1. EL QUITASOL (1.777) Cuadro neoclásico del siglo XIX. Forma parte de los cartones que pintó para la Real Fábrica de Tapices. Representa a una joven en un jardín, que es asistida por lo que entonces se llamaba un majo, que la protege del sol con una sombrilla. La joven lleva un perrito que descansa en sus faldas. Destaca el juego de luces y sombras sobre el rostro de la muchacha. En esta época desarrolla escenas amables con un colorido rico y brillante. Se puede ver en el Museo del Prado de Madrid.
2. LA VENDIMIA (1.786-1.787) Cuadro rococó del neoclasicismo que utiliza el esquema piramidal, muy común en este movimiento artístico. Es otro cuadro que pertenece a la serie de cartones que pintó para los tapices que irían en el comedor del Príncipe del palacio de El Pardo. Formó parte del conjunto de las cuatro estaciones (las floreras o la primavera, la nevada, la era o el verano y la vendimia o el otoño). Las uvas sirven como símbolo de la estación. En primer plano están personajes que no son gente del pueblo (algo raro en Goya). En el vértice del triángulo hay una vendimiadora con el cesto como esperando a que cojan más uvas. La cesta parece un bodegón, género tradicional en la pintura española. Se encuentra en el Museo del Prado.
3. LA GALLINA CIEGA (1.789) Cuadro rococó con rasgos de vivacidad e inmediatez. Es uno de los cartones que servían como modelo en la Real Fábrica de Tapices, destinado al dormitorio de las infantas. El cuadro muestra muchachos y muchachas jugando a la gallina ciega, con un personaje vendado en el centro que intenta tentar a los demás, que bailan en corro, con una gran cuchara. Los jóvenes están vestidos de majos y majas con ropas humildes con las que les gustaba vestir a los aristócratas de la época. Se puede ver en el Museo del Prado.
4. LA MAJA DESNUDA (1.790-1.800) Cuadro neoclásico. Posteriormente formó pareja con La Maja Vestida. Se retrata el cuerpo entero a una hermosa mujer recostada plácidamente en un lecho y mirando directamente al observador, en su época se le llamo “La Gitana”. Estos cuadros fueron requeridos por Manuel Godoy y luego fueron de su propiedad, aunque ahora se encuentran en el Museo del Prado.
5. LA FAMILIA DE CARLOS IV (1.800-1.801) Retrato colectivo donde se revela su maestría en cada detalle del cuadro tanto por el dominio de la luz como por la definición de las personalidades. Realizó numerosos bocetos cuando la familia real pasaba una temporada en el Palacio de Aranjuez. Por deseo de la reina los retrató por separado para no tener que posar largas horas. Todos los bocetos tienen una imprimación rojiza y rasgos faciales en un solo tono. Luego Goya trabajó en el cuadro definitivo. Ahora se encuentra en el Museo del Prado.
6. LA MAJA VESTIDA (1.802-1.805) Cuadro neoclásico. Al principio se llamaban “gitanas” luego fueron “majas”. Se supone que se colocaban una sobre otra, la vestida sobre la desnuda para sorprender al público cortesano. El traje blanco se ciñe a la figura y la nota de color la pone la chaquetilla corta o bolero. Las pinceladas de la Maja Vestida son sueltas y menos cuidadosas que en la Maja Desnuda. Se trata de la misma mujer y se cree que era la Duquesa de Alba. Ahora se encuentran en el Museo del Prado.
7. LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO (1.813-1.814) También llamado El tres de mayo de 1808 en Madrid o Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío. Pertenece al prerromanticismo. Al pintar este cuadro tenía la intención de plasmar la lucha del pueblo español contra la dominación francesa en el marco del Levantamiento del dos de mayo, al inicio de la Guerra de la Independencia Española. Es pareja de El dos de mayo de 1808 en Madrid. La pintura es oscura y muestra imágenes fuertes y crea la base del horror en la pintura española con los que luego pintaría los desastres de la guerra. Se encuentra en el Museo del Prado.
8. LOS DESASTRES DE LA GUERRA Nº 5 (1.810-1.815) Es una serie de 82 grabados donde se muestra el horror de la guerra y se detallan las crueldades cometidas en la Guerra de la Independencia Española. Cuadro neoclásico. El número 5 “Y SON FIERAS” muestra la participación valerosa de la mujer durante la guerra, incluso una de ellas sosteniendo en el otro brazo a su hijo. Los bocetos se encuentran en el Museo del Prado.