Maga Mariposa by Alejandro Montero III

Maga Mariposa Alejandro Montero III

Maga Mariposa Alejandro Montero III “A Tatiana”

“Mira a través de mis ojos y verás un mundo lleno de magia”

Mi agradecimiento a todas los amigos que me han ayudado a hacerlo realidad En especial a RunaMágica.blogspot.com

Índice I Beth (Abedul)……………………………………………… 5 II Luis (Serbal)………………………………………………. 10 III Nion (Fresno)……………………………………….......... 14 IV Fearn (Aliso) ……………………………………………. 20 V Saille (Sauce)..…………………………………………… 25 VI Uath (Espino) ……………………………………………. 29 VII Duir (Roble) ……………………………………………... 35 VIII Tinne (Acebo)…………………………………………… 40 IX Coll (Avellano)……………………………………………. 46 X Muin (Vid) …………………………………………………. 51 XI Gort (Hiedra)…………………………………………….... 56 XII Ngetal (Caña)……………………………………………. 62 XIII Ruis (Sauco)……………………………………………. 69

Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Andalucía Expediente MA - 687 - 13

I Beth1 Luna fría

Amanece el poblado bajo una densa niebla que asciende del lago. El silencio turbado por el llanto de algún niño, canto de gallos, ladrido de perros y chasquidos de los rescoldos de las hogueras en la gran Esbat3 de la noche anterior, la primera de la estación invernal. Los guerreros, al abrigo de la luna de frío, colocaron sus mantas frente al gran fuego, comieron y bebieron hasta saciarse, cantaron y contaron viejas chanzas. Los niños se agolparon atónitos sobre bardos y cuentacuentos que trovaban hazañas pasadas de guerreros valerosos, leyendas de duendes, genios, gnomos, elfos y hadas; incluso de algunas visitas de sus dioses ancestrales. Las mujeres recogieron las ascuas4 renovadas para sus lares, bailaron y compartieron secretos ocultos. Y los enamorados escondieron sus arrullos al abrigo del abedul. En aquella noche mágica. Pronto comenzarán a despertar y el poblado se convertirá en un hervidero de prisas, preparativos y últimas despedidas. Vendrá el mago desde el Nemat5 para bendecir a los jóvenes que eligieron el camino de la espada. Los iniciados marcharán y no volverán hasta la próxima luna de frío con la cabeza de algún demonio clavada en una estaca. Traerán caballos, regalos y apasionantes historias que contar al calor del fuego

Abedul: (24 diciembre - 20 enero) Renacimiento, juventud, fuego, perseverancia, pasión. Principios, objetivos, solidaridad. 3 Celebración que se realiza en cada fase lunar. 4 Tradición de renovar el fuego de los hogares con las ascuas de la gran hoguera, permaneciendo siempre encendido hasta el cambio de estación. 5 Arboleda sagrada. 2

para ser recordadas por barbos durante largo tiempo. Pero de aquellos que no regresen nadie hablará más, serán olvidados. -¿Te gustaría marchar con ellos?- En la niebla la voz del mago. Sus rasgos de ciervo en cruce de miradas. -Mi camino no es el del guerrero. -¿Eres la niña Mariposa, hija de Médico? -Soy la segunda, no soy niña, soy mujer. -¿Sabes por qué somos Pueblo Arbóreo? -Porque nuestros padres sellaron un acuerdo con los árboles de estas tierras. -¿Aprendiste los misterios de las plantas y las flores?, ¿conoces los nombres de los árboles que hablan? -Mi padre compartió conmigo sus conocimientos. -¿Aprendiste el arte de la lucha? -Recibí la instrucción de los maestros guerreros, estoy preparada si soy llamada a defendernos. -Ven, despidamos juntos a los iniciados, les colmaremos de bendiciones, invocaremos espíritus de viejos guerreros que les infundan valor, avisaremos a los duendes y a las hadas para que guíen sus caminos, e imploraremos a los dioses pidiéndoles protección. Se alza el viejo sol, parco en sus primeros rayos. Sigo los pasos del mago que camina con un una varita golpeando los linderos del camino. -Sabes Mariposa qué estoy haciendo. -Alejando los espíritus del año viejo con una ramita de Abedul. -Buen maestro.

Un puñado de jóvenes de ambos sexos, llegados de poblados cercanos, aguardan en silencio, llevan varios ciclos6 preparándose en el castro fortificado para este momento, fuego en sus ojos. Durante tres noches y tres días permanecieron en silencio, lavaron sus cuerpos y purificaron sus espíritus en las aguas de plata, preparándose para este momento bajo la mirada atenta de Dama del Lago. El mago busca a Dama. Ella le devuelve una sonrisa, a su lado un muchacho apuesto. -Me alegro volver a verla. -El placer es mío, querido amigo. He venido con mi hijo, lo preparo para la senda del mago. Y esa joven que le sigue… ¿tomó también aprendiz el maestro? Me gustaría conocerla. -Es una chiquilla del poblado, solo me acompaña. Ven Mariposa, ella da forma al agua, ningún otro mago maneja tan bien ese elemento. -Recuerde que su madre fue nuestra maestra, Señor del Fuego. La maga acaricia mi rostro, a su tacto me derrama sin mojarme del líquido elemento. -Pues yo seré aire que sobrevuele montañas y galope sobre mares, me dijo el viento en mis visiones.- Afirma el muchacho confiado. -Entonces, tú serás, Mariposa, la piedra que resista con fuerza las embestidas de la tormenta.- Dama del Lago mira al mago, asiente. -Venid, vamos a despedir a los guerreros, insuflémosles ardor en sus corazones para que regresen victoriosos.- determina el mago.

Ciclo: año de 13 meses lunares.

Gentes llegadas de varios poblados se agolpan expectantes, henchidas de gozo y satisfacción buscan a sus hijos entre los iniciados. Rostros compungidos en la preocupación por los que marchan. El mago se acerca a la gran piedra, runas grabadas por antiguos dioses, rodeada de cráneos. De su zurrón esparce al viento puñados de hojas de roble, quema inciensos, agita un cayado de fresno y entona cánticos en una lengua olvidada de tiempos remotos, aquella que hablaban nuestros antepasados en los confines de este mundo, antes de nuestra llegada a estas tierras. -¡Amanecéis hoy, por la fuerza del cielo, la luz del sol, el esplendor del fuego, el resplandor de las llamas, la velocidad del viento, la rapidez del rayo, la firmeza de la piedra, la estabilidad de la tierra, la profundidad del mar! ¡Amanecéis hoy por fuerza secreta y divina que os guía!7 ¡Regresad con la próxima luna de frío, pero hacedlo como guerreros! Las voces de todos en un único grito de guerra encolerizado, eco que se desliza como el viento entre las montañas. Hombres, mujeres y niños orgullosos de un pueblo, una religión, una tradición y una cultura milenaria que se pierde en la memoria de los tiempos y lucha para ser recordada, por no caer olvidada en este rincón perdido. Unidos en un único espíritu que se eleva sobre ellos y se derrama infundiendo valor y confianza a los iniciados. El mago les entrega amuletos, los abraza y les bendice mirándoles a los ojos, insuflándoles aliento y coraje. Bardos tañen sus arpas, silban las cañas, redoblan tambores, elevan sus voces en canto de despedida. Los jóvenes van saliendo en tríadas, envueltos en pinturas de guerra, provistos únicamente con

Oración Celta.

sus armas. Sus siluetas se van perdiendo en la distancia, ligera nube de polvo en todas direcciones. Atrás quedan sus seres queridos, esperando con respeto mientras estén ausentes sus hijos y regresen convertidos en guerreros para el siguiente ciclo. -Vamos Mariposa, vuelve con tu padre y salúdale de mi parte. Dile que necesito un ungüento que calme mi dolor de espalda y una infusión que aleje el fantasma de la soledad. Dile que me visite para la próxima luna. Os aguardo. Preparadas las pomadas y las infusiones le pregunto a las estrellas que me cuenten secretos sobre el mago. Así paso las noches mirando acercarse la luna llena, esperando nuestro reencuentro.

Awen: el espíritu que fluye. Tres dones mágicos: la poesía, la profecía y el cambio forma. La energía que adopta muchas formas.

II Luis9 Luna Acelerada

-Vamos padre, hemos de cumplir un encargo. -Cierto, pequeña Mariposa. Debemos salir pronto, el camino es largo. Médico camina delante musitando y haciendo cábalas. Le sigo de cerca, dejándome llevar por la brisa, absorta en cada detalle, en cada animal, en cada árbol, en cada piedra, en cada pájaro, en cada flor. Guardando mariposas en mi mente, cada momento para no olvidarlo. Frío, del cielo los primeros copos de nieve. El valle da paso a frondoso bosque de serbales centenarios que susurran constantemente desde otros mundos historias antiguas de amores olvidados entre dioses y humanos. Miradas atentas y sombras escurridizas. Voces y sonrisas perdidas entre la espesura o en copas de los árboles. Mi padre me mira de reojo, buscando entre la espesura: -Las criaturas mágicas del bosque nos vigilan desde hace rato. -Sé que nos observan padre, pero no alcanzo a verlas ¿cómo son? -Algunas son diminutas y tímidas, otras malhabladas, otras trabajadoras y atentas, otras grandes y malvadas. -¿Podré verlas alguna noche? -Son escurridizas y muy reservadas pero si alguna vez vives en el bosque y pones empeño en ello, por seguro llegarás a conocerlas. -¿Sí…? me gustaría.

Serbal: (21 enero - 17 febrero) Belleza, resistencia, camino de iluminación, protección, puerta al más allá. 10 Creatividad, purificación, desapego.

En el camino una piedra entrelazada de flores y helechos, un águila silba en el cielo, anunciando nuestra llegada. -Vamos Mariposa, ya casi hemos llegado. Junto a un riachuelo una casa redonda de piedra, madera y paja; un huerto descuidado, un manzano. La puerta abierta, el interior desordenado, aparatos extraños y trastos esparcidos, calderos de varios tamaños, fuego encendido, olor a inciensos y un búho clavándome sus ojos. -Oh! Disculpad, no os esperaba tan pronto.- Llega el mago, desnudo, con un pescado entre las manos. Agarrado a una pierna, un pequeño y asustado duendecillo sube hasta su cabeza convertido en ardilla curiosa. La sigo con la mirada, observando al mago de abajo a arriba. Me sonrojo. Sonríe. -Sed bienvenidos a mi humilde morada, dame un abrazo amigo. -Gracias maestro, aquí traigo vuestro encargo, con cariño lo preparamos durante ciclos; pero… siéntate y deja antes que palpe esa espalda dolorida. Crujir entre quejas y protestas de tendones y vértebras. -Estas costillas soldaron mal de los golpes en la guerra, ya te avisé que dolerían alguna noche. Ven Mariposa aplica tu bálsamo en estas heridas y alivia el sufrimiento de este hombre. Oteo con mis dedos impregnados cada palmo de su espalda curtida por cicatrices, cada músculo tenso, cada hueso quebrado y soldado, haciendo con su forma un mapa en mi memoria. Repentino sofoco al tacto de su cuerpo. -Vamos Mariposa, no abrumes a nuestro paciente y prepara la infusión, calmemos estos espíritus caldeados. El mago y yo tenemos que tratar asuntos importantes.

Recojo algunos trastos, elijo una marmita, avivo el fuego, mezclo mis condimentos con un poco de agua. Disimulo cantando entre dientes, atenta a la conversación de los maestros. Médico se levanta entre ademanes, busca la atención del mago: -Veo que estás bien instalado, no faltan alimentos ni plantas en tu casa y la leña se amontona a la entrada; veo, también, que cuentas con la compañía de buenos amigos. Miro al búho, permanece atento a cada movimiento que hago, la ardilla traviesa se enreda entre mis cabellos. Coloco la marmita con la infusión sobre la mesa. Recojo en una olla algunas verduras, hierbas y el pescado para hacer un caldo. Agradezco al espíritu del pez por su cuerpo, mirando de reojo a los dos maestros. -Si no fuera así, no me atrevería a pedir favor tan grande. -Di, ¿qué puedo hacer por mi camarada? -Se trata de mi pequeña Mariposa, creció y se hizo mayor, es viva y despierta, ya conoce todos mis secretos. Temo que se estanque. -No entiendo. -Durante el camino acá estuve pensando, quizás pudiera quedarse contigo algún tiempo. Podrías enseñarle los nombres de las estrellas y los secretos que guardan entrelazadas, yo de eso sé poco. -¿Cómo? exclamo sorprendida, me sonrojo. El búho clava sus ojos en el mago, la ardilla salta sobre la mesa, pendiente a la respuesta. -Gran compromiso propones, hermano. Sabes que ando siempre ocupado, no tengo tiempo para perder enseñando a muchachas.

-Está bien maestro, disculpa si te molesté con mi propuesta, me dejé llevar por el amor de padre. No insistiré más, tal vez, si en algún momento quieres reconsiderarlo, no tienes más que avisarnos. Dragón que explota de súbito en mi interior, muerdo mi lengua, lo aplaco. Acerco la olla, reparto el caldo con aire molesto. Comemos. -Está sabrosa la sopa, Mariposa, ¿tienes buena mano para la cocina? -Mi madre me enseñó a preparar platos deliciosos, maestro. -Puedo dar fe de ello, sus pastelillos de miel y frutas son exquisitos,puntualiza Médico. -Dime Mariposa: ¿conoces el nombre de las estrellas, y los caminos que las unen? -Desconozco sus nombres, pero en la noche hablo con ellas. El mago clava en mí su mirada… desnuda el alma. El búho ulula, la ardilla resopla. -Eres una niña. -Soy mujer. -Háblame, mujer, de tus miedos. -Yo no tengo miedo. -Recuerda mi mirada cuando tengas que enfrentarte a ellos, Mariposa. Esta es tu casa, puedes quedarte en ella el tiempo que consideres necesario. -Me quedo.

III Nion11 Luna Tormentosa

Pasan las noches, las tardes se alargan, arrecia la ventisca, la nieve se acumula. Provisiones suficientes y leña amontonada para que el fuego no se apague mientras dure el invierno. La casa limpia y ordenada, bien aireada. Especial cuidado de sus bastones y varas, cada una comparte un pedacito de su alma. -Escucha bien lo que te digo Mariposa, observa cada gesto, cada lugar, cada objeto, cada ser, cada momento. Nosotros no utilizamos la escritura, todo se guarda en la memoria para ser recordado. Solo a los dioses mandamos mensajes en símbolos desconocidos que solo ellos entienden. -Desde niña aprendí a atesorar cada momento de mi vida, para no olvidarlo hasta el siguiente salto, a eso me enseñaron. -Buenos maestros. Salimos en las noches despejadas, él da nombre a cada estrella y a los caminos trazados en ellas. Me enseña a mirarlas, a escucharlas, a conocerlas, a amarlas. -Escucha Mariposa, que cada vez tendrás más visiones y sueños, viajarás a lugares extraños en otras realidades. Recuerda bien ésta en la que estamos porque ésta es la nuestra, no te pierdas en otros mundos. Si alguna vez no encuentras el camino de vuelta, busca las marcas que unen las estrellas, ellas te traerán de vuelta. -No las olvidaré, las estoy atando con mágicos hilos de plata.

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Fresno: (18 febrero - 17 marzo) Poder, crecimiento, expansión, perspectiva, conocimiento, empatía. Buenas nuevas. Suerte del Viento.

En las mañanas nos tendemos desnudos sobre las mantas, comemos pastelillos y nueces, bebemos licores que despiertan libélulas, y nos fundimos en caricias, besos y abrazos; entregándonos, separándonos, compartiéndonos, en un único espíritu que nos asciende e impregna la casa. -Escucha Mariposa, que la magia consumirá tu energía, sé prudente en tus esfuerzos, no vayas a caer agotada, cuando eso ocurra te hundirás sin sentido durante largas noches, ten cuidado no caigas en el sopor sin retorno. -Me gusta retozar en la cama. Espero que tú estés en mis sueños. Practicamos combates interminables en las tardes. Ataco a mi oponente con un bastón, él se defiende con una barita, vuelan cacharros y marmitas. Aprendo técnicas secretas, impulsada por el espíritu de la velocidad del rayo. -Veo que eres ágil y diestra en el combate. Ahora, te mostraré cómo lucha un mago. De un quiebro, una sombra entra en mi pensamiento. Sorprendida, perpleja, lo tengo frente a mí, en el interior de mi cabeza. En un instante me desarma. -Debes estar atenta al ataque de otros magos y hechiceros, intentarán tomar la iniciativa entrando en tu mente y utilizarán sus poderes para vencerte. Sé precavida, nunca entres en rivales más poderosos, porque te resentirás con el esfuerzo, cuanto más permanezcas en su interior mayor será la fatiga que sufras. Expulsa cuanto antes a tu oponente de tu mente, pero nunca le quites la vida dentro, pues también perderás la tuya. Ahora, intenta entrar en mi interior y vencerme. Me adentro en su mente, me siento cansada. Él arremete con fuego a la piedra que resiste.

Aplaca la tormenta, amanece la mañana despejada. El mago me busca entre las mantas, agotada por el esfuerzo de lecciones interminables y duros combates. -Vamos mujer, amaneció bueno el día, salgamos a ver a viejos amigos. Llevas varias noches viviendo en su bosque y no fuimos a visitarlos, sería descortés hacerles esperar tanto. Cojo algunas provisiones, mi zurrón de hierbas, algo de abrigo. Él escoge con sumo cuidado el cayado de Fresno. El búho ulula, le despido con un beso. El duendecillo enredado entre mis cabellos. Protecciones con ramitas de Serbal13 al juntar la puerta contra troles y demonios. Junto al río una arboleda de Abedules desnudas, dormidas. El mago corta una vara, teje una corona, la entrelaza con hojas secas y plumas, la coloca en mi cabeza. Entona una nana para despertarlas acompañado por el silbido del cañaveral14. Brisa que balancea sus ramas, mágica danza me arrastra, me entrego a ellas. Susurros y cuchicheos, me hablan tímidas entre sonrisas. Ausencia de frío, cálido el regocijo en su presencia. Al alejarnos, el mago farfulla en silencio, finge molestia al sentirse excluido de secretos femeninos. Yo divago, sumida entre danzas. -Dime niña ¿De qué hablaste con Damas de Plata? -¿Estás seguro de querer saberlo…? Me recordaron momentos de amores pasados, me aconsejaron que guarde la corona bajo las mantas, que prepare elixires con su corteza para que renueven tu virilidad y… que te corte la barba mientras duermas. -¡Nunca! olvídate de eso. 13 14

Las ramitas de Serbal se colocan en puertas y ventanas para evitar entren espíritus malignos. Sonido de flautas susurro de dioses.

Se adelanta entre balbuceos y aspavientos. Sonrío, corro hacia él atrapándolo en un abrazo: -Eso les dije yo, me gustas así con tu barba. Junto a un remanso del río, un Sauce solitario de ramas colgando hasta el suelo. Me siento cansada, afligida. El duendecillo me murmura al oído: -No hables, permanece cabizbaja, no le mires de frente, limpia tu cuerpo con el agua del remanso, rózate con sus ramas, acuéstate desnuda entre sus raíces. Te filtrará de impurezas, en sus redes quedarán atrapadas. Bajo su sombra escucho gritos ahogados, lamentos, llantos que derraman lágrimas que hielan la piel. Mi alma se ahoga, desvanezco. Entre ensoñaciones veo a mi amado llorando como un niño, le recuesto en mi regazo como madre desconsolada. Salimos despacio, entrelazadas las manos, energías renovadas, paz del alma. Le busco con susurros: -¿Por qué llorabas? -Recuerdos del pasado que no pueden ser lavados. En un claro escondido del bosque al que no llega la nieve, se yergue el Fresno. Desde niña mi padre me traía cada ciclo para honrarle, pues llegué a esta vida bajo su protección, pero nunca antes lo había observado con el resplandor de tales destellos. Absorta en la ausencia de tiempo. Alargo mi mano hacia el zurrón, buscando una avellana con la que tentar a mi confidente. Agradecido me susurra al oído. -Camina descalza, la mirada baja. Hazle reverencia pues es de espíritu noble. No grites, no hables si no eres preguntada. Recibirás el respeto que

diste a otros seres. Si se muestra rudo, pídele disculpas por las ofensas que hayas podido cometer, y… ya no sé más. El mago me entrega su cayado, coloca una piedra15 junto a muchas otras al borde del claro, da una vuelta a su alrededor y se sienta junto a ellas. El duende salta de mi pelo convertido en ardilla, sube a su hombro y se despide deseándome suerte. Me acerco despacio, con sumo respeto me acomodo a su lado. Lentamente se desenrosca de su descanso, me habla: -Bienvenida Mariposa, me alegro volver a verte, eres de mi agrado. Mis recuerdos son de niña, pero en este tiempo has crecido como ser humano. Desde que naciste, sé que algún día hablaríamos. Cada vez que me visitabas mi espíritu se alentaba con la creciente belleza de tu alma, aguardando este momento. -Cuida de esa astilla, fue cortada por el primero de los magos que llegó a este bosque; desde entonces la han conservado manos sabias, acumulando energía hasta tu llegada. En ella se guarda mi espíritu por la inquebrantable ley de la Magia16. -Recuerda estas visiones que voy a mostrarte: “Mira que veo una llama que se apaga y la oscuridad ocultará la luna, protege a la niña. Serás madre de muchos, los guiarás con sabiduría. Permanece pura de espíritu, que tus manos no se manchen de sangre. Serás amada, serás bendecida, serás recordada”. Me transporto sobrecogida a algunos de esos momentos de lugares extraños y personas desconocidas, me veo en ellos, mayor y cansada. 15

Amontonar piedras en los caminos es una tradición ancestral de muchas culturas. Supone una costumbre practicada por los seres humanos desde sus inicios como especie, manteniendo ese hado místico. 16 Ley de contigüidad: la parte representa al todo.

Regreso aturdida. El mago me aguarda, con rostro sereno me reconforta. -Dime niña ¿Qué te dijo Fresno? -Me pidió que guardara su espíritu. -Protege este cayado, para unirse a ti fue creado. Sé fuerte para soportar su peso, sabia para elegir su camino y humilde para alcanzar su destino. -¿Y ahora? -Volvemos a casa, te noto cansada. Me coge en sus brazos, me echa a sus espaldas, me agarro a su pecho y cabalga transformado en ciervo17. En él me siento segura, nada me turba porque él está a mi lado. En mí libre, no temeré el devenir, poderoso espíritu me guía. Ya llegará mañana.

Ciervo: Señor de los animales, símbolo de fuerza, regeneración, y la naturaleza salvaje.

IV Fearn18 Luna de Viento

Descarga la tormenta con todo su ímpetu. El frío se sabe derrotado, la vida retorna empujando con fuerza. El mago me busca entre las mantas: -Ven Mariposa, si has de confiar en mí como tu maestro y compañero, he de abrirte mi corazón, explicarte las cicatrices que la vida dejó marcadas en mi piel y en mi alma. El búho cierra los ojos, la ardilla se retuerce en mi regazo. - Te mostraré la historia como fue, no como te la enseñaron. Has de saber de mi boca la verdad, para que aprendas de mis errores. El mago toma mi mano, me acerca al fuego, lo aviva con unos polvos mientras repite algunas palabras; fuego azul, fuego frío, en sus llamas la entrada. -Ven, te abro las puertas de mi pasado, no juzgues mis actos, solo observa para no olvidarlo. Traspasemos el tiempo… “Arremete con furia la tempestad, golpeando a un puñado de barcos. Huyendo vienen de lejanas tierras, sus pueblos arrasados. El corazón del árbol los guía y protege. En el horizonte una isla. Desembarcan en la playa, sobre la arena de la nueva tierra una mujer da a luz un niño con alma de mago. Con los restos de los barcos levantan una empalizada, para defenderse de demonios salvajes que habitan estas tierras. Para Pueblo Arbóreo la tierra no tiene dueño, es de todos los seres que la comparten y hablan por boca de trece árboles, a ellos los recién llegados

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Aliso: (18 marzo - 14 abril) generosidad, entrega, resistencia, renovación, espíritu guerrero. Limpieza, fortaleza del Espíritu.

piden permiso para instalarse, con ellos sellan un acuerdo de respeto y protección, todos aceptan, aunque suponga la guerra con algunas tribus salvajes, con otras comercian, compartiendo conocimientos y cultura. Rey Desterrado, así llaman al caudillo de aquel grupo de refugiados, se une en matrimonio con la última Maga Blanca madre del niño que nació en la arena y juntos guían a su pueblo, expandiendo su territorio hasta el gran círculo de piedras, lugar elegido por el corazón del Roble para renacer de nuevo, el árbol a través del cual habla el primer Ser20 por boca de los espíritus de cinco sabios que en él habitan. Nadie quiere perderse ese momento, los espíritus de los árboles en los bastones de los sabios, el Pueblo Arbóreo, las tribus amigas, los seres mágicos, y muchos animales, hermanados todos en ese acto como iguales. Nadie quiere faltar a la llegada de su Oráculo, la voz que les guía. Se reúnen en solemne Asamblea.21 Avanzan tiempos buenos, el pueblo prospera, la ciudad y su puerto se consolidan. Rey Desterrado y Maga Blanca tienen dos hijos, gemelos en apariencia, distintos en carácter. Los tres hermanos crecen como el resto de jóvenes que se instruyen en las artes y el conocimiento heredado de sus antepasados, compartidos con los nuevos aliados que les muestran sus experiencias y los secretos de esta tierra. Los gemelos eligen el camino de la espada, el hermanastro mayor la senda del mago.

El Primer Ser, único pensamiento. Creador de todo: dioses, humanos, animales, plantas, árboles y seres mágicos. Conecta con el Pueblo Arbóreo a través del corazón del Roble. 21 La Asamblea está formada por 13 sabios que representan al Pueblo Arbóreo, y 13 árboles que representan al resto de seres que habitan esas tierras.

Los aliados hablan de las numerosas tribus que habitan la isla, de sus creencias y enfrentamientos; de otras dos razas de oscuros pensamientos, y de Dragón de Fuego que se esconde en las grandes montañas del centro. Retumba la tierra en la noche, se desgarra devorando cuanto encuentra a su paso. Dragón ha despertado y tiene hambre acumulada, reclama sacrificios. A él se enfrentan con todas sus fuerzas, con la ayuda de los árboles y amigos. La batalla se alarga durante noches de llantos, oscuridad y muerte. Tenaz resistencia ante las embestidas del monstruo que escupe fuego; debilitado finalmente, se retira a su montaña. Triste victoria, muchos son los que han entregado su vida, Rey Desterrado entre ellos. Pueblo Arbóreo poco a poco va recuperándose de tan profundas heridas, pero las disputas entre los dos hermanos se acrecientan, ambos desean hacerse con la espada. Se encienden los debates en el círculo de piedra, las discusiones se convierten en peleas. Roble calla, no entra en enfrentamiento de entre iguales. El bosque enmudece. Aparecen los fantasmas de la desconfianza, de los celos y envidias, de los resentimientos. El pueblo se rompe en dos, hermanos enfrentados en batallas intestinas, padres contra hijos, hijos contra padres. La reina madre llora desconsolada. La guerra es inevitable. Se enfrentan dos ejércitos en última batalla, dos hermanos reclamando un trono, el joven mago toma partido por uno de ellos. Locura ciega los envuelve, sed de odio y venganza. La reina se interpone en medio del campo de batalla en un último intento por detenerla, la madre cae en los brazos del hijo mago al choque de los dos ejércitos, sus manos manchadas con la sangre de Maga Blanca”.

Me recupero a la realidad, regreso aturdida de aquellos lugares. El mago calla, perplejo en la visión de su madre. Le miro compasiva, no juzgo sus acciones, quizás le admire más aún si cabe. -¿Qué es odio?- pregunto a mi compañero. El mago me busca con la mirada perdida. Continúa con sus recuerdos, arrastrándome nuevamente a ellos… -“El hermano derrotado huye acosado hacia las montañas en busca de Dragón de Fuego, los vencedores le acechan para darle caza. Los perseguidores llegan tarde, el hostigado ha cerrado un pacto con el dragón y escapan entre las nubes, en el horizonte se pierden sus sombras camino de las tierras de los demonios. Bajo el mando del nuevo rey, el pueblo crece y se hace fuerte, levanta poblados y castros para su defensa. Nadie más habla del rey exiliado, permanece en el olvido. En este tiempo pocos son los enfrentamientos con los salvajes, pero el lamento de los árboles que llega de aquellas tierras hiela el alma. En silencio, todos temen que algún día se rompa esta tensa calma”. De regreso, el mago llora como un niño, le recuesto en mi regazo como madre desconsolada. Retorno a mi realidad de aquella otra a la que ya también pertenezco. Aturdida caigo en profundo sueño22.

El esfuerzo realizado por los magos consume una gran energía vital, que se paga con descanso, en ausencia total de pensamientos, parecido a un coma profundo.

V Saille23 Luna de las Flores

Todo ha cambiado en mi mundo interior. Atrás quedaron risas y juegos. Poseída por un espíritu que me arrastra en frenesí desbocado, ávida siempre de más. Aprovechamos para hablar con las estrellas en los claros furtivos que las nubes ceden, usamos cuarzos engarzados en varas para marcar sus estelas, escudriñando secretos en el devenir de su paso. Seguimos los caminos que las unen para no perdernos, abriendo diminutas visiones de un universo ilimitado. Mi mente se pierde en las distancias. Hace días que solo hablamos de estudios, de conjuros, de pociones, de nombres; me devoran las ansias insaciables de conocimiento. La tensión se acumula por los rincones de la casa y nos aleja. Los combates se convierten en envites despiadados hacia mi oponente que recibe dolorosos golpes en heridas de otras guerras. Aprovecho cada descuido para entrar en su pensamiento y golpearle con rapidez y fuerza. Palpo con mis dedos el mapa de su cuerpo, deslizando la anestesia de mis aceites y pomadas; tomo las distancias de cada estrella en su piel curtida en mil batallas. Aprieto cada músculo, cada tendón, cada hueso, los poseo. Y entre las mantas le devoro, en la conquista de nuevas cimas inalcanzables. De él ni una queja, ni un reproche, sumiso al ímpetu de mi nuevo espíritu que le somete, pero él no es mi siervo, él es compañero, mi hombre. Y el

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Sauce: (15 abril – 12 mayo) Consciencia, intuición, conocimiento interior, crecimiento, renacimiento. Fertilidad, amor.

recuerdo de la niña extraviada me rompe en lágrimas. Estiro desesperada mi mano y encuentro en su rostro la compasión de una mirada. -Ayúdame, me arrastra. El mago me coge entre sus brazos, devolviéndome a la niña que fui en otro tiempo. -No te preocupes, siempre estaré a tu lado. Pero mereces un castigo por desconsiderada, deberás poseer a la araña. “Te ha picado una araña por andar descuidada; ahora, para curarte tendrás que dominarla,” me dijo. Me ha puesto a observar la araña constantemente, noche y día; así llevo el menguante sin reproche alguno. “No hables, limpia tu mente de todo pensamiento,” me dijo, simplemente obedezco. Me da infusiones de muérdago25 y setas que purgan mi cuerpo y olvidan mi mente, es mi único alimento. El es mi maestro no le cuestiono. -Abandónate, la realidad de tu cuerpo es solo una ilusión, vacíate de tu envoltorio y toma la forma de esa araña, eres tú en ella. Me desvanezco entre ensoñaciones. Mi ser se hace frágil y etéreo, quiere salir de mi cuerpo, ya lo intentó en otras ocasiones, pero por primera vez no teme al reto, puedo lanzarme al vacío. Me deshago en gotas, que se posan sobre la araña. Siento y veo como ella. Descubro un universo que había permanecido oculto hasta este momento. Compartida con otras criaturas a las que había ignorado, de insectos y unos seres diminutos26 que habitan bajo el suelo de la casa y que me dan la bienvenida a su mundo, me invitan a pasar a sus hogares, me agasajan.

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El muérdago limpia el pensamiento y sirve de antídoto contra venenos y contaminaciones mentales. Sociedad de rasgos humanoides de difícil visibilidad al ojo humano por sus pequeñas dimensiones.

Veo el rostro amable de mi amado que me llama. Abandono con sumo respeto el cuerpo prestado, mi ser retorna a casa. A mi regreso, reconfortada en sus brazos, nos dejamos llevar recordando antiguos juegos de niños entre las mantas. -Vamos Mariposa, todavía no hemos terminado, toca el búho. El búho ulula, me abre sus puertas y miro el mundo que conozco con sus ojos, paciente, serena. Ululo mientras revoloteo por la sala hostigando al duendecillo. El mago me llama, la sonrisa que me atrapa. Su rostro torna serio. -Ha llegado el momento, estás preparada para la senda que todo mago ha de cruzar. Tendrás que buscar y templar tu espíritu ancestro. Toma invocaciones y amuletos, recita oraciones y canta al gran espíritu, pídele que te permita dominar tu tótem. Tendrás que encontrarlo por ti misma y superar duras pruebas, pero confía siempre en ti y busca la protección de tu cayado, él guiará tus pasos en las noches oscuras del alma. Recuerda que ésta será siempre tu casa, pero no regreses a ella hasta haber alcanzado tu meta. Este es el camino del mago y tienes que cruzarlo. Recojo mi bastón y salgo sola a un mundo diferente, para encontrarme en otros ojos. Me busco en el pájaro nervioso que se esconde tras las ramas, en el halcón que rasga el cielo, en el conejo, la libélula, la raposa… sin encontrar nada. Vago desconcertada, no sé lo que busco, no sé lo que quiero. La tormenta arrecia. Deambulo perdida como fantasma. Busco refugio. En mi mano un cayado para guiarme, dirige mis pasos hacia un claro del bosque, un amigo esperando. Me acerco despacio, con sumo respeto. Mariposa afligida que se posa en la rama del árbol.

-Bienvenida, me alegro volver a verte, eres de mi agrado, ¿cómo podría ayudarte? -No sé dónde buscar mi tótem. -Lo llevas dentro, llámale y vendrá a tu encuentro. Comprendo. Estiro mi cayado y grito al cielo estrellado. -Gran Espíritu, primero de todos. Yo soy simple humana, mortal y frágil, pero la fuerza de este árbol guía mi mano. Permíteme conocer mi tótem. No habrá prueba que yo no venza y, si salgo derrotada, sea por siempre olvidada. Frente a mí, un caballo27 de estrellas relincha orgulloso, provocándome. Me acerco confiada, palpo con mis dedos el mapa de su cuerpo hasta conocerlo. Intento poseerlo, se resiste con saltos poderosos y quiebros. No me amedrento, insisto incansable. Caballo blanco en galope desbocado, a mi paso polvo de estrellas. Cabalgo caminos conocidos, unidos por hilos de plata. De la nada un águila dorada ataca, me arranca las crines y clava sus garras. Lanzo bocados sin detener la marcha. Un toro arremete oprimiendo mi pecho, me ahogo. Levanto mi cuerpo y esquivo la envestida siguiente. Coceo y jadeo en galope desenfrenado. Resisto los acechos del jabalí con colmillos afilados como dagas, y del perro que con dentelladas arranca girones de mi cuerpo. El oso ante mí se planta, sus zarpas me aplastan. Me revuelvo, resisto. Mis entrañas desgarradas. Mirada encolerizada, relincho ahogado, levanto mi cuerpo entre espasmos, con mis últimas fuerzas me arrastro extenuada. Ahogado frenesí con el último aliento.

Animales totémicos.

Frente a mí un ciervo, reconozco la mirada, tranquilizan sus palabras. -Retorna de tu viaje Mariposa, pasaste todas las pruebas. Domaste tu tótem, cabalgará junto a ti en tus combates. Recupera la calma, y no te pierdas en el camino de regreso. -No vencí a ninguno, he de volver a intentarlo, he de enfrentarlos. -No, tu fuerza es la resistencia y has aguantado todos sus ataques, en ningún momento fuiste doblegada. Serán muchos los golpes que recibas, pero nunca te resignes y sigue avanzando. Tuya será la victoria final. Ahora regresa a casa y sana tus heridas del cuerpo y del alma. Te estoy esperando. Retorno al calor del hogar, casi sin vida. Él me espera en la puerta, me recoge entre sus brazos, me entra.

Árbol de la Vida nórdico.

VI Uath29 Luna de la Fuerza Solar

Profundas heridas laceran, mi cuerpo se desangra. Fiebres y convulsiones sumen mi pensamiento de destellos y sueños en el regreso a combates inacabables con rivales poderosos que siguen al acecho. Se me escapa la vida y aploma31 el alma. Él sana mis heridas con sus ungüentos y pomadas, cambia las vendas y seca mis sudores, me da caldos y el calor de su cuerpo para que no me pierda en el invierno en el que me encuentro. Canta sin descanso sus conjuros y suplica a los dioses para que esta mariposa dolorida y perdida no escape hacia otros mundos. Escucho el eco lejano de su voz que me llama noche y día. Sus lágrimas me atrapan en redes imaginarias; sus besos lazos que atan. Se le va mi… su vida en ello. No puede permitirlo, él es el compañero, el hombre, el amante, el maestro. Él es el gran mago, Señor del Fuego. Los primeros rayos de una nueva mañana rebosante de vida entran por la ventana. A mis pies descansa mi amado exhausto, su rostro feliz y confiado. Salgo. Trinar de incontables pajarillos que acompañaron generosos el canto de mi salvador, les agradezco con una sonrisa. Alfombra de flores, hierbas y plantas se abren a mi paso, trepando por mis pies en sutil caricia. Los árboles, sumidos en cálida bruma, van despertando lentamente, se saludan y dan abrazos con sus ramas en el reencuentro del despertar de su descanso, estirándose hacia el cielo para besarlo. 29

Espino (13 mayo – 12 Junio) Dualidad, equilibrio, contradicción, castidad. Fortaleza, vitalidad, energía. 31 Plomo: en alquimia, alma enferma que no refleja el espíritu. 30

Me dejo llevar en mariposa que vuela un bosque diferente, poseída por la vida que imparable se derrama de colores y luces; mirando cada detalle a través de sus miles de ojos a cada criatura que me saluda. Muda de la emoción solo puedo regalarles sonrisas. -Hola princesa, placer el conocerte. Despierto del sopor, regresando a mi forma; buscando la voz taimada y desconocida que me saluda, no la encuentro. Agudizo mis sentidos dirección a la casa. Me llama Manzano32 coqueto y apuesto, embriagador perfume, envuelto de hojas y flores pendidas etéreas en el más delicado ramo, extiende desde una rama la fruta más tentadora; su sonrisa cautivadora: -La empecé el día que llegaste, creciendo en mi interior a la par que vuestro amor; la he mimado para vosotros con sumo cuidado, espero sea de vuestro gusto. Agradezco con un beso mientras acepto regalo tan preciado. Doy un bocado y busco a mi amado para compartirlo en sus labios. Entre las sábanas recordamos juegos de espíritus incontrolados en la conquista de nuevas cimas inalcanzables. Así pasamos las noches, las mañanas y las tardes compartiéndonos con el bosque, recuperándome de las heridas. -Ven Mariposa he de contarte: fueron muchos los que me ayudaron en la lucha librada para mantenerte conmigo durante tu sueño. El búho 33 no dejó de vigilarte, ni la ardilla se apartó de tu lado, hasta la araña y los diminutos vinieron a visitarte. Todas las criaturas del bosque se esforzaron en ayudarme, los pájaros con su canto, los animales con su aliento. Los seres mágicos 32 33

Regreso del más allá, inmortalidad, amor, pureza, juventud, belleza, seducción. Los búhos y lechuzas vigilan y ahuyentan a los fantasmas.

vinieron a presentar sus saludos sinceros, traían regalos, pócimas y medicinas, hechizos y bendiciones. Fueron muchas las puertas de dioses a las que llamé sin recibir respuesta, no cuestiono sus razones. Pero una diosa escuchó mis plegarias, aplacó el espíritu del caballo, templado a tu regreso; y habló por tus labios diciendo que vendría a visitarte cuando estuvieras recuperada. Se me derrama el alma en lágrimas incontroladas. El mago me orienta con sus palabras: -El paso fugaz de un dios por este mundo es acontecimiento extraordinario que se produce en escasas ocasiones. Ni en mis visiones más profundas imaginé que este simple mortal pudiera llegar a estar en presencia de uno. Bardos de otros mundos convertirán su visita en leyenda y ella la llevará hasta más allá de los confines de las estrellas, por siempre en ella. Tenemos que demostrar ser dignos de merecer honor tan grande, hasta el más mínimo detalle tiene que estar preparado para su llegada. Medita el mago mientras recoge algunos útiles, un bastón de avellano y todas sus varas. El búho sobre su hombro le ulula nervioso al oído. -He de ir al poblado, te dejo encargada de todo y a ti para que la ayudes.- Señala al duende. Salta y da vueltas la ardilla contenta,

marchan el mago y el búho

absortos en sus debates y opiniones para la organización de evento tan importante. -Y ahora… ¿qué hago? -Creo que… si me ofrecieras un pastelito de frutas e infusión de hierbas, podría ocurrírseme alguna idea.

-¡Ardilla tramposa! El duendecillo se deleita con sus majares, parece súbitamente recordar algo: -Ahora que lo pienso... antes de marchar me avisó el mago: “dile que pida a la abeja reina la miel más pura, al avellano su primer fruto y lo mezcles en la marmita dorada con gotas del rocío más dulce y amargo; cuando lo hayas preparado, deja el elixir durmiendo al abrigo del Sauce, hasta su regreso.” Bueno Mariposa, pongámonos manos a la obra. La ardilla me guía por el bosque hacia una colina escondida, en medio se alza sobrio y austero el Avellano, a su alrededor incontables pequeñas hadas le cuentan incansables: secretos y confesiones, cuentos, leyendas e historias; opiniones, hipótesis e ideas estrafalarias; mientras el árbol las piensa y les devuelve agradecido con el más dulce néctar de sus flores. -Hola Mariposa, tenía ganas de conocerte, dicen mis pequeñas que todos comentan de tu valentía y belleza, veo que no se equivocaban. -Hola, hola, hola… me saludan amables y atentas, se repiten unas a otras34. Es muy guapa, guapa... imitándose en sus ademanes. Llega un emisario con mensaje de la reina: “sería un gran honor para ella poder conocerla”. Mariposa que vuela a la colmena de las hadas en el corazón del avellano. Todas arrimadas cuchichean, ninguna quiere perder detalle de tan inesperada visita. -Acércate querida, deja que te vea bien y que con un beso te muestre nuestro cariño. Confesiones y risas compartidas, de unas a otras.

Sincronización mental entre hadas, en escasas ocasiones con algunos árboles y personas.

Salimos del corazón del árbol, y en mi mejilla una gota del más puro amor. Se despide el avellano: -Bueno Mariposa ha sido un placer conocerte, esperamos que regreses pronto. -Pero tienes que darme tu fruto para poder preparar el elixir. -Ah! Es cierto, soy muy despistado. -Toma este pensamiento y guárdalo con el amor de las hadas, en él se esconde el secreto más sabio de la humanidad. Y para ti, toma esta avellana, sirve para mejorar la memoria. Nos vemos. De regreso a la casa me angustio, el duendecillo se desespera, no sabemos dónde buscar el rocío más dulce y más amargo. Sin el búho vigilando, los fantasmas35 de la duda y el temor al fracaso se han colado por la chimenea, me sobrevuelan. -Y si no lo encontramos, y si la diosa se pone triste, y si se enfada, y si… cómo viviré con esta desgracia, qué dirán de mí en el poblado. En mis ojos lágrimas. El duende espanta con sortilegios a visitas tan indeseadas, me relaja. Como la avellana, buscando una respuesta. De mis lágrimas derramadas algunas dulces otras amargas, con ellas ofrezco la esencia de mi vida. Bajo el sauce, en la marmita dorada el amor más dulce, el fruto de la sabiduría, y el rocío más dulce y más amargo. -Ahora amigo, hazme un hueco y déjame mirar con los ojos de la ardilla, tengo curiosidad por saber qué están haciendo en el poblado.

Los fantasmas son espíritus sin consciencia de personas que en vida desarrollaron en extremo una pasión: odio, lujuria, envidia… La única sensación que sienten es frío voraz, buscando el calor de una persona viva a la que parasitan.

-No. -Sí, yo estoy al mando. -Bueno… vale.

Sol: Símbolo del Padre, creador para la mayoría de las culturas de todo en este mundo.

VII Duir37 Luna Bendita

La ardilla salta ágil de árbol en árbol dirección del poblado. Desde los tejados observo curiosa a buenos amigos, todos andan atareados en la organización del evento. Algunos tejen finos lienzos y les bordan runas con hilos de oro; otros hacen coronas con hojas, plumas y flores. Herreros y carpinteros tallan y pulen una estilizada piedra de cuarzo transparente; otros piden a las abejas la cera para preparar velas y entre todos arreglan los caminos y limpian las casas para que esté cuidado el poblado. El mago y el búho supervisan impacientes todos los trabajos. Terminadas las labores diarias, buscan el lago para darse un baño, allí comen, juegan, comparten relajados y los enamorados esconden sus arrullos al abrigo del abedul. Bardo les dirige en coro animado de bromas y risas, todos se divierten cantando. Hasta el mago que desentona y el búho ululando, por seguro, ellos dos ya habrán notado nuestra presencia. Junto a ellos Dama del Lago y ese muchacho tan apuesto. “Madre” le escucho llamarla. Anhelo fugaz de mi familia. Distingo a la mía entre el coro de ángeles, la sigo con la mirada, Mariposa vuelve a casa. Todo continúa igual a la mañana que marché, saludo a Sauco en flor a la entrada, y Jazmín me abre la puerta, en el interior el mismo olor a hierbas y pócima. Recobro mi forma. -Entra hija, déjame mirarte a los ojos y ver cómo te ha ido. -Madre, me alegro tanto…

37 38

Roble (10 junio – 7 julio) Fortaleza, robustez, resistencia, sabiduría. bendiciones, gratitud.

-¡Ay! niña, nos tenías muy preocupados, tantas noches sin visitarnos. -Cuéntame madre, ¿cómo están…? -Todo el poblado anda contando historias tuyas, de poderes y conocimientos que te ha enseñado el mago, creo son algo exagerados, pero hasta Bardo te ha escrito una oda. Ya hablan menos, ahora estamos centrados en la visita de la Diosa. Tu hermana mayor quiere que tú renueves sus votos, anhela un hijo y piensa que la ayudarás a conseguirlo, lleva varios ciclos intentándolo y anda preocupada. La pequeña está siempre con tu padre, dice que de mayor quiere ser como tú, que serás su maestra. Tu padre te echa mucho de menos y yo paciente te he esperado. ¿Podría pedirte…? -Dime madre. -Me permites ver con tus ojos. Tomo su mano. Frente a nosotras se recrean en luces y colores esos momentos felices de paz y armonía vividos en esa casa compartida con mi familia, de carreras y juegos, de besos y abrazos, de estudios, de fiestas y aniversarios. Nos despedimos en un abrazo y marcho, desde la entrada me observa mientras me alejo convertida en ardilla. -Vamos compañero, volvamos a casa. A las afueras del poblado, bajo la luna nueva regresamos dando saltos y vueltas camino del bosque. -Detente ya niña de dar cabriolas en el aire, me estoy mareando. -No protestes tanto, mira que te bajo. -Pues no llores, que me estás empapando. -Bueno… vale.

Discutimos distraídos sin darnos cuenta que alguien nos observa. -¡Eh! disculpad. El muchacho apuesto me mira con sonrisa perturbadora. Me siento petrificada. -Te ves muy graciosa de ardilla. Me lanzo en carrera desenfrenada hacia el bosque para esconderme; le busco con la mirada, se aleja en la distancia dirección al poblado. Mi corazón palpita acelerado, libélulas sobre mi cabeza. De vuelta a la casa espero impaciente, me siento cansada, y mi mente divaga en la imaginación del encuentro con la Diosa que templó el ímpetu de mi espíritu… Mi alma vuela imparable atraída hacia un claro del bosque junto al árbol Espino de flores blancas, en las ramas colgadas los lienzos bordados en oro, a sus pies una piedra de cuarzo trabajada con sumo cuidado. Ya llegaron desde el poblado, venían cantando con velas entre las manos, y ahora esperan callados. Han venido las hadas que revolotean impacientes, las criaturas del bosque y los seres mágicos, nadie quiere perderse acontecimiento tan importante. Se esconde la luna, se apagan las estrellas y un ligero soplo de aire que nos roza, llevándose una pequeña llama de cada uno de nuestros corazones, tomando forma humana en la suma de todas ellas. Acerca su mano, acaricia mi rostro. Extiendo la marmita con nuestro presente, lo lleva a sus labios y da un sorbo, comparte conmigo. Canta una canción a través de mis labios…

-“Por el tiempo de una vida, mírame. Hay mundos dentro de mi cabeza, pero no hablan. Mírame ¿Cómo podría ocultarte la verdad? rendida a tus pies. Eres el mundo al que me aferro, el mundo que caminará siempre a mi lado. Sígueme, déjame que te muestre como se siente al estar completa. He estado esperándote por el tiempo de una vida, por el tiempo de una vida”39. Absortos en su presencia y compartidos todos en ella. Un soplo de aliento que nos devuelve la llama en nuestros corazones y marcha hacia el cielo, encendiendo estrellas. -Vamos despierta Mariposa, llevas varias noches dormida desde que nos visitó la Diosa; he convocado la Asamblea de Sabios40 en el Círculo de Piedras, el viaje nos llevará algunas noches, marchamos en cuanto estés preparada.- El mago me despierta del sopor profundo. -Pero no entiendo ¿Qué ha pasado?… -Tu alma escapó de tu cuerpo, a la llamada de la Diosa. Nosotros te estábamos esperando junto al Espino. Realmente fue algo maravilloso, todo salió perfecto, pero ahora tenemos que partir. He convocado la Asamblea, tenemos que analizar las señales y sus palabras para comprender su significado, sin duda es de suma importancia. El Mago y el búho caminan delante, absortos en sus debates y opiniones cargados con bastones, varas y un caldero lleno de magia. -Sí no me das una nuez le digo que estuvimos en el poblado.

39 40

For a life time Ascension. Casta formada por los magos, médicos, bardos y cuentacuentos.

-Oh! eso es muy feo, ¿y si te mando a la casa y no dejo que vengas con nosotros? -Bueno… guardaré el secreto. Extiendo una mano a mi zurrón y tomo una nuez, se la ofrezco a mi compañera entre sonrisas. -Toma, no refunfuñes, bromeaba.

Luna: aspecto femenino de la naturaleza, madre creadora, compañera del Sol. Ciclos de la vida del Ser humano. Celebración y meditación.

VIII Tinne42 43

Luna de Maiz

Nos esperan en el poblado con una gran fiesta de despedida a la orilla del lago, juegos, cantos y risas. Renovados los votos de la hermana mayor en solemne promesa, le regalo la corona de Sauce para que esconda bajo las mantas, a la pequeña una varita de Avellano para hacer encantamientos y a la madre la marmita dorada que besó una Diosa. Despedidas y lágrimas emocionadas. Nos acompañan mi padre Médico, Bardo, Cuentacuentos, Dama del Lago y ese apuesto muchacho al que no puedo quitarle ojo. Andan apresurados interpretando señales, postulando suposiciones sobre tan extraños acontecimientos y el secreto guardado en el canto de mis labios. El muchacho camina despistado y yo absorta ante el descubrimiento de un mundo desconocido que se me abre de golpe. El joven se acerca seguro y confiado: -Disculpad si os importuné la otra noche, no fue mi intención molestaros. -No

preocupe

caballero,

pero…

merece

castigo

por

desconsiderado. -Aceptaré con ciega obediencia el que me imponga dama tan bella. -Deseo que sea mi guía en este viaje, que me muestre este mundo que desconozco y del que usted viene.

Acebo (8 julio – 4 agosto) Dignidad, honor, oscuridad, presagios de guerra, mundo de los sueños, viaje espiritual. 43 Abundancia.

El muchacho me habla de fronteras, de leyes, de comercio, de economía, de ejércitos y de armas, de naves que surcan mares. Avanzo perdida, incapaz de comprender universo tan complicado. -Mira allí, un castro, en él se instruyen los guerreros y se fabrican armas pesadas que lanzan piedras de fuego, y también, sirven de refugio para cuando ataquen los demonios. Mi padre construyó dos en las fronteras con las tierras de los salvajes. Muda y absorta ante las enormes murallas de piedras y troncos afilados que se alzan sobre una gran roca en una colina despejada. Desde sus puertas una comitiva de caballeros sale a nuestro encuentro. Desmonta un guerrero vestido con hierros y pieles, clava una rodilla frente al mago y le ofrece la espada. -Señor, la plaza está preparada y a sus órdenes, es un honor recibirle. El mago toma la espada, sube sobre el caballo y cabalga hacia el castro, seguido del estandarte. En el aire grazna una urraca, busco sus ojos, y vuelo tras el galope del mago. Los otros quedan aguardando. Le reciben filas de guerreros erguidos e inmóviles en las puertas del castillo, prestos a cualquier orden. El caballo relincha nervioso. Fuego en los ojos del mago, rastrea en el horizonte. -Permanecen callados, demasiado silencio. Desmonta de su cabalgadura y clava en mí su mirada, buscando alguna señal. Le saludan el caudillo de la plaza y sus auxiliares, entran en la sala de mando. Vuelo hasta una ventana atenta a cada detalle. -Órdenes señor.

-Mandad a los mejores exploradores a las tierras de los demonios, que estén atentos a cualquier movimiento extraño, mandad tríadas a los poblados y que alerten a la población, extremad las precauciones en el castillo, llevad provisiones, armas y semillas a Refugio del Dragón, mandad emisarios a Rey y al otro castro diciendo que he declarado la señal de alerta en todo el territorio y estad preparados para cualquier nueva orden. El mago entrega la espada, me busca en mi atalaya, vuelo hacia su hombro mientras sube al caballo. -Vamos Mariposa, hemos terminado. Al acercarnos a nuestros compañeros me susurra al oído: -Nunca bajes la guardia, que nunca te pillen por sorpresa. Abandono a la urraca. Continuamos la marcha, parando en otros poblados, saludando a personas desconocidas pero parecidas en generosidad, simpatía y belleza, nos agasajan con bienvenidas, todos somos hermanos con la misma sangre. Se unen a nosotros otros sabios, entablándose nuevos debates desde nuevos puntos de vista. Mi guía me lleva paciente con su visión de este mundo y yo lentamente voy despertando a nuevos conocimientos y al destello del progreso. -¿Quién eres? -Soy Amigo del Viento, mi madre es mi maestra y mi padre Rey. De un ágil quiebro intento entrar en su mente, me esquiva, caigo en sus brazos, me besa. -¿Cruzaste la senda del mago? -Domine el espíritu de mi tótem. -Se enfrentaría al mío.

-Veamos de qué estás hecha. En un claro de un bosque, en un lugar que desconozco, la pasión desbocada de dos espíritus frente a frente; el caballo de estrellas y el águila dorada en vuelo descontrolado, coronando cimas inalcanzables. Una vida nueva en mis entrañas, magia de las magias. Reanudamos la marcha, apenas hablo con nadie, sumida en la nueva realidad que me envuelve. Alguien grita: -“allí… hemos llegado”. El camino termina en un poblado a los pies de un río, en medio del río una isla, dentro varios círculos de piedras, en el centro un árbol. Al otro lado del rio, entre una niebla espesa y oscura la tierra de los demonios, gritos desgarrados y bramidos provocando. Apresuramos el paso hacia el poblado. Muchos son los que han llegado de lugares lejanos. Caras amables y abrazos de antiguos amigos, saludos a los nuevos. Comparten secretos y conocimientos, preparan elixires y pócimas al abrigo de las candelas y cuentan historias fantásticas, al ritmo que marcan flautas, tambores y arpas. El rey escoltado por su guardia de guerreros con armaduras de hierro va al encuentro del mago, baja del caballo, clava la rodilla y entrega la espada. Todos callan atentos a la respuesta. -Guárdala tú hermano, tu brazo es más fuerte que el mío. Rey enfunda la espada y busca a Dama del Lago, en cruce de miradas cómplices: -Mi señora, la he echado de menos. -Yo también, esposo mío.

-Hijo me alegro volver a verte, veo que has cruzado tu camino. Me siento orgulloso. -Claro padre, no podría haber tenido mejor maestra. -Ve a saludar a tu hermana, no ha habido noche que no suspirara por tu regreso. El muchacho se abraza a una joven guerrera. El mago eleva la voz: -Declaro el inicio de la gran Asamblea, estáis convocados. Todos se preparan en silencio a que llegue la noche y den comienzo los debates. Yo caigo al suelo cansada del viaje, me siento perdida, en un mundo que desconozco y no entiendo, que da vueltas en mi cabeza y me marea, sin comprender nada. Busco a mi compañero y veo a un extraño que al elevar la espada hasta el rey se postra, tampoco conozco a esa dama con la que nunca cambié palabra; ni a ese muchacho desconocido que irrumpió como la tormenta, incluso mi padre parece alguien lejano. Pero pienso que todos somos iguales, con nuestras dudas y miedos, aportando nuestros esfuerzos y conocimientos para avanzar juntos en este mundo al que se aferra Diosa, para ser recordados y no caer en el olvido, sumados todos en un único espíritu. Y entonces por qué las armas que lanzan piedras de fuego, por qué los guerreros, por qué los castillos, por qué la espada, por qué… los demonios. Abrumada, perdida y sola, atrapada en este momento. -¿Subes? te dejo un hueco si me prometes que no vas a llorar. -Bueno… vale.

La ardilla marcha dando cabriolas y saltos en el aire, siguiendo a los otros, cruzando el río dirección a Gran Roble.

Dragón: corriente de energía proveniente de otras realidades. Personificación del volcán. Lugar de poder y sabiduría, desde una perspectiva dual: el bien o el mal.

IX Coll45 Luna de la Cosecha

Noche en calma, llora la luna en cuna de estrellas, el río recoge sus lágrimas de plata. Maravillada por la armonía del silencio que nos envuelve; corro, pequeña ardilla, entre círculos de piedras inmensas, clavadas por gigantes legendarios antes incluso de la llegada de las razas humanas; busco la protección entre las ramas del gran Roble en el centro de la corona de dólmenes. El árbol por el que habla el primer Ser en boca de cinco sabios, en el tronco tallados sus rostros, en sus ramas se cobijan los búhos y un sinfín de pájaros, nube de polvos de hadas los envuelven. En el primer círculo de piedras se sientan el Consejo de los trece grandes maestros47, en el segundo el resto maestros de las diferentes líneas de sabiduría y sus aprendices; en el margen exterior, las demás personas y criaturas mágicas llegadas de todas partes para acaecimiento tan importante. Lugar preferente para el rey, a su lado una joven guerrera. Señor del Fuego preside la asamblea, da paso a Dama del Lago que con voz dulce narra, sin perder detalles, la visita de Diosa, causando el asombro y admiración de todos. Y yo, embelesada en sus palabras, ante la tranquilidad de sus gestos y la paz de su rostro, me dejo llevar en el recuerdo de aquel momento.

Avellano (5 agosto - 1 septiembre) Sabiduría, consciencia, meditación, iluminación. Compartir la abundancia. 47 4 magos, 3 médicos, 3 bardos, 3 cuentacuentos. 46

Se abre turno de palabra y comienza el debate sobre el sentido del acontecimiento, se analizan las señales, palabras y gestos. Se acrecienta el rumor, elevando el tono de los discursos. Y mi mente y mis ojos divagan desde lo alto de mi atalaya, buscando más allá de la otra orilla del rio, planeando sobre el lugar donde habitan los demonios, niebla oscura de tristeza lo envuelve todo. Sollozos de los árboles que me llaman desesperados, del pánico de los animales perseguidos, humillados y sacrificados. Criaturas malignas que se esconden entre la oscuridad que gritan y se lamentan. Y unos ojos inyectados en sangre que me encuentran, desde la distancia me hablan. -¿Quién eres tú niña, qué osas mirarme? Yo soy el único rey de los demonios, pronto lo seré de todo; estoy sediento de vida, pronto comeré de tus entrañas; poseeré tu alma, será mía. Su rostro reflejo del de nuestro rey, como dos gotas de agua, tan iguales como diferentes. Súbito el trueno ruge en la noche, el rayo rasga las tinieblas. Lágrimas negras en mis ojos. La voz del mago me arropa y rescata: -Ven Mariposa, te estamos esperando, hay alguien que quiere conocerte. -Ven Mariposa, ven… repiten las hadas. Recupero mi forma, me siento junto al árbol que habla por la boca de cinco sabios, sus voces se repiten en ecos diferentes por entre todas las ramas y convergen en el susurro de un niño. -Hola Mariposa, me alegro de conocerte, agradezco tu visita. ¿Por qué sonríes entre lágrimas?

-Tu voz suena como de niño. -Es un niño el que te piensa y te habla. -Encantada Niño Sabio. -Mira, esto te dijo Diosa, sea tu espíritu fuerte para escucharlo y tu mente firme para aceptarlo, porque de ti pende la vida a la que se aferra para no apagarse entre las estrellas. Ni siquiera ella pude ocultarte esta verdad: caerá la luna y la tierra caminará a oscuras por el tiempo de una vida. Resiste Mariposa hasta mi regreso, en el tiempo de esa vida. Lluvia de estrellas48 rasgan el cielo, crujir de relámpagos. Lentamente se va secando el árbol, marcha en descanso sereno, todos se van despidiendo, Pueblo Arbóreo que de lejanas tierras le trajeron, los animales y cuantos seres habitan esas tierras, revoloteo de incontables pájaros envueltos en destellos de miel de hadas, todos quieren dar el último adiós, hasta el próximo reencuentro. Señor del Fuego recoge el corazón de Roble y se aleja apresurado en dirección a Rey, todos le siguen. Yo permanezco allí sentada sin comprender nada, perdida en una guerra con un enemigo al que desconozco. Rey se inclina ante el mago y ofrece de nuevo la espada. Él la recoge, la eleva rasgando el aire. Ofrece el corazón del árbol a Dama del Lago, ella lo recoge entre lágrimas, busca al muchacho, lo introduce en su pecho entre abrazos delicados, lágrimas y besos. Se despide del padre y la hermana y me regala antes de marchar una última mirada. Llevado por el Aire con rumbo desconocido en busca de una de esas naves que cruzan mares. Amigo de Viento, así te he de recordar.

Perseidas: lluvia de meteoros a través del radiante Perseo, de forma cíclica en Coll.

El grito del mago me recupera a mi realidad: -Escuchad, venga todo el ejército con todas las máquinas de guerra, venga cada hombre o mujer que pueda alzar un arma. Rey se levanta y corre con sus auxiliares, hay que planificar una batalla y apenas queda tiempo. El mago se gira en el centro del círculo de piedras junto al árbol muerto, esparce sus cenizas al viento y grita: -Venid árboles mágicos, venid criaturas del bosque, venid espíritus de viejos guerreros, venid espíritus del tótem. Acudid todos a mi llamada; traed la resistencia de la piedra, la velocidad del aire, el ímpetu del agua y la fuerza del fuego porque la batalla será encarnizada, nos va nuestra existencia en ello. Retumba la tierra, descarga la tormenta truenos, ruge el río, arrecia el viento. Luna cae en un destello fugaz, en mis brazos una niña blanca con ojos de plata se aferra a mi vientre, me habla sin sonido de palabras: -Es tan hermosa como tú, no podemos consentir que se apague su luz. Señor del Fuego me busca, me recoge y me levanta. Junto a él Joven Guerrera, hija de Rey y Dama de Lago, hermana de Amigo de Viento. -Vamos mujer tenemos que prepararnos. -Quiero combatir a tu lado. -No puede ser Mariposa. Tienes que resistir y defender nuestro mundo hasta que regrese el corazón del árbol, ese es tu destino, para eso te eligió la Diosa. Busca a la joven: -Llévala a Refugio del Dragón, protégela con todo lo que esté en tu mano, con tu vida si es necesario y recuerda siempre que ella está al mando.

Recoge un puñado de cenizas de Roble, la restriega por nuestros rostros: -Estas son pinturas de guerra, nunca más serán borradas. Olvidaréis el significado de la palabra paz, para vosotras no habrá descanso. Debéis resistir con todas vuestras fuerzas para proteger el recuerdo de todos nosotros, de lo que somos, porque es el pueblo al que se aferra Diosa y lo lleva encendiendo estrellas, más allá de donde toda acaba y empieza de nuevo. Me abrazo al mago, cubierto mi rostro de lágrimas, él fue mi compañero en este hermoso viaje. Ha llegado el momento de la

despedida hasta el

próximo reencuentro en la próxima vida. Ambos lo sabemos. -Gracias por todo lo que compartiste conmigo, por todo lo que me ensañaste. -Gracias a ti por la alegría y la luz que me diste, por tu amor y por tu compañía. No me olvides, volveremos a vernos. El mago se aleja, le siguen los demás sabios, en sus manos los espíritus de todos los árboles, preparando la defensa de Círculo de Piedras. -Vamos, hemos de irnos,- la joven me ofrece su mano. Transformada en embravecido caballo de estrellas, relincho angustiada al romper en carrera. En la última mirada mi magia reflejada en sus ojos, dos corazones cosidos con hilos de plata. Volveremos a vernos, no cabe duda. A su lado Dama de Lago, en su hombro un búho me mira fijamente, y entre sus piernas un duendecillo que me grita: -Prométeme niña que no vas a llorar. -Te lo prometo…

X Muin49 Luna Sangrienta

Caballo de Estrellas cabalga escoltado por guardia de caballeros de hierro, en mi lomo Niña Luna se aferra a las crines, acompasados latidos de nuestros corazones. Joven Guerrera abre la marcha, en sus mejillas lágrimas contenidas. Da un grito de guerra, antes de perdernos en una desesperada carrera hacia un futuro peligroso e incierto. Nos cruzamos con grupos de compañeros con antorchas, armas, palos y piedras, van con los rostros erguidos y orgullosos hacia la llamada en defensa de su mundo. Nos detenemos el tiempo suficiente para darles bendiciones, todos quieren tocar a Niña Luna. Cruzamos bosques y páramos, angostos caminos entre riscos y el grito entrecortado de nuestra guía: -¡Emboscada! Proteged a… Una fuerte envestida la descabalga y arrastra por el suelo. Un grupo de hombres con cuerpos de bestias saltan sobre los caballeros, entablándose fiero combate a muerte. Yo permanezco aturdida en la conmoción por la brutalidad de cuanto me rodea, por los gritos y ese olor a sangre arrancada de cuajo. Reacciono, frente a mí, la sombra de algo parecido a un ser humano chilla fantasmas y escupe venenos: -¡Matadla! Y traedme a la niña.

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Vid (2 – 29 septiembre) Regeneración, continuidad, fertilidad, defensa, protección. Limpieza.

Arremeto contra él en envestida desbocada. -¿Quién te crees tú para venir a…? Golpeo contra protecciones, del empellón caigo aturdida recuperando mi forma. La sombra se precipita daga en mano hacia mí. Una flecha atraviesa su brazo otra el cuello, cae retorciéndose en un ahogado chorro de sangre. La guerrera tiene buena puntería con el arco. Busco a Niña Luna, me sonríe asustada sentada en el suelo. Un hombre con forma de lobo cae sobre mí, su zarpa desgarra mi espalda, esquivo la siguiente envestida letal. Duro combate. No es mi maestro, es el enemigo y quiere arrancarme mi vida, para no permitirlo me prepararon. Cambiamos golpes por el suelo. Me revuelvo, atino a coger la daga, la coloco sobre su cuello. -¿Por qué hacéis esto? -Por odio. -¿Qué es odio? Me escupe. En el fondo de ese ser malvado y horrible veo la mirada de un niño que llora aterrado. Huyen los demonios, se disipan los fantasmas tras la muerte de su amo. La joven grita: -mata a ese demonio. -Es un ser humano, no puedo manchar mis manos… -Pues quita, lo haré yo. -¡He dicho no! Quiero saber a quién nos enfrentamos, es mi prisionero. No olvides que yo estoy al mando, que nunca más tenga que recordártelo. La guerrera corta la cabeza del hechicero, la ata en la montura de su caballo, junto a otros cráneos. Grita a los caballeros:

-¡Daos prisa! no queda mucho para llegar. Atendemos a los heridos más graves, reorganizamos la escolta y continuamos la marcha remontando el desfiladero dirección a la fortaleza que se yergue sobre nosotros en el pico más alto. La morada arrebatada al dragón. La guardia sale a nuestro encuentro, el caudillo trae la espada, baja del caballo y la ofrece a la joven Guerrera, ella la recoge, clava la rodilla al suelo frente a mí, ofreciéndola. -Guárdala tú, tu brazo es más fuerte que el mío. Entramos en la fortaleza. Soldados con caras serias y preocupadas en las almenas. Un gran grupo de mujeres y niños,

distraídos por un

Cuentacuentos, se asustan a nuestra llegada precipitada. De entre todas corren hacia mí mis hermanas; la mayor me recoge, en sus brazos caigo extenuada: -Madre… -Fue a la batalla. Dieron orden que las mujeres preñadas y los niños de todos los poblados vinieran aquí y que los demás marcharan a proteger Círculo de Piedra con todas sus armas. Veo que la corona de Abedul también hizo efecto en ti, pero ven déjame que cure tu espalda, estos arañazos dejarán cicatrices profundas. Me alegro mucho que estés con nosotros, había perdido toda esperanza, tú nos protegerás y guiarás, comprendí con claridad lo que quiso decir la Diosa en aquella noche mágica. Me abrazo a ellas. La guerrera me reclama: -¿Qué hacemos con tu prisionero?

-Encerradlo en alguna celda, no quiero que se le agreda ni siquiera de palabra. Y explícame dónde estamos, pero antes déjame mirar por entre las murallas. Busco en el oscuro horizonte el resplandor de una llama que lucha con todo su ímpetu por aguantar las acometidas de la oscuridad que la envuelve, lentamente se va apagando su destello, consumida en sí; arrastrando todo nuestro mundo y cuanto había en él de tantos seres queridos. Me siento morir en el recuerdo de todos aquellos que ya nunca volverán, pero vendrán otros, otros que continúen con su recuerdo. Acaricio mi vientre, y siento la energía de esa nueva vida que se mueve en mi interior, busco en sus ojos ese mundo de paz plena en el que se mueve, siento como ya tan frágil se comunica conmigo y me dice que me ama. ¿Qué puede haber más mágico? He de luchar por ella, para que pueda vivir en ese maravilloso mundo de árboles que hablan, de búhos, duendes y hadas. He de luchar por todos ellos y por los que vengan mañana, hasta que regrese el corazón del Roble al Círculo de piedras. Señor del Fuego lo sabía, me preparó para este momento. Ahora soy yo la maga, la piedra. Busco a Joven Guerrera. -Vamos, hemos de regresar, habrán heridos y supervivientes perdidos, necesitarán nuestra ayuda. -Es peligroso. -Tenemos que intentarlo. -Está bien maga, pero tú no vendrás, tienes heridas graves y serías un estorbo. Cogeré caballos de refresco y llevaré una patrulla a ver qué encontramos.

Despido desde las almenas a esa joven intrépida que el destino quiso poner a mi lado en estos momentos difíciles. Resuenan los cascos de sus monturas bajando por los desfiladeros. Me acerco mimosa a Niña Luna. -Ven pequeña, súbete a mis hombros y sé la luz que alumbra su camino en esta noche tan larga. Ilumina a todos los que vagan perdidos en este mundo de tinieblas para que encuentren el camino de regreso, seamos su esperanza.

Trisquel: Evolución y crecimiento. Equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Eterna evolución, aprendizaje continuo. Pasado, presente y futuro.

XI Gort52 Luna de Luto

Desde esta atalaya, Refugio del Dragón, puedo divisar ese océano profundo que envuelve todo bajo nosotros y se derrama en manto de tinieblas sobre el horizonte, la luz de mi interior palpita con más fuerza. El aleteo de un ave asciende desde la niebla, en mi hombro se posa el búho, ulula feliz, en su espalda un hada desvalida. Entre sollozos se lamenta: -Estoy sola, no sé dónde están las otras, mis alas están quemadas. -No te preocupes pequeña, ahora estás entre amigos, tus alas irán creciendo poco a poco, para eso tenemos la magia. Ven, acompáñame, quiero presentarte a mi hermana menor, está triste y necesita que la cuiden, si haces eso por mí te nombraré reina de las hadas. -¿Sí? Me gustaría conocerla, puedo contarle muchos secretos de las plantas y de los árboles. La llevo al encuentro de la hermana, sus ojos tristes se llenan de luz al ver al hada. -Mira hermana, madre me dio esta marmita dorada, me dijo que la guardara hasta su regreso. -Cuídala mi amor, atesora buenos recuerdos. ¿Me harías un favor? Quiero que vayas con esta hada al almacén, hagáis un inventario de todas las semillas y que las cuidéis bien hasta que volvamos a nuestros bosques para sembrarlas, es encargo importante el que os encomiendo. -Claro que lo haremos, confía en nosotras.

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Hiedra (30 septiembre – 27 octubre) crecimiento, renovación, amistad. Tiempo de espíritus y antepasados.

-Confía en nosotras- repite el hada. Llamo al caudillo de la fortaleza y a la hermana mayor. El búho observa atento sobre mi hombro, ulula. -Informe… El caudillo toma la palabra: -Tenemos los guerreros bien pertrechados y preparados para la defensa de la plaza, algunas armas pesadas listas para entrar en funcionamiento. Tenemos provisiones y agua para resistir un asedio largo, aunque no sepamos contra lo que vamos a enfrentarnos, ni durante cuantas noches tengamos que aguantar. -Larga será la noche, el tiempo de una vida. El guerrero agacha la cabeza, rostro serio. La hermana toma la palabra: -Hay un grupo grande de mujeres preñadas, algunas avanzadas, un cuentacuentos y muchos niños, pequeños para levantar un arma. -Tendrán que crecer rápido. -Los aposentos comunales están bien atendidos, repartido los trabajos, dosificadas las raciones de alimentos. El Oráculo de la Luna54 ayuda con los trabajos, quieren hacerse cargo de la niña de plata, dicen que es frágil y necesita cuidados especiales. -Está bien, sean ellas sus protectoras. Un silencio en cruce de miradas. El guerrero retoma la palabra: -¿Órdenes? -Mandad exploradores, que estén atentos y que avisen de cualquier movimiento extraño. Mantened la guardia y la moral alta de la gente. Estaré pronto con vosotros pero, antes he de atender a nuestro invitado. El búho ulula.

Grupo de magas dedicadas al estudio de la luna y a la sanación.

Busco en la celda al hombre con forma de lobo, golpea los barrotes, profiriendo insultos y amenazas. Le escudriño con los ojos del búho, está encadenado a un demonio, atrapado entre fantasmas. -¿Dime quién eres? -No podrás vencerme bruja. Yo le protegí desde niño, su alma me pertenece. -No hablo contigo demonio, hablo con el ser que nublas dentro. La bestia se retuerce entre convulsiones y golpes, la voz atrapada del hombre: -Libérame bruja del demonio. -Dime ¿Por qué hacéis esto? -Nosotros éramos hombres libres y orgullosos de nuestros clanes y familias, de nuestra diosa Luna y nuestras tierras, de nuestros combates de honor. Vosotros nos lo arrebatasteis todo, derramasteis la sangre de nuestros padres. -Nosotros no… se confunde mi mente en el recuerdo de una visión de guerras con los salvajes. -Vosotros y vuestras guerras trajeron a Rey Demonio a nuestras tierras y os llevasteis a la luna. -Ella vino con nosotros, la protegemos. -Sácame el demonio que llevo dentro bruja para que pueda liberarme de vuestras cadenas. Aturdida por la confusión de la violencia de las palabras y un sentimiento de culpa que nace sobre mi pecho, lo aplaco.

-Yo no… no puedo, solo tú puedes vencerlo, pero estaré a tu lado, no te dejaré solo, si ese es tu deseo. -Hazlo. Conjuros e invocaciones contra los espíritus malignos que lo someten. El búho va desgranando enquistados fantasmas en gritos desgarrados y lamentaciones. Le doy infusiones de muérdago y agua de brotes de la flor del Roble55 que purgan su cuerpo y apaciguan su espíritu mortificado. El muchacho se va redimiendo de la opresión del miedo y el odio del pasado. -Escúchame Hombre Lobo, tienes que buscar al demonio que llevas dentro, no luches ni te desesperes, solo obsérvalo atentamente, no le tengas miedo, no puede hacerte daño, todo está en tu mente, puedes vencerle si ese es tu deseo. El hombre, exhausto, se retuerce entre gritos desesperados: -¡Me clava sus garras, destrozándome las piernas, el dolor es insoportable! -Confía, es solo tu mente, mira bien tus piernas, no tienen heridas. Obsérvalo, el demonio está nervioso, se siente acorralado. El lobo se retuerce aullando y gimiendo: -Se desliza entre mis vértebras, rompiéndome la columna, me va a partir en dos. -Ten fe, sigue observándolo, se siente derrotado. El hombre lobo cae exhausto, musita entre dientes: -Me atraviesa la cabeza. La cara se deforma, revienta el hocico, saliendo abundante sangre. -Es cierto, aguanta, ya sale.

Purifican el cuerpo interior y el físico.

De su nariz un ser oscuro con forma de sapo croa oscuridad, salta. El búho se lo zampa al vuelo. -¡Cómo has podido… que asco! Recojo al lobo inconsciente, cubierto en sangre. Salgo con él entre los brazos. En el exterior me esperan, me observan caras pasmadas, asustadas por los gritos desgarrados que han escuchado. Miro al lobo y lloro. -Yo no… nosotros no… Las sanadoras recogen al lobo, la hermana mayor me sostiene. Su voz apacigua el silencio: -Venid todos, reunámonos junto al gran fuego del centro, que nos reconforte y dé calor. Y tú, Cuentacuentos, recuérdanos historias de nuestro pueblo. Se acomodan alrededor del fuego, se saludan y abrazan, hermanos todos, perdidos y encontrados. Cuentacuentos se levanta, saca una flauta, la sopla y comienzan a aparecer imágines mágicas de otros tiempos, de otras vidas. Los niños sonríen y miran asombrados, hasta los guardias más rudos se sumergen en las historias. Ellos serán los héroes recordados por los pueblos del mañana, cuando recuperen sus bosques. Así lo contarán los cuentacuentos. El aullido desgarrado del lobo silencia la noche, los niños le miran asombrados, corren a su encuentro, para abrazarlo y jugar con él. Le llamo. -¡Bien Hombre Lobo! Dejaré que te vayas para que vuelvas con los tuyos, si ese es tu deseo. El lobo salta hacia una almena, desde lo alto mira el horizonte oscuro.

-No tengo dónde ir, bruja. Te ayudaré si me permites estar a tu lado. Pero prométeme que liberaras a mis hermanos. -Juntos lo haremos, hermano.

Caballo: animal de Guerra, símbolo de protección contra los males, de fertilidad y de la naturaleza.

XII Ngetal57 Luna de las noches largas

Dónde fuiste compañero que no me alienta tu presencia, dime maestro dónde estás que te llamo y no respondes, que te busco y no te encuentro. Malos presagios ensombrecen mi alma, no quiero verlos, ni escuchar este silencio que nos separa. Regresa a mi lado para que pueda nuevamente cogerte en mi regazo bajo Sauce para enjuagar tus manos. Estoy sola, sola me siento, temo por ti y que no vuelva nunca más a sentirte. Busco la oscuridad y la protección de las frías y solitarias murallas, atrayendo la atención de fantasmas de la desesperanza y el miedo. -¡Fuera, fuera!- Una voz estridente los espanta. -Deberías saludar a mi hermana, anda conmigo enredada, piensa que te habías olvidado de nosotras y no querías visitarnos. -Disculpad, no sabía que… ¿Quiénes sois? -Soy Vid y ella mi hermana Hiedra, nos mandaron proteger estas murallas. -Pero estás llorando, ¿qué te pasa muchacha? -Se me ahoga el alma, me asusta el mañana, sin él a mi lado. -Relájate, no pienses en nada, cierra los ojos y cuenta hasta diez. -Y hallarás la respuesta que andas buscando. Cierro mis ojos, limpio mis lágrimas y cuento… Frente a mí Cuentacuentos. Le observo tocando su flauta de Caña. -Dime Cuentacuentos, ¿por qué siempre sonríes? 57 58

Caña: (28 octubre - 24 noviembre) Protección, purificación, comunicación, propósito y aclaración. Relajación, introspección.

-Porque soy feliz. -¿Por qué eres feliz? -Porque estoy aquí y ahora, con los héroes de los que hablarán mañana, porque están todos los que han de ser y tú estás con nosotros, y yo, Cuentacuentos estaré a tu lado, para narrar tus hazañas y victorias hasta que regrese el corazón del árbol. Soy feliz, porque los que vengan después dirán de mí que, fui el último cuentacuentos, el que conservo la tradición de nuestra magia. Todos dirán: “allí estaba Cuentacuentos junto a la gran Maga que, con un puñado de niños, venció a los demonios”. Cuentacuentos sonríe, se lleva de nuevo la flauta a los labios y entona una melodía que eleva nuestras almas. Vid y Hiedra cantan desentonadas. -Gracias amigas, me alegro de contar con vosotras, seguro seréis de gran ayuda. Vamos Cuentacuentos, que nos queda un largo camino por recorrer y a un ejército de niños que entrener. -Detrás de usted Maga. No piense que está sola, estamos todos unidos por el mismo espíritu. -Me siento orgullosa de tenerle a mi lado Cuentacuentos, ya no me siento sola. Pasan las noches, una sobre otra, sin traer confidencias alguna de los que marcharon, solo este fuego que alumbra en la oscuridad y el silencio roto por nuestras voces, risas y cantos, en la celebración del nacimiento de un nuevo ciclo59. Las señas de los exploradores vienen rasgando la noche en eco por entre las montañas, trayendo las ansiadas noticias. Uno llega exhausto:

La noche del 31 de octubre, supone el inicio de un nuevo año.

-¡Escuchadme! Viene la expedición, traen en carros supervivientes, algunos están heridos, id en su búsqueda. Cojo al explorador por el pecho, clavo en él mis ojos60, puedo verlos en su reflejo, la Guerrera viene con ellos. El búho ulula. -Id a ayudarlos, corred, son muchos y necesitan nuestra ayuda. Salto sobre el muro, junto a mí Lobo y Cuentacuentos, expectantes ante tal acontecimiento. Se acerca la caravana con paso cansado por los desfiladeros, notas melancólicas de un arpa les precede. Salen a su encuentro los refuerzos, los recogen en brazos. -Calentad fuego en la marmita, preparad Oráculo vuestras pócimas, toca tu flauta Cuentacuentos, gritad, cantad, abrazadles, que sepan los héroes que regresan a casa, que están entre hermanos. Chirrían las pesadas puertas, entra la comitiva, rostros afligidos, miradas perdidas. Corren las mujeres y los niños a su encuentro, en su ayuda los cubren de abrazos, flores y besos. El lobo se altera, se transforma llevado en frenesí: -Cuidado maga, siento una presencia extraña. Busco a la guerrera, llega envuelta en sangre. De sus ojos rotos, puedo ver en un instante, el campo de batalla cubierto de cuerpos sin vida, de gemidos y gritos desesperados, de emboscadas y combates, de gentes pidiendo ayuda, de muchos que quedaron atrás, abandonados a su suerte. -Dime Joven Guerrera dónde está Rey, dónde Dama del Lago, dónde mi amado. 60

Los magos tienen la habilidad de ver reflejado en los ojos lo que han visto, aunque puede ser considerado descortés sino es por situación necesaria.

-Están… Hombre Lobo salta encolerizado sobre uno de los refugiados. No comprendo. -¡A las armas, es un hechicero! Un refugiado se levanta presto, extiende su brazo, detiene el movimiento, el lobo suspendido en el salto, la flecha contenida en el arco. Tan solo, el sonido del arpa mantiene la armonía de sus notas. El intruso, ya recuperada su forma de hechicero, da un giro abalanzándose contra mí, apenas puedo levantar una mano para detenerlo, entra en mis pensamientos. -Hola, ¿se puede?, qué tenemos aquí, ¿es usted la que comanda este ejército de harapientos? Pero disculpad mi descortesía por no presentarme antes, soy Maestre Hechicero, primero entre los de mi gremio, tutor del nuevo rey, único vencedor de la gran batalla. Y vos sois... la muñeca del mago, aquel al que llamaban, Señor del Fuego. Permitidme que sea el primero en informaros que, vuestro mentor, lamentablemente, tuvo una muerte osada. Aturdida, atrapada en la maldad de aquel ser que, parece controlarme con extrema facilidad. El sonido del arpa acompañada por dulce voz de muchacha desde la distancia me sostiene erguida, lo suficiente para no desfallecer y mantener la distancia para no caer en la tela de araña de tan indeseada visita. -Pero permítame niña, que le muestre mi victoria. Quería saber lo que es el odio, pues contempladlo con vuestros propios ojos: “Una espesa masa de miles de demonios enfurecidos, arropados en un rugido poderoso de gritos encolerizados, impregnados de hechizos oscuros y fantasmas, se precipita contra la protección de la magia de los árboles que

defienden la barrera de escudos y lanzas del valiente Pueblo Arbóreo, alentados por sus sabios, cantos y plegarias. Desde un cielo negro, Rey Demonio los dirige sobre Dragón que escupe fuego y blasfemias. Los defensores resisten la primera oleada, resentidos en la segunda, sin capacidad para aguantar la tercera y más poderosa que, abre las entrañas del muro defensivo de los valientes, en el lamento de un aullido que ensordece el rugido de los vencedores. La batalla se convierte en desordenado enfrentamiento cuerpo a cuerpo de hombres, espíritus y magia. De dos fuerzas que chocan, la oscuridad de las sombras y de una luz que lentamente se apaga. El campo de batalla sembrado de cuerpos desmembrados, regado con sangre de guerreros valientes de ambos bandos. El viento de muerte arrastra los gemidos y sollozos de tantas vidas arrebatadas. En el centro del círculo de piedras, los últimos sabios resisten a duras penas. Dragón se posa orgulloso, saboreando la victoria. Rey Demonio salta a la tierra ensangrentada. -Vamos hermano, hace mucho tiempo que he esperado nuestro reencuentro, ven, dame un abrazo. Los dos reyes se enfrentan con sus espadas, en el bramido de choque de dos titanes. La cabeza de nuestro rey rueda por entre las piedras. El vencedor eleva su espada orgulloso, tres flechas atraviesan su pecho, un enorme demonio, grande como un oso, salta de entre la enfurecida masa hacha en mano, partiendo en dos el cuerpo del rey victorioso. Dragón baladra encolerizado, hace amago de elevarse. Desde el círculo los últimos sabios envuelven con toda su magia a Señor del Fuego que, en un

rápido movimiento entra en la cabeza de Dragón, una antorcha en un volcán de incandescente odio. El mago en un último y desesperado intento se inmola, fuego que ahoga al fuego. El dragón se tambalea y revienta en una explosión que abrasa a todos los que encuentra a su paso”. El hechicero sonríe, -¿le ha gustado la visión de la batalla? Me estremezco, mi espíritu escapa. Desde fuera veo mi cuerpo tendido, inconsciente. A mi alrededor, Bardo que toca incansable el arpa, el cuentacuentos su flauta, mis hermanas y todos los que les acompañan me llaman con sus cantos, animándome para que no me abandone en este singular duelo. Regreso. -Escucha muñeca, todavía no he terminado, negociemos. Yo he sido el vencedor de esta batalla, muertos los reyes, el mago y el dragón, yo controlo al Rey Niño, heredero del nuevo imperio. En mi poder están las cabezas 61 de todos tus amigos, sin ellas sus espíritus no encontrarán descanso. -Dime que es lo que quieres, bastardo. -Verás que soy generoso. Te devolveré sus cabezas para que les des reposo y te prometo que no atacaré esta fortaleza, mientras no salgáis de ella. Pero, a cambio quiero que me entregues a la Niña Luna y la vida que llevas dentro. Será solo un pinchazo, apenas notarás una simple molestia. El hechicero se aproxima extiende una afilada uña. -Jamás te entregaré una sola vida, mucho menos la que atesoro en mi ser. Me lanzo contra él en desesperada envestida. Debilitado por el esfuerzo de estar en mis pensamientos y sorprendido por la velocidad de mi movimiento

Para liberar los espíritus, cabeza y cuerpo han de reposar juntos.

no puede repeler el golpe. Sale abruptamente de mi mente convertido en cuervo, clavando sus garras en mis ojos antes de perderse en la oscuridad de la noche. Caigo en profundo sueño.

Nudo quíntuple celta, la unión de los cuatro círculos representados por los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua) configuran el espíritu humano, en el círculo de en medio.

XIII Ruis63 Luna Azul

Perdida en el camino de regreso, de la ausencia de estrellas en el cielo en el que me encuentro. Me sacuden recuerdos inconexos de momentos y rostros desfigurados de tantos amigos perdidos en el laberinto del tiempo, me llaman, me hablan, no les entiendo; elevo mi mano, estiro mis dedos intentando atraparlos, acariciarlos, escapan en el reflejo de un lago. De qué sirvió tanto dolor, tato sufrimiento, tanto esfuerzo, tantos sacrificios. El sonido de un arpa que me rescata. Ordeno

los

pensamientos,

recolocando

los

recuerdos

rompecabezas inacabado. Regreso entre sudores fríos y un grito ahogado, mis ojos están vacíos, mis párpados cosidos. Observo con los ojos del Búho, Bardo que tañe el arpa. La hermana menor recostada sobre mi regazo, el hada enredada en sus cabellos, entre sus manos una semilla, en su interior el latido de un corazón acompasado con el de la vida que atesoro, mi niña sigue con vida. Despierto. -Mira hermana, hemos cumplido tu encargo, todas las semillas están bien guardadas en el almacén de la cueva, ya conozco sus nombres y sus propiedades, el hada me lo enseñó, pero desconocemos que puede ser esto, parece un huevo. Lo palpo, en su interior un nuevo Dragón se va desarrollando. Parece conectado íntimamente al ser que llevo dentro, sus espíritus diferentes pero puros se entrelazan en paz, ausencia de miedo o maldad.

63 64

Saúco: (25 noviembre - 23 diciembre) Renacimiento, regeneración, renovación, curación. Metas futuras, revisión de los fallos.

-Cómo le llamaremos- pregunta la hermana. -Cómo…- repite el hada. -Esperemos hasta que nazca. La hermana mayor llega precipitada, se ha corrido la voz de mi regreso, gritos de júbilo y cantos la preceden. -Hermana… Intento incorporarme con gran esfuerzo, me caigo. -Ven hermana, ayúdame, sola no puedo. -Deberías descansar, todavía estás muy débil. -Llévame a las almenas, necesito aire fresco. La hermana mayor me coge del brazo, salimos despacio. El búho revolotea intranquilo a mi alrededor, con sus ojos puedo ver como todos me miran con admiración y respeto, les correspondo con sonrisas, en el reflejo de aquel día agradecida a los animales del bosque. Muchos rostros nuevos, la mayoría heridos. Quisiera llorar, pero no me quedan lágrimas, mis ojos están secos. El viento refresca mi rostro desde lo alto de las murallas, alivia el dolor de heridas profundas. -Infórmame hermana, qué de nuevo ha ocurrido. -Todavía es pronto, quizás cuando descanses un poco… -Dime hermana, no tenemos tiempo. -Todavía no sabemos mucho, tan solo lo que nos han contado los heridos y otros que han conseguido llegar. Cuentan que el choque de los ejércitos fue tremendo, una carnicería para ambos bandos. Fuimos derrotados, pero ellos también tuvieron muchas bajas, dicen que Rey Demonio y Dragón también han caído. El nuevo rey es solo un niño y muchas tribus se le han revelado, se dedican al saqueo incontrolado de nuestros pueblos y en el frenesí

de la sangre luchan entre ellos. Aún así el nuevo rey está montando un gran ejército con los más fanáticos, tienen la intención de arrasar este último bastión. Muchos de los nuestros que pudieron escapar se han hecho fuertes en un castro, Joven Guerrera ha salido con una guardia a su rescate. Cuentacuentos ha marchado con ellos, dijo que por nada se perdería tal aventura, iba tocando la flauta. Hombre Lobo también se ha ido, conoce bien el terreno y a muchos jefes tribales, quiere dialogar con ellos, ha hecho buenas migas con la guerrera, detrás de sus máscaras no son más que un par de tortolitos. Sonrío, ellos son mis ángeles valientes. -Dime hermana: ¿cómo puedes soportar tanto dolor, brutalidad y violencia? la locura de tanto miedo y odio. Lo he visto en sus ojos, son solo niños perdidos, ¿por qué he de luchar contra ellos? Dime hermana: ¿cómo puedes mantenerte firme ante todo eso? -Porque tú estás con nosotros, tú eres Mariposa de piedra, tú eres el escudo

que

nos

protege,

eres

nuestra

esperanza.

espíritu

inquebrantable, así lo dijo la Diosa en aquella noche sin estrellas, yo estaba allí y la vi compartiendo con tu alma, lo comprendí al verlo. Sé que lo harás, lo harás de la mejor manera, no me cabe duda. Y yo estaré a tu lado. -Pues preparaos, se acerca un ejército. -Estamos preparados y dispuestos para sus órdenes. Retumba el suelo, tiemblan las montañas, se acercan los demonios por los desfiladeros, escalando las paredes de las montañas, vienen en frenesí de sangre, los cubre una densa niebla de demonios y fantasmas en frenesí de almas. Hechiceros negros los guían, enervándolos en la destrucción de

cualquier atisbo de vida. Rey Niño, viene serio en su trono, con los ojos cerrados, a su lado Maestre le acaricia el pelo. -Disparad con las máquinas de guerra. Las piedras de fuego corren por la ladera de la montaña, abrasando todo lo que encuentra a su paso. Olor de seres humanos calcinados. Los salvajes escalan los muros de la fortaleza entre una nube de flechas. -Levantad el muro de protección. Se extiende con rapidez un escudo entrelazado de Parra y Hiedra con el que golpean los demonios y fantasmas, encolerizados descargan contra ellas todo su ira, poco a poco el escudo se va resistiendo. Entre la red de ramas las lanzas de mis guardianes van ensartando salvajes. Algunos enemigos llegan atravesando la línea defensiva. Los hechizos de las curanderas del Oráculo protege el repliegue de los últimos defensores. Me mantengo firme en el centro de la fortaleza, rodeada de un puñado de niños y de las notas de un arpa. Puedo ver a través de los ojos de todos ellos, de los que defienden y de los que atacan, de los que matan y de los que mueren. Desde el castro se acerca un pequeño ejército presto a nuestra ayuda, mis ángeles los alientan. Golpean con dureza al ejército

enemigo,

desprevenido por la retaguardia. Mis aliados se ven frenados por una masa que se revuelve lanzándose contra ellos, trabadas ambas líneas en fiero combate. Poco a poco van retrocediendo mis guerreros, cerrando el círculo defensivo, algunos van cayendo. Rodeada de salvajes, demonios y fantasmas, defendida por un puñado de niños con lanzas y unas curanderas. La hermana mayor sostiene mi brazo para que no decaiga la esperanza, la pequeña agita

su vara, agarrada a sus pelos el hada la carga de magia, a mis pies un huevo de Dragón. Sonido del arpa que nunca detuvo la melodía. El búho ulula. Sonrío, yo soy la Piedra contra la que se estrella la oscuridad. Me mantengo firme ante tal jauría que se arremolina alrededor nuestra. De la cueva llega Niña Luna, viene en mi búsqueda, su luz deslumbra en la oscuridad de la noche. Los demonios y fantasmas retroceden aterrados. Muchos salvajes caen de rodillas adorándola, otros corren en desbandada. Niña de Plata, acaricia el huevo del dragón y mi vientre, cada uno con una mano. -Que no apaguen su luz, son seres extraordinarios. Nos volveremos a ver en el tiempo de una vida. Y asciende en un haz de luz al cielo rodeada de estrellas en luna de frío. Regresan mis ángeles con su pequeño ejército, marchando al compás de una flauta. Atendemos a los heridos y celebramos como hermanos la primera luna de la estación invernal, al ritmo de nuestras tradiciones. Colocan los guerreros sus mantas frente al gran fuego, cantando y contando sus nuevas chanzas. Se agolpan los niños entre las notas del arpa y las historias de Cuentacuentos de leyendas de duendes, genios, gnomos, elfos y hadas que habitan en el Nemat. Ya llegará mañana.

Por el tiempo de una vida