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EL EJERCICIO ES BUENO, INCLUSO DE SPUÉS DE UNA CIRUGÍA MAMARIA:
EL EJERCICIO ES BUENO, INCLUSO DESPUÉS DE UNA CIRUGÍA MAMARIA:
Muchas mujeres se quejan de dolor en el hombro y el cuello después de la operación. Una prótesis de mama pequeña puede tener un gran efecto aquí, especialmente en combinación con un entrenamiento específico.
La postura post-operatoria suele ser incorrecta. Muchas mujeres tienden a encorvarse un poco o mucho, con los hombros hacia delante y los brazos cerca del cuerpo. Esto probablemente es un intento de protegerse del dolor muscular o de la herida y, a veces, de las temidas miradas de los demás. Aunque este comportamiento es comprensible, puede dar lugar a más complicaciones. Una mala postura puede afectar a la movilidad y flexibilidad de los brazos y los hombros. Esto provoca dolor que puede hacer que cosas cotidianas como peinarse, ducharse o ponerse un suéter sean una absoluta tortura. Independientemente del tipo de cirugía mamaria, es importante volver a moverse lo antes posible, pero consciente y suavemente. Haz algo bueno por ti. Los paseos largos, nadar lentamente o incluso bailar pueden ayudar a tus músculos y crear nuevas sensaciones corporales. Los movimientos se vuelven más relajados y discretos, y al mismo tiempo se restaura la confianza en tu propio cuerpo.
El objetivo es una postura erguida. La mirada hacia delante, la barbilla ligeramente retraída. El cuello estirado hacia arriba, los hombros hacia atrás y hacia abajo. El pecho elevado, que enfatiza la asimetría de las mamas. Hay prótesis de mama de alta calidad y adaptadas individualmente para esta situación precisamente, tanto en términos de forma y tamaño como con respecto al uso, por ejemplo, al nadar o debajo de un vestido ajustado en la ópera. Una de las soluciones más innovadoras es Amoena Adapt Air. “Con sus cámaras de aire, se adapta armoniosamente a la pared torácica. Su tecnología de cámara de aire integrada permite adaptar la forma de la mama a las necesidades individuales. La prótesis de mama
El dolor en el hombro, el cuello y la espalda no es infrecuente después de una intervención de este tipo. Muchas mujeres hablan de tensión y tienen sensibilidad tanto al tocar como al moverse. Esto puede ocurrir en el caso de una mastectomía, la extirpación completa del tejido mamario, así como en el de una mastectomía parcial, una cirugía tumoral conservadora de la mama.
se adapta perfectamente a cada mama”, afirma Claudia Reichl, gestora de producto de Amoena. “Crea una silueta uniforme y genera confianza y confianza en una misma en todas las situaciones”.
Al mismo tiempo, la prótesis de mama Balance Adapt Air ofrece la máxima comodidad. “El material de compensación de la temperatura, junto con la parte posterior texturizada, garantiza una ventilación óptima. La temperatura percibida de la prótesis de mama es similar a la temperatura corporal del usuario”, continúa Claudia Reichl. “Además, los bordes lisos y suaves crean una transición invisible entre la prótesis de mama y el tejido mamario, lo que garantiza una apariencia y una sensación naturales”. Balance Adapt Air MD 233
Si deseas un entrenamiento complementario, a continuación encontrarás tres ejercicios sencillos que puedes hacer en casa. No obstante, habla con un profesional sanitario lo antes posible antes de hacerlos. Si es necesario, también te recetarán fisioterapia, que normalmente está cubierta por tu seguro médico.
1. Codos voladores
Este ejercicio ayuda a mejorar la movilidad del hombro y el pecho. Recuéstate en la cama o en el suelo en decúbito supino (boca arriba). Dobla las rodillas y coloca los pies en posición horizontal. Cruza las manos detrás del cuello. Apunta hacia el techo con los codos. Mueve los codos lo más lejos posible hacia un lado, en la dirección del suelo y de nuevo en la dirección del techo. Pueden pasar varias semanas hasta que los codos estén cerca de la cama o del suelo. Repite el ejercicio de siete a diez veces.
2. Estiramiento del omóplato
Este ejercicio ayuda a mejorar la movilidad de los omóplatos. Siéntate en una silla. Acerca la silla lo máximo posible a la mesa, manteniendo siempre la espalda recta contra el respaldo. Coloca el brazo del lado sano sobre la mesa. Dobla el codo en un ángulo de 90 grados con la palma hacia abajo. No muevas este brazo durante el ejercicio. Coloca ahora la mano del otro brazo sobre la mesa con la palma hacia abajo. No obstante, el codo de este lado debe estirarse. Desliza la mano al lado opuesto de la mesa. Debes sentir el movimiento en el omóplato durante este ejercicio. Repítelo de siete a diez veces.
3. Expansión del hombro en la pared
Este ejercicio ayuda a mejorar la movilidad del hombro. Colócate a una distancia de unos 20 centímetros con la cara hacia la pared. Coloca las manos en la pared a la altura de la cara. Los codos apuntan hacia abajo. Usa las manos para “trepar” por la pared hasta que sientas el estiramiento y vuelve lentamente a la posición inicial. Repite este ejercicio de siete a diez veces.