Estilo
Grabador
del alma mexicana José Guadalupe Posada Escrito por Ana María Archila
El alma de una cultura que prevalece, un alma que, aunque olvide ciertos nombres, sabe bien de tradiciones , de alegrías y también de derrotas . E sa es el alma mexicana , el alma que J osé G uadalupe Po sa da i n m o r ta l i z ó a t r avé s d e s u s grabados ; trazos que hoy recorren el mundo de manera, muchas veces, anónima, para demostrar que la cultura trasciende la muerte.
José Guadalupe Posada, “Lupe”, como lo llamaban, llegó al mundo un 2 de febrero de 1852 en Aguascalientes, México; a un mundo lleno de cambios, de incertidumbres y diversidad, un mundo que en pocos años pasó de la opresión a la Independencia, de la República a una segunda monarquía, y de la monarquía de nuevo a los esfuerzos por ser soberano y vivir en una sociedad de igualdad y estabilidad. Un mundo con todas las características necesarias para ser crítico, para observar, para potenciar las ideas y dejar un legado. Su historia como grabador del alma mexicana inició en 1868 en la imprenta de José Trinidad Pedroza, donde Posada se desempeñó como aprendiz y también donde, tiempo después, a sus 19 años, se inició en el mundo de la prensa gráfica con El Jicote, una publicación progresista de crítica política y social que, como la avispa llamada por el mismo nombre usa su aguijón para picar, usaba el buril de José Guadalupe Posada para emitir duros mensajes que rápidamente llamaron la atención del público popular, para quienes una imagen decía más que las mil palabras que no sabían leer. Más adelante, en 1872, se estableció en León, donde dictó clases de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria de León y creó, además de grabados por encargo de diferentes editores de publicaciones, composiciones para fines tan variados como las invitaciones a un evento, carteles de teatro, un alfabeto para sordos, el empaque de algún producto, esquelas e ilustraciones para libros.
El ritmo del tiempo 1836 | 28 de diciembre
México declara la independencia de España
1846 Segunda República Federal
1857 Constitución Política de la República Mexicana, que prohíbe los títulos de nobleza, honores hereditarios y monopolios
1857-1861 Guerra de Reforma, entre
de México
liberales y conservadores como consecuencia del corte liberal de la Constitución promulgada
1846-1848 Invasión
1859 Se promulga la Ley de nacionalización
1848 Tratado de Guadalupe Hidalgo,
1860 Se expide la Ley sobre libertad
de Estados Unidos a México
por el que México pierde los actuales territorios estadounidenses de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, y fracciones de otros Estados
1852 | 2 de febrero
de los bienes eclesiásticos
de cultos
1861 Benito Juárez toma el poder 1863-1867 Segundo Imperio de México,
Posada nace en Aguascalientes
con el archiduque de Austria, Maximiliano de Habsburgo, al poder
1854 Creación del himno
1867 Se instaura la República
nacional de México
En 1889, el agua le marcó un nuevo rumbo. Tras la grave inundación sufrida en León, que dejó más de 1500 víctimas, Posada se trasladó a Ciudad de México, donde su destino como grabador del alma mexicana se materializó en las
Gacetas callejeras, mensajes sensacionalistas dirigidos a la clase trabajadora, con temas como corridos, cancioneros, adivinanzas, técnicas de panadería y veterinaria, o sucesos cotidianos. Allí, con una temática más libre y un público más específico, empezó a potenciar sus trazos, ya alejados de las convenciones académicas, y a imprimir el sello distintivo de la vida cotidiana en un México atribulado por los cambios, la inequidad y la inestabilidad política, pero también enraizado en sus tradiciones, su música, sus bailes y su manera mágica y religiosa de entender el mundo. Y así como violentos cambios ocurrían en el México de la época, ocurrían también en la vida del artista. En 1900, un evento trágico cambió el alma de José
1868 Inicia labores como aprendiz en el taller litográfico de Trinidad Pedroza
1871 Posada empieza a publicar su trabajo en El Jicote
1872 Posada se traslada a León donde abre
su taller y trabaja como maestro de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria
1875 Posada se casa con María de Jesús Vela 1876-1910 Periodo a cargo de Porfirio
Díaz, en el que se atrajo la inversión extranjera; sin embargo, muchas desigualdades sociales se hicieron evidentes
1884-1888 Posada es maestro de
1888 Posada se traslada a Ciudad de México 1891 Posada empieza a trabajar para Gacetas Callejeras
1900 Muere, a los 17 años, su hijo Juan Sabino Posada
1902 José Guadalupe Posada y Diego Rivera se conocen
1910 Revolución mexicana 1912 Posada graba “La calavera garbancera” 1913 | 20 de enero Posada muere en Ciudad de México
litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria de León
1913 Golpe de Estado de Victoriano Huerta
1888 | 18 de junio
de una tarde dominical en la Alameda Central
Inundación en León
1947 Diego Rivera pinta el mural Sueño
Guadalupe Posada para siempre, cuando Juan Sabino, su hijo y quien tendría que haber seguido el legado de su padre, falleció a los 17 años. Días y meses de alcohol y soledad, pero también de consagración como precursor de la gráfica popular mexicana y del movimiento nacionalista de las artes plásticas ocurrieron en este tiempo en el que la muerte y la vida coexistieron. En el que la muerte, a pesar de llevarse a José Guadalupe Posada un 20 de enero de 1913, tomó un aliento de vida que aún hoy sigue existiendo a través de su obra.
"La muerte es democrática, ya que
un tema tan presente en la vida, como la
muerte que nos llega a todos, pero que en
a fin de cuentas, güera, morena, rica o
vitalidad misma. Un tema que José Guada-
el caso de José Guadalupe Posada, le dio
pobre, toda la gente acaba siendo ca-
lupe Posada trabajó en buena parte de los
la vida para siempre al ser el grabador del
lavera", decía José Guadalupe Posada,
20 000 grabados que se le atribuyen. La
alma mexicana.
en medio de una época de confusión e inequidad en la que las diferencias entre las clases sociales eran más notorias que nunca, diferencias que no solamente se hacían evidentes por el poder adquisitivo de unos y el hambre de otros, sino también por las distintas razas y orígenes que en ese entonces, como ahora, componían a México. Clases sociales, razas y orígenes que se creían superiores, mirando desde lo alto a los demás y luciéndose con los bienes materiales que podían pagar; o aquellas que se creían inferiores, y entonces trataban de emular a las otras, imitándolas en su manera de vestir y actuar. Catrinas las primeras, garbanceras las segundas, pero todas con un destino común después de la vida, un destino en el que todas acabarían siendo iguales. Bajo esta idea nació, en 1912, La Cala-
vera garbancera, aquella icónica imagen de un esqueleto con un llamativo som-
“Las Marcelas y las Saras que al cine van a gozar, vendiendo hasta las cucharas, y se embadurnan las caras porque pretenden gustar, serán indudablemente, sin ninguna discusión, de improviso o lentamente esqueleto pestilente. Calaveras del montón”. “La muerte dirá: ‘no escapas, eres cráneo del montón’”. “Un examen voy a hacer, con gran justificación, y en él han de aparecer muchos cráneos del montón”.
brero femenino, como crítica a quienes aparentan un estilo de vida que no les pertenece y a las clases altas propias del
La calavera garbancera. José Guadalupe Posada, 1912
periodo de gobierno de Porfirio Díaz, en el que a pesar de la inversión extranjera, el país vivió una marcada inequidad política y social. Una idea que años después, el famoso artista mexicano Diego Rivera rebautizó como “la Catrina” e inmortalizó en su mural Sueño de una tarde dominical en la
Alameda Central, en el que aparece vestida y adornada con sus joyas y accesorios, al lado de este célebre muralista, de Frida Kahlo y, por supuesto, de Posada. Una idea que hoy, millones de personas en retoman durante cada celebración del Día de los muertos y durante cada Halloween, para recordar que la muerte es
Sección del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Diego Rivera, 1947
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RevistaAmarilo2016