Revista del Instituto Alexander Bain 2013

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Febrero 2014


C u e n t o s e s c r i t o s e i l u s t r a d o s p o r l o s a l u m n o s d e l I n s 8 t u t o A l e x a n d e r B a i n G a n a d o r e s 2 0 1 3 s e g ú n d i c t a m e n d e j u r a d o s : M a r í a B a r a n d a , C a r l o s P e l l i c e r L ó p e z y E d u a r d o C a s a r T r a n s c r i p c i ó n : M a r g a r i t a V á z q u e z L i m a s C o m p i l a c i ó n p a r a e s t a e d i c i ó n p o r M a r í a F e r n a n d a R o d r í g u e z d e l R e a l E d i c i ó n y p u b l i c a c i ó n d i g i t a l : M a r í a F e r n a n d a R o d r í g u e z d e l R e a l y P a m e l a S u á r e z H a r o F e b r e r o 2 0 1 4


L o s a l u m n o s g a n a d o r e s d e l C o n c u r s o d e N a r r a 9 v a d e l c i c l o e s c o l a r a n t e r i o r l e y e r o n s u s c u e n t o s a l o s a l u m n o s q u e a c t u a l m e n t e s e e n c u e n t r a n e n e l g r a d o e n q u e e l l o s e s t a b a n c u a n d o g a n a r o n . T o d o s l o s a l u m n o s q u e e s c u c h a r o n l o s c u e n t o s h i c i e r o n i l u s t r a c i o n e s p a r a e l l o s . P o s t e r i o r m e n t e l o s a u t o r e s e s c o g i e r o n l o s d i b u j o s q u e q u e r í a n p a r a i l u s t r a r s u h i s t o r i a . ¡ L e s c o m p a r 9 m o s l o s r e s u l t a d o s ! * *No se hicieron modificaciones de es9lo, ortograFa o correcciones a los cuentos. Se respetó completamente la escritura de los alumnos y alumnas.


Ilustraciones: Valeria Arcos, Lucas Navarro, Andrea Pinto, Daniela Betancourt, SofĂ­a Bechara, Emiliano FernĂĄndez, Dionee Cabada, Daniela Hollander, Natalia Fuertes.


A u t o r e s : R a ú l E m i l i a n o M i r a n d a G u 8 é r r e z

“ L a s a v e n t u r a s d e J u a n ” M a r i a n a B o u r g e s P é r e z

“ La tortuga de Manolo y su perro” “ E l m a r c i a n o P o ” I l u s t r a d o r e s :

I n é s C o r r e s R u i z A l e j a n d r a V a r g a s B e r m ú d e z A r a t x a F l o r e s I n c h á u s t e g u i L u c i a n a B a r b o s a L i n a g e A r t u r o S a n t o s G o n z á l e z D i e g o F r í a s R u i z G a b r i e l a N a d a l S á n c h e z P a u l a A t h i é R o m e r o M a y t e S i m ó n C a r r e ñ o X a v i e r J i m é n e z I z q u i e r d o V a l e r i a C h o n g P e ñ a l o z a S o Z a P e d r a j a P i n t o M a i t e Z u g a s 8 G ó m e z M a r i a n a C a r r a s c o M a r [ n R a y o A l e j a n d r o D i e g o I g l e s i a s S i l v a M a r í a F e r n a n d a G u 8 é r r e z A g u i r r e S o Z a V a l e n 8 n a S a n d o v a l L ó p e z A n a K a m i l a F u c i k o v s k y d e G r u n h o f O c a m p o


Primero Primero Primero Primero Primero

Había un barco que se hundió, se soltó un bote salvavidas con un señor llamado Juan y se encontró una isla. Hizo su casa en esa isla. Cuando llovía se mojaba, lo atacaban los animales salvajes. Juan sabía cazar muy bien, comía animales o pez y también cocos.

Ilustración: Alejandro Iglesias

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero Ilustración: Xavier Jiménez

A Juan le gustaba pescar mucho y también bucear. Un día que buceaba encontró un tiburón asesino, como pudo se escapó. Subió a unas rocas que encontró a mitad del mar, cuando en ellas se recargó ¡sorpresa! un agujero apareció, Juan calló en el. Cuando abrió los ojos estaba en una ciudad perdida bajo el mar, ahí encontró sirenas y tritones que vivían en palacios de gelatina.

Ilustración: SoIía Pedraja

Ilustración: Mariana Carrasco

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero

Ilustración: María Fernanda Gutiérrez

Casi había olvidado respirar por lo bonito del paisaje, cuando sentía que se ahogaba una sirena le puso un collar para respirar bajo el agua. Se asustó mucho cuando en vez de salir corriendo empezó a agitar su cola de pez. N a d ó r á p i d a m e n t e y a l estrellarse se quedó atrapado en una casa de gelatina, la probó y era exquisita. Por comer más debilitó la pared y se cayó la casa…y…la sirena lo regresó a la playa. Ilustración: Paula Athié

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero

Había una vez una tortuga que se llamaba Alex. La tortuga quería una familia pero no podía decírselo a Manolo quien era su dueño. Así que un día trepó por su tortuguero y escapó, pero le duró poco el gusto porque el gato TufIi se la trató de comer. TufIi es el gato de la abuela y está igual de viejito, por eso no pudo morderlo bien y se lo quedó en el hocico.

Ilustración: Inés Corres

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero

Ilustración: Arantxa Flores

TufIi es muy terco y no quería dejar salir al pobre Alex, en eso pecas el perro de Manolo se acercó a molestar al gato. Alex lo vio por una rendijita del gato chimuelo y aprovechó para llamar a Pecas: Pst, pst, pst hasta que volteó Pecas, pero este creyó que le llamaba al gato. Pecas le dijo: ¿qué quieres? Y TufIi contestó: mmm. Testarudo TufIi no habría el hocico. Pecas se enojó más y le dijo no te burles gato te voy a morder. Finalmente TufIi abrió el hocico y Alex pudo salir y lo más rápido que pudo corrió a su tortuguero.

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero Más tarde pecas fue a visitarlo y le preguntó que hacía ahí en hocico del gato y Alex le conIió su secreto y pecas se ofreció a ayudarlo para llevarlo a la tienda de mascotas, donde había visto muchas tortugas. Al día siguiente cuando se fue Manolo a la escuela Pecas fue por Alex quien se agarró muy fuerte de su collar y así se fueron a la tienda de mascotas. Guau dijo la tortuga, no el perro. ¿Cuántas tortugas tienen? ¿Crees que alguna se Iije en mi? le preguntó a Pecas. No sé, es cosa que lo intentes, le contestó Pecas. Es que me da pena que tal que no me quieren. Ay, no te preocupes mira ya voltearon más de cinco le dijo Alex.

Ilustración: Arturo Santos

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero

Ilustración: Gabriela Nadal

Anímate o nos vamos, ay no, ay no, dijo Alex. Pero en eso se acercó una tortuguita y se puso a platicar con ellos. Manolo pasó por la tienda de mascotas de camino a casa y los vio a todos, se acercó y se dio cuenta de lo que estaba pasando. Entró a la tienda y compró a la tortuguita que estaba con Alex y Pecas y le puso Lulú, y se los llevó a los tres a casa. Alex y Lulú viven muy felices en el tortuguero y ahora Pecas le ladra todo el tiempo a Manolo para que vayan por una perrita.

Ilustración: Mayte Simón

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero

Había una vez un marciano que vivía en un planeta que se llamaba purpurón; este planeta sólo tenía habitantes de color morado, pero Po no era morado, él era un marciano color plateado. Este marciano salió del país azul en el planeta purpuron para ir a buscar su propio país, en compañía de una marcianita llamada Susy. Fueron a su planeta pero no había nadie. Po y Susy fueron entonces a buscar a los otros marcianos y marcianas. Primero buscaron en el planeta rojo y luego en el verde y luego en el amarillo, pero no había nadie.

Ilustración: Alejandra Vargas

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero

Ilustración: Valentina Sandoval

Entonces se acordó Susy que habían otros dos planetas que se llamaban morado y rosa. Fueron a buscarlos, primero en el planeta morado ahí vieron a mil marcianos de su tipo, después fueron al planeta rosa y encontraron un millón de marcianos de su tipo.

Ilustración: Luciana Barbosa

Después los trataron de meter en su nave pero no cabían, entonces Susy se tuvo que llevar a cien marcianitos y después regresar. Po fue también a dejar a otros cien y después Susy y después Po y así siguieron hasta que llevaron a todos a su país y ya no faltaba ni uno.

Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero A h o r a y a h a b í a muchos de su tipo con quien jugar, pero Po estaba tan emocionado que se olvidó un rato de Susy y de repente se acordó de ella justo cuando chocaron! Ilustración: Maite Zugasti

Ilustración: Ana Kamila Fucikovsky de Grunhof

Entonces ahí tirados se dieron cuenta de que se querían mucho y Po se puso rojo de emoción. Susy le dijo: Me ayudas a hacer mi nueva casa y Po le contestó que sí con la condición de que se casaran. Primero Primero Primero Primero Primero


Primero Primero Primero Primero Primero Entonces Susy le dijo que sí, se casaron, vivieron muy felices y tuvieron cinco pequeños hijos. Todos marcianos plateados del país plata-­‐azul. Estos pequeños eran muy traviesos y se escaparon un día al parque, por no Iijarse chocaron contra un árbol enorme de donde cayeron cinco marcianas que los ayudaron a regresar a casa con sus papás, por eso se hicieron amigos las marcianas, los marcianos y sus papás.

Ilustración: Valeria Chong

Ilustración: Diego Frías

Primero Primero Primero Primero Primero


A u t o r : R o d r i g o S a n t o s D i e z

“ E l l o b o , l a b o t a y l a s a l c h i c h a ” I l u s t r a d o r e s :

L u i s E d u a r d o Z e p e d a C a b r e r a M a r i a n a B o u r g e s P é r e z F á 8 m a E g g l e r M á d e r M a r i a n a F e r n á n d e z B r a v o A h u j a H u g o M e s a G o r d i l l o R e g i n a C a b r a l C o r r e s G u s t a v o O l i v a K u r i


Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo

Había una vez un lobo que estaba muy chiquito llamado Rodolfo. Cuando lobo estaba en su casa llegó una bota enorme, café, peluda y estilo vaquero, que quería aplastar al lobo. Al oír las fuertes pisadas de la bota, el lobo Rodolfo corrió lo más fuerte que pudo y en el camino vio una casa en donde vivía una salchicha. Ilustración: Luis Eduardo Zepeda

Ilustración: Mariana Bourges

Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo


Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo La salchicha era más chiquita que el lobo Rodolfo y cuando el lobo la vio se la quería comer. La salchicha corrió lo más fuerte y más rápido que pudo y se encontró con una cueva dentro del mar. Ilustración: Fátima Eggler

Ilustración: Mariana Fernández

Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo


Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo La salchicha se metió a la cueva y encontró un frasco, como era tan chiquita la salchicha se metió al frasco.

Ilustración: Hugo Mesa

El lobo quería meterse a la cueva pero no pudo porque estaba más grande que la salchicha. El lobo Rodolfo estuvo esperando por mucho tiempo a la salchicha chiquita dentro del mar.

Ilustración: Regina Cabral

Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo


Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo Luego llegó la bota café, enorme, peluda y estilo vaquero que no pudo meterse en el mar, porque no sabía nadar.

Ilustración: Gustavo Oliva

La bota enorme, café, peluda y estilo vaquero no pudo comer al lobo Rodolfo. El lobo Rodolfo no pudo comerse a la salchicha chiquita, y a la salchicha chiquita no le pasó nada.

Segundo Segundo Segundo Segundo Segundo


A u t o r a : D a n n a M i c h e l l e D o m í n g u e z P e l a y o

“ N i n g u n a h e r m a n a c o m o l a m í a ” I l u s t r a d o r e s :

A l e x a J i m é n e z I z q u i e r d o A l a n a A l f a r o R o b l e s M a r í a B a r r e d a S e r r a n o R e n a t a C h á v e z T a m a y o A l e j a n d r a V e g a M o r e n o D a n i e l a R e y e s M e l o A l e c R i v i e l l o M i n o r A l e x a G e r d i n g h O r o z c o A n d r e a X a r e n i S o l í s M o r e n o


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero

Había una vez dos hermanas, la mayor se llamaba Nicole y la menor Danna.Nicole tenía 11 años y Danna 9, ellas tuvieron muchas aventuras, pero mejor que se las cuenten ellas desde que todo comenzó. ¡Ya no soporto a mi hermana! ¡La odio!, esta mañana Nicole tiró la crema y le dijo a mamá que yo había sido y mamá dijo:

Ilustración: Alexa Jiménez

-­‐Danna recoge lo que tiraste. Yo dije que había s i d o N i c o l e , entonces mamá me volteó a ver con una mirada aterradora y claro que sé a lo que se refería, que lo recogiera ahora mismo.

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero En mi mente pensaba que ya nunca le volvería a hablar a mi hermana, pero yo sé que no puedo dejar de hablarle, ella siempre está cuando la necesito. ¡pero ese no es el punto!, estoy enojada con Nicole y lo voy a estar hasta que se disculpe. Después de haber recogido la crema que según yo tiré, me fui corriendo a mi cuarto. De repente escucho que alguien toca la puerta y yo dije: -­‐¿Quién es? Era la visita que menos esperaba: Nicole y yo, muy amablemente dije: -­‐Puedes pasar. Bueno no muy amablemente. Entonces cuando Nicole entró me dice: -­‐Ay la nena estaba escribiendo en su diario. -­‐Y yo le dije: -­‐No, no soy tan cursi como tú. En ese momento Nicole se puso súper roja de la cara, cerró sus puños y claro gritó. Yo empecé a gritar ¡cállate, cállate, cállate! Nicole después me dijo: -­‐¡Yo me puedo callar cuando yo quiera!

Ilustración: María Barreda (1)

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Después de oír lo que me dijo yo fui la que se puso roja de la cara, la que cerró los puños…pero yo no grité. Después de que Nicole me dijo un discurso sobre que me odiaba y que su vida era mejor cuando yo no había nacido, me dije a mi misma que nunca olvidaré ese discurso que Nicole dijo; no porque me dijo que me odiaba y que su vida era mejor antes de que yo naciera, si no porque duró como 30 minutos, claro que esta noche tendré pesadillas por el “discurso maligno”. Antes que Nicole pudiera terminar la última oración de su discurso, le dije que estaba harta de que me molestara y que era mejor que se fuera. Cuando Nicole abrió la puerta había un gigantesco hoyo que jaló a Nicole, solo alcancé a escuchar cono Nicole gritaba ¡Auxilio! No sabía si lanzarme o no, entonces dije: ¡Por Nicole! Y me aventé. Cuando Nicole y yo llegamos al piso y abrimos los ojos nos encontramos a una vaca en bikini bailando.

Ilustración: María Barreda (2)

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Nicole le preguntó si sabía dónde estábamos y la vaca le dijo: -­‐¡Claro que sí!, están en el país de las dimensiones. Yo le pregunté ¿cómo podemos Salir de aquí? Y ella dijo: -­‐Ay nena, ¿tú no sabes mucho verdad? Aquí no hay salida, no has sido descubierta aún. Entonces yo dije: -­‐¿Cómo de que no ha sido descubierta aún? -­‐Lo han estado intentando pero no han podido. Más tarde la vaca nos contó todo sobre el país “Dimensiones”. Muchas cosas me gustaron pero lo que me llamó más la atención fue algo sobre un ser llamado Mr. Lápiz. Él es quien ha capturado a todos los que están aquí. De repente la vaca desaparece, yo le dije a Nicole que teníamos que salvar a la vaca y Nicole dijo que teníamos que irnos, le dije que fuera valiente y que nos es tan cursi como parece, parece más como fresa.

Ilustración: Daniela Reyes

Ilustración: Andrea Xareni Solis

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero

Ilustración: Alec Riviello

Nicole dijo que era suIiciente que teníamos que salvar a la vaca. Al escuchar eso una gigantesca sonrisa se formó en mi boca. En la búsqueda de la vaca llegamos a otro mundo y a otro. Nicole se dio cuenta que la ciudad donde gobierna Mr. Lápiz, es la única ciudad destrozada y alejada de las demás. Después de haber recorrido todo el país conocimos a un puerco que según él es mágico. A ese puerco jamás lo olvidaré, era súper simpático.

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero Después de horas y horas encontramos a la vaca en el castillo “Goma”. Al salvarla de repente nos encontramos con Mr. Lápiz, él nos dijo que nos borraría con su goma. Después de haber escuchado lo que dijo todo empezó a tener sentido.

Ilustración: Alexa Gerdingh

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero

Ilustración: Alejandra Vega

Que el país se llamaba “Dimensiones” porque Mr. Lápiz te capturaba por diferentes dimensiones. Entonces se me ocurrió una idea, si Mr. Lápiz nos trajo a todos con un hoyo gigantesco ¿Por qué no desaparecerlo borrándolo? Inmediatamente Nicole quitó una goma del castillo “Goma” y borró a Mr. Lápiz.

Ilustración: Alana Alfaro

Ilustración: Alana Alfaro

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero

Ilustración: Renata Chávez

Después de borrarlo muchos empezaron a desaparecer, Nicole y yo no desaparecíamos, entonces le dije que si tal vez si nos peleábamos…entonces de repente…caímos en el piso de mi cuarto. Nicole me dijo que se sentía muy mal por la pelea, yo me disculpé y después nos abrazamos. Aquí termina mi historia, desde entonces aprendí que Nicole y yo no somos tan malas hermanas como parece y tal vez tengamos más aventuras.

Tercero Tercero Tercero Tercero Tercero


A u t o r a s : D y l a n a C a b a d a B u e n d í a

“ E l C o m e Z a p a t o s ” I s a b e l l a C o n c o n i H a r o

“ U n a a v e n t u r a f u e r a d e e s t e m u n d o ”

I l u s t r a d o r e s :

P a b l o J i m é n e z M e e h a n M i c h e l l e D í a z G o n z l á l e z G a r c í a S i l v a n a C r i s 8 n a M a r [ n e z Á l v a r e z M i g u e l Á n g e l M a n c e r a V i r g e n R e g i n a A d a m e M e d i n a A i t a n a d e l a P u e n t e A m i g o A l o n z o D í a z R i v e r a S a n 8 a g o Z u g a s 8 G ó m e z P a u l i n a V á z q u e z O r n e l a s E m i l i a n o T a l a v e r a O r d ó ñ e z P a t r i c i o S o l a n a B u s t a m a n t e D a n n a M i c h e l l e D o m í n g u e z P e l a y o I s a b e l V e r a C o r n e j o L u c i a n o P i z a r r o S u á r e z A n z u r e s


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto

…….Había una vez, un niño llamado Raúl, era mi primo mayor y le encantaba comer zapatos, siempre cuando se los comía les ponía sal y limón. Se comía cualquier zapato de color, los masticaba muy raro, abría la boca muy grande y se los tragaba COMPLETITOS, nadie sabía como lo hacía pero lo hacía. Ilustración: Pablo Jiménez

Siempre cuando comía zapatos se le ponía la panza rara, se le ponía en forma de zapato. Esto no era común decía mi tía, Raúl siempre salía a jugar y se divertía como todos los niños y no le pasaba nada, pero cuando tenía ganas de ir al baño solamente lloraba como niño pequeño. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Mi tía decidió llevarlo al doctor y le contó que Raúl desde chiquito comía zapatos, y que nunca le había pasado nada pero ahora le dolía mucho la panza; el doctor dijo que tenía que tomarle una radiograIía; y cuando le entregaron los resultados no creerán lo que pasó……., cuando vieron la radiograIía mi tía se quedó sorprendida……, ¡a mi primo la estaba creciendo un zapato en el estómago, el doctor también quedo impactado!. Dijo que la única cura era dejar de comer zapatos porque si los seguía comiendo le iba a crecer aún más el zapato en el estómago.

Ilustración: Michelle Díaz

Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Fue diIícil decirle a Raúl que dejara de comer zapatos, obviamente él no hizo mucho caso seguía comiendo zapatos sin parar. Hasta que decidimos mi tía y yo quitarle todos los zapatos que estaban en la casa. Raúl se puso histérico, no nos dejaba de reclamar y reclamar, cada día nos decía llorando : ¡mis zapatos como me pudieron haber hecho esto!. Un día salimos a pasear y Raúl no se pudo controlar y ¡le mordió el zapato a un señor que iba caminando en la calle! Nosotros nos quedamos más que sorprendidas, mi tía se quedo tiesa como metal, directamente nos tuvimos que ir a la casa y yo tuve mucha pena.

Ilustración: Silvana Martínez

Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Pasó el tiempo y Raúl seguía comiendo zapatos, aunque le explicamos que tenían muchos bichos y bacterias a él no le importaba. Lo malo es que el dolor de panza aumentaba y tuvimos que llamar al doctor para que le explicara lo que pasaba….., pero en eso, Raúl salió corriendo y gritando “juro no volver a comer zapatos en la vida….” F u e d i r e c t i t o a l b a ñ o , esperamos un rato y salió con cara de felicidad …… el zapato por Iin SALIÓ….

Ilustración: Miguel Ángel Mancera

Ilustración: Regina Adame

Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto

Desde que era muy chica todas las noches revisaba las ventanas de mi cuarto antes de irme a dormir porque mi miedo más grande era que llegaran los extraterrestres, hasta que un día ocurrió algo que cambió mi vida para siempre. Hace dos meses estaba yo dormida y tuve una pesadilla que me despertó en la madrugada. De pronto sentí que todo temblaba y las cortinas se movían. Corrí a la ventana y al abrirla vi una intensa luz que salía de una gigantesca nave espacial. La nave era ovalada con pequeñas luces alrededor y del centro de la nave salía una luz que se dirigía a mi ventana. Yo estaba paralizada del m i e d o , n u n c a h a b í a estado tan asustada en toda mi vida, Lo que más temía era lo que estaba Ilustración: Aitana de la Puente o c u r r i e n d o e n e s e momento. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto De repente, me sentí como si estuviera en un popote, la luz me había succionado. Estaba dentro de la nave extraterrestre. En ese momento vi que alguien se acercaba. Me dio tanto miedo que me desmayé. Cuando me desperté habíamos llegado a un planeta muy raro; la superIicie del planeta era de color rojo y tenía ríos por todo el lugar. Curiosamente los ríos parecían no tener corriente. Luego sentí que alguien me puso una bolsa encima; la bolsa era de un material que no conocía, pero parecido a la tela. En ese momento tuve mucho miedo, no podía ver nada. El extraterrestre me llevó a su casa arrastrándome; no fue nada agradable. Cuando llegamos a su casa me quitó la bolsa de encima. Finalmente pude ver al extraterrestre. Era chiquito, verde, tenía tres ojos en forma vertical, una boca, pero no tenía nariz, tenía una antena arriba de su cabeza y no tenía pelo. Estaba vestido con un traje negro. Al verlo tan pequeño se me quitó el miedo. Ilustración: Alonzo Díaz

Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Ilustración: Paulina Vázquez

E l e x t r a t e r r e s t r e m e saludó diciendo – “hola”. Curiosamente le entendí. Le pregunté -­‐ ¿hablas e s p a ñ o l ? Y é l m e respondió –“No, yo vivo en el planeta Zorborg que está en un sistema solar a miles de años luz de tu planeta, hablo zorborguiano, pero tu traes puesta en tu cabeza una diadema traductora, por eso todo lo que digo yo lo puedes entender y yo entiendo lo que tú dices. Mi mente estaba llena de preguntas que le quería hacer y no sabía por dónde empezar. -­‐¿Quién eres y por qué estoy aquí?-­‐ pregunté. El extraterrestre, Zerby me contó que él era reportero para la cadena de televisión “Antena reports” y tenía un proyecto ultra secreto para hacer un reportaje en donde demostrarían que los terrícolas no eran malos. Desde hace muchos años los zorborguianos desarrollaron una tecnología para poder viajar a la tierra en poco tiempo. Cuando el primer astronauta fue a la tierra regresó la nave, pero nunca se supo nada del astronauta. De ahí surgieron todas las teorías de que los terrícolas son monstruosos. En ese momento sonó el timbre. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Ilustración: Santiago Zugasti

Zerby me contó que estaba casado y que era papá de tres hijos. Yo no le creí ¿cómo iba a ser papá alguien que me daba a la cadera? Hasta que abrió la puerta. De pronto dos mini criaturitas entraron a la casa diciendo ¡Hola papi! Cuando me vieron empezaron a dar de gritos: ¡Auxilio, auxilio, una terrícola! ¡No la miren a los ojos porque nos destruirá con sus rayos láser!

Después entro la niña que me daba a la rodilla y comenzó a gritar tan fuerte que casi me rompe el tímpano. El papá les dijo-­‐ “¡Cálmense! Es inofensiva. Es una niña como ustedes”. La esposa comenzó a gritarle a Zerby. ¡Cómo es posible que hayas traído a una terrícola! ¡Qué no te importa tu familia? Nos estás poniendo a todos en un gran riesgo. ¡Esta cosa nos va a matar a todos! Zerby trató de calmar a todos, les explicó que todas las teorías en contra de los terrícolas no estaban probadas. Uno de los niños le preguntó: -­‐“¿Y entonces por qué hicieron la película de Invasión Terrícola?” La hermana grande les dijo ¡Ay, es una película!. El papá les dijo que todas esas películas no eran ciertas. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto

Ilustración: Luciano Pizarro

Después de un rato de que el papá les explicó que yo no era mala todos se calmaron. Los niños le pidieron a la mamá que si podían ver Invasión Terrícola, que la habían comprado de regreso de la escuela. La mamá la puso y todos nos sentamos a verla. La película era muy diferente de las que vemos en la tierra; se trataba de que los terrícolas mataban a los extraterrestres con lápices, plumas y con rayos láser que les salían de los ojos, en esa película nosotros éramos los malos. Cuando terminó la película me di cuenta de que los extraterrestres verdaderamente les tenían miedo a los terrícolas. También me di cuenta de que los extraterrestres eran como nosotros (iban a la escuela, trabajaban y hasta tenían cosas parecidas a las de nosotros). Ya no necesitaba que me contaran más cosas acerca de ellos. Finalmente llegó la hora de dormir, los extraterrestres dormían en camas muy extrañas. Eran ovaladas y de un material muy suave y gelatinoso que se amoldaba al cuerpo, eran muy cómodas. Yo estaba tan cansada que me dormí luego, luego. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Al día siguiente Zerby me contó que me iban a hacer una entrevista que saldría en la tele. Para salir de la casa me tuvieron que meter en la bolsa otra vez. Cuando llegamos al lugar de la entrevista todavía no había nadie de manera que me pude quitar la bolsa. El lugar tenía una tarima con sillones pequeños de un material esponjoso y al fondo había un tipo de cristal que proyectaba distintas imágenes, Las cámaras eran muy pequeñas y parecían insectos. Cuando llegaron los zorborgianos yo me escondí detrás del cristal. Zerby comenzó con su gran presentación y cuando salí todos salieron despavoridos gritando ¡Auxilio una terrícola! Zerby salió corriendo y cerró las puertas del lugar ¡Esperen, esperen!, vengo a demostrarles que los terrícolas no son como los imaginábamos, no son malos. Denme la oportunidad de enseñarles a esta terrícola y que la conozcan. -­‐“Pero… ¡Cuando la veamos nos va a matar con sus ojos láser!” Exclamó uno. -­‐“¿Y si nos ataca con uno de sus terribles lápices?”-­‐ dijo otro. Y así se oían distintos comentarios. -­‐“Dicen que comen cosas horribles que salen del suelo que se llaman zanahorias”. –“Además son unas criaturas enormes y aterradoras con unos hilos en la cabeza en lugar de unas bonitas antenas”. Ilustración: Emiliano Talavera

Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto –“Lo bueno es que no ven bien porque solo tienen dos ojos”. –“Y tampoco oyen porque tienen unas cosas en los oídos y ¡Hasta los perforan!. Zerby dijo: -­‐“Los lápices los usan para escribir, no para atacar. No tienen rayos láser en los ojos y si pueden ver y oír bien. ¿Por qué no le preguntan todas sus dudas a ella misma?. Comenzaron a hacerme todo tipo de preguntas y yo, p a c i e n t e m e n t e l a s f u i contestando. Parecía que ya los estábamos convenciendo, cuando llegó una gran manifestación de anti-­‐terrícolas a invadir el lugar. Uno de ellos gritó. ¡No les crean, son unos farsantes! T o d o s c o m e n z a r o n a abalanzarse en contra mía, afortunadamente Zerby me llevó a un lugar seguro y comenzamos a escapar. Zerby tenía un spray que te hacía invisible por un corto tiempo, corrimos rápidamente pero Zerby me dijo que lo hiciéramos con mucho cuidado Ilustración: Patricio Solana porque íbamos hacia los ríos y él no sabía nadar. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Desgraciadamente Zerby se tropezó y cayó al río justo en el momento en que yo me volví invisible, pero eso no evitó que me regresara a salvarlo tirándome al río porque yo si sabía nadar, y gracias a eso salimos sanos y salvos. Fue en ese momento en el que los anti-­‐terrícolas se dieron cuenta de que los terrícolas éramos buenos. Me premiaron con un reconocimiento del Planeta Zorbog por haber salvado a un zorborguiano y ellos junto con Zerby me ayudaron a regresar a casa de la misma manera en la que llegué.

Ilustración: Danna Michelle Domínguez

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Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto

Ilustración: Isabel Vera

Mis papás seguían dormidos porque mientras que en Zorbog habían pasado dos días, en la tierra no habían pasado más de dos horas. Cuando llegué a casa me fui a dormir, porque estaba muy, muy cansada. Al despertarme le conté todo lo sucedido a mis papás, no lo creían, me dijeron que solamente había sido un sueño, sentí que no logré convencerlos. Al Iinal no me importó tanto porque yo sabía que era real. Fue una experiencia inolvidable y la más grande de mi vida. A partir de ese día nunca más tuve que revisar mi ventana otra vez. NO LE TENGAS MIEDO A LO QUE ES DIFERENTE. Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto Cuarto


A u t o r : M a u r i c i o G a r c é s M a r [ n e z

“ A g e n t e 2 6 1 1 ” I l u s t r a d o r e s :

R o b e r t a S u á r e z A r é v a l o S a l v a d o r d e l V a l l e S á n c h e z A n a P a o l a R e y e s M e l o A l e x a H e r r e r a C o h e n C h l o e R e b e c a E b r i g h t S a l c e d o N a t a l i a B a r r e d a T o r r e s


Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto

Hoy me levanto para ir a la escuela, me cepillo los dientes, saco mi ropa y bajo a desayunar; pero lo que no saben y nadie sabe, es que me escapo todos los días de la escuela y voy a prepararme para mi misión. Yo soy un agente secreto y lucho contra el mal. Me llamo “Agente 2611”, algún día sabrás de mí si eres un súper villano. Cuando llego a mi cuartel general encuentro al jefe “Sánchez Domínguez Guillermo de la Paz”, pero todos lo llaman “Bob”. Él me entrega mi misión y mi objetivo. Me preparo y me voy en mi súper jet de espionaje para la batalla.

Ilustración: Roberta Suárez

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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto H o y m i m i s i ó n e s capturar y derrotar al súper maniático “Dr. Deshuesador” y su ejército de alienígenas s ú p e r a l t e r a d o s genéticamente y a su perro salchicha. Se encuentra en unas islas del Caribe desiertas, pero lo peor es que la isla es carnívora de noche; será un largo camino.

Ilustración: Salvador del Valle (1)

Después de un rato llegué a la isla, suerte es que es de día, y empecé a buscar el cuartel. Los alienígenas estaban de guardias así que esto se hizo más diIícil. Me escabullí de ellos y entré, llamé al jefe para avisarle que ya había logrado inIiltrarme.

Ilustración: Ana Paola Reyes

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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto El cuartel era enorme y después de unos metros e n c o n t r é u n a p u e r t a donde se encontraba el “Dr. Deshuesador”, quién me atrapó y encerró en una jaula de rayos láser. –“Valla, valla, valla, mira quién está aquí, el agente Ilustración: Alexa Herrera 2611”. –Dijo el Dr. Él me dijo su plan; del cual no estoy autorizado a decirles, sin embargo lo haré: El malvado “Dr.” Trataba de conquistar el mundo con los alienígenas y convertirse en el “Rey supremo”. Recordé que en mi bolsillo izquierdo tenía un espejo y lo utilicé para desviar los rayos de la reja mientras que el “Dr.” Instalaba las naves alienígenas.. Salté por la espalda del villano y lo dejé inconsciente pero ya era demasiado tarde. Las naves ya estaban volando por los cielos hacia las principales ciudades del mundo. Por lo que no había tiempo q u e p e r d e r , inmediatamente con mi súper jet de espionaje salí al ataque. Ilustración: Chloe Rebeca Ebright

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Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto Eran más de mil naves volando, así q u e a c t i v é l o s misiles de fusión magnética y los volé en pedacitos tan pequeños que ni una pulga los puede ver de cerca. Ilustración: Natalia Barreda

Ilustración: Salvador del Valle (2)

No obstante, me olvidé del perro salchicha el cual se había escondido dentro del avión y sin darme cuanta se acercó y me mordió, lo que desató mi furia por lo que peleamos, y con un golpe devastador lo saqué por la ventana, cayó tan rápido que ni Súper Man lo vio. Y se podría decir “Bye, bye, perrito” Al Iinal del día, antes de que oscureciera; llevé al Dr. a una cárcel especial de alta seguridad en Almoloya de Juárez, por lo que todo terminó bien; hasta ahora. FIN DE LA TRASMISIÓN Quinto Quinto Quinto Quinto Quinto


A u t o r a : A n a C r i s 8 n a T a m é s B r a v o

“ E l m e j o r d í a d e m i v i d a ” I l u s t r a d o r e s :

R e g i n a V á z q u e z E i m b c k e A n d r e a C a s t r o S á y a g o T a n i a N i c o l e D o m í n g u e z P e l a y o P a o l a S a n a b r i a R u i z L o r e n a L a r i s F u e r t e s E m i l i o R i v i e l l o M i n o r A n d r e a R o m o G a l i n d o


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Un día tan normal como todos… me desperté temprano a las 6:30 en punto, tallándome los ojos pensé que este día debería de ser maravilloso para mí. Me levanté de la cama ilusionada pensando en todo lo que podría suceder el día de hoy. Dando brincos me dirigí directo al baño ya que tendría que verme espectacular para este día. Abrí la llave de la regadera y puse el agua helada para despertarme y activarme de una vez por todas.

Ilustración: Andrea Castro (1)

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Sexto Sexto Sexto Sexto Sexto Mientras me enjuagaba el shampoo… ¡Noo! No podía estar sucediendo esto, mi cabeza llena de espuma y el agua se acababa justo en ese momento, tomé la toalla más cercana a mí, me limpie los ojos y corrí enloquecida a buscar agua. ¿Dónde? mmm... Ni modo… la pecera –ni modo Goldy Iish solo un p o c o d e a g u a p a r a limpiarme la cabeza. Un chongo arreglará todo, respire profundo –no pasa nada, me vestí con el mismo entusiasmo con el que empecé el día ya que t e n í a u n a c i t a m u y importante en el trabajo a las 12: pm -­‐todo va a salir perfecto me dije dándome ánimos, tenía que llegar a tiempo. Ilustración: Andrea Castro (2)

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Sexto Sexto Sexto Sexto Sexto Ilustración: Paola Sanabria

Abrí la puerta Salí al patio respire el aire fresco de la mañana después de una larga noche lluviosa el suelo húmedo si pero una mañana despejada, me dirigí hacia mi coche, me subí en él, gire la llave el motor arrancó como siempre y cuando avance,

-­‐¿Qué pasa? Plop.. plop… plop… ¡la llanta! -­‐no, no tengo tiempo para cambiarla y eso no evitará que llegue a mi cita. Salí corriendo a la calle y en la avenida busque un taxi que me pudiera llevar, -­‐ ¡que suerte al fondo viene uno, libre! Le hice la señal de l a p a r a d a y c u a n d o Iinalmente el taxi se acercaba -­‐ No me dí cuenta que una pequeña camioneta de color azul metálico pasaba justo al lado de mi… sobre él... ¡ S p l a s h ! -­‐ a h o r a e s t o y escurriendo, Ilustración: Nicole Domínguez

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Sexto Sexto Sexto Sexto Sexto Me regresé a mi casa corriendo ya eran las 8:30 y todavía me faltaba preparar todos los papeles para mi cita. Me sequé y me cambié de ropa rápidamente y escogí esa blusa blanca que tanto me encanta y guarde una bufanda en mi bolsa porque al atardecer podría enfriar –, llamé a un sitio de taxis que llego inmediatamente en la entrada de mi casa ya no correría más riesgos. Me subí a él, el taxista era muy simpático y tarareaba la alegre música que había puesto en la radio. En el camino, mucho tráIico, mucho tráIico. Un camión de carga había tirado montones de manzanas por toda la avenida, la gente perseguía las manzanas emocionadamente – que bueno que salí con tiempo suIiciente, aunque ya eran las 10:30 y el tiempo pasaba y tenía muchas cosas por hacer aún. Un café rápido.

Ilustración: Regina Vázquez

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Sexto Sexto Sexto Sexto Sexto Serví la taza de café el olor del café me hizo sonreír -­‐ Esto es empezar bien el día. Camino a mi oIicina pensaba en mis pendientes… guardar los papeles en el folder, USB, clips, libreto para tomar notas mm que no se me olviden los cuestionarios y… ¡ahhhh! ¡Quema! Sacramento ya me tiraste el café en mi blusa favorita. No, no, no ahí va Eduardo es el hombre más guapo que eh visto y no quiero que me vea como una marrana, ya me vio, ya me vio. Pasaba frente a mí y me sonrió -­‐ que más podía pedir, y se dirigió a mí caballerosamente diciéndome – con permiso. Voltee a ver la pared y mire el reloj – el tiempo se agota, camine apresurada a mi oIicina, saqué de mi bolsa mi hermosa bufanda y con ella me tapé la mancha de café

Ilustración: Lorena Laris

Qué suerte tengo! Todo el material listo, me dirigí hacia la sala de juntas y al pasar por la ventana del pasillo ¡Un gato negro! –dicen que es de mala suerte, no puedo creer en esas tonterías eso no existe. Puntualísima llegue a la junta, me esperaban todos con una cara muy seria ¡glup! Tranquila… Tranquila pensé. La junta comenzó. Al Iinalizar, salí agradeciendo a todos su atención aunque no dejaban de mirarme con extrañeza. Fue mucho tiempo ahí adentro, el director Jaimes me felicitó. Sexto Sexto Sexto Sexto Sexto


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Ilustración: Emilio Riviello

– B i e n . D e j e t o d a s m i s p e r t e n e n c i a s s o b r e m i escritorio, voltee a ver nuevamente el reloj – mmm son las 3 tiempo perfecto para la comida. Salí del ediIicio satisfecha de lo que había hecho en el día, mientras caminaba en la calle ¡ploc! ¡noo! ¿Qué tengo en la cabeza? ¡guacala! Miré hacia arriba ¡Palomas!

-­‐Uff que bueno que las vacas no vuelan. En el puesto de los tacos de la esquina amablemente me regalaron unas servilletas, me limpié. Al terminar de comer me dirigí a mi casa. Llegué ya había agua, me di un delicioso baño caliente, me puse mi pijama más cómoda, tome mi libro favorito me serví un té, me acosté y me relaje – que día más maravilloso fue hoy.

Ilustración: Andrea Romo

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Ilustraciones: Sofía Garza, Daniela Palazuelos, Derek Lippert, Luis Argüelles, Paula Bákula


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