Título original: Un siglo de lucha educativa: legado histórico de la Asociación de Maestros de Puerto Rico © Asociación de Maestros de Puerto Rico Todos los derechos reservados según la ley Primera edición: diciembre 2012 Coordinación editorial y corrección: Eloy Antonio Ruiz-Rivera Diseño Gráfico: Kike Estrada y Rosi Mari / Aurora Comunicación Centro de Investigaciones Asociación de Maestros de Puerto Rico Presidenta: Aida L. Díaz de Rodríguez Vicepresidente: Víctor M. Bonilla Sánchez Director Ejecutivo: José Luis Vargas Vargas, Ed.D. Directora Oficina de Relaciones Públicas: María del Carmen Gutiérrez Rodríguez Director Centro de Investigaciones: EloyAntonio Ruiz Rivera Colecciones fotográficas • Archivo Histórico Asociación de Maestros de Puerto Rico (AHAMPR) • Revista Porto Rico School Review (PRSR) • Archivo Fundación Luis Muñoz Marín (AFLMM) • Historia de Puerto Rico, Paul G. Miller (HPRPGM) • Colección Puertorriqueña, Biblioteca José M. Lázaro, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (CPUPR) • Proyecto de Digitalización Periódico El Mundo, Colección Puertorriqueña, Recinto de Río Piedras, Universidad de Puerto Rico (PDPEM) • Biblioteca Digital Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (BDUPR) • El Nuevo Día (END) • Colección Nilda García Santiago (CNGS) • Colección María del Carmen Gutiérrez (CMCG) • Colección Magda E. Sagardía Ruiz (CMESR) 452 Avenida Ponce de León San Juan, Puerto Rico 00918 Teléfono: 787.767.2020 Correo electrónico: investigaciones@amprnet.org www.amprnet.org
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“Yo confío en que la Asociación de Maestros siga siendo la institución madre. Vamos a comenzar esta etapa, pero vamos a hacerla de tal manera que no termine con nosotros. Vamos a dejar un legado”. Aida Díaz de Rodríguez Discurso inaugural 29 de diciembre de 2001
Contenido
Mensaje de la Presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico v Aida Díaz de Rodríguez
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Palabras de la Editora
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La ruta de un viaje: impresiones de un siglo
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v Profa. Nilda García Santiago
v Eloy Antonio Ruiz-Rivera
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Parte • Vanguardia y unidad magisterial Breve historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (1911-2012) Parte
2 • Armando la Historia: fragmentos de un siglo
Hecha por la Asociación
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Magisterio y Modernidad: la discusión cultural y el surgimiento de las organizaciones de maestros en Puerto Rico (1880-1900)
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v Mayra Santos-Febres
v Víctor Hernández Rivera
Una fuerza inteligente y culta: Elementos fundamentales de la primera organización magisterial en Puerto Rico (1911-1936)
v Nilda García Santiago
La construcción de la polis magisterial: la Asociación como un país (1940-1960)
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v Eloy Ruiz Rivera
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La Asociación de Maestros y la lucha por el idioma de la enseñanza en Puerto Rico
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Cimientos de un centenario de luchas: bases de la defensa y protección del magisterio, la cultura y la educación pública de Puerto Rico
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La Asociación de Maestros de Puerto Rico y la reforma educativa: reclamos en torno al discurso oficial del Estado (1980-1995)
259
Apuntes históricos de la defensa legal del magisterio puertorriqueño
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Anatomías de una nueva era magisterial: una década de trabajo (2002-2012)
323
Una institución multidimensional: entre luchas y propuestas
345
v Luz Nereida Pérez
v Lcda. Magda E. Sagardía Ruiz
v Amarilys Cintrón López
v Rafel A. Nadal Arcelay
v María del Carmen Gutiérrez
v Aida Díaz de Rodríguez
Parte
6 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
En reconocimiento a la gesta emprendida por Doña Nilda
3 • Una historia no oficial
El territorio privilegiado de la memoria
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Puerto Rico mira a la Asociación de Maestros
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al iniciar el proyecto de la historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Una institución agradecida.
Mensaje de la Presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico
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os sueños son la mejor representación de lo que el ser humano aspira lograr. Este libro, Un siglo de lucha educativa: legado histórico de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, es, precisamente, el retrato histórico de los sueños del magisterio puertorriqueño. Los maestros de entonces soñaron y sus sueños eran literales: soñaban con leyes que aseguraran sus beneficios y derechos; soñaron con facilidades que proveyeran servicios que no existían y que eran necesarios; soñaron con un país que tuviera una buena educación; soñaron influenciar públicamente para crear una clase profesional “culta”. Esos sueños fueron los sueños de los maestros y las maestras que fundaron la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Sueños que forman un siglo de realidades. En la historia, no hay palabras definitivas, pero si una cualidad tiene Un siglo de lucha educativa es el esfuerzo por ofrecer una visión panorámica de una organización social, competitiva y compleja. Esas visiones, que alternan viajes al microcosmos y al macrocosmos de lo que ha sido nuestra historia, hacen de esta publicación una historia multidimensional. Si bien no pretende ser un viaje reverencial al pasado, este libro intenta redescubrir sendas; desempolvar ideas; resucitar gestos, maneras, palabras, deseos. Es, precisamente, el deseo uno de los elementos de mayor presencia a través de todo el trabajo, pues, detrás de cada acción afirmativa en que apuntamos una bata-
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La Asociación de Maestros de Puerto Rico tiene mucho que hacer por nuestro país. La clase magisterial con la cual soñaba Sarriera en 1910 es la clase magisterial que nosotros soñamos para que continúe siendo activista y emprendedora para un Puerto Rico con justicia y libertad, aspiraciones máximas que sólo la educación puede hacer posible.
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lla para el magisterio, hay una estela de deseos que no siempre logran satisfacer todas las expectativas de los líderes. La historia está llena de deseos, muchos de los cuales configuran la historia de lo que ya es nuestro siglo pasado. La Asociación de Maestros comienza un nuevo siglo, una nueva época en una sociedad cambiante, dinámica y desafiante. Esos son retos a una institución que no vive de sus glorias pasadas, sino que utiliza la historia como el arma más poderosa contra el olvido para potenciar la esperanza, el respeto y la determinación de lo que debe ser una clase profesional altamente valorada en nuestro país. Un siglo de lucha educativa traza la ruta de lo que fue el pasado, ruta que puede contener algunas claves de nuestra ruta hacia el futuro. Esta historia, nuestra historia, no es un relato mágico, es una historia viva, de personajes reales, quienes enfrentaron el miedo, la ansiedad y la preocupación del estado de una clase profesional sumida en la miseria. No hay mejor reconocimiento a las pasadas generaciones que este gran retrato que capta momentos trascendentales de lo que hoy significa una realidad que muchos nunca se han cuestionado. Venir a este libro es ver una trayectoria que nos llena de orgullo y nos hace conscientes de nuestros retos para otro siglo. Esa es una tarea impostergable que esta generación ha aceptado con gran responsabilidad. La Asociación de Maestros de Puerto Rico tiene mucho que hacer por nuestro país. La clase magisterial “culta” con la cual soñaba Sarriera en 1910 es la clase magisterial que nosotros soñamos para que continúe siendo activista y emprendedora para un Puerto Rico con justicia y libertad, aspiraciones máximas que sólo la educación puede hacer posible. Si miramos cien años atrás, podemos ver los ademanes, deseos y discursos para construir otro país desde una patria magisterial, un lugar, aunque discursivo, es real en el ethos de los maestros asociados. Finalmente, quiero añadir un elemento presente a través de todo el libro, pero no textual en el relato historiográfico que tenemos ante nuestra consideración. Aunque los maestros y maestras fuimos capaces de construir esta fortaleza para el magisterio, no ha habi-
do un sentimiento más fuerte que el amor a través de este siglo. La voluntad de un amor tan fuerte con la cual hombres y mujeres escogieron servir a los demás a través de esta profesión, logró que pudiéramos estar conscientes que nuestra lucha exigía el sacrificio de un activismo al cual no podíamos renunciar. Ni la persecución, las amenazas, la falta de dinero, la falta de recursos ni las condiciones inclementes de tiempos aciagos nos amilanaron en nuestras aspiraciones. Ese amor ha provocado la mejor lección que le ha dado el magisterio a Puerto Rico en el último siglo de su historia. Si un valor trasluce la lectura de este libro, este viaje a la fundación, es que la Asociación de Maestros no es una institución que habita en un vacío, sino que somos parte de la educación de Puerto Rico. Ese legado se lo entregamos a la nueva cepa de maestros que se forman en este casa, responsables de emprender la ruta del próximo siglo. ¡Que estas historias sirvan para otro siglo de historias, luchas y victorias del magisterio puertorriqueño cobijados bajo el manto de la Asociación de Maestros de Puerto Rico! Aida L. Díaz Rivera de Rodríguez Presidenta
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Palabras de la Editora
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ras 18 años de acariciar la idea de promover el estudio y la divulgación de la historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, finalmente, y en tan magna ocasión -¡del Centenario!– se ha plasmado lo que esperamos constituya la promoción de otras investigaciones respecto a las múltiples contribuciones que ha hecho y continúa brindando nuestra institución. En 1992, al incorporarnos a tiempo completo a colaborar con la Asociación, nos percatamos de la necesidad de rescatar, recopilar, organizar, analizar y estudiar con profundidad y mayor rigor la enorme cantidad de documentos, artículos, revistas, actas, leyes, casos y todo tipo de información relacionado con la institución. Esta evidencia fehaciente revela el quehacer amplio, variado, diverso y profundo de la institución, a manera de legado a la educación, al magisterio y al servicio público de Puerto Rico. En el año 2000 y al participar de un proyecto de investigación sobre los inicios de la Universidad de Puerto Rico con la Escuela Normal, hoy Facultad de Educación del Recinto Universitario de Río Piedras, aumentó mi interés sobre la historia de la Asociación porque está estrechamente vinculada con la historia de la educación y la reivindicación de los derechos del magisterio durante el pasado siglo y lo que va del presente. Para el 2007, nos dimos a la tarea monumental de rescatar la Biblioteca de la Asociación con un grupo de colaboradores, como la joven del Departamento de Es-
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“Sí, tenemos historia, y necesitamos conocerla nosotros para desvanecer, con las enseñanzas del pasado, las vacilaciones del presente, avanzando un paso mesurado y firme hacia el porvenir”.
tudiantes Mariela Cintrón Musignac. A pesar de las limitaciones, se inauguró la Biblioteca en el cuarto piso del edificio, como etapa primaria para proseguir en la incorporación de otras fuentes de información necesarias para la investigación integral de la historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Concebimos la preparación de un libro que, entre otras iniciativas, recogiera momentos cruciales de la institución. Sabíamos que la tarea conlleva mayores estudios e investigaciones. La presidenta de la Asociación, profesora Aida Díaz de Rodríguez, facilitó de inmediato y con entusiasmo el proyecto. Hoy se concretiza con este libro, que reiteramos, nuestra expectativa de que sirva de motivación para otros trabajos. Debemos agradecerle a las señoras Elizabeth Robles y Annette Rivera por su gran ayuda en la transcripción de mis anotaciones; a los señores Reyes Rodríguez, William Ortiz, Víctor Bonilla, Heriberto Díaz, Nilda Rivera y la licenciada Magda Sagardía. Nuestro reconocimiento especial al joven talentoso, estudioso y de un futuro académico prometedor, profesor Eloy Antonio Ruiz Rivera, que retomó este esfuerzo cuando más se necesitaban las energías y que ha llevado a feliz término este proyecto. Gracias, también, a la Junta de Directores y a su Presidenta por la fe y la confianza depositadas. Por lo demás, les extiendo la invitación para proseguir con la búsqueda de la verdad, porque ella nos hará libres. Y, como muy bien expresara don Salvador Brau, que tan necesario se nos hace reconocer en estos tiempos tan difíciles con el reto del futuro, “Sí, tenemos historia, y necesitamos conocerla nosotros para desvanecer, con las enseñanzas del pasado, las vacilaciones del presente, avanzando un paso mesurado y firme hacia el porvenir”. Profa. Nilda García Santiago Editora
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La ruta de un viaje: impresiones de un siglo
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na amiga me contó que hace poco en el hotel que trabaja –uno en San Juan– una señora se enfermó y tuvieron que llamar una ambulancia. Antes que los paramédicos se acercaran a atenderla, la señora se adelantó y dijo en un tono de voz firme “Yo soy asociada”, afirmación que implica que no hay otro destino que el Hospital del Maestro. Allí, precisamente, estaba un día cuando escuché a otra señora decir que los marcos de las puertas le pertenecían porque había recolectado dinero en las calles para su construcción. El Hospital del Maestro es una de las grandes obras que adelantó don Virgilio Brunet cuando fue presidente, además de la construcción de la Urbanización Los Maestros, en Río Piedras, donde doña Victoria Medina pudo comprar una casa gracias a la ayuda de don Diego Hernández y de la Asociación. Esto me acuerda la súplica que le hizo María Selva, una maestra viuda con tres hijos, a don Virgilio Brunet en 1954, quien le pedía “esta casita para cobijarme con mis hijos”. Hace poco, presencié el testimonio de doña Victoria, quien lloró de emoción al relatar qué significaba para ella EDUCOOP, la Cooperativa que soñaron una noche en el patio de la casa de Brunet. Me conmovió, una vez más, la dimensión humana de una empresa social como es la Asociación de Maestros. Una institución que desafía sus propios bordes constantemente y que, de vez en cuando, borra las fronteras de lo que es o lo que debe
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Comprender la Asociación de Maestros como institución, no es un ejercicio fácil. La Asociación es una institución magisterial profesional y sindical. Además de su carácter eminentemente profesional, tiene una amplia red de servicios de salud, sociales, económicos y culturales.
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ser. De la misma manera que en 1959 se sortearon solares para que los maestros pudieran construir sus propias casas –doña Carmen Rodríguez, la madre de María del Carmen Gutiérrez, nuestra compañera Directora de Relaciones Públicas fue una de ellas– en el 2012 los compañeros de oficina sacan dinero de sus bolsillos cuando algún maestro le falta dinero para completar para sus medicinas o para terminar de pagar la matrícula de sus hijos universitarios. Una mezcla tan humana, como tan intelectual, ilustra la permanencia de más de un siglo de una institución ecléctica que se encamina a un segundo siglo con su primer siglo muy bien dibujado en este libro. Estas imágenes de la memoria reflejan un ejercicio más aprehensible y humano de comprender lo que es la historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Este libro no pretende hacer una apología de la Asociación de Maestros. Mucho menos va en búsqueda de presentar una institución gloriosa, que vive de su prestigio y que goza de popularidad. Todo lo contrario. Si un empeño tiene Un siglo de lucha educativa: legado histórico de la Asociación de Maestros de Puerto Rico es analizar el papel que ha jugado la Asociación en Puerto Rico durante el último siglo, calibrando sus aciertos y desaciertos. El carácter multidimensional de la investigación, permite explorar una historia que atisba cotidianidades, capta irreverencias y muestra estampas, armando las luchas y propuestas que le han dado vida a un siglo arduo de trabajo. Comprender la Asociación de Maestros como institución, no es un ejercicio fácil. La Asociación es una institución magisterial profesional y sindical. Además de su carácter eminentemente profesional, tiene una amplia red de servicios de salud, sociales, económicos y culturales. Uno de los atractivos de este trabajo es ver de dónde surgen las bases ideológicas sobre las cuales se fundamentó la fundación de una Asociación de tipo multidimensional. Ese ‘asociacionismo’, la herencia hispánica de mayor presencia en nuestro presente en la Asociación, es lo que a mi juicio ha provocado que se haya construido toda una cultura institucional, anclada sobre la base de un corpus identitario, por un lado, y de la tradición, por el otro. Pero para eso se trata este li-
bro, para ampliar todas estas visiones y para determinar cuáles otras se deben aclarar. La primera parte del libro, Vanguardia y modernidad magisterial: breve historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (1911-2012), presenta, una breve historia de la Asociación de Maestros. La segunda parte, Armando la historia: ensayos de un siglo, presenta diez ensayos que estudian una dimensión distinta de la institución. Esta parte inicia con un relato de la escritora Mayra Santos Febres quien narra qué significa la Asociación para ella como hija de una maestra que vivió bajo el signo de la Asociación hasta sus últimos días. Una visión en retrospectiva que invita a entender de dónde viene esa relación tan fuerte, de tanta lealtad y amor hacia una institución, cuyos orígenes muy bien dibuja Víctor Hernández en Magisterio y modernidad, al estudiar los precedentes de la fundación de la Asociación de Maestros. Nilda García Santiago continúa esa línea, al retratar cómo fueron los primeros 25 años de la Asociación, en su trabajo Una fuerza inteligente y culta. El ensayo posterior, La construcción de la polis magisterial, de la autoría de este servidor, establece los vínculos de la Asociación en diversas esferas de poder que aseguraron la puesta en marcha de una gigantesca obra de trabajo que incluyó la creación de leyes, servicios y beneficios. La Asociación libró una dura y larga batalla en el campo cultural y educativo para mantener el español como idioma de enseñanza. Ese análisis lo presenta Luz Nereida Pérez quien recoge esta trayectoria en su trabajo La Asociación de Maestros y la lucha por el idioma de enseñanza en Puerto Rico. Simultáneamente, la Asociación se mantenía librando batallas a favor de beneficios marginales y laborales para sus asociados. Sobre cuánto influyó y adelantó la Asociación en la cultura y la educación pública entre 1911 y 1960, el trabajo de Magda Sagardía, Cimientos de un centenario de luchas, ofrece un análisis bastante completo que sirve, además, de guía para ampliar algunos casos legales históricos del magisterio en la primera mitad del siglo 20, muchos que hoy siguen siendo norma. Sin apartarse de su rol propulsor, la Asociación en su dimensión profesional ha ejercido su poder a través de sus redes sociales, pero donde mejor pueden apreciarse es en el proceso de Reforma Edu-
La Asociación libró una dura y larga batalla en el campo cultural y educativo para mantener el español como idioma de enseñanza.
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Más de una aproximación a este libro es posible. La lectura de los ensayos centrales presenta análisis poderosos sobre lo que ha sido la lucha magisterial en el pasado siglo, pero también, arroja datos y pistas para investigar más.
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cativa de 1985-1990 que Amarilis Cintrón analiza en La Asociación de Maestros de Puerto Rico frente a la Reforma Educativa. Entre tanto, el ensayo de Rafael Nadal, Apuntes históricos de la defensa legal del magisterio puertorriqueño, presenta una perspectiva actualizada de los últimos casos legales de importancia para el magisterio, de relevancia para todos los docentes. Una perspectiva importante del trabajo de la última década lo compila María del Carmen Gutiérrez en Anatomías de una nueva era magisterial, en el cual analiza los cambios en las características del magisterio a finales del siglo 20 e inicios del 21 y cómo se ha trabajado respecto a esos nuevos desafíos. La piedra de toque la coloca Aida Díaz quien finaliza esta parte con su ensayo Una institución multidimensional: entre lucha y propuesta, en el cual sintetiza los planteamientos rectores del libro, argumentando la multidimensionalidad de la institución y su rol como agente de cambio en el País. Finalmente, la tercera parte, Una historia no oficial, ofrece una visión diferente de la Asociación a través de las reminiscencias del pasado. Agradezco profundamente, en nombre de la Asociación, a Aida Díaz de Rodríguez, Amarilis Cintrón López, Luz Nereida Pérez, Magda E. Sagardía Ruiz, Mayra Santos-Febres, María del Carmen Gutiérrez, Nilda García Santiago, Rafael A. Nadal Arcelay y Víctor Hernández Rivera, autores de los ensayos de este libro, cuyos análisis lograron armar un importante relato historiográfico que debe servir de inspiración para seguir fortaleciendo la historia de la educación en Puerto Rico. Más de una aproximación a este libro es posible. La lectura de los ensayos centrales presenta un análisis poderosos sobre lo que ha sido la lucha magisterial en el pasado siglo, pero también, arroja datos y pistas para investigar más. Este libro debe producir una invitación a estudiar con mayor precisión el magisterio en nuestro País y su aportación al desarrollo social. Por otra parte, presenta una dimensión importante de la historia de la educación en Puerto Rico no explorada hasta ahora. A través del libro permea una compilación factual, cuya precisión debe abonar a un entendimiento más claro de algunos puntos focales de la educación en Puerto Rico, su magisterio y la Asociación misma, siendo este libro,
por otro lado, un manual de estudio para todos los asociados. Por último, el diseño gráfico abre paso a otras lecturas con más de 200 imágenes que inmortalizan la lucha de una Asociación que toma vida en cada gesto de cada maestro que ha posibilitado este siglo de vida. Agradezco profundamente la confianza de la señora Presidenta de esta institución, Profa. Aida Díaz, quien me solicitó hace dos años que colaborara con la Profa. Nilda García Santiago. Doña Aida colocó en mis manos la historia de la institución que preside con la convicción que la nueva cepa de maestros aportemos algo a Puerto Rico. Esperamos haber dado los pasos iniciales. Carmen Nydia Cuprill es la responsable de la organización del caudal fotográfico de la Asociación, el cual es bastante extenso. Su ayuda, incalculable, nos ayudó a ilustrar en gran medida este libro. Quiero, igualmente, agradecer el apoyo consistente que recibí del equipo de la Oficina de Relaciones Públicas –María del Carmen Gutiérrez, Javier Barreto, Cosette Donalds Brown, Aldo Rivera y Marangely Quiñones– con quienes pasé una temporada cuando llegué a la Asociación hace dos años para trabajar con este libro. La ayuda de Juan Sánchez en la identificación de material fue, igualmente, valiosa. Debo reconocer el apoyo que brindaron a este proyecto desde su inicio –antes de hacer yo cargo del mismo– al Prof. Reyes E. Rodríguez y Henry Rivera Beras, pasados directores ejecutivos; y al Prof. William Ortiz, pasado vicepresidente. Agradezco mucho el apoyo que recibí en varias ocasiones del vicepresidente, Prof. Víctor Bonilla, y del Dr. José Luis Vargas, director ejecutivo. No puedo concluir los agradecimientos sin reconocer la gentileza de Dax Collazo Muñoz, supervisor del Archivo Histórico de la Fundación Luis Muñoz Marín quien nos proveyó material fotográfico para el libro, así como de su Director Ejecutivo, Julio E. Quirós Alcalá. Los amigos Kike Estrada y Rosi Mari Pesquera, a cargo de quien estuvo el diseño gráfico del libro, se merecen una mención especial. Aunque las jornadas en el taller de Aurora Comunicación parecían interminables, la magia del arte le dio otra dimensión a la historia. Gracias por haber creído en este proyecto y haberlo hecho suyo. Agradezco, de igual manera, la valiosa ayuda que nos prestó el Prof. Eusebio Rodríguez, Oscar Torres y Gra-
Las impresiones de este siglo deben servir para una reflexión profunda en la cual la historia nos sirva para ver mejor la ruta de viaje del próximo siglo. Ese principio rige este ejercicio.
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ciela Rodríguez Martinó en la corrección final del libro. Consigno mi agradecimiento profundo al Prof. Víctor Hernández por la ayuda que me brindó en preparar, a última hora, la Breve Historia de la Asociación de Maestros, cuya idea fue suya. Su apoyo en la redacción y conceptuación de esta parte le dio al libro otro aire. Este trabajo se comenzó a gestar hace más de cinco años. En ese tiempo, las discusiones que sostuve con Magda Sagardía sobre la visión de la historia y cómo darle mayor pertinencia en el presente fueron extensas y fructíferas. Mi respeto y agradecimiento a mis maestros por haberle permitido a su discípulo colaborar con ellos. En medio de la finalización de este trabajo, falleció Doña Nilda, con quien me reuní tantos sábados a discutir y trabajar esta historia, siempre entre buenos almuerzos y café con los cuales me esperó durante mucho tiempo. Si una cualidad caracterizó a Nilda fue el agradecimiento. En su lecho de muerte nos pidió que no olvidáramos escribir una biografía de Brunet. Mejor aún, terminamos el proyecto que la acompañó, literalmente, hasta la otra orilla del misterio. Ese es nuestro mejor agradecimiento. ¡Gracias! Las impresiones de este siglo deben servir para una reflexión profunda en la cual la historia nos sirva para ver mejor la ruta de viaje del próximo siglo. Ese principio rige este ejercicio. ¡Enhorabuena! Eloy Antonio Ruiz-Rivera Editor
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Vanguardia y unidad magisterial:
Breve historia de la Asociación de Maestros (1911-2012)
v Víctor Hernández Rivera v Eloy Ruiz Rivera
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Introducción
l surgimiento de la Asociación de Maestros de Puerto Rico hunde sus raíces en un movimiento vanguardista que se da en el país con más fuerza y vigor a partir del último tercio del siglo XIX. La tradición asociacionista, con buen recorrido en otros escenarios, como es en Alemania, Inglaterra, Francia, España y Estados Unidos, llega también a Puerto Rico siguiendo el modelo español, que en su versión antillana se traduce en el surgimiento de diversos grupos de inmigrantes que, impactados por los procesos sociopolíticos y culturales de la Restauración, a través de la unión de voluntades y propósitos, se unen para conservar las tradiciones y costumbres de la región de donde proceden y para adelantar causas comunes en el lugar en el cual se establecen. “Este asociacionismo de finales del siglo XIX representó una nueva manera de fomentar el nacionalismo, la religión, la modernidad y el progreso”. Entre las asociaciones que se crean las podemos identificar de todo género, no obstante, resaltan las de naturaleza cívico-cultural, religiosas, benéficas, profesionales y aquellas que representan a los que se estable-
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cen en la Isla procedentes de una región particular de España como son el Centro Asturiano (1887) y el Centro Gallego (1890). Algunas adquirieron tal arraigo y solidez que se convirtieron en instituciones que rebasaron su tiempo y aún perduran con igual brillo en la sociedad puertorriqueña contemporánea. Entre éstas destacamos el Ateneo Puertorriqueño (1876) y la Sociedad Española de Auxilio Mutuo y Beneficencia (1882). Entre estas asociaciones podemos identificar al grupo mayoritario que procuraban afirmar y estrechar sus lazos y su filiación con la Metrópoli y aquellas que, por el contrario, su norte estaba claramente definido en establecer senderos propios por los cuales transitaban sueños para la construcción de un país con instituciones alineadas con sus necesidades y con realidades claramente diferentes. Por eso observamos que algunas de estas asociaciones dejaron de utilizar el calificativo español y se identificaban más con lo puertorriqueño. Son asociaciones con un matiz y expresión criolla. En ese contexto emerge el movimiento asociacionista del magisterio puertorriqueño. Esa tendencia no deberá ser extraña toda vez que fue el magisterio criollo una de las clases profesionales que más duro sufrió el impacto del colonialismo español en Puerto Rico. En este trabajo se procura hacer una aproximación sintetizada al desarrollo histórico de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Partiremos de un recuento de los antecedentes a la fundación de esta organización en 1911, destacando dos fases claramente definidas: período español (1882-1898) y período estadounidense (1900-
1882 Fundación de la Asociación de Maestros de San Juan.
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1901
Se registra una de las primeras manifestaciones magisteriales. Enrique Roussell, maestro de francés, realiza protesta en la Escuela Superior Central.
1910). Se procede con el análisis de la fase fundacional y de los primeros años de la organización. Se destacan los logros y luchas fundamentales de la Asociación de Maestros en el contexto del desarrollo de las grandes transformaciones sociales y políticas de Puerto Rico. Se analiza la contribución de figuras emblemáticas que, a partir de un talante y personalidad particular, contribuyen a la construcción de la imagen y el perfil de un cuerpo profesional que se convierte en voz elocuente en el quehacer de la sociedad puertorriqueña. Se describe el trabajo de la organización en las últimas décadas del siglo XX, los desafíos a los que se tuvo que enfrentar la organización y el surgimiento de un nuevo movimiento consolidador, de afirmación organizacional y de rescate de la tradición de liderazgo institucional, así como la postulación hacia el futuro de un nuevo modelo de Aida Díaz de Rodríguez, Presidenta lucha.
Los antecedentes: un magisterio en escalada (1882-1910)
La clase magisterial criolla de finales del siglo XIX expresa de diversas formas su insatisfacción por la desatención a la educación y al estado de las escuelas del país. Surge, durante este período, un conjunto de voces en defensa de la escuela y del magisterio puertorriqueño. El periódico El Buscapié, por ejemplo, fue un instrumento en el cual en múltiples ocasiones se registraron sendos pronunciamientos a favor de los niños y de los maestros de Puerto Rico. Don Manuel Fernández Juncos, una voz crítica que, con un estilo particular de mez-
1909 Se funda en Mayagüez, la Asociación General de Maestros. Su Reglamento se registra el 23 de marzo de 1910. Alejandro Díaz Busquets, Manuel del Toro Peralta y Francisco Vincenty son precursores del magisterio del oeste que nació “de un grito de rebeldía”.
1910
23 de marzo Se funda la Asociación Insular del Magisterio San Juan. Aseguraba la protección social y material del magisterio; era, además, una organización de corte intelectual.
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Víctor M. Bonilla Sánchez, Vicepresidente
cla de humor e ironía, se expresó con vehemencia a favor de la escuela pública, de los niños, y especialmente, en defensa del derecho a la educación de las niñas campesinas. También, proveyó espacio a los maestros en su periódico para que pudieran denunciar los problemas que tenían en el desempeño de su profesión. Ese ambiente de insatisfacción que reinaba entre los maestros, unido a las noticias que se recibían en el país de lo que estaba ocurriendo en otros lugares en materia educativa, lleva a diferentes grupos de maestros a convocarse como clase para analizar, discutir y compartir problemas e intereses comunes. En esos espacios de discusión se abraza la idea de agruparse en una asociación que les represente. Así se revelan los antecedentes de la Asociación de Maestros de Puerto Rico con una base y afianzamiento en un postulado de avance y desarrollo de la cultura y el conocimiento. Esta manifestación de progreso, que en el caso del magisterio criollo se concreta al poner de relieve elementos clave de cultura escolar a través de asociaciones profesionales, se inscribe, sin duda, en una corriente de modernidad. Así se van consolidando las bases para el asociacionismo magisterial en Puerto Rico. A partir de este contexto, que lo constituye una apuesta al porvenir, como lo afirma la historiadora Silvia Álvarez Curbelo, se dan dos fases en los antecedentes de la Asociación de Maestros de Puerto Rico: 1. Los fermentos organizativos de las últimas décadas del siglo XIX (1882-1898); y, 2. Las asociaciones magisteriales surgidas en la primera década del siglo XX (1900-1910).
a. Apuesta al porvenir: fermentos organizativos a finales del siglo XIX (1882-1898)
Una vez concluida una década caracterizada por dos prácticas del poder político que marcaron una profunda huella en el magisterio de Puerto Rico –la persecución desatada por don José Laureano Sanz al identificar a los maestros criollos como sediciosos y antiespañoles, así como la separación de sus cargos y la sustitución masiva por maestros españoles–, colmó la copa y logra reacciones que convergen en propósitos de unidad y de lucha en diversos sectores de esta clase profesional. De otra parte, los maestros puertorriqueños, como otros grupos de acción social y cívica del país, estaban informados de lo que se promovía en la educación de otros países y las iniciativas que desarrollaban sus educadores. Este es el caso de la educación alemana y de los maestros de ese país, quienes fundan una asociación magisterial dirigida a mejorar la educación del pueblo alemán. Ese habrá de ser el modelo que inspirará a los maestros de Puerto Rico de 1882. Destacan en su pro- José Luis Vargas, Director Ejecutivo pósito, al procurar fundar una asociación magisterial, no sólo la mejora de las condiciones laborales sino también el progreso y la modernidad educativa, así como el compromiso que como clase contraen con adelantar la enseñanza y todo cuanto se haga en las escuelas del país. Incluyen también en su repertorio de prioridades, como parte de la agenda de lucha que promoverá la organización, el establecimiento de las escuelas normales. Es fundamental destacar que el movimiento asociacio-
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Sábado, 8 de julio Se funda la Asociación de Maestros de Puerto Rico en el Teatro La Perla en Ponce. Quedan fusionadas las dos organizaciones magisteriales existentes.
4 de marzo Se legaliza la Constitución y el Reglamento de la Asociación de Maestros.
Se celebra la Primera Conferencia Pedagógica sobre cómo mejorar la enseñanza de la lectura por Laura Pérez de Muñoz, Manuel Pou y Francisco Vincenty. El Método Vincenty se convertiría en libro de texto en las escuelas públicas.
6 de junio El Prof. Teodoro Aguilar Mora es electo tercer Presidente de la Asociación.
30 de diciembre El Prof. Manuel del Toro Peralta, líder magisterial del oeste, es electo segundo presidente. 26 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
Se propone la realización del Congreso Pedagógico Interantillano. Esta es la primera iniciativa a gran escala para la formación magisterial en la nueva organización. 31 de diciembre El profesor Santiago Negroni es electo como cuarto Presidente. El joven Santiago Iglesias Pantín solicita a la Asociación que forme parte de la American Federation of Labor. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 27
Junta de Directores de la Asociación de Maestros de Puerto Rico
nista del magisterio puertorriqueño de finales del siglo XIX se inscribe en una corriente cultural que toca a diversas instituciones cívicas y sociales del país. Esta corriente cultural se cuaja en un ambiente de influencias y contactos en la que una clase letrada del país procura ser portavoz de un ideario renovador dirigido a instalar las iniciativas criollas en el contexto de lo que ocurre más allá de las fronteras isleñas. Este “afán de modernidad” se refleja también entre los educadores puertorriqueños que tienen pleno conocimiento de lo que en materia educativa pasa en Alemania. De ahí que al fundar la Asociación de Maestros procuren seguir el modelo alemán. Claro está, ya Alemania era conocida entre los educadores de Puerto Rico por las aportaciones a la pedagogía que hace ese país, por las innovaciones y prácticas educativas y por el trabajo de figuras tales como Kant (1724-1804) y Herbart (1776-1841). En ese ambiente de influencias y contactos se funda en San Juan la primera Asociación de Maestros en reunión constitutiva celebrada el 22 de abril de 1882. Don Manuel Sergio Cuevas Bacener, reconocido líder de la educación puertorriqueña de ese período, fue su primer presidente. Para diciembre de ese mismo año, aprueban una petición a las autoridades españolas a fin de que se establezca en Puerto Rico la Escuela Normal. Peticionan además que se designen en los cargos docentes a educadores puertorriqueños siguiendo la práctica que en ese momento se sigue en las demás provincias de la Metrópoli. La resistencia de las autoridades españolas a establecer las Escuelas Normales emana, en gran medida,
de la propaganda negativa que venían recibiendo estos establecimientos en la Península en la cual se les consideraba como centros que daban pocos resultados y que producían maestros de ideas revolucionarias. No menos podría ser la razón para objetar el establecimiento de las Normales de Cuba y de Puerto Rico cuando se vive un período de intensas luchas por alcanzar mayores libertadas para estas últimas posesiones ultramarinas. A ese debate se une la Asociación de Maestros cuando se fija como meta prioritaria desde sus inicios la lucha para que se establezcan en Puerto Rico estos centros de formación magisterial. Aunque el establecimiento de las Normales no se hizo de inmediato a partir del decreto que las crea (8), se logra al fin el comienzo de estos establecimientos en 1891 cuando formalmente inician sus trabajos en San Juan. Departamento de Maestros Activos. “El 9 de febrero de 1891 eran inauguradas en San Juan bajo la respectiva dirección de don Luis Pérez Allú y doña Nicanora Díaz Carredano, dos Escuelas Normales, una para maestros y otra para maestras”. El movimiento magisterial puertorriqueño siguió su curso en forma frágil durante la última década del siglo XIX. Muy poco se adelantaron sus causas cuando en este período continúa en forma dramática el cuadro de carencias materiales que siempre caracterizaron a esta clase profesional. El liderato de la organización parecía no contar con el apoyo de los maestros. Habrá de ser la cuestión salarial el tema que ha de ocupar el debate público del
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El Congreso Pedagógico se celebraría para que las obras ganadoras se convirtieran en libros de texto para los grados 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Esta acción se realizaba ante la ausencia de materiales para la enseñanaza.
29 de diciembre El Lcdo. Francisco Vincenty es electo como quinto Presidente.
Se funda la Porto Rico School Review, revista profesional producida por la Asociación de Maestros y el Departamento de Instrucción Pública. Se autoriza la afiliación de la Asociación con la National Education Association (NEA). Se alquila un local en la calle Allen (hoy Fortaleza) del Viejo San Juan como sede de la Asociación. El presidente Francisco Vincenty informa ante la Asamblea Anual las acciones afirmativas en defensa del español como idioma de enseñanza en el sistema educativo público. Ese evento marcó una larga batalla por el idioma. Se establece un gran precedente al aprobar la primera Ley de Pensiones para Maestros, a instancias de la AMPR.
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magisterio. En diferentes manifestaciones en la prensa de la época los maestros hicieron público la crítica a la Asociación de Maestros de la Capital. Destacan que el liderato de los maestros de Ponce, Lares y Mayagüez parece estar organizado con mayor vigor. Señalan que hay que imitarlos y seguir su modelo de organización. Ya desde finales del siglo XIX se observa cómo y dónde despega el liderato magisterial que habrá de seguir las riendas del magisterio puertorriqueño de cara al siglo XX. No obstante, aunque el cuadro de circunstancias y realidades para la sociedad puertorriqueña en general a finales del siglo XIX no era muy alentador, tenemos que resaltar que durante este periodo se crearon las bases de una cultura asociacionista en el magisterio puertorriqueño que habrá de reflejarse en lo sucesivo en el desarrollo de esta clase profesional. Departamento de Trabajadores Sociales y Consejeros Profesionales
b. Las asociaciones magisteriales surgidas en la primera década del siglo XX (1900-1910)
Si bien la Asociación de Maestros fundada en 1882 no logró alcanzar unir un liderato que representara a este cuerpo profesional como representativo del país, si observamos iniciativas locales de los maestros que se agrupan por pueblos. Este es el caso de los maestros de Lares quienes deciden celebrar el Primer Certamen Pedagógico Provincial de Puerto Rico. Esta iniciativa constituye un ejemplo del deseo de los maestros de adelantar la profesión y de procurar mejorar en términos metodológicos, así como incorporar prácticas de enseñanza innovadoras. Demandan los educadores de Lares
1918 Una epidemia de influenza impidió celebrar la Asamblea Anual pautada para finales de diciembre. Se celebró el 7 y 8 de febrero de 1919.
1919 20 de mayo Aprobación de la Ley 111 prohibiendo el embargo y ejecución al sueldo de los maestros. Esta normativa se mantiene vigente. 29 de diciembre El profesor José González Ginorio es electo como sexto Presidente. Se aprueba la primera reorganización administrativa y se crea las bases del actual gobierno de la AMPR. Comienzan a funcionar los Departamentos.
30 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
que las autoridades promuevan las conferencias de verano como se acostumbra en la Metrópoli. Ese espíritu de lucha por mejorar profesionalmente habrá de convertirse en el signo que caracterizará a los maestros de Puerto Rico de cara al comienzo del siglo XX. Bajo el nuevo régimen en el país se estrenan, también, nuevas prácticas y políticas educativas que requerirán una reorientación en las estrategias de lucha del magisterio puertorriqueño. La primera década del siglo XX se ha de caracterizar por la implantación de una política educativa fundamentada en el principio de separación de iglesia y estado. La escuela será no sectaria, pero habrá de abrigar otro credo amparado en las “libertades de la democracia”. Se impone el inglés como lengua de enseñanza en las escuelas del país. Se inicia un proceso de americanización en el cual los maestros, las aulas y las instituciones que rigen la educación pública son utilizados para dar vuelo a un proyecto cuyo objetivo es trasplantar los valores y tradiciones de otra cultura. Este proceso de transculturación y de americanización se habrá de constituir en el mayor desafío que recibe la clase magisterial puertorriqueña durante la primera mitad del siglo XX. Las organizaciones magisteriales que se establecen en el país durante los primeros años de la nueva centuria deberán asumir ese reto y ese desafío. Si bien la clase letrada puertorriqueña habrá de expresarse con vehemencia en contra de la utilización de la escuela para americanizar a los niños del país serán los maestros quienes día a día deberán lidiar con esa nueva realidad y crear fórmulas originales de resistencia a
1920 Se presenta el proyecto para la creación de un Banco, actual Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Asociación de Maestros (EDUCOOP). Luego de varios años de discusión, se adopta el logo y lema de la Asociación de Maestros de Puerto Rico: Un libro abierto con la frase Nihil sine me (Nada sin mí).
Departamento de Maestros Retirados y Pensionados
1923 Se aboga por que se eliminen en Puerto Rico los “cafetines o billares, a los cuales asisten centenares de niños”. Se propone el aumento de bibliotecas escolares.
30 de diciembre El profesor Gerardo Sellés Solá es electo como séptimo Presidente. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 31
la asimilación cultural. En el contexto de ese debate los maestros comienzan a organizarse como cuerpo profesional y crean foros de discusión y producción cultural. De ahí que se inicien proyectos de afirmación de la clase magisterial en los cuales se puedan ilustrar y mejorar a los maestros como cuerpo profesional. Así, por ejemplo, en Mayagüez un grupo de maestros crean una revista profesional con el nombre de La Educación Moderna. Este foro se convirtió en un instrumento que le prueba a los maestros desde los primeros años del siglo XX que las teorías lingüísticas no avalan la enseñanza de las primeras letras en otra lengua que no sea la vernácula. Un magisterio alerta e ilustrado se convierte en un muro de contención al proyecto de americanización que se implanta en el país. En el torbellino de ese debate y de esa discusión los maestros comienzan nuevamente a organizarse.
III. Un siglo de lucha educativa El Departamento de Personal No Docente forma parte del gobierno de la Asociación.
a. Un grito de rebeldía: el poder del magisterio en los primeros años de la Asociación (1911-1940)
Otros problemas se cernían sobre el magisterio a la altura de la década de 1910. La represión laboral era uno de los principales obstáculos para que el magisterio floreciera. En 1910, sólo un 31% de los niños y jóvenes en edad escolar asistía a la escuela, mientras que la reducción y cambio de maestros puertorriqueños por norteamericanos iba en crecida. Los maestros eran re-
movidos de sus puestos, aseguraba José Joaquín Rivera, “cuando el partido contrario al de ellos ganaba las elecciones. La escuela pública no era otra cosa que una de tantas prebendas que se luchaban en los comicios electorales. Esta época de gran inestabilidad para la escuela pública es de triste recordación para nosotros”.1 Esta situación despertó el interés de varios grupos de maestros, tanto en el área metropolitana como en el suroeste del país. Aunque el grupo del oeste, liderado por Manuel del Toro Peralta, comenzó a organizarse desde 1909, no fue hasta el 23 de marzo de 1910 que formalizaron su agrupación bajo el nombre de Asociación General de Maestros. Ese mismo día, en San Juan, quedó fundada la Asociación Insular del Magisterio, capitaneada por Antonio Sarriera. Aunque no existe evidencia de las negociaciones de ambos grupos, una convocatoria general logró fusionar ambas asociaciones en una sola, quedando fundada la Asociación de Maestros de Puerto Rico el 8 de julio de 1911 en el Teatro La Perla, en la ciudad de Ponce. Aquello fue catalogado, por los testigos de la fundación, como un grito de rebeldía.2 Los criterios políticos en el nombramiento de maestros, las condiciones laborales salariales, el asunto del idioma y la falta de una amplia base profesional y de beneficios fueron el catalítico para iniciar aquella nueva asociación. Mantuvo la tradición educativa del siglo 19 durante sus primeros años como institución, a la vez
Universitarios de las facultades de Educación pertenecen al Departamento de Estudiantes de AMPR.
1 José Joaquín Rivera. La Asociación de Maestros de Puerto Rico. Documento presentado ante la Conferencia del Caribe sobre Educación, San Juan, 1957. 2 Juan Carreras. “Nihil Sine Me (Nada sin mí)”. En: El Sol, 1957.
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Por primera vez en su historia, se realiza una protesta por la amenaza de rebajar los salarios de los maestros.
La Asociación se pronuncia a favor del sufragio femenino.
Se propone la creación de diversos mecanismos para combatir la deserción escolar en Puerto Rico.
Se crea un fondo para la construcción de hogares para maestros. Este es el precedente de la construcción de la Urbanización Los Maestros y Dos Pinos en Río Piedras, así como otras en pueblos de Puerto Rico.
23 de abril Aprobación de la primera Ley de Certificación de Maestros, gracias a la lucha del presidente Sellés Solá, la cual profesionaliza el magisterio y eleva los estándares para el ejercicio de la profesión (Ley 29 de 23 de abril de 1931).
Se adopta la bandera oficial de la Asociación de Maestros. Los colores oro y azul y el escudo con el lema Nihil sine me se convierten en los símbolos de identidad de la institución.
La Junta de Directores aprueba la propuesta del presidente Piñero de crear el Plan de Clínicas, un programa de servicios médicos dirigido al magisterio asociado. Hoy el Programa de Servicios de Salud de la AMPR (PROSSAM) es uno de los programas de salud de mayor competencia en Puerto Rico.
30 de diciembre El Lcdo. Fulgencio Piñero se convierte en el octavo Presidente de la Asociación. 32 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
La convulsión política que se vivía en Puerto Rico tocó de cerca a la Asociación cuando se señaló a Juan Carreras como responsable de crear la Federación de Maestros Coalicionistas. Esto provocó mucha discusión que se extendió a través de esta década.
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Grupo de Maestros en Estados Unidos en una Convención de la National Education Association con sus tradicionales pañuelos. (AHAMPR)
1935 Se inaugura el Templo del Maestro, edificio que fue la sede de la Asociación de Maestros, ubicado en Puerta de Tierra.
que creó nuevos mecanismos de trabajo y lucha para el magisterio. Durante las primeras tres décadas de trabajo de la Asociación, fueron los nombramientos, la enseñanza, el mejoramiento profesional y las condiciones de trabajo los asuntos que coparon la atención. Desde su fundación, y durante los seis años posteriores, fue tan prioritario asegurar las bases de una jubilación digna para el magisterio, que la Asociación logró la aprobación de la Ley de Pensiones para Maestros, en 1917. El proyecto de ley fue presentado por Fulgencio Piñero, maestro, que a la sazón era Representante por el Partido Unión. La nueva Asociación se movió entre conferencias pedagógicas y Fondos de Auxilio para sus socios. En esos primeros años surgió la idea de una casa de descanso para maestros, un lugar donde pudieran vivir dignamente al final de sus vidas aquellos que lo necesitaran. Fue tan importante asegurar las bases materiales del magisterio, al punto que las primeras iniciativas que se desarrollaron en esta primera parte de la historia, estuvieron destinadas a ese fin. La discusión en la primera década giró en torno, principalmente, a la creación de las bases del mejoramiento y desarrollo profesional de los docentes. Sarriera presidió la institución en 1911. En diciembre de ese año, hasta junio de 1914, presidió el líder magisterial del oeste, don Manuel del Toro Peralta. Le sucedió por un semestre, don Teodoro Aguilar. En diciembre de 1914 hasta diciembre de 1916, presidió el prestigioso maestro yaucano, don Santiago Negroni. Por los próximos tres años, hasta 1919, el abogado, periodista y abogado
Francisco Vincenty regentó la organización, siendo el único Presidente-administrador. Con la reorganización aprobada en 1919, se dotaba la institución de una estructura administrativa que la conceptuaba como una confederación de entidades educativas y creaba sus primeros departamentos. El escritor, maestro y administrador, José González Ginorio presidió desde diciembre de 1919 a 1920. En diciembre de 1920 hasta diciembre de 1931, don Gerardo Sellés Solá mantuvo a cargo la institución, siendo uno de los presidentes más punteros en el desarrollo de la Asociación. Esa década abrió paso en la lucha magisterial. Sellés Solá protagonizó una protesta de maestros por las calles del viejo San Juan, en 1925, ante la insistencia del gobierno de rebajar los salarios de los maestros por problemas económicos. La idea de crear un banco para los maestros, también, se discutió durante esta época. En 1931, al inicio de una de las décadas de mayor convulsión al interior de la Asociación, Fulgencio Piñero resultó electo como presidente. Su idea de crear el Plan de Clínicas, aunque tuvo reticencias en un inicio, logró ser aprobado en 1934 por la Junta de Directores, dando inicio a lo que por más de 75 años ha sido nuestro programa de salud: PROSSAM. En esta época, la institución crea un corpus identitario a partir de la creación de sus símbolos institucionales: el logo, creado en 1920, a partir de la reorganización; la bandera, adoptada por la Asamblea en 1933; el Templo del Maestro, inaugurado en 1935; y el himno Horizontes de Luz y de Justicia, creado por Marina L. Molina, en 1937.
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Un grupo de maestros son repatriados desde España por haber participado en la Guerra Civil Española.
Mayo El presidente Piñero forma parte, junto a otros destacados puertorriqueños, de la Comisión Hays que investigó la Masacre de Ponce, ocurrida en 1937.
15 de mayo Se aprueba la primera Ley de Permanencia de Maestros (Ley 312 de 1938).
Diciembre La maestra Inés María Mendoza comparece ante la Asamblea Anual de la AMPR para solicitar el apoyo de su gremio, ya que había sido separada de su cargo como maestra por el Comisionado Gallardo por comparecer ante la Comisión Hays y demandar que cesara la enseñanza en inglés en Puerto Rico, en defensa del español. 34 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
(AHAMPR)
Las disputas que se venían gestando por el asunto político partidista, así como los señalamientos a la gestión de Piñero, tuvieron su punto más álgido en 1938. Carreras acusó, públicamente a Piñero de independentista. En medio del tranque, Piñero renunció. 29 de diciembre Luego de 19 años de haber ocupado la presidencia, el profesor José González Ginorio es el único en ser electo dos veces a la presidencia. Resulta electo noveno presidente. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 35
b. La construcción de la polis magisterial: ciudad de conocimiento, cultura y servicios (1940-1970)
Uno de los momentos más dolorosos, en la vida de la Asociación, se experimentó en la Asamblea de 1938. La convulsión política que vivía Puerto Rico llegó hasta el Teatro Alcázar, en donde estallaron las diferencias entre liberales y conservadores en un pulseo por tomar control de la Asociación. Esa ruptura trajo de vuelta a la presidencia a José González Ginorio, quien había sido presidente entre 1919 y 1920. Ese período de transición sirvió para que, en 1940, la Asociación de Maestros comenzara a gestar nuevas formas de cómo hacer crecer la institución, repuntándola a niveles hasta entonces no conocidos. El período entre 1940 y 1970 se caracteriza por ser la época de un rápido crecimiento económico, profesional, cultural e intelectual. La Asociación logró transformarse de una organización magisterial pequeña a una institución social más fortalecida, con un amplio programa de servicios que la convirtió en una ‘polis’ magisterial. Luis Muñiz Souffront, Virgilio Brunet y José Joaquín Rivera fueron decisivos en esa transformación, logrando posicionar a la Asociación de Maestros a nivel público como una institución profesional vanguardista. Desde la época de Gerardo Sellés Solá se había enfatizado en la necesidad que la institución tuviera su propio espacio. Fue así como se construyó el Templo del Maestro, en 1935. En 1942, el presidente Muñiz Souffront entendió que el Departamento de la Defensa necesitaría utilizar esas facilidades en pleno apogeo de la Segunda
Guerra Mundial. Así, en 1944 inició un peregrinaje que provocó un ensanchamiento de la Asociación. Ese año compraron una finca de 20 cuerdas, cuya casa fue utilizada para oficinas administrativas. Las otras cuerdas, por idea de José Joaquín Rivera, se vendieron a maestros para que construyeran casas en los lotes. De esa manera, el consultorio médico que estaba en el sótano de la casa podría convertirse en un Hospital con el dinero de la venta de los solares. Fue así como se inició un trabajo escabroso de recolectar $1 millón para lo que sería el Hospital del Maestro. Ese fue el sueño de Fulgencio Piñero. En 1959, el sueño se convirtió en realidad y fue el primer hospital de América en pertenecer a una institución magisterial. La Asociación, como Puerto Rico, experimentó un rápido crecimiento económico que afectó Futuros maestros. Década 1950. (AHAMPR) sus características como ‘polis’. La Asociación logró una victoria en derechos para el magisterio que, tal vez, no tiene precedentes. Después de décadas de discutirse el problema de los salarios, en 1941 se aprobó de la Ley de los Doce Sueldos (Ley 39 de 15 de abril de 1951). Esta ley es, quizás, una de las conquistas más grandes de la Asociación, en términos de derechos adquiridos para el magisterio. Fijaba el año escolar en 12 meses y disponía un mes de vacaciones con sueldo. Esto pudo lograrse a través de redes y vínculos sociales que mantenía la clase dirigente de la Asociación con sectores diversos del País, lograron estos efectos. Esta ley fue presentada por el senador Vicente Géigel Polanco y redactada por Luis Muñiz Souffront, Brunet, Ernesto Valderas (secretario-contador), Juan N.
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El profesor Luis Muñiz Souffront se convierte en el décimo Presidente de nuestra institución.
Se aprueba el Proyecto de Ley que proponía el aumento de diez a doce meses el salario anual del magisterio, logrando devengar sueldo en sus dos meses de vacaciones. La redacción del proyecto estuvo a cargo de Virgilio Brunet, asesor legal y Vicepresidente de la Asociación de Maestros, a instancias de Luis Muñoz Marín, presidente del Senado.
13 de marzo Aprobación de la Ley para proteger a las madres obreras, adoptándose así una política pública dirigida a proteger a las madres que dieran a luz (Ley 3 de 13 de marzo de 1942).
Prevalece en el Tribunal los derechos de permanencia del maestro Rafael González, cuya defensa legal estuvo a cargo de la Asociación de Maestros. Este caso establece precedente (Caso González v. Gallardo).
15 de abril Aprobación de la Ley de los Doce Sueldos, que establece el pago del sueldo al maestro por los doce meses escolares, incluyendo el pago de las vacaciones de verano, (Ley 39). 36 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
Se funda la Revista de la Asociación de Maestros, hoy Revista El Sol, siendo su primer director-fundador el presidente Luis Muñiz Souffront.
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León (tesorero) y Víctor Rosario. En 1942 se aprobó la Ley para proteger a las madres obreras y en 1943 el caso González v. Gallardo Comisionado, reconoció la permanencia del maestro en el municipio donde trabajaba. Estos casos sientan precedente en la defensa laboral del magisterio. Durante estas tres décadas, la Asociación de una casa se convirtió en una ciudad letrada, un espacio de estudio y de nuevos conocimientos, cuyos ofrecimientos atrajeron a miles de maestros. En 1942, luego de varios intentos se fundó la Revista de la Asociación de Maestros, la cual se publicó hasta 1964, y que se transformó en la Revista El Sol. Con el fin de promover estudios e investigaciones, se creó, en 1946, el Negociado de Estadísticas y el Negociado de Publicaciones y Biblioteca, en 1948. Ese mismo año se fundó la Cooperativa de Ahorro y Crédito (hoy EDUCOOP), la cual en 2013 cumple 65 años. Con un esquilmado capital, lograron levantar un ‘banco’ para que los maestros pudieran obtener crédito y comprar sus propiedades. La Cooperativa revolucionó lo que había sido, hasta entonces, el radio de acción de la institución. El año antes, la creación del Negociado de Turismo (1947) propició la presencia internacional de la Asociación en diversos foros educativos, principalmente en la National Education Association (NEA), la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México y la Confederación Mundial de Organizaciones Profesionales de la Enseñanza (CMOPE), además de excursiones a diversas partes del mundo. Este operativo
1944 Se adquiere la Finca de Hato Rey por $85,000, donde actualmente ubican las oficinas centrales de la AMPR.
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1946 Diciembre El Gobernador Piñero firma el aumento de sueldo a los maestros, a raíz del paro magisterial decretado en la Escuela Superior Central el mes anterior.
internacional fue dirigido por José Joaquín, a la sazón Secretario Ejecutivo de la Asociación. Ese movimiento sirvió de plataforma para que Muñiz Souffront y la clase dirigente asociada fomentaran la ampliación de las actividades profesionales y culturales, realizando certámenes, foros, programas de radio, estudios y publicaciones a través de estas décadas. En la mitad de la década del ’50 se respiraba la propaganda de crecimiento. El crecimiento de la oferta de servicios incluyó un nuevo seguro de vida, plan de Auxilios, plan de Sueldos y Servicios Médicos. En 1954 se inició el Plan de Hogares, finalizando la construcción de 300 casas en la urbanización Dos Pinos y la urbanización Villa Los Maestros en Río Piedras, en 1955.3 Un año después, en 1956, una mujer por primera vez accedía a la presidencia de la institución: María Arroyo de Colón. Empleados de la Asociación marchan No solo tuvo que abrirse paso entre hombres, sino que en la huelga de la Universidad tuvo que pulsear por establecer su propia agenda, la de Puerto Rico, 2010. (AHAMPR) cual incluyó la Égida del Maestro, inaugurada en 1967. El año posterior, en 1968, el Dr. Modesto Rivera resultó electo como presidente. Sirvió hasta 1971. Le sustituyó José Eligio Vélez.
c. Época de cambios y contrastes: transiciones y luchas (1970-2000)
El comienzo de la década de 1970 representó una nueva época para la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Dos años antes, Modesto Rivera, había llegado a 3
“Revela progreso plan de casas para maestros”. En: Revista de la Asociación de Maestros, vol. XIV, núm. 4, agosto de 1955, p. 143.
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Se crea el Negociado de Turismo.
1 de diciembre Se funda la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Asociación (EDUCOOP). Se crea el Negociado de Publicaciones y Biblioteca.
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la presidencia luego de haber servido por muchos años como vicepresidente. Se acercaban las elecciones de 1971 y con ella, al parecer, se desataron otras maneras de visualizar la institución. Se cernían en Puerto Rico y en el mundo profundos cambios y resistencias al poder. Por primera vez, en una elección a la presidencia había siete candidatos. La elección de José Eligio Vélez, en diciembre de 1971, fue, de alguna manera, el paso de batón a una generación de educadores que contaban con experiencias distintas a las que había empleado la generación que estaba en el poder. Poseían otras maneras de visualizar las cosas, implantando nuevas estrategias. En 1972 se creó la Oficina de Relaciones Públicas. El inicio del periódico Vocero Informativo fue uno de los primeros símbolos de esa ‘modernidad’. Dos años después, en 1974, se creó el primer grupo de maestroscoordinadores, funcionarios de la Asociación que coordinaban servicios y talleres de educación continua para maestros en las escuelas. Este fue una de las acciones que transformaron la manera en cómo se concebía la relación con los maestros y sus necesidades. En este grupo de coordinadores se cosechó una cepa de líderes que luego tendrían a su cargo los destinos de la Asociación de Maestros. En 1973, la profesora universitaria Awilda Aponte Roque, fue nombrada como Secretaria Ejecutiva de la Asociación, la primera mujer en ocupar ese puesto en Puerto Rico y América Latina. En 1979 otra mujer, Aida Díaz, una joven maestra coordinadora, amplió el Programa de Coordinación. A la vez que surgían nuevas ideas de cómo enfrentar
los problemas del magisterio, la Asociación se enfrentaba a sus primeros desafíos institucionales. Emergían sectores disidentes, a la vez que la política partidista acechaba la estabilidad fiscal de la Asociación cuando, por decisión gubernamental, el Departamento de Hacienda les dejó de enviar las cuotas de los socios. Por otro lado, la persecución política que se desató en el Departamento de Instrucción Pública contra maestros y administradores se convirtió en un pleito legal incoado por la Asociación, en 1977. El caso se ganó en la esfera federal, siendo uno de los precedentes legales de mayor fuerza para la institución. Otros problemas comenzaban a aquejar la educación pública: bajos salarios para maestros, un mes de vacaciones sin salario, vandalismo en las escuelas y mayores niveles de deserción escolar. La Asociación hizo frente y logró obtener los dos meses de vacaciones pagas para los maestros. Por primera vez, y de forma sistemática, se organizó una resistencia en contra de las ideas de los Secretarios del Departamento que iban en contra de los mejores intereses del magisterio. La National Education Association (NEA), a la cual estábamos afiliados entonces, sirvió como un organismo de apoyo a las ideas de Vélez y de la clase dirigente. El informe Tragedy in Our Schools presentó una radiografía del problema del vandalismo, el cual encabezó los asuntos prioritarios en esa década. La década de 1980, con nuevos matices, representó una época de mayores cambios. Surgieron talleres para maestros y nuevos líderes fueron surgiendo, en la medida que otros con mayor experiencia, iban sentando las
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12 de agosto Tras varias décadas de batalla, se restablece el español como idioma oficial de enseñanza en el Departamento de Instrucción. La Asociación de Maestros fue una de las instituciones que dio la batalla del idioma. Luis Muñiz Souffront publica el libro El problema del idioma en Puerto Rico, bajo el sello de la Editorial Orión. Luego se publicará bajo la Biblioteca de Autores Puertorriqueños.
6 de mayo Aprobación de la actual Ley de Retiro para Maestros (Ley 218 de 6 de mayo de 1951).
25 de julio El entonces presidente, Virgilio Brunet, es electo como delegado a la Convención Constituyente que redactó la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Además de Brunet, Ramón Mellado Parsons y Juan Alemañy, líderes de la Asociación, también, fue electo a la Constituyente.
3 de julio El licenciado Virgilio Brunet, el Hombre fuerte de la Asociación, es electo como undécimo Presidente de la institución. 40 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
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pautas de una organización que enfatizó en la importancia del desarrollo profesional del magisterio y de los servicios. El aspecto legal y legislativo cobró una importancia tal, que las redes sociales que ejerció la dirigencia asociada en esa época logró importantes beneficios, tales como leyes que amparaban al magisterio, aumentos de sueldo y creación de políticas públicas educativas. El trabajo legislativo fue coyuntural y la Asociación contó con legisladores que eran educadores, entendiendo los problemas que se planteaban. Los foros educativos que impulsó la Asociación desde su tribuna en las Asambleas Anuales y en foros internos, crearon planteamientos contundentes. Las aportaciones que hicieron las Comisiones Permanentes de Servicios Médicos, Reglamento, Legislación y Problemas Educativos, en su momento, fueron de extraordinario valor. La Comisión de Problemas Educativos creó importantes materiales de trabajo para maestros. Otro de los grandes desafíos a los cuales se enfrentó la Asociación, en 1993, fue la pretensión del uso de fondos públicos del Estado para financiar educación privada. El caso de los Vales Educativos fue una victoria contundente para Puerto Rico, su educación pública y la Asociación, logrando, en 1994, detener su implantación, luego que nuestro recurso legal prevaleciera en los Tribunales. Cuatro años antes, en 1990, la Asociación participó activamente de la Reforma Educativa que logró la creación de una nueva Ley Orgánica, sustituyendo la existente desde 1903. Al final de esa década, en 1999, a raíz de la aprobación de la Ley de Sindicación
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Diciembre El gobernador Luis Muñoz Marín pronuncia, ante la Asamblea Anual de la AMPR, uno de sus más famosos discursos: Agapito’s Bar, en el cual aboga por la defensa del español y la cultura puertorriqueña ante el asimilismo cultural norteamericano.
21 de junio Se aprueba la Ley de Certificación de Maestros, vigente en el presente, la cual regula la certificación para ejercer la profesión magisterial en Puerto Rico (Ley 94 de 21 de junio de 1955, según enmendada).
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de Empleados Públicos, la Asociación participó de unas elecciones sindicales en la cual no logró prevalecer. La institución atravesó uno de sus momentos más difíciles, cerrando el siglo 20 con lecciones que le servirían para resurgir en el 21.
d. Consolidación y afirmación institucional: Hacia el logro de un liderato transformador (2001-2011)
Escribir una historia del presente requiere, de una parte, seleccionar hechos que identifican las claves de un momento en construcción, y de otra, extender con ojo crítico la mirada a lo que acontece y hacia aquello de lo que se es testigo. La historia del presente es la historia vivida. De ahí que cuando nos planteamos el último período de la historia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico nos tengamos que necesariamente sumergir en un género histórico, aún en debate en la historiografía contemporánea: la legitimidad de poder construir una historia aún en construcción. Se reconoce, sin embargo, la necesidad de configurar lo que acontece –más allá de los matices y las pasiones que provocan los motivos de un presente activo y elocuente– porque está revestido de realidad, de lo que es evidente a plena luz del día. Con este argumento como eje nos aproximamos a pasar revista a lo que ha acontecido en la Asociación de Maestros de Puerto Rico en la última década, período con el que se cierra su primer siglo de una historia de valiosas aportaciones a la educación pública y a la consolidación del magisterio como un cuerpo profesional con un sitial
1956
1957
8 de septiembre La profesora María Arroyo de Colón se convierte en la primera mujer en ocupar la presidencia de la AMPR, colocándose como la duodécima presidenta.
24 de agosto Colocación de la primera piedra del Hospital del Maestro en Hato Rey.
UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 43
Exigiendo la celebración de elecciones sindicales, 2012. (AHAMPR)
de producción fecunda para el desarrollo social del país. En el 2001, la profesora Aida Díaz de Rodríguez asume el cargo de Presidenta de esta organización. Sobre sus hombros se ubicaron nueve décadas de una asociación que hasta ese momento había alcanzado un prestigio y respeto en la sociedad puertorriqueña por las múltiples instituciones nacidas del seno de esa organización (Hospital del Maestro, Cooperativa de Maestros, Revista El Sol, Legislación lograda, Servicios Legales prestados, entre otras…). Si bien un líder carga sobre sus hombros los logros y las conquistas de una organización, también, sobre sus hombros recaerán los problemas, las crisis, los retos y los desafíos que las circunstancias y los tiempos históricos imponen a los que responden al llamado de los que confían en su talento para emprender con valentía y sabiduría la dirección de una organización compleja. Así fue que doña Aída Díaz de Rodríguez emprende el reto, con un credo breve pero elevado en sus metas y aspiraciones: “la voluntad levanta del abismo cualquier cosa que parece desplomarse”. Añade a ese credo la convicción, fundamentada en un respeto por el pasado histórico de la organización y de aquellos que les correspondió emprender con responsabilidad los diversos relevos: “la lealtad, la sabiduría de esa gente tiene que servirnos de guía para siempre”. De la gestión que le ha correspondido desarrollar al liderato de la Asociación de Maestros de Puerto Rico de la última década (2001-2011), podemos identificar signos que definen el camino recorrido y el norte del camino que se traza.
1959 12 de septiembre Se inaugura el Hospital del Maestro, el primero en América en pertenecer a una organización magisterial. La Asociación inicia entendidos entre organismos magisteriales mundiales y suramericanos, entre ellos la Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza, bajo la dirección de José Joaquín Rivera. Cien maestros obtienen solares y casas en Urbanización de la Asociación de Maestros. 44 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
1. Eficacia administrativa
Una de las claves que definen el éxito o fracaso de cualquier organización se fundamenta en la gestión transparente, en el manejo sabio de los recursos fiscales y en la adopción de estrategias dirigidas a la optimización y la rentabilidad de los recaudos y de las inversiones. Durante la última década, la Asociación de Maestros de Puerto Rico ha impuesto un patrón de prácticas fiscales conducentes al logro de la solvencia económica de la organización y de sus respectivas instituciones afiliadas. El nivel de solidez alcanzado ha contribuido significativamente para el incremento de la imagen de una organización fuerte. Esto se ha traducido en el incremento de la fuerza magisterial que, día a día, ingresa a esta organización. Desde 2001 la institución ha ido creando una infraestructura de trabajo y de gestión administrativa que se ha ido modernizando por completo. Un ejemplo fehaciente de cómo se articula una gestión administrativa de excelencia lo constituye el cambio Grupo de Coordinadores dramático producido en la administración y las finan- y Organizadores de la Asociación, zas del Hospital del Maestro. Esta asociación ha ganado 2012. (AHAMPR) prestigio internacional por ser una de las pocas organizaciones profesionales que ha logrado establecer una institución hospitalaria, un programa de servicios médicos y un seguro de salud de la más alta calidad, y que goza del mayor reconocimiento y auspicio del pueblo de Puerto Rico. Al iniciarse el siglo XXI el Hospital del Maestro estaba sumergido en una profunda crisis fiscal que amenazaba seriamente el rumbo de la institución. La intervención rápida de los organismos directivos de
1960 Se aprueba la Ley de Licencia Política para los Maestros, que establece la deseabilidad de que sean éstos los que ocupen puestos electivos en el país (Ley 25 de 3 de junio de 1960). 10 de diciembre Inauguración del actual edificio de la AMPR en Hato Rey. Fue, en un principio, el Edificio Multiusos de la Asociación, pues acogía la Cooperativa y otras oficinas de servicios.
1965 30 de junio Se aprueba la Ley de descanso para maestras embarazadas, conocida como Ley de Maternidad (Ley 117 de 30 de junio de 1965, según enmendada).
UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 45
la Asociación de Maestros bajo el liderato de Aida Díaz de Rodríguez logran salvar la institución. El camino recorrido, desde ese momento, ha llevado al Hospital del Maestro a operar con los más altos estándares y la mejor salud fiscal de las últimas décadas. La experiencia administrativa ganada por la líder de ese proceso de renovación y de actualización para alcanzar prácticas administrativas eficaces emana, sin duda, de los años en los que se desempeñó como Administradora-Tesorera de la Cooperativa de Maestros (EDUCOOP), esto es, de 1987 al 2000. Una experiencia sólida en el manejo de recursos se ha convertido en un arma poderosa para dirigir con éxito a una institución que, en la medida que mejor sean utilizadas las aportaciones de sus miembros, mejores servicios también les podrán ser prestados. Ese ha sido el norte que ha procurado alcanzar esta organización magisterial al completarse la primera década del siglo XXI. En su primera actividad como Presidenta, Aida Díaz entrega una antorcha simbólica al fenecido alcalde de Caguas, el siempre recordado William Miranda Marín, como parte del Relevo por la fe en la educación, la cual recorrió todos los pueblos de Puerto Rico. (2002, AHAMPR).
1967 Se inaugura la Égida del Maestro, bautizada con el nombre de María Arroyo de Colón, gestora de su construcción.
46 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
2. Afirmación institucional y desarrollo de cultura organizacional
A la Asociación de Maestros de Puerto Rico le correspondió en esta última década recuperar el lugar de una institución con una identidad propia, afirmada por una historia de logros y de conquistas. La correspondió también batallar frente a desafíos de otras organizaciones magisteriales que durante tres décadas procuraron debilitar la imagen alcanzada entre la clase magisterial y en el país.
1968 2 de diciembre El doctor Modesto Rivera es electo como decimotercer Presidente de la Asociación.
A partir de la década de 1970 surgieron en Puerto Rico dos nuevas organizaciones magisteriales: Federación de Maestros de Puerto Rico (1966) y Educadores Puertorriqueños en Acción (1977). Una buena parte del magisterio puertorriqueño se inscribió en estas dos organizaciones lo cual se reflejó en una reducción de la matrícula de una agrupación magisterial que por más de seis décadas se había constituido en la única organización de su género en el país. Enfrentada la organización ante ese desafío fue en esta última década que se logró revertir esa tendencia. Tras un nuevo impulso bajo el liderato de doña Aida Díaz de Rodríguez se logran diseñar estrategias creativas de reclutamiento a través de las cuales se hizo llegar una cantidad extraordinaria de educadores que han ingresado a la Asociación de Maestros de Puerto Rico, convirtiéndola nuevamente en la organización que más maestros agrupa en el país. En el año 2012 esta organización se ha dado a la tarea de propiciar que los maestros se les garantice el derecho a tener representación sindical. Durante esta primera década del siglo 21, la Asociación de Maestros de Puerto Rico ha luchado con tenacidad para fomentar el desarrollo de una cultura organizacional fundamentada en una tradición histórica y en una definición clara de propósitos y de objetivos dirigidos hacia el logro de progreso y bienestar entre la clase magisterial puertorriqueña. De igual forma, durante este período, también se ha procurado elevar el nivel de acción cultural de esta organización a través de un programa agresivo de actividades
1971
1972
1974
Diciembre El profesor José Eligio Vélez es electo como decimocuarto Presidente.
Se crea la Oficina de Relaciones Públicas.
Se crea el Programa de Coordinación, el cual durante 38 años ha brindado diversos servicios directos a maestros en la sala de clases, siendo el enlace sindical con la Asociación.
Se crea el periódico Vocero Informativo.
Durante esta década la Asociación apoyó la cultura puertorriqueña y las fiestas de la Calle San Sebastián. Al centro, Aida Díaz. A la izquierda, Eusebio Rodríguez. (2009, AHAMPR)
1977 Se establece un precedente judicial, a nivel estatal y federal, al probar que bajo la secretaría de Instrucción Pública de Carlos Chardón, una cantidad considerable de maestros, directores, superintendentes y otro personal fueron perseguidos políticamente. La Asociación de Maestros llevó el caso y lo ganó en los tribunales (Algunos casos fueron: Herminio Quiles Ramos v. Carlos Chardón, et. al.).
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formativas de carácter científico y cultural. Esto ha sido posible haciendo que se acerquen al foro de ideas, de cultivo del conocimiento y de fomento cultural de esta organización a figuras destacadas en la cultura, el arte, la literatura, la educación y la ciencia, tanto en el plano nacional como en el ámbito internacional. Así la organización recupera de forma definitiva el principio que se consignó en el acta fundacional de la organización de 1911, desde la cual se estipulaban áreas de trabajo que la organización habría de asumir, más allá de la obligada causa del mejoramiento de las condiciones laborales de la clase magisterial puertorriqueña. Así se afirma la cultura organizacional de fomentar el mejoramiento del maestro en su formación continua, a través del auspicio de actividades y de iniciativas que lo ayuden a crecer Vista del Coliseo José Miguel Agrelot y a capacitarse cada día para ser un mejor educador. (Choliseo) durante una de las tradicionales Fiesta Nacional del Maestro. Acercarnos a esa cultura organizacional posibilita la mi(AHAMPR) rada crítica a una institución histórica con la vitalidad y la energía que demandan la contemporaneidad de la educación, de la escuela como institución social y de sus respectivos protagonistas.
3. Innovación, creación de proyectos y de servicios institucionales
Uno de los proyectos más representativos de las innovaciones que se han desarrollado en la Asociación de Maestros en la última década lo ha constituido el Ins-
1980
1987
23 de mayo La Ley 49 de ese año concede un Aguinaldo de Navidad de $100 a los maestros jubilados bajo las disposiciones de la Ley 218 de 1951.
La Asociación de Maestros se une a la celebración del Sesquicentenario (150 años) del Natalicio de Eugenio María de Hostos.
Se realiza una campaña en contra del vandalismo de las escuelas en Puerto Rico.
48 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
1990 28 de agosto Se aprueba la Ley Orgánica del Departamento de Educación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (Ley 68), la primera ley aprobada después de la Ley Escolar Compilada de 1903.
tituto Nacional Complementario para la Excelencia en la Docencia (INCED), fundado en 2002. Las actividades que este organismo promueve van dirigidas al mejoramiento profesional de los maestros y de las prácticas educativas que se desarrollan en las escuelas. Así, también, la participación activa de la Asociación de Maestros en la discusión de asuntos de interés público y de la ciudadanía en general ha puesto de manifiesto la presencia de esta institución en los debates que definen el curso de la vida puertorriqueña. Sobre este particular, ha sido reconocida la participación de esta institución en el análisis y discusión de los problemas y asuntos que mayor interés provocan en el país al ser reclamada esta participación, --cada día en mayor ascenso--, por los diversos medios de comunicación en sus diversas manifestaciones: radio, televisión y prensa, tanto escrita como digital. Se constata el aumento en los servicios institucionales a la clase magisterial del país. Los servicios legales, con una larga historia de conquistas, a favor de los maestros, nos remiten a un extenso catálogo de casos ganados a favor de esta clase profesional y a la reivindicación de sus derechos.
4. Calidad de la producción cultural
El vicepresidente, Víctor Bonilla, hace entrega de bultos a estudiantes de Loíza para el inicio del curso escolar 2012-2013. Le acompaña la Directora Ejecutiva de INCED, Mersa Torres. (AHAMPR)
El auspicio de un programa de producción y fomento cultural ha sido uno de los grandes aportaciones que ha hecho la Asociación de Maestros, tanto a los miembros de esta organización como también al país en
1994 30 de noviembre Luego de una intensa lucha, el Tribunal Supremo de Puerto Rico declaró inconstitucional la Ley de Becas Especiales para la libre selección de escuelas, mejor conocida como los Vales educativos, donde la Asociación había defendido la disposición constitucional de que “no se utilizará propiedad ni fondos públicos para el sostenimiento de escuelas o instituciones educativas que no sean las del Estado” (Sección 5, Artículo 11, Constitución ELA) al incoar un pleito contra el Departamento de Educación, el cual pretendía utilizar dineros de la educación públicas, a través de los llamados Vales educativos. Los vales proponían asignar dinero para que las familias pagaran con ese dinero la educación privada de su selección.
UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 49
general. Su programa de publicaciones con una de las revistas profesionales de más larga historia en el país constituye un ejemplo vital de la calidad de la producción cultural de esta organización. La Revista El Sol, fundada en 1957, se ha convertido en un foro cultural y educativo de extraordinario valor para los maestros, así como para las instituciones académicas que forman educadores para los diversos niveles de enseñanza y para las diferentes especialidades que éstos adquieren. Una nueva política editorial con el interés de elevar la calidad de las publicaciones que auspicia la Asociación de Maestros ha recibido el más amplio apoyo institucional y el mejor patrocinio del Magisterio puertorriqueño. A partir del 2011 se inicia una nueva revista profesional que procura fomentar la investigación educativa y dar foro a la producción científica y cultural de los educadores del país. Magisterio, una revista arbitrada, con el sello editorial de la Asociación de Maestros, ingresa al catálogo de revistas académicas con la aspiración de convertirse Junta Editora de la Revista El Sol. De izquierda a derecha, Prof. Eloy Antonio en un instrumento de producción de conocimiento que Ruiz, Prof. Víctor Hernández Rivera, no sólo sirva al ámbito puertorriqueño, sino que pueda Dra. Ana Helvia Quintero, Dra. Iris Cinposicionarse en un espacio más allá de nuestras frontetrón y Dr. José Luis Vargas. (AHAMPR) ras. Además del periódico De Maestros, cuya finalidad de informar y de tener a la clase magisterial al día en los asuntos fundamentales de su Profesión, en 2010, se inició la Revista Génesis, dirigida a los maestros del Departamento de Maestros Pensionados/Retirados. Por otro lado, iniciativas encaminadas a presentarle a los maestros figuras destacadas en el arte, la literatura, la
educación y la cultura, hacen que la Asociación fortalezca su misión y su papel cultural. Figuras como Mayra Santos Febres, destacada escritora puertorriqueña de relieve internacional, encabezan la lista de conferenciantes que se han dirigido a los maestros y que han visitado escuelas para presentarse ante los estudiantes del país, y que han sido auspiciadas por la Asociación de Maestros. Bajo el liderato de esta reconocida escritora la Asociación de Maestros también ha auspiciado el Festival de la Palabra, iniciativa cultural de trascendencia internacional que ha permitido que escritores puertorriqueños compartan sus experiencias en el mundo de las letras con los más importantes literatos de España y de Hispanoamérica. De igual forma, invitar a una asamblea de esta organización a una figura destacada en la educación en el ámbito internacional, como ha sido el caso de Daniel Goleman, autor del reconocido libro Inteligencia emocional (1995), es también un ejemplo de iniciativa cultural que hace historia en nuestro medio por la relevancia y el significado de la aportación que ha hecho el investigador al desarrollo del conocimiento de cara al siglo XXI. En esta última década se fundó también el Coro de la Asociación de Maestros (2005).
5. Proyección de solidez y de respeto en el país
(AHAMPR)
En el informe que su presidenta, Aida Díaz de Rodríguez, les presenta a los maestros asociados en la Centésima Asamblea Anual, celebrada en 2010, destacó:
1999
2001
2002
15 de julio Se aprueba la actual Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico (Ley 149, según enmendada).
Diciembre La profesora Aida Díaz de Rodríguez se convierte en la segunda mujer en ser electa Presidenta de la AMPR y decimoquinta en su historia.
12 de junio Se emite Sentencia protegiendo la salud de los maestros en el caso de Emanaciones de Sustancias Tóxicas con Olores Objetables, que la AMPR presentó contra el Departamento de Educación en los tribunales.
50 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
El Dr. William Padín y la Dra. Victoria Espinosa participan de la Tertulia 50 años de Teatro Escolar: reflexiones sobre el valor del teatro en la educación el 27 de septiembre de 2012. En el podio, Dr. José Luis Vargas.
2003 Se crea el Instituto Nacional Complementario para la Excelencia en la Docencia (INCED) para ofrecer servicios educativos a estudiantes, padres y maestros del sistema público educativo de Puerto Rico; se crea el Sindicato Puertorriqueño de Maestros (SPM).
UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 51
“La imagen de la Asociación de Maestros, así como de la educación pública, es una de nuestras prioridades. La imagen de la Asociación proyecta el trabajo diario que realizamos para reivindicar la labor de miles de maestros que [se] consagran [a] la difícil tarea de la enseñanza. En las manos de los maestros y maestras está la educación de Puerto Rico [;] y nosotros queremos [que] nuestro país esté consciente de ello y [de] la necesidad de permanencia de la escuela pública como baluarte de los derechos de nuestro país.” Al consignar en sus palabras la líder de los maestros asociados que es importante la imagen que un cuerpo profesional de educadores le presenta al país está fijando una prioridad de su gestión. Así se observa que muchas de las iniciativas que ha de promover al frente de la organización que dirige están enfocadas en elevar la imagen del magisterio puertorriqueño. De ahí su empeño en lograr eficacia administrativa, excelencia en los productos culturales que se promueven y reconocimiento a la buena obra y al buen desempeño. En el mismo Aida Díaz, José Luis Vargas y Víctor Bonilla junto al Secretario informe, en el apartado de reconocimientos, menciona, de Educación, Dr. Edward Moreno, en la 101ª Asamblea Anual. en primer término, que la Asociación de Maestros ha re27 de diciembre de 2011. (AHAMPR) cibido un gran reconocimiento: “La Fundación Ricardo Alegría, sociedad sin fines de lucro, organizada y dotada por su fundador, doctor Ricardo E. Alegría, ha decidido reconocer a personas e instituciones que hayan hecho una contribución notable a la defensa, conservación, divulgación y el fomento de las diversas manifestaciones de la cultura de
2004 16 de julio Tribunal emite sentencia donde reconoce que los maestros pueden tramitar sus asuntos laborales a través de la entidad de su preferencia (libre asociación).
52 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
2005 Los trabajadores sociales y consejeros profesionales adquieren otro nivel de reconocimiento al fundar su Departamento, agrupando los docentes que trabajan en apoyo social, emocional, comunitario, y hasta, espiritual, de los estudiantes.
Puerto Rico. Este año [2010] le correspondió el honor a la Asociación de Maestros en ser recipiente de tan alto galardón, el cual recibimos con cariño, agradecimiento y humildad de este ilustre puertorriqueño que tanto ha hecho por la cultura puertorriqueña.” Constituye este reconocimiento la mayor expresión de admiración y respeto, y adquiere mayor relieve, cuando se trata de quién es el otorgante. Ricardo E. Alegría ha identificado a la Asociación de Maestros por su historial de luchas. Siempre mencionaba a los maestros como los responsables de que en nuestro país exista una escuela puertorriqueña, afincada en la lengua y la cultura como instrumentos fundamentales para la afirmación de una identidad, de unos valores y de una nacionalidad. Como alumno de la escuela pública que fue, se convirtió en testigo de la batalla del idioma que libró la Asociación de Maestros por hacer de la escuela pública un bastión de la puertorriqueñidad y de lo que somos Panel La educación puertorriqueña: debates y planteamientos ante como pueblo. el escenario electoral, 30 de julio
6. Gestión patriótica
Tener claro que al dirigir los destinos de la organización magisterial más grande de Puerto Rico es hacer patria, constituye una definición de propósitos con norte, también, claramente definido. Es por eso que en los informes anuales de esta organización se consignan siempre las aportaciones que se le han hecho al país. De ahí que la Asociación asuma el compromiso y la responsabilidad social como los elementos claves que, desde el
de 2012. Participaron el estudiante Daniel Torres, la maestra Yovanska Siaca Ruiz, la directora escolar Rosa Recondo, el Dr. Nicolás Linares, la Dra. Ángeles Molina Iturrondo y los exsecretarios de Educación Dr. Rafael Aragunde y Dr. César Rey. (AHAMPR)
2006
2008
2010
La Asociación acampa más de una semana frente al Capitolio demandando la apertura del gobierno en la decisión histórica de cerrarlo ante una inminente quiebra del aparato gubernamental.
11 de junio Luego de una intensa campaña de la AMPR por lograr un aumento salarial al magisterio y un aumento a su escala de salario básico, se reconoce el aumento de $150.00 a todo maestro, se eleva la escala salarial a $1,750.00 (Ley 109 de 11 de junio de 2008).
Se inicia la celebración del Primer Centenario de la Asociación con el Proyecto de Futuro para el Segundo Siglo de la Asociación de Maestros. Se defiende una vez más la dignidad de los jubilados al demandar que no se aceptará la fusión del Sistema de Retiro para Maestros con los otros sistemas de retiro. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 53
La presidenta, Aida Díaz de Rodríguez, recibe de manos de Ricardo E. Alegría la medalla que otorga la Fundación Alegría a la Asociación de Maestros de Puerto Rico. (AHAMPR)
seno de este organismo magisterial, se pueda contribuir para alcanzar una real superación educativa, social, económica, política y cultural del país. De ahí, también, que su presidenta afirme: “Hemos sido pioneros y hemos puesto nuestro empeño, no sólo en mejorar la educación pública en Puerto Rico, sino en apoyar las causas del País que están al servicio de la sociedad”. Los maestros de Puerto Rico a través de su foro de unidad como clase profesional que ha representado la Asociación de Maestros, también han tenido en esta organización un escenario fecundo para afirmar lo que caracteriza al pueblo de Puerto Rico: un país que se construye, día a día, a partir de un pasado histórico revelador de profundas raíces, de una idiosincrasia con fisonomía propia, de un perfil con signos de búsqueda y de una batalla que no cesa. En ese quehacer la Asociación de Maestros ha puesto oído en tierra, y pondera su nuevo tramo de acción con claridad y transparencia, que es la mejor forma de construir pueblo y seguir haciendo patria.
es la Asociación misma reunida en Asamblea General. La Asociación se creó como una confederación de asociaciones locales de maestros por pueblos. Desde 1911, cada Junta Local corresponde a un municipio, con la excepción de Río Piedras que, aunque dejó de ser municipio en 1951, se mantiene como Junta Local. Además, los profesores de la Universidad de Puerto Rico conforman su propia Junta Local. Cada Departamento y Junta Local tiene sus propios reglamentos conforme al Reglamento de la Asociación. La Asociación cuenta con seis Departamentos que agrupan todos los miembros, según las funciones que realizan. Estos son, a saber: Departamento de Maestros Activos; Trabajadores Sociales y Consejeros Escolares; Estudiantes de Educación; Maestros Retirados y Pensionados; y Personal No Docente.
La Asociación celebró los Actos Oficiales del Día del Centenario el 8 de julio de 2011 en el Teatro La Perla en Ponce donde 100 años antes se fusionaron la Asociación Insular del Magisterio y la Asociación General del Maestros.
7. Gobierno de la Asociación de Maestros de Puerto Rico
La Asociación de Maestros de Puerto Rico es una organización democrática y participativa. La participación de los miembros de la Asociación se realiza a través de los máximos organismos de representación: Asamblea General, Junta de Directores, Comité Ejecutivo, Departamentos y Juntas Locales. La autoridad suprema de la Asociación de Maestros
2011
2012
Abril Luego de más de 20 años, la AMPR reinicia colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, para establecer, conjuntamente, proyectos dirigidos a proveer experiencias que solidifiquen la profesionalización del magisterio en Puerto Rico.
Septiembre La Asociación de Maestros, al contar con el respaldo de la mayoría del magisterio en Puerto Rico, solicita ante los Tribunales la realización de una elección sindical para convertirse en el representante exclusivo del magisterio.
8 de julio Se celebran los Actos Oficiales del Día del Centenario de la Asociación de Maestros de Puerto Rico en el Teatro La Perla, en Ponce, donde 100 años antes quedaron fusionadas la Asociación General de Maestros y la Insular del Magisterio.
Se celebran las primeras tertulias sobre cada número de la Revista El Sol.
18 de julio Aida Díaz hace historia en ser la primera maestra en ser invitada como Oradora en los Actos del Natalicio de Luis Muñoz Rivera. Ese día, en Barranquitas, pronuncia el mensaje Muñoz Rivera: guía para construir el Propósito Nacional de Puerto Rico, en el cual aboga por la educación como elemento fundamental para la transformación social. Propone que para que Puerto Rico se convierta en un país líder, emprendedor, autosustentable y modelo tiene que crear alianzas, medicar la droga, apostar por la cultura y la educación, establecer mecanismos económicos sustentables y volver al legislador ciudadano. 54 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 55
Presidentes 1. Prof. Antonio Sarriera Egozcue (1876-1948)
El profesor Antonio Sarriera Egozcue fue bautizado como el Decano del Magisterio Puertorriqueño. Nació en San Juan el 7 de mayo de 1876. Se graduó de Bachiller del Instituto de Segunda Enseñanza en 1894, año en que obtuvo licencia como Maestro de la Escuela Normal Superior de San Juan. En 1895 estudió en la Escuela Normal de Maestros de Madrid, donde se recibió como Maestro Normal. Se graduó, también, como maestro de sordomudos y ciegos del Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos de Madrid. Inició su carrera como maestro en 1896 en Vieques. Enseñó, además, en Bayamón y San Juan, donde fungió como principal de escuelas desde 1902 hasta 1912. Enseñó literatura española durante cinco veranos consecutivos en el plan de preparación de maestros que había establecido Juan José Osuna en la Universidad de Puerto Rico en 1920. Desde 1913, y durante 25 años, se dedicó a la enseñanza de literatura española en la Escuela Superior Central de San Juan, edificio que se construyó gracias al esfuerzo del propio Sarriera, quien fue parte de una comisión de maestros y estudiantes que gestionaron un proyecto de ley que otorgaba fondos para la construcción de la nueva escuela. Fundó y dirigió la revista pedagógica La Nueva Educación (1909-1913). Fundó, además, junto a Rosario Belber, Augusto Malaré, Pedro Timothée, Beatriz Lasalle, Matilde López, Antonio J. Lumbano, Ángeles Hernández y Ramón Rodríguez, la Asociación Insular del Magisterio el 23 de marzo de 1910 en el Ateneo Puertorriqueño, ante 78 maestros y maestras. Fue uno de los precursores de la unificación del magisterio puertorriqueño en años de persecución política, la cual se logró el 8 de julio de 1911 en la histórica asamblea celebrada en el Teatro La Perla en Ponce. Ese día fue proclamado como primer Presidente de la nueva Asociación de Maestros de Puerto Rico, puesto que ocupó hasta diciembre de ese año. Entre 1918 y 1935 fue Secretario General de la Asociación de Maestros y fue el primer secretario de la Junta de Pensiones para Maestros
56 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
(1917-1944). Fue premiado consecutivamente en los Certámenes Literarios que estableció la Asociación de Maestros por varios ensayos sobre educación. Falleció en San Juan en 1948.4
2. Prof. Manuel del Toro Peralta (1878-1945)
El profesor Manuel del Toro Peralta es una de las figuras magisteriales del oeste de Puerto Rico poco estudiadas en nuestra historiografía educativa. Don Manolo, como fue conocido por sus discípulos, nació en Cabo Rojo el 10 de mayo de 1878. Ingresó a la Escuela Normal en Río Piedras luego de ésta haberse fundado. Figuró como uno de los líderes que crearon la Asociación General de Maestros,5 organización que se fundó para luchar por los derechos de los maestros en esa región. Don Juan Carreras sostuvo que la Asociación de Maestros “nació de un grito de rebeldía. Cabo Rojo fue la cuna y don Manuel Toro Peralta su precursor”.6 Tras la fusión de la Asociación Insular y la General, fue uno de los líderes de la Asociación, sustituyendo a Sarriera en la presidencia en diciembre de 1911. Aunque fue el segundo presidente, del Toro Peralta fue el primer presidente general, ya que bajo su incumbencia, el 12 de mayo de 1912, la Asociación de Maestros de Puerto Rico fue incorporada legalmente. Le correspondió iniciar el duro trabajo de una nueva organización, enfrentándose a las amenazas y persecuciones políticas que eran sometidas los maestros. Durante su presidencia, Cabo Rojo fue la sede oficial de la Asociación y de los talleres tipográficos de El Magisterio Moderno, órgano oficial de la Asociación. Posterior a su presidencia, estuvo un tiempo en la República Dominicana, donde se destacó como Inspector de Escuelas. Falleció en Mayagüez el 21 de marzo de 1945.7 4
Para una versión más completa de la biografía de Antonio Sarriera, véase de Adolfo Jiménez Hernández, “Don Antonio Sarriera”. En: Revista de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Vol. VII, núm. 7, diciembre de 1948, pp. 228-229; 243. 5 Así se desprende de la Constitución y Reglamento de la Asociación General de Maestros de Puerto Rico, aprobada en Mayagüez los días 23 y 24 de marzo de 1910 (material mimeografiado). Cabe señalar que el 23 de marzo de 1910, también, fue fundada la Asociación Insular del Magisterio, liderada por Antonio Sarriera. 6 Carreras, Op. cit. 7 Consúltese de Juan E. Silva Asencio, “El cambio de soberanía y la educación en nuestro pueblo (1900-1971)”. En: Maestros de la educación de Cabo Rojo: historia y homenaje. San Juan: Club Caborrojeño del Área Metropolitana, 1979, p. 46-48 y “Parte V. Apéndice Biográfico”, p. 272. Véase, además, “In Memoriam”. En: Revista de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Vol. IV, núm. 3, abril de 1945, p. 65. Del Toro Peralta solicitó en 1914 que se le autorizara una licencia por enfermedad que le UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 57
3. Prof. Teodoro Aguilar Mora (1872-1958)
El profesor Teodoro Aguilar Mora nació en Yabucoa en 1872. Aguilar Mora aceptó la presidencia de la Asociación con la condición de que su incumbencia no durara más de seis meses. La enfermedad de don Manuel del Toro Peralta lo colocó como tercer presidente de la Asociación. Bajo su presidencia se propuso la celebración del Congreso Pedagógico Interantillano en Mayagüez. Aunque no se llevó a cabo, el liderato magisterial comenzaba a proponer importantes actividades para profesionalizar el magisterio. Don Teodoro fue consejero de la Liga Insular de Mujeres Votantes que presidía su esposa, la reconocida educadora Isabel Andréu de Aguilar, quien había sido maestra de doña Felisa Rincón de Gautier, alcaldesa de San Juan. Aguilar Mora fue quien propuso la creación de la Égida del Maestro en 1914, dirigiendo la Sociedad Égida del Maestro durante varios años, la cual se dedicó a recaudar dinero para construir un lugar que diera asilo, protección y cuidados a los maestros que dejaban la escuela y para que disfrutaran su vejez con sosiego, tranquilidad y seguridad personal. La Égida se construyó, finalmente, en 1967, uno de los proyectos cumbres de la presidenta de entonces, María Arroyo de Colón. Falleció en 1958.
4. Prof. Santiago Negroni Nigaglioni (1869-1929)
El profesor Santiago Negroni Nigaglioni nació en Yauco en 1869. Es considerado como uno de los intelectuales más sobresalientes de finales del siglo 19 en Yauco y principios del 20.8 Fue un reconocido maestro de español y escritor. Se unió a la Asociación de Maestros desde su fundación, siendo Vicepresidente antes de asumir la presidencia en 1914. Siendo Presidente, se aprobó el primer Reglamento de Permanencia y se inició la publicación “Porto Rico School Review”9, una revista profesional que sirvió, además, como órgano de difusión de información de la propia Asociación, la cual servía para “ilustrar nuestra inteligencia con los mejores métodos fue denegada, renunciando en el verano de ese año. 8 Negroni, Santiago. Yauco. Yauco: Yauco Printing Co., 1921. El autor es el hijo de Negroni, Santiago Negroni Nazario. Esta obra fue premiada con diploma de honor y cincuenta dólares en el “Certamen Lluberas” celebrado en la escuela superior de esta ciudad. 9 Denominada en español como la Revista Escolar de Puerto Rico. 58 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
de la pedagogía moderna, para llevar a nuestra biblioteca una obra de consulta que resuelva nuestras dudas, señale nuestros deberes y nos ampare en nuestros derechos”.10 Negroni ocupó la presidencia hasta 1916. Fue autor del libro Treinta años, 1897-1927: hojas sueltas que desprendo del árbol de mi vida en el campo del magisterio.11 Falleció en 1929.
5. Lcdo. Francisco Vincenty (1870-1938)
El licenciado Francisco Vincenty nació en Maricao en 1870. Fue el primer y único presidente-administrador de la Asociación, mediante una enmienda al Reglamento.12 Se distinguió por ser educador, farmacéutico, abogado, director e inspector de escuelas,13 siendo el primer inspector de Cabo Rojo.14 A finales del siglo 19, dirigió el Liceo de Mayagüez. Fue precursor, también, de los movimientos magisteriales del oeste, participando de la Asociación de Maestros desde su fundación. En 1913 se celebró la primera conferencia pedagógica sobre la enseñanza de la lectura y otros aspectos del idioma español, la cual ofreció junto a Laura P. de Muñoz y Manuel J. Polo. Entre sus gestiones como Presidente estuvo la eliminación del aspecto político como criterio en el nombramiento de maestros en 1917, mismo año en que la Asociación inició, formalmente, su lucha a favor del español como idioma oficial de enseñanza en Puerto Rico, planteando el problema del inglés como un asunto pedagógico.15 En 1917, además, se aprobó la primera Ley de Pensiones para Maestros. Vincenty se desempeñó, también, como periodista, dirigiendo el semanario mayagüezano “La Aurora Social” (1904).16 Se caracterizó, además, por ser un hombre librepensador. Falleció en 1938.
10 Santiago Negroni. “Consecuencias”. En: The Porto Rico School Review, vol. 1, núm., 1, 1917, p. 5. 11 Tipografía El Eco: Yauco, 1927. 12 El puesto de Presidente-administrador existió entre 1916 y 1919, desapareciendo con la Reorganización que tuvo efecto en 1920. 13 Paul G. Miller. Historia de Puerto Rico. Nueva York: Rand McNally & Co, 1922, p. 510. 14 Silva Asencio, Op. cit., p. 45. 15 Consúltese de Luis Muñiz Souffront. El problema del idioma en Puerto Rico. San Juan: Biblioteca de Autores Puertorriqueños, 1950; Luz Nereida Pérez. La Asociación de Maestros y la lucha por el idioma de la enseñanza en Puerto Rico, publicado en este libro. 16 Pedro L. Perea Rosselló. “El periodismo en Mayagüez”. [En línea] Accedido en: http://www.mayaguezsabeamango.com/index.php?option=com_content&view =article&id=601:el-periodismo-en-mayagueez&catid=51:historias&Itemid=78. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 59
6. Prof. José González Ginorio (1879-1944)
El profesor José González Ginorio nació en 1879. Ocupó la presidencia en dos ocasiones distintas (19191920; 1938-1940), siendo el único en nuestra historia. González Ginorio se distinguió como un prolífico escritor, autor de libros de texto de español para las escuelas públicas, historiador y masón, llegando a ocupar el puesto de Gran Maestro Masón de la Gran Logia Soberana. En 1919, la institución conoció su primera transformación administrativa, de la cual fue uno de sus arquitectos, organizando el gobierno de la Asociación como un organismo más dinámico y democrático. Fue autor de Luis Muñoz Rivera a la luz de sus obras y su vida: estudio biográfico-crítico-educativo, Las fuentes del derecho masónico y La instrucción pública en Puerto Rico: proposición, fundamentos y discusión de un nuevo plan general de enseñanza. En 1938, tras una borrascosa asamblea regresó al puesto como una figura de consenso.
7. Prof. Gerardo Sellés Solá (1887-1946)
El profesor Gerardo Sellés Solá es uno de los grandes educadores puertorriqueños del siglo XX. Su liderato y visión le llevó a ocupar importantes posiciones en el ámbito educativo en Puerto Rico, siendo la presidencia de la Asociación de Maestros de Puerto Rico una de sus labores más connotadas. Nació en 1887 en el Barrio Borinquen de San Lorenzo. Sellés Solá fue electo como el séptimo presidente de la Asociación de Maestros en 1920, puesto que ocupó hasta 1931. Su larga trayectoria como maestro y miembro distinguido de la Asociación le ha colocado como uno de los líderes más importantes en nuestra historia. Su trabajo a favor de la educación pública y el mejoramiento profesional del magisterio son sus dos de sus ejecutorias más sobresalientes. Sellés Solá fue un líder con visión y determinación. En 1925, provocó una enérgica protesta ante la posible medida de rebajar los sueldos del magisterio en un 10% para cuadrar el presupuesto de Puerto Rico. Esta ha sido una de las primeras grandes manifestaciones públicas en repudio a políticas que detrimentaban los derechos del magisterio, por los cuales tanto había luchado la Asociación desde su fundación en 1911. Sellés Solá y el liderato de la Asociación de Maestros lograron apuntarse esa 60 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
victoria, tras la presión que ejercieron. Luchó, además, para que no se acortara el año escolar. Sellés Solá logró, además, la aprobación de una nueva Ley de Pensiones en 1926, luego que el Fondo de Pensiones se agotara. Se enfrentó al Departamento de Instrucción Pública, estableciendo que era incompatible mantener un cargo en el Departamento y en la Asociación. Sin embargo, levantar el decaído espíritu al magisterio, en una época tan crítica, fue su ejecutoria más destacada fue que el magisterio comenzara a gozar de una reputación bien ganada, la cual se habían ganado con sacrificio. Sellés Solá tuvo la visión de que el respeto social y profesional tenía que gestarse desde las mismas filas del magisterio. Falleció en 1946, cuando dictaba cátedra en el Colegio de Pedagogía de la Universidad de Puerto Rico.
8. Lcdo. Fulgencio Piñero Rodríguez (1884-1944)
El Lcdo. Fulgencio Piñero Rodríguez fue el octavo presidente de la AMPR. Nació en el pueblo de Juncos en 1884. Piñero presidió en la época más convulsa de la institución. El agite político que vivía Puerto Rico durante la década del ’30 no fue ajeno a la Asociación de Maestros, desafíos que tuvo que manejar Piñero no siempre con el mayor éxito. Piñero era maestro y abogado. Fue electo a la Cámara de Representantes por el Partido Unión en las elecciones de 1914, en representación del distrito de Guayama. Sirvió durante dos términos en la Cámara, hasta 1920. En 1915 presentó el Proyecto de la Cámara 55 para “crear y sostener un fondo de jubilación y económico” para el magisterio.17 Luego de presentarse varios proyectos, Piñero fue decisivo en la aprobación de la Ley 62 de 1917 que creó el Fondo de Pensiones para Maestros, conocido hoy como el Sistema de Retiro para Maestros. En 1931 fue electo a la presidencia, sustituyendo a don Gerardo Sellés Solá. Piñero insistió en la necesidad de crear un mecanismo institucional que trabajara con la salud del magisterio. Su idea de crear un Plan de Clínicas no fue acogido en un inicio, pero la enfermedad 17 Consúltese Por la seguridad social en la jubilación: De la historia al futuro. Investigación encomendada por el Director Ejecutivo del Sistema de Retiro para Maestros, 2008, pp. 26-27. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 61
de un maestro en San Sebastián y su imposibilidad de trasladarlo a San Juan creó la necesidad que los maestros tuvieran sus propios servicios de salud, los cuales comenzaron en 1934. A la gestión de Piñero se debe que la Asociación cuente con su Programa de Servicios de Salud (PROSSAM). Bajo su incumbencia se inauguró el Templo del Maestro, en 1935, en Puerta de Tierra y se aprobaron la Bandera (1933) y el Himno (1937). Piñero se caracterizó como un hombre de ideas, quien se tuvo que enfrentar a poderosos intereses, como el Departamento de Instrucción. Fue uno de los miembros, junto a otros destacados puertorriqueños, de la Comisión Hays, que investigó la Masacre de Ponce, ocurrida en 1937. Tras varios enfrentamientos desde 1932, una facción de la Asociación, dominada por la Coalición Republicana, le acusó de ser independentista en una época histórica en que ello tiene serias repercusiones sociales y políticas. Piñero se vio precisado a renunciar en 1938. Falleció poco después, en 1944.
9. Prof. Luis Muñiz Souffront (1895-1954)
El profesor Luis Muñiz Souffront nació en Cabo Rojo el 24 de marzo de 1895. Fue uno de los primeros estudiantes en graduarse de la Escuela Normal de Río Piedras en 1914, recibiéndose de Normal. En 1928 obtuvo un Bachillerato en Artes. Fue maestro de artes manuales en San Juan, Cabo Rojo y Mayagüez; supervisor auxiliar de escuelas en Aguadilla; y supervisor de artes industriales en el Departamento de Instrucción. Entre 1936 a 1939 fue Vicepresidente de la Asociación. En 1940 retó a José González Ginorio en la Presidencia, siendo electo hasta 1949 cuando se retiró por razones de enfermedad. Muñiz Souffront representa una generación de maestros que implantaron una serie de reformas que logró repuntar la Asociación de Maestros, de ser una organización pequeña a consolidarse como institución de importancia social en el país. El énfasis en proveer mayores recursos y servicios a la Asociación logró importantes resultados como la fundación de la Revista de la Asociación de Maestros, en 1942; la compra de la finca de Hato Rey para establecer las nuevas facilidades físicas, en 1944; el Negociado de Estadísticas, en 1946; y el Negociado de Turismo, en 1947. Dio especial importan62 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
cia a la creación de la Cooperativa de Ahorro y Crédito, en 1948, hoy EDUCOOP y se comenzó la planificación del Hospital del Maestro. Una de sus mayores contribuciones al campo de la educación es su libro El problema del idioma en Puerto Rico, publicado en 1950. Este libro presenta una descripción detallada de las gestiones que acometió la Asociación de Maestros en la defensa del español como idioma de enseñanza en Puerto Rico. Muñiz Souffront falleció en San Juan en 1954. Una calle en la Urbanización Los Maestros y una escuela elemental en Río Piedras recuerdan su nombre.
10. Lcdo. Virgilio Brunet Maldonado (1901-1977)
El Lcdo. Virgilio Brunet Maldonado nació en Maricao en 1901. El mítico Hombre fuerte de la Asociación, como fue bautizado, se distinguió como maestro, abogado y orador y es uno de los responsables de la Asociación de Maestros moderna. Tras haber trabajado como maestro de escuela elemental en su pueblo natal, Brunet se vio precisado a estudiar Derecho, graduándose como abogado en 1933. Las razones que tuvo para dejar el magisterio “activo” las discutió en un famoso mensaje que dio ante la Asociación de Maestros, Del porqué dejé las filas del magisterio en servicio activo. Las consideraciones políticas en el nombramiento de maestros, a principios del siglo 20, eran tan determinantes, que él mismo, perteneciendo al Partido Republicano que gobernaba entonces, no encontró trabajo. Durante la década de 1930 fue miembro de la Junta de Directores y se destacó como asesor legal de la Asociación, brindando servicios legales a maestros. Como una de sus voces fuertes, participó del grupo que aunó esfuerzos en unir la Asociación tras la Asamblea de 1938 y en 1940, cuando Muñiz Souffront fue electo presidente, Brunet asumió la vicepresidencia. Al otro lado de la finca donde ubicaba la Asociación, en Hato Rey, estaba la Granja Brunet, la finca donde vivía Brunet, en la cual vendían productos agrícolas. En el patio de su casa discutieron proyectos importantes para el desarrollo de la Asociación y allí fue donde soñaron la fundación de una Cooperativa, de la cual fue su primer accionista. En la Asamblea Extraordinaria en el verano de 1949, donde se UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 63
aprobó la segunda reforma administrativa, Brunet asumió la presidencia interina de la Asociación. En diciembre de ese año fue aclamado Presidente, junto a Lewis Richardson, profesor de inglés de la Universidad de Puerto Rico como Vicepresidente, y José Joaquín Rivera como Secretario Ejecutivo. La generación del 40 estuvo dirigida por el carisma de Brunet, el cual utilizó para ser uno de los líderes más populistas del primer medio siglo de la Asociación. Junto a José Joaquín, lideró la planificación de la construcción del Hospital del Maestro y el nuevo Edificio de Usos Múltiples, para lo cual se valieron de una infraestructura económica sin precedentes. Brunet, además, enfrentó una férrea oposición que el calificaron, junto a sus adeptos, la Maquinaria Brunet, liderada por Harris F. Bunker y Demetrio Cartagena. El Cojo Brunet, como se le conocía por no tener una pierna, estuvo íntimamente relacionado como uno de los principales gestores de importantes leyes para el magisterio en Puerto Rico. Redactó el Proyecto de Ley que aumentaba el salario del maestro de 10 a 12 meses escolares, la Ley de los Doce Sueldos (1941). En 1943, defendió al maestro Rafael González, quien reclamaba permanencia en el puesto que ocupaba de maestro en Lares. La victoria del caso González v. Gallardo, Comisionado, sentó las bases para la permanencia del maestro en el municipio en el cual trabaja. Participó activamente en la redacción de la Ley de Retiro para Maestros, Ley 218 de 6 de mayo de 1951, la cual derogó la Ley de Pensiones de Maestros, aprobada originalmente en 1917. En 1951 fue electo miembro de la Convención Constituyente que tuvo a cargo la redacción de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, junto a otros dos maestros: Dr. Ramón Mellado Parsons y don Juan Alemañy. Brunet sirvió como Presidente hasta el 2 de septiembre de 1956, cuando le sustituyó su vicepresidenta, María Arroyo. Continuó siendo Asesor Legal de la institución y una de sus figuras principales hasta la década de 1960. Falleció en San Juan en 1977. Un busto recuerda su memoria en la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Asociación de Maestros (EDUCOOP).
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11. Dra. María Arroyo de Colón (1903-1992)
La Dra. María Arroyo de Colón nació en Comerío en 1903. Realizó una maestría en Estudios Hispánicos en 1946 con una tesis sobre el poeta Virgilio Dávila que fue publicada bajo el título de Virgilio Dávila: vida y obra, en 1964. Fue autora, además, del libro Las “Canciones Escolares” de Braulio Dueño Colón. Fue Superintendente de Caguas. En 1956, sustituyó a Demetrio Cartagena en la vicepresidencia de la Asociación, siendo la primera mujer en haber ocupado este puesto. Un dato casi irónico cuando el magisterio en Puerto Rico es, desde sus inicios, mayoritariamente compuesto por mujeres. Ese mismo año se convirtió en la primera mujer en ocupar la Presidencia de la institución magisterial más grande del país. Su fuerza y carácter lograron imprimirle un rasgo característico a su presidencia, la cual no estuvo exenta de controversias, principalmente con el Departamento de Instrucción. Doña María, baja de estatura y siempre ataviada de sus típicos sombreros, ejerció su poder en medio de múltiples desafíos. Un año después de haber sido electa, comenzaron a aflorar tensiones entre las relaciones de doña María y el Secretario de Instrucción, Efraín Sánchez Hidalgo. El grupo opositor a la Maquinaria Brunet, aunque continuó tomando como su principal objetivo a Brunet, también atacó la presidencia de Arroyo, actos que provocaron amplia difusión periodística en Puerto Rico. A pesar de esto, María Arroyo fue ícono del magisterio y del servicio público. Como Presienta, le correspondió inaugurar el Hospital del Maestro, en 1959, y el Edificio de Usos Múltiples, en 1960. Renunció a la presidencia en 1968, poco antes de ser electa Senadora por Acumulación por el Partido Popular Democrático, puesto en el cual sirvió hasta 1972. En el Senado presidió la Comisión de Instrucción Pública. Posterior a su servicio como Senadora, fue miembro del Consejo de Educación Superior. Falleció en 1992.
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12. Dr. Modesto Rivera Rivera (1897-1982)
El Dr. Modesto Rivera Rivera nació en Carolina en 1897. Dedicó su vida profesional a la docencia universitaria, donde impartió cursos en el Colegio de Educación de la Universidad de Puerto Rico. Obtuvo una maestría en 1946 en Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico sobre el escritor Manuel A. Alonso, trabajo que publicó más tarde la Editorial Coquí bajo el título de Concepto y expresión del costumbrismo en Manuel A. Alonso Pacheco en 1966. En 1952, completó un Doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México, también, sobre Alonso. Dictó conferencias sobre el modernismo y la prosa en el Ciclo de Conferencias de Literatura Puertorriqueña del Instituto de Cultura Puertorriqueña y colaboró en la publicación de material didáctico para los cursos de español del Departamento de Instrucción. Fue miembro de la Junta de Directores de la Asociación desde la década de 1940. En 1956, cuando María Arroyo fue electa presidenta, don Modesto fue electo como Vicepresidente, puesto que ocupó hasta 1968 cuando fue electo décimotercer presidente de la institución. Se mantuvo solo tres años en la posición, luego de haber enfermado de salud. Se distinguió como uno de los Presidentes de mayor conciliación y consenso. Falleció en 1982. Poco después, una escuela elemental en su pueblo natal recuerda su gesta.
13. Prof. José Eligio Vélez Torres (1919-2002)
El profesor José Eligio Vélez Torres nació en Lares en 1919. Estudió un Bachillerato en Educación en el Instituto Politécnico (Universidad Interamericana, Recinto de San Germán). Trabajó como maestro de inglés y educación física. Luego, completó una Maestría en Administración y Supervisión, también, de la Universidad Interamericana. Fue, además, director y superintendente de escuelas, en San Juan y Río Piedras. José Eligio es uno de los personajes más sobresalientes del ámbito educativo puertorriqueño de la segunda mitad del siglo 20. Durante 30 años presidió la Asociación, implantando una serie de iniciativas y reformas, tanto en la institución como en la educación pública. En 1971 fue electo al cargo, sucediendo a Modesto Rivera, convirtiéndose en el decimocuarto presidente. Bajo su presidencia se creó 66 v UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA
la Oficina de Relaciones Públicas, la Oficina de Servicios al Asociado y el Programa de Coordinación, el cual comenzó en 1974, con el fin de brindar servicios a los socios directamente a través de coordinadores en las escuelas. Además, se creó el Periódico Vocero Informativo y ASOMA, medios de comunicación que se utilizaron para difundir la gestión de la Asociación. Falleció en 2002. Le sobrevive su viuda, la Profa. Ivette Castro de Vélez y sus tres hijos, Michel, Luis Orlando y José Eligio, además de sus dos hijos mayores, Juan José y Juana Paula.
14. Profa. Aida Díaz de Rodríguez
En los últimos 10 años, Aida Díaz de Rodríguez ha presidido la Asociación de Maestros de Puerto Rico, institución a la cual le ha dedicado sus esfuerzos profesionales en las últimas tres décadas y media. Maestra de ciencias y ecología familiar y nutrición, se destacó en la Asociación de Maestros por la creación de programas de liderazgo y desarrollo profesional para maestros, así como en la implantación de estrategias sindicales en Puerto Rico como parte de los trabajos desarrollados por la National Education Association (NEA). Tras un breve tiempo fuera de la institución, retomó las riendas de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Asociación (EDUCOOP) en 1987, convirtiéndose en su Directora Ejecutiva. En 2000, fue electa Vicepresidenta de la Asociación de Maestros, y un año más tarde, en la Asamblea Anual de 2001 fue electa como la 15ª maestra al mando de la institución, siendo la segunda mujer en un siglo de historia. Ha escrito columnas periodísticas sobre temas educativos y ha realizado presentaciones en múltiples foros públicos. Su presentación más reciente, el 18 de julio de 2011, fue el mensaje Muñoz Rivera: guía para construir el Propósito Nacional de Puerto Rico, que pronunció al ser invitada como Oradora Principal en los actos del 152º Natalicio del prócer Luis Muñoz Rivera, en Barranquitas, donde presentó importantes planteamientos sobre la educación y el país que fueron ampliamente reseñados por los medios de comunicación y las redes sociales. Está casada con el Prof. Eusebio Rodríguez y tiene una hija, Yarimir Rodríguez Díaz. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 67
Vicepresidentes
William Ortiz, a la derecha, en uno de sus gestos característicos. Le acompaña el Lcdo. Rafael Nadal.
Awilda Aponte Roque
1911 – Arturo Rubio 1911-1913 – Domingo Aponte Collazo 1913-1914 – Eugenio Lecompte y Domingo Aponte Collazo 1914 – Santiago Negroni 1914-1917 – Domingo Aponte Collazo y Julio D’Acosta 1917 – Santiago Negroni 1920-1930 – Fulgencio Piñero 1930-1940 – Luis Muñiz Souffront 1940-1949 – Virgilio Brunet 1949-1953 – Lewis Richardson 1954-1956 – Demetrio Cartagena 1956 –María Arroyo de Colón 1956-1968 – Modesto Rivera 1968-1971 – Camilo Domínguez 1973-1974 – Ramón A. Cruz 1974 – Judith Rodríguez, Interina 1974-2000 – Eugenio del Valle 2000-2001 – Aida Díaz de Rodríguez 2002-2010 – William Ortiz Ramírez 2011 – Víctor M. Bonilla Sánchez
Directores Ejecutivos
1949-1963 – José Joaquín Rivera Firpi 1963-1973 – Agustín García Estrada 1973-1984 – Awilda Aponte Roque 1985-2002 – Nancy Bosch Lugo 2002-2010 – Reyes E. Rodríguez Rivera 2010-2011 – Henry Rivera Beras 2011 – Dr. José Luis Vargas Vargas
Nancy Bosch Lugo
Premios institucionales Premio José Eligio Vélez
2002 • Prof. Eugenio del Valle 2003 • Prof. Diego F. Hernández 2004 • Prof. Awilda Aponte Roque 2005 • Prof. Gilberto Rivera Ortiz 2006 • Lcdo. René Muñoz Padín 2007 • Prof. Emeritus Nilda García Santiago 2008 • Prof. Celeste Benítez 2009 • Prof. Ana Delia Flores 2010 • Prof. William Ortiz Ramírez 2011 • Prof. Clemente Llovet Martínez
Ana Delia Flores con su hija, la Dra. Antonia Coello de Novello
Medalla Rafael Cordero
2002 • Dr. Enrique A. Laguerre Vélez 2003 • Dra. Juana A. Méndez Meléndez 2004 • Dra. Victoria Espinosa 2005 • Profa. Rafaela Brito Vda. de Balladares 2006 • Dr. Ángel Luis Ortiz Dr. Enrique Laguerre firma el libro de Socios de Honor 2007 • Prof. Emeritus Nilda García Santiago 2008 • Post mortem, Prof. Fernando Denis Stevenson 2009 • Prof. Judith Rodríguez Quiñones 2010 • Prof. Nancy Bosch Lugo
Aida Díaz reconoce a Doña Rafaela Balladares y el pintor Antonio Maldonado
Subdirectores Ejecutivos y Directores Asociados
Henry Rivera Beras
Reyes E. Rodríguez
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1949-1963 – Agustín García Estrada 1963-1967 – Ramón Quiñones 1967-1968 – Santiago Mejías 1968-1973 – Antero Solís Lazú 1973-1985 – Héctor Delgado Ruiz 1985-1996 – Clemente Llovet Martínez 1996-2002 – William Ortiz Ramírez 2002-2010 – Víctor M. Bonilla Sánchez 2011 – José Luis Vargas Vargas
La Profa. Nilda García Santiago (1931-2012) recibe la medalla Rafael Cordero y el premio José Eligio Vélez en 2007. Le acompañan, de izquierda a derecha, Ivette Castro de Vélez, José Eligio Vélez Castro, Reyes E. Rodríguez, profesora Nilda García Santiago, William Ortiz y Aida Díaz.
María Cristina Martínez, Judith Rodríguez y Aida Díaz. UN SIGLO DE LuCHA EDuCATIVA v 69