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w,k/'#MX~~~~,%$'~~~~ as visto un mi lagro alguna vez? Yo SI, Y c rnbio mi vida por completo. Tenla doce afios y me consideraba muy I isto. Crela en Dios, pero me parecla que El estaba lej Is imos , Ademas, yo estaba seguro que El apenas se fijaba en rnf , Bueno, este mi lagro que te voy a contar me demostr-o 10 contrario.
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Me cr-ie en el campo, cerea de un pueblo pequefio , Cada domingo, toda la gente de 105 >< alrededores se reunla en la pequefia iglesia de la,':.-."" , ,:v,z 0~( comunidad para orr- al pastor hablar de Dios y de .. , muchas otras cosas. Pero de vez en cuando venla un evangelista a dar el sermon. jChico, cuando se entusiasmaba, armaba una! Nosotros, 105 jovenes, pensabamos que era muy comico, porque siempre estaba alabando a Dios y diciendo: "j Al el uya!" Cada vez que 10 velamos, 105 chicos susurrabamos entre nosotros, "jMira, ya Ilega Don Aleluya!" Pasara 10 que pasara, el siempre alab<ria a Dios •
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Un df a , mis amigos y yo decidimos gastarle una broma bastante pesada. Querlamos verlo enfadado. "jVamos a arreg Iar a Don Aiel uya -di jo uno de 105 muchachos-, para que deje de decir'Aleluya'!" Era un domingo por la rnafi aria y Don Aiel uya estaba predicando a sus anchas en Ia i 9 lesi a. Nosotros nos salimos de la iglesia sin que nos v ier-e,n y nos acercamos a su auto. Uno de 105 muchachos l l evab a unos alicates y dijo riendose: "j Varnos a cortarle todos 105 cables del motor, as! seguro que ~o funciona!" Le cortamos. todos 105 cab'eS:1Iil\\ l nc l uyerrdo 105 del enceridt do , esos que Ilevan la corriente e l ectr-l ca para hacer las chispas en 105 cilindros. Apenas hablamos terminado, la gente ernpezo a sal ir de la iglesia. A toda velocidad nos escondimos a un lado del edificio. Esperamos un buen rato, ya que Don Aleluya era siernpr-e el ultimo en salir. Casi no podf'amos aguantarnos la risa cuando vimos al viejo acercarse a su auto si Ibando alegremente; todo el mundo ya se , , ~ habla ido. Cuando se monto en e , ~ auto, casi dejamos de respirar ..#'para poder olr su reaccion. Seguramente pronto empezarla maldecir.
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Los segundos pareclan alargarse. Nos asomamos curiosos a ver que hacla. Nos asornbr-o verlo sentado tranqui lamente, aunque un poco perplejo. Entonces le ofrnos hab l ar-, Guardamos un silencio absoluto. Apenas le podlamos ofr â&#x20AC;˘ j Estaba orando! "senor, yo soy tu si ervo. Este auto es Tuyo, y tengo que ir a la siguiente reunion. 5610 tengo unos minutos para Ilegar, y no se que le p asa a este a uto. __ Senor, ni siquiera queda nadie aquI que me pueda ayudar. As! que Senor, vas a tener que arreg Iarlo Tu. i En el nombre de Jesus, ordeno que se ponga en marcha este auto!" Entonces se inc l ino y le dio al contacto. i i iBruum!!! jEI motor se puso en marcha al instante, y se fue zumbando!
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iCasi nos desmayamos! iNo hay ningun auto en este mundo que funcione con todos 105 cables cortados! Est ab arnos asustadlsimos. Salimos de alii corriendo a rna s no poder. iEstabamos seguros que nos iba a partir un rayo de . Dios, 0 que aquel angel que habla puesto en mar-cha el auto nos persegula con una espada! Esa misma noche hubo otra reunion. iTodos fuimos y recibimos a Jesus en nuestros corazones! iLa pandilla entera re~ibio a Jesus! Ese angel deb l o de estar bien ocupado encendiendo las chispas en cada ci I indro justo en el momento preciso. iLa perfecta coor-d i rrac ion divina!
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