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IMPERIO BIZANTINO
El urbanismo del Imperio Bizantino heredó muchos elementos del urbanismo romano, pero también desarrolló características distintivas que reflejaban la evolución y las influencias culturales del período bizantino. El Imperio Bizantino, que surgió después de la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V d.C., tuvo su capital en Constantinopla (hoy Estambul, Turquía).
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Constantinopla se convirtió en la ciudad más importante del Imperio Bizantino y una de las ciudades más grandes y esplendorosas de su época. El emperador Constantino I fundó la ciudad en el año 330 d.C. y la diseñó como una ciudad imperial y fortaleza.
La ciudad tenía diversos barrios residenciales para distintas clases sociales. Los barrios más cercanos al centro, como el Augustaion, estaban ocupados principalmente por la élite imperial y los funcionarios de alto rango. Los barrios más alejados albergaban a los ciudadanos comunes y artesanos.
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El urbanismo de la ciudad renacentista, que floreció en Europa durante el Renacimiento (aproximadamente entre los siglos XV y XVI), se caracterizó por un redescubrimiento del pensamiento y las prácticas urbanísticas de la antigüedad clásica, especialmente del urbanismo romano. Las ciudades renacentistas experimentaron un resurgimiento cultural y económico, y esto se reflejó en su diseño urbano y arquitectura.
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Los planificadores urbanos del Renacimiento tendieron a utilizar la geometría y la simetría en el diseño de las ciudades. Las calles principales se dispusieron en formas geométricas ordenadas, como cuadrados y rectángulos, con calles secundarias que se cruzaban en ángulos rectos.
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Se daba gran importancia a las plazas y espacios abiertos en el centro de las ciudades. Estos lugares públicos eran utilizados para actividades sociales, políticas y comerciales. Las plazas eran a menudo el punto focal de la ciudad y estaban rodeadas de edificios importantes, como iglesias y palacios.
Se prestó atención a las avenidas amplias y al uso de la perspectiva en el urbanismo. Las calles principales se diseñaron de manera que proporcionaran vistas panorámicas de edificios y monumentos importantes, creando una sensación de grandeza y esplendor en el paisaje urbano.
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