Tras las huellas de Bartolome Mecado Lara. En Roma Alfonso Rueda Nevado
Tras el regreso de mi estancia en Roma en 2015, que me permitió indagar sobre la estancia en esta bella ciudad de nuestro paisano Matías Ruz, de lo que ya di cuenta en el artículo “Tras las huellas de Matías Ruz en Roma”, publicado en este programa de 2015, en un encuentro con Pedro Montoro, en el que charlábamos sobre la gran exquisitez de la ciudad romana y le contaba las indagaciones realizadas en ella sobre nuestro paisano y gran pintor, le vinieron a la memoria algunos recuerdos sobre su estancia en la ciudad eterna, entre ellos la visita que junto a Hospital de la Orden de San Juan de Dios en la Isla Tiberiana.Roma Matías había realizado en la Isla Tiberina a nuestro paisano Bartolomé Mercado Lara. Y recordamos que se trataba de la persona que había realizado los trámites que hicieron posible la llegada a Arjonilla de la reliquia de San Roque. En ese momento había nacido en mi mente un próximo objetivo de investigación, indagar en Roma sobre la vida y obra de nuestro paisano Bartolomé. Encontrándome de nuevo en Roma a finales del pasado año 2016, llegó el momento de cumplir ese objetivo. En principio había que determinar los pasos a dar y el lugar de los mismos. Y recordando las palabras de Pedro Montoro de que se había encontrado con él en la Isla Tiberina, pensé que hacia ese lugar tendrían que ir encaminados mis pasos.
La Isla Tiberina es un espacio de terreno que se encuentra dentro del río Tíber cuando atraviesa Roma, cerca de la colina que alberga su Ayuntamiento. Al haberla visitado con anterioridad y conocer que allí lo que había visto era un hospital y una iglesia, pensé que al tratarse de un religioso, en la iglesia es donde debería indagar acerca de él. Esta iglesia que ya había visitado en varias ocasiones, es la Iglesia de San Bartolomé que recientemente se ha convertido en un santuario ecuménico en memoria de los mártires del siglo XX, algunos españoles entre ellos. Pero en la noche anterior al día que pensaba realizar la visita, se me ocurrió echar un nuevo vistazo sobre la estampa recordatoria que sobre el fallecimiento de Bartolomé en Roma en 1962, guardo desde mediados de los años 80. Y de pronto fijé mi atención en una palabra que en anteriores ocasiones me había pasado desapercibida, Fatebenefratelli.
Hago a continuación algo habitual en estos tiempos, introduzco esta palabra en google donde una vez traducido al español me encuentro que significa “hermanos de hacer el bien” y que Fatebenefratelli es el nombre popular del Hospital de la Orden de San Juan de Dios en Roma. Esto supuso un giro radical en mi estrategia de investigación pues mi mirada se centra a partir de ese momento en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Y me pongo en contacto con el Superior General, Hermano Jesús Etayo Arrondo, informándole de mi interés por conocer los datos posibles acerca de Bartolomé Mercado. Estampa recordatorio del fallecimiento de Bartolomé Mercado.
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En primer lugar se mostró muy agradecido por mi interés mostrado sobre este hermano y en 24 horas me informó que en el archivo de la orden con sede en la Curia General en Roma había 4 fotografías (una ya la tenía yo) y varios documentos como la ficha de la orden y dos cartas, una escrita por él y otra en la que se comunicaba su fallecimiento. Al manifestarle mi interés en ver estos documentos, puso el archivo a mi Momento de la consulta realizada en el Archivo de la Orden. disposición. Siguiendo sus instrucciones me puse en contacto con Chiara Donati, encargada del archivo con quién concerté una visita al mismo el 27 de diciembre. Cordial y profesional recibimiento por parte de la responsable del archivo hacia mi persona y de Pili, mi mujer, que una vez más, y a excepción del de Arjonilla, siempre me acompaña en mis visitas a los archivos (Simancas, Madrid, Jaén, Andújar, Santuario Virgen de la Cabeza y Roma). En Roma son ya tres los archivos visitados: Compañía de Jesús, Academia de Bellas Artes de España en Roma y este último de la Orden de San Juan de Dios. De momento puso en mis manos la carpeta que contenía la documentación sobre Bartolomé Mercado Lara conteniendo lo indicado más arriba: 4 fotografías, ficha de la Orden, una carta suya dirigida al Superior General pidiéndole le fuese concedida la profesión solemne dentro de la Orden y otra del Superior General al Superior Provincial de la provincia Bética comunicándole su fallecimiento y ofreciendo datos acerca de la enfermedad fallecida y los últimos días de vida de nuestro paisano Bartolomé. Pero antes de dar conocimiento de estos datos del archivo sobre Bartolomé, vamos a ir a sus comienzos en Arjonilla y su ubicación familiar.En el libro de Registro de Nacimientos nº 56 del Registro Civil de Arjonilla, con el nº 95, en el folio 96, queda recogido que a las 11:15 horas del día 28 de enero de 1927 , ante Benito Lara Cachinero, Juez Municipal, y José Mª Olivares Tijeras, Secretario, se procede a inscribir el nacimiento de un varón ocurrido en este pueblo a las 7 horas del día 26 del corriente en la casa de sus padres sita en la calle Camino de Arjona, siendo hijo natural de Mariano Mercado Plaza, de 23 años, jornalero y Mª del Carmen Lara Vela de 22 años, nieto por línea paterna de Bartolomé Mercado García y Salvadora Plaza Concha, y por la materna de Manuel Lara Hernández y Pilar Vela García, todos jornaleros y vecinos de Arjonilla, y se le pone de nombre Bartolomé. La inscripción se lleva a cabo a partir de la manifestación del padre, actuando como testigos Antonio Varea Rincón y Cristóbal García Carmona. En el margen izquierdo hay una inscripción realizada el 19 de agosto de 1963 en la que se indica que falleció en Roma (Italia), el 22 de febrero de 1962, según comunicación del Cónsul General de España. Fue Bartolomé el mayor de los cinco hijos del matrimonio formado por Mariano Mercado Plaza y Mª del Carmen Lara Vela, siendo el resto, Salvadora (Valencia), Pilar (Barcelona), Manuel (Oberhausen-Alemania) y Encarnación (Viladecans). El domicilio familiar estaba en el Camino de Arjona, exactamente el lugar que hoy ocupa la Granja Avícola Santa Catalina. Allí nacieron y vivieron los 5 hijos de esta familia. Mariano, el padre, regentaba el tejar también ubicado en ese mismo lugar. Y desde allí, como ocurrió con tantas familias arjonilleras, todos los hijos e hijas, fueron emigrando en busca de oportunidades laborales y lo hicieron a los lugares que se indican entre paréntesis en cada uno de ellos.Bartolomé tenía desde muy joven su mirada encaminada hacia el servicio de los demás desde un enfoque cristiano. Ingresó en el Seminario de Jaén, donde estuvo durante dos o tres cursos, aquellos en los cuáles su estancia allí era posible gracias a la ayuda prestada por D. Luis Ramírez Olivares, ya que la condición humilde de la familia no le permitía afrontar los gastos de esa estancia allí. A su regreso del seminario, Bartolomé trabajaba en el tejar familiar. Nos dice su hermana Encarnación que desde muy joven mostraba su gran inclinación por el estudio y el estado religioso. Así, cuando bajaba con burros a la Albarrada para traer el barro para el tejar, Bartolomé lo hacía con un libro en la mano para ir leyendo mientras hacía los caminos de ida y vuelta a la cantera de barro.
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Llegado el momento (finales de la década de los 40), prestó el servicio militar en el Puerto de Santa María (Cádiz). Servicio, que dadas las inclinaciones de Bartolomé, fue más religioso que militar, ya que su destino estuvo en un hospital junto a unas monjas a las que ayudaba en sus tareas. Y donde también mostraba sus grandes dotes pictóricas y artísticas.Del 19 al 23 de febrero de 1950 realizó en Arjonilla unos ejercicios Espirituales organizados por el párroco D. Fernando Caballero González, al que asistieron 29 personas, entre ellos mi padre. Bartolomé en la foto del grupo, abajo a la derecha con una campanilla en la mano. Grupo de Ejercicios Espirituales 1950
Unos meses después, el 3 de enero de 1951, se proclamó postulante de la Orden de San Juan de Dios. Con él ingresaron en esta Orden otros dos arjonilleros, Pedro Carmona Castro y Victoriano Fernández Cachinero. Pedro enfermó y eso provocó su regreso al entorno familiar, no volviendo a incorporarse posteriormente.
Bartolomé Mercado Lara
Pedro Carmona Castro
Victoriano Fernández Cachinero
En su ficha de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios aparece como Fr. Bartolomeo Mercado Lara, con fecha de nacimiento el 27 de enero de 1927 en Arjonilla, y bautizado el 29 de ese mismo mes. Ingresa como postulante el 3 de enero de 1951 y como novicio en Ciempozuelos (Madrid) el 25 de abril de 1951, donde estuvo hasta el 26 de abril de 1952, justo un año. En esa fecha del 26 de abril de 1952 hizo votos temporales en esta orden. Y unos meses después, el P. Jacinto del Cerro Alcántara, Superior de la Provincia BéPortada del Hospital de San Juan de Dios en Roma. tica, le acompañó hasta Roma, destino en el que permaneció el resto de su vida.En Roma se encontraba realizando su gran labor de ayuda a los demás trabajando en el Ospedale San Giovanni Calibita de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Allí, entre otras labores, era el responsable de la farmacia del hospital. El 14 de febrero de 1955, desde este hospital, Bartolomé se dirige por escrito al Superior General de la Orden, Fr. Mosé Bonardi pidiéndole realizar la profesión de votos solemne, que tiene lugar en Roma el 26 de abril de 1955. La carta está escrita en italiano y traducida al español, gracias a la aportación de mi hija Olga, dice lo siguiente: Rvmo. P. General: Acercándose la fecha del vencimiento de mis votos temporales (26-IV-55) que realicé en nuestra Casa-noviciado de Ciempozuelos con gran consolación de mi alma y con la decisión de consagrarme al Señor para toda la vida,
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hoy manifiesto a V. P. Rvma. mi deseo de hacer la profesión solemne, si lo creen conveniente los Superiores. Por ello, suplico a V. P. Rvma. que acepte mi deseo, ya que me lleva a ello la mejor intención y propósito deliberados, en plena libertad y con el firme propósito de perseverancia hasta la muerte en la vida religiosa-hospitalaria. Gracia que espero conseguir de V. P. Rvma. para bien de mi espíritu y le doy las gracias de todo corazón. Me profeso a V. P. Rvma. como hijo devoto del Señor. Fr. Bartolomé Mercado. Su estancia en tierras algo lejanas no le impidió a Bartolomé seguir en contacto con su familia y con su pueblo. En varias ocasiones vino hasta Arjonilla para estar con la familia. En junio de 1959, Bartolomé, siguiendo la invitación que le había sido cursada desde Arjonilla, vino a su pueblo para participar en la celebración de la Fiesta Diocesana de Espigas. Esta sería posiblemente su última estancia en su pueblo. También mantuvo contacto con algunos paisanos con las visitas que estos le hicieron en Roma. Ya hemos citado anteriormente como Matías Ruz y Pedro Montoro le visitaron en una ocasión. Matías Ruz, al ser también residente en Roma, sabemos que le visitó en alguna otra Bartolomé en su mesa de estudio. ocasión. Otros paisanos que también llegaron a visitarlo al menos una vez, fueron D. Luis Ramírez Olivares y Pedro Albín Víctor. Según me informa su hermana Encarnación la visita fue en respuesta a la invitación realizada a ambos por Bartolomé. Recordaremos que D. Luis fue su mentor y protector durante su estancia en el Seminario. Y Pedro Albín Víctor, tiene en común con él que tenía ante sí una vida religiosa de entrega a Dios y a los demás, y que también se vio truncada con su muerte en 1972 cuando era muy joven. Pero todo quedó trágicamente anulado, pues cuando habían transcurrido apenas 7 años de su profesión solemne, Bartolomé se ve afectado de una enfermedad que le conduce a la muerte cuando sólo contaba con 35 años y toda una vida por delante de servicio a los demás. Conocemos algunos detalles de la misma y de Bartolomé Mercado y Pedro Albín en Roma con el Vaticano al fondo sus últimas horas de vida por medio de la carta que con fecha 22 de febrero de 1962, para informar de su fallecimiento dirige el Superior General, Higinio Aparicio, al Superior de la Provincia Bética, Hno. Jacinto del Cerro Alcántara, en la que comunica estar “lleno de dolor”. En la carta se habla de la enfermedad de corazón que Bartolomé padecía de la que se esperaba superara “con su fibra sana y robusta”. Fue operado de corazón y “en el sexto día daba la impresión de que todo se superaba”, pero el día anterior por la tarde, “tuvo una caída vertical en toda la sintomatología de los días pasados y a las 8 de la noche pidió insistentemente los Sacramentos que le administró el P. Rafael al que asistimos varios, quedando todos edificados de la entereza y serenidad con que recibía las disposiciones inescrutables del Señor cuando todo eran esperanzas. Por la noche a las 8.30 se reunieron los Primarios en consulta para agotar todos los recursos posibles; reaccionó bastante unas horas, pero después fue decayendo y a las 2.25 de la noche expiró asistido espiritualmente por el P. Rafael. Estábamos presentes el P. Prior (Hno. Silvio Crosato), Viceprior (Hno. Adolfo Grotz), el P. Ricardo y los Médicos de guardia. Ha tenido una muerte llena de serenidad y de santa paz. Todos hemos quedado sumamente edificados dada la plena esperanza que había en toda la casa de que iba mejorando y superando la crisis, este desenlace nos ha producido profundo dolor y consternación, verdaderamente llorada y sentida entre todos los Religiosos y personal que tanto le conocía y estimaba por sus excelentes cualidades de religioso y de trato social delicado y digno. El Señor nos ha mandado esta prueba, para la Casa Generalicia y para esa amada Provincia V.E. más que nadie probará con nosotros este gran dolor que hoy reina en esta casa.
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Ha tenido una asistencia continua por el P. Ricardo y el H. Vicente; todos los Médicos han demostrado una atención y unos cuidados especiales, lo mismo que los dos Hermanos de la clínica. Adoremos, carísimo P. Provincial, la voluntad de Dios en estos días de prueba.En la estampa recordatorio de su fallecimiento antes citada, en la parte posterior figura una inscripción en italiano, que traducida al castellano quiere decir los siguiente: Su breve y humilde vida dirigida a metas sublimes concluyó con el generoso intento de una mayor dedicaión al Ideal Hospitalario. Conocidos ya algunos aspectos biográficos de Bartolomé Mercado Lara, nos disponemos a continuación a referirnos a un hecho que relaciona íntimamente a Bartolomé con Arjonilla y los arjonilleros y del que le estaremos eternamente agradecidos. Bartolomé fue el que realizó en Roma las gestiones oportunas para que hasta nosotros pudiese llegar una reliquia de San Roque. A principios de los 60 y por petición realizada conjuntamente por Matías Varea Úbeda y los sacerdotes jienenses, Francisco y Guillermo Álamo Berzosa (párroco y coadjutor de la parroquia de Belén y San Roque de Jaén), Bartolomé consigue la concesión de tres reliquias de nuestro querido patrón San Roque. Una de ellas fue destinada a la parroquia jienense de Belén y San Roque, otra a nuestra parroquia de la Encarnación y la tercera fue regalada por Bartolomé a su gran amigo Pedro Reliquia de San Roque desaparecida en el incendio. Carmona Castro.La reliquia existente en la parroquia desapareció en el incendio habido en la Capilla de la Virgen del Rosario el 3 de octubre de 1987. Arjonilla se quedó así sin la querida reliquia de su patrón San Roque. Pasado algún tiempo de este suceso, Francisco Lara Hernández recordó la existencia de aquella tercera reliquia llegada desde Roma y que se encontraba en poder de Pedro Carmona Castro que se encontraba viviendo en Madrid. Se puso en contacto con él para manifestarle su deseo de que la donase a nuestra parroquia. Al encontrarse Pedro viviendo en Madrid, fue nuestro también paisano y párroco de San Ginés, Ángel Martínez Carmona quién realizó el traslado desde Madrid hasta Arjonilla de esta nueva reliquia que es en la actualidad la que se da a besar cada 16 de agosto a la finalización de la Fiesta en honor de San Roque. Y Pedro no sólo se mostró receptivo a esta donación sino que además en unión con su hermana Soledad, regalaron el relicario donde fue colocada. Relicario que fue realizado por Jesús Domínguez, platero autor también de nuestro magnífico trono de San Roque. Este relicario fue estrenado en la primera misa en nuestra parroquia de nuestro paisano Ildefonso Rueda Jándula, oficiada el 7 de julio de 2008 y dándose a besar en la Fiesta Solemne de San Roque del 16 de agosto de ese mismo año.
Actual reliquia de San Roque
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Pedro Carmona con la reliquia de San Roque donada, en sus manos.
Por todo lo expuesto, Bartolomé Mercado Lara es merecedor a ser recordado por todos nosotros y dado a conocer a todos los que desconocían su vida y su obra. Para mí ha sido una gran satisfacción y un gran honor el haber sido recibido con la atención que se me dispensó en la Curia General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Roma. Su Superior General se disculpó de no haber podido recibirme con motivo de mi visita debido a encontrarse ausente y por escrito me manifestó acerca de Fr. Bartolomé que “fue tenido siempre y por todos como un buen Hermano, sencillo y muy entregado.”
Archivo de la Orden de San Juan de Dios en Roma.
Sí tuve el honor de además de visitar un lugar tan emblemático, compartir unos momentos de conversación con la responsable del archivo, Chiara Donati, que nos habló acerca de la Orden, sus componentes y principales actuaciones a nivel mundial. Nos recordó que en 2015 les fue concedido el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, por su gran labor asistencial a nivel mundial, de lo que se sienten muy complacidos y orgullosos, así como de la excelente relación con la Casa Real Española. Y también nos habló de los malos momentos sufridos por la Orden con motivo de la campaña de lucha contra la epidemia de ébola en África, en la que fallecieron 18 hermanos y colaboradores, entre ellos 2 españoles. Está considerada por la Iglesia Católica como una Orden mendicante en la que sus miembros sin ser sacerdotes viven una consagración esponsal con Dios a través de la pobreza, la obediencia y la castidad. Cuenta con más de 1.000 hermanos, 350 centros repartidos en 53 países de los 5 continentes, con 45.000 profesionales empleados, 10.000 voluntarios y 9.000 plazas sanitarias, atendiendo anualmente a unos 27 millones de personas. Y finalizamos este encuentro muy agradecidos por la atención recibida, y muy satisfechos y orgullosos de que Bartolomé perteneciese a esta Orden, y de que su fundador San Juan de Dios, aunque portugués de nacimiento, la crease desde Granada.
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