INSTITUTO ALEXANDER BAIN Febrero 2015
C u e n t o s e s c r i t o s e i l u s t r a d o s p o r l o s a l u m n o s d e l I n s 2 t u t o A l e x a n d e r B a i n . G a n a d o r e s 2 0 1 4 s e g ú n d i c t a m e n d e j u r a d o s : M a r í a B a r a n d a , C a r l o s P e l l i c e r L ó p e z y E d u a r d o C a s a r T r a n s c r i p c i ó n : M a r g a r i t a V á z q u e z L i m a s C o o r d i n a c i ó n d e i l u s t r a c i o n e s : M a r g a r i t a V á z q u e z L i m a s y M a r í a F e r n a n d a R o d r í g u e z d e l R e a l C o m p i l a c i ó n d i g i t a l : M a r í a F e r n a n d a R o d r í g u e z d e l R e a l P u b l i c a c i ó n : M a r í a F e r n a n d a R o d r í g u e z d e l R e a l y P a m e l a S u á r e z H a r o F e b r e r o , 2 0 1 5
L o s a l u m n o s g a n a d o r e s d e l c o n c u r s o d e n a r r a > v a d e l c i c l o e s c o l a r a n t e r i o r l e y e r o n s u s c u e n t o s a l o s a l u m n o s q u e a c t u a l m e n t e s e e n c u e n t r a n e n e l g r a d o e n q u e e l l o s e s t a b a n c u a n d o g a n a r o n . T o d o s l o s a l u m n o s q u e e s c u c h a r o n l o s c u e n t o s h i c i e r o n i l u s t r a c i o n e s p a r a e l l o s . P o s t e r i o r m e n t e l o s a u t o r e s e s c o g i e r o n l o s d i b u j o s q u e q u e r í a n p a r a i l u s t r a r s u h i s t o r i a . ¡ L e s c o m p a r > m o s l o s r e s u l t a d o s ! * *No se hicieron modificaciones de es>lo, ortograKa o correcciones a los cuentos. Se respetó completamente la escritura de los alumnos y alumnas.
A u t o r e s : G i o v a n n i C o n c o n i H a r o
“ U n a m á g i c a a v e n t u r a ” L o u r d e s S a n a b r i a R u i z
“ L a c a s a d e m i s s u e ñ o s ” I l u s t r a d o r e s :
J o r g e M a ñ ó n M e u n i e r M a r i a n o H e r r e r a P l i e g o V a l e n 2 n a V e r a D e l g a d i l l o V a l e n 2 n a V i l l a l ó n G ó m e z V a l e n 2 n a D e P a v í a G o n z á l e z N a t a l i a T i b u r c i o C o n c h a V a l e r i a G o n z á l e z R e e d
Primero Primero Primero Primero Primero
Un día estaba sentada en mi sillón favorito viendo la tela, estaba tan aburrida que casi se me cerraba un ojo cuando de repente veo algo que me asombró, era un anuncio de una casa, era la casa de mis sueños. Tenía una alberca gigante, el cuarto más grande que he visto, un jardín lleno de árboles y flores, la sala era muy grande siempre había soñado con una casa así. Pensé en comprarla, pero resultó ser un concurso en el que solo se podía ganar con el juego “Un minuto para triunfar”. En ese momento agarré mi teléfono y marqué el número que me indicaba la tele y me llevé una gran sorpresa “Me aceptaron en el concurso” A la mañana siguiente me di un baño caliente, me amarré el pelo y me hice un pan con mermelada; me puse mi blusa favorita y me fui al concurso, a la mitad del camino mi coche empezó a hacer un ruido raro “boob, crash, arr. beeb” de pronto mi coche se paró.
Ilustración: Valentina Villalón
Primero Primero Primero Primero Primero
Primero Primero Primero Primero Primero Ilustración: Valentina Vera
Rápido fui a la gasolinera por un poco pero cuando se la estaba poniendo se me cayó encima. Rápido fui a mi casa a cambiarme y después tomé el metro y cuando llegué al concurso ya me estaban esperando. Cuando llegué me pasaron al frente y me explicaron el concurso, me empecé a poner nerviosa tenía que pasar con un popote 20 M&M’S a otro bote en 54321 ya. Empecé lo más rápido que pude y lo logré en los últimos 10 segundos. Nos llamaron a todos los concursantes para decirnos quién ganó, yo estaba muy nerviosa hasta que por fin dijeron el nombre del ganador “María Dolores de Panza” Yo me puse muy triste pero luego imaginé que haría sin mi casa, sin mi sillón favorito, mi TV, mi podadora oxidada, todas las cosas que me gustaban; entonces ahí me di cuenta mi casa era perfecta y que no necesitaba más. Mi casa era la casa de mis sueños.
Ilustración: Valentina De Pavía
Primero Primero Primero Primero Primero
Primero Primero Primero Primero Primero
Había una vez en la tierra de magilandia un niño llamado Luis que tenía 10 años y estudiaba en una de las mejores escuelas del país, la escuela Trickity. Luis era un mago que pensaba que no servía para nada porque todos sus trucos siempre le salían mal. Cuando quería que un ratón creciera se hacía más chiquito, cuando quería aparecer un perro, salía un gato. Todos se burlaban de él porque no le salían sus trucos. Luis ya estaba harto de sus burlas. Un día en la escuela anunciaron el gran concurso de magia “El mago más poderoso” Quien ganaba este concurso se volvía el mago más famoso de Magilandia. Luis pensó.-“Esta es mi oportunidad de demostrarles a todos que puedo ser un gran mago. Pero ¿cómo? Si soy el peor mago de la historia. ¿Será acaso mi varita? ¿Y si es mi sombrero? ¡Tengo que averiguar qué es lo que me hace ser tan mal mago!
Primero Primero Primero Primero Primero
Primero Primero Primero Primero Primero
Entonces fue a la tienda de varitas y se compró la mejor varita “La varita del poder” Al tratar de usarla en la tienda, sin querer, convirtió al vendedor en un ¡lagarto come magos! Y tuvo que salir corriendo porque lo comenzó a perseguir y morder. Al ver que lo de la varita no funcionó fue a la tienda de sombreros a buscar el sombrero perfecto. Al ponerse el más bonito de toda la tienda cuando se vio en el espejo, su cara estaba llena de lunares de colores. Todos se comenzaron a reír “Creo que el problema debe ser entonces la capa”. Doña Gertrudis vendía las mejores capas y le enseñó una asombrosa. Se la puso y lo único que pasó es que la panza le creció y le creció. El pobre Luis gritaba ¡No quiero estar más gordo, quiero ser un mejor mago! Doña Gertrudis le dijo:”Ve a ver al mago Cruasán”. El es el más inteligente del mudo mágico y tal vez te pueda ayudar, aquí está el mapa para llegar a su casa. ¡Ten cuidado porque tendrás que pasar por la casa de las tres brujas!
Primero Primero Primero Primero Primero
Primero Primero Primero Primero Primero Luis caminó hacia la casa del mago de pronto se tropezó con una piedra y al despertar estaba dentro de un caldero. “Las brujas lo habían atrapado y tenía que escapar pronto”. Al ver que las brujas no estaban cerca salió corriendo pero le alcanzó a caer un hechizo, comenzó a ver triple. Al tocarse la frente se dio cuenta de que tenía un tercer ojo.
Ilustración: Mariano Herrera
Ilustración: Jorge Mañón
Primero Primero Primero Primero Primero
Primero Primero Primero Primero Primero
Ilustración: Valeria González
Finalmente llegó a la casa del mago Cruazam. El mago al abrir la puerta gritó asustado ¿Quién es ese monstruo de tres ojos, con lunares de colores, tan panzón y mordido? “Hola soy Luis, un mago común y corriente. El niño le contó al mago todo lo que le pasó, Cruazam sacó unos polvos mágicos con los que volvió a la normalidad. Luis le preguntó: ¿Tú me podrías hacer un mejor mago? Y Cruazam le respondió: La verdadera magia está en tu interior, tienes que confiar en ti mismo y usar tu imaginación Al regresar a la escuela Luis se quedó pensando en las palabras del mago.
Primero Primero Primero Primero Primero
Primero Primero Primero Primero Primero Finalmente llegó el día del concurso. Luis comenzó a recordar su gran aventura y lo que vivió le sirvió en el concurso; primero fue un duelo de varitas, convirtió a su oponente en lagarto y ganó. Luego hubo una carrera y recordó el miedo que sintió al escapar de las brujas y corrió muy rápido. El último reto era lograr tener lunares y se puso el sombrero. ¡No lo podía creer! ¡Había ganado! Luis demostró que era el mejor mago y aprendió una lección: La magia no está en un objeto, está en tu interior y siempre debes confiar en ti mismo.
Ilustración: Natalia Tiburcio
Primero Primero Primero Primero Primero
A u t o r a s : M a r i a n a B o u r g e s P é r e z
“ E l p o e m a p e r f e c t o ”
V a l e n 2 n a A p p e n d i n i P o u m i á n
“ E l p o l l i t o q u e n o p o d í a v o l a r ” I l u s t r a d o r e s :
X a v i e r J i m é n e z I z q u i e r d o N i c o l á s V e l a s c o G a l i n d o M a r i a n a C a r r a s c o M a r ] n R a y o G i o v a n n i C o n c o n i H a r o D i e g o F r í a s R u í z M a r í a F e r n a n d a G u 2 é r r e z A g u i r r e M a y t e S i m ó n C a r r e ñ o P a t r i c i o E c h e v e r r í a G a r c í a P a u l a A t h i é R o m e r o R o d r i g o A r i s t a T o r r e s L a n d a V a l e r i a M á r q u e z C a t a ñ o A l f o n s o C a r a m A r g a m a s i l l a L u c í a A r g u e l l e s D i b A n a K a m i l a F u c i k o v s k y d e G r u n h o f O c a m p o C r i s 2 n a G o n z á l e z d e A r a g ó n C o p í n
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Sara es una niña muy dulce y es mi amiga. Una tarde en su escuela, la maestra de español les dijo que tenían que participar en un concurso de declamación y que escogieran un poema.
Sara no quería sacar el poema de la computadora, ella quería hacer su propio poema.
Ilustración: Paula Athié
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo Agarró un papel, una pluma y se puso a escribir. Su poema se llamó “El año nuevo ya llegó” y empezó así. “Este año nuevo yo tengo un propósito, limpiar mi cuarto y si acaso tender mi cama. Sé que no tendré más fama pero puedo…” ¡No!!!, no puede ser, dijo Sara, que voy a rimar con propósito, no lo sé y también me acabo de dar cuenta que escribí mal lo que hice porque ya vi que se hacen grupos de palabras que se llaman párrafos o estrofas, y no todo seguido como yo lo hice.
Ilustración: Diego Frías
Se puso entonces a buscar en internet que rimaba con propósito y encontró muchísimas palabras, pero ninguna venía al caso para ella. Pensó que hacer durante un buen rato y se le ocurrió entonces cambiar la palabra propósito por otra que si pudiera rimar bien, y escogió después de varios intentos la palabra meta.
Así quedó finalmente su primera estrofa:
Este año nuevo yo tengo una meta, Limpiar mi cuarto y hacer mi cama Sé que no tendré más fama Por usar jerga y cubeta.
Ilustración: Rodrigo Arista
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo Ilustración: Mayte Simón
En ese momento Sara pensó que sería más sencillo a partir de aquí, seguir sus ideas sobre lo que quería decir. Se dio cuenta que sin querer rimo seguir y decir y se rió porque le quedó en verso, pero como sea se dijo, voy a intentar lo que quiero decir en un nuevo párrafo. Buscó versos y rimas durante el resto de la tarde, y no fue hasta el día siguiente después de corregir y cambiar palabras que pudo hacer una nueva estrofa: “Yo sé que no soy perfecta Pero ayudaré a mi mamá Por todo lo que me da Hacerlo en nada me afecta”
Ahora si quedó a su gusto, sobre todo porque quería decirle a todos que ella era una mejor persona cada día, que podía tener más amigos y también crecer feliz aunque a veces se sentía triste sin saber por qué.
Ilustración: Valeria Márquez
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo Después de varios días y con mucho esfuerzo, buscando y aprendiendo, borrando y escribiendo, pudo completar su poema apenas a tiempo y así quedó finalmente:
“El año nuevo ya llegó”
Por Sara Este año nuevo tengo una meta Limpiar mi cuarto y hacer mi cama Sé que no tendré más fama Por usar jerga y cubeta. Yo sé que no soy perfecta Pero ayudaré a mi mamá Por todo lo que me da Hacerlo en nada me afecta.
Ilustración: Patricio Echeverría
Cuando piensas en tu vida Y te propones ser mejor Haces todo con amor Y así ya nadie te olvida
El año nuevo ya llegó Y siento que ya crecí Será sin duda un gran año Verán que siempre es así.
Ilustración: Lucía Arguelles
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo Para prepararse muy bien para el concurso, Sara se aprendió el poema, lo repitió una y otra vez. Se lo recitaba a sus papás, a sus compañeros, a sus maestros y, hasta por teléfono a sus padrinos. Lo envió por correo a sus hermanos mayores y también lo decía frente al espejo; veía su cara, subía y bajaba su voz. De verdad quería que su poema fuera perfecto.
Ilustración: María Fernanda Gutiérrez
Llegó el día del concurso, ahí se dio cuenta que se había aprendido también los poemas de sus compañeros, no tan bien como ellos pero casi se sabía todos, y todos le gustaban. También se dio cuenta que la competencia era difícil. Al final, con el voto de varias mamás que hicieron de jueces, eligieron el mejor poema y el de Sara quedó en cuarto lugar, pero solo contaban 1º, 2º y 3º lugar. Se sintió triste al principio, pero se dio cuenta que el poema que ganó era muy famoso y los del segundo y tercer lugar, eran también de poetas muy famosos. Pensó que podía haber hecho más largo su poema para tener más oportunidad, pero no le hubiera dado tiempo pues en realidad ella apenas estaba comenzando a escribir, y cada verso le había costado con dedicación y esfuerzo, muchísimas horas.
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo También recordó lo que le dijo su papá cuando le leyó el poema y le preguntaba si ese podía ser un poema perfecto, ya que rimaba bien y era bonito Su papá le respondió que un poema perfecto era aquel que expresaba de manera verdadera los sentimientos del autor, y que no era tan importante la rima y esas cosas, sino decía lo que ella sentía y quería que los demás también sintieran.
Sara se dio cuenta entonces que por buscar las mejores rimas y las mejores palabras a lo mejor no había dicho todo lo que sentía; en ese momento se hizo un nuevo propósito, aunque no lo podía rimar. Para el próximo año “Voy a escribir mi poema perfecto”
Se acercó al ganador, lo felicitó por el poema que declamó, e igual hizo con sus otros compañeros que se aprendieron poesías muy padres. Salieron al recreo muy contentos y se dijeron cosas muy bonitas y se felicitaron. Sara se sintió mucho mejor, pues al final de cuentas nadie más había hecho un poema y aunque este no era tan perfecto como quería, si fue un buen comienzo y ya veremos para el próximo año.
Ilustración: Alfonso Caram
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Había una vez un pequeño pollito que se llamaba Luca, vivía en una granja rodeado de animales como Rosa la vaca, Pedro el búho, Andrés el borrego y Julio el cerdo. En la granja también había otros pollitos como él, aunque no eran sus amigos ya que todo el tiempo lo molestaban porque Luca era diferente a ellos. Luca no tenía una alita.
Ilustración: Xavier Jiménez
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Ilustración: Nicolás Velasco
Un día el granjero trajo una nueva pollita, se llamaba Ángela. Ángela era la más bonita de todas las pollitas y la más buena ya que era la única que no se burlaba de él, al contario se volvió su mejor amiga. Ángela quería mucho a Luca y le molestaba mucho que se burlaran de él, así que decidió ayudarlo..
Esa mañana Ángela se puso a pensar y a pensar hasta que tuvo una gran idea. Muy temprano en la mañana ella se alistó para salir hacia el bosque. Caminó y caminó hasta que encontró a un pájaro carpintero, ella le explicó el problema de su amigo y le preguntó si podía ayudarla regalándole una de sus plumas, aunque el pájaro no entendió para que sirviera aquella pluma, se la dio con gusto. Así pasó con el pavorreal, el pato, el cisne, el búho, el cuervo y otras aves que encontró en el camino.
Ilustración: Mariana Carrasco
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo Cuando Ángela tuvo todo lo que necesitaba regresó a la granja y se puso a trabajar. Después de que Ángela terminó la sorpresa, fue a buscar a Luca para decirle que tenía un regalo especial para él. Luca estaba feliz ya que nadie le había dado nunca nada. Emocionado siguió a Ángela que sacó una hermosa ala hecha de diferentes tipos de plumas, era el ala más bonita y colorida que Luca había visto. Ángela le explicó que sus amigos del bosque la ayudaron regalándole una de sus plumas. Ella las coció para hacerle el ala. Luca se la puso y le dio las gracias porque gracias a ella él se convirtió en el único pollito que podía volar.
Ilustración: Giovanni Conconi
Ilustración: Cristina González de Aragón
Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo
A u t o r a : I s a b e l l a C o n c o n i H a r o
“ E l c o n e j o d e l s o m b r e r o ”
C u e n t o g a n a d o r e n e l c i c l o e s c o l a r 2 0 1 1 -‐ 2 0 1 2
I l u s t r a d o r e s :
G u s t a v o O l i v a K u r i C a m i l a R a m í r e z S e r r a t o s M a r i a n a M a ñ ó n M e u n i e r A n a P a u l a P a l m e r o S e p ú l v e d a D a n i e l a H o l l a n d e r T a m b o r r e l R e g i n a F l o r e s O r ] z V a l e n 2 n a U r i b e P o o Y e k a t e r i n a M i r a n d a R a d i o n o v a V i c t o r i a R o d r í g u e z V a r e l a
*Al momento de realizar la ac2vidad no se contaba con autorización de publicar el cuento ganador del ciclo escolar 2013-‐2014
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
Tricky era un conejo que trabajaba para el mago Zatar. Era blanco con las orejas grandes y rosas y unos enormes ojos azules. Tricky era taaan despistado que a veces salía del sombrero hasta una hora después de que el mago dijera “Zan Zalakam”.
Ilustración: Victoria Rodríguez
Ilustración: Camila Ramírez
Un día el mago Zatar tenía una presentación muy importante y de nuevo Tricky salió tarde, ésta vez cuando ya había acabado la función. Zatar estaba harto de Tricky y lo despidió. Tricky no sabía qué hacer hasta que se le ocurrió ponerse a buscar trabajo con otros magos.
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Al día siguiente Tricky fue con el mago Magrorer a pedirle trabajo pero él no trabajaba con conejos, él aparecía palomas.
Tricky siguió buscando y esta vez fue al circo Magiástico con el mago Kristalatán quien dijo: Tú eres el conejo perfecto para mi acto “El conejo de fuego”.
Ilustración: Paula Ahuad
A Tricky le pareció un nombre muy interesante pero no tenía idea porque se llamaba así. Al comenzar el espectáculo Tricky estaba ya dentro del sombrero cuando empezó a sentir calor, se asomó y vio llamas d e f u e g o a l re d e d o r d e l s o m b re ro . Aterrorizado dio un gran salto y huyó corriendo pasando por la dulcería entre mucha gente que casi lo aplasta.
Ilustración: Katia Miranda
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Ilustración: Mariana Mañón
Finalmente logró salir y hasta consiguió unos dulces para el camino. Tricky ya no conocía otros magos por lo que comenzó a pedir indicaciones y por supuesto no las siguió bien. Llegó con un mago muy diferente a los que había visto antes, se llamaba Pierrer, estaba todo vestido de blanco y traía puesto un sombrero muy raro, no traía una capa como los demás magos. Desde el momento que vio a Tricky , Pierrer lo quiso contratar pero cuando le pidió que se metiera al sombrero, el conejo vio que algo estaba mal. El sombrero era muy duro y de metal y al acercarse se sentía caliente y tenía agua adentro. ¡No era un sombrero, era una olla! Y ¡No era un mago, era un chef que quería hacer un estofado de conejo!. Tricky se movió tanto que logró tirar la olla. Tomó un sartén y le dio un sartenazo al chef en la cabeza de modo que pudo escapar de la cocina. De nuevo Tricky estaba sin trabajo. Para no equivocarse esta vez Tricky buscó en Google y encontró al mago perfecto. El mago Panzani, hacía todo tipo de trucos y a tricky le gustaba ver los tanto que cuando le tocaba salir Ilustración: Valentina Uribe no estaba preparado dentro del sombrero.
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
La primera vez salió de un florero, la segunda de la manga del mago y en el acto final salió junto con las cartas. El mago estaba furioso y sacó a tricky a escobazos.
Ilustración: Ana Paula Palmero
Tricky se sentó a llorar en la esquina y un niño del público se acercó y le preguntó: -¡Por qué lloras conejito? -Y él le respondió: Me despidieron de nuevo creo que no sirvo para ser un conejo de mago, todo me sale mal. -El niño le preguntó. ¡Y por qué no regresas al bosque con tu familia? -Tricky contestó: No puedo regresar y dejar que los demás conejos se burlen de mí porque no triunfé en el mundo de la magia. -El niño le dijo: ¡Pobre de ti! ¡Cómo te llamas? -Me llamo Tricky, y ¿tú? -Yo me llamo Carlos y si quieres yo te puedo ayudar a que consigas trabajo con otro mago.
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Carlos siempre había soñado con ser un gran mago, por lo que no se perdía ningún espectáculo de magia y conocía a todos los magos famosos. Estaba decidido a ayudar a Tricky y lo primero que tenía que hacer era entrenarlo para que se volviera menos despistado y saliera a tiempo del sombrero.
Después de varias semanas de mucha práctica Tricky estaba listo para buscar a un nuevo mago. Primero llegaron con el mago Pincky pero resulta que éste pintaba a los conejos de rosa porque era su color favorito. Tricky se negó a que lo pintaran de rosa.
Ilustración: Daniela Hollander
Ilustración: Regina Flores
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Después fueron con una variedad de magos pero ninguno acababa de convencer a Tricky hasta que finalmente llegaron con el mago Kipling que lo contrató luego, luego. El acto fue todo un éxito, por primera vez Tricky había logrado salir del sombrero cuando el mago dijo las palabras mágicas. El mago estaba tan contento que le dio una zanahoria de premio. Tricky siendo tan despistado en lugar de comerse la zanahoria se comió la varita del mago. Kipling se enojó tanto que lo encerró en una jaula.
Carlos fue a buscar a Tricky para felicitarlo y cuando lo vio en la jaula hizo un plan para liberarlo. Se escondió y en la noche cuando el mago se fue, tomó las llaves y liberó a Tricky. -¡Gracias Carlos! ¡Me has salvado! ,dijo Trcky. He decidido que nunca voy a encontrar a un mago mejor que tú. Tú me has enseñado a ser el mejor conejo de mago y me gustaría quedarme contigo para siempre. Desde ese día Carlos y Tricky fueron inseparables. Carlos daba funciones por toda la ciudad y los dos lograron hacer su sueño realidad.
Ilustración: Gustavo Oliva
Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero
A u t o r e s : J o s é A d r i á n F r í a s R u í z
“ L o s a n i m a l e s d e l a s e l v a ”
R o d r i g o T e j a d o G ó m e z S o t o m a y o r
“ E l c a s o d e H a r r y P i s t o l s ”
I l u s t r a d o r e s :
R o d r i g o H e r n á n d e z L e a l F e r n a n d o C a m p o s G a r n i c a E n r i q u e S e g a l O l v e r a A r a n z a A m a r o R a m í r e z J a v i e r C r i s ó s t o m o V a l d e a v e l l a n o P a b l o C o n t r e r a s A c e b r á s A i t a n a L o m b a n a R o m e r o A l e x a J i m é n e z I z q u i e r d o D i e g o S u á r e z G a r c í a J u a n P a b l o V a l d é s G u e r r e r o L u i s a G a r z a T o r r e s P a u l i n a d e l a C o n c h a G o n z á l e z S a n 2 a g o C a n o G a r c í a
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
En cierta ocasión, existió un mono, que una noche observó en el cielo una estrella fugaz. Bien sabido que éstas atraían la buena fortuna, se aventuró a pedirle un deseo. Se preguntó si se cumpliría día con día, ya que lo que había elegido era una cámara.
Ilustración: Paulina de la Concha Ilustración: Luisa Garza
El elefante, su mejor amigo, con quien se sentaba a platicar en las mañanas mientras desayunaban, le dijo que era una tontería suponer tal cosa.
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Uno de esos comunes días, sucedió un hecho inusual… llegaron a la selva a acampar una familia de humanos, imagínense la situación de descontento en los animales que iban pasando la voz entre ellos de poder correr peligro; otros animales lo vieron como oportunidad para a c e rc a r s e d u r a n t e l a noche y comer las sobras que habían caído de comida.
Ilustración: Santiago Cano
Una mañana tempranito, la familia levantó el campamento y salió de regreso. De tanto que viajaron el nivel de gasolina empezó a bajar, y tuvieron que buscar una gasolinera. Al bajarse del auto y buscar sus chamarras en la maleta, se dieron cuenta de que se les olvidó empacar algo ¡su cámara!. Ésa mañana, al despertar el mono no cree lo que ve. ¡Una cámara! -gritó. La presumió con todos los animales, en especial con el elefante, tomó muchas fotos.
Ilustración: Aitana Lombana
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Ilustración: Alexa Jiménez
Mientras tanto, la familia estaba a miles de kilómetros, ya era imposible regresar, debían continuar su viaje, estaban muy tristes por que las fotos de su campamento se habían perdido. La mamá decía -¡mi cámara!, el papá -era nueva, los hijos -¡mi recuerdo de vacaciones!, y empezaron a llorar.
Mientras tanto en la selva, la serpiente, el elefante, el mono y la oveja, ¿una oveja? Ja ja ja, ¿cómo es posible que en la selva haya una oveja?, ¡si señores!, éste es mi cuento, y en esta selva hay una oveja. Bueno, éstos animales se enteraron de que el mono tenía una cámara. La selva entera hacía grandes filas para ir a conocer cómo funcionaba el artefacto.
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto En el otro lado de la selva, llegó a oídos del león la noticia, y su envidia lo enloquecía. El sentir que ya no era popular lo hacía infeliz. Planeó durante cinco días la forma de quitarle al mono su alegría y fama. Tantas vueltas dio, que se mareó.
Ilustración: Juan Pablo Valdés
El mono, fotos de cansancio la rama preciada.
ese día tomo cientos de muchas especies y en su por la noche, olvidó llevar a de su árbol la cámara
En la madrugada mientras todos los animales dormían, el león decidió ir solo a atacar. Por el error del mono, fue más fácil de lo que pensaba apoderarse de la cámara. La tomó, y salió corriendo sintiéndose victorioso. El león, ya iba imaginando en el camino, como desde el día siguiente los animales regresarían a verlo; pero para su tan mala suerte, se le acabó la pila, y pensó que se descompuso. Triste el mono, triste el león, y feliz mi abuelo que cuando fue a la selva, la cámara encontró y todas las fotos el me enseñó.
Ilustración: Diego García
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Junio 23 del 2000 Central de policía ¿es una emergencia? ¡Oiga! Me llamo Peter Cooper vivo en Side Creek creo que acabo de ver una mujer perseguida por un hombre. Nos pude describir al hombre Si, pelo negro su cara estaba como quemada y traía con camisa verde.
Ilustración: Rodrigo Hernández
¿Por qué cree que la estaba persiguiendo? Escuche por la ventana de mi casa, que el señor gritó “donde está la llave” y la señora respondió “Noooooo”. ¿Dónde se encuentra y donde los vio? Estoy en mi casa en la calle de Side Creek y los vi mientras cruzaban la calle camino al bosque. Ok vamos para allá.
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Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto A principios del 2000, la central de policía volvió a saber sobre el caso de Harry Pistols. El jefe de policía Steve Smith decidió dedicarse al caso. El primer paso que siguió el jefe Smith fue llamar a la CIA para buscar si ellos tenían información de este hombre. Una semana después, la CIA hablo y dijo que el hombre al que buscaban está buscando una llave. Una llave en especial para abrir una caja que aparentemente tiene 200,000,000 euros. Este dinero fue robado en 1999 a Carlos Slim y él lo reportó como robado. La CIA dijo que no saben en qué caja pero saben que se encuentra en un banco en Washington, aparentemente en la calle SEATTLE AVENUE en el número 731. Esta información le sirvió mucho al jefe Smith quien decidió ir en ese momento hacia esa dirección.
Septiembre 25 del 2000 El jefe Smith decidió llevar a un grupo de policías de marina a identificar y si fuera necesario atacar la casa. Un soldado de marina rompe la puerta de entrada y no encuentra a nadie en ese lugar. Camina dentro de la casa y a la izquierda ve una puerta cerrada. Con cuidado, la abre y encuentra a Harry Pistols dormido. Lo despiertan y lo agarran.
Ilustración: Fernando Campos
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto
Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto A las 9.30 de la mañana, Harry Pistols se encuentra en el cuarto de interrogación, cuando llega la agente Maggie Zue y dice: te voy a hacer 5 preguntas; si mientes me voy a dar cuenta por el aparato de detección de mentiras. Empecemos: 1.-¿Por qué perseguías a la mujer? Porque ella tenía información de lo que buscaba. 2.- ¿Qué le hiciste a la mujer? Solamente le di una medicina para que se le olvidara lo que pasó 3.- ¿Qué información buscabas? Información sobre una llave 4.- ¿Sabes dónde está la mujer? No he sabido nada de ella 5.- ¿Qué es tan importante de la llave? Que esa llave es de un tesoro perdido ¡Mentiste en dos preguntas! La cuarta y la quinta. Ahora responde con la verdad ya que esto es muy serio. Ok, la mujer comentó que se iba a ir a Nueva York. Después de esta respuesta Maggie le vuelve preguntar por la llave. Ok, la llave abre una caja fuerte de 8 metros que tiene muchos millones de euros. Maggie Zue responde: vente conmigo que vamos a llevarte con el juez ya que ese dinero era robado. Al llegar al juzgado, el juez dice: por dar la medicina y poner en peligro la salud de la mujer te vamos a dar un año, por mentir 5 meses. Con todos los cargos estas sentenciado a 2 años de cárcel; después de esto el juez pega con el martillo y acaba la sesión.
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Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Octubre 13 del 2000 Llevan a Harry Pistols a la cárcel de Washington. Mientras tanto el jefe de policía Smith va a buscar a la mujer a Nueva York, porque recibió un mensaje de la CIA que decía que la mujer se llamaba Mary Ilustración: Enrique Segal McNoll. Llegando a Nueva York, en la dirección que le dio la CIA, ve a una mujer tras la ventana y deciden entrar a la casa. Al entrar ven a la mujer leyendo y le preguntan si ella es Mary McNoll. Ella dice, si lo soy, ¿por qué me buscan? Porque necesitamos saber lo que en realidad pasó con Harry Pistols y necesitamos que venga con nosotros. Ok, responde ella. Toman un vuelo de regreso a Seattle ya que ahí se encuentra la oficina del jefe Smith. Al llegar les dicen que su bisabuela le dio la llave a Carlos Slim, pero que su bisabuela se quedó también con una llave. La cual, después yo encontré. La policía pregunta dónde está esa llave. A lo que responde, que es un asunto familiar, pero la policía la presiona ya que quiere más respuestas. Ella decide darles una llave.
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Octubre 30 del 2000 La CIA investigó la llave y resultó que era una llave de una alberca privada en Japón, así que llamaron a Mary McNoll y le dijeron que les había mentido, ya que esa llave no abría la caja. Entonces llaman a Maggie Zue para que consiga la verdad usando el aparato detector de mentiras. Maggie le pone el aparato y le pregunta: Ahora si necesito la verdad, si no estás en graves problemas. ¿Dondé está la llave de la caja? Ok, les diré. La guardé en la estatua de la entrada del estadio de beisbol de Houston. Con esa información va el jefe Smith a Houston, encuentra la estatua, la tiran completamente y sale volando una llave. Smith, la toma y dice “vamos con Mary para que nos diga dónde está la caja”.
Ilustración: Aranza Amaro
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Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Noviembre 2 del 2000 Mary McNoll, ¿dónde se encuentra la caja? Ok, dice Mary con un gran suspiro. La caja está en el banco internacional de Alemania. En ese momento viajan los policías a Alemania y encuentran la caja con el dinero. Deciden donar el dinero a muchas asociaciones para niños con discapacidad.
Para cerrar el caso, llevan a Mary a la cárcel donde se encuentra Harry Pistols y le preguntan: ¿es él quien te persiguió? NO, NO ES EL……..
Ilustración: Javier Crisóstomo
Ilustración: Pablo Contreras
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A u t o r a s : I s a b e l l a C o n c o n i H a r o
“ L a t r a g e d i a d e l i P a d ”
A l e x a M o n d r a g ó n G ó m e z T a g l e “ L a S o m b r a ” I l u s t r a d o r e s :
S a n 2 a g o G u e r r a J i m é n e z L a b o r a C o n r a d o E s t e b a n A l b a R o b l e s S o f a N i c o l l e B e c h a r a A g u i l e r a M i c h e l l e D í a z G o n z á l e z G a r c í a P a t r i c i o M á r q u e z R o d r í g u e z A l e j a n d r a Á l v a r e z E l í a s J u a n P a b l o P a l a c i o s O l g u í n D a n i e l a C a s 2 l l o B l a c i o P a t r i c i o S o l a n a B u s t a m a n t e A l f o n s o D H e r n a n R o d r í g u e z Z u l u a g a P a o l o L o n a R e y e s I s a b e l O r t e g a F i g u e r o a A l o n s o L ó p e z A g u i l a r P a u l i n a V á z q u e z O r n e l a s S o f a S a n t a e l l a M u n g u í a I s a b e l V e r a C o r n e j o N a t a l i a L a r r a ñ a g a A u s 2 n
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto
Esta es la historia de un niño de 12 años llamado Daniel que lo único que hacía todo el día era jugar con su iPad. Nunca quería salir a jugar con sus amigos ni con su hermanita Ximena.
En la escuela no hacía nada, porque se lo llevaba a escondidas y se la pasaba jugando. Su vida giraba alrededor de aplicaciones, correos, internet, juegos, etc.
Ilustración: Daniela Castillo
Ilustración: Juan Pablo Palacios
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Un día su amigo Jorge finalmente lo convenció de ir al parque a ver sus nuevos trucos en la patineta. Daniel, por supuesto, llevó su iPad. Mientras Jorge hacía sus trucos Daniel lo miraba, pero cuando quiso tomarle una foto, volteó y el iPad ya no estaba. ¡Había desaparecido!
Ilustración: Santiago Guerra
Daniel estaba vuelto loco, sentía que su vida estaba acabada. Le suplicó a su amigo que lo ayudara a buscar el valioso objeto. Comenzaron a preguntar a todas las personas en el parque que si habían visto algo, hasta que una señora les dijo que creía que había visto a un señor de camisa azul tomar el iPad e irse corriendo. Los dos amigos corrieron hacia el señor, pero se cansaron demasiado. Ilustración: SoTía Santaella
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto
Ilustración: Alfonso Rodríguez
Daniel dijo:- “Muy fácil, tomamos unas catapultas, nos lanzamos, tiramos al señor y rescatamos el iPad”- Jorge dijo: “no estamos en Angry Birds, mejor rentamos unas bicis”.
Daniel no quería porque hacía mucho tiempo que no andaba en bicicleta. Jorge lo tuvo que ayudar un poquito, pero después de unos minutos, ya no se caía y recordó lo divertido que era andar en bici. Finalmente lograron alcanzar al señor de camisa azul. Le preguntaron por el iPad y él, muy enojado, les dijo: “¡Yo no soy un ladrón, no tengo nada, sólo estaba entrenando para una carrera!” Los niños se disculparon.
Ilustración: Paolo Lona
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto
Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Ya era hora de irse a casa y Daniel estaba muy triste. Su última esperanza de encontrar su iPad se había ido por el drenaje (como en el juego de ¿Dónde está mi agua?) ¿Qué iba a ser de su vida sin su iPad? Sentía que su vida ya no tenía sentido. Al llegar a su casa Daniel le contó a sus papás lo sucedido y por más que les rogó que le compraran un iPad nuevo, ellos se negaron. Se fue muy triste a llorar a su cuarto. Un rato después llegaron sus papás a hablar con él. Le dijeron: “No podemos comprarte un iPad , pero te tenemos un regalo”.
Daniel, ilusionado, sacó el regalo de la bolsa y, al verlo, un poco molesto, preguntó a sus papás ¿Qué es esto? Los papás le contestaron: “esto es una li-breta.” Daniel dijo “¿Y como para qué sirve esto?” Su mamá le contestó: “Te sirve para dibujar, para escribir tus experiencias, para lo que tú quieras.” Mientras Daniel pasaba las hojas decía: “¿Como pretenden que escriba aquí, si esto ni teclas tiene? ¿Creen que esto va a remplazar a mi precioso y adorado iPad?” Su papá le contestó: “Esto es todo lo que podemos hacer por ti, ¡Ah, por cierto, aquí está una pluma! Aprende a usarla.” Ilustración: Patricio Márquez
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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Como Daniel no tenía nada que hacer comenzó a dibujar en su libreta dinosaurios, dragones y monstruos escalofriantes hasta que se quedó dormido. Llegó el domingo y había comida familiar en casa del abuelo. Daniel no tenía nada de ganas de ir. Su abuelo se quedó sorprendido al ver llegar a Daniel sin su iPad. Daniel le contó a su abuelo la triste historia de su iPad y le preguntó: “¿Y tu cuando eras niño que hacías sin la tecnología que tenemos ahora?” El abuelo le contó que todos los niños salían a las calles a jugar a las canicas, a la cuerda, las mata tenas, el avión, a las escondidas, andaban en bici, en patines y todos se divertían mucho. “No necesitábamos de un iPad para divertirnos.” Ese día todos jugaron juegos de mesa y se divirtieron mucho.
Al siguiente día Daniel fue a la escuela y, por primera vez, puso atención. Por fin pudo entender las matemáticas y hasta descubrió que le gustaba la historia. Esa tarde al terminar la tarea Ximena, su hermana, le pidió que jugara con ella. Daniel convivió con su hermana como nunca antes y además se divirtió mucho con ella. Antes de dormir, volvió a escribir en su libreta.
La mañana siguiente Daniel fue con mucho ánimo a la escuela y comenzó a hacer nuevos amigos y entre todos le enseñaron a jugar futbol en el recreo. En la tarde se fue con Jorge a comprar unas donas y cuando estaba en la caja discutiendo con la señorita porque no le quería recibir su tarjeta de iTunes para pagar las donas, entró la niña más hermosa que había visto. Ilustración: Natalia Larrañaga
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Ilustración: Patricio Solana
Dejó de discutir y después de pagar (con dinero de verdad) comenzó a platicar con la niña. Se llamaba Sara y era de su edad. Platicaron un buen rato y se hicieron amigos, hasta que se hizo tarde y tenían que irse. Daniel se volteó con Jorge y le preguntó: “¿Qué puedo hacer para volverla a ver si no tengo whatsapp ni face? Creo que nunca la volveré a ver.” Jorge le contestó: “Pídele su te-lé-fo-no y már-ca-le”. Finalmente Daniel consiguió su teléfono. Pasaron los días y finalmente llegaron los exámenes. Daniel estudió como nunca y cuando llegaron las boletas se sacó muy buenas calificaciones, hasta lo felicitaron porque mejoró su letra. “Debe ser por todo lo que he apuntado en mi libreta” Pensó Daniel. De premio, sus papás lo llevaron a Six Flags con sus amigos. Al principio tenía miedo de subirse a los juegos fuertes. ¡Este juego es sólo de una vida! ¡No me quiero morir! Sus amigos lo animaron y finalmente le perdió el miedo a las montañas rusas. “¡No cabe duda que esto es mejor que Minecraft!” gritaba Daniel. Este fue uno de los mejores días de su vida y, por supuesto, llegó a anotar todo en su libreta.
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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Al siguiente día salió con Sara a comer unos ricos hot dogs. Se la estaban pasando muy bien cuando Daniel le dijo: “Eres tan divertida e inteligente que hasta te quiero más que a Siri” En ese momento se hicieron novios. Daniel se sentía flotando en el aire. Llego a escribir en su libreta poemas de amor y dibujos románticos.
Ilustración: Isabel Vera
Pasaban los días y Daniel cada vez se olvidaba más que alguna vez tuvo un iPad. Un día llegó a su casa y se encontró reunidos a su familia y a Jorge. Le dijeron que tenían que confesarle algo: el iPad no se había perdido ni lo habían robado, todo había sido un plan porque todos estaban muy preocupados por su adicción al iPad. Jorge tenía que convencerlo de ir al parque y mientras lo distraía, su papá se puso un traje azul igual al del corredor, y tomó el iPad. Daniel se puso triste, pero se dio cuenta de que sólo querían ayudarlo. Su mamá llegó con el iPad y le dijo: “Toma, aquí está tu iPad de regreso.” Daniel le contestó: “Ya no la Ilustración: Paulina Vázquez necesito, mejor me quedo con mi libreta”. A partir de ese día Daniel y su libreta se volvieron inseparables.
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“¡Esto es basura! No valió la pena haber venido.” gritaba Andrés mientras miraba a los elefantes hacer su acto en el circo. “¡Andrés, no grites esas cosas, estas castigado!” lo regaño su mama agarrándolo de la oreja. Andrés y su mama fueron al circo para un trabajo de la escuela pero Andrés odiaba el circo y los animales. Andrés era hijo único. Su papa había muerto hace muchos años. Él era un niño gruñón y mal humorado.
Finalmente terminó castigado por una semana sin invitar o salir a jugar con sus amigos pero lo que verdaderamente le importó fue que su mama le dio un libro gigante y ancho llamado “La Sombra”. “Y esto para qué me va a servir mamá, ni tiene dibujitos, que aburrido” alegó Andrés pasando las hojas del libro lentamente. Su mama ni le contesto, solo salió de su habitación y azotó la puerta. Andrés esperó y esperó pero no se le ocurrió nada, su única opción era empezar el libro; así que dio un suspiro y comenzó con la primera página.
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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Después de dos horas, Andrés se dio cuenta que se clavó con el cuento. Como si hubiera entrado en la historia. “¡Mamá, mamá, este cuento esta increíble, me clavé!” pero su mama no contestaba. “¡Mamá! ¿Hay alguien ahí?”, Grito. No hubo ningún sonido. Andrés se empezó a asustar mucho; buscó por toda su casa pero no encontró nada. Quiso llamar a su mamá pero no había teléfono.
Trató de salir de su casa pero no había puertas, solo había una ventanita. Se asomó y vio a una niña jugando. Andrés le gritaba y le gritaba pero la niña no lo escuchaba. Andrés se le quedó viendo y vio que ella estaba jugando con su propia sombra. Entonces decidió que lo que sea que le estuviera pasando, tenía que averiguarlo, entonces tomó su libro y con los cubiertos de la cocina rompió la ventana y se salió.
Ilustración: SoTía Bechara
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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Corrió hacia la niña y le dijo: “Hola, me llamo Andrés, ¿me podrías ayudar?” La niña lo ignoró, como si estuviera en otro mundo. Andrés se dio cuenta que ella no dejaba de ver su sombra. Entonces pisó la sombra con muchas fuerzas y la sombra se fue volando. La niña se volteó y le preguntó: “¿Quién eres?”, Andrés le repitió su nombre y le explicó lo que le pasó. Por casualidad a ella le pasó lo mismo. “¿Qué nos está pasando?”, le preguntó. Ilustración: Isabel Ortega
Ilustración: Conrado Alba
Después de unos momentos de pensar, Andrés descubrió que la sombra con la que estaban jugando es la misma que describe su libro: grande, oscura y terrorífica. “Mira, esa sombra con la que estabas jugando es la misma de mi libro”, le enseñó Andrés. “Qué casualidad, yo tengo el mismo libro, pero espera, yo nunca jugué con una sombra”, le explicó la niña, “yo solo estaba….estaba… ¡no sé qué estaba haciendo!
Andrés y ella se sorprendieron, y ahí fue cuando los dos se dieron cuenta que la sombra sí existía, y se metió a la mente de la niña. Así como ellos se metieron al cuento de la sombra.
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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto “Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí, tal vez para salir tenemos que hacer lo mismo que hicimos para entrar”, mencionó Andrés. “¡Leer el libro, necesitamos leerlo!”, exclamó la niña con una gran sonrisa en su cara. “Tienes toda la razón, ¡vamos a leer!” afirmó Andrés, “pero ¿dónde están los libros?”. Los libros desaparecieron, al parecer la sombra se los llevó. La niña y Andrés no se quisieron rendir y decidieron ir en busca de sus libros. En el cuento decía que a las sobras las quema la luz y les atrae la oscuridad. Entonces Andrés y la niña se esperaron a la noche para llamar a la sombra.
Ilustración: Alonso López
Llegó la noche y Andrés estaba listo para pelear. “Tengo miedo Andrés, que tal si se vuelve a meter a mi mente” mencionó la niña muy asustada. “No te preocupes yo no dejaré que eso pase”, afirmó Andrés, seguro de sí mismo. Esperaron mucho tiempo hasta que llegó la hora. Escucharon los horribles gritos de la sombra y se prepararon. Una horrible figura oscura se dirigía hacia Andrés. El corrió lo más que pudo pero no logró escapar. Pero antes de que la sombra se metiera a la mente de Andrés, la niña llegó y encendió una lámpara de luz potente. La sobra no la resistió y con unos gritos espantosos desapareció, dejando los libros tirados en el piso. Ilustración: Michelle Díaz González
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Ilustración: Alejandra Álvarez
“¡Lo logramos! Ya no está, ahora sólo hay que leer los libros y podremos volver a casa” exclamó Andrés con felicidad. “Bueno que padre, pero…. es que yo no tengo casa, soy huérfana, tengo este libro porque lo robé de la biblioteca pública. Así que mejor me despido de ti porque es probable que no nos volvamos a ver nunca,” dijo la niña muy triste. Andrés se entristeció mucho y sintió lástima por ella, entonces le dijo que no se preocupara, que ella si iba a tener un hogar. “Tú sólo lee el libro y verás”, le dijo. Se pusieron a leer y leer hasta que los dos terminaron el libro y en un tiempo de segundos los dos estaban de vuelta en la casa de Andrés. La mamá abrió la puerta y gritó, “¡Andrés, te dije que no podías invitar, ni salir a jugar con nadie!, ¿quién es ella? y ¿qué hace aquí? “
La niña tristemente mencionó, “señora por favor no regañe a Andrés, esto es mi culpa, acabamos de tener una aventura increíble él y yo y acabamos de regresar. Es un gusto conocerla, soy Daniela y soy huérfana, pero la verdad no entiendo por qué castigó a Andrés si él es un niño humilde y lindo.” La mamá se quedó impactada y después de explicaciones y explicaciones de todo lo que pasó, ella decidió adoptar a Daniela. Después de todo esto, Andrés se volvió un niño humilde como Daniela su nueva y querida hermana. Con el tiempo, Daniela y Andrés fueron descubriendo nuevas aventuras juntos. Un libro siempre es una nueva aventura.
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A u t o r e s : L u z m i l a B e t a n c o u r t V á z q u e z A l e j a n d r o M a r ] n L ó p e z
“ S e c r e t o s d e l a r e v o l u c i ó n ” I l u s t r a d o r e s :
T u l i o B a g n a r a W i n t e r g e r s t V a n i a T r e j o P é r e z V a l e r i a H e r r e r a P l i e g o A n a P a o l a R e y e s M e l o R a f a e l M a n c i l l a U g a r t e M a n u e l R e y e s H e r n á n d e z A l e x a H e r r e r a C o h e n S o f a G o n z á l e z G a r c í a T r a v e s í C h l o e R e b e c a E b r i g h t S a l c e d o
Ilustración: Ana Paola Reyes
Comienza investigación sobre la muerte de Madero en el salón de Intendencia en Palacio Nacional. 2013 -¿Qué haces?-, preguntó Alejandro mientras Luzmila escribía en una pequeña libreta amarilla. -Escribiendo los datos de la investigación, ¿por?- contestó Luzmila. -Ah, ok- dijo Alex. -¿Me ayudas? preguntó Luzmila. -Sí claro, hace unos días encontré una pista en el escritorio del salón de intendencia. -¿Qué es? -Un libro, tal vez un diario que estaba en el fondo de un cajón, pero no entiendo lo que dice, la tinta es ya muy vieja. -¿Lo puedo ver? Ilustración: Manuel Reyes
1910
Francisco I. Madero estaba sentado en el estudio de su casa, con la cálida compañía de Venustiano Carranza, un gran amigo y colega. Aunque su amistad era cálida e íntima, la conversación no. Él seguía insistiendo en que se unieran a Porfirio Díaz e infiltrarse en las tropas para armar una revolución. -Venustiano, no es correcto, si nos descubren nos fusilarán, exclamó Madero. -Pero piénsalo, lograríamos derrocar a Porfirio de su dictadura. -¿Y cómo piensas hacerlo sin que nos descubran? -Sólo piénsalo ¿sí? Con sólo conseguir uniformes nos podríamos infiltrar. -Lo pensaré, hasta luego. -Bien, adiós- Venustiano sabía que la conversación ya había terminado. Horas después Madero escribía en el diario que guardaba todos sus secretos y revueltas contra el gobierno.
Ilustración: Rafael Mancilla
2013 Alejandro decidió seguir buscando pistas y descubrió que el libro tenía números un tanto sospechosos y que podrían ser un código. Al no comprender ese código decidió llamar a Luzmila. -Luzmila, acabo de encontrar números, tal vez son coordenadas_ dijo Alejandro muy entusiasmado. -Cálmate, ¿?en dónde encontraste los números?- contestó Luzmila desconcertada. -En el libro, el diario de Madero- -Voy para allá-
1910 -No comprendo por qué Venustiano quiere que nos unamos a Porfirio Díaz, aunque sea para deshacer sus tropas y derrocarlo, nos fusilarán, pensó Madero, mientras escribía su libro: “La sucesión presidencial de 1910”, abrió el cajón de Ilustración: Valeria Herrera su escritorio y miró su contenido. -Todavía no, se dijo a sí mismo- En ese momento llegó su sirvienta acompañada de Venustiano. -¿Ya lo pensaste?, preguntó Venustiano una vez que se había ido su sirvienta. -Sí, pero sigo sin comprender qué vamos a hacer- contestó Madero. -Una vez que estemos adentro nos aproximaremos a la oficina de Díaz y…. -Bien, ¿ya tienes los uniformes? Interrumpió Madero. -Sí, podremos infiltrarnos hoy- dijo Venustiano -Bien- Horas más tarde, Venustiano y Madero estaban dentro de Palacio Nacional y aproximándose a las oficinas de repente Madero perdió de vista a Carranza, recibió un golpe y cayó desvanecido.
Ilustración: SoTía González
2013 -Traje el libro de Madero- dijo Luzmila mientras cruzaba por la puerta del despacho de Alejandro. -Bien, si te fijas, este libro tiene lo que parece ser coordenadas- dijo Alejandro. -Tienes razón, parecen ser coordenadas, pero ¿de qué?- -No se- -Veamos que encontramos en el libro- Después de varias horas de leer, Luzmila dijo: -¿Y si comparamos la fecha de la publicación del libro con los números del diario, con su fecha de nacimiento y el tiempo de la decena trágica? -Claro, si te fijas al juntar esas fechas salen las mismas siglas que la pistola que encontré en el cajón- -¿Qué pistola?, ¿qué cajón?- preguntó Luzmila. -La pistola en el cajón del escritorio del salón de intendencia en donde estaba Madero- -¿Qué estás diciendo?- preguntó Luzmila. -Que tal vez…. -No, no creo, yo… Ilustración: Tulio Bagnara
Ilustración: Alexa Herrera
1910 Al despertar, Madero se encontraba en un cuarto con algunos muebles, un escritorio, un sillón y una pequeña lámpara de gas. Al fondo del cuarto estaban Porfirio Díaz y su colega… ahora su traidor Venustiano Carranza. -¿Qué quieren?- dijo Madero con un tono amenazador. El cuarto quedó en un silencio perturbador por algunos minutos hasta que Díaz rompió el silencio diciendo:
-¡Pero qué sorpresa!, ¿Te dieron una cálida bienvenida?- Porfirio se rió mientras lo decía. -¿En dónde estoy?- preguntó Madero -Siéntete como en casa, ya que tal vez estos serán tus últimos momentos de vida- -¿Qué es lo que quieren?- preguntó Madero con una voz temblorosa aunque intentaba disimularla. -Venganza, por supuesto-dijo Díaz. -Además tú solo eres un estorbo para su dictadura- dijo Venustiano En ese momento llegó un soldado a escoltar a Madero a un muro al sur de Palacio Nacional. -Sabes, tu cara se hace conocida- le dijo Madero al soldado. -Soy Pierre Pedraza, estudiamos juntos en Paris- dijo con un acento francés. -Claro, ¿por qué te uniste a Díaz? -Por conveniencia o iban a matar a mi esposa. En ese momento lo recordó, era su compañero de cuarto, pero recordó algo más, a su prometida, la cual lo abandonó.
Ilustración: Chloe Ebright
Mientras Madero recordaba, el soldado le dijo que se fuera, que huyera. Madero al escuchar estas palabras fue corriendo al cuarto de intendencia y sacó la pistola del cajón, un segundo antes de presionar el gatillo, sonó el teléfono, no pensaba contestar pero lo hizo.
-¿Bueno?- dijo una voz desconocida. -¿Quién habla?- preguntó Madero. -Soy tu padre, ¿me recuerdas?- contestó. -¿Papá?, claro, ¿cómo estás?- dijo Madero. -Bien, yo, estoy viviendo en Londres y tengo que decirte algo- le dijo el padre. -¿Qué?- preguntó Madero preocupado. -Tu madre murió hace unas semanas de rubeola- dijo la voz del teléfono. -¿Qué? Yo…(tartamudeó y soltó a llorar desconsoladamente).
En ese momento al tirar el teléfono, se cortó la llamada.
2013 Eran las 3:30 am y Alejandro y Luzmila empezaban a comprender la traición, el escape, todo acerca de la muerte de Madero. Luzmila seguía leyendo el diario, la llamada telefónica con su padre, la traición de Venustiano….. Él sabía que lo iban a traicionar, pero, no lo quería aceptar. Luzmila y Alejandro querían probar que Madero no había sido asesinado, pero todo lo que leían y entendían era lo contrario, sí había sido asesinado. -¿Sabes?- dijo Alejandro- tal vez tengamos razón. -No, que, olvídalo, historiadores, forenses y expertos han probado que Madero fue asesinado. -Piénsalo, se pudo haber suicidado, ya sabes, la muerte de su madre, la traición, estuvo a punto de morir, además murió de un balazo en la cabeza…- -Exacto, un balazo que pudo haber disparado un soldado, o él mismo. Siguieron discutiendo así una hora y llegaron al acuerdo de seguir investigando.
1910 Madero estaba harto, deprimido y defraudado, ya no podía ni quería vivir así. Levantó la pistola a la altura de su cabeza y tiró del gatillo. Fin
Ilustración: Vania Trejo