Dos niños que miran

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DOS NIテ前S QUE MIRAN Juliテ。n Alonso


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“Dos niños que miran” es un libro de poemas para niños, escrito por Julián Alonso y con dibujos de Adriana Alonso García y Mar Alonso García


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Dos niños miran ¿qué están mirando?: a las palomas que van volando.

Dos niños miran, ¿qué mirarán?: crecer las rosas en el rosal.

Dos niños miran ¿qué es lo que ven?: jugar al grillo con un ciempiés.

Dos niños miran ¿qué estarán viendo?: a sus amigos que van corriendo.

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I

Poemas para dibujar

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HOMBRE EN LA LLUVIA

Hombre en la lluvia siempre mojado, las nubes nubes te han encontrado.

Hombre en la lluvia, mira hacia arriba, las nubes nubes estรกn dormidas.

Hombre en la lluvia, mira hacia abajo, las nubes nubes ya se han marchado.

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NIÑA CON ESTRELLA

Juega con una estrella la niña verde. Se la ha robado al cielo, no la devuelve. El jardín brilla brilla, las flores crecen. La niña con su estrella sonríe siempre.

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El sol ha salido, llegó la mañana, la niña con trenzas está en la ventana.

Saludan las flores, la hierba se lava, la niña se peina, los pájaros cantan.

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Por el cielo nube nube, por arriba nube va cargadita con su agua, ¿en dónde la dejará?. Abajo juegan los niños -correr, reir y saltar-. La nube, que está celosa se ha comenzado a enfadar. Llora que llora la nube, moja que te mojarás; corre que corre los niños para arriba mirarán: - ¿Por qué estás llorando, nube?. - Porque no puedo jugar.

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Por las chimeneas el humo se escapa emprendiendo el vuelo tras las nubes blancas.

Blandos algodones flotando en el cielo, las nubes y el humo amigos se hicieron.

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II

Cuatro poemas en prosa

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Las hojas son las alas de los árboles. olas de alas que vuelan con el viento y, cuanto mas viento, más hojas, más alas, más olas aladas de hojas que vuelan.

Y es que el viento es así, Adriana, le hace brotar alas a todo lo que toca y todo remonta el vuelo.

¿Y si sueño con elefantes?

Sueñas con elefantes y las alas del viento te transportan a la selva.

¿Y si sueño con Reyes Magos?

Sueñas con Reyes Magos y, en las alas del viento, llegan a tus zapatos los juguetes.

¿Y si sueño con el mar?

Sueñas con el mar y las alas del viento hacen que llegue el agua hasta tus pies.

- Papá, y si sopla un viento muy fuerte muy fuerte, ¿se llevará la luna?

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Un día Adriana dijo:

Cuando aprenda a pintar, muy bien muy bien, cogeré mi pincel y pintaré toda la hierba del parque de color azul, como el cielo, para que parezca que andamos por la mitad del aire.

Al mar, poquito a poco, le voy a pintar de amarillo limón, a ver si a los peces se les hace la boca agua y crece, crece y crece hasta que todos tengamos que vivir en barcos.

Las nubes serán marrones, para que, cuando llueva, parezca que caen granos de trigo y juguemos con las gotas a hacer pan.

¿Y el sol?, ¿de qué color lo pintaría?. Si lo pinto rojo, podría incendiarse el cielo, se quemarían los pájaros y arderían las alas de todos los aviones de papel.

Mejor lo pinto de blanco para que nunca se haga de noche, así no tendré que irme a dormir.

Pero las estrellas, ¿qué sería de las estrellas? ¿y de la luna?. Ya se. Las puedo pintar de color violeta, para que se vean muy bien en medio del cielo. Y a la luna, definitivamente, la voy a pintar como una naranja de gajos de colores, para que los astronautas puedan jugar con ella a la pelota.

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Mar es una niña rubia, con el pelo ondulado como las olas. Por su mirada azul se ven pasar barcos llenos de marineros con sus trajes de rayas y sus gorritos blancos.

Si guardamos silencio, se puede escuchar el viento al chocar con las velas. La velas son como sábanas gigantes para que duerma el cielo.

Mar, que se llama así y no sabe por qué, algunas veces llora con un agua salada que acaba por perderse en la arena del parque.

Otras veces, también en el parque, juega a que está en una playa y ella, que sigue sin saber por qué se llama Mar, se tira por el suelo, se levanta, corre, se para, coge arena y la deja caer, muy despacito, para que un soplo de aire se la lleve muy lejos.

Y sus bolsillos son como islas donde una vez pararon los piratas. Mete en ellos las manos y los vuelve a sacar repletos de tesoros: almendras, caramelos, chicles o canicas, que mira sorprendida, como si no supiera que ya estaban allí y que compartirá con sus amigos como quien sale un día a correr aventuras.

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Mar habla con los gatos. Se sienta a su lado en el bordillo de la acera y juntos miran hacia arriba, se deslizan como viejos compañeros por los tejados y sueñan que cazan pájaros.

Porque Mar, desde muy pequeña, cuando no quiere ser pirata, piensa que le gustaría ser un gato de rabo tieso y grandes bigotes, ronronear a nuestro alrededor para que la acariciemos, encaramarse sobre las tapias, subir a todos los árboles para ver el mundo desde las alturas, saltar desde allá arriba y aterrizar dando saltos mortales para caer siempre de pie, como hacen esos gatos, con los que Mar juega a cazar pájaros sentada en el bordillo de la acera.

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III

Versos para ponerles mĂşsica

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CANCIÓN PARA DORMIR A ADRIANA

Adriana, niña de caramelo, ya las estrellas llenan el cielo.

Duérmete, niña, porque tu estrella su luz nos guiña.

Adriana, niña de agua marina, está la noche junto a la esquina.

Duérmete Adriana duérmete y sueña con la mañana.

Adriana, niña de luz de luna, abre sus brazos por ti la cuna.

Duerme y no llores, que ya tus sueños son de colores.

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NANA

Cuando duermes, mi niña, no hay cosas malas. A tu cuna, tan chica, le crecen alas

Duerme que duerme, niña, que en tu sueño de dulce las sombras brillan..

Cuando duermes, mi niña, sabes que el cielo está lleno de nubes de caramelo.

Duerme que duerme, nena, que tu sueño tranquilo quita las penas.

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CANCIÓN DE LA COMETA Vuela cometa lejos de aquí hasta los cielos de otro país.

Vuela muy lejos y a tu regreso ven a contarme cómo es el cielo.

Vuela cometa lejos de aquí hasta los cielos de otro país.

Vuela que vuela con tus colores ¿desde allá arriba se ven las flores?

Vuela cometa lejos de aquí hasta los cielos de otro país.

Me voy contigo, sube que sube, a ver el mundo desde una nube.

Vuela cometa lejos de aquí hasta los cielos de otro país.

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CANCIĂ“N PARA APRENDER A CONTAR

Como las estrellas vamos de la mano, juntos dando vueltas en medio del patio.

Yo me llamo Uno, yo me llamo dos, yo me llamo tres, el cuatro soy yo.

Como las estrellas vamos de la mano, juntos dando vueltas en medio del patio.

Yo me llamo cinco, yo me llamo seis, Nos damos las manos y vuelta otra vez.

Como las estrellas vamos de la mano, juntos dando vueltas en medio del patio.

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¡Tam, tam, tam!. Llaman a la puerta. ¡Tam, tam tam!. Mira a ver quién es. ¡Tam, tam, tam!. Es el gato negro que quiere comer.

¡Tam, tam, tam!. Llaman a la puerta. ¡Tam, tam tam!. Mira quién será. ¡Tam, tam, tam!. El gatito negro que quiere cenar.

¡Tam, tam, tam!. 19


Llaman a la puerta. ¡Tam, tam tam!. La niña va a abrir. ¡Tam, tam, tam!. Es el gato negro que viene a dormir.

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Gri, gri, gri del grillo gri, gri, gri, croac, croac, se escucha a la rana para acompaĂąar.

Al alba, temprano, cerca del charcal, la ranita entona su ronco cantar.

La rana y el grillo buena orquesta harĂĄn a poco que ensayen su gri-gri, croac-croac.

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LATE EL CORAZÓN Pom, pom, pom, late el corazón. Pom, pom, pom, toca su canción. Pongo la mano en el pecho y lo siento palpitar lo mismito que un reloj con un alegre tic-tac. Pom, pom, pom, late el corazón Pom, pom, pom, toca su canción. No necesita de pilas para poder funcionar. Esta siempre en movimiento y no se puede parar. Pom, pom, pom, late el corazón Pom, pom, pom, toca su canción. Si corro, él corre deprisa, si paro, despacio va, mi corazón, que es mi amigo, nunca para de sonar. Pom, pom, pom, late el corazón Pom, pom, pom, toca su canción.

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CANCIÓN DE APLAUDIR

En esta canción vamos a aplaudir y aquel que no aplauda tendrá que salir. Las palmas arriba todos a la vez, deprisa, despacio, parar… y a correr; parar… y a correr; despacio y palmadas todos a la vez.

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A LA RUEDA RUEDA

A la rueda rueda de la pata coja, a la pera verde, a la fresa roja.

A la rueda rueda y a cambiar de pie, el que se equivoque lo volverá a hacer.

A la rueda rueda, vamos a parar, que nadie se mueva cuando diga…: ¡ya!.

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Chucu-chucu, chucu-chen Chucu-chucu pasa el tren. Chucu-chucu, chucu-chan Corre corre, sin parar. Chucu-chucu, chucu-chu Chucu-chucu, corre tu. Chucu-chucu, chucu-cho Chucu-chucu, corro yo.

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VAMOS AL ZOO

Hoy vamos al zoo todos de excursión, y con la maestra marcando este son.

Guardad bien la fila igual que hago yo.

Mirad a los tigres, mirad al león, mirad a ese mono subido al balcón.

Guardad bien la fila igual que hago yo.

En aquella jaula el oso Ramón, se ha echado la siesta ¡será dormilón!

Guardad bien la fila igual que hago yo.

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CANCIĂ“N DE LOS PIRATAS

El barco se mueve izquierda y derecha. Arriba los brazos, arriba una pierna, movemos las manos, tambiĂŠn la cabeza.

Cantan los piratas, el lorito vuela, se posa en el hombro del gran Bocanegra, pirata valiente de pies a cabeza, con parche en el ojo y cara muy fiera.

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El barco se mueve izquierda y derecha. Arriba los brazos, arriba una pierna, movemos las manos, también la cabeza.

El capitán grita y los demás tiemblan. El viento que sopla anuncia tormenta y hace que ondee la negra bandera de huesos cruzados y una calavera.

El barco se mueve izquierda y derecha. Arriba los brazos, arriba una pierna, movemos las manos, también la cabeza.

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IV

La luna en un charco

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LA LUNA EN UN CHARCO

I

Las ranas se beben la luna en un charco. Los niños al cielo se quedan mirando "¿Dónde está la luna?, ¿dónde se ha marchado?". Detrás de una nube estaba jugando. La luna se asoma, "¿Se habrán asustado?". Los niños, contentos, se van de la mano. Croa que te croa las ranas croando se beben la luna, la luna en un charco.

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II

La luna está arriba, la luna está abajo. La veo en el cielo, la veo en un charco. ¿Será que hay dos lunas? ¿Estaré soñando? Por más que lo pienso no logro acertarlo: ¿la luna está arriba? ¿la luna está abajo?.

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III

Redonda la luna igual que un balón, bota que te bota al cielo subió. No puedo alcanzarla, ¿por qué no volvió? porque es el juguete de la Osa Mayor.

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¡Qué travieso el aire! No lo vemos nunca y está en todas partes.

Y si está contento, sopla que te sopla lo llamamos viento.

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Volando están las cometas suspendidas en el cielo, con sus alas de colores como pájaros en vuelo. Se disparan como flechas hasta llegar a las nubes, cometa que baja y baja, cometa que sube y sube, para arriba, para abajo, sobre el viento cabalgar. ¡Quién pudiera como ellas subir al cielo y volar!.

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He guardado mi tesoro en un cofre de madera: caramelos, golosinas, un cuaderno, unas tijeras, un molinillo de viento, un osito, dos mu帽ecas, una colecci贸n de cromos, una hucha con monedas, veinte sue帽os de colores, diez globos para una fiesta, las fotos de mis amigos, un bal贸n, una raqueta, y un bolso lleno de besos para que no se me pierdan.

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TRUENO

El perro de mi amigo se llama Trueno por lo fuerte que ladra, pero es muy bueno.

Levanta la patita, abre la boca y sale disparado por la pelota.

Los niños en el parque le quieren tanto, que si le llaman, corre moviendo el rabo.

¡Qué juguetón es Trueno!. ¡Siempre va y viene!. Si quieres ser su amigo él también quiere.

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En una nave espacial voy a subir hasta el cielo, mirarĂŠ por la ventana para contemplar mi pueblo. Aunque dice el astronauta que, al mirar desde tan lejos, las cosas no se distinguen y se ve todo pequeĂąo, verĂŠ con mis anteojos hasta el patio del colegio y a mis amigos jugando al corro y al veo-veo.

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La hoja del manzano, con tanto diente, es igual que una sierra que corta y muerde y las manzanas, se tapan con las hojas por la ma単ana. Y en el verano se tapan con las hojas desde temprano. En el oto単o, con las hojas que caen se hacen un mo単o. En el invierno, esconden, no se hielen, los brotes tiernos. Y en primavera, el manzano se viste para una fiesta.

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POEMA PARA APRENDER A RESTAR

En el cocotero había nueve cocos. Se ha caído uno sólo quedan ocho. De ocho que quedaban, el monito Andrés, sin decirnos nada se ha llevado tres. Ahora quedan cinco, pero llegó el viento y ha tirado otro, míralo en el suelo. Quedaban ya cuatro y vino un señor, se llevó dos cocos, quedan sólo dos. Mi amiga Marisa ha cogido uno. Yo me llevé el otro ¡no queda ninguno!.

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Pídele un deseo y no esperes más. Mira cómo pasa la estrella fugaz, moviendo la cola, silbando un cantar. ¡Adiós estrellita, vuelve en Navidad, que si no regresas yo te iré a buscar!

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Las gotitas de la lluvia hacen clap en el cristal; parece que están llamando ¿las dejaremos pasar?

Si abrimos la ventana la cara nos mojarán; si les abrimos la puerta entrarán en el portal.

Míralas cómo se juntan en los charcos a esperar.

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EL DUENDE DORMILร N

Me levanto tarde a desayunar y en cuanto termino me vuelvo a acostar.

Cuando abro los ojos la mesa estรก puesta; como muy de prisa para echar la siesta.

Mรกs tarde meriendo y me hecho a dormir. No juego con nadie, no quiero salir.

Termino la cena, me encuentro cansado y rรกpidamente estoy acostado.

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PRIMAVERA

Primavera, que es coqueta, se ha hecho un vestido de flores y se pasa todo el día, presumiendo de colores. Mírala con su vestido ¡Ven pronto, que te la pierdes!. ¡Cómo luce Primavera con sus zapatitos verdes!.

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VERANO

Don Verano es un señor que anda siempre acalorado, está buscando una sombra pero aún no la ha encontrado. Le llevaré hasta mi casa y allí podrá descansar - ¿Le invitarás a un refresco?. - A los que quiera tomar.

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OTOÑO

Se ha puesto triste el Otoño con su chaqueta marrón. Nadie sabe los motivos, cuál es su preocupación. Los árboles lloran hojas que al suelo llegan livianas. El jardín es una alfombra tapizando la mañana.

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INVIERNO

Las chimeneas del pueblo ayer nos han anunciado, con sus se単ales de humo, que el invierno ya ha llegado. Lo hemos visto caminar en su abrigo acurrucado con la blanca cabellera y el gorrito colorado.

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RONDA DE LAS ESTACIONES

Como cada fin de curso se ha organizado una fiesta con música y con refrescos en el patio de la escuela. Con un vestido de flores llegará la primavera. Sobre un fondo verde verde, narcisos, rosas, violetas. Don Verano, de amarillo, no se quita la chaqueta. ¡Siempre pasando calor con esa ropa tan prieta!. Al poco llega el otoño la cabellera revuelta. No le dio tiempo a peinarse por llegar a la merienda. El último, como siempre despacio el invierno llega. Arrastra su capa blanca de tanto como le pesa. Así, las cuatro estaciones jugando a la rueda rueda, con los niños de la mano en el patio de la escuela.

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El día y la noche se llevan muy mal. Cuando viene el día la noche se va. El día y la noche no se llevan bien No están nunca juntos ¡a saber por qué! Cuando el día llega, la noche ¡a correr!, todo se ilumina como puedes ver. Pero si es la noche la que hace el paseo, el día se esconde y ya no lo veo.

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A la manga riega que riega la calle. - “Señor barrendero, no moje “usté” a nadie”. - “Hago mi trabajo y todos lo saben. Van por la otra acera para no mojarse”. El agua entre tanto, jugando en la tarde, formó un arco iris que cruzaba el parque.

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Ernesto el camale贸n tiene en su armario ropero trajes de muchos colores calcetines y un sombrero. La camisa es verde hierba, la chaqueta es azul cielo, los zapatos de charol todo brillantes y negros y unos guantecitos blancos como la nieve en invierno.

50


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