Desde tiempo atrás América Latina ha dado pruebas de la creatividad de sus artistas, especialmente en el campo del Op-Art, es decir, del arte construido, con mayor motivo cuando se trata de su diáspora, la mayo- ría establecida en París. A partir de esquemas previos, aprovechando la trayectoria de los pioneros del Bau- haus y sus herederos, supieron forjarse nuevos horizontes sin traicionar el espíritu del constructivismo.