PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES EN HONOR DE SAN ROQUE
TEATRO MUNICIPAL “EL TROVADOR” Arjonilla, 14 de agosto de 2016
Alfonso Rueda Nevado
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Arjonilla, noble pueblo olivarero, bella perla entre el verde olivar, cántaro de rosas, ánfora de barro, como así la definen algunos de sus hijos ilustres, en estas fechas agosteñas se viste de fiesta para honrar a su querido y venerado patrón San Roque. Este bello enclave de la campiña jiennense se encontraba ya habitado 2000 años antes de Cristo, concretamente el poblado íbero de Cerro Venate, enclave elegido por sus habitantes por la riqueza de estas tierras. En esa época ya destacaba su cerámica campaniforme. Después, parece ser que fue la existencia de arcilla en su subsuelo, lo que determinó el establecimiento de asentamientos romanos, 100 ó 200 años antes de Cristo. Si la actual Arjonilla se corresponde con la romana Segueda Augurina citada por Plinio, no lo sabemos con certeza. Lo que sí podemos asegurar es que nuestro origen está en torno al producto que desde entonces se ha venido obteniendo de la Albarrá, el barro o arcilla. Y en cuanto al nombre actual, Arjonilla, a mi me suena claramente a eso, Arjonilla de arcilla. Producto éste que nos ofrece la naturaleza y que ha marcado y sigue marcando el devenir de este pueblo. Pero no sólo por la benignidad de este material, sino también, gracias a las manos artesanas de los arjonilleros que han sabido a lo largo de los siglos trabajarla con empeño, destreza y gran cariño, obteniendo de ella importantes elementos para la construcción como el ladrillo y la teja, así como artísticas piezas de cerámica decorativa. Nuestro paisano y poeta, Antonio de Jaén, nos lo dejó muy bien reflejado en su pórtico:
En teja y ladrillo el cante de este pueblo arjonillero, por Norte, Sur ó Levante saldrá un cantar alfarero a tu encuentro, caminante.
Y es que Arjonilla, de arcilla, 2
labra el barro de su entraña para el poblado y la villa, y en cualquier rincón de España hay un poco de Arjonilla.
Señor Alcalde, Sr. Concejal de Festejos y demás miembros del Equipo de Gobierno Municipal aquí presentes, Sr. Cura párroco, paisanos, familiares, amigos y arjonilleros, incluidos los que aunque no de nacimiento, lo son de corazón, aquí reunidos, a todos muy buenas noches. Un saludo muy especial también a los que deseando estar aquí esta noche, no han podido hacerlo, espero puedan tener la posibilidad de escuchar este pregón con posterioridad. En primer lugar, mi más sincero agradecimiento a Miguel Ángel, nuestro Alcalde, y a Luis Miguel “Luismi”, nuestro Concejal de Festejos, porque fueron ellos los que me comunicaron su deseo de que fuese el pregonero de las Fiestas Patronales de San Roque de este año 2016 y estoy seguro que sería por expreso deseo de ellos aunque con el apoyo del resto del equipo de gobierno. Las primeras sensaciones cuando me lo comunicaron fueron el sentirme honrado y agradecido. Honrado porque para mí es un gran honor el hecho de darme la oportunidad de pregonar las fiestas patronales en mi pueblo, la tierra que me vio nacer, por cierto, en el hogar familiar en la calle Barrancos, estando asistida mi madre por doña Josefa, la partera. Tierra en la que he vivido siempre que mis circunstancias laborales me lo han permitido, donde vivo actualmente, y en la que quiero morir y reposar cuando llegue el momento marcado por el de arriba. Honrado y orgulloso de ser hijo de Arjonilla, como también de Alfonso y Concepción, mis padres. ¡Cómo se sentirían hoy de verme aquí en este privilegiado lugar! Aunque, ¿quién puede decir que desde algún lugar no puedan estar ahora viviendo este momento? Ese lugar no puede 3
ser otro que el reservado para las grandes personas, porque ellos lo fueron, de eso os tengo a vosotros por testigos. Para mí, mi pueblo, es lo mejor y os puedo asegurar que cada día lo quiero más, algo que para mí es muy comprensible y creo que vosotros también entenderéis el por qué. La clave la encontré hace ya más de 30 años en una frase pronunciada por el escritor andaluz Antonio Gala en el discurso de apertura del Congreso de Cultura Andaluza celebrado en la Mezquita - Catedral de Córdoba el 2 de abril de 1978: “Quienes quieran lo mejor para su patria, conózcanla antes a fondo: porque es el conocimiento quien engendra el amor y el amor quien multiplica y perfila el conocimiento.” Tomando este pensamiento en referencia a la patria chica, como solemos denominar a nuestro lugar de nacimiento, si como él afirma, y creo que es algo que todos estaremos de acuerdo, que es el conocimiento quién engendra el amor, que es también lo que ocurre con las personas, y claro está que no se puede amar lo que no se conoce, qué deciros si llevo unos 40 años, leyendo, investigando y publicando cosas sobre Arjonilla, siendo varias horas al día las que dedico a ello. Pues que un mayor conocimiento de nuestro pueblo, va engendrando a diario en mí, un mayor cariño por él. Y a la vez, ese cariño va multiplicando y perfilando mi conocimiento sobre él. También me anima el saber que como yo han opinado grandes escritores y pensadores como el griego Homero que llegó a decir “No hay nada tan dulce y mejor como la tierra en la que has nacido.” Y ante ese honor, no queda otra cosa más oportuna que el agradecimiento. Gracias por confiar en mí y por creerme adecuado para llevar a cabo esta bonita tarea de pregonar nuestras fiestas. Espero no defraudaros tanto a vosotros como a todos los aquí congregados esta noche. Si tanto en unos como en otros no se cumplieren las expectativas puestas en mi pregonar, pido mi más sincero perdón. Ante tal propuesta no cabía una respuesta que no fuese afirmativa, y ellos lo sabían, porque hay que reconocer que en esos primeros 4
momentos se siente un cierto orgullo y uno se cree capacitado para hacerlo. Después viene la reflexión y entonces es cuando acuden ciertas dudas. Llegas a la conclusión de que vas a tener muchas cosas que comunicar, pero a continuación aparecen las dudas, ¿y le gustará a la gente?, ¿no saldrán del pregón aburridos y desencantados? Cuando ya me encontraba completamente animado y convencido escribiendo estas líneas, llegó el anuncio oficial del nombramiento como pregonero que el Ayuntamiento hizo en las redes sociales. Las numerosas y cariñosas intervenciones de amigos y paisanos que tenían como denominador común la confianza en mi pregonar, me produjeron nuevas dudas pero a la vez me sirvieron de acicate para seguir adelante en la redacción del pregón sabiendo que tenía que satisfacer a ellos y a todos los presentes aquí esta noche, pues no podría fallaros. Finalmente pensé que no se puede ser cobarde, que hay que lanzarse hacia adelante, que a los que me iban a escuchar les gustan las mismas cosas que a mí, ensalzad a su pueblo, sus gentes y su patrón, y por eso es por lo que me encuentro aquí en esta noche en esta tribuna, henchido de orgullo y satisfacción de veros aquí para escuchar mi pregonar. Me siento muy agradecido por la presencia de cada uno de vosotros, todos sois esta noche muy importantes para mí. No es lo mismo pregonar para personas que no sienten gran relación con el tema tratado, que hacerlo ante vosotros, pues estoy seguro de que vuestra presencia aquí es debida a que compartís conmigo un gran amor por nuestro pueblo, sus gentes y nuestro querido patrón San Roque. Y además, ¿cómo negarse a pregonar sabiendo que te va a presentar una persona que seguro va a decir de ti muchas cosas buenas como ha ocurrido con Luismi y así vemos satisfecho nuestro ego personal? Luismi, muchas gracias por tus palabras, que sabemos que te han salido del corazón, dejándote influir por la excelente relación existente entre nosotros. Relación que se inicia con los lazos familiares de nuestros abuelos y bisabuelos, reforzados recientemente con otros nuevos; relación de maestro-alumno que tuvimos durante los dos años de tu tercer ciclo de primaria; también sé que compartimos el gran cariño que ambos sentimos por nuestro pueblo; todo ello además reforzado en la 5
actualidad con una excelente amistad fruto de lo anteriormente expuesto. Nuestra cercanía me está permitiendo apreciar tu proceso de madurez en lo personal y deseo que pronto veas cumplido tu gran sueño en lo profesional, verte convertido en un profesional de la enseñanza, ser maestro, bueno, ser no, porque lo eres, ejercer de ello, faceta en la que te auguro una feliz trayectoria pues se advierten en ti muchas y enormes cualidades para que así sea. Encantado de que hayas sido mi presentador, quiero expresarte mi admiración hacia ti por haber dado un paso adelante de compromiso con tu pueblo, tarea en la que te veo plenamente entregado y con grandes ánimos de trabajar por el bien de Arjonilla. Por cierto, haciendo historia desde el principio, al haberte convertido en el Concejal de Arjonilla más joven con tareas de gobierno en la época democrática, hecho que comprobamos ambos juntos indagando en nuestro Archivo Histórico Municipal. Con el paso del tiempo los arjonilleros podrán apreciar tu trabajo y entrega y ten por seguro que te llegará el momento de verte reconocido, aunque éste no sea el fin por el que se hacen las cosas, sino el dar una parte de nosotros en beneficio de todos, sin tener que esperar nada a cambio, aunque como decimos, a nadie le amarga un dulce. Mis nulas dotes literarias, menos aún de poeta, no me permiten expresarlo con bellas palabras que harían justicia a tu presentación, por eso lo hago con estas dos simples, pero sinceras y sentidas palabras que me salen directamente del corazón: muchas gracias. Dios y San Roque te lo paguen. Un pueblo es el conjunto que forman sus infraestructuras, su urbanismo y naturaleza y las gentes que lo habitan. En el apartado de naturaleza, orgullosos los arjonilleros de nuestro emblemático pino centenario que yergue su alta copa de manera altiva y señorial. Nuestra cantera de arcilla, la “Albarrá”, orgullosa de ser la originaria de productos cerámicos que motivaron el establecimiento de los pobladores de estas tierras y por tanto responsable de nuestra actual existencia en este lugar. La Fuente del Escribano, remanso fresco con su caudal de agua que sirvió de abrevadero para nuestros animales de labor. La Viña Garabata, lugar en el que soñábamos todos de pequeños para ir a pasar nuestros días de 6
campo escolares, acompañados de las monjas o los maestros, lugar del que nos gustaba volver con un poco de arrezú. Y los Cuatro Monetes, senda por la que dábamos nuestro paseo dominguero entre eucaliptos donde algunos dejaban plasmados sus sentimientos de jóvenes enamorados con la grabación del corazón y las iniciales de sus nombres, otros/as jugaban al balón, a la comba… De todos es sabido que Arjonilla cuenta con un rico patrimonio histórico en el que destaca sobremanera la Iglesia parroquial de la Encarnación, nuestra pequeña y coqueta catedral. De cerca le sigue nuestro Castillo del Trovador Macías, cuyas murallas encierran el triste y trágico final de la historia de amor del Trovador Macías y Doña Elvira. Y también muy importante, la fachada de la conocida como casa de las sotas, nuestro Antiguo Ayuntamiento y Juzgado. Ya sabemos que llegaron a existir en nuestro pueblo 8 ermitas, de las que sólo quedaron las 4 actuales: San Roque, Soledad, Jesús y Santiago o Virgen de la Cabeza. Completan nuestro rico patrimonio entre otros, el Palacio del Marqués de la Merced, algunas casas señoriales, y los más recientes Hogar del Jubilado y la actual Casa Municipal de Cultura. Pero es que para presumir de patrimonio, en Arjonilla no tenemos que remontarnos a tiempos muy antiguos. Estoy seguro que si a cada uno de nosotros nos preguntasen de qué es lo que nos sentimos más orgullosos los arjonilleros, la gran mayoría respondería que de su prestigioso urbanismo. Y es que hace ya varias décadas, gracias al influjo de un joven arquitecto, Luis Alonso Salcedo, el pueblo comenzó a sensibilizarse en la conservación de su patrimonio ya existente y en realizar las nuevas construcciones con carácter historicista, guardando unos patrones adecuados que le han dado al pueblo su configuración actual que sorprende sobremanera a sus visitantes. Y además, utilizando como elemento fundamental en las nuevas construcciones, nuestros tradicionales ladrillos. ¿Y qué podemos decir de nosotros, los arjonilleros? El hombre arjonillero se ha caracterizado siempre por ser trabajador y responsable de su familia, contribuyendo de gran manera a la realidad del pueblo. La mujer arjonillera, en tiempos pasados, dedicada a las tareas del hogar y 7
cuidado familiar, era el pilar fundamental de la familia y con su esfuerzo ha ayudado y contribuido al bienestar del pueblo. Recuerdo la vida tan dura que tenía que soportar en los años 50 y 60 para llevar a cabo tanto las tareas domésticas como su aportación en la recolección de la aceituna. Tenía que acarrear el agua con cántaros y lavar a mano. Después se ha ido adaptando a las nuevas situaciones y en el presente es una mujer trabajadora y luchadora, manteniendo su rol de madre de familia intentando incorporarse al mundo del trabajo cuando éste lo permite. ¿Y nuestros jóvenes, a los que a veces parece les queremos exigir más de la cuenta? Pues, sencillamente, que tenemos una juventud preparada, inmersa en esta sociedad difícil que hemos generado los adultos, en la que los horizontes laborales son muy complicados. Debemos confiar plenamente en ellos y en que con su serenidad y esperanza ante las adversidades, puedan superarlo todo con dignidad. Ayudémosles a disfrutar con responsabilidad de su etapa de juventud, hermoso tesoro que cuando pasa, sólo queda el sublime recuerdo del tiempo pasado. En Arjonilla contamos actualmente con un buen ramillete de jóvenes que destacan en diferentes facetas, algunos ya inmersos en el mundo del trabajo realizando importantes tareas profesionales: doctores en medicina, ingenieros, arquitectos, maestros, informáticos, … Otros destacan en el mundo del arte: pintores como Miguel Ángel López Segado, Alonso Ortega, Paco Zafra, Rafael Carmona y Carlos Vela; escultores como Juan Carlos García, Manuel Uceda y Juan Carlos Montilla; escritores como Alfonso Montoro, Damián Carmona Cordones y Alma Gulop; músicos como Alonso Díaz, David Segado, Manuel Lara y las hermanas Gema y María Castillo Cledera. Artistas y directores de arte escénico como Carmen Peña y Pedro Castro. ¿Y qué decir de nuestros jóvenes deportistas? Tenemos como ejemplo a los del bádminton, que cuando han contado con buenos dirigentes y entrenadores, desde pequeños los van formando y es elevado ya el número de los que son campeones de Andalucía y de España y ser el mejor de algo a nivel autonómico o nacional, hemos de reconocer que no es nada fácil. Y además llevando muy lejos y dejando en muy buen lugar el
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nombre de Arjonilla. También contamos con otros jóvenes deportistas que destacan en otros deportes como el ciclismo y el atletismo. Arjonilla cuenta también con un buen elenco de personas ilustres que han destacado en sus respectivos campos. Destacamos entre ellos a nuestro ilustre filósofo don Manuel García Morente, uno de los mejores pensadores españoles que además hizo mucho por la Universidad española y habiendo recibido escaso reconocimiento a su gran labor. Orgullosos también de Juan del Villar, sacerdote jesuita, uno de los más ilustres gramáticos del Siglo de Oro. Grandes artistas pintores como Matías Ruz y nuestro actual Pepe Marchá. Puesto destacado para nuestro querido Antonio de Jaén, poeta del pueblo. Sí, porque nadie jamás ha escrito tanto sobre Arjonilla, tan bien y con tanto cariño. Nos dejó además un gran documento gráfico, su película sobre Arjonilla de 1959. Contamos también con otros buenos escritores, por cierto muy poco conocidos aún en el pueblo, aunque me haya referido en varias ocasiones a ellos, como son Rafael Ruiz López y Antonio Montilla Ramón. Cabe destacar también a otras personas que desde su humilde condición han realizado importantes aportaciones a nuestro pueblo. Aquí tendrían cabida muchas personas imposible de ser citadas porque podríamos abarcar cualquier campo de la actividad humana. Se me ocurre citar por ejemplo a algunos que destacaron o destacan aún en la actividad musical como Matías Varea, director de la banda de música y compositor de la música de nuestro himno. Alfonso Díaz, que dedicó también a su pueblo bellas y sentidas canciones. La peña de arjonilleros ausentes “Los Rokes” en un entrañable homenaje que le dedicaron en 1987 le entregaron un pergamino con estos versos de Antonio de Jaén:
Llevas, Alfonso, en tu ritmo el compás y la alegría de una Málaga que canta junto a tu patria chiquita. 9
Y en los doremifasoles de tu mejor melodía, a mar de la costa suenan las campanas de Arjonilla.
Y en este mismo acto también le fueron dedicados unos versos a otros dos grandes músicos arjonilleros, los hermanos Manolo y José Antonio Cuesta Rueda “Pichulis”, que han recorrido medio mundo con sus instrumentos llevando su arte interpretativo y que en estos últimos años nos está visitando con cierta frecuencia para disfrutar de su pueblo y la convivencia entre amigos.
Vuestro amor arjonillero hizo del mundo camino, con el corazón al trino de un pasodoble torero. Músicos de cuerpo entero dais otro brillo a la fiesta. Y no hay en metal de orquesta sostenido más profundo, que el hermanado “en er mundo” por Pepe y Manolo Cuesta. En este apartado musical, no podemos dejar en el olvidola gran aportación de Roque Ortega, artífice de la recuperación de nuestra banda de música y responsable directo de que hoy contemos con ella. Del inicio de su recuperación fui testigo presencial y participativo. 10
Al hablar de los arjonilleros tengo que hacer una referencia muy especial a un destacado grupo de ellos, los que en un momento determinado de su vida, muy a su pesar, tuvieron que marcharse del pueblo en busca de mejores horizontes laborales para ellos y por tanto el presente y futuro de su familia. Madrid, Cataluña, Valencia y País Vasco, entre otros lugares, fueron los receptores de estos paisanos que gracias a su espíritu trabajador supieron ganarse la confianza y el cariño de las tierras que los acogieron. Allí han vivido y siguen viviendo con dignidad, habiendo conformado sus familias pero no olvidando nunca sus raíces, su pueblo, Arjonilla. Gracias al contacto que tengo con muchos de ellos, sé lo mucho que quieren y aman a nuestro pueblo y nunca paran de hablar de sus excelencias. Y refiriéndonos a la emigración, nuestro reconocimiento también a aquellos que emigraron temporalmente, para mí, peor que la definitiva porque ésta se hacía a nivel familiar, con desarraigo del pueblo pero manteniendo la familia unida. En cambio, en la temporal, a veces en períodos bastante largos, me refiero a la realizada en países extranjeros como Alemania y Suiza, principalmente, en la que se marchaba sólo el padre de familia, dejando aquí al resto de miembros de la ella, sin su presencia, amparo ni cariño. Viviendo además en condiciones muy precarias en aquellos lugares donde realizaban largas y duras tareas de trabajo. Con su gran sacrificio, a su regreso, suponían un gran refuerzo para la economía a nivel familiar y local. Tampoco podemos olvidar a los arjonilleros de corazón, aquellos que aunque no nacidos en este lugar, bien por motivos familiares o laborales, viven aquí y se han incorporado a él, haciendo suyas y disfrutando de sus tradiciones y costumbres. Ya que hemos hablado de la laboriosidad de los arjonilleros, retomamos los orígenes de nuestro pueblo y recordamos su tradición alfarera que como ya hemos dicho se remonta a los tiempos de los iberos y se consolida con los romanos. Ya en tiempos cercanos, fuimos testigos de su casi medio centenar de alfares donde se fabricaban tejas y ladrillos que luego eran utilizados en las construcciones por todo el territorio nacional. A comienzos de los 60, la implantación de la Seguridad Social, los 11
dejó en situación de inviabilidad económica, lo que provocó el cierre de casi la totalidad de ellos. En esa misma década de los 60, la iniciativa cooperativista de Manuel Blanco (hijo), le llevó a crear tres cooperativas: de marmolistas, de carpinteros, y de cerámica artística. Esta última, con la traída de grandes artesanos andujareños, supuso el aprendizaje por parte local y la consolidación de la fabricación de cerámica artística. Reconozcamos que si ambos proyectos que fueron ambiciosos en sus orígenes, no llegaron a mantenerse en el tiempo, fue debido a la escasa o nula cultura y tradición cooperativista de los arjonilleros. Pero, si bien la cooperativa de cerámica acabó despareciendo, dejó una huella en las personas que allí trabajaron y con la iniciativa privada de algunas de ellas, se montaron algunos talleres de cerámica, origen de los existentes en la actualidad y otros más que llegaron a existir hace unos años. Con una veintena de talleres en la década de los 80, la cerámica adquirió una importancia vital en la economía arjonillera, colocándose en el segundo sector económico en importancia de Arjonilla. Sus productos alcanzaron proyección nacional e internacional, incluso llegando a convertirse en líder nacional en la fabricación de miniaturas y pichis. En la actualidad se mantienen una quincena de talleres cerámicos luchando por mantener esta actividad en unos años difíciles a los que además de los problemas que trajo la globalización del mercado, se ha sumado más recientemente la crisis económica a nivel nacional. De entre ellos, destaca Manuel Bejarano Zafra, que además de su taller como ceramista, gracias a sus conocimientos e investigaciones, realiza piezas de cerámica que son auténticas reproducciones de la cerámica antigua de las distintas culturas que poblaron las tierras jiennenses. Y que los arjonilleros tendremos la oportunidad de disfrutar en el próximo Museo que será instalado con las piezas donadas por Manuel al Ayuntamiento de Arjonilla, que es lo mismo que decir a los arjonilleros. Muchas gracias artista, por tu arte, bondad y carácter desprendido. La Universidad de Jaén bebe de las fuentes del saber de nuestro paisano para contribuir a la formación de los jóvenes universitarios en su tarea de formación de estos en lo referente a la historia sobre la fabricación de cerámica.
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De la tradición alfarera de nuestro pueblo que se remonta al menos al siglo XVI, sólo nos queda su último representante, Luis Zafra Marchal, que aún hoy en día suele hacer algunos trabajos, a veces ante las nuevas generaciones, para que éstas puedan apreciar este noble oficio de gran tradición en nuestro pueblo. Entre ellos, los típicos pitos o caballitos. De todos es sabido que el cultivo del olivar es la actividad económica más importante del pueblo y lo ha sido desde siempre. Desde el siglo XV la producción de aceite era ya importante y se vería aumentada en el siglo XVI coincidiendo con el primer impulso de expansión del olivar. Pero fue en el siglo XVII cuando Arjonilla se convierte en el centro de comercialización del aceite de oliva de la campiña jiennense, único en la provincia. Desde Arjonilla se organizaba el transporte del aceite de oliva para surtir a Madrid. Esto suponía que hasta aquí acudiesen gran cantidad de arrieros procedentes de todos los puntos de España. El arjonillero también ha demostrado saber obtener buen fruto de sus olivos. El 4 de marzo de 1889 el Diario de Córdoba publicaba en su portada que el aceite de oliva de Arjonilla era el más apreciado en Valencia porque decía gustaba bastante por su afinación, y por ello se pagaba a más altos precios. Concretamente a 77,50 ptas. el hectolitro, mientras que el de Andújar se pagaba sólo a 57, es decir, un 25% más barato. Actualmente y a pesar de las continuas quejas de los olivareros, el cultivo del olivar atraviesa un buen momento pues la pasada cosecha, aún no siendo en cantidad nada más que media, sin embargo, su valor económico ha sido el mayor de siempre y ello debido al buen precio de venta que ha tenido este año el aceite. Pero la verdad es que según los expertos, el sector necesita una importante reconversión para poder ser competitivo en años venideros. La pena es que para ser competitivos, la mano de obra tendrá que ser cada vez menor. Esto nos tiene que hacer pensar que el pueblo necesita diversificar su actividad económica, algo que no se adivina fácil, pero que sin más remedio habrá que abordar para mantener un nivel poblacional
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aproximado al actual. De lo contrario, nos veremos abocados a una importante disminución. Arjonilla, pueblo laborioso como ya hemos dicho con anterioridad, es también tierra de gentes amantes de las tradiciones, fiestas y de la religiosidad popular, algo que queda de manifiesto a lo largo de todo el año con un elevado número de celebraciones. En cuanto a lo religioso comenzamos cada año con la Fiesta de la Epifanía y nuestra tradicional Cabalgata de Reyes. San Antonio Abad con nuestras tradicionales candelas y la bendición de animales. La Candelaria, San Blas (con la bendición de las rosquillas), imposición de la ceniza (Miércoles de Ceniza), San José, nuestra gran Semana Santa, con salidas procesionales a un alto nivel y los tradicionales desenclavamiento, pregones y bocina; romerías de la Virgen de la Cabeza y Alharilla, San José, Santa Cruz de los mayores y de los niños, San Isidro, Corpus (con gran tradición de siglos), San Juan, San Cristóbal con la bendición de vehículos, Verbena de la Magdalena, Fiestas Patronales de San Roque, (novena y procesiones), Virgen del Rosario, Los Cargos en honor de Ntra. Patrona la Virgen de las Batallas, Jesús Nazareno, Jesús de la Humildad, festividad de Todos los Santos, Difuntos, Santa Cecilia, Inmaculada y Navidad. Su persistencia a lo largo del tiempo y el gran esplendor con el que se celebran la mayoría de ellas, es debido sin duda a la acción totalmente desinteresada, bueno no, interesada, pero en que todo se realice con el nivel adecuado, de muchas personas a lo largo del tiempo. Aún a sabiendas de dejarme muchos nombres atrás, se atrevo a citar a algunos. Sin duda alguna, habrá que comenzar por los párrocos, siendo el primero de ellos don Luis Sotomayor, responsable directo de la reposición tras la guerra civil, de las imágenes desaparecidas, entre ellas la de nuestro patrón San Roque, y lo hizo recurriendo al gran escultor granadino, Domingo Sánchez Mesa. Después, don Fernando, don Francisco Zafra, don Ángel Simón, don José Antonio, don Julián y don Ángel Sigüenza. De mi infancia y pubertad tengo recuerdos del trabajo de Manuel Cuesta. Y en tiempos más recientes no podemos olvidar la gran aportación realizada por Luis Alonso Salcedo, en gran parte el responsable del resurgir de nuestra Semana Santa; mi sobrino Alfonso con sus aportaciones e investigaciones sobre nuestra religiosidad popular y actualmente celebrando como sacerdote algunas de ellas, como también 14
hacen Juan Ramón y Carmelo; Pedro Montoro, que además de artista imaginero y restaurador, siempre dispuesto a contribuir con su aportación a todo lo que se le solicita, creador de bellas imágenes de la Virgen de la Cabeza y de San Roque, una de ellas la que nos acompaña aquí en esta noche gracias a su bondadosa cesión; Paco Ruz, artista creativo y amante de nuestras tradiciones, autor del actual gallardete de San Roque y gran contribuyente al esplendor de nuestro Corpus; Bernardo, Cayetano Francisco, Juan, y los del grupo de los de siempre como Conchita Gómez, Lola Albín, Fina, Pedro Manuel, etc., sin olvidarnos de los componentes del Coro Parroquial. Y la última y valiosa incorporación, nuestro flamante prioste de San Roque, José Mª. Y sin olvidarnos de Anita Carmona, a la que siempre recordaremos por su entrega y valía personal. Labor importantísima la realizada en favor de todas nuestras celebraciones y manifestaciones, de todas las cofradías arjonilleras, tras ellas un número importante de personas responsables de su funcionamiento. Gracias a todos ellos hemos vivido grandes festividades del Corpus y sin olvidar las Fiestas de Espigas de los años 1959, 1984 y 2009 donde nuestro pueblo brilló sobremanera para honrar a Cristo Eucaristía, destacando las grandes obras de arte efímero que sorprendían a todos nuestros visitantes. Las manifestaciones culturales a lo largo de todo el año son muy numerosas y en gran parte de ellas son protagonistas los arjonilleros: teatro, dibujo, pintura, cerámica, entre otras. Algunas de gran tradición y otras recientes que van teniendo un importante calado en el pueblo como pueden ser sus Jornadas Medievales en honor del Trovador Macías. Y hablando de fiestas, vamos a centrarnos en las Fiestas Patronales que cada año celebra Arjonilla honrando a su Patrón San Roque. Remontándonos a los primeros años de este patronazgo que como sabéis dio comienzo en 1602, tenemos constancias documentales que las fiestas se celebraban con música de ministriles (músicos profesionales) que tocaban tanto en actos religiosos como en profanos, fuegos artificiales, comedias, danzas y toros (festejos taurinos hubo incluso antes del 15
patronazgo). Tanto las comedias como los toros solían celebrarse en la Plaza de la Encarnación, típica plaza barroca. Los programas de festejos son una gran fuente de información para conocer el devenir de las celebraciones de las fiestas. Y tengo que deciros, que tengo el orgullo de contar con una de las colecciones más completas sobre programas de festejos, al menos de las que conocemos los que solemos coleccionar material relacionado con nuestro pueblo. Conchita Gómez, Paco Ruz y la de mi propiedad, aunque con algunas lagunas, arrancan en 1935 y llegan hasta nuestros días, para ello, en algunos casos nos hemos tenido que ceder unos a otros los ejemplares para poder fotocopiarlos si queríamos tener la colección más completa. Mi afición a guardar este tipo de material comenzó en la década de los 70, pero tuve la suerte de unirme matrimonialmente a Pili, mi mujer, miembro de la familia Varea, amante de Arjonilla y sus tradiciones. Antonio, mi suegro, mientras fue residente en Linares, recibía cada año el programa de festejos que le remitía el alcalde, y él amante de las cosas de su pueblo, los iba guardando hasta que llegado el momento, los depositase en mis manos, momento desde el que los guardo como auténticas reliquias. Los programas de festejos no sólo han servido para informar de los festejos sino que de ellos podemos extraer mucha e interesante información. Los anuncios nos sirven para realizar un estudio evolutivo de las empresas y oficios de los arjonilleros. También es la oportunidad de publicar los poemas dedicados a nuestro pueblo, destacando en este aspecto los de Antonio de Jaén, aunque han sido muchos los arjonilleros que lo han hecho a lo largo del tiempo como Marisa Gómez Puentes, Diego Gómez, etc. Muy importante ha sido siempre la publicación de artículos de investigación histórica ya que en tiempos atrás era el único lugar donde se hacía. Gracias a ellos hemos podido tener noticia de interesantes datos acerca de la historia de nuestro pueblo y ello se lo debemos entre otros a Matías Varea Úbeda, Alberto de la Torre, los Hermanos Muñoz-Cobo, Francisco García y Manuel Cuesta. Y recientemente los de mi sobrino Ildefonso Rueda Jándula. También recurrimos a menudo a ellos como fuente inagotable de imágenes antiguas de nuestro pueblo y de sus gentes. 16
Antonio de Jaén dedicó al Programa de Festejos un emotivo poema llamado Programa dividido en cinco partes (los cinco días de fiestas)
Los cinco cangilones de las Fiestas en su noria cantaban Como testimonio de sus vivencias arjonilleras, va dedicando poemas a los diferentes actos que tienen lugar en estos días festivos y que más adelante al hablar de ellos iré dando lectura de los mismos. Antes que nada quiero manifestar que en este aspecto, el de las fiestas de nuestro pueblo, a mí me ocurre igual que con la música, que me quedé anclado en una época pasada, sin duda, para mí mucho mejor que la actual. Y que me perdone nuestro actual Concejal de Festejos, pues tengo fe cierta de su continuo esfuerzo en organizar unas grandes fiestas para satisfacción de todos, pero no, no es culpa de él, como tampoco lo sería de cualquier otra persona que ocupase ese puesto, y es que los cambios producidos en nuestra sociedad hacen que en tiempos diferentes las fiestas también tienen que ser diferentes. No puede un niño actual sentir lo mismo que los niños y niñas de Arjonilla cuando en la década de los 50 llegaban las Fiestas de San Roque. A lo largo de todo el año disfrutan de un montón de cosas de las que nosotros ni llegados esos días podíamos pensar en disfrutar. Para los niños y jóvenes de aquella época la ilusión comenzaba cuando se apreciaba el primer momento de llegada al pueblo de alguna atracción como podía ser el carrusel de la familia Martínez, los caballitos, las barquillas, la noria, alguna caseta de tiro pichón o de turrón, y no digamos la archi famosa caseta de la “Morita”, que quedaba colocada junto a las escaleras que dan acceso a la puerta del sol del templo parroquial, terreno ahora ocupado por los depósitos de residuos. Apelativo de “Morita”que venía de la dueña que era aquella mujer bajita y morena tan esperada cada año por todos. Tienda de lona en la que luego podíamos ver los caballitos de cartón que nos llenarían de ilusión, si es que llegábamos a conseguir uno, o las niñas, sus muñecas también de cartón. En muchos casos lo que se producían eran auténticas frustraciones y no provocadas por las faltas de ganas de los padres de complacer a sus hijos, sino por la imposibilidad de hacerlo por falta de medios económicos. Cuando se hacía alguna compra, la 17
felicidad llegaba a los dos bandos, tanto al niño o niña que se hacía con su preciado juguete, como al dueño de la caseta, el esposo de la Morita, al que conocíamos por su apellido, Cañones, que en cuanto le conseguía arrancar algún dinero de las ventas, a su mujer, se daba una vuelta para tomarse alguna que otra copilla de vino para ir alegrando el día. En los primeros días de agosto en cuanto adivinábamos la imagen de la llegada al pueblo de un camión cargado de algunos de esos cachivaches en los que luego nos montaríamos, la voz corría pronto por el pueblo y los niños acudían hasta los Reyes desde todas las zonas del pueblo: los del Camino de Arjona, calle Santa Ana, el Santo, cualquier calle del pueblo. A mí me cogía bien cerca y en esos días las visitas a los Reyes eran continuas para ver la llegada y el montaje de todos los cacharros. Luego vendría el problema del dinero para montarse, pero eso ya es otra cosa, la ilusión ya se había apoderado de nosotros. Las fiestas comenzaban el día 14, fecha para la que en la actualidad y desde finales de julio ya se han celebrado un elevado número de actos de carácter cultural ( teatro, exposiciones, conciertos de música, bailes, pintura,…), sociales (fiesta en honor de los mayores), deportivas y lúdicas. Fecha importante en la actualidad es el día 5 con el traslado del patrón desde su ermita hasta la iglesia parroquial, así como el 7 con el inicio de la Novena, días en los que la parroquia se llena de fieles arjonilleros que manifiestan así su gran devoción a San Roque. Ya que hemos mencionado el traslado de nuestro patrón, justo es que tengamos un sencillo y humilde reconocimiento al grupo de anderos y anderas y su andero mayor, que con tanto cariño y devoción llevan a San Roque sobre sus hombros, tanto en este día como en los dos desfiles procesionales posteriores. Antes de comenzar a referirnos a los días propiamente de fiesta, tenemos que recordar los días previos a la misma. Días de los que guardo grandes recuerdos de la llegada al pueblo de muchos de sus hijos que encontrándose fuera no querían perderse las fiestas de su pueblo. Y me remonto a las décadas de los 60 y 70 cuando los que regresaban eran los primeros que se habían marchado unos años antes. Época en la que aún 18
una gran mayoría no había accedido a la posesión de un coche y hacían el viaje en tren desde Madrid y Cataluña fundamentalmente. Llegaban hasta la estación de Andújar y luego en Montijano hasta el pueblo. Recuerdo la llegada de muchos de ellos en esos días cuando yo iba a la parada del Montijano que venía de Andújar, para ir a comprar el Marca, periódico que me vendía entonces Francisco “medio kilo”, el zapatero. Allí estaba Martín “el gordo” deseoso de que le encargasen transportar alguna maleta para que a cambio de diesen algún dinero para su sustento, por cierto que él no se quedaba corto en la cantidad solicitada a cambio de sus servicios y ello provocaba que a veces terminara en pequeñas discusiones. Dedicado a Matías Varea Úbeda escribió Antonio de Jaén el poema “Què lejos” del que yo ahora extraigo sus últimas estrofas dedicadas a las fiestas y las dedico a su memoria y a su familia, y queriendo también hacer extensiva esta dedicatoria a todos los que en esos días venían a disfrutar las fiestas de su pueblo y a los que lo hacen ahora aunque en otras mucho mejores condiciones, tanto de desplazamiento como de estancia en el pueblo y dentro de ellos, especialmente a los que en estos momentos os encontráis aquí.
Tan lejos que, por San Roque, a la orilla del regreso, se me llena el equipaje de ilusiones y recuerdos,
y me contagio de fiestas y me hago sangre en los versos y me bebo la alegría y me emborracho de pueblo…
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Así casi se me olvida que estoy muy solo, tan lejos!
Lo que podremos llamar como comienzo oficial de las fiestas se sigue produciendo el día 14 con el repique general de campanas. Desde los años 40 y durante varias décadas, se lanzaban globos como en la actualidad, para que fueran recogidos por los niños y niñas con gran alegría y regocijo, pero además otros eran dirigidos hacia arriba y se elevaban ante nuestra atenta mirada.
Con júbilo de globos y cohetes se vuelcan las campanas, y la torre vestida de domingo presume iluminada Pasado el mediodía, en la actualidad, en la Caseta de la Juventud, el llamado Pregón de la Juventud, donde se dan cita todos los jóvenes del pueblo y algunos cientos más, llegados desde los pueblos cercanos que no quieren perderse un encuentro de este tipo. Fueron sus comienzos en la década de los 90 por iniciativa de Rafael, dueño del Pub Harpy, en la cercana esquina que conforman las calles Dr. García Mazuelo y Mesones. Por la tarde el desfile de cabezudos, acompañados de la banda de música. Ilusión para la mayoría, pero temor también para algunos.
Cruzan los danzarines el tambor de la plaza.
Llegada la noche, la prueba oficial del alumbrado que lucirá durante los días de fiesta. 20
Y estrena el alumbrado sus estrellas -las de siempre- pintadas.
Y el primero de los conciertos de la banda municipal al que luego seguirían otros más en los días posteriores. Actualmente tiene lugar en los días de prefiestas en el templete del Paseo que nos recuerda al gran Roque Ortega. En la noche del 14 nuestra emblemática Plaza de la Encarnación era el gran escenario de celebración de la Coronación de la Reina de las Fiestas y sus Damas de Honor. Llegó a celebrarse durante 17 años, los que van desde 1969 en el que fue coronada nuestra primera reina de las fiestas, Encarnita López Ramírez, hasta la última en 1985, fecha en la que lo fue Mercedes Ramírez Albín. Durante estos años, las jóvenes bellezas arjonilleras eran coronadas en un acto que siempre hemos creído llegó a tener categoría de juegos florales debido a la presencia y actuación poética de nuestros paisanos Antonio de Jaén y Marisa Gómez Puentes. Acto que era presentado por el gran locutor de Radio Popular, Juan Antonio Ibáñez, y que en algunas ocasiones fue grabado para TVE por su cámara en Jaén, Higinio Montes. De especial significación para mí fue el año 1970, en el que Pili, mi mujer, fue Dama de Honor, junto a un gran grupo de amigas, de la corte de la Reina de las Fiestas, nuestra querida amiga, Ana Zafra Marchal. Año y días del inicio de nuestras relaciones que por tanto cuentan ya con 46 años y que trajo como consecuencia una situación familiar de felicidad que unos años después nos trajo el orgullo y satisfacción de ser padres de nuestras dos hijas, Olga y Silvia, y ahora más recientemente la felicidad y la locura de ser abuelos de tres preciosos nietos, Álvaro, Vega y Leo, que son los que actualmente llenan nuestros días de felicidad y nos aumentan las ganas de vivir para verlos crecer.
Una bella muchacha sube al trono 21
con su corte de damas, y el pueblo frente al arco de la iglesia, su reina la proclama.
En sustitución de este acto, en la noche del 14 se han venido celebrando diferentes actividades a lo largo de estos últimos 30 años. Durante algún tiempo tuvo un importante apogeo el Concurso de Sevillanas que congregaba a mucha gente en el paseo para ver a nuestros jóvenes marcar los pasos de este típico baile andaluz. Recuerdo con mucho cariño los años en los que mis hijas Olga y Silvia, formando pareja participaron de aquellas jornadas de folklore andaluz, sin poder olvidar la ocasión en la que la pequeña de ellas, Silvia, imitó a Rocío Jurado cantando el clavel, provocando el deleite de todos los presentes. En los últimos años se ha vuelto a recuperar pero no ya como concurso sino como exhibición. En 2003 se produjo la primera proclamación del pregón oficial de nuestras fiestas que tras un parón de cuatro años volvió a celebrarse a partir de 2011, siendo la este año su décima edición. Me precedieron en esta tribuna, Ildefonso Zafra, Bartolomé González, Juan Carmona, Ildefonso Rueda, Carmen Peña, Luis Gómez, Rosario Gallego, Isabel Moyano y Martín Carmona. En la madrugada del 14 al 15, festividad de la Asunción de la Virgen María, la tradicional Aurora o tambora como también se le llamaba. Recorrido de los auroros por las calles de Arjonilla para mediante el canto invitar a la población para asistir al Rosario de la Aurora que solía tener lugar a las 5 de la madrugada. De pequeño, cuando desde la cama escuchaba el ruido de la tambora y el canto de algún motete, así como el estribillo, procedentes de voces en el silencio de la madrugada, la verdad es que me producía sobrecogimiento. Esa es la verdad, que por chica que sea la Hostia 22
lleva Cuerpo y Sangre de su majestad.
Posteriormente en la pubertad ya pude disfrutar de participar al menos de esta celebración en los primeros momentos de la misma.
Al pie de los balcones que florecen se entregan las guitarras, y el cantar de la “aurora” va al encuentro del Rosario del alba.
Tradición de la Aurora que tuvo un auge en los años 70 pero que desembocó en un mal entendimiento de la misma y los abusos llevaron a su desaparición durante algún tiempo. La tradicional botella de anís con la que se surtía a los auroros se vio acompañada por un elevado número de botellas portadas y bebidas por los acompañantes que pasado un tiempo llegó a desembocar en situaciones desagradables y al final todo terminó, nunca mejor dicho, como el rosario de la aurora. Su celebración no aparece reflejada en el programa de festejos hasta el año 1975 y lo hace fijada a las 2 de la madrugada. En la década de los 80 se fue adelantando la hora de su comienzo a la 1 y las 12,30 y ya en los 90 a las 12 de la noche. Este adelantamiento puede ser lo que provocara mayor afluencia de gente, y como consecuencia su desaparición temporal. Actualmente, la Aurora, desprendida de su sentido religioso, es cantada en estas fechas por miembros de la Asociación de Mujeres Segueda.
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La Cofradía de la Virgen del Rosario lo hace en el sábado anterior al primer domingo de septiembre, fecha en la que celebramos la festividad de la Virgen del Rosario. Ya de madrugada, antes a las 5 de la mañana y actualmente a las 8,30, procesión de la Virgen del Rosario.
Desfile de estrellitas temblorosas que en el aire se apagan, cuando ya huele a fiestas en el pueblo y se enciende el programa.
Metiéndonos ya en los días claves de las fiestas, recordaremos la costumbre de iniciarlos con una Diana Floreada. Recorrido musical realizado por la Banda de música por las calles del pueblo animando a la población y recordando que nos encontramos en fiestas. Hora, 6 de la mañana. ¿Os imagináis esto en la actualidad? A los jóvenes no les serviría para despertarlos pues los cogería en pleno botellón, a falta todavía de unas horas para ir a tomar el desayuno antes de acostarse.
Y despiertan a toque floreado las seis de la mañana…
¿ Y qué decir de la asistencia de una gran mayoría a las 6 de la tarde a una carrera de cintas en bicicleta, carreras en bicicleta de velocidad y lentitud, cucañas, tiro al plato, carreras de sacos y en burros, fútbol, …?
A golpe de pedal,
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pasa la caravana: serpiente de colores niquelados, un número a la espalda y cincuenta muchachos que pretenden una copa de plata.
¿Y los clásicos partidos de fútbol frente a nuestros vecinos arjoneros?
De Arjona llegan, por vecina pugna, los once de más fama, y en el ardiente estadio polvoriento, entre gritos y palmas el gol de la vitoria va a un canasto de pipas y avellanas.
El 15 por la noche, los arjonilleros desde tiempos inmemoriales, se concentran para presenciar el cielo arjonillero iluminado por el reflejo multicolor de los fuegos artificiales.
El cielo es explosión de colorines, de fuegos y bengalas, aurora boreal atronadora que se resuelve en lágrimas. 25
En esta faceta el gran cambio vino con la inclusión de la música, pasando de un espectáculo puramente pirotécnico al actual piromusical, ganando como es natural en belleza y espectacularidad. Por la noche, el cuerpo pide verbena. Dos existían en la Plaza de la Encarnación, la del Ayuntamiento y la del Casino, en la que recordamos las actuaciones de la Orquesta Sahara y su animadora Gelu.
Arcos de farolillo y cadeneta la verbena engalan
Verbenas, en otros tiempos sí, populares, con muchas parejas disfrutando de los sones marcados por la orquesta de turno y multitud de miradas alrededor de la pista, sin perderse detalle alguno, comentando el modo de seguir el ritmo de algunos y la proximidad o lejanía entre los miembros de cada una de las parejas, o algún que otro detalle que al día siguiente se compartiría con el vecindario. Verbenas en las que hasta los años 50 se celebraban concursos de cante flamenco, canción popular y moderna y caricatos, donde los vecinos competían por alcanzar el orgullo del vencedor y los premios ofrecidos por el Ayuntamiento. En 1975 llegó el gran cambio con las nuevas instalaciones del Polideportivo Municipal San Roque. Llegaron los años de grandes actuaciones tanto de solistas como de grupos, todos de primera línea: Juan Pardo, Luz Casal, Manolo Escobar, Dúo Dinámico, Pekenikes, Olé-olé, Nacha Pop, etc. El polideportivo de llenaba de público local y de visitantes, pero lo que es el espíritu del baile de la verbena se iba perdiendo. Y con el tiempo se ha ido perdiendo aún más. Considero que no podemos buscar un culpable de ello, simplemente que hemos ido cambiando con el paso del tiempo y en la actualidad nos movemos con otros gustos e intereses. En esta faceta donde el paso del tiempo ha afectado menos es en el Baile Infantil que sigue siendo muy concurrido por la práctica totalidad de niños y niñas. 26
La verbena infantil pone en el aire su traviesa mirada, con rumbo de lunares y sombreros de cartón y ala ancha.
Actualmente, en esos tiempos convulsos para la celebración de festejos taurinos, hemos de recordar que este tipo de festejos son de honda tradición en nuestras fiestas patronales y de los más queridos por los arjonilleros a lo largo de su historia. Los toros en sus diferentes formas como las capeas, becerradas, toro de cuerda, novilladas y espectáculos taurinos-musicales, han sido los festejos más deseados por los arjonilleros , teniendo constancia de su celebración a lo largo de más de cuatro siglos, aunque en todos tiempos con el denominador común de dificultades de tipo legal para su celebración.
En el ruedo cuadrado de madera con peligro en sus gradas, bordan risas y sustos y claveles, los quites de las capas. Ante el mozo valiente y espontáneo disimulan los guardias.
Justo hace ahora cuatro siglos, en 1616, el Ayuntamiento acordó cerrar la plaza pública, lo que conocemos como el “mercado”, denominación ésta que ha caído en desuso y sustituida por la de “paseo”, para adaptarla a la celebración de festejos taurinos, levantando unas tapias para su cierre. 27
En esta plaza pública se celebraron festejos taurinos hasta los años 30 y sabemos que se colocaban andamios para el cierre de la misma en su confluencia con las calles adyacentes con puertas que facilitasen o denegasen el acceso a la plaza, según lo deseado en cada momento. La puerta principal era la situada dando a la actual Avda. de Andalucía y era una puerta de grandes dimensiones, sobre unos 2,5 m de altura y se le llamaba portón. En una ocasión, una vaca cárdena, según me contó Antonio Córdoba, gran aficionado taurino y organizador de estos festejos, se dirigió con gran bravío hacia este portón, derribándolo y saliendo corriendo por la calle las Parras en dirección al Majuelo y nunca fue encontrada, aunque algunos se atrevían a afirmar que se iría hacia La Carolina, donde había sido adquirida. Este hecho dio origen al dicho arjonillero “te pille la vaca que trepó el portón”, cuando a alguien en tono jocoso le deseamos un mal. En los años 40, los festejos taurinos pasaron a celebrarse en el patio de armas del castillo. Algunos jóvenes aficionados del pueblo actuaban de lidiadores. Tenemos testimonios de ello de algunos como Bernardo Varea, José Luis y Antonio Castillo, Francisco Sotomayor y Francisco Puentes. En 1942, a pesar de la penosa situación económica, se celebró una novillada que fue lidiada por un matador local, Rafael Ruiz Díaz “Rafaelín”, “Sanantón”. De los años 70 recuerdo los toros de cuerda que despertaban un gran interés entre la población. A partir de estos años, ante las exigencias legales para la celebración de este tipo de festejos, en el programa se anunciaban de tapadera con La gran sorpresa, Sorpresa Bomba, La sorpresa esperada por todos. En estos años, supe de la costumbre de décadas atrás en las que los jóvenes del pueblo acudían al Ayuntamiento cuando se encontraban allí las autoridades celebrando la recepción, gritando ¡toros! ¡toros! ¡queremos toros! Recordando tiempos pasados en los que esto era algo habitual. Y por la tarde acudían a la plaza ya preparada para disfrutar de su festejo preferido.
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A pesar de enormes dificultades (la peste equina en los últimos años) y en diferentes formas y lugares, los toros siguieron celebrándose cada año hasta el pasado 2008, último año en el que se celebró una novillada. El día grande de nuestras fiestas es sin duda alguna el 16, festividad de San Roque, nuestro patrón. El templo parroquial se llena de fieles para asistir a la gran fiesta religiosa y posterior beso a la reliquia de nuestro santo protector.
La fiesta del San Roque arjonillero -báculo y calabaza-, llena el templo de fieles y de rosas, de incienso y de añoranza.
Es inevitable recordar los años en los que la sagrada cátedra estaba ocupada por nuestros sacerdotes paisanos, Rafael Martínez Díaz y Ángel Carmona Martínez y las pláticas que dirigían a los fieles allí congregados. En la actualidad también supone un gran orgullo y satisfacción que en ese día presida la eucaristía alguno de los sacerdotes hijos de este pueblo, como Juan Ramón Gómez, Carmelo Lara o Alfonso Rueda. Finalizada la fiesta religiosa, llega el momento para mí más importante de las fiestas excepción hecha de las celebraciones religiosas, la recepción o ponche como le solemos llamar. El momento del año en el que elevamos al máximo nuestra identidad arjonillera, sacamos a relucir el cariño y buenos sentimientos acerca de nuestro pueblo. Refrescante ponche acompañado de unas ricas patatas fritas y desde hace unos años de la degustación de nuestro típico potaje de habas con berenjenas que suele estar delicioso. Y a continuación eclosión de nuestro arjonillerismo, la banda de música interpretando la música y los arjonilleros cantando y bailando, los polvos, la aurora, la morenita y el himno de Arjonilla. Así veía este momento nuestro paisano y gran músico Alfonso Díaz. 29
La recepción es un abrazo entrañable entre familias y amigos honrando al patrón.
La recepción es un lúdico evento que evoca recuerdos en tan grata reunión.
Y es la música que nos da tono y colorido cuando acompaña la nueva canción.
¡ Que viva Arjonilla! San Roque y su tradición. muy felices todos gozamos este bello momento de la recepción.
Recepción que conocí en el Salón de Plenos del Ayuntamiento en 1970 que se abarrotaba de público y quedándose pequeño. Por este 30
motivo se celebró en años posteriores en la Casa de la Cultura, Casa del Marqués, Pabellón Municipal, actual parque junto al Consultorio médico, en el actual Paseo Maestro Roque Ortega y finalmente en el Parque de la Soledad donde tiene lugar actualmente. Por la noche llega el momento de pasear la imagen de nuestro patrón San Roque por las calles arjonilleras. Devoción en los anderos al pasearlo sobre sus hombros y devoción del resto de arjonilleros deseosos de ir junto a su imagen en procesión.
Roque va por las calles –con el perro que siempre le acompañan-, en su santa madera peregrina de claveles cuajada. Una colcha de seda por bandera, adorna las fachadas… Las campanas repican azahares cuando San Roque pasa.
Este año, para que los arjonilleros puedan embellecer sus balcones para honrar a nuestro patrón al paso por sus calles, las cofradías de la Virgen del Rosario y Veracruz, han confeccionado unas colgaduras con la imagen de San Roque. Al día siguiente de su festividad, San Roque de nuevo pasea por las calles arjonilleras. Lo despedimos con un espectáculo de luz y sonido a cuyo final nos invade la nostalgia pues ya se queda en casa. Durante el resto del año acudiremos a verlo a través de la mirilla para rogarle y darle gracias. 31
Y por la anochecida, entre palmeras, músicas y plegarias, Roque vuelve a la puerta de su ermita -de la cruz plateada-, orilla de los bancos donde sueñan las caricias tempranas.
A partir de ese momento en el que la imagen de San Roque entra de nuevo en su ermita, la frase más repetida entre los arjonilleros allí congregados es “ya se han acabado las fiestas”. Y ello a pesar de que todavía quedan dos noches de verbenas y el baile infantil además de alguna que otra actividad lúdica dedicada principalmente a los niños.
Y toda esta fiesta, con San Roque por protagonista porque así lo han querido los arjonilleros a lo largo de su historia desde que en 1602 lo eligieron por patrón. El 20 de mayo de ese año, la Corporación Municipal lo nombró nuestro abogado intercesor para rogarle intercediese ante Ntro. Sr. para que nos librase de la peste. A cambio y en agradecimiento, el pueblo se comprometía a ayunar el día de San Roque, hacer fiesta al santo con procesión de su imagen y tener su ermita decente. Arjonilla se encontraba afectada de la peste a finales del siglo XVI por lo que se tuvieron que tomar varias medidas. Se instaló una enfermería para cuidar a los afectados, contratando a médicos llegados de fuera para realizar esta labor, entre ellos uno de los más afamados como Alonso de Freylas. El pueblo fue rodeado con tapias colocándose puertas para el control de entrada y salida de personas en las que se ubicaban vigilantes para evitar el paso de personas que pudiesen transmitir contagio de esta terrible enfermedad. En esos años, esta enfermedad era considerada como un castigo de Dios y por ello además de lo anterior, el 32
pueblo elevaba sus rogativas a San Roque, santo cuyo poder de intersección para esta enfermedad, se había extendido por toda Europa, cuya devoción había comenzado en el siglo XV. En marzo de 1602, Arjonilla quedó libre de la peste, y en agradecimiento al santo al que se le había pedido su protección, el pueblo le nombra su patrón dos meses después, aunque con anterioridad, a finales del siglo XVI San Roque tuviese ya su ermita y cofradía en Arjonilla. El cabildo municipal renovó este voto a San Roque en los años 1654 con la canonización del patronazgo, 1834, 1952 y 2002, año en el que con motivo del cuarto centenario del voto, San Roque fue nombrado alcalde mayor perpetuo de Arjonilla. Cuatro siglos después, este humilde arjonillero se siente orgulloso de este patronazgo y ello por un doble motivo: por haberse generado desde el agradecimiento de este pueblo y ya sabéis el dicho, es de bien nacido, el ser agradecido, y por haberse realizado en San Roque, ejemplo de misericordia. Poco después de haber recibido el encargo de realizar este pregón, una de las primeras cosas que me vinieron a la cabeza era la enorme satisfacción de que esta circunstancia me haya llegado precisamente en este año, el año de la Misericordia, y que mejor ocasión para hablar de San Roque. San Roque nace a mediados del siglo XIV el seno de una familia noble y cristiana y lo hace con una cruz en el pecho, grabada para siempre, hecho insólito, que visto a los ojos de la fe, era una fuente de gracia. De joven, vendió todos sus bienes, los repartió a los pobres y se hizo siervo de Cristo. Se desnudó de su identidad personal, prometiendo permanecer en el anonimato para evitar recibir atención especial debido a su origen noble, todo ello muy alejado de las frecuentes actitudes humanas actuales de falta de humildad y de mirada caritativa. Lleno de amor, caridad, espíritu de humildad y devoción, decidió peregrinar a Roma para venerar las tumbas de los Santos Apóstoles. Se detuvo por el camino para atender a personas afectadas de peste. Y al llegar a Roma se encontró con un escenario desalentador por la propagación de la peste y como humilde 33
peregrino, entre las espinas de los problemas humanos, crecería su grandeza espiritual. Durante su estancia en la ciudad eterna fue llevado ante el Papa por expreso deseo de su Santidad al haber tenido noticia de que había llevado a cabo curaciones de la peste, entre otras a un alto prelado de la curia, y estando ante él, admirándolo, expresó: “parece que viene del cielo”. Después de haber cumplido con la promesa de honrar las tumbas de los Santos Apóstoles y visitar los templos más importantes, San Roque regresa a Montpellier para expresar su ferviente deseo de trabajar en el nombre de Cristo. Pero se detiene en Piacenza para auxiliar a afectados de peste y se contagia de esta terrible enfermedad con una inflamación dolorosa en la pierna, quedándose refugiado en una cabaña del bosque pasando hambre y sed. Allí fue descubierto por un perro, llamado Guinefort según unos y Melampo, según otros, pero coincidentes todos en su intachable fidelidad, le llevaba a San Roque los trozos de pan que cogía de la mesa de sus amos y se los llevaba, salvándole así la vida. Al mismo tiempo, San Roque se surtió de agua de una fuente que brotó repentinamente cerca de la cabaña. Después de un corto período de tiempo sanó de la peste. Una vez en condiciones de continuar el viaje de regreso, se puso en marcha, teniendo para ello que atravesar zonas que se encontraban en guerras y dado su mal aspecto por las ropas que llevaba, levantó sospechas y fue encarcelado en Voghera. Allí, de repente, salió a la luz su verdadera identidad, pero a pesar de que un tío suyo era el gobernador de aquella región y le reconoció por su cruz, fue mantenido en la cárcel donde murió el 16 de agosto de 1376 ó 1379. A partir de su muerte se fue convirtiendo en una carismática figura, convirtiéndose en el santo patrono de los enfermos de peste y en general de todos los afectados de enfermedades infecciosas. Dos siglos después, en Roma, la Hermandad de San Roque, construyó un hospital con una pequeña iglesia en las cercanías del Mausoleo de Augusto. Allí es donde se encuentra actualmente la iglesia de San Roque.
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Encontrándome en Roma el pasado año durante un período de tiempo más largo de lo habitual (fueron cuatro meses) ello me posibilitó el tratar de indagar en esta ciudad acerca de la devoción a San Roque, ya que una parte importante de su vida tuvo lugar allí. Junto a Pili, mi mujer, nos acercamos hasta la iglesia de San Roque, lugar que posteriormente visitamos con cierta frecuencia y al que animo a visitar cuando vayáis de visita a la ciudad eterna, pues no os llevará demasiado tiempo ya que se encuentra muy cercana a dos lugares muy visitados por todos los que hasta ella llegan, la Plaza de España y la Plaza del Popolo. En primer lugar pudimos apreciar la imagen de San Roque en una capilla lateral y junto a ella, una de las reliquias más importantes del Santo, la segunda en importancia tras las de Venecia. Allí se encuentra la Insigne Reliquia del brazo de San Roque, concretamente el antebrazo derecho. Pero además, mi visita tenía otro importante objetivo, el de contactar con la Asociación Europea de Amigos de San Roque que tiene allí su sede. No fue posible el primer día pero sí en una nueva ocasión al haber hablado previamente vía telefónica con Constantino de Bellis, procurador de esta asociación. Y lo cierto es que me produjo una gran satisfacción ya que me encontré una asociación muy viva, siempre en plena actividad, y lo que es más importante, con un itinerario espiritual cuyos puntos fuertes son los aspectos esenciales de San Roque: la peregrinación, la mansedumbre evangélica, la pobreza y las obras de caridad. Además de encuentros de oración, entre ellos los realizados cada 16 de mes, la asociación tiene en marcha varios proyectos de caridad. Cada domingo, la denominada mesa de los pobres. Tras la asistencia a la misa de las 9 de la mañana, desayuno para todos los necesitados que hayan acudido y finalmente se le entrega una pequeña cantidad de dinero, muy pequeña, debido a la escasez de recursos económicos. Y todos los martes y los jueves, recepción a las personas sin hogar y asistencia médica a los que la necesiten. Desde hace varios años llevan a cabo importantes proyectos en países africanos: construcción de pozos y escuelas y donación de sillas de ruedas a inválidos. Es el propósito de esta asociación el llevar a cabo iniciativas del más alto nivel social, cultural y de inspiración cristiana en nombre de San 35
Roque, tutelando su devoción, el arte y la auténtica religiosidad popular desarrollando alrededor de la figura del Santo peregrino de Montpellier. Constantino de Bellis, procurador de esta asociación y guardián de la reliquia del brazo de San Roque, me transmitió la doble posibilidad de que la reliquia viajara hasta Arjonilla y que formáramos parte de esta asociación. Por mi parte le obsequié el libro “San Roque. Patrón de Arjonilla” escrito por mi sobrino Ildefonso Rueda, para que así puedan conocer nuestra devoción a este santo y para que forme parte del Museo Iconográfico Europeo de San Roque que existe en la localidad italiana de Capriati al Volturno. Como anécdota, contaros que en el momento de la entrega del libro estaba también presente una religiosa española, concretamente almeriense, una de las cuatro religiosas de la congregación de la Divina Infantita que son colaboradoras con la parroquia y con la asociación en casos como el de la mesa de los pobres y fue ella quién mirando la portada del libro me dijo que nuestro San Roque tenía una cara muy seria a lo que le respondí que efectivamente, representaba a una persona de rictus serio, algo normal ante las situaciones a las se enfrentaba en la vida y que sin duda alguna, para mí, es la más bonita de cuantas haya visto hasta ahora. Por cierto, ahora que hablamos de nuestra imagen de San Roque, decir que hace unos años cambió notablemente su aspecto ya que a los acostumbrados atributos del perro, el ángel, el bastón, la calabaza, las conchas y el sombrero, le fue añadido la corona, lo que le agrega el atributo de la santidad. El pasado año, en el día de San Roque, estuvimos presentes en la fiesta y posterior procesión de la imagen de San Roque por las calles de Roma. Como anécdota, el hecho de que me ofrecieran portar el gallardete en la procesión, ofrecimiento que decliné porque en ese momento mi gran objetivo era dejar recogidos en imágenes esos momentos que estaba viviendo y así lo hice. Tras un conocimiento algo más profundo de la vida de nuestro patrón, en cuyo cuerpo están representadas las grandes virtudes que practicó durante toda su vida como la pobreza, caridad, entrega generosa 36
y servicio a los débiles, y teniendo en cuenta el orden en el que actualmente se encuentra nuestra sociedad, plagada de luchas y con millones de pobres a los que les resulta imposible el acceso a bienes materiales imprescindibles para su sustento, ello tendría que llevarnos a imitar a San Roque y tomar el camino de trabajo por una sociedad más responsable, justa y solidaria. A nivel individual, un análisis detenido de las bondades de la vida de San Roque, nos podría conducir a convertirlas en ejemplo a imitar, y bien cultivadas, llegaran a ser un compromiso de vida. Difícil en estos momentos que vivimos, pero no imposible. Cumpliríamos así con lo que hace unos días nos pedía el Papa Francisco en la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas en Cracovia con estas palabras: «Si un cristiano no vive para servir, no sirve para vivir». Llegado este momento, me doy cuenta que ya ha transcurrido un cierto tiempo y aún no he cumplido con el cometido que a mí se me había encomendado para llevar a cabo en esta noche, que no es otro que pregonar nuestras fiestas patronales en honor de San Roque. Pregonar es anunciar y difundir, en este caso, nuestras fiestas patronales de San Roque, sin duda, dentro del elevado número de ellas que celebramos a lo largo del año, las más importantes y las más esperadas por todos. Y como amante de nuestras tradiciones, voy a echar el pregón al estilo arjonillero, en el modo en el que lo aprendí cuando era joven, y así algunos podrán recordar una de nuestras tradiciones ya perdidas con el paso del tiempo, y otros podrán aprenderlo porque debido a su edad es algo desconocido para ellos. Para ello me he provisto del material adecuado, necesario e imprescindible para llevarlo a cabo, el tambor de los pregones, que se conserva en el Archivo Municipal. Tambor que tenemos aquí esta noche ante nosotros. Algunos recordaréis el modo en el que los pregones se llevaban a cabo en el pueblo recorriendo sus calles y haciendo paradas en las equinas para proceder a transmitir el mensaje del pregón. Recuerdo algunos de los mensajes más frecuentes como es el caso del bando del Alcalde instando a 37
los vecinos a encalar sus fachadas ante la proximidad de las fiestas patronales, el lugar donde se compraba la aceituna de la rebusca, los días y lugar para vacunar a los perros,… Estos pregones fueron realizados oralmente a partir de los golpes del tambor posiblemente hasta 1982 ya que me informaba Mateo, nuestro Jefe de la Policía Local que fue en 1982 cuando el Ayuntamiento compró el primer coche para la Policía Local, al que le fue colocado el altavoz y a partir de ahí los pregones fueron realizados de ese otro modo. El tambor era portado por Roque Nevado, conocido en el pueblo por Roque “Marcos”, que vivía en la parte baja de la calle Barrancos, muy cerca de la Albarrá. Roque no sabía leer y por tanto necesitaba de la ayuda de otra persona, solía ir acompañado del Alguacil Municipal o de algún Policía Municipal, que era el portador del bando o mensaje de la Alcaldía. Para realizar el pregón, recorrían las calles del pueblo y se detenían en las esquinas, en ese momento, Roque procedía a dar toques de tambor, por cierto, con un solo palo, pues su objetivo no era hacer música, sino simplemente, algo de ruido o sonido que ya los arjonilleros lo teníamos identificado y en cuanto lo escuchábamos salíamos a la calle para conocer el contenido del pregón. Una vez había acudido la gente, paraban los toques del tambor y el alguacil o municipal acompañante, cogía el papel con el texto del pregón y comenzaba a dar lectura en voz baja a pequeños fragmentos del mismo y a continuación Roque los iba reproduciendo en voz alta para que lo oyesen los vecinos. Eso daba pie, en ocasiones, a situaciones jocosas, como las que provocaba el Guardia Municipal, Manuel González, que para que lo identifiquéis rápidamente, os recordaré que era el marido de María “la peinadora”, hombre que estaba dotado de un carácter amigable y desenfadado y que a veces, cuando se encontraba con buen ánimo y un público oportuno para ello, sacaba su lado cachondo y en vez de proceder a la lectura del pregón que se le había encomendado, se inventaba algo con un contenido bromista, que servía de risa a todos los presentes. Pero no queda ahí la cosa, a continuación le regañaba a Roque por decir eso, mientras él le contestaba que era lo que le había dicho. Pasados estos momentos que servían de diversión, se procedía a dar el pregón correcto. 38
Sabido esto, me dispongo a dar el pregón que se me ha encomendado, esperando que todos os deis por enterados y cumpláis con lo expresado en él:
De parte del Sr. Alcalde se hace saber: Que desde hoy, 14 de agosto y hasta el próximo día 18, Arjonilla está en fiestas en honor de nuestro excelso Patrón San Roque.
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Días en los que los arjonilleros y arjonilleras mostramos de un modo especial una sentida devoción a nuestro Santo patrón y protector, rindiéndole culto y acompañándolo en sus salidas procesionales. Días de reencuentros en los que os pido hagamos un esfuerzo especial en reforzar nuestras relaciones de amistad, disfrutar de una convivencia entre todos y que la alegría sea el elemento predominante en todo momento, disfrutando de una completa y sana diversión. Pero os pido que este ambiente no sea sólo fruto de estas fechas, sino que tratemos de prolongarlo a lo largo de todo el año, aprovechando a lo largo del mismo, las oportunidades que la vida laboral y familiar nos lo permitan para disfrutar de gratos momentos de convivencia, amistad y diversión. La diversión en común es un medio útil para formar un pueblo unido y afectuoso. Por lo tanto cuando nos divertimos, a la vez que lo pasamos bien, contribuimos con ello a estar más hermanados, formando un pueblo unido y feliz. Pero para que esto sea posible, en nuestros ambientes se tienen que dar unas situaciones propicias para ello. Para que esto sea así, recurramos una vez más a San Roque para pedirle interceda por nuestro pueblo y por nosotros los arjonilleros y arjonilleras. En primer lugar, salud para todos y en especial para nuestros mayores, para que en los últimos días de su vida puedan encontrarse felices. Que sepamos hacer un buen uso de los recursos naturales y que además eso nos pueda llevar a que todos los arjonilleros lleguen a tener acceso a un puesto de trabajo, acabándose así el paro y la emigración. Te pedimos por todos, pero sobre todo por los que más lo necesitan, tanto en lo material como en lo espiritual. Y que cuando nos lleguen situaciones adversas, como las enfermedades y los sufrimientos que la vida nos genere, sepamos aceptarlas y llevarlas con resignación y paciencia.
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Querido Patrón San Roque tu amor y protección, con mi corazón te suplico, y con humildad te ruego que prestes tu atención a los arjonilleros que a Ti se dirigen con gran devoción.
He dicho
¡¡¡ VIVA SAN ROQUE !!! ¡¡¡ VIVA ARJONILLA !!! ¡¡¡ VIVAN LOS ARJONILLEROS !!!
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