Portafolio DCG 2018

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Alejandro Amaro



Logotipos Fotografía Diseño Editorial



Logotipos


Huacamitos Logotipo para empresa sustentable dedicada a las mascotas


HUACAMITOS pet furniture

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Compartiendo buenas prácticas archivísticas San Francisco de Campeche • Campeche • 30 y 31 de marzo • 2017

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Encuentro Nacional de Archivos Logotipo para congreso anual en su segunda ediciรณn


DancĂ­stica Logotipo Academia de Danza


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FotografĂ­a


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FotografĂ­a de Retrato Retrato con luz directa

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FotografĂ­a Comercial Retrato de cuerpo completo en set fotogrĂĄfico


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FotografĂ­a de Retrato Retrato con luz natural


FotografĂ­a de Grupo Retrato con luz natural


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FotografĂ­a de Desnudo Retrato en set fotogrĂĄfico


FotografĂ­a en High Key Retrato en set fotogrĂĄfico


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Fotografía en Low Key Retrato en set fotográfico


FotografĂ­a Macro Retrato en set fotogrĂĄfico


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DiseĂąo Editorial


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Recomendaciones de lectura

Empende retos distintos

NIVEL

UNO: NOVATO DIRIGIDO

PRÁCTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE

RECOMENDACIONES

1. Reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural Investiga sobre la diversidad lingüística y cultural de los pueblos originarios de México.

Pacheco, Gabriel. Tatei Yurienaka = Nuestra madre Yurienaka y otros cuentos huicholes (Tatei Yurienaka). SEP-Juan Gregorio Regino, México, 2011, 208 páginas.

2. Producción e interpretación de instructivos y documentos que regulan la convivencia Participa en la elaboración del reglamento escolar.

Converti, Valeria y Margarita García. Contra la violencia hacia las mujeres: libro informativo y de ayuda. SEP-Fernández Educación, México, 2010, 64 páginas.

3. Información resumida proveniente de diversas fuentes Elabora fichas temáticas con fines de estudio.

Drucker Colín, et al. Otras cuatrocientas pequeñas dosis de ciencia. SEP-UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia, México, 2013, 424 páginas.

4. Creaciones y juegos con el lenguaje poético Recopila y comparte refranes, dichos y pregones populares.

Óscar Sacristán (Compilación). Quien ríe al último… Cuentos de humor. SEP-Valdemar: Enokia: Grupo Cultural Lizma, México, 2013, 408 páginas.

5. Análisis de los medios de comunicación Lee y compara notas informativas sobre una noticia que se publican en diferentes medios

https://recursos.aprende.edu.mx/#/recurso/3669?prevPath=%2Fs

6. Lectura y escucha de poemas y canciones Marco Antonio Campos (Compilación). Poesía mexicana. Antología Lee y compara poemas de diferentes épocas sobre una temáesencial. SEP-Visor Libros, México, 2013, 400 páginas. tica específica (amor, vida, muerte, guerra...). 7. Intercambio de experiencias de lectura Participa en la presentación pública de libros. DOS: 8. Intercambio escrito de nuevos conocimientos COMPETENTE Escribe una monografía.

https://recursos.aprende.edu.mx/#/recurso/2765?prevPath=%2Fs Salazar, María, et alt. Microbios: el universo invisible. SEP-Editorial Terracota, México, 2010, 192 páginas.

9. Lectura de narraciones de diversos subgéneros Lee narraciones de distintos subgéneros, ciencia ficción, terror, policiaco, aventuras, sagas u otros.

Bernal, Rafael. Antología policiaca. SEP-Fondo de Cultura Económica, México, 2016, 304 páginas.

10. Lectura, escritura y escenificación de obras teatrales Selecciona un texto narrativo para transformarlo en texto dramático para representarlo.

López, Cutberto. Ligas mayores y otras obras. SEP-Honorable Ayuntamiento de Culiacán: Instituto Municipal de Cultura de Culiacán, México, 2013, 128 páginas.

11. Participación y difusión de información en la comunidad escolar Entrevista a una persona relevante de su localidad.

https://recursos.aprende.edu.mx/#/recurso/2745?prevPath=%2Fs

12. Producción e interpretación de textos para realizar trámites y gestionar servicios Rulfo, Juan. Cartas a Clara. SEP-Editorial RM, México, 2013, 366 páginas. Escribe cartas formales.

Español 1 Aprendizajes en comunidad

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Libro de texto aceptado por Conaliteg para su publicación en 2018

TRES: COMPETENTE AUTÓNOMO 13. Comprensión de textos para adquirir nuevos conocimientos Santoyo, Edgar et alt y Jesús Emmanuel Urueta Cortés. Geotermia: Elige un tema y realiza una pequeña investigación. energía de la Tierra. SEP-Editorial Terracota, México, 2013, 80 páginas.

14. Intercambio oral de experiencias y nuevos conocimientos Argibay, Pablo. Cortar y pegar: Trasplantes de órganos y reconstrucción Presenta una exposición acerca de un tema de interés general. del cuerpo humano. SEP-Siglo XXI Editores, México, 2013, 126 páginas. 15. Escritura y recreación de narraciones Escribe cuentos de un subgénero de su preferencia.

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María del Carmen Millán (Compilación). Antología de los cuentos mexicanos. SEP-Editorial Planeta Mexicana, México, 2009, 320 páginas.


Empende retos distintos

Bitácora de viaje literario

Cada lunes y cada viernes elegirás un escritor de la lista, leerás un cuento (el que tú quieras) y redactarás una breve semblanza de su vida y un comentario breve sobre lo que hayas leído del autor; puedes buscar la información en la biblioteca o en la internet.

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Isaac Asimov Mary Shelley

Julio Verne H.G. Wells

Edgar Allan Poe Ursula K. LeGuin

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Cuento: Cuento:

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Cuento: Cuento:

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LA ESTRELLA Isaac Asimov

casi simultáneamente que los movidel Sol, se habían vuelto mientos del planeta Neptuno, el más exterior de los que giran alrededor muy irregulares. n de su velocidad en Ogilvy ya había llamado la atención sobre una sospechosa disminució a un mundo en el diciembre. Semejante noticia apenas si estaba pensada para interesar existencia del planeta que a la mayor parte de sus habitantes les pasa desapercibida la iento de Neptuno, ni fuera de la profesión astronómica el subsiguiente descubrim planeta causó una débil y remota mancha de luz en la región del perturbado ron la inforninguna gran excitación. Los científicos, sin embargo, considera cuerpo mación bastante notable incluso antes de saberse que el nuevo tos eran se hacía rápidamente más grande y brillante, que sus movimien y que completamente diferentes del ordenado progreso de los planetas, sin la desviación de Neptuno y de su satélite adquiría proporciones precedentes. Poca gente sin preparación científica puede darse cuenta del de enorme aislamiento del sistema solar. El Sol, con sus manchas en planetas, su polvo de planetoides y sus impalpables cometas flota de la una inmensidad vacía que casi derrota a la imaginación. Más allá órbita de Neptuno hay espacio, vacío hasta donde la observación humana ha penetrado, sin calor, ni luz, ni sonido, puro vacío, con una extensión más de veinte millones de veces un millón de millas. Ése es el cálculo bajo de la distancia que hay que atravesar para llegar a la más próxima la llama de las estrellas. Y, salvo algunos cometas más inmateriales que este más liviana, ninguna materia, que se sepa, había atravesado jamás extraño abismo espacial hasta que al comienzo del siglo XX apareció este que trotamundos. Era una ingente masa de materia, voluminosa y pesada, luminosidad salía sin avisar del negro misterio del cielo precipitándose en la telescopio del sol. El segundo día del año era claramente visible con cualquier ón de decente como una mancha de diámetro apenas apreciable en la constelaci Leo, cerca de Régulo. Al poco se le divisaba con gemelos de ópera. fueron alerAl tercer día los lectores de periódicos de los dos hemisferios aparición celeste. tados por primera vez de la importancia real de esta inusitada y proclamaba la Una colisión de planetas titulaba la noticia un periódico de Londres, ente chocaría con opinión de Duchaine de que este extraño planeta nuevo probablem que en la mayoría Neptuno. Los escritores más leídos abundaron en el tema. De forma aunque vaga, de algún de las capitales del mundo el tres de enero había una expectación, la puesta de sol por todo inminente fenómeno en el cielo, y a medida que la noche seguía a te las viejas estrellas el globo, miles de hombres volvieron sus ojos al cielo para ver... únicamen familiares de siempre. ión de Pólux y las estrellas, Hasta que amanecía en Londres y se estaba poniendo la constelac acumulación de luz diurna arriba, empezaron a palidecer. Era un amanecer invernal, una pastosa en las ventanas mostrando dónde la que iba filtrándose, y la luz del gas y de las velas brillaba amarilla las atareadas muchedumbres de los gente estaba en movimiento. Pero el policía que bostezaba lo vio, temprano al trabajo, los lecheros, los mercados se quedaron con la boca abierta, y los obreros que iban y pálidos, los vagabundos sintecho, repartidores de periódicos, los disipados que volvían a casa hastiados el campo, los furtivos volviendo sigilosalos centinelas en sus rondas, y, en el campo, los labriegos pateando —y en el mar por los marineros que vigimente a casa, por todo el país que latía en la oscuridad podía verse en el cielo por el oeste! repente de entró que blanca estrella gran laban la llegada del día—, ¡una brillante que Venus en su ápice de fulgor. Era más brillante que ninguna otra estrella de nuestro cielo. Más sino como un pequeño disco redondo, Todavía relucía, blanca y grande, no una mera mancha de luz que pestañea, la ciencia no ha llegado los hombres miraron claro y refulgente, una hora después de haber salido el Sol. Y donde son anunciadas por estas terribles señales y temieron, hablándose unos a otros de las guerras y las pestes que de Oro, franceses, españoles, portugueses de los cielos. Robustos bóers, oscuros hotentotes, negros de la Costa esta extraña estrella nueva. estaban en pie en la cálida salida del sol observando cómo se ponía Fue el día de Año Nuevo cuando tres observatorios anunciaron

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En cientos de observatorios había habido una contenida excitación , que casi alcanzó el nivel del grito, cuando los dos remotos cuerpos se habían precipitado el uno contra el otro, y apresurados ires y venires para conseguir espectroscopios y aparatos fotográficos, y este aparato o el otro para registrar esta novedosa y sorprendente vista, la destrucción de un mundo. Porque era un mundo, un planeta hermano de nuestra Tierra, mucho mayor, desde luego, que nuestra Tierra, el que tan de repente se lanzaba como un rayo a una muerte flameante. Neptuno era el que había sido alcanzado de lleno por el extraño planeta venido del espacio exterior, y el calor de la colisión había convertido atropelladamente los dos sólidos globos en una vasta masa incandescente. Ese día, dos horas antes del amanecer, la grande y pálida estrella blanca giró alrededor del mundo, apagándose sólo cuando desaparecía por el oeste y el Sol se elevaba sobre ella. En todas partes los hombres quedaron maravillados, pero de todos los que la vieron ninguno más sorprendido que los marineros, vigilantes habituales de las estrellas, que lejos en alta mar no habían tenido ninguna noticia de su llegada y la veían ahora levantarse como una Luna pigmea y ascender en dirección al cenit y colgarse allá arriba y desaparecer en dirección oeste con el paso de la noche. Cuando a continuación se elevó sobre Europa por todas partes había multitudes de observadores en laderas de montaña, en tejados, en campo abierto escudriñando por el este la salida de la gran estrella nueva. Salió con un resplandor blanco delante de ella, como el brillo de un fuego blanco, y aquellos que la habían visto nacer la noche anterior, al avistarla, gritaron: —¡Es mayor! —gritaron —. ¡Es más brillante! Ciertamente la Luna en cuarto creciente y desapareciendo por el oeste tenía un tamaño en apariencia sin comparación, pero en toda su anchura apenas si tenía tanto brillo ahora como el pequeño círculo de la extraña estrella nueva. —Es más brillante —gritaba la gente apiñándose en las calles. Pero en los oscuros observatorios los observadores contenían la respiración y se miraban unos a otros. —¡Está más cerca! —decían—. ¡Más cerca! Una voz tras otra repetía: «Está más cerca», y el tintineo del telégrafo recogió la expresión, y tembló por los cables del teléfono y en mil ciudades sucios cajistas seleccionaban los tipos. Está más cerca. Los hombres que escribían en las oficinas, asaltados por un extraño convencimiento, tiraron las plumas; los que charlaban en mil lugares encontraron de repente una grotesca posibilidad en esas palabras: está más cerca. Las palabras corrieron por las calles que despertaban, fueron gritadas por los senderos cubiertos de escarcha de las tranquilas aldeas. Los hombres que las habían leído en la palpitante cinta del telégrafo se quedaron en los portales iluminados con amarilla luz de gas gritando la noticia a los transeúntes. Está más cerca. Mujeres hermosas, coloradas y resplandecientes, oyeron la noticia bromeando entre baile y baile, y fingieron un inteligente interés que no sentían. —¡Más cerca, desde luego! ¡Qué curioso! ¡Qué listísimos deben de ser esos señores para encontrar cosas como ésa! Los vagabundos solitarios que caminaban en la noche invernal murmurab an aquellas palabras para consolarse —mirando al cielo: —Más cerca tendría que estar, porque la noche es tan fría como la caridad. No parece que dé más calor con estar más cerca, de todas formas. —¿Qué me importa a mí una nueva estrella? —gritaba una mujer que lloraba arrodillada junto a su muerto. El estudiante, que se había levantado temprano para preparar sus exámenes, solucionaba el problema por su cuenta —con la gran estrella blanca brillando, ancha y reluciente, a través de las heladas flores de la ventana.

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—Centrífuga, centrípeta —dijo con la barbilla apoyada en el puño—. Detener a un planeta en su curso, robarle su fuerza centrífuga, ¿qué ocurrirá después? ¡Domina la centrípeta y caerá contra el Sol! ¡Y ésta...! ¿Nos encontramos nosotros en su camino? Me pregunto.. . La luz de aquel día siguió el camino de los anteriores y con las últimas guardias de la helada oscuridad salió de nuevo la extraña estrella. Ahora era tan brillante que la Luna, en cuarto creciente, no parecía sino un amarillento y pálido fantasma de sí misma, colgando enorme en el crepúsculo. En una ciudad sudafricana un gran hombre había contraído matrimoni o y las calles estaban iluminadas para darle la bienvenida de vuelta con su novia. —Hasta los cielos se han iluminado —dijo el adulador. Bajo Capricornio dos amantes negros, desafiando a las bestias salvajes y a los malos espíritus por amor, se agacharon juntos en el cañaveral donde se cernían las luciérnagas. —Ésa es nuestra estrella —susurraron y se sintieron extrañame nte consolados por el dulce brillo de su luz. El gran experto en matemáticas estaba sentado en su despacho y apartaba de él los papeles. Había terminado ya los cálculos. En una pequeña ampolla blanca todavía quedaba un poco de la droga que le había mantenido despierto y activo durante cuatro largas noches. Todos los días había dado clase a los estudiantes, sereno, categórico y paciente como siempre, y luego había vuelto inmediatamente a los trascendentales cálculos. Tenía el rostro grave, un poco demacrado y febril a causa de las drogas para mantenerse activo. Durante algún tiempo pareció abstraído. Después se acercó a la ventana y la persiana subió con un chasquido . A medio camino allá arriba en el cielo, sobre los apiñados tejados, chimeneas y campanar ios de la ciudad, colgaba la estrella. La contempló como se podría mirar a los ojos de un valiente enemigo. —Puede que me mates —dijo tras un silencio—. Pero ya te tengo, como a todo el universo por lo demás, atrapada en este pequeño cerebro. No cambiaría. Ni siquiera ahora. Miró a la pequeña ampolla. —Ya no necesitaré dormir más —dijo. Al día siguiente al mediodía, puntual al minuto, entró en el anfiteatro donde daba la clase, dejó el sombrero en el extremo de la mesa como de costumbre, y con mucho cuidado seleccionó un gran trozo de tiza. Sus estudiantes contaban la broma de que no podía dar clase sin un trozo de tiza entre los dedos y que una vez que le habían escondido la tiza había quedado reducido a la impotencia. Entró y miró bajo las cejas grises las hileras superpuestas de frescos rostros jóvenes hablando con la acostumbrada y estudiada sencillez de expresión. —Han surgido circunstancias... circunstancias ajenas a mi voluntad —dijo haciendo una pausa— que me impedirán terminar el curso que había programad o. Al parecer, señores, para decirlo clara y brevemente... el hombre ha vivido en vano. Los estudiante s se miraron unos a otros. ¿Habían oído bien? ¿Estaba loco? Había ceños fruncidos y muecas en los labios, pero uno o dos rostros permanecieron atentos al tranquilo rostro bordeado de gris. —Será interesante —decía— dedicar esta mañana a una exposición , todo lo clara que pueda, de los cálculos que me han llevado a esta conclusión. Supongam os... Se volvió hacia el encerado, meditando sobre un diagrama como acostumbraba. —¿Qué era eso de que ha vivido en vano? —susurró un estudiante a otro. —Escucha —respondió el otro, afirmando con la cabeza en dirección al conferenciante. Y pronto empezaron a comprender. Aquella noche la estrella salió más tarde porque su propio movimient o hacia el este la había arrastrado algo a través de la constelación de Leo hacia la de Virgo, y brillaba tanto que el cielo se tornó de un azul luminoso a medida que salía y todas las estrellas quedaron a su vez ocultas con la sola excepción de Júpiter cerca del cenit, Cabra, Aldebarán, Sirio y los Lebreles. Era muy blanca y hermosa. En muchas partes del mundo aquella noche la rodeaba un pálido halo. Era perceptiblemente mayor, desde el cielo claro y refractivo de los trópicos parecía como si fuera casi un cuarto del tamaño de la Luna. La escarcha cubría todavía el suelo en Inglaterra, pero el mundo estaba tan brillantemente iluminado como si fuera mitad de verano a la luz de la luna. Con aquella luz fría y clara se podían leer tipos de letra completamente corriente y en las ciudades las farolas ardían amarillas y pálidas. En todas partes la gente estuvo despierta esa noche y por toda la cristiandad un sombrío murmullo andaba suspendido en el sutil aire del campo como el zumbido de las abejas en la colmena, y este tumultuoso murmullo se convirtió en clamor en las ciudades. Era el tañer de las campanas de un millón de campanarios y espadañas convocand o a la gente para que no

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a rezar. Y arriba, cada vez más durmiera más, no pecara más y se congregara en las iglesias y pasaba la noche, se elevaba grande y más brillante a medida que la Tierra giraba en su órbita la deslumbrante estrella. y los muelles de los Las calles y las casas estaban iluminadas en todas las ciudades, a las montañas estaban puertos resplandecían de luz y todas las carreteras que llevaban mares, en torno de los iluminadas y abarrotadas de gente toda la noche. Y en todos los velas atestados países civilizados, barcos con vibrantes máquinas y barcos con hinchadas el norte. Porque el aviso de hombres y de criaturas vivas luchaban por salir al océano, hacia el mundo y traducido a del gran experto en matemáticas había sido ya telegrafiado a todo ardiente abrazo, giraban centenares de idiomas. El nuevo planeta y Neptuno, fundidos en masa incandescente vertiginosamente cada vez más deprisa en dirección al Sol. Esta velocidad aumentaba. volaba ya a cien millas por segundo, y cada segundo su terrorífica de millones de millas Tal y como volaba ahora, ciertamente, tenía que pasar a un centenar da ruta y aún sólo ligede la Tierra y apenas si podía afectarla. Pero cerca de su determina deslizándose esplénramente perturbado, giraba el poderoso planeta Júpiter y sus lunas la ardiente estrella y didas alrededor del Sol. A cada momento crecía ya la atracción entre ente Júpiter sería el mayor de los planetas. ¿Y el resultado de esa atracción? Inevitablem separada notablemente desviado de su órbita haciendo una elíptica y la ardiente estrella, quizá colisionaría con de su precipitada carrera hacia el Sol, describiría una curva y nuestra Tierra, desde luego pasaría muy cerca de ella. inundaciones y Terremotos, erupciones volcánicas, ciclones, grandes olas marinas, altura —eso es lo que una constante elevación de la temperatura hasta Dios sabe qué profetizaba el gran experto en matemáticas. cía la estrella Y arriba, para llevar a cabo la previsión, solitaria, fría y lívida, resplande de la inminente catástrofe. dolían, les pareció A muchos que la observaron aquella noche hasta que los ojos les cambió el tiempo, y que estaba aproximándose visiblemente. Y aquella noche también e Inglaterra, se la escarcha, que se había apoderado de toda la Europa central, Francia

derritió. rezando durante Pero el lector no debe imaginarse, porque haya hablado de gentes amente hacia las toda la noche, gentes embarcando y gentes que huían precipitad estrella. De hecho, la montañas, que todo el mundo estaba ya aterrado a causa de la la charla en momentos costumbre y la necesidad todavía regían el mundo y, salvo por estaban todavía de ocio y el esplendor de la noche, nueve de cada diez seres humanos las tiendas, excepto entretenidos en sus ocupaciones habituales. En todas las ciudades adas, el médico y el alguna por aquí y por allá, abrían y cerraban a las horas acostumbr soldados hacían ejerfunerario ejercían sus oficios, los obreros acudían a las fábricas, los los ladrones acechaban cicio, los investigadores estudiaban, los amantes se buscaban, de los periódicos y salían volando, los políticos organizaban sus proyectos. Las rotativas no abría su sagrado rugían toda la noche y más de un cura de esta o aquella parroquia periódicos insistían en edificio para fomentar lo que consideraba un pánico estúpido. Los el fin del mundo. La la lección del año 1000, pues entonces también la gente había previsto estrella no podía chocar estrella no era tal —puro gas—, un cometa, y aunque fuera una . El sentido común era contra la Tierra. No había ningún precedente de cosa semejante a perseguir al miedoso tenaz en todas partes, desdeñoso, con burlas y algo inclinado estaría en su punto más obstinado. Esa noche, a las 7:15 hora de Greenwich, la estrella cosas. Las sombrías próximo a Júpiter. Entonces el mundo vería por dónde iban a ir las y elaborado autobombo. advertencias del matemático eran tomadas por muchos como puro dejó sentadas sus inalteEl sentido común por fin, un poco acalorado por las discusiones, bárbaros y salvajes, rables convicciones yéndose a la cama. De la misma manera también, y salvo por algún perro cansados de la novedad, se volvieron a sus importantes negocios, que aullaba acá y allá el mundo salvaje se despreocupó de la estrella. vieron salir la Y no obstante, cuando por fin los observadores de los estados europeos había sido la noche anteestrella, una hora más tarde, es verdad, pero no mayor de lo que en matemáticas —para rior, había todavía muchos despiertos para reírse del gran experto dar el peligro por pasado. terrible regularidad Pero de ahí en adelante la risa cesó. La estrella crecía, crecía con cenit de medianoche, y hora tras hora, un poco mayor cada hora, un poco más cerca del

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cada vez más brillante hasta que hubo convertido la noche en un segundo día. De haber venido directa hacia la Tierra en lugar de describir una curva, si no hubiera perdido velocidad por la atracción de Júpiter, debía de haber saltado el abismo intermedio en un día, pero tal como fue tardó cinco días en acercarse a nuestro planeta. La noche siguiente había alcanzado el tamaño de un tercio de la Luna antes de ponerse ante ojos ingleses, y el deshielo estaba asegurado. Apareció sobre América casi con el tamaño de la Luna, pero de un blanco cegador y ardiente, y una corriente de aire caliente sopló ahora acompañando a su aparición y robustecimiento, y en Virginia, y Brasil y el valle de San Lorenzo brilló intermitentemente a través de un hedor torrencial de nubes tronantes, de parpadeos de rayos de color violeta y de granizo sin precedentes. En Manitoba hubo un deshielo y devastadoras inundaciones. En todas las montañas de la Tierra la nieve y el hielo empezaro n a fundirse aquella noche, y todos los ríos que nacían en las montañas corrían crecidos y turbios, y pronto, en las cuencas altas, con árboles arremolinados y los cuerpos de bestias y de hombres. Se elevaron constantemente, bajo el continuo brillo fantasmal, y finalmente empezaron a rebosar por encima de sus márgenes a espaldas de la población de los valles que huía. A lo largo de la costa de Argentina y subiendo por el Atlántico sur las mareas eran más altas de lo que nadie podía recordar, y las tormentas empujaron las aguas en muchos casos muchísimas millas tierra adentro, sumergiendo ciudades enteras. Tanto había subido el calor durante la noche que la salida del sol fue como la aparición de una sombra. Los terremotos comenzaron y se multiplicaron hasta que por toda América, desde el Círculo Ártico hasta el Cabo de Hornos, las laderas estaban deslizándose, se abrían fisuras, y casas y muros se desmoron aban totalmente. Todo el lateral del Cotopaxi se deslizó en una vasta convulsión y un tumulto de lava brotó tan alto, ancho, rápido y líquido que en un día alcanzó el mar. Y así la estrella, con la pálida Luna saliendo, cruzó el Pacífico, arrastró las tormentas de truenos como el dobladillo de una falda y las crecientes olas de la marea que avanzaban penosamente detrás de ella, espumeantes y ansiosas, cayeron sobre una isla tras otra dejándolas barridas de hombres. Hasta que finalmente llegó aquella ola —en medio de una luz cegadora y con el aliento de un horno llegó rápida y terrible—, una muralla de agua de cincuenta pies de alto, rugiendo hambrienta, sobre las largas costas de Asia, y cruzó arrasando las llanuras chinas tierra adentro. Durante un tiempo la estrella, ahora más ardiente, grande y brillante que el Sol en toda su fuerza, mostró con su brillo implacable el extenso y populoso país, ciudades y aldeas con sus pagodas, árboles, caminos, extensos campos cultivados, millones de personas sin dormir mirando con terror impotente al cielo incandescente, y después, sordo y creciente, llegó el murmullo de la inundación. Y eso fue lo que les pasó a millones de hombres esa noche... la huida a ninguna parte, con los miembros pesados por el calor y la respiración furiosa y escasa, y la inundación como una muralla blanca y rápida detrás. Y luego la muerte. China estaba iluminada por un resplandor blanco, pero sobre Japón y Java y todas las islas del este de Asia la gran estrella era una bola de sordo fuego rojo a causa del vapor y el humo y las cenizas que los volcanes escupían para saludar su llegada. Arriba estaban la lava, los ardientes gases y las cenizas, y abajo las bullentes aguas, y toda la tierra oscilaba y retumbaba con las sacudidas de los terremotos. Pronto las inmemoriales nieves del Tíbet y del Himalaya estaban derritiéndose y precipitándose por diez millones de canales que se hacían más hondos y convergían sobre las llanuras de Birmania y el Indostán. Las enmarañadas cumbres de las junglas de la India estaban en llamas en mil sitios, y debajo de las apresuradas aguas en torno de los tallos había objetos oscuros que todavía se agitaban débilmente y reflejaban las lenguas rojas de sangre del fuego. Y en desordenada confusión una multitud de hombres y mujeres huían por los anchos márgenes de los ríos hacia la última esperanza de los humanos... el mar abierto. Mayor y mayor se hizo la estrella, y más calurosa y brillante, ahora con una rapidez terrible. El océano tropical había perdido la fosforescencia, y el remolino de vapor se elevaba en espirales fantasmales desde las negras olas que caían incesantemente, moteadas de barcos sacudidos por la tormenta. Y luego llegó el misterio. A los que en Europa vigilaban la salida de la estrella les pareció que el movimiento de rotación de la Tierra debía de haber cesado. En miles de sitios en campo abierto de las tierras altas y bajas a los que la gente se había dirigido huyendo de las inundaciones, de las casas que se hundían y de las laderas de los montes que se desplazaban, esperaron la salida en vano. Una hora siguió a otra en medio de un terrible suspenso y la estrella no salió. Una vez más los hombres vieron las viejas constelaci ones que daban por perdidas para siempre. En Inglaterra la atmósfera estaba caliente y despejada aunque el suelo temblaba constantemente, pero en los trópicos, Sirio, Cabra y Aldebarán se veían

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un retraso de casi diez horas, el Sol a través de un velo de vapor. Y cuando por fin la estrella salió con un disco negro. salió muy cerca de ella y en el centro de su blanco corazón tenía en relación con el moviFue sobre Asia donde la estrella había comenzado a quedarse rezagada su luz se había velado. Toda miento del cielo, y luego, de repente, mientras estaba sobre la India, era aquella noche un la llanura de la India desde la desembocadura del Indo a la del Ganges y palacios, montes y yermo poco profundo de brillantes aguas del que sobresalían templos masa de gente que caía, montículos, negros de gente. Cada minarete era una arracimada los dominaban. Todo el uno tras otro, en las turbias aguas a medida que el calor y el pánico horno de desesperación, país parecía estar gimiendo, y de repente una sombra cruzó aquel ión de nubes. Los y de la enfriada atmósfera salió una ráfaga de aire frío y una congregac un disco negro cruzaba hombres, que miraban arriba, casi cegados, a la estrella, vieron que la Tierra. Y hasta cuando los lentamente la luz. Era la Luna que se interponía entre la estrella y e inexplicable dulzura, salió hombres clamaban a Dios por este alivio, por el este, con extraña los cielos al mismo tiempo. el Sol. Y entonces estrella, Sol y Luna cruzaron precipitadamente y el Sol se elevaban muy Y así fue cómo al poco, para los observadores europeos, la estrella y después más despacio, y cerca la una del otro, avanzaron precipitadamente durante un rato fuego en el cenit del cielo. La finalmente pararon, estrella y Sol se fundieron en un resplandor de en el celeste resplandor. Luna ya no eclipsaba a la estrella, sino que había dejado de ser visible con esa obtusa estupidez Y aunque los que todavía estaban vivos lo miraron, en su mayoría, hubo hombres capaces que engendran el hambre, la fatiga, el calor y la desesperación, todavía habían alcanzado el punto de percibir el significado de estas señales. La estrella y la Tierra pasado. Ya estaba retiránmás próximo, habían girado una sobre la otra, y la estrella había hacia el Sol. dose, cada vez más rápida, en la última etapa de su precipitada caída los rayos y los truenos Y entonces se juntaron las nubes obstruyendo la visión del cielo, como los hombres no tejieron una tela en torno al mundo. Por toda la tierra hubo tal diluvio el dosel de las nubes contra llamas rojas lanzaban volcanes los donde y jamás, visto habían ban torrencialmente las descendieron torrentes de lodo. Por todas partes las aguas abandona de basura como una playa tierras dejando a su paso ruinas cubiertas de cieno, y la tierra llena de hombres y bestias, sus batida por la tormenta con todo lo que flotaba y los cuerpos muertos arrastrando a su paso hijos. Durante días las aguas estuvieron escurriéndose de las tierras titánicos barrancos suelo, árboles y casas, y amontonando enormes terraplenes y excavando la estrella y al calor. Durante por los campos. Ésos fueron los días de tinieblas que siguieron a los terremotos. todos ellos, a lo largo de muchas semanas y meses, continuaron el hambre y recobrando Pero la estrella había pasado, y los hombres, impulsados por ciudades, los enterrados fuerzas muy poco a poco, pudieron volver lentamente a las arruinadas escapado a las tormentas graneros y los empapados campos. Los pocos barcos que habían ruta por las nuevas marcas y llegaron aturdidos y desmantelados, sondeando con cautela la , los hombres se dieron bajíos de los otrora familiares puertos. Y cuando las tormentas remitieron y el Sol mayor, y la Luna, cuenta de que en todas partes los días eran más calurosos que antes días en pasar de luna nueva encogida a un tercio de su tamaño anterior, ahora tardaba ochenta a luna nueva. surgió entre los hombres, Pero esta historia no dice nada de la nueva fraternidad que pronto extraño cambio que habían ni de la preservación de las leyes, los libros y las máquinas, ni del de forma que los marineros sufrido Islandia y Groenlandia y las costas de la bahía de Baffin, podían creer lo que veían. Ni que iban allí pronto las encontraron verdes y gráciles y apenas si calurosa, hacia el norte y tampoco de la migración de la humanidad ahora que la Tierra era más y el paso de la estrella. hacia el sur, en dirección a los polos. Se ocupa únicamente de la llegada sean seres muy Los astrónomos marcianos —pues hay astrónomos en Marte, aunque s en estos fenómenos. diferentes a los hombres— estuvieron naturalmente muy interesado Por supuesto, los vieron desde su propio punto de vista. a través de nuestro Considerando la masa y la temperatura del proyectil que fue lanzado nte el escaso daño que sistema solar contra el Sol —escribía uno de ellos— es sorprende las familiares delimitaha sufrido la Tierra, con la que no se estrelló por muy poco. Todas y ciertamente la única ciones continentales y las masas de los mares continúan intactas, (que se suponía ser diferencia parece consistir en la disminución de la mancha blanca agua helada) alrededor de los dos polos. de las catástrofes Lo que sólo muestra lo pequeña que puede parecer la mayor humanas a una distancia de unos cuantos millones de millas.

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Serie InterPARES Colecciรณn digital disponible en el portal del Archivo General de la Naciรณn



Plantilla de reporte de valoración para documentos de archivo gubernamentales19 Para uso de un archivo u otro repositorio confiable al momento de la transferencia. Reporte de valoración para documentos de archivo gubernamentales Instrucciones: Complete esta forma para cada lote de documentos de archivo que se valoran y presentan o con base en cada serie. Una serie consiste en un grupo de documentos de archivo relativos a una cierta función, actividad o materia. Fecha de valoración: CONTEXTO DE PROCEDENCIA

Nombre del área productora: Nombre de la oficina transferente: Mandato y funciones de la organización: Indique el mandato estatutario y, en su caso, su relación con la secretaría ascendiente, así como otras funciones traslapadas o relacionadas con otras dependencias. Dado que la valoración es un proceso analítico, evite citar literalmente extractos de reportes anuales y enunciados de misión del organismo en cuestión. Identifique la oficina de interés primario en donde las funciones y actividades más importantes se llevan a cabo y se ubican los documentos de archivo, así como su relación con el actual cuerpo de éstos que se esté valorando actualmente. Indique si existe un traslape con las actividades de alguna otra área.

InterPARES 5 19 Esta plantilla ha sido adaptada de la Lista de verificación de valoración de documentos de archivo gubernamentales de los Archivos Nacionales de Singapur (NAS). Esta organización fue socio de pruebas en el proyecto InterPARES 2.

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CONTEXTO JURÍDICO-ADMINISTRATIVO

Historia administrativa de la dependencia: Indique el año en que se estableció, nombre de sus antecesores o sucesores, si los hubiese, así como reestructuraciones que hayan afectado al sistema de gestión documental.

Legislación que afecte el proceso de acción y el de gestión documental.

CONTEXTO TECNOLÓGICO

Para documentos de archivo digitales, indique el entorno operativo en general, el equipo, sistema operativo y programas de cómputo, así como los formatos de archivos de computadora que el sistema genera.

Para documentos de archivo en papel, indique si la dependencia tiene planes para desarrollar un sistema electrónico de ellos, y señale también si se cuenta con otro tipo de soportes documentales digitales.

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INFORMACIÓN DEL SISTEMA DE GESTIÓN DOCUMENTAL

Serie del documento de archivo: Rango de fechas de los documentos de archivo: Volumen de documentos de archivo: Indique el número de archivos electrónicos o físicos. Para bases de datos, indique su tamaño en términos de megabytes/gigabytes/terabytes.

Soporte físico de los documentos de archivo: Archivos de materia:

Archivos de caso:

Documentos de archivo relacionados: Indique la existencia de documentos de archivo en otros medios; por ejemplo, fotografías, carteles, diarios, mapas y planos, tarjetas postales, documentos audiovisuales u otros documentos electrónicos que residan dentro de la dependencia.

¿Existen otros documentos de archivo que resuman la información contenida en los documentos de archivo? ¿Son éstas las mejores fuentes de información disponibles?

CATÁLOGO DE CONCENTRACIÓN PREVIO

Disponible en el catálogo anterior.

No

Disponible bajo recomendaciones previas.

No

Consigne el número de los autorizados.

No

Consigne la acción de disposición previa.

No

Resumen de los documentos de archivo previamente transferidos:

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METODOLOGÍA DE VALORACIÓN

Instrucciones: Llene los espacios correspondientes. Entrevistas con el personal archivístico y productores. Análisis funcional de la dependencia. Examen selectivo de los documentos de archivo. EVALUACIÓN DEL VALOR CONTINUO DE LOS DOCUMENTOS DE ARCHIVO

a. Valor para los propósitos de la dependencia. Información del establecimiento y origen. Documente los procesos de decisión importantes. Documente las funciones y logros. Documente las operaciones clave. Documente los procesos de toma de decisiones clave de niveles alto y medio.

b. Valor como dato personal de un ciudadano. Documente los derechos y obligaciones del gobierno para con éste.

c. Valor para la nación. Información para la soberanía nacional. Información para la seguridad nacional. Información para las relaciones con otros países. Información de esfuerzos en la construcción de la nación.

d. Otros valores Valor interno. Investigación futura.

Comentarios adicionales:

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AUTENTICIDAD DE LOS DOCUMENTOS DE ARCHIVO

Identifique la identidad e integridad del documento de archivo. La identidad de un documento de archivo implica la existencia de un cuadro de clasificación, metadatos de las personas involucradas con el proceso de producción, materia, fechas de producción y transmisión, indicaciones de anexos y anotaciones. La integridad de un documento de archivo incluye la identificación del documento de archivo autorizado, en caso de múltiples copias, así como los controles procedimentales relacionados al acceso, pérdida y corrupción.

VIABILIDAD DE LA PRESERVACIÓN

Determine la necesidad de mantener los documentos de archivo permanentemente dentro de sus especificaciones al asumir la responsabilidad técnica y financiera de migrarlos a través del tiempo. Términos del costo y habilidades técnicas requeridas para esa preservación.

REQUISITOS PARA EL ACCESSO

Indique las restricciones y condiciones para el acceso a los documentos de archivo durante el proceso de valoración. Resalte las funciones relevantes de la dependencia que pueden afectar el acceso a los documentos de archivo.

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CITA DE FUENTES

Por ejemplo, reportes anuales, documentos del organismo.

Periodo propuesto de concentración y acciones de disposición:

Periodo propuesto de concentración y acciones de disposición del archivo nacional:

Número autorizado:

Nombre del funcionario que presenta la valoración:

Funcionario que autoriza:

Fecha de aprobación:

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Modelo de Gestión y Preservación del Correo Electrónico (MGPCE) El MGPCE consta de cuatro fases: identificación, determinación, diseño e implementación (Figura 1). Identificar

Determinar

Diseñar

Implementar

Figura 1: Modelo de Gestión y Preservación de Correo electrónico (MGPCE) – simplificado.

Como se muestra en la Figura 2, estas fases se expanden en los siguientes procesos: 1.

Identificación de factores contextuales que influyen en la gestión y preservación del correo electrónico.

2.

Determinación de las mejores formas para manejar y preservar el correo electrónico dentro de la organización.

3.

Diseño o revisión de las políticas y procedimientos para la gestión y preservación del correo electrónico.

4.

Implementación de las políticas y procedimientos para la gestión y preservación del correo electrónico. 21

InterPARES 6


Identificar el contexto de correos electrónicos

Determinar el mejor método para preservar correos electrónicos

Determinar el mejor método para preservar correos electrónicos

Diseñar políticas de gestión y preservación de correos electrónicos

Diseñar políticas de gestión y preservación de correos electrónicos

Implementar políticas de gestión y preservación de correos electrónicos

Implementar políticas de gestión y preservación de correos electrónicos

Figura 2: Modelo de Gestión y Preservación de Correo electrónico (MGPCE) – expandido.

Como se representa en la Figura 2, el MGPCE consiste en una serie de pasos, algunos de los cuales pueden ser iterativos u ocurrir de forma concurrente con otros. Por ejemplo, los pasos 2 y 3 identifican factores internos y externos y determinan las mejores formas para manejar y preservar los correos electrónicos; no requieren ser completados en orden, pero en ciertas situaciones la información contextual obtenida durante estas fases puede ser necesaria antes de proceder a la siguiente etapa. Toda la información deberá conseguirse y todas las políticas y procedimientos deberán diseñarse antes de su implementación. Las siguientes subsecciones le guían a través de cada una de las fases; le proporcionan, además, información que necesita para satisfacer sus requerimientos y estar en posibilidades de pasar al siguiente paso. 22


Identificar el contexto del correo electrónico Identificar

Esta puede ser una de las fases que consuman más tiempo y sean más pesadas del MGPCE, pero su importancia no puede ser subestimada. Antes de concebir nuevas estrategias o implementar nuevos lineamientos o procedimientos para la gestión y preservación del correo electrónico, primero se debe evaluar cómo se maneja y preserva el correo electrónico en su organización. Esta información probablemente puede ser obtenida mediante reuniones con el mayor número posible de interesados, tales como directivos de alto nivel, abogados, empleados de tecnologías de información y otros miembros que producen y manejan correos electrónicos. Como se muestra en la Figura 3, existen varios factores contextuales que deben ser tomados en consideración: principios de la administración de archivos; capacidades tecnológicas; tendencias de cultura organizacional, y aspectos legales. Entender estos factores asegurará que sus estrategias de implementación sean realistas y prácticas, dados los recursos y ambiente de trabajo de su organización. Principios de administracion de archivos

Tendencias de la cultura organizacional

Capacidades tecnológicas

Aspectos legales

Figura 3: Factores contextuales del correo electrónico.

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Principios de la administración de archivos

Como profesional de los archivos en su organización, usted ya debe estar consciente de los principios y prácticas de la administración de archivos que actualmente se encuentran en práctica dentro de su empresa.4 Este módulo y los otros que le acompañan, ofrecen un momento oportuno para revisar la efectividad de estas prácticas y la vigencia de la documentación correspondiente. Por ejemplo, puede necesitar revisar los requisitos de retención y disposición de ciertas series de documentos de archivo, actualizar políticas y procedimientos relacionados con las funciones de la administración de archivos, o reconsiderar las fortalezas y debilidades de las herramientas educacionales, presentaciones o documentos que utiliza para capacitar a los empleados acerca de la importancia de la administración de documentos de archivo y de sus prácticas. Capacidades tecnológicas

La gestión y preservación del correo electrónico depende, principalmente, de las capacidades tecnológicas de la organización. Dentro de ella, existe cierto número de características que deberían ser consideradas cuando se evalúa el manejo de correo electrónico; éstas incluyen, entre otras: •

• •

Aplicaciones cliente-servidor de correo electrónico (por ejemplo, MS Outlook, Pegasus Mail, Eudora, Thunderbird, correo de Apple, etcétera). Protocolos de comunicación (por ejemplo, POP, IMAP, SMTP, LDAP). Asignación y disponibilidad de espacio en servidor.

4 Por ejemplo, véase sección 7.1, “Records Management Requirements”, de ISO 15489-1, “Information and Documentation –Records Management– Part 1: General”, Ginebra, Suiza, International Organization for Standardization, 2001.

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• • • • •

Duración de los correos electrónicos que se guardan en las papeleras digitales. Cotas de las bandejas o buzones de entrada de los usuarios. Capacidades y prácticas de respaldo. Equipos y programas de cómputo que se utiliza. Otros dispositivos móviles que son usados por los empleados (por ejemplo, Blackberries, iPhones, tabletas, etcétera). Sistemas de información o gestión documental que se están utilizando (por ejemplo, sistemas de gestión de documentos y documentos de archivo, administrador de contenido ECM, unidad compartida de red o red de área local, etcétera).

Aspectos legales

Al igual que los temas tecnológicos, las cuestiones jurídicas están basadas contextualmente y dependen de la ubicación y jurisdicción de la organización. Al igual que otros documentos de archivo dentro de su organización, al correo electrónico se le deben aplicar —o ser manejado en cumplimiento de— leyes nacionales, regionales o locales, las cuales pueden incluir legislaciones relacionadas con: • • • • •

Acceso a la información. Legislación de archivos históricos. Leyes de evidencia y reglas en juzgados. Protección de la privacidad e información personal. Leyes, reglamentos u ordenanzas (normas, decretos) relacionados con el tipo de negocio de su organización (por ejemplo, cuando se trata de la industria farmacéutica).

El contexto jurídico deberá incluir todas las políticas, lineamientos o procedimientos creados por la organización, que los 25


empleados deben obedecer, tales como la política de administración de archivos, la de uso de tecnologías de la información o los lineamientos de correo electrónico. Conducir una evaluación de riesgos del ambiente legal de su organización puede influir en cuanto a las áreas de su organización a las que se acercará primero para implementar nuevas estrategias para manejar y preservar mensajes. Por ejemplo, algunos documentos de archivo, tales como aquellos producidos por recursos humanos, contabilidad o investigación y desarrollo, pueden tener mayor demanda cuando hay que atender solicitudes de acceso a la información o instrucciones para producir documentos de archivo para litigios. Asimismo, los correos electrónicos en posesión de altos funcionarios o de sus asistentes pueden ser requeridos con mayor frecuencia que los mensajes de otros empleados. Es importante identificar las áreas de la organización que pueden tener más necesidad de prácticas de gestión y preservación para asegurar que los mensajes sean retenidos y se disponga de los mismos, evitando que sean destruidos erróneamente. Tendencias de la cultura organizacional

Existe una variedad de factores organizacionales que deberían ser considerados cuando se evalúan los planes para la gestión y preservación del correo electrónico. Entender el papel que el correo electrónico tiene dentro de la organización y cómo es usado y percibido por los usuarios facilitará la implementación de nuevas políticas o procedimientos.

Para mayor información, véase el Módulo 3: Cultura organizacional y sus efectos en la administración de archivos.

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Noticia de una “falsificación” de la Psalmodia christiana de fray Bernardino de Sahagún

Notice of a fray Bernardino de Sahagún’s Psalmodia christiana “forgery” Heréndira Téllez Nieto Universidad Complutense de Madrid here_tellez@yahoo.es

Recibido: 6 de junio de 2016 • Aprobado: 24 de julio de 2016

Resumen

Abstract

La Psalmodia christiana de fray Bernardino de Sahagún es uno de los impresos mexicanos del siglo XVI más cotizados y codiciados por los coleccionistas, pues fue la única obra del franciscano que llegó a la imprenta. Durante el siglo XIX se consideraba que sólo existía un ejemplar, en poder de don Joaquín García Icazbalceta y, poco a poco, se fueron encontrando otros ejemplares; sin embargo, no todos los que han sido catalogados como la Psalmodia tienen el texto original y verdadero. En este artículo se hablará de una de esas “falsificaciones” a partir de la comparación filológica de los textos.

The Psalmodia christiana of fray Bernardino de Sahagún is one of most important books printed in sixteenthcentury in Mexico: it was the only work imprinted by the Franciscan father. During the nineteenth-century, don Joaquín García Icazbalceta had the only one known copy, but right now it has more versions; however, not all are authentic. This article will discuss of one of these “fakes”.

Palabras clave: Psalmodia christiana, fray Bernardino de Sahagún, Evangeliario, Sermonario, fray Juan de Mijangos

Keywords: Psalmodia christiana, fray Bernardino de Sahagún, Lectionary, Gospels, fray Juan de Mijangos


Heréndira Téllez Nieto

Del Evangeliario náhuatl a la versión “falsa” de la Psalmodia1 Entre los diversos textos que conforman el Evangeliario náhuatl de Toledo2 se encuentra una oración de notable interés (Inin tlatlatlahutiliztli quitlali yn san Bernardino momoztlae ictlatlatlahutiaya [Esta plegaria la puso a san Bernardino para que se rece cada día] fol. 248-250r)3 pues constituye uno de los pocos fragmentos dedicados al santo que diera nombre a uno de los conventos más importantes de la Nueva España en el siglo XVI, el de san Bernardino de Xochimilco. Para realizar la descripción de dicha oración era necesario compararla con otras fuentes y, dado que de la Vida de san Bernardino que el propio fray Bernardino de Sahagún habría traducido al náhuatl no se tienen más noticias,4 resultaba fundamental analizar los santorales de la época. Una de las obras que contienen varios cánticos dedicados a este santo es la Psalmodia christiana5 de fray Bernardino de Sahagún (14991590). Sin embargo, al buscarla, resultó que uno de los ejemplares digitalizados y presentado como la Psalmodia no correspondía con la obra de Sahagún. Este hecho dio lugar a la nota que ahora se presenta, pues, por una parte, el texto que contiene esta “falsificación” es de suyo interesante y se inserta en el trabajo sobre evangelios en lenguas mesoamericanas que me encuentro realizando, pues demuestra que los sermones, Agradezco a los dos dictaminadores anónimos y al Lic. Javier E. Ramírez su lectura y comentarios a este artículo. 2 Sobre el manuscrito toledano, véase Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), Universidad Complutense de Madrid, https://www.ucm.es/data/ cont/media/www/pag-10588/201511not02.pdf [consultado el 1 de noviembre de 2015]; El Norte, Monterrey, [consultado el 27 de marzo de 2016]. 3 El estudio pormenorizado del texto Inin tlatlatlahutiliztli quitlali yn san Bernardino momoztlae ictlatlatlahutiaya se presentará en una próxima publicación. 4 Véase § III, n. 22. 5 Fol. 89-92, 20 de mayo. Anderson, (“The San Bernardino”, pp. 107-114) presenta una transcripción y traducción de los salmos dedicados a dicho santo. 1

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Noticia de una “falsificación”…

Imagen 1. San Bernardino, Psalmodia christiana. Cortesía: Biblioteca John Carter Brown.

Número 11 (septiembre-diciembre 2016) •

ISSN:

0185-1926 •

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Heréndira Téllez Nieto

todavía en el siglo XVII, tuvieron como base la primitiva traducción de la Epístolas y Evangelios en náhuatl del siglo XVI. Por otro lado, es una llamada de atención a los repositorios sobre la necesidad de analizar y describir cuidadosamente las obras en lenguas indígenas que albergan, ya que algunas de ellas resultan “sustituciones” o “falsificaciones”. En ocasiones no se actúa con dolo pero los repositorios no cuentan con especialistas en lenguas indígenas para realizar la descripción precisa de sus materiales, limitando con ello el acceso a los especialistas que desconocen la existencia y contenido de valiosas obras para los estudios históricos y filológicos de las lenguas vernáculas de México. En otros casos, es posible que las “falsificaciones” se hubieran realizado para obtener beneficios económicos y que algunos casos no fueran detectados por las bibliotecas por el mismo desconocimiento de las lenguas indígenas. En este sentido, es necesario hacer notar que durante el siglo XIX salieron de México numerosas colecciones y no siempre los dueños actuaron de forma legítima: algunas veces tomaron para sí obras de los repositorios que estaban destinadas a los museos de México, en otras ocasiones engañaron a algunos compradores; para explicar este fenómeno, la siguiente sección estará dedicada a revisar el coleccionismo de libros mexicanos durante el siglo XIX; la tercera será una descripción propiamente de la Psalmodia christiana desde el punto de vista bibliográfico; la cuarta, hablará de las ‘falsificaciones’ de dicha obra; finalmente se presentan algunas conclusiones y un colofón.

El negocio del coleccionismo de libros mexicanos en el siglo XIX Joaquín Fernández de Córdoba, en su artículo “Nuestros tesoros bibliográficos en los Estados Unidos”, describía magistralmente la situación del patrimonio bibliográfico, archivístico y documental de México y cómo numerosos archivos habían llegado a manos de coleccionistas extranjeros: 16

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Noticia de una “falsificación”…

El patrimonio manuscrito, bibliográfico y documental de México alcanzó cifras insospechadas al cerrarse el ciclo de la dominación española. Ocurre al instante preguntar por el paradero de toda esta riqueza histórica acumulada en el transcurso de los tres siglos virreinales, en los repositorios oficiales, en las bibliotecas y archivos de los monasterios, de las catedrales, de las parroquias, de los colegios y de los seminarios diocesanos. A esto hay que responder que la dilapidamos de la manera más bochornosa, como resultado de nuestras convulsiones político-sociales, de nuestra ignorancia, de nuestra imprevisión y falta de patriotismo. Después de la Independencia, conserváronse algún tiempo con esmero tan preciosos depósitos; pero los mismos que debían custodiarlos, no tardaron el olvidar o desconocer el mérito de aquella labor... El completo desorden de las bibliotecas, el poco o ningún caso que de ellas hacían las comunidades, la ignorancia o la depravación de algunos de sus individuos eran causas que favorecían poderosamente el pillaje, ejercido especialmente por extranjeros que se llevaban fuera del país lo mejor que teníamos. La incautación de las bibliotecas monásticas y clericales, decretada por el gobierno liberal en 1861, vino a coronar el estrago. Este año de “61 fue el año de la abundancia” para los bibliófilos propios y extraños. Las “filtraciones” que ocurrieron en esa biblioteca antes y mientras las trasladaba el gobierno al lugar destinado para su concentración, surtieron a la mayoría de las de los particulares.

En efecto, los bibliógrafos decimonónicos mexicanos, tras rescatar del olvido los libros conventuales después de la promulgación de las Leyes de Reforma (1859-1860), contribuyeron notablemente a la investigación del mundo antiguo mexicano. Gracias a hombres como Joaquín 6

Fernández de Córdoba, “Nuestros tesoros”, p. 124.

Número 11 (septiembre-diciembre 2016) •

ISSN:

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Heréndira Téllez Nieto

García Icazbalceta (1825-1894), Alfredo Chavero (1841-1906) o Faustino Galicia Chimalpopoca (1805-1877), conocemos los detalles de numerosos manuscritos e impresos novohispanos de los que dejaron constancia en sus monumentales obras. Sin embargo, junto a la investigación académica se acrecentó un boyante negocio: el coleccionismo de libros antiguos, en especial de lenguas indígenas. Si bien desde el siglo XVI hubo casos notables de falsificación de documentos, no sólo por evidentes propósitos monetarios, sino también por otras causas, entre ellas documentar la propiedad de tierras, certificar la pertenencia a un linaje, entre otras; fue durante los siglos XVII y XVIII cuando se fomentaría la falsificación de documentos “por encargo”, pues algunos hombres, como Lorenzo Boturini, pagaban buen precio por antigüedades, lo que llevaría a ciertos individuos a proveer su peticiones, incluso si era necesario creando estas “antigüedades”.7 En el siglo XIX, además de circular en el mercado los originales novohispanos y las falsificaciones “antiguas” se añadieron los repositorios conventuales recién requisados. Las bibliotecas eclesiásticas, hasta entonces aseguradas con la “pena de excomunión”8 a quien robase sus libros, fueron completamente expoliadas. Los propios encargados del gobierno, que tenían la tarea de rescatar los archivos, como José Fernando Ramírez (1804-1871), director y conservador del Museo Nacional de Antigüedades de México, tomaron para sí obras que les interesaron, tal como él mismo narra en el siguiente episodio: Descubrí este manuscrito [Códice Ramírez] en el Convento Grande de San Francisco de esta ciudad al tiempo de su bárbara destrucción [...] El ministro de Fomento, licenciado don Manuel Siliceo, me comisionó, en unión del licenciado Manuel Orozco, para formar el inventario Sobre la falsificación de códices prehispánicos en los siglos XVIII-XIX y la colección de Boturini véase Batalla Rosado, “Las falsificaciones”, pp. 355-377. 8 Breve de Pío V. 7

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Noticia de una “falsificación”…

de sus libros y papeles a fin de preservarlos de la rapacidad de los demoledores, que no perdieron tiempo en los primeros momentos de la confusión. Merced a esta disposición se pudo salvar la biblioteca y el archivo. Aunque el gobierno me había autorizado para extraer los documentos que considerara útiles a nuestra historia, recibí el permiso de V. P. fray Buenaventura Homedes, entonces provincial, quien me lo donó.9

De esta forma, numerosas obras acabaron en manos de ministros juaristas y monárquicos y más tarde fueron vendidas como bibliotecas particulares; así, a la muerte de José Fernando Ramírez (1871), su rica colección que contaba con “muchos incunables del antiguo continente, gran número de ediciones princeps mexicanas del siglo XVI, crónicas religiosas, folletos rarísimos, infinidad de códices jeroglíficos […] y una esplendida colección de manuscritos”,10 entre ellos algunos de los más importantes en náhuatl, pertenecientes a autores como fray Andrés de Olmos,11 fray Bernardino de Sahagún,12 además de importantes obras en otomí13 y otras lenguas mesoamericanas, fue vendida por sus herederos a don Alfredo Chavero, cuya colección, a su vez, pasó a manos de Manuel Fernández del Castillo, “un rico bibliógrafo, que no historiador”,14 quien, a pesar de la cláusula que le impedía vender esta colección al extranjero, y a instancias del padre Agustín Fischer, Códice Ramírez. Relación del origen de los indios que habitan en la Nueva España según sus historias, BNAH; De la Torre Villar, en Ramírez, Obras históricas I, p. 393. 10 Gonzáles Obregón, citado en De la Torre Villar, en Ramírez, Obras históricas IV, p. 21. 11 La copia del Arte de la lengua mexicana de Ramírez actualmente se encuentra en la biblioteca Bancroft de California. Hasta hace poco se consideraban perdidos los primeros folios de este mss. Banc m-m 454, sin embargo, los folios faltantes se han localizado en la Colección Especial de la Biblioteca de la Universidad de Virginia, caja 1 #761. Téllez Nieto, La tradición gramatical, pp. 196ss. 12 Por ejemplo la colección de los Sermones dominicales, ahora en la biblioteca Newberry de Chicago, Ayer MS 1485, véase Schwaller, Guide, pp. 3-19. 13 Wright, Manuscritos otomíes. 14 De la Torre Villar, en Ramírez Obras históricas IV, p. 21. 9

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un aventurero alemán, “la mandó a Londres donde la subastaron en 1880 los libreros Puttick y Simpson”15 a cambio de “pérdida tan irreparable para México, Fernández del Castillo trajo de Europa un nuevo modelo de florete, que causó la admiración de los aficionados de esgrima”.16 Lo mismo sucedió con las colecciones eclesiásticas de la provincia mexicana. Nicolás León Calderón (1859-1929) cuenta en su correspondencia con Joaquín García Icazbalceta las excursiones que realizaba por distintas iglesias michoacanas y narra detalladamente lo que allí iba encontrando y cómo después incorporó estos hallazgos a su propia colección; baste de ejemplo el siguiente párrafo: Museo Michoacano. Morelia, septiembre 30 de 1886. Muy señor y amigo mío: Mi segunda entrada a san Agustín me ha dado lo siguiente: Sermonario mexicano de fray Juan Bautista. Sermonario mexicano de fray Juan de la Anunciación. Espacio divino [sic] en mexicano del P. Mijangos, sin la carátula. Crónica de Grijalva. Itinerario de párrocos de Indias, por el obispo Montenegro […] Imitación de Cristo o De contemptu mundi mss […] Doctrina christiana y pláticas en lengua ópata...17

Más tarde, ante las penurias económicas el doctor –Nicolás León era médico de profesión– se vio obligado a subastar estos libros, y, gracias a los datos que García Icazbalceta le proporcionara,18 consiguió la dirección de dos importantes libreros de la época: Quarich y los herederos Acuña, “Noticia”, pp. 294-295. Bernal, Correspondencia, p. 115. 17 Nicolás León, 30 de septiembre de 1886, Bernal, Correspondencia, p. 120. Estas obras se encuentran ahora en la biblioteca John Carter Brown, Providence, RI. 18 Icazbalceta, 28 de julio de 1886, Bernal, Correspondencia, pp. 103-104. 15 16

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ANAGEDSA

Herramientas metodológicas de la Investigación

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HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS DE LA INVESTIGACIÓN

HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS DE LA INVESTIGACIÓN

CONSTRUCCIONES PARA LA PRÁCTICA DE LA GESTIÓN ESCOLAR EN LA FORMACIÓN INICIAL DE LA EDUCACIÓN BÁSICA

ANAGEDSA

L

a formación en el campo de la gestión escolar adquiere, paulatinamente, una gran importancia en el ámbito de la formación inicial y continua de docentes. La colección Gestión escolar, serie de análisis pretende contribuir con pertinencia en dicho ámbito. Presenta para los educadores un conjunto de textos que, de manera actualizada y crítica, revisan las principales categorías teóricas inmersas en dicho campo y recuperan estudios, tanto teóricos como empíricos, vinculados con las circunstancias vigentes en las que se desenvuelve la escuela pública mexicana, en particular, en los planteles de nivel secundaria en la Ciudad de México. Herramientas metodológicas de la investigación. Construcciones para la práctica de la gestión escolar en la formación inicial de la educación básica agrupa cuatro artículos que abordan una serie de herramientas metodológicas propias de posturas teóricas de corte cualitativo, en tanto aproximan a los sujetos educativos a reconocer su complejidad: “La hermenéutica, un acercamiento desde la analogía”; “De la etnografía o cómo lograr que la escuela te sorprenda hasta quitarte el aliento”; “Investigación dialéctica transdisciplinaria en la formación docente”, y “El análisis del discurso como herramienta metodológica para las ciencias sociales”.

María Verónica Nava Avilés (coordinadora) Alejandra Ávalos Rogel José Luis Ángel Uberetagoyena Loredo Manuel S. Saavedra Regalado

Colección Gestión escolar


DE LA ETNOGRAFÍA O CÓMO LOGRAR QUE LA ESCUELA TE SORPRENDA HASTA QUITARTE EL ALIENTO Alejandra Ávalos Rogel Escuela Normal Superior de México La etnografía nos transforma la mirada. Elsie Rockwell

Introducción

C

uando llego a un nuevo grupo, ya sea como estudiante o como profesora, invariablemente experimento esa sensación contradictoria de nerviosismo por las caras nuevas y el ambiente poco familiar –otros olores, un ruido distinto-, y a la vez de gusto por las hojas blancas, mi lápiz nuevo y la esperanza de que algo bueno sucederá. Sin duda, todos los que hemos acudido la escuela hemos tenido esa misma sensación en mayor o menor medida. También hemos compartido otras experiencias que nos llevan a creer que tenemos un conocimiento sobre lo que se hace en ella, tanto que se ha integrado en nuestro sentido común. Algunas niñas juegan a la escuelita, y una parte de la sociedad desconfía de que la docencia sea una profesión, pues es algo que “todo el mundo puede hacer”. Esta creencia, junto con otros aspectos de orden ideológico, contribuyeron a una ceguera de lo que pasa al interior de las escuelas. Aunado a ello, los saberes que fundamentaban las prácticas educativas eran de naturaleza prescriptiva, es decir señalaban lo que se debía hacerse en el aula, de forma acrítica, siguiendo una racionalidad técnica. Era necesario que la escuela fuera un objeto de estudio, y con ayuda de una metodología científica, entender los procesos que tienen lugar en ella. La investigación educativa surgió a fines del siglo xix y, al igual que el resto de las ciencias sociales de ese momento, se llevó a cabo bajo una perspectiva empírico-analítica y con una metodología cuantitativa para la obtención de conocimiento, esto es, pretendía identificar las causas de los fenómenos educativos, y con ello obtener leyes generales que los explicaran. Pero esta perspectiva no permitía entender lo que sucedía en las aulas en contextos específicos. Surge, entonces, la perspectiva interpretativa y bajo esta mirada se desarrollan investigaciones con múltiples enfoques y tendencias. Una de ellas es la investigación etnográfica que, como se expondrá líneas más abajo, recupera una visión distinta de lo que significa la educación como realidad sociocultural, la naturaleza del conocimiento educativo y, por ende, de la metodología para realizar investigación. Este artículo está dirigido a la creciente comunidad de docentes de las escuelas normales y a estudiantes que están interesados en iniciarse en la investigación educativa siguiendo una metodología cualitativa de tipo etnográfico. Tiene como propósito brindar elementos que permitan el diseño de la investigación, algunos procedimientos de recuperación y construcción de datos de las realidades educativas observadas, y sugerencias para su análisis interpretativo. Está organizado en diez apartados. El primero presenta las características más importantes de la etnografía, —en particular la consideración de la realidad educativa como cultura—. El

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De la etnografía...

segundo aborda los aspectos de orden epistemológico que dan pauta al espíritu de la investigación etnográfica, como las características del conocimiento que se construye, el papel del investigador, y el ingreso a los contextos educativos. El tercero caracteriza algunos tipos de investigación etnográfica. El cuarto muestra aspectos para el diseño de la investigación. Se enfatizará en la construcción del problema de estudio a partir de preguntas que se plantean a la observación y escucha de los actores, con un espíritu deliberado de extrañeza y asombro que permita un cuestionamiento a las inferencias inmediatas del investigador y una problematización de la realidad. El quinto describe algunas técnicas para la recopilación y construcción del referente empírico, y el sexto, algunas herramientas como la descripción densa y la narrativa. El séptimo ofrece técnicas para el análisis de la información y recomendaciones para la categorización de la información; y el octavo ofrece sugerencias para el diálogo con las teorías y la vigilancia para asegurar la validez de los resultados. Los últimos dos apartados analizan las implicaciones de la investigación etnográfica en la formación inicial y la profesionalización de los docentes. Para un fácil manejo del texto, algunos párrafos inician con palabras clave encerradas en llaves.

1. Características de la etnografía {Las culturas} En algunas escuelas, el momento en que los maestros y estudiantes suspenden la actividad académica para descansar, y en ocasiones tomar un refrigerio, se conoce como la “hora del recreo” o “el descanso”. No todas las instituciones gozan de este privilegio. Las formas como se vive esta pausa pueden cambiar según el nivel educativo, e incluso varían según los contextos donde se inserta la escuela. Además su significado es distinto para los actores educativos, -docentes, estudiantes y directivos-; por ejemplo, en la escuela secundaria para algunos adolescentes comer pasa a segundo plano cuando la sobrevivencia social depende de la convivencia con los pares en el espacio abierto del patio. Estas diferencias dan cuenta de múltiples culturas escolares. Los modos de vida de un grupo de personas, y los significados compartidos que atribuyen a la realidad es lo que se llama cultura. El profesional que hace investigación etnográfica pretende comprender la cultura escolar del otro. Por ejemplo, para los normalistas, el otro puede ser la cultura de los docentes médicos que enseñan a los residentes en los hospitales o, en el mejor de los casos, la cultura donde se está inserto como si fuera otro, y hacer el ejercicio de ver con extrañeza y asombro lo que sucede en el contexto que se creía conocido. Rockwell (2009, p. 21) señala que también es posible entender la propia cultura en relación con la cultura de los otros “aquellos que detentan poder y privilegio”. {La etnografía} En todos estos casos lo importante para entender una cultura es documentar lo no documentado de una realidad que no ha sido descrita, ya sea porque se considera que es harto conocida y no vale la pena desgastarse en describirla, o porque lo que se documenta obedece a ciertos intereses. De ahí que muchos autores (Geertz, 1997; Woods, 1986; Goetz y LeCompte, 1988) definan la etnografía como “descripción densa” o reconstrucción analítica de contextos, escenarios, o grupos culturales para comprenderlos de manera global, algunos dirían “holística”. {Comprender} En este tipo de investigación comprender es equivalente a recuperar los significados sobre sí mismos de los miembros que conforman las culturas, sobre su realidad, sobre las relaciones y los procesos que ellos reconocen como válidos y valiosos, como diría Geertz (1997) su conocimiento local. Veamos a continuación un ejemplo de cómo, a partir

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de la descripción de las relaciones en la cotidianeidad del aula en México, Elsie Rockwell recupera los conocimientos de los niños y el docente en el entramado de relaciones frente al libro de texto. La relación con el texto escrito es uno de los ejes fundamentales de la vida escolar. En el contexto del aula, esta relación es mediada por la continua interacción oral de maestros y alumnos, quienes construyen distintas formas de apropiarse la lengua escrita y de abordar la lectura de un texto. La oralidad de la práctica escolar acentúa o transforma el sentido del texto escrito (Rockwell, 1995, p. 198). Lo primero que salta a la vista es el respeto de la investigadora por la importancia que otorgan maestros y alumnos a las prácticas centradas en la oralidad en el contexto del aula. Para las culturas que valoran el texto escrito como forma de interacción y discusión, la oralidad puede ser muestra de debilidad. Para los involucrados, la oralidad es importante porque es la posibilidad de seguimiento de los procesos y una evidencia de aprendizaje, pero al ser parte de su cotidianidad no destacan su valor en la formación. Para la investigadora, la oralidad media la relación con el texto escrito, da la posibilidad de su apropiación y su lectura, y “acentúa o transforma” su sentido. En otras palabras, da cuenta de un conocimiento local que no se estructura deductivamente, que está implícito en las prácticas, y que nos permite entender los procesos por los que atraviesan los sujetos en la apropiación de la lectoescritura. La investigadora no dice cómo deberían ser las prácticas de lectoescritura en ese salón de clase; no juzga ni evalúa la práctica docente a la luz de teorías previas. En el texto completo, nos describe cómo son dichas prácticas, y trata de entender el sentido de que sean así. Las conclusiones nos arrojan luz y a la vez nuevas interrogantes sobre procesos más generales. ¿La apropiación del texto escrito en la escuela siempre es mediada? Además de la interacción oral, ¿qué otras formas de mediación puede haber? ¿Cuáles son las formas de la apropiación del texto escrito en mi cultura, o en otras culturas? {El conocimiento local} La posibilidad que brindan los resultados de la etnografía para la comprensión de las realidades estudiadas, en particular para la recuperación del conocimiento local y como fuente de cuestionamientos para entender otras realidades, es lo que permite considerarla como un método valioso para hacer ciencia de la educación.

2. Los fundamentos de la investigación etnográfica {Etnografía como investigación cualitativa} Algunos investigadores (Albert, 2006) reconocen a la etnografía como un tipo de investigación cualitativa. Para Cook y Reichardt (1986) la investigación cualitativa es una forma legítima de hacer ciencia, que se aplica “cuando se busca comprender el comportamiento de los sujetos implicados en el proceso, captar el proceso en su totalidad, las interacciones y significados entre los sujetos entre sí y de los sujetos con el medio ambiental” (p. 14).

El paradigma cualitativo, según este autor, tiene como atributos comprender la conducta humana desde el propio marco de referencia de quien actúa; está orientado al proceso, no a los resultados; no es generalizable ya que estudia casos aislados y, finalmente, asume una realidad dinámica. Pero sobre todo, la investigación cualitativa, y por ende la etnografía, es subjetiva.

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{La subjetividad y el fundamento epistemológico} El carácter subjetivo no sólo radica en la recuperación de datos relativos a los significados de los sujetos sobre sus experiencias, sus conocimientos y su concepción del mundo escolar, también se vincula con una construcción de saberes científicos que se da en la relación de la subjetividad del investigador con las subjetividades de la comunidad donde se inserta para realizar el estudio. Como afirma Bolívar: La subjetividad es, más bien, una condición necesaria del conocimiento social. La narrativa

no sólo expresa importantes dimensiones del experiencia vivida, sino que, más radicalmente, media la propia experiencia y configura la construcción social de la realidad. Además, un

enfoque narrativo prioriza un yo dialógico, su naturaleza relacional y comunitaria, donde la subjetividad es una construcción social, intersubjetivamente conformada por el discurso

comunicativo. El juego de subjetividades, en un proceso dialógico, se convierte en un modo privilegiado de construir conocimiento. (Bolívar, 2002: § 8).

Ávalos (2014) considera que las epistemologías de segundo orden fundamentan a las ciencias que reconocen que las proposiciones científicas se obtienen por un sujeto epistémico que es consciente de sí y de los saberes que se generan en las relaciones intersubjetivas, donde su propia subjetividad tiene cabida desde su sensibilidad interpretativa, su capacidad de asombro y su curiosidad científica. Así pues, las epistemologías de segundo orden tienen al menos tres componentes: un componente ontológico, que alude a sujetos cognoscentes en una malla relacional intersubjetiva; una experiencia de conocimiento con un fuerte componente lingüístico hermenéutico; y un componente axiológico, donde el respeto por las culturas, el cuidado para evitar el juicio del investigador son importantes. {Postura reflexiva y crítica} Por tal motivo, este tipo de indagación exige del investigador “…mantener apertura a sus maneras de comprender el mundo y respeto al valor de sus conocimientos” (Rockwell, 2009, p. 23), y ser un profesional reflexivo. El ejercicio de reflexión consiste en deslindar sus significaciones de las de los miembros de la comunidad, interpretar la realidad con los referentes de ellos, desde sus propias lógicas y significados, pero también contrastar lo que “lee” de esa realidad con sus marcos de referencia. Esa reflexión le permite identificar los conocimientos, dimensionarlos, categorizarlos, contrastarlos con otras teorías y hacer que entren en diálogo con ellas, e incluso validarlos. El conocimiento se construye en la reflexión permanente que hace el investigador cuando está inmerso en un contexto específico y documenta realidades sociales particulares, pero en su análisis propone relaciones relevantes que son discutidas en el campo del conocimiento educativo. Como afirma Geertz (1973), la producción es una descripción densa, holista, que además integra el trabajo teórico previo y la reflexión, y la discusión teórica posterior. El componente reflexivo también lleva al investigador a adoptar una postura crítica, sobre todo cuando en el intento de comprensión de la propia cultura devela la cultura de los que detentan el poder, y cuyas relaciones de opresión por cotidianas no son percibidas o son intencionalmente ocultadas.

3. Tipos de investigación etnográfica Estas posturas del etnógrafo, particularmente la última, llevaron a esta investigadora a identificar diferentes tipos de investigación etnográfica: la etnografía clásica, etnografía crítica, y la

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etnometodología. Otros autores han delineado tipologías distintas; sin duda la etnografía en la investigación educativa ha trazado sus propias rutas y ha fincado diversas tradiciones. A continuación las caracterizaré y ejemplificaré brevemente.

Etnografía clásica La narración y la descripción densa de la etnografía como se ha señalado con anterioridad, toman en cuenta las formas de interacción y los significados que tienen para los sujetos dichas interacciones. Como afirman Goetz y LeCompte (1988, p. 28): “las etnografías recrean para el lector las creencias compartidas, prácticas, artefactos, conocimiento popular y comportamientos de un grupo de personas”. Veamos un ejemplo: Ya había iniciado la hora del descanso hacía unos cinco minutos… Súbitamente, el bullicio

del recreo se tornó en silencio. Algunos estudiantes comenzaron a caminar lentamente, pero con paso firme, haciendo un círculo alrededor del patio. Algo feo estaba por suceder.

“Maestra, me retiro, porque en un momento va a tener un problema de aquel lado”, le dije. En efecto, de pronto se oyó la gritería de los estudiantes: dos niñas habían comenzado a

pelearse a golpes… Observé lo que sucedía, manteniéndome al margen y tomando notas…

(Ávalos, 2011, p. 113)

El conocimiento del contexto que da una estancia prolongada y la identificación de rutinas lleva al investigador a desarrollar competencias para el reconocimiento de indicios que no pertenecen a la rutina y, con ello, la anticipación de situaciones.

Etnografía crítica Como se mencionó, documentar la realidad escolar devela asimetrías en las relaciones de poder entre los actores educativos, no sólo aquellas derivadas de la investidura institucional, como el caso de autoridades educativas. En el siguiente ejemplo, el investigador analiza las trayectorias de los formadores de una Escuela Normal: Pudimos apreciar, en la mayoría de los casos, con independencia de la formación normalista o universitaria y de que hubieran tenido experiencias escolares positivas, un

constante señalamiento a una serie de prácticas tradicionalistas, autoritarias, discri-

minatorias que vivieron y sufrieron como estudiantes en educación básica, en parti-

cular en los niveles de primaria y secundaria. Muchos de ellos se refieren al hecho

de que los golpearon, los castigaron de otras maneras, los exhibieron y muchos

hablan de esto último como algo bochornoso que definió el camino a seguir (Lozano,

2013, p. 31).

Cuando una investigación devela las relaciones de poder, documenta el impacto de ciertas decisiones, muestra el estado en que se encuentra una comunidad así las necesidades que se explicitan de diversas formas pero que no son reconocidas, es posible que la investigación ayude al diseño de una intervención más pertinente.

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La etnometodología La etnometodología es una forma documentar de manera muy precisa las interacciones lingüísticas, en las que se juegan significados a partir de silencios, inflexiones y tonos de voz, de las pausas y del ambiente de la interlocución. El registro etnográfico se completa con transcripciones de audio o video y se codifica para su análisis. En el siguiente ejemplo se presenta un registro de una clase de ciencias (Candela, 1994, pp.154-155). 25 26 27 28 117 118 119 120 121 122 123 140 141 142 143 144 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159

M: ^ dice ((el libro de texto que la maestra está leyendo)) que vamos a hacer una lista de diez materia:les (.3) ordenándolos de : : menos denso a más denso (…) M: eh : : (.2) ahora (.2) ¿<cuál va: a: ser má:s pe:sa::do:?> /¿cuál va a ser Ao4: / E: :L PLO/MO Aa: / el /plomo Ao: / el plomo Ao3: el acero ((interrupción)) Aa: el acero (.2) M: el acero Ao3: el acero Ao10: EL ACERO M: ¿por qué? ((murmullos y risas por algo que ocurrió)) Ao26: el plomo M: ¿ ^ el plomo es más pesado:? (.2) ¿por qué? Ao: Ay no : : Ao26 : Porque tiene más materia M: /¿Sí : :? Aa: /más materia Ao19: no : : (.) el plomo casi no pesa (.) maestra M: > el plomo no pesa mu:cho < ((la maestra dice eso en tono de confirmación mirando a Ao26 Esta información está en el registro etnográfico no en el video)) Aos: ja ja ja ja ja (mirando a Ao26) Ao4: TAMPOCO EL ACERO

Los códigos utilizados en el registro son los siguientes (Candela, 1994, p. 165): ^ marca aumento de volumen de la entonación / marca disminución de volumen de la entonación : marca elongación en la pronunciación de una letra

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n Acitr de lecturas Lecturas para cantar, reĂ­r, jugar y pensar

AcitrĂłn de lecturas

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Libro de texto en proceso de licitaciòn para el gobierno del estado de Hidalgo


n Acitr de lecturas Lecturas para cantar, reĂ­r, jugar y pensar

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Los sentidos Niño, vamos a cantar una bonita canción; yo te voy a preguntar, tú me vas a responder: – Los ojos, ¿para qué son? – Los ojos para ver. – ¿Y el tacto? – Para tocar.

– ¿Y el gusto? – Para gustar.

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– ¿Y el oído? – Para oír.

– ¿Y el alma? – Para sentir,para querer y pensar.

– ¿Y el olfato? – Para oler.


Los sentidos Niño, vamos a cantar una bonita canción; yo te voy a preguntar, tú me vas a responder: – Los ojos, ¿para qué son? – Los ojos para ver. – ¿Y el tacto? – Para tocar.

– ¿Y el gusto? – Para gustar.

– ¿Y el oído? – Para oír.

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– ¿Y el olfato? – Para oler.

– ¿Y el alma?

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– Para sentir,para querer y pensar.

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Caracolito* Soy caracolito que alegre y contento sin tener patitas cruzo los senderos. Mi linda casita siempre a cuestas llevo, pues que me la quiten, ¡ay! me da mucho miedo. Caracol, caracol, caracolito, Caracol, caracol, ¡ay!, qué bonito. Caracol, caracol, caracolito, Caracol, caracol, ¡ay!, qué bonito. Saca tus cuernos al sol, saca tus cuernos al sol, saca tus cuernos al sol, Saca tus cuernos al sol. Tradición oral

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Soy caracolito que alegre y contento sin tener patitas cruzo los senderos. Mi linda casita siempre a cuestas llevo, pues que me la quiten, ¡ay! me da mucho miedo.

Caracol, caracol, caracolito, Caracol, caracol, ¡ay!, qué bonito. Caracol, caracol, caracolito, Caracol, caracol, ¡ay!, qué bonito. Saca tus cuernos al sol, saca tus cuernos al sol, saca tus cuernos al sol, Saca tus cuernos al sol.

¡A cantar!

Caracolito*

Tradición oral

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Cocodrilo Cocodrilo Come coco, muy tranquilo, poco a poco. Y ya separĂł un coquito para su cocodrilito. MarĂ­a Elena Walsh

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Cocodrilo Cocodrilo Come coco, muy tranquilo, poco a poco. Y ya separĂł un coquito para su cocodrilito. MarĂ­a Elena Walsh

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¡Buen viaje! Con la mitad de un periódico hice un buque de papel, y en la fuente de mi casa va navegando muy bien.

Mi hermana con su abanico sopla que sopla sobre él. ¡Muy buen viaje, muy buen viaje, buquecito de papel! Amado Nervo

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¡Buen viaje!

Con la mitad de un periódico hice un buque de papel, y en la fuente de mi casa va navegando muy bien.

Mi hermana con su abanico sopla que sopla sobre él. ¡Muy buen viaje, muy buen viaje, buquecito de papel! Amado Nervo

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