Siempre fui un pretencioso sin suerte. Puse un anuncio en el periódico para formar una comuna y no conseguí ni una pareja
Alguien le dijo: “piérdete” y tomo la palabra al pie de la letra. Todavía se anda buscando.
Afuera llueve y en mi cabeza se destiñen los recuerdos.
ALCOHOL Toda la noche estuve soñando con alcohol. Recorría uno tras otro todos los bares de la ciudad y los camareros me estaban esperando en la puerta con una copa llena –“invita la casa”, decían-. Me levanté con resaca.
De tanto tomar el sol, se le secaron las lágrimas. Nunca volvió a llorar.
Nunca tenía prisa. Impuntual incorregible llegaba el último a todas las citas, entraba en la sala de cine con la película empezada, acudía a las comidas cuando estaban sirviendo el postre, aparecía por el trabajo a la hora del bocadillo y, el día de su boda hizo esperar una hora a la novia. Cuando la muerte llamó a su puerta, tardó dos días en abrirle.
Su pensamiento es como un caballo. Un caballo sin nombre que a veces se desboca y corre, corre, corre, corre……
Cuando el juez le dijo: “quieres por esposo a…., contestó de inmediato: “Sí, quiero”. No sabía decir que no.
Cuando el juez le dijo: “quieres por esposa a…., él, despistado irremediable, contestó: “¿me repite la pregunta?”.
Cuando el adivino terminó su consultorio, preguntó a la secretaria: “María, ¿sabes dónde he puesto las llaves del coche?.
Al contrario de lo que se pudiera pensar, era guapo, pero no lo exteriorizaba.
Todo el día viajando y sin salir de casa.
Organizó una cena tan íntima, que acudió solo.
Le pregunté si pensaba asesinarme y me mintió.
Escuche pasos y no me di la vuelta. Sabía que eras tú, que te alejabas.
Pocas vías de escape y demasiados caminos sin salida.
Su gran pesadilla fue despertar. No tenía otro lugar donde ir más allá de los propios sueños.
Se pasó la vida buscado la felicidad, pero siempre buscaba en el lugar equivocado.
De niño hacía tanto frío en mi casa, que me portaba mal para que los reyes magos me trajeran carbón.
“Hasta aquí hemos llegado”, fueron sus últimas palabras.
Pedimos de beber creyéndonos sedientos, pero sólo estábamos nerviosos.
Los manifestantes se concentraron frente al ayuntamiento. Llevaban sacos de dormir, colchonetas y hasta camas plegables. La única pancarta que portaban decía: “No nos despierten antes de las 10”.
Cada mañana, llegaba a la oficina, encendía el ordenador, apagaba las ilusiones y comenzaba el trabajo.
Te perdí y me encontré.
- No te olvides de mí –le dijo-. - ¿De quién?
Angustia, felicidad, tal vez olvido.
Puso su nombre en Google y no apareció nada. Era un hombre invisible.
A uno le gustaría escribir de todo, pero en realidad termina escribiendo de lo que sabe y a veces, ni de lo que sabe, sabe escribir.
Siempre pensé que moriría joven, pero cada día lo tengo más difícil.
Subió al tren equivocado, bajó en la ciudad equivocada, recorrió calles desconocidas y cuando regresó, ya no era el mismo.
Cuando despertó, descubrió que el número de políticos superaba al de ciudadanos.
Cuando estuvieron a su nivel, no le volvieron a llamar pobre
Nunca estuvimos peor que cuando nos mejoraron
Mintió cuando le dijo que la quería, pero se equivocaba.
DECLARACIÓN DE AMOR Me gusta cuando ríes, aunque te rías de mi.
Me gusta cuando callas, porque no dices nada.
Un anuncio en la prensa: SE COMPRAN POLÍTICOS (abstenerse curiosos)
Envidio a tus zapatos, aunque también los pises.
¿Dónde se fue la vida, que no la vi pasar?
Con la que está cayendo –dijo- y se me viene el mundo encima.
Asomó al río para ver su reflejo y ya se había ido.
UN ANUNCIO EN LA PRENSA
Le guardamos sus sueños para tiempos mejores. Precios módicos, presupuesto sin compromiso, devolución garantizada.
La impaciencia me llama por teléfono. Cuando descuelgo, ya se ha ido.
Todo lo que veas a tu alrededor, siempre será de otro.
Por favor: encuéntrame. Y cuando lo hagas, me lo dices.
Tenía
claustrofobia1,
agorafobia2,
nictofobia3,
fotofobia4, aerofobia5, altofobia6, apeirofobia7, autofobia8, isolofobia9, demofobia10…. y no se soportaba. 1 miedo a los lugares cerrados. 2 miedo a los lugares abiertos. 3 miedo a la oscuridad. 4 miedo a la luz. 5 miedo al aire. 6 miedo a las alturas. 7 miedo al infinito. 8 miedo a uno mismo. 9 miedo la soledad, 10 miedo a las multitudes.
ENCUENTRO
Pleno invierno y se fundieron los polos.
Si vivieras en esta frase, ya estarías en casa.
¿Cuándo todos mienten, quién dice la verdad?
En tu cuerpo menudo he fundado una patria.
Todas las mañanas se levantaba con la capacidad intacta de creer en cualquier cosa, como si hubiera sido tocado durante la noche por el don divino de la ingenuidad.
Nunca
volamos
tan
alto
como
cuando
sentábamos en el suelo.
Mis mejores recuerdos son de cosas que jamás sucedieron.
nos
Soy la baldosa que alguien pisa, inevitablemente, una tarde de lluvia.
La vida es una combinación de encuentros casuales y desencuentros habituales.
Amaneció con sol, o eso dicen. Desde que me quedé ciego, todos los días son iguales.
Olvidó olvidarse de olvidarla
De niño me miraba con frecuencia al espejo, por ver si me crecían alas. Soy un anciano. Sigo esperando.
Salí al campo y ya no estaba.
Me sorprendí pensando.
La memoria es de agua. Fluye poderosa o lenta, avanza, se detiene, se pierde por las grietas del tiempo.
Amaneció un día gris, como si del cielo llovierá plomo. Nada invitaba al optimismo y yo silbaba.
¿Cuándo cierro los ojos, se apaga el mundo?
¿Cuántas horas tiene un día largo?
¿Cómo se mide la distancia entre dos personas?
El invierno ha llegado con tus palabras frías.
¿Habrá un cementerio para las palabras que se lleva el viento?
Esperé días, meses, años tal vez. Esperé tanto que olvidé lo que estaba esperando.
No tenía deudas, nunca había pedido prestado, ni aceptado un soborno, ni cobrada una comisión. Nunca había tenido un cargo público. Era un bicho raro.
Se levantó temprano, abrió su smartphone y escribió varios whats app, un email, tres twetter, entro en facebook, leyó las news, repasó los trending toppings, navegó por youtube y, finalmente, alzó la vista y dijo entre dientes, como con desgana: buenos días.
DESDOBLAMIENTO Soy un hombre extraño: tengo ciento cuarenta caracteres.