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Domingo

16 Octubre 2011

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Crímenes en el 23 de Enero están ligados al narcotráfico. P4

IVÁN ERNESTO REYES

Haga clic y vea la videogalería con crónica y fotos en Liberty Plaza www.ultimasnoticias.com.ve

De De la la primavera primavera árabe árabe

al otoño gringo

P

enetrar en Zucotti Park, también conocido como Liberty Plaza, donde acampan los “ocupantes” que protestan contra el manejo de grandes corporaciones en Estados Unidos, es entrar a un micromundo al aire libre donde abunda el olor a “comeflor” y la sensación de que aquí está pasando algo que puede ser histórico. Ese espacio abierto, ubicado a dos cuadras de Wall Street, en el bajo Manhattan, en Nueva York, mira en su lado sur a la Zona Cero, donde estaban las Torres Gemelas –derrumbadas por terroristas el 11-S–. Es visitado frecuentemente por trabajado-

Unidos, que están asentados El movimiento Ocupa Wall Street, en carpas y sacos de dormir. que mantiene tomada la plaza Zucotti, La protesta es calificada sus protagonistas como a dos cuadras del corazón del capitalismo por un ejercicio de la democracia directa. “No somos el Tea mundial, coge cuerpo en su protesta Party de la izquierda como contra las grandes corporaciones algunos han querido califi-

Luz Mely Reyes / lreyes@cadena-capriles.com res del distrito financiero que almuerzan una “bala fría” sentados en algunos de sus bancos. Desde el pasado 17 de septiembre tiene un rostro distinto. Está rodeado de policías. Al entrar puedes escuchar cantar Give peace a chance, de John Lennon, recorrer una suerte de librería con títulos en español y en inglés sobre la Revolución en EEUU

y otros textos políticos, pasar por una sala de prensa y la cocina colectiva, danzar al ritmo de tambores, hacer cadenas con pancartas, discutir en foros con activistas de izquierda, meditar, sumarte a uno de los distintos comités organizados, participar en las asambleas generales o hablar con los jóvenes y adultos manifestantes, de distintas partes de Estados

carnos”, advierten. Aseguran que en este movimiento no hay líderes y que están comprometidos con la democracia horizontal. Bajo la premisa “Somos el 99%” que involucra a los que están sufriendo los embates de la crisis económica de la potencia americana, los manifestantes rechazan el manejo de las corporaciones y los más ricos, que constituyen 1% de la población, pero que afecta con sus errores a

todos y nunca se hacen responsables de los malos manejos que cometen. Creciendo. El apoyo de celebridades y personalidades como el rapero Kanye West, los actores Mark Ruffalo y Susan Sarandon, el filósofo esloveno Slavj Zizek, el reconocido lingüista Noam Chomsky y el cineasta Michael Moore, así como de más de 100 figuras internacionales; la movilización de sindicatos y otros grupos sociales le han dado visibilidad a este movimiento que prendió, luego de una propuesta de la revista anticonsumista Adbuster que planteó la ocupación de Wall ✒ SIGUE EN LA P2


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INDIGNADOS

“CUALQUIER COSA QUE SE HAGA PARA DAÑAR ESTE MOVIMIENTO SÓLO LE DARÁ

✒ VIENE DE LA P1

Street para manifestar contra “la inequidad socioeconómica y la avaricia corporativa”. La iniciativa ha sido emulada en al menos 90 ciudades de EEUU. Ayer tomó carácter global al convocarse en 951 ciudades en 82 países de América, Europa, Oceanía y Asia en combinación con el movimiento Indignados de España, según reportaron las agencias de noticias. Pero no todo es un lecho de rosas. El domingo 2 de octubre fueron arrestadas unas 700 personas que marchaban por el puente de Brooklyn. La advertencia fue suficientemente para que cualquiera aconseje a los visitantes sobre el riesgo de permanecer en la plaza. El viernes fue pospuesta una orden de desalojo. Además, tres periodistas de EEUU, quienes cubrían las protestas, fueron detenidos por unas horas al no tener credenciales que otorga el departamento de policía de Nueva York, reportó el foro Periodismo de las Américas, mientras en otras ciudades ha habido detenciones. ¿Caída estadounidense? El periodista Ayman Mohyeldin, que cubrió los eventos de la plaza Tahrir, en El Cairo, Egipto, comparó para la revista Time el germen de la Primavera Árabe y lo que algunos llaman el “Otoño Americano” (en inglés American Fall es un juego de palabra ya que fall alude a la estación del año y también significa “caída”, por lo que se puede leer como la caída americana). “En el centro de ambas manifestaciones están jóvenes que sienten que han sido marginados por un sistema injusto. En Egipto, ese sistema era político y sesgado a favor de una elite gobernante. En EEUU están más enojados con el sistema económico que, a sus ojos, favorece a la elite... Ambos grupos de manifestantes comparten un objetivo común: que la justicia social debe estar en el centro de reforma”, explica. No obstante, afirma que si en Egipto el desafío era contra el miedo a las represalias del régimen de Mubarak, en EEUU el reto es vencer la apatía. A un mes de haberse iniciado la ocupación, muchos se preguntan si será sostenible. Los manifestantes dicen que permanecerán en la plaza hasta que un amplio margen de la población se dé cuenta de que el 99% debe rescatar a la sociedad del dominio que ejerce ese 1%. ■

“Este movimiento no podrá ser detenido”

sana conciencia de no tener temor a defender lo que es verdad en tu corazón.

El actor Mark Ruffalo explica por qué apoya la causa

No estoy en contra de los intereses económicos del negocio de las películas per se. Estoy en contra de la corrupción y de la toma de ventaja de las corporaciones. Creo en la democracia, la justicia, la igualdad y en el cumplimiento de la ley. Si no comulgas con estas creencias, entonces sí te adverso.

LAURA WEFFER CIFUENTES lweffer@cadena-capriles.com

El actor hollywoodense Mark Ruffalo decidió abandonar la alfombra roja, que antecede sus pasos en Hollywood, y sumarse por dos días al movimiento de los Indignados, que desde el 17 de septiembre pasado tomó por sorpresa las calles adyacentes a Wall Street, en la ciudad de Nueva York. Las razones que motivaron a esa reconocida estrella están muy lejos de la parafernalia de la gran pantalla y quedaron claras en un artículo de opinión que escribió en el diario inglés The Guardian, titulado “Somos el 99%”. “Empecé a escuchar un mensaje que resonaba dentro de mí. He presenciado el colapso financiero de nuestra nación causado por la corrupción de algunos individuos y me indigné. Miraba alrededor y lo que veía eran ataques indiscriminados hacia los sindicatos y la clase media, manejada por políticos que a su vez eran peones de los grandes empresarios. Miramos cómo cientos de miles de personas perdieron sus casas por fraudes bancarios. Vimos cómo British Petroleum (BP) destru-

¿Usted va en contra de los intereses económicos que mueven el negocio de las películas?

Si no se les permite permanecer ahí, ¿qué pasará con este movimiento en Nueva York?

Ruffalo pasó dos días entre los ocupantes. ARCHIVO yó nuestras preciosas costas y millones de formas de vida, sin rendir cuentas. Vimos cómo este país invadió una nación soberana, sin otra razón que hacerse de sus reservas petroleras. Observamos cómo detuvieron a personas inocentes y se las torturó en nuestro nombre. A medida que el tiempo pasaba, quedó en evidencia que nadie pagaría por estas injusticias y nadie, en los partidos políticos, tuvo el coraje de señalarlas. Desde la Oscuridad, escuché un grito de dolor, de la tristeza colectiva de nuestra gente, en la vía de los indignados de Wall Street y era real, y por compasión me sentí obligado a sumarme a esta indignación colectiva”.

Dos periodistas lanzaron este diario. IVÁN ERNESTO REYES

¿No le preocupa que tomar esta postura política le afecte su carrera en Hollywood? No, no estoy preocupado. Yo vengo de la nada. Como un joven actor, viví con inmigrantes en las zonas más pobres de la ciudad. Hice teatro, no tenía nada y era feliz. He presenciado cosas terribles: viví el dolor del asesinato de mi hermano; pasé por un tumor cerebral. He tenido una suerte maravillosa y, por eso, estoy muy agradecido. He tenido mis altibajos y con todo eso he sido capaz, milagrosamente, de mantener mi integridad y el sentimiento, de que la más grande posesión que pueden tener hombres y mujeres son ellos mismos, la

La jornada diaria siempre es amenizada

Este movimiento no se define por lo que pasa en la ciudad de Nueva York. Este movimiento ya se diseminó en Estados Unidos, Canadá, España y es hermana de la Primavera Árabe y la Revolución Verde de Irán. Tiene vida activamente en Internet y en las redes sociales, es un despertar global. Es un movimiento que no podrá ser detenido aquí. Cualquier cosa que se haga para dañar este movimiento sólo le dará más poder. Mientras más lo ignoren, más conocido será. Mientras los medios más intenten distorsionar su mensaje, más claramente el mensaje será entendido.

¿Cuál es la corazón de la fuerza que impulsa este movimiento? El corazón de esta fuerza que impulsa este movimiento, desde mi humilde opinión, es una injusticia masiva y endémica. No creo que podría decirlo de otra manera más simple. ■


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Á MÁS PODER” SEPA QUE

En España hay “indignados” para rato ANDREA DAZA

Barcelona. (Especial) Aquel 15 de mayo de 2011, la “indignación”, una enfermedad viral o la vacuna contra la pasividad hizo mella en cientos de ciudadanos que salieron a protestar por el rumbo que tomaba — y sigue tomando— España. Descontento político, crisis económica, crisis del ladrillo. El estado de bienestar se ha roto. Indignaos el libro de Stéphane Hessel, uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se vendía como pan caliente. La Puerta del Sol, en Madrid, fue el epicentro que manó hacia el resto de las ciudades. Días antes, en Barcelona, los promotores de la manifestación convocaron al economista y activista social, Arcadi Oliveres, presidente de la organización no gubernamental Justicia y Paz, para que por favor, leyera el manifiesto ante la multitud que transformó a la Plaza Cataluña en el ágora de lo que parecía una democracia de nuevo cuño. La voz del manifiesto. “Yo del movimiento 15-M tenía una noticia escasa”, dice el también profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. Sin embargo, fue imposible evitar que aquél episodio lo catapultara a la diana de los medios de comunicación. Oliveres se hizo voz de autoridad sobre un movimiento que defendía, por principio, mantenerse acéfalo de liderazgos. “No

■ Al principio. El 17 de septiembre fue el inicio de la protesta de Occupy Wall Street. Un estimado de mil personas se concentraron el primer día. Agentes del Departamento de Policía de Nueva York les prohibieron a los manifestantes poner tiendas de campaña, citando reglas de vagancias. Eso conllevó a las personas caminar por Wall Street y concentrarse en Zuccotti Park. ■ Apoyo.

Arcadi Oliveres: “Se cuidó tanto de no romper nada, que se ha roto todo”ANDREA DAZA estoy tan metido”. Pasa de los sesenta años, no quiere jubilarse y para la fecha ha ofrecido más de 38 charlas por toda Cataluña. Para él, la gran victoria del movimiento es la toma de conciencia. Luego viene la pedagogía política, donde pone a diario su grano de arena, confiando en que se alcanzará el “consenso de mínimos” que ponga de acuerdo a toda la indignación de la ciudadanía, para hacer presión y conseguir los tan ansiados cambios. En abril, Oliveres publicó su libro Aturem la crisi (Paremos la crisis). Allí expone sus tesis. Sus “no”: a los planes de pensión privados por ser cómplices de la especulación financiera, por ejemplo. Al fraude fiscal. Al consumo desenfrenado. A la especulación inmobiliaria. No, no y no. Y sus “sí”: a la banca ética, al cambio en el patrón de consumo. A la reducción de la jornada de trabajo. Mientras Michael Moore hace documentales, Arcadi Oliveres los protagoniza. Desde hace unos meses, un equipo de

no se le pueden pedir resultados electorales a un movimiento tan joven, que nació, creció, ha mutado... en las calles”

filmación le sigue los pasos para registrar la vida de este hombre, que entra en el patrón del “indignado desde 1960”. En definitiva: un Hessel catalán. ¿El Mayo español? A finales de aquella primera semana, las concentraciones ya se habían transformado en acampadas. Plaza Cataluña empezaba a diseccionarse en una organización comunal, con más de 21 comisiones. Entre la multitud corrían mapas con los sectores de la plaza: Tahrir, Islandia y Palestina, nombres que evocaban a la rebelión y a la reacción ante la crisis financiera, nombres que causaron gran polémica entre la opinión pública española. Mientras alguna estudiante suspiraba de emoción “este es nuestro Mayo francés, nuestro 68 en 2011”, las críticas no tardaban en llegar: ¿Se estaba comparando a España con las luchas de los países del Oriente Medio? El 15-M crecía como un movimiento de naturaleza democrática que mira a sus políticos y les dice “ustedes no nos representan”. El 22 de mayo, en pleno furor, se celebraron elecciones autonómicas y municipales, y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, junto al resto de los socialistas, recibió una dura derrota electoral. El país se tiñó del azul del Partido Popular. Oliveres sufre “hambre de urna”, cree en el voto y matiza el eslogan: los diputados del Parlamento los representarán mal, los representarán poco, “pero nos representan”, dice. El problema de fondo es tan viejo como la “Transición” española

hacia una democracia que no terminó en República, sino en monarquía parlamentaria: “Se cuidó tanto de no romper nada, que hoy se rompió todo”, explica. Para él, desde 1975 se incubaron los malestares de hoy. La nota negra. El 28 de mayo, el Barcelona ganó la Copa de Campeones. La tensión alrededor de la acampada se hacía insostenible. Aduciendo medidas de seguridad, para evitar enfrentamientos entre acampados e hinchas, el viernes 27, el consejero de interior de la Generalitat de Cataluña, Felip Puig mandó a desalojar la plaza. La “limpieza” terminó en violencia y un movimiento que empezaba a agonizar recobró impulso. El 15 de junio, un grupo de manifestantes se plantó frente al Parlamento de Cataluña, para evitar que los diputados aprobaran una serie de recortes económicos. Una vez más, hubo violencia. El presidente del gobierno catalán llegó en helicóptero, acompañado de la presidenta de la Cámara, mientras que a la ex consejera de Justicia, Monserrat Tura, le pintaron una equis negra en su gabardina. Ahora, una veintena de implicados enfrenta imputaciones judiciales. En noviembre son las elecciones presidenciales. Nada parece indicar un cambio sustancial en el electorado. Oliveres afirma que no se le pueden pedir resultados electorales a un movimiento tan joven, que nació, creció, que ha mutado y que todavía se organiza en las calles. La de España, es una carrera de largo aliento. ■

“Cualquier persona con ojos abiertos sabe que el comportamiento gangsteril de Wall Street –y de las instituciones financieras en general– ha causado graves daños a los ciudadanos de Estados Unidos (y del mundo). Y debería saber que lo ha estado haciendo por los últimos 30 años, al incrementar radicalmente su poder en la economía, y con esto su poder político”, dijo Noam Chomsky. ■ Cifras. “Hay 45 millones viviendo en la pobreza. 50 millones no tienen seguro médico. Esas cifras son las semillas de esta revuelta. La gente está reclamando por su futuro. No su pasado, ni siquiera el presente: es el futuro lo que ha sido robado. Así de codiciosos son los de Wall Street”, afirmó el cineasta Michael Moore. ■ Medios propios e Internet. Los manifestantes

han empleado Internet y las redes sociales como Twitter para esparcir el mensaje y transmitir reportajes, videos e información sobre aspectos críticos y organizar los encuentros (usan MeetUp). Mantienen la página web http://occupywallst.org y tienen la etiqueta #Occupy Wall Street. Ofrecen ayuda legal en www.nyca.cc, la página oficial de la Asamblea General, y publican distintos trabajos, todos en la web. En un principio cuestionaron la cobertura de los medios tradicionales, que a su juicio invisibilizaba la protesta.


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