Boletín No. 35
Abril de 2017
BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE TERAPIA FAMILIAR, A.C. Los peligros del Lenguaje | De la venerable catedral a las codiciadas capillitas | Grupo de Estudio de Casos | Próximos Eventos
EDITORIAL La actual mesa directiva de la AMTF mantiene un compromiso firme y efectivo con la incorporación del género, las masculinizadas y la diversidad sexual como hitos contemporáneos para el ejercicio y la formación en psicoterapia sistémica, motivo por el cual, constantemente nos preguntamos cómo incorporar dichas categorías al dialogo con quienes nos consultan y cómo pensar las hipotetizaciones desde una mirada crítica e inclusiva. Es así como este boletín nos invita a preguntarnos ¿qué opinan las y los terapeutas familiares y de pareja respecto a las categoría “género”? Tomamos como puerta de entrada una nota que hace un par de semanas fue viral en redes sociales: El mortal accidente en Av. Reforma y Lieja, donde el abuso del alcohol y el volante cobraron, como cada día, cuatro vidas, pero solo una de ellas fue motivo de violencia postmortem: Karla Saldaña Sanchez, quien estuvo en medio de un enorme juicio mediático. Les dejamos estas reflexiones las cuales esperamos generen opiniones de qué pensamos como personas sobre las premisas de género y cómo incorporamos en la terapia esa categoría. Hugo Gómez Hernández Editor amtfboletin@gmail.com
LOS PELIGROS DEL LENGUAJE Leticia Muñoz Arreola
La tragedia automovilística ocurrida sobre Reforma el pasado 31 de marzo genero un fuerte impacto en la sociedad mexicana, produciendo múltiples opiniones desde diferentes ámbitos las cuales apuntan a concluir sobre los hechos. El acceso a captar segundo a segundo los hechos, la posibilidad de difundirlo de manera masiva ha sido algunos de los principales elementos que abonaron al impacto de este suceso; a la par de las “investigaciones realizadas por medios de comunicación” que abrieron una puerta hacia una serie de elementos presentes en esta historia, a partir de los cuales se han armado diferentes versiones sobre los hechos, en ese sentido es que esta reflexión busca ampliar la mirada e incluir elementos en dichas versiones que abonen a ampliar el panorama. Aunque la noticia podría resumirse en un accidente automovilístico que concluyo en la muerte de 4 personas debido al consumo de alcohol; la realidad es que eso dejo de ser lo más importante, para centrarse particularmente en una de las mujeres que tripulaban el automóvil, Karla. Lo que se destaco de ella, fueron aspectos referentes a su vida de pareja, que se había casado de manera civil, que esa noche había estado fuera de casa sin pareja y en compañía de otro hombre e ingiriendo alcohol. A partir de revelado las redes sociales se invadieron por comentarios sobre juicios sobre “las acciones de Karla”, sobre lo merecido de su muerte, la liviandad de sus cascos, la falta tan grave de salir sin permiso y sin avisar, sobre todo sin su hombre y claro que lo distraído de su moral; generando así una campaña de linchamiento moral hacia Karla y todas las mujeres que puedan tener tales ocurrencias. 1
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¿Por qué en un país de lords, ladys, historias inverosímiles de omisión de la justicia, creatividad infinita para la corrupción vale la pena escribir al respecto? ¿Por qué mover el énfasis de Karla, el accidente y hablar sobre los medios y todxs aquellxs que opinaron al respecto? La primer razón es el contexto de violencia tan agravado que vive nuestro México, el cual es producto de múltiples situaciones y no solo de explicaciones simples como el gobierno corrupto o la invasión del narco. Entre estos elementos es importante mencionar que todos contribuimos en el día a día a la construcción de la sociedad que habitamos; en ese sentido la violencia puede manifestarse desde nuestros pensamientos respecto a los otrxs, la relaciones que establecemos, nuestras familias, colonias, comunidades, etc. Al pensar desde esta dimensión podemos pensar el caso de Karla como un vertedero en el cual la violencia de género se manifestó en gran expresión. Pero, ¿qué es la violencia de género? Al pensar en este termino entenderemos un tipo de violencia que puede ser física, psicológica o simbólica la cual se ejerce contra un grupo de personas por no cumplir con las conductas, actitudes, roles, estereotipos que se espera de ellos en base a su género. ¿Qué ideas sobre lo que implica ser mujer, hay detrás de los comentarios vertidos sobre el hecho de que Karla estuviera de fiesta, en la noche, sola o más bien sin su esposo, ¿qué hay detrás de adjetivos como zorra, cascos ligeros, etc.). La construcción de mujer parece estar ligada al espacio de la casa, a salir en las noches en compañía de su pareja o al menos con su permiso, es pensar a una mujer que solo puede ser seducción y desde ahí establecer relaciones con los otros hombres. Es pensar que la sexualidad de una mujer debe vivirse de una forma determinada y única; y que todo lo externo a esa delimitación es malo, negativo y merece ser castigado. Las consecuencias de construir la idea de ser mujer desde esos vértices es desarrollar a la par una mirada de juicio que busque a todxs aquellxs que salgan de la norma para señalar, castigar y enjuiciar. Es de igual forma el construir una limitada imagen de las múltiples posibilidades desde donde se puede vivir el ser mujer; es negar la diferencia y poner 2
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cánones de comportamiento, conducta y pensamiento que no registran la realidad de quienes habitan el mundo, lo cual se ejemplifica en pensar que Karla se merecía morir por no comportarse como “debía hacerlo” Pero sobre todo es fomentar prejuicios que alimentan ideas de violencia, subordinación y opresión a las mujeres, lo cual en nuestro país nos ha llevado a ser el segundo país en Latinoamérica donde se comenten 6 feminicidios al día. Y si, aunque pensar en feminicidio es hablar del extremo más crudo, cruel y voraz de la violencia a la que las mujeres estamos expuestas no podemos negar que los feminicidas se forman escuchando ideas y comentarios sobre lo que implica ser mujer y es justo desde ahí donde encuentran los argumentos para acabar con la vida de las mujeres. Por otro es alimentar las ideas de que la conducta de las mujeres les da acceso a la vida o a la muerte, a la seguridad según lo hagan, quitando el peso y las responsabilidad en el resto de los actores sociales. Son justo estas ideas las que sustentan campañas en las que promueven que las mujeres se cuiden y no aquellas en las que se re-educa a los hombres y al resto de la sociedad. En el caso del choque de Reforma, se deja de mirar la carencia que tenemos a nivel social respecto al manejo del alcohol, a la necesidad de dispositivos reales que mantengan la seguridad vial, a preguntarnos ¿dónde estaba el alcoholímetro?. En fin tantas cosas que podrían mirar pero considero que lo primordial es pensar que el lenguaje que usamos para describir los hechos y situaciones que nos rodean abonan a crear realidades y bajo ciertas perspectivas, por lo que es importante asumir esa responsabilidad y antes de emitir juicios, pensar que valores, ideas, modelos estamos dispuestos a sustentar y apoyar. Finalmente aunque no hayamos experimentado la violencia o aun no hayamos detectado la violencia de género que hemos sufrido en nuestra cotidianidad, no olvidemos que todxs somos Karla, expuestos a que en cualquier momento seamos victimas del crimen, la delincuencia, las redes sociales o al menos de un juicio implacable de nuestro accionar; por lo que hacer una trinchera desde el lugar que habitamos el mundo que abone a repensar la forma de relacionarnos, que cuestione y amplié la posibilidad de ser más allá del ser mujer u hombre; o que al menos ayude a visibilizar el como contribuimos o sostenemos la violencia que nos invade puede ser lo que contribuya a crear un entorno de seguridad para todxs. Leticia Muñoz Arreola es maestra en terapia familiar sistémica egresada de la Facultad de Psicología. Psicoterapeuta feminista y conductora del programa de radio “Gafas Violetas” que se trasmite todos los martes por internet a través de la liga: https://www.facebook.com/gafasvioleta/
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DE LA VENERABLE CATEDRAL A LAS CODICIADAS CAPILLITAS Julio César Lugo Hurtado
“Gracias a ti Vivianita. Y si alguna vez te he hecho sufrir por culpa de éste carácter tan disparejo que Dios me ha dado, ahora te pido perdón porque no te merezco Viviana, no te merezco…” Decía Don Cruz Treviño Martinez de la Garza con total veneración y absoluto respeto a la abnegada e inmaculada Vivianita. Ambos personajes, iconos de una cultura nacionalista que por generaciones han sido parte del imaginario colectivo de las relaciones de pareja (permeadas siempre por un largo rosario de premisas patriarcales) donde para los varones es lícito decir: “Usted mi reina, es mi mera catedral. Las demás son solo capillitas” Pero detrás de ésta historia de amor romántico se vuelve indispensable hablar precisamente de las “capillitas” de esas mujeres que por la razón que sea incumplen con el altísimo estándar impuesto por dicha cultura patriarcal que entre sus consensos y premisas excluye y discrimina, etiqueta y estigmatiza a aquellas mujeres que no merecen ni merecerán aspirar siquiera a convertirse en “la mera catedral” conformándose a ser fichadas como simples capillitas. “Búscate otro, al cabo nunca te ha faltado quién, ni te faltará. Pa’ lo que sirves, pos sirves bien” le dice Silvano (hijo de don Cruz) a una de sus enamoradas. Y es éste mismo sujeto quién completa el cuadro, un hombre que ha sido criado para ser muy macho, pero no tanto como su padre. Padre e hijo van por la vida buscando capillitas, de esas que “pa’ lo que sirven, pos sirvan bien”, construyendo entonces una trama de doble moral donde se denigra a esas mujeres que no pueden ni podrán aspirar a ser catedrales pero por la calle se les busca y codicia para ser usadas y posteriormente despreciadas. Por otro lado dentro del hogar, se seduce, se venera y se rinde tributo a la mera catedral, para después poderla humillar, engañar y al final también usar. Son justo los discursos de esta doble moral los que nos ocupan en este espacio de reflexión y lo anterior nos sirve como pretexto, como botón de muestra (siendo además una historia que todos conocemos, la de la época dorada del cine o la de la vida real). Pues hombres y mujeres hemos crecido en un mar de premisas de género construidas desde la masculinidad hegemónica donde las mujeres (o quizá solo el cuerpo de las mujeres) son objeto de un deseo tan frenético, vulgar y brutal como piropo de albañil (lease también como piropo callejero), pero por otro lado las mujeres también pueden ser (o quizá solo la imagen materno-virginal) objeto de la más ferviente veneración. Porque al final “Todas son unas putas menos mi mamá y mis hermanas” versa el axioma de la masculinidad hegemónica y patriarcal. En los últimos años, los estudios de género han profundizado enormemente en el análisis de las relaciones entre hombres y mujeres, haciendo hincapié en las relaciones de poder y las diversas manifestaciones de la identidad sexual, pero principalmente lo han hecho a través de la deconstrucción de la feminidad, pues partimos de una realidad donde histórica, social y culturalmente lo femenino se ha construido como lo diferente, como lo otro, como lo complementario, a veces casi por añadidura como lo inferior, abriendo la posibilidad de reflexionar acerca de la masculinidad. Pudiéndose esclarecer que las relaciones que establecen hombres y mujeres se basan en un sistema de
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relaciones sociales, políticas y culturales denominado “Sistema Patriarcal” en el cual estamos inmersos todos y todas. De tal suerte que considerando dicho sistema como el quiasma donde convergen lo masculino y lo femenino tanto hombres como mujeres participamos de la doble moral de la que hablábamos en líneas anteriores donde no sólo los varones desdeñan y devalúan a aquellas mujeres que no alcanzan el estándar (según el imaginario colectivo) para ser venerables, aunque predominantemente es una práctica de varones, también otras mujeres quienes se vuelven sensores, quienes puntualizan y señalan a aquellas otras mujeres que se salen, por decisión o por omisión, del estándar de la mujer sumisa, abnegada y virginal. Según el diccionario de la real academia de la lengua española misoginia se define como “aversión a las mujeres y procede del griego miso- “odio” y gyne “mujer”. Pero, desde la doble moral de una cultura nacionalista y patriarcal ¿aversión a qué tipo de mujeres? Desde ésta misma doble moral: ¿Cómo participamos de dicha posición ideológica? Cuando una mujer muere en un trágico accidente de tránsito y hay gente que en lugar de reflexionar sobre el exceso de velocidad y el alcohol, pone el énfasis en que: “una mujer comprometida no tendría nada que hacer en el auto de un desconocido y mucho menos sin su prometido”, “es una zorra”. O Cuando en el Oriente del Estado de México arrojan en un páramo el cuerpo sin vida de una mujer que llevaba 5 años desaparecida y hay gente que sentencia: “por como iba vestida parece que andaba de prosti”. Se vuelve necesario reflexionar si ésta posición ideológica que llamamos misoginia será acaso un desprecio generalizado hacia las mujeres que no son nuestras madres. Cómo el piropo vulgar convierte en “mujeres de segunda” a aquellas que no se visten o comportan “como mujeres decentes” o cuyos cuerpos “incitan” a violadores a ultrajarlas aunque después éstos aleguen “que no disfrutaron al tocarlas”. Reflexionemos pues sobre cómo a través del lenguaje, las premisas de género y los sistemas de creencias en general se ha construido esta brecha entre las “capillitas" que están allí para ser acosadas, para usarse, para señalarse, para desecharse, y las venerables “catedrales”. Cómo a través del lenguaje discriminamos entre las mujeres que “pa´lo que sirven pos sirven bien” y aquellas buenas mujeres que no merecemos… reflexionemos sobre el amor romántico y cómo tanto hombres y mujeres participamos de ésta violencia y sus manifestaciones. Julio Cesar Lugo Hurtado es maestro en terapia familiar egresado del instituto Crisol de Terapia Familiar, con una gran influencia construccionista, se desempeña en el área del tratamiento de las adicciones desde la mirada sistémica y la inclusión de las masculinidades.
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PRÓXIMOS EVENTOS
Asociación Mexicana de Terapia Familiar, A.C. Indiana #78. Colonia Nápoles Benito Juárez, CDMX Teléfono: 56580146 Horario atención: lunes, martes y jueves de 10am a 4pm www.amtf.com.mx Correo: amtf_56@yahoo.com.mx amxterapiafamiliar@gmail.com
Como cada año el Instituto Crisol de Terapia Familiar nos invita a su Practicum 2017. Luego de que en 2016 logró colocarse a la vanguardia como el primer instituto mexicano que colabora en la formación de terapeutas sistémicos en temas de diversidad sexual e identidad de género, este año trae para nosotros los conocimientos y experiencia clínica de Lois Braverman quien desde el Instituto Ackerman de NY ha desarrollado un proyecto interdisciplinario para el tratamiento de las crisis psicóticas, no necesariamente esquizofrénicas y/o bipolares, incluyendo a la terapia familiar desde el principio. Basado en lo colaborativo y la resilencia, además de lo sistémico, han mejorado la recuperación y evitado las recaídas. En breve lanzaremos una trivia para ganarte una beca del 50% así que regulariza tu inscripción, reúne un grupo de colegas y asiste al practicum. Informes e inscripciones: 5598 8647 http://institutocrisol.org/course/maestrias/maestria-enterapia-familiar/
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