No. 2 Distopía

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L I T E R A T U R A , A R T E Y C U L T U R A

No. 2
Distopía 5 6 9 10 11 12 14 16 18 20 22 23 24 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 38 39 40 41 42 44 Í n d i c e Presentación
Minificciones
Poesía
Abraham
Abraham
Jorge
Noé
Juan
Yuleisy
Fran
Enrique
Luis
Cuerpos
Metal Canción
2024 Un purgatorio
la colmena Alexa Portales y Espejismos Puppienspieler El programa
Valparaíso:
Patria El traidor El colectivo Algoritmo Fuera
Acicalamiento
La proveeduría Año
Instantáneas distópico latinoamericanas Lugares Inhóspitos Capítulo 2:
Alce
Fuga Esos
Antropoceno Poesía
Sobre las
e ilustradores
Reflexión Relatos
Novela
Daniela Lomartti Autor invitado: Amadis Ross Luis Anastacio Delgado Krsna Sánchez Mical García Vlad Martínez Cruz Héctor Olivera Mario Flores Ajedsus Balcázar Padilla Elsa Maile Landa Maximiliano Guzmán Rafael Figueredo Óscar Delgado
Campos Gris Ruiseñor Alejandra Inclán
Campos
Rolando Acevedo John Puente de la Vega
Hernández O
Manuel Díaz
Cruz Lezcano
Nore
Dounce Huesca
Ponce
de
de muerte para los Aquietadores
más allá de
PEaD
la noche se derrumba
de época
de la tiranía
seis
Entre Nur Sultán y
Blanco
reptiles que te habitan
intro lineal
autoras, autores

L i t e r a t u r a , A r t e y C u l t u r a

Quiénes somos

Anapoyeisis: Literatura, Arte y Cultura es una revista literaria que surgió en junio del año 2021, primero en su formato digital. Ha sido distribuida en la red de forma libre y gratuita. Posteriormente, hemos decidido trabajar en la edición y el diseño del formato físico, que ahora tienen en sus manos. Nuestro proyecto editorial, está enfocado en publicar textos que corresponden a la ficción especulativa (ciencia ficción, terror, fantasía, ucronía, mundos de lo extraño (weird) , cyberpunk entre otros subgéneros literarios que expresan posibilidades sorprendentes). De esta manera, proponemos un espacio para quienes deseen escapar entre letras a la configuración de mundos posibles y reflexionar sobre la realidad social siempre adversa, siempre vital.

El nombre de la revista lo hemos tomado de un relato del escritor mexicano Salvador Elizondo que forma parte de su libro "Camera Lucida" (1983). En “Anapoyesis” , el autor nos inquieta por medio de elementos lúdicos, presentes a lo largo del texto, sobre cómo concebimos la relectura ideal. El argumento central del cuento consiste en mostrar lo que se desencadena por el invento del Profesor Pierre Emile Aubanel, descendiente de Théodore Aubanel, amigo del poeta Stéphane Mallarmé. Una máquina, constituida a partir de complejos procesos termodinámicos, capaz de medir los niveles de energía liberados debido a la relectura de los versos de los poemas del Maestro Mallarmé. En este sentido, para nosotros, el nombre de Anapoyesis representa un homenaje a la metáfora creada por Elizondo. Si bien, no hemos inventado una máquina que pueda medir los niveles energéticos al leer los versos de un poema o los párrafos de una narración, en cambio, sí podemos invitarles a invertir su energía lectora en los textos inquietantes, extraños, imaginativos que componen cada número De esa forma, estos no desaparecerán

Sobre las colaboraciones

La revista Anapoyesis: Literatura, Arte y Cultura tiene cuatro secciones: a.1. Cuento , a.2. Minificción, b Poesía, c Reflexiones y d Ilustraciones Cada convocatoria se anuncia de manera anticipada para que las personas interesadas en publicar con nosotros, puedan trabajar en sus textos correspondientes. Dichas convocatorias, se comunican a través de nuestras redes sociales y de nuestra página oficial: www.anapoyesisrevista.wordpress.com.

Las autoras y los autores que deseen participar, deberán enviar sus propuestas al correo electrónico anapoyesisrev@gmail.com en formato Word, con letra Times New Roman número 12 e interlineado de 1.5. Los textos pertenecientes a las categorías de (a.1) Cuento y (c) Reflexiones no excederán las 1,200 palabras. Para las minificciones (a.2) la extensión será un máximo de 300 palabras. En la categoría de (b) Poema aceptamos un máximo de 40 versos. Finalmente, las ilustraciones deberán enviarse en formato JPG o PNG con una resolución de al menos 300dpi y en una proporción retrato 3:4.

Al finalizar la revisión de cada propuesta, notificaremos a los autores y autoras el fallo del filtro editorial de acuerdo al siguiente criterio: 1) Aceptado, 2) Aceptado bajo condiciones de corrección y 3) No aceptado. La opción dependerá de los criterios mencionados anteriormente. Contamos con un equipo profesional que revisará de manera detallada cada propuesta.

Presentación

Distopía
Distopía
Distopía
Anapoyesis
Distopía
Anapoyesis
Distopía
Anapoyesis
Distopía
Anapoyesis
Distopía
Anapoyesis
Distopía
Anapoyesis
Anapoyesis
Burn like a slave Churn like a cog We are caged in simulations Algorithms evolve Push us aside and render us obsolete
Muse Algorithm

Fuera de época

l bar estaba casi vacío, pero me agradaba mirar a la señorita de vestido rojo y al tipo de cabello esponjado con pitillo falso. ¿Qué se siente fumar? Solo el viejo junto a mí no disfrutaba, parecía sufrir por estar en ese lugar. El bartender nos sirvió bebidas. En la rocola sonó It’s Impossible, de Elvis. En la TV pasaba Rebelde sin causa. Eran extraños esos escenarios a cielo abierto.

Traté de no pensar y miré a los lados. Una bella chica rubia, también vestida de rojo, estaba en una foto gigante. Su nombre es Marilyn Monroe. Me hubiera gustado enamorarme de una mujer así.

Miré el reloj digital en la pared. Era lo único que estaba fuera de época. Apuré mi bebida. El guía dejó de fingir que era un bartender: Según los registros, al parecer estos eran los años sesentas, no lo sabemos con precisión. En aquel entonces se podía vivir en libertad cómo vieron en la película. Quítense los trajes de época y vayamos a la siguiente sala: los ochentas-noventas. Irónico: estamos en los sesentas, pero no son iguales. En el 2060 la única diversión son los museos de simulación. Vivir en el exterior It’s Impossible.

Acicalamiento de

tiranía Abraham Campos

la

Anapoyesis

La proveeduría

asaquintas, chalets, casitas de madera y viejos pabellones; una aldea sin iglesia ni cementerio.

Los aldeanos no son identificados por nombres conformados por vocales y consonantes, ni siquiera por una cédula policial o una huella digital. “Los cuervos”, los aldeanos, se identifican por la portación y uso de un carnet verde, un diminuto instrumento de control que se distingue por ser una minúscula tarjeta; en ella cabe un sello con el logo correspondiente: “P”, acompañado por un sinfín de símbolos mercantiles pertenecientes a una máquina de escribir. Conforme la luz de la registradora se enciende y el molinete de acero se mueve, los aldeanos ingresan “a la gran manzana”. En la proveeduría existen alimentos y víveres, materias primas, productos elaborados y mercaderías. También hay rodados y automotores; muebles, vestidos, calzados, utensilios y baratijas, que por ahí han quedado del mundo anterior. Los aldeanos entran a ese lugar como si tuvieran los ojos cegados. El carnet es prensado en el lomo de cada “cuervo”, quien jamás se da cuenta que la inicial del carnet se ha invertido misteriosamente por sí sola. El carnet ya no es verde, toma un color rojo oscuro, como la sangre.

La agonía más aterradora, un proceso similar a una máquina trituradora o moledora de carne, es cuando las góndolas, estantes y locales son invadidas por miles de manos y dedos, los cuales quedan abiertos o cerrados, encallecidos, lastimados, inertes, paralizados, ensangrentados… Casaquintas, chalets, casitas de madera y pabellones. Una tierra sin iglesia ni cementerio: la proveeduría.

Distopía

Año seis

Anapoyesis
John Puente de la Vega

Instantáneas distópico-latinoamericanas

Distopía

Lugares inhóspitos

Capítulo 2: Entre Nur Sultán y Alce Blanco.

Distopía
Anapoyesis
Distopía

Fuga

Un gobierno sentado me obliga a no soñar y yo me voy lejos sin cerrar los ojos, lejos de este extraño mito de progreso que promete nubes bajas, de bajar el cielo sobre las tierras empujando las almas en las columnas de individuos que siguen a un líder disfrazado de Noel con el pretexto de salvar la especie

Escapo de este gobierno de sustancias que promete viajes a hombres que abandonan sus casas entre gritos de mujeres que llenan de zapatos, vestidos nuevos el vacío dejado entre blancas paredes

Escapo de este mundo que deja atrás el viejo mundo por el mundo nuevo de microscópicos cultivos de embriones humanos, producidos en serie a los servicios de todos y que a nadie pertenecen

Me voy de este mundo distópico donde los hombres crecen para abajo con el cráneo blanco y frío en las emociones que desaparecen en cascadas de lágrimas domadas por actitudes preconcebidas que hacen de la vida un consumismo perfecto

Distopía

Esos reptiles que te habitan

Esos reptiles que te habitan saldrán de oscuros resquicios a marchar bajo la lluvia cuando el desorden del invierno haga trizas nuestros sueños sin puerto ni brújula y beberán todas las aguas de las precipitaciones todas las gotas de nuestro sudor patriota hasta saciarse y relamer cada baba de aire que quede por ahí suelta los veremos nadando insaciables todas las vertientes las inundaciones los ciclones queriendo empantanar enlodar y degustar nuestras incomodidades los veremos trepar todas las ramas de los árboles del pensamiento asqueando aún más las ideas confusas de los hombres.

Anapoyesis

Antropoceno

Treinta expertos reunidos en 2014 en Berlín: geólogos, científicos del clima, ecologistas y un abogado no pueden explicarle al oso polar por qué se le acaba el hielo ni al koala australiano por qué es consumido por el fuego Ellos no conocen el nuevo término ahí acuñado: Antropoceno

Las mayores potencias del planeta llaman a un foro mundial a que se comprometan todos, menos ellos, a frenar el cambio climático como se le ha dado en llamar eufemísticamente al desastre provocado por el hombre.

Mientras calculamos la huella de ca en todas las actividades humanas el planeta se derrite irreversiblemente

El desastre climático ya está a la vuelta de la esquina y tratamos de ganar tiempo con fútiles paliativos cuando el punto de no retorno hace tiempo fue rebasado

Vivimos horas extras en la antesala del infierno que hemos creado por el consumo desmedido de combustibles fósiles.

En nombre de un beneficio inmediat mal llamado progreso hemos destruido lo que nos sostien y comprometido el futuro de nuestr Por la comodidad de unos cuantos la mayoría de los habitantes de este planeta pagará un precio muy alto Aparecerán las señales de destrucción como fue pronosticado Los cuatro jinetes del apocalipsis: agua, aire, tierra y fuego otrora elementos de vida tomarán venganza de las afrentas cometidas por el hombre

Se desencadenan ya inundaciones, ciclones, temblores e incendios consecuencia de la falta de responsabilidad humana.

A nadie parece importarle que desde hace tiempo vivimos ya el inicio de la distopía que en el futuro será conocida como: Antropoceno.

La edad de la destrucción la edad del hombre

Morirá probablemente nuestra especie pero el planeta sobrevivirá y volverá a ser un paraíso hasta que se cumpla otro ciclo y aparezca otra plaga

Distopía

Poesía Intro-lineal

No es un poema, ¿no entiendes?

Mi nacionalidad es leída en código binario por un robot nacionalista sin nacionalidad que habla todos y cada uno de los idiomas de los países a los que no pertenece, por eso nunca me dirá: Je ne parle pas l’espagnol

Y yo nunca le diré: Tu m’aimes? porque no me gusta dormir con robots, ni siquiera con los rompe galletas, por más que huelan a galletas Una vez lea mi pasaporte, reliquia de la antigua era, no podrá decirme: alors excuse moi, porque en ningún momento habremos dicho palabra alguna, como dos fantasmas que lo tienen que saber todo.

No es un poema, es un axioma digital Nací en ciudad en un estado con un nombre, cuyas calles no me han querido. ¿Quiénes son ellos? los creadores de tanta tecnología Cómo saber si Dios es un robot tanto como es un teléfono

A me non piace la carne di coniglio, piensa allá arriba en un idioma de números y pollos emocionales, sino, ¿de qué otra forma podría serlo?

No es un poema, es una reivindicación

Pocas personas se atreven a preguntar sobre ello y yo los colecciono como quien guarda adjetivos Me preguntó un amigo si mi extensión corporal era algo más que lata que sobresale de mi cuerpo y extiende lo que no había, como otro ser que es impropio en mí. Porque eso es, no supe qué decirle; ese sobrante que ve ahí es lo que me faltaba desde que nací

No es cierto, sí sabía

No lo sabía, no hay nadie a través de la pantalla Aún así hago de la mano tratando de agarrar algo Agarro un hipervínculo que me evita. Estiro de él como un lazo, esperando que sea humano. No ocurre

Por lo tanto, yo escribo: no hay humanidad a través de la pantalla.

Anapoyesis

No es un poema, es una declaración de libertad

Jamás he pensado antes de actuar. He sido automatizado Nunca se me había ocurrido pensar antes de actuar Nunca he insultado en un refrán inculto Parece que otros sí, en la necesidad de sentir que no son autómatas y tienen la capacidad de sentir, de agredir.

Estoy seguro de que, en eso, son más rápidos que yo

He sido automatizado Contesto casi al instante, yo no tengo que pensar por qué son naturales por qué no quiero su piel encima.

Estos poemas puestos a consideración, pertenecen a un proyecto personal que se centra en la invención de José Donoso, autor mexicano, sobre la inexistencia de un escritor ecuatoriano en el Boom Latinoamericano Así como Donoso inventó a Marcelo Chiriboga para suplir esta carencia, yo he imaginado y recreado con una IA lo que podrían ser poemas de una generación futura, lejana, desconocida, de autores ecuatorianos Todos ellos utilizan la poesía como una forma de reflexionar sobre lo digital, la nacionalidad, el lenguaje, los idiomas, las relaciones humanas y su condición de cara a un mundo inmerso en lo referente a las distopías (cyberpunk, por ejemplo) La automatización y sus implicaciones son esenciales en cada texto, pues se supone que algunos de ellos son escritos por personas cyborg.

Distopía
Anapoyesis

Autoras y autores

Distopía

Ilustradores

Anapoyesis

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