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Divina Misericordia
EN LA OCTAVA DE PASCUA, RECORDAMOS A JESÚS
MISERICORDIOSO, Y SU AMOR INFINITO QUE NOS HA COLMADO DE GOZO AL HACERNOS VIVIR UNA VIDA CELESTIAL, YA QUE JESUCRISTO CON SU RESURRECCIÓN HA HECHO DE LA VIDA DEL CRISTIANO UNA FIESTA.
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En el segundo domingo de Pascua celebramos la fiesta de la Misericordia Divina y recordamos a San Juan Pablo II, quien instituyó está festividad para que nos pongamos en las manos misericordiosas del Señor resucitado y nos conceda alivio, salud y esperanza.
En esta celebración solemne y con un Santuario lleno de fieles devotos se hizo la presentación de los signos característicos del Apostolado de la Divina Misericordia: Ramos de flores que simbolizan la alegría, el chaleco del servidor símbolo distintivo de los miembros activos del apostolado, el estatuto que es el documento que rige la organización, un bello y gran rosario que es uno de los elementos más importantes de la devoción y que simboliza la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia, el diario de Santa Faustina que fue inspirado por nuestro Señor Jesús, la imagen de San Juan Pablo II, apóstol incansable y protagonista principal del crecimiento y difusión de la devoción a la Divina Misericordia, la reliquia de Santa Faustina primer apóstol de la Divina misericordia, Imagen de la Virgen María madre de la misericordia, todos ellos fueron colocando al costado del altar en un lugar preparado y decorado especialmente con las imágenes ridad y la corrupción imperante en nuestro país que impide a muchos jóvenes alcanzar sus sueños y proyectos profesionales. Al finalizar la Eucaristía se reunieron para cantar, bailar y alabar en el tinglado de la seccional, con los Grupos de música cristiana Genesaret y Seven Alabanza. de Jesús misericordioso que nos recuerda el amor de Dios entregado en Jesús resucitado, la imagen de Santa Faustina y de San Juan Pablo II.
El Monseñor Enrique Meyer que presidió la Santa Misa, y en su homilía recordó a San Juan Pablo II que siguiendo las revelaciones de Santa Faustina instauro y fue un fiel devoto de la Divina Misericordia, y la necesidad que hay del amor y la misericordia de Dios, “Jesús vino a renovar nuestro corazón, él viene a salvar a los pecadores no a condenar, quiere que actuemos con los demás como él actúa con nosotros” nos decía.
REFACCIONEMOS JUNTOS EL TEMPLO