Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs 2015

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Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs

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ABRIL

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MAYO

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JUNIO

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JULIO

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AGOSTO

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SEPTIEMBRE

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Introducción: Nota editorial AmCham Acerca de AmCham

Material de Lectura:

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Integración, colaboración y escala para lograr soluciones sustentables. ASHOKA

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Gestión de la calidad y profesionalización de las organizaciones AMIA

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Ciudades Sostenibles, una oportunidad para la transformación urbana. AVINA

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La colaboración: Una forma diferente de incidir en Políticas Públicas FUNDACIÓN CAMBIO DEMOCRÁTICO

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El Hambre en argentina y el modelo de trabajo de la Fundación Banco de Alimentos FUNDACIÓN BANCO DE ALIMENTOS

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¿Cómo inciden las OSC en la agenda pública durante las campañas electorales? Experiencias y lecciones aprendidas en América Latina CIPPEC 3


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Palabras Preliminares AmCham – Sustentabilidad El objetivo de nuestro trabajo es la promoción de la gestión orientada a la sustentabilidad difundiendo, capacitando y premiando a quienes mejor lo hacen. Como modalidad de trabajo, apostamos a la construcción colectiva, al diálogo entre sectores y a la creación de actividades que generen sinergias positivas entre los actores involucrados. En este marco, desde hace 6 años organizamos el “Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs” con el objetivo de fortalecer las organizaciones del sector social y propiciar espacios de participación entre ellas y las empresas. Para la edición 2015, convocamos a las siguientes organizaciones: Ashoka, AMIA, Avina, Fundación Cambio Democrático, Fundación Banco de Alimentos y CIPPEC quienes aportaron su expertise para el desarrollo de los contenidos de cada encuentro. Los temas elegidos estuvieron vinculados con: la colaboración, la gestión de calidad en las organizacio-

nes, la urbanización sustentable, la incidencia en políticas públicas, los desafíos de la problemática del hambre en Argentina y el rol de las ONGs en la agenda pública durante las campañas electorales. Estamos convencidos que estos espacios resultan claves para fomentar la profesionalización de las organizaciones del sector social y su vinculación con las empresas través de la transferencia de conocimientos y herramientas específicas para el trabajo conjunto. Agradecemos a las organizaciones por la posibilidad de compartir sus conocimientos y experiencias, así como su colaboración en la sistematización de la información. En el 2016, vamos a seguir trabajando en la construcción y consolidación de este ámbito de participación y debate dirigido a empresas y organizaciones de la sociedad civil.

Acerca de AmCham La Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina -AmCham Argentina- es una organización no gubernamental, independiente y sin fines de lucro, con más de 95 años de trabajo dedicado a la promoción del comercio bilateral y la inversión entre los Estados Unidos y la Argentina.

la actividad económica, aportando el 18,6% del PBI de nuestro país.

AmCham nuclea a 615 empresas estadounidenses, argentinas y de otras nacionalidades que emplean directamente a 360.000 personas en sus más de 200 plantas industriales distribuidas en todo el país, representantes de todos los rubros de

VALORES

MISIÓN Promover un entorno de negocios fundado en valores que contribuyan al desarrollo sustentable.

Ética · Transparencia · Libre Empresa.

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Integración, colaboración y escala para lograr soluciones sustentables Matías Kelly. Director Ejecutivo, Ashoka y Sistema B. Diego González Carvajal. Interrupción.

Existen tres conceptos que no podemos ignorar al pensar una estrategia de impacto sostenible: Colaboración, Integración y Escala. Ashoka, una organización mundial que impulsa el cambio social sistémico y conforma la red de emprendedores sociales más grande del mundo, profundiza sobre la necesidad de un cambio de paradigma de la empresa, hacia uno mucho más enfocado en lograr impactos sociales. El impacto social hace frente a dos problemáticas principales: 1. Ambiental: Los límites planetarios 2. Social: La desigualdad entre las personas. A partir de 1984, el mundo comenzó a necesitar más de un planeta para subsistir. Hoy excedemos totalmente el consumo de lo que podemos extraer del planeta. “El problema de la desigualdad es mayor al problema del hambre, pero peor es la indiferencia ante esa desigualdad”. ¿Cómo denominamos a las personas que empiezan a detectar los problemas que existen en el mundo y buscan soluciones para resolverlos? Emprendedores sociales o líderes de cambio. Ashoka, identifica a los emprendedores sociales, que tienen impacto social, como personas muy creativas y emprendedoras que descubren nuevas ideas para solucionar problemas. Hay ejemplos de todo tipo. En Tanzania, Bart Weetjens está entrenando ratas para detectar minas en territorios peligrosos a bajo costo y con una altísima. A la vez, un catalán llamado Miguel Luego creó juegos online que permiten detectar la malaria a través del involucramiento y la interacción de cientos de

personas. Es decir, la innovación enfocada en el impacto social puede solucionar problemas en cualquier ámbito y con un impacto global.

Colaboración No existe una lógica de un proceso de innovación si no hay antes un proceso de colaboración. Una de las cosas que trabaja Ashoka es, aparte de acompañar a emprendedores, empujar y contagiar un mundo donde todos seamos parecidos a estos emprendedores sociales, por lo menos con respecto a sus habilidades. Las habilidades del líder de cambio que identificamos son: • Empatía: La capacidad de comprender los sentimientos y perspectivas propios y los de otros, para guiar nuestro accionar. • Trabajo en equipo: Articular las mejores habilidades y conocimientos de las personas y canalizarlas para lograr un beneficio o fin común. • Nuevo liderazgo: Fuerza que contagia a otros a creer en sí mismos y motiva a actuar para buscar soluciones. Busca colaboradores y no seguidores. • Iniciativa: Toma de conciencia del espíritu emprendedor y de cambio que cada uno de nosotros tenemos para resolver problemas más urgentes de la sociedad. “Un mundo donde todos seamos líderes de cambio”. Un mundo así, no necesariamente es un mundo sin problemas, eso sería imposible. Pero sí podemos lograr un mundo con una tasa de resolución de esos problemas mucho más rápida, mucho más dinámica, porque hay una masa de personas más empáticas, más conectadas y que toman la iniciativa. Y segura-

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2015 mente haya algunos catalizadores, personas que se harán cargo y liderarán.

Redes Lo que primero se plantea al trabajar con la red de emprendedores sociales más grande del mundo es qué es una red. Según Mercedes Jones, doctora en ciencias sociales y especialista en redes de colaboración y procesos comunitarios, hay dos conceptos clave para entender y movilizar una red. • La red más increíble de todas es el cerebro humano. Las neuronas que se vinculan, por lo general, no se activan todas a la vez. Lo que sucede es que se activa un grupo de neuronas, luego se activa otro grupo de neuronas, y así sucesivamente. • Los miembros de una red necesitan tanto recibir, como dar. Una red en la que los miembros se vinculan únicamente para recibir no sirve. Por lo tanto, más que una red activa, se necesita una red despierta. Esta diferencia permite entender una estrategia más tendiente a la colaboración. En una red despierta, frente a una necesidad, se activarán las partes correspondientes. La red es mucho más poderosa que una de sus partes, si una de ellas por algo falla, la red puede seguir sosteniéndose.

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temas de mercados. 3- Impulso de una cultura de cambio: Aumentar el número de personas que son líderes de cambio o que solucionan problemas. 4- Inclusión total de un determinado sector de la población: Inclusión y empatía total. 5- Congruencia entre el sector social y el sector económico: Impulsar soluciones a problemas sociales y ambientales de una manera económicamente rentable. En esta lógica, ocurrió una transición histórica. Ashoka comienza a impulsar a un actor de esta sociedad que deberíamos tener mucho más en cuenta, un actor que podría convertirse en agente de cambio: la empresa. Empieza a desarrollarse el modelo de integración. Básicamente consiste en un llamado a cómo lo mejor del mundo de las empresas puede integrarse a lo mejor del mundo de las organizaciones sociales. Cómo las empresas pueden desde su negocio afrontar problemas sociales. ¿Es posible lograr la sustentabilidad desde la empresa? Por supuesto que sí. Las empresas sociales trabajan en esto. Estas empresas buscan valor económico, social y ambiental, al mismo tiempo. Es decir, se guía por una lógica de responsabilidad social integrada. Ya no es necesaria el área de Responsabilidad Social, debido a que atraviesa a la empresa como un todo.

Escala Definimos el impacto como el cambio de un determinado sistema. Para lograr un verdadero impacto social, los proyectos sociales deben poder escalar. Hay cinco caminos para lograr la escala y un impacto social sistémico: 1- Incidencia en políticas públicas o normas industriales: Cambios en las reglas que gobiernan nuestra sociedad. 2- Cambios en dinámicas de mercado y cadenas de valor. Redefinir las interconexiones en los sis-

Interrupción- Sustentabilidad a gran escala Diego González Carvajal es emprendedor social de Ashoka y fundador de Interrupción, un sistema de comercio justo que promueve la “interrupción” de los sistemas tradicionales de consumo. Construye una interacción global entre consumidores, empresas y productores y busca un impacto positivo en las dimensiones sociales, económicas y ambientales del consumo, el trabajo, la participación y la inversión.

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2015 Se focaliza en transformar la producción agrícola hacia una más inclusiva y sostenible. En 2006, Interrupción desarrolló una línea de Comercio Justo que vincula productores de América Latina con supermercados en Nueva York. De esta manera, Interrupción se transforma en el único intermediario entre productores y supermercados. El Comercio Justo es un enfoque basado en el mercado, que apunta al desarrollo social y económico de los trabajadores y pequeños productores. Les ofrece un precio justo por sus productos, fomenta las condiciones de trabajo seguras, garantiza procesos de producción sostenibles y garantiza a los trabajadores el derecho a la organización y representación gratuita. A través de los fondos de Comercio Justo generados por cada venta, los trabajadores agrícolas se convierten en agentes de desarrollo social y económico de sus comunidades. Hoy, ya hay oficinas de Interrupción en Chile, Colombia y Perú. “Lo que se busca es adaptarse a la realidad local de cada sector para lograr agregar valor a la cosecha de tierra y a la vez maximizar la sustentabilidad ambiental.” La idea es que a futuro esto pueda llevarse a una escala aún mayor. La estrategia para lograrlo es me-

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diante el modelo de tercerización. Desde Interrupción, se terceriarizan los procesos convencionales apoyándose en otras estructuras, para acelerar el proceso y que la organización pueda focalizarse en lo diferente.

Actualmente el trabajo en red incluye a 8000 trabajadores que se integran al Comercio Justo. La clave está en educar mediante políticas públicas, que se generen en red. Esta forma de producir es factible para aplicar en todo el mundo. En Argentina, la única razón por la que se produce soja es por su alta tasa de rentabilidad. El rol de Interrupción en la Argentina es producir estos alimentos para el mundo, llevarlo a escala y al hacerlo, educar al consumidor y al ciudadano. Podemos considerar a Interrupción como el gráfico perfecto de la idea de red y de integración del modelo social y económico. La colaboración se presenta como forma de producción y forma esencial del modelo. Interrupción integra el impacto social y el impacto económico fabulosamente, por lo cual, mientras más venda Interrupción, mejor le va a hacer al mundo .

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Gestión de la calidad y profesionalización en las organizaciones Cynthia Vinocur, Responsable Desarrollo Institucional, AMIA.

Modelos y herramientas de gestión Las organizaciones sin fines de lucro han tomado como referencia, desde hace varias décadas, modelos y herramientas de gestión diseñadas y pensadas para el sector privado. En la mayoría de los casos, estas se adecuan parcialmente a la lógica propia de las OSC. En este sentido, si bien se aspira a lograr la transferencia de conocimientos e implementación de Modelos Exitosos, hemos aprendido que este proceso será efectivo y logrará orientarse al cumplimiento de sus objetivos únicamente con la necesaria adaptación a la particularidad de cada organización. Aun así, en cualquier caso, es probable que percibamos que el modelo que seleccionemos, nos aporta una cantidad importante de soluciones aun dejando fuera algunos aspectos importantes en la gestión, ya sea porque no suman valor al desempeño de nuestro programa o simplemente porque evaluemos que los costos de implementación son mayores a los beneficios potenciales.

Los desafíos de la Gestión de la Calidad y procesos de profesionalización de las ONGs. Cada organización tiene cuestiones que hacen a su práctica cotidiana que podríamos identificar como “transversales” y “asimilables” a las que se encuentran en otras entidades, de igual o diferente escala, misión principal, ya sean con o sin fines de lucro, de productos o servicios. Es aquí donde surge la oportunidad de tomar un enfoque metodológico, adentrarnos en el modelo y, tras analizar y definir si es aquel con el cual nos sen-

timos más cómodos, desplegarlo a lo largo y lo ancho de nuestra organización. Apoyarse en un modelo es un elemento ordenador, en particular cuando se trata de gestionar una organización que reúne diferentes variables y complejidad en su diseño, tales como por ej: • Empleados y voluntarios con formaciones heterogéneas, edades dispares, tareas muy diferentes • Varias sedes donde se brindan servicios • Distintas Áreas programáticas que se dedican al cumplimiento de la Misión • Varios sectores de servicios internos, que brindan recursos y apoyo para la ejecución en tiempo y forma de los programas • Una “forma de hacer las cosas”, una cultura instalada tras años de existencia con bajo cuestionamiento a su eficacia o pertinencia.

Los Recursos Humanos como una herramienta para potenciar la Sustentabilidad. Qué aportan los “Modelos para una Gestión de Excelencia”? • Especifican cuáles son los aspectos que una organización debe cumplimentar para demostrar que es Excelente. • Proveen criterios y mecanismos para evaluar el grado de cumplimiento • Establecen pautas para la mejora continua del desempeño.

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El concepto de excelencia desde esta perspectiva refiere a cómo las organizaciones satisfacen en forma balanceada y sostenida a través del tiempo las necesidades/expectativas de los grupos que tienen interés en su desempeño

Cuáles son las condiciones necesarias para que un proceso de estas características prospere en una organización?

Este tipo de herramientas, brindan un marco para…

• La confianza y apoyo de los miembros de Comisión Directiva/Consejo de Administración

• Incrementar la participación, satisfacción, motivación y compromiso de empleados y voluntarios • Mayor eficiencia a través de la profesionalización • Homogeneizar y estandarizar procesos bajo un mismo enfoque • Mejorar el impacto de las acciones Estas herramientas distinguen tres áreas donde enfocar su crecimiento:

• Liderazgo Líderes son quienes, a través de su gestión y su ejemplo, guían a la organización con convicción y energía hacia el logro de la excelencia. A nivel Directivo y Ejecutivo, desempeñan un rol impulsor fundamental, ya que definen la visión, la misión, los valores y los objetivos de la organización.

• Gestión Cómo la organización realiza actividades sistemáticas para mejorar continuamente la calidad de sus servicios, en línea con las necesidades y requisitos de los destinatarios y otros grupos de interés.

• La coordinación y seguimiento del proceso integral por parte de Dirección Ejecutiva • El aporte y motivación de los miembros del equipo de liderazgo de la organización hacia un proceso de mejora • La participación de todos los integrantes en la mejora continua Las experiencias muestran que encarar este tipo de procesos, requiere una inversión de recursos y voluntades alineadas, que reportan en beneficios tales como el involucramiento y compromiso de las personas que integran la organización, así como el incremento de la satisfacción y lealtad de los destinatarios. Pensar en la mejora de la eficacia y eficiencia de los procesos, es hablar de elevar los niveles de confiabilidad de los servicios, mejorar los resultados económico-financieros, y en definitiva, ser socialmente responsable con los recursos que les son conferidos por la comunidad.

• Resultados Permiten entender (medir) y evaluar la tendencia de la gestión de la organización a través de los años, y realizar comparaciones con otras organizaciones a nivel local e internacional.

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Ciudades Sostenibles, una oportunidad para la transformación urbana Marcela Mondino. Gerente Programática, Responsable Regional, Programa Ciudades Sustentables. Fabio Quetglas. Experto en Desarrollo Local, Profesor de la UTN, la UBA y la UTDT. Las ciudades se han transformado en verdaderas oportunidades de cambios: ofrecen un escenario único de concentración de población y ciudadanía organizada, son centros de toma de decisión, actividad política, económica, productiva, de manifestación cultural e innovación que les ha abierto un espacio natural en la Agenda Post-2015 y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos objetivos definidos por la ONU para los próximos 15 años, guiarán las acciones públicas y privadas para responder a los complejos retos del desarrollo sostenible. Específicamente el ODS 11 se centrará en lograr “que las ciudades y los asentamientos urbanos sean seguros, resilientes e inclusivos”. En este sentido, desde Fundación Avina contribuimos a la consolidación y aumento en el número de ciudades que generan dignidad humana y equidad, respetando los límites de la naturaleza, promoviendo y articulando la visión y acción de los gobiernos locales hacia políticas públicas que disminuyan las brechas de inequidad urbana, empoderando los mecanismos de participación ciudadana, que ineludiblemente necesitan de ciudadanos activos y propositivos y de empresarios y organizaciones comprometidas con una transformación integral basada en la valorización de lo público (considerando que a mayor cantidad de bienes públicos habrá mayor equidad), y en la transición hacia una nueva economía que promueva la sustentabilidad ambiental, contribuyendo a importantes desafíos como la degradación ambiental, el cambio climático, la desigualdad y la pobreza.

La innovación social y tecnológica, son los ejes transversales a partir de los cuales transformamos nuestro deseo de contribución en acción, generando así, junto a aliados estratégicos, procesos como la Red Argentina por Ciudades Justas, Democráticas y Sostenibles, facilitadora de espacios de participación ciudadana, deliberación y diálogo con los gobiernos locales para incidir en políticas públicas que impacten en una mejor calidad de vida; Caminos de la Villa, aplicativo cívico basado en tecnología accesible que permite el mapeo de villas y el monitoreo de obras y servicios públicos; y la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático, promotora del desarrollo e implementación de Planes de Adaptación en más de 80 municipios de todo el país. Estos son algunos entre otros tantos procesos que podríamos mencionar vinculados, por ejemplo, a la inclusión de los recicladores, el acceso al agua y la promoción de las energía renovables. Además de que 35 millones de latinoamericanos viven en ciudades que orientan su gestión por planes de metas de mejora de calidad de vida y que incorporaron mecanismos de participación y control ciudadano. Hay evidencias suficientes de que las transformaciones hacia la construcción de Ciudades Sostenibles son posibles. Necesitamos, para lograrlo, voluntad política, visión integral, proyección hacia la acción y participación ciudadana, en un marco que requiere sentido de urgencia.

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2015 El tsunami migratorio es hoy y aquí. El actual proceso de urbanización acelerada a escala global es el producto de 4 fenómenos articulados entre sí; a) en primer lugar la enorme desigualdad entre territorios y entre condiciones de vida en entornos rurales y urbanos, lo que estimula procesos migratorios desde antaño, pero que ahora se ven acelerados por, b) el aumento de la eficiencia en las cadenas de valor agrarias, que han posibilitado por intermedio de la aplicación intensiva de tecnología, producir mucha mayor cantidad de alimentos e insumos de origen agrario en general, con mucho menos requerimientos de mano de obra, c) la emergencia de internet como plataforma relacional, segura, confiable, accesible y económica que provee de información a los migrantes potenciales y facilita los procesos de traslado, y d) la consolidación de elementos de una cultura global creciente (multilingüismo, reconocimiento de derechos, etc). Ese “combo” ha intensificado, una tendencia preexistente y ha provocado la emergencia de un mundo crecientemente urbano. Si la tendencia no se revierte, construiremos tanta “ciudad” en los próximos 30 años como en los 10.000 años pre-existentes. De la interminable lista de oportunidades y problemas que dicha tendencia genera, en general se soslaya una, muy evidente pero poco abordada: el conjunto de habilidades que hacen a una persona apta para desenvolverse en el mundo rural, no son necesariamente suficientes ni adecuadas para actuar en el mundo urbano. Por tanto, el complejo proceso migratorio que está sacudiendo las fronteras de los Estados, viene con la carga de una necesaria visión sobre las consecuencias humanas del desarrollo desigual. Debe actuarse urgentemente y de muchas formas, pero sin entrar en las cuestiones de “fondo” que hay que resolver para que dicho tsunami migratorio no se convierta en un cocktail contra la gobernabilidad; hay que señalar que es absurdo pensar que este es un problema que puede resolverse a escala nacional. Es imprescindible organizar una respuesta global, eficaz y sofisticada que conjugue acciones de estados (no solo de los estados “ricos”, sino de todos los estados) y organizaciones sociales.

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Entre tantas cosas que instala en agenda una circunstancia como la descripta, que se verifica en Buenos Aires, Cordoba o Rosario; una de las más relevantes es evitar la segmentación urbana y la constitución de “guettos”. En América Latina, la tendencia a la fragmentación urbana es grave y supera los intentos de los gobiernos locales por intentar construir espacio público calificado, que posibilite la vida social integrada. Concretamente, el proceso más evidente es el de expansión urbana anárquica en una periferia subatendida y sin servicios públicos, donde habitan familias más pobres, más extensas y más jóvenes, generalmente compartiendo el espacio con modelos de urbanización cerrada. La radicación en el más lejano extrarradio de la población en edad activa, contra los centros urbanos crecientemente avejentados, es lo que hace que en algunas ciudades del continente la resolución adecuada de la movilidad urbana se haya constituido en un problema político de primer orden. Conforme estudios hechos recientemente por encargo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), hay ciudades en la región donde la inversión promedio de tiempo para ir del hogar al trabajo supera los 100 minutos/ día (y estamos hablando del promedio ¡!). Las migraciones, siempre tienen un bajo promedio de edad (la gente madura no migra) y favorecen la conformación de “núcleos de referencia” en los cuales se tejen relaciones de solidaridad y pertenencia; pero sí además los migrantes se ven confinados territorialmente y sometidos a situaciones como la descripta, es probable que una o dos décadas la situación pueda transformarse en explosiva. Al respecto, toda política que pueda ensayarse en favor de: mejorar el acceso a un hábitat digno, incrementar el capital humano aumentando el potencial de empleabilidad y facilitar la emergencia de una cultura relacional anti-segmentación, es inversión en salud cívica futura. Por lo demás, y en razón de las debilidades burocráticas de los Estados Latinoamericanos, sumados a procesos macroeconómicos zigzagueantes, lo cierto es que la incorporación laboral de los migrantes se

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2015 hace, en una relación de 4/5, en primera instancia en la economía informal, hasta el punto de que las comunidades migrantes crean verdaderos mercados informales de alta significación económica. La combinación de la segmentación territorial y la desigualdad social, con la ausencia de una institucionalidad que facilite la inclusión, da como resultado la conformación de un mundo al mismo tiempo abierto y marginal que construye modos de vinculación económica sofisticados y paralelos. En esos márgenes sub-estudiados y muchas veces abandonados por la mirada oficial o percibidos como, no sólo la informalidad laboral alcanza cotas del 60 o 70 % , sino que existe a las ojos de quien quiera verlo paralelamente un sistemas financiero, con sus instrumentos y elementos coactivos, una fiscalidad paralela (que garante estándares mínimos de seguridad) al servicio de los “controladores del territorio”, por supuesto modelos asociativos propios, etc La falta de visión de los estados y gobiernos locales, están generando condiciones de quiebre social, no sólo explicable en los niveles de ingreso. Emergen territorios organizados bajo un paradigma para-estatal en el que la informalidad (con todo) es la cara más amable. Los aspectos regulatorios de las microempresas en América Latina no toman en cuenta el fenómeno migrante, y esa deuda debe ser saldada de modo urgente, para evitar que millones de personas caigan en redes delictuales y vivan en condiciones de desciudadanización. Por supuesto que la alternativa es este tsunami no es retener a las personas en el campo, sino aumentar las condiciones de libertad y de dignidad para elegir. En ese sentido, al mismo tiempo que mejorar las condiciones de vida rural, debemos asumir la agenda de hacer mejores ciudades y en ese sentido hay 5 desafíos que me corresponde destacar: • Construir espacios de convivencialidad y asumir el costo de “hacer ciudad”: en las periferias urbanas, los gobiernos locales por razones fiscales o simplemente por desidia, permanecen poco

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activos frente a las oleadas de nuevos migrantes que como pueden ocupan el territorio. Hay que hacer ciudad para los ciudadanos y evitar una segmentación urbana in-gestionable luego. • Mejorar la gobernabilidad: y para ello, en principio hay que evitar “darle las cosas más difíciles a los menos aptos”. Los gobiernos locales adquieren muchas responsabilidades que no pueden manejar (son el nivel menos profesionalizado del Estado). Por tanto, o bien se conciben programas provinciales o federales de áreas metropolitanas o bien esos niveles de Estado “bajan al territorio” a hacerse cargo de los desafíos de este tiempo. •

Capacidades de los gobiernos locales: Con independencia de las acciones de otros niveles del Estado, sin calificación sostenida de los gobiernos locales y sobre todo sin una persistente tarea de institucionalización de instancias de dialogo y gestión, la evolución territorial de las periferias crecerá en complejidad.

• Ciudad no es un elemento excluyentemente estatal: Es una Construcción Colectiva Societal. El entrelazamiento público / privado construye mejores ciudades. La clave es el diálogo y fomentar el asociativismo civil, para evitar conductas predatorias. Los migrantes no construyen de un día al otro su arraigo, hay que facilitar su integración cultural pero también cívica, para evitar la desafección. • Pensar en un nuevo concepto Educativo: la educación influye en la construcción de las ciudades. En la economía actual emerge un nuevo concepto de laboriosidad, asociado a la creatividad, a la capacidad relacional y a decodificar lenguajes y problemas. Hay que invertir en esos estímulos para hacer de las migraciones una solución y no un problema a la evolución económica. Las ciudades no son buenas o malas en sí mismas sino que pueden ser adecuadas o no de acuerdo a un momento histórico determinado Las Ciudades aptas para los desafíos que se enunciaron deben cumplir adecuadamente 4 funciones:

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2015 ser hábitat, ser una Plataforma Logística adecuada, ser un lugar de agregación de valor económico. Un espacio Cultural creativo y un lugar de resguardo. Como en tantas otras cosas, la clave es el contacto humano, la construcción de vínculos. Esto permite

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alinear lo conceptual y lo práctico. No hay que mirar para otro lado, el horizonte que debe guiarnos es el de asumir el compromiso que nos toca: hacer ciudades hoy, y construir ciudadanía para todos, siempre.

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La colaboración: una forma diferente de incidir en políticas públicas Jimena Psathakis. Directora Comité Ejecutivo, FCD. María de los Ángeles Ortiz. Coordinadora de línea estratégica, FCD.

Participación y políticas públicas El proceso de formulación de políticas públicas está cambiando. Cada vez más los gobiernos lideran, al menos formalmente, el diseño e implementación de políticas, impulsando espacios y procesos abiertos de participación de actores y perspectivas diversas. Cuando esto ocurre, se produce, entre otras cosas, que las políticas resultantes se vean fortalecidas en su calidad y eficacia; que encuentren menos resistencias al momento de su implementación por haber alcanzado la legitimidad necesaria; que prevengan o eviten la recurrencia de diversos conflictos; y que tengan un mayor impacto. El escenario actual tiende al fortalecimiento de la democracia participativa al propiciar diversos espacios y nuevas herramientas de participación para los procesos de toma de decisiones en el ámbito de lo público. Se reconoce un vínculo estrecho entre participación y democracia, al sostenerse que el fortalecimiento de la democracia implica un aumento sostenido de la participación ciudadana y de la calidad de las formas en que ésta tiene lugar. Al respecto, la Carta Democrática Interamericana sostiene que “la participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia”. Adicionalmente, a nivel legislativo, tanto nacional como internacional, vemos que la mención a la incorporación de espacios de participación es un requisito cada vez más frecuente. Por otro lado, existe un protagonismo y demanda creciente de participación de diversos actores y sectores que en este nuevo paradigma de articulación y participación trata de hacer llegar sus demandas y

expresar sus necesidades de diferentes formas y a través de diversos espacios. La complejidad en la estructuración de demandas, dada por esta nueva realidad requiere de abordajes cada vez más multidisciplinarios, multisectoriales y multinivel que permitan adoptar decisiones más efectivas que focalicen en las necesidades y demandas de fondo para alcanzar el éxito y favorecer a la sostenibilidad de las políticas, en un marco de respeto de los derechos humanos. En algún punto, la participación será efectiva en la medida que logre incidir y generar cambios en los procesos de toma de decisiones.

¿Qué es la incidencia colaborativa? Cuando ciertas demandas, preocupaciones o necesidades sociales no se encuentran en la agenda pública o gubernamental, los diferentes actores u organizaciones suelen identificar mecanismos alternativos de incidencia. Los procesos tradicionales de incidencia adoptan a la “confrontación” como la metodología usualmente predominante. Las estrategias de “incidencia confrontativa” (huelgas, cortes de ruta, piquetes, recursos judiciales, etc.), suelen ser muy efectivas en el corto plazo al paralizar una decisión o visibilizar una problemática; sin embargo, al mismo tiempo también han demostrado algunas limitaciones en la práctica para generar procesos de cambio profundos y sostenibles. Incluso pueden resultar contraproducentes cuando derivan en consecuencias no deseadas como escaladas de agresividad o procesos de polarización social que dificultan arribar a soluciones inclusivas y mutuamente beneficiosas. Este escenario promueve la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de incidencia que al tiempo que 14


2015 permitan contribuir a cambios sostenibles y más profundos, lo hagan sobre la base del diálogo y la colaboración. Así, surge la Incidencia Colaborativa como “un proceso que involucra esfuerzos coordinados de personas y organizaciones para transformar políticas públicas, prácticas, ideas y valores en la perspectiva de fortalecer la democracia y favorecer sistemas políticos más justos e inclusivos de modo dialógico y colaborativo” . A diferencia de las estrategias de incidencia tradicional, la incidencia colaborativa genera espacios de diálogo en los cuales actores distintos puedan acercarse con objetivos comunes; incluye a los destinatarios de la incidencia en el mismo proceso de formulación de diagnóstico y propuestas sobre las problemáticas, y pone el acento en equilibrar relaciones de poder que se dan entre los actores del diálogo para permitir acuerdos más justos y sostenidos. “La incidencia identifica en la colaboración y el diálogo una herramienta sustancial para abordar los problemas de fondo; y trabaja sobre la premisa de que los grupos son mucho más exitosos si trabajan y producen en conjunto en lugar de enfrentados” . Los actores ya no son considerados “adversarios” sino que se busca construir lazos de entendimiento e inclusión de las diferencias a través de distintos espacios y estadios de la evolución del grupo con los tomadores de decisión.

Las plataformas de incidencia: nociones básicas. Generalmente, los procesos de incidencia colaborativa se viabilizan a través de grupos de personas o instituciones, las llamadas “plataformas de diálogo”. No existe una metodología estándar para formular una plataforma de diálogo para la incidencia efectiva; sino que existen ciertas premisas metodológi-

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cas que funcionan de guía para conformar las plataformas ya que cada una habrá de adaptarse a cada contexto y situación particular. Entre los aspectos generales para tener en cuenta a la hora de pensar la conformación de una plataforma se encuentran: a) META. Identificar claramente la meta que se propone. b) ACTORES. En función de la meta, será pertinente preguntarse qué actores podrán proveer a la plataforma de representatividad (y en este sentido legitimidad) de visiones respecto a cierta temática. En términos generales, se recomienda propiciar una representatividad diversa e incluyente de los múltiples intereses y miradas sobre la realidad presentes en la temática sobre la cual se desea incidir. c) OBJETIVOS: Los objetivos de la plataforma también pueden variar en función del tema, contexto y/o momento de evolución del grupo. Algunos de los objetivos más frecuentes refieren a: a) Acordar una agenda compartida de temas a impulsar en conjunto públicamente; b) Planificar acciones conjuntas y/o generar propuestas o recomendaciones para el diseño, implementación y monitoreo de proyectos de ley y/o políticas públicas. d) METODOLOGÍA: La metodología de trabajo y el proceso de construcción de consenso puede adquirir diversos formatos de acuerdo a las necesidades y objetivos que se planteen en cada contexto; o una combinación de varios de ellos. Por ejemplo: espacios de diálogo sectoriales, espacios de diálogo multisectoriales, espacios de diálogo masivos (tipo foros), instancias de planificación estratégica participativa, trabajo en comisiones, etc. ¿Cómo funciona? Los actores miembros del grupo, se reúnen y trabajan de forma sostenida

FUNDACIÓN CAMBIO DEMOCRÁTICO, FUNDACIÓN DIRECTORIO LEGISLATIVO Y FUNDACIÓN AVINA. (2013).Incidencia Colaborativa de la Sociedad Civil en Políticas Ambientales. Versión digital. Buenos Aires. Disponible en: http://www.cambiodemocratico.org/sitio2011/wp-content/uploads/2015/02/INCIDENCIA-POL%C3%8DTICAS-AMBIENTALES.pdf FUNDACIÓN CAMBIO DEMOCRÁTICO. (2003). Manual Construcción de consenso: Los procesos colaborativos. Edición digital. Buenos Aires. Disponible en: http://www.cambiodemocratico.org/sitio2011/wp-content/uploads/2015/02/CONSTRUCCI%C3%93N-DE-CONSENSO_-Los-Procesos-Colaborativos.pdf

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2015 sobre los temas que les preocupan o les interesan. Los espacios de encuentro, su duración y los acuerdos generales de procedimiento habrán de acordarse en conjunto con los actores en función de sus necesidades, intereses y posibilidades. Al respecto, es clave la figura de un tercero facilitador, imparcial en las discusiones y legítimo para todos los actores que tenga el rol de coordinar y conducir el proceso de diálogo para orientar las conversaciones en función de la meta planteada y cumplir con los objetivos acordados.

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• Documentos de recomendaciones de política acordados participativamente. • Iniciativas de educación o sensibilización social. • Acuerdos público - privados. Resultados intangibles: • Mayores niveles de comprensión y confianza entre actores con miradas diversas sobre una problemática. • Espacios de articulación y diálogo entre actores, otrora desconectados.

e) RESULTADOS: Los resultados pueden clasificarse en tangibles e intangibles, y también habrán de irse modificando en función de la evolución del grupo y de la identificación de necesidades. Algunos de los resultados más frecuentes son: Resultados tangibles: • Sistemas de producción y difusión de información.

• Reducción de los niveles de confrontación directa. • Procesos de aprendizaje informal y una comprensión más compleja de las problemáticas. • Desarrollo de mayores capacidades personales para comprender perspectivas e intereses diversos.

• Documentos de diagnóstico participativo sobre una problemática.

Algunas experiencias en Argentina de Incidencia Colaborativa Caso 1. Foro para Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia

Meta de la plataforma

Promover el desarrollo sostenible del Mar Patagónico y Áreas de influencia

Actores que la confor19 organizaciones de Argentina, Uruguay y Chile. man Promover la preservación del área “Banco Burwood” en tanto sitio de alto inEjemplo de objetivo de terés para la conservación de los bienes y servicios que provee el Mar Patagóincidencia nico.

Metodología

Construcción de una plataforma. Diagnóstico compartido sobre el Estado de conservación del Mar Patagónico. Identificación de áreas clave para la conservación. Espacios de diálogo y articulación con legisladores y asesores legislativos. Elaboración de documento recomendaciones para la creación de la primer área marino protegida del país.

Resultado

Declaración de la Primer Área Marina protegida 100% oceánica: Área Protegida Namuncurá Banco Burdwood

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Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs

Algunas experiencias en Argentina de Incidencia Colaborativa Caso 2: Alianza por las Energías Renovables de Argentina (AERA)

Meta de la plataforma

Aportar al debate público sobre la promoción de la eficiencia energética y diversificación de la matriz energética.

Actores que la conforman

Organizaciones diversas del sector público, privado, ONGs y academia.

Ejemplo de objetivo de incidencia

Promover el cumplimiento de la ley 26.190 de fomento de las energías renovables para la producción eléctrica.

Metodología

Conformación del Grupo Promotor. Elaboración de documento de recomendaciones de política. Espacio de diálogo continuo con legisladores y asesores legislativos.

Resultado

Presentación del documento con el apoyo de diversos partidos (FPV-Pro-UCR). Incorporación de modificaciones a la ley 26.190 actualmente en debate legislativo.

Reflexiones finales Las diferentes experiencias que han desarrollado estrategias de incidencia colaborativa permiten demostrar que esta metodología puede ser de utilidad, y generar cambios sustantivos no sólo en el enriquecimiento del contenido e impacto de las políticas sino también en las formas en que se desarrollan los procesos de toma de decisiones. Al mismo tiempo cabe señalar que esta metodología, como todas, es de utilidad en determinadas circunstancias; y aún enfrenta grandes desafíos, sobre todo vinculados a mantener el interés y compromiso sostenido con el diálogo y el trabajo colectivo de sus participantes. Estos son procesos que generalmente

suelen requerir mucho tiempo y dedicación; no sólo para construir confianza y alcanzar acuerdos básicos que permitan generar propuestas, sino también para aprovechar las ventanas de oportunidad que genera el contexto para la incidencia. Para finalizar, queríamos destacar que desde Fundación Cambio Democrático, apostamos a la construcción de procesos de incidencia colaborativa ya que entendemos que a través de ellos se puede realizar un aporte significativo a la construcción de una cultura del diálogo y la colaboración en los procesos de toma de decisiones que aporten al desarrollo y consolidación de la democracia en nuestro país y que contribuyan a una sociedad más justa, pacífica y sostenible.

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Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs

El hambre en Argentina y el modelo de trabajo de la Fundación Banco de Alimentos Tomás Klepetar. Presidente, FBA. Ann Mitchell. Vicepresidente, FBA.

El hambre existe en el medio de la abundancia. A nivel mundial se producen suficientes alimentos para alimentar a toda la población, pero según las estimaciones de la FAO, 800 millones de personas alrededor del mundo sufren hambre. Nuestro país es uno de los principales productores de alimentos en el mundo, sin embargo, millones de sus habitantes padecen hambre. Tal como explicó el ganador del premio Nobel en Economía, Amartya Sen, en su libro Pobreza y Hambrunas, el hambre ocurre no por la falta de disponibilidad de alimentos, sino porque las personas pobres no tienen acceso o derecho sobre los alimentos disponibles. En las palabras de Sen, “el hambre se relaciona no solo con la producción de alimentos y la expansión de la agricultura, sino también con el funcionamiento de toda la economía y la operación de las relaciones políticas y sociales que pueden influir en la habilidad de acceder a alimentos y alcanzar salud y nutrientes”.

Qué es el Hambre El hambre se produce cuando una persona no tiene acceso a suficientes alimentos para cubrir las necesidades calóricas diarias. Una de las medidas más simples y adecuadas para cuantificar el hambre es la inseguridad alimentaria, que se construye en base a una serie de preguntas al referente del hogar acerca de situaciones de privación de alimentos en el hogar. La inseguridad alimentaria severa expresa el porcentaje de hogares en los que al menos uno de sus miembros no tuvo que comer o sintió hambre por

problemas económicos durante el año previo. La inseguridad alimentaria moderada expresa el porcentaje de hogares en los que al menos uno de sus miembros tuvo que reducir la porción de alimentos por razones económicas durante el último año. De acuerdo a las últimas estimaciones de la inseguridad alimentaria realizadas por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 5% de los hogares de los principales aglomerados del país experimenta inseguridad alimentaria severa y, si se agregan a las personas que tuvieron que reducir la cantidad de alimentos consumidos por problemas económicos, el porcentaje de hogares afectados alcanza el 14%. Esto implica que cerca de 1 millón de personas que viven en los principales aglomerados urbanos del país sufren inseguridad alimentaria severa y 3 millones sufren inseguridad alimentaria severa o moderada. Si extrapolamos este dato a toda la población del país, bajo el supuesto de que el problema es, al menos tan grave en las pequeñas ciudades y las zonas rurales, la cantidad de personas aumenta a 2 millones en el caso de la inseguridad alimentaria severa y 5,5 millones en el caso de inseguridad alimentaria severa o moderada. Se estima que 1 de cada 3 personas en el país que experimentan inseguridad alimentaria viven en el Conurbano Bonaerense. Los hogares con jefe de hogar sin secundario completo o con jefe subempleado o desocupado y los que viven en villas y asentamientos son los que presentan mayores riesgos de experimentar inseguridad alimentaria.

Sen, Amartya, Development as Freedom, Oxford: Oxford University Press, 1999. La metodología de medición de la inseguridad alimentaria fue desarrollada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Ver http://www.fns.usda.gov/guide-measuring-household-food-security-revised-2000. Salvia, Agustin (Editor) Progresos sociales, pobrezas estructurales y desigualdades persistentes: ilusiones y desilusiones en el desarrollo humano e integración social al quinto año del Bicentenario (2010-2014), Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Educa, 2015.

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2015 Un dato de suma importancia -que arroja el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCAes que el hambre afecta relativamente más a los niños y adolescentes que al resto de la población. El 8,4% de los niños de 0 a 17 años (1 de cada 12 niños) del país sufre hambre y si agregamos a los que tuvieron que reducir la porción de alimentos por razones económicas el porcentaje alcanza el 21,5% (1 de cada 5 niños).

Sobre la Malnutrición Ahora bien, una vez definido el hambre y teniendo en cuenta sus mediciones y parámetros, es necesario que reflexionemos sobre la situación de la malnutrición en nuestro país. La malnutrición es una condición fisiológica que aparece como resultado de una dieta desequilibrada, en la cual hay un exceso o falta de nutrientes. La malnutrición, sin embargo, está determinada no sólo por el valor calórico de los alimentos, sino también por la calidad de la alimentación -el consumo adecuado de proteínas y micro-nutrientes (vitaminas y minerales)- y las condiciones de vida. El acceso a agua potable y cloacas, por ejemplo, influye en la incidencia de enfermedades y en la capacidad del cuerpo para asimilar los nutrientes consumidos. Cuando hablamos de malnutrición podemos hacer una diferencia entre: la malnutrición por defecto, (que incluye la desnutrición aguda o emaciación, la desnutrición crónica o acortamiento, y la desnutrición oculta o falta de micronutrientes); y la malnutrición por exceso (que incluye el sobrepeso y la obesidad). En nuestro país existe un severo problema de falta de datos para medir la desnutrición. La última encuesta que aporta los datos necesarios es la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en el año 2005. Según esta, el 1,3% de los niños de 6 meses a 5 años padecía desnutrición aguda (o bajo peso por altura), el 8% padecía desnutrición crónica (o baja altura por

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edad, debido a la carencia de nutrientes durante un período extendido de tiempo). La desnutrición oculta se evidenció como el problema más extendido: el 17% de los niños de entre 6 meses y 5 años padecía anemia, el 46% un déficit de calcio y el 14% un déficit de vitamina A. Entre 2013 y 2014 desde el área social de la Banco de Alimentos de Buenos Aires se realizaron mediciones de peso y talla de 653 niños que asisten a 18 comedores y otras organizaciones comunitarias en las localidades de Pilar, Virreyes y Boulogne, Provincia de Buenos Aires. A partir de las mismas se estimó que el 7% de los niños padecían desnutrición aguda y casi el 1,2% desnutrición crónica. Otros resultados interesantes que arrojó este estudio fueron las observaciones sobre la situación en la que vivían los niños que padecían desnutrición aguda: se encontraron problemas de parasitosis, de celiaquía sin tratar y una gran evidencia de la ausencia de los padres a la hora de la cena. Esto último es un indicio de que el problema de la desnutrición está asociado con situaciones sociales complejas. Y también refleja el importante rol que cumplen los comedores y otras organizaciones comunitarias, que muchas veces aportan un plato de comida saludable a niños cuyos padres están fuera del hogar. Más allá de los números y datos estadísticos, es de suma importancia entender que la desnutrición infantil tiene consecuencias graves para el desarrollo de los niños. Influye en su sistema inmunológico (la capacidad de combatir enfermedades), en su desarrollo físico, y en sus funciones cognitivas (por ejemplo, su capacidad para concentrarse en la escuela y para aprender), por ende, tiene implicancia directa en su productividad en el futuro y capacidad para obtener un trabajo digno. La buena alimentación es particularmente necesaria durante los primeros 1.000 días de vida del niño, es decir, desde la gestación hasta los dos años.

Tuñon, Ianina, Situación de la infancia en el quinto año del bicentenario: mayor protección social, privaciones y brechas de desigualdad (2010, 2011, 2012, 2013, 2014), 1ª ed., Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Educa, 2015.

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2015 El Hambre y las Políticas Públicas Teniendo en cuenta la situación y los datos antes mencionados, cabe ahora reflexionar acerca de ¿Cuál es el rol del Estado frente al hambre y la malnutrición? Hay un amplio consenso en que una estrategia adecuada para terminar con el hambre en el país requiere una política de “doble vía”. Se necesitan, por un lado, políticas para atender las necesidades inmediatas de las personas que sufren hambre facilitando el acceso a alimentos. Y, por otro lado, políticas estructurales que procuran ampliar las capacidades para adquirir alimentos en el largo plazo (por ejemplo, políticas en educación, capacitación laboral, creación de trabajo, etc.). Las dos vías son complementarias, ya que para que las personas puedan educarse e integrarse a la economía productiva, necesitan una alimentación adecuada. Al mismo tiempo, proveer programas de asistencia alimentaria sin ofrecer políticas estructurales tiene el riesgo de crear situaciones de dependencia. Hoy en día son tres las políticas públicas que más contribuyen a mejorar el acceso a los alimentos. La primera es el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, que fue introducido en 2003. Este programa tiene 4 principales componentes: 1) La provisión de tickets o tarjetas para la compra de alimentos a familias en situación de indigencia; 2) la entrega de raciones de alimentos a comedores comunitarios; 3) el programa Prohuerta que fomenta la autoproducción de frutas y verduras a través de la creación de huertas familiares y comunitarias y 4) la entrega de leche fortificada a través del Plan Materno-infantil. La evidencia indica que este programa fue un elemento importante para ayudar a los grupos más vul-

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nerables luego de la crisis de 2001. Un desafío pendiente es su falta de transparencia, en particular la falta de datos sobre la cantidad de familias que se benefician hoy de cada uno de los componentes del programa. La segunda política clave es la provisión de desayunos y almuerzos en las escuelas. Ese programa, financiado en parte por el Gobierno Nacional y administrado por los gobiernos provinciales, ha crecido fuertemente en los últimos 15 años. Hoy provee el desayuno (o copa de leche) a cerca del 50% de los alumnos de educación básica de las escuelas de gestión pública y brinda el almuerzo al 20% de los mismos. Además, en general, la evidencia indica que el programa focaliza correctamente la asistencia a los niños que viven en situaciones de mayor vulnerabilidad social. La tercera política clave para asegurar una alimentación adecuada es la Asignación Universal por Hijo. Hay evidencia de que este programa de transferencia condicionada de ingreso ha tenido un impacto leve en reducir la indigencia y la inseguridad alimentaria en el país.

El rol de la Sociedad Civil y el aporte de los Bancos de Alimentos Por último, con respecto a la participación de la sociedad civil en pos de contribuir a terminar con el problema del hambre, creemos que es fundamental el trabajo articulado entre las organizaciones intermedias – como somos los Bancos de Alimentos- con las organizaciones de base -comedores, centros comunitarios, merenderos, jardines de infantes, etc. Ellas son las que tienen el contacto directo con quienes sufren hambre, y nosotros los que podemos actuar como “puentes”.

Aulincino, C. y Díaz Langou, G. La implementación del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria en ámbitos sub-nacionales, Documento de Trabajo No. 88, CIPPEC, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, abril de 2012. Ver DiazLangou et al. Los modelos de gestión de los servicios de comedores escolares en Argentina, Ver DiazLangou et al. Los modelos de gestión de los servicios de comedores escolares en Argentina, Documento de Trabajo No. 121, CIPPEC, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2014. Salvia, A., Tuñon, I. y Poy, S. “Efectos de la Asignación Universal por Hijo en el ingreso per cápita, en la pobreza extrema e indicadores de desarrollo humano de la infancia” presentado en las VIII Jornadas de Sociología de la Universidad Nacional de La Plata, 3-5 de diciembre de 2014.

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2015 El modelo de los Bancos de Alimentos contribuye a reducir el hambre, la malnutrición y el desperdicio de alimentos. Los Bancos de Alimentos son organizaciones sin fines de lucro con una misión clara: luchar contra el hambre. Los bancos reciben donaciones de alimentos aptos para el consumo y que por alguna razón no pueden ser comercializados (por fallas de envasado, fecha de vencimiento próxima, etc.). Estos alimentos son almacenados, clasificados y distribuidos entre organizaciones que dan de comer a personas necesitadas. De esta manera, los bancos logran canalizar alimentos que de otra forma serían desechados. En la actualidad hay más de 750 bancos de alimentos operando en 34 países. En Argentina existen 16 bancos, localizados en Buenos Aires, Córdoba, Goya, La Plata, Mar del Plata, Santiago del Estero, Río Cuarto, Mendoza, Rosario, Salta, Tandil, Tucumán, Valle de Uco y Virasoro, entre otras ciudades. En 2014 los bancos de Argentina distribuyeron alimentos por un total de 8.193.946 kilogramos a 1.780 organizaciones que asisten más de 243.793 personas.

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en el año 2001. Colabora con la alimentación de más de 92.800 personas por día a través de una red de 679 organizaciones comunitarias que están ubicadas en CABA y 28 partidos del GBA. Durante el 2014, FBA distribuyó más de 4 millones de alimentos y otros productos. Una de las fortalezas más importantes de estas organizaciones es la transparencia. Los bancos de alimentos mantienen sistemas informáticos de contabilidad que les permiten informar a cada donante el destino y la fecha de entrega de cada alimento donado. Por otra parte, un equipo de asistentes sociales y voluntarios visita a todas las organizaciones beneficiarias cada 6 meses para asegurar que las mismas cumplan con los requisitos de higiene y almacenamiento de las donaciones y para fortalecer el vínculo con éstas. Los bancos de alimentos también llevan adelante distintos proyectos orientados a mejorar la gestión de las organizaciones y la calidad de los servicios, de manera tal que estas puedan ir logrando su fortalecimiento institucional y su auto-sustentabilidad.

Banco de Alimentos de Buenos Aires (FBA), fue el primer banco de Argentina que empezó a funcionar

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Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs

¿Cómo inciden las OSC en la agenda pública durante las campañas electorales? Experiencias y lecciones aprendidas en América Latina Natalia Aquilino. Directora del Programa de Incidencia, Monitoreo y Evaluación de CIPPEC. Federico Frascheri. Consultor del Programa de Incidencia, Monitoreo y Evaluación de CIPPEC.

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) cumplen un rol relevante y creciente a medida que la agenda política se complejiza y diversifica, tanto en temáticas como en cantidad de actores que intervienen. Todas ellas apuntan a un objetivo más o menos común: partiendo de evidencia generada o recolectada, buscan incidir en la agenda de políticas públicas. Cuando hablamos de incidencia pensamos en “la capacidad para afectar parcial o significativamente los procesos de toma de decisiones a través de la introducción de nuevas ideas o conceptos, el aporte de datos o evidencia significativa, la construcción de conocimiento nuevo o el fortalecimiento del existente” (Aquilino y Estévez, 2015). La incidencia política puede darse en tres planos: la ampliación de las capacidades de políticas -como lo es mejorar el conocimiento o datos disponibles de ciertos actores-; la ampliación de horizontes de política -introduciendo conceptos nuevos para enmarcar debates y apoyar a investigadores y funcionarios-; o la afectación de determinados regímenes de políticas -con miras a modificar parcialmente o redefinir políticas públicas o programas existentes (Lindquist, 2001). Las instancias pre electorales representan períodos delicados de la vida política en general y para las OSC en particular que buscan incidir en políticas y debates, pues es el momento en donde se pone en juego su capacidad de vincularse con los hacedores de políticas para introducir diagnósticos y recomendaciones que insumen horas de trabajo, su crédito y su credibilidad. Es por ello que la instancia debe planificarse en conjunto con todas las partes de la organización y atendiendo a una serie de cuestiones:

• Contexto político: el tema ¿es relevante para los representantes? ¿Se han generado eventos –o es factible que sucedan- que permitan introducir el tema en agenda? ¿Qué actores externos se encuentran más cerca/lejos de nuestra posición? • Características de la organización: ¿qué peso tiene la institución representada en la sociedad y entre los funcionarios? ¿Qué capacidades humanas y financieras tiene de alcanzar con éxito sus objetivos? ¿Genera evidencia o la transmite? Una vez realizado este análisis, se pueden estudiar las líneas de acción a seguir. Algunas opciones pueden ser: movilización de actores, educación y sensibilización, articulación de redes y coaliciones, cobertura mediática, acuerdos con gobiernos u organizaciones internacionales o la participación en comitivas de gobierno, entre otras. Reed define cinco principios para el intercambio de conocimiento, complementarios: diseño, representación, vinculación, impacto y reflexión, en donde se resalta la importancia de establecer y mantener los vínculos con los stakeholders a través de relaciones bilaterales de largo plazo, el desarrollo de conocimientos conjuntos y colaboración para interpretar opiniones e implicancias, identificar impactos tangibles y atractivos para los receptores de la incidencia, reflexionar periódicamente sobre la relevancia del conocimiento generado e identificar líneas de trabajo a mantener y hacerlas sostenibles en el tiempo (Reed et. al, 2014). La comunicación también es de vital importancia. El modo en que se realiza define las posibilidades de atraer la atención de los destinatarios. Para ello, es preciso incorporar formatos dinámicos, que conden-

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2015 sen información en poco espacio y que pueda ser absorbida en poco tiempo, incluir resúmenes ejecutivos a los documentos y otorgarle valor a la presentación cara a cara con el stakeholder, donde existen mayores posibilidades de captar su atención y de evacuar posibles dudas. Andy Tattersall (2015) resume cuáles son los datos que deben figurar en el mensaje y llegar al receptor a través de las 5 W’s: quién, qué, dónde, cuándo y por qué (who, what, where, when and why, en inglés).

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Cinco experiencias de incidencia en elecciones en América Latina. Muchas son las OSC que buscaron y buscan incidir en momentos pre electorales. Para este artículo resumimos las experiencias de CIPPEC en Argentina, CIES en Perú, Grupo FARO en Ecuador, Fedesarrollo en Colombia y CADEP en Paraguay. Se exponen elementos relativos al contexto, el diseño de la estrategia de incidencia y algunos de los resultados logrados.

“Agenda Presidencial 2011-2015”, por CIPPEC • •

Contexto: escasa competencia, posibilidades de reelección. Diseño: 15 memos (elaboración propia, aprendizaje de pares, red de aliados para 2 memos), estrategia de diseminación (impresión a candidatos, digital en web, presentación en Cena Anual), incidencia política: reunión con candidatos, talleres de intercambio con políticos, académicos y periodistas. Resultados: cambios discursivos y de contenido en temas Educación, Salud y Transporte. Llegada a especialistas: 49/120 notas en medios fueron de opinión. No hubo debate pero se presentaron a tres candidatos a presidente.

“Centrando el debate electoral”, por CIES • •

Contexto: amplia competencia entre 4 principales contendientes . Experiencia exitosa en 2006. Diseño: 5 documentos por concurso (Fortalecimiento red de aliados y aumento red de donantes). Difusión: 1.000 carpetas, edición especial revista CIES, spots radiales, videos y entrega de documentos en Ferias Ciudadanas. Resultados: en alianza, organización de un debate entre 11 candidatos primera vuelta y 2 en segunda. Contribución a enriquecer propuestas (elementos técnicos), Difusión exitosa: 2 seminarios Lima y 5 en otras regiones.

“Ciudadanizando las políticas”, por Grupo FARO • • •

Contexto: competencia entre 3 candidatos. Diseño: conformación de un Consejo Asesor, selección de temas y elaboración de documentos, diseminación en primera vuelta y réplica del debate en 4 ciudades. Resultados: posicionamiento del Think Tank, incorporación de las iniciativas por el gobierno (tres investigadores pasaron al Estado), articulación de redes (apoyo de CIES, Perú).

La experiencia de Fedesarrollo en las elecciones de 2010 • •

Contexto: competencia entre 2 candidatos: ven debate como amenaza, experiencia exitosa en 2010. Diseño: eje: desarrollo económico y social. Financiamiento de investigaciones por fondo propio generado a lo largo de los años. Evitar temas en los que candidatos tenían posición definida y temas en los que no había experticia. 4 eventos con equipos de campaña Resultados: los 2 principales partidos no participan de discusión sobre notas. De 4 eventos con equipos de campaña se redujo a 2. De 2 debates se redujo a 1

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“Paraguay Debate”, por CADEP • •

Contexto: escenario delicado (post destitución del Presidente Lugo). Campaña mediática centrada en imagen; poco incentivo a debate. Diseño: elaboración de 12 notas de política. Enfoque en 3 públicos: políticos (con evidencia), periodistas (encuentros para cualificar demanda temática), ciudadanos (debate). Resultados: los 2 principales partidos no participan de discusión sobre notas. Se realiza el debate entre 4 candidatos con mayor intención de voto. Se logra incidir por Notas: actual Plan de Desarrollo Nacional se alimenta de enfoques y análisis.

Ocho lecciones aprendidas ¿Qué podemos aprender de estos casos?. 1. Necesitamos calibrar el contexto político – institucional. Puede haber debilidad de partidos políticos para formular y explicitar plataforma de campaña. Debe haber competencia política para que los partidos y la sociedad escuchen. Las organizaciones de la sociedad civil pueden mostrarse como traductores de ideas complejas a medios de comunicación y ciudadanía. Es útil conocer a fondo cuál es nuestro rol. 2. Los resultados en términos de incidencia pueden variar en alcance y calidad. Los debates fueron un ejercicio de ciudadanía para toda la sociedad donde se da la construcción de un bien público. Hubo experiencia ganada para los TT pero también para los partidos y candidatos participantes. No podemos perder de vista el ¿qué buscamos lograr? 3. Pueden generarse productos que exceden las campañas y proyectan a las organizaciones de la sociedad civil más allá del contexto electoral. La elaboración de documentos sectoriales, la difusión de notas de prensa, páginas webs, reglas de debate, procesos y procedimientos son elementos que dan luego de la coyuntura electoral. Vale la pena preguntarnos ¿qué podemos generar para el mediano plazo? 4. La incidencia en elecciones es un desafío para la organización interna de las OSC. Depende de la capacidad institucional instalada, la cantidad de temas que se aborden, la incidencia se complejiza y diversifica (también exige mayores esfuerzos de

coherencia sistémica interna), de la definición de actividades por actor participante, el financiamiento independiente que se consiga, si contamos con un grupo ampliado y participativo que supervise y oriente las actividades del proyecto. En síntesis nos plantea ¿cuáles son nuestras capacidades efectivas? 5. La construcción de alianzas es indispensable para el logro de resultados sostenidos. Profundizar el conocimiento del estado del arte en los temas sectoriales a nivel regional para adoptar nuevas estrategias, detectar alianzas a nivel sectorial en áreas que no sean de expertise, reconocer capacidades y limitaciones para plantear colaboraciones estratégicas son elementos que no pueden saltarse. Necesitamos conocer ¿quiénes son los actores clave para trabajar? 6. Tener una apreciación realista de los tiempos necesarios. Los tiempos de la política y los de las organizaciones sociales difieren. Por eso se necesita planificar el mediano plazo: aumentar la efectividad de la estrategia. Tambien se debe tener en cuenta la estacionalidad del proyecto (sintonía cronograma de trabajo y calendario electoral) y saber qué podemos lograr en los tiempos pautados. 7. Conocer a fondo los avances: monitorear actividades y procesos que se vayan dando. Es clave conocer las variables intervinientes del proceso ayuda a no desviar el rumbo. El contexto cambia minuto a minuto: la información actualizada permite reprogramar, cancelar acciones o planear nuevas. Las OSC necesitan tener el termómetro de ¿cómo avanzan las acciones planeadas?

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2015 8. “No dormirse en los laureles”: planear las actividades post electorales. Evaluar el impacto obtenido frente al planeado, capturar métricas que indiquen la relevancia de la acción, sistematizar los aprendizajes y reflexionar con los equipos, difundir los resultados. No desanimarse: lo imposible sólo tarda en llegar, entonces ¿cuál es la nueva estrategia para el próximo ciclo?

Bibliografía • Aquilino, N.; Estévez, S. (2015). Lecciones aprendidas y desafíos sobre la incidencia en políticas públicas de las evaluaciones de impacto en América Latina. Buenos Aires: CIPPEC • Aquilino, N.; Echt, L. y Frascheri, F. (2014). Think tanks y procesos electorales en América Latina: hacia una tecnología de incidencia en elecciones. Buenos Aires: CIPPEC

Ciclo de Reflexión sobre Sustentabilidad con ONGs

• Echt, L. and Eskenazi, A. (2013). Promover un foro nacional de políticas: CIPPEC y el proyecto “Agenda Presidencial 2011-2015”. Buenos Aires: CIPPEC • Lindquist Evert (2001), Discerning Policy Influence: Framework for a Strategic Evaluation of IDRC-Supported Research, School of Public Administration, University of Victoria • Reed, Mark et. Al. (2014). Five principles for the practice of knowledge exchange in environmental management. Journal of Environmental Management. Vol. 146, Diciembre 2014, Págs. 337–345 • Tattersall, Andy (2015), “Who, What, Where, When, Why: Using the 5 Ws to communicate your research”. London School of Economics, The Impact Blog

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