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El huipil de la tortuga y los dioses del maíz

[NA HUAS DE LA SIERRA

En los tiempos de antes hubo un niño y una niña que nacieron de una semilla de maíz. Una tortuga cuidaba de estos dos hermanos. El niño se llamaba Francisco y la niña, María. La tortuga los paseaba como si fuese su nana.

Un día la niña empezó a rascarle la espalda a la tortuga. –¿Qué haces? –dijo la tortuga–. Si me sigues rascando la espalda los voy a bajar. –No te enojes –le pidió la niña–. Sólo te estoy tejiendo tu huipil.

Es por eso que los huipiles son como el caparazón de las tortugas.

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