¿por qué y cómo
orar?
¿por qué y cómo
orar? Nicky Gumbel
¿Por qué y cómo orar? Título original: Why and How Do I Pray? Publicado por primera vez en 1993 como parte de Alpha—Preguntas de la vida. © 1993 Nicky Gumbel Traducción española © 2009 Alpha International, Holy Trinity Brompton, Brompton Road, Londres SW7 1JA, Reino Unido. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, según las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier método o procedimiento, comprendidos la copia y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Esta edición ha sido publicada mediante un acuerdo especial con Kinsgway. Los derechos de autor de Nicky Gumbel están vigentes según lo dispuesto por la Ley de Patentes, Diseños y Derechos de Autor de 1988 (Copyright, Designs and Patent Act 1988). Edición 2009, traducción de Jaime Álvarez Nistal revisada por Rosa María Leveritt-Santiváñez y José Alberto Barrera Marchessi. Textos bíblicos tomados de la SANTA BIBLIA, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI®. Derechos de autor © 1999, Sociedad Bíblica Internacional®. Usado con el permiso de la Sociedad Bíblica Internacional®. Todos los derechos reservados. Impreso en los Estados Unidos de América Ilustraciones de Charlie Mackesy ISBN 978-1-934564-82-0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Printing/Year 14 13 12 11 10
Índice
y ¿Qué es la oración?
8
¿Por qué orar?
11
¿Responde Dios siempre a la oración?
14
¿Cómo debemos orar?
18
¿Cuándo debemos orar?
25
Notas 26
¿Por qué y cómo orar?
y Encuestas realizadas en la escéptica y secular Inglaterra
muestran que tres cuartas partes de la población de este país reconoce orar, por lo menos, una vez a la semana. Antes de ser cristiano hacía dos tipos de oraciones. Por un lado, recitaba una oración que mi abuela —que no era cristiana practicante— me había enseñado cuando era niño: «Dios, bendice a mamá y a papá […] y a todo el mundo, y haz que sea bueno. Amén». No había nada de malo en esa oración, pero para mí era simplemente una fórmula que recitaba todas las noches antes de acostarme, con miedo de que algo malo pudiera ocurrir si no lo hacía. Por otro lado, también oraba en momentos de crisis. Cuando tenía diecisiete años, por ejemplo, hice un viaje, yo solo, a los Estados Unidos. Una vez allí, la empresa de autobuses en la que viajaba perdió mi mochila y, con ella, mi ropa, mi dinero y mi agenda con todas las direcciones. Me quedé prácticamente sin nada. Pasé diez días viviendo en una comuna hippie en Key West y compartiendo tienda con un alcohólico. Después de eso —con un sentimiento de soledad y desesperación que iba en aumento— pasé los días deambulando por varias ciudades estadounidenses, y las noches viajando en autobús. Un día, mientras caminaba por la calle, grité a Dios (en quien no creía) y le pedí que me permitiera encontrar a alguien conocido. No
mucho después, me monté en el autobús de las seis de la mañana en Phoenix, Arizona, y coincidí con un viejo amigo de la escuela. Me prestó dinero y viajamos juntos durante varios días. A partir de entonces, mi viaje cambió completamente, pero yo no lo interpreté como una respuesta a mi oración, sino como una mera coincidencia. Desde que soy cristiano, me he dado cuenta de que la cantidad de «coincidencias» que ocurren cuando oramos es impresionante.
¿QUÉ ES LA ORACIÓN? La oración es la actividad más importante de nuestras vidas porque es la forma principal en la que desarrollamos una relación con nuestro Padre celestial. Jesús dijo: «Cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto» (Mateo 6,6). Es algo natural que los seres humanos quieran comunicarse con Dios, y Jesús nos enseña cómo hacerlo. Él considera la oración como una relación más que como un ritual. No es un torrente de palabras mecánicas e inconscientes. De hecho, Jesús añadió: «Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles» (Mateo 6,7). La oración es una conversación con nuestro Padre celestial. Se trata, pues, de una relación, y, cuando oramos, toda la Trinidad participa —Padre, Hijo y Espíritu Santo—.
La oración cristiana es una oración «a tu Padre» Jesús nos enseñó a orar: «Padre nuestro del cielo» (Mateo 6,9). Dios es una persona. Naturalmente, como 8
afirma C. S. Lewis, es «más que una persona», pero no deja de ser una persona. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Él es nuestro Padre y nos ama, y nosotros tenemos el extraordinario privilegio de poder entrar en su presencia y decirle «Abba» —palabra aramea cuya traducción más próxima es ‘Papá’ o ‘Querido Padre’—. Hay una gran intimidad en nuestra relación con Dios y en la oración que dirigimos a nuestro Padre celestial. No es tan sólo «nuestro Padre», es «nuestro Padre que está en el cielo». Tiene poder celestial. Cuando oramos, estamos hablando al Creador del universo. El 20 de agosto de 1977, el Voyager II, la sonda espacial interplanetaria lanzada para observar sistemas planetarios extrasolares y transmitir información sobre ellos a la Tierra, dejó la Tierra a una velocidad de 145.000 km/h (superior a la de una bala). El 28 de agosto de 1989 llegó a la altura del planeta Neptuno, a unos 4.300 millones de kilómetros de la Tierra. A continuación, el Voyager II salió del Sistema Solar. No se acercará a menos de un año luz de ninguna estrella hasta dentro de 958.000 años. En nuestra galaxia hay unos 300.000 millones de estrellas como nuestro Sol. Nuestra galaxia es una de entre las más de cien mil millones de galaxias existentes. En un comentario casi marginal hecho en el Génesis, el autor nos dice: «También hizo las estrellas» (Génesis 1,16). Tal es su poder. El escritor cristiano Andrew Murray dijo en una ocasión: «El poder de la oración depende casi por completo de nuestra comprensión de con quién estamos hablando».1 9
Cuando oramos, estamos hablando a un Dios que es tanto trascendente como inmanente. Él es mucho más grande y más poderoso que el universo que ha creado y, a pesar de eso, está con nosotros cuando oramos.
La oración cristiana es «por medio del Hijo» Pablo afirma que «por medio de él [Jesús] tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu» (Efesios 2,18). Jesús dijo: «El Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre» (Juan 15,16). Solos, no tenemos derecho de acercarnos a Dios, pero sí que podemos hacerlo «por medio de Jesús» y «en su nombre». Por eso, es costumbre acabar las oraciones con las palabras «por Jesucristo nuestro Señor» o «en el nombre de Jesús». No se trata simplemente de una fórmula, sino que es nuestro reconocimiento de que sólo nos podemos acercar a Dios por medio de Jesús. Es Jesús quien, por su muerte en la cruz, eliminó la barrera que había entre nosotros y Dios. Él es nuestro gran Sumo Sacerdote. Por eso el nombre de Jesús tiene tanto poder. El valor de un cheque no sólo depende de la cantidad que en él figure, sino también de la persona que lo firma. Si yo firmara un cheque de quince millones de dólares no tendría ningún valor. Pero si Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo, firmara un cheque por quince millones de dólares, ése sería exactamente el valor que tendría. Cuando vayamos al banco del Cielo, no tendremos nada ingresado allí. Si voy en mi propio nombre no lograré nada en absoluto. Pero Jesús tiene un crédito ilimitado en el Cielo y nos ha concedido el privilegio de poder usar su nombre. 10
¿por qué y cómo orar? • ¿Qué es la oración? • ¿Se puede pedir cosas mediante la oración? • ¿Contesta Dios siempre a nuestras oraciones? En este cuaderno de reflexión Nicky Gumbel aborda la respuesta a esta y a otras preguntas clave que la gente se plantea. ¿POR QUÉ Y CÓMO ORAR? proviene del libro Alpha-Preguntas de la vida de Nicky Gumbel y es una de las charlas del Curso Alpha.
NICKY GUMBEL es pionero del Curso Alpha. Estudió Derecho en la Universidad de Cambridge y ejerció la abogacía durante varios años. Después, estudió Teología en la Universidad de Oxford y es, en la actualidad, párroco de la Iglesia Holy Trinity Brompton, en Londres. Es, además, autor de muchos bestsellers sobre la fe cristiana, entre los que se encuentran ¿Por qué Jesús?,Temas candentes, 30 Days.
ISBN 978-1-934564-82-0 ISBN: 978-1934564820 515512
© Nicky Gumbel 1993 © Alpha International 2009
www.alpha.org
9 781934 564820