MANUAL
BIBLIOTECA DE AULA
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FUNDACIÓN DIVIDENDO POR COLOMBIA
Nuestro objetivo es que, con la colección de la Biblioteca de aula, los estudiantes sean capaces de realizar un trabajo de investigación, redactar un ensayo, buscar información en Internet, debatir sobre uno o más temas, analizar una película, inferir, sintetizar, en fin, desarrollar habilidades que acerquen a cada niño o joven al placer de leer e investigar. Todos los maestros que reciben la biblioteca deben estar involucrados: Una intervención mediadora que, con conocimiento de causa, aporte soluciones ante las dudas y facilite, en lo posible, la decisión ante la elección de la lectura adecuada, dará vida a la colección. Los maestros deben propiciar proyectos que mejoran el aprendizaje de sus alumnos, definir en el currículo la necesidad de proporcionar diversas lecturas; un niño se forma cuando tiene los hemisferios derecho y izquierdo en una comunicación constante, debemos darle el mundo de las estrellas, el mundo de la información, los mapas, el planetario, pero también la poesía dentro del mundo de las estrellas. La lectura de textos narrativos facilita el aprendizaje, pues se convierte en un vehículo para construir significados y puede ser una vía para hacer más atractiva la enseñanza y despertar el interés de los alumnos. La lectura puede, y debería ser, una de las principales estrategias para mejorar la calidad de nuestras escuelas y favorecer la cohesión de la comunidad educativa. Para lograrlo, nada mejor que la existencia de una red de maestros escolares con voluntad de alcanzar dichos objetivos. Esperamos que los profesores disfruten con la lectura e incorporen la utilización de la biblioteca de aula en sus enseñanzas, y que los padres lean y animen a leer a sus hijos. De poco sirve que existan bibliotecas si casi nadie las utiliza. Es necesario que en los colegios existan buenas bibliotecas, desde luego, pero que se valoren como una necesidad y una riqueza por parte de los profesores en su acción educadora, y que se utilicen para establecer relaciones de la comunidad educativa en torno a los libros. Es decir, que existan condiciones familiares y escolares adecuadas.
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INTRODUCCIÓN
Cada año la colección que entrega la fundación Dividendo por Colombia a las aulas de los programas1 que conforman su portafolio se enriquece con nuevos títulos. Éstos han sido cuidadosamente seleccionados, tomando en cuenta las exigencias de currículum, la motivación del gusto por la lectura, el desarrollo de habilidades de información y la calidad del formato.
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¿QUÉ ES LA BIBLIOTECA DE AULA? Es una herramienta didáctica que apoya el proceso de aprendizaje de los alumnos y la diversificación de estrategias de enseñanza de los docentes, contribuye a que los estudiantes se consoliden como buscadores críticos, sujetos informados que aprenden y conocen a través de los libros. A través de las Bibliotecas de Aula se busca responder de manera más directa a las necesidades de lectura de los alumnos de cada grado, así como para apoyar al maestro en el desarrollo del currículo escolar.
¿QUÉ OFRECE LA BIBLIOTECA DE AULA A LOS NIÑOS Y MAESTROS?
LLEGAN LOS LIBROS La biblioteca de aula está compuesta por 100 títulos. Libros de distintos temas, géneros y características llegan a las aulas en unos casos para iniciar, en otros para incorporarse a la biblioteca escolar. Y si bien los libros son fundamentales para que haya lectura, más aún lo son aquellas personas que los ponen en movimiento, que abren las cajas y los hacen vivir con las propuestas que inspiran y motivan a los ávidos lectores. Nos referimos a la “seño”, los maestros y las maestras, padres, abuelos, vecinos y todas aquellas personas que se ocupan de los libros y de avivar la lectura.
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• Estimulan su imaginación y su creatividad; • Despiertan y desarrollan su sensibilidad y ayudan a entender los sentimientos; • Provocan la reflexión y el sentido crítico; • Les abren nuevos horizontes y despiertan aficiones e intereses; • Les potencian la capacidad de pensar; • Favorecen actitudes de tolerancia, respeto y solidaridad; • Divertidos y estimulantes; • De muy buena calidad literaria: por su lenguaje, su contenido y su formato.
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Este encuentro puede darse de muchas formas y en muchos lugares. Sin embargo sabemos que para muchos niños y jóvenes la escuela es “el lugar”, como lo señala Graciela Montes, “Dar la ocasión para que la lectura tenga lugar. Garantizar un espacio y un tiempo, textos, mediaciones, condiciones, desafíos y compañía para que el lector se instale en su posición de lector (...).
EL USO Y EL CUIDADO DE LOS LIBROS: ¡SIN MIEDO A QUE SE ROMPAN! La llegada de libros nuevos siempre nos pone en una supuesta disyuntiva sobre su cuidado y su uso. Pero no hay tal disyuntiva: la consigna es usarlos y cuidarlos. Sacar los libros de las cajas. Que pasen de mano en mano, de lector en lector. Que puedan tocarlos, leerlos; manipularlos; explorarlos sin miedo a que puedan romperse. Es nuestro desafío ofrecerlos para la lectura y cuidarlos. El mejor modo de lograrlo es ofrecer al mismo tiempo que los libros, las formas para su cuidado, las maneras de usarlos. Y es también nuestra preocupación cuidar el acto lector: que todos los niños y niñas puedan leer y que tengan igualdad de oportunidades para la lectura.
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UNA BIBLIOTECA EN MOVIMIENTO Cuando hablamos del movimiento de la biblioteca pensamos en la circulación concreta de los libros, pero también en otras actividades que impliquen el desplazamiento de los alumnos y la participación de otras personas de la comunidad. Podemos hablar de un movimiento en varias direcciones y con distintas conexiones:
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a. De salón en salón b. Del aula a la casa, ida y vuelta c. Del aula a la comunidad
La forma de circulación propuesta responde al objetivo de que todos los estudiantes tengan oportunidad de entrar en contacto con todos los libros nuevos, lo que implica, en primera instancia, la conservación del conjunto. Luego, será decisión de cada escuela organizarlos de la manera que resulte particularmente provechosa, atendiendo a sus características y a sus proyectos. Una posibilidad de organizar la circulación de la biblioteca es armar un cronograma de movimiento entre los salones, a modo de rondas. Por ejemplo, se puede organizar una primera ronda de una o dos semanas en cada sala, para presentar los libros a los chicos. Luego, otra ronda para la realización de actividades, en la cual invitar a las familias e informar cómo sería el préstamo a domicilio. Finalmente, otra ronda con propuestas que nos lleven a conocer otros espacios de lectura, a leer en distintos escenarios del barrio y de la escuela, y a conectarnos con personas relacionadas con la literatura y otros campos del arte. Sin duda, todo esto nos obliga a pensar en cómo guardar y transportar los libros. La opción más sencilla puede ser decorar el mueble en la que llegan. Podemos, dejar “marcas” en ella cada vez que pasa por una sala. Algo así como esas etiquetas que los viajeros van pegando en sus valijas, postales de los lugares por donde anduvieron. Por otra parte, si pensamos en el préstamo a domicilio podemos hacer de esta necesidad una oportunidad significativa para invitar a las familias a participar de un taller de confección de bolsitas de tela o decoración de bolsas de plástico para proteger los libros y facilitar su transporte.
• Hacer comentarios y recomendaciones acerca de alguno de los libros leídos.
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A. DE SALÓN EN SALÓN
• Plantear una “cadena de acertijos”. Antes de que la biblioteca sea trasladada a otra sala, el grupo puede elegir uno de los libros compartidos
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Saber que después de estar en nuestra sala los libros van a otra, o bien, que llegan a nuestra sala después de haber estado en otro grupo, puede ser una motivación para participar de algunas de las siguientes propuestas:
para elaborar una serie de pistas que desafíen al siguiente grupo de lectores a adivinar de cuál se trata. Esas pistas pueden referirse a aspectos formales del libro, a su materialidad o a su contenido. Necesitaremos prestarles atención. Si una pista se refiere al título, exploraremos los títulos de muchos libros, veremos que todos los libros tienen título y que su ubicación principal es en la tapa. Por ejemplo: Leímos un cuento que… • Se trata de un animal. • En la tapa del libro aparece ese animal, pero en las páginas hay muchos animales más. • El título tiene cuatro palabras. • La historia termina con un gran abrazo. Busquen, busquen…. El libro es…. La respuesta puede estar escrita allí mismo y tapada con una solapa del papel en el que está escrita, o puede estar en un papel aparte y guardada en la sala que escribió el acertijo, por ejemplo, en un papel enrollado y metido en una botella de plástico pequeña o un papel plegado en el interior de una caja de fósforos.
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B. DEL AULA A LA CASA, IDA Y VUELTA
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Tal vez sea necesario que la ronda a las casas se extienda, por lo menos, cada fin de semana en cada salón, para dar lugar a la realización de actividades que impliquen la participación de las familias y el préstamo a domicilio. La instancia de préstamo a domicilio involucra a las familias en el acompañamiento del desarrollo de los estudiantes como lectores y promueve las posibilidades de lectura compartida en cada casa. Al hacer esto, la escuela dice muchas cosas a los alumnos y a sus familias: para empezar, que el aprendizaje y la apropiación de la lectura no son exclusivos del ámbito escolar. Reconocer y valorar el papel de las familias en este aspecto puede ser estimulante. Es como si un pedazo de escuela se extendiera hasta el interior de cada casa cuando presta un libro, que no es un objeto cualquiera. Un libro implica un encuentro en potencia, ya sea cuando alguien en la casa lo toma para leerlo
a solas, como cuando – como diría Yolanda Reyes – se forma el triángulo amoroso entre un chico, un libro, y alguien mayor que lee lo que el más pequeño no puede solo. Cuando la escuela presta “sus” libros, crea y fortalece el lazo social, y colabora con que la familia desarrolle la consciencia de pertenencia a la comunidad educativa. Combina un mensaje de confianza y compromiso. Probablemente surja cierta tensión cuando pensamos en la circulación de los materiales: por un lado, el indiscutible valor de que los libros puedan entrar en las casas y que los estudiantes puedan compartir momentos de lectura con los padres, hermanos u otros familiares. Por otro lado, la responsabilidad en relación con el cuidado de los libros. La circulación de libros implica llegar a una serie de acuerdos que pueden ser escritos en un reglamento junto con los chicos y sus familias. Será enriquecedor que además de las pautas referidas al cuidado de los libros, o el tiempo y la forma de devolución, se dé lugar a otras formulaciones que habiliten diferentes posibilidades -que pueden no ser tan obvias como parecen- formas de lectura que multipliquen los intercambios: desde leer en la cama antes de dormir hasta leer el libro con los hermanos, los papás, los tíos…
El movimiento de circulación de los libros implica la necesidad de llevar un registro de los préstamos y devoluciones para que no se pierdan. Pero el registro también puede ser una forma de hacer visible la participación y construir un sentimiento de pertenencia estimulante para los chicos y sus familias. Para esto, proponemos el armado de una carpeta que pase a formar parte de la biblioteca de aula, y que incluya los siguientes materiales: • Planilla de registro de lectores • Fichas de libros (en dos secciones: “libros que están en la escuela” y “libros prestados”) • Fichas de lectores
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PROPUESTA PARA EL REGISTRO DE LECTORES Y PRÉSTAMO A DOMICILIO
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En el Anexo II de esta cartilla se encuentran todos los instrumentos detallados que podrán ser fotocopiados.
VEAMOS DE QUÉ SE TRATA Y CÓMO SE HACE... Registro de Lectores Es una planilla que sistematiza los datos de todos los lectores que participan del préstamo: alumnos, docentes y otras personas de la comunidad. Proporciona información acerca de la cantidad de lectores, quiénes son, y cómo ubicarlos en caso de que hiciera falta recuperar un libro, o recuerda un plazo de devolución, por ejemplo. Incluye columnas donde consignar un número de lector (correlativo e irrepetible) y los datos personales: apellidos, nombres, sala a la que pertenece, domicilio y número telefónico. El sentido de incluir estos dos últimos datos es poder llamar a la casa de ese lector para recordar una devolución atrasada o ir a buscar el libro en caso de que la persona esté ausente y exista cierta urgencia de disponer del libro, por ejemplo, si había alguna actividad planificada a partir de él. Cada aula puede decidir la pertinencia de los datos que se incluyan en este registro.
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Ejemplo de planilla de lectores:
No. de Lector
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Si bien podría confeccionarse una planilla de lectores por salón, la existencia de un registro de lectores unificado transmite mejor la idea de que la biblioteca es de todos. Incluso puede ser valioso para los chicos ver que sus nombres están junto con los de todos los demás, incluidos los de chicos más grandes y los de maestros.
Nombre
Apellido
1
Laura
Gómez
2
Felipe
Rojas
3
Clara
Martínez
Salón
Domicilio
Teléfono
Otros datos
4B
Cra 5 No. 3-22
256 4387
Estudiante Aceleración
5C
Calle 4 No. 6-33
326 5463
Profesor de Matemáticas
Cra 52 No. 19A-8
624 1865
Madre de María Robayo
Realizar este registro en presencia de los chicos y de alguno de sus familiares los haría partícipes y correspondería al trámite de asociarse a la biblioteca. También se puede confeccionar en ese momento un carnet de lector para los chicos. Este carnet puede ser elaborado a partir del modelo propuesto y protegido con unas tapitas de cartón o cartulina. También puede adjuntarse el texto del reglamento que cada escuela haya elaborado. La idea es que el carnet quede en manos de cada chico y su familia. A medida que se vayan completando los datos, los chicos podrán visualizar la cantidad de libros que se llevaron, recordarlos al recorrer los títulos y tener presente la fecha de devolución.
C. DEL AULA A LA COMUNIDAD Podemos enriquecer las experiencias de lectura sumando a los ámbitos, tiempos y mediadores propios de la escuela o la casa, otros diferentes que amplíen esa red hecha de libros y lectores. Se trata de establecer conexiones entre algunos de los diferentes circuitos y ámbitos de lectura fuera de la escuela. La posibilidad de que los alumnos conozcan otras bibliotecas colaborará en que puedan construir un significado enriquecido. Los diferentes espacios físicos, otros formatos y soportes de información, los distintos modos de organización de los materiales y de participación de las personas, además del
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El registro de los préstamos se complementa con las fichas de lector y las fichas de libros, que quedan en la escuela para llevar un control del movimiento de libros. Las primeras, alfabetizadas por apellido y las segundas por título, para facilitar la búsqueda y permitir que hasta los mismos chicos se guíen por las pistas del orden alfabético para buscar.
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contacto con otros libros, permiten construir una representación más amplia de lo que una biblioteca es o puede ser. Hay que considerar que, salvo en el caso de las bibliotecas escolares, no siempre esos otros lugares tienen propuestas desarrolladas para la participación de los más pequeños. Sin embargo, el interés demostrado desde la escuela puede ser el germen de nuevas actividades, de un trabajo conjunto entre la escuela y esa otra institución.
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¿DE QUÉ OTROS LUGARES HABLAMOS? ALGUNAS OPCIONES:
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• Visitar la biblioteca de una escuela primaria puede convertirse en ocasión para el trabajo articulado entre las aulas y la escuela primaria. Puede tratarse de una visita exploratoria, simplemente, para conocer su espacio, los materiales con los que cuenta, conocer al bibliotecario, hacerle preguntas acerca de la biblioteca, escucharlo leer y contarle acerca de la biblioteca que está circulando en su escuela. Una propuesta puede ser buscar allí libros relacionados con los que llegaron a la escuela. Establecer algún criterio, por tema, por género, por alguna característica de edición -tapas, colores, tamaño- o por autor, y buscar libros similares. • Conocer la biblioteca personal de algún miembro de la comunidad que quiera abrir las puertas de su casa. No necesariamente tiene que ser una gran biblioteca, puede tratarse de una biblioteca pequeña pero significativa para ese vecino lector. Podemos entrevistarlo, pedirle que nos muestre sus libros más queridos, escucharlo hablar de por qué lo son, compartir alguna lectura, pedirle un libro prestado o invitarlo a conocer la biblioteca de la escuela.
• Ir a una biblioteca popular o municipal más cercana. A través de esta visita se trata de dar a conocer a los chicos y a sus familias un lugar al que pueden volver para leer o pedir libros prestados fuera del horario escolar. El motivo puede ser simplemente conocer otra biblioteca, pero también podemos motivar la visita a partir de la biblioteca de la escuela, buscar relaciones entre sus libros y los que se puedan encontrar allí: distintas versiones de los cuentos clásicos, otros poemas, información acerca de los animales que aparecen en los libros que leímos u otros títulos de las colecciones que tenemos incompletas. Será importante poner en conocimiento de las familias cómo asociarse a esa biblioteca, las condiciones de préstamos, los horarios y los servicios que ofrece. • Visitar una librería. Puede tener sentido conocerla como uno de los eslabones de la cadena comercial de los libros (visitar algunas editoriales también es una opción interesante). Podremos ver con qué criterios están ordenados los libros, la variedad de temas y géneros que abarcan, quiénes son las personas que trabajan en la librería y conversar con ellas.
METODOLOGÍA
De esta forma, las Actividades Permanentes en el Aula mínimas que se proponen a cargo del docente frente a grupo son: • Lectura en voz alta. Todos los días, el docente inicia las actividades escolares dedicando 15 minutos para compartir con sus estudiantes la lectura en voz alta de un libro de la biblioteca de aula o de la biblioteca pública. Es importante seleccionar las lecturas (escoger los textos adecuados para los alumnos) y preparar la lectura. • Círculo de lectores en el aula. Junto con los estudiantes, se identifican 10 libros de la biblioteca escolar y de aula, los cuales se comprometen a leer, uno cada mes, durante el ciclo escolar. El último jueves hábil de cada mes, se organiza un círculo de lectores en el salón de clases con el
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El método es muy sencillo. Cada maestro que recibe la biblioteca de aula se compromete a realizar 3 actividades permanentes en el aula con el propósito de que sus alumnos conozcan los libros, los lean, dialoguen y reflexionen sobre las lecturas que realizan. Lo que se pretende es comunicarles a los alumnos que la lectura y la escritura son importantes dentro y fuera de la escuela, de ahí la relevancia de que estas actividades formen parte del plan de clase diario.
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propósito de que estudiantes y docente conversen sobre las impresiones, puntos de vista, relaciones de contenidos y significados a partir de la lectura seleccionada. • Lectura de diez libros en casa. Cada estudiante llevara 10 libros para leer en casa, con el apoyo de los padres de familia, durante el ciclo escolar, diez libros de su preferencia y a elaborar una recomendación escrita de cada uno de ellos. La primera semana de cada mes, los estudiantes pegan en el periódico mural del salón de clases la recomendación del libro leído con el propósito de que sus compañeros se animen a realizar la lectura a partir de los comentarios. El seguimiento de las lecturas se registra en la Cartilla de lectura: leyendo juntos. Asimismo, los padres de familia se comprometen a leer y dialogar 20 minutos con su hijo diariamente en casa.
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• Lectores invitados al salón de clases. Cada mes se recibe, en el salón de clases, a un lector invitado, el cual puede ser un padre, madre u otro familiar de los estudiantes, un maestro, un estudiante de bachillerato, incluso una persona de la comunidad, con el propósito de compartir una lectura con los alumnos. El docente apoya al lector invitado en la selección del libro y en la preparación de la lectura.
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• Índice lector del grupo. En coordinación con los estudiantes, se llevará un registro de los libros que cada uno de ellos lee y se determinará el Índice lector del grupo que corresponde a la relación del número de libros leídos por el grupo en un mes entre el número de alumnos. Esta información le permitirá estar atento al comportamiento lector de sus alumnos y en su caso apoyar a los que menos libros han leído.
LEER EN COMPAÑÍA DE LOS PADRES La educación debe ser una tarea compartida entre padres y educadores cuyo objetivo es la formación integral de los niños. Por tanto, escuela y familia deben mantener una comunicación bidireccional en la que resulta imprescindible mantener canales positivos de comunicación de manera coordinada.
Numerosas investigaciones señalan que la familia incide prácticamente en todos los ámbitos, como facilitadora del desarrollo, transmisora de una determinada cultura y como agente educativo en términos generales. En este sentido, podemos destacar que la familia influye, entre otros, en aspectos tales como el desarrollo de la personalidad básica, la adaptación personal y social, el desarrollo de capacidades cognitivas y el desarrollo moral. Actualmente existe una gran aceptación a la creencia de que familia y escuela comparten responsabilidades comunes en la educación, y las repercusiones derivadas de la discontinuidad entre ambos contextos de desarrollo, escuela y familia, revela la importancia de fomentar la cooperación y participación entre las familias y los centros educativos. Se trata de mantener la relación que se establece en los primeros años, cuando las palabras literarias llegan a los niños a través de las canciones para sanar, reconocer, comer... cargadas de seguridad y afecto. En esta relación deben estar los libros.
La evaluación ha sido uno de los aspectos que más cuesta poner en práctica. Una tabla de doble entrada, expuesta junto a la biblioteca de aula, permite que el alumno anote los libros que va leyendo y que terminada su lectura, anote su valoración. Este listado sirve como control de lecturas de cada alumno y control de los libros utilizados. También es muy útil para que los alumnos conozcan las opiniones de sus compañeros sobre las lecturas. Me ha gustado mucho Un ejemplo: Me ha gustado LA VALORACIÓN DEL ALUMNO No me ha gustado Terminado el libro, el alumno complementa la tabla: No lo he terminado
LA FICHA DE LECTURA Y EL CUESTIONARIO ORAL Después, rellena una sencilla ficha. El alumno entrega la ficha al profesor. Durante unos minutos, el profesor realiza algunas preguntas al alumno para comprobar que ha leído el libro y conocer su opinión. Estas preguntas son más una conversación entre iguales (profesor-lector con alumno-lector) que un examen de lectura. Se deben incluir preguntas de comprensión lectora,
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EVALUACIÓN
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crítica, argumento y opinión. Este sistema de evaluación intenta evitar la copia de resúmenes y copias de contraportadas que se pueden apreciar en trabajos presentados por los alumnos sobre libros que nunca han leído. Además nos permite comprobar la expresión oral de nuestro alumnado, destreza muy pocas veces comprobada en el aula. Se recomienda que el profesor mantenga actualizado un registro de lecturas de cada alumno, otro registro con los resultados de las entrevistas y un archivador con las fichas diligenciadas.
ALGUNAS SUGERENCIAS PARA DISPARAR UN ENCUENTRO CON LOS LIBROS
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Les proponemos que docentes, directivos y otros adultos de la escuela se tomen un rato para explorar los libros recién llegados. Se trata de compartir un momento de exploración de los libros y lecturas, de intercambiar opiniones y miradas sobre estos materiales o para organizar actividades que permitan recorrer los libros. Por ejemplo, hacer alguna selección personal y compartir el criterio con los demás, recordar algún libro leído que, por alguna razón, se vincule con alguno de la colección o jugar a agrupar los nuevos libros en diferentes conjuntos (por autor, por género, por edición, por ilustración o por otro criterio que surja entre todos). Este sería un punto de partida: en primer lugar, un encuentro de los adultos con los libros y las lecturas, para luego imaginar y proyectar como mediadores de lectura actividades para nuestros niños y niñas.
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A MANERA DE CONCLUSIÓN La lectura es un proceso largo. En cada uno de los pasos del aprendizaje, el niño debe ser legitimado, a través de la visibilización de sus comportamientos positivos y de la legitimación de los logros alcanzados. Proponemos 15 minutos de lectura diaria, frente a otras experiencias realizadas de una hora semanal, ya que supone convertir la lectura en algo habitual y facilita que el alumno quede “enganchado” a la trama del libro. Elegimos una escena para sintetizar lo mejor que nos puede suceder trabajando con la biblioteca de aula Al conversar con una chica que está cerca de la estantería abierta y que está eligiendo que libro leer; ha tomado dos libros en sus manos, te mira a los ojos, y te dice, estoy indecisa, ¿por cuál? No es esto una maravilla.
ANEXOS FICHA DE LIBROS TITULO AUTOR LECTOR
DEVOLUCIÓN
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FECHA
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CARNET DE LECTOR
NOMBRE COLEGIO
AÑO
Leer y escribir “Haz y envés de una misma pasión”. J. Larrosa
PROGRAMA: ACELERACIÓN DEL APRENDIZAJE
Datos Personales
Estos son los libros que lleve a casa
Nombre: Apellido: Domicilio:
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!Este soy yo¡
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LOGO
... Y esta es mi firma
Titulo
Devolver el día
BIBLIOGRAFÍA
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• Bruner, Jerome. Realidad mental y mundos posibles. Los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia. Barcelona, Gedisa, 1988. • Larrosa, Jorge. La experiencia de la lectura. Estudios sobre literatura y formación, México, • Rodari, Gianni. Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias, Buenos Aires, Colihue, 1995.
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