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jurídica en una Escritura de Dominio
de comunicar al Registro Público de la Propiedad que en la notaría se encuentra en trámite una operación traslativa de dominio y en consecuencia impedir que dentro de la vigencia de dicho aviso intercedan dos derechos diferentes sobre el mismo inmueble, es decir, que se llegue a inscribir algún gravamen o embargo que atente contra la citada operación y contra los derechos que le asisten al comprador de buena fe en el caso de una compraventa.
A la par del mencionado certificado y primer aviso preventivo, también se solicita al Registro Público de la Propiedad una constancia de antecedentes registrales, documento de gran utilidad, ya que integra la información histórica de todos los actos jurídicos que en su momento se han celebrado con relación a la propiedad. Esta información se encuentra organizada en este documento por medio de anotaciones llamadas asientos registrales, mismos que se encuentran ordenados de manera cronológica con la intención de facilitar su comprensión. En todos los casos, la constancia de antecedentes registrales nos expresa datos primordiales como la ubicación del inmueble, medidas y colindancias, información de las enajenaciones anteriores, gravámenes tales como hipotecas, embargos, reserva de dominio, usufructo, así como otros actos jurídicos inscribibles.
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El certificado de existencia e inexistencia de gravámenes y la constancia de antecedentes registrales resultan ser de particular importancia para las partes interesadas y para el ejercicio de la función notarial cuando se elabora una escritura pública, ya que en estos documentos se acredita la viabilidad de la operación y los antecedentes del inmueble. Su importancia se hace patente al otorgar el conocimiento necesario para realizar una operación traslativa exitosa.
En términos fiscales, la firma de una escritura pública que es traslativa de dominio nos indica el momento en que se causan las obligaciones fiscales y, en consecuencia, el inicio del plazo para el pago de sus respectivas contribuciones y elaboración de las declaraciones fiscales correspondientes, tanto locales como federales. Por un lado, el impuesto traslativo de dominio por la adquisición de la propiedad, que en el caso de una compraventa tendrá que pagar el comprador y por el otro, el impuesto sobre la renta por la enajenación de la propiedad, en caso de que su exención no hubiera sido posible, estará a cargo de la parte vendedora.
Otro elemento se seguridad jurídica que da certeza y claridad a una escritura pública la encontramos en la forma que debe guardar la misma, toda vez que no podrán emplearse guarismos, abreviaturas, cantidades descritas en número, ni contener espacios en blanco.
La seguridad jurídica como elemento fundamental de la escritura pública no solo descansa en las consideraciones expuestas, finalmente la Ley del Notariado obliga al notario a conducirse bajo el principio de independencia, de manera justa e imparcial en beneficio de la certeza que necesitan las partes involucradas en una operación y de la sociedad en su conjunto.