“Educación de ciencias basadas en la indagación” A menudo ocurre que la comunicación entre profesores y alumnos no es más que una transferencia de la información existente en los libros o bases de datos, que les produce a los estudiantes tal aburrimiento que alejan las clases de ciencia de sus intereses y de sus vidas, a pesar de que hacen un uso cada vez más frecuente de instrumentos con alto contenido tecnológico. Para evitar esto, las clases de ciencia deberían estar en manos de maestros que entienden los principios básicos que la rigen, que sean capaces de estimular la curiosidad de los niños y que contribuyan a desarrollar sus habilidades de experimentación con la finalidad de que los niños puedan aclarar sus dudas por sí mismos, apoyados en experimentos elaborados con material didáctico sencillo y bien estructurado, lo cual facilite la actividad docente y el aprendizaje esperado. Como respuesta a la educación tradicional, en los años sesenta del siglo pasado se desarrolló un método pedagógico cuya base es la investigación, que actualmente en ciencias ha tomado el nombre de ‘Educación en Ciencias Basada en la Indagación’ (ECBI). Este tipo de pedagogía fue presentada por primera vez en 1910 por Dewey2. “La ECBI empieza con formadores que tengan una base sólida científica y que puedan capacitar a los maestros”