Cualquier Cadáver,
literatura de las víctimas
Dos inquietantes y uno de brujas
Para los familiares de víctimas, no hay estadísticas, lo único que importa es que su hijo, su hermano, su padre fue asesinado. No puede ser cualquier cadáver: Geney Beltrán Félix
Sí: Poe aquí, Lovecraft allá; cambiemos ya de giro, ¿quiere? Hay más para aterrorizar; 'Tenga para que se entretenga', de Pacheco; 'La cena', de Reyes; y para los niños: 'Las brujas', de Roald Dahl
Ricardo Bonilla Págs 6 y 7 VIERNES 31 DE OCTUBRE DE 2014
Daniel Azdar Pág 8 SUPLEMENTO CULTURAL
Comunicante
La muerte, esa fiel compañera ¿Qué es la muerte sino la única certeza? Apenas llega el hombre a la vida, ya es culpable de existir; y desde ese primer momento la muerte ya espera. Viene o le llaman. La muerte elegida -el suicidio- y las letras han estado íntimamente ligadas. Hay modos y maneras de morir Por: Juan L. Simental
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El muro, a 25 años de distancia “The ones who really love you walk up and down outside the wall”, “Outside the wall” Pink Floyd
“Los que realmente te aman suben y salen fuera de la pared”, quizá porque la vida está en otra parte y saltan a su encuentro. Vivían en las tinieblas y buscan la luz. También hay otros, aquellos que trepan la pared y se adentran en el reino lúgubre que circunda el Muro. Esos tales son aquellos
que te buscan porque, tal vez, aún estás adentro, perdido en la pregunta fundamental: ¿qué hay al otro lado del Muro? Así lo hicieron tantos y en ello dejaron la vida, por eso es que hay nombres grabados y hay cruces y memorias, y el dolor de la patria dividida en dos y vidas segmentadas y queren-
cias y añoranza. Así fue Alemania más de 25 años atrás. Pero el mal no dura cien años. El 9 de noviembre de 1989 el Muro fue quebrantado. Las entrañas del monstruo nazi fueron heridas para siempre. Entonces nació la historia. A 25 años de distancia la memoria es testimonio. Allí hubo
vidas y esperanzas que no pudieron contener ni las balas ni los perros ni los alambres de púas. El Muro no sería para siempre: “¡Berlin wird mauerfrei!”: “¡Berlín se librará del Muro!”. (Grafiti en la zona de Potsdamer Platz; artista desconocido). Y así fue.
“La vida es sueño”, dijo Calderón de la Barca. Y tal vez lo es y lo será mientras el soñador no interrumpa su sueño. (Foto: Laura Alemán)
La Efeméride El 6 de noviembre de 1970 murió Agustín Lara. Quizá por su talento innegable como compositor es que La Diva, María Félix (la María bonita), fue su mujer. El romance terminó cuando él (sí, ¡él!) le fue infiel a la mujer más bella de México.
El 11 de noviembre de 1928, nació en Panamá el escritor mexicano Carlos Fuentes: “qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que amamos”.
Director Editorial / Juan Lorenzo Simental
Editor / Ricardo Bonilla
Nomás por hablar de algo…
E
l 3 de noviembre de 1957, la URSS lanzó el “Sputnik 2” con la perra “Laika” (“ladradora”) a bordo, el primer animal en el espacio. Lo que no se dijo sino hasta el 2002 fue que “Laika” “murió apenas horas después del lanzamiento a causa de sobrecalentamiento de la cápsula. (Wikipedia). Editor / Daniel Azdar
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Diseño / Grupo Editorial HADEC
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“El hombre siempre muere antes de haber nac
La muerte, e
Cuando tengas ganas de morirte esconde la cabeza bajo la almohada y cuenta cuatro mil borregos.
Juan L. Simental
Quédate dos días sin comer y veras que hermosa es la vida: carne, frijoles, pan. Quédate sin mujer: verás. Cuando tengas ganas de morirte no alborotes tanto: muérete y ya. Jaime Sabines
¿Qué es la muerte sino la única certeza?
A
penas llega el hombre a la vida y se hinchan sus pulmones con la primera bocanada vital, recién parido entre sangre y placenta, volcado en llanto y mocos, desterrado del amniótico líquido esencial –el paraíso de los inocentes-, en el acto simbólico del corte del cordón umbilical, ya es culpable de existir. La sentencia inapelable: la extinción. Es el momento primero, y es la primera e irrenunciable verdad: la muerte que paciente ya espera. Pero hay modos y maneras de morir. Su inevitabilidad entraña, al menos, ciertas posibilidades para existir y distraer la guadaña. ¿Qué sería de la vida si no existiese
ELLAS DECIDIERON MORIR La muerte elegida, el suicidio, y las letras han estado íntimamente ligadas; en el caso de las mujeres no es la excepción. Ellas son algunas poetas que decidieron dejar la vida antes de tiempo. Safo de Lesbos (+ 580 a.C.)
se tiró al mar por el rechazo de un hombre. Es la primera mujer poeta de la que se tiene noticia que optó por el suicidio: “esa serpiente que otra vez me intranquiliza... dulce, amarga e invencible”.
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tal privilegio? El mexicano, por ejemplo, ha elegido el modo festivo, la burla; ese entendimiento tragicómico y cotidiano de la muerte como una especie de compañía a la que, por más que se quiera, no se podrá evitar. Por eso, mirarla con un cierto divertido desdén es un remedio contra el terror –íntimo y no siempre aceptado- de abandonar el mundo de los vivos. Afirmaba Octavio Paz que “la indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida”. Puede ser. Quizá es que haya cosas mejores por hacer que pensar que un día todo esto se va a acabar… pero puede no ser también. Y es que morir es, en esencia, ausentarse de
María Polydouri
(+29 de abril de 1930), que se suicida muy joven, a los 28 años, con morfina: “y poco a poco en la oscura quietud, se apagarán también nuestras palabras y el postrer pensamiento”.
Alfonsina Storni
(+25 de octubre de 1938), se metió en el Mar del Plata. Padecía un cáncer: “tengo el presentimiento que he de vivir muy poco”.
Sylvia Plath
(+11 de febrero de 1963), se suicida a los 30 años, dejando a dos niños menores, por el abandono de su esposo, un poeta mujeriego que se va con otra mujer: “papá hubiera querido matarte, pero moriste antes de que tuviera tiempo”.
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acido por completo”, Erich Fromm
esa fiel compañera todo y quién tiene el valor de abandonar las cosas queridas: los abrazos, los besos, las palabras amorosas, las presencias transformadas en añorada cercanía; los libros, ciertos lugares, las soledades elegidas; caminar descalzo, mirar el cielo de noche y tirarse al sol… ¿quién es capaz de renunciar a lo que ama porque irse al lugar del que nunca se vuelve tiene una hora y tiene un día? Dice la bienintencionada recomendación: vive cada día como si fuera el último. Pero ¿qué haría el hombre –esa pequeña y finita creatura- si le fuera concedida la revelación de tal verdad? Las buenas razones para no temer abundan:
“la muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”, dijo Antonio Machado; casi igual Epicuro de Samos: “la muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo”; o para Michel de Montaigne: “la muerte no os concierne ni vivo ni muerto: vivo, porque sois; muerto porque ya no sois”. Dijo Benedetti: “después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”. Existe también el debate, ¿qué es la muerte? “La muerte es el comienzo de la inmortalidad”, según Robespierre; “no me preocupa la muerte, me disolveré en la
nada”, dijo Saramago. Para otros, como el mismo Benedetti, es un asunto trágico: “la muerte es una traición de Dios”. Y para unos más se trata de algo que sucede y más vale tomarle cierta distancia: “no le temo a la muerte, solo que no me gustaría estar allí cuando suceda”, Woody Allen. La muerte, pues, es la única posibilidad certera. Sea mientras tanto la vida, la celebración constante de ser el sueño de alguien que nos sueña. Un día será el despertar. Que al final del camino haya una certeza y razón para el consuelo: valió la pena vivir. Y al fin y al cabo, como dijo Marco Aurelio: “morir no es otra cosa que cambiar de residencia”.
Miyó Vestrini
Violeta Parra
(+29 de noviembre de 1991).
(+5 de febrero de 1967), se suicida luego del rechazo amoroso de un hombre treinta años menor que ella: “gracias a la vida que me ha dado tanto”.
En su poesía la muerte nunca permanece oculta, escribiendo sobre el suicidio de forma abierta, con desparpajo e incluso con frivolidad: “el primer suicidio es único. Siempre te preguntan si fue un accidente o un firme propósito de morir”.
Alejandra Pizarnik
Martha Kornblith
murió por sobredosis de pastillas para dormir a los 36 años: “yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla”.
fue una de las “mujeres malditas”; se suicidó arrojándose al vacío desde un quinto piso: “esta es mi lógica interna: suicidarme se ha convertido en mi divertimiento, mi vocación”.
Anne Sexton
María Mercedes Carranza
se puso el abrigo de piel de su madre, se quitó sus anillos, se sirvió un vaso con vodka, se encerró en el garaje, y encendió el motor de su automóvil, suicidándose por intoxicación por monóxido de carbono: “morir es un arte, como todo. Yo lo hago excepcionalmente bien”.
tras meses de angustia por el secuestro de su hermano, decidió suicidarse con una sobredosis de antidepresivos: “no más amaneceres ni costumbres, no más luz, no más oficios, no más instantes. Solo tierra, tierra en los ojos”.
(+25 de septiembre de 1972),
(+4 de octubre de 1974),
(+ 29 de mayo de 1997),
(+ 11 de julio de 2003),
FUENTE: Las poetas suicidas por mal de amores, arquetipo de “la amante rechazada”, Rosol Botello. VIERNES 31 DE OCTUBRE DE 2014
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“No hay receta para superar un duelo…
menos por violencia”
Geney Beltrán Félix
Cualquier Cadáver, literatura de las víctimas Por: Ricardo Bonilla
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a creación del altar de muertos anuncia el comienzo de una celebración que ha traspasado generaciones, desde el México prehispánico al contemporáneo. Honrar a los santos difuntos este 2 de noviembre es uno de los rituales con mayor arraigo en la población. Desde poner la mesa para recibir a quienes ocuparon un lugar en el mundo de los vivos, con alimentos, bálsamos y diferentes elementos que simbolizan su regreso, hasta llevarles flores a los cementerios. Pero muchos no regresan, siguen desaparecidos a causa de la violencia en México. Para unos, significan números, estadísticas; para otros, sepulturas que acompañarán siempre a familias que afrontan un duelo irrenunciable, casi perpetuo. Por sus efectos, ha transformado la vida de
los mexicanos, ejerciendo una desbordada influencia. La literatura no ha escapado a este fenómeno, los temas del narcotráfico y delincuencia organizada también se han apoderado de las obras literarias en los últimos años. El narcotraficante famoso, el victimario, los delitos, las estadísticas son sus protagonistas. Pero. ¿Qué pasa con la víctima y sus familias? ¿Cómo superan ese duelo por la pérdida de un ser querido a causa de la violencia?
No son solo estadísticas Cualquier Cadáver, la segunda novela del escritor, editor, traductor, ensayista, crítico literario y novelista mexicano, Geney Beltrán Félix, ha sido una de las pocas obras que va VIERNES 31 DE OCTUBRE DE 2014
más allá de este escenario que aún persiste en México. “La literatura de los grandes capos, de los narcos, se ha registrado mucho con personajes o gente muy vinculada con la violencia, pero ha faltado la literatura de las víctimas”, expresa. Para el escritor originario de Tamazula, Dgo., no hay registros de la violencia y su repercusión emocional; resulta difícil medir la intensidad del duelo en las personas que han perdido un familiar por la violencia. “No es lo mismo que un hijo, un padre, un hermano, muera por enfermedad o en un accidente, que en un acto de violencia”, afirma. Cómo elaborar el duelo, sobrellevar una situación donde no hay justicia y los asuntos de procuración de justicia se observan disfuncionales desde hace tiempo, reclama. Deja claro que para los familiares de víctimas, no hay estadísticas ni explicaciones, lo único que importa es que su hijo, su hermano, fue asesinado, y que tiene nombre y apellido. No puede ser cualquier cadáver. “Para Javier Sicilia y Alejandro Martí sus hijos no son un número en una estadística del INEGI”.
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“Las historias nos interesan porque pensamos que les pasa a otros, en otro país, en otra época, necesitamos consolarnos con esa idea. Pero cuando le pasa a alguien, se vuelve real y no tiene recetas para lidiar con ese duelo”, argumenta. Beltrán Félix no deja pasar la persistencia del secuestro, la impunidad, la indiferencia de autoridades y sociedad, pero suma la dificultad de superar el duelo, la incomodidad que resulta el dolor ajeno y la indiferencia de la sociedad. Considera necesario que el gobierno y sociedad neutralicen el efecto devastador de la violencia; con las estadísticas van distanciando a los ciudadanos de esos fenómenos. “Decimos que 100 mil muertos en 6 años en una sociedad donde es tan común golpear al otro, al hijo esposa, parecería que esto no tiene solución”, añade.
Personaje común y corriente La violencia ha provocado una transformación interna, y eso es lo que busca mostrar Beltrán Félix en su novela Cualquier Cadáver. Su principal personaje -Emarvi Arellanoes un hombre de 32 años, divorciado y aspirante a escritor-, que trabaja en una oficina y cumple un horario como editor literario; sin embargo, su único hijo de seis años es secuestrado y luego encontrado muerto, víctima una banda dedicada al contrabando de órganos, no puede hacer nada. La violencia lo trastoca a un nivel muy profundo, se siente culpable, razona que debió protegerlo. “La novela aborda a las víctimas. No cuento el secuestro en la novela, me planteé no mostrar a los secuestradores, al niño, sino lo que provoca eso en los padres”, detalla. Su novela da un fuerte peso a la figura de la paternidad, “en México es algo muy proactivo, de que el padre mantiene a la casa, resuelve problemas, pero si afuera ocurre que te secuestran a tu hijo, hay una dificultad más grande”. El personaje nunca supo ser padre en la novela, va mostrando que cometía errores en la causa, pero que no son motivo para que secuestren hijo. Se da cuenta que hay historia de violencia en su familia. Hay un doble espejo, por un lado es hijo de un padre que se suicida y por otro él es padre de un hijo que termina secuestrado. “Me interesaba involucrar a un personaje común y corriente, no un político, un narco, sino alguien normal, como es la gran mayoría de la población en México”. A partir de eso, mostrar que lo que afecta a uno, termina afectando a todos, pues el 95 por ciento de delitos en México no se castiga. Al crearse una lógica de impunidad en la sociedad, la multiplicación de los crímenes se vuelve exponencial, lamenta Geney Beltrán.
No es lo mismo que un hijo, un padre, un hermano, muera por enfermedad o en un accidente, que en un acto de violencia , Geney Beltrán Félix Arte que pare las balas Elegir la historia de una persona sencilla y, a partir de eso, dar una imagen más amplia de lo que es la sociedad, es la posibilidad que da la literatura: ir de lo particular a lo universal. Esa es la magia de la literatura, dice, porque tiene la posibilidad de presentar un espejo más amplio, no solo de luces y sombras, sino que presente matices. Puede presentar lo más extremo, “lo más pesadillesco, tiene la función como de un convulsivo, electroshock, porque parece que estamos sedados, y se requiere algo muy fuerte para despertarnos”. A veces se asigna al arte una tarea desmedida, casi parar balas. Pero eso ocurre porque el arte nunca da recetas. Y la sociedad necesita un mayor diálogo con las artes, tal vez empezar con la literatura porque es más fácil agarrar un libro que ir a la ópera, finaliza el autor. VIERNES 31 DE OCTUBRE DE 2014
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Dos inquietantes y uno de brujas Por: Daniel Azdar
‘Tenga para que se entretenga’, de José Emilio Pacheco; ‘La cena’, de Alfonso Reyes; y para los niños: ‘Las brujas’, de Roald Dahl
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í: Poe esto, Poe lo otro, ‘El corazón que queda ciego a causa de una explosión, delator’ por aquí, ‘El gato negro’ lo despierta. Alfonso recobra entonces la por allá, Lovecraft aquí, Lovecraft memoria y, por lo mismo, su identidad. allá; cambiemos ya de giro, ¿quiere? Antes de huir de esa casa vuelve a mirar el Vamos a hablar de otros terrores retrato y se reconoce a sí mismo. Huye y la y a recomendar dos cuentos inquietantes historia comienza otra vez. y una historia de brujas, por si se le antoja ‘Las brujas’, de Roald Dahl: reseñar este regalar un libro para el Día de Brujas o el de libro es, quizá, una pérdida de tiempo. ¿Por Muertos. Empecemos: qué?, porque no hay quien no conozca, sin ‘Tenga para que saberlo, y gracias a se entretenga’, de José la adaptación de sus No todo es Poe o Emilio Pacheco (del historias al cine, la Lovecraft; cambiemos ya obra de Roald Dahl. libro ‘El principio del placer’): la narración Basta citar: de giro, ¿quiere? de este cuento se hace ‘Matilda’, ‘Charlie y la a manera de informe fábrica de chocolates’, de un detective privado, y es dirigida a un ‘James y el melocotón gigante’, ‘El cliente (aquí, el hermano del presidente Superzorro’, ‘Cuentos en verso para niños Ávila Camacho). El informe narra, perversos’ (mi favorito) y, el que ahora me básicamente, la desaparición de un niño ocupa: ‘Las brujas’. que jugaba mientras su madre lo esperaba ¿Ya? en una banca del parque, en el bosque de Bueno. Si lo que se quiere es regalar Chapultepec. algo a un niño un tanto atento y un menos Rafaelito –el niño– estaba jugando asustón, y en el espíritu de estas festividades cuando de pronto “se abrió un rectángulo de –en lugar de dulces– el libro ‘Las brujas’ es madera oculto bajo la hierba (…) y apareció una excelente opción. un hombre”. Este hombre misterioso se Y reseño nomás por compromiso: un dirigió a la madre y le obsequió un periódico pequeño huérfano visita Inglaterra con su y una rosa con un alfiler. Después, con abuela y se hospedan en cierto hotel, mismo consentimiento de la madre, el hombre llevó donde también se hospedan doscientas al niño a visitar su casa en el subterráneo. señoras que no son señoras normales Jamás volvieron a encontrar a Rafaelito. Y se dice que aquel hombre era el mismo Maximiliano. 200 señoras que ‘La cena’, de Alfonso Reyes: atmósferas lúgubres, estructura temporal cíclica, no son señoras personajes condenados a repetir las mismas normales sino acciones por toda la eternidad. Alfonso, el ¡brujas!, brujas protagonista, cuenta la historia de una cita extraña que se da a partir de una invitación: con un plan: “Doña Magdalena y su hija Amalia esperan convertir a usted a cenar mañana, a las nueve de la noche. ¡Ah, si no faltara!...” a todos los Ya en la casa, y respondiendo a la niños del invitación, al joven le llama la atención el retrato de un “señor de barba partida y boca mundo en grosera”. Alfonso se siente hipnotizado, ratones luego deprimido y agobiado; finalmente se queda dormido. Tras varias horas la plática de las dos mujeres fantasmales, sobre cierto capitán
José Emilio Pacheco sino ¡brujas!, brujas que tienen un plan: convertir a todos los niños del mundo en ratones mediante una fórmula “ratizadora”. El huérfano –ahora ratón–, su abuela y otro niño llamado Bruno –también vuelto ratón– se dan a la tarea de conseguir la fórmula, vaciarla en la sopa que habrán de comer las brujas, y así acabar con ellas. El placer de empezar a leer a Roald Dahl cuando ya se conocen sus historias por causa del cine es inmenso.
El cuento de horror es tan antiguo como el pensamiento y el habla humanos Lovecraft