BayerCropScience: Revista Edicion 1 2009

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CORREO La Revista de Bayer CropScience para la Agricultura Moderna 1/09

La protecci贸n fitosanitaria comienza en el laboratorio


Sumario   2   8

De la probeta al campo uchas nuevas están M ocurriendo en herbicidas para maíz

12 Belt arruina por completo el apetito de las orugas

14 Así actúan los fungicidas 18 Mucho más que transferir

información sobre productos

22 Uvas de buen renombre 26 Protección del trigo

De la probeta al campo El desarrollo de un producto fitosanitario, con Laudis como ejemplo

contra roya

Publicación de: Bayer CropScience AG, Monheim / Redacción: Bernhard Grupp / Contenido en colaboración con: Agroconcept GmbH, O. Felden, M. Wiedenau / Boceto: Xpertise, Langenfeld / Lito­grafía: LSD GmbH & Co. KG, Düsseldorf / Impresión: K-Druck GmbH & Co. KG, Mönchengladbach / Se ­permite la repro­­­ducción indicando la procedencia / Señas de la redacción: Bayer CropScience AG, Corporate Communications, Alfred-Nobel-Str. 50, 40789 Monheim am Rhein, Alemania, FAX: 0049-2173383454 / Website: www.bayercropscience.com Afirmaciones de carácter prospectivo Esta publicación contiene determinadas afirmaciones de carácter prospectivo basadas en supuestos y pronósticos actuales de la dirección del grupo Bayer o sus sociedades operativas. Existen diversos riesgos, incertidumbres y otros factores, unos conocidos y otros no, que pueden provocar que los resultados, la situación económica, la evolución y el rendimiento reales de la compañía en el futuro difieran sustancialmente de las estimaciones que aquí se realizan. Dichos factores incluyen los descritos por Bayer en informes publicados por la empresa, que pueden consultarse en el sitio web de Bayer www.bayer.com. La compañía no se compromete a actualizar dichas afirmaciones de carácter prospectivo ni a adaptarlas a sucesos y acontecimientos posteriores. 2 CORREO 1/09

Año tras año, Bayer CropScience pone dos a tres nuevas sustancias activas a disposición de los agricultores de todo el mundo. Uno de los ejemplos más recientes es tembotrione, el principio activo del innovador herbicida para maíz Laudis. La historia de su desarrollo describe el trayecto que recorre una nueva sustancia desde el laboratorio hasta llegar al mercado. Las necesidades de los agricultores, su seguridad, así como la de los consumidores y del medioambiente, son aspectos primordiales de la investigación.


Los dos agricultores austriacos, Kurt Fischer (arriba) y Karl Luger, fueron de los primeros en aplicar Laudis, el nuevo herbicida para maíz. Ambos supieron apreciar inmediatamente las ventajas de este producto.

K

urt Fischer está entusiasmado: «¡El nuevo Laudis® Plus es lo máximo!». Este agricultor austríaco el año pasado fué uno de los primeros en probar el nuevo herbicida para maíz de Bayer CropScience, y no solo en su propio campo, situado en la localidad de Niederneukirchen, sino también en otra superficie de 600 hectáreas. «Para aplicarlo a gran escala, a un herbicida de maíz le exijo unas propiedades especiales. Que proporcione rápidamente resistencia a lavado por lluvia es fundamental para un alto impacto.» Esto no fué lo único que lo convenció de Laudis. «Para mí resulta también imprescindible una buena compatibilidad con el cultivo, y Laudis también aquí destaca», añade, indicando otra de

las ventajas de este innovador producto. Karl Luger, otro agricultor austríaco, describe su experiencia de manera concisa y directa: «Ahora mismo, para mí no existe nada mejor». No son casos aislados. Durante su primer año de comercialización, Laudis se ha probado en numerosos campos maiceros de Austria y de la vecina Hungría. «La práctica ha corroborado las conclusiones a las que habíamos llegado tras seis años de ensayos. Los agricultores que aplicaron Laudis en el año 2007 nos han hecho llegar comentarios muy positivos, tanto en relación con la potencia y rapidez de acción como a su compatibilidad con el cultivo.» Con estas palabras Karl Neubauer, responsable de

desarrollo de Bayer CropScience Austria, resume las experiencias de sus compatriotas. Entre tanto, Laudis y otros productos que incorporan la nueva sustancia activa tembotrione han traspasado las fronteras europeas. Productores de maíz de los EE. UU., Brasil y otros países están utilizando también desde hace poco tiempo este herbicida, que destaca por su combinación de potencia y tolerancia.

Rastreando nuevos mecanismos de acción El Dr. Andreas van Almsick, químico descubridor de la sustancia activa tembotrione, es una de las personas que observan con 1/09 CORREO 3


El Dr. Andreas van Almsick es el inventor de la sustancia activa tembotrione. Su ayudante, Kerstin Ulrich, sintetizó la sustancia activa.

atención el éxito mundial de Laudis. «Para un investigador es siempre una experiencia muy grata que una nueva sustancia consiga superar todos los obstáculos de desarrollo y finalmente sea convincente también en la práctica», asegura. Y es que el camino que lleva desde la probeta al campo es largo y difícil, como bien saben por experiencia el Dr. van Almsick y muchos otros. En los laboratorios de Bayer CropScience, varios cientos de químicos y ayudantes de laboratorio trabajan incansablemente buscando sustancias activas innovadoras para productos de protección de cultivos. La demanda de nuevos herbicidas, insecticidas y fungicidas es muy alta: por un lado, las malezas, insectos dañinos y patógenos fungosos desarrollan con enorme celeridad resistencias frente a los productos conocidos y por el otro, los investigadores fitosanitarios de Bayer CropScience asumen como responsabilidad propia la continua mejora del perfil de seguridad de los productos con la cruz Bayer. El objetivo es desarrollar sustancias activas que no solo convenzan por su elevada efectividad, sino también porque no implican riesgos ni para el agricultor, ni para el consumidor, ni para el medioambiente. Para llevar a cabo esta tarea, los investigadores sintetizan año tras año miles de nuevos compuestos. Unos buscan novedades absolutas, pero también, y sobre todo, nuevos mecanismos de acción; otros criban los grupos de sustancias activas conocidas en busca de nuevos potenciales. Entre ellos 4 CORREO 1/09

se halla el Dr. van Almsick, jefe del grupo de investigación de dicetoarilos, y especialista en determinadas sustancias activas herbicidas conocidas científicamente como inhibidores HPPD y que el agricultor reconoce popularmente como «blanqueadores», por su efecto decolorante.

Búsqueda y optimización de sustancias activas Todos los herbicidas de este grupo poseen un modo de acción básico similar: inhiben una determinada enzima de las hojas de las plantas. El bloqueo impide la formación de carotenoides, destruyendo así al escudo protector de las hojas contra la radiación ultravioleta. Los rayos UV pueden llegar entonces sin impedimento hasta los cloroplastos, destruír la clorofila e impedir la fotosíntesis. El resultado: la maleza perece. «No obstante, hasta 1997 los blanqueadores tenían limitaciones», apunta van Almsick. En ese año los investigadores encontraron los primeros indicios de que principalmente el grupo de las tricetonas podría albergar un potencial mucho mayor del supuesto. «Pensamos que sería posible controlar con éxito las malezas de hoja ancha y también las gramíneas persistentes, como el almorejo y la pata de gallo o zacate de agua», recuerda el descubridor. Era una buena ocasión para volver a estudiar la estructura básica. El objetivo era mejorar las características de la sustancia mediante modificaciones moleculares dirigidas, de

La sustancia activa tembotrione pertenece al grupo de los inhibi Los agricultores los conocen con el nombre de blanqueadores,

modo que con la mínima dosis de aplicación la sustancia fuere rápidamente bien absorbida por la mayor cantidad posible de malezas de hoja ancha y angosta, y pudiera actuar en los tejidos foliares. Varios equipos de laboratorio trabajaron conjuntamente y cada uno sintetizaba anualmente hasta 400 compuestos. Fueron afortunados y en un año los investigadores tuvieron en manos la sustancia que hoy se conoce como tembotrione.

Esquema simplificado de un proceso altamente complejo.


dores de HPPD. debido a su efecto decolorante.

El Dr. Erwin Hacker condujo los ensayos de campo con el nuevo herbicida Laudis.

El Dr. van Almsick y sus colaboradores no fueron conscientes de ello en aquel momento. La sustancia se denominó AE 0172747, fué abreviada por los investigadores como 747, y entró en una reducida selección junto a otros compuestos prometedores. Eran sustancias que se habían revelado como candidatos interesantes desde los primeros ensayos realizados con malezas de hoja ancha y gramíneas relevantes para el cultivo de maíz en los invernaderos ahora de Bayer CropScience en el Parque Industrial Frankfurt Hoechst.

Para este caso, los investigadores de herbicidas de Bayer CropScience se guardaban un as en la manga: los antídotos. Se trata de sustancias que poseen la capacidad de inmunizar, por así decirlo, a las plantas de cultivo frente al herbicida. En el desarrollo de tembotrione los investigadores no tomaron ningún riesgo e incorporaron la tecnología de antídotos, facilitando así a las plantas de cultivo descomponer al principio activo y mantener indemne su escudo protector de caroteno.

Aprobadas las pruebas en invernaderos La respuesta a la pregunta «¿Es eficaz esta sustancia, y más eficaz que el HPPD standard conocido hasta ahora?» fué «Sí». Aunque esto suponga un avance decisivo en la investigación fitosanitaria actual, a fin de cuentas sólo es un pequeño paso inicial. «Es muy importante averiguar si también afecta a las plantas de cultivo y, si es así, qué podemos hacer para evitarlo», señala van Almsick dando paso a otro planteamiento.

Desarrollo de productos para protección de cultivos Años

1 Sustancia síntesis

Biología

3

4

5

6

7

8

9

10

11

Proceso de desarrollo

66

Producción*

Investigación

Desarrollo

Ensayos de campo (a nivel mundial)

Metabolismo y residuos

Plantas, animales, suelo, agua, aire Toxicidad aguda y crónica, carcenogenicidad, mutagenicidad, teratogenicidad, reproducción

Toxicología

Algas, dafnia, peces, aves, abejas, microorganis­mos, organismos benéficos, organismos no objetivo

Ecotoxicología Sustancias

Desarrollo de embalajes

Cribado Laboratorio / invernadero

Desarrollo

€ (mill.)

Kilolab

Desarrollo Formulación

Seguridad/medio ambiente

2

100,000

1

Reconocimiento oficial de las r­ecopilaciones de datos para registro

Química

Investigación

65

Registro y ventas 69

*sin costos para instalaciones de producción

200

Todos los pasos son guiados por un efectivo manejo de proyecto.

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Los primeros ensayos en invernadero pusieron de manifiesto que habían tenido éxito. Entre tanto Biología, con el Dr. Hermann Bieringer y su equipo, se había hecho cargo para responder a las muchas otras cuestiones. ¿Es la nueva sustancia como mínimo tan eficaz como el producto standard actual? ¿Con qué rapidez actúa? ¿Actúa contra muchos de los oponentes de las plantas de cultivo y, sobre todo, contra los más persistentes? Había que dilucidar estas y otras cuestiones sobre la sustancia 747 y afines, y en los ensayos en invernadero se separó el grano de la paja, ya que aquí se decide qué candidatos pasan a ensayos de campo. El número 747 superó este obstáculo junto con otros 15 candidatos, y no precisamente como uno de los mejores. El biólogo Dr. Hansjörg Krähmer y posteriormente responsable del preproyecto se figuraba el motivo: «En el invernadero, las condiciones son de menor luminosidad como al aire libre y los inhibidores HPPD precisan mucha luz.

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La prueba de fuego del ensayo de campo En los ensayos de campo, en la cruda realidad, las nuevas sustancias activas tienen que demostrar si cumplen lo que prometían. En Bayer CropScience los requisitos son muy estrictos, ya que mas adelante serán los agricultores de todo el mundo los que deban apreciar los productos resultantes. Por eso las nuevas sustancias se ensayan desde el principio bajo las condiciones más diversas, tanto del hemisferio norte como del hemisferio sur, en diferentes suelos y en las más variadas condiciones climáticas. Los herbicidas tienen que dar buenos resultados en el espectro natural; además, las malezas a campo son más robustas. En los ensayos a campo realizados bajo la dirección del Dr. Erwin Hacker, la sustancia 747 ganó rápidamente terreno. Sólo había otro compuesto que se mostraba aún más eficaz. «Sin embargo, con este compuesto no podíamos proteger el maíz al cien por ciento», señala el Dr. van Almsick. Y con 747, sí. «En combinación con el antídoto isoxadifen seleccionado por nosotros, conseguimos una tolerancia con las plantas de cultivo no alcanzada hasta entonces»,


resume el impresionante resultado. Y esto, además, en todas las variedades de maíz. Esta información es también importante para la futura aplicación en la práctica, puesto que todo agricultor sabe apreciar que puede disponer del mismo producto para las distintas variedades. Los datos mostraban, además, que la sustancia 747 controlaba con éxito un espectro excepcionalmente amplio de malezas de hoja ancha y gramíneas, desde el cardo, pasando por la persicaria manchada y el capín arroz o zacate de agua, hasta la saetilla o aceitilla.

Cuestionario voluminoso

Para garantizar la máxima seguridad del producto y su compatibilidad medioambiental, los científicos investigaron el comportamiento del producto en el suelo, el agua y el aire, así como en plantas y animales.

La sustancia había acreditado su eficacia y la amplitud de su espectro, además de una buena tolerancia con la planta de cultivo. Pero ¿es también segura para el usuario? ¿No resulta peligrosa para el consumidor? ¿Y cómo se comporta en el entorno? ¿Cuál formulación es la más indicada y cómo podemos producir la sustancia activa? Estas cuestiones ya son consideradas en las primeras fases de la investigación. En los inicios del desarrollo a escala mundial de los productos de protección para cultivos, estas consideraciones figuran en primer plano. La sustancia 747 dió cumplida respuesta a estas preguntas cruciales a los dos años de su primera síntesis, y en los años posteriores superó brillantemente los demás obstáculos. Por ejemplo, los técnicos de formulación de la empresa desarrollaron una forma de aplicación que los agricultores aprecian mucho en la práctica. El herbicida alcanza con tanta rapidez su objetivo en la planta, que a la hora de ser aplicado ya es resistente a lavado por lluvia. Durante la fase de desarrollo también se planteó la cuestión de su denominación. En 2006 el candidato a desarrollo número 747 se convirtió en tembotrione. En el centro de los cientos de estudios y miles de ensayos de campo que se efectuaron en todo el mundo figuraban sin embargo las cuestiones de la seguridad y tolerancia del nuevo herbicida . «Esto es algo que debemos y queremos resolver antes de poner en el mercado un producto muy prometedor», señala el Dr. Thomas Wegmann, jefe de proyecto y responsable del desarrollo mundial de tembotrione. «Para nosotros es natural observar las estrictas exigencias legales sobre seguridad y compatibilidad medioambiental de los productos para protección de cultivos», añade. Y no sólo porque sea imprescindible para la autorización de comercialización. «Bayer CropScience, al igual que toda la empresa Bayer, lo considera parte de su responsabilidad para con el ser humano y

el medioambiente», recalca. «Los productos para protección de cultivos se cuentan, junto con los fármacos, entre los más investigados en cuanto a efectividad, seguridad y comportamiento medioambiental.»

Seguridad para el ser humano y el medioambiente También esto muestra el desarrollo de tembotrione. Durante más de tres años, los especialistas de Bayer CropScience investigaron ampliamente el comportamiento de la sustancia activa en plantas y animales, en el suelo, el agua y el aire. Gracias a sofisticados métodos, la ciencia actual puede rastrear el itinerario de la sustancia activa. Incluso las más pequeñas trazas de posibles residuos pueden ser rastreadas e identificadas. Estas investigaciones contemplan no sólo a la sustancia activa en sí. Como ésta será metabolizada y degradada, también se investigan los productos metabólicos intermedios. «Idealmente, cada sustancia activa al final se descompone en dióxido de carbono y agua», apunta el Dr. Wegmann al objetivo de todos los investigadores de productos para protección de cultivos. Más de mil estudios documentan la tolerancia y la seguridad del compuesto. «Nuestras recomendaciones de aplicación se basan en estos estudios. Los agricultores que siguen nuestras recomendaciones están en el lado seguro», subraya. Y el hecho es que con Laudis lo están totalmente, ya que en la planta de maíz no se encuentra rastro alguno del principio activo a las pocas horas de la aplicación del producto. Y hasta la cosecha aún pasarán algunos meses. «Basándonos en los estudios toxicológicos, y mediante cálculos de modelos y análisis de riesgo extremadamente conservadores, si la aplicación se realiza correctamente podemos garantizar la inocuidad de la sustancia para el agricultor y la seguridad para el consumidor. En todos los escenarios se incorporaron factores de seguridad adicionales a fin de eliminar cualquier riesgo», recalca. También en lo concerniente a la compatibilidad medioambiental, los agricultores y consumidores de la sustancia activa tembotrione de Laudis pueden estar tranquilos. «Nuestros estudios han demostrado que no afecta a la fauna benéfica, que la sustancia activa no llega a las capas freáticas y que no permanece en los suelos ni se acumula allí.» Esto último es también importante por cuestiones económicas, ya que el agricultor puede estar seguro de que tras el uso de Laudis, su próximo cultivo crecerá sin impedimentos. n Iris Freundorfer 1/09 CORREO 7


Muchas nuevas están ocurriendo en herbicidas para maíz En 2008, Bayer CropScience lanzó al mercado estadounidense el nuevo y selectivo herbicida para maíz Laudis. El lanzamiento constituyó todo un éxito, pese al predominio que tiene el maíz tolerante a herbicidas, y cuya importancia sigue creciendo. Con su estrategia confirmada, Bayer CropScience prosigue con su iniciativa de innovación con nuevos herbicidas para maíz.

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a demanda de maíz ha crecido significativamente en los últimos años. En 2007, la producción global para forraje creció a 785 millones de toneladas, un salto de 85 millones o del 12 porciento con respecto al año anterior. Los Estados Unidos, por ejemplo, han registrado una producción récord de maíz en los dos últimos años: los agricultores sembraron más de 37 millones de hectáreas en 2007 y 35 millones en 2008; ambas siembras anuales han sido las más elevadas desde 1946. La cosecha de 2007 asimismo fué otro récord: en torno a 332 millones de toneladas (13.100 millones de bushels), con lo que los Estados Unidos aportaron el 42 % aproximadamente del total de la producción

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mundial de maíz. En 2008, la producción fué de 304 millones de toneladas (12.000 millones de bushels). Dan Studer tiene su establecimiento al noreste de Kansas, cerca de la ciudad de Frankfort, y ha venido expandiendo sus cultivos de maíz en los últimos años, a costa del sorgo. «El maíz es más fácil de manejar», explica Studer, un agricultor con 40 años de experiencia. Empezó con 30 hectáreas de tierra y hoy cultiva maíz, soja y trigo de invierno a partes iguales en una superficie total de 600 hectáreas, de la que una parte es de su propiedad y lo demás es arrendado. Aquellos agricultores estadounidenses que, como Studer, han centrado última-

mente su actividad en el maíz, han sido recompensados por el mercado. Los acopiadores en 2005 pagaban una media de dos dólares por bushel, y esta cifra se duplicó en el año 2007. El precio siguió subiendo en 2008, llegando a estar en el mes de julio por encima de siete dólares. Aunque el precio bajó de nuevo en el momento pico de la cosecha, podemos considerar a 2008 como otro buen año para los productores de maíz estadounidenses. La demanda se vió estimulada por el incremento del uso del maíz en la producción de bioetanol, entre otros factores, y los precios han subido acordemente.


La demanda de productos derivados del maíz está aumentando en todo el mundo En el 2008, la producción de maíz de los EE. UU. supuso el 42 % de la producción total mundial.

Laudis: Potencia en armonía En este escenario económico, Dan Studer se sintió especialmente satisfecho de que su producción de maíz rebasara ampliamente los niveles normales. Casi 10.160 kg (400 bushels) por hectárea, bastante más de lo habitual. Lo que más contribuyó a esta bonanza fué un control de malezas extraordinariamente eficaz, que puede ser acreditado al asesor de Studer, Roger Jacobson, quien en 2008 diseñó un programa de tratamientos que incluía a Laudis®, un nuevo herbicida de amplio espectro de Bayer CropScience. Este producto de postemergencia se basa en la completamente nueva sustancia activa

tembotrione, perteneciente al grupo de compuestos denominados blanqueadores, que inhiben la síntesis de pigmentos en las hojas y por consiguiente eliminan la protección que la planta objetivo posee contra el dañino componente UV de la luz solar. En 2008, Roger Jacobson se vió enfrentado al desafío de controlar a la banda de indeseables malezas presentes en los maizales de Studer, conformada por bledo, malva, cadillo, girasol silvestre y coquillo. Fué su primera oportunidad para posicionar a Laudis en el centro del programa de tratamientos. «Esto nos permitió suprimir el espectro habitual de malezas de manera más contundente que con el programa del año anterior», señala

Jacobson. El éxito de este programa se debió principalmente al control de diversas malezas gramíneas que también ofrece Laudis. «Para los agricultores, Laudis tiene la ventaja de que con un solo producto se puede controlar eficazmente una amplia gama de malezas en postemergencia », afirma Raimund Trapp, responsable global de producto para los herbicidas de maíz de Bayer CropScience. «El usuario puede ver los primeros indicios de la eficacia del producto al poco tiempo: las malezas muestran signos evidentes de decoloración y, seguidamente, perecen. Las plantas de maíz, por el contrario, están protegidas de este fuerte efecto por el 1/09 CORREO 9


Dan Studer (izq.), agricultor del noreste de Kansas, ha ampliado en los últimos años sus cultivos de maíz. Planifica el control de las malezas junto con su asesor Roger Jacobson (dcha.). En el año 2008 aplicaron por primera vez y con gran éxito el nuevo Laudis.

antídoto incorporado y que degrada rápida y selectivamente la sustancia activa en el interior de la planta de maíz, incluso en condiciones desfavorables de crecimiento, de modo que la protección UV permanece intacta. La combinación de una actividad intensa y de amplio espectro contra las malezas y de un alto grado de seguridad para el cultivo es la clave para comprender el concepto de base del slogan publicitario de este producto: «Potencia en armonía» Laudis también controla a malezas que muchas de las sustancias activas convencionales no controlan o que ya no son eficazmente controlables porque sus poblaciones se han vuelto resistentes. «Laudis puede mezclarse con glyphosate, y representa así una excelente extensión de protección para maíz tolerante al herbicida», explica Jeff

Springsteen, jefe de marketing para los herbicidas de maíz de Bayer CropScience en los EE. UU. Brad Brenson está también convencido del potencial de Laudis en su uso combinado con glyphosate. El área bajo la responsabilidad de Benson está a pocas horas de viaje en automóvil al sur del campo de Studer, en McPherson County. Como en muchas otras regiones de EE. UU., el maíz modificado genéticamente, que suele ser tratado con el herbicida total glyphosate, constituye el 80 % de las siembras de maíz de esta zona. Al igual que Roger Jacobson, Brad Benson trabaja de asesor en la protección de cultivos, pero no como autónomo, sino como empleado de la compañía Crop Quest. Muchos agricultores de McPherson County confían en Benson cuando hay que defi-

Exitoso arranque también en el Brasil Laudis® también arrancó por el camino de éxito en el Brasil, tercer país productor más importante del mundo. En octubre y noviembre del año pasado, los agricultores brasileros trataron por primera vez cerca de 500.000 hectáreas con este nuevo herbicida, comercializado allí bajo la marca Soberan®. Este nuevo producto se está convirtiendo en el preferido de los productores, ya que valoran especialmente su excelente compatibilidad con las sensibles variedades de maíz híbrido, señala Jean Zonato, del grupo de marketing de herbicidas de Bayer CropScience en el Brasil. El espectro de actividad de Soberan es la solución idónea para manejar la flora local de malezas. Si es necesario, el producto puede también aplicarse en combinación con fertilizantes nitrogenados. Zonato prevée un crecimiento considerable en 2009. «Las respuestas tan positivas manifestadas por los primeros usuarios han despertado un considerable interés entre los agricultores que aún no han utilizado Soberan.»

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Brad Benson, asesor fitosanitario de la empresa Crop Quest, Cropscience (dcha.), comentan sus experiencias con el nuevo acogido tanto por los agricultores como por los asesores.

nir el mejor procedimiento para controlar a las plagas, patógenos y malezas de sus cultivos. Benson visita habitualmente más de 120 campos, con una superficie total de 10.000 hectáreas, inspeccionando cultivos de maíz, trigo, soja, sorgo y alfalfa. Durante el verano, sus tareas lo mantienen ocupado desde las primeras horas de la mañana hasta ya bien entrada la tarde. En 2008, Benson incluyó por primera vez a Laudis en sus programas. Recomendó el uso de este producto en cerca de mil hectáreas de cultivos de maíz, a veces en combinación con glyphosate. «Ayuda bastante que Laudis posea también una cierta actividad en suelo. Esto significa que el producto no sólo funciona por acción directa a través de la absorción foliar, también provee un efecto residual. Así se pueden evitar aplicaciones adicionales que de otro modo habrían sido necesarias. La temporada de 2008 para él fué un éxito en cuanto al control de malezas en los campos maiceros. Con una sonrisa, Benson se reacomoda la visera de su gorra negra con la inscripción Crop Quest y riendo dice: «Creo que Laudis me dejó a mí más satisfecho que a la propia gente de Bayer CropScience. Yo he podido apreciar directamente la satisfacción que este producto ha reportado a mis clientes». La primera temporada fué también muy positiva desde la perspectiva de Bayer. «En mi región, es decir, en Kansas, Oklahoma, Texas y Colorado, los comentarios de los agricultores y de sus asesores han sido extremadamente positivos», recalca Greg W. Hudec, representante de los servicios técnicos de Bayer CropScience en estos cuatro estados. Jeff Springsteen se muestra


y Greg Hudec, representante del servicio técnico de Bayer herbicida para maíz Laudis. Su conclusión: ha sido muy bien

asimismo entusiasmado. «En dos semanas hemos vendido suficiente producto para tratar aproximadamente 800.000 hectáreas.

Ampliación de la cartera de herbicidas Y aún vendrá mejor. Bayer CropScience continúa ampliando su cartera de herbicidas para maíz en algunas zonas de los EE. UU. En 2009, Hudec y sus colegas podrán ofrecer a los productores de este cultivo otros dos nuevos herbicidas: Balance® Flexx, un desarrollo ulterior de Balance Pro, y CorvusTM, comercializado en todo el mundo bajo el nombre de Adengo® y que ahora estará disponible por primera vez en los Estados Unidos. Ambos productos han sido concebidos principalmente como herbicidas de presiembra y preemergencia, pero ambos pueden aplicarse también en postemergencia temprana, de ser necesario. La innovación de Balance Flexx reside en la inclusión de la nueva tecnología de antídotos CSITM, con la que se incrementa considerablemente la flexibilidad de uso en todo tipo de suelos. «Por ejemplo, la dosis de aplicación puede ajustarse mejor al espectro endémico de malezas », señala el responsable del producto, Raimund Trapp. «Esta es una gran ventaja cuando estás manejando tipos de suelo y condiciones que de otra manera resultan difíciles para los herbicidas de suelo. Además, el producto es especialmente adecuado para las denominadas “soluciones de aplicación única”, que requieren combinaciones con otros herbicidas en mezcla de tanque », manifiesta Trapp. Balance Flexx proporciona también una actividad básica ideal para preemer-

gencia en campos en los que el agricultor desea tratar posteriormente en postemergencia a fin de controlar las malezas de emergencia tardía. Como señala Trapp, «Esto hace de Balance Flexx un producto muy adecuado para el tratamiento en sistemas con tolerancia herbicida». Balance Flexx también ofrece a los productores de maíz una ventaja que no encontrarán en otros herbicidas. Se vuelve a reactivar (se recarga) a lo largo del ciclo vegetativo con tan solo 12 mm de lluvia, para eliminar a las malezas que emergen aún bajo condiciones de seca. Los agricultores que tienen que lidiar con un amplio espectro de malezas en sus campos y que prefieren soluciones sencillas pero fiables, seleccionarán probablemente a Corvus. «Corvus es un producto de espectro completo que ha demostrado en diversos ensayos durante varias temporadas en todo el mundo que es capaz de controlar al menos 85 especies», señala el Dr. Hans Joachim Santel, responsable de desarrollo de campo en todo el mundo de los nuevos herbicidas para maíz de Bayer CropScience. «Corvus incorpora los puntos fuertes de Balance Flexx y los complementa con el espectro de actividad del herbicida thiencarbazone-methyl, de reciente desarrollo.» Al igual como ocurre con Balance Flexx, escasos 12 mm de lluvia bastan para reactivar a Corvus en su control de las malezas. Denominada escudo climático, esta propiedad hace que Corvus dependa menos de las precipitaciones marginales y ocasionales, permitiéndole controlar a malezas de hasta cinco centímetros de altura en maíz temprano. Hay otro aspecto que Santel destaca como muy valioso: el hecho de que alcance un alto grado de actividad y control de malezas durante toda la temporada con dosis de aplicación muy reducidas, de menos de 0,5 litros por hectárea. Esto permite ofrecer el producto en pequeños envases, más cómodos de usar y que reducen el volumen de material que luego habrá que disponer. Santel está convencido de que «no serán precisamente los grandes consorcios los que van a sentirse entusiasmados por estos detalles».

En 2008, el producto recibió su primera autorización en Rumania bajo el nombre comercial de Adengo. Los EE. UU. fueron los siguientes, a principios de 2009. Actualmente se está planeando su comercialización en todos los países maiceros más importantes, y para el año en curso están previstos nuevos registros.

Un novedoso gran potencial Así pués, en muy poco tiempo, Bayer CropScience ha lanzado al mercado tres nuevos herbicidas para maíz, dos de ellos con una sustancia activa totalmente nueva y un tercero que fué mejorado con la incorporación de un nuevo antídoto. Para el Dr. Rüdiger Scheitza, miembro del Comité Ejecutivo y responsable del manejo de la cartera global, esto es una muestra del vigor innovador de la compañía: «Estamos convencidos de que con estos productos podemos alcanzar nuevos standards en el manejo integrado de malezas», señala. «La reacción del mercado fué extraordinariamente positiva y es un fiel reflejo del profundo interés de nuestros clientes por este tipo de innovaciones, independientemente de si cultivan maíz convencional o tolerante a herbicidas.» Para el año en curso, especialistas de los EE. UU. prevéen una ligera reducción de la superficie de cultivo de maíz, a 34 millones de hectáreas. No obstante, en el noreste de Kansas, Dan Studer quiere cultivar una superficie similar a la de 2008. En lo concerniente al control de malezas, su asesor Roger Jacobson se siente también optimista para este año: «Tras el uso exitoso de Laudis el año pasado, volveremos a confiar en este producto para los tratamientos de postemergencia». Jacobson y su cliente Studer están contemplando también el uso de los nuevos productos Balance Flexx y Corvus. «Definitivamente queremos incorporar estas nuevas opciones a nuestro programa», afirma Jacobson. n Karl Hübner

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Belt arruina por completo el apetito de las orugas Con su ingrediente activo flubendiamide, Belt® es el primer y único miembro de un nuevo grupo de insecticidas denominado diamidas. Este producto, que también se comercializa bajo los nombres de Fame® y Fenos® se destaca por la rapidez de su efecto y la persistencia de su acción. De igual importancia es la contribución al manejo de resistencias que puede aportar y el alto grado de seguridad que ofrece tanto para las personas como para el medioambiente. «El lanzamiento comercial de Belt se produce en el momento más adecuado». Shane Hand

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as orugas se sienten muy a gusto cuando tienen abundante alimento, especialmente si proviene de cultivos agrícolas y hortícolas. Si se las deja hacer, no solo devorarán las hojas, podrían llegar a arrasar el lote entero. Causan así daños cuantiosos en todo tipo de cultivos en todo el mundo. Para empeorar las cosas, en un número creciente de plagas lepidópteras – por ejemplo en las orugas de Plutella xylostella (polilla de las crucíferas o palomilla dorso de diamante), frecuentes en cultivos hortícolas, está apareciendo resistencia a muchos de los insecticidas convencionales. «El lanzamiento comercial de Belt se produce en el momento más adecuado», declara Shane Hand, responsable global de producto para flubendiamide en Bayer

CropScience y encargado del manejo de este exitoso producto. Belt fué registrado por primera vez en el año 2006 en las Filipinas, estando aún a cargo del producto su predecesor, Robert Masters. Posteriormente, recibió la autorización correspondiente en países como India, Chile, EE. UU. y Colombia. Hand prevée que en el Brasil la autorización se obtendrá a lo largo de 2009.

Una innovadora clase de insecticidas Antes de lograr su primera autorización, los químicos, biólogos, fisiólogos y toxicólogos de Bayer Crop­Science trabajaron durante varios años con la sustancia activa de Belt, flubendiamide. Esta sustancia forma literalmente


una clase por sí misma, ya que es el único representante del nuevo grupo que los investigadores denominaron diamidas del ácido ftálico. A diferencia de las cuatro clases de insecticidas conocidos, que tienen como objetivo al sistema nervioso de los insectos, las diamidas del ácido ftálico actúan sobre los receptores de los músculos, los denominados receptores de rianodina. Belt muestra su eficacia ya una o dos horas después de su aplicación. Una vez asimilado el compuesto, las orugas pierden el control de sus músculos y dejan de alimentarse: se quedan paralizadas por la contracción muscular permanente y finalmente perecen. Ventajas adicionales de este compuesto incluyen una rápida persistencia a lavado por lluvia, la eficiente absorción por las hojas y la subsiguiente translocación acropétala de la sustancia activa a los nuevos puntos de crecimiento foliar. Incluso pequeñas cantidades son efectivas por un prolongado período de tiempo, lo que permite, según la situación, reducir el número de aplicaciones. «Un compuesto químico del arbusto sudamericano Ryania speciosa posee un modo de acción similar – explica Shane Han –, aunque el producto fitosanitario basado en él presentaba una desventaja apreciable: igualmente era tóxico para personas, aves y peces». Después de una minuciosa adecuación en los laboratorios de Bayer CropScience, con flubendiamide se ha logrado justo lo opuesto: actúa selectivamente contra las orugas y no afecta a las abejas u otros insectos benéficos, como chinches predatoras y avispas parasitarias. «Es también seguro tanto para el usuario como el medioambiente,

para mamíferos, peces y lombrices de tierra, siempre que se use conforme a los lineamientos de la buena práctica agrícola. Belt es, por tanto, una valiosa herramienta en el contexto de la protección integrada de cultivos», concluye el responsable de producto.

Belt es tan solo el principio En todo el mundo está aumentando la resistencia a muchos de los insecticidas convencionales, por lo que este nuevo modo de acción representa un importante avance en la historia de la investigación de insecticidas de Bayer CropScience. Shane Hand añade: «Belt es el producto más demandado para controlar a las orugas más temibles, ya que no se evidencia resistencia alguna. Pero para conservar esta ventaja, Belt debería aplicarse siempre en alternancia con otros insecticidas con principios activos distintos, por ejemplo con piretroides y benzoilureas, y evitar así el desarrollo de resistencia y mantener la confiabilidad en el control de las plagas en una amplia variedad de cultivos como algodón, maíz, soja, hortalizas, arroz y frutales. Con todas estas innovadoras ventajas, con certeza flubendiamide dejará de ser muy pronto la única sustancia activa del grupo de las diamidas del ácido ftálico. Los investigadores ya están trabajando en sustancias afines que interfieren con los receptores musculares de otros insectos plaga. Si su trabajo es exitoso, los áfidos y las moscas blancas podrían ser controlables en el futuro de un modo igualmente selectivo. n

Belt, un nuevo standard para el control de lepidópteros: • Nuevo mecanismo de acción • Muy amplio espectro de control de lepidópteros • Actividad larvicida excepcional a bajas dosis • Acción rápida y efecto persistente • Cese rápido de alimentación • Seguridad para polinizadores e insectos benéficos • Amplia utilidad de cultivos • Sin resistencia cruzada • Apropiado para el Manejo Integrado de Plagas y el Manejo Integrado de Resistencias • Alto nivel de seguridad (usuario, medioambiente)

Còmo funciona Belt Haz de fibras musculares

Còmo funciona Belt La sustancia activa flubendiamide actúa en

Fibras musculares (célula muscular)

las fibras musculares del insecto. Se une a los receptores de rianodina en las miofibrillas y, como consecuencia de ello, grandes cantidades

Filamento de actina Filamento de miosina

Miofibrilla

de calcio pasan del depósito de calcio (retículo sarcoplásmico) a las miofibrillas, donde el calcio hace que los miofilamentos se deslicen por los filamentos de actina. Las miofibrillas se contraen y el músculo entra en un estado de tensión permanente, que conduce finalmente a la muerte del insecto. Receptor de rianodina Flubendiamide

Calcio Almacenamiento de calcio (retículo sarcoplásmico)

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Así actúan los fung Actualmente, los fungicidas para cereales llegan al agricultor en forma de premezcla, combinando distintas sustancias activas o como un solo producto. Si se desconocen las fortalezas y debilidades de los ingredientes activos, su selección resulta muy difícil y un uso erróneo puede favorecer la aparición de resistencias.

Los cultivos fúngicos en las placas de Petri –con tratamiento (dcha.) y sin él– aportan la evidencia necesaria. 14 CORREO 1/09

Valoración de la película radiográfica de un ensayo con sustancia activa radiactiva. Los colores indican cómo se distribuye la sustancia en las hojas.


icidas

H

oy en día los usuarios tienen que saber, antes de una aplicación fungicida, qué sustancia activa es más eficaz para la infección en curso. La pericia del usuario reside en poder controlar a los patógenos de manera efectiva mediante la combinación de las sustancias activas en proporción adecuada y a dosis de aplicación correcta. La selección del producto o combinación de las sustancias activas está en función del patógeno principal y de las otras enfermedades que puedan surgir. A primera vista los espectros de actividad de los distintos productos son muy similares, sin embargo los ingredientes activos poseen cada uno sus propios puntos fuertes. Los fungicidas impiden o eliminan a las enfermedades originadas por infecciones fungosas que podrían afectar gravemente el rendimiento o la calidad de las cosechas. Los fungicidas se diferencian por sus propiedades químicas, su efectividad frente a los agentes patógenos y por la especificidad de sus modos de acción. Los fungicidas interfieren el metabolismo de los patógenos fungosos, los matan o inhiben su desarrollo. Además, los diferentes principios activos atacan en distintos puntos del metabolismo de los hongos (objetivos). Por regla general, inhiben o desactivan las enzimas que dirigen los procesos metabólicos del organismo del hongo, como por ejemplo, en la generación de energía en el proceso respiratorio. El efecto de algunas sustancias es altamente específico y bloquea determinadas enzimas o grupos enzimáticos (como es el caso en el control del oídio). Otras sustancias afectan a varias reacciones metabólicas y son, por tanto, menos selectivas.

Absorción y distribución Los fungicidas contienen, además de los principios activos, coadyuvantes (emulsionantes, etc.) que no solo sirven para la distribución uniforme del fungicida en el caldo de aspersión, sino también para conseguir una mayor adherencia y una mejor absorción del principio activo. Estas propiedades incrementan considerablemente las prestaciones del fungicida, aunque no influyen su translocación en los tejidos. Un rasgo diferencial importante de las sustancias activas fungicidas es, si serán absorbidas por la planta y cómo se distribuyen tanto externamente como en el interior de la misma. Para ello las sustancias suelen clasificarse en no sistémicas, mesosistémicas y sistémicas. Esta característica decide esencialmente si los fungicidas deben aplicarse protectivamente (preventivamente) o

si también pueden aprovecharse sus efectos curativos (saneadores). Los principios activos no sistémicos no penetran en la planta y no pueden, por tanto, atacar a las estructuras fungosas en su interior. Estos principios activos solo pueden aplicarse preventivamente. Los principios activos que, por el contrario, poseen propiedades sistémicas pueden aplicarse también cuando el hongo ya ha penetrado en la planta, debido a que el principio activo será transportado hasta sus estructuras, para matarlo. Esta eficacia curativa no es ilimitada y termina naturalmente en el momento en el que el tejido vegetal ya fué afectado por el hongo. Al mismo tiempo, el hongo mas maduro forma estadios de desarrollo menos sensibles al fungicida.

¿Cuáles son sus peculiaridades? Las sustancias activas de contacto no actúan sistémicamente y poseen generalmente un amplísimo espectro de acción. No penetran a través de la cutícula y no ofrecen ninguna protección en el interior de la planta. Tienen, por tanto, un efecto puramente preventivo, que se limita a la germinación y al crecimiento del tubo germinativo del hongo. Estos fungicidas perturban diversas reacciones metabólicas o inhiben importantes funciones aisladas de numerosos organismos patógenos (por ejemplo, una interferencia en el proceso respiratorio). Su amplio espectro de acción tiene como consecuencia una baja selectividad y el usuario debe tener en cuenta algunas desventajas: • Solo actúan en las primeras fases de desarrollo del patógeno (por ejemplo en la germinación y en el crecimiento del tubo germinativo). Si el hongo logra penetrar en los tejidos de la planta, podrá desarrollarse sin ningún impedimento. • La capa fungicida debe cubrir uniformemente la superficie de la planta para garantizar una protección suficiente. • El tejido nuevo de la planta está desprotegido y la capa protectora puede ser lavada por la lluvia. Debe, por tanto, repetirse la aplicación de las sustancias activas según las condiciones climáticas y el crecimiento de la planta. Los fungicidas mesostémicos son sustancias activas muy bien absorbidas por la superficie de la planta. Allí forman un depósito que libera un suministro constante de principio activo al interior de la planta o que se distribuye sobre la superficie de la misma. El resultado es una persistencia especialmente elevada. 1/09 CORREO 15


Las sustancias activas sistémicas penetran en las plantas a través de la cutícula. Actúan en el interior de la planta, son por regla general selectivas y pueden utilizarse tanto en forma preventiva como curativa. Las sustancias que actúan por sistemicidad total son distribuídas generalmente en sentido ascendente, lo que en las sustancias con sistemicidad local no es el caso. Para no dañar a las plantas de cultivo, las sustancias activas sistémicas se han diseñado de forma que inhiban únicamente funciones metabólicas específicas del hongo y no lleguen a acumular concentraciones fitotóxicas en las células de las plantas. El espectro de acción de estos fungicidas con frecuencia se limita a un grupo de hongos similares. Esta selectividad difiere fuertemente entre las diferentes sustancias activas pero ello aumenta su compatibilidad medioambiental y posibilita un tratamiento dirigido también contra patógenos ya alojados en la planta.

Pocos grupos de sustancias activas

Para muchas de las principales enfermedades fungosas del cereal solo hay unos pocos grupos de sustancias activas disponibles. Los productos que no pertenecen a los grupos de los triazoles o las estrobilurinas poseen un espectro de acción muy restringido y están limitados principalmente al oídio y a la mancha ocular del trigo. Excepciones son chlorothalonil, como fungicida de contacto contra Septoria, y boscalid, con un efecto más amplio contra Septoria y la mancha ocular del trigo. Los triazoles se presentan como las sustancias realmente eficaces curativamente, que en situaciones dudosas o en el primer tratamiento pueden usarse como principios activos potentes. En los tratamientos posteriores no se debe abusar hasta el último día de la capacidad curativa del fungicida, ya que sería confiar todo a un único grupo de sustancias activas de los triazoles. Las aspersiones posteriores deberán aplicarse oportunamente.

Manejo de resistencias La aplicación reiterada de fungicidas del mismo grupo de sustancias activas favorece la formación de resistencias, que pronto se fijan genéticamente y se imponen con rapidez en la población patógena, quedando muy pronto solo individuos resistentes. Con ello, otros fungicidas con el mismo modo de acción también pierden su eficacia. En la adaptación de los agentes patógenos a las sustancias activas se distinguen dos variantes. Por un lado, la adaptación continua o cuantitativa se desarrolla mediante un proceso de cambio lento e inadvertido, también conocido como «shifting». Algunos genes de los patógenos son modificados y su sensibilidad frente a las sustancias activas decrece progresivamente. Aunque solo en contadas ocasiones el producto pierde su efectividad, sí se observa una reducción de su capacidad de control o de la persistencia original. Este tipo de reacción adaptativa es considerado como menos dramático. Las sustancias activas pueden seguir utilizándose, aunque restringidamente, sobre todo si se reducen las dosis de aplicación recomendadas.

¿Qué es una prestación mesostémica?

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La adaptación específica o cualitativa transcurre de manera totalmente diferente. Aquí basta una sola alteración genética para que la sensibilidad frente a una sustancia activa se vea reducida de tal modo, que incluso con la aplicación de las dosis recomendadas para el fungicida la eficacia de éste quede muy mermada. Quedan entonces sólamente cepas patógenas sensibles o resistentes. Con alta presión de selección, las cepas resistentes pueden reproducirse explosivamente en una misma temporada y provocar la pérdida de eficacia del principio activo. Para prevenir resistencias a fungicidas, en los tratamientos secuenciales deben, por tanto, aplicarse sustancias activas con diferentes modos de acción. Hay que evitar medidas innecesarias y la aplicación de dosis reducidas, ya que no solo incrementan el riesgo de resistencias sino que además son antieconómicas. n

Trifloxystrobin posee una pronunciada afinidad a la superficie vegetal. Así forma en la superficie vegetal y en la capa cerosa de la planta un depósito estable de sustancia activa (1/2), que genera un continuo efecto protector contra las esporas atacantes del hongo. Desde el depósito, pequeñas cantidades del principio activo penetran constantemente en el tejido de la planta (3). Debido a su distribución translaminar (4), tanto el haz como el envés de la hoja queda protegido contra infecciones. Además, se liberan pequeñas partículas del principio activo que llegan, mediante la subsiguiente distribución, a aquellas partes vegetales no tratadas directamente o que han crecido entretanto (5). La fuerte adherencia a la superficie foliar y la baja solubilidad en agua garantizan la estabilidad del depósito de sustancia activa y aseguran una excelente persistencia.


Grupos de sustancias activas fungicidas en cereales Los azoles constituyen el grupo fungicida más numeroso e importante (junto a las estrobilurinas). A él pertenecen, en función de sus efectos, los subgrupos de los bencimidazoles, triazoles e imidazoles. • Los bencimidazoles y los tiofanatos actúan en el metabolismo de los hongos inhibiendo la división celular y poseen un único punto de ataque. A este grupo pertenecen, entre otras, las sustancias activas contra la mancha ocular del tallo y el moho de la nieve. Tienen efecto curativo. • Los triazoles se distribuyen sistémicamente en la planta y poseen un potente efecto preventivo, curativo y erradicativo. Pertenecen a un subgrupo de los fungicidas IBE (inhibidores de la biosíntesis de esteroles) y se denominan fungicidas DMI (inhibidores de la demetilasa). Inhiben una enzima específica (demetilasa C14) que contribuye a la formación de los componentes basales de la membrana celular (esteroles). Los triazoles ejercen diversos efectos secundarios positivos sobre la regulación del crecimiento: influyen en el contenido de clorofila, prolongan el tiempo de asimilación, mejoran la fotosíntesis y acortan el crecimiento elongatorio. Las hormonas de maduración retrasan la maduración, permitiendo así prolongar el tiempo de permanencia del grano en la espiga. • Los imidazoles y las pirimidinas poseen una distribución parcialmente sistémica. Dos principios activos importantes son procloraz e imazalil (en desinfectantes de semillas contra el rayado de la cebada). Las morfolinas pertenecen a otro subgrupo de los fungicidas IBE. Inhiben dos enzimas involucradas en la formación de las membranas celulares, provocando rupturas en la membrana que llevan a una rápida desecación, especialmente en los oídios.

Las estrobilurinas forman un depósito de sustancia activa en la capa cerosa de la hoja, de donde se distribuyen en forma translaminar o superficial e interfieren en el metabolismo energético (proceso respiratorio) de los hongos. Allí bloquean una enzima y corren un alto riesgo de resistencia, lo que ya se pudo verificar con oídio y con Septoria. Las estrobilurinas tienen que aplicarse de modo preventivo. Las quinolinas forman un depósito en la capa cerosa, al igual de las estrobilurinas, y poseen una distribución translaminar. No tienen efecto curativo, aunque ofrecen una persistencia relativamente larga. Las anilinopirimidinas forman un depósito en la capa cerosa, como las estrobilurinas y quinolinas. La subsiguiente distribución es por vía translaminar y sistémica. Bloquean la síntesis del aminoácido metionina en el metabolismo del hongo e inhiben así su penetración en la hoja y su desarrollo en el tejido foliar. Las quinazolinonas constituyen un nuevo grupo de sustancias activas que inhiben, en el caso del oídio, la capacidad de germinación de las esporas. El principio activo se distribuye por sistemicidad local y mediante microemisiones sobre la planta y su entorno, protegiendo así a los nuevos brotes. Las ciflufenamidas forman un grupo nuevo de sustancias activas, atacan distintos puntos en la fase de desarrollo del oídio del cereal, actúan rápidamente y son de efecto tanto preventivo como curativo. El principio activo se distribuye en la planta en forma translaminar y por sistemicidad local. Las carboxamidas son un grupo de sustancias activas que también actúan sobre el proceso respiratorio. Cubren diferentes estadíos de desarrollo de los hongos. En los cereales, la sustancia activa solo tiene efecto preventivo, tras su aplicación es asimilada por la hoja y translocada sistémicamente en la planta en sentido acropetálico.

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Campaña de uso seguro en Europa del Este

Mucho más que transferir información sob

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re productos Es preciso llevar ropa de seguridad apropiada antes, durante y después de la aplicación de los productos para tratamiento de semillas.

A Evgenia Ustimenko, de Bayer CropScience en Ucrania, es asesora de la campaña de uso seguro de productos del tratamiento de semillas desde el año 2006.

Coincidente con el lanzamiento del nuevo tratamiento de semillas para cereales Lamardor, Bayer CropScience inició una campaña para promover la aplicación segura en este tipo de tratamientos en diversos países de Europa del Este. Porque todas las partes involucradas se han beneficiado de esta campaña, los primeros resultados han sido altamente positivos.

lexander Ryzhenko acaba de regresar a su oficina en Moscú. Ha pasado dos días en la nevada ciudad de Tumen (Siberia), a donde había ido en su calidad de responsable de productos para tratamiento de semillas de Bayer CropScience, para participar en una reunión con clientes locales, asesores y representantes de grandes establecimientos agropecuarios. Este tipo de reuniones y debates de los representantes de Bayer CropScience con sus clientes son una práctica común. Permiten compartir experiencias y ofrecen a los especialistas de Bayer CropScience la oportunidad de compartir información sobre nuevos productos y servicios. «Este encuentro ha sido una excelente plataforma para presentar nuestra campaña de información sobre uso seguro de los productos para tratamiento de semillas», nos explica el responsable de producto para Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. «El objetivo de la campaña es promover el manejo seguro de los productos para tratamiento de semillas, de modo que especialmente los usuarios estén mejor protegidos.»

Campaña coincidente con la introducción de Lamardor La planeación del proyecto se remonta a mediados de 2007. Poco después se dieron pasos ya más concretos: la elaboración y distribución de un folleto informativo, la identificación de los proveedores de equipos de protección y la creación de una página web; y unas mil personas tuvieron la oportunidad de familiarizarse con el mensaje de la campaña. Ryzhenko y sus colegas realmente quieren que todo se ponga en marcha con la campaña de 2009. Por eso, la introducción del nuevo tratamiento para semillas Lamardor® será un fuerte impulso: «Creemos que el

nuevo producto despertará un gran interés entre agricultores, distribuidores y en las plantas tratadoras. Al mismo tiempo deseamos capitalizar este interés para una mayor concientización sobre protección del usuario», señala Ryzhenko. Dado el ya tradicional compromiso de Bayer CropScience con la protección del usuario, es natural proseguir con el desarrollo de formulaciones para el tratamiento de semillas libres de polvo y con bajo contenido de solvente. El resultado fueron los tratamientos en suspensión de base acuosa, de fácil uso. Estos productos resultan particularmente adecuados porque no desprenden polvo ni vapores de solventes durante su empleo. La maquinaria y el equipamiento simplemente se limpia con agua y ya no sufren los efectos negativos de la frecuente exposición a solventes orgánicos. «Proveer al mercado productos para tratamiento de semillas que son de fácil uso es una de las prioridades de Bayer CropScience », señala Ryzhenko. Por lo que respecta al usuario, la práctica de protección ya comienza al decidir qué producto adquirir. Los productos de alta calidad para

Alexander Ryzhenko (dcha.) dirige el proyecto de Bayer CropScience de protección del usuario. 1/09 CORREO 19


En cuanto comience la temporada de tratamiento, los técnicos de Bayer CropScience se moverán por todo el país para ayudar al personal de las plantas de tratamiento y para capacitarlo en el uso de los equipos de protección. Para Bayer CropScience, que fué el primer fabricante de productos fitosanitarios en emprender una campaña de uso seguro de este tipo en Ucrania, la sostenibilidad es un aspecto primordial de la campaña.

Convenciendo a la gente de las ventajas Peter Ohs (izq.), de Bayer CropScience en Monheim, asesora a sus colegas sobre el terreno y les brinda valiosos consejos sobre el equipamiento de la ropa de protección.

el tratamiento de semillas, como Lamardor, son fáciles de mezclar, presentan buena adherencia a las semillas, resisten la abrasión y poseen un alto grado de fluidez, y es, por tanto, más fácil trabajar con ellos. Evgenia Ustimenko, la colega ucraniana de Ryzhenko, ya hizo más camino y tuvo tiempo para adquirir algo más de experiencia. En Ucrania, tanto la presentación de Lamardor como la campaña se iniciaron antes, en el año 2006. En Moldavia, un año después. La campaña de protección del usuario abarca un amplio abanico de tópicos relativos a todo el espectro de prácticas eficientes y seguras del tratamiento de semillas. El jefe de proyecto para esta campaña en Ucrania, Moldavia, Georgia y Armenia concede especial importancia al equipo de protección personal del usuario. «Inculcar el uso de guantes, overoles, máscaras de respiración y anteojos de seguridad constituye uno de los ejes de nuestra campaña. Apelamos al sentido común de los usuarios para persuadirlos de que adopten las medidas de protección recomendadas y las pongan en práctica a lo largo de todo el proceso de tratamiento y, posteriormente, durante el lavado del equipamiento», declara Ustimenko.

Alto nivel de aceptación entre los usuarios Los resultados de la campaña hablan por sí solos. Los representantes comerciales de Bayer CropScience ahora observan que un 60 % de los operarios de los equipos de tratamiento de semillas de Ucrania y Moldavia aplican las medidas de precaución recomendadas y llevan los equipos de protección adecuados. Al comienzo de la campaña, la cifra se situaba en torno al 10 %. Ustimenko atribuye este éxito a la comunicación continua: «Mis colegas 20 CORREO 1/09

periódicamente tocan este tema en cursillos de capacitación, en reuniones, en días de campo y en sus visitas a los establecimientos. En prestigiosas revistas especializadas se hace mención de nuestras actividades; también ofrecemos información relevante en nuestro catálogo anual de productos, videos muestran de manera muy didáctica cómo utilizar correctamente a los productos para tratamiento de semilla; e Internet ofrece un rápido acceso a la información que ofrecemos ». Ustimenko está convencida de que paso a paso se llega lejos. Por ello, el proyecto continuará conceptualmente durante 2009.

El Dr. Peter Ohs, responsable principal del área de tutela de producto del departamento de Desarrollo, está en contacto permanente con Alexander Ryzhenko y Evgenia Ustimenko. Conjuntamente deciden cómo organizar y desarrollar eficazmente la campaña para que sea un éxito. «Los usuarios deben reconocer su importancia y valor por sí mismos; es una condición necesaria para la recepción de la campaña », señala Peter Ohs, desde la sede central de la compañía en Monheim. Ohs traza una paralela con el manejo de un vehículo: «Para la mayoría de los conductores, colocarse el cinturón de seguridad se ha convertido en un hábito, y casi todos están también dispuestos a invertir adicionalmente en dispositivos de seguridad como airbags, ABS o ESP. Los

Lamardor es un nuevo fungicida de la cartera de tratamiento para semillas de cereales de Bayer CropScience. Combina la innovadora sustancia activa prothioconazole con el globalmente exitoso principio activo tebuconazole. Prothioconazole es un fungicida IDM (inhibidor de la dimetilasa) que pertenece al nuevo grupo químico de las triazolintionas. La rápida penetración de tebuconazole en combinación con la absorción sostenida de prothioconazole brinda una protección perdurable y duradera. Lamardor combina… • un amplio espectro de control de enfermedades gracias a las dos sustancias activas complementarias, con evidentes efectos sinérgicos: - excelente eficacia contra Tilletia caries, Ustilago nuda f. sp. tritici y Fusarium spp. - buena eficacia contra Bipolaris sorokiniana - adecuada eficacia contra Microdochium nivale en la mayoría de los países o circunstancias • …con un fortalecimiento de la planta debido a cinco efectos interactivos en la fisiología vegetal: - un mayor vigor de cultivo - un excelente y sano establecimiento del cultivo - un mejor desarrollo radicular gracias a los benéficos efectos fisiológicos de tebuconazole - una mayor tolerancia a heladas gracias a un acortamiento del mesocotilo - una mayor tolerancia a sequía gracias a la producción de raíces más largas • y una alta confiabilidad y seguridad de cultivo.


usuarios de los productos para protección de cultivos deben actuar de la misma manera y ponerse los equipos de protección siempre que trabajen con estos productos. Además, hay medidas que las plantas tratadoras pueden adoptar para incrementar la seguridad del lugar de trabajo; por ejemplo, instalar ventiladores de extracción adecuados». Otros aspectos de la campaña, como las recomendaciones sobre el almacenaje seguro de los productos para tratamiento de semillas y de las semillas tratadas, o el uso de equipos de tratamiento bien calibrados, pueden también beneficiar directamente a los usuarios en términos de seguridad del lugar de trabajo. «La seguridad y la eficiencia económica se pueden complementar mutuamente», concluye Ohs.

La responsabilidad no termina con la venta del producto Esta campaña de protección del usuario significa para Ohs una aplicación práctica de la política empresarial. «Es obvio que deseamos aumentar nuestra participación de mercado con nuestros productos inno-

por una amplia comunicación. Con toda intención incluyeron no sólo a sus propios representantes comerciales, sino también a los distribuidores y, donde fuere posible, a periodistas especializados y autoridades competentes. Todos ellos deberían, idealmente, recoger el mensaje y operar como multiplicadores en sus propios ámbitos de actividad. Peter Ohs pone el ejemplo de una bola de nieve. «Cuanto más amplia sea la difusión de la campaña y más frecuentemente nos refieramos a esta cuestión, mayores serán las posibilidades de lograr el efecto deseado. Estamos convencidos de que nuestra campaña tiene la capacidad de difundirse por sí misma.» Hasta cierto punto es lo que ya está sucediendo: las plantas tratadoras han empezado a preguntar a sus contactos de Bayer CropScience dónde se celebrarán las próximas reuniones de capacitación. Las respectivas autoridades responsables de los distintos países se han mostrado asimismo muy receptivas con esta campaña de protección del usuario, y ya están señalando al siguiente paso: ampliar la campaña para cubrir el área de aplicación por aspersión. n

vadores, pero también aceptamos nuestra responsabilidad para asegurarnos de que sean utilizados adecuadamente.» Para Ohs, Ustimenko y Ryzhenko, el desafío está en llegar a los muchos miles de usuarios de los productos para tratamiento de semillas y en que acepten el mensaje. Muchos de ellos son ya conscientes de lo importante que resulta adoptar las medidas de protección adecuadas, «aunque debemos asegurarnos de que las palabras se traduzcan en hechos concretos», aclara, describiendo de este modo el objetivo general. Hay que tomar en cuenta la amplia diversidad de estructuras agrícolas existente en los países de Europa del Este. En lo posible, debe llegarse a todas las partes interesadas, porque esta cuestión concierne a todos, desde las pequeñas empresas hasta las grandes compañías que tratan lotes de semilla suficiente para varios cientos de miles de hectáreas. El personal de Bayer CropScience calcula que en Ucrania el número de operaciones agrícolas relacionadas con el tratamiento de semillas supera a dos mil, mientras que en Rusia gira en torno a 26.000. Ustimenko y Ryzhenko han optado

12 recomendaciones

para el uso seguro de los productos para tratamiento de semillas

Antes de la aplicación:

Utilice únicamente productos de alta calidad

Almacene los productos con seguridad

Antes de usar, lea la etiqueta

Utilice la vestimenta y equipos de protección personal adecuados

Durante la aplicación:

Después de la aplicación:

Evite derrames

Mantenga las semillas tratadas fuera del alcance de personas y animales

Siga las recomendaciones del fabricante antes de disponer de los envases

Limpie periódicamente la maquinaria tratadora de semillas

Revise y calibre periódicamente la maquinaria tratadora de semillas

Use únicamente semillas limpias y del calibre adecuado

Póngase guantes y mascarillas con filtro para evitar contaminación

Una vez realizado el trabajo, limpie el equipamiento de protección personal y lave el cutis que estuvo expuesto

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Uvas de buen renombre

El empresario alemán Kölla, dedicado a la comercialización de frutas y hortalizas, quiere mejorar la imagen de la uva turca. Cerca de Esmirna, su empresa produce uvas de mesa conjuntamente con una compañía turca asociada siguiendo el concepto de la iniciativa de Bayer CropScience de actividades conjuntas en la cadena alimentaria. Es un modelo de éxito.

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E

n torno a la ciudad de Alaşehir (la antigua Filadelfia), cerca de Esmirna, el observador podrá disfrutar de un romántico paisaje: viñedos hasta donde alcance la vista. Millones de jugosas uvas que bajo un cielo azul allí maduran, en un paisaje que parece sacado de un folleto de viajes turísticos. En este caso, sin embargo, el viaje parte de allí y lleva a las uvas, por ejemplo, hasta Alemania. A los cuatro días de su cosecha, las uvas de los campos de Alaşehir se encuentran en los supermercados de Hamburgo, de Colonia y de Múnich. Que allí encuentren compradores es una certeza, porque la marca bajo la cual se comercializan, Alinda, es sinónimo de gran calidad para los clientes.

Cambio de perspectivas

El Dr. Mehmet Kaya, de Bayer CropScience, Gündüz Sadak, de Kölla, y Björn Hardt, de Bayer CropScience, intercambian impresiones sobre el cultivo.

Esto en el pasado no se podía afirmar de toda la uva turca. «La imagen de la uva turca en Europa no fué de la mejor », explica Björn Hardt, responsable de marketing y desarrollo de Bayer CropScience en Turquía. Culpables de esa pobre imagen eran los «pecados» de algunos productores, que no cumplían con los tiempos de espera ni con las cantidades máximas de residuos autorizados, o que aplicaban productos para protección de cultivos no autorizados o no aceptados en Europa. «Eso perjudicó mucho al renombre de todo el ramo.» Para el consumidor europeo, los productos procedentes de Turquía con frecuencia se catalogaban en forma generalizada como «contaminados». Que ahora las uvas Alinda establezcan un nuevo standard hay que agradecérselo también a Bayer CropScience. Y es que la gran calidad de estas uvas se debe a la iniciativa de actividades conjuntas en la cadena alimentaria, un programa que ya está llevando proyectos en 40 países y que figura para una nueva filosofía en el ámbito de la protección de cultivos y para un exitoso modelo de comercio: «Tras la iniciativa de las actividades conjuntas en la cadena alimentaria está la idea de trabajar con nuestros asociados productores de alimentos y comerciantes para ofrecer un servicio a medida y una aplicación optimizada de los medios de

producción a los agricultores, en beneficio de todas las partes », afirma la Dra. Birgitt Walz-Tylla, responsable del manejo de la cadena alimentaria en Bayer CropScience: «Con ello hemos logrado en cierta forma un cambio de perspectiva: Bayer Crop­ Science se enfoca a las necesidades de todas las partes de la cadena alimentaria, desde el agricultor hasta el comerciante y el consumidor, pasando por el exportador/ importador.» El cambio de perspectiva empieza en el cultivo: «El agricultor de hoy enfrenta amplias exigencias», indica Walz-Tylla. «Tiene que garantizar la posibilidad del seguimiento de su mercancía, y correspondientemente planificar y ejecutar de forma transparente sus tareas de laboreo. Esto, sin los conocimientos especializados, también de protección de cultivos, no lo puede lograr. Además, el agricultor se enfrenta al desafío de mantenerse continuamente informado sobre nuevas tecnologías y prácticas de cultivo. Por otro lado, tendrá que observar cuidadosamente los mercados objetivo, para adaptar su esquema de producción a cualquier nueva normativa o modificación en las regulaciones de esos países.» Bayer CropScience posee en todos estos ámbitos buenos conocimientos y puede ofrecerlos al agricultor: desde formas óptimas de cultivo hasta la aplicación controlada y ecológicamente compatible de productos para protección de cultivos, para que cumplan con el nivel máximo de residuos legalmente autorizado. Es obvio que todos los eslabones de la cadena alimentaria se benefician: el exportador, el importador y el comercio tienen la seguridad de que pueden colocar la mayor

calidad alimentaria en el mercado. Y el cliente puede confiar en la calidad y la inocuidad de las uvas, manzanas o calabacitas que adquiere en el mercado.

Errores de cultivo arruinaron la imagen No obstante, el mejor concepto no sirve si no hay asociados fiables. En el caso de Alaşehir se trata de la empresa alemana Kölla y la firma turca Çelikoglu, que trabajan conjuntamente con Bayer CropScience según las reglas de la iniciativa de actividades conjuntas en la cadena alimentaria. Se producen uvas de mesa de la variedad Sultana para su comercialización en Alemania y Austria. Y esto con gran éxito. «Hace varios años con frecuencia tuvimos problemas con las uvas que importábamos a Alemania desde Turquía», explica Gündüz Sadak, cooperante responsable de Kölla para el negocio turco. «Con frecuencia, en la vid se aplicaban productos para protección de cultivos no autorizados en Alemania. Y con frecuencia los residuos sobrepasaban las tolerancias establecidas. Por esa razón buscamos activamente el contacto con los fabricantes de productos para protección de cultivos y en Bayer CropScience nos prestaron atención.»

Hace falta mucho esclarecimiento Este modelo de cooperación entre tanto ya se ha convertido en uno de los proyectos ejemplares de la iniciativa de cooperación en la cadena alimentaria. Con ello se ha logrado mejorar notablemente la imagen 1/09 CORREO 23


de la uva turca. El principio funciona así: Kölla y la compañía Çelikoglu conjuntamente arriendan a los viticultores locales tierras en las que cultivan uvas siguiendo las instrucciones de los expertos en protección de cultivos de Bayer CropScience. De proporcionar técnicos agrónomos y personal de campo se encarga la empresa Çelikoglu, que también tiene a su cargo una moderna estación de empaque y actúa como exportadora. Kölla se encarga del prefinanciamiento y de la importación a los países objetivo. Como afirma Sadak, colaborador de Kölla: «así podemos controlar aún mejor que el producto tenga un trato impecable, desde su cultivo hasta el consumidor».

Cultivo según rigurosas directivas Pero para llegar hasta ahí hubo que recorrer un largo camino. «Al principio hubo que hacer mucha labor de esclarecimiento», recuerda Björn Hardt, responsable de marketing y desarrollo para Bayer CropScience en Turquía, refiriéndose a los comienzos del proyecto en el año 2005. «Por un lado estaban las exigencias del minorista y de los consumidores, que esperan de los supermercados alemanes una fruta sana y de calidad. Por el otro, nos encontrábamos con las peculiaridades locales de cultivo, con productores que no podían ver mas allá de sus narices.» Como inicio, Bayer Crop­ Science interiorizó tanto a los agricultores como a los exportadores de las exigencias del mercado alimentario alemán. «En este rol fungimos como mediadores entre dos mundos», concluye Björn Hardt. Según Gündüz Sadak, de Kölla: «la mayoría de los agricultores ni sabían de la mala fama de las uvas de su país en el extranjero. Tampoco estaban informados cuáles productos para protección de cultivos están autorizados en Alemania, y cuáles no. ¿Cómo iban a saberlo, cuando ya para un agricultor alemán resulta suficientemente complicado mantenerse al tanto sobre las normas de la UE?». Gracias a la cooperación consecuente y confiable de las tres partes ha sido posible vencer los desafíos iniciales y establecer un sistema de producción que funciona y es fiable. En el caso de la uva Alinda queda des­­­ cartado una recaída a los pecados de antaño. Son cultivadas siguiendo normas muy estrictas. «Ninguno de los productores de nuestro programa de cooperación de la cadena alimentaria elige por cuenta propia los productos para protección de cultivos », explica Björn Hardt. Con la ayuda de 24 CORREO 1/09

expertos de Bayer CropScience y Çelikoglu se elabora para cada parcela el concepto adecuado de tratamiento, dentro de un plan de productos para protección de cultivos especialmente orientado a la exportación a Alemania. Según Hardt, «por supuesto, hay que documentar con precisión cuando y cuanto de cuál producto para protección de cultivos se ha aplicado. Para prevenir la eventual incidencia de enfermedades nos apoyamos en un monitoreo continuo que permite actuar en forma dirigida, limitando la aplicación a lo mínimo necesario». Para proteger al máximo la garantía de calidad se llega al extremo de comercializar fuera del marco del concepto de actividades con­ juntas para la cadena alimentaria a las uvas procedentes de parcelas limitantes con tierras de otros productores no participantes, ya que su calidad podría estar afectada por los productos aplicados en el campo vecino. En lo referente al control de residuos, también se hace más de lo que se exige. Como afirma Sadak, colaborador de Kölla: «aproximadamente una semana antes de la cosecha, el personal de Kölla toma muestras de campo y las envía a Alemania para su análisis. Sólo cuando el resultado de los análisis responde a las exigencias de los clientes se autoriza la cosecha del parral respectivo. Como tomamos muestras de todas nuestras plantaciones antes de la cosecha, se puede decir que prácticamente cada camión que sale es muestreado. Pero sólo se exije analizar muestras de cada tercer camión. Así que hacemos mucho más de lo que el comercio requiere». Por su parte, el comercio puede rastrear a cada uva que vende hasta el lote en el cual fué producida, puesto que cada parcela está provista de un código de barras. Al comercio detallista (por ejemplo, el supermercado), con la primera carga se le comunican los códigos de las plantaciones. Utilizando el código de la plantación y su propia clave, puede entrar en la página web www.alinda.eu y descargar los resultados de análisis más recientes de la mercancía que se le ha enviado.

Del importador al productor Un concepto que funciona, también para los agricultores turcos, afirma Sadak: «a los agricultores locales a comienzos de la temporada les ofrecemos un adelanto calculado en base a los ingresos medios del año anterior. El resto se abona después de la cosecha». Se trata de una oferta sobre la que ha corrido la voz en toda la región. Desde entonces, son muchos los agriculto-

El equipo del proyecto de Kölla, Çelikoglu y Bayer CropScience.

Preparación de las uvas para su transporte.

res dispuestos a alquilar sus parcelas para participar en el proyecto. «En esta región, las parcelas suelen ser muy pequeñas. En 2006 aún teníamos que ir convenciendo a los agricultores uno por uno para que nos alquilaran su pequeño trozo de tierra. Tardamos casi tres meses en reunir una superficie de 60 hectáreas. En 2007 conseguimos 300 hectáreas en sólo una semana. Había pueblos enteros que querían participar en el proyecto de cooperación para la cadena alimentaria.» También en la temporada 2008 tuvimos excelentes resultados. A Alemania se exportaron casi 4.000 toneladas de uvas, que equivalen a 180 camiones. En el año 2004 sólo habían sido 43.


El cultivo de uva del proyecto Colaboración con la cadena alimentaria de Turquía sigue unas estrictas directrices. Los especialistas de Çelikoglu y Bayer CropScience seleccionan el régimen de tratamientos adecuado.

En Austria, el proyecto de cooperación para la cadena alimentaria con Turquía también ya cobró renombre. En ese país, Kölla colabora estrechamente con GLOBAL 2000. La organización ya en varias ocasiones ha valorado positivamente el proyecto de las uvas de Turquía. n Katja Nau

La calidad habla por sí sola.

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Protección del trigo Durante casi 50 años se había asumido que el patógeno de la roya del tallo había sido derrotado, pero esto ya no es así: en los últimos años ha vuelto en forma de una variante de cepa especialmente agresiva que ahora representa una tremenda amenaza para el cultivo de trigo. Mientras la búsqueda de nuevas variedades resistentes de trigo prosigue, un estudio ha mostrado que Folicur, el prestigioso fungicida de Bayer CropScience, puede ser entre tanto de gran ayuda.

E

s muy probable que el nombre de Puccinia evoque asociaciones placenteras para los amantes de la música clásica. ¡Pero no es así entre los productores de trigo! La asociación inmediata para ellos es ”roya”. Durante muchos años, los agricultores han estado particularmente preocupados por Puccinia graminis, la roya del tallo. La rápida difusión de esta nueva cepa podría convertirse pronto en una seria amenaza

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para el suministro global de trigo. Con una producción anual de más de 600 millones de toneladas, el trigo ciertamente es uno de los productos alimentarios básicos más importantes para una población mundial creciente. Se asumió por mucho tiempo que el patógeno de la roya del trigo había sido vencido. Aunque ocasionalmente causó graves pérdidas de cosecha durante la

primera mitad del siglo XX, a la final se lograron variedades de trigo resistentes. Entre los científicos que las desarrollaron figuraba Norman Ernest Borlaug, que llegó a ser conocido como el padre de la «Revolución verde» y obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1970 en reconocimiento a su trabajo. La roya reapareció de improviso a fines del siglo pasado, en forma de nueva cepa fisiológica particularmente agresiva. Tras ser caracterizada por primera vez en Uganda en 1999 (de ahí que los especialistas la denominen Ug99), esta cepa se ha ido extendiendo por el norte de África, llegando hasta el Oriente Medio. Cuando la cepa apareció en el Yemen en 2007 como una mutación aún más agresiva, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hizo sonar las alarmas y alertó de que el patógeno podría erigirse en una seria amenaza global para las cosechas si eventualmente llegara hasta las principales áreas de cultivo de trigo. Actualmente, la mayor preocupación es que el patógeno siga avanzando en dirección a importantes productores de trigo, como Pakistán e India. Los países norteafricanos


contra roya también están amenazados. Se estima que las regiones directamente afectadas por la propagación de Ug99 representan el 37 % de la producción global de trigo. Al desarrollarse, el hongo Ug99 afecta negativamente los procesos metabólicos de la planta del trigo, inhibiendo su crecimiento y eventualmente reduciendo el rendimiento. Los granos de trigo cosechados tienden a ser de menor tamaño y más livianos, a menudo raquíticos y de menor calidad. El 90% de todas las variedades comerciales de trigo es susceptible a esta agresiva cepa del patógeno. Los investigadores trabajan sin descanso para seleccionar variedades de trigo resistentes adecuadas para su cultivo. Ya se han identificado los primeros genes de resistencia, aunque habrán de pasar algunos años antes de disponer de variedades de trigo resistentes que puedan cultivarse a gran escala. Así que, por ahora, la prioridad es contrarrestar la amenaza por otros medios, por ejemplo, controlando directamente al patógeno.En este sentido, las noticias procedentes de Kenia, un país con 150.000 hectáreas de trigo que ha estado amenazado por Ug99 durante varios años, son

positivas. Recientemente se ha publicado el reporte final de una serie de ensayos de campo en trigo realizados por el Instituto de Investigación Agraria de Kenia (KARI) en 2005 y 2006. «La investigación demuestra que Ug99 puede controlarse con éxito con los fungicidas apropiados», explica Francis Miano, responsable técnico de Bayer CropScience en la región de África oriental. Durante esos dos años, los investigadores del KARI han evaluado en tres áreas de cultivo de trigo la eficacia de nueve fungicidas registrados. A las cuatro semanas después de la aplicación evaluaron la gravedad de infección por la roya del tallo; posteriormente, en la cosecha evaluaron el rendimiento y la calidad del grano. Compararon entonces estos resultados con los de las parcelas sin tratar. Los resultados demostraron que, según temporada y zona de cultivo, el uso de fungicidas incrementó los rendimientos de manera económicamente significativa. De los nueve fungicidas evaluados, los dos productos más eficaces provenían de la cartera de Bayer CropScience: Folicur® 250EC y Silvacur® 250EC. Actualmente, el KARI está recomendando oficialmente

Signos para la identificación de la roya negra: pústulas de color entre naranja y marrón oscuro sobre tallos y hojas.

el uso de ambos productos para controlar a Ug99 en Kenia. No es sorprendente que en los ensayos los resultados de Folicur y Silvacur fueran similarmente buenos, ya que ambos comparten la misma sustancia activa: tebuconazole. «Silvacur contiene una sustancia activa adicional, en tanto que Folicur es un producto sólo», explica Ingo Wetcholowsky, especialista en fungicidas del departamento de desarrollo agronómico de Bayer CropScience. «Solemos recomendar a Silvacur y otros productos combinados, como Nativo® y Prosaro®, en caso de ser preciso controlar, además de la roya, a otros patógenos fungosos, como por ejemplo el oídio.» Si sólo se tiene que controlar a la roya, Folicur es el producto adecuado. Durante muchos años, Folicur ha mantenido su posición como uno de los productos más efectivos del mercado mundial en el control de la roya, y ha demostrado su eficacia en más de 60 países, especialmente en la lucha contra la roya amarilla y la roya de la hoja. En cambio, durante décadas no hubo necesidad de controlar a la roya del tallo. Ahora, la buena noticia es que, en caso de que Ug99 siga difundiéndose más en Asia, tal y como teme la FAO, Folicur ya está registrado en países como Pakistán e India y está bien establecido para el uso en los cultivos de trigo. n Karl Hübner

La superficie de cultivo de trigo de Kenia se halla también bajo la amenaza de la roya del tallo y de la nueva cepa fisiológica UG99. Los resultados de investigaciones recientes demuestran que esta cepa puede controlarse con fungicidas apropiados, como Folicur y Silvacur. Fotografía de los campos de trigo próximos al ecuador en Kenia. 1/09 CORREO 27


Naturaleza y técnica

Las salamanquesas o gecos son conocidos por su habilidad para trepar por las paredes y caminar cabeza abajo por los techos. Estos reptiles pueden caminar por superficies tan lisas como el vidrio gracias a los miles de millones de pelillos que cubren las plantas de sus dedos, que proporcionan una adherencia perfecta. Además, el animal se puede «despegar» con facilidad y sin dejar huellas. Gracias a estos pelillos, la salamanquesa aprovecha de forma singular bajas tensiones de cohesión molecular. Por eso no es de extrañar que los investigadores se hayan interesado mucho por ese principio, para diseñar, por ejemplo, una cinta adhesiva multiusos. Con 0,5 centímetros cuadrados de una cinta de este tipo se puede colgar una figurilla de juguete de Spiderman de 40 gramos de peso de un techo de cristal. n

www.bayercropscience.com


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