Alexis Gajardo Sánchez Instituto Profesional de Arte y Comunicación ARCOS Fotografía Profesional
FotomacrografĂa de la Basura
Fotomacrografía de la Basura © Alexis Gajardo Sánchez Instituto Profesional de Arte y Comunicación ARCOS Opta al título de Fotógrafo Profesional Diciembre 2013 Profesora Guía: Carla Möller Zunino
Índice
Introducción............................................................................................................................................................................................9 Fundamentos...................................................................................................................................................................................10-17 1. Términos claves................................................................................................................................................................ 10 2. El acto y la técnica........................................................................................................................................................... 11 3. La nueva visión................................................................................................................................................................. 14 4. La estética........................................................................................................................................................................ 15 Cuerpo fotográfico...........................................................................................................................................................................18-53 Índice visual..........................................................................................................................................................................................54 Conclusiones.........................................................................................................................................................................................55 Bibliografía............................................................................................................................................................................................56 Apéndice...............................................................................................................................................................................................57
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Introducción
Ver un mundo en un grano de arena, un cielo en una flor silvestre, Tener el infinito en la palma de las manos y la eternidad en una hora. Augurios de inocencia, William Blake, 1803.
Se buscará en lo invisible, en el subsuelo, en aquello que en cierta medida hoy pareciera ya ser parte del propio paisaje urbano; se buscará aquello que el peatón, que el transeúnte común y corriente ha desechado en su paso por la ciudad, y se recogerá como la materia prima de este proyecto. Dentro del recorrido se encontrará, probablemente, mucho más de lo que se necesite. Fotomacrografía de la basura, tal como el título de este proyecto lo indica, se buscara registrar por medio de la técnica fotográfica, todo lo que sea considerado basura o desecho, y que pueda ser encontrado en un trazado específico de la ciudad, como resultado del acto cultural de desechar. Para ello se buscarán los elementos-desechos, a lo largo del recorrido de una de las calles de mayor renombre y concurrencia de Santiago, se trata de la Avda. Libertador Bernardo O’Higgins, conocida antiguamente por su paseo de álamos como Alameda de las delicias, y que hoy simplemente se le llama Alameda. Ésta es la principal avenida de la ciudad y cuenta con unos 8 kilómetros de trazado entre oriente y poniente. Es prácticamente la columna vertebral de comunicación que atraviesa a la capital chilena y es dentro de este espacio físico donde se limitará la búsqueda de los elementos y el registro fotográfico de este proyecto.
Así como anuncia el artista inglés W. Blake en su poema Augurios de inocencia, existe la posibilidad de ver todo un mundo, todo un universo, aún en las cosas más pequeñas que se puedan encontrar. Y en base a este mismo enunciado se busca registrar en estos desechos recogidos, vistas extraordinarias y prácticamente invisibles para muchos. La basura siempre ha sido vista como algo repugnante y de mal aspecto, es lo que comúnmente se suele rechazar y ver como un residuo que debe ser eliminado, pero esta vez será distinto. Se pretende revertir esta mala imagen de la basura y hacer surgir de ella una compilación fotográfica, proponiendo un nuevo imaginario visual y revelador. En cierto sentido se realizara un reciclaje simbólico para proponer un cambio en la forma estigmatizada en que percibimos los desechos y demostrar cómo pueden ser utilizados estos materiales para un desarrollo artístico cultural. Respecto del planteamiento fotográfico, primero hay que ubicarse en el contexto de lo que se denomina macro, término que determina una estética particular asociada en este caso a la fotomacrografía. Se utiliza esta técnica en particular ya que puede revelar el secreto de la belleza escondido en la basura, y esta será el puntapié inicial y primordial para trabajar. Junto a ello el proyecto se guiara también por la acción científica propia de la arqueología, esto, dado el acto propio de recoger y estudiar los elementos encontrados en el suelo. Desarrollará además conceptos claves
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como calle y transeúnte, que permanecen en un diálogo constante. Y, para reforzar aún más la idea de este proyecto, se desarrollara la acción de des ocultamiento, de revelar lo que se oculta, justificada por el uso y hurgueteo de los elementos-desechos en sus lados más íntimos, que como se adelantaba serán reciclados para el deleite de nuestra visualidad. Para ello plantearemos la idea de una nueva forma de ver las cosas, la idea de la “nueva visión” desarrollada por Moholy-Nagy y de buscar en lo más recóndito de los elementos rechazados, la belleza propia y oculta que guardan secretamente estos desechos. Con el uso de una técnica particular, en la que se ahondara más adelante, y apoyados bajo las guías publicadas por Michael Freeman, se registraran los diminutos espacios que guarda la basura y demostraremos con ello los placeres estéticos y visuales que se pueden ir descubriendo con este nuevo “modo de ver”. Como consecuencia, se reparara además en la idea de que la belleza no es sólo una cualidad exclusiva de los cánones aceptados para las Bellas Artes, sino que también puede ser aplicada en otros usos y artes como se demostrara según las visiones de Hegel, Black y Sontag. Para aclarar y mejorar el sentido de este ensayo se desglosaran a continuación conceptos claves como fotomacrografía, basura y belleza; y se irán entrelazando para un mejor desarrollo de este texto, pasando por la arqueología, la estética y las nuevas propuestas de ver con la cámara.
Fundamentación 1.
Términos claves
El primer asunto en aclarar para el adecuado desarrollo de este proyecto será el de la técnica a utilizar. Para ello se determinará que “fotografía de aproximación” o “fotomacrografía” significan lo mismo, ya que en ambos casos se refiere a la fotografía de lo micro visto en formato macro, y que es en definitiva la técnica para registrar simplemente las cosas pequeñas que el ojo humano no es capaz de ver con claridad y que necesita de la ayuda de un objetivo especial para poder hacerlo. En consecuencia, cabe decir que la mayoría de los objetivos fotográficos especializados en lo “macro” amplían por encima del tamaño natural, lo que significa una proporción igual o mayor que 1:1, pudiendo llegar incluso a una relación de ampliación de 20:1. Por lo que se puede determinar que la “fotomacrografía” comienza desde aquel punto de ampliación (1:1) y termina cuando es necesario recurrir a un microscopio para poder observar. Por cierto, para evitar complicaciones, no se debe confundir los siguientes términos: fotomacrografía con “macrofotografía”, en donde esta última es producción de fotografía a gran tamaño, a gran escala, ni menos confundirla con “fotomicrografía”, en que se recurre a la ayuda de un microscopio para poder fotografiar. En cierto modo, y en palabras más sencillas, fotomacrografía es la técnica intermedia entre una fotografía con distancia focal “normal” hasta antes de necesitar tecnología microscópica para realizar algún registro fotográfico.
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Aclarado el primer término, y sus variantes, se debe tener en cuenta además qué es a lo que de ahora en adelante se llamara “basura” o en efecto “elementos-desechos”. Según el Diccionario de la Lengua Española (DRAE), “basura”, proveniente del latín versura, es definido como: “suciedad; residuos desechados y otros desperdicios; lugar donde se tiran esos residuos y desperdicios; cosa repugnante y despreciable.”. Con esto podemos determinar que en este proyecto, se llamara y clasificara como “basura” a todo tipo de elementos que ensucien el espacio físico delimitado, y que provoque en alguna medida desprecio y repugnancia; y que específicamente para este proyecto sea desechado por transeúntes. Según lo anterior no se puede dejar de lado lo que sería algo así como su opuesto, lo que contradice al término de basura y que para estos fines se ha establecido como belleza. Según el DRAE se define a la belleza como la “propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual.” [Además se añade que] “Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.”. Hace unos dos mil años atrás para la cultura griega y latina la proporción se unía siempre a la amabilidad del color y de la luz; y siempre, como regla general, se consideraba que para que existiera la belleza en las obras de arte, no sólo se necesitaba de la proporción de las partes componentes, sino además su integridad como conjunto logrando con ello la armonía de la
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obra. Para este proyecto, la apreciación de la belleza se lograra a partir de la transformación de la basura en un “algo” que nos produce placer, principalmente al enfrentarnos a su conjunto como obra visual. El filósofo alemán G. W. F. Hegel, declaraba en Lecciones de estética, que la belleza artística era más elevada que la belleza de la naturaleza, ya que esta cambia las formas ilusorias de este mundo imperfecto, en donde la verdad se esconde tras las falsas apariencias. Ciertamente es a esto a lo que se busca llegar, revelar mediante la transformación y el reciclaje de pequeños elementos destacando su verdad oculta bajo los aspectos ilusorios de esta basura desechada. Dentro de este hurgueteo significativo en la calle en búsqueda de la basura, además del principal estudio visual que persigue este proyecto, puede considerarse un segundo punto a modo de interpretación, el caso del transeúnte inmerso en la circulación de las calles de nuestra organización urbana actual. Esto da pie a un estudio antropológico e incluso arqueológico, ya que la basura es el resultado de una cultura que claramente desecha discriminando lo útil de lo inútil para su sobrevivencia. Por su parte la arqueología trabaja con el subsuelo de la realidad, de los territorios ocupados, y como parte de su metodología esta ciencia debe transitar por “la vía que conduce a cosas soterradas en el tiempo, invisibles para una conciencia”, como declara Giannini (22). Por otro lado, se puede realizar también un análisis de la
diversidad y cantidad de basura que permanece en las calles, lo que arrojaría conocimiento de qué y cuánto es lo que se acostumbra utilizar y desechar, y cuáles serían las costumbres en el quehacer cotidiano de la sociedad actual. Se han encontrado basuras repetidas en sectores específicos del trayecto según el tipo de transeúnte que circula por esa zona determinada, lo que la diferencia principalmente por el rango etario. Basado en este esquema de circulación: domicilio ↔ calle ↔ trabajo/escuela ↔ calle ↔ domicilio. Todos en su ruta habitual como transeúntes, en el territorio de la calle, son quienes proveen fundamentalmente de la materia prima para este proyecto, son los transeúntes quienes arrojan sin más una variedad significativa de desechos, sean niños, jóvenes, adultos o ancianos.
El acto y la técnica
En este transitar por la vía más concurrida de Santiago y en la ejecución de este proyecto se ha ido descubriendo cada vez más la frecuencia de los mismos desechos en el mismo trayecto, objetos rutinarios que van quedando en la calle como símbolos invisibles de nuestra cotidianeidad que día a día se van acumulando en los mismos sectores. Parte de estos elementos se encuentran realmente al alcance de la mano y no hay que hurgar mucho para poder cogerlos. Por otra parte hay muchos elementos que ciertamente parecen ya ser parte del paisaje urbano y pasan desapercibidos. Como se había adelantado, la calle es el espacio físico por donde circula la mayoría de la gente y es en ella en donde se puede ver reflejado el acto cotidiano del desecho. Con una mirada un poco más atenta y penetrante se empiezan a descubrir basuras apenas visibles. Allí, en la calle, se forman capas y subcapas de desechos que se mimetizan con la vereda y el paso constante del transeúnte. En cuanto a la parte práctica se debe aclarar que para conseguir estos desechos, se transitó a diario por esta avenida y cada vez que se distinguía algo que parecía interesante se le tomó una primera fotografía para contextualizarlo en su espacio geográfico. Luego la basura fue recogida y guardada en una bolsa plástica, la que posteriormente fue llevada a un estudio fotográfico donde se realizaron las capturas correspondientes con el lente inverso. Esta práctica se asemeja al acto que realizan los arqueólogos una vez
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que encuentran vestigios culturales de una sociedad, ya que desentierran los restos de objetos encontrados bajo la superficie para posteriormente ser estudiados y analizados detalladamente en sus laboratorios, revelando con el paso del tiempo toda la información que guardaban. Para demostrar cómo se puede descubrir esta belleza oculta en los desechos, a continuación se analizara la particularidad de la técnica experimental que se ocupó, entendiéndose en esto su especial forma de captura. Ésta no se realizó exactamente igual a las capturas tradicionales en donde se recurre a lentes especializados para el registro de aproximación, denominados lentes “macros”, y que poseen una mejoría notable a nivel de enfoque, nitidez, diafragma y exposición. Aún así, cabe decir que no existe ningún lente perfecto para este tipo de tomas, ya que todos tienen alguna aberración al momento de la captura fotográfica. Pero esta vez, con la intención de revelar resultados inimaginables, se experimentó con un lente zoom, (para ser más específicos un Ef-s 18-135 mm f/3.5-5.6 Is de Canon), que es un lente tradicional de kit. Lo que se hizo fue extraer el lente de la cámara y acercándolo al sensor electrónico del cuerpo de la cámara de manera inversa, es decir, la parte frontal del objetivo quedaba junto a la parte frontal de la cámara. De modo que al acoplarlo de esta forma, un teleobjetivo normal se convertía en un teleobjetivo súper macro.
En la siguiente página se puede apreciar el esquema interno del lente compuesto por un conjunto de 16 elementos ubicados en 12 grupos que permiten un uso correcto y favorable de este lente de distancia focal variable. A diferencia de ello, como se verá a continuación, el lente inverso produce que los elementos internos funcionen de forma contraria, es decir la distancia conjugada entre punto nodal y motivo es menor, por tanto el enfoque es producido a una menor distancia entre el lente y objeto a fotografiar. En este esquema comparativo se pueden apreciar las diferencias que se producen entre ambos modos de captura. La figura a nos muestra la forma tradicional de cómo se debe acoplar el lente a una cámara réflex y de este modo todas las funciones propias del lente trabajan tal y como corresponde. Al contrario ocurre con la figura b, de modo que cuando se invierte el lente, se pierde el control directo sobre este. Se pierde por sobre todo el manejo del diafragma, el enfoque automático, la correcta medición de la luz y como consecuencia disminuye la profundidad de campo, esto debido a que los elementos internos del objetivo invierten su funcionalidad. De este modo se pueden aprovechar todas estas dificultades para hacer fotomacrografías con un lente inverso y realizar imágenes experimentales por todas las variables improvistas al momento de realizar la captura. Para esta técnica existe una explicación lógica más detallada que nos presenta Michael Freeman en su libro Cámaras réflex:
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“El método más eficaz para ampliar una imagen consiste en alargar el objetivo, es decir, separar la lente del sensor, del mismo modo que se haría para una fotografía estándar. Sin embargo, para enfocar de cerca, los elementos del objetivo tienen que avanzar más de lo normal, debido a la relación entre las dos distancias conjugadas, que van del punto nodal del objetivo al motivo, y del punto nodal al sensor.” (22) Lo que esto quiere decir básicamente, es que es mucho más fácil enfocar un motivo que se encuentra a corta distancia (entre 2 a 5 cm. entre lente y motivo) teniendo un lente inverso, ya que por su estructura interna produce que se amplíe la distancia focal pero disminuya la profundidad de campo. Con estos conocimientos se debe tener en cuenta de que no ha sido nada fácil realizar las capturas. Por las complicaciones propias que esta técnica posee, a la hora de realizar un registro, presionar el obturador y enfocar, el objetivo va a estar en todo momento con el diafragma abierto, produciendo con ello una muy baja profundidad de campo, lo que se diferenciará solo en unos cuantos milímetros haciendo muy difícil el enfoque del objeto. Es con esta experiencia que se buscó registrar el aspecto invisible de los desechos recolectados, y es con esta técnica que buscó lograr el objetivo que este proyecto persigue, realzar la belleza de las cosas que clasificamos como basura, como
desechos sobrantes, mostrando por consecuencia un punto de vista desconocido y altamente atractivo por su formato de magnificencia en los resultados.
Figura a:
Figura b:
Cuerpo de cámara réflex con lente 18-135mm acoplado de modo normal.
Cuerpo de cámara réflex con lente 18-135mm invertido acercado al sensor.
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3.
La nueva visión
Parece propio y fundamental de la fotografía captar la belleza de las cosas, tal como señala Alexander Black: “Si la función del arte es traducir a la naturaleza, el privilegio de la fotografía es trasmitirla.” (ctd en Newhall 255). Las imágenes de este proyecto son una transformación estética de lo que es percibido y establecido como real, son huellas ocultas de la basura, que buscan una analogía hacia la transfiguración para alcanzar la belleza y que insólitamente son recogidas desde las calles. La basura por su naturaleza administrada nace del rechazo principalmente por un asunto cultural. Por esto y en un comienzo la idea de tomar basura como materia prima para fotografiar puede parecer extraña. Pero sin lugar a duda causará una gran impresión al ser observada del modo en que ha sido trabajada fotográficamente. Con esta forma de captura también se logrará adquirir una nueva manera de ver y de este modo se buscará, por medio de la fotografía, rescatar esa belleza perceptiva que surge frente a nuestros ojos, hacerla brotar por sobre lo estigmatizado como feo, como rechazado, como basura. En el capítulo “El heroísmo de la visión” del libro Sobre la fotografía, Susan Sontag, recalca la importancia que ha tenido la fotografía para destacar por sobre todo, las cosas que no son necesariamente bellas a simple vista, sino más bien que al momento de ser fotografiadas logran en
cierto modo “renacer” y alcanzan un nivel de belleza. Son con estas palabras con las que la autora comienza su ensayo: “Nadie jamás descubrió la fealdad por medio de las fotografías. Pero muchos, por medio de las fotografías, han descubierto la belleza.” (125). De tal modo, añade que “La visión fotográfica entrañaba una aptitud para descubrir la belleza en lo que todos ven pero desestiman por demasiado común. … [Con lo cual agrega que los fotógrafos] debían crear un interés mediante nuevas decisiones visuales.” (131). Lo que quiere decir es que cada vez, la fotografía y los fotógrafos en sí mismos, han de reinventarse para poder crear un interés mayor con sus fotografías y que sean capaces de atraer al público espectador, presentando de esta forma un nuevo modo de ver. Así lo expresa también Sontag en las siguientes líneas: “Por un tiempo el primer plano pareció el método visual más original de la fotografía. Los fotógrafos descubrieron que cuanto más recortaban estrictamente la realidad aparecían formas magníficas.” (132) En cierta medida, esto incita a los fotógrafos a descubrir nuevas formas de registrar, nuevos modos de mirar a través del lente. Un proceso largo de descubrimiento y experimentación estaba naciendo. “Cuando se infringió aún más la visión ordinaria [continúa describiendo Sontag] -y se aisló el objeto del medio, volviéndolo abstracto- se impusieron nuevas convenciones acerca de lo bello. Lo bello pasó a ser simplemente lo que el ojo no ve o no puede ver: la
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visión fracturada, desconcertante, que sólo ofrece una cámara.” (133) Es esa belleza la que persigue este proyecto, esa visión fracturada del mundo que se encuentra bajo nuestros pies y que ha de pasar por desapercibido cada vez que transitamos por aquel camino. La nueva visión que instaura László MoholyNagy en 1928 corresponde justamente a estas nuevas formas de conjugar una imagen fotográfica y que puede ser respaldada por cierta experimentación dentro de la fotografía. Nacen desde dentro de la fotografía como propuestas y estilos novedosos que llaman a la ruptura tradicional de ver. Entre estos destacan los rayogramas de Man Ray, los ziclogramas de Andreas Müller y los luminogramas de Moholy-Nagy, que en cierto modo son solamente juegos con la percepción y el uso de efectos de la luz. O como plantea John Berger, todos tenemos un modo diferente de ver y cada cual puede obtener su propia apreciación del mundo según su bagaje visual e intereses. En este caso, al igual que la fotografía aérea, la fotomacrografía nos sitúa frente a una imagen abstracta de la basura que ha sido re significada, y que se necesita descodificar y aprender a leerla para poder entender de qué se trata. Sin embargo, se pueden comparar estas fotografías de lo macro con la obra del gran pintor Jackson Pollock y su producción de pinturas abstractas, junto a la utilización de la técnica del action
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painting, y principalmente el uso del dripping esto es, el goteo de la pintura como técnica por sobre el lienzo ubicado en el suelo y posteriores movimientos de acción que generan un fuerte expresionismo abstracto. Y en ambos casos, fotomacrografías y esta técnica pictórica, no necesitan obligatoriamente de un análisis proveniente de la historia del arte como una experiencia estética primaria para poder entenderlas y leerlas con una única verdad. Simplemente esta abstracción visual capturada a partir de la basura puede crear un impacto inmediato e irresistible por querer entenderlo pero ello caería más hacia un dilema pictórico, sería en cierto modo volver a la historia de la pintura para poder encontrar una lectura adecuada del cuadro y comprender de que se trata. En este caso el postulado estético puede ser sólo visual y perceptivo. La fotografía está hecha así, porque intencionalmente se ha querido que así sea.
la realidad transformada en representación, esta fotomacrografía utiliza una visión natural como signo, como una visión nacida de la naturaleza, más bien de la realidad de las calles. La fotografía es presentada con un formato en donde los elementos son cortados, fraccionados, en un acto propiamente fotográfico por su control de encuadre estructurado e intencionado mediante el uso del punto de vista o la elección de la distancia focal.
“Hay una cesura entre el ángulo de visión con el que se tomó la fotografía, y el ángulo de visión que se requiere para comprenderla.” (102) dice Rosalind Krauss al referirse al análisis de las pinturas de Pollock, y que puede perfectamente ser aplicado tanto a una fotografía aérea como a una fotomacrografía. Añade además que “la imagen abstracta se considera como una cuerda que hace vibrar directamente las sensaciones del espectador.” (103). Y que, al contrario de la belleza convulsiva que buscaba el surrealismo en donde su estética se resume en la percepción de
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La estética
La propia búsqueda en la basura y la alteración perceptiva que el registro fotográfico macro pueda alcanzar, proponen, en el acto y en la captura una estética de la transformación experimental. Con el solo hecho de buscar nuevas formas de mirar se abre a continuación una nueva ventana para ver el mundo y encontrar en él toda una gama de diversidad en la que la visión es sorprendida por los efectos de lo súper macro y micro a través de la fotografía. Desde los inicios de esta nueva técnica, alrededor de 1840, los científicos y nuevos fotógrafos comenzaron a experimentar nuevas imágenes, buscando por medio del microscopio más allá de lo que el ojo humano podía ver por sí sólo. Autores como Alfred Donné en París y John William Draper en Nueva York son parte de los primeros en incursionar en estas áreas con fines científicos; principalmente unen a la microfotografía con las ciencias naturales y a la macrofotografía con la astronomía, demostrando su importancia como un documento serio y efectivo para estudios científicos. En nuestro caso la fotografía no posee fines científicos como primer objetivo sino más bien son fines experimentales, estéticos, en donde la fotografía se escapa de lo sistematizado de su uso y se vuelca a una nueva forma de captura, es un proceso novedoso, frágil, fugaz e inesperado. El resultado puede ser totalmente distinto a lo que uno esperaría encontrar. En cierto modo tratamos de escapar a las reglas que nos impone la cámara al contrario de lo que plantea Vilém Flusser. Aquí la cámara se pone al servicio del fotógrafo y experimenta junto a él.
La huella en la fotografía, según Philippe Dubois, es también la huella del fotógrafo, y con esto toda fotografía es una huella enigmática, que hace soñar y que suscita problemas, que fascina e inquieta. Por otro lado recupera, simbólicamente a ese desecho basura y lo atestigua como una prueba de su misterio y belleza oculta. A diferencia de otras imágenes visuales, la fotografía imprime una huella de su sujeto y por tanto pertenece directamente a ese sujeto. En cierta medida, siempre guarda algo propio de lo que ha sido fotografiado, pero aún así, estas imágenes a pesar de ser fotografías de la basura, transforman su proyección del objeto fotografiado y pierden su calidad de desecho, de basura y logran renacer simbólicamente por medio de esta transformación visual. Algunas imágenes se vuelcan más hacia lo poético de sus espacios conjugados y pareciesen fluir dentro de un cosmos espacial, como si fuesen grandes objetos estelares a lo lejos de la bóveda celeste. Por otro lado, aparecen imágenes que simulan ser grandes campos de bosques y foresta o unas llanuras azotadas por la sequía. Lo cierto es que estas imágenes se tornan sumamente atractivas a la vista, tanto por sus colores como por las texturas registradas, en sus luces y sombras descubiertas. Los desechos y basuras han logrado revelar ese algo, eso bello que guardaban rencorosamente para sí mismos, y que en base al desarrollo del proyecto hemos visto como se ha conseguido visualizar una variedad de paisajes
inimaginables. Es gracias al largo proceso, que se ha creado una revelación de su intimidad en cada objeto recogido, en cada detalle captado en estos cuerpos miniaturizados orgánicos o sintéticos. De algún modo estas fotomacrografías pueden demostrar todo lo bello que el ojo humano no logra ver a simple vista. También por otra parte dentro de este conjunto de fotografías, se puede encontrar, casi escondido detrás de las imágenes, detrás de las iconografías, mensajes y conceptos al elemento protagonista de las artes gráficas, a la tinta. Hay en forma de halago, un rescate a la tecnología de la impresión y la difusión gráfica al descubrir en sus detalles la composición conjunta de transparencias, brillos y opacidades aglomeradas en grandes conjuntos de puntos en todos sus colores que invitan a mirar más profundamente que en su propio lenguaje, generando imágenes imprevistas y hasta desconcertantes. La estética de estas fotomacrografías está principalmente ligada, como se ha adelantado, a la búsqueda de la belleza perceptual en algo que se nos presenta y que se descubre como bello sin saber siquiera de que es lo que se trata. Cada una de estas fotografías demanda por sí sola un poco de imaginación para su interpretación, y en gran medida hay un juego de presencia y ausencia en todo el conjunto. Esto se debe a que para entender mejor lo que el conjunto de imágenes presenta como mensaje oculto es que son múltiples y variadas las posibilidades
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de imaginar lo que contienen, como declara la autora Martine Joly. “Así, la presencia como la ausencia de un elemento implican una elección que el análisis debe, dentro de lo posible, tener en cuenta.” (60). En una imagen fotográfica todos los elementos dentro del encuadre conjugan entre sí para relatar algo, en este caso son fragmentos de objetos que al momento de ser observados el espectador exige, naturalmente, no dejarse engañar por lo que se está observando, e inconscientemente nace la idea de analizar, de modo natural, lo que tenemos en frente. Uno de los rasgos presentes en todas las fotomacrografías que si pueden darnos alguna pista de lo que observamos es el de la textura presente en cada imagen. La cualidad de la superficie, su color y dimensionalidad pueden ser capaces de conectar realmente a lo que ha sido fotografiado a diferencia de todos los otros recursos o elementos. Y al contrario de toda la ventaja de la textura aparece una característica principal y transversal como recurso técnico presente en todas las fotomacrografías, es el uso de una construcción visual con muy poca profundidad de campo en donde las perspectivas y variedad de planos ocupan un lugar importante al momento del encuadre. Esto con la idea de provocar intencionalmente un desconcierto al observar cada foto. Todo esto se presenta también como un obstáculo por la figuratividad de las imágenes intentando provocar una comprensión clara y rápida dada por las líneas curvas, formas
redondeadas, suavidades y formas agudas, líneas rectas y dinámicas. La interpretación de las formas, así como también de las líneas, colores y trazados, como herramientas plásticas, son esencialmente antropológicas y culturales dado el conocimiento propio de cada individuo, ya sea un espectador culto o ignorante de las artes visuales, y específicamente la fotografía, como para reconocer lo que se les presenta en frente. La lectura visual por parte del espectador se puede desentender del contenido pero por sobre todo del formato de presentación de las fotografías. Los cambios de escala y la composición pueden llevarnos a creer que se trata de paisajes lejanos, vistas aéreas, tal vez estrellas y hasta líquidos. Sin embargo todo se encierra en una misma clase: desechos.
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Cuerpo Fotogrรกfico
Índice visual
Envoltorio de chicle
Envoltorio de chocolate
Tapa de bebida
Pág. 18-19
Pág. 30-31
Pág. 44-45
Envoltorio de caramelo
Botella de vidrio
Pág. 32-33
Pág. 46-47
Palito de helado
Envoltorio de chocolate
Chicle
Pág. 22-23
Pág. 34-35
Pág. 48-49
Envoltorio de caluga
Caja de leche
Envoltorio de caramelo
Pág. 24-25
Pág. 36-37
Pág. 50-51
Boleta de micro
Envoltorio de chocolate
Cáscara de plátano
Pág. 26-27
Pág. 38-41
Pág. 52-53
Boleta de farmacia
Aro de plumas
Pág. 28-29
Pág. 42-43
Restos de pan Pág. 20-21
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Conclusiones
Nuestros ojos, que como espectadores llegan a observar por primera vez esta basura presentada de una forma totalmente diferente de como la solemos ver, se sienten en alguna medida engañados por estas formas, tamaños y colores. Nuestra razón no halla a primera vista cómo resolver este misterio visual, no logra distinguir fácilmente si se trata de una vista macro altamente lejana o de algo sumamente pequeño y mínimo. Nuestro conocimiento nos lleva a imaginarnos tentativamente el tipo de objeto que estamos observando pero no sabemos con exactitud y necesitamos dirigirnos a la explicación, y revisar el índice anexo de las fotos para convencernos.
logramos catalogar como basura, y que quizás en otros tiempos puedan tener otros propósitos. Se ha intentado restituir el valor estético de lo bello a algo que parecía haberlo perdido, y en el camino al menos se ha descubierto su intimidad.
La presentación de la totalidad de las imágenes capturadas espera una interpretación y percepción de las imágenes con altura de miras. Considérese que se ha logrado transponer el estigma instaurado en la basura, que en este caso nace desde la calle, y se le ha presentado como una obra en conjunto. Se espera que el diálogo entre autor – obra – espectador sea de lo más fluido, positivo y políticamente consciente. Ustedes los espectadores serán quienes deberán juzgar el acierto estético que abarca la totalidad de esta obra. Si es que les ha de parecer en cierta medida ‘bello’, agradable a la vista o amigable. O quizás seguirán siendo algo petulante, desagradable y hasta horroroso. Concluimos este postulado cumpliendo con uno de los objetivos principales al poder realizar al menos un reciclaje simbólico de aquello que en esta sociedad
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Apéndice
Ficha técnica: • • • •
Cámara Canon EOS 60D Objetivo Ef-s 18-135 mm. f/3.5-5.6 Is Objetivo Ef 50 mm. f/1.8 ii Flash Speedlite 430 Ex ii
Para la realización de este proyecto se han efectuado una totalidad de 12 salidas a terreno, recorriendo con ello más de 8 kilómetros en su totalidad dentro del territorio definido como la Alameda, durante los meses de mayo y octubre. Dentro de este período se han tomado alrededor de 500 fotografías aproximadamente, entre las que se incluyen las fotos de salidas a terreno, el registro del acto de recoger la basura, y por sobretodo las fotomacrografías realizadas con lente inverso.
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