COMUNICANTE 778

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La persona Vincent y el personaje Van Gogh

El Bach más melancólico

“Esa semana he ido a escuchar tres veces la ‘Pasión según san Mateo’ del divino Bach. Una persona que -como yo- ha olvidado completamente el cristianismo no puede evitar oírla como si se tratase de uno de los evangelios”, Nietzsche

“No puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, el tiempo hará que la gente reconozca que mis cuadros valen más que el valor de las pinturas utilizadas en él” Luis Gago Pág. 7

Andrés Trapiello Pág. 8

SÁBADO 30 DE JULIO DE 2016

SUPLEMENTO CULTURAL

Comunicante

Comunicante, palabras desde el origen Que haya, pues, palabras, muchas palabras, y que sean como la vuelta al origen, cuando la malicia no se había entrañado en el alma del mundo Por: Juan L. Simental

Págs: 4 y 5

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2 Para todos los amigos que me llevo “No lugar”, siempre hay un no lugar al que se puede entrar a veces, y escapar de la pena y de la risa, y hacer el silencio porque se quiere, porque en ocasiones conviene callar y llenarse los ojos con el verde y el azul, con la noche, y estar solo, irremediable y dulcemente solo. Es bueno, a veces, sentarse en la silla de inventar las memorias y hacer las añoranzas con las palabras dichas o las que se callaron. Como es bueno también quitarse los años y decirle al futuro que espere un poco; que más allá del horror cotidiano la vida es bella, porque es

el único espacio donde el hombre se hace inmortal, con sus lágrimas y sus pesares, pero también con su amor inmaculado y el beso que jamás se entrega dos veces: el primero. El no lugar es como el arcón de las pequeñeces queridas, de los recortes amarillentos, de las cartitas y las fotos en blanco y negro; de las pequeñas cosas que “nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve”. Es la estación para ser uno mismo, sin la máscara feliz o la erudición del que lee en los prólogos para ser sabio de razones; es desnudarnos

y hacernos un poco desvalidos e indefensos, y pedir abrazos que cobijen nuestra pequeñez. El no lugar es el jardín interior que no sabe del invierno porque es vital como el alma, que va a donde quiere porque es libre, dueña de su voluntad de ser como alas, de ser viento y no saber lo que es el olvido. Por eso cuando se va se lleva las sonrisas amigas, las manos sinceras, las enseñanzas y la gratitud, y deja la ventana abierta y el dulce olor de los amores perdurables. Es, finalmente, la vida, la bella vida, que no termina y que basta

con abrir un poco el corazón para escuchar su verdad: el no lugar está en ti. (Juan L. Simental). “Me sublevan estas despedidas entre risas y agradecimientos. Me deprime saber que al apagar las últimas luces, solo quedarán tres fotos y un recuerdo que se irá confundiendo en el olvido. Me duelen los abrazos, nunca he sido del carácter que recibe templado los finales, será que en mi familia nos vamos siempre sin despedirnos. Estas pequeñas penas son las que matan y las que nos recuerdan –felicidad y espanto- que seguimos vivos”, José Luis Mejía.

“Si nosotros callamos, ¿quién hablará?”, Primo Levi. (Nació el 31 de julio de 1919).

La Efeméride

Nomás por hablar de algo...

30 de julio de 1811, es fusilado Miguel Hidalgo y Costilla. Luego del tiro de gracia para hacerlo morir, el brigadier Nemecio Salcedo hizo que un indio tarahumara cortara la cabeza de Hidalgo, de un solo tajo con un machete, a cambio de 25 monedas de plata.

El 31 de julio de 1926 el presidente Plutarco Elías Calles decreta la suspensión de cultos. A raíz de esta decisión, inició la Guerra Cristera que culminó tres años después con los “Arreglos” entre el Estado y la Iglesia que no satisficieron a los cristeros. En Durango la lucha se extendió hasta 1938. Diseño / Grupo Editorial HADEC


3 SATÍN Y SEDA

La higuera del patio y un mayate volador

Nadia Bracho

Con ocho años tan solo, él me dio la primera lección acerca de la fragilidad humana

F

ue entrar a la cocina y verlos go de los cinco minutos desde en un plato. Estaban acomonuestra coincidencia en la higuera dados “de pancita”, para que sabía ya leer mis pensamientos, la redondez de su fruto provocara por lo que fue a posarse sobre el un antojo inmediato. Eran de cohigo descubierto desde mi atalalor morado, turgente, brillante e ya; al hacerlo, caminó con pereza, incitante y, como buena novata, como animándome a que siguiera de inmediato me acerqué el plato adelante. Mi mano casi lo tocaba, con los ricos frutos. podía incluso verlo balanceándose Los toqué con el dedo índice, hacia mis dedos. en ellos palpitaba aún la vida. En Era el estado perfecto de la esmi cabeza se fueron destapando peranza casi recompensada, era la uno a uno los recuerdos mientras generosidad de la naturaleza que mi dedo los movía esperanzada. se ponía al alcance de mi mano… ¿Esperanzada? Esa era la sensapero, en medio de ese estado ilución correcta porque de pronto minado, del instante detenido, el recordé la higuera de la casa de mayate abrió sus alas y se elevó, pasó volando y se me pegó a la ropa, igual que Isauro Venzor 127 Poniente, la casa de mi yo a la rama en la que estaba trepada. Entre rumbo al cielo, o eso creí porque el Sol no abuelito. Al abrirse, la puerta blanca de ma- los dos se formó una tácita convivencia, éra- me dejó ver su trayectoria, pero mi oído dera era el marco perfecto para la higuera mos dos lo que compartíamos la sombra de la escuchó al tiempo que mis pies sintieron que asomaba en medio el crujir de ramas y ese como flotar en el higuera. Hay sucesos que, con el del patio. Una vez habituada a la vacío; y todo se vino abajo. Un higo, hojas Su tronco no era correr de los años, están altura y a sentir los rayos arrancadas, blanca savia en gotas como de grueso sino más bien más presentes que nunca del sol en el rostro, busqué sangre inocente, y una niña de suéter azul, delgado para que una como recompensa un higo. postrada al pie de la higuera, en medio del niña de ocho años lo Tenía que ser especial ya frío de los mosaicos del piso. abrazara y pusiera la mejilla en su rugosa que sería el primero que iba arrancar de ese árSin embargo, noventa centímetros fuesuperficie. Y, como era un árbol que se res- bol y, por qué no decirlo, el primer higo de mi ron como la nada: mis manos habían atrapetara, tenía dos bifurcaciones para de ahí vida así como el primer árbol al que trepaba pado el higo perfecto. Mi cuerpo, lleno de comenzar la aventura de quienes podía su- en el espacio de mis ocho moretones y de urticaEn la parte más alta de bir a él. ria por el contacto con años, desde que una enferla higuera estaba él, La más fuerte de las ramas sostenía una mera me depositara en el la blanca savia de aquesoga gruesa y, con solo poner un cojín, era cuarto de cuneros, aguar- perfecto entre los demás llas hojas desprendidas, el mejor columpio, y era también escuchar dando a ser identificada era la historia jamás crujir sus ramas; era el aviso de que se podía por aquellos que me habían contada de mi primera llegar más arriba y el desafío era alcanzar esperado por nueve meses. batalla, la historia de un higo entre todos… las hojas más altas con una mano. Pero la Había uno, lo alcancé a ver: colgaba solitario, y mi aventura primera. otra tenía los frutos más gordos, sus higos como privilegiado entre todos los demás. La emAhora, frente a la mesa, tomé uno y, sin eran blancos y como fueron los primeros patía fue inmediata. Sola, responsable de mis ac- quitarle la cáscara siquiera, lo llevé a mi que conocí, pensaba que todos debían ser ciones, sin que nadie me observara para darme boca, paladeando la victoria del fuerte, el así. Por eso, aquellos higos morados fueron indicaciones, estaba donde vencedor sobre el venparte de la experiencia de saber que el mun- quería estar… trepada en En esta historia solo hay cido, el conquistador do es grande, como la variedad de los higos. aquella higuera, en la cima sobre el conquistado. un héroe La primera vez que pude treparme me del mundo. Pero no hubo el instandetuve en la bifurcación, con el corazón late iluminado por la reÉl estaba dos ramas a tiendo con fuerza, sintiendo que el mundo, la izquierda, quitando algunas hojas que el que- compensa y la generosidad, era solo un acto por lo menos mi mundo, estaba a mis pies… brarse dejaron salir gotitas blanca, savia que ali- reflejo de antojo, y nada más. a escasos noventa centímetros del suelo y mentaban los frutos. Por eso es que decía que Por eso es que en esta historia solo hay un hécomo a mil años luz del cielo. el higo se alimentaba de leche como todos los roe: el mayate que supo de mi victoria, que Meditaba en tan grandes pro- niños. reconoció mi esperanza y me dio la prifundidades cuando un mayate Pero también estaba él, el mayate, que lue- mera lección de la fragilidad humana. SÁBADO 30 DE JUlIO DE 2016


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“Mi imaginación y la memoria son los dos

Comunicante, palab

Por Juan L

Que haya, pues, palabras, muchas palabras, y que sean como la vuelta a ner. Será que hay porciones de vida que no calaron lo suficiente; será también que pesaron, tanto, que la única defensa posible es condenarlas al olvido. Pero hay otras, ocasiones primeras, que son deleite que reverdece y, como el vino bueno, con el tiempo adquieren el buqué y el tono precisos. Sabemos entonces que hay fragmentos de la existencia que valió la pena vivir.

Días en los que quisiera llover igual que, a veces, el día llora. El Ángel de la Melancolía desciende de los Cielos y te abraza.

I La magia de escribir sandía Ya no soy el de entonces, diría Neruda, pero soy por el que fui. Entrar a una librería llena de palabras me provoca el efecto de la salivación y de las mariposas en el estómago, la pasión dominante del amor primero, ese que nos toma desprevenidos y con la guardia en medianía; vulnerable a los títulos y las portadas, al olor de las metáforas y a la celebridad de los nombres que se han significado por su destreza en las palabras. Ahora puedo nombrar un puñado de conjugadores de verbos y hacedores de las vidas que me hubiera gustado vivir; ahora soy de poesía y de prosa y sé distinguir entre la anfibología y la redundancia. Pero no sé olvidar. La magia de la sandía me tomó desprevenido cuando solo eran siete mis años. Desde entonces hasta hoy, tantos libros han pasado, tantas palabras he aprendido a escribir y, como antes fui el cuarenta y cuatro, hoy me nombro afortunado. Bendita la suerte. A veces la suerte es buena.

II Crónica de un escribiente apresurado… Es la noche antes del día de entrega, 20:56; el tiempo se acaba. Debo escribir, frenético, una palabra tras otra; ideas atrope-

IV El Mal de Bartleby. El laberinto del No

lladas en la aproximación del texto para la entrega. Así es a veces, sin tiempo para pensárselo mejor, sin pretensión mayor que la satisfacción del deber cumplido. Salir del compromiso y respirar. Haya sido como haya sido. Se acabaron los mensajes internos y las promesas carnales quedaron en tal vez. Haya sido como haya sido, hay palabras para llenar páginas de papel para publicar en viernes… y luego volver a comenzar: Samsara, el círculo de los sentidos de Kamala, la cortesana hermosa y sabia que enseñó a Siddharta el mandamiento principal en el arte del amor: “nunca exijas el placer que antes no hayas dado”. Son las 23 con 12. Por hoy he cumplido.

III Septiembre 4, el día que volví de nuevo al mar… y Cerati se fue Siempre hay una primera vez. Todo tiene su primera vez. Con el tiempo, sin embargo, hay primeras veces que se gastan, que pierden el brillo y se convierten en materia oscura de la memoria, allí donde el archivo muerto extingue el significado que alguna vez tuvieron o debieron teSÁBADO 30 DE JUlIO DE 2016

¿Soy un Bartleby? La verdad es que no quisiera serlo y quisiera tener argumentos para demostrarlo. Y quisiera también volver a dibujar árboles azules y no tener que explicar por qué mis árboles son azules. Y terminar aquella historia a la que tantas vueltas he dado: -Nunca me dejes –dijo ella con la angustia del náufrago que se hunde y no se quiere hundir. -Nunca te dejaré –respondió él y luego la besó, como se besan los náufragos, condenados a hundirse en el mismo mar.

V ¿Ya no somos los de entonces? Para contarlo, hay que haberlo vivido. Y aunque “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, igual que a JeanDominique Bauby, nos queda el privilegio de la memoria: “mi imaginación y la memoria son los dos únicos medios de huir de mi escafandra… Puedo imaginar lo que sea, a quien sea, a donde sea, vivir mis sueños de niño”.

VI La vida bella Cuando ella miró por la ventana, el cielo se había rajado las venas y el Oriente dejaba caer sus primeras lá-

grima en la irrem coraz Af mund tas bl suspir palab amor, Él gas, s las fri hoy e El ojos b cerró de su “El Pi vio c aman pera, la co malici fue. L

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Se dic palab to, ha vuelo so, ap usan bras q no va Qu chas p vuelta no se del m signifi tenció porqu así te de m Com


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s únicos medios de huir de mi escafandra”

bras desde el origen

L. Simental

al origen, cuando la malicia no se había entrañado en el alma del mundo

as arrepentidas. La nostalgia se le había metido miel de sus ojos bellos, y el silencio era un beso mediable, francés, como el imposible amor de su zón de luna. fuera, un perro indolente, de esos que saben del do, inventaba la propiedad privada en las margarilancas de aquel jardín en paz. Con la tarde, ella, que raba con “Los amorosos” de Sabines, se guardaba las bras y las lágrimas, pues al llorarlas se iría también el , su impasible amor doliente. l era uno de tantos, que iba sembrando hijos y pulseco de hambre y sin aullidos, cotidiano errante de itangas y de la basura. Algún día se llamó “El Pinto”; era solo un callejero más. l crepúsculo dijo al fin adiós y ella, con la miel de sus bellos, terminó su recordación y cerró la ventana y las palabras y los besos, y los nombres. Era el fin amor impensable y de un pedazo de la vida. into”, ese callejero, la miró, la con los ojos del nte que nada esque nada exige, ontempló sin la ia del amor... y se La vida era tan bella.

Las palabras tienen filo, cortan, penetran, cercenan; se hunden en la piel y en el alma. Con las palabras no se juega. Afirmó Kundera: “las metáforas son peligrosas... El amor puede nacer de una metáfora”. Las metáforas son palabras para decir lo que, a veces, no se dice... pero se quiere decir.

VII ignificado y el significante

ce que las palabras no son más que bras y que el viento se las lleva. Es cieray tantas palabras así: esas que se dicen al o, las que se pronuncian por compromiprisa y sin pensar, y aquellas que se para “mentir con piedad”. Y palaque no debieran decirse porque alen más que el silencio… Que haya, pues, palabras, mupalabras, y que sean como la a al origen, cuando la malicia e había entrañado en el alma mundo. Que el significado y su ficante hagan impecable la inón, y que cada palabra sea dicha ue valga más que el silencio. Solo endrán razón de ser. (Fragmentos mis palabras en la historia breve de municante). SÁBADO 30 DE JUlIO DE 2016


6 Ungido sacerdote el 23 de marzo de 1703, a los 25 años

Vivaldi, “Il Prete Rosso” Por Música Antigua

“Las cuatro estaciones”: arroyos, pájaros, perros que ladran, pastores que lloran, tormentas, bailarines borrachos, noches silenciosas, paisajes helados, niños patinando sobre hielo, cálidos fuegos de invierno

R

ealmente se llamaba Antonio Lucio Vivaldi, y fue en la ciudad de Venecia donde nació, aunque no se tiene certeza de la fecha exacta del nacimiento, pero se cree que fue el 4 de marzo de 1678. A Antonio Vivaldi se le conoce con el sobrenombre de “Il Prete Rosso” (El Cura Rojo) debido a que era pelirrojo y cura de la Iglesia. Vivaldi sufrió de asma. Muchas veces tuvo que abandonar cuando oficiaba misa debido a sus frecuentes ataques. De hecho, en 1737 lo acusan de que es un sacerdote que nunca da misa a lo que Vivaldi responde lo siguiente en una carta dirigida a Bentivoglio: “No he dicho misa por espacio de 25 años y no tengo intención de volver a hacerlo, no por causa de prohibición u ordenanza alguna, sino por mi propia voluntad, a causa de una enfermedad que he sufrido desde la infancia y que todavía me atormenta. “Después de haber sido ordenado sacerdote, dije misa durante un año, pero posteriormente decidí no volver a decirla por haber tenido en tres ocasiones que abandonar el altar antes de concluir el sacrificio a

Fue sepultado en una tumba sencilla en el cementerio de un hospital público

causa de mi enfermedad. “Por esta razón vivo casi siempre en interiores y nunca salgo si no es en góndola o carruaje, ya que no puedo caminar sin sentir dolor y opresión en el pecho. Ningún caballero me ha invitado a ir a su casa, ni siquiera nuestro príncipe, porque todos conocen mi debilidad. “Puedo salir a pasear después de la cena, pero nunca voy a pie. Esta es la causa de que nunca diga misa”. Y, como afirma la sentencia, “por sus obras los conoceréis”. Estos son solo algunos datos en torno a la vida de uno de los autores clásicos cuyo nombre estará para siempre en la posteridad… ° Cuando el Cardenal lo excusó de oficiar más misas a causa del asma, Vivaldi consiguió un trabajo como director musical en una escuela para niñas huérfanas. ° Uno de sus trabajos musicales, “Arsilda regina di Ponto”, fue en un principio censurado debido a un supuesto contenido lésbico. ° Vivaldi tuvo varios amoríos, uno de los cuales fue con la cantante Anna Giraud. ° Compuso la música de bodas del rey Luis XV de Francia. El emperador austriaco Carlos VI gustaba tanto de su música que lo nombró caballero. ° Vivaldi compuso más de 500 conciertos, aparte de óperas y música sacra. ° En la mayoría de sus manuscritos aparecía la abreviatura de las palabras “Laus Deo Beataeque Mariae Deiparae Amen”: “Honra a Dios y a la Bendita María la Madre de Dios”. ° Johann Sebastian Bach admiraba tanto la música de Vivaldi que transcribió varias de sus obras. ° Al morir Vivaldi, en 1741, su música quedó en la más completa oscuridad. Fueron los estudiosos de Bach en el siglo XIX los que oyeron por primera vez de Vivaldi, gracias a los antiguos manuscritos donde Bach había transcrito los conciertos de alguien llamado “A.L.Vivaldi”. ° En el funeral de Vivaldi, celebrado en la catedral de Viena, cantaron los niños del coro de la catedral, entre los SÁBADO 30 DE JUlIO DE 2016

En sus últimos años pasó dificultades económicas. Sus composiciones ya no tenían la estima de antes; los gustos musicales habían cambiado y sus obras eran consideradas “pasadas de moda” que se encontraba el futuro compositor Joseph Haydn. ° Se cree que Vivaldi llegó a ganar en un momento de su vida hasta 50 mil ducados anuales, uno de los salarios más altos pagados a un músico de su época. ° Vivaldi como Mozart, murió pobre y fue enterrado en una tumba sin nombre. Sus “Cuatro estaciones” son un homenaje musical al mundo y a la vida. (“Curiosidades sobre Antonio Vivaldi, o mejor dicho Antonio Lucio Vivaldi”, musicaantigua.com; 10 de diciembre de 2015).


7 “Esto, la música de Bach, es algo que hay que aprender”, Mozart

El Bach más melancólico Por Luis Gago

“Esa semana he ido a escuchar tres veces la ‘Pasión según san Mateo’ del divino Bach. Una persona que -como yo- ha olvidado completamente el cristianismo no puede evitar oírla como si se tratase de uno de los evangelios”, Nietzsche

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Por qué Bach compuso tan poco –comparativamente al menos, alguna de instrumentos, una suerte de barra libre que ha propisi tomamos como referencia la feraz producción de su juventud ciado todo tipo de propuestas. La de Ottavio Dantone reparte y primera madurez– en su última década de vida? ¿Y por qué fugas y cánones entre un cuarteto de cuerda, clave y órgano, a ese énfasis en la música abiertamente especulativa, desligada veces en solitario, otras doblándose, ocasionalmente alternándose, y este trasiego de timbres beneficia poco a una música que en apariencia de la vida y la interpretación a ras de suelo? Nunca podremos responder a estas preguntas, pero debe impregnarse, gota tras gota, en sus oyentes sin necesidad de colorear o variar el tamaño de esas gotas: cuanto más nadie ha aventurado una explicación mejor ni más idénticas sean, mejor. plausible que un colega suyo que lo admiró soLa contenida en “El arte de la fuga” es, tomando bremanera, el también alemán Paul Hindemith, prestado el título de la novela de Vikram Seth, “an cuando, en una conferencia leída en Hamequal music”, y cuando más pudo disfrutarse del burgo en 1950, planteó la hipótesis de que milagroso dominio contrapuntístico de Bach el viejo Bach debió de ser presa de un acfue en el “Contrapunctus III” o en el “Canon ceso de melancolía. Pero no de la “meper augmentationem in contrario motu”, tocalancolía de la impotencia” que Nietzsche dos en solitario por órgano y clave, sin disadjudicó malignamente a Brahms, sino tracciones tímbricas ni refuerzos innecesarios justo de lo contrario, de una “melancolía cada vez que suena esa célula inicial en una de de la capacidad”, la que queda reservada sus infinitas reencarnaciones, ya que esos retapara quienes, como Bach, han conseguido zos adjudicados pedagógicamente a uno u otro llegar a lo más alto. instrumento acaban sembrando el flujo natural de Constatar en la cima su condición de seres hula música de excesivas discontinuidades. (El País, 26 de manos, que les impide seguir ascendiendo, es lo que febrero de 2016). hizo que Bach –conjetura Hindemith– se refugiara “Vive como lo harías a un tiempo en el silencio y en una música para sí para no avergonzarte LA “DESTILACIÓN” mismo, desgajada del mundo real. en el caso de que se Como la “Ofrenda musical”, cuya única base es un tema del rey Federico II el Grande, “El arte divulgara lo que haces, La obra de Johann Sebastian Bach es un ejemplo, de la fuga” levanta todo su edificio a partir de su aún en el caso de que más bien una evidencia, quizá única en la historia del arte, de un fenómeno que se me ocurre llamar minúscula célula inicial de once notas. Este mofuera mentira lo que se destilación genética. Bach pertenecía a una numenotematismo a ultranza, radical, acentuado por divulga” rosa familia de músicos, todos apellidados como él, la naturaleza esencialmente imitativa de fugas y que durante varias generaciones fueron depurando cánones, convierte a estas postreras creaciones de Bach en propuestas sonoras casi obsesivas, que trazan infinitos sus talentos, separando los materiales volátiles de su música de los no círculos concéntricos en torno a un mismo motivo y sin apartarse volátiles, hasta llegar al estado de pureza que cualquiera puede aprede una tonalidad –aquí, Re menor– que sería luego también la del ciar hoy en los conciertos, o en las cantatas, o en las misas luteranas “Réquiem” de Mozart o la “Novena Sinfonía” de Bruckner, obras tan de Johann Sebastian… El fenómeno es asombroso, si nos atenemos a la cuenta que, de terminales como “El arte de la fuga”. Bach murió mientras preparaba las planchas para su edición, lo su proceso de destilación, hacía el mismo Johann Sebastian: antes que nos dejó una serie de cruciales interrogantes añadidos, de nuevo de él hubo 53 músicos con su mismo apellido, todos parientes y sin respuesta posible, empezando por el propio título de la obra, muy todos nacidos en los alrededores de los bosques de Turingia. (“La destilación genética”, Jordi Soler; El País, 19 de octubre de probablemente espurio. Ni en el manuscrito ni en la primera edición aparece mención 2015. Edición Comunicante).

Bach murió el 28 de julio, el mismo día que Vivaldi, pero del año 1750 SÁBADO 30 DE JUlIO DE 2016


8 “Elegí conscientemente el camino del perro a través de la vida. Voy a ser pobre. Voy a ser pintor”

La persona Vincent y el personaje Van Gogh Por Andrés Trapiello

“No puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, el tiempo hará que la gente reconozca que mis cuadros valen más que el valor de las pinturas utilizadas en él”

C

onocer lo sucedido el 27 de julio de 1890 no es un asunto baladí en la vida de Van Gogh, desde luego: ese fue el día en el que presuntamente el pintor se disparó con un revólver para quitarse la vida. Tal fue la romántica versión oficial de la modernidad. Que lo que causó su muerte fuese un acto premeditado suyo, un accidente o algo ajeno a su voluntad es importante: depende de ello tico y “retórico”, caprichoso y egoísta, frente a otro más no solo la verdad de los hechos, sino humanamente próximo y sentimental, insistiendo con ruel entendimiento cabal de una de las dimentos freudianos en la tragedia del hijo expulsado de la obras más fascinantes y conmove- casa del padre y condenado a vagar desde los dieciséis años doras que quepa imaginar, ya que el hasta su muerte, veintiuno después, sumando fracasos en propio Van Gogh había condenado el su intento de formar una familia propia y dando tumbos suicidio de modo reiterado a lo largo por el mundo. de su corta y atribulada existencia: “Soy un viajero, me dirijo a alguna parte, tengo un no solo como un acto de cobardía destino… solo que ni ese lugar ni mi destino existen”, essino como algo más grave, un falso cribió en un momento de abatimiento, abandonado del testimonio sobre “instinto y el sentimiento”, pilares para “Cuando siento una la vida. Claro que él del arte y de la vida. Pocas tan dinecesidad de religión, fíciles y trágicas como la suya y pocas también él mismo dejó escrito que “no salgo de noche y pinto llevadas con tanto estoicismo: “Si no te buscaría expresaquejas, se pasa antes”. las estrellas” mente la muerte…, De ahí que su constante invocación pero no intentaría a la alegría la encontremos ejemplar, sobre todo cuando, eludirla si me encontrara con ella”. dejado ya de la mano de Dios y frente a la superchería Pocas razones tenía ya entonces de la religión y del arte exclama como contemporáneo de para seguir viviendo. “Morir es duro, Nietzsche que es: “El único Dios es el Dios de lo posible”. pero vivir lo es más”, le había escrito “Las artes, como todo lo demás, son solo sueños, uno misa su hermano Theo a propósito de la mo no es nada en absoluto”, escribió también para añamuerte de su padre con palabras casi dir esta confesión dolorosa a Theo, un año antes de morir: idénticas a otras de Emily Dickinson, “Como pintor nunca llegaré a nada. Estoy absolutamente pero también le dijo minutos antes de seguro de ello”. expirar: “Quiero morir así”, aceptando Vincent, un ser indefenso, tan decidido y heroico como que su viaje había llegado al final, con vulnerable y voltario: “Hay cosas en el fondo de nuestras parada incluida en un manicomio, y almas que nos harían pedazos si las conociéramos”, había que ya estaba en paz; como si dijera: dicho quien alguna vez se vio, al igual que al resto de los “Así he querido vivir”. pintores modernos, como “un cántaro roto”. ¿Y cómo es el personaje? Naifeh y Acaso porque para entonces ya había decidido conocer White subrayan un Van Gogh luná- con una fe inquebrantable el fondo de su alma o los pedaSÁBADO 30 DE JUlIO DE 2016

zos que de ella quedaban; y a pesar de que dijo que “los que tienen fe no tienen prisa”, se diría que corrió desalado a reunirse con la bala que el 27 de julio de 1890 acabó con su vida. Dejaba casi un millar de cuadros, miles de dibujos y más de dos mil cartas, conjunto portentoso y en su mayor parte realizado durante los últimos cinco años de su vida. Y un hermano que lo sostuvo con no menos tesón y que le siguió a la tumba unos pocos meses después. Y nos dejó sobre todo su ejemplo y el más elocuente testimonio de que “vivir, trabajar y amar son una misma cosa, a fin de cuentas”. (El País, 19 de enero de 2003. Edición Comunicante).

“Sueño mis pinturas y luego pinto un sueño”


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