ESPIGA DE PAPEL Micro cuento
No. 9 1
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PRÓLOGO
¿Saben qué pasó?
Con
esta pregunta en el equipaje,
el escritor comienza
el buceo por el abismo
laberíntico del bagaje holístico de su ser. Tener que hacer un cuento breve, minicuento, microrrelato, minificción, microcuento, nanocuento o textículo…
es tan peligroso y
arriesgado como entrar a una mina de carbón para buscar un diamante contando tan sólo con un pico y una pala.
Los antecedentes de esta forma de narrar están en los orígenes de la humanidad. Aunque con Aristóteles se elabora toda una metodología para la narración, es hasta el siglo pasado que la inquietud por acortar el tiempo y el espacio se vuelve cada vez más obsesiva. Son muchos los autores que han trabajado para elevarlo como el género literario de nuestro tercer milenio: Julio Torri, Jorge Luis Borges, Juan José Arreola, Augusto Monterroso, por nombrar algunos.
El reto de escribir en este género está en crear una obra en la que la brevedad sea extrema y hacer que el lector, al conocer el súbito final, interactúe recreando con su propio archivo cultural el diamante que tiene ante sus ojos y que hará brillar al
desvelar las diferentes aristas que constituyen la obra, generando una multi-
intervención que rompa la ancestral dicotomía: autor obra- obra lector. Nuestro tiempo nos exige ser copartícipes del hecho dejando atrás el tan nocivo consumismo.
ESPIGA DE PAPEL en este número cabalístico 9
nos invita a intervenir en la
complementación creativa de los microcuentos que los escritores invitados nos entregan, sabedores de que cada uno de ustedes en su alteridad generará tantos diamantes como lecturas y reinterpretaciones les den.
MARTORREV
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Índice 1. Acosta Orozco Margarito…………………………….………..…06 2. Aguayo Álvarez J. Moisés……………………………………..…09 3. Aguilar Flores Ana Isabel………………………………………...08 4. Bautista Campos Hugo Salvador…………………………….....09 5. Calderón Sánchez Marco Alejandro…………………………....10 6. Calderón Sánchez Raymundo……………………………….…..10 7. Camarena Ramos Rita de Jesús………………………………...11 8. Clavellina Víctor………………………………....……………..…..12 9. Corona Cárdenas Martha Gabriela……………………………...12 10. Cuzme Alexis………………………………..………………….…..13 11. Curiel López Agustín…………………………………………..…..14 12. De la Torre Vega Martín……………………………………….…..15 13. Delgado Guerrero Isidro……………………………….….……...16 14. Delmar Irángela…………………………………………………….17 15. Fuentes Fuentes Juan Carlos………................................……18 16. González Ibarra David………………….....................…………..19 17. Hernández Zamora Otilio……………………………………..…..20 18. Huerta Hernández Epifanio……...…………………………...…..21 19. López Morales Ramón……………………………………….....…22 20. López Ponce Luis…………………………………………………..23 21. López Santana Ana Paola……………………………………...…23 22. Macías Comparán José de Jesús……………………………….24 23. Marín FG……………………………..…………………………..…..25 24. Marvín Acosta Edgar………………………....…………….……..26 25. Mederos García Maribel………………………………..…..…..…27 26. Murillo Leaño Martha Eduviges……………………………....…27 27. Navarro Orozco Pedro Javier……………………………..….…28 28. Paredes Santana Arturo Accio…………………………..………29 29. Ramírez Gutiérrez Jorge Osvaldo………………………...…….30 30. Ramírez Núñez Víctor M…..……………………………………...30 31. Santana Tejeda Ma. Justina……………………………………...31 32. Z. Puglisi Mario………………………..……………………….….32 4
Índice (niños)
1. Aceves Ponce Alexa Daniela………………………………….33 2. Álvarez Janeth Guadalupe…………………………………….33 3. Arrellano Covarrubias Angel Jair…………………...……….33 4. Bautista Castolo Pablo Abimael………………….……….….33 5. Benítez Zendejas Tania Denisse…………………………...…34 6. Campos Aguirre Dulce Guadalupe…………………….…..…34 7. Cerda Ponce Filiberto………………………………………..…35 8. Estrella Navarro Alan Josué………………………..…..……..35 9. García Ramírez Edgar Eduardo…………………………..…..35 10. G.L. Angélica Sarahí……………………………….………..….36 11. Hernández Sánchez Yesenia Monserrat………………..…..36 12. Iñiguez Huerta Andrea Jazmín………………………….….....36 13. Martínez López Josué A…………………………………….....37 14. V. Juan Carlos…………………………………………….....….37 15. América…………………………………………………………....37 16. Jocelyn…………………………………………………………….37
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HUMORES
El pestilente olor a rata muerta proveniente del tejado se había tornado insoportable. Acudí entonces al vecino quien por oficio tenía precisamente tejar y destejar habitaciones. De mal semblante y visiblemente disminuido respondió a mi llamado; cargar el ataúd de un tío tardo de entierro lo colapsaba. Lo saludé y pasé a retirarme, no sin antes invocar una pronta recuperación.
UNA CRUZ PARA DOS
Se dio yerba, declaró la cuñada. El anuncio inesperado del regreso marital detonó la tragedia. No murió sola. Él, cumplió los funerales; ella se llevó el secreto. Se dio yerba y cayó echando espuma por la reseca y pálida boca.
Margarito Acosta Orozco.
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La noche de los tecolotes cantores Macabros hallazgos por toda la ciudad. Millares de indios muertos en calles y banquetas. Lectores furiosos Se tiraron diez mil ejemplares, y no era un suceso editorial. Depravado plagiario Violó tantas veces a la norma literaria… Afortunadamente lo encarcelaron por abuso textual. Edipo jadeante en el tálamo nupcial — ¡Ay ‘amá!… ¡ay ‘amá!… La mano peluda …Y las evocaciones eróticas extintas. Pobre bato mutante. Consagrado Profusa explicación sobre por qué los testículos debieran llamarse tentáculos…Sin duda, su obra cumbre. Ahora hasta camina distinto. Se sabe todo un excretor, y de los glandes. El dinosaurio violín y codo Cuando despertó sólo encontró un billete de veinte. Indigestión masiva en velorio de novel petrolero Un asistente al funeral de Juan Comodoro declara: “Es que tuvimos que tragarnos el café cual vil pinole…” Consigna fatal: escribir un mini cuento …Y murió de tristeza al sentirse enjuiciado mini escritor. A posteriori Durante el noviazgo, él siempre la creyó un ángel caído del cielo. El matrimonio lo llevó a concluir que los ángeles no se caen: son expulsados. Bovinos Desde que ella decidió implantarse las ubres, él siempre trae bien puestos los cuernos. Mini ficción La bacteria reencontró a su prima lejana en un estornudo. Filosofando en medio de un mar de mocos, asumieron que el mundo es un pañuelo. J. Moisés Aguayo A.
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Mujer Mayor inteligencia, única intuición, juicio sereno, emociones certeras… Menor salario, uso mercantil, jugosa ganancia de burdel, esposa abnegada, pregunta sin respuesta, mujer ¿Qué te pasó?
Jurado Apenas saliendo del bar, la mirada puesta en la esperanza, he determinado no volver a tomar. No más recriminación, descuentos, vergüenza y humillaciones…. Mmmm; bueno, mejor inicio mañana.
Un minuto Caminé 60 pasos. escribí 60 palabras. di 60 besos. escuché 60 quejas. ¿Di 60 besos?
Bipolar
Salió al jardín, miró la luna, suspiró, se sentó. Sus grandes ojos fijos en el misterioso astro se llenaron de lágrimas. Un aullido. Otra vez la transformación, el dolor
Ana Isabel Aguilar Flores
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Job. Manifest destiny. Y Dios dijo al presidente: he aquí, está en tu mano; más guarda su vida. Entonces, el mandatario salió de la presencia de Dios e hirió a Latinoamérica con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de su cabeza.
Malecón La película termina. El mar desaparece de las pantallas que puso el gobierno. Detrás el desierto crece entre esqueletos de ballenas y barcos que se pudren.
Mariposa La mariposa blanca quiere tener alas de colores. Para lograrlo se dedica a la política y convence a todos de que es un arcoíris.
Suicidio del Basilisco Compra un espejo para mirarse por última vez.
Aviso de ocasión Por no poderla atender remato casa que me deja, en testamento, Minotauro. Informes con Teseo. Confesión de un sapo en carretera ¡Me revientan los camiones! Amanecer en Los Pinos “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” Hugo Salvador Bautista 9
CUARTA GENERACIÓN
Cuando conocí realmente a mi abuelo entendí por qué la vida de mi padre me afectó tanto… Ahora comprendo la actitud de mi hijo.
EL MIEDO Cuando el príncipe se dio cuenta que era en serio, la dejó triste y sola…pero mejor.
+Marco Alejandro Calderón Sánchez
ASTRO REY
Platicamos un poco y te dije: Cuando naces me alegro, me llenas de vida, no debo estar todo el tiempo contigo porque muero. Paradójico ¿no?, te necesito y me protejo de ti.
Raymundo Calderón Sánchez
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Héctor
Unos comen su lonche, otros juegan, unos más corren, pero uno…come papitas.
-¡ Maestra,¿ quieres papitas?! –
Me dice Héctor, el niño más pequeño del área de maternal, mientras coge cuidadosamente con sus manitas mis mejillas para que volteé hacia él.
Yo le respondo:
-No mijo, muchas gracias –
mientras me limpio los restos de papitas, que tiernamente Héctor escupió en mi rostro cuando me hizo la tan ansiada pregunta.
Rita Camarena R.
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Del día que se acabó el dinero en casa de papa, mamá e hija flores, hacia sol, el pasto de la casa estaba verde y había catarinas rojas. -
Vendí a tu papa
La pequeña toma una tortilla caliente que huele, le pone sal, un poco de salsa y se la come.
Una mariposa fue atropellada por un macrobús azul, aun así la gente sonríe imaginando mariposas entre los carriles, en las estaciones, ocupando los asientos amarillos.
Víctor Clavellina
MAÚLLO DE UN GATO DESESPERADO Pobre del gato Rufino que no se baña muy seguido, su amo lo ha pescado, pero no como el que él se ha comido, miaauuu.
LALO NOSAGU Siendo una larva venció dificultades, halando sus restos y zampando hojas del jardín. Un ensueño aprisionó, el manjar escarlata explorar; por la mañana arrojado por los aires, murió.
Martha Gabriela Corona Cárdenas.
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Voyeur
He visto nuevamente en calzón y sin sostén a la vieja Vilma, desparramada sobre su cama y con la lamparita de su pequeña cómoda descubriéndola. No es que sea la mujer más buena del barrio, es sólo que es la única que llegada la media noche no es capaz de cerrar la ventana de su cuarto, ni correr la cortina, y puesto que su casa no tiene cerco nada impide el espectáculo.
En el colegio Manuel acaba de verle, con la ayuda de un espejo en su zapato, la tanguita morada a Patricia, una de nuestras compañeras de clase. Que soy un ahuevado, me dice, por no atreverme como él; que la coja a cargo a Isabel, que de seguro carga un hilito asfixiado entre las nalgas. Quisiera mandarlo a la mierda, pero es mi mejor amigo, y además respeto tanto a su mamá que no sería capaz de algo que le perturbase el sueño.
Alexis Cuzme (Manta, Ecuador, 1980)
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Casa Vieja Siempre que voy al barrio despliego un abanico de recuerdos. Me siento en el quicio de una casa sola, vieja y derruida. Es mía, fue mía, aunque no de mi propiedad. Nadie puede reclamar mayor pertenencia que yo. Viví de niño en ese caserón, conozco todos sus rincones, allí enfrenté el miedo a la negrura de una noche de tormenta. Conocí el terror infantil a las visiones fantasmales. Durante muchos años me asaltaron duendes que se metieron en mis sueños, se formaron de mis miedos y terrores infantiles. La muerte de seres muy amados ha atado mis recuerdos. Por dentro, en aquel inmenso espacio, mis curiosidades viajaron sin muros. La cocina con su paupérrimo pretil de ladrillo y su inconfundible hornilla enjarrados de ceniza, medio llenaron mi increíble voracidad; siempre tenía hambre. Enfrente de la cocina había un descuidado pero hermoso jardín que remataba en la noria de la casa y, atrás, el inmenso corral que fue, en tiempos pasados, el lugar de descanso de las remudas que llevaban tabaco a Puerto Peñas. Mis antepasados hacían velas de cera de todos los tamaños y figuras de flores, ángeles, corazones para adornos de los templos. Conocí el valor del trabajo manual y me alimenté de ese pan sabroso que da el trabajo honrado; me precio de comer el pan con el sudor de mi frente. Sí, ese lugar me llena de recuerdos. En estos tiempos es una casona abandonada; se quedó estática en el tiempo, como esperando mi regreso, y si bien ahí nacieron mis pesadillas también me acompañaron las ternuras de mis antepasados. A veces tengo necesidad de viajar a esa casona; como que hay una deuda no saldada, un dolor sosegado, como angustia manejable. Quizás todavía no supere mi antigua tristeza, quizás liberando la memoria de los que murieron y me amaron pueda encontrar la libertad a mi espíritu. Quien sabe; pero de vez en vez, regreso…. Agustín Curiel López
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1.- Al abrir, la oscuridad cegó mis ojos, se extendió la hoja de maíz
y el tenue
corpúsculo de luz que se posó en ella iluminó el universo de mi abuelo. (Con dedicatoria al Ing. Luis Medina Jiménez)
2.- Cegó mis ojos el pecado de otros.
3.- Mi niñez se tornó adulta al ver el grueso polvo colgado del clavo, donde olvidó mi abuelo su sombrero. (Con dedicatoria al Ing. Luis Medina Jiménez)
4.-Aventé mi ropa y surgieron los fantasmas.
5.- El último polvo se esparció; mil y una huellas gritaron su nombre
MARTORREV
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DESIGNIOS Puso una mirada fugaz en el cielo. Miró a un lado suyo. Sonrió. Y abrazó con vehemencia su deseo cumplido. ESCONDIDILLAS La niña miró al sol esconderse. Corrió hasta la pared. Golpeó tres veces con la palma, vociferando: <<¡Uno, dos, tres… por el sol que se encuentra detrás de aquellas nubes!>> SUICIDA ARREPENTIDO En el séptimo piso, miró con náuseas la distancia hasta el suelo y se dijo: <<y si me tiro al nivel de la banqueta… ¿cuenta como suicidio?>> PALOMA MENSAJERA Miró hacia el cielo y la mierda le cegó el ojo izquierdo. TIEMPOS VERBALES Se tardó en levantar la mano. Terminó por decir: <<Pasado, maestro>>. FIN .un cuento fue éste que una vez se erA
Isidro Delgado Guerrero
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No temas y recuerda esto: cuando está más oscuro, es porque ya va a amanecer.
Con cada alba que nace, el olor de la vida se desliza sutilmente entre mis sábanas.
Ven, te he esperado tanto. Dejemos que el amor, subyugue nuestras almas.
Te busqué desesperadamente y al fin, di contigo. Por favor, no vuelvas a irte. Moriría.
Me levanté, y seguí corriendo.
Irángela Delmar 17
Fábula
Como llora el colibrí cuando el picaflor, no está. La flor se entristece… y sus pétalos se van.
Con el néctar… se embriagan piqueteando el polen, se aman. Perpetuándose… juegan y danzan pequeñas aves, a las nubes van.
+JCfuentes.
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1_ Conociendo el final de la fábula, la tortuga se quedó dormida.
2_ Dalila, nos contó que Sansón empezaba a tener ideas descabelladas.
3_ El camino más cercano entre dos puntos, es la línea recta ¡Auxilio! ¡Nos salimos de la tierra!
4_Robespierre ¡No sean necios, cómo pueden perder así la cabeza!
5_ El truco era increíble; un tipo manipulaba grandes cantidades de mierda, y al final siempre nos mostraba ¡las manos limpias!
David González Ibarra
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Reencuentro con los míos En fin, voy a confiar, seguramente así lo hará…el destino hará su parte…Creo.
Merceditas La acabo de ver bien…ya llegó enfermita y no regresó… ¡De muchacha fue mi novia!
Libertad responsable -Yo fui maestro… -Gracias, ya verá que no volverá a suceder. Vámonos Efraín, corre; ¡es buena gente el profe!
Otilio Hernández Zamora
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EL SOÑADOR
Siempre con la mirada perdida, de vez en cuando se acompaña de una sonrisa.
EL GATO
Un gato. Una pecera en la sala. El gato se lame las uñas sobre el tejado.
ECLIPSE
Un flechador estaba obstinado en clavar su flecha al sol. Se puso un plazo para lograrlo. Diariamente a la misma hora ensayaba, apuntando y soltando la flecha. Después de varios meses de entrenamiento, la flecha se acercaba peligrosamente a su meta. Para entonces el sol, se había dado cuenta de las intenciones del flechador, preocupado se acercó a hablar con la luna. Al llegar el plazo, la gente se empezó a congregar en el lugar. El flechador se presentó ataviado con su mejor traje, levantó los brazos a la multitud, preparó
la
flecha…en
ese
momento,
la
luna,
se
interpuso
obscureciendo
completamente el lugar
EPIFANIO HUERTA HERNÁNDEZ
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…La noche nos deja con el mismo sentimiento de tristeza de siempre. —Te amo, papá —murmura con dificultad. Sé que mañana ya no va a despertar… … y yo tampoco.
… finalmente se aleja mi esperanza con su silueta, que se va perdiendo en un mar grana, mientras que el horizonte llora, y mi corazón deja de latir.
…Sonreí al saber que mis palabras fueron una promesa que podía cumplir. Cerré los ojos y dormí plácidamente, percibiendo un aroma a fresas que inexplicablemente se colaba por la ventana.
…Que pases buena noche, Jandy; descansa —dije al aire. Después di la media vuelta, subí al carro y fuimos a casa. Mis padres, seguramente a dormir, yo a seguir soñando.
…jamás olvidaré su sonrisa. Cerré el álbum de fotos y lo abracé. ¿Saben? Creo que ya sé por qué no quería bajar. Tenía miedo... ...miedo a que me vieran llorar.
Ramón López Morales
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Pájaro gallina El pájaro gallina se volvió loco; su polla voló con otro gallo. Por eso desde ese día le dicen así en el barrio.
Fin de semana Lobos por los peñascos. No encontró a su amigo. Fue un mal día para acampar.
Tianguis -¡Quítate india estúpida! ¡No te pago nada!... El cántaro queda roto en el piso.
Barandal El barandal de aquel kiosco y un cinto fueron el remedio de tu agónica vida. Así lo pregonan los diarios.
Luis López Ponce
Tiburcia. La princesa encontró a su príncipe azul; era muy feliz… un día decidió vivir en la torre, y las cadenas que ataban al príncipe le impidieron subir con ella.
Ana Paola López Santana.
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AL
ALCANZARÁ EL TIEMPO…
En un segundo de tu ciencia he comprendido lo fatuo y débil de tu ínfima materia, espero entonces alcances una sólida conciencia que te lleve sin esfuerzo a descubrir incólume tu espíritu inmortal en un destino de luz, sin tiempo ni distancia
Un trabajo sin conciencia
Apúrate, te lo dije, ésta cruz debe estar ya terminada, es para un rey de otros mundos. Este trabajo soportará los golpes del amor, el tiempo y del destino, en el futuro el cruce de la madera borrará todo pecado cometido. Sin saberlo el ayudante del carpintero deja caer el madero sin importar lo que dice su maestro.
José de Jesús Macías Comparán.
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Ironía
La vida era demasiado seria para él, hasta que se descubrió como producto de la imaginación de un niño.
Parte Médico Secreto
TOP SECRET:
A Don Alonso Quijano le mató recuperar la cordura.
NOTA:
La difusión de este informe puede ser peligroso para el orden social, es conveniente mantenerlo en la más completa reserva para siempre. Se sugiere destruirlo, después de leerlo.
Central de Inteligencia Anti-locura (CIA)
Autobiografía
En el carbón me gesté, en el lápiz vivo la posibilidad de abandonarme al voluptuoso abismo del desierto intensivo y en la desesperación de una hoja en blanco encontraré la tumba.
Comienzo
Después de suicidarse, con desdén salió de su casa para convivir con los mortales de la calle.
FG Marín (Morelia, Mich.)
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Tres cuentos
Y los presagios se cumplieron. Al llegar a tu castillo, estaba la persona que menos esperabas; pero no llegó con intenciones favorables, sino con recuerdos llenos de sombras que te devolvieron al pasado.
*************** Renacieron aquellas aves con las alas de acero negro, garras de titanio y un arraigado instinto de caza. Su dueño es el fantasma que surgió de las cenizas de una choza abandonada.
*************** Velaré tus sueños y dormiré en tus brazos. Sé que puedo morir al despertar. Moriré feliz, porque moriré en ti.
Edgar [Ragde] Marín Acosta (16 años)
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Algunos cuentos …Y la vida sonrió de nuevo. *La pelota salió a jugar con el niño. *El niño tiene un deseo en su mirada. *El árbol bailó al vaivén del viento. *Los sustos son saltos del corazón. *Estás grande no destaces a los niños. *Di la vuelta y grité por lo que vi. * Mi corazón brinca de gozo...¿ y el dinero?
Maribel Mederos García.
EQUIVOCADO
Se levantan las olas y sigo insistiendo en adentrarme al mar; lucho contra ellas, todo es paz, pero los sufrimientos aunados al arrepentimiento siguen…
Martha Eduviges Murillo Leaño
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Micro Cuentos ¿Había una vez? Había una vez… que nunca hubo.
La Princesita La princesita conoció al príncipe, se enamoró de él, e ingenuamente se entregó a las palabras de amor del adorable hombre…Y creyó que sería feliz para siempre.
El cuento Roto …Y el bastardo le robó su inocencia cuando cumplió XV años.
Sueños Prohibidos Cuando se acercó, te miró con lujuria, te tomó entre sus brazos y aunque te resistías te hizo de él… -
¡Solo fue un sueño!
Zombi Cuando caí muerto, aún respiraba con el pecho ensangrentado ¡Era un zombi!
Por fin soy feliz.
Pedro J. Navarro
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Iluminación Express Al encender la luz y volver abrir los ojos ya no fue lo mismo, en definitiva no era igual verla sin pintura en la cara. Sin garantía Al dejar de funcionar el pulmón artificial la enfermera agregó en el informe que fueron causas naturales las del deceso. Medio de defensa Al llegar la policía mejor guardó silencio, se le dificultaba mucho explicar por qué estaba el miembro de su esposo en el refrigerador. Justicia poética Al regresar se dio cuenta de lo que había hecho. No quería volver a cegarse así. Pero en la ventana un solemne cuervo graznaba: – ¡Otra vez, otra vez! De regreso Llegó hasta mi puerta con el brazo lleno de sangre. –Lo he jodido, ¡Lo he jodido todo de vuelta! –No Viridiana, estás de regreso en casa. Símbolos La única lápida sin nombre ni fecha. Él así lo pidió. En lugar de lo eso, un dibujo con una sonrisa era todo lo que se veía.
Un historia de juguetes Quiso hablar a solas con su mejor amigo antes que las fuerzas lo abandonaran, decidió decirle donde escondía la llave del departamento de soltero; le pidió que fuera y sin importar lo que pensara tirará lo que viera en el armario. Por propio gusto El grupo de enfermeras guardaba a su alrededor un silencio sepulcral, las tijeras a duras penas cortaron la ropa de cuero. No podían creen el daño que le habían hecho a esa chica, pero tampoco que no quitaba la sonrisa en la cara.
Accio
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HAITÍ Sigo vivo bajo los escombro, ¡vuelvan! Jorge Ramírez
POR ANALOGÍA Unos chavales se pistearon y volcaron. Su vehículo cayó a un canal. Desde entonces por las noches se oye una voz quejumbrosa que dice: ¡Aaaay mi camioneta! LA MALA PALABRA Se oye desde lejos, el tronido de la cabeza, es el ruido que despide la idea cuando nace el sonido que desborda…se materializa en palabra. Presume que dice algo. OCIO Él (al que le decían profe) solía sentarse en las tardes debajo de un árbol hueco, a veces para pensar, a veces para sentarse… PALABRAS A LA MEDIDA Mini escribe para que mini te lean… ¿para que te mini entiendan? ORTOGRAFÍA Ya te dije Julito con C mayúscula. Esto de escribir pos’ nomás es pa’ hombres. No pa’ heterosexuales con capacidades diferentes… IDEA Yo quiero decir que voy; caminando escribo. Tocando estoy, en la puerta vivo… Yo quiero decir que soy y quiero gritar qué soy, mientras te escribo.
Víctor Manuel Ramírez Núñez
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LEGAÑAS Demonios, decapitados, brujas y fantasmas rodean mi cama. Debí obedecer; no untarme legañas de perro sobre los ojos.
LAS PALABRAS En plenilunio una pléyade de colibríes, ninfas y querubines optaron por enarbolar obsidianas y rubíes y no aparecer más en la poesía. El poeta sólo optó por plasmar: ¡Qué onda güey! ¡No manchen!
Guty Santana
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El último capítulo de Jean Baptiste Quienes me amaron tomarán un avión. Lo Mismo Me parece que este manicomio me ofrece exactamente lo mismo que la fortaleza insana de mi mente. Crónicas Parciales Eran entre las seis y las siete de la tarde cuando escuchamos la noticia: en alguna parte del mundo los marcianos estaban atacando locutores de radio.
La Tumba con Sosiego Después de la diálisis algo en mí permanecía latiendo. Cuando le pregunté al doctor qué significaba ese sonido tan como de rosario él sólo atinó a decir: ora pro novis.
Insomnio Hilarión compuso su método sumido en el más profundo de los insomnios, eso cuentan. De allí que las octavas se ven medio adormiladas. Finalmente, tras solfear los fas y llenar de silencios a un tiempo de cuatro cuartos, se quedó dormido en sus laureles.
El Kilo Ignorado Un pez sale de la laguna lleno de la enfermedad de la indiferencia. Toma sus maletas con prisa y enfado. Aborda una camioneta que se dirige hacia el mercado. Una vez allí propone su precio. Minutos después es vendido entre otros dieciocho peces que forman un kilo exacto, dieciocho peces que aún lo siguen ignorando.
Mario Z Puglisi 32
El hombre y el oso El oso corrió, el hombre lo atrapó y… Alexa Daniela Aceves Ponce (11 años)
El espejo Me levanté y en el espejo vi un reflejo que no conocí. Janeth Guadalupe Álvarez (11 años)
Kevin sin miedo Había una vez, cuando Kevin iba para su casa, que vio una cabaña abandonada. Cuando entró y la puerta se estaba cerrando, vio a un monstruo que se llamaba Jorge y Kevin le dijo: ¡No me comas, podemos demostrar que no eres feroz! El monstruo dijo: pero todos me tiene miedo. Kevin dijo otra vez: podemos demostrar que no eres feroz. Y desde ese día nadie le tiene miedo a Jorge.
Ángel Jair Arellano Covarrubias (7 años)
Fantasma Mi papá es un fantasma. Lo quiero mucho pero asusta a la gente. Entonces pensé conseguirle un traje que pudiera ponerse; le compré zapatos y lo pinté como si estuviera vivo. Ahora no lo dejo que salga cuando llueve, para que no se despinte.
Pablo Abimael Bautista Castolo (7 años)
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Alan Miedoso Había una vez, en una isla muy pero muy lejana, un niño muy miedoso llamado Alan. Había en la isla muchos peligros. Una mañana Alan recogía rocas, hojas de palmeras y tablas que su mamá le mandó buscar para hacer su casa. De repente un tigre feroz se le apareció. Tenía mucha hambre y quería comérselo. Alan le dijo: no me comas, no te haré daño, yo soy muy miedoso. Ahorita regreso; voy por carne a mi casa y a mí no me comas. Desde ese día Alan y el tigre fueron muy amigos y son muy felices. Tania Denisse Benítez Zendejas (7 años)
El señor y el fantasma del castillo Era una vez unas señoras y dos señores que platicaban que los señores no se animaban a ir al castillo abandonado. Uno dijo que no porque decían que ahí había fantasmas, pero el otro dijo que sí, que no tenía miedo y que hasta iba a dormir ahí. Agarró su burro, se subió y se encaminó al castillo; al llegar se metió y preparó su cena. Al cenar se le apareció un fantasma que, por más intentos que hizo, no logró asustarlo. “Por ser tan valiente te voy a decir un secreto –dijo el fantasma: ve al patio y escarba y vas a encontrar un tesoro”. El señor regresó con las señoras y el otro señor. Les mostró el tesoro y dijo: “¡Miren lo que me dio el fantasma por no tener miedo!”
Dulce Guadalupe Campos Aguirre.
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El niño del futbol Era una vez un niño que le iba al América y no tenía papá, nomás su mamá y diario le decía a su mamá: quiero un traje de Ochoa y nunca se lo pudo comprar por que eran bien pobres y un día su mamá le compró su traje y al regresar a su casa el niño estaba muerto; lo machucó un carro, y cuando lo enterraron lo vistieron con su traje de la selección nacional. Filiberto Cerda Ponce (11 años)
Pedro el Temeroso Había una vez un joven llamado Pedro el Temeroso. Viajaba a lugares y un día encontró una isla muy pero muy bonita. Pedro y sus compañeros fueron a revisarla pero su barco se hundió. Se hizo de noche. Tenían miedo, pero con miedo y con frío Pedro salió a investigar y halló un bote con remos. A la mañana siguiente despertó a todos. Corrieron y finalmente llegaron al bote; se subieron y se marcharon de la isla. En el pueblo Pedro les contó su aventura y desde entonces ya no tuvo miedo. Alan Josué Estrella Navarro (7 años)
Alex Hace muchos años un rey quería heredar su castillo al hombre que le trajera a su hija los tesoros de la casa de los sustos. Alex era muy miedoso pero se presentó. Fue a la casa de los sustos y se le apareció una calavera. Lo dejó agarrar los tesoros y Alex se fue corriendo. Entonces lo atrapó una bruja y ya lo iba a matar cuando llegó la calavera, lo ayudó a escapar y le dio los tesoros. Alex se casó con la princesa, se quedó con el castillo y vivieron felices para siempre. Edgar Eduardo García Ramírez (7 años)
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Sergio Un señor llamado Sergio le tenía miedo a todo y su jefe lo mandó a una casa embrujada. Lo intentó, pero le dijo a su jefe que no pudo entrar a la casa porque había dragones y unos osos malos. Por la noche, Sergio soñó que un hada le decía que no tuviera miedo a nada. Cuando despertó, Sergio fue con su jefe y le pidió que le diera otra vez el trabajo. El jefe le dijo que sí y le dio el regalo a su familia que otra vez ya tenía trabajo.
Angélica Sarahí G.L. (7 años)
El León en la cama Al entrar al cuarto, sobre mi cama estaba un león, lo vi y me mordió la panza.
Yesenia Monserrat Hernández Sánchez. (11 años)
Gustavo Gustavo era muy miedoso y se perdió en un bosque donde había murciélagos, lobos, fantasmas y brujas. Halló una casa abandonada, abrió la puerta, entró y adentro estaban los fantasmas y las brujas: “Ven Gustavo, a ver si te atreves a cenar con nosotros” –le dijeron. Él aceptó, comió y después se fue a dormir. Su cama se elevaba, pero pensó que era divertido. Al día siguiente los fantasmas le enseñaron la salida: “¡Gracias!” – dijo Gustavo- y al final ya no tenía miedo.
Andrea Jazmín Íñiguez Huerta (7 años)
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La princesa y el rey Había una vez una princesa muy bonita y un rey muy poderoso. Vivían en un castillo muy grande, pero en el pueblo había millones y millones de niños pobres. Entonces, la princesa y el rey fueron a una cueva y la princesa vio dos cofres donde había monedas, oro, plata y mirra… y se los regalaron a los niños pobres. Josué A. Martínez López (7 años)
Alejandro el temeroso Alejandro vio una casa abandonada. Se acercó. De repente escuchó algo y se fue corriendo. Volvió, pero otra vez escuchó ruidos y se fue corriendo. Tropezó con una piedra. Se levantó y unos perros lo persiguieron. Entonces se hizo de noche. Aunque sintió mucho miedo decidió regresar. Se atrevió a entrar a la casa abandonada y descubrió que todos sus miedos eran su imaginación. Juan Carlos V. (7 años) El Pájaro Vi un hermoso pájaro cantando bonito, lo agarré y me picó. América (11 años)
Gerardo Gerardo y sus hermanos vivían cerca de un bosque de animales feroces. Gerardo fue al bosque, pero tenía miedo porque a su hermano lo atacaron el oso y el elefante. Cuando Gerardo entró al bosque el oso y el elefante lo atacaron. Se defendió, pero tenía miedo. Entonces se le apareció un hada azulita que le cumplió tres deseos. Él sólo pidió no tener miedo. Desde entonces Juan no tiene miedo aunque se le aparezca el dragón. Jocelyn (7 años)
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