer las citaciones, exigir las

carroza de

el eje

en

traje,

porque

la

sin

y

dúdales parece

á todas sus palabras

sin alzar del papel la vista.

se ajustan

al

solo se distinguen por

y

;

bien

el

sombrero

el

la

son

cambian

importancia

.

bajo

á

común

uso

muy

no ha de cuadrar

(jue

lín, ellos

alli

y acciones. Escuchan con desden y responden Emplazamiento verás que por la dirección de sus

renglones se ha de leer de alto

números

morosos; en

pilón de su romana. Pero

el

de tres picos entre los atributos de Astrea

que dan

los

la

convenga: de

fuerzas según

multas y acarrear á

justicia,

la

quien

armada cuando no hay

fuerza

la

confiándola á sus jiropias

ó bien

fuga,

puerta

la.

cinuplimienlo de las providencias; de autorizar

al

presos, pidiendo auxilio á

los

que esperan,

los

á

los

á

como

porque

,

cbinos: solo en

los caracteres

números han de

los

los

ser enlendidos

por todos.

Pues no hav función de ceremonia en otra cosa alguna

,

tanto ([ue

podria simbolizarse

si

muy cómodamente

ayuntamiento en cuerpo^

no des con

(jue

ellos le

en mi Alguacil de

,

con la taciturna oscuridad délos atavies del ginete gracias á aquellos arneses

de

enjutos bridones

la piel

huesos que asoman comtemplando

alebraría de

V es cosa de

costillas:

,

sale

el

,

y contrastan admirablemente y con la tiKca espresion de

pues muchonias que

que sobre

lo

el

llevan.

la

carne y

atrevimiento

f]t>

Mucho me

y pensativos como quien medita

para haber de sufrir aquella carga de apremios sobre lag

risa

ver

((lue tanto

pueden

conviene

para llevar fuera de

.

,

;

á verlos, cabizbajos

que llegaras

cuales serán sus culpas

Cuando

Iraje.

contribuyen á disimular

aunque ciertos

los

antes cpu"

bordados de oro mate á fuer de

,

sucio, que demuestran en su antigüedad su nobleza

Y

iles

semejante deidad,

á

preceden de capa: montados siempre en sendos

rocines con ilustres jaezes de terciopelo carmesí

sus facciones.

Alguat

los

una estatua

se tratara de erigir

como alguna vez

los aguijones

Encima van en arrogante engomada v su herreruelo

de la

salir al

olvidado trote

pescuezo mas que

el

ley toda la parte de cuerpo posible de 'salvar.

postiira

flotante

hacen

les

alargando

la justicia)

;

caballeros del junco

los

peto entre chupa y jubón

,

;

con su valona

calzones estrechos

media de seda zapato de oreja, y el todo coronado la charretera del antiguo chambergo y del cleiical: de manera participa que sombrero por un bastante completa de trajes, y una enciclopedia es una de gala vestido que su de hebilla en

.

perfecta crónica de las

nuestros días.

Yo no

,

modas desde

el

buen

alcaide

sin

oposición

qué manía reina

actos mas solemnes ó que mas debieran

adorno

,

y aquellos estraños batidores para

serlo

abrir

Si es por dar prestigio á la

medio

á

ceremonia, en

medio, porque mas escitan

graves se presentan

,

el

di»

llevar delante

hasta

en

aquella especie de grifos

,

camino

deórden compuesto, y verdaderos anacronismos en

llern;uido Alarcon

,

modelos arquitectónicos

las cnslumlires

contemporáneas.

verdad que se ha errado

ingenio que

sallando sin poderlo remediar

la al

los

por

la

cuenta

de

admiración ; y cuanto mas movimiento de sus trotones'


EL ALGUACIL, tanto

mayor

observa

se

circunstantes. Si es para obligar dificultad

;

de blandones

comedimiento tampoco se ha herido en

al

Pero entre todas

funciones

las

y mejor revola

,

Apenas

á recoger

convidados repentinos de

los

,

de toros es

la

órdenes para comenzar

chocan en

los tablones

cuando

,

manojo

al

y realce da

brillo

la

á

la

barrera

numerosa concurrencia, v

la

sonido marcial de clarines

el

y

timbales,

principal que viene á dar sus

Una descarga de

lid.

la

de

responde sin detención

que mayor

la

pomposa llegada de alguna persona

i.íiuncia la

como

su varita,

importancia de su misión.

la

reten

el

la

vetustos haces, á

los

iglesia.

vé colocada en torno del circo

se

de-'jejada la plaza por

fisonomías de los

las

porque mal infunden temor aquellos despojos de

donde parece que han acudido cada cual

á la clase

251 en

regocijo

bullicioso

cierto

silbidos,

voces y palos que

matizada de imprecaciones y denuestos,

,

señal belicosa

y crece

;

estruendo

el

,

la

gritería

y

confusión á medida que los instrumentos guerreros redoblan sus toques, saludando todos acordes

venida del anunciado. La turba de dependientes se pone en

la

acción; las engalanadas ínulas agitan sus campanillas y banderolas; algazara atruenan

pausadamente de iiumenta

el

vibración

:

sitio

,

el tumulto y que desplegan sus alegres capas ^ mudando

lidiadores

los

¡i

conmuévense

rechinan sus quicios

el

espacio, con viólenla y repetida

esfuerzo las puertas que han de ser arco triunfal^

al

ábreiise por fin

,

todo cambia de forma, todo

preparan;

y se cruzan y

ruido que se estiende en oleadas por

entonces montado en un brioso corcel

\

;

ricamente aderezado con j)enaclios y bordaduras, ondeando en magestuoso compás sus crines, batiendo

el

y salpicando espuma, corta

suelo

rienda Santiago matando moros.... es decir

Escaso es

el

ámbito que mira

plumaje tremola en medio de

,

pequeños

,

un

Alguacil.

los

hombres,

media

viento á

el

débil

el

clamoreo; su

y aclamaciones que en todas partes resuenan triunfante y vencedor. Su diestra empuña una llave por trofeo, adornada con un gracioso losoton ([ue forman rizadas y vistosas cintas compitiendo dicterios

los

,

en gallardía por

diversa

la

en actitud de recogerla. emplazarse el

galope

la suelta

tada

pero

Avanza

el :

marcha allí

,

roluisto

rasgando

sale

olfateando

id

lii

ia<li-o

Algualcil hasla

,

hombre

mitad del

li

del pueblo

y levanta su sombrero circo,

v

sin

tuerce inslantáneamciili> su carrera, v avivando

le dirijo á re[)asai' el ;irco

un

l'ii

se acerca á salteados pasos

con desden

^in darle tiempo, suelta

de sus colores,

brillantez

respetuosamente descubierto,

de entrada. Kl chulo también se apresura

y gallardo

arena de un

hasta

toro

s(>

.

en

desigual

misino de

sitio

el

Alguacil

(|uc

para

\

la

medita

,

y

y precipi-

transmisión;

cambiar de

rumbo.

Vamos esplica su

d(\s|)a(io

merced

en esa gerigonza

,

interrumpió

menos

,

van

,

á

le

,

al

— Asi es cierto

,

poríjue á fe

decir verdad

a

mia

cpie

si

el

Alguacil sale

muy

v

lo

cuanto mas se

lo

cpie

\o

majo, y dá una llave para

toro. ,

,

todos hablan por aqui

dar conmigo en alguna casa de locos. Todo

saco en resumidas cuentas esijue abrir la puerta

Feli[)e

entiendo; y

ha? comprendiíto perfi>ctamente.


^:l

í^5i|

alguacil.

— Acabáramos de unavez:pues entoncesbieii podían ahorrarse lanías palabrotas y decir

que hace

llizonie

reír

del caracol sacando los cuernos á

el oficio

ocurrencia del vdlano

la

y observar

,

tMilretenidos en la conversación llegábamos yá á la plazuela

No

bien nos internamos algún

gentes que se amontonaban

nos acercamos también

pues

el

la

le

primer termuio; mas

la

la

togada

como

,

él

no

No

,

que

lo

asi

no sospechase

estrañe por

sei'

amolda

la

se

á

d

personas según

que quien

es sencillo

,

histórico y

Kl histrión se acerco

tres

ordiiiaria de las

v"

;

por su traje de ceremonia

contoselo

se

le daljan la

peso; sobre esto en-

el

sin tpie apareciese abriéndose

,

comprendió.

u'ie

conmn de

á la

Aquel llevaba uniforme

monumento

estaba en

falla

hubiera yo rehusado,

lo

calle

tienes» dije á media vuz á Felipe que se había colocado en

de un género ambiguo y ó á

tpie

un suceso, ligeramente

un hombre de que

turba. Quejábase

cercenada y que la dispula pero pocas razones se cruzaron

un Alguacil. «Ahi

el

aunque en vano

;

muy

de sardinas

tieuij)o

donde nos dirigíamos.

cuando vimos un grupo de

,

curioso Felipe para quien cada incidente era

entremetía por medio de libra

ella

propio

derredor de un puesto ambulante de pescado. Luego

al

ver que fuese

á

en

tanto

plaza.

la

al

t•!a^e

i:iilílar

([ué

traje

confundió con

le

casia

tal

la

\

isle.

mini>lro

el

un punto de analogía entre

si(iuiera

soldado moderno.

l'I

con desembarazo, y pregunto el iikiIín o de ;Hpiel ruido: el peso como falso jtor tenei' dos onzas de

agraviado y denuncio

el

menos uno de

los platillos

clavos que se hallaba en

merced

,

a

plancha ó remiendo zurcido con gruesos

la

antíquisimo conlrario

su

una multitud de

Uq)aii:!o

,

agujeros que del fondo hacían un cedazo. El pescadero buscaba disculpas diciendo

que había j)rocurado igualarle; pero Felipe con aquel desenfado tan natural en los paletos

justas;

la

cort(')

,

los tiene

ados onzas.... dos duros

conversación y dijo:

Vd. á mano, ya está compuesto

hacía donde yo estaba se salió de entre

mirando: algunos reían de

la

concurrencia. Todos se

agudeza, otros

la

se la

glosaban

Alguacil atravesaba con sus miradas los ojos del vendedor

marchó confuso. En qué pararía

ello,

no

lo

que en frutas

iin

piélago forman

a(|uel

;

la

una

tenia

las cordilleras

con la

los

|)endencia

,

viéronse atajadas por

liguraba.

puesto que no

le

lo (pie

el

del ciego

mismo

Por dónde ni cuándo

vimos pasar

que ocupábamos. Lo cierto de por

muger

ni había otro ello

estrecho

tres

formidables

que

altercaban

sutil

llegó

mas antes de deducir

corchete que en

no

camino que

la linea;

¿para quién se afeita?»

dichos de pascuas y otras lindezas de su tenor:

consecuencia

el

de banastas cargadas de huevos,

su desmandada banasta cuatro dedos fuera de

v para acreditarlo hubo aquello de «la

el

plazuela.

pero nos faltaba atravesar todavía

y otros géneros diversos. El paso cslaba cerrado por como sí dijéramos las tres fauces del Cancervero la

;

quedaron

le

entretanto

,

verduleras,

sobre que

pesan

y el querelloso se sé; porque dando yo alguna prisa á

mí compañero nos marchamos con intención de abandonar Cerca estábamos de su

las

asunto;» y volviéndose

el

lo allí

la

anterior

pudimos comprender; dirigiese sino el canal

es, que estaba delante de nosotros

tienen de duendes y nigromantes, de espirituales

y

,

sin

volátileslos

duda que

á


AUU AClL.'

EL

-i^^

y que sin necésidaíl ile api'laial laclo cuiiiu l-I aiiostol Huedamoá bien asegurados de ser el propio cuerpo, eu su propio uuUbruie* Pero su presencia no dio aquella vez tan saludables resultados; las inugeres

tal o.iiüiiiou perteiieeeii;

lejos al

de a({uielarse redoblaban sus gritos y alharacas, dirigiéndolos alternativanienfe

común. Achacábanle que daba

esbirro, y haciendo con él causa

una de

ellas,

porque era su compadre: que siempre

la visitaba

razón á

la

de traje completo

para infundir miedo con

marido,

la gola: que si llevaba el junco y por acaso estaba el con toda propiedad que habia en el aposento toros u daban voces tomando parte en la contienda y diciéndole si quería

podía

cañas. Otras

decirse

le

igualar la banasta confiscando los géneros que sobresalían con aplicación

Propios. Tal del cuello

hubo, que

que

alguaciles

;

hizo de él

le clasifica,

previa degradación. Felipe

sin

mugeres y ministriles, entre bobos anda Por último, tanto gritando

le

acosaron y

mas viendo

el

,

se

había mozas, llevados de su afición repartir entre ellas reveses

Loque mas admirado

para

decirme;

algunos acudieron

la

ayuda

un

á

fuerza'

la

al

alguacil, cosa

socorro; tan fuera

volvían tranquilamente celebrándola ocurrencia. Hasta

que por fortuna asomaron dos militares;

á

atención

juego.»

la justicia;»

engaño manifiesto por ser

délo que gritaba

llamó mí

el

aturdieron, que tuvo que apelar i

le

propio tiempo «favor á

al

á los

un huevo, y quebrándole sobre el número un ser anómalo en el orden natural de los

disparó con

le

,

y

los

cuales viendo que en

la

sin cuidai-de quien los llamase,

y puñadas que en

dejó á mi protejido, fué

apaciguaron

lireve

la

pendencia

empezaroa confusión.

incomprensible facilidad con

la

que todo aquel alboroto y baraúnda vino á ¡larar en la mas apacible concordia se entraron á confirmar en la taberna. Bien hubiera (juerído seguirles, mas ,

que no

lo permití yo; sino

Cuando

al

y el Alguacil ataba las

que ajirovechando

paso miramos

,

los soldados

las cuatro

la

y

coyuntura

lo liice

las harpías se

doblar

el

promontorio.

requebraban mutuamente

puntas de su pañuelo para llevar con mas comodidad

prendas de aquel tratado.

Proseguíamos nuestro rumbo preguntando yo ministro

,

y asegurándome

nos hizo volver

la

cabeza

él el

que ni aun

le

á Felipe

había rí'conocido

habia mirado con

tal

al

objeto, cuando

ruido de algunas personas que corrían en nuestra

propia dirv'ccion. Apenas nos quedó tiempo de hacerlo,

sin que un muchacho de hasta catorce años, descalzo y enseñando su curtida piel entre los destrozados remiendos de su vestido, viniera á guarecerse entre las piernas de mí compañero

apretándole con fuerza ambas rodillas para impedirle

trabado quedó

el

aldeano

sin.

el

movimiento. Pasmado v

acción para preguntar que era aquello, mientras

con fiereza un matachín que le seguía llevando empuñada v abierta una navaja de mas que medianas dimensiones. No sé si el miedo, la acción del se acercaba

truhán, ó mejor las dos causas á una

,

dieron con mi buen rústico de rodillas en en aquella postura suplicante empezó á contestar á los insultos que el y desalmado perseguidor le dirigía, suponiéndole cómplice en el robo de un conejo qtte á su presencia habia tomado el rateríllo. ,

tierra,

Asi estaban en vistoso aunque violento grupo, ruando por

el

lado

op«ie<<t«>


EL ALGUACIL.

254

doblando una esquina y dirigiéndose taberna y del pescado, ó por

salió

me alarmó

esta tercera aparición

aquello de Quevedo, eso

todo

á

alguacil de la

ej

pues aunque no creo en fantasmas, recordé

;

«no soy hombre

sino alguacil,» teniéndolo por seguro: y

verme perseguido por entes de naturaleza

d-i

hacia nosotros,

correr

menos su sombra. Confieso que

lo

distinta

y enigmática, no podía

menos de alterar mi serenidad.

— Alto todos

á la justicia; dijo colocándose entre ol agresor y el acometido. E]

muy

trujamán cerró

despaciosunavaja,yla guardó

pero dejando ala vista

como acostumbran

toda

la

bolsillo

",n ol

después délo cual contestó pausadamente.

—Déjese de

altos ni bajos,

de su bombacho;

contera, y parle de las '-.ifril

señor ministro; aqui

lo

cac^i,a¿;;

..í-'i,,'

i

que hay es que todos nos

conocemos y cada uno busca lo suyo. Mi hacienda nada debe á nadie, con que asi que me la vuelvan y desocupo el puesto.

— Tiene V.

mucha razón,

rostro de quien

—Aqui

hombre de bien

este

señalando con

En

dedo

el

que

el

alguacil, mirando

mas

navaja que

á la

al

á

debajo de

habia retirado

esconden

la

la lleva

la

capa; contestó

perdonavidas

el

Felipe.

muchacho

efecto el

prontitud

dijo

hablaba: y ¿dónde está?

le

la

las tortugas al

cabeza de entre sus piernas, con contacto

de

la

un cuerpo estraño,

detrás de su antemural. y permanecía oculto y casi aplastado A ver, amigo; fviera la capa: mandó el alguacil eon tono arrogante. V obedeciendo Felipe ofreció al círculo de espectadores aquel grotesco dibujo que

,

una

fué celebrado con

risa general.

su chaqueta é intimarle

la

Pero hacerlo,

orden de prisión

,

asirle el esbirro del cuello

fué obra de

de

un momento. El aturdido

aldeano juraba á Dios y en su ánima que nada sabia de todo aquello: pero protestas inútiles, el alguacil le impelía hacia «1 lado de la cárcel, mientras el jayán arrastraba de una oreja

Viendo yo

el

al

muchacho por

carácter que iban

me

repugnancia que

costaba

el

mismo camino.

el

presentando

tomar

asamblea. liícelo en efecto, y saliendo

;il

paso les

dije:

la

aquella escojida

«señores;

se viole así la seguridad individual: nadie

no permite que

hube de vencer

las cosas,

palabra delante de

la

la

Constitución

puede ser encarcelado

y aqui no aparece el cuerpo del delito.» ¿Con que eso es decirme que miento? acudió el matón apoyando el pulgar derecho sobre el adorno que se miraba rebosar en su bolsillo: pues sepa su mercé, señor caballero que basta media palabra mia para hacer verdadera á la misma

sin motivo suficiente,

,

mentira; y ya lo saben todos. Este lenguaje tan antiparlamentario

me

desconcertó sobre manera: creí mas

proposición que defenderla contra argumentos tan groseros, y cauto retirar giro á la idea respondí entre anjostazado y corrido: otro asi dando la

—Qué

,

hombre; yo no digo

puede devolver

Eso va

,

tal

cosa: sino que pareciendo

la

pieza, mal se

y será mejor pagarla.

ver, y yo también

tiene otro

euatro pesetas por

ella

,

ya no pierdo

me pongo

en

la

ra/on

:

en dándome


55S

EL ALGUACIL. El

;iL'>uicil

1VL-I;i'nnr

aprobación

hacia senas de

le

su auxilio,

loque pedia

di

le

,

y

y conociendo yo que era inútil no sin gran contento por

;

retiró

se

nuestra parle.

— En cuanto

Vd., dije

a

esbirro

al

quisiera también que se persuadiese de

,

sinceridad de este buen hombre; yo respondo de

—Y

á

Vd. me preguntó, ¿quien

— Aquí llevo un documento me

guiño. Sin duda

eiilondió pues

mudando de tono dijo: visto si el muchacho se

le

abrazó contra su

afirma.

el

—Es verdad:

conoce?

le

que garantiza mi persona; respondí haciéndole un

— Ademas, estos señores habrán voluntad Tcomo

la

él.

así

ha pasado; contestaron algunos de ambos sexos. Miserable

condición de las personas que se inclinan siempre hacia donde ven inclinado poderoso.' Retiráronse todos, y nosotros también

Repugnancia.

Allí le

pesar de

á la taberna, á

al

mi

mostré cierto retrato (y no de mi familia) que acabó con sus se desquitó soberanamente de la agonía pasada. i-!n este

escrúpulos; y Felipe

intermedio

calma dio lugar en míala reflexión, y por entretener

la

pregunté qué se había hecho del conejo, pues

el

hastio

muchacho protestaba haberle

el

sollado en la carrera.

— Oyendo — Cómo ¿aquí — Guando yo — Somos

está la conversación

respondió

;

el alguacil.

se encuentra ? acudió Felipe regocijado. salí

felices

,

por

la

esquina

esclamó

el

,

repuso

rústico

el ministril,

ya quedaba en depósito-

porque ó yo no

;

donde tengo mi man"

derecha, ó habiéndole pagado ha de ser nuestro y nos vendrá para cenar como de molde.

— Eso

nó, replicó

ocupamos

se

,

insensatos,

No me

el

empiezan

alguacil

con énfasis

las

cosas desde que nosotros las de mostrencos

,

vacantes ab

y se aplican á ciertos objetos piadosos. pareció mal

el

quid pro quo

despoilimos para continuar siguiera su suerte.

y

;

la prisa

sin

i-si

nuestra pesquisa

entrar en

dejando

,

al

Poco anduvimos sin que una recia

guarocarnos como otros muchos en un

mirando

:

como bienes

á considerar

con

(pie la

portal

.

mas debates, nos

pobre muchacho qua lluvia

nos obligase

á

donde permanecimos buen rato

gente se retiraba dejando

la

calle desierta.

Nuestros

compañeros también fueron desfilando poco á poco, cansailos de aguardar, y ya no veíamos alma viviente. Felipe, dije yo'cntnncos, esto no lleva camino de cesar y aquí no estamos bien

;

para no perder

el

tiempo podrías llegarte en dos saltos

viva por estos contornos algún y preguntar si saben (|ue Alguacil: indagaríamos con despacio qui(Mi fuese el que se llevó tus papeles , y

á esa tienda del frente,

entretanto podría ser que escampara.

No

le

disgustó

el

pensamiento y embozándose

arroyo y se colocó delante de la puerta, empezando su alabado sea Dios. Mas apenag acostumbrado preámbulo de avemaria pur¡¡,ima bien en su capa atravesó

el

;

hubo concluido atraido por

firmeza de

el

la

la

piadosa salutación, cuando con

magnetismo, solapa.

salió

de

lo

interior

la

certera velocidad del hierro

un corchete, y

le

agarró con


^^

RL ALGUACII..

Amedrentado Pelipe con por

lance que acababa de sufrir, y engañado

el

ta ..bien

identidad del uniforme, imaginó sin duda que era el mismo de la plazuela»' y coniuso de verle salir sin haberle visto entrar, comenzó á santiguarse ligeramente , y á suplicarle uniendo ambas manos que no le persiguiera. la

—A

San Bernardíno

gritaba

,

esbirro

el

venga

desaforado;

Vd.

á

San

Bernardino. El temeroso Felipe apenas tenia aliento para esclamar «pero señor que han de prender á un hombro honrado porque alabe á Dios!...

—¿No sabe Vd. que prohibido pedir? — Y qué pido yo pecador sino que Dios tenga misericordia de está

¿

y no mire

muchos conejos vacantes

á los

— Amigo mió, pedir limosna

Cuando

muy

tenemos

nosotros olfateamos de lejos,

bien en los claustros de

habia detenido; y entrándoles en á

mi protegido de

qué, me replicó

ellos sin

reparar

tienda hice segunda vez

la

las alguacilescas garras.

Vd.

ministril, ignora

ol

y

Santa casa. Vd. venia á

la

,

me

de mediador para libertad

— ¿Pues

;

los Alguaciles,

bondad?

y yo tengo que cumplir mi obligación. que el asunto se formalizaba pasé á reunirme con

,

vi

agua que

el

sino á su infinita

dijo resueltamente el Alguacil

esas letanías sentarán

en

el

,

,

responsabilidad que

la

y que por cada uno que presentamos abonan una peseta? Ahora doy en la dificultad contesté yo pero ¿cuánto mejor sería para Vd. ,

,

recibirla aquí

prometo que

mismo,

no

y

;

irse á

poner como una sopa en tan largo paseo? yo

buen grado; y cuando no

á presentarse de su

él irá

si

Vd.

vuelve

le

á hallar pidiendo podrá llevarle por fuerza y será doble la propina.

No pero

diré

si el

peso de mi raciocinio ó mi biien ¡ispéelo persuadieron

aquella ocasión. Felipe caminaba con rapidez para alejarse de

detener en parte alguna sin embargo de que yo se del turbión era irresistible. Por fin

entrar de nuevo en

un

cuando un penetrante

Un

Alguacil

el

,

(

y

,

En

por

la justicia

El antecedente niego yo

han de ser presos, Convenidos,

le

me

fuerza

smo

obligó á volver despavorido la

la justicia.»

,

;

y

Es indudable así fué

;

la

:

costumbre

turbarme

sin

una casa de juego

No negará Vd.,

le

la

le dije

gradación diremos

:

:

luego

sonriendo, que ha

todo

el

que viene

á

luego nosotros

interrumpió

los

que

casa, respondió, no hay mas que cuarto

ese cuarto principal es

;

)

esta

conque siguiendo

tales casas es preso

,

inspira confianza en ellos

ustedes vienen á una casa de juego.

cursado teología

la

asido de la esclavina de su capa y decía á grandes

verdad

así era

se queria

sombrero y terciopelo de mi gabán,

mi compañero

grito de

pregunté que nos queria. principal

y no

,

voces «presos son ustedes á nombre de ,

.

portal.

le tenia

de vencer los riesgos

allí

ordenaba porque

lo

cuando estuvimos bien distantes logré hacerle

Limpiando estaba con mi pañuelo cabeza.

Alguacil;

al

que nos dejó marchar libremente satisfecho de haber llenado su deber por

que

se

el

Alguacil

;

que no todos

conducen en términos

contesté, no hay daño en

juego: por mi parte, añadí mostrándole

el el

jugar

si

los

de

jugadores

merecerlo.

cada uno sabe hacer su

único duro

que llevaba

,

no vengo


EL ALGUACIL. con ese

lin; y

257

mejor prueba es que no traigo sobre

la

mas

ini

qiie esta pieza;

Enloaces alargó la mano sin duda en señal de amistad y yo misma moneda. Desde aquel punto fuimos creidos, y nos dejó en ;

le

pagué con

la

paz.

—No parece Felipe, dije cuando estuvimos solos, sino que hemos tropezado hoy con algún tuerteen ayunas. —Con un Alguacil en ayunas debió de ser; pues tengo para mi que los como

Alguaciles son

mas

los lobos,

y mas rapaces cuando están en

fieros

avunas.

—Hombre

no es eso

;

estando en ayunas nosotros quise decir, que

tenemos

lo

aquí por mal agüero.

—Sea como parte

me

—Los con

el

quiera

Señor, convendría que nos fuéramos aunque vaya solo y preguntando.

retiro

,

dos iremos, Felipe; que

chocolate

;

pero ya que

llegaremos á preguntar, pues

;

y por mí

hora de comer se acerca, y aun estamos

la

nos hallamos á

me

á casa

inmediación de un juzgado,

la

da pena volvernos tan sin

de nuestra

fruto

pesquisa.

No

era empresa tan fácil el hacer convenir á mi compañero en la idea de metersenuevamenteentre Alguaciles: protestaba que no accedería aunque le valiera conseguir el destilo; me aconsejaba que fuera yo solo y pretendía aguardarme debajo de llave: mas por último logré persuadirle á que me siguiera, ,'

¿subimos pues, y en medio de la confusión que reina á última hora, tratamos de cautivar la atención de un Alguacil para preguntarlejcual podría ser

guardaba

papeles de Felipe.

los

No

era

la

empeño en aquel

cosa de poco

que

el

instante;

preguntaba á los curiales, aquel firmaba notificaciones en blanco, qtiíen órdenes y (luien daba cuenta de su cometido. Un escribano gritaba desaforadamente, «aquí hay un mandamiento de prisión que se ha de ejecutar con el mayor sigilo y prontitud.., Va sabe Vd. que no estoy de turno respondió este

1-ecibia

un

Alguacil

y

,

A

murmurando añadió encargos de mucho riesgo y mas á mano, y yo empecé

este nos dirigimos por tenerle

objeto

que

allí

nos guiaba, mientras

decía á media voz «mañiina

quuMi tocará

pues

el

que

niiií^una utilidad á

informarle de¡

escribano conversando con un

el

mismo despacharemos

litigante

apremio, pero no se

el

á

creí de turno....

Colgado me dejó mi interlocutor con .la palabra en la Ijoca como suele decirse, y acudiendo con presteza á los que ÍKiblaban, repuso; «el que está de semana soy yo; sino que la pasada serví por ,

,

mi compañero, yjustoesque díanos le

lio

son de perder

había dicho. Húbelo de

j).oardíal pero lluego tiene ;ac(íHseja,

si

se repartan los trabajos; por lo

y volviendo en seguida repetir,

Vd. quiere no se

un Alguacil de

y cuando

reirá de

vista hasta

que

la

á

nosotros

llegó

burla

:

á

,

demás 24

(,ue

enterarse esclamó ¡Qué

en dando parle

los suelte:

reales

me preguntó al

juzgado,

y no diga Vd. quien

"se

'ó

caldero;

porque entre compañeros....

—Hombre

de Dios, acudió Felipe, eso seria echar

la

soga tras

el

y» ime contento con saber quien es para buscarle y

— Vo

lo

buscaré, yo, y

le

encontraré, pierda V. cuidado. Conque fué ayer


258

ÉL ALGUACIL. y dice V. que iba de cer*enionia

¿eh?...

¿no

es esto?... l>íen:

añadió entre dientes; era dia de toros... precisamente es

— Ah

lio

hay remedio

él.

torpe dije yo entonces dándome una gran palmada en la frente; ¿pues cómo no he dado en que ayer habia corrida y allá debia de ir según tu me le pintabas? Tiene razón Felipe, tiene razón; y vamonos ya que mañana con mas 1

,

acierto le buscaremos.

—¿Qué

es marcharse? replicó

descubierto

momento...

precipitadamente

Tuvimos que

al

gabinete do

la

Y

diciendo y haciendo se dirigía

autoricfod.

persef^uirle yatifuizarleporla capa, para lograr

y por último á fuerza de ruegos y otros arfjumenlos tan vivo interés en nuestros males.

Luego que

;u[uielar

me

otra parte halagado

inmediato, empezaba

yo con

á sentir el

la

que

se consiguió

,

fué preciso atender á

suplicaba ique nos marcháramos de

un deber; y por dia

pude

le

me

y asustado

voy en un

es preciso dar parte...

instante entra Y. á declarar.

al

mi responsabiUdad quedarla en

corchete;

el

retención dolosa y forzada

Felipe que tembloroso

La coi>''oscendencia era

allí.

idea de encontrai

hambre mas que

se detuviera

que no tomara

quisiera.

los

papeles

al

Fuímonos pues

y tomamos á paso acelerado el camino de mi habitación. estábamos de ella, cuando un alguacil nos detuvo brviscamente; y encarándose á mi protfjido, recorriendo de hito en hito su figura, prat-iimpió a| sin despedirnos,

No

lejos

cabo de pocos momentos.

— Ustnl

Alcornoque; de apodoel

se llama Felipe

tio

sin haber

dado parte

una plaza de mozode responda Y.

Un

j)oco

al

no tengo duda: usted ha venido

alcalde

oficio

por no hallar trabajo en su pueblo

en cuanto

á

pretender

a

\'anios hombre,.

es cierto.

si

inmutado quedé yo

olvidado la formalidad de avisar

al al

oir

semejante arenga; porque de hecho habia

alcalde del barrio

la

llegada de Felipe: pero

este, hubiera sido necia obstinación querer que' articulase una sola

palabra. Estupefacto y sobrecogido no hacia sino abrir el seml)lanle

,

á

cada pregunta que

mas y mas

los ojos

retirando

le dirigía el ministril.

— Aniíno, buen amigo,

prosiguió este observando nuestro silencio y dando á

un espaldarazo

que amistoso; recobre Y. su serenitlad que ningún

Felipe

daño

'

Fanegas, ¿no es verdad?...

rocíen llegado a esta corte... que vive Y. con este caballero hace tres dias

sí, si,

le

ni:is

quiero.

Reanimóse un poco

— Pero — ¡Que

pero

el

espantado rústico, y pudo romper preguntando:

¿cómo me ha conocido V?

piegunta!... Amiguito los alguaciles somos grandes fisonomistas, y aun tenemos puntos de gitanas en cuanto sonsacamos de lo pasado, y de déjese Yd. ahora de escudriñar los astrólogos porque leemos en lo futuro. Ea ,

secretos del arte, y vengan albricias que

•'—¿Cómo en eso? acudí yo,

—Baste lodo.

lo

¿tal

le

traigo

buenas nuevas.

vez se han encontrado sus papeles?

dicho, y síganme Yds. á casa de otro compañero que

allí

se aclarará


EL ALGUACIL.

259

Hicimoslo como ordenaba, y después que anduvimos largo rato por callejuelas y cruceros, vinimos á dar en una calle desusada casi á la eslremidad de la población, y nos introdujo en una casa de estas que tienen el patio delante de

Subimos

escalera.

la

á

un corredor estrecho de

donde

vecinilad,

hallaban en

so

intermitente y prolongada reunión las inquilinas, cantando y conversando desde Sus respectivas puertas. A nuestro paso, ninguna se levantó ni aun devolvió el el

saludo

pero todas se sonreían maliciosamente diciendo á media voz «ese es.»

,

Al remate traza en al

se

del claustro ó solana

nada

tocó nuestro guía en

,

se diferenciaba de las otras;

una puerta que por su

sin detención

y abierta

dimos

,

vista

cuarto del alguacil. Componíase de una pieza, una alcoba y una cocinilla, ((uo

comunicaban por medio de dos huecos,

su escasa cortina de cotón

guarnecida de

,

no guardaban analojía con de su dueño

mezquino

el

sin lo

mas

mampara, que

vidriara ni

mismo. Sin embargo,

esterior

los

adornos,

revelaban d3sde luego

y

,

menage

que

la

pocos y groseros muebles se reducían; sino por una preciosa colección de historia natural filosofía

que llenaba

:

no

aposento

el

particularmente

su

lo

digo precisamente

y descubría que

,

Aves

afición.

por

el

caza y pescados se víanse pendientes del techo

familias,

ostentaban en informe conjunto por todas parles: los frutos el

de

la vid

pavimento

simetría

,

festoneaban las paredesenormes ristras de ajos,

;

producciones de

las

á

animal y vegetal, dominaban

los reinos

de diversas

,

como denotando

la tierra

armonioso desorden con

el

y cubrían

y todo ello colocado en descuidada

:

([ue

la

sabia Providencia

lo regala.

El alguacil nos saludo con airo afable, y dirijiéndose

— ¿Recuerda Vd. haberme —No por respondió cierto,

mi

el

,

le

pregunto.

aldeano: ni quisiera haber visto Alguaciles en

vida.

— Pues yo soy

el

ministro á quien Vd. entregó su soljcitud.

Felipe se quitó respetuosamente

— Nada hay que eslraüar y ademas viene

el

,

—¿Qué

el

les dije

sombrero el

:

,

y los tres nos ecliamos á reir.

nombre por

si

solo le causa veneración;

pobre tan escarmentado de Vds.l...

Nuevamente sonrieron conductor

oírme

al

y entonces

;

tomando

quiere Vd. que

siendo por

(jue

el

contrario

á criarla. Otros

mundo

les

erudilo

ni

la

pedante su

clase

,

en

las

faltos

que ;

,

y aun

de instrucción,

que sepa hacer tantas

salvación

en su última hora

falta

quilín de raíz

la

hacen torpes y

hasta poner en duda

han de salvar de

los

las

,

pero han

el alguacil

que de ahí

las

el

buenos ó

peligro de

volver

cuando no hav en

c/íf/.s-.

trocado

los

Otros frenos

avanzan ;

ellos

se

por saleado puede tenerse. El acompaña se debió decir la

procesiones por aquello de que tras de

y siempre vá delante de

pero consiste

tronadas;

terreno. Algunos les llaman polilla de la sociedad,

el

nunca

palabra nuestro

diga? nos tienen por de mal agüero,

le

malos según hallan dispuesto

á los reos

la

repuso.

,

en que no nos tratan de corea. Los alguaciles son como

el

Felipe

alguna vez?

visto

indulgencias

,

compañia del ahorcado: la

aunque pnr

cruz viene lo

el

diablo;

mismo nunca

lo


EL ALÍiUAClL.

260 alcanza

bula. Si es en el cumplimiento de su deber

la

,

¿qué

se les

puede

ecliar

chocan con encara? ¿eslán encargados de hacer guardar el orden? pues si no engaños? evitar ¿de tienen: le guardado harto los alborotadores, es porrjue con tropezar engaño mayor el seria porque por eso encarcelan á los buenos; perseguir á los criminales? claro es que si los ¿ de un hombre de bien Alguaciles prenden dejarán de perseguirlos: y sobre todo ¿por que se les llama de recursos los todos que virtud mas de rísta? Pues para aliviar dolencias tienen :

la

medicina; y

vemos que

así

actor ó torero que no se mejora con ventosas,

el

hablamos dolos juicios de paz luego sana con aplicarle un par de Alguaciles. Si acompañado les no sirven allí? y sin embargo al pobre que por falta de ¿cu^inlo elige

como hombr&s

buenos, bien se la justicia

siempre abren paso á quitado

la

peluca, porque á

la

,

le

puede decir que

y siempre ocasión

la

la

lleva ^perdido el juicio. Kilos

llevan á la espalda. Ahora les han

pintan calva: peroles han dejado

la

guante

muy propio y distintivo que les caracteriza; y el pues mai podrian echarle si no le llevaran. Por último, ceremonia también es de de forma mudando de trage á los ellos se semejan á los duendes, porque mudan á Dios porque piden cuentas conciencias las en escarban remordimientos porque ¿Qué mal hay pues en mugeres. las tientan á porque al diablo,

chupa, como signo

:

,

:

,

,

y

el dia del juicio:

)os Alguaciles

,

sino

de no saber aprovecharlos?

el

Embelesado escuchaba yo

las graciosas

razones del Alguacil

,

en términos de

llamó mi atención preguntando olvidar casi nuestro principal objeto; pero Felipe

que

se hablan

—No tiene

hecho sus papeles.

losé, (dijo

interrogado) alargando uno

el

al

propio tiempo; pero aquí

Vd. su nombramiento.

escucho? esclamé., ¿será posible? ¿y cómo ha sido esto? —Muy sencillo. Yo los dejé en la taberna, sin mas intención que devolverlos tocaba salir á una de las criadas ala primer coyuntura. Mas ayer era domingo; los toros con su primo y entrando del ministro y aprovechó la tarde yéndose á La dueña contó la aventura; á tomar cerveza en aquel establecimiento.

—¿Qué

,

ílespues ella

preguntó

el

nombre

del héroe

,

los

y salieron

papeles á relucir

:

dijo

que era

á su amo con recomendación: sin paisana de Felipe , y se encargó de presentarlos (juien por otra parle no faltan duda le cayó en gracia la simpleza de este rústico, á fui llamado por mi superior y méritos que alegar lo cierto es que esta mañana ,

,

de buscarle y dejarla en su poder. participábamos el alborozo de Felipe, cpie también describrir No es posible lo pudo averiguar no mas paisana su de nombre el demás: preguntó

recibí esa órdon con

los

porque

la

,

lo

ignoraban.

En

fin

calmada

la

primer impresión nos despedimos dándoles

una propina; y el mas ladino le dijo al salir. compañero^ Vamos compadre que sea enhorabuena y aprenda Yd. por mis todos lo en que enseñar de acaban le pues sucesivo lo á cobrar ánimo para rondar que tiempo llegará vale «mas de aquello lugar tiene la vida :

,

,

lances de

un año.»

BONIFACIO GOMZZ.




,

ejecutor.

i:l

mis

tMiconlrarse

L,

genérico, apuesto l;i

á

con

lectores

que

lan

epigrafe

este

primero

lo

ocurre

([ue les

(luda de ([uiéu será el protagonista del artículo.

es

Pues

voy á sacarlos de ella mas por ca ridad que por obligación ,

ante

diciénJoles

yo

(|ue ;

las

i;??ii

do mis benévolos

mi oscriíd

No de

los

lu;^ar

método? Paciencia

el

por

encuentren en

porque en

Ejecutor

el

,

es

de,

v conformarse con

aprensiones del autor; que también sufriré yo

crítica

cp.vso;

son

para venir á parar en quien sea este.

trato,

Os disgusta

quienes

todo

necio

,

y

me espongo

empalagoso

y

á ([ue los

,

la

arrojen

que

no

leerle ni utilidad, ni deleite.

mi béroe

el

[te!

Ejecutor, ó

de ser ii\dividuo do ayuntamiento, es

el

regidor del

el

mayor contrario

ayantamientos presentes y pasados, y de cada uno de sus individuos. es el Ejecnlnr de lajaslicia, ó el verdugo; ])ues en vez de bacer

'i''.un[)oco

justicia

,

ejecuta á las justicias;

medios de vida ([uita á

mucbos

¿A qué ipie

á los lo

en lugar de dar muerte

juzgadores; y en

á los reos

vez de dar á cada uno

lo

,

priva de los

quo merece,

debido, y algo mas.

todavía no. aciertan algunos de ([uien bablo? ¡O vosotros cortesanos,

para entender bien una j)alabra castellana tenéis que apelar ala conciencia

la\a déla Academia, de Taboada

,

ó de Peñalvcr,

y

os engolfáis en diccionarios

y Panléxicos, y disputáis sobre sentidos y acepciones! si un ano siquiera bubierais sido concejales del mas despreciable villorrio, sabríais de coro lo que vale la voz /ijccit/or

en su sentido autonomástico

prcHuineiar, no solo temeríais perder

la

la

,

genuino, usual y corriente: y

comprenderíais, sino

fortuna, enqiezando á

f;m«fx.a XXXI.

(pie

al

oírla

sobresaltado vuestro ánimo

enq)aquetar los intereses, cual 1^1

sj


EL EJECUTOR.

262 amenazara

ejército invasor, ó revolución espantosal

yo describa

preciso ([ue aiagislral,

Ejecutor con

al

y

Mas supuesto

y señales,

lo lie

ijue se

hace

de hacer en

l'oiina

con definición, clasificaciones, comparanzas, notas y

conduzca á determinar este español svis

[)elos

penas.

No vayan Vds.

á

tipo, sus cualitlades

lodo cuanto

esenciales

,

sus j^lorias,

decir (pie procedo sin iH'den ni concierlo.

DEFINICIÓN. Ejecutor se llama los

apremios

([ue

mas

allá

persona enviada por

paguen de

las autoridades

de

,

lo

que dicen que deben

al

los capitulares

erario. Esta palanca rentística

que pudo imaginarse Ar([uimedes:

lo

provincias á

las

para que por medio de escitantes poderosos y de

reduzcan á losayunlamientosen montón, yá

irresistibles,

en detalle ,á alcanza

la

mando

pueblos de su

este

liominal

crisol

ofrece resultados á (jue jamás llegaron los físicos y t[uímicos, pues (jue todo cuanto

absorve, sea

materia que fuere,

la

moneda sonante

convierte en

lo

contante.

\

Podemos figurarnos que el Ejcciifar es el médico (jue la vigilancia estpiisita de cuando los considera plclctricos v la autoridad superior manda á los pueblos ,

torpes en sus funciones, á

fin

un iccetario d(d

facultativo trae prescrito

este

como

antes ([ue los estrangeros Brousais

inventores,

las

([ue

no

en España prulcsn de iMiiicnKMial

clase de ge fes

la

de (pie los cure según las reglas del arte. Pero

\

es

sistema antitlogistico,

Roy nos robasen

le

sangrías, sanguijuelas, purgas, lav;iti\as,

se))ararse: y

de pasar por

gloria

la

he dicho poco,

medicinas predilectas

dado

le el

las asclusivas,

son

cantáridas, vejigatorios, vomitivos y

vomipurgantes. Dícese Ejecutor, porque pone por ohia pasiva de

un

suizo (1); porque precisa

lo cjue se le

pago

al

á

ordena con

va á los alcances de los segundos contribuyentes que retienen

Una

ó no fueron bastante crudos para estrujarlos.

agravarla conciencia

El

bist(jrica.

vulgarizado entre los paganos, no interesados lo

las oficinas

comt.<;¿o/i«(/os

,

por mas

sanción legal y

como depresivo de su

resisten

Ejecutores, sino

la

los

lo

de los primeros,

carácter.

(pie el

;

y

los

no se llaman

Idilios

lugareños Ejecutor

uso lo ba\a

luu-ociática

ó jueces comisionados. Asi los

en sus credenciales; pero

obediencia

aclaración es necesaria ])ara no

nombre Ejecutor tiene*

la

deudores remolones; y por(pie

laiubieii

n¡);'!!i(l;ni

poi- ai liha

,

Ejecutor

por abajo, y Ejecutor siempre. Hacen bien los palurdos en tener este justo desabogo pues ya que les sacan el quilo harto poco es que se gocen en nombrar ,

,

'i

modo que mas les

sus contrarios del

Sucedele

al

odiosos y mal

por sus títulos,

escuece.

Ejecutor lo que á todos los ([ue (>jercon cargos y oficios repugnantes, vistos;

que

üe aqui

se

la

avergüenzan de ser

lo

que son y de que se les llame por za])atero;

de obra prima

sinonimia de maestro

fabricante de Jiarinas por molinero; cazador de librea por lacayo;

[\)

Si

i;anri?l;!'i

'MI

ve/, (ic .sííúo ijiiirri'

inndcriuis

;

\

si

siislilu

]io¡i<t oI lo.'l(->r >.•

¡mplm:!:)

.

snliliido,

tnillo

vi';i;!r;'i

mejor

|i;ir;i

de mólili' lus

tendero de vino

;i

lun'slros otilo-

iikiimIoiics dil di.i.


EL EJECUTOR. por l:iheraero;

protección la

tabla por corta'lur: ministro de justicia por alguacil;

la

Ejecutor de

seguridad por esbirro

ij

mania

llamarse

de

olicial

por pregonero;

voz [láhUca

abusa de

los

que

la

justicia por

verdugo;

'

entre

al aríisía

compañías; pero aguante

acostumbrado está

se albergan en

pujo

me

rey

en

nombre

ageno. Iba á tan malas

á

tablas

las

tan

como de

de sacerdote

,

de

agente

punto llega

iiasta el lo

duelo asociarle

señor cómico, que

el

t;il

mesonero, por no

el

robándolos

,

utilizarse de

á

de juglar como de

bacor

á

su casa

sinónimos, y

los el

A

comisionado por Ejecutor.

mayor propensión

de huespede: que no cabe

comprender

y

,

descontirmar los nombres bautismales, que

fie

tal,

263

traidor.

Üeíinamos de una vez zoológicamente

al ser

de

naturaleza (juo llamamos

la

cuando se presenta

y cuando hacia

Ejecutor.

Es cuerpo; porque choca

nosotros

viene se siente. Pertenece al reino animal; pues medra

á

la vista

,

por intus-

suscepcion y goza de gran facultad locomotriz, ^s mamífero perfecto; porípie lo mismo chupa la cabra ([ue la burra, (|Uo la vaca, que todo lo ([uo da loche. ,

\j\lixni\\nexúe

mas

,

humano; por cuanto perfecciona y adelanta asi desechamos las dudas á(^ los autores

debe pertenecer al género

Al opinar

(pie las instituciones libres.

que han sospechado ver en fundándose en e^tos

el

Ejecutor analogías con

toro

el

como

los

cuadrumanos:

dedos como

iui'iiil)iMiias iMitro los

\

ganso,

el

como

los

cuanto encuentra: 2.*

rumiante'-;, cual lu jieriuade su voraz afición á engullirse

agilidad de [lulgares

mono y

el

,

cuatro buches ó estómagos

1.°

tres caracteres:

que

3." (pío aharcii ina-^

tu\iera

si

los aniibio--.

l>KUCt:UK^'€lA.

El Ejecutor las capitales

,

hombre

nac(>

y

y vuelve coi\tia

se cria

en

los

que

la tierra

pueblos

avaro. I^nplea en beneficio de los habitantes de las

juventud y de

la

la

entereza de su adolescencia

inrancia

cuando

\

los

es desvalido

á los bon(»{icios

y

achaques de hu(_^rfano

;

para

decrepitud.

la

poro en llegando

;

obligándolos á ([ue

le

:

los

pueblos los forman y los elevan

padrastros de El

la |)atria,

/:"/>Ci<ío/'juez

destacamento movilizado

vicario del

ambulante de

las

y

,

tle

,

los

si

á ([ue

allí

sUj

suciedades labi-¡egos

corresponde sostengan su

malos diputados de

los

orto

la

convieitíMi en

se

su oríjen.

autoridad estacionada,

líuanciero.

ejército

por

á vivir

gruñón y

,

lozanía de

la

Auiat«;iiilaiih> el

ipu*

la

viejo

lugareños son

con olvido ó prescindimiento

un

os

á la

,

ciudades

mantengan por fuerza

holganza y sus vicios. Ni mas ni monos hace

nación

los

avecinda después en

so

,

de cuna

le sirvii»

Procede

de

varias

ó

un

causas

como el agua el color y el sabor de motivos y protestos (|uo suelen tener los pueblos porípie escoden de este

ocasionales y eficientes; pero siempre toma las sustancias ([uo toca. los

mandarinos para enviar un apremio

número

las

los á

;

contribuciones, gabelas, tributos, impuestos, derramas, e\acc¡(Uies

y arbiti'ios con (pie los lo

Pasan de ciento

decretado en

las

es])ari()les

eor(e<

i\i^

juegan \lcala

;i

la

liaciiMida

;

v pon[Uc no onibaiizanle

de llcnai-cs, v conti-a

lo

mandado en

la


EL EJECUTOR.

264

Instrucción de 1816, y'eu otras infinitas anteriores y subsiguientes, y á pesar de es costumbre (jue se mantengan los (1) que sufren y pagan, que eran cincuenta mil (los ejecutores) en tiempo de Jacinto Alcázar, y hoy han subido mas (jue las listas electorales. Los que tienen facultad de crear estos emisarios fatídicos son:

clamores de celosos econoniistas

los

innumerables martirizantes de

,

los

las provincias.

1.0

Los intendentes de rentas de

2."

Los fomentadores gefes políticos.

3.°

Las protectoras diputaciones provinciales. del derecho de iniciativa para reclamar

Ademas gozan

la

aplicación do

tales

ventosas. los partidos.

1."

Los administradores de

2."

Los comisionados de amortización.

3."

El arrendador del aguardiente.

4."

Los rectores de

o."

Los jueces de primera instancia por los presos pobres.

Y

de espósitos.

las casas

tantos los que producen

siendo

y reproducen Ejecutores,

solo tienen

precisión de aguantarlos los contribuyentes, y nadie mas.

La jurisdicion privativa de hacienda es una monstruosidad inicua, re(;onocida hace siglos, y por siglos sostenida. Las cortes de 13i8 dispusieron (pie

wl

oficial

Vd.

á

bilateral el

que obiere parle en

la

renta non fuere juzgador de ella;» pero váyaltvv

los hacendistas con acuerdos de cortes y con presu|)uestos.

que

ellos celebran

otro dé las pesetas.

En

con

el

el lilis

ciudadano, se obligan

que siguen con

parle; la otra parte siempre es reo. El exiie

V percibe

demandado no

costas. El

y

principal

el

;

político, de la

económico

tiene

sin sobierno

asi

el

si

no

conlrahí

,

son juez y multa,

falla,

no pagar

si

gobierno

del

cuanto eslima necesario

y el que le atañe por ende, no puede gobernarse (¡ue

,

sin recursos

;

,

:

los estingue el contrd)uyente,

y para alcanzar la razón sobre tenerla de sobra, tener muchas medallas y saberlas gastar.

ladrones

el

y que todos deben dar medios al (pie pais en paz y justicia y entre tanto pululan los

no hav sQciedad posible

manda para que mantenga

ellos

financiero,

soberanía asolda'da, loma por

no suene. Se dice que

,

,

juzga

que hacer otra cosa

Ejecutor, agente del poder

En

dar de palos, porcpie

(hnulor

el

demandante ordena

para hacer efectivos los sueldos de sus principales

por mas que

á

En España hay muchos moscones

de

la

especie del Ejecutor

se necesita

,

pesados,

escritor «lifo ([uc «luso ile lns a|irt'iiiiiis vn el i'iUiíno si|;/() « oriijinluí suma lili (\) iiiipt.siliililado de su si'ivicio esl.uido ello<) los subditos v al real [Kilrinionio Hcrdicion puel.lo mas eaiilidadts por diría» de |' i)ol)rcs.» í>ti'<* ealfuialia (|ue se linhian sacado al ,

:i

LHlores

y

dfsnaelios

,

i|ue lo

ipu' lialiia

ingresado cu

las

urcas,


ÉL EJECUTOR.

26o

incómodos y costosos, y hemos fie señalar la semejanza.

eslrajantes,

que

rasgos

los

los

distinguen y los que constituyen

Al veredero se parece en que am])0s llevan mandamientos de pueblo en pueblo y ambos cuentan caros; pero diíicron en que y

el

y este

se suele contentar

Seméjanse

mas

el

Ejecutor es autoridad delegada,

veredero un pirantón ó propio horro, y en ([ue aquel goza crecido salario

el

a\

plañían en que uno y otro apremian á los presumidos deudores;

Ejecutor no siempre es militar, y niir>n[ras acpiel punza con

este pincha

la

como juez, y en que

De] centinela de vista solo se diferencia en que obra

fuero de guerra) con

,

y

casi la propia variedad presente (salvo

ahiuacil de apremio.

e\

Tiene bastante analogia con e\juez de residencia, porque viene á las justicias,

pidiéndoles cuenta de sus actos; pero

actos económicos que versan sobre guarismos los alcaldes

hayan azotado

un

á

,

el

pesquisidor, á

descubiertos

:

mas de

este

la

á fiscalizar

Ejecutor solo repara en

solo quiere dinero

v mas que

,

cristo.

La misma semejanza y diferencias pueden establecerse entre el

bayoneta

con autos, notificaciones, trabas y re({uerim¡entos.

no está siempre encima del [)aciente el

(1)

con dos pesetas.

el

Ejecutor y

consonancia: este indaga delitos ocultos; aquel reclama

busca reos

,

aquel reales.

Finalmente, guarda analogia, por lo que afecta los intereses pecuniarios, con el

repartidor que receta para

y

cujjrdor

que

él

cure y apli([ue

de Tributos, aun([ue estos piden solo

con

;

el

recaudador

,

cobrador

corriente y sin creces

,

Ejecutor busca hasta los atrasos de Felipe V, con los ribetes de costumbre

,

con frecuencia duplican y triplican

Los aldeanos están

muy

!a

lo

el olor

conocen

si

el

que

verdadera deuda.

duchos en apreciar ú

la

simple vista estas varias castas

de pájaros. Apenas ven acercarse un forastero, por por

y

es Ejecutor ó cosa semejante.

el trage,

Oh!

por

los azotes

la

cabalgadura

hacen aprender

demasiado.

Para

sei*

un Ejecutor de provecho

se

rcquiereií

como indispensables

estos

precedentes.

Tener rostro sereno

I,"

,

color que

no pierda

,

ni se

altere por cosa de este

iiunido.

2.° 3."

Estar apurado de medios de fortuna

Aborrecer

el

trabajo corporal

,

,

ó sea

andar

á tres

menos

cuartillo.

ya por ser hidalgo pelón, ya por haber

Vuelto duro de coyunturas del servicio militar

,

ya

{)or

haber perdido

las riquezas

A (¡UiiMi Iii ncilrririi ll.iiiiir í/í^'/íj.'; al sueldo (Il'¡ Ljcciilor? (• ciilonrüs solo ¡jniia(1) para no morirse di- liomli.e ó si ya di;vc[;aiilian 12 20. 50 y ,"G reales diaiios coir.o .ilion, lui- Una irDiiia cuinplola siijioiicr diclótica la ylotoni-rii. ^:

i)aii

,

,


á66

líL

heredadas

holganza y

iMi ln

EJECUTOK.

despilfarro,

el

ya por

del'eclo

físico

de manquésí,

cojera, giba ó constitución endeble, ya en fin por nalural aversión á cumplir

la

condena de nuestros primeros padres. Ser casado y con muger agraciada. Saber firmar se requiere por lo común, aunque no es absolutamente

4.°

,

5."

preciso.

No hay

ley, real (')rden

Ejecutores;

pero

las

ni

,

reglamento que estas cualidades exija en los

sancionado

lia

consuetudinario, mas observado que

esperiencia

la

,

un código

forman

y

Constitución de 1837.

la

¿Qué valdria un Ejecutor sin pachorra y frescura suficiente, que á las primeras de cambio se avergonzara de los denuestos del apremiado de las injurias de la familia que persigue y de los insultos del pueblo en que mora ? Su deber es ,

,

hacerse

el

sordo, tener cara de baqueta, alma de caballo y corazón de pedernal,

rebuscar, embargar, vender y cobrar. ¿Qué persona acomodada y con medios ))ropios se espondria a sinsabores de

apremiante

le

la

que arrastra

vida

Ejecutor'! Preciso es

el

que

los azares la

estimule á ser codicioso, á ver impasible los males ágenos

por todo á trueque de ganar sin trabajo

á

,

hasta á gozarse en la destrucción que á

¿Quién que tenga horror á

hade acomodarse

al oficio

la

,

á

pasar

mostrarse cruel con los desgraciados

él le

y

necesidad

,

y

fomenta.

ociosidad, que estime ganar su vida honradamente,

de paseante en aldea y de holgazán eterno? y

el

que

^dce de robustez corporal y tenga sanos sus miembros, ¿cómo no ha de preferir ocupaciones decorosas y pacíficas al vilipendiado ejercicio de azote de los pueblos y verdugo de los deudores? Solo un lisiado, que dificilmente halla ocupación que

bien

en

le

los

cuadre, puede arriesgarla pérdida

d(> lo

que conserva sano, metiéndose

enredos de un lugar.

Por último, ¿quién sin el apoyo de una compañera se iria por esos pueblos. abandonando su casa y sus agencias de la capital? y si esa necesaria mitad no tiene

aquel para ganarse

la

benevolencia de los desalmados oficinistas.

<.

(|ue

valdrian los ruegos de un barbón celibatario y pobre?

Véanse pues justificadas por

la

obseivacion y por

el

uso las condiciones mas

precisas del que haya de ser Ejecutor en regla: ios que no las tienen jamás pasarán

de

la

categoría de zurupetos, de Ejecutores de capa

y espada, ó de ciento en

boca.

VENTAJAS* Maldita la que reportan los ejecutados ni la sociedad de este sistema vandálicc»

de recaudación; el

oficio

profesiones; y Si

logra

el

ejecutante las tiene

no es incompatible

tener

ni

aun siendo Ejecutor mero no

mano

ó

piernas con

los

mandamientos para pueblos contiguos; diiMas en

todos

muy

á

grandes.

imprime carácter,

un mismo tiempo,

á

el

En primer

está atenido á

empleados saca

los presenta

pesar de

lugar,

como

Ejecutor reúne otras varias

un

á la

solo despacho.

vez dos ó tres

respectivamente; y cobra sobre duplicidad de

las ley(>s


267

EL EJECUTOR. sueldos y

amalgama

beneficios. Si la

fie

haber del Ejecutor entre

,

cobra

solo lo([ue podía sustentar otras

('I

De

Toma

veinte por ejemplo.

con

se ajusta

V

al

él

segundo

como

repleto

cuüijibiiiiento

el

de

marcha

á su casa ó

hubiera pasado

el

marcados para su comisión,

idcaldo

(h-l

se presenta

,

conviene, con

le

tiempo, y estuviera donde ,

hace

las

vuelve y se vuelve á marchar, y

,

recorriendo casas de parientes y compadres, echando

penden en

los

le

tan

bolso

el

enviaron. Otras

ausencias que quiere sin renta sigue

la

y cuando no

cosa. Entretanto se ocupa en otros negocios de lucro,

tal

deudor,

al

blandura ó dureza del paciente,

la

donde

veces que no puede celebrar contrata alzada decir oste ni moste

profesión.

la

trae dias

por diez ó ([uince salarios, según

dia se si

l'.'.milias

cuando

otra regaba se aprovecha

y goza

cada parte,

diolas enteras en

el

como

racional; pero

mas

diferentes deudores, nada

los

pais todo va á la diabla

en nuestro

se hiciese distribuyendo á prorata

el ojo á los

como

si

se divierte

negocios que

pedir nuevos despachos, cuando los que obtiene

pueblos, para

concluyan.

En por

mas ventajosos para

ocasiones hace contratos

momento. Dícele

el

él,

que lisongean

«Usted no me ha de pagar

sin ambajes:

el

al

deudor

descubierto

en dos meses; durante este periodo adquiero contra sus bienes un crédito de déme Yd. un par de onzas, y me largo, cubriendo

sesenta ó setenta duros;

espediente con

el

conocen bienes no

libra al

tiene,

si

la

nmjer, y poniendo diligencia de que no se le la hacienda pública

deudor.» Este método tan perjudicial para

que dio

sobre

de

la tercería

al

las

posteriores apremios sobre

dos onzas de

ha de pagar

él ó los

nombraron

nías adelante la rebusca hasta los electores que

ir

l'ern

que

al

si

el tal

capitulaii"-

nnuiniadnres y

sus

.1

,

al

si

ha de

ayuntamiento.

Hjenilnr (pie en dos dias alrapi) ()iO reales de pico, le importa

á los

ó no

tiene

compañeros de concejo, ó sobre

un bledo

vecindario entero se los lleve

Satanás. ülvitlabase es el á

la

principal ventaja; pues aunipie no parezca tal en lo económico,

fundamento de

tud

sus correrlas queda

costilla

ayuda en sus necesidades, auiparo. Seguro puede estar

cuando acabe le

la

utilidades materiales del

las

is

la

la el

recomendada

á

Ejecutor.

Guando

sale

persona de categoría, que

la

en sus apuros, y le sirve de escudo v marido de que nada le falta á su consorte, y de que [¡roteje

comisión habrá aquella grangeado otra y otras que incesantemente ,

ocupen fuera de casa.

Y

es sobre

si

agraciada

lista...

sorbe

el

seso á

los

enqjleadüs, tiene vara alta en tesorería y administración, y hasta lleva la pluma al

oficial del

negociado. 4[}tJit:DB«)« ueij

¿Cuál no

las tiene

en esta picara bola en que rodamos?

su familia y en su persona sufre

Empiecen mis ni>

lian

le falte

unció.

el

lectores por hacerse cargo de lo

trabajo. í.os em[)leados de

de merecer por preferirle

á

En

sus intereses, en

Ejecutor quebrantos y embates.

la

que

les cuesta el

intendencia que se

tanlo»^ otros ([ue

lo

asegurar que

proporcionan, algo

con necesidarl v recomendaciones


EL EJECUTOR.

ii6S solicitan.

Pues una de dos, ó

olicia] los

derechos, oque vaya á

cuesta

le

la

al

Ejecidnr esta primacía

con

el partir

f'

parte en el alzamiento de cargas matrimoniales.

En el primer caso gana para que otro lo luzca, en el segundo luce su muger masque él gana; y si de un modo pierde intereses, de otro suele esponer honra y provecho. Ou<! no divida

coqueta

y

,

prosa con

la

Dios mi dinero;

á

crisis ministerial, ó elecciones

protector, ó que en ella haga

el

apeado

([u:Mla

como

,

generales de diputados.

Otra ([uiehra esperimenla cuando por equivocación del por los endíroUos de

que ya

'o

Entonces le

contabilidad

la

se pagó;

no

cual

lo

da con un alcalde de

si

sucedido una

huhiera

si

,

oficial

de

es

muy

raro en nuestras oficinas de ii:icienda.

humos y de

chola

niega

le

,

cumplimiento

el

periódicos.

contribuyentes agobiados!

los

de conversación

comunicado en

Eco

el

las horas

con naturales

De cada uno

es

fumando y leyendo

cartas de pago, para volverá cobrar

resguardo

primoio

(jue

,

contribuciones, y

lo

para

de estos lances se hace

y forasteros, y tal vez se pone un que los tales empleados son unos

un

darán

guardan

reclamarse

se pierden

si

el bolsillo.

con el El hecho

cK-alcaldes los documentos

los

de

ojo

hijos de padres

cabo de dos generaciones suele

ver

á

y metérselo en

que de escarmientos semejantes cuidan tanto

de

y

del Comercio diciendo

holgazanes ignorantes, ó unos bribones que andan

Uempolas

,

camino

¡Friolera es lo ([ue sirven estos trastrueques de los hacendistas

envalentonará platillo

manos y que pasan

tienen entre

([ue

el

Esto á mas de decirle mil pestes de los empleados, que no

((ue tan torcido trajo. lo

mesa, ó

la

ó por malicia refinada va encargado de pedir

envia con cajas destempladas y sin pagarle una blanca á que desande

saben

la

cara

la

qué

un recibo de

y nietos de abuelos, porque

,

se

lo (jue

a'

pagó en tiempo del rey

Marica.

Pero

la

contra

se conspira.

barbas vias

mayor de

No hablen

los insultan

,

y hacen

de hecho es tan

anocheciendo

,

los

Ejecutores está en

lo

que contra sus humanidadeíí

apodan y maldicen en el peligro de que pasen á

os de ([ue los lugareños los el

objeto de escarnio

inminente,

que

el

:

Ejecutor no sale

de

la

la*»

posada

¡Aun andando con

ni pasea ])or los parajes estraviados.

suíí

la

en

mosca

ala oreja y sobre aviso \c suceden lances tan graves, que otro no sufrirla por odo el oro que suma la deuda de España! Por via de bioma le enviielven un dÍ9 entre la paja de

montan

á pelo

las

eras;

en un

huno

otro le

mantean,

[¡icado; ora le

ó le

sacuden

zambullen en el

el

pilón; ya

l*^

polvo detras de una esquina'

ole apedrean por encima de una barda.

Pueséchesc Vd. desalmados, ó

el

á

ponsarque

objeto de

la

la

justicia es

un tanto traviesa

cnmision antq)üpular

del Ejecutor con una diablura. Este punto

,

tio

ó los perseguidos

merece un aparte, y que

algunos casos originales acaecidos en pueblos, que El

,

y (|ue se proponen deshacerse

íio

se

refieran

nos dejarán mentir.

Juan Camándulas era un Ejecutor báquico

,

que

le

gustaba codear

hasta aplanarse. Los vecnios del lugar (jue molestaba, apenas le conocieron su

llaqueza

,

le

convidaron obsequiosos

á

una bodega

un cuero y completamente averiado por

la

,

donde después de verle hecho

parte

superior,

cargaron

ijfi


EL EJECUTOR. parle postrera

y por la licor, hasta (¡ue pusieron on acción

cvile!).-in,i einl)r)l¡c,\

mismo

lo

26Í)

suministraron nmltitud de ayudas def

desordenada todas

las vias ordinarias

y reservadas. No murió de esta lorrihle prueba de capacidad pero luego que pudo enderezarse v conocer su posición, toim') las de Villadiego, sin acordarse de ;

'"ecoser

el

despacho

Don

de

ni

coIumi'

los

s:ilari(^s,

(¡nodo

p'.ieblo

el

y

comisionado en un lugar de

.Tudas Azufaifas,

Mancha

la

entraron dos ó tres, fingiéndose forasteros que venian de viaje

posadero usaron

siguiente estratagema. Llego

la

plañidera uno que pedia limosna por

Uno de

los

de

olicio. Lo"*

se hospedíV

y de acuerdo con

,

anochecer con campanilla

al

que iban á ajusticiar

el

pacato,

era

,

medroso v crédulo, cualidades de perdición para un hombre de su apremiados se prevalieron de estas debilidades. En el mesón donde

el

lihi-e

mucho tiempo.

Ejecutores por

al

dia siguiente^

supuestos caminantes dio algunos cuartos para alivió del alma del que

habian de ahorcar

,

y preguntó

al

demandante

oyéndolo

,

Ejecutor, quien era

el

pobre por quien pedia y que delito le llevaba al cadalso; que el reo era un Ejecutor que con papeles falsos venia

á

el

Disimuló don Judas por

el

á

pronto, mrs apenas vio ocasión

lo

que respondió*

perder

al

favorable

pueblo' saliii

del

y jamás supieron de su paradero. De estos y como estos han sucedido tantos lances que se necesitaria pai'a referirlos una fabrica de papel continuo; y no ([ueremos esponernos á (pie s*^ ligar,

aquella noche

,

,

tenga este articulo por arte de perseguir ejecutores cargo. Baste para concluir

la

y

,

tengamos desgracias

reseña de desgracias las (jue toman erig.^n de

lasi

circunstancias políticas. S'gui^ le

pI

viento que reina es harto

común mover

al

Ejecutor un caramillo ¡pie

envuelva en una causa criminal. Vaya una muestra de

las fechas, y

de

los

pretestos.

Que bebiendo en

1811. el

taberna dijo elogios del rey José y de su hermaiu)

la

emperador.

Que habló contra los jesuítas y la itujuisicíon. Que dio noticias favorables de los feotasi Que alal)i') la Niña Bonita mofándose de B. >í. y sus aliadosi Que gritó viva Carlos V. Que esparce las caricaturas de GniníJiUd y de la Pnsrldtá ('ohlra

181.0.

1821.

182V.

,

183.^. 18'i-3.

primer magistraclo de Por supuesto que

la el

buen comisionado

es

nliiuslei'ial

partidario de ([uien vcnce| y auncjue no ha soñado en

eomo

lo

romo le

meten en chirona

no

lo (pie

al

dijo

,

temí»

una

,

mala vuelta y ansia

descuido entornada

la

atreve á volver mientras dure

¿V

el

de (piien ministra y

disparate que

le

puerta de

la

la

(jue

salir

cárcel, ni este

del

él í*e

(ompromiso. Léjanlc

apresura

n

ni otro de la

huir, y ellos profesión se

fama del hecho.

como la mala yerba, Hay Ejecutores como hay

todavia hay Ejecutores? Sí, pupulan por todas parles el

interés

y

la

codicia

KMREílA \\\II.

acumulan

y sobran testigos ([ue declaren haberle oído decir

hacen puente de planta, seguros de

por(jue

<*1

nación.

en nada reparan.

,

32


27Ó

ÉL EJECUTO^.

comerciaules avaros que se arrojen vivos se sepulten en las asalten

cielo

el

;

Ínterin

que

y gastaráse

que

:

les

mar embravecido; como hay mineros que la tierra; como hay areonautas que

como hay ministros de

y silbadas qne sean. gaste

al

cavidades de

Y

todas las situaciones

habrá Ejecutores mientras

pidan mas que pueden:

mas cada

los

,

por apedreadas

pueblos deban: y deberán

y pedirán mucho mientras mucho se inmoralidad y crecerá en tanto

dia ([ue crezca la

;

gobierno sea injusto: y lo será mientras el pueblo lo consienta y lo' aguantará ínterin los hombres pobres sean tan pobres hombres; es decir por el

:

,

los siglos

de los siglos.

FERMÍN CABALLERO.




LA CANTirVEKA.

7-

ACILMEN

iKsociMiortMiiu'l.i piílülim (-aiilinera

sciloriv a

de caiihiiiuquc esc!

<lc ((iincslililrs

(|U0

|)Ui'sl()(')l¡\

tienda

nombre

existe

con esto

en alLTunas poblaciones dentro de lo> cuarteles

Il^rj^^^ r^: =^-'-^

-^

<')al

lado de ellos, asi

víveres, pero es de un uso

V generalizado que <iiaiiel(^s

,

o

li;i\,i

rciiirndo los

visto en los patios de los primeros y

ulos

militares y presidios. La voz Cantinera no se diferencia de la de vivandera ósea proveedora

;W~-í^-i".^k'l''

j)()!'

como en los campa iiii

campos de

batalla,

ella.

mas vulgar

Quien haya pasado

puede luuy bien haber

en un punto imbíerente de

los

segundos, un

y detras del mostrador á una niuger de aspecto varonil, pocas veces hermosa, y con cierto aire de natural desenfado; ataviada

puesto de comestibles y licores

,

con tragas de colores vivos y con pañuelos afelpados de algodón y sedas, en que el amarillo, naranjado y

rcraltan también, entre otros colores relumbrones,

verde

,

formando

flores

,

cuadros, ú otras combinaciones de dibujos simétricos y aun siendo casada, se abroga por costumbre

poco agradables. Esta muger, antigua

aunque

el la

dictado v

la

ejerza tauíbien

ó vivandero

como

la

parte activa ú: su profesión, oscureciendo á su marido :

asi es

que no decimos con tanta frecuencia

Cantinera ó vivandera

las leves militares por el

,

sin

embargo de

el

(ianlinero

estar designados en

género masculino. I'eroes'o no altera en

lo

mas mininio


272 •el

LA CANTINERA.

equilibrio social de la benemérita clase,

Sea ó no militar, esté ó no en

veces dura y

tiriinica

Los mandos de

,

y no impideol que el marido ejerza^ campaña, su correspondiente autoridad, no pocas

sobre su familia.

Cantineras son por regla general tambores, soldados, músicos, cabos, sargentos, en actual servicio ó cumplidos, y chalanes; y se las

liacen ricos en pocos años si sus mugeres sonde conducta y despejo, sin que por su parte hayan tenido mas incumbencias que la de ajustar algunas cuentas, de sumar y restar en lo perteneciente á los ramos de su comercio y la de oir con [•aciencia gran copia de ternos y conjuros mezclados con invocaciones á los santos, ,

en medio de todos

los

innumerables rencillas que indispensablemente ha de presenciar

las

entre

(lias

los

mas

soldados

viciosos,

truanes y

pendencieros

del

cuerpo.

La

Cantinera

tiene, según

su estado de desahogo y prosperidad, iin^ á despachar en su cajón ó mostrador, y la sifla, si es de ley, un criado que de granuja en sus principios va aprendiendo y iicarrear agua (que no es poco) y á servir á los parroquianos en sus juegos

muchachuela

ó criada

que

ayuda

la

:'•

y mayor aseo y agilidad viniendo á parar algunas veces en tambor ó presidiario, cuando su buena estrella no le conduce (lo cual no es Común) por el camino do la prosperidad hasta poner una cantina por su cuenta merendonas, con

Las utilidades

el

de

obligación de dar

;

algunis (Cantineras son exorbitantes, pues aunque tienen

un

tanto

á

la

plaza

y otro

comercian, fácilmente se deja conocer que disponer cada

uno de

los

regimiento ó presidio con que

al

tres cuartos de (jue puede hombres acuartelados, forman una cantidad

miles de

los dos

()

•'espetableque viene á emplearse casi por completo en los vinos, licores

escabeches,

bacalaos, legumbres,

Permitan reunir en su tienda

,

sardinas,

quesos, frutas y oíros comestibles,

por una parte

que

la

los recursos

de su capital, y por otra os productos del pais que ocupe, ó qu^ se hallen en puntos poco distantes y de

comunicación con

fácil

,

él.

observamos atentamente

á la Cantinera, hallaremos que hay dos person.iíí que despiertan todas sus simpatías, y estas son el ayudante y el abanderado. No hay medio de seducción ([ue no ponga en planta para ve.r de captarse sU

Si

benevolencia y aun su amor

si

es la Cantinera joven,

hermosa y agraciada

,

y

el

pueblo en que reside no tan grande que pueda hacerla temer |)oderosas rivalidades.

De manera que

si el

honor militar no inspira

á aquellos

recursos con que defender su

integridad j su energia de los tiros certeros de tan astuta y peligrosa enemiga, puede asegurarse que fumarán los mejores cigarros y beberán los mas eSquisitog

vinos,

Venus, ;,

([ue

adquirir grande y cariñosa intimidad con las tentadoras hijas de

por una estraña coincidencia vienen

las

encontrarse siempre dispuestas ofrece desinteresadamente

poblaciones en que se encuentra. Pero estas finezas no se hacen á los oficialítoA

hermosura y buen talle nada menos que eso la Cantinera teme al abanderado, como pueden temer el monedero falso y el ladrón asi es que clava sus ojos en Ins de aquellos, espiando vara de la justicin

solo por su

;

ayudante y 'a

á

buena armonía é íntima amistad que la Cantinera les

la

en

amen de

;

:

al

á si


LA CANTINERA. US miradas escudriñadoras se dirigen

comcslibles

porque

;

ay de

;

ella

273

pasar por su tienda

al

,

,

á su provisión

de

encontrasen fraude en su peso, medida ó

si

calidad, y so les pusiese entre ceja y ceja aplicarla todo el rigor de la ordenanza! Klla

que

,'sabe

militares son

las leyes

(íumplen muchas veces en

muy

en OjCasiones

que hacen referencia

lo

á

severas la

;

aunque no

acomodaría que á mas de pm'der sus géner(>s, fuese su marido

seis

lo

años

al

presidio de África con su correspondiente grillete, quedándose sin bienes y sin vida

solo por haber vendido faltos de peso ó

,

(|ueso

dicen, de

lo

chupado

dedos de gusto

los

sabe pre[)arar

([ue tan bien

,

sin darse cuenta, hasu\

han ^ido alubias ó granos de veneno, por

si

Muchas veces hace

ha

las (pie se

verlas condimentadas con la sabrosísima

al

aun

maleados, algunos alimentos;

ruedas de molino

(pie el incauto soldado se traga cnino

se

no

profesión, y

salsa

Cantinera.

la

de lavandera, de plancliadora y aun do yes de ver como por medio de este último recurso, mas lucrativo ({ue los demás y mas usual en las poblaciones que en canqiaña aumenta i'.o:isi.leral)lemeiity sus capitales, compensando con las usuras (pie exijeá los unos los los

oficios

prestamista;

,

,

di'sfalcosquela hacen sufrir otros, á (luienes no bastan los rigoi'ososcastigos vtemida

autoridad del sargento á hacerles entrar en su deber y á estirpar desvergUeii/.a

se acostuudiraii

ciui ipie

después del abaiulerado, los

ojos de

Kn

ciertas

1,1

prepotencia ([ue tienen

son

la

lumbimes

\

hacen acreedores

á

la

artería v

petardistas. Asi es

sargentos primeros ocupan

los

(lantinera, y se

ocasiones

á

el

que

lugar preferente á

sus miramientos v agasajos.

uuiy necesarios poinpie pueden prevalerse de

la

categorías militares entresí, é imponer penas prontas y arbitrarias (jue hagan entrar en su deber á la tropa, la cual tendrá que resignarse

siempre ((ue

(pie

las

su culpal)ili(lad pueda ([uedar probada de una manera (an palpable,

haga digiui do castigos mayores que

la

sargentos en estos casos

Las cautín

;s

ma([uínaciones torpes del soldado

las

iinn-mura y maldice de los superiores desde cabo ellas

son

el asilo

impuestos por

los

son, generalmente hablando, y sobre lodo en tiempo de paz,

de donde salen todas

in'icloos

los ariiilnu'íos

escepcionales.

de

los

á

;

en

ella

se

general, sin escepcion alguna;

rezagados que llegan á horas desusadas

al

cuartel

queso juegan los cuartos y las pr(uulas de vestuario, con barajas del rey ((ue rabí() y (|U(^ han venido á vincularse en el establecimiento garito en

,

,

v

el

del tiempo ,

tomando

parte del olor, color y sabor; de las oscuras paredes del sombrío edificio caverna, ([ue

con

Su

el

nondjre de cantina se conoce en algunas poblaciones.

perspicacia femenina

,

auuípie tosca, no puede menos de ejerc(>r grand(>

inlluencía entre hom-l)res sin ninguna cultura

y la constituye naturalmente en una especie de soberanía con su parodia de corte en que lodos anhelan sus agasajos y distinciones. Pero suele «[Ue

haber soldados, andaluces principalmente,

consiguen inspirarla uncai-íño lualernal

según sus edades ])orvenir que no hijo adoptivo, (pie,

,

y entonces

quede espuesto

á

,

Dios

á los

<)

bien una'verdadera pasión amorosa

ahorros;

ya

caprichos del

por regla general, y por cfectode

las

iki

I);iv

prosperidad ni

afortunado amante

ó del

inconsecuencias junnanas,


LA CANTINERA.

274

paga en desengaños y aun en desapiadadas palizas su generosa abnegación y

3a

constancia.

La venganza subterránea y caprichosa, propia

sexo débil irritado,

del

hace señalar no pocas veces con su ojeriza á algunos de estos pillos

que poco afortunados no tuvieron que oponer

tal

ó á

,

la

otros

vez gracia para hacerse estimar, ó méritos

trampas y rapiñas; de lo cual provienen odios y rencillas con todo su séquito de maquinaciones y asechanzas de baja escala, que suelen á sus

sancionarse con paliza

dada

la

á la

autoridad del sargento

buena Cantinera

correspondiente amenaza para

,

dds especies

DistiiíLMiiriMiios

paz

(lüiiliiieras ([lie

(le

de presidio; y nos detendremos

siga á

<>

los ejércitos

cual

la

la

según

,

son

Caiitiiiei'a

habite

(pi(>

l;i

l»E

pl.i/,i

para poder ejercer su oficio sin verse espuesta

incomode

la

l;i

|)(iblacione--

(Mi

ejci' i^i

i!e

sobre

\

piiiiier.i,

en

lu'inp'i

en campaña.

Necesita una licencia del Teniente de re\ de ,

algunas

verter

á

jirincipaiiiieiile

CAKTIIVERA^ »EIi EJECITO K% Tllini'O

batallón

v acompañada de >u

,

precisa

bncer cruz y raya, aprendiendo un luievo

á

gubdividiéndola en dos \ariedades ije

quedar terminadas con una solemne

ó

sucesivo;

lo

lágrimas, á sellar sus labios y idcsengaño para el porvenir.

Cantiner.i

,

respeto á su sexo

sin

;i

PA».

del

\

(pie

coniiiiidanle

iiiiimín

de

individuo

ni exija (estipendio ni cantidad aliiiina. lista licencia se da por cierto

precio (pie

ingresa

por mitad en

tenencia de rey de

la

la

pla/a y en

la

caja del

regimiento; y por ella (jueda facultada la Cantinera para V(Mider lodo género de comestibles, vinos y licores de licito comercio, dentro di>l cuart(d (> en una casa contigua. Ahora bien, figurémonos que una criada de las sef;orasdela oficialidad tiene los necesarios ahorros, ó

que un soldado

casa con una mozita despierta y

cabo cumplido

lo

que

aquí, digo,

(j

tambor

emprendedora,

ó

ó

músico

qu(e (d

del batallón, se

tambor mayor ó un

hacen con una tendera de aceite y vinagre cada una de estas individuas ú otras

de

ciudad.

la

infinit_as

en

He

casos

análogos, hacen su pretensión, acreditan su conducta moral y buenas costumbres,

y

llega

por

fin

á su capital

,

una de

ellas á ser

tomando ascendieutí^ al

admitida en

empezará |)oniendo liarla ((Ui-

,

urta si la

profesión de Cantinera.

la

público no solo vanas clases de legumbres, carnes de cerdo

sino otros artículos de

Conforme

mcsita con aguardiente v licores, y seguirá fortuna la sopla viento en popa, presente

mas precio como

,

bacalao y vinos,

ostras, frutas v pescas delicadas,

v aun

algunos géneros ultramarinos.

Ya hemos insinuado la

benevoleiK'ia

prosperidad

algunas batallón

no

la

,

.

lo

indispensable (jue es

el (pie la

del ayudante,

Cantinera sepa captarse

abanderado y sargentos sin este paso no hay no hay fuerza moral no hay nada Después de estosuelen tener ;

.

,

habilidad de atraer á

sus miras

á

los

bai'ateros

y camorristas del

para conseguir por su medióla fu(-rza material y bárbara que juzgan

las está

demás

,

y

ejiM^cer

un

po(|er ilimitado sobre los hábitos é

intereses de


LA CANTINERA. la tro[)

Cantinera

L;!

1.

,

275

según su Índole particular, puede ser

zurcidora de

la

todos los petardos ([ue se dan por los soldados viejos a los reclutas

espectadora de

También puede muy bien emplear

ellos.

de su magia amorosa en dar cuenta de

ó simple

,

recursos estratégicos

los

vengan

de los quintos que

los bolsillos

bien repletos. Todas sus tramas, todas sus maquinaciones de amor, suelen llevar

por norte

interés

al

y no es aventurado asegurar

;

hablando en general, que el

,

mas

cálculo instintivo preside siempre en sus acciones

momentos en que por ejemplo

,

busca

si

al

,

mejor vino y aun duiero contante

del

si fia

puede temer de

los barateros y vetei'anos, es por([ue todo se

autoridad de los unos, hija del prestigio de su empleo y

en camorras

ad(pi¡r¡do

,

superioridad reconocida en

cuerpo

el

é nitluencia

,

ó

,

cuales son los de acostumbrarlos

Ires cuartos de

cuanto

v

plus

dinri-o

á

es porque la

,

géneros,

los otros,

da una

les

tanto, á los unos

lo

|)()i-

ellos

renpmbre de

el

escesos de lodos

pendencias y

disculpar sus amaños, v á los otros para encarrilar

de su p M'dicion

los

vista

regala cigarros á los sargentos

si

aun en

sencillas,

puede parecer desinteresada y generosa. Así avudante y abanderado buena costurera y planchatlora,

primera

á

para

incautos por los senderos

á los

gastar en su cantina los dos

á

haber

pucihuí

ó

licita

ilicitamente

adquirido.

En

esté colocada flentro

toda cantina, liien

cuartel. >uele haber una Ira-ticnd.i re>iM Alli se

al caiic.

que por á

lo

luma

se juega

,

común muestre

y

tan

-eguras.

tener algunas los

J'^n

bailes

mas frecuentes y

casos llevan

á

sus

menor sorpresa de

su

casa

v desórdenes

regimiento,

del

al

gusto

á

intereses)

(')

no ser

ennir.orada

(>star

(pie

muv

j(')ven

;

y cuando

lo

hace es por (uden

y concurrencia para mezclarse y gozar entre

establecimiento y de

m.ivor variedad

la

de

los

la

ii'gular

espectadora, no en busca de distracción sencilla sino de oro; alegría

en tales

Cantinera

grandes pérdidas

ocasiona

cual

fio

ella

,

suelen

concurren

son de las panderetas,

sonajas, hierros y castañ'ielas. I'ero á todas estas bromas no asiste C(Ui

se

,

(pie

á

l'ei-¡ado>,

tener un ratito de fiesta

á

los gritos

quiere t(Mier utilidades grandes

mas desahogada de

parroípiianos

f,>slivos

rf'sa'.aas

si

domingos ó dias

lo^;

inmediaciones del

las

instantáneamente, V sin

riñe

se

\

ipic familiarizarse

habitación

l>i

veces

la

bien á

,

losjuegosde a/ar y es|)ccialinentp

,i

se labia

Cantinera

la

que por precisión tiene

,

s.hI.i

á

sus

como mera

no en busca de

sino del crédito de su

v

jiie^o;.

regocijos

parroquianos, para que su asistencia sea masconiinua y iiiavor

el

de los

consumo délos

objetos de su comercio.

Algunas

Cantineras

maquinaciones las

cantidades

en

situaciones ciilicas

Mas

toda

su

suelen

y a'maños ([ue

,

que

usureras

crueK's

p/oporcionan

tone de ma({uinaciones y de usuras ,

con

muv

infinidad

de

crecidos

de

á

por

siemp;e que se enamora

,

réditos

tropa, y aun á parte de la oficialid.id, la conducto de sus ingeniosos y leales asistentes.

prestan ,

ser las

lo

entonces ya no hay cigarros,

cual ni

sucede

pocas

viene naturalmente abajo

,

veces en

tiempo de paz;

bebidas, ni dineros que basten a saciar las

caprichosas francachelas del privilegiado amante;

(piiiMi

rescata de este

modo

el


LA CANTINERA.

!276

tunero que

pagaron on petardos y usuras

lo^ reclutas

,

como gente novel

,

y

poco esperiiiientada.

La Cantinera toma

al poL'o lioiiipo el

alguna

provincial del cuerpo y

acLMilo

de sus cualidades morales, pero cuando

se trata de trasladarse á otra población

se desprende de tolas sus afeccio!i;^s, y meditando únicamente sobre sus ganancias

ó p.M'didas al

nuevo

viaje

([U

consulla con su marido,

,

regimiento o (juedarse

seguir

las

y

por

la

m

o'.r.i,

estancia, vuelvj

la

o

i-;

que ya consiguen en

m

Cantinera

mi;)s

mas

cara,

ó

menos

dar sus pasos con

á

mas conveniente

será

tiene, siles

le

resuelven calculándolos deseudíolsos del

lo cual

,

utilidades seguras

pueluí hae^rea

'

si

el

la

población con las

p ¡pulosa, Si se deciden

del cuerpo

comandante

quo

y forma su nuevo plan de estratagemas y sobornos, basta ([ue viene á conocer terreno que pisa, y consigue entre los recien llegados crédito y estinuicion,

llega, el

que en

les la

bacen dejar espontáneamente y con gusto toda

de sus bolsillos

plata

la

cantina.

Va\ este

género de vida sigue

los trámites (jue las situacionesla

van indicando,

nada cstraños ú su y amen de algunos percances personales y pecuniarios profesión, y quede modo alguno deben causarla sorpresa; si ba sido diestra ,

sabido aprovecbar

y ba

venido

desengaños, y

sus

pasión

la

si

amor no

(Tel

ba

desbaratar sus invariables cálctdos y sus sabias medidas económicas, dando con ella imi una cisn de caridad, conrluirá precisamente por ser rica. á

Después tomará

aun(pie deje su tienda

,

que no

lo

,

costumbre lucrativa de dar

la

baga propietaria,

es probable, y se

.dinero á réditos,

no ya bajo palabra de

jionor ni por prendas insignilicantes

como en el ejército, sino sobre albajas para y verensus últimosañosel incremento hace toda sudicba. Su vida de prosperidad la

poder aumentar impunemente sus usuras, ráj)ido del oro

de

arcas ([ue

suí?

compensa con ventaja

contrariedades ([ue pueda sufrir, preservándola de la que de otro modo podia estar espuesta por el trato frecuente y

irritabilidad á

continuo de gente por

que tan

se

dan muclii)

común

lo

([ue,

una

sangrienta en su cantina,

buenamente

olvida

contar las

el

de

á los vicios

\enlurosa

p;);;o

las

averiada y escandalosa, cual la

bebida

([uiejji'a

,

o

y del juego. Si

son los soldados

Cantinera no es

la

una intriga de cuartel, ó una camorra

desbaraten sus empresas, se considera

la

los insultos, los

oro (pie suele ser en ella

heridas de su asenderead)

el

anatemas

,

y aun

los golpes

como no hay ¡)alial¡vo á la hiél ([ue por (lia como las pesetas de á cinco y ;

y (lia no vienen

,

á distraer

su vista, su oido

es la injusticia de la pobreza á que se

momento en cual replica

y ella

y

ella

([ue al el

feliz

verdadero bálsamo de Malas con que

y encall(>c¡do

corazón. Pero

si

los

repiten, y los insultos son violentos, y las deudas no se pagan, y ultrajes

muy

que recibe

,

se

la

con un terno y

y

el

petardos se

moneda de

ella

va á ver reducida sino medra

con un conjuro

con una navajada de

á

tercia

que

los

calderilla

pensamiento, de una idea

con un puntapié que

cura

menudean

;

,

y

la

lo lleva á

el

que

fija

llega

requiebro del cabo Juan Cazorro, contesta una fresca,

con un cachete,

y al

va aglomerando hora por hora,

lo< realitos y la

ni su

,

á

el

la

de nuevo con una varada

hace bailar como perinola, el

al

h()sn¡tal

,

y

á elhi á ht


LA CANTINERA. g.iler.i

coackiir

a

,

li,i/-.ir).i-;,

y

s'js

mía nunarii

dií

Iriijica

277

resto de

el

contiendas, y sus prel'ereiicias, y

las sales

sus

coiilaiulo sus

«lias,

chocarreras de los cabos

andaluces, que no ¡mede borrar de su memoria, por muclio que se esfuerza á ello, asi

como no puede acostumbrarse

haber pasado tantos meses ó años entre

y

las pL»setas isabelinas

nueva monótona vida, después de

á la

las sardinas

y

el

bacalao y los pimientos,

nuevecitas y relucientes, que iba separando á un rincón

de su armario para revisarlas y gozar en su aumento y halagüeña perspectiva.

Las cajas y las músicas fiel regimiento aun suenan en su oido y las tardes de campo Con las hermanas del sargento A. y la mugerdel brigada R., y los bailes ,

de

pandereta

diariamente irritabilidad

hubo en su casa

(jue

con

recuerdos de

los

que como todas

,

pasado, entro

lo

las irritabilidades del

vienen á convertirse en perjuicio del que por no saberlas enfrenar con

De forma que en

el

domingos,

los

la

vienen

atormentarla

remordimiento de su

el

mundo

á

,

sean justas é injustas,

padece, y pierde resignación ó la prudencia. las

al fin

los estribos

carácter de la Cantinera de tiempo de paz, se suelen ver

reunidas una gran flexibilidad que

permite acomodarse con todos aquellos con

la

que chocar de frente, y una gran dosis de paciencia para ver y disimular en ocasiones sin quejarse la desvergüenza y el robo de algunos soldados, á trueque de que acrediten su establecimiento para que esté siempre animado y (juienes tiene

que como

concurrido de los

incautos reclutas

contaminarse de

malas mañas, y diplomacia de baja leyó sea gramática parda,

de

las

los soldados viejos

,

,

pez

anzuelo acuden á

al

cual aprenden á costa de disgustos y de dinero.

la

toda riña suele ser indiferente por sistema

tal

Cantinera

En

y sabe por tanto evadirse contendientes sean soldados nuevos, sin

de dar su opinión, á no ser que los conciencia propia, y de

el

sencillez de

la

,

ánimo que no deba creérseles capaces de

temeridad ni de rencores profundos, que pudieran á su vez volverse en contra

C no simple espectadora

(le ella.

>

gran cautela

el

,

no hace mas en

calor de las disputas

,

tales

escenas que templar con

evitando ([ue en su cantina lleguen á darse

de navajadas, y la compliquen en una causa poco agradable y (jue no la ha de dar honra ni dinero. Desde detras de su mostrador, con un ojo en los capitales ,

¡adquiridos

y otro en

que espera

los

,

recuerda sus desengaños y aprende á

conducir su débil y combatido barquichuelo,

al

puerto seguro de

la

felicidad

y

desahogo en que puede prometerse acabarlos últimos años de su vida, esplotando los

descuidos de los demás y aun

ellas.

sus maldades sin comprometerse

nunca en

Esta es toda su ciencia.

«;%;«VlliEB\

Es un hábitos

,

tipo

UKL KJKKCITO

1,1

enteramente distinto del precedente;

sus sentimientos

,

t.%.np.%.Í4.

la

base do sus acciones, sus

se parecen tan poco, (juo difícilmente podremos hallar

un punto de semejanza, entre uno y otro. Por un efecto sin duda ác (¡ue la vida «leí campo dilata el ánimo y ongraiuloco los afectos del corazón al mismo tiempo ,

tiue

aumenta

la

robustez y agilidad del cuerj)o, ó do qno en medio do los grandes


LA CANTINERA.

278 de

peligros

la

vida se enaltece

desarrollo de las pasiones nobles

espíritu de algunos

el

y grandes que no

dando ocasión

seres

al

se abrigan con tanta facilidad

en tiempos normales y en las poblaciones muy populosas, la Cantinera de campaña á poco que haya seguido los ejércitos tiene de generosidad de valor, ,

(le

,

abnegación, en

lin,

fran({ueza

y desprendimiento,

lo

que

otra suele tener

la

de calculadora, de cobarde, de egoísta, de astuta y usurera. La Cantinera de

campaña no hace mas que bienes, la de las poblaciones no suele mas que males y ¡triste destino de la condición humana! la Cantinera de campaña en pago de su grandeza si grandeza podemos llamar sin exageración; ejército

en

ocasionar

;

;

en medio de su grandeza decimos, suele quedar muerta en

el

campo

sin conwuelo

alguno y de una manera desastrosa, ó acahar sus dias en un hospital, sin que las

dulzuras de

la

gratitud

vengan á mostrarla

el

reconocimiento de sus servicios,

endulzándolas últimas amarguras de su existencia; mientras que de haber muchas veces contribuido á pervertir

no haber perdonado agio

bajeza,

ni

la

aumento de sus

pin-a el

la otra

después

moral del sencillo recluta, y de

morir en cama propia, y rodeada de sus hijos ya crecidos, y

ulilid:ides,

suele

vísperas

tener

(mi

(hí

mas honrosas y lucrativas del Estado. La Cantinera de campaña euipieza su carrera de diferentes modos. Suele dejar

entrada en

las profesiones

la

población en (pie estaba avecindada

(le

paz,

reunirse

haber

al salir

su regimiento á

al (<jiM(it()

ej(>rci(lo

catalana.

desde

las

y ya admitida en un cuartel en tiempo y acompañarle después en ella; puede

,

campaña

,

poblaciones inmediatas

al

teatro de

guerra, sin

la

en tiempo de paz esta profesión: generalmente suele ser gallega

Según su

serán los ramos de comercio que abarque:

caj)ilal

(•

muchas

em|)iezan llevando tan solo una cubita debajo del brazo y una cestita con vasos,

y progresivamente van adípnriendo cigarros, y variedad de vinos, fiambres, etc., que acarrean después en un borriquito y mas tarde en un mulo, y al cabo en dos si las ayuda la fortuna en sus empresas. En el campamento conq)onen su puesto con cajones y un toldo, i'inico

legumbres,

,

,

resguardo que las lluvias;

y

las alli

es

posible

usar

contra

la

despachan sus comestibles á

prestándoselos generosamente

muchas veces

inclemencia la

del viento

oficialidad

y

á

la

y de tropa,

y aun desprendiéndose otras del dinero que ganan á costa de tantas penalidades v peligros, y que suele quedar sin retribución alguna.

Su

trage suele

,

de su provincia

ser el

,

pero después se

reforma algún tanto; y visten con suma variedad, auníjue siempre son dadas á los

pañuelos de colorines y ringorrangos.

las

En

Cantineras ó vivanderas su uniformo

algunos ejércitos estrangeros tienen

particular,

lo

que no sucede en

los

Los vestidos mas usuales y generalizados entre las españolas, puede decirse que son: un sombrero de paja muy ancho, ó un pañuelo á la cabeza, un nuestros.

corpino, una saya corta de estarbien otro \

á las (]ue

resisten

mucho

vuelo, pantalones y botin. Este trage suele

tienen aseo, hermosura y airoso talle; y con

muchas veces

larga serie de

añosa

las

él

ó con cualquier

penalidades de

la

intemperie

de una guerra desastrosa y no interrumpida.

La Cantinela de campaña ec Invandera

,

phinchadofa

,

enfermera v amiíra


LA CANTINERA.

279

ie individuos de todas las gerarquías militaras, desde

desc!inl3r3S:T:la

general

el

tambor; sin que deje de tener ademas sus afecciones particulares, y á veces vehementes, por uno ó mas individuos determinados del ejército. Al poco tiempo

al

se van desarrollando

y

(lo

en

ella

una porción de sentimientos varoniles,

comunicación frecuente con

la

la oficialidad

y con

socorre con tierna solicitud á los heridos

las JKitallas

tropa

hijos del trato asi es

:

es de ver

y

,

la

como

que en

á veces,

cometiendo graves errores, y sin otro guia que su generoso corazón, aplica á exánimes su jarrita de aguardiente pensando reanimarles;

Ja boca de los soldados

ó se apresura

,

,

otras, á restañar sus heridas, ó á pedir

ó á eslrofliar entre sus brazos

un cadáver

hierto

,

ayuda á sus compañeros,

creyendo poderle comunicar su

y fiarle alivio con remedios ya tardos y de todo punto inoportunos. Muchas Cantineras acompañan con la mayor serenidail á las compañías de

calor

cazadores en sus descubiertas y guerrillas, sin abandonarlos nunca

do

mayores peligros, y de

los

([uemarropa

el

ejército

contrario

y á veces escita

;

,

aun en medio

que pudiera despedir á

balas

silbar las

oir

la

compasión general

el

espectáculo que ofrecen sus tiernos pequeñuelos envanastados sobre los mulos,

trepando riscos inaccesibles y bajando inmensos barrancos por medio del enemigo, sufriendo sus tiros certeros, sin prorruin[)ir en lágrimas y (juejas

,

que fueran do

todo punto inútiles en aquellos momentos de desolación y liumana carniceria.

En

o;\asiones de

grande escasez de víveres y dinero

de su vida, para traer

á riesgo

que algunas

y verduras que

frutas

cuando (íonoce que conforme á

manera

se

constancia

que tiene

la

los riesgos

grangea

que no pueden ([ue

el

falta

,

alraviesael país contrario,

es posible, y muflías veces nada

reparte

generosamente á

de recursos iihpidc á

muv

mas de admirar en un sexo

sus compradores

pagarla

el

débil

valor

,

delicado por naturaleza

y

quebrantar necesariamente antes de llegará familiarizarse con de

la

infancia.

hombre puede

de

corazón

mas

poco precio,

y pcnaUdades que ha sulVido para adquirirlos. De esta cariño de los gefes de graduación y aun de los generales

todos los instintos y hábitos

ningún

la

ser indiferentes á tan repetidas pruebas de generosidad

tanto

,

lo ([ue

Hay muchas de un temple

su[)erarlas

en rasgos de

tal

y v

vida

que humanidad y tal,

mismo tiempo que en entereza y valentía; y si su atrevido que no pueden menos de ir anejos á su género de vida nómada, no empañarán justamente á los ojos de la>< personas de una moral severa

desprendimiento, desenfado y

las

bellas

al

los vicios

cualidades

del tipo

([ue

vamos

describiendo

,

no

titubearíamos

que mas rasgos bellos, sublimes, inimitables, ofrece ala contemplación del observador y del filósofo, en esos momentos estremos en asegurar que es uno de

en al

(pie la

humanidad

,

ciega de orgullo, se olvida de

derecho del mas fuerte

Tanta constancia

,

los

la

misma para encomendar

razón de sus rencillas ambiciosas é interminables.

tanta generosidad

,

tanto sufrimiento

,

cuando no van seguidos

de una rápida fortuna mercantil, no suelen tener otra recompensa que el

general en gefe pase un día á su lado .y

la

de una palmada en

diciéndola públicamente algunas palabras cariñosas y laudatorias, (|uc

proruinpir en láiirimas de gozo y respetuoso reconocimiento. Quií-n

la

el

de

(]ue

hombro la

|[n\ a

hacen visl(|


LA CANTINERA.

280 ,

en un cainpameuto- mía cantina rodeada

en momentos de escasez

,

,

de oficiales y

¡soldados, que acuden ávidos a comprar los escasos alimentos que suele encerrar

aun rá (-1

la

en ocasiones de hallarse recientemente aprovisionada; y haya contemplado Cantinera repartiendo sus géneros con equidad y justicia, guardando de

orden

se

diíerenciaíi

peligro, de

la

anlelacion

rigorosa

hambre general

y obedecen en

acatan

,

reconocer

sin

en aquellos

militares (|ue con

gerii:([r.ias

las

escasez, del handire

tal

,

ejércitos;

los

ideas y meditado en el estraño contraste ([ue oh'oce una .

sumamente hermosa y agraciada desprenderse de eciuitativo

,

intemperie

la

nccci-idad

ha particqiado

•!(

un nionicnlo

muger

,

muchas

1

^':^

vecc!.

que aunque endurecida y varonil, no ha podido

,

leinura y afabilidad de su sexo, en un acto tan benéfico,

la

y muchas veces generoso y desinteresado

y tostados á

si

haya recogido

vez

do

nioiiicntos

como

tanto rigor

y

al

humo de

,

entre hondires belicosos

pólvora

la

,

y encallecidos en

los

sufrimientos y privaciones de la guerra que alzan sus brazos hacia ella , como pudieran hacerlo los ejércitos griegos al invocar á la diosa de la abundancia. .

Sin embargo de esto tener

el

que no puede colocar

como

los

á su tránsito

,

peor alojamiento

demás

no hay

,

poblaciones

las

ella

Cantinera suele

la ,

y muchas

veces,

mulos ni darles pienso de cebada y paja, campo á lo que ella llama estudiar , y es pacer la

á cubierto sus

los saca al

,

por

consideración para

miserable yerba que ha podido preservarse de las escarchas y heladas del invierno ó del sol abrasador del verano.

El marido de de su profesión

la

Cantinera es un ser enteramente estraño

ocupar un puesto en su

suele

,

fila

á

los (piebaceies

como soldado

,

músico o

tambor, y cuando es paisano sabe por punto general hurtar el cuerpo del peligro, encargándose de hacer provisiones de mantenimientos en los almacenes y plazas

mas inmediatas

de

al teatro

la

Quevedo que podrían venir á

guerra. Mal pensaria

nuestro ]iropósito estos versos de un romance suyo

Mi marido aunque es chiquito al

mayor de

le

lleva

otra

muger,

del pelo arriba

dos dedos puestos en pié.

No

dice esta boca es mia

sino

al

tiempo de comer;

sin saber de donde viene

todo

No hay

le

sabe

muy

bien.

para ((ue decir ({ue en concluyendo

la

guerra se acaban los riese^oede

nuestra heroína, y enq^ieza paradla una nueva era de sucesos prósperos ó adversos,

según haya tenido

la

fortuna de hacer un caudal

tlesgracia de volver del ejército de operaciones

teniendo que resignarse

á

para buscar sq sustento.

y mejorar

monda y

de posición, ó

la

como

v

lironda

fué

,

recorrerlos puestos de guardia de los puntosa que llegue

A

esto siiele

ül

cabo venir

á

acostumbrarse por hábito y


LA CANTINERA. jwr

la

gente,

natural siiupatía i|uc

la

puede

muy

bien

281

iticUiiai-

modo de

de i^uerra, á cualtjuiera otro partido ó

á preferir el trato

de

la

quepudierg

vivir tiatuiuilo

proporcionársela.

CA!«Ti:\IRA Ui: PKi:j$ll>IO. La Cantmera de presidio reúno naturalmente y por punto general todas las peores cualidades de las demás Cantineras conocidas. Paga un tanto al gefe del presidio por establecer su cantina dentro de

y

los

él

,

y es fácil imaginarse las escenas

cuadros que se rel'ernán en su presencia por bombres que suelen hacer gala

del crimen

y conceder cierta especie de supremacía

,

al

que mayores y mas

frios

atentados haya cometido en sus tiempos de libertad. Ella

,

por su parte

aprovecha todas

,

hacerse con géneros averiados

porque teniendo de su parle á

,

las ocasiones

porque para

los capataces

es tanto ó

mas segura que

se

presentan de

le

lo

juzga bueno

no hay gran riesgo de que

su fraude ni de sufrir por consiguiente los castigos (jue

Su riqueza

que

hombres todo

tales

de

la

la

le

,

y

se descubra

están señalados.

Cantinera de ejército en tiempo

de paz, porque no tiene que temer tantas rivalidades, intrigas ni competencias

en una profesión que necesita de suyo un temple de alma, un y tibio

,

para resignarse buenamente

y desalmados, que presentan en su mayor parte

la

es

no es rebajado corrompidos

imagen de una completa é

muger de olgun

incurable relajación moral. La Cantinera puede ser

presidiario

guarnición, y en este caso es mas digna de respeto y fuese una simple aventurera interesada en sus ganancias y

ó de algún soldado de

consideración (jue

si

continuo con hombres

al trato

si

la

nada mas.

Andando

el

tiempo

de Cantineras que los

lo

tal

que

malos ejemplos que

libre

vez puedan vigilarse mas y arreglarse mejor los puestos se

allí

el

día ,

,

preservando

la

moral del recluta de

y evitando en los presidios este medio

y franco de comunicación, entre otros muchos que tienen los

criminales

,

y cuya

consumación de Pero como ios cuarteles,

la

los

estraviada imaginación se figura

mas horrorosos

Cantinera no puede

no creemos que deba

de su profesión. Si

asi

la otra

vida

,

un mérito

hombresmuy

á su

manera

la

atentados.

menos de ser necesaria especialmente en menor recelo acerca de la estabilidad ,

ocurriría el

no fuese, desde luego

sombra de temor, imitando, en

hace en

se le ofrecen

la

aconsejariamos

({ue

desechase toda

para hacer méritos, y |)ara descanso de su alma algunos rasgos de la Cantinera decíimpaña ([ue la liagan perder

parte del carácter duro

y

sí,

cgoista que generalmente

la

distingue.

JOSÉ DE GRIJALBA.





EL GLERUUJ.EHO.

v£lOMO á

racimo á

ol

la

cepa

como

,

liuque, Cdiiio el

todas estas cosas se pega

España otros

;

tipo

que

ella

Guerrillero

el

á

muere

,

sin

que nadie haya podido la

palahra ni

representa.

El que hava visto alguna vez á la

grano

entre nosotros nace y entre nos-

ni liasta ahora traducir á otro idioma ni á otras costumhres estrañas el

el

como el contramaestre á su como los harapos al pordiosero, como liamlirc al csclaustrado

espiga,

la

nieve ala cintura las

del Maestrazgo, la

un moceton de

mas ásperas quehradas de

cima del Monserrat ó

las

las áridas

en pecho atravesar con

p(>lo

Amézcuas

,

las

escabrosidades

montañas que producen

el

tan sabroso como poco célebre queso del Cebreiro; el ([ue liaya visto á ese moceton desafiar tranquilo la constancia de cien valientes perseguidores y el furor de seis inviernos, sin mas defensa que un fusil roñoso no limpiado en

campaña, y una canana vieja atestada de húmedos cartuchos, sm mas abrigo que el pantalón y la chaqueta, el gorro catalán ó la boina navarra, las

toda

la

alpargatas

una del la

y para casos de apuros

la

parda y fementida anguarina

;

ese

tendrá

idea aproximada del primitivo Guerrillero español; del soldado de fortuna;

hombre que

pereza

,

estira

el taller ó la

primer grito de guerra contra propios ó contra estraños sacude los miembros lanza un voto y cuatro temos al aire y abandona

al

,

labranza, dice un alegre adiós á los padres

,

,

á la

muger

,

álos hijos


,

284

EL GUERRILLERO.

miedo, y trepa

y

al

el

tiempo que tarda en

;i

independientes como

montes y merodea por cuenta y nesgo propios, lodo un cuerpo irregular compuesto de otros

los

reunirse á

él.

Poro no basta conocer

el trage y las armas de nuestro aventurero de montaña, porque estas y aquel sufren notables variaciones, á medida que se prolonga la vida errante: para no equivocarlo ron otros guerreros, que aprenden el ejercicio en

línea antes

que

de guerrillas, es necesario estudiar sus costumbres, que

la táctica

conservan sin alteración; y esto no están fácil como parece, poripie al cabo ningún (iuerriljero se presenta á todas horas en público, para ([ue los diseñadores de tipos

tomen

le

])or

modelo cuando se

les antoje:

por esto mismo se hace

indispensable que sigamos á nuestro C{uerido compatriota perlas tortuosas veredas

que conducen

á

sus guaridas, aunque nos espongamos á rodar hasta

de un abismo; que

le

contemplemos haciendo cara

de alguna tapia, ó desapareciendo sin saber contrarios; que

que

este

no

fondo

el

enemigo, parapetado detras

como délas manos y de

nos riamos cuando enamora

oiga el cacareo de sus

al

la vista

de sus

patrón de su alojamiento para

al

moribundas gallinas, victimas inocentes

del

hambre golosa de un atrevido compañero, y poi' último que nos admiremos de su ignorancia y de su paciencia. El Guerrillero no es catalán, ni aragonés, ni vascongado, ni andaluz, ni gallego: el Guerrillero es español,

intestinas ó guerras de potencia

Ademas, le

el

Guerrillero es

y siempre que en España haya

á potencia habrá españoles

en

predilecto de nuestras provincias

el hijo

consideran como un rellejo de su propia gloria

,

por

lo

las ,

discordias

montañas.

porque todas

mismo que

todas

sojí

guerrilleras.

Eranlo ya siglos atrás, y un hombre célebre, Vhuato, que

Pasando de pastor

Y

Fué fué asimismo,

no

solo

los guerrilleros

y adquirir

bandolero

el

mas famoso,

romanos ominoso,

gefc á los

primer Guerrillero,

el

Península ibérica, sino también

de todos

á

de aquí á capitán

el

verdadero,

audaces que

,

como

el

v]

primer héroe faccioso de

]a

único original de todos los faccioso»,

él,

han sabido despreciar

la

muerte,

gloria.

Pesada y fastidiosa es el presente pero á

como

,

la

la

erudición histórica para traída á cuento en artículos historia

riesgo de pasar por eruditos á

la

tenemos que acudir muchas veces

violeta

los (jue

,

con

apetecemos escribir de cosas

sabidas de todos y por ninguno examinadas. Viriato, faccioso contra Roma y de Roma vencedor, es el espejo de Pelayo , faccioso de las montañas de

Asturias y restaurador de

contra Napoleón, y de

la

monarquía goda

Napoleón

,

asi

como

lo es

de Mina

triunfante en mil encuentros.

,

faccioso

Y Mina

no

en 1808: pero ¿qué importa? Mina y el Empecinado y LONGA y Sánchez eran españoles como Vibia ¡o, y como él fueron herreros había leído

la

historia


285-

EL GUERRILLERO.

y en pos de y pastores, v como él pelearon y vivieron. Corrieren los afios 1808 llegó 1823, y renació el (inerrillero lusitano en Jiamto y en Merino y en Santos Ladrón; pero ya no era paslor Viriato, porque se presentaba ,

en

de su vida

ó cuarta edición

tercera

la

convertirse en li8 antes de

airada

venida de

la

1823 no podia

porijue

y

,

Jesucristo.

Después hemos

tenido

nuestro 183G en que Viriato ha vuelto á trepar por las montañas (lL\sapareciendo

como un meteoro ¿Quién sabe

los

en reducidísimo compendio siempre aparece en

en su origen

la

puro

ella

tan

siglos; tan activo,

el

tradición histórico-guerrillera de el

auncjue sugeto á

,

de (1\rrera, i y tiempo tendrán nuestros hijos? Esta e&

pseudónimos de Zl.mai.acírregi

bajo los

años que andando

tipo, la

no ha degenerado;

mas

influencia

emprendedor

,

ó

el

España

pero

;

mismo ahora

([ue

menos pronunciada de

los

V. como en

el

tan resuelto antes del

primer tercio del XIX.

Ningún hombre apocado

sirve para Guerrillero: la vocación se revela desdd

primeros años por un espíritu de independencia

'os

y de descontento manda: así que, menos

sufridas

al

,

por un prurito de contradicion

murmurar de todo el que mas antojadizas ó dp

español neto á

aquellas provincias que tienen fama de

son lasque mejores Guerrilleros producen:

caso las que

dan

levantamiento

;

á los

que impelen

,

señal

la

arrostrando las primeras

,

su ejemjjlo se

á

son en

ellas

todí»

consecuencias de

alzan las otras y envían

un

sus arrojados hijos

montes, que son siem])rc teatros de saniíiientas hazañas y de venganzas

inauditas.

El aspirante á Guerrillero, que teme \er cortatlas sus alas antes de haber

podido desplegarlas, desaparece de su casa y de su pueblo, sin mas equipaje que el encapillado, á fin de no esperimentar embarazos en su ligera marcha.

Todos sus planes para (unas

lo

nubes, una partida de el

aspirante,

el

país,

ro/i/nfrtrios,

y esto

la le

Bebe un trago en

liaij

nada

ladrones en tiene ([ue

el

(pie hacia tal [)arte

aparecido, no se sabe

bajaila de las

si

defensores de.... en esto no está el

cargo

bandera que ha elegido:

el

muy

seguro

de que tendrá tiempo de

hecho es

([ue

hay voluntarios

basta. la

jirimera taberna, y comt) [)osee una dosis

de astucia, primera condición .«ií

lia

pero se hace prudentemente

sobra para conocer

en

futuro se reducen á no ignorar

dos leguas de su pueblo)

(jue

debe adornar

camino y en donde

temer en

cst i n

al

muv

regular

Guerrillero, se informa do

poco mas ó menos. ^[ conoce que

taberna, se declara en

ella voluntario y pone el establecimiento en contribución, asegurando que no tardará en llegar el gefe la

con la partida. El tabernero empieza á meditar las consecuencias que indudablemente acarreará para sus [«dlejos la iriu[)cion de los voluntarios, y ruega al aspirante con las lágrimas en los ojos que beba cuanto ijuiera y que se marche pronto, á fin de evitar compromisos con las autoridades. Entonces dá prínci[)io el mozo á un reconocimiento formal de la taberna pide aguardiente, pan y un cacho de queso para hacer boca; jiasa la mano por la cara á la tabernera, ;

la

cual por

el

bien parecer

KNTREGA XXXIV.

le

devuelve un bofetón, mientras el marido

3i

lo

toma


^86

ÉL GUERRILLERO.

a risa

también por

,

desde

campo

el

aquella

bien parecer

el

carta á su

madre

;

en seguida escribe Cuatro garabatos fechados

y manda que,

del honor,

en un rincón se consume una arma eslá

corriente

asegura que os un

;

so

pena de

vida, sea entregada

la

por convenir asi al real servicio

,

vieja sin

famoso

fusil

repara luego que

;

de galo, aunque

i)ié

y se

,

lo

bayoneta

la

apropia con intención

de cambiarlo por otro á la primera coyuntura pica un cigarro echa la espuela con el último medio chico de aguardiente vuelve á pasar la mano á la tabernera, ,

;

,

que

esta vez no se ofende fie la gracia alarga los cinco al esposo estupefacto, pone una cara de arcángel al contemplar tan simultáneas operaciones, y toma, sin pagar por supuesto, la vereda del monto, entonando el il/amfcn'f ,

(pie

«e

fué á

guerra.

la

Al llegar á boca

de que

en

el

del aspirante.

¿Y el

punto en que cree encontrar

al

manos

con una

rolliza

la

partida de

voluntarios

aldeana, que compadecida de su error

pueblo hay tropa.— ¿Cuántos son? Esta es

la

el

los voluntariost

de

primera pregunta

—Mas de contando con comendante responde — Se han — Ea, pues venga un veinte

rlá

informa

le

,

ido ispersaus.

la

mozuela,

abrazo por

aviso, salerosa.

Y quiera que no, arroja el fusil á tierra, me la pesca por la cintura , y entre chillidos y juramentos, y traspieses y carcajadas, le espeta un par de besos tan sonoros y redoblados como un castañeteo de dedos en tiempo frió: ella se

limpia los abrasados carrillos con

todo escape el

el

y huye hacia

delantal

el

pueblo á

nuestro voluntario se oculta entre las quebradas del monte y acecha inslanle de la salida de la tropa. El oficial que la manda ha olido que anda :

algún moro por

costa

y dispone una

batida:

espira en su escondite;

agachado, con

la

la

pasa, y cuando ve que íibajo

como una

soldados están

los

culebra

el

voluntario ni

se

mueve

ni

bayoneta armada, observa cuanto á veinte

pasos, se

monte

desliza

sube á otro repecho y dá un silbido para escarnecer á sus adversarios: estos continúan el alcance, y él los lleva de monte enmonte ,

y de quebrada en quebrada, hasta que el comandante convencido de la inutilidad! de sus esfuerzos reúne la tropa medio estropeada de subir y bajar cuestas

y

oprimidla con el insoportable

peso de

mochila y

la

el

correaje.

El voluntario cada vez mas ligero y dispuesto á nuevas correrías vuelve por lo

regular

al

mismo punto de

dos horas antes por llama á

la

el

partida

enemigo.

,

Allí

plaza al señor alcalde, y

y entra en ,

sin

el

pueblo abandonado una ó

encomendarse

en medio de todos

á Dios ni

los

Diablo

al

muchachos que

le

rodean pide alojamiento, tres raciones de pan y carne y un cuartillo de vino. Sorbe este de un solo embite manda á la patrona que le prepare un guisado se ,

lo tragela,

guarda

las

,

sobras del pan en una funda de almohada de la

patrona, que ha tenido

la

habüidad de convertir en morral interino, cuenta á

quien quiere escucharle cuatro bolas acerca de sus campañas socorrido para dos días.

casa, prosigue tropieza con el

Gomo no

,

y

hace aun veinte y cuatro horas que

su aventurera ruta con

ama

misma

la

camisa que de

ella

ó con la sobrina de algún cura ó con el

se

marcha

falta

de su

ha sacado: pero

mismo cura

,

si

es de


EL GUERRILLERO. C/IJÍ311

que

iia

287

de luuclarsa todas aquellas prendas del v^estuario compatibles con

carrera profana que ha emprendido.

dejando su camisa basta y sucia y sus raidos pantalones por

y por

la

¡cS chor.zos y

ama, yá

la

por

jamones nada deja

los

,

hombre y

,

pero en desquite aijasaja

sobrina, con ¡os sabrosos manjares que á

En honor suyo

devolas del contorno. chocolate

ni es atlcionado al dulce

muy

flan

pitanza de

,

es

confesar (juc nunca

toma

valor del

el

estómago: fuerte trago y razonable

al

y cuadrúpedos componen

que está seguro de encontrar todos

al

regalan las bellísimas

la iglesia

preciso

por

,

cura, v

al

porque estas golosinas enervan

poca consistencia

volátiles

pantalones nuevos

los

y limpia del cura. ^ erdad es (pie por las pallinas

aniisa delicada

<

la

No comete un robo supuesto que permuta,

la

cocina del

dias á su

los

fo/i/?í/o?"?o

disposición

,

cocina

,

muchos

por

obstáculos que se opongan á sus irregulares marchas y contramarchas. Kl

tle

de Guerrillero desde

matricula

aspirante se

raciones á un alcalde

,

en que se vé perseguido por

ó

momento en que

el

estos casos, se deja crecer el bigote y las patillas, porque ya tiene á

su profesión, y se convierte de

el ocultar

tan temible y tan agradecido que

muerte

y

se

á la

ni

Como

son menos en todos

las individualidades

lado los genios de ni Guerrillero

profesión

en general

puro de España

,

cuestión de vida ó

él

el

mundo

ingresar en otra ya las

notabilidades que

y como este no es un artículo escepcional

,

la

mañana en un soldado

hace para

los estados del

sin tener en cuenta las

que de poco tiempo

esta

á

.

,

dí^jemos á un

y concretémonos

soldado mon'.anés de infantería, que es

al

,

ó sea el Guerrillero organizador

,

mengua

perdona una injuria. Pero

formar una partida y constituirse su gefo ó

el

formada.

aislado,

noche

un Üíwov

ni olvida

no siempre puede permanecer

la

pide

Llegado cualquiera

la tropa.

el

Guerrillero

combinaciones políticas y diplomálica*»

parte intentan abrir una

en

brecha

rancios

los

hábitos guerreros del tipo que nos ocupa.

Una

partida de Guerrilleros

raso á tropas disciplinadas,

por numerosa ([ue sea, nunca ataca

,

su gefe

si

sabe

obligación: lo

la

sorprenderlas cuando puede, y aunque se encuentra

parala ofensiva,

las ventajas

de

la táctica

intereso

,

sino porque en

él

CnnipO e^

precisamente organizada

que observa, cansando

son portentosas para su conservación y aumento. Por eso liene plazas que guarnecer; por eso resiste en

cll

que hace

un punto

,

el

al

enemigo,

Guerrillero

no porque

causa mayores pérdidas que las que recibe

el ;

nunca

punto

le

por eso

lo

abandona y vuelve á recobrarlo cuando le conviene por eso en una palabra, no puede ser jamas vencido aunque casi siempre anda disperso en sus reveses. ,

;

,

Una de

las piincipales

es conocer á palmos

el

la

mas importante,

que opera: pocas veces traspasa

los limites de su

obligaciones del Guerrillero,

país en

provincia natal para combatir en otras.

de

fijar

á su capricho el

grita el gefe:

campo de

muchachos

,

batalla:

De aquí desde que

tnl

resulla el

vez

que siempre es dueño

éxito se manifiesta contrario,

á dispersión; dentro de dos dias todos en

tat parte.

Y

laM

vencedor, y por mas que se empeña, no logra dar alcance á cuatro hombres reunidos: es decir, que ha guerrillas desaparecen

en cinco minutos, y avanza

el

peleado tres horas para apoderarse de una posición

.

que tiene que abandonar


^38

ÉL CxUERRILLERO.

sino quiere perecer de hambre. El Guerrillero entretanto merodea por los pueblos

y caseríos que

siempre

casi

protejen

le

se informa de

,

cuanto hace

el

enemigo,

penetra muchas veces en sus acantonamientos, y á los dos dias se incorpora infaliblemente á sus "compañeros, para continuar aquella serie nunca interrumpida

de

encuentros

,

escaramuzas

sorpresas

,

retiradas

,

,

victorias

descalabros,

,

dispersiones y emboscadas. Pierde una acción, pierde seis, veinte: nunca padece de

aprensiones, nunca se cree en mala situación

y engaña

tiempo ocioso en

el

mucho de aventuras y de en cualquiera

jjarte,

bien que

imposible

mas

burla déla

se la

es

proezas:

,

porque está seguro de

pava con sus patronas

|)elnr la si

,

en

ella

bucólica,

vela cosa demasiado apurada, se esconde

por ejempl;), en casa de sus mismos padres ([ue

la

gente que se paga

bu; (píen

le

esquisila vigilancia. Mejora

á

y

,

,

muy

poríjue sabe

de

atrevimiento

fuerza

tiempo, ó se hace menos activa

el

persecución, y ya le tenemos otra vez en campaña sacando raciones, tiroteándose ril)azo, arrastrándose a guisa de reptil, para caer de improviso sobre

desde un

un soldado

([ue

dos minutos antes

el

arma

aporreando alcaldes y mojándose hasta

])risionero,

Los aguaceros, el

encaraba

le

abrasado

sol

nieve,

la

de agosto... hé aquí los

mas

domar su

y morir defendiendo, malo ó bueno,

los tuétanos.

el

terribles adversarios del Guerrillero,

brio,

enfriar su resolución de vivir

ni

partido que ha abrazado.

camina, se bate, come, bebe, fuma, srquea, enamora

en

Cuando oye

entonando canciones

hielo, las ventiscas de diciembre, las polvaredas,

el

adversarios que no consiguen

los huesos:

,

causa que defiende, asistiendo á las romerías con riesgo de quedar

alusivas á la

á

cruda que sea

el

verano no se limpia

el

el

y ya

restrega los ojos, eclia dos cuartos de aguardiente,

que quiera ordenar

el

está dispuesto para lo

señor comandante.

El Guerrillero jamás hace traición á su bandera

,

del ejército; á

las últimas

conformidad. Si

gratitud y consideración

prendas al

(juc

le

abandonan en

persona del Guerrillero una adquisición preciosa

contra

la

referir diariamente sus

adulación cortesana

el

,

,

y

como ha

mundo

le

toca

vivido; es decir,

son

valor y

la

estado se procura en

la

el

porque su ruda franqueza, su la

noble vanidad

conque

se

plebeyos principios, son una garantía segura

contra todas las emboscadas que los ambiciosos

hombre elevado, de quien en alguna manera dependen administración de justicia, el decoro y el brillo de una nación.

preparan sin cesar la

de sus compatriotas. Si

contrario llega á ser general, el

talento, hijo de la esperiencia y del infortunio,

complace en

oficial

,

la

desgracia de caer prisionero y ser fusilado, muere

que

un

gana sus ascensos á balazos, y cuando se acabala guerra vuelve su tallero á la labranza de sus tierras si tal es la voluntad del

gobierno, seguro de la

n

es inaccesible á la sedu( ció

y aborrece los finos modales; nunca acepta gustoso por gefe suyo á satisfecho

invierno

toque de generala, salta del lecho, y por muy estación, acaba de abotonarse los pantalones en la calle: se

media noche la

el

En

y duerme empapado hasta sudor para ninguna de estas operaciones. ,

al

JOSÉ nZARZA D£ ANDUXZA.




LA GUANÍ.

i|uici't's, li'clor

I

niiciiiiieiito

con

el

(!c

iioiiil)i'e (le

por((iie

desciende

])oi'(|uc se dii)

á

todos los

las

de

Ihmu'n olo

pi'ost'iiciar el

,

esa mui^er (juo (jitaiia,

(le K;^i[)lo,

([lie

y

moriscos;

si

la

espulsion

deseas conocer una

ceremonias mas importantes

las

los

Gitanos celehi'an en

de seguirme hacia

puente,

de personas contemplando con ávidos

la

ojos

los

])or(pie al pie

con

lo

((ue

arcos

carrillos

,

sii

i^ílviertes

(¡ue

:,

bienhechora lundire hasta una docena la

ración de carne (pie va cociiindose

tez

aceitunada,

ahora (jue

,

con

Arabia que de Andalucía

sus gestos y su rpovilidad continua dan

á

te

sus abultados

con sus gruesos labios, con sus negros, vivos y rasgados hijos del África ó la

gusto

de ellos hemos de

largos cabellos, y sus blanciuisimos dientes, revelan su oiigen

que mas parecen

el

de aquel

buscamos.

lentamente dentro de una gran marmita de cobre? ¿No obseí vas vas acercando, (]ue esos hondires con

(jue

curso de su vida

el

aventurera y vaiíabunda, hazme

¿No ves arremolinada en derredor de

unos

sejj;uiiotros

no (juisieron abandonar

de

topai-

conoce

en llamaf Kijipcios ó Gitanos

tierras españolas cuando los

si>

sciiuii

ojos,

con sus

(\'ílrangero,

ó Cataluña?

y

¿No

su conversación v

á


290

LA GITANA.

vivacidad de su fisonomía cierta esprcsion penetrante y característica? No reparas, amable lector, que el rostro de esas mugeres presenta un aspecto melancólico y que sus actitudes lascivas su color , la soltura de sus )a

,

miembros,

,

su movimiento y agilidad, recuerdan im clima abrasador, donde hombres y mugeres se entregan á ejercicios que desarrollan el vigor corporal, y dan fuerza á ciertas facultades morales? Pobre raza! condenada por su infeliz destino á una vida

un dia y otro, porque asi lo quiere la estrella de su nacimiento, y rechazada de la sociedad, busca un albergue debajo de los árboles, al pié de

errante, vaga

solitarios castillos ó en el fondo de una quebrada. Pol)re raza! sin patria \ sin hogar, dispersa há cerca de mil años, inquirió un asilo en el MíMÜodia de Europa,

y

la

Europa

repelió de su seno, arrojando sobre su frente

la

y vertiendo en su corazón

veneno de

el

la

el sello

del oprobio,

amargura. Pobre raza! combatida

por todas

las causas que disuelven una nación, las tiránicas absurdas leyes ) promulgadas en su contra no han podido destruir su nacuinalidad, y si no muere donde nace, nace y m\iere imitando las costumbres del' Oriente porque Dios y au destino no quieren ([ue estreche los lazos sociales con los demás pueblos!.... ,

Dirige ahora

en torno de

carisimo lector, una mirada á esa docena de personas sentadas

,

lumbre

la

y conocerás que

,

importante, pues hablan en

\

oz baja y

se hallan

preocupadas con alguna cosa cuando vuelven sus ojos

de vez en

hacia un rincón del aduar, do yace cubierta con unas mantas v tendida sobre un montón de jiaja una ijobre moza, cu\os dolorosos aves arrebatados por el ,

vienfo, van á herir tus oidos

agrupan

rededor del

al

una de

recibe

en sus brazos á una robusta niña, de rostro atezado

ellas

su madre, y como criatura es un

no

ella

pequeño

se sabe a ciencia

Si

conmoviendo tristemente tu alma. Mira como se mezquino lecho tres ó cuatro mugeres, v con qué afán ,

de marcada y característica fisonomía.

anillo de esa larga

á la

de todos los que se hallan a su los

como

mozo,

el

unos á

recién nacida

embargo, no

,

te

los otros

mismo

lo

,

el

desnuda

al

Gitanilla

,

como dos casado que

gotas de agua

,

el

la

muy

llena de

tanto el viejo á

la

(jarla sin

ton ni son, celebrando

sus

¡jenlcs

ú

clarisa cogida

en

el

orejas, la

sus

cabeza de

próximo corriente, y

la entrega á una de un montón depicosay la lucerna. Y como el

cual arroscándola en unos trapos la coloca en

poniéndose lodosa mucjuir con

agua es

alegría

prodigándole palabras cariñosas en una jerga ininteligible. Sin será difícil dar con el padre de la pobre niña si reparas en un

un poco de ,

la

en sus brazos

nares y, en fin, todo su chucheó semblante. Luego arroja sobre hija

débil

padre,' porque se

y porque

soltero arrullan

el

los fanales del tierno aguilucho, su erguido chapilel,

ps Gitanas

como

cuyo primer eslabón

y lomas en cuenta

rededor, no toparás con

joven de agraciado aunque moreno rostro, que

su

esta

donde ha sido forjado.

lija

examinas con atención

parecen

cadena de Gitanos

Oh!

el

mayor

apetito junto á

crua, y no ayuda á la digestión, pasa de

mano en mano una bujía vagabundos gitanos, y dando doble movimiento á sus azogados

buen cáramo, alegrando mas y mas

mayor animación

á sus

miembros. Después

el

elásticas facciones

,

á los

padre déla niña reparte unas cuantas plaiilom^

á\^

peñascaró,


:

LA GITANA. V mientras

mas

los

piaores se ocupan en potar,

en rasgueado son, otro, tenido por gran de

según

capricho

s'.i

,

si

es preciso buscarlo en

aquí

es

preciso

fR/tíi7»c''/o

mió

lector

,

las

que

,

pasado, podemos alzar un pico de

lo

algunas palabras acerca de vá

á

la

que vio

Gitanilla

la

á

clásicos

los

,

como

,

ni por necesidad

cortina, diciendo á

los

profanos

en su presencia, y ahora

luz

la

aun de

ofrecerse á sus ojos radiante de juventud y

Como

miseria

cual los gobernantes, á tender un velo

por buen corazón estamos obligados,

sobre

la

unidades de lugar y de tiempo, para llevar ú á cualquier pueblo de España, á

ya convertido en cliahorro

,

perdón

pidiendo

,

linde conocer sus costumbres de adolescente. Sin embargo ni

cuyo modelo

,

singular que en medio de

otras regiones. Pueblo

dramaturgos, quebrantemos nuestro

confundiéndose

de ciertas danzas

quo ha pasado por quinientas manos de generación en generación...

la guitarra

Y

entona unos cantares llenos

separándose ó

las reglas

guitarra

la

alegría, olvidando sus privaciones con las ruidosas castañuelas,

se entrega á la

V

no es que siguen

rnozo ojinegro toca

(juillabaor,

las mugeres bailan en circulo,

v

rnalicia,

291

un

belleza.

nuestras leyes han puesto a los Gitanos en

guerra abierta

con los

como en vez de morigerar sus costumbres han hecho lo contrario; como, para decirlo sin rodeos, como el envilecimiento y degradación que sobre ellos pesa han llevado á sus corazones un gran desprecia pueblos por flonde pasan

;

hacía las instituciones sociales

Adán,

,

no siéndoles permitido para engañar

se ha dedicado a

demás

hijos de

todo

que pueden, estafándoles de un

lo

mas

ellos, no el derecho del

doble disimulación.

Una de

armada que espone

al

robo timido

,

sus mayores industrias es el robo

brillar

suvos con

el

si

si la

nombre de

muchacha

propensión

cierta

como

v

al

es

hurto

las teorías reciben su

,

según

,

ejecutando á

el

la/ie/ra,

mayor no

le

antojo de sus padres

,

sanción de

las mil

es decir, si notan

la

práctica

la

y vuelta do ,

la

sois

atrapar

al c«/j(sr«/

cacaree

,

,

echa mano

,

es conocida

en su rostro

á

;

invade

el

una coto, torciéndole

,

v

años es una perfecta

maravillas las lecciones que ha

paredes de un corrincho

las

y

mano»

niña no es estropean del

la

recibido en esa

banda establece su

vivac en las afueras de un pueblo, asalta las huertas y arrobiña frutas

por

á

entonces todos se convierten en sus maestros

escuela constante de socaliña y artimaña. Ella, cuando

ella trepa

astucia

robo

el

y apenas empieza á articular algunas hacen repetir una y mil veces choro,

un tanto aguileña,

entendimiento, escusudo es decir que á 6iV/aora

,

ejercienrlo eontn»

no revela arrojo indica sagacidad y cierto talento»

palabras de esa gerigonza tan espresiva chorar,

los

mejor empleado.

Bautizada ó no nuestra Gitana ftntre los

modo simulado, y

sino las prerogativas de

,

que

ladrón á recibir un escopetazo á boca de jarro, sino uu

furtivo, c[ue

que no dejaría de

fuerte

vivir hacer lo

sus semejantes. (juUándoles

a

gallinero, el

y

y si

hortalizas;

no puede

pescuezo para que no

y aun suele coger un par de albairea ó sean huevos frescos. Otras veces

penetra en

la

población, corre por sus calles, y se llega á

la

puerta de una casa,

luciendo con voz dolorida «Zer|ó,

dome zu

mf'rzé una limoznita por Dioz, <pio eyloy (¡andia de jambrp.


LA GITANA.

'292

—Perdona

inuchaclia

,

se ocupa en dar de

—Zeñó,

comer

responde con losco acento un señorito de lugar que

le

:

una perdiz.

á

replica la cliulaina en{vi\m\o en el-zaguan

ya jase doz diaz

no he prohao

([ue

zumersé cuanto decea

;

po loz clavoz é Crizto, que

jari'm. Azi el divel de loz cieloz

el

ande ozté, zeñorilo, que

le

á

con mucha neseciá,..,,

lo pió

por eza cara tan germoza y eze cuerpo lan bien formao.»

Y se va introduciendo mas y mas hasta que se llega sus fhraijnas y sus galatiunbas. Si apiadado este de ,

mano y

vuelve ¡roto

iá^ ió

encuentra en

la

un

el sitio

donde

dejó tan sei'cna

la

plato. Así recorre todas las casas llevando á su

AW (jarrama

,

uua paloma

como buena tomaora

,

los cuartos recogidos

del din caló del

se

,

Pelra ase

lo

cuando aquel

nunca hubiese

si

aduar, como producto

ó sábana, dos carunasó camisas,

mendrugos

tocino, varios

como

la

,

trasporlable, lo guarda entre la ropa, y

es

Gitanilla

infeliz

despensa en busca de alguna cosa con que socoirerla

niarclia á la ([ue está á

mancebo renovando

al la

un lardo de

mitrcco

de limosna y tres pesetas, que

ama

bolsillo del

del cura

al

besarle

la

faldamenta en señal de gratitud. Entretanto va corriendo

tiempo, y

el

Pelra,

la

sus gustos, azotada por la lluvia y combatida

tormentas y adormecida por

como

el

corzo de los monles, y

si

llexible y esbelta

también

semblante,

el

cuyo

á

á

brillo

completamente entre todas sus formas voluptuosidad la

y

,

,

calor se siente á

sobre su frente

se cria ágil y fuerte

como

fondo de

al

nuestro inmortal Cervantes.

,

nos abrasaríamos en

la

marca de violentísimas pasiones. Cuando

muger

Supersticiosa

los judíos

la

como

los bos([ues

,

como

el

ó

abandonar

Nosotros, benigno lector, iremos tras de

el

escudo de

la

mas helada

frialdad.

las

mancebo de

ilustre

h

Pelra

De

otro

y

modo

viva lumbre de sus ojos, y no nos seria dado bosquejar

todos los pueblos del Oriente

,

aficionada

como

ellos á la

duerme dos

como le conviene engañar á cualquiera co>la, hace humanas y las constelaciones celestes y cosa estrañal esas familias nómadas y vagabundas, condenada como

sitio,

las vicisitudes

¡

esas tribus errantes,

,

Cuasimodo de Víctor Hugo,

el

esa raza de Gitanos que cual los árabes del desierto no

,

noches en un mismo

que estudia

suerte

fea á

lindo retrato dn nuestra Gitanilla.

el

astronomía

el

sus ojos de azabache, y desarrolla imprimiendo en sus labios un sello de

quiera llevarnos, armándonos antes de indiferencia y de desden,

cubriendo nuestro pecho con

en calma

como

,

volverse locos por ellas

á

,

cuyo y porí[ue las Gitanas llevan en el pecho un volcan muy razonable distancia. Entonces es fácil perder el juicio y

ciudades y seguirlas

donde

en

y

crece en medio de sus privaciones

pie re|)osa

Pelra llega á tener quince años es hermosa, porque no hay

semejante edad

á

,

en sus acciones

vientos, arrullada por las

délos campos dora mas y mas su atezado

sol

mas

da

huracanes

los

pino

libre

j)or los

á

una

creen

eterna,

proscripción

conocer

sus mismos oráculos.

el

destino

de

y los

que no pueden

demás hombres

Nada mas frecuente

ventura, queriendo persuadir

á

los

bobos ú

(pu^ oír á blanco>;

las

aliviar su propia ,

dando

gitanas

que couQcei^

asenso la

los

buena

arcano?


LA GITANA. fiüiMo

lo

di'

l!:iii;m;!i)

iMi

muís

Pclra

i;i

\

descompuestos

descnjii liut

(¡is|!u-.i(ic.ii

iiiistcri('-=;i

l:i

occs

pidiendo

,

¡Ir

\

do

r;i\;is

!;i^

í>l,;iá,

canfnros,

lascivos

y

1()3

;i

ya

mano.

iu;;i

caiitaiido

coi!

HliLM-lad

iiai'iaiido

sus

propios

infortunios ó los de su familia con lastimera voz y gesto d(dor¡do, senun las personas con ([uienes trata y los lugares donde se encuentra, recihe no ¡¡ocas

limosnas, ad([uir¡en(lo dinero algunos,

unos, zapatos de

los

dt!

pañuelos de no pocos. Poro

y

son sus nigrománticos ardides

(iitana

su fulur,) destino

anunciailo en cam|)a nudas

,

joven á escuidiar su sentencia

resuelto el

con gravedad

se*apodei-;i de ella

cruzan

muchas

siendo

,

algún inesperto manceho de

vale paiM hacer «pie

clava

,

ojos

los

los

frase.-- \

tiende

,

los

mano

Eztoy viendo en zu

I)

zuyas

laz

gayardo,

madurao zu que

d(í

como yegua

armaz

le

jará

zin freno

en toa zu

lusirá

clnilrnud

lez

y

á laz

de e/ü

¿No

,

c-la

ravas (pie

las

esta suerte, d!'si)ucs

muv (|ue

laz

zu

un narin

la

poca

luna.

d;inia

c(Pii

y

haii^aii

puriziinn tra/.

jombroz

lo

el

y señirze á un lao el (ihanicu vé zu mersé czta ijya que ze

,

!,iu

? ...

/<(

de eza já

cniíc

que,

nasimiento,

rAyf

añoz

loz

peireriaz

Luego que /u mcrse güelba

clariá la cztreya e

chapitel...

pilonisa

la

criatuia/,

conzedez

Mañana alumbrara

loz espresios

zaltar é la blanda

de un

corta luaz

zezera...

la

zu mersé

oilía

(hiando

,

nnigerez hazta

laz

é

,

faltan

estilo,

esgrasiao po laz calahciaz dulioz v

y ze zienta baztante juerte pa zofrí

obliará

y

ozcuraz de zentio

juya zu mersé

trae reguelta

le

rczplandó, rdial

,

juisio,

muy

un jinen

Vy! Zeñr). ¿por ([ué daz

ejaz á

zi laz

moso! juya

l'robe

iners('

[iropiaz

á

un momento en

de haher consultado

po

uunra

enigmático

la

ingeniosa

la

cáhalas de (pie se

las

rpie

palma, y en tono solemne y profélico esclama la (jenidtra tlel mozo.

la

á

de

refajos

oli-os,

que mas produce

lo

a

zu zu

ruio

de

laz

cpie

ha

de

ezliza jasia el

deo pequeño?... eya rebela á no poer maz que zu aiersé crusará loz marez y que si no le dan mulé en lejanoz paizes pazará laz aguaz ezpuez cargao una jembra como un zol. .luí! zeñorito, (le pelraz (pie tirará á loz piez de ,

¡y

^^^^'

zi

no

loz

''''''>•>

(^-^

sierra zu

zueloz

que no

,

zt'í"

¡i

á

zu mersé, loz

y nengun endino irá á esirle palabraz é ternura... Maz pue jablá y naide zabe loz zecretoz deldivel.»

Asi termina

ocupa

de

la

Pelra su gerigonza

se aleja pensativo

-uniclie

,

y

,

á

á la

mancebo que apenas ha comprendido el momento que el hombre

Gitana

,

,

aunque crea penetrar

los

través de azules ó rosadas nubes. Sin embarco,

curiosidad ejerce gran imperio en

temblando

el

porque desde

porvenir se entristece á pesar suyo

futuros sucesos de -su vida la

y cuantoz afanez le prepara el Zeñé) Zuz lagrimaz roarán po

ílechasoz del siego!...

too ze

tres palabras,

se

^¡i

corason

rogándole

la

la

diga

juvenlud, y una la

huma

mozuela se acerca

rentura en candjio de algunas

monedas. La Pelra la examina de pies á cabeza, y luego con acento m(>lanc(')]ico entona un cantar débil y lánguido, arrebatando el corazón de cuantos la escuchan porque si su música es pausada y armónica , también es negra como los pesares de un desterrado, triste con^o las revelaciones y consejos que la ,

letra

encierra. :5V*


LA GITANA.

294

¿Por qué tiemblas, pobre niña

Gomo

arbuzto del dezierto,

Que ze mueve zin consierto Cuando el vendabal le diña ? Mas jasez bien en yorá Que en ezta mano diquelo ,

Laz penaz

([ue

el

Adizponiéndole

negro

sielü

eziá.

Trez pajaroz reboiando lián á tu ezciiro nio

Y

por encontrá zu abío

Mil cozaz irán cantando.

El águila ciitjuiiidlráa

Con zu

arrojo y zu pujansa

Lo

(|ue

.

nenguno alcansa

Dirá «lue

ya yegó

á

alcansá.

Ll cuervo zuz negraz alaz

Selebrará y zu pi'imó.

Por atrapa

De

mejo

la

loiticaz laz luz galaz.

El ruizeñór aniorozo,

Pa mitigar zuz pozarez,

Entonará

cantarez

rail

Con asento melodiozo.

Y

tu

inoscnte chíbala..

,

Lo abrigaráz en

lu

zeno,

Apurando eze veneno Que eido([uese zi no mala. Maz pronto L^l

Y

tu

de

ti

(MMMSon zciisiüo

EzcoüKMisaiM

zercna

Ponpie

a

iiiña

Pri;l)(^

Y

juirá

pajarülo

ciiiliaidcr

los

zo:i

!

zulVi.

/..'ca

luz

yoro

el

cahimhre^

,

pczavinibrcz


,,,

,

,

m

LA GITANA, De

horniozura deziloro.

tu

Alsn nlliva

el

cliapiiel;

Encampánale orgulloza Y no giiuaz, probé moza, un ingrato donsel.

l'or

jasez

le

redomúa

Por eze hermozo palmito

Maz

un beyo zeñorito

(\c

La caena

Que

arrrazlrará.

jnmbrez corren siegoz

lo

Traz una chulama beya,

Cuando

Y

loz espresia

ze rio do zuz

eya,

fuegoz.

Zi zabez vivir tendráz

Mil fúcarez aniaorez,

Toiticos contrihuiorez

Y muy

(jodeña zeráz.

Navega puez viento en popa

Que yá

En

altonáa yá zoltera

mundo La muge que á ezte

Zi

Un

,

prozpera niuciioz copa.

en tu barreera vé

rizeñor á dar viene

,

Zuz ezperansaz mantiene

Durante un mé y otro mé.

Maz

En

la

zi

le

zienlez clabao

punta del ansuelo

Arrójale po lo zuelo

Y

que zufra

ol

ezdichao.

No zerá niña el primero Que ajenaz culpaz pagó Pague

|)uez

un ruizeñó

Jumilde por otro

Navega niña

á

fiero.

toz vionloz


296

LA GITANA. \

zi

Dejii

clnmuijea alguno,

probete importuno

al

Lucha con zuz pcnzamientoz.

Muz peciorez

mczmo á' Poto me najo VA

diciendo

cuando niña

do

el ai'le

¿íz/rtr;

la

compasión

nunca

,

á

brilla

sobremanera. Ajustado

el talle

los

mitad de

la

borbotones

,

con un aprelao (corsé) negro ó de color de

pierna; calzados

la

á

es tan bella

que forma un estraño contraste con

,

lustros arrebata

tres

y arrebatadora, jamas cautiva hombres como en el baile ejercicio en que

mugercs y entusiasma

solollegaá

dospnos es atliniradn por

si

;

que alcanza sus

luego

si

á las

canela

,

buena ventura, cantando ó usando de esos chistes que

la

desprenden de sus labios

se

zaláa

dé zalú.

divel te

Si la Gitana escita

su destreza en

cpic

la cayáa....

I-lze

encarnado de

lo

los

la

campana

con eztiboz de

sallaores

la

,

muy

cual

corto

empeine; ío/c/ííoelpechocoaunpañizuelode color; vistosamente recogidos sus «íVes ó cabellos, y adornada la cabeza con infinitos mxofios

,

se presenta la Gitana en

Mairena, y á todos los majos que montados en briosos almifores cubiertos de (jireles van llegando á la hola (feria) los convida á que vayan á su puesto,

un

diciéndoles que posee lindo, porque tiene los

muy

palacio

mancebos andaluces siguen á

la

cerca

,

y.

y

en

(pie

por

pueden solazarse de

él

lo

que luego verán. Prendados

lo

gracioso atavio de

del

Gitana, arrebatados por

la

el

y arrastrados por el sardioque ó sandunga de la su palacio que es una choza formada con mantas sostenidas

fuego que despiden sus acais

chulama,

allí

buenos tálamos

,

,

en unos palos, se sientan en los tálam.ox, que no son otra cosa que unas

es'.

eras,

piden dos ó tres libras de buñuelos, y cuando han apurado sendos tragos de anisete, y les hierve la cabeza, hacen á la Gitana que baile con otras tan

como

jarifas y empercgiláas

Diestra el

la

Pelra en

capataz de la banda

el ,

ella

y como ella tan ricas de sardioque.

,

arte de agradar, al son de la guitarra

compañeros cantan una balda,

ella baila

causando gran impresión á

aturdidos majos la

sallaren de la guitarra

maliciosos cantares

,

,

la

que suele tocar

dueño de aquel tinglao, mientras que dos

los.

que

se las pela

ruido de las castañuelas

el

,

voz de el

ó tres

de sus

con oíros dos ó las

gracejo de las Gitanas

picaresca espresion de sus miradas, y

tres,

(juillabaoras

el

brillo

,

,

el

sus

de sus

adornos.

Y lo

aquí

pasado

,

,

lector

bueno

,

aunc^ue

antes no tuvimos á bien correr un velo sobre

es necesario (pie arrojemos

uno

muy

con una cubierla que marca perfectamente su

merced

á

,

por(pie vestida

In

Pelra

y sus graciosísimas formas, sus libres movimientos, en cada gambeta descubre un pié sumamente

pulido y una hermosísima ])ierna a(pi!'l,

tupido

por(|ue

,

porque

sus ardientes miradas

se

talle

bambolea su árbol con muchísimo

(juieren

decir cierta

cosa,

porque en


297

LA GITANA. Andalucía lucen

las c^strellas

po!\[ae los naranjos que tanto ([ue embriap:a los sentidos,

en una

de abril con claridad algo lúbrica,

iioclic

abundan en aquellas campiñas esparcen un perfume

y porque

esijlemlor

el

escita ideas

aq>iel cielo

d<:

un

tanto voluptuosas

Siyo no fuera Pelra

la

cristiano rancio

un mozo de

á

la

banda

elegir

consentimiento

su

muy común

fie

muger á la luz del sol ó sus mas príWimos parientes

matrimonio con todas

apuntemos entre

las

las

abundantes libaciones de

y sus vítores. Cuando la Gitana

,

después,

á

bajo

el

los

cuales

luna, con

hay que celebran su

los

la iglesia, lo

mejor será que

guitarra y las castañuetas,

la

Gitanos, y

ruido de sus cantares

al

,

á

esa

raza

,

es

quien

á

el

sorprendida por vulgo

la cierta, y es que jamas abandona sus

,

desprovista de buenos sentimientos,

preocupaciones, tiene por absolutamente

que

de

la ficción

engaño. La Gitana abriga en su corazón un tesoro de amor para

con sus

creyéndola entregada á repugnantes vicios

un

hijos y los

la

,

yugo matrimonial hasta que

fuerza hacer justicia

el

en franco

olvida sus bailes y canciones, y se entrega cuidando de su marido primero y de sus bijos quienes vá enseñando cuanto sabe y aprende desde que dobla la

de madre v esposa

y

como

,

entregaría

,

ella

claridad de

la

son de

al

los alegres

se vé altonáa

á la vida

cerviz

con

éntrelos Gitanos,

á

ceremonias prescritas por

en legítimo consorcio

á la Pelra

los lieclios

perinilicndole vivir

,

concubinato; pero aunque esto es suelen

verdad de

sin faltar á la

,

rico caudal de ternura

para

sin otro capital

,

el

con su compañero. Ninguna sabe llenar

deberes de madre y de espora tan bien como una Gitana, ninguna altar ó solo ante

tan fielmente los juramentos prestados en

el

ninguna comprende mejor

naturaleza.

Y

es^ afecto que

las leyes

se nota

en

de

ellas

la

hacia su

concubinato,

muger

vieja

lo cual

por

otrli

son de igual edad,

marido ó amante,

matrimonio, ó rompa

debilita aunf[uc este relaje los vínculos del

sucede algunas veces, porque

el

c;;p.iple

sus camarr.das;

nunca

los lazos

mancebo puede

se

del

dejar

la

joven, de acuerdo con su esposa ó barragana. Silos ayuntados l):)gan

juntos por

el

mar de

la

vida

,

divirtiéndose

en

días

de calma, y prestándose mutuos ausilios cuando la tormenta arrecia y alguno de ellos se halla espuesto á naufragar. No es estraño que el marido de la Petra

uno vorban de una mojáa, y que antes de (juiyarse \c acierre la (jura soplándole en e\ estaribé. La Gitana se araña al saberlo, y auncjue (justicia)

deje á

,

el-

eíi/rjao

cante

al

son de los anillas:

En la reja de la trena No tocupez en yorá Ya que no me quitaz penaz ,

No me

laz

venga jada

,

gime desolada, pudiendo sus ardientes lágrimas calzas limarlas en un momento, dando calh al anijmtian. llora y

,

si

cayeran sobre

las


á98

LA GITANA.

muy

Pero alcanza

pronto ronooo

la l'berlad

,

In

;iI1¡í;Í(1:i

Ciilnna

qii(>

y (Miloni'osompioza par.i olla

cdU

linios

no

¡icniidns

a

so

una vida activa v de moviiiiionlo

qucle produce uialisimos ratos en cambio de levísimos goces. Porcjue no contenta con regalar al banquero (alcaide) j)ara que trate hien á su pobre marido, y á lodos los beílenfes ó criados de (¡arlar

con

(escriba) ruega á todas horas

déla cárcel

grulla,

]a

masó menos

fundadas

braba

al

{'\\xqí)

mañana y

larde

(engañar

florear

al

)

juez

á

,

tpiien llama

ni¡)os al

,

rigor de fiscal, á

á

resultado de sus gestiones v las esperanzas

el

abrigado

,

el

la reja

nuestramo,

anda en un pie como

(fiscal), y

<jambalua\wv su desmesurada altura y poca alma de ganar con á quien califica de dezoijiíidúr del ¡n fiemo y de aplacar con palabras

al

de estos, y de aqui ala cárcel, contando al

causa,

(jue

dejen acercarse á

la

visita

,

veníja-^injurias

al

á la casa

a/iíojao los progresos de su

que

cárcel para

la

preso, importuna

el

bribia

escribano, ó

buenas

tjuien quisiera ver haciendo piruetas en la

ene de

palo.

Gracias

poer de

al

Juan Dorau

en atención á que

y

,

y muchisimo donaire, y no poca

,

causa; merced á florayna.t

la

(ilustre) nacimiento de

al fjótico

promotor pide una levísima pena

que queman

escribano activa

el

y adulaciones, y acaso también

sal,

Juan Platero

Petra tiene unos

la

y considerando

(jue vá

el

ojos

puesta

de fihU1 y es algoconiplacieute, el bravo ó barí condena al Gitano á solo cuatro años de presidio, el cuA burla el sentenciado á los dos meses ronpiendo la ,

zerezcda

ronco grito de pena- v

al

La Gitana sigue y

burlaur en su afufón;

como nadie mejor que

trochas y veredas, .•í

al

ambos punen

tierra

por medio

caminos y encrucijadas, las mete a contrabandista, viéndose

(jilanos conoce los

los

marido de

el

lou¡j(irc-\V.

Petra se

la

esta desde entonces entrar con recato en las poblaciones, llevando debajo de

'a

que las

un

mantilla

siempre le

de ropa (jue vende ó trueca á

ovillo

prendas

(|uc

ocupan en buscar,

otros se

parte de ganancia, llegando

al

suerte de su marido,

"c',sy>i/-/a6ao

Estremada en su dolor la

pompa que permite su

mesándose alaridos.

el

cabello

,

la

tiro

los

bolsillo

al dil'ur.to

banda encuentra

Gitanos acaban

empezaron.

— Viuda

no fuese

á

hacer un buen

á

quienes

,

los

,

por h)S malditos carabineros.

y acompaña

vuelve

mismos

la

la í'f/ra

en Ja garda ó camljio de

peculio

destruir sus planes la

á

de su esposo se celebre

liace (¡ue el entierro

,

pudiera dispensarle su esposo, se entrega á

porque

mugeres,

cuyo corretage engiba una

cadáver hasta

al

vertiendo abundantísimas lágrimas

Guando plantan

de que en

de un

Gitana

la

})or

cabo de poco tiempo

que podría aumentarse en gran manera

con

las

valiéndose para ello de todas las carlancas y c/íonras (sutilezas) sugiere su viva imaginación. También á la sombra de su comercio vende (/ttpa,

la

coto,

como está segura misma protección que y alegría en un improvisado festín, Gitana

ausilios la

,

el

y arrojando furiosos

al

fato y

la

carrera de su vida con música y regocijo

como la

prosigue en su industria y sutrapicheo, ocupándose ropa

,

en asar castañas en algunas ciudades de

Andalucía durante dos meses del año; y en freír buñuelos en las ferias, ayudada por sus hijas y compañeras. Por lo demás en las casas donde vende sus prendas


.

LA GITANA.

:iOÍ)

fiomu un las csíjuiíias en (luo progoiin las rali-nlilas en

el real d^ la loria doiulf con sus gestos y palabras siempre es decidora y chislosa sin (pío los anos la hagan variar do conducta y muclio menos do sentimientos. V hó a([uí, lector amigo, como la civilización no lia variado las costumbres do los tutanos y como pasan las revoluciones sobre su cabeza sin arrancarles ni

provoca

á

las

fyen/cs

,

,

,

un

Merced á los muchos trastornos que los españoles hemos sufrido trastornos que no han dejado titere con cabeza en nuestra asendereada patria' nuestros tipos se hallan averiados, y se necesitan ojos de lince un solo cabello.

catalejo

para descubrir nuestras peregrinas

insulsas costumbres

caracteres d-

estrangeras,

enoriiu' y costumbres populares entro las

y nuestros antiguos caracteres

hoy. Solo una raza

,

despreciada siempre por

perseguida siempre por nuestras mismas leyes, originalidad

,

sin (jue el tiempo, (jue todo lo arrastra

las

entre

otras

los

razas v

ha conservado su pnmiliv'a en su violenta cairera, ha\a

podido «lospojarla do uno solo de sus hábitos, do una sola do sus costumbres. A íilósolb, me daria de calabazadas para atinar con hiscausas do someiante cstraño fenómeno mas como no lo soy concluyo esto [)oliro arliculojo,

ser yo

,

que

los

aseiiurando

Gitanos son impermeables sin que

descortece osa arrogante matrona

les

hagan molla

las

revoluciones ni los

llamada civilización.

SEBASTIAN HERRERr.





EL IVIEMMGO.

ARO

de

vice— versa

las

)iumanas

cosas

descocado y vocinglero Mendigo (le la

sociedad

sus clamores,

''^^^\f^^\

3

que en

el

l)ebo

en

la

y

los Postines del

procura ocultar su

triste

ella

,

on

estado, pasa por

El

molestándola con su desaseo y

,

lo

mismo en

la

recibe

cabana

,

pudiendo siempre decir á

poderoso que del se compadece ó

taberna huélgome en

!

se burla

palacio y ve pasar los dias de su vida que medir el tiempo, libre de temores

y cuidados,

riqupza

la

que

es mirado con respeto,

agasajos y liberalidades

sin tener

de

,

,

(atilo la

que

el

lo

la vista

disculpa sino

vertiadero indigente que

amargura do verse despreciado

sin

un módico socorro. Pero ¿qué hay estromoso. Va todavia mas allá en su

una mano bienhechora admiraren esto?Rl hombre oa todo es injusticia. No se contenta con echar una mirada desdeñosa y despreciativa sobre el vergonzoso y pusilánime necesitado, Se complace también ep degradarle, y 35 ENTREGA XXXV, hallar

({ue

({ue le

alargue


302

EL MENDIGO.

siempre encuentra algo que censurar en su víctima para halagar su propia vanidad. El vergonzante es deforme aunque sea un Adonis en hermosura; tiene

mas manso que un cordero; sus agudezas

condición de tigre, aunque sea

llaman insulseces aunque

hayan educado

le

nombre de atolondramiento, aunque

sea

mas sesudo que Catón; y su prudencia

disimulo malicioso, aunque sea mas virtuoso que Sócrates delicado

,

que

preambulillo se

el

te

se

las gracias; su actividad recibe el

atraviesa

y

es

veo, lector

Pero

de botones

estás diciendo allá

adentro, ¿á qué conduce aquí este principio de sermón cuaresmal? Pues has de

El Mendigo español es una especie de alimaña que comprueba aquello de cállate niño que viene el pobre, nos asusta desde chiquitos. Ese miedo es la causa porque se le respeta

saber que tiene su

busilis.

infunde miedo como

con que se

lo

pues nace de su independencia y de idea de la fuerza, y lo contrario.

recuerdos de su origen que

los

es la reina del

la fui'rza

ofrece la

mundo, aunque haya quien sostenga

Pero supuesto que no he principiado este artículo

gusto

á tu

á

,

lo

que esclusivamente debo atender sin meterme en otras honduras , veamos

gi

te

llena esta otra introducción.

Si la sociedad hubiese siempre ausiliado

su posición tiene que recurrir á

mismo tiempo

al

habría

esas tropas

verdadero desvalido

de vagabundos que tanto

la

alimentan

voluntaria

,

Mendigos

ni cosa

que

primeros

los

individuo y

la

verdadera desgracia, crean á los vicios.

cada quisque pondría

;

Entonces no habría

trabajo provechoso

y

Líc(!o,

y

lees todos los días esa porción

henchidos de bellísimas producciones traducidas

mía que por

esta vez estaba

filosófico-pclítico-económico

,

muy

yo

á

las

a]

mil

maravillas! Pues á

ufano con ese exordio de disertación

y creía hacerlo con tanta perfección como uno de

tomes por disculpa que encuentra

decir que toda

Ateneo,

al

de periódicos literarios,

los mejores oradores del salón de Oriente. Apurado es lo

al

¡Ola! aun vuelves á cabecear?

Sobre que no hay como poderte contentar desde que asistes al

mendicidad

pauperismo una calamidad de circunstancias

el

pasageras, con las que desaparecería siempre

Instituto

desacierto

el la

sus huesos en punta

un

albores del día para dedicarse á

estado, siendo

al

la

pereza y dan pábulo valga

lo

que por

,

afean é inficionan,

llenado uno de sus principales deberes, sin incurrir en

de distribuir socorros que no alivian

desde

al

conmiseración pública, y hubiese perseguido

la

la dificultad del

el

amor propio

á

el

lance. Si no temiere

mi torpeza

,

me

atrevía á

acierto viene de la delicadeza del asunto

que

he tomado á mí cargo, mas veamos sí por este otro camino puedo salir adelante. El español Mendigo de profesión que sin padecer enfermedad alguna y sin

faltarle

en que

fuerzas y bajo

el

trabajar

aspecto

se

cubre de harapos, oculta

de males

modos, aparenta debilidad, huye esplotar la el

caridad

cristiana

manto de Diógenes

de fenómeno social

,

muy

atención del observador.

en

que diestramente de

todo

arte

ú

su salud y sus

sabe

oficio,

fingir

y

se

de

mil

entrega á

nombre del Nazareno, pero cubierto con mortunm de la población, y una especie

es el caput

estraordinario

que

en todos tiempos ha llamado

Su pensamiento dominante esclusivo, y

la

la

regla de


,

,

EL MENDIGO. muy

su conducta se encuentra

exacta

303

y bellamente espUcados en los siguientes

versos de nuestro Espronceda.

• ;

Yo soy pobre y Todos

verme

al

se lastiman

."

.

;

;

;

plañir

Sin ver son mias sus riquezas todas

Que mina ))

inagotable es

Mío es

mundo

el

» Otros trabajan

En

pedir.

el

como el aire porque coma yo ,

»

Todos

))

Una limosna por amor Dios.»

se

libre,

;

ablandan

si

doliente pido

moderno Bias, que con mayor razón que el sabio griego los llevo conmigo;» no aludiendo á la ciencia,

efecto, este

puede decir «todos mis bienes sino

proverbio castellano ese

al

la

curiosidad

se

le

,

ya sea que se

hizo rico qu3

ie

examine después que perseguido por

un

entera libertad en

hospicio

sujeto á

,

reglamento que modifica sus costumbres el

uniforme que

disfraza

le

que es dar con

la

y

Otros

la

la

Como

concebidas.

y muy á

una

de

á la

ya

observancia de un nuevo

estrecha

restos de sus harapos, los

los

imaginación

Hay quien ,

que han quedado

ver ese ente incivilizado

al

cree que se

favorable á

la

Nuevo Mundo. Otros en

impremeditada compasión

({uiera

nutre y conserva

molicie y á la pereza. á los santos lugares.

que sea, estas

fin,

sostienen que es

y de ideas religiosas mal causas no se escluyen unas á otras, ,

haber concurrido juntas con

bien pueden

siempre escitará

abundante riqueza que circuló por nuestro suelo en

seguida del descubrimiento del

producto

,

autoridades viene á dar con su

suponen importada cuando laslaigas peregrinaciones

Otros regada con

el

pico

pero nunca tan ¡irofundamente que

,

grande temperatura del clima

la

el

verdadera causa del pauperismo voluntario, planta

tan indígena de nuestra península.

mimada por

hizo

vina porción do especialidades

como grabadas en todo su ser. Empero lo primero que salta 03 lo difícil

la

las

no deje descubiir

vestigios de inveterados hábitos,

te

considere en su absoluta independencia,

le

los

vicios de

la legislación

alimentar tsta planta ponzoñosa.

Sin embargo

.

mezcla que se descubre en nuestro Mendigo de profesión

la

de cierta especie de rústico y aparente estoicismo

con

el

y de hipocresía

religiosa

cinismo mas impúdico y degradante da indicios de que estas

semillas

,

deben haber venido del Oriente. No es esto decir que nuestro Mendigo tenga

lamas remota estos ülósofos tradicional, á las

idea de Epíteto,

han llegado hasta

y con

la

ni

incxaclitud

últimas clases del pueblo.

de Antistenos, sino que

()

confusión que descienden todas

TampDco afirmaré

consejos del Evangelio, pues acerca de cillas,

que Jesús y

Iqs

las doctrinas

de

degeneradas y corrompidas de una manera

él

este

esté

muy

j)articular solo

Apóstoles fueron pobres , y dejaron

las

teorías

instruido en los

sabe también de

muy recomendad^


EL MENDIGO.

304 la

Esto

pobreza.

que

basta,

le

cuando

la

csperiencia

hombre son pocas y

las necesidades del

parte de los males morales nacen del temor y práctico sacan

regla

la

como

siguiente

Si repulsas la

Y

repeles

de todas

las

los

porque

empieza

á

desprenderse

no dan por resultado

es propio

solo

esto

,

mayores esfuerzos para amoldarse

los vicios, sino cierta especie

contaminadas por

Boecio,

,

Mendigo

del

á este grado de indiferentismo. Pero sus conatos

de perjudiciales afectos,

mismo

el

dolor.

el

y hace

relaciones sociales,

se la dictara

esperanza

la

ánimo

el

la

si

alegria,

Sin que sientas

Colocado en esta situación

ha hecho ver por otra parte

de socorrer, y que la mayor esperanza. De este convencmiiento

temor,

el

Se ausentará

le

fáciles

la

estuicion

de almas grandes, no

de entumecimiento moral, quo

olvido de toda decencia. le conduce por la mano al momento ya ha entrado el Mendigo en el cinismo, en un cinismo tanto ó mas que el que escandalizó á la culta Atenas. práctico estravagante Pero lo que mas contribuye á afirmarle en sus propósitos, lo que le hace

no sabe discernir y que

Desde

este

,

marchar tirme y seguro por en parte de títulos

de su

poderosos

motivos religiosos que

No

sin

vislumbres

luta (jue ha escogido, es el abrigo que encuentra

la

misma sociedad de que

la

dificultad,

la

obligación,

y á la que presenta como mismos sentimientos humanitarios y

tanto se mofa los

impulsan.

como vés amigo

lector, he podido

origen del protagonista de nuestro

el

,

medio

lograr, c[ue

drama, y darte

á

conocer las

creencias, que son causa impulsiva de sus modales y costumbres. Ahora á sacarlo á los iré

la

escena

,

ó diré

animales dañinos que destruyen

la

empeño

caza de los montes siguiéndolos por

la pista,

el

á buscar en todas sus guaridas esle animalejo ó vulpeja

perjudicial y bellaca

,

voy

cazador activo persigue con

mejor cuál

siempre en relación con ladrones y con

por cierto

,

la

mas

canalla en todas

sus diferencias.

Por muchos albañalos vierte

inmundicia de

la

la

inmoralidad en medio del edificio social

mendiguez voluntaria que

esta

apesta é inficiona todo.

lo

Ese coscón que con su eterno movimiento de hombros y espaldas dá indicios de la inquietud que sufro su epidermis, y mal perjeñado con los restos dej uniforme que llevó en las batallas de Bailen Chiclana y los Arapiles según ,

él

cuenta

,

vaga siempre por

la

á todo viajante que entra ó sale

es

,

un Mendigo aleccionado, que sabe hacer muy

bien su papel. Comisionista oculto de los aranceles

como

porque no hay

dia

fijo el

compañía anglo-hispana, tan afecta

la

verdugo

á

y que tiene su escritorio en las playas (ha del alijo, (quien dice día dice también noche,

los gitanos al

deGibraltar, sabe á punto

,

circunferencia de una gran ciudad, importunando

sin noche según

,

se espresa

se verifica es portador de esta útil noticia al

e.-,ta

gente)

mercader de

,

y

la

al

punto que este

plaza mayor.

Por


EL MENDIGO. nsiiú servicio ha recibido

el

305

unas cuantas monedas y una trenza del de Virginia

del torne del caballo bayo con caireles encarnados, que bebe reposadamente vasito de

lo

puro á

la

puerta de

la

población. El mercader por su parte no se nuiestra

de algunas cokimnarias de blanco vigote del cuartel, á la

aromática

despachando á

menos agradecido, y amen

del babano. Nuestro veterano

que ha adoptado aquella vida porque

,

que nunca tuvo mucha

las pica

,

larga una manicpiela

le

y

ha^co pilillyi,

que sobre

fastidiaba la disciplina

le

mezcla

afición,

las

dos especies de hoja

jjaraío y sin riesgo

y zagales de coche

los arrieros

un

venta distante un cuarto de legua de la

vá paulatinamente

demás gente que camina

á 'a

y

,

mayor comodidad. E^ cosa de ver el aire marcial que aun conserva el «Muchachos, dice á los supradichos pedestres que

á pié por

viejo servidor de Marte.

preceden

que

al

viagero, ¿queréis buenos cigarrillos? La mejor posada es la del Mellado

de esa primer calle de

está á la vuelta

Los mozos hacen

derecha, ¿quién es ese señorón?

la

en su mercancía y siguen su camino adelante, mientras militar muda de tono, se pone algo alicaido, p:!ro siempre con despejo marcial,

el

y dirigiendo fornido mulo

palabra á los del coche, ó

la ,

feria

camina lentamente

al ({ue

porque

,

el

roce de las anchas posaderas de su carga

el

ved aqui un

triste militar

ha hecho morder

hoy

sin

,

dice:

que tiene acribillado

muv

sentado

á su placer en el

animalito viene algo molnno por

«Compasivo señor

o

señores,

cuerpo de balazos y estocadas, á mas de cien gabachas, y por toda recompensa se vé

la tierra

poder trabajar, espuesto

el

perecer de hambre

á

si

no

le

socorren las

almas piadosas. Si vé que vienen también algunas señoras y niños, no omite aquello de «una limosna á este desgraciado militar para que Dios libre vuestros hijos de iguales trabajos;

observa y

muy

con otras plegarias por este

distinto el lenguaje.

regalándole un par de cigarrillos. Cuidado con

muy

arroyo

el

una larga allí,

á

dile

,

escopeta en

cerca de

cicatriz

en

la

conducta

mano y

camino que no hay muy buenas

el

,

de entrar en

picar largo.

Casa Blanca,

lado derecho de

la

te

que

dice al :;riado

Oye

el

,

monte

se vé

un pájaro

buen mozo, en pasando

encontrarás un guapetón, que tiene

cara

,

y precisamente ha de andar por le aguarda mañana

de parte del pobre inválido, que su compadre Curro

comer en casa de

viaje con

el

son personas que la

¿A dónde bueno muchacho?

noticias. Si allá á la caida de la tarde antes

de mala pluma

estilo. Si

para empezar su viage, entonces es otra

salen de la ciudad

mucha

los suizos. Dirigiéndose luego á

cortesanía,

los

señores les desea buen

asegurándoles queda rogando á Dios los libre de

todo tropiezo.

Asi pasa este perillán

los últimos

años de su vida, que principió haciendo

algunas malas jugadas en su juventud, por

de

la

justicia

tuvo que sentar plaza.

varios recargos en castigo de sus

En

el

las

que para escapar de

servicio se portó

muy

las

manos

mal, sufrió

deserciones y al cabo de muchos años pasó donde podría conservarse tranquilo sino prefiriese esas anchuras, siempre rodando de figón en figón y de taberna en taberna, hasta pjrar en el

á inválidos,

hospital

,

,

donde termina su carrera.

Otro trucha de marca mayor, que también pertenece

á la cofradía

harapienta,


MENDIGÓ

306

es aquel semi-estútua, que clavado en

el

crucero

un

africano

y con un gran parche que

,

descubre gran parte de sus carnes por

dos caminos es una iraágerl

ele

viva del dios Término, chico de cuerpo, regordete

cubre

le

mas

cutis

,

la

tostado que

mitad de

cara

la

,

el

de

se

le

entre los trapajos destinado, á taparlas.

Este pobre algo taciturno reza mucho, pero bajo, y tiene siempre en la mano el mugriento y roto sombrero que presenta á todo viandante para recogerla limosna.

Es

él

nada menos que

el

último huésped

de una vieja venta, que

una mano desconocida. En

anterior entregó á las llamas

el

en

el

año

incendio de esta Troya

hacienda del fugitivo ventero, y perdió el nido en que se abrigaba. Su venta era un punto estratégico para todos los salteadores de la

quedó aniquilada toda comarca, y de el

la

ella partían los

oportunos avisos y socorros.

A

de este apoyo

falta

imperturbable ventero les sirve convertido en mendigo de vigía permanente,

siempre provisto de noticias del movimiento de tropas, y del paso de viageros. Asi sobrelleva su última calamidad, comiendo de lo que le alarga el tímido

caminante ó

regalan los chicos hasta que les juega una mala pasada, y uno de

le

ellos le quita

de un trabucazo

nuevos milagros

También entre

los

ganas de comer

las

ó la justicia instruida de sus

,

donde no vuelva á ver

lo sepulta

la cara al

sol.

Mendigos de esta calaña es preciso contar á

la

viejezuela

boca de sumidero, nariz corva y barba puntiaguda , ojos mas despejados de pestañas que la haza del alcalde de malas yerbas que con unas muy remendadas

naguas de

frisa ó

dias desde

los

bayeta oscura

muy

,

y

otro cualquiera trapajo por mantilla, vá todos

temprano á estorbar

concurrida. Cualquiera que

la

paso en

el

la

puerta de

la iglesia

mas

vea sin otro antecedente con aquel ademan

gazmoño y compungido, la creerá ver.laderamente en necesidad y un dechado de humildad y devoción. Pues todo es una pura ficción. Impúdica en su juventud trajo enredados en sus brazos mas mancebos que entre los suyos estrechó jamás la cortesana Tais. Sirvió después de corrredora del oficio; cayó al cabo en manos ,

de

la justicia

en

la casa

,

que

la dio el

de Pocopan,

muerte por

la

recetadas por

la

premio merecido llevaron al

,

y habiendo habitado mucho tiempo

hospital

donde escapó de

el facultativo.

Salió al fin de aquel último mal paso, provista

profundos conocimientos prácticos, que hoy

los

las garras

de

la

singular casualidad de haber cambiado el enfermero las medicinas

le

ya de

sirven para hacer tan bien su

negocio. Se puede apostar cualquiera cosa á que tiene cosidas éntrelos remiendos

de su corpino algunas monedillas de oro, ahorros no solo de

que recoge, sino de la

ciertas inteligencias. El día lo pasa

la

limosna abundante

como he dicho, y por

noche tiene segura acogida en casa de alguno de sus antiguos conocimientos.

comida, y por este medio después del pequeño gasto ordinario de los dos cuartos de tabaco de polvo, y su traguillo del tinto,

En

varias partes le

guardan

la

moneda que llega á sus manos, no vuelve una reducción indispensable.

la

Nuestra vieja no está ociosa á

con otra compañera sabe que

la

hija del

,

que

la

á salir de ellas sino

puerta de

la

iglesia.

en

el

caso de

Entabla conversación

la sirve para adquirir ciertas noticias interesantes. Allí

comerciante rico que está para casarse con

el hijo del oidor,


SOY

EL MENDIGO. ha estado conversando toda y

al

panto parte con

noche anterior con un joven capitán del provincial, que puede á instruir del caso al futuro, que premia

la

la ligereza

generosamente un aviso tan oportuno. Lleva la hija

junto

del abogado,

y recoje

entrar en

la iglesia

al

hilletes del estudiantuelo

contestación de

la

mano de

esta

á Clarita,

cuando pasa por

con su madre. Dá por este orden otros avisos á

personas de ambos sexos, y se vé ([ue no ha olvidado sus buenas mañas, aunque las ejerce con menos riesgo. En esta útil y honrosa tarea concluye sus dias al abrigo del pordiosero.

No son siempre

las clases sujetas

de

sociedad las que

la

conducen

á

esta

muchos individuos, que en finos pañales, como suele

mendiciíhul voluntaria. También descienden á ella

nacieron en una esfera superior, y se han criado

Todo

decirse.

que

el

de

abrigo

se crió al

la

abundancia sin haber aprendido

sudor de su frente, y por casos inesperados viene á la mendiguez, si está exento de vicios es un pobre vergonzante al cabo de sus dias, y si se ha entregado á la crápula, rozándose con otros mas amaestrados á ganar su subsistencia con

en

la

gaudalla

pública y

no

,

principia por petardista importuno",

descaradamente.

muy

el

instruido,

En

una palabra, es

poco observante de todas

ó

y termina pidiendo limosna

un Mendigo en forma, aunque las

de este, pues

prácticas

En

alguna vez deja traslucir su procedencia mostrándose orgulloso y altanero. esta sección pauperina

que todo

,

ó llámese cámara

perdió en el juego

lo

alta,

y nunca

,

toman asiento

el

mercader

volvió á levantar cabeza

,

el

fallido

artesano

bebedor, la modista despilfarrada y gastadora, el procurador que se entrega cuotidianamente á rendir culto al Dios Baco y* otros de este jaez.

Por último, el

es

el

,

el

prototipo de todos los Mendigo?,

hermandad, 'fiel observador, y guardián de sus ordenanza?, personagc de que hijo de Mendigo ó educado por este desde pequeño costumbres, de escritores han hablado todos nuestros antiguos y de cuya

decano de

tanto

Mendigo por escelencia

el

vida y

la

;

sucesos leemos tan

chistosas descripciones 'en

Guzman de

Alfarachc,

Quevedo y sobre todo en las obras del inmortal Cervantes. Sujeto Gil Blas auna minuciosa ordenanza, que ahora llamariamos reglamento, la observa religiosamente porque sabe por las lecciones que le ha dado su prático ó ,

inteligente

maestro en

mas conducentes

al

el arte

que en

,

ella

ó él están recogidas las

buen desempeño de su profesión como que son

de una larga esperiencia. Por eso sabe distinguir

los

el

máximas producto

casos y circunstancia?.

Su trage siempre es el mismo, aunque varíe algo el color, porque utilizan toda la ropa vieja que recogen y la que les sobra la venden á los traperos y roperos de viejo. Cuahiuiera que sea el centro del vestido que es de regla ,

,

y roto la capa sombrero por el mismo

esté sucio el

ó garrote,

,

que

están en guerra el

los sirve

abierta

lia

estilo.

el

En

muy fremendada y la

mano

llena de girones

llevan siempre

un

,

y

fornido bastón

para defenderse délos perros, porque estos animales

con

los

Mendigos. Tienen

perfectamente distribuido

en qué lugar y en qué hora han de presentarse tono conque han de pedir la limosna con distinción de frases

tiempo, y saben á punto

cada dia, y

de ser

fijo

,


EL MENDIGO,

308 según

condición, sexo y edad do Ins porsoiins, cuando conviene nmsirarse

la

y tacilurnos, cuando han de esforzar el clamoreo, y cuando han de insistir en la petición hasla llegar á ser ali^o impirlunos pero nunca del todo

serios

,

molestos, <;aca

con

arrcfílo á

observancia del

e.\acla

la

precepto «pobre porfiado

mendrugo.

Kn resumen,

Mendigo es

este

pasado su vida entera

que ha

filósofo

el

.absolutamente libre de todas las obligaciones sociales, y cuya vida envidiarían

muchos

conociesen á fondo, tiene á veces su compañera con

la

si

vive en un conlinuailo contubernio. Si esta le da hijos, lejos de

carga onerosa

le

nuevos medios

facilitan

mayor compasión

oscila,

(pu>

recoger

ile

les deja

no tienen hijos suelen recoger algún huerfanillo que instruyen en términos, reportando úc

Como una lo

malo

pensar en

Nunca lo

de sus máximas favoritas es

pasado, ni en

lo

que ocurre en

en

,

vista solo

la

([ue

las iglesias

el

poderoso, se

y procesiones

,

en

en

presente.

lo

las

ella.

Disfruta de todo lo

ve en todas las solemnidades

le

puertas de los

y en

palacios

teatros y paseos. Recorre las calles y pide de casa en casa. Como v se halla instruido de los usos provinciales, es seguro por do quiera los

,

verdadero trashuuianle aprovechar pronto

ve siendo

se le

como en

la

,

buenas

las

que baja de

Castilla á

Audalucía

yerbas, y los

mejores

temporales.

espectador

frió

reducida aldea

,

durante

Por conclusión nuestro Mendigo

,

la

dice

y

sin

instruye con exactitud de todo

se

población mientras reside en

la

bueno con mas sosiego públicas

bien ganado se pierde,

lo

(|uc

fuluio, pucsla

lo

mete en vidas agenas, aunque

se

los propios

uiisma utilidad.

la

y su amo, gasta cuanto recoge en sus gustos y jdaceres,

ello

la

en

son bienes inagotables. Los que

herencia sus practicas y sus consejos (pie

este tiv.bajo

de

mucha limosna, por

educa según sus máximas, y

los

que

la

servirle

,

ó vice-versa

Asi es

de un cambio político en

la

,

va

un

para

que tan capital,

estación en que se recolectan los fruto-.

muy

bien Espror.ceda, que

escomo

el

y que existe feliz al abrigo de su cinismo práctico. Ya tienes lector, amigo, retratado el verdadero Mendigo español, cpie premeditadamente se ha entregado al pordiosero. Parecia que recogido este lindo aire libre

,

pájaro en

el

hospicio esperimentaria alguna metamorfosis;

no ha sucedido

así,

y

á pesar de los esfuerzos

que

se

mas hasta

el

presente

han hecho estos últimos

años, y de los nuevos establecimientos de beneficencia que se lian abierto en >peranzas, algunas ciudades, no han correspondido los resultados á las

mostrándose siempre recalcitrante este mendigo en sus inveterados hábitos,

que

tal

vez pueda consistir en

la

imperfección délos reglamentos, pues

escepcion digna de iuiilarse estamos viendo y observando en esta

(

lo

como

órte todo lo

contrario.

El Asilo

(/('

Mendicidad de San Bernardino creado en virtud de

3 de agosto de 18:V^, y (pie tan perfectamente escenas malí ildises, con perfeccinii

,

cpi(>

la

soltura

y

lia

sabido describir

gallardía de

e

real I

orden de

autor de las

su estilo, es un modelo de

debe seguirse en todos los eslablccimientos de su clase, y por


EL MENDIGO. éso sj

h.l

conseguido realizar

el

309

pensamiento

íilaiilrópico que presidió á su creación. El sabio y virtuoso patriota don Joaquin Vizcaíno, marqués viudo de Pontejos, último corregidor de Madrid, supo con su activo celo allanar todas las dificultades ausiliado por la junta de caridad, por la cristiana compasión del

y

vecindario, quedando los Mendigos dentro del asilo

ano, momento

feliz

en que se vio esta capital

el

10 de setiembre del mismo

libre de esla

inmundicia que

la

afeaba.

«El eslablecimiento, dice el autor citado, admite todas las personas que se presentan voluntariamente y recoje todos los Mendigos á quienes se encuentran pidiendo limosna por las calles, teniendo derecho á p'rmanecer en el aquellos

que llevan

siete

años de residencia en Madrid y

no tuviesen estas circunstancias, se

les

considera

los niños

como

de G á 8 de edad. Si

forasteros,

y después de

socorridos se les entrega su pasaporte para los pueblos de su naturaleza.

Contemplo que no conduce directamente

menudos

detalles para

comprobar

el

á

mi propósito entrar aqui en mas

buen orden que reina en

el

eslablecimiento

y el bien combinado sistema de ejercicios, penas y recompensas, que como observamos diariamente está produciéndolos mas ventajosos resultados. Lo cierto es que en

pobre de San Bernardino os laborioso y bien morigerado, útil á la sociedad, que le proteje en cuanto se lo permiten sus fuerzas, y muchos de ellos solo recuerdan los anos pasados en la

y

la

actualidad

se vé convertido

mendicidad vagabunda les

el

en un ser

,

para dar gracias á Dios que les libró de los peligros que

rodeaba y bendecir á sus prolectores.

JOSÉ WAB.1A TXAJORIO.

ENTREGA XXXVI.

36





^ i-<-'?:^y_¿^

EL COCHERO.

^i

csluviora en

.unigo,

raí

mano

tener tálenlo, lector

la historia del

no eludes que

Cochero

fuera digna de ocupar tu imaginación ó de

mas como no

entretener tu ocio;

consuélate de no encontrar en

huscas, //"// f

que

como yo me consuelo de no poder

dedicarte loque con tanta justicia pides. Sabe

,7

pues que

lo está,

ella lo

asi

como

de España varian generalmente en lenguaje, también en sus útiles producciones. Ágiles

las provincias

costumbres y caracteres

varian héroes Aragón; admirables vagos Madrid; da Valencia; inimitables horchateros ,

graciosos toreros Andalucía fertilidad

,

é ingeniosos artistas Cataluña.

Mas entre tan rara

á la inmortal Asturias la gloria

ninguna puede disputar

de producir

nobles cocheros. este bello pais

Si has viajado alguna vez por visto, al

distinguido hijo de Pelayo sentado á

carballo apacentar sus vacas ó las agenas, flauta melodiosos sonidos altas

montañas que

le

,

su verdadero destino, y que

la

,

al

ver,

como supongo habrás

sombra de algún frondoso

ocupándose en hacer producir

que halagados por

circundan

,

la fresca

el

á

su

viento van á perderse en las

desde luego habrás adivinado no ser aquel

benéíica Providencia

le

depararla en

la

corte

un


ÉL COCHERO.

3lá puesto mas alto, esto es,

el del

pescante, sobre

el

cual

abandonando su paso

y confiando á sus propias manos y á los ágenos pies la traslación de su persona concurriría á los sitios mas notables de la capital en los cuales debia tardío

,

,

figurar públicamente.

Si tal imaginaste, no te bas engañado, lector discreto, porque

como para

serXlochero no se necesita estudiar, y basta solo conocer los números reuniendo las bellas cualidades de ser sigo callado, bastante sufrido y nada observador, ,

líele

agregado á una cochera acreditada, bajo

nueva dirección

la

del soía,

fornido y de pelo en pecho, gran bebedor y fumador de á cuarto, quien

le

mozo recibe

las manos y disparan lo sendas y estrepitosas risotadas, envueltas negro y pestilente humo do su cigarro preguntándole cariñosamente por su muger,sus vacas y sus hijos entre la tumultuosa algazara de los demás

estregándose

en

el

,

,

Cocheros

y lacayos que le abrazan y acarician, aplaudiendo sus razones, y prendándose de su torpeza, cual de envidiable cualidad perdida algún tentó

entre las suyas por

el distinto

roce de

la corte.

Pasado pues este dulce desahogo tributado con

la mas pura verdad y sencillez; amisiad y paisanage; pasada igualmente la sorpresa que causa en el recien llegado el admirable lujo y apog;>o en que encuentra á sus compañeros, dirígese,

á la

á la cuadra para

servicio público,

contemplar absorto aquellas momias con crines consagradas al que á él so le antojan soberbios palafrenes, dignos no solo

de uncoche de alquiler, sino también de

la

carroza de

un principe de Asturias.

Los lacayos por su parte, no satisfechos aun de su obsequioso recibimiento, y tratando de iniciarle en el distinguido oficio, arte, profesión, ó lo que sea aquello

á

vá á pertenecer,

([ue

le

muestran

las

guarniciones,

fusta,

la

el

sombrero de escarapela y la levita con bolón dorado, raros y seductores objetos que le deslumhran, y que cautivando su voluntad, le hacen olvidar repentinamente la

dulce paz de su hogar y

la

soledad tranquila del pintoresco

campo de

la

patria

Por serio y grave que seas, oh lector, á quien no me es dado conocer, bien ocupen las horas de tu vida los públicos negocios del Estado ó ya procures ,

con afanoso celo descubrir

los inagotables

arcanos de alguna oscura ciencia, n o

habrás dejado de ser niño y por consiguiente alegre y revoltoso. Pues bien, ¿recuerdas aquel plácido tiempo, en que sonriendo á tu alrededor todas las bellezas de la

vida,

y en

(¡ue libre

tu

mente de

los

continuos azares de una

sociedad inconstante en su trato

y relajada en sus costumbres, cifrabas lu felicidad en poseer un tambor ó un caballo de madera? ¿Recuerdas aquellos dulces

momentos, en que entregado usurpada baraja

,

á

una indecible

alegría arrojabas por el balcón

recreándote en ver sus cartas esparcidas por

suelo titubeando, cayendo alguna que otra sobre

transeúnte, ó cuando á

la luz

el

una

el aire llegar

sombrero de

al

ó cual

tal

de una bugia quemabas un papel interesante,

contemplando después con éxtasis

las fugitivas y rojizas

chispas que producidas

por las llamas desaparecían entre sus cenizas? Pues... ¡oh debilidad asturianal

?qué valen estos goces infantiles comparados con

el

del

Cochero

,

cuando

escubre por primera vez ese biombo portátil que llaman coche, adornado de


EL COCHERO-

3I3

muchas ventanillas con sus correspondientes bambalinas de sarga

ó raso, forrado

su interior de bayeta con matizadas bastas, y pintado osterioímente de vistoso ocre ó de purpúreo almagre? ¿Cuál de tus grandes regocijos será comparable con el de nuestro héroe, al contemplar aquel ansiado pescante, vestido de paño y decorado con distintos flecos, precioso y codiciado sillón ministerial fantasma de sus dorados ensueños é ilusiones? Ninguno seguramente. Tal es ,

nuestra

mezquina condición que en nada hallamos solaz, sino en aquello que obtenemos á fuerza de codicia, aunque después, como sucede siempre, lo lloremos cou lágrimas

amargas.

Pero dejando ociosas digresiones,

volvamos al alumno de tan ruidosa v cómoda carrera, quien después que sabe encender los faroles, abrir y cerrar la portezuela, y tomar con el sombrero en la mano la orden del mal aconsejado y temerario aventarero que se decide, no á correr, sino á inmolarse en aquel maldecido quebrantahuesos,

examinado por

y luego que protegido de sus

Sola, que cruzado

el

compañeros es

de brazos vé con orgullo

propagarse sucesivamente sus máximas y doctrinas dignas en su concepto de un Cochero de gala recibe de su gefe dos palmaditas sobre ol hombro derecho en señal de aprobación, con la feli;c noticia de que el domingo próximo saldrá cou toda ponqia á ligurar en la trasera del mejor carruaje "de su mando. ,

,

i]on tan fausto motivo se abandona á una loca alegría y entre las sinceras enhorabuenas y general regocijo de sus amigos, marcha á la taberna en compañiu ,

de aquellos zurradores

de esqueleto,

quienes con

vaso

el

lleno

del

sabrosa

líquido, destello adulterado del esquisito tinto de la

capaz de mitigar

las indecibles

penas del

Mancha, y único balsama Cochero, solemnizan rumbosamente

ascenso del joven asturiano. (Como este pisa entonces su fortuna, no hay que preguntar quien paga.)

el

primer escalón

el

de>

Si alguna

vez has esperado con impaciencia el apetecido instante de una desde luego conocerás cuáles son los tormonl >, que sufre el Cochero, primer sinsabor de su halagüeña y próspera carrera, al contar los dias, las horas y los minutos ([ue faltan hasta el momento señalado para

cita

,

su triunfo.

Por desdicha suya,

tiempo corre veloz sin suspender su curso, y hé aqu que llega el sábado, víspera del anunciado (lia, en que conducido por el Sofá á un pequeño departamento que pudiera llamarse mas bien armería del Cochero, por estar sus paredes engalanadas con guarniciones mantas y bocados sin que falten en ellas las sillas y las bolas de los antiguos coches de pechera, le instruye su inmediato superior en los actos ddl servicio, recomendándole ol

,

,

,

la

buena conducta que debe observar siempre con sus parroquianos, concluye por manifestarle cuan necesaria es la limpieza al tratar y con ellos:

cortesía y

acto continuo saca

seis cuartos

del bolsillo de su chaleco

se los entrega al novicio y le envia á

Progreso ó en

el

derribo de

San

que

le

corten

el

con

la

mayor «ravedad

pelo en

la

plaza del

Felipe.

Después de este acontecimiento que considera como su vida, marcha entregado á serias reflexiones sobre

lo

el

mas importante

que acaba de

ríe

oir, hasta


314

EL COCHERO.

que encuentra hoja delata, esquileo

uno de esos Fígaros ambulantes, armado con su vacía de

á

y su trípode debajo del brazo; ajusta con

y sentándose magestuosamente cara

,

en Madrid

el

de

pelo

dehesa, entre

la

cuarto á cuarto su

él

público

vista al

de

crítica

la

y

sol

al

los

,

deja

transeúntes y

la

conversación interminable del barbero. Restituido á su casa, esto es, á su cochera,

acaba de matar

dia haciendo

el

preparativos para

loa

el

ropa que recibe del Sota con un como cepillo que

la

como para limpiar

ellos,

lo

consigue en manera alguna

cuanto por

el distinto

aguijoneándole

y limpiando

Cochero fuera disparate

,

pues

novedad que nota en su cabeza, que

tropel de ideas

asalta su

imaginación,

de que amanezca pronto para vestir

deseo

el

el

tanto por la

,

y confuso

tenazmente

,

para limpiarse

los caballos.

ellos

Decir que aquella noche duerme tranquilo

no

siguiente

asi sirve

la

San Benito, y confundirse en su puesto, ó su suplicio, entre esa multitud de coches y Cocheros que atruenan nuestros oídos en todos los paseos librea, ó

y

calles

de

los

cinco

los

de

Amanece por

la corte.

,

y

se lava lleno

á

las

fin,

cubos destinados para dar agua

bestias,

y sonándose con

lodos

cálzase unas botas de cuatro suelas reforzadas con clavos y herraduras,

y cambia su calzón pardo por un no

solo usado

pantalón de color, con sus tirantes de

orillo.

mas

de contento en uno

mas apreciada por

sino transparente

y raido Pero ¡oh fatalidad! La prenda

le

y por muchos que no lo son hace retroceder; del corbatín hablo; tómale en sus manos y se horripila,

y

al

lujosa,

la

contemplar

la

hevilla

vez desde su infancia

y

las

los elegantes

ballenas

asoman

recibidas por su lengua con singular cautela y disimulo. Bien (juisiera jieidir

indulto de semejante trato, pero conoce

latendido el adusto carácter de

momento

.aprovechando un ílel

mismo modo que Pero echemos un

interesante

toilete del

reo

el

su gefe

de valor, someta su pescuezo al

fatal

el

cuitado

imposibilidad de conseguirlo,

convence de que es preciso, y

se

:

la

al

fiero

corbatín,

instrumento de su muerte.

velo sobre tan triste escena y acabemos de unn vez la Cochero, quien con gran resignación y no poco embarazo se

enfunda en un enorme

,

con cuello de collera y faldón de ala de un magullado sombrero que no hay mas que zaga de un derrengado bombé, tirado por un jamelgo

frac, color café,

pájaro y calándose en el colodrillo pedir, se coloca confuso sobre la

perla ó pío,

primera

ojos por la

á sus

dos lágrimas ardientes, que surcándole las mejillas son

.

mal comido y bien estropeado

,

bajo de ancas

,

alto

de pescuezo y

cuyas orejas lacias y caídas revelan mudamente al observador sus innumerables años y servicios, no siendo el menos admirable de todos el de tísico

de estómago

tenerse en pié. del magnífico

el fatal

tan gallardo tren, hé

mueble

frente erguida,

con

En

,

,

merced

que al

movimiento de

al

Cochero asido con

se deja caer sobre su cuerpo

corbatín que la infernal

le

,

fiereza á los tirantes

viajar

impávido con

la

desuella, trémulo, medio desvanecido

máquina

,

que

le

hace verá Madrid girando

y oyendo los penetrantes gritos de los pilUielos que con graciosos gestos y ademanes le arrojan piedras y tronchos de verdura llamándole á porfía, Simón eslanti(^ua y lame-pintos.

á su alrededor,

,

,


EL COCHERO.

315

noviciado del Cochero, hasta que llega por graduación rigurosa á guiar un coche como un carro noviciado en que absorve los meses y los años,

Tal es

el

;

con lluvias y cencerradas, agostando su juventud y perdiendo sus locas ilusiones. Pero luego que sabe guarnecer, regir ij cuartear, y conoce todas las calles

callejones

,

costanillas

plazas

,

sube por

,

plazuelas de la corte

y

,

inclusos sus

pescante haciendo su salida del

al

fin

arrabales

y-

modo que vov

á

referirte.

Figúrate, no un

mozo gordo, colorado y risueño, como parece exigirlo la ó el alto puesto que ocupa sino un hombre angosto y largo

que pertenece

clase á

,

como alma vizcaína, cuello de avestruz, semblante aceitunado, nariz de berengena madura, aspecto de senador, pelo canoso, patillas de chuleta, ojos taimados y gesto de autoridad, envuelto en un grasicnto y empolvado rus de once cuellos sin ceñidor ni ajuste, tornasolado ya por la intemperie cubierto ,

,

uu chapin de suela acampanado, con los pies metidos en unas botas como maletas y las manos como botas en unos guantes ó manoplas de hasta las cejas con

,

estambre verde con su cenefa y fleco sentado gravemente en el pescante de un respetable coche de alquiler caja color de chocolate montada sobre sopandas ,

y

,

,

sobre unas enormes ruedas que parecen antípodas del resto del carruaje Figúratele arrastrado lentamente por dos caballos ó dos sombras

ruido, llegará fuerza de fusta y de tiempo á ó de una lo|eria de Puerta de Moros

sorprende

no acostumbrado á

,

Efectivamente el

,

la

esta

que

el flete

admiración de todo

novedad

se prepara

,

sirve de escalón á los novios, sus padres, la

con un niño de pecho

,

la

peinadora

,

con desapacible

,

puerta de una tahona de Lavapies

tales distinciones, sino

una boda motiva

Cochero atisba de reojo

que

entre

,

la

,

y héteme

poner en madrina

un cuñado do

el

que

barrio

se-

en casos solemnes.

la

al

,

lacayo, mientras,

suelo

el

un

banquillo,,

una hermana suya

novia y sus dos

hijos,,

quienes sin saber cómo se empaquetan en aquel tormento; usando de su derecho, todos ellos al

mandan desgañitándose

al

Cochero correr

á

Santa Bárbara

padrino, y vuelven á casarse á San Andrés ó San Lorenzo con

paso de aquellos mártires de cuatro patas

conocen

que no parece sino que

;

el

á

buscar

mesurado,

los animalitos

error que van á cometer los causantes de su malandanza y tratan de

el

retardarle. Verificado este,

quiera (que en

el

ordenan

andar está

el

al

paciente Cochero que ande por donde

busilis

del

escote)

y ya

ten-jmos á

este

viajando por Madrid en día festivo, tocando en todas las tabernas del camino, hasta que para en

fonda de

la

colonia que conduce

,

la

Europa, donde ha de comer, no

la

Mientra» come aquella gente,

el

Cochero ayuna y

de

los desfallecidos caballos, á los cuales

de

la

amistad sincera que los une

coche

,

él

,

sino

la

cual se apea bostezando con general contento y regocijo. se entretiene

habla y acaricia con

en limpiar el

el

sudor

lenguaje propio

y recorre las ruedas y los ejes del malhadado que sufre cuando menos en cada movimiento un deterioro. A cosa de

media hora á Chamberí ó infinitas

sale la trulla

con

el

,

bocado en

la

boca y obliga

al

Cochero á arrear

y él jura, maldice y mueve la cabeza á cada una de las descompuestas carcajadas que salen del coche y no pudiendo saciar su cólera en los ,

,


EL COCHliKO.

3/6

autores de tanto zarandeo enarbola la fusta con poderosa diestra y hostiliza sjvero á aquellos dos retratos

de

muerte

la

que porque todo sea en

,

ellos estraordinario

y aun milagroso, sacan un trote de arranque de tres minutos, con gran aprobación y recreo de los consumidores, los cuales estrepitosamente aplauden y victorean. Llegados á Chamberí deslizase

obligado

cabizbajo y confuso

aun cuando

,

por

hambre

el

,

que ha habido en

compra un panecillo y dos sardinas

y

amen

singular destreza y rapidez,

del forzoso

(jue sepulta

Pero después que oculta

sol sus vivos

el

Cochero,

la

quienes iiiucando por

jas narices llegan el

loriion

le

le

corren,

por blrnco de

resplandores, vuelve

ingrata fortuu:i

aniíiuindo con

,

pezuñas, bajando

á

.M;!dr¡(| e|

voz cariños,!

cabeza e hinchando donde hallan ^u salvación, v su reposo encuentra tan cansado de darles latigazos como ellos

lin

cual se

el

otros

(jue le

cliicos

los gríuidcs (jue

argumento de sus gracias.

Cochero, juguete privilegiado de caballos,

estómago con

el

causa de los

á

,

tratándole úq papaya [¡on y cirineo', porque unos y

á los

en

una

suspiro

en un íleon ó

cnl'ra

:

y debido aconipañamiento de una

,

ocio y por feliz

músicas ni danzas,

mundo

el

copa y un cigarro no sin inqu'.ctud y sobresalto insultan llamándole t'/íi.sící-a \ sin Icrila , y aun de

isu

con

cura

se

arrojando á cada paso un suspiro y á cada

,

nialdicion sobre el primer coche

taberna

Cochero no deba apartarse de su coche,

el

que no

al

las

1

1

teatro, en

andar y de sufrirlos. El noble astiir suspira en imaginación el dulce recuerdo de la patria; ]inq)ia el

de

instante;

tal

sudor

hiere

su

inunda su

<|ue

el sombrero y la fusta sobre la caja del cuche, y acomodándose mejor puede y envolviéndose en su histórico y raido balandrán que que JO han gastado mil gordos y delgados se entrega al tranquilo Morfeo que le

frente; deja

,

acoje benigno entre

dulce

sus

brazos.

sueño, interrumpido

perseguidores, que

al

salir

,

Mitigadas algún

intervalos

á

de

la

por

tanto

penas por tan

sus

muchachos,

los

academia asestan contra

él

sus

arrojando dentro del coche ó á las piernas de los famélicos caballos

que

carretillas

ellos, intenta

latigazos,

,

los al

el

al

y atronadores advertimientos, y vé por

deseada y conducir

á

el

morro

su

ruidosas

cii.?a

á ,

,

salir al

público del quinto sin

que ayudado del lastimoso y aun lastimado los entumidos cuadrúpedos, logra dar la vuelta

haberlo podido conseguir, hasta

lacayo, que ase

,

no menos espantadizo que cuarto acto, dar vuelta al coche con crugientes

espantan y asustan concluir

Cochero

eternos

toda su travesura»

no

sin

trabajo,

á los

descoyuntados novios y

comparsa.

Logrado que há ver

el

fin

de

siempre que sale

mas

sensible,

al

faltos

á

la

cochera

,

á

,

hacienda tan mal parada

no deseosos de sus

de descanso y de cebada. El

pompungido

vuelve

,

los

,

divisar su

á aquellos espiritados rocinantes,

sino

tanto Iraciueleo

amos de aquel arrastrado rastro que de casa esperan no ver mas. El ama que como muger es

cuya puerta aguardan impacientes

,

se enternece

y se abraza

íuias caricias y requiebros

Cochero molido y barajado

del pescante, sintiéndose asaeteado de agujetas

,

se

baja

yerto de calambres

-


,

EL COCHEROy roto del espinazo;

malhadado

y piensa, y trocando después su

componey reforma

de Cochero constructor,

317

poderse sentar ni so^-lenerse en pié, desunce

sin

,

limpia

de Cochero simple por

olicio

el

aquel carro ilustrado, maldiciendo

su suerte, y envidiando la de tal cual mozo de cordel, vecino su vo, ó la de algún aguador al paso que renuncia en aquel momento á su corbata y librea ,

por

los cordeles

uno ó

del

cántaro del otro. Por

el

de camisa con sus compañeros á echar

en su provincial dialecto

mañana

aventuras del precedente dia

las

nuevo sus galgos de herradura á los ministerios,

la

desastrado coche

al

óá alguna parroquia, en

en mangas

sale

aguardiente, contándose unos á otros

el

y vá

,

,

si

hasta que unce de

,

puede á ,

cual se incorpora

la

al

la

audiencia

fúnebre cortejo

de un entierro, y hele entusiasmado con la música darse tono é importancia üeñoreándose en el pescante con aquella cara de suela que se presta tan bien á todas las situaciones, revestida de la estúpida (¡ue

mira con desprecio á

los

que andan

gravedad propia de un alquilón,

y considerándose un temible y dispersa. Ocupada su imaginación con tales pensamientos cochera come tu puchero y se encamina á la taberna; allí como buen á

pié

,

coloso ([ue los asusta

torna á

la

,

,

bebedor, circunstancia imprescindible del Cochero, echa copa sobre copa, v requiebro sobre requiebro á su paisana la guisandera, hasta que llegada la tarde vá á Portici, a

la

quinta del Espirifti Santo, ó á Caruhanchel, de donde vuelve humor, para pasar la noche al raso, esto es, á la

tarde, estropeado y de mal

puerta de algún baile de máscaras, sufriendo mal de su grado los gruesos canelones *[ue le inundan con torrentes de agua sucia y recibiendo en su rostro las nieves ,

y granizos que se desatan en esta temporada al trasportar en su ómnibus un obrador de modistas disfrazadas en vestales, pasiegas, beatas y mallorquínas, por las

cuales gasta las horas de sueño en reír, fumar, silbar, maldecir, pasearse,

cantar

la

Manola y sentarse en

aguardenteras, objeto

desús

el

suelo,

hasta que llega

el

dia

y con

el la»

insulsos chistes y necias bufonadas.

Kstas son las ocupaciones del Cochero, que se suceden unas á otras, siendo común regocijo y de las públicas funciones. El Cochero trabaja

víctima del ««ierapre;

para

él los días

y

las

noches son iguales; es hombre curtido por

lo?<

rigurosos ardores del estío y por las crudas heladas del invierno: como df carne y hueso, tiene sus debilidades y ademas.... gasta su dinero en beber y fumar. Cansado de vivir en la corte, so retira en la vejez á supais, en donde

hace propósito de acabar sus dias tranquilo: pero ha de cumplirse su destino. Un dia se acuerda de que es Cochero; abandona su tranquilidad, su país v sus amigos; sube de nuevo ¡as

al

pescante, y fusta en ristre hele otra vez surcando

calles perseguido de mayores inconvenientes.

perdidas y su convulsa

mano no

¡Pobre Cochero! Una tarde va correr

,

tropieza, vuelca

por los autores de

,

le

Su

vista

permiten ya regir

cansada, sus fuerzas

las riendas

del cocheo

toros con ciertos calaveras, le obligan 6 la abre cabeza se ó se revienta, é insultado públicamente á los

su desgracia, es conducido

al

liospital

,

donde se

aífifan

todas sus desdichas muriendo con los dulces recuerdos de >u pais y los lamentable»

4e su infortunio. I^'NTBEG* XXXVII,

^7


ÉL GOCin-RO.

318 Tal es ó

mas

la historia del

Cochero en general:

sin

diestros logran pertenecer á las casas de

embargo, algunos mas afortunados

duques y marqueses

,

y son esos

lujosamente vestidos gobiernan les bonitos y en los paseos, dignísimos sucesores de atención llaman tu que carruages ele"'anles

Cocheros colorados y rollizos

los antiguos

palanquines,

,

sillas

(¡ue

de

mano y

literas

,

de que los hombres, siempre

inclinados á andar en pies ágenos, se han servido.

CIPRIANO ARIAS.



ú^


319 ^

3h

^}

'

EL PRESIDIARIO.

F.

eí^tar eíi

poeta

,

hay

presidio á »er Presidiaiio

tanta distancia

como de hacer versos

á

casi

ser

escribir á ser escritor;

ó de ponerse á

y á fé que ahora conozco la fuerza del dicho^ aunque vulgar, «toda comparación es odiosa» V casi me arrepiento de la ocurrencia por lo t[ue

mo

puede afectarme. Queria decir parece

muy

separar el primitivo del derivado,

ligeramente aquel en su régimen interior,

solo ([uo

conveniente por dicha razón,

y bosquejar

para hacerlo después sin embarazo

presidio es un lugar de como otros muchos, que ya no llaman la atención en estos malhadados tiempos. Que debiera serlo, con facilidad se entiende y que está mandado cuanto cumple á este propósito (aunque sin asignar fondos) téngase por seguro. Mas como del dicho al heclio

con

el

particular de este. Júzgase

comunmente que

el

corrección v castigo; pero es un juicio temerario

;

hay gran trecho, y en especial cuando faltan esos conductores por donde la comunicar su impulso, no parecerá cosa estrana quo después de diez años de antigüedad, tengamos hoy á la orden sin destino ni aplicación,

fuerza motriz ha de

i'i

entre

el

número de

r^saníev

,

que digamos, y gran parte

lo

son por

el

mismo

idéntico motivo.

Los

presidios en

el rjia

se

hallan planteados bajo

el

piéiuiiitar,

.luiupie


<

EL PRESIDIARIO.

320

parder su carácter de civiles; y si la cosa es un poco difícil de compri-nder, reservamos su esplicacion á los autores sobre la materia pero creyendo con

sin

,

haber aclarado mucho

ellos

la

cuestión

decimos que son militares en

si

la

forma Y civiles en la esencia. Ello es que están presididos por un comandante á cuyas órdenes mandan también, el mayor, los capataces, cabos de vara, rancheros y cuarteleros

,

con algunos otros fuera de escala

:

y que

se difeliibuycn

individuos en escuadras y brigadas con su correspondiente vanguardia y retaguardia, ó sean clases y secciones de jóvertes presidiarios y notados de infamia:

los

esto sin contar con las

y dependencias que no tan directamente

oficinas

se

rozan con los sentenciados.

Hay ademas

otra escala

privada

que entran

afirmar

en

ascendiendo con mas

ó

aquellas dos

entre

tan cautamente divididas del resto,

primera como

la

menos

clases

cual recorren por

la

aspirantes

según

lentitud

ó

de rematados

mismos pudiéndose

meritorios

y van

,

disposición del agraciado.

la

Baste lo dicho, y parece inútil advertir que en ambas se trata de y cada cual en la propia se esfuerza por cumplir su obligación

merecer, veremos»

:

quienes con mas acierto.

que mucho

Desde luego y patente en forma

En vano

dejemos á

,

un nuevo alumno, y vamos

llegada de cárcel,

Por ahora

es

lo al

á

que

ya que oculte su rostro encendido por

allí

haya de añadir

ocasionan; por tanto,

vergüenza, y en vano

al

gefe del

ol

su visto bueno

consecuencia se celen y escriban le

la

menos virtudes en donde aprendan va muy menudamente consignado cuanto se

ademas condición indispensable que

se dirige,

de arreglarle una

servicios con todos los requisitos apetecibles.

para comprender su nond)re. patria, familia,

necesita es

l«i

partir á su destino, la sociedad cuida

ó bien hoja de

miran, porque

le

la

acompañarle desde su salida de

agradecerá.

también que con hipócrita conducta mienta los

y otros aguardando

vinos

profesión

perfectamente

ó

y hazañas: donde

establecimiento á

que por

visto,

sus acciones con los premios ó castigos que

no queda otro med o sino

despojarse

preocupaciones, y sostener con firniozo su blasón. Los parientes, los amigos ó las relaciones de cualquier género

de

,

inútiles

concurren

por otro lado á una tristísima y agorera despedida, en donde los sollozos se

mezclan con

las

exortaciones,

y

regalos

los

impresiones del corazón abren paso á •,u

presencia

«lelilo

una

;

sino el

no se vé excesivo

serie interminable

sola idea presente

al

criminal

rigor de

la

sino

pena

los

consuelos:

todas

las

desgraciado; no se lamenta el una separación dolorosa y larga,

al :

de padecimientos para

que absorve y oculta

con

ternura y se borran ó enmudecen á

la

á las

el

objeto querido,

demás. Todo

ello

esta

es la

conspira también

él i-eraatado vuelva sobre sí, á que se juzgue con blandura, á que contemple ofendido y destierre de su espíritu toda inclinación modesta. Con tal preparación y su sombrero calañés sobre la oreja, su chaqueta de alamares^ chaleco de terciopelo y bombacho pardo sembrados de filigranada botonadura

á

que

se

ancha

faja

de sarga carmesí, botín abierto y

el

pañuelo de seda alado en

a


EL PRESIDIARIO. m.ircha

ri)J¡ll.i,

y

el

hombres

los

321

mugeres

Presidiario tan airoso y gentil, (|iie le codician las al p:!sar esclainan «lástima de mozo.»

envidian cuando

le

Durante su tránsito ningún incidente interrumpe

porque

novedad de

la

apenas

compañeros y

los

el

curso de sus reflexioneg,

inmediata vigilancia de

la

permiten una ligera distracción. Calcula cuanto importa

le

presentarse con arrogancia y adquirir sup>3rioridad en sea cualquiera

asea

su rango y categoría; y

trage y pule

el

la

guardando no obstante

soldados

los

hombre

al

circulo que le rodea,

el

resuelto en su plan de entrada

bien

persona como coiu iene á un Presidiario aristócrata,

en

de sus ahorros

fruto

el

mas recóndito de su

lo

vestido.

Llegado en la

fin

al

término de su viaje

sirve;

en

de educación

á lucha

,

ventaja á su contraria

difíciles

también se encuentra un tanto embarazado su gefe la

índole

,

y conforme

á

disposición legal, alcanza

posee medianamente suertes de

el

el

bolsillo

que

caló; respecto de oficio,

ageno

las

monedas

propio, para

al

naipe que es una maravilla

:

trabajo análogo

donde hacer

no ha aprendido otro que hacer

cual,

como

cañé ó á

al

la

chapa

,

como por

suele decirse, le dá

finalmente, su inclinación única

en materia de ocupaciones, es jugar

efectiva

á instrucción,

del prójimo, pasándolas

lo

pues

establecimiento, gracias

el

mozo en cuanto

el

;

y en materia

en aqui^Uo de investigar

equivalente

taller ó cosa

á saber

manos y escamotear

ensalmo del

,

pnra aplicarle á un

,

;

de borrar. Pero desde luego

sus circunstancias: porque dado que

á la Providencia, tenga algún la

presentado

oficio é inclinación del

sociedad, ó mas bien la

quien dá primero dá dos voces

primeras impresiones son

las

la

disputa una conocida

cual lleva sin

lo

sabido es que en punto

se apodera de él

inmediatamente

,

escala ó linea de empleados que representa á

y exclusiva

y para esto también

se pinta solo.

Con semejantes elementos, no sabe muy bien el director á cual de los con mas fruto; y si ninguno existe en sus dominios, ahorra

oficios le destinará el

devanarse

los

breve rato que

sesos para acertar en la elección. Solo

inocente en su presencia,

le

ha tenido

al

de brillantes que acostumbra traer en

el

fondo de

resuelto suspender por de pronto la determinación

depósito hasta que vuelva

de

él

del

campo

la

el

ha faltado un botón

pechera; por cuya marcada muestra

la

de afición, no debiera vacilar en aplicarle á diamantista

gremio no ha cundido todavía hasta

repara que en

,

,

pero cabalmente ese

:

presidios.

los

Queda pues

dejándole continuar en

brigada á que

le

asigna,

y

se

el

haga

entrega formal á quien corresponda.

Por último, como no hay

plitzo

que no

se

cumpla,

llega el

momento de

y ponerle en manos de otros directores mas hábiles ó mas aquel instante empiezan á desprenderse lentamente sus doradas

bajarle á la cuadra

afortunados.

En

ilusiones, á vista de

un recinto negro y desmantelado donde tienen su

asiento

toda clase de hálitos impuros, dañinos insectos y asquerosos reptiles; donde luz del dia apenas llega desdeñosa al

húmedo pavimento

,

y se quiebra á

de las ventanas cruzadas y casi cubiertas de enormes ba-ras

,

(jue

la

la

altura

pugnan pur


322

El.

PRESIDIARIO.

mas compasivos donde acuden

inipodir la entrada ú sus rayos

;

todo género de mortiriracionos, y dostierran

de

la

festivos habitadores de aquella

cierta sonrisa indefinible

mas

;

pensamiento. Queda instalado otras composiciones de lugar, el

en

fin

,

solicitas

esperanza.

Los con

,

suave impresión del consuelo y

la

uniforme de

En

la casa.

el

y

á

mansión

contémplanle de hito en hito

,

presencia de

autoridad, dismiulan su

la

sin contemplación á unas ni

nuevo huésped

encargado se retira con aquella para traerle

el

este breve intervalo

va á ensayar su primer lección

el ilustre claustro.

Apenas

miran solos cuando

se

la

turba

maligna espresion de sus fisonomias

y amenazas

porque es

,

espresion

la

cerca en derredor, espantando la

le

mucho mas que pudieran

sus

insultos

están saboreando

placer que

del

al

atormentarle; y un formidable jayán á quien los demás respetan, sentándolo

pesadamente

la

mano

—Vamos chanyüi,

sobre

nuca

la

que por

lo

le

dice con sardónica intención.

campechano

le

adevino que nos vá

á

pagar buena

patente.

— Como

que huele á rumboso y bien

atrevidamente

—Y

la

y apartándole atrás su sombrero. un tercero pá no quedar mal en cualquier apuro. ocasión no hay que dejarlos pirar se oye decir en tanto que

cara,

muy hombre

—Los gálleri y la

el

,

—Métele le

prosigue

,

:

,

en términos de sofocarle.

círculo se estrecha

diña

añade otro aproximando

servio;

mano,

gaché

grita

^

una voz, que

es de Otebél

el chiras

y como

,

le

ustaba.

Diciendo

así el instigador

hacia su lado se encuentra

zambulle

,

suya hasta

la

misma acción

la

:

fondo del

el

bolsillo

se practica en el contrario

,

que

y dada

primer embestida agólpanse los restantes, le desnudan en un abrir y cerrar de ojos, y le registran mas allá que buenamente se requiere hasta dar con el miserable tesoro, objeto de sus cuidados. Obtenido, se retiran los ojcadores al la

ángulo de

la estancia donde agrupados con alegre gesto y satisfecha incpiielud, cuentan y repasan. El iufeliz despojado durante la operación se aliña lo mejor que puede, bien resuelto á no dejar traslucir siquiera un síntoma de aquel ,

lo

desorden

:

pero abatido y pálido, acierta apenas con

quiere. Obsérvale uno de los esplotadores

—Señor Reniega —No hay cuidao

,

,

unas estopas mocito

,

al

,

:

mismo que afanosamente

lo

dirigiéndose

al

chaval c^ne se \epirelan

acude entonces

y aquí se respeta á la presona

y

esto es

el

caporal

una broma

;

;

toa

cacique

los

le

dice:

buqué najando.

mi gente es de

caliá,

losjaté se gastan á su salú

,

y

usté será también de la compañía, que yo le convido.

Con

esta cariñosa arenga vuelve

quien dando gracias y haciendo de Nunca mejor empleado.

un poco

la

del susto el

— —Que viva garbo, gritan demás. Uno entre completo yo poquinelo —Y pá que sea los

el

el ^ue/a?'

íx

arliuir

una chaqueta

muy

,

que

ellos

añade.

el resto.

,

varil

amedrentado paciente,

necesidad virtud, responde en afable tono:

sinela laché.

;.

Quién

la

Ea, caballero?, puja

?

t!e


EL PRESIDIARIO.

— quieres — ¿Quién — Uno y medio. Un t

chóralo

II

si

,

323

que amóla.

y le díñelo m.is

cincela btttcr'l

encima. Veinte cales mas y al avío, proponer y no habiendo mejor postura, el vendedor la

quelati.

sucesivamente adjudica

— —

licitadores,

los

último.

al

l'n hahine de vu'Mta de giana ¿quién le camrla'í

mió

(lineo chinorri y es

responde con áspera voz nn mal-encarado

:

permanecido silencioso hasta

será usté

andando.

erra no es cuenta; y

si

allí.

—Mas

me

— Todavía no sabes

vale

mas

la

y

almoneda

pasmado escucha

señor compadre cuesta; y sobre

te

,

que ha

pero por

;

cuenta

,

todas las prendas del recien venido,

,

que dicen sin acertar

lo

cortcsmente

llégase

que

lo

,

se pagará.

Así se pregonan y venden una tras otra

que atónito

cuesia

rematante

el

á

qué alude

poseedor, y

al

y

:

le

finalizada

declara su

intención con esta breve, pero espresiva fórmula.

— Caballero; ya usté ve que estoy en V sino en

Todas

compromiso conque ;

,

á

cada uno

lo

suyo

patio no hace polvo.

el

las

miradas juntas cargan entonces sobre su interlocutor, permaneciendo

y pendientes de su respueta. El forastero recorre los semblantes crece su asombro al observarlos impasibles: para ellos el lance nada tiene fijas

en

él

singular ni estraño

antes bien

;

la

cosa se ha hecho conforme á costumbre

,

y de

y sana

razón entre hombres de buena ley, y nadie queda ofendido. Mas sin embargo, parécele que

el

aventurando en

mayoral tan compasivo antes

—No lo siento —^Si mia. la

su confianza

él

por mí

,

— Es que,... — Y

no

si

manos que me

sino por las

herramienta

te falta

;

y

lo dieron.

replica aquel por toda contestación

,

te

no mirará indiferente su cuita

,

dice.

le

cuadra

,

cuahiuiera

te

prestará

la

,

aquí está

que escojas.

la

—No

— Pues entonces, corazón de alfeñique, has perdido

manejo habíanle para

la justicia.

Esta bella iercion de moral

Ya empieza

queda profundamente grabarla en

le

á entrever que en su nuevo estado no sirve

sino que es preciso elegir en

reparos cuando llegue

A

grandes crímenes

le

pt-áctica arraigada

;

sufrir de

pesar de toda

impide arrojarse vez

tal

será distinto

la

al

lo

la

andarse por

alternativa de echar á

la forzo«ia

ocasión, ó

la

veján)enes sin cuento.

el

contrario

memoria. las

ramas,

un lado temores v humillaciones

repugnancia que siente hacia

v los

primer estremo. Tal vez aquello es

el

rumbo de su conducta

sucesiva,

puesto que aun entonces han guardado cierta sombra de equidad constituyéndole

en arbitro de su suerte El crujido de

la

:

pero

la

rabo se ofrece de nvievo á su grillo

duda solo os por estrerno

puerta que se abre detiene vista

trayendo

el

pendiente de su gruesa cadena y sujeto

sellar su desdicha.

resignación Pre«!Í<liario

á

Ya no

es lícito

dormitar sobre

en trage y en ideas:

el la

el

luto á al

allictiva.

curso de estas reflexiones;

e!

su ])erdida libertad: un

pié á fuerza de

mazo

,

viene á

quebrantarle, ni queda otro medio que

la

duro tablado para nmací^cer un verdaflero metamorfosis es cruel.


324

EL PRESIDIARIO.

Apenas ason)a diulosa la luz del alba siempre eclipsada y fúnebre en aquella cuando la señal de despertar le anuncia que ha cesado por entonces de ,

mansión

,

perseguir

al

sueño. Levántase

donde

le

obligan á bañar

et)

como

le

el rostro

ordenan

con

,

para salir con

limpias aguas de

las

la

brigada

la

fuente

ni

patio

y

con

,

su propio llanto que las enturbia.

Armado cuerpo en

sin dilación de

que

las labores

campos, y cuan adusto el los hierros, y computando aquella enojosa vida?

toda sensación delicada

una piqueta

brillo del sol

en

fin

,

como

Sobreponerse á

fortuna

la

tales

;

y

,

á su tranquilo sueño el letargo de los licores;

rudamente

su sino.

pensamientos llega

y reparten

seis

la tierra

si

,

bien elevado del seno de

la vindicta pública

,

y encargarse de

holgazán , » es

,

golpes: sin embargo,

la

entretenidamente con

las

sus parejas

mas

:

la

Poco después

la

un

segunda vez

presidio

,

el

hombre

ha entrado ya

generalidad

social:

el

á representar

corrección del delincuente. «Trabaja con

suave amonestación que acompaña

dolor de los

al

en aquel momento, ó conversa

fuma

desenvueltas mozas que acuden á llevar

el

desayuno

á

generalidad está formada de sus antiguos compañeros.

los alegres

reposo. El rancho le

la

cantos de

miden á espacios

azada,

la

no rompe muchas

sin

,

injurias en lo íntimo de su corazón. Allí está

hombre que

cabo de su jornada: páranselos

al

trabajo. Pero su trémulo brazo

el

que otro mas descansado y seguro , descargue palos en su agobiada cintura que resuenan como otras tantas de

la superficie

brio

arrancar del oprimido pecho

;

sustituir la estrepitosa algazara de la orgía á la apacible

los otros; este es

conductores,

mas

quebrantado

el

arrebatada felicidad cualesquiera que sean los medios para alcanzarla:

la

Embebido en veces

1

ensayar

¡Cuan melancólica es la belleza de los Marchando va al compasado rumor de

duración de su destino. ¿Qué hacer para soportar

la

conformidad del arrepentimiento parodiar

sale del recinto á

preparan.

le

la

se prepara: cada cual

corresponde; quien

la

multitud arreglados

al

sordo choque de

transcurso de las horas, y dan lugar

el

consume en breve

ameniza con frecuentes libaciones

la frugal

á

estado

si el

la

de

ración que

do su

permite costearlas, y quien brinda al mas cercano á participar de su bota: todo es contento y animación, siendo imposible distinguir la «ondira de

haber

vm

le

castigo á través de las carcajadas

comida vuélvese á emprender declinar la

:

el

y retozos de

entonces se suspende, y cargado

cadena hacia

la

bóveda por

el

mismo

le

el

el

Guncluida sol

a

empieza á

Presidiario con su apero, arrastra

sulco que trazó á su venida.

AUi vuelve á tomarle por su cuenta meditado cuanto ha visto,

los castigados.

trabajo con sosiego hasta que

la

gente del bronce: cuya clase bien

parece aun menos injusta

,

y mucho mas imponente

y vigorosa que su antagonista. Pasada

en

el

la r'iquisa

de costumbre y abandonados á

si

mismos

los Presidiarios

encierro, tratan de llevar á efecto la proyectada función. El señor Reniega

saca de debajo del tablado un formidable pellejo henchido hasta mas no poderj

un solemne

frasco de aguardiente

completan su comitiva.

Gomo

ni

le

acompaña, y varios asados y

cuando

se ha

fritos

introducido todo aquello

en seco ,

nadie


EL PRESIDIARIO. lo

325

sabe; lo interesante y lo cierto es que se encuentra en

cumplidos

ceremonias loma cada uno

sentarse en derredor sobre los ladrillos,

según mas

en amistoso circido,

asi

provisiones cuyo grato olor convida espacio que suple á

con

la

con

baraja y

la

la

mucbo mas

y adornado el ci-nlro áv aquel no con un gracioso ramillete al iiieno

apetito,

mesa redonda,

taba que

asuntos reservados de

los

cómodamente

sustituyen

intermedio, y

entonado

si

cautivan

la alicion

co;i,ienza

,

un misterioso

la

la

Una rebanada

cofradía.

mas opulenta servidumbre;

á la

buena disposición

entre cuero

mosto á

el

los platos

todos los esmerados preparativos

á

y

de pan v una navaja de

de un

banquete.

— Vaya — Allá va

otra ronda Pacorro;

una

para

bien repleto, descubiert.is las

zacjuo

el

al

y animado festin, donde cada cual repasa con entera propiedad carne

,

piernas tendidas ó cncorv;!clas

las

place.

le

Reunidos

pabellón: y que sin

el

parle de terreno que necesita

la

señor Reniega

,

visual á

,

que esta vida trabajosa

acude prontamente

bóveda del aposento: porque

la

á tragos se

,

invocado

el

ha de pasar.

tirando con

,

sicobele su paternida sigo

la

bola

de

esta

maldecía esfaripé.

—No de

tardaré mucho con la ayuda de mi patrón el Cristo de la Agonía y Garbosa, que su divina magestá conserve para bien délos probes presos.

la

Gorra

gracia é Dios.

la

—A que

no se olvide su mercé del que pena; dice

el

pulmón con el lastre de Baco. Xo hay que lenelar duca llegue yo á sicobár y luego

segundo después de

reforzar el

,

05 puedo chivar mejor que

el /)o>(>.s(jíMero.

Sobre

el

hlrrjtnrlelen córrelos',

que sra mamif que

que

se pire!

conmigo.

—A

que no haya tropiezo, compae Reniega»

—Y hay mojo ¿pa que tengo de buena —*A salú de ustedes; brinda recien venido su turno. — Chivato dice aquí mira y olvida y se le

si le

la siieti

la

á

principal,

el

le

,

vaya

arate'!

el

se

se calla,

trago porque hagas tú méritos pá entraren la

el

se

lo

que se vé*

hermandá.

Con estos interesantes coloquios se vá dando fin al rancho de convite; v terminado, sin alzar manteles como se adivina ni cubrirlos con el tapete, se cruza un cañé entre el humo do los cigarros y los vapores del vino que á menudo presenta quien mas alumbra.')^

á

mano

le

que generosamente

misma buena

le

se dá

prestan sus

y

No y

el

le

allí

lampara

,

unto mal

sin

su habilidad armado con

el

dinero

allegados, porque en tales reuniones con

se quita,

y

desparramado en aquel recinto, salva ronco tono

diciendo «cámara

tiene,

Nuestro héroe también despliega

á

la

poco rato se alza con todo parle cedida á

dice; acaballero, aquí cobro yo

un

el

la

caudal

resuelto jaque que en

el barato.))

tardan en hacersu efectoel gas que despiden aquellas ambulantes bodegas,

soporífero calor

que añadtMi

los

neblina ó boira ataca directamente íiienten

miasmas al

cerebro

del tabaco: ,

los

progresivamente turbados y desvanecidos. ENTREGA XXXVIl.

y como todo

lo

que es

de aquella amable tertulia se

En

tal

caso liT

yá,

empiezan

los


EL PRESIDIARIO.

320

balbucientes desatinos, las risas y desconcertados planes de pasatiempo. Cantares lúbricos, descompuestas danzas ni el peso

de

y torpezas

sin

las

donde no

se

echa de ver

de

la falta

medida, mézclanse

informe conjunto; y

ailíeii

el

ruido y

concurren á hacer insoportable aquel desorden. Los licores encienden

y

la fatiga

hermosas

las

cadenas, lascivos remedos, posturas livianas, dichos repugnantes

torna á llamará los licores;

confusión se aumenta,

la

el

el

al

polvo deseo,

apetito se aviva,

y toda aquella baraúnda viene aparar en escenas mas dignas de lamentarse que de referirse.

Desmanes son

que

estos,

al

principio espantan

al

recién llegado, pero con su

repetición insensiblemente le ofuscan, le entretienen, le aficionan y le dominan.

Sin embargo, pasando dias y viniendo dias antes de llegar á tan miserable estremo,

una chispa de nobleza que abriga en su alma, y otra buena dosis de temor al castigo, le deciden á dar con gran sigilo un paso que contempla muy meritorio; estoes, á des(;ubr¡r cuanto sabe, vengando al propio tiempo la reciente injuria*

Hé aquí nuevamente el director

que

recompensa es

la

tal

que venga

lie

vara,

al

condenado que

al

de su parte,

el

se arroja

en brazos de

la

sociedad. Esta, ó

acoge con dulzura, agradece su revelación, y conociendo

le

mayor estímulo en las acciones de la vida, se la prepara como anillo al dedo; porque medita hacerlecabo

servicio prestado

ósea inmedioto iclador de costumbres.

Asi arreglado, y tomad, (s

las

precauciones oportunas, bájase bonitamente una

noche con su patrulla, y sorprende á los ternes in fraganti baraja en mano, bebiendo y picardeando á mas y mejor. Envíales al cepo sin rancho y con mordaza, depone al cabo por ocultador, y confiere su encargo á nuestro hombre. ,,

Una semana entera transcurre

sin

novedad que de conlar sea

;

los castigados

en su arresto, y el delator en el pleno goze de sus derechos, aunque sin tener donde ejercitarlos. Al cabo de ella, vuelven las cosas á su estado normal, y los penitentes entran en la bóveda jurando vengarla mala acción; sin embarigo falta saber quien haya sido el autor, y nue?[ ro cabo se halla bien tranquilo sobreel secreto.

Parten los Presidiarids á su trabajo y observan entre

porque

y dejan Hogar el gefe

husmear

la

noche.

No

es

fácil

al

nuevo nombrado; murmuran

descargar sus iras en

la

de sala duerme separado y encerrado en una partija de

sin riesgo lo

que en

nocturno conciliábulo para

misma sucede: poro en cambio

la

de

fallar

la

se

primera, ella,

para

reúnen en

suerte del reo.

Siéntanse con gravedad sobre sus piernas encima del tablado, formando

imponente semicírculo

(pie

corona

el

principal

:

cada uno

tira

de su disforme

navaja, pica de un puro, y arrolla un corpulento cigarro apretando con

borde del papel que ha de ser interior reparte lumbre á los demás: brilla

humo

el

pi'esidenle echa

del incienso se levanta en densa nube, y

—-¿Qué pena merece í

el

—La de un

el choial

^-ip¿níar/enn jáirf^we que se

que diga

soleá

pregunta

traidor responde el

í

le

el fdo el

yescas, enciende y fuego sacro en las bocas délos jueces; el :

el

la

consulta empieza.

principal con tono severo,

mas inmediato. rezume

la oc/ii.—A''/?f/í/iar/é!

proponen por su turnólos siguientes»

una de curripénes


32T

EL PRESÍDIARIO.

— Señorc?, no

loo lo

que precipitarse:

liay

tione comproiri¡?o,

iriio

y

d

qup

por primera voz, no merece tanto.

se berrea

—Pues

entonces, una

c/iej-í/a.

—Una rueda

al

moscardón;

oye en

se

lirnula

la

opuesta.

—Eso

yá st/íé/a poco y de c/íií?i^ct, repone el Caciipie con importancia; vaya hámhano y se pensará mejor. Ilácenle en efecto, y sigue el debate con la propia moderación y cordura; defiriendo siempre los opinantes al dictamen del que una vez supo hacerse lugar otro

y

en gefe. Por último, queda acordado como suficiente castigo,

erigirse

media hora de suspensión por

tres carreras de baquetas, ilcl

los pies,

y

(pie sufra la

pérdida

destino. es el c/to<a vuelve a interrogar el presidente

—^¿Y quién

que no han de poqurnar

,

que uo devisárant

los

—El —No hay

chibato,

responden en coro diferentes voces.

—Y á mas

que no ha chalao con nosotros en

vou nosotros: repiten algunos miembros de

—Es

—¿Que pruebas

sino querarle baró sin contisar con

mas que ver

tenéis'/

cuadrilla.

la

él la bruja. -^Ki

con nosotros, ni de penitencia,

las diferentes secciones

vcrdá; está convito; pronuncia entonces el presidente,

y

el fallo

queda

irrevocable.

Entran luego en

la

ocasiones de ejecutarlo: y señalan

encomendándose en

de todo corazón á su protectora

ella

nueva delación su plan de fuga otro v

modo

La festividad llega; ,

aguardando espera

y concluido á

y en

,

la

la

las

misa,

Concepción purísima,

escarmiento y no les frustre con una mas proponiendo firmemente matarle, si de

;

el

acaeciere. Arreglado ya, abandónanse tranquilos en brazos del sueño,

dejan correr serenamente

costumbre

primer domingo después de

el

fia de que interceda porque baste

11

muchas

elección de día y hora, puesto que no son

resto de la semana.

el

rematados vuelven

los

Entra

mayor devoción que de

atiende con

el sacrificio se

á su calabozo

donde

agraciado bien ageno de

se preparan

suerte (pie

la

victima.

el

acto se ve cercado por aquella turba infernal como

el

la

el

le

dia de

su instalación; mas ahora un silencio aterrador acompaña á sus acciones: sus ojos Centellantes indican bien

revela

al

ferocidad (pie les anima;

la

desdichado la verdad de un cuadro tan espantoso;

responde

á la del sentimiento; la

su presa.

uno

clavan

al al

frío

suelo, y

peso de los

otro lado con el

el resto se le

las ligaduras,

v

le

,

grita

á

la

les

agitación de

impelen hacia

fajas, tiéndenlc

las ocultas

grillos

,

y cadenas ;

tres

l)('>cdes al

(pie

agudamente

se

y apura

el

veces repite

dejándole exánime y moribundo sobre

con fuerza una imperiosa voz

perdona.»

avudan

rudeza de los ademanes,

y furor que

rabia

empuje. En vano implora compasión

su rostro. ((Alio vá

la

haciendo en su espalda violento apoyo, saltan

incansable tropel su meditada venganza

mas, y

la

Ligan dolorosamcnle sus mieMd)ros con

boca abajo en. el

tirantez de sus facciones

convulsión de sus manos traslada

los espíritus, v el castañeteo de sus dientes

del

la

mandato

los

,

el

liombre no puede

atormcniadoies, deshacen

pnncrso on p¡ó diciéndnleí «otra vez será otra

cosa.)i


3 28

EL PRESIDIARIO.

Este rasgo de generosidad en medio de aquella barbarie basta cierto punto

merecida,

gran manera al mancebo, quien lloroso y arrepentido mas consecuencia y promete cuanto le exigen. Lo primero mando; pero mas entendidos que el director convienen en que haga de un modo aparentemente forzado: lo cual es sencillo

afectan en

se propone guardarles es la

que deje

el

,

dimisión se

denunciándose á aquel gefe un estudiado descuido de cualquier género. el

mas cercana y

azar presenta coyuntura

Y

es el caso

le

acerca

que á poco tiempo estando con

un sugeto de buen

Presidiaros en su cuartel, se

los

y llamándole aparte,

esterior,

Pero

favorable que ellos pudieran discurrir.

dice

le

á

media

voz algunas palabras.

—Reniega el

—Mucho tono

,

grita el incaut o

en misa: y

reló

que

el

;

Erai dice que

la

gente de cortesía

:

el

ya sabes de

mañana.

bueno del ascendido, que

el

nkabaron

le

por entero.

quien estuvo la semana pasa

que diga

recado

y ese señor que vuelva por él

Se olvidó de calcular

domingo pasado

nombrado acercándose y moderando

el

ha de tener su aquel con

se

en casa de Chispas; envíale iglesias;

el

queréis volver, ]o poquinela

responde

si, le

que también

;

lo

si

no son

asuntos

tales

para tratados con semejante publicidad; que uno de los capataces ó vigías de

conductas con arreglo á ordenanza

que amaestrado en contenido; y en

que yendo con

íin,

menos

el

soplo

piensa, con

lo

oír y oído

en efecto

hecho cargo mas

práctica se ha

la

ílegradado cuando

ha podido

,

casa

la

se encvientra

,

de un mes de cepo, y

adición

la

propuesta,

que conviniera de su

director de

al

la

en su relación de méritos.

nota

Entonces vuelve de lleno á

masa de donde

la

de su confianza y costumbres, y se forma de la palabra.

Empieza por adoptar su brazo

la

imagen de

la

salió;

entra

Presidiario en

toda

grabando con pólvora en

divisa,

Soledad

el

para

escribir

debajo

luego

el

el

á

parlic¡()ar

la

estension

morcillo del

nombre de su

y esgrima, ó sea manejo del arma, y no tarda en familiarizarse con sus desordenados entretenimientos es en breve cosa corriente é iilentiücarse en un todo con sus ideas. Para él querida: perfeccionarse con prontitud en

el

idioma

,

encaramarse

á

fácilmente por hierros de

una venUina

arte de fingirse

Proto-medicato

cuando

el

caso

para convertir dinero

y

navaja en

que

la

;

la

,

ó

se arroja de su altura sin otro ausilio

muralla

tullido

sus muros, ó descolgarse

se introduce por los apretados

un cordel; y aun hecho trasgo,

punzante clavada en el

calabozo escalando

bóveda del

la

,

un peligroso

ó

punto de que por

hasta el

tal le

requiere. Ninguna repugnancia siente

en saco de noche

sus prendas mas preciosas

aquel raro estuche,

lo

el

mismo

en horadarse

que es tonel de dia, encerrando

llaga

la piel, allí

su

ó bien á las veces para ocultar la prohibida

:

ya que no en algún otro parage de su cuerpo

previsora naturaleza haya indicado

y de escelentes disposiciones

declare

y de abrirse una

de levantarse una forzada calentura

lo

que un arma

Conoce con perfección

salto.

físicas

,

como

á propósito.

cultivadas por

el

Hombre de ingenio

ejercicio

y adiestradas


,

,

EL PRESIDIARIO. |)or

que

329

necesidad, llega á aventajar á sus propios maeslros en

\i\

enseñan

le

mereciendo repelidas veces en cada uno de

,

honores de invención. Cómodamente lima sus ó loza

con

la

mayor exactitud

hueco entre dos

ladrillos

que no ve,

á cerraduras

ramos

los

los»

,

con un cacho de

grillos

ó saca de ellos entrambos pies dejándolos intactos

,

las habilidades

teja

funde llaves adaptadas

:

mas elementos que

sin

ej

por molde, un pedazo de tocino para encender fuegos,

y otros de su camisa por todo combustible. Agujerea las paredes y los suelos con la ayuda de sus uñas, ó cuando mucho de su navaja, y aunque no cuida gran cosa de aprender á escribir, hace grandes adelantos en borrar letras para falsear un

Entonces ya se figurar

le

secreto do

el

pasaporte ó licencia de salida.

declara digno

miembro de

en un golpe de mano ó acaso para

aunque accesorio indispensable

al

la

corporación

dirigirlo.

Presidiario de

,

y apto para

Solo un requisito

buena raza

:

y es

la

le falta,

sombra

de una beldad á quien tributar sus glorias y de quien recibir cariñosas atenciones.

La adquisición no logro.

Verdad

es

es diíicil y la monotonía del encierro aguija el ansia de su que no conoce otras á donde encaminarsus flechazos y chicoleos, ,

sino las propias que diariamente acuden á ver ó cuiiar á sus respectivos cuyos:

pero

como

no sea hoy un grande obstáculo aun interviniendo legitimo

esto

uiatriiuonio,

decídese

por

fin

a

una

dirigir

carta

esplicaiido

su

atrevido

pensamiento, que termina con esta sentida y amorosa posdata: Tres veces cogí

Tres veces cogí

Tres veces se j'^1

De tan suave manera Nereida

,

que

circunstancias

sin la

rorazon en

se calza á

piedad

la

pluma

el tintero

me

cayó suelo.

el

poco tiempo con una descocada y mal agradecida á su primer gachón, (puest.i que las

abandona

impiden Imcer cara á

los

dos manconuinadamonte) v acepta v

paga sus tiernos suspiros. Tal conducta á vista y ciencia del acusativo, que digamos en aquella oración, tal

desacato en sus barbas,

como no puede menos do

ser, trae sin remedio a

su espalda las consecuencias que buenamente se dejan presumir. El despreciado

amante

reta á mortal duelo,

no puede menos de admitir por consiguiente aprovorlian

para lav el el

diísafio,

dia

su afrenta,

r

á

su dichoso rival: este

porque en otro caso dejaría de

para

afilar

sus armas,

v aguardan

serlo; á

la

hora oportuna.

No hay

cosa lan horrible

como

el aire

frianiente socarrón y burlesco (jue dá

y palabras en lances de tal naturaleza. Nada del fogoso ardiniioiito que los caracteriza éntrelas clases mas elevadas, ni de las acaloradas

esta gente

á sus afcioiies

contestaciones que les preceden, ni del ruidoso aparato que hasta ellos media.

Su rencor es sordo y oculto, su mirar desdeñoso y su acento recargado. Hablan tasadamente y con pausa, ahuecan la voz, se rascan i» apovan Ifi mano sobre


el PUESIDIAHIO.

;í30

cadera en sosegada poslurii

la

y su valor loma un aspecto tan ladino como

;

i>us

y personas.

frases

— Goinpadrico ¿quién mete Vd. donde no — Yo naide doy cuenta de mi gusto. — Es que en esa luMubra mando yo. á

le

le

llaman?

á

—Eso

será

— —Y náa —Pues

Con que

mí me acomoda,

si

á

¿eh?

más.

veremos después de requisa,

lo

—Lo veremos. Son

únicas razones que se cruzan entre dos ternes para arrimar á un lado

las

libres de su peso

tomar como quien no dice nada

camino de

el

la

existencia

la

eternidad. Sin embargo, no es((uivan su rey de armas que coteje las preparadas

y asista

A

y

,

combate.

al

hora de requisa

la

,

parsimonia

,

verificada esta

y

formalidad

otra

sin

y

sálense al

,

cada

elige

conveniente. Tiran de sus navajas, y abiertas,

con firmeza saliva

en

la

yema

tomada del

,

el éxito

de

pie derecho la

,

,

y

la

(pie

misma estima

cachas, apoyando

las

humedecer su punta de

el

índice izquierdo

el

con

patio

terreno

notablemente

influye

,

pelea.

la

Arreglados ya

miradas y

con

el

empuñan

del pulgar contra la hoja. Esto

labio inferior

cual

el

.

calañés por escudo, el arma tras de su copa, retirado

cuerpo agachado cargando adelante

el

intención en

la

intención

,

.

las

miradas

aquellos campeones be miden

lijas ,

se

en

el

las

obéervan

y se hostilizan inmóviles en su puesto. Por fin el mas audaz acomete la lucha be traba cruje la arena bajo sus pies la navaja brilla y centellea en la oscuridad, ,

,

,

el atento

salto

afán se redobla

un

;

de retirada; menudéanse

resuenan de

alientos

vestidos

,

crece

y al apartarse

,

el

fatiga

,

lo

los

brota

el

sudor en sus frentes y

furor, olvídase la cautela

,

se estrechan

un ;ayl lastimero y la caída de

desaliado su victoria, preparan

Era

provoca una huida, y una embestida otro amagos, caen á rajas los sombreros; los

salto

al

,

sangre en sus

la

se obligan

un cuerpo en

tierra,

,

se acosan;

anuncian

al

retador su muerte.

único que faltaba á nuestro héroe para terminar

la

carrera del crimen;

ahora le queda solo recorrerla y ensanchar sus dimensiones para lo cual tiene ya mucho adelantado, poicjuo los ensayos felices, dan por fruto siempre inclinación ,

Y

arrojo.

La impunidad concurre á alentarle pues de contado se sej)ulta en el silencio toda muerte de buena ley en vano son las pesquisas y procedimientos del foro; nadie lo ha visto nadie lo sabe el matador queda libre del castigo y el vencedor ,

;

,

,

,

coronado de laureles.

Cumplido este deber, y limpio ya de polvo y paja, sus proyectos tienden esclusivamente á abandonar aquella mansión para él pequeña y á ejercer con mas anchura y ventaja sus talentos adquiridos Poniéndolo en ejecución merced ,

:

á

sus adelantos y

buen ingenio

,

se nos vuelve

,

al

seno de

la

sociedad tan corregido,


EL PRESIDIARIO. tan suHVf y tan otro,

como hemos

visto,

y como

331 esta se prometió sin

encerrarle. La fuga

le

poderosa razón

obliga á hacer bancarrota, guardándola

duda

al

proporciona algunos años de recargo en su destino; sus proezas , la formación de nuevas causas y la imposición de nuevas condenas <{ue á una suma, esceden con mucho al término regular de su vida;

cuva

(lue

le

para

,

y dejando

en ausencia y rebeldía se sustancien laspnmeras, y se aplicpien y apuren

segundas.

las

Sin embargo, no ha olvidado por completo hospedaje

la

educación

moral que en su

inculcaron. Recuerda que son tres los géneros de obligaciones en 1;^ criatura ; y conserva respecto á Dios, que le es muy agradable ver espurgar d.>l| lujo su santo templo respecto á sus semejantes, aquella sublime le

máxima

;

para

,

<juie,r

cuanto sea para tu prójimo; respecto á sí mismo que debe aspirar ala, , mayor perfección apropiándose cuanto bueno observe en los demás. Finalmente, conoce bien cu su humildad cristiana que nadie os responsable de que haya entrado por donde le metian ó elegido entre lo que le presentaban; por eso el maí aventurado jamas se atreve á desplegar su boca alegando descargos en este punto. ti

,

y

si

alguna vez os detiene,

una esquina,

se contenta

(

amables lectores) navaja en mano

con deciros en

mudo

lenguaje.

á la vuelta

«Aquí

porque he venido.»

BO^JFACíO GÓMEZ.

estov

de

vo





l_.sLo:,;-iíÁgii¿I-:;í¡¿s

EL CALESERO.

4|i e"

versos hábil, ni en

¿cómo dejar

la

Juzgo que de yerro

si

cruz hasta

la

de otros

¿Echo á cara ó

prosa durlio

la

gente satisfecha?

á cruz?

¿Cruz? Bien está;

la

fecha

consejo escucho.

el

me

—Arriha, ¡chucho!

luzco de esta hecha:

de mis versos acudo á la cosecha ([ue

Yo

como

malo abunda mucho.

es fruto

bien conozco

,

y

lo diré

de paso

,

que me hundieran con pullas maliciosas si

acá volvieran Lope y Garcilaso;

Mas

oidlas

y lo que que allá

jUste!

que cuento varias cosas

es de la forma no hagáis caso se

que

van mis versos y mis prosas.

es tarde

que no consiente fárrago

como

y llueve, no mas prólogo el

opúsculo,

esos grandes, eternales cánticos

que otros entonan con acento impúdico ya celeljrando en la

las doncellas

candidas,

ardiente faz y los luceros fúlgidos,

ya revelando con jiasion carnívora

ENTREGA XXXVIII.

3^


,

,

VI GALSEEllO.

33i

la intensa llama de su

amor

sulfúrico.

Tampoco lia de quejarse el arte métrica de preferencias que si en rancio pulpito ,

lo

mismo en

poesía que en política

predican apósteles estúpidos;

las

k las chocheces clásicas,

yo siempre

hostil

aunque sepa que en

esto soy el único

daré á todo reglista sistemático, tajo

va y tajo viene sin escrúpulos.

¿Por qué solo de reyes y de príncipes digna

octava ser? ¿Por qué su número

la

de versos y de acentos y de silabas no cuadran bien al Calesero rústico?

Todos somos iguales ¡fuera fórmulas! quiero de metros hacinar un cúmulo,

que viene bien en pasatiempos

líricos

de compases variar como los músicos,

Desde hasta

de

alejandrino, casi

el

verso unisílabo

el

la alta

octava á

quien se

á

máximum, súbito;

plebeya décima,

ruin... todos por último

la seguidilla

sirven

la

el

mas

rie

de

chachara

la

de severos censores energúmenos.

Y

pues

me

va cansando

mas propio que de

el

son monótono

jácaras de túmulos,

basta ya de romance endecasílabo otra decoración, no

Do la

mas

esdrújulos

trocar la tonadilla

facultad

concededme

ya que melosa y sencilla se presenta la quintilla

que

está diciendo:

comedme.

Tres metros se han ensayado

con este que empiezo junto

y

ni siquiera

con

la

en un punto

cuestión he tocado

conque... vamos

Como que

al

asunto.

sabéis, caballeros

sin principios

no hay

debéis cual yo convenceros

fines


EL CALESERO-

"

"

335

que no hubiera Caleseros sino hubiera calesines.

Y

asi

mi pluma traviesa

(válgame Dios cuanto ripio) sabe bien que

empezar por

interesa

la

principio

el

ps decir, por la calesa.

Del carruage es escusado

'

'

(encomiarla utilidad

yes prodigio bien mirado cuanto en esto ha adelantado

humana comodidad.

Ja

Entre

la

gran parentela

que preserva de

los barros

frios, si llueve ó hiela,

y

carretela

descuella la

que

es la reina de los carros.

Sigue en lujo pertinaz á

invención tan peregrina

el

COCHE, guerrero asaz,

aunque

(jue

tiempo esté de paz

el

jamás sin armas camina. Para

la

gente elegante

está el TILBIRI

tan veloz

bizarro

como llamante,

que mas parece que carro

una luneta ambulante.

A

y ameno BOMBE corretón que, consúmame un veneno estos sencillo

sigue

el

sino fué el

tal

invención

de Hipócrates ó Galeno.

Gomo hay vagos

infinitos;

para esta gente holgazana

hay ÓMNIBUS pintaditos que hacen por Madrid

muñéndose de

Hay que dá

otro coche al

que

pinitos

gal vana.

le

ramplón

monta

y por servir de alquilón aunque sea de Fermín siempre

le

llaman si.mox.

esplín,


,

EL CALESERO.

336

De transporte hay por mayor. La DILIGENCIA responda, que es cuádruple conductor con su cupé, su

interior,

su berlina y su rotonda.

Dos mil TARTANAS

véu

SC

invadir las carreteras

donde hay galeras también que supo el

que

y

si

que hizo bien

lo

las

llamó galeras.

mejor irá pata

es

la galera ingrata,

que no en

tampoco dá su marido

el

muy buen

rato

carro-mato

es decir, carro que mata.

Esas gentes que á rabiar están en viéndose quietas visto al viajar

habrán

tras otra chillar

una

veinte, ciento

Y

y mil carretas.

ese funesto chillido

que no es

la

voz de Rubini

mas, bien entendido, que haber en Madrid olido

vale

los carros

de saratini.

Mas hablo á troches y moches de carros y ya me pesa. Lector aunque lo reproches, ,

mas carrosl ¡fuera coches! donde campe mi calesa. ¡no

Y

lea versos ó prosa

para averiguar un hombre

con

eficacia estudiosa

por qué

la

dieron

el

nombre

de calesa y no otra cosa.

Yo que

es

las

razones no doy

mi ciencia reducida

y bien estoy como

estoy,

ni etimologista soy ni pienso serlo en

Mas la

si

mi

vida.

mi cholla no yerra

razón que aquí se aguza,


EL CALESERO.

337-

es la razón que se encierra

en llamar y á

tierra á

la tierra

merluza, merluza.

la

La

quintilla castellana

está visto,

no

se presta.

Creo mas propio

romance

el

para describir calesas;

que es metro

muy

español

y también hay quien apuesta que

Calesa es

la

la

nata

de los carros de mi tierra.

Bien pudiera describirla

con todas

las

voces técnicas

de convexidad y sólidos base... radio... paralelas...

Pero es mas claro y mas breve suponer que se asemeja á una sartén con dos

mangos

tumbada sobre dos ruedas. Engalanada por dentro con

y seda

talco, borlas

que

manólos,

está diciendo:

viva

madrileña.

sal

la

Sobre un cajón

donde meten

el

asiento

merienda

la

que parece contrabando por

no

oculto que se encuentra.

lo

Y

hacerle contrabandista

es calumnia,

ó

muchos pecan;

porque muchos aseguran

que

cajón contrabandea.

el

Enrollada inútilmente tosca cortinilla ostenta,

que aunque

á su altar

nunca gustan de Pintada por

no ha de

el

faltar

respaldo

sandunguera

puesta en jarras una

de

las

que

O un

la

torero

suben ángeles

tinieblas.

liga

dama

ensenan;

echando suertes

,


EL CALESERO.

338 ó

un gaché con su vihücUi

y una pareja bailando boleras.

las seguidillas

Si es caballo

el

que

la tira

suele ser de aquellas piezas

aunque

((ue

se las coja

en caza

tienen espinas de pesca.

Matada está siendo muía

y no estrañeis que aun se tenga porque hay diferencia y grande de estar matada á estar muerta. Pero carne ó bacalao

matadas ó no las bestias, cuando ellas quieren ncceden á postas

Que

y diligencias;

la

voz del Calesero

¡huyl jzagala... coronela! torna sus patas de galgo

y de avispa sus orejas.

Y

mismo

aqui

pintura

la

comienza

del Calesero

cuyo parecido acaso de mucha verdad carezca

¿Mas que ha de ser SI

el

bosquejo

para hacerle no prestan

su inspiración

los

Madrazos

y sus pinceles Alenza? El trage del Calesero

no

es tan rico

comparar ({uc

guian

que

se

las carretelas:

Ni alcanza

al

de los cocheros

ni al de los lacayos

Y

hasta

pueda

de los siervos

al

al

llega

Simón muchas veces

cede en rango y apariencias; Mas si el de aquellos el signo de

vil

el del

servidumbre lleva

Calesero grita

¡que viva

la

independencia!

Calzado todo español

pues sabe que en su faena zapato ruso ó inglés vale poco

y mucho

cuesta.


339

EL CALESERO. Buen pantalón de ancha trampa con botones á docenas á veces de plata todos,

y otras de cobre ó do suela. Faja limpia y bien ceñida

chaleco de pana vcrda (1)

por corbatín un

que

le

])afiuelo

sirve de chorreras.

una zamarra

Suele echarse

entre otoño y primavera, y de primavera á otoño

sencillamente chaqueta

U

otra

mejor de alamares

que parece cuando nueva

un poco mas que manóla algo menos que torera

y

El sombrero calañés ajustado á la cabeza,

que aunque es ave de

ala corta

con poco viento se vuela.

un

Látigo pegado á

fresno,

de larga y tejida cuerda

que mas que

Y

el

le

duele

peso de

al caballo

la

calesa

para acabar en

fin,

pondré en su boca entreabierta

un mal puro con mas humos que doscientas chimeneas.

yo

La Calesa y Calesero diré como se emplean

pero esto es cosa de octavas; ahí tiene V. la primera.

No de

inquirir lo agono soy

amigo

pues atrevido preguntar pensaba si

para no dar creces

al

hombligo

mi lector apreciable frecuentaba por

la

Plaza Mayor... pero ¿(jué digo?

de la Constitución,

y

la

no me acordaba

Plazuela de Descalzas Reales

miiMito, de las Dcí^calzas Nacionales.

(l)

Se

ilicc

vcrilc,

pero

el

asonante se empeñó en que lialMa de ser vcrcla


,

ALESERO.

340

Estos y otros lugares concurridos al lector

de que

.

de Madrid no estoy ageno

deben ser bien conocidos;

le

y en este caso suponer es bueno

que

habrán abrumado

le

una y mil veces

al

los oidos

cruzar sereno

con cierta tentación traviesa:

asi

amo, ¿quiere usté un coche, una calesa?»

»rn{

Y

su bagaje»

tú, lector «aprecio

contestado

le

habrás,

bien recuerdas;

si

y él ha instado y tú has vuelto con un no.^ repito, á sus palabras lerdas: ya porque

te

hace daño

ó poríjue no

hay un

real

dero es una razón

muy

Mas después

que

del

carruaje

el

ya por(jue quieres estirar

coraje

,

cuerdas

las

que es poca cosa,

poderosa.

responda

no7ies\e

supondremos que ha habido caballero que ha querido dar vuelta

redonda

á la

por varios pueblos y volver ligero: ó ver el rio, ó visitar

la

ronda,

este le ha contestado al Calesero:

y

seguramente que

ponga Vd. pronto

el

la

me empacha

andar

calesa en facha.

Ajusta, da un real mas para tabaco

y

el

Calesero esclama ¡arriba plomol

quita la

manta

le tienta el

rabo

al ,

enlutado jaco, le

sacude

el

lomo

y monta y dice: aunque me valga un saco de oro no doy la bestia que yo domo. ,

¿Oué puerta? ¿Billiao,

vera Vd., nada

la agobia.

Toledo, ó Alcalá ó Segovia?

El otro elije sin intriga y guerra que en esta parte concederle quiero

derecho electoral, pues en mi cualquiera es elector por

Y

el

tierra

dinero.

aun mas hondo misterio aqui

el elector

se encierra:

mas mulo y majadero

vale por cuatrocientos bien seguros,

con

tal

que tenga cuatrocientos duros.

Pero esto no es del caso, es

y

emprimar

el

al

lo del

tonto en el ajuste,

Calesero por

salir del

paso

caso

/


, ,

3U

EL CALESERO. mete una bola que parece embuste.

''

'" '-

'

«Jamás nos queda para echar un vaso puede Vd. darme

dice:

soy criado y

nunca me

Y si

ya vé Vd.

tuerzo

que saca

lo

y siempre

'

"

daca.

que ganar podría

lo

un hombre no

que guste:

lo

amo en

dice toma,

mas yo no

Y

el

tuviera su concencia la

'

'

concencia mia.»

á juzgar por la candida apariencia

cualquiera por

responderia:

el tal

'_~

pero sabe á bien poco su infidencia

quien vá con

y

el

él,

aunque tenaz

se alabe,

amo, en mi opinión, también

Mas

el

''''^

sabe^

lo

que dice cuando entrega impío

de carro y muías

el

jornal ganado,

"'

cargado y que volvió vacío, cuando vino tal vez doble cargado: tjue fué

quien dice: ahí van

tres

duros,

amo

-'

mió,,

quedándose con dos que ha reservado después del puro y de el

la

atroz carpanta,

mandamiento sétimo quebranta.

Y

es de observar al Calesero pillo

con un cuidado que

á

maldad trasciende

cada vez que se acerca un ventorrillo esclamar: ¡qué tabaco aqui se vende!

Y sencillo y qué vino, es un bálsamo! quien va con él si la indirecta entiende

¡

dice:

pues pida Vd. y háganos daño

mas saquemos la tripa de mal año. ¡Y qué bien huele! cjue estarán calcule haciendo de comer á sartenadas;

Añade, y con

talento

y disimulo

torna hambrientas sus gentes desganadas.-

El diz que se chulea y que es un chulo, y que está con furor por las chuladas

mas dá demostraciones muy de que está mucho mas por

En

los

completaslas chuletas:,-

caminos su elocuencia

brilla

luciendo do geógrafo su ciencia.

Tiene pueblo por pueblo en

la cartilla,

(y pinta á los que escuchan con paciencia) todas las carreteras de Castilla de Galicia, de Cádiz y Valencia;

ENTREGA XXXVIII.

,

,

38*


,

342

ÉL CALESERO. y

si

que oyen ignorantes

los

sort

habla liaéta de Turquía y del Japona

Sabe medir

á

palmos

el

terreno

bien que por esperiencia y por instinto le hiciese Cristo, de impiedad ageno, inclinado á lo blanco y á

lo

Y

bueno

como

en

el

suele consumirlo

tinto;

que llaman parador de Pinto;

aunque camine por Zamora

ó

Toro

siempre se halla entre Pinto y Valdemoro. Puertas recorre y rondas y paseos si

contrabando trae de

lela ó

gente;

cual coqueta que miente devaneos,

como ladrón que acecha al penitente, y lo mismo que yo gasto rodeos para decir á ustedes solamente:

como de un p:®fr«í'y vamos con otro

harto estoy, vive Dios,

de este metro

Y

la

fatal:

razon es sencilla.

Cambio porque viene

á

punto

para redondear mi asunto la

redonda redondilh'.

Puede nuestro Calesero,

muy justo

y

esto es

lo

mismo que cada

y cabal,

cual

ser casado ó ser soltero.

Su esposa aqui bien ni

daño

mirado'

ni bien reporta

por eso nada

me

importa

que esté soltero ó casado.

Siempre ha de tener por suerte si

no es mezquino y tacaño ó mas al año

una moza

cuando hay peligro de muerte.

Conque

,

á

su capricho queda

sin disturbios ni bolinas

gastar después sus propinas

como quiera

ó

como pueda.

La inversión, vive Jesús, que no

la

entiendo á no ser


EL CALESERO.

^\.¿

en puros, vino, muger y

echar cien manos

No

es por eso

lúus.

al

un perdulario;

antes vá haciendo remesa

para Compfarse calesa

y llamarse propiotarie

Y remando

dia y nociie

con eslraño calesín viene

...J

encontrarse por

á

fin

con propia calesa y coche.

-!^

Entonces nadie le niegue la frase

con que

llamo

le

ya es propietario, ya es amo^ ya tiene quien se

pegue.

la

Dejad que otro coma y bailé h

su costa, y no haya ruido se hará cuenta

('1

que ha sido

cocinero antes que

fraile

No hagamos mas comentarios de sus virtudes ó vicios V refiramos propicios \. ,.

if'l

.

sus días estraordniarios

Por Santiago mata-iHoroá

enganche usté la calesa que hoy es lunes é interesa llevar la gente

á los toros.,, ',

Raa... pulía... á lente... para... ¿te quieres

que

marchar

la

función

te

del

,

tundo

mundo?

¡lástima de torozón!

¡Huyl tentel cudiao la

corrida

me

llamo;

empieza ahora

¿busca usté coche, señora? ¿quiere una calesa, mi amo?

— Si señor. —-Vamos volando,

á ver

si

alguien nos iguala:

monte usted que

está

Ooohl

¡arre zagalal

Montes esperando. paral., pa

que se baje

su mercé con bercebú,


SU

EL CALESERO. que Dios

\oy

Y

dé á usté salú

le

echar otro viage.

á

antes de poco se vé

conducir á igual destino por idéntico camino á

una já con su ¡jaclié. Ya Montes con su capota

engaña

á la astuta fiera

pandera

¡chica! suene la

¡compadre! ¡venga esa bota!

Y

mojando

entre

el

marchan para

garganta

la

y estruendo

bullicio

diciendo

si

como quien murmura y «¡Charpa suelta

que es una Mira que

el

canta.

caballo

furia:

ahoga,

te se

que escupa.

dile

¡Ay Charpa, Charpal veo y no

te

veo

te

¡arre zagala!!!

Montes! salta

traácuerno,

al

alza la pierna

y ho

encaje las puaá

te

donde

duelan.

te

¡Ayl! banderillas! banderillas

y perros

¡arre pulía!!!!!

¡Oooh! para pa que la

se bajé

gente con belcebú.

Ea, muchachos, salú voy

Y

á echar otro viage.

dando de celo traza

pasa los lunes en esto

desde

la plaza á

su puesto,

desde su puesto á

Hay un en que

que es

San

dia bullidor

alza

el

la plaza <

Madrid

el grito

dia del bendito

Isidro Labrador.


,

3io

EL CALESERO. El señor almivarado

manólo

el

fabricante,

el

,

literato, comerciante, el artista,

¿Qué este

empleado

el

Madrid entero

fligo?

dia de alborozo

dá con entusiasmo y gozo de comer al Calesero.

Echa

potro sueltas riendas

al

torciando arroyos y esquinas,

por atrapar cien propinas

y probar de cien meriendas, Está lozano y valiente con tanta especie de grasas

y los torrados y pasas, ponche, noyó y aguardiente. Tanto llenando la piel

que aunque charle no seré yo por

la

á

troche y

quien quiera cuentos con

él,

yo no comprendo mal

Si

no

moche

noche

mal recordada

estará

temporada

la festiva

que llaman de carnaval. El cartel es

que

al

el

reclamo

hombre ocasión

ofrece

de gritar cuando amanece

una

¿quiere

Y

calesa,

mi amo?

es de ver la niña guan:)

saliéndose del festin I

qué

ojos echa al calesin

cuando

Y

al

el

hocico se tapal

amante, que

apostaba en

el

á competir

con Safon

y Remisa

y

frió

y

blanca

Salamanca

Viéndola sonar

de

sin

salón

él sin

iqué ojos echa

los dientes

dinero al

Calesero

tan foscos y maldicientes!

.'.,


EL CALESERO.

3VQ

Y )a

Calesero acertando

el

causa que

devora

le

)dice¿vá á pie esa señora?

Mire uslé que está nevando.

y

estos lances son precisos;

porque es

la

pura verdad,

que una vez por voluntad y muchas por compromisos; El Calesero de trueno sin

mirar

al

que dirán,

consigue ganarse

el

pan

y esto es muy santo y muy bueno. Aqui de mas desatinos quiero remediar

pero esta sino es

mano

el dafio

me engaño

de alejandrinos,

Mas ay! que alejandrinos

lob hag(j tan perversos',

estoy tentado por responder (juo

,t[ue casi

¡Brindar

uji

pobre

numen

por fuerza es mi enemigo quien Diréis que

mas ya ¡

me

que no

veis por la muestra

fuera con mil demonios versos

yeré

con

si

.tercetos os

Está visto

Yo

lo

,

los

peregrinos,

debo hacer

alejandrinos!

puedo complacer.

no salgo

del

aprieto.

que ajusto mi marcha á

engolfarme en

aconsejó.

muy

enamoran, que son

os

no.

alejandrinos versoíj

el clásico

la del dia

terceto!

jIU'SUcitar aquella algaravía

tan atroz

tan eterna, tan pesada!

,

¡ay que horror ¡ay que espanto! ¡que heregía;

¿Mas que me toca ¿Pedir

al fin

de

la

jornada?

como en comedias, neciamente

con una decimita una palmada?

No

es final,

pero por

si

que digamos

los

,

muy

decente

hados son adversos,

quien quiera que

esa encajo

,

seguro de

ella estov, tieqe diez versos.

la

cuente:


3W

EL CALESERO.

Y que eche

el

si

público recela

este parto es de la

luzbej

culpa á Espinel

que inventó una vagatela, fiada dice esta la

espinela

mejor de mi baraja;

mas pienso que bien encaja la

insulsez de que os atraco,

porque es

que

A con

décima un saco

la

solo consiente

paja,

mi me basta un romance el

asonante en

para decir:

que ustedes

me lo

é

despido;

pasen bien.

JUAN MARTINEX VIllERCAS

Mira irt^átí-





EL DOMINE.

ON qué humor tan negro cojo la plumal Está visto: antes de emprender el retrato necesito desahogar la hilis, y

la

comezón pendenciera que

camorra con

el

Tengo

Y

al

Tocaráles

la

Estoy como

nio abrasa.

dispuesto á armar

pueblo que quiere pronunciarse,

prójimo, y cual aquel poeta que cantaba

las calabazas

al huiiv»,

puestas

primero que llegue se china á

mis colaboradores y

los al

las

emplumo.

que encuentro mas

á

mano,

á

voy

á

editor. Sí, señores míos:

disputar con vds., á reñir en forma, acerca délo que

no me el

llevamos hecho y está anunciado de la obra; que á m! cuadra pintar las faltas y deformidades agenas y dejar las nuestras en ,

amor propio y sobra de injusticia, que son humano, y de todos los linages.

los picaros

tintero por esceso de

vicios del linage

Dos obligaciones que

ni

cumple,

ni

se ha ([iierido

cumplimos,

imponer, é imponernos

ni os posible (pie

el

cumplamos

ciudadano editor,

él,

ni

nosotros; y

vive Dios que se lo he de contará lossuscritores y leyentes, pese á quien pese. (pie

yo vea contra razón y conciencia ENTREGA XXXIX.

lo

IkmIo decir sin morderme ¡ÍO

la

Lo

lengua,


EL DOMINE,

3o0

como

clarilo

e] b

a

ba

y sin ahorrármelas con Papa,

,

Roque que siempre

paréntesis: este

debió ser algún regente durante contra

dos

las

obligaciones

Rey

ni

Roque (Entre

Rey, y contrabalanceándole, menor edad del monarca). Protesto, pues,

está piralelo al

la

antedichas,

porque

ha

las

tomado

sin

jefe

el

acuerdo de su consejo de escritores responsables; porque son opuestas á la ley fundamental de la sana lógica; y porque es una de tantas decepciones proclamar

y obrar

tales principios

61 del pacto

ítem mas, pido

á la inversa.

la

responsabilidad de los

un mandato no firmado, cual exige

funcionarios que han obedecido

el artículo

Salvas estas premisas de protestación y demanda, continúa

social.

la disputa. -

Háse ofrecido que

^^t^olos

la

obra se dividiria en dos partes, comprendiendo

retratos de la capital de

'.:Mas¿ dónde

ni hallarse

está

peculiar de Sevilla y de Jerez

por todas

las

y

Bay^n|[.

,

la

monarquía

,

y

el

segundo

los

de

el

primer

las provincias.

puede semejante línea divisoria? El Torero es mas que de Madrid. Los Indianos están desparramados

provincias peninsulares

otras partes estrañas.

amen de

,

los

muchos que hay en Burdeos,

La única afinidad que tiene

el Charrán con la en esta como en Málaga un barrio llamado Perchel y el haberse pronunciado Málaga diferentes veces, y Madrid en setiembre. Solo en

corte

es

liaber

el

,

,

una cabeza redonda cabe que

Ama

el

del

Cura sea personaje madrileño, cuando

los cardenales de Santiago, los canónigos de Toledo, los pavordes de Valencia,

y quince rail párrocos de todas las diócesis, nos ofrecen ejemplares á pedir de boca. Pues á nadie que no comulgue con ruedas de molino, se le hará tragar que en

las

provincias no hay

Alcaldes de MonteriUa:

.„?Atoraando rasgos de esta y de

A

Coquetas, Criadas, Santurronas, Sacristanes,

como que la

mismos

los

retratistas

y han formado sus cuadros

otra comarca.

?^'

^

ensalada de párrafos y de periodos, que habia que hacer. Parecerían los artículos

loque va publicado en

clasificar

espurgados por

santo oficio; y á

el

inquisición volviera sino que la

dura lo

tal

,

dos partes consabidas no era

^

floja la

que pocos quedarían sin espurgo

que ya verán vds. como no vuelve.

división es

la calificación

las

un disparate?

— Si

á mi.s

dignos

¿Y qué prueba

si

la

esto,

colegas les pareciese

traduciréla en blando, diciendo, que es prurito de clasificar

que no tiene demarcación propia; mania de dividirlo que no es conveniente fin bueno.— Para cumplir con la oferta do la partición

separar para ningún

fu^ra indispensable pintar coquetas cortesanas, aparte de las coquetas provinciales: retratar por separado artículo al

al

distrae por la

y al del Buen Retiro; dedicar un Rambla de Barcelona, y otro al que se

sacristán de Móstoles,

empleado que pasea por

la

Fuente Castellana de Madrid: discernir en

que

el

primer tomo

la

criada

y en el segundo volumen la misma criada cuando vive con su amo en provincia durante el entre cortes; y pardiez que no

del diputado

faltan

entres

asiste á las sesiones

,

y salgas, aperturas y

clausuras,

suspensiones,

prórogas

y

disoluciones.

Pero bien conocida es ha

de podrir en

el

la causa de la aberración que impugno, y no se me buche. Cnlculáronse cien retratos, como pudieron echarse


EL DOMINEcincuenta ó trescientos: se presupuso

(

en

351 presupuestos siempre se vá á ojo

los

de buen cubero) que harian dos tomos; y no creyéndolos bastante separados con

que cada cual tuviese su cosido ocurrió

capricho de distinguir

el

como no

asi

mismo contenido, como aquel que

unidad divina por

las tres personas de la

melón. Mas

su encuademación, su cubierta ó su pasta,

,

el

faltó

quien dijera

la al

esplicaba

carne y las pipas del dogmatizante que entre los tres corteza,

la

agregados nunca sacarla otra cosa que un melón completo, tampoco ha de

quien objete

al editor,

que por mas que divida tomos,

otra verdadera diferencia

en

de

el tejuelo

que

cámara

la

los

la

faltar

obra será única, sin

números primero y segundo puestos

al

canto

baja.

Ea pues, compañeros de pluma y de carteles imitemos de hoy en adelante, y á los partidos constitucionales. Ellos dicen ya no hay mas ,

á los periódicos

que españoles y Ayacuchos: digamos nosotros, ya no hay masque españoles Y enmiéndense las cubiertas de las entregas,

pintados, sin diferencia de volumen.

y sigamos dando brochazos y cuestión acabada. Otra oferta se ha hecho solemne y sustancial: que ,

españoles.

O esto quiere decir que los españoles son

ó quiere decir otra cosa, y entonces

de Mendizabal. ¡Presentar

al

hay

abolición capuchina,

lo

mismo

se

los tipos serian

eschmvamente-

españoles, que es una necedad,

cumple

esta

que aquella: ofertas

Barbero indígena de España, donde no embargante

barbones que entre los moscovitas! Ni

mas menos que fingirnos dueños de las patrañas de huéspedes, siendo asi que el oficio, las personas y aun el nombre han venido de Ultrapirineos. Se dirá, porque todo la

m:xi

ni

se dice,

que entre

Madrid hay estado social

;

el Pretendien,te

de un empleo en París, y

hay dos hombros,

y cuales diferencias

el

que

lo solicita

en

,

ni dos cosas cualesquiera absolutamente iguales,

me

individuos no son tipos. Convcmh-é, porque ya se

que

el

nacidas de las costumbres, carácter y p3ro esto no constituye un tipo esclusivo de nación alguna. No

tales

Tíirern

y

el

ha pas:ido

el

y todos

los

esplín, en

Charrán pueden considerarse españoles por naluraloza y con perdón devdv cosmopolitas

vecindad; mas otros retratos que veo y leo, son

,

.

perfectos.

Basta ya de digresiones previas y de reñidores episodios, que voy á tardar

en emprender «liscurso de

la

el

dibujo

corona.

mas que un congreso en

A

bien que no es chico

constituirse

el

y contestar al pedazo de artículo que he

ensartado para introducirme, y de chanza ó de broma, nunca viene mal un retazo á los que trabajamos con medida.

Ahora voy

á presentar

un

retrato

que os español

á machimartillo, castellano

por los cuatro costados, paisano á prueba de bombas de Monjuich, y mas castizo que los potros de Ul^eda, y las merinas segovianas. El Dinnine nació, ha vivido y está para morir en España, y nada tiene que ver neto, compatriota

Es la independencia nacional cji cuerpo v alma tan agena de encarnadas como de gallos y tricolores. Es, en fin el españolismo por esencia, presencia y potencia que jamás ha pisado otra tierra que la tierra de garbanzos. Una prueba es que lodos los apellidos de su familia son castellanos con

los aliados.

,

las casacas

,

,


EL DOMINE.

852 mezcla de secta

sin

rancios,

como Xwcos

,

jBerno

esclusivamente nuestros como t\maestro Quiñones,

Araña

,

y

personajes de nuestra patria

quedarán

se

el

capitán

por todos estos

y con tanta historia y geografía como revuelven, mandíbulas en ángulo de cuarenta y cinco grados:

que nuestros patanes manosean en sus diarios coloquios. no como quiera es el Domine tipo meramente español: tiene ademas la

que ignoran

es decir,

Y

con

al oirlos

,

las

Vidriera,

á losliteratos estranjeros

rey Perico. Pregunten vds.

el

Cabra y Chuchumeco', tan

,

el licenciado

lo

que mas ejemplares ha producido: el que ha dado los fundamentos de su gloria á la república literaria; el que ha llenado el mundo de borlas birretes, cogullas y capirotes: y si no respóndaseme circunstancia agravante de ser

original

el

,

á estas preguntas.

¿Qué

qué jurisconsulto, qué canonista, qué médico el Dómine las primeras lecciones

teólogo,

ha existido en nuestro pais á quien no haya dado ,

de hablar y escribir correctamente? ¿qué tribunal , que universidad, qué pulpito, qué coro qué botica puede envanecerse de no haber pagado tributo al indispensable ,

Dómine'! Sin este agente universal de las carreras literarias, se hallaria

mitad de los estantes de

las

bibliotecas;

faltarían

los principales

vacía la

glosarios de

nuestros viejos códigos; habrían quedado desiertoslos noviciados de los monasterios:

y carecerían nuestras conversaciones de los salpicados bilingües que las florean ó las barbarizan. Dirélo de una vez y mas en grande: el Dómine es el Adán

mano

de cuantos saben donde tienen su

derecha,

el

Ataúlfo de los principes

que declinan y conjugan

y el primer móvil omni sapiencia. no solo Pero hay otra observación que sobre todas descuella y hace ver nación, sino los peculiar de nuestra que, españoles es tipo todos Dómine el que influjo. entera ha á su España sido sometidos gramática por estado han

de

las letras

de

la

,

el

Mentor de todos

los

,

,

,

,

naturaleza y gracia y la universalidad de sus habitantes fué clasificada en dos los que no sabían gramática latina, tenian gramática parda; secciones: grandes ,

ejemplo que no presentará nación alguna

Un

tiumanas. lo

recuerdan los anales de

Acaso no

,

por aventajada que se crea en letras

pueblo de gramáticos ni se conoció en los tiempos fabulosos, ni la

India

quien objete,

falte

,

(la

venganza) que siendo tan español prestado á las orillas del Tiber? pero baste saber que

la

de Grecia ni de Roma. oposición el

Mucho

es tan dulce

y común como la á pedir nombre

Dómine, ¿por qué fué

se pudiera alegar contra este escrúpulo,

lengua castellana tiene en

misma

las

voces de preceptor

y maestro de gramática para designar este individuo, y que la de Dómine se ha familiarizado por la propensión de los españoles á hablar latín desde que á ello se ponen. Asi es

que aprenden

el

idioma en

el

idioma mismo

,

por un arte

lengua que van á estudiar, y al segundo día de concurrir al aula un chico de diez años sabe ya llamar al maestro Dómine, y preguntar ¿Licet

escrito

en

la

Hay mas: un barbero sangrador antes de saludar el arte escribe un notario romancista encabeza sus escrituras In Dei nomine amen; una monja sin mas estudio que cojer un diurno sabe cantar Dixit mihi per

tel

corriente Recipe;

,

J>ori}inm

Domino orino corrigiéndolo profano ,

del testo;

un ministro de Hacienda,


EL DOMINE.

S53

ni el forro de los libros conoce obra en hebreo y maya en latín el mutandas mutandas; y hasta las beatas y los chiquillos saben el Gloria patri. ¿Se quiere mayor demostración de que el Dómine y su arte son conaturales en España?

que

,

Todavía hay mas que alegar en abono de mi propósito. Donde

los

conocimientos

son exóticos hay dificultad en apropiarlos y mantenerlos, y los hombres mas eminentes apenas logran su aclimatación. En Castilla sobran para perpetuar el

latin las

personas mas baladíes y lisiadas, las que no pueden servir para otros

Tirso nos ha descrito

estudios.

el

Dómine de Marta

la

piadosa en estos sencillos

términos.

Un

licenciado

en gramática

,

ordenado

de grados y de corona.

Y

es

que por

común

lo

se dedican á maestros

para clérigos ó letrados, cortan ó les atajan

y casándose; ya de

resultas de

que

les

estudiar

en la á

flor

mancos

él

los

que

,

yendo

la

mano

de Dios en pena

ó irregulares; ya porque perdieron

les tocó soldados.

de preceptor no se enseña ni se aprende: sin pensarlo, sin saber cómo ni cuándo. El que empezó á el oficio

creyendo ser canónigo, ó corregidor, ó pulsista se encuentra Domine de su edad por arte de birli birloque ó sea por el signo de los españoles ,

,

ser gramáticos

naturaleza, ni en

ostraña,

,

daba estudios; ya porque

Dedúcese de aqui que todos llegan á

de latinidad

carrera; ya ahorcando los hábito»

quedar señalados por

de una diablura que los deja cojos el tio

la

como

el

y latinos. Puede decirse que el Dómine no existe en la orden regular; si no que aparece por una combinación ganado mular; ó como los estambres de la rosa cultivada se el

convierten en pétalos; ó

eu jarro en manos del

como

el

alfarero;

pedazo de barro que iba para

olla

y se trueca

ó cual trozo de madera,

que

el

del

escultor

dice. Si sale con barbas será

y Véase

la

si

no

causa porque yo no puedo entrar

educación del Dómine. Hay

que hoy

San Antón

pura y limpia Concepción.

la

lo es, el

á describir el

origen, patria

v

tomarle ya formado y cual aparece, supuesto era, el queantoayer se creía cosa bien diferente.

ijue

que ayer no

lo

mediano en nuestras provincias que no haya tenido cátedra de latinidad. -En pocos faltó un eclesiástico de campanillas, un ricote venido de Ultramar una solturona acomodada ó un concejo concienzudo, que

Apenas

se hallará pueblo

,

,

fundase esta obra pia. Ponpie

es

de saber que

los Dómines no dependían del no que gn esta materia habia acción popular, qu« ejercitaba cualquiera, cuándo, dónde y cóino le acomodaba. Ya se vé, era una

plan general de enseñanza,

si

fragua indispensable para forjar tantos cap'gorrones y frailes como salían de los pueblos, y era ademas requisito para ser abogado, médico, boticario y cirujano atino , y hasta para ser monja de coro , sacristán, capiscol y salmista. Y obsérvese


EL DOMINE

354

que délos pueblos donde h abia mas se poblaban los conventos;

y

si

facilidad deccncurrir al estudio lalinij arlante,

no díganlo Toro, Budia y muchos lugares déla

Mancha. Si se

me pregunta

retratando talle

,

por

una cabeza pequeña

Roma

nariz entre

comida eterna del P. Isla

que

,

ojos hundidos,

«él era

:

,

habla ética,

la

principio ni fin.»

un hombre

« era

un

el testo

clérigo cerbatana

,

O me

la

barba grande

remitiré

al

,

de Quevedo,

largo solo en

pelo Icrmejo, los ojos avecindados en

y Francia,

sin

corporal de mi héroe daré

la figura

Dómine de Segovia

al

el

cogote, la

el

comedor de una

Dómine de Yillamandós

alto, derecho, seco, cejijunto

y populoso, de

adunca y prolongada, barba negra voz soñera grave, furioso tabaquista.» Lo de ser enjutos, zanquilargos,

nariz

,

,

pausada y ponderativa,

y caiiacontecidos, con

anquisecos, acartonados

y

espiritualidad

las

demás señales de flaqueza

procede sin duda de que apacientan mas

,

el

alma que

cuerpo;

el

pues como viven entre muchachos hambrones y ansiosos á la par que enredadores é inquietos su existencia se reduce á comer galopeado, á dormir en taquigrafía, ,

y

á cavilar

en progreso rápido,

lo cual los

constituye en la demarcación de las

clases pasivas.

Los que participan de

y

rijosos,

pero como

fortuna siempre,

por lo

común

el

temperamento son

suelen apartar

al

del género neutro,

Suelen decir

de honor.

este

,

según

los fisiólogr ?

,

nervudos

estado unas veces, los trabajos mentales otras, y

las

Dómine de

la

la

escasa

coyunda matrimonial, queda

y cuando mas espuesto

á tentaciones

y lances

señoras de talento, que los hombres estudiosos son

malos para maridos y buenos para amantes; porque quieren de tarde en tarde, pero quieren bien. Tal vez seguía esta máxima aquella dama de quien dicela copla vulgar.

La bendita Dorotea que por

el

balcón se esconde,

es el orinal en el

Por

lo

Dómine

donde

labia mea.

que toca ala vida y hechos del Dómine, espondré si dijéramos á paso de Luchana.

lo

que

me

ocurra

en resumen, que es como

Guando

es casado, la esposa ha de ser marisabidilla, de las

equipara á las muías cozudas pupilos internos

ayudan

á los

;

y

los chiquillos

quehaceres de

la

que

el

refrán

parlanchines y redichos. Los casa en razón inversa de sus

Con los menos contribuyentes se ahorra la Domina de criada, de niñera y de mozo de mandados; que por dejar el aula y que les disimulen la holganza harán los escolares todos los recados del mundo, por ruines

contingentes y regalos.

que sean. Rarísimo es que por mas que este

los

estudiantes aviesos y de profesión de

La

mesa

los

Dominiquillos hereden

el

magisterio de su padre

ponga de mayoristas y pasantes: cansados de pelear con reconocerles

el

transparente

,

suelen apetecer otra

menos ruido y mas provecho. del

preceptor siempre

es alegre

y

esbelta:

nadie

padece

allí


355

EL DOMINE.

Un sopicaldo y un cocido en que los cuarterón de carne qje hace de vasto un y

indigestiones, ni se embota los sentidos.

garbanzos parecen

flotantes,

islas

continente, ni compromete á p3dir

escusado. Alli se el

come para

ausiio del doctor

el

,

ni

ha menester lugar

no se vive para comer; y si no se obra p3ces se resuelve el problema matemático

vivir, y

milagro de multiplicar los panes y los

y físico mas mayor número de

,

,

menor cantidad de materia

difícil, de distribuir la

en

posible

el

dosis posible.

Salvas honrosas escepciones, \os Dómines son dados á sentenciudos, tienenel gusto estragado y adolecen del carácter pedantesco. Los macarrónicos estravagantes y las sentencias que retumban y hacen eco, son para ellos de mas estima que

mejores trozos de Virgilio y de Cicerón. Muchos saben de memoria la carta de Pablo Merula, en que se cusntan las maravillas de España en un latin castellano: otros recitan el soneto del mismo genero, que Rengifo pone en su los

arte

poética;

pasado á

la

y pocos hay que ignoren

epigrama compuesto en

el

el

siglo

virgen del Pilar de Zaragoza que empieza:

Sublimes admitte fias gratissima gentes. Instaura célebres Sacra María choros.

estuviera ignorante de los

¿Y qué preceptor de nombradla laberintos,

aquello

de

equívocos y macarrónicos? Uno

acrósticos,

relata

mas comunes entusiasmado

Iriarte

Quod salamanquinis idioma retumbat Otro recuerda con gloria

la

pepinada de

Curr'ite

Matrilum,

guerra de

la

la

Ve'^silia currite

in aults

independencia y principia pronté,

Et Pepo de parte mea facito te mamolam

Y

los

mas tienen

fruición en celebrar hasta las

nubes aquellos altisonantes de

Nebrija

His átacem, pánacem, cólacem, styracémque, facémque. Ambifjo

Dije al principio esta frase,

,

currique faro

que

el

,

sátago

,

quceso

,

hisco, fatisco.

Dómine estaba para morir, y se hace preciso esplícar le mata su régimen dietético ó los malos ratos.

no se vaya á creer que

inútil ó hará poca falta. Sin capellanes y sin en castellano; y con buenos códigos puestos elementales capillas; con los libros latinos? Sobrarán las escuelas preceptores los servirán puestos en romance, ¿de qué

Se muere, porque de hoy mas será

de

las

universidades, instituios y seminarios.

no lo lloran los literatosl ó ingratitud

y ya habéis acabado con

el

1

Y

esto lo

ven con calma

las

gentes

Recrearos en vuestra obra, novadores:

DJniinr, p^ro cuenta

que de hoy en adelante

echarei-^


el domine.

3g5 muchas cosas de menos. Voy

á indicaros algunos i-esullados

de vuestra dominante

re volucion.

Ea

priiiiM'

j)alabras

([Lie

lugar se

quedándonos reducidos

Veremos

No se

se

irá

desterrando del lenguaje esa porción admirable de

tanto lo enriquecen, y apena? habrá quien sepa estampar

si

al

infrascripto

hay escribanos que den

de

la

non numerata pecunia.

encontrarán políticos que hablen del s«/ws popuíi, aunque con candil

busquen. Ni

los

monaguillo

cómicos saldrán al

al

proscenio^ ni los soldados al extramuros, ni

el

Via-crucis.

Los avaros desconocerán

y

i¿\

abajo lirmado.

el

in utroque felix

de

las

medallas que ahora leen

releen.

¿Y habrá

viejas fervorosas

y Virgo polens? Nequáquam

que jamás llegarán

el

que recen

,

como quien

lo

(Y busque V. entonces

entiende, Turris ebúrnea esta sonora

respuesta, á

raquítico no ni el mil veces no de los modernos.)

Por último, cuando haya muerto españoles que hoy se pintan solos

,

el

Dómine, estarán Dios sabe donde

entre ellos su servidor q. b.

FEHMIN CABALLERO.

s.

m.

los



c/


EL EXCLAUS I RADO.

ENiGNO

lector: Si hasta

los retratos

que

ahora

la

mayor

pnrto

pudieron dar ocasión á que se ejercitase en festiva

un á

pluma de sus autores con

ralo

unoen

el

la

do

han presentado en esta galería

se te

que tú

olios la

te solazases

y maligna pintura, has llegado hoy á

,

cual tienes que renunciará tan halagüeña

osperan/a; y

si

no quieres,

{>or el contrario, níligirfo,

y pasa al articulo siguiente; que no he de emplear las arm is del ridicido cuando so vuelve

trata

la

hoja

de un ser, epílogo y

humanas, y áquienlasuerte

cifra

de las miserias

,á pesar

de su carácter

venerable, ha condenado á sufrir todas las calamidades ([uc puede lanzar sobre la frente

de un hombre

la

mano

me

prestase

la

suya alegre y juguetona

para escarnecer

adornan á el

la

el

,

me

;

que

si

aunque

guardaria

hábito sagrado del sacerdote

vejez desgraciada

Aunque mi pluma

airada do las revoluciones.

tuviese la punzante causticidad del malogrado Fígaro,

,

ni

muy

el

Curioso parlante

bien de emplearla

las respetables

en algún tiempo

me

canas que

aconteció también

sacar á la escena, entregando á la execración pública, pasiones y crímenes

de honderos que encerr.ira f[ue

el claustro

entóneosnos arrastraba F-NTREGA XL.

á

todos

vez con harta facilidad

,

cedí

,

hallábase todavía mi ánimo proociipndo

tal

'lO

al

tórrenlo


358 con

EL EXCLAUSTRADO.

la

idea de su antigua prepotencia,

cubiertos de andrajos, muriéndose de

y sobre todo no habia visto á hambre ó implorando en

esos infelices calles la

las

,

caridad de los mismos por quien se veian arrojados de su

antiguo y pacifico retiro. No esperes, pues, reir, ó lector, en este artículo; y antes bien te diria que te aprestases á llorar, si fuese yo capaz de dar en esta ocasión á mi estilo, el

verdadero color que

Y

ni

el

asunto requiere.

empezar mi tarea, dígote en verdad que no sé como hacer un bosquejo, aunque imperfecto, del al

encomendado; reciente fecha

tipo peculiarísimo

y

,

rastro alguno.

tipo

,

en

el dia

que debo decirte,

lo

que me ha sido

tipo

de nuestra nación, tipo en ella de

en fin, que desaparecerá en breve no dejando detras

Esto es decir que este tipo no es realmente tipo; que

de costumbres

mas

menos arraigadas en

ó

el

no nace

pueblo; que no ha podido

él

mismo formarse hábitos particulares y sui yéneris; que no se le debe considerar y smo como un fenómeno casual y pasagero, como un estado transitorio desde ,

otro estado

que

En

otro

muerte; en

existió hasta la

de toda posición social,

el

fin,

como

la

negación de todo estado,

juguete de la mas adversa fortuna.

un

tiempo, á pesar do sus infinitas variedades,

nosotros un verdadero tipo; y sin descender á pormenores ciertos caracteres generales de la especie,

.

era entre

fraile

se podían señalar

con que formar un cuadro verdadero

y animado; pero un fraile que no es ya fraile, y que no ha pasado á ser otra cosa; un hombre acostumbrado largos años á un método de vida el mas regular y constante, entregado de repente

á todas las vicisitudes de la

existencia; t[ue vuelve ala sociedad después de haberla

ahora

,

sin haberla conocido tal vez

mas angustiosa

abandonado,

sin conocerla

nunca; estraño enteramemte á

los hábitos

déla vida común; sin parientes, sin amigos; sin poder abrazar mas que una sola

en suma, anómalo, y esa humillada pobre, perseguida; este ente ¿cómo le he de describir, cómo he de hacer de él un retrato parecido? ¡Lnposiblel Y así , señor don Ignacio Boix, al repartirme este tipo que no lo

carrera,

,

,

indefinible,

cometido V. un error, ó se ha dirigido á quien no puede

es, ó ha

servirle.

mas y no legos, á quienes hubiera V. nadie al fin porque acierto este encargo, y que le desempeñarían á pedir de boca: pinta mejor sus miserias que uno mismo; y asi como dio V. con su hombre podido dar con

Exclaustrados hay,

cuando me encargó

escribir el Cesante, puesto

á caza de a.]g[in Exclaustrado,

que á

siendo especie que no escasea.

yo he sido mas deparado del

la

mismo

feliz;

interesado;

y

lo

soy, asi debiera haber ido

Mas ya que no tuvo V. tan buena ocurrencia,

pues pensando en

ocasión de saber

que

no anduviera V. mucho sin encontrarlo,

la fé

el

la historia

asi es

modo de complacerle,

la

suerte

me ha

de uno de estos desgraciados por boca

que me limitaré á contarle á V.

lo

que

me

sucedió una de estas noches pasadas. Discurría yo por esas calles, sin objeto, y cavilando

como me

suele suceder*,

abundan en Madrid

, y en los convento que al suntuoso reemplazado ha desierto solar, ancho cuales Un y mayor su clara;! a luna, en serena estaba noche antes en él se elevaba. La y

cuando

llegué á

uno de esos derribos que

tanto


3^9

EL EXCLAUSTRADO.

como

creciente, ostentaba su plateado disco en la bóveda celeste, y hallábase

que iluminaba con sus rayos, á manera de una hermosa lámpara, proyectando no obstante sobre el suelo las sombras de las Paróme casas contiguas y de los montones de escombros que aquí y allí se veian.

suspendida en medio del

solar

tan solemne espectáculo, y páseme á contemplarlo. Mi imaginación enardecida, pintábame lo que habia sido aquel lugar lo que podia ser algún día. Reconstruía ,

en idea

el

claustro

derribado edificio: sus anchos muros, sus labradas puertas,

suntuosa iglesia y

la

,

encendidas luces dolante de

en

la

sus místicos cantares. Creía oír sus acentos

al

á mis ojos su

En

seguida

,

imagen venerada

,

y

al

el

ddatado

Veia lucir en estos

las

austero religioso haciendo

en su celda, ó entonando en el coro sonido grave y prolongado del órgano uniendo

ó recogido silencioso

su oración,

ellos

adornados

los

altares.

el

monótono himno de

los cenobitas,

y

los ritos religiosos

desplegaban

temor profundo de

la

pompa, infundiendo en mi ánimo el como en mudable kaleidoscopio, se presentaba

á

mi

divinidad.

fantasía otro

Al antiguo y ennegrecido convento, reemplazó un moderno palacio brillante con todo el lujo que pueden reunir las arles nacionales \ estrangeras. Lucían al través de les anchos cristales numerosas bugias, y sonaba

cuadro

el

muy

distinto.

animado acento de música

convidados. ;Qué contraste, la pacífica

morada

del

deliciosa, interrumpida

me

solitario,

yo

decía

oprime

recogimiento; las danzas

religiosos:

perfume de

especias;

se alzaba

mí mismol Donde antes

suelo ahora la mansión bulliciosa del

ayuno,

licencia

himnos

al silencio; la orgía al

humo

el

los mar.jares

santo del incienso; sino los vapores

condimentados con

no discurren por esos ámbitos toscos sayales,

oro, seda y pedrerías;

de los

la

ya no se eleva á los cielos

del vino, el

los alegres gritos

á la oración; y los báquicos cantares á los

poderoso. El estrépito ha reemplazado al

á

el

con

no arden

los

corazones en

el

las

mas aromáticas

sino ricos trajes de

amor divino,

abrasados con todas las pasiones mundanas; y acaso entre

sino que están

y la ¡Ah!

el festín

algazara,

quizá los engendran planes de esterminio, crímenes y catástrofes. refinamientos de las artes habrán ganado en esta transformación, pero ¿le ha

se

lo mismo Embargado mi

sucedido

tristes

con esta idea

espíritu

pobre y estenuada de un lanzaba

y moralidad de las sociedades? no habia echado de ver

á la religión

infeliz,

aves y alzaba

las

,

la

que sentado en una piedra, en medio del

manos y

los ojos al cielo.

figura solar,

Sus lastimeros suspiros

llamaron por fin mi atención; parecióme que lloraba; y de repente le vi que se postró arrodillado; cruzando ambas manos, apretándolas contra el pecho, y multiplicando sus

sollozos,

esclamó:

«¡

Dios

mío

,

Dios mío, piedad,

compasión de mí!»

Acerquéme enterneci-lo, y hallé que era un anciano como de setenta años, cuyas canas, ancha calva, y arrugado rostro le daban á la vez un aire desvalido y

el

Su

me movió

compasión, y acercán<lome á él le dije: «Buen hombre, qué tiene usted?^Ah, señor, contestó, una limosna por amor de Diosa este pobre Exclaustrado. ¡Es usted Exclaustradol esclamé

venerable.

aspecto

— Sí, señor. — Y

á

anda vd. pidiendo

mi miseria ha llegado

al

estremo:

la

limosna'.

—Esta es

la prim-^ra

he sufrido hasta hoy... Hoy

vez...

me

Pero

faltó

ya


EL EXCLAUSTRADO.

360

todo recurso. Vivia en una miserable boardilla

porque no podia pagarle

ella

ninguna parte encuentro

asilo ni

y su dueño me ha arrojado de viejo, no puedo trabajar, en

,

Soy

alquiler...

el

amparo... Há cerca de dos dias que no pruebo

bocado... Esta noche resolví implorar

la

caridad pública... Mas

al llegar

me

y tuve que sentarme en una piedra. En este sitio mi convento... Creí que mi hora postrera habia llegado, y rogué á Dios

(lia

que

la

abreviase; contento con morir donde tantos años habia vivido dichoso,

donde siempre pensé exhalar acometió

volvió en sí,

donde merced á

,

y cobró algunas

andar; «venga vd. conmigo,

veremos

último suspiro.»

el

le dije: esta

que

los ausilios

Y

noche

la

su suerte.

aliviar

recompense á vd. tanto beneficiol

le

esto,

nuevo desmayo

pude hacer entrar en se le

suministraron,

Luego que estuvo ya en disposición de

fuerzas.

hay algún medio de

si

— Al decir

tuve que sostenerle, y con dificultad

al infeliz:

una tienda inmediata

le

aquí

estuvo algún

sentí desfallecer,

pasará en mi casa;

—Ah!

y mañana

señor, contestó, Dios

haciendo mil estremos de gratitud,

me

cena y preparar una cama donde se acostó quedándose á poco profundamente dormido. Por la mañana, cuando me levanté, siguió. Hícele

me

una

servir

ligera

maravilló el verle ya vestido.

tenemos hecha

los frailes

la

alba, ya no

podemos aguantar

pude

atención en

fijar la

T^na levita negra

muy

el

— No

le

admire á vd.

esto,

costumbre de madrugar riiucho la

dijo; nosotros

y en rayando el cama.» Hállele bastante repuesto, y entonces

trage que llevaba.

vieja y

me

Nada en

él

,

indicaba

el

sacerdote.

raida,pero que habia cepillado cuidadosamente,

cubría el cuerpo flaco y estenuado: harto ancha para su escuálida figura, dabaá conocer ala legua que no había sido aquel su primitivo dueño; y utilizados

le

los

pocos botones que

la

quedaban, estaba abrochada hasta arriba, para tapar

juntamente con un pañuelo del propio color que mugriento y roto rodeaba el cuello,' lo sucio de la camisa que por falta de compañera no se habia mudado en mucho tiempo. Los zapatos, ya se puede inferir

muy

y

el

el

uso de

escaso servicio (¡ue harían

medía

la

al

pié,

pareciéndose solc en esto

,

el

el

estado en qué se hallarían,

cual por otra parte, no conocía

el actual

equipage del ex -frailea su

antigua vestimenta. Nada diremos de los pantalones, ni del derrengado sombrero, la miseria del que los llevaba. No buen Exclaustrado permaneciera mas tiempo en tan inmundos trapos;

pues en ambos se eciiaba sobre todo de ver quise que

el

y á pesar de lo que resistía, reemplazaron sus harapos otras ropas mías que,

aunque salir

viejas timbicn, parecían,

délos

concluido

y

él

talleres

el

cual,

comparadas con

suyas, que acababan de

complaciéndome

al

á vd.

que paso ya de

Castilla la Vieja,

los setenta años.

primogénito debía quedar con ellos para ayudarles

otro se metió servía á

almuerzo,

punto, empezó de esta manera.

á

y nací por

el

año

Mis padres eran unos

pobres labradores, y tenían cinco hijos, de los cuales yo era el

el

manifesté á mi huésped, mi deseo de conocer su historia;

,«Soy natural de un pequeño pueblo de de 1770; es decir

las

de Utrilla. Hecha esta mudanza, hice servir

el

menor: de

estos,

labrar su escasa hacienda;

soldado, otro pasó á Salamanca á seguir los estudios, mientras

uno de

los catedráticos; el

cuarto se embarcó para América

á

probar


EL EXCLAUSTRADO. fortuna; y á mí

361

me

destinaron á entrar en un convento; pues ya sabe vd. (lue antiguamente, como el hábito merecia lauta veneración y respeto en España, á

y

veces conducía á

muy altos

puestos y honores, pocas familias numerosas habia en los pueblos que no procurasen tener un hijo fraile, porque siempre era estopara él

Tuia colocación ventajosa, y para los

demás parientes una honra ó un motivo de protección y de futuros medros. Llamáronme, pues, desde niño, en mi pueblo el fraile; vestíanme de hábitos, y siendo mas grandecito, de negro, con lo cual iba familiarizándome con la idea de mi futuro estado. A los doce años, sabiendo ya leer y escribir de corrido, pasé á Sepúlveda, en uno de cuyos conventos tenia un tío también religioso; y al amparo de él, estudié latin con el Dómine de la ciudad. Habia yo sacado tal cual ingenio, y no me faltaba aplicación: asi es que no defraudé las esperanzas que se formaban de mí, hice bastantes

progresos,

me hallé en

disposición de que

y

edad competente pudiese entrar'do novicio en el mismo convento de mi tío; y cumplido el año, profesé con gozo general, así mió como de mis parientes. Ustedes que no tienen idea de las costumbres de aquel tiempo, que están hechos á juzgar de las cosas por sus teorías modernas, y para quienes un fraile es por lo común, sino un objeto de horror, por lo menos de desprecio; no pueden concebir ese júbilo que entonces se apoderaba de toda una familia cuando un individuo de ella tomaba el hábito religioso. Pero lo profundo y firme de la creencia, el aspecto de santidad que rodeaba al profeso, la paz temporal que su nuevo estado le aseguraba, los bienes espirituales que le prometía, todo presentaba esta felicidad como una al llegar la

de las

mayores que

pueden apetecer, y engendraba ese gozo puro y ardiente que teniendo algo de celestial, no se parece á ninguno de los que procuran los bienes de este mundo. «Entré,

se

pues, en

exactamente con

las

la

religión,

obligaciones

y desde entonces solo pensé en cumplir que aquella me imponía, en adquirir la

instrucción necesaria para merecer los altos puestos de la orden y en hacerme , apreciar y querer de mis superiores. Lógrelo, con efecto; y como "por ser joven entonces, sentía mi alma los naturales impulsos de la ambición, confieso á usted

que mas de una vez soñé con que por fruto de mis afanes, me vería al^^un di^ honrado con una mitra, siendo el padre de una diócesis ddatada, sentado tal ve en la silla primada de Epaña, cubierto de distinciones debidas á mi rey y ai Pontífice, y viendo mi nombre celebrado en la patria y fuera de ella. -Vanas ilusiones, que pronto se desvanecieron, y que el tiempo y la revolución han convertido al fin en espantosa miseria! No, porque al pronto, no sonriese la fortuna á mis ambiciosos proyectos. Cobré fama con mí saber y mis virtudes virtudes que si no llegué á tener en el grado que el mundo las creía procuré ,

menos

adquirirlas: el pulpito

por

muchas casas de

las

la

cátedra

la

á varias de ellas; fui elegido prelado

mí 11

el

mas

ai

me

dieron nombre; este nombre corrió orden; missuperiores me hicieron pasar sucesivamente

y

brillante porvenir,

cuando

en algunas; y últimamente, veia delante de

la invasión francesa vino por primera vez lanzarnos de nuestros conventos. Vivía entonces todavía mi hermano mayor-


EL EXCLAUSTRADO

362

y hallé en su casa un refugio donde pasé toda la guerra, concluida la cual, y me tocó pasar al de Madrid, donde emprendí de

restablecidos los conventos,

nuevo mis

de

ejercicios

concurrencia de

fieles.

predicación

Ya en

mis deseos ambiciosos: en cielo

por

el triunfo

de

,

siempre

logrando

aquella época,

la

atraer

numerosa

edad habia entibiado algún tanto

tiempo de mi exclaustración, haciendo votos

el

la patria,

prometí, en

el

caso de que

convento, renunciará todo cargo dentro y fuera de

me

la órd(Mi,

al

restituyese á mi

hmilándome

á los

y así lo cumplí, aunque el aprecio de mis hermanos los honores cuya idea tanto habia halagado mi con brindó me monarca y del de ello. La paz del alma, el contento interior, quearrepentirme tuve No juventud.

ejercicios de simple religioso;

y la

satisfacción de mí

deberes de

la

mismo, fueron

religión, llegaron

la

á ser

recompensa de mi conducta. Los austeros para mí, no solo uno

me

costumbre, sino

feliz, llenando y también un placer; y penas sentí el primer era mi Tal abnegación, que á cumplidamente mis afanes. el

periodo revolucionario;

estudio

y como

oración,

la

mi orden

ni

después déla vuelta del rey,

Ya

la vejez

mi convento, fueron de

los

mismo método de vida, y seguí, cada vez mas retraído del mundo, cada vez mas habia encanecido mis cabellos y menguado mis

suprimidos en aquella época, continué en

olvidado de todos.

ni

hacían

el

con mas de sesenta años, solo pensaba en prepararme á la muerte que en mi concepto no podía tardar, pero que Dios ha (¡uerido sin duda alejar todavía para purificarme con no conocidos trabajos. Un día, hallándímie en mi celda, fuerzas:

una mística lectura,

de repente un rumor estraño: llegaron hasta

entrcado

á

mí feroces

alaridos, golpes horribles,

despavoridos por los

de

tiros

fusil,

y

gritería

como de pueblo

que era, y vi á todos los religiosos correr claustros: cual procuraba buscar un secreto asilo donde

amotinado. Salí para informarme de

lo

esconderse; cual acudia á los altares á

abrazar

las

sagradas imágenes; cual

ensangrentado á mis pies. Perdí el sentido á herido por mortífera bala, caía exánime. En tal estado pasé muchas horas, quedé espectáculo, horrrendo y tan cabo de

al

ñor

en

los el

las cuales volví

que me

asistían,

convento,

libertad

en mí, y

que una

profanando

á sus ministros; que

la

me encontré en una cama. Supo entonces

cuatlrilla

de homljres furiosos habia penetrado

casa de Dios y asesinando en

yo habia sido encontrado entre

nombre de un montón

la

de

cadáveres; mas que notando los que me llevaban que no estaba herido, y que respiraba, me habían colocado en aquel lecho. Recuperado de mi desmayo, por la noche y por uno do los que me y cobradas las fuerzas, salí favorecido santa casa donde tantos años pasara aquella de asistían, que era miliciano, en eterno reposo mis buesos. El miliciano dejar una vida pacifica y donde pensaba

me

llevó á la suya,

y

le

debí larga y

benéfica hospitalidad; pero

el

nuestras discordias civiles le alcanzó también: habiéndose movilizado,

fruto de

perdió

yo me vi abandonado, sin amparo alguno, la vida en Uíia emboscada; y no pagada que nos señaló el gobierno. pensión escasa la que recurso mas vano he buscado algún cierran

todas las

arbitrio,

puertas;

todos

me han

faltado:

mi edad y miseria

ni

En me

apenas plgun dia que niro consigo decir nna misa,


EL EXCLAUSTRADO. cuyo escaso producto

me han

concluye

se

siguiente.

al

dicho que soy ya demasiado

al pulpito;

lo

viejo:

He

mi

363

un curato, pero

solicitado

débil voz

no me permite subir

deteriorado de mi ropa me hace rechazar por todos aquellos en

cuya casa me presento para servir de ayo de

algún niño;

j)ud¡era regentar

alguna escuela, pero jóvenes mas audaces é intrigantes se llevan siempre las que pretendo; tenia esperanzas de que un grande me admitiese de capellán,

mas disminuidas sus rentas por que suprimir

mas que abandono; y por

supresión del diezmo, ha

la

donde quiera que vuelvo

á

esta plaza:

mi

fin,

la

ha llegado

miseria

no encuentro

punto

al

también

tenido

vista,

que Yd. ha

ayer noche.

visto

«Esto es en cuanto á los trabajos corporales, y penalidades de la vida. Pero lo que sufren mi corazón y mi espíritu! jAh! no sabe vd. lo

cuánto mas es

que es arrancar su vida, y con

á la

un hombre anciano de

condición en que ha pasado toda

la

cual ha identificado todo su ser, para pasar á otra que le es

totalmente desconocida, que está en oposición abierta con sus costumbres, sus ideas

y sus esperanzas. Figúrese Vd.

al

desterrado que desde

templado de Andalucía fuese trasladado á

acostumbrado á respirar los

perfume de

el

los climas

las flores, el

bosques de granados, viese solo entorno de

nieves, sintiendo todo tan horrible

mudanza! ¡cuan

no es menor

la

pacífico y

diferencia

aura suave que corre entre

sí,

sombríos pinos y apretadas

délas escarchas: ¡cuan dolorosa

rigor

el

que hay para

el

mísero Exclaustrado, desde

al bullicio

para

pasiones y miserias. Semejantes

al

el

él

Pues

mundo

de este otro, mansión de crímenes,

emigrado, suspiramos siempre por volverá

nuestra cara patria, á esa patria que nos había adoptado

es

seria

llena de penalidades correría su existencia!

religioso del claustro,

como de paso para

dulce v

el cielo

helados del Norte; que

eterna y de

,

y en que estábamos

inagotable bienaventuranza.

Aqui todo nuevo, estraño para nosotros; todo contraria nuestros gustos, nuestras otra

Echo de menos mi celda aquella celda pobre, desnudado adornos, mas muebles que uua tosca mesa y dos sillas mal labradas sin otra comodidad que una cama dura; pero mansión apacible que me habia acostumbrado á mirar

inclinaciones.

,

sin

,

como mi

palacio;

cuyo aseo era estremado; cuyas paredes ofrecían

de mi veneración; y que

si

por dicha llegaba hasta

ó en tosco barro, brillábala flor recogida en

para mí de dulzor

para

la

me

ofrecía

las

imágenes

del

incienso

una fragancia oídos,

pérdida do aquel nunca alterado silencio, en que

entregarse

se

recogía

la

oración ferviente. Las horas

-

huerto,

humo

rumor que continuamente asorda mis

inefable. El

hace mas sensible

el

olla el

ejercicios piadosos, las

dulzuras

las

á

del

estudio ó

á los

raí

me

alma

éxtasis

de

noche en que me solían llamar á los paso ahora en dolorosa vigilia, durante la cual huve el de

la

sueño de mis ojos y solo encuentro lágrimas en ellos. Ya no voy á cuidar del la imagen que era mis amores, ni enciendo ante ella la

altar preferido, ni de

lámpara que ardía con una luz

porqué noes ya laque arreglaba

las

una campana me entristezcoacciones de mi monótona, peroapacible vida.

Hasta

me

servia á veces de cilicio, era

el

grosero sayal,

si

bien

celestial. Si oigo

una gala

lujosa


EL EXCLAUSTRADO.

nC'i

cO!ii|jarada

con

El alimento

me

los

harapos sucios que suelen cubrir ahora mi cuerpo descarnailo.

parecia entonces

el

maná

(jue el cielo

mi vida consagrada á su servicio, llegando

me

enviaba para prolongar

marcadas,

horas

á

me

que

sin

y actualmente, atormentado sin cesar con afán de buscarlo cuando menos puedo hacerlo, ó no le tengo, ó le debo

acosase nunca la idea do su falta; el

solo

á

la

muertos todos mis hermanos, sin

agena. Últimamente,

caridad

me

parientes, sin amigos, sin una perdona cjue se interese en mi existencia,

veo solo en medio de este torbellino de

como una

horrible

pesadilla

;

gentes que se agita

y mas poblada estaba

á

al

mis ojos

la

rededor mió soledad del

claustro, d(>nde veia seres que estaban identificados conmigo, que tenian mis

y me- hablaban conforme

ideas, mis costumbres, que enlendian mi lenguage ú mis creencias, que

me

asistían

en mis enfermedades,

rogarían por mí cuando pasase á mejor vida. ¡Ah! yo á ver

en

á mis

ellos

únicoi parientes y amigos;

me

corazón á mis hermanos muertos: su sociedad

estando

me

ellos

seguro que

habla acostumbrado

reemplazan en mi

era grata; su conversación

me distraía y enseñaba; juntos dirigíamos nuestras preces al Eterno, juntos comíamos, junto¿ nos paseábamos: las místicas discusiones eran nuestro recreo, las festividades religiosas nuestros espectáculos

del órgano nuestros conciertos.

Cuando

el altar

,

y magesluosos

los ecos graves

resplandecía con mil y mil luces,

hablamos adoinado con verdes hojas y numerosos ramos de las mas cuando el incienso llenaba el ámbito de la iglesia, y aquellos mezclaban acentos resonaban con religiosos himnos, y nuestras voces se

cuando

le

bellas flores, .

suave armonía, y velamos á todo un pueblo humillarse ante el Eterno, entonces éramos felices, y nonos acordábamos de ese mundo (jue habíamos

á

la

abandonado, y sus pompas y vanidades nos parecían despreciables. En el día, separados, dispersos, perseguidos; muertos los unos, y estos son los mas dichosos; entregados los otros ala suerte mas adversa;

consuelo

tomará en

de que Dios

recompensará en Así habló

al

cuenta

nuestros

vida los males que por su

la otra

anciano

,

amor padecemos en

y dos abundantes venas corrieron por sus

Conocí entonces hasta que punto debían Uegir

Yo

las

el

y nos

,

esta.» mejillas.

penas d¡ aquel desgraciado.

había visto su miseria; pero no imaginaba siquiera los dolores de su alma,

hasta que esta se

hubo revelado

y en espantosa

intensidad de su dolor, no pude

razón de estado que

culpando

á los

humanidad

le

con

por

menos de concederle una lágrima

redujera á

él

y

los

suyos á tan

,

el

viese

mío

triste situación

los

la

maldiciendo

deberes de

,

y la

que esa razón y las circunstancias exijían. Templé no pensando que en una nación religiosa como la nuestra, la

lo

caridad particular habría hecho lo que los infelices

mas gratas, me

soledad; y midiendo

que no habían sabido ó querido hermanar

obstante mi dolor

de mí hija, de todos los objetos de mis

afecciones, de mi patria, y hasta de mis ocupaciones arrojado á estraña tierra

mí estado

á mis ojos. Consideré cual seria

privado de repente de mi muger,

la

nos queda

solo

padecimientos

el

gobierno descuidaba; que no á todos

Exclaustrados los había cabido una suerte tan lastimosa como

el

que


EL EXCLAUSTRADO. muchos

365

acompañaljan en su miseria, oíros habiau sido recogidos por parientes ó personas caritativas que algunos mas jóvenes ((uo si bien

tenia (Jelaiite;

lo

;

podían ejercer

las

vanas ocupaciones que proscribe

el sacerdocio, ó las que no son incompatibles con su sagrado ministerio; que no pocos pueblos los han admitido por sus párrocos; que la educación de la niñez ha dado empleo á otros; y que todos, hasta los mas desgraciados, hallan consuelo v esperanzas

en

las crj vicias

aliviar

la

de una religión divina. Restábame solo buscar

suerte del

mi

confiarle á

mió

,

,

donde

la

afecto

quieren

que

el

de

todos;

rnedio de

como para

tuve fué

admitido

para

enseñar

entonces á esta ocupación penosa, mas para el

i¡n

Providencia habia traido á mi casa

y ya que mi escasa fortuna nomepermitia encargarme la dicha de hallar un colegio dirigido por un

solicitud;

de su manutención

amigo

que

y

los

niños,

á

él

Dedicado desde

latinidad.

agradable, ha sabido granjearse

quienes considera como

sus

hijos,

le

y respetan. El director está muy contento con él y confio ya en pobre Exclaustrado, cuyas necesidades son pocas, podrá concluir en ;

dulce quietud y cómoda mediania los pocos dias que

ANTONIO

FHTRifii

XII.

Gil.

le

restan.

DE ZARATE.

41


366

rAtk,

EL MEDICO.

Amicus Pinto

.

niíiii' íimic.-i

Tpriln5

O llevarás á mal, amabilísimo Doctor mió, que M'

perfile

en estas oclio

cantidad designada por d;>

los

tipos

ol

páí^iiias

mortales,

editor á cada

uno

variados y caprichosos que se

hallan esj)arcidos por esta tierra de beduinos

con

p;uitarra

los

Pirineos)

pero se

hallan

Todos

los españoles

que poco felizmente nos

los

,

la dosis;

ilia,

y hasla

los

sea

la

ministros se

contaminados y son discípulos de]

pobres cesantes, viudas y retirados.

son iguales ante rige

Algo homeopática es

empeñan algunos en que

Medicina del

Alemán en materia de pagar

y puñal (como diccMi allende de

y no debe

el

la ley,

según cierto articulo del código

Médico barrenar con sus pretensiones




!

EL MEDICO.

367'

la

ley fundamental del 37. Haz esfuerzos por reducir tus muchas originalidades,

y

si

los

note encuentras perfecto, perdona mi escaso talento, y disimula en pago de imperfectos de tu clase que tolera la sociedad.

muchos

El Médico represéntala Medicina, y eslu

el

verbo latino medican, que debe

traducirse por traer algún remedio:

necesidad que ha debido sentirse en todas

épocas y lugares; porque según

doctrina cristiana

la

,

nuestros males vienen

desde Adara y este señor es antiquísimo para los cristianos aposlólico-romanos. Y aun creo yo que la dichosa manz3na que nos ha privado del dulce placer de hacer piruetas en estado natural y de otras mil lindezas que contaban mis abuelos.,

ha producido tantos estragos de

Adam un

antidoto contra

Es pues evidente que salud;

el

mayor de

los bienes, el

veneno que

Medicina y

la

que su importancia deriva de

quedado tan impreso en

de un Orfda, que hubiese aplicado

á falta

el

la

al

bueno

contenia.

ella

Médico son antiguos y necesarios, y el hombre á su

el

mucha que siempre ha dado

como decian

eorazun

,

que

los egipcios

el

según Luciano.

Y

esto ha

bravo Pijrro, rey de Epiro, solo pedia

al cielo salud.

Los romanos se saludaban con

el

verbo vale, y terminaban sus cartas con

espresion de bene válete: los griegos Xaire que es lo mismo, y los que pintamos varios aficionados, con la palabra: ¿cómo está V.l Etc. para las otras naciones. la

En

cuanto

al

ejercicio ó práctica de ella,

ha recorrido toda

escala social,

la

desde los santos y emperadores, hasta el mortal que os habla. Asi tenemos al Dios Serapis, á San Eusebio, San (^osme v Damián,

emperador Wan-Chocho, que han tenido

Vaya

á sus hijos lo

Ahora

como don

quo

la

marqués que entra en paso.

lo difícil del

del cielo. Nisi á Dea, decia

San Agustín.

creen plebeya y mal nacida

la

cuando

bastaba describir

profesión está en poder de

Son tantas

el

los españoles

trage,

y su gravedad. Hoy

,

y

jnesocrácia;

la

esta grev. las idiosincrasias

médicas déla capital,

variadas sus formas, que ofrecen á cada paso originalidades que apuntar.

otro tiempo

el

con otros mil

el

valió.

tiempos son otros, y

los

raro es el

A(iuiostá tftn

á la Medicina

Papa Pablo

11,

ese pedazo de historia contra los quo

cuenten

pues

rey Mitrídates y

el

el

éramos

tales y sin

modo de andar y

mezcla (jahacha

saludar para conocer

dia se confunde y mezcla con toda

la

En

ni briláni,a al

Médico

sociedad, y hasta

el

símbolo casi exclusivo de su autoridad se ha convertido en ligero junco ó bambú del Senegal. ¡O tiempos aquellos en que la fé v veneración,

bastón que era

el

el

respeto y admiración del vulgo consideraban á los medicamentos

como Deorvm

manus, manos de Dios Los modernos necesitan un dilettanti de ambos sexos que seduzca v cautive la

atención; quesea comadrón y sangrador

quésé yo. Pocas personas

liay

que creen en

,

los

hervorista y boticario, palabrero y Médicos instruidos, de conciencia»

y que han nutrido sus ideas en los libros y hospitales. En lodos hombie onf.rino, crédulo, inconstante v

la escala social hallarás el

Los medicamentos caseros son

el fruto

los

gradas de

supersticioso.

de esta enforinodad del género humano.


EL MEDICO.

368 Sino se cr.e en Inglaterra, en

curaciones milagrosas de los antiguos reyes

las

sortilegios y otras especiotas;

de Francia é

la influencia

reimos de

si

de Saturno,

tomado Marte Y Fenus, de las memorias de Dangeau cuando dice: «El Rey ha reirian vez su Ellos etc. á luna, dia de último el meses los todos medicina la toma del necedades otras /jomeopaíía sonambulismo y ahora de ime&lvo magnetismo en homeopático; siglo est3 admira Paraceho Dispierta y que nos rige. ,

,

,

sabio siglo

que muchas personas creen que un diez-millonesinode grano de medicamento que un grano de tiene una sorprendente virtud para curar. En una palabra; Ginebra, es una de lago el Retiro ó del estanque quina disuelto en el agua del

el

maravillosa escelenle bebida para curar las tercianas. Goje un frasquito de esa veces, doscientas unas izípiierda derecha á agua muévela de abajo arriba, y de ,

en la vegí de Aranjuez ó en y puedes sin temor habitar seguro de llevar contigo el antidoto de la fiebre.

la

campiña de Roma,

Sin griego ni jatin ni castellano, Te hallarás convertdo en Avicena,

Con La

Y

de

los glóbulos

tisis

curarás y

á le mia que toda esta baraúnda

la

Hannemann en

la

mano

gangrena.

ymas que vendrá

es culpa de la sociedad

por aquello de que «de Médico Poeta y Loco todos tenemos un poco.» Y como decia Calimaco el príncipe de los poetas elegiacos de la antigüedad en su himno ,

en honor de Apolo: «todos quieren tener el poder de retardar el instante de la muerte.» Noestrañes pues, lector, sino conoces ahora al Médico en la calle o en la alcoba, porque á mí me ha sucedido verlo convertido en faldas administrando los polvos

la

d.-

Madre Olivencia

microscópicos de

y en es.-claustrado facilitando

,

homeopatía. Pobre vulgo como

la

te

los glóbulos

tratan y mastican á dos

con tu inoccncial No retrocedo á los tiempos de calzón corto, zapato con hevüla , casaca y sombrero apuntado, porque las ceremonias eran casi las carrillos

mismas que

En

la

á últimos del siglo pasado.

época de mis abuelos,

el

Médico grave y honrado vestía

levita, pantalón

chaleco y corbatín blanco, camisa con chorrera alguna vez, Y zapato negro, sombrero de copa, bastón y guante de hilo de Escocia, uno puesto y otro empuñado.

Grave y circunspecto, bien mirado, limpio de barba y el cabello corlo y mirando un poco al cielo. Se anunciaba en las casas como el rey, pero por medio de la criada ó criado; y al

familia salía á recibirle

la

como

desdichado que postrado en cama esperaba

cuidado. Observaba

al

enfermo con

el

brazo en

la

el

Ángel que llevaba

la

salud

consuelo de su inteligencia y mano izquierda , le hablaba con

el

serenidad y desembarazo, recetaba en latin, advertía en la casa el cumplimiento de lo mandado, hacía un ademan con la cabeza indicando á la familia el estado del paciente la visita,

V se

,

colocaba

la

mano en

adcii.an

de recibir

el

estipendio de

marchaba mas pensativo que había entrado, dpspues de habej'


RL MKDKIO.

361}

presenciado una escena melancólica en (jup solóse habió oido su voz y

que

el

él

habif.

las respuest-is

demandado.

Entonces habia fé en el arle y en el que lo profesaba; el Médico ordenaba y enfermóse resignaba aunque fuera quinao am-féñda. Solo asi puede ejercerse

esta ciencia

con provecho de la humanidad y tr.inquilidad del profesor. Entonces Rousseau pedia á la Medicina sin el Médico, los Médicos le respondían; que les diera el ciudadano de Ginebra la enfermedad sin el enfermo. si

Mas hoy que la sociedad no tiene creencias de ninguna especie, que su filosofía un telégrafo en movimiento, que sus deseos y caprichos están montados á lo

es

dandij

,

supeditados á

voluntad del editor de

la

formas y ademanes de sociedad misma. Solo en las las

las

tradiciones de

los

la

Moda

que se rozan con

la

,

ó

el

Correo de las damas,

sociedad varian

como

la

vé alguno que otro Dochr que conserve

villas se

buenos tiempos de Valencia y Salamanca. ¡O tiempos el harapo llamado manieo, picos que habia servido á tres generaciones atravesado

los

virginales en que el embrión del Médico cubierto con

sombrero de

el

alguna vez

tres

\)or la

debajo del brazo

,

,

,

cuchara de palo constituia

Lagunas y Servet,

el

y

puchero de

sopa colgado del cordón y frondoso retoño qne mas tarde representaria á los ,

el

la

Piqueres y Morejone^! ¡O bulliciosos veranos que presenciabais las cuadrillas de estudiantes recorriendo la España con la música y algazara de aquellos benditos tiempos! Pasemos al año 43 del sapientísimo siglo diez y nueve. Este

siglo

los

á

de indiferencia,

quiere ver y saber;

difícil

y variable en

sus pensamientos,

dicen

examen ba reemplazado la fé. Señor público que tenéis mas espíritu que Féijoo, no lo probáis en este momento, porque nunca el charlatanismo en todo ha presentado mas atrevimiento y astucia para seducir el

y engañarla credulidad pública, y lo consigue á cada instante. Rara vez la llamada razón domina con su veridica voz vuestrospensamientos. Las vociferaciones y el clamor 'o ahogan su aliento y dominan sin misterio en la calle y en h plaza, en los salones y cuerpos científicos. Vivan las preocupaciones popu'nres y qui vult decipi decipiatur.

El Médico viste ahora como la sociedad con mas colorines que un pavo con todos los atavíos de un fashionahle, , y no se distingue de los (jue le acompañan sino por llevarla palabra para responder á una consulta áe amistad. Debe poner mas cuidado en saludar y dar el tratamiento (al que le ten-a) que en el arte de recetar. Ser fino, elegante, y admirador dcd bello sexo, ""filosofo con las recelosas mamas. No faltar á los bailes y sociedades con el botiquín bie" provisto, porque allí hay muchos soponcios que curar. Ser soltero por ^' ^'S""'^ ^'u^'a quisiera tomar estado. Piecetar agua de lila, culantrillo real

,

flor

las

'a

de naranja, que es visitas

y

mas urgente necesidad moda no pagar.

la

porque ya es

del día,

y no pedir

Él Médico de palacio parece un gefe político por su uniforme policía que necesitarán algunos santos lugares que alli

colegios visten casaca á lo gefe de sección y háU perdido hasln

ol

,

el

y no

pago de

es poca

so cobijan.

Lo

modo de ündar


,

370

EL MEDICO.

¡O sagrado templo de Hypócratesl compatible es con

adopta por Dios

Y

régimen representativo.

el

no

si

doctoral que

tu trage

vuelve

,

y Montpellier y verás la toga doctoral grave y circunspecta

á

vista

la

Pan

en todo acto

s

é

ceremonia escolástica.

Nace

Médico en Barcelona

el

que tan bien dan ocupa (aunque de

sale

el

muy

parto va

Gades ó de

fenicia

la

,

Cádiz ó Madrid

,

y no habla de

Médicos ilustrados, porque

luz

á

las

universidades Solanot se

doctísimo

el

largo) en clasificarlas. Tiende su vista las

márgenes

del Llobregat hacia

cuando

tranquilo

el

Manzanares. Allí está el

pero

puerto de grata esperanza y

último grado de

el

escala galénica;

la

cuántos escollos y malezas , cuantos naufragios antes de llegar á él! Al de la escuela de enseñanza se acomoda en una aldea donde le pagan sus

¡

salir

honorarios, una parte en metálico y dos en trigo de superior calidad, siá la cosecha

no toca

la

infancia del arte entregado á

que debe guiarle á

el astro

de

purgon.

el

Pasa

corte,

la

mas profunda melancolía esperando

la

porque ya está cansado de

despótica voluntad del alcalde de raonterilla

la

y Gibelinos

aristócratas con el pelo de la dehesa

del cura ó boticario,

y de

la

,

,

de

del tresillo

ó aldea,

la villa

de Giielfos

las pandillas

y

el solo

en casa

constante murmuración pan de cada dia en aquel

bendito rincón. Algunos ahorros, su buena reputación entre los condiscípulos, <)

en

una cura maravillosa ella, le traen al

al titulado

marqués de aquella

villa

que pasa

un cuarto

veranos

los

Ya

puerto que columbra desde sus primeros albores.

llegó

con una familia honrada, y ocupa su tiempo en darse á conocer. Encuentra algunos condiscípulos, á quienes cuenta ú la capital. Habita

su deseo de establecerse en

Amigo mió, has errado

el

la

tercero

corte. Estos le

camino

,

responden con melancólica voz

aquí somos tantos

como enfermos,

tiempos

los

van malos gastarás tus ahorros y volverás desengañado á tu rincón. Sin embargo, su determinación está resuelta no hace caso de sermones, y ya le tenemos ,

,

práctico de la capital. Adquiere relaciones

nueva

tierra

que pisa,

las idiosincrasias

y por ellas el conocimiento de la médicas, el nom.bre y ciencia de varios

déla que hay mucho que decir y mucho mas que callar. Dá principio su clientela por cesantes, viudas, militares retirados y alguna muger de la vida airada. Camina siempre á pie, cualquiera que sea el estado de la atmósfera, gracias á nuestros económicos ministros. Pero

en

la

edad todo

lo

permite:

la

filantropía,

juventud que tiene pocas obligaciones que cubrir y muchos méritos que alegar. Siempre la conservará Dios para consuelo de las clases que están eu está

al

la

limbo por falta de fondos, y alivio de las

piernas de

pasaron su noviciado y dieron buenos consejos á (If

criticarlos

de

lo otro

y

como

llabia vivido foniaii

al

y divisa

pobre

la

satisfacción de respetarles.

la endocarditis del

contando todos bolsillo

el moíjfiento

con

la

de pasar

los

nuestros maestros que

que hoy tenemos

Porque bien puede ser

la

lo

torpeza

uno

hijo

reumatismo

los dias las visitas,

que aunque muf'hasen número

extrema -unción; pero su reputación ha crecido al

número

dos.


371

EL MEDICO. n á

Llega por ó

una

un

visitar

gentil

hombre cesante

que ha pasado por todos

vieja

los hijos

un

,

literato

de reputación?

de Avicena.

Estudia y se afana sin cesar, consulta cuanto sabe la Medicina francesa y feliz éxito su plan; pero como el gentil hombre es caprichoso,

alemana, y entabla con incrédulo

el literato

manos de

la

,

y

sociedad,

y

dice:

que nunca

puede saber

lo

gobernar á

los

mitad de camino pasan sus enfermos á

la vieja rebelde á

del charlatán. Triste y

¿cómo se

el estado y caprichos que hombres ilustrados crean que se

meditabundo raciocina sobre es posible

aprendió? pero está visto;

hombres son una escepcion. Todo

discípulo de Hipócrates y Aristóteles.

Un

el

la

Medicina y el arte de se cree en este caso

mundo

compone

relojero

un zapatero

relojes y

máquina humana puede ser entregada con tal que tenga audacia y serenidad; y como dice el poeta hace zapatos; pero

la

al

primero que llega cprbosisadquisivit

'amamstrophis.

Siempre

zapatero de

el

fábula

la

de Fedro\ se entrega

vida

la

cm

nenio

calcaneandos commisit pedes.

Recuerda para su coasuelo y calma del agitado corazón la historia de los y halla en Plutarco al famoso Periclés entregado á un preservativo

tiempos

,

rodeado

de

al

cuello para curarse de su mal; á Bacon

la tierra,

á Maquiavelo, Leibnitz, Alfieri

que llamaba

al nitro espíritu

envenenados por drogas

ridiculas;

hasta Malebranche, el autor de la Investigación de la verdad, aconsejando á las

y mugeres preñadas que sus

hijos

frotarse la

parte superior de las estreraidades inferiores para

no naciesen marcados con

¡O miseria humanal El gran comadre que afirmaba que

si

filósofo

los

caprichos que ellas pudieran tener.

estaba

en esto

de aquella

á la. altura

el cardenal Duperron era tan sabio se debia á que

su madre estando embarazada tenia siempre capricho por una biblioteca.

Con en

el

este

y

otros sinsabores análogos llega por fin al

que sus consejos y

clientela se

compone de

visitas

de cuando en tiene

producen mas y valen

propietarios,

empleados activos. Sus réditos

le

comerciantes,

proporcionan

cuando ó un modesto Simón en

36 años cumplidos

,

la

mañana

tal

vez

codiciaba,

menos. Su

toda

artistas de

clase

y

placer de alquilar un cabriolé

el

los dias

de mucha agitación,

vive en cuarto segundo con campanilla á

para mayor comodidad de los vecinos de las doce de

por

número que

la

noche en

la

^a

calle

atlelante, sale

después de tomar chocolate, y vuelve á su casa á la hora de comer,

y como no tiene todavía hora veces antes de concluir.

fija

para consulta

Su fama crece y se

,

se levanta de

la

desarrolla, el entusiasmo

y

mesa cuíco el

fanatismo

le ensalzan á la vez y hasta entonces su reputación fundada comienza á ser fabricada, como dice el padre Griffet. Se cuentan maravillas de su habilidad, y

recomienda á un rico banquero que padece del hígado le ha diciéndole ser tan hábil, que ha descubierto el hígado á una persona enfermo el gabinete, limpia un quitado un tumor, lo ha limpiado como quien y

hay persona que

le

,

ha quedado en completa salud. Con pocos elogios como

el

actual poco tarda en

pasar á primera graduación. Traslada su habitación á cuarto principal, y rccibt' consultas en un bonito gabinete, en cuya antesala se suelen

encontrar aluun.i


^

EL MEDICO.

Í73 vez

el

marido y lamuger,el amante y su querida

uno viene

el

un

á consultar

ó váidas que

dan

de muelas,

dolor

la

,

que por distinto camino

otra

uxai jaqueca, pesadilla

media noche, y cuando están dentro el Médico vellos saben á qué vendrán. Guantas escenas cómicas presencia aquella silenciosa le

á

habitación de cuyo fondo no salen jamás las palabras que se pronuncian, ni se reflejan el

pudor y honestidad. Pasa su

compone de

Ministros, Duques, Condes, banqueros y contratistas. La corle, los

políticos

los filósofos

y

necesitan

le

,

visita

en cabriolé, y

la clientela

se

dá consejos, tiene entrada franca á

á todos

todas horas en sus casas y un cubierto en la mesa. Siencuentra algún melancólico

quedecia «tengo mucha confianza en el Esculapio

político le cuenta lo de Voltaire

Tronchin que vé en los cuerpos

me

placer que

como Dios en

los

corazones; vivir es

me pagan

mortificación de los que

resta para

cuando padezco indigestión

conspiro contra ella con

,

el

solo

el

rentas vitalicias:

ruibarbo y

la dieta.

Asivivió este hombre ¡lustre 8 Vanos, "y este consejo pueden tomar muchos sábioSé

Nuestro Medico asiste á

la

marquesa de C. El desde

célebre

teatro es

principio de

el

come generalmente tarde cuando Academia

sesión que celebra la

la

rara vez

función

,

lo

hace en casa,

y juega al tresillo en casa de la lugar donde se encuentra al menos

el

y rara vez

,

la

vé concluir con tranquilidad.

Suele no estar exento de que molesten su sueño á las dos de

entonces son los apuros y malos ratos. Solo la

humanidad pueden arrancar de

momentos

la

cama

al

la

filantropía,

mortal que transportado en aquellos

empíreo se levanta y marcha con el silencio de algunas veces un simple calambre que alborotó la vecindad. al

Suele

la

crítica

ensañarsi'

con

mañana y amor á

la

paciencia y

la

noche

nobles doctores diciendo

estos

á visitar

que pasafi

algunos por sabios y grandes Médicos, aunque no lo son; como hay ministros que nunca debieron serlo. Que todo lo componen á fuerza de tecnología

ensartando con serenidad y desembarazo nombres y frases ininteligibles para

mismo

Foesio.

sea en

una úlcera del

emulsión de

Mas

el

goma

pie

arábiga.

el ,

pulso con

metal que

el vil

la frente

y gastan con énfasis un cuarto de hora para recelar á lo que es un sim|)le catarro.

Llaman dolor de costado la

sociedad codicia por

del anciano de Cos

Algunos años de práctica en

,

la

con su pan se

sublime medicina

la

sus días entre

el luto

lo

á

la familia,

Médico en

solicitando

quienes dio pasaporte en época mas

la

vida

un pase pasa

,

lo

coloca,

amado

la

dulce

visitarlos

feliz.

las

que

lo

En

son y muchos de los que no

parecen; ponjue no hay monja, sacristán, viuda, hechicera y señora que la sociedad que no tenga unos polvos para opiladas;

pertenezca á clase elevada de

un

lector, los

si

acabando

El charlatán. Este solo merecía un artículo aparte por su originalidad. esta idiosincrasia

y

coman.

clientela tan ilustre colocan al

y dolor de

,

corona de siempre viva que

posición de retirarse poco á poco de los trabajos y miserias de

muchos amigos

e]

por gala y ostentación, aunque

reloj

el

vulgo conoce á estos malos representantes de

cambian adorna

Que toman

coliiio

,

para todos los ojos malos, aunque tengan cataratas, una yerba para

lombrices de catorce varas; parches para

la

jaqueca de

solteras,

viudas y casadas;


^^

EL MEDICO. anteojos para todos los corto* ó largos de vista

y mil mejunjes

,

la ni?i>;

dt»

;ill;i

y acrisolada reputación. El charlatán de oficio no ha pisado los utubrales del tiempo de Esculapio.

Ha

sido escribano, carretero, pastor

ha copiado alguna receta que

,

militar ó criado de algún

Medico do quien

hace servir para toda cnieruiedad especifica

la

ó de antiguo y remoto origen. Porque es preciso tener presente que

enfermos

solo se dirige á los

algún medicamento especial. Son farmacéuticos la

virtud del medicamento consiste en

miga de pan.

pildoras de

que dá generalmente

al

el

la caja

duro por

visita.

mismo tiempo,

ai

secreto de

la

toda

Diario todos los dias del año con

el

,

profesor. Recibe consultas gratis, pero cobra

el

de pildoras ó polvos, lo que podría costar toda la enfermedad

De modo que aunque no vuelva

pacotilla. Concierta

poríjue

composición aunque sean

con pompa y aparato, ^^con remedio sencillo opuesto Médico, aunque luego después sea arsénico ó sublimado

mismo que daba

corrosivo, ó

por el frasco, á

el

el

Se anuncia en

algún nombre de facultad

cliarlatan

el

vulgo desahuciados, ó los que se curan con

crónicos,

por un tanto

plazos de tres adelantados por

la

si la

enfermo

el

ha sacado su

él

ci.racion; pero sin olvidarse de

cobrar dos

naturaleza del enfermo es rebelde. Llena las

esquinas de anuncios y pone comunicados en los periódicos de enfermos curados que nunca han padecido, con firma de nombres que no existen. Debe ser

perseguido por trato

que

la

subdelegados de Medicina

autoridad y

cuando en cuando

recibe y viajar de

al

,

quejarse

del

mal

eslrangoio aunque no haya

pasado nunca de Fuencarral. Tiene en su casa jarabe [janquimacjogo de Crolius, mistura

anti-cislopldegmálico

KirWan

de

,

polvos

pildoras

Iiijdr 'genésico -ascitica,

nephrolotico

nephremphaxico

de

Plouquet

de

plilogifitico

v

,

ungüento

pampiniforme paronychito de Andernach: y con esta farmacia ambulante no hay temor que !e falle de cuando en cuando algún reputado sabio ó filosofo partidario de Paracelso.

Suelen acontecer escenas graciosas, y mas de una podrá servir al lector. Yo me acuerdo de cierta señora que padecia un

para entretener

tumor en

el

pecho, ala que dieron por remedio que se rapara

todos los dias se frotara dos veces del Doctor

las

dia

se

anunció en

quebraduras. Llegó

á las

el

Diario un

once de

una quebradura. Llamaron arabos se sentaron en

y

el

señorito creyendo ser

frasóo de barnii para

señorito

al

coronilla,

sal

,

y

remedio

KÍSTRF.GA

un

líquido

un joven

rico

estaba

(pie

lo

barnizando sus botas v que creyó conveniente;

una burla y no una equivocación de casa, le dió frotara en la ingle como único remedio que

de

la

la

familia

que estaba curado de

el sitio sin

la capital

XMI.

poseia

casa de

({ue se

dias vuelve el paciente diciendo:

lodos los dias en

á

charlatán) un infeliz que padecia

el

poseia. Figúrese el lector la risa del señorito y

habia quedado charolado

Taglei q\ie

El doliente csplicó

sofá.

el

tal

mañana

la

y elegante (que se apellidábalo mismo que

un

la

con aguardiente coñac y

Wallance. La pobre señora se quedó calva de tanta frotación.

Hace pocos dias para

al

la

,

cuando

á

los cuatro

quebradura, pero que

poderlo despegar. Escenas como estas pasan

monarquía.

42


EL MEDICO.

874 Réstanos

el físico

sanidad militar. De

nombre que

,

se dá á los

los cuales solo

diremos

que forman parte del cuerpo de urespeto á las glorias militares»

Recójalos Atocha cuando descansen en paz.»

Aqui concluimos nuestra

tarea con aquellos versos de triarte.

A

todos y á

ninguno

mis advertencias tocan: El (jue haga aplicaciones

Con su pan

se lo

coma.

I.ICENCIADO JOSÉ CALVO

Y MARTIN.




EL PATRÓN DE BARCO.

como los animales lerreslres se diferoncían mucho de los peces en organización, insíinlo^; y figuras, asi también la gente de la mar dista

SI

sus costumbres y caracteres de lo^

mucho en

que vivimos en estos socuchos desiguales

é

incómodos que se llaman pueblos y pudieran denominarse con mas propiedad cuevas ú hormigueros. La mar

ese movible y dilatado Océano llamado elemento hasta hace poco ,

por una equivocación de

la

ciencia, con sus

olas azules y plateadas y sus blancas espumas, no puede menos de influir en los seres que surcan su superficie marcándolos con un sello peculiar y distinto, si

hemos de dar

crédito á lo

mucho que en

sobre influencias de las ciencias en

en

el teatro,

del teatro

hallarse alguna

Es

que

en

otra

la

las artes y

moral, y de

verdad

la

siglo de progreso

este

en

las

costumbres, de

moral en

la

física,

en

se

escribe

la legislación

lo

que suele

y sobra de fantasía.

que á mi también se me conceda la influencia del mar que toca para que pueda escribir un artículo que se llame hoy

preciso, pues,

en todo

lo

filosófico,

ya que se dá este nombre á todos

prodigioso,

los escritos

en que

se

trata

de

mas que ni Aristóteles, ni Platón conociesen este nombre emblema de la íilosofia moderna. Suponiendo desde luego U

influencias, por


ÉL PATRÓN DE BARCO.

376

mar ó

influencia del es

que

que tanto vale

debe ocupar

Patrón

el

diablo,

tlel

españoles por ser original en sus usos, este bosquejo

No del

de

que ofrezco

que intento

tiempos mas remotos,

los

inteligencia

que

los

si

se

csceptua

llegan á

la

tipos

en

verá

monos

pierde en

es

oscuridad

antiguo como Noé

tan

los

honores de el

dedican á

la

diluvio

marinería es poco mas ó menss

la

todas las miserias y ventajas de

pobreza en que suelen aquellos criarse;

hace ágiles y fuertes para

los

origen

el

la

tamaño.

a([uel

se

la

nada agradable, pero que

los

lo

se

no pueden negarse

(piien

demás hombres, con

infancia de los

edad,

la

que

en este ramo, cuando en tormenta tan deshecha como

La infancia de la

los

se

mis lectores dándoles á conocer notorio es,

pues por á

supo conducir una nave de

como

á

describir;

primer Patrón del mundo,

el

entre

como

y carácter,

trato

el olró, lo cierto

distinguido

público.

al

ánimo molestar

es mi

tipo

uno sea como

el

muy

un lugar

el

pobreza

Mas apenas

trabajo.

niñez, cuando en vez de entretenerse jugando en los barrios con

de su edad, acostumbran dL>dicarse á coger en las playas algunos mariscos

para comerlos, afición primera y natural que pasa luego á ser una especulación

como

mercantil

otra cualquiera,

en años y en necesidades de sus deseos.

en

Allí,

donde

es

se

vendiéndolos por las calles, cuando creciendo

niño, se vá

el

las Solitarias orillas del

engendra

los sentimientos

pasión irresistible que decide

el

del

mar

hora de le

la

frugal

barquichuelo. (¡ue deja pedir

en

las

la

se

vida.

convierte luego en una

Reunido

y casi desnudo entre

comida que en su casa

sirven de armas, y

muy

manejarlas con destreza; las piedras

á

humanos,

el

niño en

¡as rocas

la

en

halla

su universo. Los mariscos entretienen su hambre, ínterin

aquellas arenas todo la

rugido de las olas y de los vientos

porvenir de

playa con otros compañeros, descalzo

llega

al

horizojilc

el

verdadera afición alas navegaciones: lenta y sosegada

la

en su origen como todos

mar,

ensanchando en rededor

el

dueño en

un pedazo de pan,

en breve

En

la

preparan; los guijarros á

dan asiento, y la custodia de algún orilla al muchacho, le dan el derech'J'

ellas

del niño con las continuas carreras

le

enseñan sus compañeros

le

cuyo valor

soledades de las playas.

le

solo conoce el

es

donde

y violentos

que ha sabido ganarlo

se desarrollan los

ejercicios,

aquel temple de alma que se necesita para luchar brazo

miembros

y donde se adquiere á

brazo contra las

borrascas.

Los baños frecuentes que se dan sin previo dictamen facultativo, mal qüc pese á Hipócrates y Galeno, son otros tantos ensayos cuyo

ejercicio asegura

algún día su salvación en mecho de los mayores peligros, y

el

se

aprende

pasan en

el

allí

siil

arte

de nadar

arte por solólos impulsos de la naturaleza. Estos niños

agua una gran parte del día en

las estaciones

que

templadas, carecen

ordinariamente de aquellos principios de educación que reciben las clases mas pobres. Sus planas son las arenas donde trazan algunas líneas y

algún chinarro, y sus libros

el

muñecos

espejo rrii^talino de las aguas que nada

ctín

difce

á


37T

EL PATRÓN DE BARCO. sus jóvenes inteligeuciahi,

de sus

mucho

á sus corazones

con

ferocidad

la

rugidos.

Asi

niñez de los marineros,

p:isa la

padres adelantados eu e3 la

bien habla

si

aristocracia de

profesión, aprenden á leer

la

mar donde

baja clase, á semejanza del

camarones;

que obste

sin

y á escribir mal, y esta

marinera; que también existe ese poder en

clase

la

que teniendo

se esceptuan algunos

si

se

encuentran largas ballenas y mezquinos

ejemplo á

este

la

naturales

los

iin|)repcriptibles

é

derechos del hombie tan defendidos por algunos encopetados publicistas. Feroces^ desmoralizados por

común dan una

lo

poco que valen

de lo

idea clara

los

verdad que se aprende en todos nuestros jjuerlos, y publicariamos, si el célebre romanticismo no lo prohibiese á

instintos sin educación,

que como

tal

la

boca llena, Pero

al fin mieiilras

que

genio sin ayuda de

el

reglas disparata

las

(jue

marinero y ya empieza á navegar bien en el barco de su padre, silo tiene y es Patí'on, ó en el de alguno que lo recibe, digámoslo así como meritorio de aduana. Entonces comienza para él una nueva época: gusto oírlo, vá creciendo

el

ya zagalón, como vulgarmente

le

llama»

por medio de

entra en el aprendizaje

,

pero frecuentes viages, y vá tomando alguna parte en las faenas

los cortos

medida

del

cuando

es necesario

aumento de sus

fuerzas. El sube

saca

,

el

cubo

á la gente

á

echar rizos á

que

marea

se

hacer algún mandado cuando se salta en tierra, loque la

taberna.

le

baja de las

[)iernas

las

remo de muchas varas cu

!a

y se encarga de unos cuantos

vale

y descalzo,

pantaloncillo de

una descomunal

rodillas,

mas abrigo en

sin

faja

lo bajo

y gorro que la

de aguas, se va ensayando con

guisa de perro

influencia atmosférica, á

,

Con una mala camisa, un

cuartos para gastarlos en

paño burdo que apenas encarnado, desnudas

le

mano, y semejante

á

á

punta del palo

la

un

algunos de nuestros oficinistas

siempre registrando papeles que no saben leer, no hace cosa que de provecho sea á pesar de

gran cantidad do fuerza que pone en juego para producir

la

el

movimiento del barco.

De

a(¡uí

en adelante, creciendo en años y en inteligencia y añadiendo los antiguos se hace marinero, y ya se observa en su ,

nuevos trabajos á

fisonomia y en su trage la

de

suerte próspera, sin la

miseria

capitalito

No

,

como

particular

el aire

mas razón que otros

la

que

á esta

clase distingue, liasta

casualidad ó

muchos que nada

el

deben

á

capricho,

mar

la

,

levanta

y

con nn

reunido decide con)prar su barco.

todos los que se dedican á esta profesión llegan

a ser

Patrones,

como

tampoco todos los empleados de renta llegan á ser intendentes, ni todos diputados ministros,

ni

lodos

marineros viejos que amarrados vida siempre en miseria ó

la

borfa

,

los al

revolucionarios dictadores.

remo, como lucéldo

puesto que no cesan de bogar

entrada en alguna casa de

misericordia

cesantes, diputados sin esperanzas de ser ministros,

en

que

lo

los cadalsos.

Pero

al fin

i'l

(jue llega

»

,

;i

como y

la

y su

roca fin

los

Hay muchos pasan su

,

suele ser la

existen

empleados

tribunos (jue

mueren

ser Patrón ya puede cnniar con un»


EL PATRÓN DE BARCO,

378 suerte

mas descansada,

existe algún descanso

si

en

la

en

sociedad

la

mar ocupan

sino en la

,

rangos que no

los diversos

dedicándose unos á

,

humana

miserable condición

La vida de estos hombres es n)uy variada según

la

pesca

otros á

,

conducción de efectos y algunos á llevar pasageros en cortas travesías. Estos últimos , como que tienen ocasión de tratar con personas tan diversas en sus

la

continuos viages,

son

que

los

mas variedad en sus costumbres,

ofrecen

«specialmente en Andalucía, donde compite

y viveza de una que jamás haya salido de el

calor

acostumbrado á ver

la

la gracia

que

allí

llaman zalero con

siempre exaltada. Ninguna de

fantasía

las

personas

de estas provincias del centro de España,

Castilla ó

gravedad y silencio con que se van acomodando nuestros

pasageros en las diligencias, pudiera formarse una idea del bullicio y algazara

que acompañan

á

los viages

por mar del puerto de santa María á Cádiz en

la

corta travesía de dos leguas.

No

bien llega

al

muelle cualquier pasagero

encanto de una multitud de marineros que

empleando cada cuadrilla todos

los

cuando

,

se vé

cercado como por

dan prisa para que

le

medios que están

se

embarque,

á su alcance para llevárselo

consigo, mientras los Patrones estañen segundo término, y solo salen

á la

escena cuando se presenta alguna familia numerosa ó gente de alta alcurnia,

de laque espera un buen se

ponen en juego para

flete

ó agasajo. Los medios, las industrias que

llevarse al transeúnte

allí

son mas bien para vistas que

,

acomodándose fácilmente á la clase y capacidad de los viageros. una señora viuda, ó viene sola, se lleva casi como por fuerza con cierto de galantería, le dan la mano al bajar el muelle á satisfacción de la interesada;

para contadas

,

Si es aire si

un señor marqués ó un buen

un renegado;

si

en devoción

mientras

gran prisa

,

capitalista

es algún exclaustrado el

los

le

le trata

llama padrino aunque sea

con una gravedad que raya

Patrón con voz sonora dice á

«muchachos, vamonos que

gran movimiento en

se

,

se

,

ze

los

bá er biento»:

marineros fingiendo á este

grito se nota

marineros que están dentro del barco; unos toman

palancas v otros recogen los remos,

lo

que dá un rayo de esperanza

al

las

paciente

aguardando dos y mas horas embarcado esperando el momento de la marcha que con tanto estré|)ito se anuncia y según tarda nunca llega. En esto van los marineros embarcando á todo el que pueden, y

viagero

que se

lleva

,

apenas aparece alguno que tiene trazas de viagero, cuando grita desde

un muchacho palanca en

la

ágil

mano en ademan de

votar

el

fuerza

de

las

repetidas quejas de

moverse hacia adelante, mas

á

mas

ó

al

el

descontento y

fin se

menos rápido progreso según

embarca sopla

el

el

la

Caí:

tierra.»

comienza

pasageros

cada bulto que aparece en

aquel atrás para recogerlo entre creían en marcha, hasta que

los

proa

mos hamos, á

barco «á Caí

anden oztes zeñores que ze ha er barco y ze quean en

A

la

hace medio día está con

y de escelentes pulmones que

las

el

el

barco á

muelle, vuelve

voces de los que ya se

Patrón y todo camina con

viento

;

lo

conexión con nuestro desgraciado país, donde progresan fracciones políticas según soplan los vientos de los destinos.

que tiene alguna

mas

ó

menos

las


EL PATRÓN DE BARCO.

379

Vestido el Patrón con un chaquetón de paño burdo

encarnada

y faja

sentado en es grave,

y medias y zapatos

,

popa con

la

timón en

reunión,

la

con su sombrero calañés

mano dirigiendo

la

los marineros,

marcha

maniobra. Su aire

la

tomando muy poca parte en

sentencioso,

su hablar

conversaciones de

el

,

poco comunes en

,

las

animadas

como hombre de gran importancia, y dejándose

caer de vez en cuando con alguna decisión oportuna sobre

asunto de

el

las

generales discusiones. Continuamente preguntado sobre la duración del viage, la el

bondad ó malicia de la mar y algunos pronósticos del tiempo, que caen bajo dominio <le su inteligencia, contesta á todos con oportunidad pero sin estender ,

mas

sus palabras

allá

de

lo

que exigen

como

voces técnicas de su oficio,

mayor

exánime señora en tono compungido el

marage;

sopla el sudoeste

si

entremos antes é

A

ocho.

para las dispierta

la

vamos, curro, toma un

,

Patrón, prorumpe

nada contesta, pero

¿Y

interpelante: rizo

vd., señor

¿estaremos á las ocho en Cádiz?

bolina.— Pero Patrón, todavía

esta pregunta

interés de

el

— Diga

y usando siempre de las palos que hablaba en griego para ,

llegaremos cuando Dios quiera

rigulá de

lo

preguntas

Médico á

el

de sus oyentes.

inteligencia

las

á las

falta

una hora

su misterioso silencio

— Con

ocho y media?

y tú, Pepe, caza er

no sé que

á

,

la

— Según

Dios:

que tenemos

trinquete

viento.

Después de haberse hecho algunas preguntas que no han merecido respuesta echa un cigarro y comienza á tararear alguna canción

del aristócrata Patrón

,

marina con mas calma que oido y buen gusto. Cuando se acaba el viage que suele durar poco mas de una hora, sin contar los ratos que se pasan en el barco antes de la marcha , el Patrón se encarga de dar la mano á las personas mas notables para que salten en tierra saludándolas con cortesía, é indagando

quien no quiere

Toda

la

cosa

la

si

piensan regresar pronto para conducirlas á

como

vuelta

indolencia y apatía dolos Patrones parala salida en busca de los nuevos

pasageros, se conviorle en una

que

familia

la

viagero se

trac prisa i)oni'

lleta el

le

en mo\ ¡miento

general de los marineros

,

celeridad

la

la

cuando algún caballero ó mas lovo insinuación del

siendo tan grande

tripulación;

la

cuanta diferencia hay entro una peseta

cualquiera á dos duros ([ue cuesta

el ílefe

Los Patrones no son aficionados

en danza, no ceden

increible

barco. Entonces, á

á

l.is

tan fácilmente: su

agitación

que paaa

según costumbre. riñas;

sin

embargo

,

una vez metidos

lenguaje es áspero é incorrecto, pero

siempre grave y aristocrálico. Sus casas que mas bien parecen embarcaciones los nunhos cordajes, garruchas remos palancas y demás útiles que

según

,

del oficio allise

,

encuentran, son pobres y de mal aspecto, siendo

muy

contados

os Patrones (|ue lleg;in á hacerse ricos. Desprendidos en demasía y aficionados

común

por

lo

que

les

á

lo (pie

produee

frecuencia (jue en

en

la

original

al culto

({ue

el el

llaman trifulcas, gastan con facilidad en las tabernas o allí suelen naufragar muchos marineros con ma^

pasage;

agua; que tatnbien se naufraga en tierra y no pocas veces A estos gastos deben agregarse ios que se consagran

Andalucía.

se tributa á

esas diosas en

cuyos aliares

se

quema

oro en

ve^


EL PATRÓN DEL BARCO.

380

de incienso, y que son tan numerosas en aquellas tierras ú los dichos del vulgo.

Los Patrones mantienen

hemos de dar

si

,

una dilatada

generalmente

familia

crédito

pues como

,

poseedores de un capital, se entregan con frecuencia á las dulzuras conyugales^

Sus

todos

hijos siguen casi

adquiriendo también

la

misma

profesión

honradez de su padre

la

que no es una cosa cualquiera,

,

quien por tener áspero trato y

,

pundonor que

grotescas maneras no carece de cierto fondo de se escesptúan

engaños é intrigas que

los

consigo

trae

caracteriza,

le

si

ni son de

carrera;

la

muchocon los movimientosy rugidos como lleva observando las populosas y mueren en sus orillas, todavia permanecen

cstranar somejantesmodales que se avienen

mar,

del

el

que á pesar de tantos

ciudndesque nacen, se civilizan en su estado natural y salvage para

siglos

no

y seguramente

,

alguna razón

faltará

le

ello.

A usos;

imitación del dilatado las

Océano, no

Patrón tan fácilmente sus

varia el

mismas costundjres de ayer son

las

de hoy: para ellos no son

los

siglos herederos de los conocimientos de otros siglos ; pues siempre permanecen en el mismo estado á pesar del tiempo y las costumbres. No se viste el Patrón los dias

como

festivos

siempre en movimiento

salen

á

,

el

en que no viaja

notabilidades que

volar todas las

Entonces se pone

como

lunes

celebra los

ni

,

el dia

es raro

por

,

Patrón un pañuelo punzón

al

(lue

y que suele durar algunos

poco se usa.

En

esos dias

toda su solemnidad

por

en

el

si

hirviente vino, y

no el

buena

pantalón ancho y de paño azul, si

,

como dura en mas de una vez

armarios.

los

mundo

el

todo

tabernas, puej;

las

qua non de

sine

mas notables perderian para

lo revelara el

la

en cuyas

en

un par de docenas de cañas de manzanilla son condiciones celebridad de ciertos actos. Los dias

Cristi

cuello

soles

se visitan

que

existen

zapatos de becerro blanco con una chaqueta y capa nuevas es invierno,

zapateros;

los

lo

para una semana santa ó un Corpus

ropa queda reservada fiestas

albañil

el

los

la

Patrones

agradable calor del estómago promovido

no menos agradable retintin del choque de

los vasos

de ordenanza. Por supuesto que en tales ocasiones no se come

los brindis

en casa; esforzóse disfrutar délos amigos, y partir

am

ellos la

mesa en algmia

tienda ó ventorrillo.

No

es el Patrón tacaño en sus correrías,

alegremente con sus compañeros, como toda

antes bien,

gasta

gente de

mar,

la

cuanto

tiene

que es

lo

tina

cosa bien maravillosa cuando tanto trabajo cuesta gastar un ochavo á nuestra

gente de tierra. Seguramente

mar debe

el

tan buenas lecciones dá á sus habitantes

prodigiosas conchas que lanzan sus

olas

,

y

en

muy

ser

desprendido

asi lo justifican las la

esas numerosas reuniones consagradas á

según

rancias costumbres de la gente marina

las

pues que

nacaradas

ribera.

En medio de fiestas

,

la ,

santificación de as

es

donde reluce

carácter de los Patrones. Grave pero agradable, chistoso sin viveza, complaciente sin afectación

(^amaradas,

,

y amigo

como

sin lisonja

les llama

.

hasta

,

el

se entretiene

con

la

punto de olvidarse de

conversación de sus sí

propio,

con

lina


PATRÓN DE BAHGO-

EL en

tranquila

sonrisa

los

donde se

labios

381 simpatías de su

todas las

reflejan

corazón. Al estruendo de los vasos y botellas giran mil animadas conversaciones

nombres de snsjembras con aquella emoción

entre los que se pronuncian los

que sienten

uno su

y entonces

rjachona,

por demás oír

es

reuniones.

común

— Gamaraás

las

la patilla

esclama

,

moneas

que aunque

que entre

el

bela.

la

lo

que hace sonar sobre el maraveizej é plata pá está echando

— Oiga

ozté

bení

sino aquí

y

,

cañaj.

laj

una moza tirándole eztan una

replica

,

zeñó Cayetano

le toca á

luto jarán

é

hace cabeza que por

ellos

sacando un peso

,

aquí seis

tengo yó

combiaa

la

:

comidas son mas animadas y duraderas. Curioso marineros en una de sus solemnes los

mas antiguo

mostrador: Toabía

lleva cada

que se reúnen; algunas veces

palabras de

las

es el Patrón

hermosa Andalucía,

la

solos los

combiaáj jazta que demoj á

de

de

los hijos ardientes

No siempre son hombres

— ¡Biba

é

rumbo

salero!

los mozuelos entusiasmados. prenda, que aonde eztá cr Miuzté la combiaá por mi Patrón Juan Pérez naide fondea er borsiyo montañej cuenta. Puej bengan laj cañaj. Bengan de ai. Poco á poco dice un mozuelo

esclaman

,

,

;

deteniendo

que

la

á los

que ya

al

con de ó

empinar

se preparan á

,

éa

;

muchachoj

,

bamojayá. Y

,

lo gUela jazta

Naide

los vasos.

María no noj diñe una rasioa de música.— Bueno questá

condescendiente Patrón

y

,

contesta

choque de

al

el

los vasos

estruendo de !as palmadas entona María unas sentidas playeras, arrancando ellas

la

mas aplausos en

taberna del

la

gran ópera italiana en París. El

menos prolongado, según

estómago,

que

lo

se llama

cantidad de

la

,

Malibran en

la

licor

el teatro

sueño mas

el

que cada uno tiene en su la

mona, y no pocas

sus casas los marineros, las culpas

al llegar á

de las estrañas. Mas hoy que la paz de los matrimonios

y desdenes

que no

está

trastos á su

la

,

como

de moral, y entrada de un marido borracho por su casa

en uso, solóse encuentra en

no hay cosa mas común que tirando los

Miñarru, (lue

de todas estas jaranas es

en términos técnicos dormir

veces pagan las mugeres propias

antigualla

tío

fin

muger, no

los libros

novedad para un artículo de

ofrece esto

costumbres.

Donde verdaderamente admira toda viage de

la

se

comprende

estension de su genio

mar en

calma; es preciso verlo

apreciar todo su valor y entusiasmo.

en cada ola entonces

el

,

cuando cargado

donde se

carácter del Patrón,

el

no es en

,

las

tiendas de vino

,

y Cuando

el

en un

huracán furioso levanta un mar

de nubes parece juntarse con

el cielo

ni

estudiarlo en la tempestad para saber

la

tierra,

Patrón, semejante á un ser fantástico, sobrenatural, aparece en toda

la estension

de su original carácter. De pié en

timón en ambas manos, repasando

que parece sondearlos abismos

las

del

la

popa

espumosas

olas

y llevando

,

con

el

combalido

los ojos desencajados,

Océano, espresando en su atezado rostro

alma, se aumenta su denuedo y osadía á medida que vá peligro, y sin desmayar un inomenlo, mantieiii^ con sus furibundos

los sentimientos del

creciendo

el

y desentonados gritos á toda la tripulación horrorizada. Firme como una roca pn medio de los continuos vaivenes de la embarcación manda toda la maniobra ,

Entrega xlih.

i3'


EL PATKOiN DE BAHGO.

;582

con

los

todos

OJOS

,

los gestos

ánimos

los

encolerizada que

un

el

grito espantoso;

él

;

luz del

la

arboladura del barco

le estrellan

;

vagan á merced de de agua

habla

á los mares, á los cielos,

relámpago

lleno de cólera á todos los elementos.

,

miedo va sobrecogiendo

el

,

al

escuchar

y

ai

estampido del

el

rayo que se precipita á sus pies entre las espumas, desafia

el silbido del

náufragos

y cuando

habla á los aquilones,

inflamarse su frente con

trueno,

las voces

y

,

impávido y sereno alza al cielo la frente mas severa y mar que le rodea. A cada rugido de las olas responde con

,

Las aguas

contra los escollos

ondas, y en medio de

las

timón y la deshechos fragmentos

arrebatan

le

;

y gemidos de

voces

las

el

los

lucha brazo á brazo con la muerte, hasta que una montaña

,

para siempre

le sepulta

,

ó mas afortunado llega á fuerza de trabajo á

la desierta ribera.

En como

este último caso ofrece su carácter otro cuadro tan digno de estudiarse

Apenas toca

el anterior.

sobre las arenas

,

con

ojos melancólicos

demanda

y

la

la

mano en

fijos

en

tierra la

,

besa con entusiasmo

la

mejilla

el rostro pálido

,

y una

labios al ver desaparecer el lejano

,

que sobrenada á

los últimos restos del bagel

á las aguas su perdida fortuna,

y recostada y macilento, los lo lejos,

amarga entreabre sus

sonrisa

«A

fragmento de su barco.

Dios»!!! esclama

y un raudal de lágrimas recorren sus mejillas al pensar el triste aguarda á su auiante esposa y sus queridos hijos. En esta situación que porvenir es donde repasa en su memoria los trabajos y fatigas que le proporcionaron

entonces

,

fortuna

aniquilada

aquella

privaciones de una

los

,

continuos peligros de las navegaciones

existencia consagrada á tan penosa profesión

ya to»a regularmente en

el

último tercio de

la

vida

las

,

dificultad de volver á

la

,

,

su edad que

y en lo mas profundo de aquel corazón insensible á derrama toda la hiél de los dolores y acusa al mar de bárbaro porque no le sepultó para siempre en los abismos.

poseer las

un nuevo buque

,

mas

recias tempestades se

Mas

esta desesperación pasa

,

como pasan

todas las violentas pasiones;

como

pasan los hombres unos tras otros sin dejar apenas señal de su existencia, y después de haberse consolado en los brazos de su familia vuelve á la mar á los ,

pocos dias trabajando de marinero otra vez lleno de las mas lisonjeras esperanzas.

El claro espejo de

y

el

las

aguas ya tranquilas

instinto irresistible

siempre

mantiene

que arrastra

en su

ejercicio

hace olvidar sus pasados tormentos

le

desgraciado á las navegaciones,

le

sufriendo los duros contratiempos de

la

al

suerte.

Son pocos ya por

el

pérdidas

por

la

y

los

Patrones de barco que llegan á acumular grandes riquezas,

desprendimiento con que esta gente gasta averias que sufren en sus viages.

unión que reina en

Su vejez

lo

que gana

,

ya por

las

es generalmente tranquila

gente de mar, que les prohibe desatender á los

la

suyos en sus frecuentes necesidades. Retirados entonces á sus casas y viviendo de sus ahorros, si los tienen ó de la caridad de sus compañeros, van pasando ,

sus postreros dias en la oscuridad de una vida retirada. Mas es tanto

que ejercen en

el

hombre

los hábitos adquiridos,

que es

muy

el influjo

raro el dia en


EL PATRÓN DE BARCO. que no vayan

estos infelices

aechar sus paseos

que en medio de sus muchos años en mirar

los

ul

38;?

muelle, viéndose algunos

y sostenidos sobre dos muletas se entretienen barcos que salen y responder á las consultas de los jóvenes en casos ,

,

imprevistos y dudosos.

El respeto que les tributan los marineros los pone á cubierto de ser juguete délos pilludos de calle, siempre en contradicción con doliente,

y

las

Patrones perecen en

el

mar, otros quedan

vén obligados á recurrir á

hospitales.

el

ancianidad

alabanzas de los suyosles hacen merecedores del aprecio públicos.

Este es uno de los fines mas halagüeños á que conduce

se

la

Contados son

los

la

la

navegación; algunos

de trabajo, y muchos caridad pública acabando su triste vida en los inútiles á fuerza

Patrones que abandonan su profesión;

el

mar

es

verdadero elemento de estos hombres: solo una absoluta escasez de trabajos en la marina los puede obligar á que la abandonen, y es muy frecuente verlos el

volver á sus antiguas tareas apenas cesan las circunstancias que los separaron

de

ellas.

SEBASTIAN HEtlRERO.


EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA.

uiEN podrá imaginar que el hombre acomodado, que vive en una ciudad de provincia, ó en

un pueblo de alguna

consideración,

y que se complace en y obsequiar en su casa á los transeúntes que le van recomendados,

alojar

ó con quienes tiene relación

de

la

sociedad española

,

,

es

un

tipo

y un tipo que

apenas ha padecido la mas ligera alteración en

el

titere

trastorno general, que no ha dejado

con cabeza? Pues

sí, pió lector:

ese

benévolo personage que se ejercita en practicar la recomendable virtud de la hospitalidad

Hospedado)' de

P rovincia

es

y á quien llamaremos el una planta indígena de nuestro suelo, que se conserva ,

y que vamos á procurar describir con la ayuda de Dios. Recomendable virtud hemos llamado ala hospitalidad, y recomendada la vemos en el catálogo de las obras de misericordia; siendo una de ellas dar posada al jnalterable

,

peregrino, y otra dar de comer

al hambriento. Esto basta para que el que en ellas cumpla con un deber de la humanidad y de la religión: y bajo este Punto de vista no podemos menos de tributar los debidos elogios al Hospedador

se

ejercite




EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA. fl(i

Provincia. Pero ¡ayl que

es

mas comunmente un

si

cruel

y atormentador verdugo

un ente vitando para

calamidad del transeúnte,

385

veces es un representante de

á

el

Providencia,

la

del fatigado viagero,

caminante.

Y

que

lo

una yo

es

pecador, que escribo estos renglones, quisiera cuando voy de viage pasar antes la

noche

al

raso ó

En un que

la

lo olvidó «>

que en

la

cnsa de

antiguo empleado

en

el

lo

pastoril albergue

guerra entre unos robles

por escondido

perdonó por

un hacendado de lugar

[)obre

,

de un caballero de provincia

que haya tenido bastante maña

,

rincón de una administración de rentas

Virtud cristiana y recomendada por

el

,

ó de

,

ó de

un

ó fortuna para perpetuarse

una contaduría subalterna.

catecismo es

la

hospitalidad, pero

virtud propia de los pueblos donde la civilización ha hecjio escasos progresos.

Asi se vé que los paises semi-salvages son los mas hospitalarios del mundo; y se sabe que en

la

infancia délas sociedades, la hospitalidad era no solo

un deber

eminente, sino

religioso, indeclinable,

indisolubles, entre los individuos, entre las familias

La hospitalidad de

en

los españoles

las historias, es proverbial;

los

una virtud

y de que nacian vínculos y entre

los pueblos.

remotos siglos está consignada en

y que no han perdido calidad tan eminente, y que la empero que exigen los tiempos en que vivimos

ejercitan, con las modificaciones es notorio, {jues

que

los

que

la

practican merecen con justa razón ser considerados

cual tipos peculiares de nuestra sociedad, la

como verá

paciencia de concluir este artículo. Artículo que

porque pronto

la facilidad

de

las

comunicaciones

,

el lector

benévolo que tenga

nos apresuramos á escribir la

rapidez de ellas, lo que

aumento y comodidad que van tomando y disminuirán las posadas, paradores y fondas en todos los caminos de España notablemente el número de los Hospedadores de Provincia, ó burlarán su crecen los medios de verificarlas

,

el

,

vigilancia é inutilizarán su bien intencionada índole; ó modificarán su cristiana

y

filantrópica propensión, hasta el

punto de confundirlos con

la

multitud que vé

y otra rápida aunque pesada y colosal diligencia por las calles de su pueblo; ó hacer alto un convoy de cuarenta galeras en el parador de la plaza de su lugar.

ya con indiferencia, por

la

fuerza de la costumbre, atravesar una

El tipo pues de que nos ocupamos es conocidísimo de todos mis lectores

que ha van viajado

/

ya hace cuarenta años, en coche de colleras ó en

silla

de

posta con compañero á partir gastos; ya ahora en diligencia, en galera ó á caballo agregados al arriero. ¿Porqué cual de ellos en uno ú otro pueblo del tránsito,

viageros,

no habrá encontrado uno de

yen

estos tales,

una de esas cartas de recomendación que como dan á todo el mundo? ¿Cuál de ellos, en fin ó por su

sido portador de

niegan, se

le

que andan en acecho de

espera de caminantes para obsequiarlos? ¿cuál de ellos, no habrá

importancia, ó por sus relaciones en

,

,

el

á nadie se particular

pais que haya atravesado, no

habrá


386

IIOSPEDADOR DE PROVIiNCIA.

lí].

un obsequiador? Si,

tenido

Hospedador de provincia es conocido por todos

el

los

españoles,

y por cuantos estrangeros han viajado en España. uno en diligencia á Sevilla á despedir á un lio que se embarca para

,

Filipinas, ó á

Granada á comprar una acción de minas, ó á Valladolid

Zaragoza á

que

lo

le

la

para comer

y

reposar.

Y

maldiciendo

el

caloró

el

de cualquier cosa

que

que

su llegada

ó porque

;

su nombre

al

cruzar

al

el

polvo ó

y deseando

barro,

el

llenar la panza

raspa en cualquiera parte las tres ó cuatro horas

la

preciso descanso; se presenta en la posada el

coche conoció

el

viagero

parador

al llegar al

carta de recomendación

un modo

frió,

y tender

conceden

solo se

solicito

,

ó á

,

gana, y tiene que hacer los forzosos altos y paradas hé aqui que apenas sale entumido de la góndola , y

que

viagero

mismo cometió ó por

,

que hizo

Hospedador

el

,

Hospedador,

el

ó que tuvo previo aviso de

,

imprudencia de pronunciar

la

sandez de hacer uso de

la

dieron para aquel pueblo.

le

ó de otro, llega pues

al

—Advertido en

fin

la

de

hombre de mas de cuarenta años,

padre de familia y persona bien acomodada en la provincia , preguntando al posadero por el señor D. F. que viene de tal parle y vá á tal otra. El posadero

pregunta

mayoral y

al

un

viagero que el

este dá las señas

que se

le

piden

corre á avisar al

y

,

caballero amigo suyo desea verlo. Sale al corredor

ó al patio,

cuitado viajero, despeluznado, sucio, hambriento, fatigado, con

enmarañada

,

es joven

si

línea de larga si

que

la deja crecida

y es maduro y

tiene, ó con la calva

la

cartísticamente

desnudez

,

y

al

aire,

mustio, lagañoso

con

si

si

es verano

é impresentable.

Y

es

si

la

melena aborrascada,

que se

y de lodo

oculta

le

acaso con

,

ella si

es

y

á la jura

pero que se

,

se halla frente á frente

conserva con

el

si

es

conde

abriga su completa

es invierno,

con

el

y siempre

Hospedador

vestido de toda etiqueta con el frac que le hicieron en Madrid diez años

cuando fué

barba

blanquecina y de una

ó con ella

se le afeita;

ó con la peluca torcida

,

lleno de polvo

,

la

mismo

lustre

atrás,

con que

la tienda y con un chaleco de piqué, que le hizo Chassereau cuando duque de Angulema, y un cordón de avalorio al cuello y alfiler de diamantes al pecho y guantes de nuditos, en fin, lo mas elegante y atildado

lo sacó

vino

de

,

el

que ha podido ponerse, formando un notable

antitesis

con

el

desaliño

y

negligente

del viagero.

traje

No brazo

se

conocen

pero se abrazan y en seguida

,

el

Hospedador agarra del

dice con imperioso tono: venga Sr. D. fulano á honrarme y y á tomar posesión de su casa. El viagero le da gracias cortesmentey le manifiesta al

viagero

le

que está rendido, que está impresentable, que no se detiene

que cuatro horas; pero todas las

mas mínimo

el

del

la

diligencia

mas

Hospedador no suelta presa, y después de apurar frases mas obligatorias, y de prohibir al posadero que dé á su huésped auxilio,

lugar á su

casa

recibimiento del

Salen á recibirlo

,

el

se lo lleva

donde ya

trompicando por reina

la

mayor

las

mal empedradas

ajitacion

calles

preparando

el

obseijuiado. al

la señora y las señoritas, con los vestidos de seda que cuando fueron á la capital de la provincia á verla procesión

portal

se hicieron tres años airas


EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA.

387

Jel Corpus, y la raami con una linda cofia que de allí la trajo la última semana el cosario, y las niñas adornadassuscabezas con las flores de mano que sirvieron en el ramillete

déla última comida patriótica

Y madre

gefe político.

ó hijas

que dio

la

con su cadena de oro

al

milicia del pueblo al señor

formando pabellones yarabescoseulas gargantas, y turgentes pecheras, llevando ademas las manos empedradas de sorlijones de grueso calibro. Queda el pobre viajero corrido de verse tan desgalichado y sucio entre damas tan atildadas, por mas que le retoza la risa en el cuerpo notando lo etereoclito de su atavio; y haciendo cortesías, cuello

y

respondiendo con estrado,

ellas

á

lo sientan

en

verse mi hombre en

tal

y

largos

,

sofá

el

y pesados cumplimientos cuando él deseara hacerlo

,

lo

conducen

á

la

al

mesa. Al

vuelve á pensar en su desaliño y desaseo y trasuda, y pide que ledejen un momento para lavarse y.... pero envano: el obsequiador y su familia le dicen que está muy bien, que aquella es su casa, sitio

,

,

que

con franqueza

los trate

atusan

,

otras frases de ene

y

cabello, ni desahogan el cuerpo;

el

,

que

ni quitan el polv»

ni

,

pero que manifiestan que está

mal, que

a([uella no es su casa, y que ni hay ni asomo de franqueza. Entran varios amigos y parientes del obsequiador el señor cura y otros allegados nuevos cumplimientos nuevas ofertas nuevas angustias para el ,

;

,

,

viagero. Llena la sala de gente, el Hospedador y su activar las disposiciones del obsequio.

Y

esposa desaparecen para

mientras retumba

y cerrar

el abrir

de antiguas arcas y alacenas de donde se está sacando la bajilla la plata tomada y la mantelería amarillenta resuenan los pasos de mozos y criadas que cruzan desvanes y galerías y se oyen disputas y controversias y el ,

,

,

,

fragor de

un

las gallinas

plato

que

se estrella

,

,

y de un vaso que

quienes se retuerce adeshora

á

del aceite frito,

perfumándose

niñas de casa se pone á tocar

la

el

se

rompe, y

pescuezo; y se percibe

casa toda con su penetrante aroma.

un

cacareo de

el

chirreo

el

Una de

las

piano. ¡Pero qué piano, ánimas benditas!....

¡qué piano! La fortuna es que mientras cencerrean sus cuerdas sin compás ni concierto

sin

duda no

una pieza de Rosini se le

,

que no

la

conociera

debe despintar ninguna de

las

misma Colbran

la

de su marido,

el

,

que

señor cura

está discurriendo sobre

la política del mes anterior con el pobre caminante, que daría por haber ya engullido un par de huevos frescos y por estar roncando ,

sobre

un colchón toda

Concluye

toma

la

la política del

universo.

sonata, y un mozalvete

,

que

es siempre el chistoso del pueblo,

y canta las caleseras y luego hace la vieja con general aplauso, y luego para que se vea que también canta cosas serias y de mas miga, entona tras de un grave y mesurado arpegio la Átala el Lindóro y otra pieza guitarra

la

,

,

,

de su composición.

hay todo

ni el

en

la

,

,

gracias á que sallaron la prima y la tercera,

en

la casa, ni

pueblo

que cesa

Y

la del

juez

cuerdas de guitarra

,

,

ni

en

la

aunque

del barbero, ni se le

en

han encargado ya

música súbitamente con gran sentimiento de todos

repetidos perdones

incidente dará fin

al al

viajero

,

que

eslá

sarao, y apresurará

en sus la

glorias

,

y

que no

á

la botica

,

al

,

ni

en

arriero;

y pidiendo

creyendo que este

llegada do la roña. Pero pMÍí en

©I


'^^

RL HOSPEDA DOR DE PROVINCIA.

salón el hijo del maestro de escuela, que

representa maravillosamente todos á una voz

piden un

le

han olvidado

se le

alli

poner una

silla

Y

ya

todos

los criados

,

obsequiado

le

con

sale

y

,

para figurar. Pero

él

Y

.

;

verle

al

dama, una de

sirva de

le

las

se presta á hacer el papel de la

,

¡Silencio! {silencio!

y hasta los gañanes y mozos de

,

se agolpan solícitos á la puerta de la sala al

que

la

general palmoteo.

el

criadas de la casa

y

Guzman

cómico titubea anheloso de gloria

por mera complacencia

,

y se pone de pie entre

silla,

el

en medio del estrado, para que

señoritas de la casa

á

porque hace dias que no repasa sus comedias,

,

su hermana que es

insisten los circunstantes.

Romea y

á

,

El se escusa con que está ronco, con que

pasillo.

las relaciones

y con que no está

acaba de llegar de Madrid, y que

imitando á Latorre

gritan la

labor

personas machuchas que rodean

las

dicen, sotto voce, ¡verá vd. qué mozo!

verá vd. qué portento! 11

¡

hijo del

maestro de escuela con tono nasal y recalcado sale con una relación del Zapatero y el Rey , estropeando versos y desfigurando palabras y con tal 1

el

,

manoteo y tan descompasados proclama el Roscio, el Taima,

gritos el

que

el auditorio

Maiquez de

la

,

nemine discrepante

,

le

provincia. Piden en altas voces

otro paso,

y el actor se descuelga con un trocito del Guzman que tiene igual porque está ya ronco y sudando como un pollo, se contentan los concurrentes con que les dé por final algo de la Marcela. Concluida la ,

éxito.

Y

representación cree fuera razón. Pero

obsequiado que cesará

el

como aun no

obsequio, y en verdad

el

cena

que

obsequiador y su esposa, qne ya han concluido el tomar disposiciones, y que ya han dejado sus últimas órdenes á la cocinera y al ama de llaves vuelven al salón. Y empiezan á enredar en laberinto de palabras al huésped, contándole lo bueno que estaba el pueblo el está lista la

el

,

,

año pasado, y lo mucho que se hubiera divertido entonces, porque habia un regimiento de guarnición, con una oficialidad brillante. El soñoliento, hambriento

y fatigado viajero , bosteza y responde con monosílabos, y pregunta de cuando en cuando.... ¿cenaremos pronto? y el patrón le dice, al instante y sigue ,

contándole cómo se hicieron

las

actual alcalde de hermosear la "Viajero

;

cuando ve entrar

ayude á divertir el

al

al

últimas elecciones

villa

,

y

los

,

otras cosas del

sobrino del señor cura

obsequiado mientras llega

la

cena

,

,

proyectos que tiene

mismo

y en

él

el

interés para el

un ángel que

le

que se ha atrasado porque

gato ha hecho no sé qué fechoría allá en la cocina. Efectivamente, el sobrino

del señor cura es poeta, improvisa,

toda una noche. Entra en corro

fama patentizando á dar pié,

y

al

él arroja

versos ¡

la sala la

y en dándole

las señoritas

de

pié se está diciendo décimas la

casa hacen

huésped su clase de habilidad. Todos

¡qué desfallecimiento!

vuelve á

,

qué

como fatigas

llovidos. !

momento

!...

el oficio

rodean,

Ya no puede mas

¡qué vahídos

señora, que salió un

le

el

le

de

la

empiezan

cuitado viajero,

Cuando afortunadamente

antes á darla última

obsequio, y dice: vamos á cenar sí Vd. gnsla, caballero. grita la concurrencia, y lodos se dirigen al comedor.

al

¡

mano

Santa palabra!

¡Espléndida, magnífica cena! veinte personas van á devorarla y hay ración para

ciento.

¡Qué

botellas tan cucas!

de vidrio cuajado con guirnaldas de


389

EL HOSPEDAÜOR DE PROVINCIA.

Vna y letreros dorados que dicen rira mi duño, viva la amistad. veinte gran fuente redonda ostenta entre cabezas de ajos y abultadas cebollas cual boca abajo cual panza arriba cual perdices despatarradas y aliabiertas tlorecitas

o valada

campean

seis

aburrido viajero.

al

del clavo y de la canela ochenta albondiguillas !

ahumadas

,

]

En

conejos descuartizados prolijamente

Qué de ensaladas

otras achicharradas

,

,

crudo por

casi todo

allá

,

fuente

perfuman

exhalan

el

el

aroma

bolas de bil'ar; ¡qué de

como

Servicio estupendo

!

gran

otra

fritos, acullá

ambiente coa su vaho, veinte y cuatro chorizos menestras

,

,

,

dando envidia

acosladita da lado,

aunque muchas cosas están la

prisa

,

y todo

frió

por

el

tiempo que se ha tardado en colocarlo en simetría grotesca.

Náuseas

le

dan

pobre viajero de ver ante

al

todos le ostigan á que

y

las niñas

de casa

le

Y

cuando

el

finecita.

se aflige

y

de

rom

f

sin cortedul

dan cada una con

Hospedador

la

y mas cuando y cuando la señora

tanta abundancia,

porque no hay mas

,

punta del tenedor su corr.'spondiente

le insta á

repetir

y comer con toda confianza,

poco que se sirve, olvidando que

lo

comer hasta matar el hambre es bueno y hasta malar al comedor es malo.

¿Mas quién encaja por mas que

lo

este

axioma en

Los platos se suceden unos las

á

otros

como

las olas al

mar embravecido, al de ademan brioso»

con un pavo á medio asar. Al de

los conejos,

levantado por

trémulos brazos arremangados de una viejezuela, otro con un jamón

los

salado que una sevillana.

y

mollera de un hospedador de 'provincia

perdices arrebatado por una robusta aldeana alta de pechos y

le substituye otro

y

la

recomiende Quevedo?...

el

Y

ocupa

de las menestras, mostillo,

fruta,

el

puesto de los chorizos,

arropa, tortas

,

la fruta

mas

de sartén,

pasas, almendrucos, orejones,

y calabazate, y leche y cuajada y natillas, y... ¿qué sé yó? aquello es una

inundación de golosinas, un alubion de manjares, que parece vá á añadir una capa mas á nuestro globo. Y ya circula un frasco cuadrado y capaz de media

azumbre de mano en mano derramando vigorosísimo anisete. Y el cantor de la tertulia entona patrióticas, y el poeta improvisa cada bomba que canta el misterio» y

el

declamador declama trozos del Pelayo, y

la

señora de

la

casa se asusta porque

Hospedador trinca demasiado y luego padece de irritaciones, y las señoritas fingen alarmarse porque hay un chistoso que dice cada desvergüenza como el puño, y todo es gresca, broma, cordialidad y obsequio; cuando por la su marido

el

misericordia de Dios, la voz ronca del mayoral, gritando en coche

,

hemos perdido mas de una hora, no puedo esperar

viajero de aquel

pandemónium

,

donde

á fuerza

el

mas

de obsequios

patio o/ coche, al

,

viene á sacar al

lo

tienen padeciendo

pena-í tales, que en su cotejo parecerían dulces las de los precitos.

El

amo de

la

casa aun defiende su presa en

empieza por decirle con voz de cocodrilo que deje venidera proseguirá

el viaje.

Pero como

los últimos ir el

atrincheramientos,

coche, que en

la

góndola

halla una vigorosa repulsa, tienta

al

mayoral de todos los modos imaginables con halagos, con vino, con aguardiente, con dinero en fin, y nada, el mayoral se mantiene firme contra tantas seducciones; y salva á su viajero, y lo saca de las manos del Hospedador, como el ángel de 44 Entrega X\.n\


EL HOSPEDADOR DE PROVINCIA.

390 la

Guarda salva y saca de las manos del encarnizado Luzbel á un alma contrita. Cuanto dejamos dicho que acaece con el viajero de diligencia, ocurre con el

de galera ó caballería

,

mas

sin

una cama que compite con

escapa por todos lados como

si

estuviera vjva

no deja dormir en toda

,

la

noche

paciente obsequiado.

al

También

y

que dilatarse algo mas el obsequio con y cuya colcha de damasco, que ruje y se

diferencia

el cielo,

si

tiene el obsequio de los Hospedadores de provincia sus gerarquias,

es intolerable

y una desgracia para un particular

;

diputado influyente electo,

,

del cielo

,

una

terrible

la

poltrona

muestra de las

un

capitán general,

una calamidad: y para un ministro un martirio espantoso, un azote

ó senador parlante

que vuela á sentarse en

un magistrado

es para

intendente ó gefe político una verdadera desdicha: para

,

iras el

Señor

,

un ensayo pasajero de

las

penas eternas del infierno.

Aconsejamos pues término

de su

viaje

al

viagero de bien

con

acechanzas de los Hospedadores lograrlo

menor

la

,

esto es, al

que

solo anhela llegar

incomodidad posible

,

que

de sus espías y de sus auxiliadores

,

no fuera malo se proveyese de parches conque taparse un

evite ;

antipara

como en

encubrirse á

de

la

,

otro tiempo;

para

ojo, de narices

de cartón con que desfigurarse, ó de alguna peluca de distinto color del cabello que variase su fisonomía

y

al

lag

de su

ya que no está en uso caminar con antifaz ó y con

tales

apositos

debería

disfrazarse

y

entrada de los pueblos donde tuviese algún conocido. Usando

estas prudentes

precauciones,

amen de

las

ya sabidas y usadas por

los

prudentes viandantes de no decir su nombre en los mesones y posadas, y de no hacer uso, sino en casos fortuitos, de las cartas de recomendación. Pero

si los

Hospedadores de provincia son vitandos para los viageros de bien

pueden ser una cucaña, una abundante cosecha para

los aventureros

y

caballeros

que viajan castigando parientes y conocidos como medio de comerá costa ajena, de remediarse unos días, y de curarse de la terrible

de industria

,

,

enfermedad conocida con

la

temible calificación de hambre crónica.

A unos y á otros creemos haber hecho un importante servicio llamándoles la atencionsobreesta planta indígena de nuestrosuelo: á aquellos para que procuren evitar su contacto, á estos para

que

lo soliciten á

toda costa. El.

DUQUE DE RIVAS.




,

EL CARTEUO. EN fué en

i' I

Y de

el

mundo ol

priiuáro,

qué pueblo oriundo?

Pero yo pienso, y

me fundo.

antes que hubiera un Cartero

Que Ya hubo

cartas por el

Por cierto es

mundo.

duda cruel

Aunque por razones hartas Que hoy me asaltan en tropel, Creo que antes que Debió inventarse

Y

el

Que

antes que tinta

las letras

Mas

,

algodones

y renglones

Debió inventarse

la

pluma.

volviendo á otra verdad,

¿Quien fué su autor verdadero? La que inventó

al

mundo

entero,

La horrible necesidad Fué inventora

Y De

si

cartas

también tengo razones

Para publicar en suma,

Y

las

papel.

del cartero.

ofenden mis razones

carteros al enjambre

Les daré satisfacciones, Allá van fuera alusiones; La necesidad no es hambre. Todas las artes ú oficios ;

Innovaciones ofrecen,


,

EL CARTERO.

192

Cambian

Mas

De

ó desaparecen,

,

los iguales servicios

este arte

Arte

Oh lector

1

á los Carteros

no

lo resistas!

Aunque hoy Los sastres

Todos

jamas perecen.

,

1

dije

,

1...

dia las modistas, los zapateros

se llaman artistas.

Sin ventajas verdaderas, Sin ascensos que mitiguen

Sus ambiciones

carteras.

Los que estas carreras siguen

No toman malas Siempre

En

Que

el

el

hace

le

suelo liba,

correr, aun cuesta abajo,

muy

El Cartero

Aunque De

carreras.

de saliva

su continuo trabajo,

Apenas Se

falto

tal

cuesta arriba.

y jugador

tan distintos fueren

manera

se quieren

Que ahogados por

el

sudor

Los dos entre cartas mueren.

Y lo mismo que el cajista Aunqne el saber no le asista Tú sus arcanos penetras ,

Y dices,

«no

seré artista

Pero soy hombre de

letras.

Con las mejoras sociales También ellos van conformes, Que por sus cambios legales Visten sin ser generales

Generalmente uniformes.

Y

no crean

se mancilla

Aunque no tengan El oropel con que

Que

las

blasones

brilla

armas de

Castilla

Las llevan en los faldones. Gasta sombrero

,

y no importa

Que con limpieza se porta Aunque va hecho un Juan danzante Que es su casca mas corla Que la paga de un cesante.

,


,, ,!

,

,

,

EL CARTERO.

393

Copiaré sus distintivos;

De

oro los galones son

Encarnados son

y

van ostentando

Eu

,

los vivos

altivos

cada vuelta un "alón.

¿Quién duda de tu poder Cuando en tu empleo tirano Tanto mal puedes hacer?

De

que sueles tener

Nuestra fortuna en tu mano!

Y

qué corazón ansioso

Guando te vé no se alegra Y mas si gime amoroso

Y

sabe que su reposo

Lo

traes en tu caja negra

De

qué males no lanzas!

ella,

Tal vez

Quien

al

sucumba

verla

en juegos y chanzas

rie

Por que tu caja es

De

Todos ansian

Y

tumba

la

millares de esperanzas!

verte

el

,

en tu caja confundida

Va con

Y

en

vida

la

muerte

junta

la

suerte,

la

ella

Dos estremos

muerte y vida

,

I

Si con el llanto las fiestas

En

ella

No

enlazadas vemos

es estraño

,

que pensemos

Siendo cosas tan opuestas

Que

se junten

Ni estraño

,

en si

los eslremos.

juntos van

Estremos tan desiguales

Que siempre en

Y

el

mundo

están

entrelazados irán

Desdichas, bienes y males.

Y De

aunque

tu

los

males también

mano recibamos

,

Al verte nos alegramos,

Y

es natural

Es

lo

¿Quién en

Que f,\

,

porque

el

bien

que siempre esperamos.

llevas

placer y

el

mundo

diría

en una caja la

agonia

;


!

!

,

EL CARTERO.

394

A y

unos

los

la alegría

á los otros la morlaja!

Cuál en

ella se retrata

Nuestro bien ó mal profundo Allí la fortuna ingrata

Al mundo

Con Si

dá vida ó mata

,

mundo! porque alli un mundo va

,

Que

Y

,

otro callado

hay dichas, ilusiones,

alli

y pasiones; un mundo que está

esperanzas

Pero... es

,

Encajonado en renglones.

Y

pues Jesús soberano

(Permite que Lleva

Eres cual

él

Llevas sobre

Y

le lo

diga)

mundo en una mano

el

,

,

que otro ufano la

barriga

1

por esta razón sola

Mi pobre razón alcanza Sin calentarme

Que Con

es

mucha

el

niño de

En

los

la chola

,

tu semejanza la bola.

cuernos de

la

Yo

vi

Ya

tu llegada importuna

Los

Luna

maridos eternos,

hundirse

vi

!

su fortuna

Solo les dejó los cuernos

A

cuantos que en su dolor

Maldicen su sueríe impía

No

truecas en su favor

Las lágrimas de dolor

En

lágrimas de alegría!

A Le

Y

un

italiano al cantar

llevas algún pesar

por

ti

maldice

,

el arte

,

Pues se tiene que largar Con la música á otra parte.

La música! dije bien, Que en su destino tirano Es el único sosten, Y adonde vá un italiano

la

;E^

música también!

ypa máquina

,

vfn g^'^'o

^


,

!

,

,

,

,

EL CARTERO. Que siempre cantando

3O5

está

;

Solo pensando en hoy vá Si es artista de organillo

y mañana Quizá

Y

Dios dirá.

,

mañana ha

el

llegado

su dicha no se labra.

Que para

este desdichado

Dios es hombre

Y

muy

callado

no dirá una palabra

Aunque no

tengas

,

cartero

,

Pohticas opiniones

Tu

eres quien

Tal vez en

el

obra

el

primero

mundo

entero Las grandes revoluciones.

Mas también

En

faltas

sueles pecar

y no pequeñas

¿Quién pudiera adivinar El mal que puedes causar

Equivocando unas señas?

Don Alegato que adora Las gracias de una beldad, Cuando sueña en su Señora Sabe por casualidad

Que

Y De

le

fué á su

traidora!

esta peripecia atroz,

¿Quién fué

Yo

amor

de este cambio ligero,

lo diré

el

en

Algún error

atroz alta

mensagero? voz

del cartero!

La familia de un cesante Que está de hambre medio muerta Y yá gime agonizante

Tocando el ultimo instante De su sepulcro á la puerta,

Cuando oye un dulce tilin Han llamado! abran ligero. ,

!

mas quien iisongero Trae de sus ansias el fin?

Letra!!.,

Quien ha de ser, Feliz vive

Aunque son pocos Cuando

el

cartero!

un matrimonio, felices,

en su dulce insomnio ?azl sabe,., por el demonio ella


!

;

;!

EL CARTERO.

396

Del marido

Y Que

quién

los deslices.

demonio fué

el

mal caballero

dijo

Todo, de

letra al pie?

la

Sin rebozo

lo diré,

Quién ha de ser?

Mas también

el

cartero

causa son

la

De que con dulces abrazos Se haga santa alguna unión Pues unen amantes lazos

Es de cura su misión

Y

también por sus locuras

Desunen

los

matrimonios

Luego hacen mas que

los

Curas

!

eres fuente de diabluras

Cartero de los demonios!

De asuntos malos y buenos

No

siendo tuyos,

te

Por qué dime

hartas

menos

Eres curioso, ó al

tomas cartas

,

Siempre en asuntos ágenos?

Y

pues Jesús soberano

(Permite que Lleva

Tu

el

te lo

)

que otro ufano

eres cual él,

Llevas sobre

Y

diga

mundo en una mano la

barriga.

por esta razón sola

Mi pobre razón alcanza Sin calentarme

Que es mucha Con el niño de

la

chola

tu semejanza la

bola.

£OUA£LDO ASQUERIMO.



•§


EL ELEGANTE.

EDLE

Ese

ahí!

es!

El mismo' que anos atrás,

en vida de nuestros abuelos, ciento en

allá

se llamaba seTiorito de

boca, pirraca

y paquete; el que mas y cuando nuestros padres enamoraban, trocó estos nombres por los de petit-maitre y currutacos el mismo en fin que aun nos acordamos de haber tarde

,

oido apellidar ¡eclnujuino en época no

muy

lejana por

cierto.

Hoy

esta

nomenclatura

progresado admirablemente; hoy, merced á loque

y de Herrera

se

ha enriquecido

,

el

antiguo píVraca

escojer entre una porción de títulos, á cual fashionable, león,

pomo

diz

ópor mejor

decir, linn,

que el hábito no hace f(NTRKGA \T,V.

al

si

el

de

El

Elegante

ha

idioma de Mariana, de León

moderno lechuguino, puedo

mas pintoresco y castizo, como Dandy, hemos de hablar técnicamente: pero asi

mongo tampoco ,

,

el

el Ijtulo

importa un bledo p^ra k'i


EL ELEGAxNTE.

398 tipo

el

que con

,

un punto

transcurso de los años ha cambiado de traje

el

en sus inclinaciones

solo

Hay voces en

quiere decir hermoso

,

seres

adjetivo en

El

según

Elegante,

cjalan

bien hecho

,

que tomando esta esplicacion los

no

nuestra lengua á las que

acepción propia y natural:

en

costumbres

,

al

,

ideas

se

déla Academia,

y soberanos chascos se llevará el letra busque todas esas cualidades

;

pie de la

,

que bullen en nuestra sociedad

y

,

que se

á los

les

aplica el

ó bonito,

espigado

cuestión.

fashionable

puede ser

/eon,

el

,

ó bajo, feo

alto

ó rechoncho, tuerto ó jorobado, moreno ó rubio, sin que por eso

pertenecer á á justificar

no

la el

que reúne

el

,

que se honra y envanece;

dictado con

á

que

,

ventajas físicas las materiales

las

y podemos calificarle de rey de tan homogénea como compacta.

al

es

que

revés de

las

tengo para mi que

eso es

,

Elegante desciende por línea recta

el

sobre

miel

ó de presidente de república

la tribu,

ojuelas,

Yo

que importa

lo

elegancia

la

hallarse escritos, son fielmente cumplidos y observados.

constituciones, sin

Asi

deje de

especie indicada: lo que importa es que se dedique dia y noche

ninguno de esos preceptos de

á

falte

ni

dá comunmente su

les

diccionario

el

mas

,

misión y carácter.

,

de aquel

,

Narciso famoso que cuentan se pasaba las horas muertas comtemplándose en la

de los rios

corriente

límpida

Venecia ese objeto tan

decir,

y

cojiendo

me ha

el

venido á

pluma

la

afinidad

de mi tipo con

Para esto forzoso es al

calle,

Prado

,

le

vez

que me siga á

el

conoce)

han desrizado

,

á

apuntar algunas de

el el

bata

y

pantuflas, se

que reproduzca el

gabinete,en

el

atrás,

sospecha, de

lector

á

la

vivienda

es

cómo

razones que

las

infundada

mal gusto de enamorarse de

,

me la

propio.

Elegante,

del

también por esta

(que

en cuanto amanece para

él

En

él

,

es

un

pedir

espejo.

el cabello está lacio

de su barba se atreve á sobresalir mas que

en

los pintó

un poco

digresión, que sin saber

maliciosa é

en

odiado de

manera que

la

tornando

hombre de buen tono,

dia

si

de

como

,

sociedades, á todas partes.

las

antes de las doce del

bigotes se

voy

que tuvo

el

Lo primero que hace eastiza metáfora se

,

tal

el

Y

esta

descubierto todavía

hermosas

en

verse

desde antes de

hilo

ocurren para justificar esta

ser

haberse las

en uno de sus festivos epigramas.

Iglesias

á la

por no

,

querido de

linage de gentes que suelen

cierto

se

útil

que no ha dr

,

observa

y descompuesto,

los otros.

En

seguida

si

sus

algún pelo

si ,

y aunque

contempla] delante de otra luna de cuerpo entero,

suyo en toda su esbeltez y donosura, si tal fortuna logra. En hay espejos por do ([uier; enla chimenea, en el tocador, sobre

la sala,

mesas, y hasta en los peines conque alisa sus bucles sedosos y perfumados. Después de la prolija operación de vestirse en que suele emplear no mas que

las

,

tres horas, sale erguido y rozagante, ansiando por reflejar su perfilada

los cristales délas tiendas sirven maravillosamente para este fin

mira con delicia ó con dolor

al

pasar, según que

le

,

y

el

satisfaga

imagen:

Elegante se ó

no aquel

rápido examen, Si entra en una guantería ^ en una peluquería, ó en up café, nuestro


EL ELEGANTE. hombre

se estasia en

en algún

la

admiración de

para que

baile, es

de

sirva

le

,

que

otros

examinen en

se

Justificado

las

miradas que

dirif^e

presta una osadía inesplicable.

le

encontrar

que lleven

dandijs

uii

copa del sombrero por su parte interior, ni

la

sombra,

la

á

dis(!ui[)a

tremol inmediato, y que muchas veces Por último no es estraño ni sorprendente

al

diminuto espejo pegado en

399

mismo; sise para delante de una hermosa

me

estremo que

amano.

cosa mejor no encuentran

si

hora es ya de describir lógica y ordenadamente mi tipo en todas sus diferentes faces: tarea ímproba por cierto el

propuse,

y no nada propia de fuerzas tan débiles y escasas aunque tanto se presta asunto que pienso sino salir airoso no quedar al menos de todo punto ,

el

,

,

desairado.

El Elegante lisongea

le

es

con

este aserto

evidencia

es

se consagran al

usan á

veces de

las

El verdadero

cúmpleme

dos entre

los

que mas poner

en

ambos

tienen:

mas rendido culto; uno y y semejantes ocupaciones. Ella sus variadas formas; él como ella bien no para lograr el mismo fin.

vida

todas si

no es empleado, militar, contratista,

(/anc/f/

para probar la

,

tributan el

la

idéntica

placer en

mas

Coqueton;

mismos medios,

los

Coqueta: bastará

la

contacto que

moda, ambos

la

otro tienen iguales deberes, él

de

la

demás puntos de

los

son esclavos de

como

legítimo de

que una de sus primeras cualidades

solaza,

le

y

hermano

el

asentar

banquero, ni

abogado; no es mas que dandy pura y simplemente, y así debería constar en el padrón del alcalde del barrio. Con frecuencia es un misterio la historia

se

su lujo y de su boato; y quizás alguna acuerdan del reinado del gran Carlos

en

voluntad

ni

títulos

de

,

la

y que

en

uno de

es

lenguaje

ese los

distintivos

mi

de

— La

hace un

Marquesa

—El Conde

,

la

p«r

sanjf

si

tipo.

Asi

tales

,

como

francés

ni

ó que leyó

no siendo estraño que cometa algunas incorrecciones,

—Hoy

narrárnosla,

convencional,

palabra española une otra que aprendió en sus viajes, libro,

deesas que aun

,

pudiera

última, que es la legítima

individuos

alguno de sus

vetusta

,

que no haya elegantes propietarios mucho abunda la especie que antes hemos

si

,

III

es esto decir

no escasea tampoco

castellano

ni

No

viniese.

contrario

al

;

indicado, «liria

le

dama

,

á

cada

en algún

como:

calor desolant. está

como una

bonita

pepiniére.

de C... ha muerto de migraine.

Hay una

obra longuísima y rebosando filosofía, en que se intenta probar el hombro verdaderamente feliz es el que no sé si prueba) que yo (y desengañado del mundo y sus vanas pompas toma el portante y se vá a sembrar patatas ó coles, en algún rincón lejano, donde tenga por sociedad ,

,

las

cabras

y los

encarecen espíritu

,

allí

de

la

los

música

el

yerba, por techo

la

ciervos

lecho la fresquísima

,

por

canto alegre de los pájaros, por

bóveda

goces y fruiciones áel alma

tranquilidad de

la

conciencia

llanianios ya antiguallas eu nuestro siglo.

Yo

,

,

celeste.

Nárranse y se la quietud del

y hablase de

y de otras muchas cosas que

creo c|ue esp cpsU»

rPíip

t'-e

lilósofo^


EL ELEGANTE.

400 de el

Gerónimo, vá desapareciendo por días, y que ahora hombre verdaderamente feliz que existe en la tierra, es el conocido por rfanái/, especie de S.

la

como nos plazca llamarle. Por supuesto que uno de los preceptos de ó

león

fashionable^

penas, ó por mejor decir, ser insensible á sabe con

Enrique (nombres indispensables) de

padre

su

Borrel

ó

sonriendo

después de

hace

pues

,

y de

en

cambio

ó

estrecho

se aflige

profesión de escéptico y de positivo

,

Si por casualidad

irresistible.

ella

La vida del fashionablc es lo se desayuna; en seguida es estío á la

calle

la

rabia

y

asi,

ejemplo

por

si

,

ainda

mais

Elegante

de

,

lee

su amor

retiran

seductor

envidiable candor: «Es estraordinario!

no me ha mirado bien!»

ó

,

mas

se viste

de

le

Utrilla

si

un pantalón:

ó

muerte

la

alguna mujer no acoge benévolamente sus

mundo con

el

Sin duda me han puesto mal con

estoica

desespera

se

tener

Julio,

una imperceptible arruga. El

forma

amarillo

pretensiones, dice á todo

si

y

de relaciones, y

años

tres

guante

resignación

frac

;

ancho un

Eduardo,

Asi

perfumado en que Amalia ó Eloisa

billete

el

el estirado

su hermano

de

ó

sacaron

le

no

elegancia es

la

ellas.

divertido que puede darse

á las tres sale,

si

que

se

y Montera

oir

á

lo

á

;

las

doce

es invierno al Prado,

miente

,

ó

á

tomar

parte activa en tan sabrosa ocupación. Esta es la hora también de las visitas, de esas deliciosas coiii'erencias, en que el calor y el frió se discuten con una variedad y una elocuencia pasmosas. El Prado!... Hé ahí uno de los sitios

mas

donde

campea

anchas

sus

á

y brilla mi tipo: ya guiando un ligero hace admirar su soltura y su gracia; ya

preciosa briska,

ó una muellemente recostado dirige miradas fulminantes á las notabilidades femeninas, mientras su jockey conduce el carruaje, y le hace volcar con la mayor

lilbury

mundo: ya en

eracia del

por el

la ventanilla

dulcísimas frases

entre el

coche, ó

lado de una elegante carretela enviando amor envueltas entre el polvo que levanta de

cabalga

fin

humo que

al

,

despide

su cigarro.

que un Elegante no se permite nunca, y una de ellas es pasear por otro lado que por el que se llama París. Fuera verdaderamente un acontecimiento y una degradación que hasta los periódicos consignarían,

Hay

cosas

,

que

de su decoro hasta

se olvidase

tan escandalosa

de día

la

á

fuera en

fin

punto de traslimitar de una

tan grave

como

si

entrase en

el

manera

teatro antes

mitad del primer acto á lo menos, ó por casualidad comiese algún las cinco menos dos minutos. En esta escrupulosidad para cumplir

las leyes

del

;

el

de

la

elegancia

es

,

en

lo

que consiste principalmente

la

reputación

fashionable.

El león consagra algunos momentos antes de tomar el cotidiano alimento de la tarde, á descansar en los blandos divanes del casino, ó á hojear que suele ser el Diario de avisos para enterarse de tal cual periódico ,

las funciones

es sobrio en sus comidas l^orlera el

,

que hacen por ;

que tuviese buen

la

noche en

porque ¿no se a|ietit^'?

En

Escusado es decir que confundiría con un gañan ó con un los teatros.

seguida sp digna aparecer ep el coljseo;


!

401

EL ELEGANTE. p3ro no se olvide que cuando tiene un doble

cuadra

al

que ocupan

primero

fin;

Elegante

el

comedia ola ópera estén comenzadas. Esto de ostentar esa indiferencia que tan bien

segundo, que

;

Feliz

palcos.

los

la

le

él

flechen hasta dos docenas de anteojos las

— Qué bien — Con qué gusto hombre modelo — Es un modelo de hombre

Fernando

se viste

1

— «Qué

pasar oye:

al

si

pone

se

!

buen mozo es Es un

corbata

la

1

Estas esclamaciones suelen alternar con otras de diferente género.

queme ha hecho Vd.

verlas estrellas! dice

militar á quien

el

un

tapándose las narices con

enganchadas entre

lleva

Y

viejo á

á

gafas!., grita

los dijes

enfermedades,

las

de su cadena

el

al

ver que se las

Elegante.

entretanto imponen silencio unos; se impacientan otros; ármase una especie

y nuestro hombre

motin,

de

el

pisotón

quien —Diantre de pisaverde! murmura un — Qué peste almizcle! esclama una señora nerviosa uno de esos médicos pañuelo. — Ay! mis

usan sin duda para conocer mejor

las

—Caramba!

furioso

viene á sacar de su éxtasis.

derriba el sombrero al pasar.

que

1

impávido

el

de llamar

luneta

á su

arriba

y triunfante

habiendo conseguido su primordial objeto;

atención,

la

el

de

aunque instalado en su asiento, no por eso cesan vecinos. El dandy es dilletanie hasta la médula

hacer efecto en la sala. Pero

de

tribulaciones

las

sus

música

de sus huesos; generalmente no sabe una nota de ella

y

,

y de Donizetti. Asi, mientras

Bellini

de

tararea con algunas inexactitudes

la

Norma

ó

,

la

,

verdad es

,

pero delira por

todos los spartittos de

prima donna ejecútala Casta diva con el Elegante le hace el dúo

la

polaca de los Puritanos

gran desplacer de los que

,

,

,

se hallan inmediatos. Otras veces interrumpe á

cuando

con estrepitosas esclamaciones, ya lanzando un bravol todos callan, ya prorumpiendo en estas ó semejantes palabras:

los

artistas

tú estuvieras —Ohl Giulia —Qué de Rubini —Qué degollación tan espantosa Grissil

diferencia

—Oh

París!

Porque

mon

1

Ports

es de notar

cheril

que París es

no ha estado en aquel emporio de para ser admitido en

de desdeñar todo de por allá, con

lo la

la clase.

el

gran recurso de\ fashionahle

el la

elegancia

Además

,

que no sea francés

memoria

TuUerías y del sastre Ragneau

conocer

aqui!

si

del ,

á ese ;

,

no ha

le faltan los

recuerdos

los

del coliseo italiano,

únicas cosas que de

la

que

el

grandes recursos

de enternecerse con

Boulevard y

:

hecho sus pruebas

inmensa

de las

capital suele

dandy.

Dos ocupaciones gravísimas acostumbra tener también aparentar fastidio é indiferencia

,

este

en

el

teatro:

ó dirigir visuales á diestro y á sinestro

,

ya

enderezando sus miradas hacia un palco bajo, ya alzándolas no menos que hasta la tertulia. Antes lo dije: el Elegante es coquelon sobre todo. Y ¡ cómo se huelga

y

se

amigo

solaza,

cuando dándole una palniadita en

el

hombro,

le

dice algún

:

—Seductor! Bribonazo! que cuentas por docenas

tus

amadas!


:

^^

EL ELEGANTE.

Para justificar t;m envidiable reputación, desliza frases de serpiente por los oídos de las incautas é inocentes jóvenes, de esa raza que pronto será una tradición en la sociedad actual. El león debe contar siquiera siete amantes. ¿Qué

menos? Una para cada quejan, pues

se

siete,

él

fuera de

ó

ama

las

que esto

el,

por Dios que injustas

importa poco, ha

si

precisamente

de tener

guanteras,

las

son

Haciendo parte del número

igualmente.

una querida, escojida entre laclase de enseñársela á

Y

dia de la semana.

todas

á

modistas, etc. para

como un objeto mas de lujo, como un mueble Con no menos frecuencia suele abandonarla también, queda á la muchacha el recurso de buscar otro mas

sus amigos

precioso é indispensable.

y entonces siempre constante ó dar

un

,

ó

si

salto

la

por

en descargo de

la

le

echa de sensible

,

sorberse una noche un

ventana. Aqui mi cualidad de verídico

la

pomo de veneno, me obliga á decir

conciencia del Elegante, que este último estremo pertene-

ce á la categoría de los fenómenos. bi el Elegante cuenta

son Victimas

ó cuatro de esos

tres

en que

lances escandalosos

maridos, para pavonearse en los salones con la aureola de Lovelace, magnifico Si dos mujeres se le disputan y arman un alboroto públicamente por él, sublimel Si después de esto abandona á los dos rivales, los

1

merece que se

Qué

¡

le

erijan estatuas!

es verle en las reuniones

dice siempre

,

volar cual ligera

,

ó en las soireés y en los raouts

mariposa

,

de

flor

en

flor,

,

como

buscando

la

é]

mas

mas lozana, soltando aqui una palabra dulce, allá una reconvención, un elogio alli una invectiva sangrienta ó un sarcasmo que á veces sobra para descomponer unos amores de tres añosl Por ejemplo, Julia tiene por amante á uno de esos hombres sin pretensiones que llevan una levita hasta que se rompe y un sombrero hasta que se engrasa. Pues bien, bella

y

mas

lejos

la

,

,

,

el /as/iíona6/e

aprovecha un momento en que

el

candidato para marido se aleja,

dice á la

hermosa con tono incisivo y punzante ¿Quién es el sastre de Florencio? Decidle que me hacerme un frac de pico de pato como el suyo.

y

El amor en las mujeres resiste á

la

le

envié

mañana

,

para

ausencia (aunque esto sea casi fabuloso)

sobrevive quizás ala muerte delobjetoquerido (ápesarde que raye enlo increíble),

no

se estingue sin

muy á su

duda con

la

miseria (en cuyo caso se llama heroicidad); pero

raras veces es superior al ridículo. Así.

amado desde aquel

instante

comienza

Julia

se sonroja

alguno

á hallar

mira

grotesco

y acaba en fin por dejarle plantado, y por perder un casamiento ventajoso, quedándose probablemente soltera. Y todo por la sátira de un Elegantel Véase si esta especie tiene poco influjo en la

moderna

;

si

les

otorga ó no su amist.ul

con todo individuo que se Desgraciado de Infeliz si se

él

le

,

civilización!

El dandy mide la importancia délas personas por

su consecuencia

le

y

el traje

aproxima, es revisarle de

su chaleco no es á

la

que llevan, y en

su aprecio. Lo primero que hace

derniére

permite presentarse sin bolas de charol

,

,

ó

si

los pies á la cabeza.

lleva guante oscuro!

ó con un paletot antiguo!


!

i03

EL ELEGANTE. Entonces le

el

vuelve

la

momento

pobre hombre recibe un gesto de desden, se espalda. Por el contrario,

se le alarga la

mano,

si

es

un dandy

le

saluda fríamente, y se

y pulcro, desde y se

perfilado

se le jura devouement y cariño eternos,

el

le

regla concede intimidad y confianza. Solo una escepcion puede haber en esta invención, en esbeltez, general que el uno tenga celos del otro, porque le aventaje en ;

ó en boato.

Mas cuando

llega

un

el talle

dia en que comienzan para

principia á encorvarse

,

dandy

el

cuando

los pesares

y

los disgustos;

los dientes fluctúan entre las des

las quijadas, cuando el cabello blanquea, ó desaparece enteramente. Entonces encojar horas de tocador son un suplicio para él; entonces suspira amargamente al

en su boca usar ya

que tan diestramente fabrican Rotondo y Monasterio, o al deBoujican, ya los casquetes de Pelacz. Entonces es lector

los objetos

el aceite

asiduo del Diario y de\ Avisador con

el fin

de ver donde anuncian mejorescosniéticos

para desarrugar la tez ó poblar las calvas: entonces por último,

/"«s/uoHaíí/e jubilado,

circulo: nota al pasar las sonrisas burlonas de los jóvenes que no le admiten en su quiere no él quienes de aceptan y oye los sarcasmos de los viejos que tampoco le ,

corazón al individuo y sufre los desaires délas mujeres, que odian de Elegante ha de verdadero que cumple los cuarenta sin estar casado. Porque el ser buenos suelen vivir y ha de morir soltero: algunos hay que se arrepienten y

sera(?feptado,

,

esposos y escelentes padres; pero esto es la degeneración,

el

envilecimiento de

la especie.

Tanto como son alegres y placenteros los verdes años del león, son tristes y viejo; amargos los postreros de su existencia. Ser indefinible, que ni es joven ni sus de recuerdo el con alimenta se que porvenir, que vive sin presente y sin remedar queremos hoy ([ue media, edad de la

glorias, es como esos monumentos actual. ó recomponer,"déspo]ándoles de su belleza pasada y de su belleza

Lo mismo

cuando los pues, es el hombre que aquellas maravillas de los remotos siglos; imponente tan magestuoso, tan nada su esplendor, años le roban su frescura

y poético como una blanca cabeza y una arrugada freiUc; nada tan magnifico ni tan piedras cuyas suntuoso, palacio como las ruinas de un templo antiguo ó de un vá arrancando unaá una la mano invisible y poderosa del liempol.. vida del Elegante se refunde casi enteramente en la de Pasan para el los otro tipo que no es solo español, sino universal : el solterón. todos y de lodo; de aislado dias uno tras otro sin goces y sin esperanzas ; hállase desprecio. inspiran veneración, aquellas canas que cuidadosamente tiñe, en vez de su lecho y junto siente á mercenarias , no tiene quien se

El último período de

la

Entregado á manos vele

en ¿us noches de dolor;

ni

quien venga á derramar en su alma esc

bálsamo dulcísimo del consuelo, que cierra

las llagas del

corazón, que

fortifica

que sostiene y las creencias , que aviva la fé, que hace renacer los sentimientos, para siempre, apagan ojos se prolóngala existencia. Y luego el dia en que sus

no hay nadie que cariño ni deposite

le llore,

una

nadie que

flor

sobre

le

ame, nadie

(pie

grabe un recuerdo de

su tumba abandonada


EL ELEGANTE.

40i

Y cada

todo

por no obedecer esas leyes inmutables-de

época de

la

juventud perdonan

madura prescriben dignidad v

el

la

naturaleza,

vida asignan sus deberes y sus obligaciones; el la

aturdimiento,

la

veleidad,

sensatez y el juicio

;

que á

la

la

ligereza:

que

que á

que

á la

á la

edad

ancianidad imponen

decoro!

RAMÓN DE NAVARRETE,

la




EL ANTICUARIO.

«Señor; ebio rinini;il .no ie>ponilc' ni nolicia de !ms cosíis esl;'in por venir; de las p;isail:is sabe al^o » (Palaliras de niaese Peilro lial)laiid(» do su mono en I.t Historia de Don Quijote de la Mancha , escrita por (^idc U:iiiicU' Bcn Engeii, liisloriador arábigo.) ,

il;'i

^ue

nETERiTO, presente y futuro son épocas en

(|uo los

las tres

grandes

gramáticos dividen los tiempos;

y yo que ni de crítico me precio, ni de destructor presumo; cuando encuentro bien las cosas ó cuando nada me vá lo existente

ni

me

viene en ellas, respeto

(con perdón sea dicho del señor

Mendizabal nuestro contemporáneo). Dispúlanse

morro sobre quien acertará entre

los

pretendientes

el

porvenir clases numerosas y respetables de

la

sociedad: los políticos

á decir

y

mas y mayores

los judíos,

pasó, y aquellos el destino que Entrega xlvi.

y

las gitanas

andan

al

desaciertos: apuéstansela^

ag\iardando estos el Mesías que vino y no pasará porque no rendrá. El presente nos 46


406

EL' ANTICUARIO.

pertenece á SI

los

españoles que gozamos delhoy, sin que nos conturbe

bien ni aun entre nosotros

quien

falta

lo

tema, como

mañana,

el

cuando no

los albañiles

están en el hospital, los ladrones mientras andan por sendas y vericuetos, los toreros en víspera de corrida los regentes constitucionales durante las minorias. , y El pretérito es un tiempo desconsolador ; múestrasenos como un arenal de infortunios de donde solo se levantan amargos recuerdos que emponzoñan la vida.

en lontananza cree

Allí

el

esclaustrado distinguir

sala

la

De profundis

de su convento, y un poco mas adentro la sustanciosa olla y la rica chanfaina: las viejas su hermosura y sus amantes: el cesante las mesadas que cobró y se acabaron....

¡Ay

no hay que

afligirse

del que tiene

pues

,

viejas de su auditorio en

«No

asi

una

que volver

la visla

que

á lo

como un predicador que

plática de

semana santa

embargo,

fué! Sin

logró enternecer á las

dijo luego para consolarlas:

no lloren, que loque acabo de decir hace mucho tiempo que pasó, y puede que sea mentira:» también estoy yo en el caso de poder asegurar que no todos los que miran atrás lo hacen por el raro capricho de aumentar sus lloren:

males presentes comparándolos con sus bienes pretéritos. molde que saque yo mi tipo á la espectacion pública. El Anticuario no pertenece á

la

época en que vive; y

aquellas sublimes palabras regnum tneum non

meam non

vez vitam

est

est

si

aquí viene como de

admitieran parodia

mundo

de hoc

,

podría decir

á

su

de hoc sécxdo; y digo que podria espresarse asi porque

para ello era necesario que supiera latín, y esto

demasiado. Es pues

Y

empezar exigiéndole

seria

Anticuario una partícula heterogénea del cuerpoá que está

el

un ser estraño á la sociedad en que vegeta; es lo que en un vaso de agua una gota de aceite que conserva su forma y su color sin confundirse ni mezclarse con lo que la circunda; su espíritu vaga en las regiones de lo antiguo; adherido

emanan

,

sus ilusiones de

lo

pasado; nútrese de recuerdos; pulsa cual puede todos

los trastes del diapasón de los siglos:

ojos

en

el

cogote

retrógrado de

mundo,

la

,

al

época

,

y

á estar

en su mano

hiciéralo retroceder á las edades

de parte militar se pierden en terreno.

aseméjase á

Como

la

ley aquilia en que tiene los

cangrejo en que camina hacia atrás; es en

la

,

para dar á conocer á

,

los

tiempos ó en

El prójimo con quien vamos ,

pues

aquel terrible huracán hizo tiritar de

miedo

de antiguallas

,

á fin

á

,

la

á

verdadero

marcha del

la clase

escabrosidad del

como las bellotas retratar un individuo;

basta

habérnoslas nació

la

tanto

y yo me propongo hacerlo asi, procurando que la exactitud como si el retrato estuviera sacado al daguerreotipo. revolución francesa

la

que hablando en términos eruditos ó

noche de

todos los Anticuarios se parecen entre

de una misma encina

fin el

poco seria detener

al

del parecido sea tanta

mismo tiempo que

naturaleza sabia en todas sus creaciones,

al

la

levantar

aquel recio torbellino que amagaba destruirlo lodo y que quiso descendiese al mundo un recolector ,

cuanto existia

de que

si

utios

destruían las cosas el otro recogiera los

pedazos. Figúratelo á tu antojo, lector amigo, soltero, casado, ó viudo. Si le supones soltero será si

porque no encontró ninguna muger que contase doscientos

casado porque creyó topar una que fricaba en ellos

,

y

si

viudo porque

abriles} la

mató


EL ANTICUARIO. pesadumbres en cuanto descubrió que no los

á

mas general

que es

lo

de

que matan

los

á su consorte

segundas nupcias

un Anticuario

,

y quedan con

el suficiente

es caritativo

y que

,

para

,

el lector

el

pero echa un nudo mas á su

,

Un

penetrará sin duda

cuando

le

niño on casa de

un insoportable anacronismo.

cuartel de inválidos ó para bolsillo

gremio

al

seso para no contraer

que no tenga prole.

una aberración espantosa

seria

de san Marcos, ya

á la cofradía

es condición precisa

,

Por razones análogas

cuando

ya pertenezca

,

407

tenia. Pero ya se conserve cébbe,

el

prodiga sus limosnas,

,

hospital de incurables;

piden para

el

hospicio ó para la

inclusa.

Así mismo alto ó bajo

doy permiso para que

te

flaco

,

ú obeso

transijo respecto á lo de bien

cosas do

que

tal

como nadie (otro

cuelgues de

le

,

el

hombros

los

le

levita

cuadre,

te ;

mas no

artículo de conservarlas

diria:

que aunque no seas sastre,

sombrero en figura de sorbete y

le cales

de chupa

,

como mejor

naturaleza lo hayan hecho

la

conservado, porque

otro siglo lo entiende

consiento igualmente

representes

te lo

según Dios ó

,

7nejor

lo vistas

que todos) Ts

como

gustes, con

pongas chaleco con honorfs con grado de gabán

de

,

los

campana, y nada de Iravillas, que ademas de ser estas de invención moderna para quc^él las use aun dado caso que lo intentara habia tirantes pantalones de

,

de armarse estrepitoso escándalo entre sobre

derecho

el

de

civiles ni

cabeza no

pues

si

de llevarlas;

dejes guiar

alguna vez

le

por

dos últimas prendas de vestuario

Ya que

discordias intestinas.

las

te

las

nuestro amigo

y

le

no

albañiles

y

lo valga

,

escombros, por ver

de un agrimensor práctico

si

,

allá

piesá

se lanza entre los

surge de entre estos alguna

;

momia

y

ó cosa

los filisteos

adviertes su calzado sucio y gredoso como el mucho que frecuenta los vertederos

si

culpa será de lo

,

de estramurosen busca de preciosidades

Así como

de

y espónese muchas veces á perecer entre cascotes como

contemporáneos de Sansón

piensa salta

guerras

las

encuentras cubierto de polvo como sobrestante de obras,

en que apenas tiene noticia de un derribo

que

de

vestido

apariencias para tacharlo de falta de aseo,

las

consiste

los

es

lo

tienes

por aquello de que donde

,

menos

se

la liebre. el

distintivo de

á

puMo cerrado

ha de salvar

á

,

no

un pirroniano

solo lo

alguno

,

que

le

dicen

es ,

dudar de todo,

el

de mi tipo es creer

sino cuanto inventa ó delira

bien puede asegurarse que no ha de ser

él

,

y

si la

quien vaya

Su genial es calmoso como y su lengua suelta y vivaz como un calesín en día de toros su memoria aunque no tan feliz como la de Orígenes que sabia desde la cruz á la fecha el antiguo y nuevo testamento, como un chico el yo pecador, ni como la de

á ver la pata coja y el rabo largo de maese satanás. \\n

Ómnibus

;

,

Xérxes que conocía nominalmente su ejército [relata los

á los dos millones

refero) todavía es suficiente

monarcas, capitanes, poetas y

artistas

de soldados que componían

para retener los nombres de todos

que verificaron su tránsito por

mundo hasta hace dos siglos. Aunque aficionado á la antigüedad y aunque

vive fuera de nuestra época,

el

no

por eso se crea que es intolerante. Nada de eso; oye y escucha con paciencia


EL ANTICUARIO.

408

todas las opiniones que están conformes con las suyas

;

y

al

decir opiniones todos

comprenderán que no hablo de las políticas porque claro es que un Anticuario no puede tenerlas. Viviendo fuera de este siglo, ¿ qué le importa lo que en él sucede? Quédense en buen hora estos cuidados para los que se ocupan del hoy ó ,

cuando mas del mañana. Los que sus miradas

lejos

contemplar

lo

piensan

él

á

levantar

papa que

vuelo para

no merecen otra cosa que compasión.

,

solo es

le¡

sublime»

escomulgue

mande

las etimologías están tan enlazadas

ser por precisión aficionado á ellas

ante todo sus afanes á buscar

;

y

el

con

ahorcar. la

antigüedad,

frecuencia salia á relucir

de su nombre bautismal. Llámase Pandolfo; y entre los que con

la

de Pandora

la caja

,

solo «por

,

no pudiendo avenirse con que brotara

calamitoso instrumento

Anticuario ha de

el

que aquí voy retratando ha consagrado

después de complicados cálculos y de sinuosos raciocinios

,

el

dirigir

dice, de que no le faltará mientras viva, ni

letras

pueden

intrincado laberinto de las cosas pasadas seguro,

el

ni rey que le

Como

se atreven

La noble antigüedad

nuestro amigo lánzase en

como

no

aves torpes que

,

genios apocados que no aciertan á

,

cortos de vista que no

,

que hubo en edades remotas ((

Y

así

de un círculo estrecho y mezquino

salir

la raiz

,

empezar con

las

mismas

de su ascendencia de aquel

acaba por deducir que Pandolfo es voz corrompida de

Pindolfo, y que sus mayores fueron oriundos de una aldea, sita á la falda del Pindó, militando después en las falanges de los GüeJfos. Por un método análogo

procede en sus investigaciones, respecto á pobladores,

casos en que juega

base de que

puso

en que existían

al sitio

la

Roma tomó

el sitio

en Pozuelo de

el

donde

Aravaca

se

Si

no

lejos

ciudades

las

,

á sus

,

demás

los

de

la

dio el

,

la

dice que Atíla

nombre por

igual razón á

un malagueño

y poblada por

se levantaba la gloriosa Sagunto;

persuade de haber visitado

moderna

por acaso se encuentra

fundó Rómulo

,

que

puerto deNavacerrada,queen las inmediaciones

pueblos Arevacos ocuparon, aunque Celtiberia,

la

Numa

descubierta

fué

Nabucodonosor desembarcó en de Sahagun está

fundación de

nombre porque

este

primera piedra de Avila, que

la

la

que han desaparecido

etimología uno de los principales papeles. Partiendo de

Numancia , que Malaca

día

las

la historia los

y con pasar un

el territorio

que

los

colocó en los coníines de la

Soria.

un Anticuario

afecto á viages habrá

surcado

las

rebeldes olas que separan á Palencia de Valladolid, y á Zaragoza de Tudela

de

Navarra. Cuando camina por tierra cabalga en poderosa pero vieja muía,

cada tropezón del cuadrúpedo se apea por

monumento. Tal vez recorriendo alcanza

á

el

si

topa algún escombro

espacio en que Guadiana

de insigne

serpentea oculto

ver en la llanura unaleve cima coronada por algún pedernal imperceptible

menos escrutadores y penetrantes que los suyos y desde luego dá por al minarete de una mezquita óá la cúpula de una sinagoga descollara en otro tiempo y en el recinto de una ciudad con mil puertas

para ojos

,

seguro que pertenece

que

allí

que cegó

el

curso del rio

al

sepultarse por consecuencia de

un terremoto.


EL ANTICUARIO. Pero todo

ramas

las

que sea examinar

lo

al

ó por mejor decir es buscar

,

por entero. Disponte

mi

á

amigo lector, para entrar en

,

devoto en

las

como

el

pero con la indispensable

ella,

como general que hace una como

circunstancia de que has de permanecer serio declaración de estado de sitio, grave

tipo

rector de doctrina, silencioso

cuarenta horas, preparado á sofocar

dentro de tus labios

la risa

por grandes que sean los dislates que de los suyos salgan

por mas que

En

su casa y que quiera conocerlo

corazón en los talones.

el

en su casa es en donde ha de considerar

solo

i09

Anticuario fuera de su casa es andarse por

y pronto á confesar

,

razón y la historia se pronuncien en contra. Con estos preparativos puedes ya entrar en la mansión enciclopédica,

que crees cuanto

en

la

mas completa anarquía

vera efigies de la

no

que

la

arca de Noé de cosas inanimadas, en el valle de Josafat de objetos movibles,

el

en

te dice,

contento

condescendencia hasta

punto deservirte

el

«

y por

el rastro

Se jacta

te

,

dirá

viril

el

metal vino de las Américas

minas de Ofir

;

por ejemplo

,

de su custodia

pero aqui vé Vd.

antigua casa solariega de

,

uno y

relación que entre

Cicerone

otro

nombre

la el

que suministraran

madrastra

que

cáncer,

al

y

;

el

la

pues yo poseo

,

y que á fuerza de nada menos que el que

vaso es

,

un veneno de orden de su

príncipe de Yiana

murió de un cáncer

las

según

monasterio del Escorial se

el

bodas de Canaan

las

catedral

primer oro que se sacó de

en ese vaso un poco del agua convertida entonces en vino

sirvió para

la

primera porción que de dicho

En

existe.

siglos va volviendo á su primitivo estado

espada de

la

vanagloriase

,

familia del célebre Orfila,

la

conserva una hídria ó ánfora que sirvió en

,

su

llevará

esplicándote

,

de poseer en

,

minas del Perú

Pizarro el primer oro estraido de las

de Toledo de tener en

mismo de

él

del Anticuario

fin

puerta

la

prenderías.

las

armería real

la

en

la casa

ha podido recoger en sus repetidos y minuciosos

artículo por artículo cuanto

paseos por

en

,

generosamente

con franquearte

y por cierto que si diera yo con ese había do pagar á peso de plata porque me gusta tener las cosas

lo

al fin

,

,

correlativas.»

Probablemente no atribuye á un

oigámosle debajo de

semanas con

tres

segoviano que

«Este es uno de

:

en

ciarías

cuarto

los

óbolos que

lengua para que pagasen

la

fortuna en hallarlo una tarde cerca del Si

en

la

moneda descubres

y confundir estos

al

Anticuario

números que

contestará del año

él

sin

con todo

16V8,

el

te

el

el

mérito que

mucho

enseñará con

te

ponían á

los antiguos

la travesía del

Letéo

campo santo de

año de su acuñación

aplomo y toda

la

Anticuario

los

;

pero

muertos

y no fué poca mi

puerta de Toledo.»

la

y crees coger en renuncio

,

equivocas, porque cuando tú

duda indican que

;

el

énfasis

digas «¿Ve Vd. aqui

le

este óbolo se

hizo

decisión de un

pero es déla creación del mundo.»

A

en 1648?»

Te

dómine. «Sí señor,

esta aserción

nada

te

quedará que contestar.

En en

seguida

la batalla

jl^bérselas

<le

te

mostrará una herradura que se

Glavijo

cuerpo

á

al

cqerpo

dar una ,

coz

al

portuic también

de

le

cayó

Mahoma

al ,

caballo de Santiago

con quien tuvo que

e^^le (¡uiso «alir á

la

defepsa de los


EL ANTICUARIO.

410

suyos. Cerca de esta herradura estarán unos anteojos descomunales y redondos

que dice haber servido

Y

Tobías.

al viejo

concluirá la relación de

enseñando un «ran barreño donde tiene reunidas arenas de todos

mundo desde Manzanares

don de á

San

el

Jordán hasta

desde

,

San Lorenzo

el

Tiber hasta

el

el

Nüo

desde

,

mas

;

si

el

esta sala

los rios del

Ródano hasta

el

las tales arenas tuvieran el

palabra denunciarían en alta voz su procedencia y clamarían por volver

la

Isidro del

campo de donde fueron

un miserable

traídas á la corte en

esportillo.

Constituyete luego en

salón á que dá

el

nombre de Armería

el

como su dueño, ya esparcidos por

infinidad de objetos tan raros

y

,

allí

verás

estancia

la

,

ya

colocados en forma de trofeos; pero no des asenso á tus ojos sino á tus oídos,

porque aquello que parece una albarda maragata es la que usó la celebrada burra de Balan ; el sombrero de tres picos que se presenta en figura do

quechemarin

sirvió para cubrir la cabeza al rey

salamanquino es una de estribos los

que rabió

que en tu concepto han podido pertenecer

que llevaba Escipion en

un músico de Luchana

un

;

coleto de charro

primeras lorigas que usaron los romanos

las

el sitio

de Troya; ese clarín de llaves que

es la impertérrita

trompa de

v todavía

sorprenderá mas reconocer en

te

banda de don

uno de

los

carabina de Ambrosio y

la

la

cuyo golpe cayeron

el

espadín

de un loro de Veraguas

la divisa

muros de

los

vendió

espada de Bernardo;

la

la

un carnero

Palmerin de Inglaterra, y en la cabeza disecada de

arietes á

le

fama. Bien ageno estarás

la

tu de creer que la escopeta de pistón que yace arrimada á la pared y

de escribano su vecino son

aquellos

;

un párroco de aldea son

á

ciudad santa. Esa

marmita de batallón que ves en medio del suelo es una de las famosas ollas de Egipto; lo que te parece una garrocha de baquero es el robusto lanzon de don Quijote; ese guarda-brazo sembrado de crucesfuó la cimera de Almanzor; aquella celosía de alambres

arpa de David ó

el

lira

la

de Orfeo; y finalmente

aquel pedazo de lona, que tu jurarías haber podido servir para traer de Galicia

envuelto un fardo de vivero, es

fueron á

la

gavia del buque en que los primeros argonautas

la

conquista del bellocíno de oro.

mas riqueza

Falta todavía que examinar otra sección que es acaso la que

contiene de cuanto en casa del Anticuario existe: esta es la condecorada con

pomposo

título

de

Museo

sucíameute embadurnados

cuando salieron de de

seis pies

pinturas.

de

y que

,

la tienda

del

á juicio de algunos valen

mercader:

empleado sus pinceles en cuadros

En

sin

ellos

no baja

de que

ningún

artista

célebre haya

de menor tamaño, ni aun para formar sus

grande esfuerzo

vea Vd., te dirá señalando

de Felipe V, hecho por el

hoy menos que

mas pequeño de

puerta de este salón se vé un disforme mamarracho,

frente de la

que pudiera pasar

que

el

él

colosales

de altura por cuatro de ancho ó utceyersa, porque su poseedor no

ha podido jamás llegar á convencerse

bocetos.

encontrarás lienzos

Alli

el

al

por

obra de Orbaneja.

Ticiano (cuidado con reírse

píiUor murió un siglo

«

Vea Vd.;

tremendo chafarrinón. Ahí tiene Vd. un retrato qntes que

iraciern

,

el

porque

si la

monarca,

historia ditíe

la

historia

sf»


EL ANTICUARIO. equivoca) Repare Vd. ese colorido de

la

411

escuela veneciana;

¡que ropas esas!

¡qué actitud! qué semejanza! Es un tesoro inapreciable.» verdad de sus espresiones crees

echará

,

culpa á

la

ó

,

la

si

tu franqueza

luz

cerrará

,

dudas de

Si

balcón

el

del cuadro

cuadro y

al

balcón, cuando crea perfectamente proporcionada

al

nuevo

abrirá de

lo

,

gradualmente y en muchas veces, y después de mil viajes de este

la

que no

se resiste á confesar lo

claridad

la

prorumpirá en mayores admiraciones y alabanzas. Pero acaso no baste esta nueva prueba para vencer tu incredulidad y obligarte á que reconozcas la

obra

de

la

Matusalén de

del

pintores:

los

mano, y conduciéndote con

aire

entonces

Anticuario

el

entre misterioso

y

cojera

te

triunfante

á

la

inmediación del cuadro, y mostrándote en él unas letras formadas conalbayalde te dirá con tono ó con betún de zapatero, y tan mal trazadas como la figura ,

sarcástico sin

«Lea Vd. ese

:

se lee Feliciano

duda de algún pintor de brocha gorda que sometió (no

época) á emborronar lienzos contra e\

AUi

letrero ijeñor incrédulo. »

la

voluntad de Dios y

de

las artes

Anticuario que todo lo convierte en sustancia arqueológica, dá

interpretación del susodicho vocablo: «eso quiere decir F.

que no hemos de repararen que

la

í

esplicacion nadie puede ya replicar lo

la

;

pero

siguiente

Liciano ó Ticiano

fecit

tenga ó no travesano,»

nombre

,

importa saberla

A

tan concluyente

mas mínimo.

Mostrarte ha luego un pais portentoso, en su boca, aunque á despecho de tus

ojos,

atribuye

porque acierta á encontrarse en

solo

y

como Mahoma

amenas

y cosas

él

Salvador Rosa, que vive Dios era

obra á

la

los

á

jamones

un

florecido,

rosal

tan aficionado aflores

de Aviles y

tinto

al

de

Valdepeñas. Situándose luego nuestro hombre en

caña larga el oficio

de

,

,

que dice ser

te esplicará

la

que

sirvió á

el centro del salón y asiendo una San Pedro para pescar antes que dejara

uno por uno todos

,

los

cuadros que

El retrato de un torero será Felipe

la sala.

II

cubren

las

vestido de majo;

paredes

Garcilaso

de la Vega aparecerá bajo la forma de un fraile benito anciano y achacoso; Andrea Doria con uniforme de resguardo; un moro tuerto será el retrato de Tarif, y á no ser por el traje le lo presentaría como el del hijo de Filipo de Macedonia ; pero pondrá el colmo á sus anacronismos tremendos, á sus

heregías artísticas tal

,

y

á

reyes católicos pintados lienzos que

Adán y Eva en

la otra

al

natural por Mengs.

paraíso, es

un cuadro, que

retrato délos Escusado es decir que todos los el

el

existen están firmados por los maestros de todas las escuelas,

allí

verdad es que y

sus terribles calumnias diciendo que

vez quiere representar á

mitad

la

mitad

al dia

lo

fueron

el

día antes que el Anticuario ]os comprara,

siguiente de haberlos adquirido

,

que

á

no ser

asi

mal

de cada esquina encontrara mí liombfe hoy un Düniiiii(piino, mañana un Herrera el viejo, al otro un Correggio, v asi podría comprenderse

sucesivamente añadir que

las

los

que

á la vuelta

mas raros y de mas mérito. Pero debo cuyos nombres aparecen en los cuadros pudieran

obras de los autores pintores

levantar sus cabezas y mirar

lu

que

le?

atribuyen

,

volvoríapse nrecinita<lamente


EL ANTICUARIO.

412 á los

sepulcros por no verse tan atrozmente injuriados y con tanta injusticia

cubiertos

baldón.

tle

Hasta aquí, amigo lector,

pero

justo

encontrarse

algunos

embargo de

estas dos

general,

el tipo

indispensable

é

el

confesar que

es

de juicio claro y

carácter distintivo de

entre

imaginación

de

circunstancias aconléceles

que

lo

despierta;

don Quijote

á

la clase;

suelen

individuos

sus

mas ,

sin

que

se

mostraba cuerdo y sesudo en todo genero de materias, y solo perdia los estribos de la razón cuando se tocaban los puntos de la andante caballeria. Asi los

con juicio (perdóneseme

Anticuartos

discurren atinados en cuanto á

de cosas de

los siglos

la

del entendimiento,

silla

monomanía que por donde

infausta

la

estas palabras)

edad concierne; pero en hablándose

que pasaron bamboléanse en

asómase á su boca y á sus ojos

enlace de

violento

el

nuestra

y

quierii

Jos persigue.

en

Como es posible que si hasta ahora no has tropezado real y verdaderamente el mundo con un Anticuario te halles con él algún dia de manos á boca,

quiero repetirte aquel consejo de que no

de cuanto

y

te

te diga

profese

un

,

odio eterno

,

lo será

duda en nada

repliques ni pongas

le

porque sobre ser esto causa de que

te

tenga por un ignorantón

también de que comience

á revolver papeles,

y te presente testimonios inmensos de escribanos en justificación de sus asertos. Si se trata de unas tablas que dice haber servido de tálamo en la boda de Tctis

y Peleo, y no das entero crédito á sus palabras, sacará un proceso de papel sellado en el que estará escrita la historia mitológica de aquella madera , dando escribano de Zalduendo fé y firmando el testimonio algún Pedro Fernandez ,

(jue

mismo que se las vendió. Esta circunstancia te pone en el caso de poder hacer tal

vez fué

el

del bolsillo del

Anticuario un objeto provechoso de tus especulaciones. Llévale

,

por ejemplo,

un pergamino que haya servido de forro á algún Flos Sanctorun y con que le presentes un certificado que tú mismo puedes hacer, seguro de que el ,

comprador no ha de reparar en

la

forma

de los ejemplares del voto de Santiago

magistralmentc que los agujeros que para sujetarlo

en

la

letra

el

lo

,

tomará por uno

haya adquirido dirá

le

encuadernador hizo en

el

pergamino

plomo que en

para colgar los sellos de

libro sirvieron

al

ni

y después que

,

otro

tiempo atestiguaron su autenticidad.

Algunos Anticuarios hay que

se

dedican á recoger autógrafos de personajes

célebres, y estos son una mina rica y abundante,

cuyo

filón está

siempre

al

alcance de quien aspira á explotarla. Si sabes de alguno que compre este género

puedes llevarle

,

sin riesgo de

que póngala menor duda, un escrito chmo ó

el libro de los Cantares

japonés por

de

,

un papel con notas musulmanes,

taquigráficas por el

Alcorán que escribió

el apóstol

de un mesón por

cuentas del Gran Capitán. Pero para que

uidispensable

semi-prueba

,

las

que acompañe que

si

para

pstos testinionios valen

el

á

los

estos

autógrafos

el libro

de paja y cebada lo

compre

algún testimonio,

es

alguna

vulgo, es decir, para los que no somos anticuarios,

tanto corno las bulas páralos difuntos y las indulgencias


EL ANTICUARIO. para los protestantes artículos de fó

,

,

para un

il3

Anticuario son aquellos documentos otros tantos

de cuya veracidad no es posible dudar.

Para que los lectores de este artículo no crean que no

acabo de esponer retratando positivo

al

Anticuario

que probará no estar recargados

que hasta

el tipo del

del célebre

Anticuario es

Newton en

unos 62,000

la

muy

friolera de

hay verdad en cuanto séame permitido citar aquí un hecho

,

los

colores.

En 161G

(y nótese de paso

antiguo) se vendió en Londres

700

libras

esterlinas

,

un

diente

ó lo que es lo

mismo

á los pocos días se anunciaron en venta como otros 800 dientes que debió tener unas mandíbulas descomunales y una boca con mas andanadas que las de un tiburón; porque no hay que dudar de la certeza de que todos aquellos dientes le habían pertenecido mediante á que rs.

y

del famoso físico

,

cada uno de

ellos llevaba

su testimonio.

Y

la

fama todos aquellos dieptes se vendieron

el

primero.

lo ,

mas estraño aunque no

es

que se^un publica

á tan

subido precio como

Antes de concluir, y en agradecimiento, amigo, benévolo y cachazudo leyente, do haberme seguido hasta aquí quiero darte un consejo que puede servirte de grande utilidad. Si tratas á algún Anticuario puedes llevarle sin temor ninguno á ,

tus visitas y galanteos

que estorbe,

tu

.porque como nunca

falta

compañero, en tanto que tú

por instinto y afición de entretener á

la

te

aliado de una joven una vieja

entretengas con

la

niña, cuidará

anciana, que para él solo hay belleza donde

hay antigiiedad,

MANUEI. D. IKARRAXA.

PjtTBEGA

XI.VIl.


EL APRENDIZ DE LITERATO,

GNoBo carísimos lectores, si tendré la suficiente habilidad para trazar fielmente título tenéis á la

un

tipo

el

tipo

cuyo

cabeza; porque para trazar

se necesita,

no

solo habilidad, sino

cierto descaro, un corazón franco, poco miedo y... no mucha conciencia en mi concepto.

Tener un verdadero conocimiento del tipo

á

del carácter

quien se retrata con

(instrumento

muy

semejante

al

la

pluma

pincel, pues

unas veces saca exacto el parecido que poner abajo retrato de fulano hay y según quien la maneja.) conocerlo, para

como

él,

otras

Tener ese mismo conocimiento de sus costumbres, trages, ocupaciones, etc. etc. porque en estas también si me se tachará de fastidioso y exagerado; Ignoro

dos

faltas es

muy fácil

incurrir por dos razones: la

demasiado exigentes, que todo

y

les fastidia,

una porque hay

ciertos lectores

que en todo encuentran aumento

por exageración. (Suelen ser estos regularmente, los mordidos

el

implacable

escritores poseen con efecto, aunque

aguijón de los escritores) y la otra porque los no todos, estas relevantes cualidades. (Tal vez sea yo de este número.)

Ignoro en difícil

por

fin

,

si

la sencilla

acertaré á llenar todos vuestros dedeos. Este es el punto mas razón que todas las personas no tienen el mismo gusto, ni

mismo modo de pensar; y en esto de llenar todos los deseos debe uno andar con mucho tiento, sobre todo cuando escribe artículos de costumbres, y retrata

el


~^'^S^-_S'^



EL APRENDIZ DE LITERATO. fiel

415

ó infielmente caraotóres, pues á los individuos á quienes toca alguna parle,

suelen llegarles estas descripciones á lo

mas

Para escribir estos retratos se necesita un lean esto creerán que es ni es esa

el

prólogo de

mi intención, ni me

un

vivo del corazón

arte de hacer tipos,

pasado por

lia

y

del

amor propio.

tacto... pero jqué diablos!

los

que

y seguramente que

mientes semejante idea. Dios

las

quiera que yo salga bien librado!... en fin, no sé vida he hecho...

sin

y

si sabré hacer lo que en mi embargo, lectores mios, no abandono por estola empresa.

A pesar de cuanto he hablado tengo para mí que algunos enemigos me acarreará y que muchos me aborrecerán sin conocerme porque las mundo se compone do aduladores, y la restante de personas que gustan ser aduladas; que comen y engordan con la adulación; porque seguramente esta es tan dulce como el caramelo y la verdad franca y pelada, tan amarga aveces como la hiél. Pero tampoco por esto rae desvio de este ligero articulito,

,

tres cuartas partes

de este picaro

,

mis intentos. Por tanto escuchadme con atención que voy á comenzar, sino hablando como un libro, á lo menos como hablan las Entregas de los Españoles.

En la época enque vivimos, e/Joca biñllante, abunda, mas que ninguna

común que en

otra, el

pesar de serla de las revoluciones)

Aprendiz de

literato.

Este se ha hecho tan

En los paseos, en los cafés, en los teatros, (cuando es aprendiz que puede gastar 12 rs. y 8 mrs. en una luneta, ó 6 con 8 ídem en una galería). En fin, es tan general que las dos terceras partes de los

todas partes se halla.

jóvenes del dia cultivan este sublime

A

los

12 anos comienza

el objeto

arte.

de nuestro tipo

(

después de haber aprendido

á leer medianamente, y cuando empieza á escrúñv en falsilla) á dar muestras

de sus disposiciones. Se ocupa en leer

en poner en

la

las poesías

de Zorrilla ó Espronceda, y

cubierta de la Escuela de moral ó del catecismo del abad Fleuri los

modernos y escelentes versos Si este libro se perdiese.

Como suele

suceder, etc.

alterándolos á su

manera y acondicionándolos á su nombre y circunstancias como por ejemplo; Es de Juan Antonio Fernandez que

De afición

veces á

esta

y

quiere para leer.

maneras vá haciendo rápidos progresos y es tanta la poesía que suele quedarse sin comer en la escuela seis

otras varias

que tiene á la

lo

la

,

semana por haber preferido hacer un

ciento de cuartetas á estudiar la

lección de gramática, innecesaria según su sistema. Si el padre del susodicho es

todos los días

y

dirige al

al

un hombre medianamente racional

,

se desazona

recibirlas continuas quejas del maestro por su desaplicación,

muchacho

justas reprensiones;

gl castigo ni las araoncstíicioncs

pero este no hace caso de

ellas,

y ni

son suíicicntes á hacerle desviar ni un ápice de


EL APRENDIZ DE LITERATO.

416 la

senda que con tanto entusiasmo ha elegido:

su padre cuando este

— Papá

único que suele responder á

lo

hace dulces reflexiones,

le

es:

yo he nacido para poeta y no sé por qué quiere usted contrariar mis inclinaciones. Inútil es, pues, que yo estudie, porque para ser poeta ó literato ,

(que según

demás

lo

una misma cosa) no

él es

es necesario estudiar. El poeta nace

y

es cuento.

El padre suele responder á esto asentando

pun

la

ta

de su bota en las nalgas

cuando menos dándole un fuerte pescozón. Pero cuando es un padre (que como hay muchos) tiene sus cinco sentidos en su hijo único,

del precoz aprendiz, ó

y no

tiene todo lo de

e\

Salomón,

se regocija

Petrarca: accede alas sviplicas de su hijo,

en

el

y

una décima ó un romance, y

hijo hilando

muy

cual ha hecho

se le cae la baba al contemplar á su

le

sabio que el Tasso ó que

quita del estudio de las matemáticas,

pocos progresos, y

apenas ha cumplido quince años. ¡Entonces

zampa en una oficina cuando el muchacho se encuentra

le

que

Con la pluma en la mano un cigarrito de papel en la boca (para embadurnando papel á troche y moche. Escribe sus versos encasa

en su elemento darse tono) y las horas

mas

cree

le

!

,

que tiene

libres

y aun en

,

la oficina

suele hacer alguno que otro en los

ratos de descanso. Hasta esta época de su vida sus composiciones son dedicadas

á su papá en susdias

mamá

á su

,

de su edad á quienes hace

idem, y todo

lo

demás

unas cuantas chicuelas

á

amor. Pero ya van pasando dias y dias y su ambición vá aumentándose con la edad. Ya no se limita á componer décimas á su de gloria

papá, ni cuartetas para con

mismo

el

objeto

el

las nuvia>i, ni otros

todos los que

á

varios versos que hacia anteriormente

lo solicitaban.

Ahora

las orientales

y

los

sonetos sustituían alas décimas y las cuartetas, y ansiaba ya ver su nombre en letras de molde. Tiene por fin una ocasión de insertar una composición suya en

un

y entonces su

periódico

satisfacción no

publicación no duerme de impaciencia.

para que

le

don un ejemplar

Corre con

tarde.

para á cada

remira cien

cama

periódico en

la

momento y lo lee. Vá veces su nombre para

todas sus letras la

el

porque

,

,

y por

el

limites. fin

La víspera de su

y vuela

,

repartidor lo lleva

á

á la

imprenta

su casa demasiado

mano y conduciéndolo como en

triunfo.

Se

repitiéndolo por la calle de memoria. Mira

cerciorarse

si

está

llega á su casa. Si sus

fin

para

los despierta

tiene

Amanece por

completo y

si

y

tiene cabale?

amados papas están todavía en

enseñarlos su primera producción impresa, y grita

lleno de júbilo:

— Sí, letras...

míralo bien

Sus amados papas

—Vas

á ser

en

si

letras de

molde

y mi nombre con todas sus

lo leerá, etc., etc., etc.

lo leen

un gran

— Ya verán Vds. con Bretón de

está

,

mundo

y todo el

también y

le

toman

la

cara sonriendo sg,

poeta, le dicen.

me hago

los Herreros,

célebre.

¿Y sabes papá que ya tengo relaciones

y que ya he hablado un

ratito

con Ventura de

la

Vega?

Si? rae alegro, hijo mió; esos distinguidos literatos, te

Así se va pasando

el

tiempo y con

él

los

pondrán en carrera.

años de nuestro Aprendiz. Cada


EL APRENDIZ DE LITERATO. dia

417

que pasa crece su entusiasmo poético y su ambicien. Cambia de aspecto, de y aun de figura. Su aspecto antes natural,

trage, de costumbres, de carácter

risueño y nada chocante, ahora es un tanto feroz, triste y original: su trage antes

compone de un jaique puesto á la negligé un pantalón ancho puesto con mucho descuido, sin tirantes y

sencillo pero bien ordenado, ahora se sin abotonar; de

cintura por

sujeto á su

un voluminoso cordón de seda que remata en dos un nudo flojo y mal hecho dejando tremolar sus

colosales borlas; la corbata con

puntas como

,

bandera del congreso de diputados; y últimamente, unas largas y descuidadas melenas que ondean también á manera del pabellón nacional. Sus la

costumbres antes diabólicas y amuchachadas, ahora son austeras. Su carácter como el ruiseñor en la primavera, ahora es áspero, desabrido

antes dulce y alegre

y melancólico. Siempre con vez para dirigirlos

al cielo.

en

clavados

los ojos

Siempre con

tierra,

moviéndolos alguna

dedo índice sobre

el

la frente:

siempre

marchando con desigualdad y desconcierto. Por último, he dicho que hasta Su figura era diferente, porque antes era grueso, colorado y rollizo, y ahora es seco, pálido y lánguido como la flor marchita por el impúdico rocío de un perro atrevido

c insolente.

gitanos).

Su

muy

Todo

y desgalichamiento (como dicen los suele sin embargo ser...

es languidez

figura afectada para parecer interesante,

tirana.

Ya

se Va

acostumbrando mi i4/)rencZt2 á ver publicadas sus composiciones,

porque como todo

se

imprime se imprimen también

individuo. Si va por

la calle

contoneándose,

los versos

de este interesante

con

pensativo y

los

bajos

ojos

como ya hemos dicho, dándose toda la importancia susceptible de un si encuentra un amigo que le para para hablarle le responde con aire tónico. Chico, no puedo detenerme, pues hoy tengo que hacer mas que nunca.

poeta,

y

A

Dios.

=— Pero escucha, tanta prisa tienes?

—Mucha.

'

—A

que hora estás en casa?

—Es muy dias tengo

difícil

encontrarme en

de Gai'cia Gutiérrez, á hacer una Zarate que

ella.

que corretear todo Madrid:

me

visita,

aprecia en estremo...

.

mayor

Figúrate que la

á la oficina, á la

ó bien á

parte de los

redacción del S

Harcembusch,

á casa

ó bien á Gil

y luego esta noche voy á ver que

tal

y

es la

comedia de mi amigo Asquerino.

—Hombre,

sabes que ese Asquerino es

muchacho que

lo

entiende? Tiene

gran disposición.

—Cá!

nada de eso. ...todo es

—Ya

nos veremos por ahí.

—Sí,

ves á buscarme á

Aquí

superficial.

Conque

la oficina.

se separan los dos amigos: el urtd ct^evendo

mas que Martínez de

la

á Dios.

Ro«a, y

el otro

que nuestro Aprendiz sabe

por su parle creyéndolo también á

mismo. El Aprendiz de literato suele aborrecer por

lo

común

á lodos sus colegas,


^18

EL APRENDIZ DE LITERATO.

los desprecia

porque los cree pujmcos á su lado; asi es que cuando lee alguna composición ó ve alguna comedia de los demás dice como de Asquerino:

—Qué

cosa tan malal... cuántos defectosl... y todo

este

mera

talento es

superficialidad.

Ya buen

dice que no

castellano;

hay poesía en

las obras

que

él

no hace

;

ya que no tienen

que si se le manda conjugar un verbo ó declinar y una palabra, ó decir cuántas son las partes de la oración, seguramente que se queda atollado como las ruedas de un carro cuando atraviesan un lodazal; y sin

embargo de

es de advertir

esto es indecible su

amor propio.

Pero cuanto llevamos aquí referido no es nada en comparación de lo que queda por referir. La penúltima época de su carrera poética es la mas digna de atención. trágico

Como que por

lo

regular

al

Aprendiz de

y sublime, y muy pocas veces por

da

literato le

lo jocoso.

Guando

el fuerte

por

lo

llega á esta época,

el Aprendiz de literato ya no se tiene sino por muy maestro, y se lanza á una nueva empresa. ¿Pero qué empresa creen Vds., carísimos lectores, que acomete nuestro orgulloso pdadin poético? Ya lo habrán Vds. adivinado sin duda alguna;

pero

lo diré sin

embargo. Este genio intrépido, genio que todo

reparar en pelillos tiene

;

lo allana

sin

va á componer una tragedia. Pero no crean Vds. que su obra

un argumento

sencillo y de fácil desenlace. No; elige el que le parece de mas espectáculo. Regularmente supono la acción en tiempo de los moros. Emprende una verdadera tragedia de tramoya. Cinco actos y dos ó tres docenas

de interlocutores (sin contar moros, cristianos, guerreros, pueblo, cortesanos, esbirros, verdugos, etc. etc. etc). Pero nncslro Aprendiz tiene tanta vena, tanta facilidad de

de

moda

la

componer que en

seis días

precede de un largo é

coge con entusiasmo y

conduce

la

concluye su tragedia, que para hacerla

interesante prólogo. al teatro del

Una vez

concluida

la

Príncipe sin consultar con nadie;

entrégasela al empresario del teatro, mediando regularmente y sobre poco menos entre ambos el diálogo siguiente:

mas

ó

— Beso á V. —Para

mano.

la

servir á V.

'—Vengo á dar

á V. esta

tragedia por

si

le

parece que podrá ponerse en

escena.

—Hombre una

—Y qué quiere

Y

tragedia!

V?...

tan joven...

Hace uno todo

mucho emprender

lo posible

es.

por adelantar... por adquirir

reputación.

—Está

bien, (luego

examinando

próiogol Esto debe ser eterno....

—Mucho espectáculo sobre —Bien.... en

principios del

fin,

allá

cubierta)

Cinco actos y precedida de un prosa....

todo.... pero ofrece bastante interés....

veremos.' Se leerá y.... puede V. pasarse por

nqlií

á

mes que viene.

—Está muy bien; beso — Beso

la

y luego en verso y

á

V.

la

mano.

á V. la suya.

Y aquí nuestro

Aprendiz

sale de la casa

y

se dirige ú la

suya mtiy satisfecho.


M9

EL APRENDIZ DE LITERATO. Dá cuenta

á sus papas del paso

complacidos

En

al

en

está

levanta

el

teatro

mas sino que su tragedia le desvela indeciblemente hace un siglo. Ya se le figura ver anunciada su epíteto de original de un joven de corta edad; ya

se le el

ocupando con su

que desde

Que

aprobación.

muy

literarias.

último no diré

telón y

el

y

muestran

estos se

pensar que su hijo puede hacerse célebre con sus obras

al

cuanto

y que cada día que pasa obra en los carteles con que

que acaba de dar,

acaba

se

familia

un palco principal, ya que

prólogo entre bravos

el

y palmadas, y que corre

presuroso entre bastidores á conversar con los actores, causando admiración envidia.

á tal ó cual escena los espectadores aplauden

Que

informados de quien es miradas; y en

de

¡el

autor!

fin

y

el

la

tragedia entre aclamaciones, aplausos

el

folio

para

imaginación del Aprendiij, que repite hasta en

como

el

muchas

joyas para arrojárselas á la escena. Estas y otras

fuesen á citar no bastaría un volumen en la

y voces

coronas y ramilletes de punto de desprenderse las señoras sus arrojan

las tablas le

entusiasmo hasta

y

con entusiasmo, é

hacia el palco sus satisfactorias

autor todos dirigen

que concluye

y que saliendo á

flores, llegando

alhajas

el

se

principio el público empieza á dar muestras de

el

ello)

la

ideas (que

si

se

agitan constantemente

cama algún

trozo favorito,

que sigue» de su admirable obra dramática. tJn tiro de caballos te presento t)é lo

mejor, señor, que se conoce-

Gran Solimán, admítelos contento

Que son de

ayudarán

Ellos te

De

tu

casta rápida y veloce. (1] al

escarmiento

enemigo bárbaro y feroce, le traerás como Ecce-homo

Al cual

y amarrado sobre el lomo. las mas hermosas de su colosal tragedia, se deja mas castizo y la gramática mas refinada; y su autor ansia

Sujeto

En

esta octava real,

traslucir el castellano oiría

una de

de boca del actor con toda

Llega por

fin el dia

la

que tiene

energía de que es susceptible.

escuchar su sentencia, y después

fijado para

de acicalarse y componerse, parte velozmente á su negocio. Sube la escalera con el corazón palpitante y el alma en un hilo; llama, entra y saluda á su juez

con afectación.

—Amigo

mió, (le dice

este

meneando

cabeza) su obra de V.

la

ha sido

altamente desaprobada.

—¡Altamente dcsaprobadal la

muerte j

Y

dice

el

joven con balbuciente voz, y pálido como

cómo?...

«—Es muy

inverosímil..,,

«—Pues

lenguaje esta lodo sembrado de

el

-"9í, tendrá todo

Es tan aficion;itIo (1) todos sus versos.

lo

ú

y luego tiene un lenguaje;

que V. quiera; pero

estas licencia»

floi'es

el

¡.ll!

retariüas....

Voto de los inteligentes. 4..

poéticas, que

las

iIcEnicnuza

con

jirofusion

en


420

EL APRENDIZ DE LITERATO.

— Oh! Yo vez

En

—Ah,

lo

puesto que ese es

fin,

es

un género particular y tal su parecer no liay mas que conformarse. sucede muy frecuentemente aun á los mas

respeto mucho. Pero es una obra de

claro;

y que esto

esperimentados literatos. Por lo tanto no hay que desanimarse. Ahí tiene V. su original.

— Pues señor, gracias por molestia. —No hay de qué; nuestra obligación. la

es

—A la

orden de V.

'

^^Páselo V. bien, caballerito.

Y que

el

mismo que

sm

dias atrás llevaba

en

la

mano con

aire

de triunfo

obra

mohíno, cabizbajo y pensativo.jSin embargo, los movimientos que le agitan son movimientos de rabia de furor y de despecho; porque no solo no conoce el poco mérito de su obra, sino que cree que los que se la han reprochado han obrado asi por ignorancia por envidia; él creia

igual, sale de la casa

,

y

últimamente nuestro aprendiz está íntimamente persuadido que su tragedia vale mas aún que el Pelarjo de Quintana. Así es que á los mismos á quienes antes había dicho:

—Tengo una

vayas á verla, ahora

Ni hay

en

tragedia dada

les dice.

la

desempeñen, ni

suficiente talento para darla la cali^cacian la

ya

daré billetes para que

te

—Chicos, no me preguntéis nada sobre

Madrid cómicos que

Esta es

al teatro;

que

le

los

este asunto.

día tienen

literatos del

el

corresponde.

opinión del Aprendiz de literato en semejantes casos. Jamás conocd

sus yerros, jamás sus defectos, y cree, que lo que varios hombres sensatos le dicen relativo á que sin el estudio nada se consigue , es una solemne necedad,

porque

los poetas cuando vienen al mundo vienen ya estudiados y poseídos de que llaman uewa, y en disposición de componer un poema épico. El que nace con esta necia y ridicula vanidad, la conserva por desgracia hasta la muerte!, lo

y

así

abundan tanto

oficiales sin

saber

la

Aprendices de

los

literato,

gramática castellana

,

de las palabras del diccionario de la lengua de mala muerte que se imprimen porque todo

En suma,

Aprendiz de

el

literato es la

y hay tantos que se dan ya por

ni el significado de la vigésima parte ,

porque componen cuatro versos se

imprime.

plaga de España en

época en que

la

vivimos, y que contribuye no poco á que se vea tan ajada y marchita la literatura española.

¿Y

en qué acaba

acaso que

el

tiempo

el le

continuos desengaños,

Aprendiz de

literato'!.,

hace ducho? Nó; al

ni ha nacido para poeta

,

¿Alguno de mis

tiempo

lectores se íigurá

que hace es darle

á probar

cabo de los cuales se convence (no siempre)

de que

el

lo

ni ha estudiado para literato. Si se convence de esto

abandona

el arte sublime que tan fácil le pareció en otro tiempo y oculta lodo que hubo una época en que hizo versos contando las sílabas por los dedos ó medidos con la vara para este efecto viviendo como puede es decir. ,

lo posible

;

Sin (i

qué cuando

ser

literaio

arfépeiilidoí

le falla se

le

pase ni remotamente por

ó poeta para ganar con

;

la

imaginación

que mantenerse. Esto hace

el

el

volver

Aprendiz


42l

EL APRENDIZ DE LITERATO. Si por el contrario

no

convence

se arrepiente ni se

(á pesar de los mortales

y

repetidos golpes que ha sufrido) de su poca inteligencia, ó por mejor decir, de que

no sabe una palabra de nada de

las

viéndose ya sin recursos para vivir y maltratado

,

musas, denigra á estas hasta

punto de dar á vender á dos cuartos sus

el

dulces y celestiales inspiraciones, empleadas en tiernisimos trovos nuevos para

comunmente se dividen en primera un galán á su dama y la espuesta

cantarlos con acompahamienlo de vihuela. Estos

y segunda que

le

en coro

parte ó sea finísimas quejas de

ella

si

;

teniendo ademas su correspondiente

se quiere.

En cuanto

e stribillo

armonia de

á la

que puede cantarse

,

los versos

no hay nada que

decir; y para que Vds., carísimos lectores, se convenzan de que seria poco todo elogio, ahí vá para concluir, una parte aunque pequeña, de los trotíosqne

ha concluido hace unos dias á dos cuartos] pero

y estentóreos

Aprendiz para que se impriman y vendan

cierto

como aun no han

visto la luz pública, ni oido

gritos de los hónralos ciegos madrileños

,

lo<;

penetrantes

se lo ofrezco de todo

corazón á mis lectores como una verdadera novedad.

Hermosa del alma raia Dueño de mi corazón

,

,

Junto á mi eres agua

Y yo encendido

fría

carbón.

Ven para que

se

apague!

Tanta candela

Por que

el

Poca agua

Un Que

rio

tronco de cuerpo tienes

deja por

Por

sonante

lleva.

rendido;

de amores perdido

Guando

vas y

te

te

vienes

Tienes cada carrillo

Como una bomba De

aquellas que cayeron

En

Barcelona.

Dicen que Medusa tiene Serpientes y no cabellos;

Y

á

De

tus ojos los destellos.

mí me roen

Quítame

Que por

la

el

alma

cadena

arrastro

Para que á

Pegando un

me

llegue

salto.

Estos magníficos y armoniosos fragmentos acabarán de dar á conocer á mis

que vale el Aprendiz de literato, y conocerán también que su fama no debe quedar oscurecida; todo lo contrario, debe pasar á la posteridad, para

lectores todo lo

que

los

Aprendices futuros tomen ejemplo de

KNTRKGA

XLVlII.

los presentes,

y

las

generaciones se V8


,

EL APRENDIZ DE LITERATO.

422 trasmitan unasá otras

para los trobos

,

la

vena

subliine, el gusto poético

y

las

diñnas

inspiraciones

por todos los siglos de los siglos.

Alguno habrá que

y conociéndome,

dirá

leerla firma de este insulso

al

no

sin algún

y mal pergeñado

artículo,

fundamento, que yo también soy Aprendiz

de literato; pero debo advertirle, después de darle la razón, que hay dos clases de aprendices

me

la

:

una

que acabo de bosquejar, y la porque habria mucho que decir sobre

la

callo,

poca mi modestia

es la

si

otra el

,

á la cual pertenezco,

particular;

y

seria

muy

después de haber fastidiado tanto á mis lectores con la

poquísima gracia de mi artículo

me

espusiera de nuevo

á hacer

un mal

retrato

delsegundo Aprendiz de

LUIS

literato:,

LOMA Y CORRAS!.




EL COI^THABANDlSrA.

v^^ARGA pesada se echa sobre sus hombros quien Intente

pintar

pero

un

al

tipo tan general, tan diverso, tan multiforme,

mismo tiempo

tan profundamente original

nombre vá

aquel cuyo

al frente

como

do este artículo. Por

obra sería enteramente imposible si se hubiesen de representar las diferentes variedades del Contrabandista español, y hacer mención de todos

de contado que

los hábitos,

la

mañas, arterías con que se sustenta y vive hacienda pública y del comercio de buena

á costa de la fé.

El contrabando se propaga tan maravillosamente en

nuestrosuelo,'gracias acierto abono que llaman Arancel

de una virtud sin igual, que

historia de toda nuestra administración pública

Y hace

el

esplicar

ramo de las rentas públicas.

unopor uno

el

¿A

y privada, de

,

marcha y

si

hubiésemos de

Contrabandista-einbajadür,

Contrabandista-escribano

el

todo cuanto se dice

dónde iríamos á parar

Conlrahandísta'ministro, el

Contrabandista-intendente

describir la

progresos deesta planta indígena, seria retratar la

los

,

c\

el Contrabandista-oficial

de rentas, el Contrabandista-general, el Contrabandista-carabinero y los otros individuos de este nuevo género del reino vegetal que se le escapó á Linneo, y que

merece sin embargo llamar tanto pues á reducir concretémonos

la

cuestión á

atención de los hacendistas botánicos?

de proporcionarla á

especialmente á describir

Contrabandista español, andaluz.

íin

la

el del

uno de

Vamos

nuestras débiles fuerzas, los tipos

Contrabandista por escelencia,

el

principales

y

del

del Contrabandista


-

"

''^'*

EL CONTRABANDISTA.

couXTLtZ,

'

L'T' T„r r ?

cuando t^re

s

'"dos saben

,

'

y

se le

si

es defraudar la

'''""*"' El Contrabandista ''"" "'""'''' "' "'° ^^

"""" "^

InT

^»™»

'"'

,"''''

bueTpdrevafel

Valiente

"" "^""P"'» -^"'o P«ede

''V"'"

presenta „„, buena

Haciendapública

""'" -''iueledi,.i„g„..

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'

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^'Hiciones, nunca escapea el uga:áTslTiIer™"'°r"r ''''''"'' ''=' ''^"° '«°" «" condición, en fin, e, uÍ" ,"0^0 a d!7 f '"''' "" """"'"^ " ™='°=™' '^^ '- "'» enconíridas ;::::bret. ^ dinero para

^T

"'°'" -'°'^

gé„e^o!7::tttnre:r"r'"""' ^^° """"" ""'"''"' »1

raismoeierdcio

elr

sin

gana

ni

o

1

»::„?

.,"!

V

^TT'"? "

^rntna X,"10,1^^

fuera á los almacenes

hablam„,.E„drs;u

-yor

Loen d de

ten!:::

i

contrabando nue se Inlrnl

fabricante es capitalista

al

alómenos

.

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''''"'' >' "cisitudes de un ''"''^^*" Perfectamente esplicadas

"'"

preV^Lrr'r''™"^""^ <'« ™ f'" n\s e rl;:: T""»''«"^^ "'"'"' "'

que

abio o'!

contrabando, aris

''''

''"''^^°^™°' >>"

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Wespedesde C„m rTÍl' J Contrabandista e por el Contrabandista

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^ -'--'contrabandista de que : ::;; "'"'''*''"•"' '''^^"

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el

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°'^'" '°^ ""^Í"^^^:„" emprender una operación del oficio,

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de la'nac enda'

'-s individuos del

"'"" """bo, consagrado,

's

r''"

de nuestro bonrado defraudador

I

pueda poner impeliré ""^ ""'^'' " "vi ^e" -«"'Lid"" '7'"'t "" '™- ®'''"'*'' documentos son siemnre un embl 1"" e^'os '"' ^''""°' hombres de bie: coñTo „ ^ '""' ?"""''=' P»™ lo» "'' '' P"*"^'"" «"^ ""«^'™ '"'>'l>«Claro esténu'e "^ ,

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sabe

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,

a::::!

Vrtrrr ^ I„ parte ^ LZ^.^ ^n^ZZ" J::":'"»-"--,-"^ '°^' Gibraltar

co^o

lo

centro

son San Roque

,

1

s

Barras 6

Ali

""."r

' "'' muy bien com'o c'om;!:::!? En esto de buenos servidores no hay

sabri

"™

gobierno en

"

""' ='"

la tierra

'»

^"''^'-^''

"'"'^""^ """'"''*'

""^^'™

>«-

que pueda hablar


EL CONTRABANDISTA. mejor que

nuestro. Los del campo de

el

razones. Otros

pondrian

tal

que

ilustrados sobre sus verdaderos deberes,

menos

es tuviesen

las ventajas del

cualquiera forma

;

pero ellos conocen demasiado bien

comercio para no desear que se haga ,

y maldito

el

mayor

que encontrarán en

reparo

el

posible bajo

facilitar

pase

el

mediante veinte y ocho, treinta y seis á cuarenta reales vellón, seguu distancia que medie del pueblo del Contrabandista á la línea del campo de

necesario

,

,

,

mas para

Gibraltar,

Es muy

indicados.

público redúcense cualquiera de estas cantidades

el tesoro

marca en

á cuatro reales, y se le

pasa

la licencia

á

los

banqueta con su papeleta en

la

como vecino de uno de

los tres

puntos

justo que la Hacienda pague lo que va á ganar con la ocasión

que proporciona. Gracias pues

á

que á

vez dificultades á que pasase á aquella plaza una persona

ciencia cierta saben que es Contrabandista

la

V2S

Gibraltar son un modelo por todas

empleados del Campo,

el bolsillo

,

recorre el

el

Contrabandista

campo

neutral y llega

y de estase presenta en la casilla de los inspectores, donde agentes de todos los almacenes dispuestos siempre á salir fiadores

la línea inglesa

nunca

faltan

de cuantos llevan negocio de contrabando,

le

facilitan

por

fin la

entrada en

Gibraltar.

Quien deseare ver la imagen exacta del enredo y del tumulto mercantiles, no tiene mas que dirigirse á aquella ciudad. Gibraltar es una pequeña Babel donde se hablan cien lenguas diferentes para engañarse de cien maneras distintas, "i a se vé á este es

un judio queriendo embaucar á un cristiano y encontrándose con que en sus tratos mas hebreo que Moisés, ya se observa á un tendero charlatán ,

haciendo

esfuerzos

inauditos por vender una pieza de percal

comprador consentir en crédito

ora

;

se

averiado

,

y

al

poder después llevarle media tienda ú

recibirla para

oye á un ingles avinagrado maldecir de

la

España y de

los

españoles, y no conoce sin embargo otra moneda mas agradable á sus ojos,

que

peluconas, y

las

los

duros columnarios

;

ora se advierte á

un genovés

asqueroso y mugriento que viene á ofrecer cien quintales de tabaco labrado, y otro tanto en mazorcas, ólechugas; aquí otro que tiene veinte pipas de Virginia,

y

mil corachines que á pesar de estar podridos los propone

buena calidad. En medio de

esta

barabúnda anda

el

como

frescos,

y de

Contrabandista entretenido

varios dias en sus compras hasta que hace sus cargas

,

muchas veces entre

los

improperios de los judíos, y mercachifles á que se contenta replicar con unas cuantas tremendas y baladronadas como quien dijera si te pillara en España.,,, ,

esto divierte á los espectadores

ocasión sus valentías

uso de

Ya

,

lo

,

pues en este

sitio

cuesta

muy

caro

el

hacer

menor

el

ellas.

y solo faltan que comprar las frioleras amigos que pudieran hacer mucho daño y que

está corriente por último el avío

de encargo para cumplir con

no

y mi buen Contrabandista reserva para mejor

los

hacen. Aquí se presenta

,

la

segunda operación del contrabando;

interviene un nuevo personaje que se

que por

la

temerón

,

naturaleza

de sus

,

le

funciones tiene

á

esta

nombre de corredor, y que ser al mismo tiempo un

conoce por

el

un perdona-vidas y un hombre de confianza. Para llegará

esta dignidad


m

ai CONTRABANDISTA,

es preciso haber hecho algunas hazañas en España

ejemplo

,

no importa ni

la

que sean muchas, y esto

ni el motivo por

manera

que garantiza poner en

bajo su responsabilidad, pagándosele en premio un

cada carga

,

según

ha concluido

su casa á esperar

la

riesgo

ol

y

allí el

,

lo esencial es

el

parage que so

el

tanto

mas

ó

le

designe

menos sabido por

valor corriente de los seguros

misión de nuestro viagero en Gibrallar, y dá

tiene aviso de nuestro

muertes por

tres ó cuatro

de recomendación para entregarle doscientas ó

le sirve

trescientas cargas de géneros

esto

,

que se hicieron

y la

fletes.

resultado de sus negocios, déla cual salo tan luego

nuevo personaje,

¿Tendremos necesidad de

Con

vuelta para

como

es decir del corredor.

decir que hace

este viaje

con

la

misma

felicidad

primero y sin encontrar mas tropiezos en el camino ? Sale por la puerta misma que entró; llega al pueblo de la linea para donde llevaba el pasaporte;

que

el

que le presentara en todos los pueblos donde pernoctase pero no en ninguno de los 15 ó 20 dias que permaneció en Gibraltar, hecho habiéndolo aqui algún embarazo, si alguna gratificacioncilla no lo de venirle pudiera este prevenia

,

al respaldo. «Ha permanecido y sale para....» Con tiene buen cuidado de sacar dimes y diretes ademas el objeto de ahorrarse de carabineros que de destacamentos uno los un par de pesetas en cada

allanase todo

poniéndosele

,

encuentra

al

paso,

y que no le piden

el

pasaporte porque saben de donde viene.

Por la propia razón no le registran las alforjas ni el aparejo del caballo, cortesía que no deja nunca de ser pagada con unos cuantos putos de superior calidad. De este modo acaba de recorrer toda la costa hasta que llegado al pueblo de su ,

vecindad aguarda tranquilamente

resultado de su negocio bebiendo,

el

fumando

parte una vida sosegada y tranquila. ¿Qué y jugando, pero haciendo por otra es lo que podría temer en efecto? ¿La pérdida de sus cargas? Pero estas las tiene

aseguradas hasta ponérselas en peligro,

Que

el

con

la

mayores son

cargadero

y

,

el

si

hasta su venta corren algún

fabricante ó sobre el armador.

uno pudiera conjurar una crisis comercial ó el otro un viajo misma facilidad que el Contrabandista los quebrantos de su

veríamos para

el

que pesan sobre

los riesgos

ellos

si

ambos no

se considerarían

,

no todos

los obstáculos se

perdido oficio,

parecen á

la vigilancia

de un comandante

de carabineros, que teniondo'una inclinación admirable para dormirse de la plata, hace la posición del

productor del género

ventajosa que la de todos los productores de

Mientras que

el

y

completamente dichosos. Desgraciadamente

al

ruido

«contrabando» mas

la tierra.

afortunado comisionista descansa de sus fatigas entreteniéndose

en calcular sus ganancias entra en juego

la

plebe de los contrabandistas

,

los

mas directamente á crear el producto, y que llevando peso del trabajo se lleva sin embargo la peor parte del beneficio,

obreros que concurren

sobre

cuando

todo

el

las cárceles ó los presidios le

pantomímica escaramuza no los

le

dejan libres, ó alguna escarriada bala de

como hemos dicho, Cuando están de huelga y en espera de

saca de esta vida. Estos son

contrabandistas mas interesantes.

alguna espedicion, pasan ordinariamente su vida en faltan sílfides de navaja

en pecho.

)

la

taberna, (donde nunca

Al apuntar alguna carta

,

bien á

la

banca,


EL CONTRABANDISTA, ó cañé, dicenuda peesta rapo estajá que ,

dun-divbh) ayestd:

trinqitolu

427

terela los sacáis

sume y apande losjayes en

mas

el

ocluyes que la májari

foso;

ay saré caracatané

díñeme un chupendo y vamos á vever. De esta inocente diversión se pasa después á otras no menos inocentes, teniendo ya los estómagos bien reforzados de ,

sendos vasos de vino, dirigiéndose mutuamente chocarreras

,

mas veces

las

chistosas en

que

espresiones ya picantes, ya

carácter andaluz

el

abunda

como

,

asimismo de pendenciero, jactancioso y charlatán; pero siempre vivo y alegre, lo cual le hace resaltar notablemente. A cada instante parece que se van á echar fuera las tripas, y en el momento todo se vuelve humo, hojarasca

y

palabrería. Esta existencia dura hasta tanto

pronto en

en cuya época cada cual

la costa,

como pasan

á salir. Véase

Dejemos hacer llegar

se

se recibe aviso de estar el alijo

pone en movimiento y

se prepara

las cosas.

corredor de los contrabandistas

al

encargado

en Gibraltar de

cargas á su destino. Este hombre, después de haber formado

las

su cálculo bajo

que

la

base de diez cargas mas ó menos

destinados á este tráfico, y

le fleta

busca uno de

,

buques

los

de su cuenta. Estos buques no faltan nunca

en aquella plaza, pues hay muchos que no hacen otra clase de viages. Antes y á su oportuno tiempo ha cuidado ya de mandar un pliego cerrado ganando horas

comandante de

al

negocio, diciéndole el dia

y

carabineros, del punto en que se ha de hacer sitio del alijo,

y con

la

el

contestación que gracias á

lo

estipulado del tanto por carga, raras veces deja de ser favorable, es decir, que

responde no encuentra inconveniente en dejar obrar en paz, con cuya noticia mi buen corredor empieza la operación de su embarque, y se preparan con anticipación los porteros,

nombre que

las cargas á la parada, así el

como

rebalage los tercios á hombros

se

da á

los cargueros, ,

los

que con sus bestias conducen

que son

los

que conducen desde

hasta el cargadero.

El dia del desembarque se observa un movimiento estraordinario en •pueblo interesado; en todo el dia no se

ven mas que grupos de hombres

el

á caballo,

que de diferentes puntos llegan, y que todos se dirigen á un lugar determinado donde se reúnen alas inmediatas órdenes del corredor ó de uno que hace cabeza entre ellos.

Esta reunión se llama

aguardo. Luego que llega

el

el

momento

comandante de carabineros pasa aviso al de los contrabandistas, jefes de acuerdo, dan principio ásus respectivas maniobras. El ambos puestos y primero empieza demostrando su fidelidad al gobierno á quien sirve, mandando crítico, el

su gente á

segundo

un punto opuesto

al frente

la

suya,

la

preciso advertir que hasta este

teatro de las operaciones, mientras

del

guia

al

parage donde ha de arribar

momento

conocimiento de

nadie tiene

que

el

buque. Es

el

él,

fuera

barco y de los dos jefes terrestres. Por fin se advierte en del capitán mar una señal,' y si es la convenida anticipadamente en Gibraltar, todo del

mundo

pone

se

aproximarse principia

el

carabineros

á

ocupar su puesto.

á tierra, alijo.

y

á

pedir

Sanciónale

la

Entonces

principian las

contraseña, y

muchas

veces

la

lanchas

el

el

á

cuando han convenido,

presencia

del

capitán

que concurre acompañado del hombre de su confianza, con

de el


y

EL CONTRABANDISTA.

428

hay una

objeto de contar las cargase inspeccionar de qué son, pues

para

pago, de las que son de tabacos, á las que son

el

totalidad el alijo, el barco se hace á la vela, relira

por

el

con

rebalaje,

podido penetrarse del suceso, para

muerto

ó aquel infeliz,

un

si

dia

comandante de carabineros se

el

algún cabo ó

si

hay algunas

sargento ha cargarle el

resultas,

en aquel negocio inocente. Entretanto nadie fuma ni

respira porque los destacamentos vecinos

haciendo. Para reducir

y

ojbeto de indagar

el

distinción

de ropa: hecho en su

la

no

impongan de

se

lo

que

se está

gente á silencio, no faltan nunca palos, y los gritos del

corredor que recorriendo con

su

caballo la línea, hace las funciones de

un

general en jefe. La maniobra de cargar produce una confusión estraordinaria.

Aquí cae un esconde

caballo,

allí

se levanta

un hombre;

este sitio

Ke introduzca de fuera, pacotilla, ó

y que

favor de

al

En medio

con algún fardo.

Contrabandistas marchan á

oscuridad desaparezca con alguna

la

hace entrega de

se

que hasta aquí responde de cualquiera en este concepto no ha abandonado

el

como

otra

y regresa

los

es

que no

á

la

los

su hacienda,

en

intervención del corredor

ocurrida en

falta

los

comandante de carabineros

una manera ó de pública,

si

y

uno puso

por números ó marcas que cada

Gibraltarpara evitar equivocaciones. Entonces cesa

seguida á pagar su seguro

el dia,

parada, ó punto de entrega donde se hallan ya

la

distinguiéndose las cargas

cuando

una sera de tabaco y

de este desorden viene

dueños del contrabando, y cada cual

los

este abre

que puede; aquel agarra un fardo de géneros y lo hace propio; en falta gente para cargar, en aquel sobra; y suele también haber quien

lo

la

baraúnda del

alijo.

géneros un momento, volviéndose eu

pagó en

lo

playa, que suele suceder

la

es novicio, ó desconlia del corredor; de

cumple religiosamente con su casa donde espera

ios servidores

los avisos

de

la

Hacienda

otros parroquianos

de

que acaba de servir, y marcha de nuevo para Gibraltar

á

emprender

una nueva operación.

Tenemos ya entregados de sus géneros

á

nuestros Contrabandistas, que

hacen su espedicion marchando en carabana nocturna, y haciendo alto de dia en las cortijadas, y muchas veces en los pueblos, para que nadie los vea. Las justicias del tránsito protegen

por el

ello la

con

mayor

celo a los expedicionarios

que pagan

cantidad designada en Arancel; este dinero se reparte entre

el alcalde,

comandante de armas,

si lo

el

hay,

el

estanquero y demás comparsa. Bajo

seguridad prosiguen su camino hasta llegar

al

estgi

vendedero donde termina

la

espedicion.

Las mas veces llegan con toda felicidad y sin encontrar Otras, y son las menos, tienen loque ellos llaman

dan con alguna partida de carabineros ó tropa que no estos casos trabarse el combate; pero

si

y

sembrado de escopetas, sombreros, mantas, salvar,

como

íjue venir á este eslremo.

Gagi

ellos

mas

esté

dicen

salen de huida,

alforjas, ,

el

leve tropiezo.

y

lo

que no es

quedando

otros efectos.

bicho; pero

cuando

es

comprada. Suele en

encuentran resistencia,

frecuente, cortan las sogas, tiran las cargas

en estos casos es

el

un encuentro, que

el

Su

suelo

interés

no siempre tienen

siempre hay composición, y sacrificando uno?


EL CONTRABANDISTA.

499

cuantos duros, y algunos regalillos.... continúan tranquilamente hasta los pueblos de la campiña donde hacen su venta; los

su marcha mismos estanqueros

compran su mercancías para espenderlas de su cuenta, contando con la comandante de carabineros, escribano de rentas, y subalternos

les

tolerancia del

de

ronda establecida en la población. Suponiendo que nuestro Contrabandista haya evitado todos los riesgos, y que, cogido in fraganli, no haya muerto en un 'tiroteo, ó tenido que pur^ar'en una cárcel ó en un presidio el mismo delito que los empleados de Hacienda expían cobrando sueldo del Erario, se encuentra ya libre de zozobras por algunos días, y en esta feliz disposición de ánimo se restituye á su ho-ar la

contento y satisfecho, y bien provisto el bolsillo. No deja en este intermedio de consagrar algunos dias á la vida solaz y festiva; siempre, siempre de buen humor, no hay pueblo en que no haga su pequeña estancia para visitar á su ó querida, mandando de vez en cuando al compadro por una poca de bebía, y cfuedándose entretanto con la comadre.... «So endinote, le dice

m

esta, tioste

malas

real salero, le

que

la

que

paltías,

el

responde

Con

camelo»....

viage

pasao no quisoste paeser poaqui.» «Quitoste sol esas son cluecas que mestaste diñando; ea, ya saboste

,

lo

que se quedan

compadres en una paz octaviana v y pelitos á la mar. .. Se despide mi hombre y hasta otra vuelta. Lo mismo van haciendo por todas partes hasta llegar á su casa, donde guardan la formalidad de un cartujo delante

cuando vuelve

y de sus todo

el

marido se remoja

oro del

mundo.

El Contrabandista hace por lo

que gana, ó

ó lo pierde de

palabra

la

de su mu^er quienes no qucrrian aparecer mal padre ó mal esposo por

hijos, ante

ysinembargode lo

los

,

el

esto lo

gasta en comilonas

una vez

suele decirse entre

común grandes provechos,

muere pobre y miserable, porque al

y borracheras, como

juego, ó se queda

músicos y danzantes.

Fuera del

Contrabandista en comisión de que hablamos al principio, todos los otros hacen en general un^ vida desastrada,

que

los placeres

vienen solo á animar de vez en cuando.

Frecuentemente paran en ladrones ó bandoleros para cuyo ofioioel contrabando es una escelente preparación.

Y los

mientras tanto, los funcionarios civiles y miUtares, comerciantes, los mercaderes, todos cuantos parti-

cipan de los beneficios del Contrabandista, torminnn

tranquilamente su existencia sin azares de la

que

profesión los alcancen

los amenacen nunca v lo nunca. Niniíuno pues mas digno (h

los presidios

casi

compasión, ninguno cuya suerte áehy. inspirar tnnto interés entre todos sin llevar el mismo nombro hacen el oonlrahan^'o.

lo.';

JUASr JC7AIIZZ, ^NTBEfiA %hi\,

k^

qu-


EL DEMANDA O SANTERO.

FixECE este person aje, ente (linario,([ue

,

ó pajarraco estraor-

unos llaman Santero, otros Demanda,

y no pocos Demandador ó Demandante

,

un

tipo

esclusivamente nacional, tan antiguo entre nosotros

como nuestra devoción sufrido en el fondo

supersticiosa; tipo que lia

muy

poca alteración,

á

pesar

de nuestra estupenda y para siempre memorable regeneración social. He pensado pues que su retrato debe ocupar un lugar muy señalado entre los demás retratos de los Españoles contemporáneos, y llevado do esta idea

me he

decidido á bosquejarlo

,

ya que no con absoluta perfección

aj

menos de modo que no sea desconocido ni necesite una csplicacion al pie como advirtiendo á quien corresponda que en esto ios cuadros del pintor Orbaneja , no hay jactancia pues hartas ocasiones me han ido proporcionando en el discurso ,

,

que no es ya corta, oportunos colores, de que tengo asaz bien provista mi paleta. Sé muy bien que este engendro no rae valdrá una comida de cincuenta porque no vivo en platos de tortugas ni una brillante plaza en el Instituto

de mi vida

,

,

,

Londres ni en París, sino acá en el pueblo mantuano donde se obsequia de otro modo á los ingenios. Siempre tendré, no obstante, la inesplicable satisfacción ,




431

EL DEMANDA O SANTERO. de haber seguido

consejo de Confucio: podré decir erexit monumentuní; he

el

contribuido á evitar á las generaciones futuras el trabajo de andarse las

pestañas y devanando los sesos para adivinar las maneras

délos españoles hacia

mitad del

la

para vislumbrar algún tanto

El

Demanda

la

ó Santero es

siglo

XIX,

asi

como

quemando

usos y costumbres

,

alemán Niheburu

el

enmarañada alcurnia de Numa Pompilio.

hoy

lo

que era hace cincuenta

años,

con

muy

pequeñas variaciones. Ha mudado algo de vestido y de lenguaje, pero sus ideas, sus ocupaciones y sus manejos son siempre los mismos, fenómeno que para mi resuelve por los

una antiquísima y larga controversia, dejando burlados á del linaje humano. Desde la mas remota

solo

orgullosos

modernos directores

antigüedad han disputado obstinadamente los del

hombre, sosteniendo unos que

sucesiva hasta

por las

sumo

sobre la perfectibilidad

una escala de perfección

bien, mientras otros se aforran en que díssde

Adán

acá

ha visto dentro del mismo circulo, combatido por su debilidad y pasiones que turban su razón, haciéndole caer en los mas crasos errores.

siempre se

No

el

filósofos

este llegará por

será el

se quiere

le

hombre un animal sin plumas y con dos pies como un gallo, será un pozo de ciencia; ¿pero qué especie de sabiduría es esta, que no

ayuda en esa

perfectibilidad ascendente tan decantada?

Sus costumbres y sus

creencias suelen modificarse alguna vez, tomando nuevas formas; mas en

son siempre las mismas,

Demanda

de

lo

si

le

el

fondo

que es un reciente y vivo ejemplo nuestra

ó Santero.

Cosa es

muy

sabida que toda la España ha estado plagada hasta fines del

último siglo de heraianucos

y Santeros, que por

lo regular

vestían traje frailuno,

con sus barbas postizas, su capuchón, y en la una mano el báculo, llevando en la otra la demanda con la imagen de algún santo milagroso. Con semejante disfraz

andaban por

las

crédula y fanática; con

y

calles él

y

plazas

embaucando

á la

multitud

,

siempre

corrian de pueblo en pueblo aparentando penitencia

contando mil patrañas y comiendo á dos carrillos á costa de/ feliz de estos morlacos llegó á ser envidiada de

mortificación,

prójimo, en términos que la vida

muchos. Tomaban de todo cuanto colectación según las estaciones del

las

les

daban

los

diferentes producciones

año y

la

devotos y devotas, variando

la

y usos de cada provincia, según

especie de patrocinio que prometían en nombre del

celícola.

Mas como nada hay estable en este mundo, cuando menos lo esperaban vino una nube de soldados eslrangeros á turbarles su dicha, porque en las mochilas de aquellas tropas venia envuelto en unas casacas el espíritu de reforma que nos la revolución que tanto nos hace correr. Espantados entonces los

ha regalado

fingidos santuchos,

de camisa como

huyeron de sus ermitas, dejándolas desamparadas; mudaron

las culebras,

sustituyendo

al

saco cada cual

el traje

común de

su respectiva provincia, y se refugiaron á la iglesia, que con su lenidad pasa por lodo. Por eso se les vé ahora casi siempre en olla ó muy cerca, ejerciendo sus ])Uena? mañas.

lín

sus p-jertas

piden para

el

lutolar,

con

lo

que continunii


EL DEMANDA O SANTERO.

432

manteniéndose casi en la misma abundancia consumiendo el tiempo sobrante, como cada hijo de vecino, en sus diversiones y placeres. Es un hecho constante y observación general de todos tiempos que los objetos vistos de lejos imponen, asi como tratados de cerca y habitualmenle llegan hasta á causar menosprecio. Por eso se ha dicho siempre que no hay ,

hombre grande para su ayuda de cámara. De aquí procede que los sacristanes tanta conGanza con los santos que llegan á manejar sus efigies con irreverencia, sucediendo lo mismo al Demanda, el cual se pone en estado de loman

completa incredulidad en cuanto á los milagros de su poderdante, y

pondera y

si

los

á cuantos topa, son de su propia invención para esquilmar al

refiere

público, estafándole bajo

un nombre

sirven para preservar á todos los

y con un

respetable

El Demanda de san Antonio Abad

título piadoso.

distribuye campanillas de metal, que

de

animales

enfermedades. El

distintas

postulante para san Lázaro lleva un remedio eficaz en sus tabletas, haciendo

con

ellas

ruido para ahuyentar los demonios. El que pide para san Blas, á cuya

protección se acojen los que padecen males de garganta, reparte cordones de

seda que han estado

al

ansia las ninfas del trato,

cuerpo. Ellos refieren á

imagen del santo, talismán que buscan con mas propensas á padecer en esa parte de su como vieja rica que vive sola, los muchos casos de otras á

cuello de la

la

([uienes el santo libró de ladrónos

porque eran sus devotas: del

tiene sus caudales espucstos ú los riesgos

mar,

les

al

buques salvados de naufragios y de piratas, porque pertenecían de

la

afección de su tutelar:

sembrados quedaron

al

labrador rico

le

cuentan

el

comerciante que los

muchos

á sugetos

que eran

hablan de

caso del pegujalero cuyos

males temporales, y especialmente de una gran plaga de langosta que asolólos campos inmediatos, dejando intacto el libres

de todos

los

del protegido de aquel otro santo, por lo al

que siempre víó henchidos sus graneros:

víagero le predicen que llegará sano y salvo de toda avería:

al

enfermo

el

mas

y completo restablecimiento: á la jovencilla fortuna en sus amores; y en cada uno lo que mas desea y por lo que se muestra inquieto, para lo cual

|)ronto fin á

procuran tomar noticias exactas anticipadamente. Esta? promesas, apoyadas en ejemplos milagrosos, llevan siempre

no sean escasos en

Hoy

si

porque

la

la

condición implícita de que los agraciados

limosna que por este medio recogían antes á manos llenas.

vale decir verdad,

como no

las ideas religiosas se

es tan grande el

han depurado

número de

del grosero

los crédulos,

fanatismo en que las

envolvióla ignorancia, han disminuido las utilidades de estos espertes truchimanes.

Empero

si

se quiere saber lo

ilustración, Santeros del mediodía,

.lermoso cielo

que son en

y Demandantes,

el día

y especialmente en las alegres poblaciones de Andalucía, bajo cuyo ponen en juego esos camanduleros todos los ardides de una

imaginación risueña para estimular á un pueblo «villano,

á pesar de esa tan decantada

es preciso fijar la atención en las provincias

voy pues

á

dar todas las noticias,

y

fácil á

entusiasmarse. Andaluz

y

á referir las anécdotas que recogí en

mi mocedad y he conservado en mis cartapacios, del modus vivendi de esta casta .]">

gente en aquella antigua capital de la Bética, llamada por antonomasia pueblp


EL DEMANDA O SANTERO. Mariano, á causa de su devoción á celestial.

mas recientes que

las

de

todos los santos

virgen y á

la

Por aditamento daré también

433

rae

la corte

acaba de

facilitar

un amigo, de cuya veracidad no puedo dudar.

Una

tarde de san Juan, ya a punto de ponerse el sol, cuando se acercaba la

hora en que las amables sevillanas reunidas en

la

Alameda

predilecto,

cuya descripción tan bien ha sabido hacer

entregaban

al

donoso chichisveo que llaman pelar

algunos salen completamente pelados de la

paseo entonces

duque de Rivas,

se

pava, sin duda porque

amorosas contiendas,

me

dirigía á

velada deseoso de meter también mi cuarto á espadas, soltando algún requiebro

á mis

paisanas, porque

entonces en mis venas

apagar la

las

la

vieja,

el

la

el

mas rigurosa

si

he sido algo afilosofado desde joven,

bien

filosofía.

Una voz enronquecida, que

confusa algazara de los vendedores,

me

paseo.

un gran

el retablo de la Virgen de Europa, que se halla á

Acerquéme

cubierta de

á aquella reunión,

damasco carmesí, sobre

y

se hacia oír tntre

hizo abandonar mi primitivo propósito,

escitando mi curiosidad. Salía la voz del centro de

parada ante

bullía

fuego de los primeros años, fuego que no es b:istante á

divisé

la cual

en medio de

círculo

de

gente,

un lado

del

mismo

ella

una mesa con su

había varios platos con flores y una

bandeja llena de tortas y frutas confitadas, adornada de banderillas de papel de varios colore.»;. Delante de la mesa aparecía un hombre enjuto de carnes, ya entrado en

el

otoño de

y vestido con pantalón, chaleco y frac negros, que las tuve por los primeros modelos que de

la vida,

prendas tan antiguas y raídas

mundo. Sin corbata, y el cuello de la camisa doblado sobre los hombros, descubría un largo y negrísimo pescuezo, guardando consonancia su calzado con lo demás del traje. En la mano izquierda presentaba al público una toronja de dulce, clavada en un trinchante de hierro muy parecido al tridente ellas

hubo en

el

de Neptuno, y con la derecha daba animación á su original elocuencia para esforzar la

puja de aquella toronja. )>En tres reales! gritaba; en tres reales está ya la toronja de lavirgenl, ¿no

hay quien dé mas por

el

azuquita?

«Vaya, señó on Juan Colchón, decía después

enfrontándose con un viejo ropillento que llevaba un capote de durancillo

primera

muy

de los espectadores; haga V.

remendado, y se había colocado en la un esfuerzo en los dias de su santo, que es limosna pa la virgen, que da siento por uno y después la gloria.... ¿No hay quien dé mas?... Ea, señó on Juan, con fé le tiraba del capote) pa nuestra madre y señora de Europa!... Cuatro fila

(y

reales en plata

dan por

la

toronja: señó

que en estas noches^ de verano

on Juan, aunque duerma V. en

terminó aquella puja entregando

la

retirarse el viejo,

toronja al

mejor

grotesca escena hízome recordar los siguientes versos de Samaniego:

A Le

un Santero pilla la

suelo,

se desea el fresquito.»

Sobradamente amostazado y corrido tuvo que

Demanda

el

le

manda que

demanda,

se acerque,

y

el astuto

postor.

Tan


EL DEMANDA O SANTERO.

434

Y

con sus hechizos

allá

La convirlióen merienda de chorizos. «La devoción,

para mí, sirve aquí de móvil ala mas refinada truanería:

dije

tueno será observar mas de cerca

Y

vida.))

muchos

días

á esta gente para descubrir los misterios de su

me

hizo

recorrer en

consecutivos todas las iglesias, capillas y retablos

que hay en

laudable anhelo ó

este

curiosidad fructífera,

aquella ciudad de cien campanarios, asistir á procesiones y novenas, preguntar»

indagar y hacer apuntes ^ observaciones.

Muy

singulares son por cierto las costumbres del

sus maneras no son aquí se cumple

moderno con

tan inurbanas

refrán: «el hábito

el

es tan hipócrita

la sola diferencia

Es un verdadero chupar

el

jugo y

como

las del

no hace

al

Demanda

sevillano,

antiguo santero.

monge,)) porque

al fin

si

bien

Con todo, el Demanda

santón antiguo, y heredero de todos sus vicios,

de que su superchería está nivelada á

parásito,

la

el

como

una sanguijuela que

cultura del siglo.

la

ocupa esclusivamente en

se

sangre de sus conciudadanos, es un fullero que ejerce

de robar con uñas sagradas, como decia

el arte

el P. Vieira.

Entre estos demandantes los hay que fueron zapateras remendones; otros

y los demás que ejercieron oficios ninguna importancia, y otras mil causas de todos bien conocidas, están pensionados con largas interrupciones, para

sastres de lo viejo; algunos cardadores de lana,

de iguallaya.

Gomo

estos oficios por su

librarse de la indigencia

que es consiguiente, acostumbrados por otra parte

á la

holganza, cayeron en

tentación de abandonarlos

mas

la

lucrativa. Por eso hace

muchos años que

y

acojerse á profesión

se dedicaron á esplotarla rica

mina de

devoción, que les produce cuanto apetecen. Sentaron pues plaza en

la falsa

rejimiento de la tuna,

y

ni reminiscencia conservan del último jornal

el

que ganaron

trabajando en su respectivo artefacto.

A

esta metamorfosis ó

forzosa el

cambio de posición

una modificación completa de

remendón de zapatos

el

cerote

social, siguióse

hábitos, costumbres

y

el

tirapié

por consecuencia

y modo de

con que

solia

pensar. Dejó

dar de vez en

cuando á su consorte una grata prueba de su afecto; dejó el semisastre de apurar su ingenio para rejuvenecer la levita que estrenó un usía y había llegado por escala descendente á ser propiedad de un testigo alquilón; dejó dar carda á los vellones; dejaron otros, en

fin,

y abandonando pensamientos mecánicos y apocados, las funciones

de administradores de

el

lanero de

sus asquerosas ó mezquinas tareas,

adquirieron repentinamente

contribución que cada cual se dedicó á

la

recaudar en nombre del bienaventurado que

le

pareció ser

multitud, dando á estos fondos la inversión que les place, autorizados con poder general de su patrono,

y como

si

mas del gusto de la como si estuviesen

ese poder contuviera

la

cláusula famosa de «libre y franca administración.))

Ha desaparecido pues cuando

el

menestral

llega á ser ministro de

hacienda

,

,

y

asi

como

el

proyectista

pasa los días enteros

,

y aun

hambriento las

noches,

que en profundos cálculos económico-rentísticos, y pensando en apenas puede recaudar no se acuerda de cuando era un pobrete escritorcillo que los millones


EL DEMANDA O SANTERO. tuvo para pagar

modo

misino

el

impresor

al

que

los folleto^

Dcmandanle ha olvidado su

le

elevaron

orijen

,

á

la

muy

necesaria en la sociedad

si

,

á

,

del

sus placeres,

y

distribución que dará á

pingües frutos de su piadosa farsa. Es indudable llegaria á

persona

puesto

aquel

entregado

haciendo continuamente nuevas combinaciones sobre los

435

ser

figurarse

una

en su continua fluctuación de

esta

un nuevo voto Demandas sevillanos

ideas no le advirtiese á cada paso que tiene que impetrar de ella

de confianza, y esto es precisamente lo que han hecho después de la tormenta revolucionaria.

En

cada parroquia de

que hay en aquella

las

los

ciudad

exlstian Varías

hermandades con diferentes advocaciones, ya de santos, ya de lo mismo en toda España. En hermandad su Demandador, que aunque de ordinario

sucediendo ó

Virgen,

la

estos últimos años tenia cada cofradía

en

solía cubrirse

de función

los días

,

ó de la

común,

vestía traje

festividad del santo, con

de

el talar

los clérigos, es decir, la sotana: ahora solo lleva frac negro. Sí en las parroquias había muchas hermandades pedían para todas en virtud de un convenio con los ,

hermanos mayores el aceite

,

obligándose á entregar una cantidad determinada

para las lámparas,

la

cera para el altar de su imagen, y la limosna ó

estipendio del clérigo que dice

en

el

mismo

quedando en beneficio del Demanda todo

En vano

las

leyes

ó dar

,

han suprimido

el

la

misa todos

sobrante de

estas

la

días festivos,

los

cuestación.

hermandades y prohibido

estas

cuestaciones: los Demandantes siguen y seguirán en su afanosa tarea para aumentar el swperaytí que les facilita su subsistencia, sus comodidades y sus placeres.

Ellos agotan todo su ingenio

devoción de

los

adeptos

al

en inventar nuevos

estímulos á la

Santo, con cuyo patrocinio brindan á manos llenas

en uso de sus presuntos poderes, y sí el fervor se entibia, ódísminuye el numero de los crédulos, sin dejar nunca su lenguaje misterioso, ponen en juego otros alicientes,

Este es frutas

porque

la

devoción del vulgo anda siempre unida con

verdadero origen de

el

que llamaron mí atención

,

la

socaliña de

las pujas

la sensualidad.

de tortas

,

dulces

y

pujas que son frecuentes en todas las puertas

pujas, en fin, que dan un producto mueven y estimulan la golosina délos muchachos y de los idiotas que creen también contraer un mérito haciendo subir el precio de un confite, casi siempre enmohecido, á lo que podría costar el mas regalado

de

las capillas

y delante de

los retablos,

incalculable, porque

,

plato.

Recienlenieute lian puesto en práctica

disminución de limosnas Solo la clase

,

el arbitrio

mas ínfima de

la

,

para llenar

que dejaba

el deficU

de una suscricion voluntaria

,

sociedad: las lavanderas y sus

la

en que entra maridos,

los

oficiales de menestral,

pozeros, barrenderos de calles, peones de albañiles , palanquines, alhaaieles, y otros de este jaez con sus mugeres y familias. Los fondos de esta suscricion están destinados á lo que llaman la distribución de noche buena.

Cada devoto

suma que ha prometido, quedan depositadas todo

ó devota concurre todas las la el

semanas con

la

pequeña

cual nunca llega á ocho cuartos. Estas cantidades año en el Demandante hasta quo llega la pascua ,


EL DEMANDA O SANTERO.

43C de navidad

,

dejándose traslucir que

el

depositario da movimiento á estos fondos,

y que en el tiempo un cr<;c¡do interés; pero esto nada tiene de particular, porque ¿quién no hace hoy otro tanto? Llegada la pascua, convoca el Demandante á todos los contribuyentes para hacer la distribución, verificándose la junta por lo regular, en la morada del

curándose poco ó nada délas intermedio

rígidas leyes del depósito,

han producido

le

fondos

los susodichos

,

mismo Demandante un concurrencia y cabe en la

mesa con

que no

la algazara

En una

calle.

ó dos

dia

solo se llena el local

adornada con

sala

avios de escribir

y un gran

general de todos los contribuyentes,

Demandador

los llama el

los cuales

,

la distribución establecida.

es

un

colgajos

,

se coloca

que contiene

,

van entrando por

una

registro

el

orden que

el

buena, que

,

,

,

Se reparte ademas ,

buena, y es tanta la sino que la gente no

un potaje una ración de bacalao, mas ó menos abundante según es

y turrón

estraordinario ya de uvas frescas

,

ó prevención de noche

á recibir su parte,

batatas

y

flores

libro abierto

suele consistir en algunas legumbres para

castañas, nueces, peros

noche

de

antes

lo

que llaman

ya de tortas

,

e\ agtiinaldíto,

que

ya de ramos de naranjas,

habiendo ocasiones en que algunos Demandantes han repartido á cada devoto un cuarto de gallina y aun de pavo. Todos los años es diferente el aguinaldo dando margen la novedad que esto proporciona á rivalidades ó emulación entre los Demandas, produciendo escenas singulares entre los de la bandería. «Paca, decía una lavandera á su comadre la muger de un guifero; el hermano Antonio se ha portao este año qué noche güeña tan abundante y ,

lusíaha repartió!

¡qué buen genio

el

:

Pues y el aguinaldo? eso ha sio lo mejó: del hermano Antonio ! es mucho lo que se afana pa que no

toito era

superió

mas hermano Antonio pide pa él.

se enfrie el culto del Patriarca san José Bendito! ¡Santo mío! ca ves estoy

contenta de ser su devota, sobre too desde que

querrás creer. Paca, que ha temo

¿Cómo

el

la

güeña ocurrensía de dar de

aguinaldo un gran rasimo de uvas frescas de las e Málaga, que ojo de la cara?.. Por sierto

concurrentes. Luego que vio la la pata

le

habían costao un

que ocurrió un lanse síngulá, que hiso tia

Tomasa

la

,

muger de ese

de palo y la casaca coloraá... ¿Sabes quién digo?

reír á tooslos

inválido que trae

Morlaco... que el

el

Tomó

aguinaldo era de uvas, y las uvas tan ricas, saltaba e contenta. provisión

y

se

marchava con too hasía

hijiyo el manilargo, le salieron al paso

de come

las

á las vesinas

,

uvas

;

pero

el

su

Morlaco y su

lio

empeñaos en que ayi mismo

y por reservarlas también pa el

tío

lías

en

el

la

se

habían

noche güeña. Resultó de esta

Morlaco dio sendos gorpes á su muger

desaforamente. Pa acaba pronto, toa las

cuartel

uvas. La Tomasa no queríase tocase á una siquiera hasta enseñarlas

contienda que

y

,

el

la

pico de la mantilla se esparsieron por

del hijo se arrojó alas uvas

,

su gorriya bieja de cuartel

cogiendo

dando

,

la

,

y esta gritaba

probision que llevaba en una esportilla

mayor parte

á corre

la

caye

del rasimo,

;

el

tunante

que melíóen

en términos que no se

le

vían los

pies....»

Así se esphcaba

la

Incsilla

,

á la

que hace

el

amor Malasmafias

,

quien ?hora


EL DEMANDA O SANTERO. se ocapa on vender pájaros después que estaba suscrita por

hermana de

la

437

parroquia de Santa Marina, y se

la

hallaba disgustada del último reparto hecho por el tio Crispin

aseguró iba á inscribirse para

muda

la

está

alimentada por los

digan

intereses

mundanos. Este

¿Se quiere ahora saber en qué consumen

Baco,

taberna. Allí,

la

cual profesan

al

añejo, y

esto los

un

hombre por mas que

los

afecto verdadero.

la

ciudad

elocuentes, decidores y fecundos en

la

,

y

el

puro y de

lo

dios de las cepas

les

da

ilumina para que se muestren

los

Congregados

inventiva.

refieren ocurrencias peregrinas,

devotos, se quejan de

tiempo que les

el

Beben siempre de

parte de los procuradores de los habitantes en

cuentas,

Demandas

las pujas

mucha cuenta, porque

trae

fuerzas para sus correrías por

sus

es el

y cuestaciones? Nada mejor que en aquella otra ermita se reúnen para adorar

cuidado del Santo,

el

en solazarse en

lo

Afci es

los optimistas.

dejan sobrante

á

su Demandante,

,

año próximo por devota del Patriarca.

el

fácilmente de objeto, cuando entre estas gentes groseras

como

piedad

La Paca, que

volvió de presidio.

Pastora en

las

celestes

murmuran

asi

moradas

á sus

una gran ajustan

,

anchas de los

novedades que crean obstáculos á sus manipulaciones,

las

y proyectan nuevas trapacerías. «Compadre! esclama un vejete de cuerpo pcíjueño pero mas redondo que

una cuba

revolviendo sus bulliciosos ojos

,

que yo he conosido pasao no llegué

I

¡qué tiempos tan distintos de

:

¿cómo querrá Vd. creer, compadre, que en todo

á juntar

tresientos reales con la

los

el raes

demanda de nuestra Señora

de Barbanera, y pa eso tube que romper tres pares de sapatos? Cuando yo me hise cargo de pedir pa esta imagen salia el Rosario todas las noches y era ,

rara la qu3 no entraban

mas de cuarenta en

la

demanda. Entonses

si

que se

daba culto ala Virgen! Después del alunabrado de sera y aseite ropa limpia pa el altar y otros gastos, me quedaba siempre lo bastante pa cubrir todos mis le

,

gastos

peculiares y

un eseso pa cualquier caso de honra. Apenas puedo hoy modo que mi muger se ha dedicao á lavandera, y á mi

costear la puchera, de

Periquiyo

Manuel

le

traigo por esas

calles

de Dios vendiendo arropías.... Pero,

porqué nos tiene Yd. tan olvidaos? á llenar

,

las fauses

;

venga ahora de

— Camaráas,

lo

los vasos

que

tio

se nos secan

duro.

un zanquilargo mas enjuto que un bacalao todo eso tiene su intríngulis. ¿Va á que no faltan devotos que vayan á beber en el casco del glorioso san Román?.... Esta semana he recogió tantos milagros de sera que dijo

;

pesan mas de media arroba. ¿Quiere Vd. cambiarla por aseite?...

— Cuidao

que no son borras;» repuso un mozalvete barbilampiño,

de mirar

modesto, voz templada y tranquilo ademan. Aunque nuevo en la farándula, era sobradamente combinador y despierto y habia sabido dar en la tecla ,

pidiendo para santa Lucia, ahogada de los que padecen de recogía los

mucha limosna

,

la vista,

por loque

pues son infinitos los que hoy tienen cataratas en

ojos.

Terminado

Entrega

li

el

Coloquio

,

despueá de haber contado cada uno

el

50

estado de


EL DEMANDA O SANTERO.

438

su negociación, y formado todos nuevas combinaciones ó mejora de estrategia,

apuraron

el

último vaso,

despidiéronse del

tio

Manuel

,

y

se retiraron

muy

contentos para entregarse á las dulzuras del sueño, que asi cobija bajo sus alas al

santo padre

como

de Jesucristo y

al

El vino

el

y

al

humilde Santero, midiendo con una misma vara

sueño dan nuevos brios

nacional

esclusivaraente

al vicario

ayo de S. Joaquín ó S. Julián.

,

prosigue

al

al

Demandante

otro dia en su teje

y este tipo tan maneje sin que la ,

,

revolución política, que nos ha envuelto en su manto salpicado de lodo y sangre, consiga

nuestra

pjr mas

desterrar ,

qiie

sus vicios, porque las

revoluciones,

y especialmente a el mismo,

mejoran y mucho menos al hombre que siempre es con nuevos modales intente encubrir sus debilidades.

nada

lo

,

JOSÉ MAniA TENORIO.




EL PAí^TOR TRASHIIVIANI

INGÜNA (le la

E.

mas venerable queda en nuíslra España nómade que la trashumacion i)eriódica de lo^

reliquia

vida

rebaños merinos. Facción es esta que no se distingue en el

semblante de ninguna nación europea con tanto vigor aqui, y por lo mismo el Pastor trashumante es uno

como

de los destellos

mas vivos de

este suelo poético

y

originalidad que brotan de

pintoresco.

Su apartamiento babitual

de poblado, sus ocupaciones uniformes y sencillas, su vida

trabajosa

condenado

á

por

rigor de las estaciones que está

el

sufrir,

le

convierten en un ser aparte

dotado de aquella buena

fé y bondad de sentimientos que desde tiempos muy antiguos se atribuye á la gente campesina y al mismo tiempo de aquella fuerza de ,

acción

y

movible energía que caracteriza á

montañas de León

y

,

feraces de Estrcmadura,

caudal de

las tribus

Segovia ó Soria, trasladado desde

suíí gracia.s

,

sin

donde

la

alli

nómades. Hijo de á los

vida pastoril y agrícola derrama

mas cuidados que

los

las

campos abundosos el

de su dócil rebano, y

mas

al

rico

mismo


EL PASTOR TRASHUMANTE.

iVO

tiempo robusto y vigoroso, apenas encuentra á quien parecerse aun en nación española tan cercana á la naturaleza en muchas de sus partes.

Entre

las lanas finas

toma su nombre del

de España

distrito

de

las

la

mas estimada

la

misma

es la llamada babiana

que

montañas de León que apellidan Babia. Este

pais celebrado entre todos los pastores por sus pastos

delicados y sabrosos no mas riqueza que sus yerbas, y de consiguiente todos sus habitantes son pastores. Ahora que las grandes cabanas trashumantes han venido á menos con ,

tiene

la

mejora 'de las lanas estrangeras, y los tiempos corren menos bonancibles que

antes para los

ganaderos

permanecen en su gentes no

muy

do merinas, se encuentran algunos habíanos que

pais ó buscan su vida fuera de él por otios caminos;

entradas en años recuerdan

la

época en que á

la salida

rebaños trashumantes solo quedaban en sus pueblos las mugeres

y

Aun

los niños.

con

los

nombre de

el

que no componían parte de

subsistencia que á duras

penas concede

nativos montes. Por esta razón

hemos

en

escoteros para procurarse

al

los

ancianos

cabana, solían acompañarla

la

provincias del mediodía una

las

y pobre invierno de sus

riguroso

el

los

,

pero

de

pensar en dar una patria

al

Pastor trashumante

haremos su principal y verdadero

elegido las sierras de León, y de ellas

teatro.

Así

exigiría

lo

Guadiana y en

la

verdad histórica,

en

porque

las

fértiles

hermosos llanos de Cáceres, á despecho de

los

lo

orillas

del

templado del

clima y de la cordial acogida que encuentra en los habitantes acostumbrados

como un huésped necesario y siempre bien venido, al cabo el pastor lejos de su pais y en medio de un pueblo que sí algo se le asemeja en sus ocupaciones, harto mas se desvía de su índole y carácter especial. Una vez levantado su chozo, y aderezadas sus camas de píeles, y á esperarlo

trashumante vive

preparados

los utensilios

de su frugal mantenimiento

á apacentar sus ovejas por el dia, encerrarlas por la al

,

su tarea está reducida

noche dentro de

la

red que

rededor de ellas atan á unas estacas clavadas en tierra, hacer de cuando en

cuando su ronda para guardarse de

los

lobos,

guarecerse de

la

intemperie

dentro de otro chozo mas pequeño que se dispone para este servicio nocturno y volver con el alba á las mismas tranquilas ocupaciones. Claro está que en semejantes

por

vigilias

lo

duras

y penosas alternan

condición subalterna: los demás pasan las noches

todos los pastores de

en su chozo

abrigados

al

amor déla lumbre, cenando sus migas canas, y de cuando en cuando por estraordínarío

cual frite ó caldereta; rezando el rosario

tal

y devoto, y durmiendo como unos cachorros hasta que mansos,

los ladridos

Sin embargo,

de los perros ó

queremos conservar

mundo en

en medio de

las la

los

alba los despiertan.

que por

la

nota de

historiadores

verídicos,

los

ovejas que tiene lugar por entonces. Acontece que los al

mayoral es viejo

cencerros de

meses de dicieiubre y enero semejante truecan por una penosísima faena con la paridera de las

fuerza nos será confesar

calma y asiento se

la luz del

si el

los

mansos

corderillos vienen

noches mas bravas y tempestuosas del invierno, y ventisca y aguacero tiene que

asistir á las

el

pastor

paridas y atender á


EL PASTOR TRASHUMANTE. que todo vaya en orden. Acontece asimismo que

las

4il

madres en años miserables

pueden alimentar, y entonces el comadrón solo á fuerza de maña y aun de fuerzas puede obligarles á aceptar los deberes de la maternidad. Ordinariamente se dobla, es decir, se deja un solo borrego para que desechan

la cria

porque apenas

la

dos ovejas, pero para que

lo crien

preciso cubrirle

con

la

piel

del

lo

admita

hijo

la

que no es su verdadera madre, es

muerto. Figúrese

menudencias en una noche de invierno en que

el

todas estas

lector

el

vendaval arranca á veces

los

como semejante cargo se le hace imposible cumplir; pero el pastor sus reses por la cara como los demás conocemos á las personas de intimo, sabe muy hiena quien corresponde el recien nacido, y

chozos, y verá

que conoce á nuestro trato

distingue á tiro de arcabuz la oveja que se ha quedado sin cria, para acercarle el

disfrazado con la

intruso

piel del

muerto.

Todo

por decentado no se

esto

hace sin un granizo de conjuros, reniegos, juramentos y maldiciones que en

medio da vientos

un

Fácil

oscuridad forman con los balidos del ganado y

la

de

es

conocer

que

pesar

á

semejantes operaciones necesitan una advertir la

muy

el

silbido de los

maravilloso coro, escelente para algún aquelarre.

de

la

consumada

ciencia

dirección cuerda y atinada,

y

pastoril

,

aqui es de

distribución de las cabanas, su gerarquía y subdivisiones, porque

pronto va á llegar

la

importante ocasión de ver á nuestros pastores en

su peregrinación anual.

En

todas estas grandes ganaderías hay

un mayoral

,

especie de general en

cuyo cuidado están los arriendos de las yerbas, los salarios de los pastores, fijar las épocas de marcha y todas las demás atenciones generales. El es quien

jefe á el

inmediatamente se entiende con Sigúele

el sota

el

amo y

recibe sus órdenes

en derechura.

mayoral cuyas atribuciones son también generales aunque su

grado, como el nombre lo dice, es inferior. Estos son los jefes de la cabana que como pueden imaginarse nuestros lectores, se reparte luego en varios rebaño?, cada uno compuesto de rabadán que es el jefe, compañero del rabadán que le reemplaza en todos los casos de ausencia, ayudante, persona y zagal que por sus años verdes, y á guisa de aprendizaje suele sufrir la mayor parte de las cargas con mucho menos provecho. Hay además una especie de hacienda militaren este el nombre de ropería, y no es sino la panadería donde se pan para pastores y perros, y consiste en un ropero mayor ó jefe, do cuya cuenta córrela comprado los granos y la distribución del pan, y en otros mozos que dicen roperos á secas y son los que amasan y hacen todos los oficios

inocente ejército con

elabora

el

mecánicos.

Aquí tienen nuestros (porque desde

muy

manejo y gobierno interior de las de ellos los hay curiosos, como suele suceder

lectores esplicado el

cabanas trashumantes; pero por

si

antiguo viene

la

curiosidad

como por herencia

á todos los

lectores) y quieren saber los salarios y beneficios de estos hombres, procuraremos satisfacerlos. Obligación del amo, ó para hablar con mas propiedad , principal

es dar al mayoral la

muía en que va caballero y de 200 rs.; el rabadán de 2G0 á 300

sota mayoral gana de 600 á 1000

á

300 ducados. El

rs.,

y el compañero


EL PASTOR TRASHUMANTE.

V2

ayudante y persona bajan en proporción basta llegar pasa de 100 rs. ni baja de 80.

Seguramente

intemperie

la

la

que lean

se admirarán los

un

tan escaso dinero se preste

mayor

su parto

cabo de

al

parte de las

cuenta

primera vez de que por

esto por la

duro y trabajoso que obliga á sufrir veces, y á dos viajes en el año de mas

embargo que

dicbo vulgar, y lo la

lo

,

el

que no va en lágrimas va en

amo no da

lo

saca el pastor por

,

porque ademas del sustento que recibe, tiene

beneficio de la escusa. Escusa llaman

al

de

cabana sin pagar poco

la

mucho por su apacentamiento y que con sus crias y rendimientos

en propiedad absoluta

que gozan de trabajo de

el

los

t

(

).

agregar á

ó

inmunidades: por todo

suma en dinero que

la

adherencias dejan en

recibe,

la

,

si

pertenecen yeguas

las

nos tomamos

lo cual si

probable que

vendremos en conocimiento

manos,

sus

condición del pastor trashumante todavía es tolerable

mayor

le

Parte de la escusa suelen ser también

mismos fueros

el

número de ovejas y aun de cabras que

á cada pastor se le permite tener agregadas á las ni

ni

sei vicio tan

de setenta leguas cada uno. Sin suspiros, según el

cuyo sueldo

al zagal,

estas

de (jue

no mejor que

la

de

la la

parte de las clases del pueblo.

El arriendo de los pastos de invierno

concluye

el

25 de

abril

dia

,

que

los

pastores ven amanecer con mas regocijo que la mayor festividad del año, porque como es natural, ninguna festividad puede compararse, sobre todo en las gentes sencillas

donde han nacido y tienen

á la vuelta al pais

,

lo

que en

el

mundo

quieren, donde con verdadera ansiase les aguarda y con cordialísima efusión isla y del humo no sabia darse cuenta, no es maravilla que

se les recibe. Si el pirata Lainbro (2) sentia á la vista de su

de su hogar una emoción de

([ue

nuestros montañeses cuyas piraterías se reducen á dejar escurrirse alguna res

campo del prójimo, á cortar un poco mas de leña de la necesaria y hacer de manera que sus ovejas la mayor parte de las veces conserven salud, aun en medio de la epidemia de ks del amo y paran siempre hembras que es

hacia

el

,

,

lo

mas beneficioso; no

avie su alo cantando

,

es estraño silbe

y

decimos que se dé

grite

con mas garbo

tal

cual refregón de manos,

á sus ovejas

y perros

,

acuda

con cara de pascua á recibir su haber y su cundido, (3) pase en revista los reales de su bolsa de cuero, y con una gallardía, digna de la airosa gente de su

(

la

1

)

En

definimos

Esto es

lo

todas las ganaderías oslantes y en muclias de las Irasliumanles ,

pero en otras

que llaman

el

anio del rcljafio se

lana pov coslo.:= Al

mayoral se

le

la

escusa es según

esquilmo y deja al Pastor la cria* 200 cabezas; consienle de escusa 150

queda con

el

;i

escusa del sota solo 10 ó 12 yeguas y algunas cabras que suelen no eslar sujetas á número fijo. La dea a una cuarla parle la del rabadán a 50 ó 6ü cabezas, dos ó tres yeguas y algunas cabras, y ;

demás en proporción liasla el zagal que bondad del amo alguna yegua. y por

los

(2 I

)

ír>)

Byron. Don Juan Canlo .

Cundido ó cundió llaman

sus comidas,

solo

puede tener

seie ú

ocho ovejas, algunas cabras,

.'."^

los pastores áía grasa, sal y

pimicnlo que

les

dan para aderezar


EL PASTOR TRASHUMANTE. tierra se

443

ponga en camino con su cayado debajo del brazo

su manta

,

al

hombro,

su sombrero calañes encasquetado y sus abarcas de cuero.

Cruzan

Tajo

el

la

mayor parte de

pero como en ninguno de

los

las

cabanas por Almarázó por Alconétar,

dos puntos hay puente servible y las barcas sobre

multitud de cabezas, serian tardas y costosas, suelen fabricar un puente de barcas que apellidan en Estremadura la Lxiria y proporciona paso

pequeñas para

tal

á los ganados. El tal paso sin

embargo siempre

es difícil,

porque

si

una oveja

llega á saltar al agua, por pronto que se acuda siempre la sigue una gran porción y por eso se necesita gran cuidado y diligencia. Verdad es que algunas veces la res

que

ó mayoral se figura en el fondo del rio, aparece

amo

el

caldereta; pero estas son pequeñas travesuras del oficio, y

muy

que

cuando

insubordinada debe de haber estado

tal

Hay

la

en

el

fondo de

la

ademas es de creer

culpable durante la pandera,

castigo ha merecido.

varias cañadas ó cordeles señalados para los rebaños trashumantes

no son mas que otros tantos caminos destinados esclusivamente Cualquiera de

ellos ofrece

por

los

meses de

abril

y mayo escenas muy animadas son de los cencerros que desdo

y movimiento continuo. Una nube de polvo y el lejos comienza á oirse, anuncian la llegada de

muy

suele presentarse

el

rabadán de

los

las

merinas, y á poco rato

moruecos ó carneros padres

rebaño, rodeado de sus mansos que con

el

y que

á este objeto.

al frente

de su

cebo del pan que de sus manos reciben,

y en seguida desfila todo el rebaño con dos pastores á acompañados de los perros. Pasan después y siempre con el

apenas se apartan de retaguardia

mismo orden

los

él;

rebaños de ovejas, y por último

las

yeguas jaleras ó hateras,

por llevar los hatos y los utensilios de cocina, con sus potros que corretean á la orilla del camino, algún paslorcillo demasiado tierno para la fatiga

llamadas

así

del viaje sentado entro

trasladan de una provincia á otra patriarcas ó las

y de

ha desgraciado en

la

que con todos sus medios y riquezas

se

carga y alguna res que

la

marcha colgada. Aquellos hombres

se

recuerdan involuntariamente

,

la

vida de los

tribus errantes quo vagan do oasis en oasis en busca

de pasto

frescura.

Las paradas que por

el

camino

se

es de ver la prontitud

y comer, y

viaje suelen consistir

en sopas por

la

hacen

sirven á

,

un tiempo para descansar

con que aderezan sus rústicos platos que de mañana y migas canas por la noche. Durante

él además suele pasarse una ración de vino con lo cual se sobrellevan sus fatigas con algo mas de conformidad. Aunque no pocas cabanas hacen el esquileo en Estremadura, otras varias ejecutan en el camino esta importante operación; en

que

si

los pastores

atadas al

no toman mas parte que

maleante esquilador

pequeña en

las alegres

,

la

de apartar

no por eso deja de

las roses

y presentarlas y no

alcanzarles una

y bulliciosas escenas que suelen acompañar á esta tarea. sobre todo con el poderoso di llegar pronto á sus

Con semejantes estímulos y

queridas montañas, se atraviesan con buen ánimo las áridas llanuras de la todo" pastor que tiene que comprar las cintas de estambre

Mancha donde ya sabe

fino para agasajar á su

mugcr, novia,

hija ó

hermana, so pena de pasar por un


EL PASTOR TRASHUMANTE.

444 ruin sugeto

;

y

no menos desabridos páramos de Campos. Aquí sufre otra

los

sangría la bolsa del montañés, pues la compra de los pañuelos,

cordones ó como dicen ley

al

las

agujas y

babianas gordones para atacar los justillos es tan de

las

pasar por Rioseco de Medina

como

la

de

las ligas

en

la

Mancha. En Rueda

además suele proveerse de una gran bota que como mas adelante veremos no deja de hacer importante papel. Lástima es por cierto que las ovejas se

de cuando en cuando y los guardas del campo anden tan

listos

mala crianza y tirar de los cordones de su bolsa, que malos ratos aguarian el contento de la peregrinación.

no ser por

Por cruza

la

invierno

después de cuarenta y cinco dias gastados en esquilar y caminar, cabana los frescos contornos de León, y á muy poco henos á nuestro pas-

,

allí

campanario de su lugar. La Babia es un pais

porque ocupa

triste y riguroso por montañas y las nieves y ventarrones época en que llegan los pastores, la escena

mesa de

la

mucho tiempo; pero

á la

las

ha cambiado enteramente, pues aunque entristece

un poco

abundantes aguas, roca caliza, le

y

,

la

praderas

las

desnudez de sus colinas siempre

la

verdeguean por sus llanuras

que

,

lo

sus

alineación casi simétrica de sus montecillos cenicientos de

los vapores

que de sus húmedos campos levanta

dan un aspecto suave y vago semejante

norte. listos atractivos son reales el

esto, pocos

fin,

tor enfrente del

duran

á

desmanden

en advertirles su

el sol

del verano,

que distingue algunos paisajes del

al

y verdaderos; pero aunque de

pastor siempre la amaría, porque la patria

ellos careciese,

nunca deja de ser hermosa.

El mayoral que por su oficio está obligado á adelantarse, sale

al

encuentro de,

la cabana para señalarle los puertos (1) arrendados y después de repartido el

ganado y fabricado

el

chozo

(si

ya no vuelven á

los

mismos

pastos) cada pastor

tiene licencia por turno para pasar un par de dias en su casa. Estos cuadros de

comprender como

de pintar: por eso y por ahorrar paciencia á nuestros lectores, nos contentaremos con decir que después de los abrazos, apretones, preguntas y respuestas de costumbre, el marido sale interior son tan fáciles de

en seguida á hacer

la visita

de ordenanza

al

difíciles

señor cura y

la

muger

á convidar á

deudos y amigos á la bota del pastor. Esta bota es la misma que vimos llenar no hace mucho en Rueda de esquísito vino rancio, y que en compañía de buenas magras, ricos chorizos y suculentas

los parientes,

morcillas procedentes de Estremadura sirve para

salir los

una cena opípara en que

á

amo de casa y brindar por su bien venida, suelen convidados viendo mas estrellas de las que hay en el firmamento. Esto

fuerza de festejar

la

llegada del

sucede con los pastores padres de familia, que pasados estos dias de júbilo y enganche, vuelven á su vida ordinaria, como vuelven á su cauce los ríos salidos de madre. Por lo que hace á

los

mozos ó solteros esto, según suele decirse, ya es

harina de otro costal, porque sino tienen festines y banquetes, para eso están las romerías que por entonces menudean y los galanteos y escapadas nocturnas de

li)

Puertos llaman en Babia á las cumlires y

la-leras donilc

?ft

apacienta

el

ganado.


^^*^

EL PASTOR TRASHUMANTE. resultas de las cuales la

yegua

del padre ó del rabadán

no suele engordar por

pazca. Porque es de saber que no hay pastor que no se enamore, sino

mucho que

á la manera lamentable y quejumbrosa délos Salidos y Nemorosos, por

lo

menos

para tener unamuger con quien vivirpacíficamente y criar liijosparael cielo, según dice el Catecismo. En suma, para solteros y casados la época de paz, de diversión

y de

holganza es

la del fresco

verano de aquellas sierras, porque como loslobosno la solicitud de la guarda del rebaño.

andan tan hambrientos, se puede aflojar algo en

cualquiera desavenencia que á propósito de pastos pueda se compone entre gentes unidas por un origen amigablemente suscitarse, fácil y parte por lazos de amistad y parentesco. común y ligadas en gran

y por

lado

otro

Pero

al

cabo estos dias buenos se acaban pronto, porque como dice un poeta

contemporáneo. Los

tristes

y

los alegres

Al mismo paso caminan,

y con

las

primeras nubes del otoño comienzan á

moverse

los pastores

para

Tolverse á sus invernaderos. La reunión del ganado y los preparativos de marcha

misma

y concierto, pero con harto menos alegría de los campos del Guadiana. La noche antes

Se

hacen con

h

que presencian en ocasión análoga

marcha

la

actividad

de

la

el

camino que consiste en juntarse en su casa

bailar

de

lo

es forzoso hacer á los viajantes

en guisa de despedida

las sueltas

obsequio del queiso (queso) para

el

las

mozas y

los

mozos

solteros

y

país, en recompensa y graciosas danzas del

cual reciben las montañesas las ahuchas (agujas) que vimos comprar en

Rioseco. Por rara que parezca esta ceremonia

y por mal que

se

avenga en

la

apariencia con ánimos realmente apesadumbrados, no por eso deja de observarse religiosamente. Para el siguiente dia ya está dispuesta la fiambrera del Pastor

que consiste en una gran provisión de cecina y jamón, cosa en que tienen tanto las babianas que muchas de ellas consienten en pasar no pocas privaciones en el invierno á trueque de que sus maridos llévenla correspondiente merienda. Por fin amanece y los pastores se ponen en camino acompañados de

puntillo

sus mugeres que por una de aquellas estrañas contradicciones del pobre corazón humano van ahora á despedirlos hasta una legua de distancia, cuando pan;

y se afligen sin medida ni proporción con la alegría que á su vista recibieron. Por fin, los últimos adioses, abrazos y encargos de mirar por la salud se truecan entre muchos ahogos

recibirlos apenas salen de las cercas del pueblo;

y

suspiros; las

mugeres

se

y

lloran

vuelven hechas unas Magdalenas y

hombros un

cabo del mismo barro, después do un

poco mas durillos de condición, aunque

al

poco de camino andado á

comienzan por

las calladas,

los

fin á

entablar cual([uier

conversación y llegan últimamente á entrar en aquel bienaventurado temple de espíritu que tan poco desgasta el cuerpo y tantas primaveras le deja ver. Sin

embargo

este viage es la

mayor de

las fatigas

de

la

vida trashumante, porque

siempre sobrevienen lluvias y mal tiempo: á veces salen de madre los arroyos y el ganado espantado y temeroso llega á ser mas dificil de manejar. Así y todo alguna pequeña regalía disfrutan en Castilla con

los

amos de

las tierras

du

en que


EL PASTOR TRASHUMANTE.

446 echan

noche con sus rebaños,

la

y que por

el

beneficio que les reportan, suelen

darles buena cena.

Una vez en Esfremadura, tienen andado ya todo su círculo y de nuevo pueden dedicarse á sus ocupaciones un poco mas sosegados y á aumentar el caudal de conocimientos que poseen acerca de las enfermedades del ganado, de calidad de las yerbas y de la prosperidad del

la

En

esto son tan diestros

una persona instruida, hablándole de

menos

es

distinta

que

la

la

que atañe á su

la

como vimos en

de las personas,

oficio.

No menos

buena hermandad que entre

y en

salvo algún pecadillo venial, la

guardan, cuanto por la

el

conque

es imposible

de padre,

los

física,

si

por su

mas antiguos

porque su vida y

que nuestros nietos vean estinguirse

quia délas edades pasadas, porque

esta reli-

se ha de continuar en las herencias el sis-

tema de subdivisión indefinida que en

el día

rige, á

cada

j)aso se

diseminarán

cabanas, y ni aun pastos acomodados se encontrarán entre caudales que por

orden natural llegarán

punto traigan utilidad parte

á

á la

desmigajarse completamente.

No sabemos

un

hasta qué

causa del pais semejantes doctrinas que por nuestra

nunca miraremos como individualismo y

y

respeto y benevolencia

por sus costumbres, por sus modales es un tipo de

embargo no

v

subordinación

ellos los oficios

la península, y aun quizá la Europa, ocupaciones se ligan con las primeras edades del mundo.

las

la

Pastor trashumante por su conformación

el

la

y de todo

administran por su parte los intereses del amo.

que puede ofrecer

Y sin

paridera; de

regularidad y economía

que entre ambos median están basadas en

mutua. Finalmente,

la

calidad de la lana,

suya suele desempeñar mas de una vez con

las relaciones

vestido,

la

notables son bajo su aspecto moral tanto por sí

obediencia que observan con sus superiores y

Este por

á

ellos entretiene

fisonomía de las reses, que á sus ojos no

influencia que la atmósfera ejerce en la cria lo

ramo de riqueza que manejan.

y esperimentados que cualquiera de

sociales,

cuando en último resultado

las

aislamiento; pero de todas

vemos

maneras nos alegramos de haber bosquejado (dado que nombre de bosquejo merezcan oslos borrones), una figura que si á loda España pertenece con mas derecho reclama por suya

tender

al

al

,

el

pais

donde nacimos.

ErJIilQUS

Fin del to.mo piumeho.

Gil.,


De

los tifios coateni«los

en e^e tomo.

Pdg.

5

I?iTRODL'CCION

El La El La El El El El La El La El La El El El La El

Torero: por D. Tomás Rodríguez Rubí Patrona de huéspedes: por El Curioso Parlante

Barbero: por D, Antonio Flores Castañera: por D. Manuel Bretón de

1

9 19

los

29

Herreros

37

Indl4N0: por D. Antonio Ferrer del Rio

Escribiente memorialista: por D. Antonio García Gutiérrez.

Ama del

cura: por D. José María Tenorio

Pretendiente: por El curioso Parlante Coqueta: por Z). Ramm de Navarrete Empleado: por D. Antonio Gil de Zarate Criada: por D.

Cesante: por

José

Z).

Antonio Gil de Zarate los

Alcalde de monterilla: por

Fermiu Ca6a//ero

llaves: por D.

J.

í7

50 69

Nodriza: por D. Manuel Bretón de

Ama de

.

61

María de Andueza

Z).

.

Herreros

E. Hartzenbusch

Aguador, por Abenamar

77 87 93 lOi 113 123

139

Santurrona: por D. Antonio

Flores

Sacristán: por D. Vicente de

la

144,

Fuente

La Lavandera: por D. Manuel Bretón de los El Charrán: por D. Ramón de Castañeira

153 Herreros

El Hortera: por D. Antonio Flores El Clérigo de misa v olla: por D. Fermín Caballero El Escribano: por D. Bonifacio Gómez El Escritor público: por D. José María de Andueza El Cazador: por D. Antonio García Gutiérrez El Choricero: por.46en(wnar El Estudiante: por D. Vicejite de la Fuente La Mujer del Mundo: por D. Tomás Rodríguez Rubí

163 171

178

185 193

209

217 021

225 23S


El El La El La El El El El El El El El El El El El El El El El

Alíuacil: por D. Bonifacio Gómez

247

Ejecutor: por D. Fermín Caballero

261

Caminera:

por D. José de Grijalva

Guerrillero: por D.

José

271

María de Andueza

283

Gitana: por D. Sebastian Herrero

289

Mendigo: por D.

301

José

María Tenorio

Cochero: por D. Cipriano Arias Presidiario: por D. Bonifacio

311 319

Gómez

GxhESERO: por D. Juan Martínez

Exclaustrado: por D. Antonio Gil de Zarate

333 349 357

Médico: por

366

Víllercjas

Dómine: por D. Fermín Caballero

el

licenciado

D. José Calvo y Martín

Patrón de barco: por D. Sebastian Herrero Hospedador de provincia: por el Excmo. Sr. duque de Cartero: por D. Eduardo Asquerino

37-^

Rivas.

.

384 391

Elegante: por D. Ramón de Navarrete

397

Anticuario: por D. Manuel de Ilarraza

405

Aprendiz de literato: por D. Luis Loma y Corradi Contrabandista: por D Juan Juárez

414

Demanda ó Santero:

por D. José María Tenorio

Pastor trashumante: por

I).

Enrique Gil

FIN.

423 430 439



University of California

SOUTHERN REGIONAL LĂ?BRARY

FACILITY Return this material to the library from which it was borrowed.

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