internacional
Las pesadillas del Euro U Sus espantos son el equilibrio presupuestario y el endeudamiento público. Estos fantasmas amenazan con romper una moneda, en realidad saludable. Al final, el problema de Europa es cultural y América Latina debería tomar nota de ello Andrea Daza Tapia Especial desde Barcelona, España redaccion@gep.com.ve
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dinero marzo
2012
Angela Merkel, canciller alemana
na pizza mediterránea, con doble de queso, el triple de pimientos y extra de anchoas. ¿Para llevar o para comer aquí? Para repartir desde Bruselas. Monto total: 5.000 de las futuras nuevas pesetas. El “euroescepticismo” comienza a circular, a son de broma, entre los ciudadanos de Europa, que empujados por la crisis, se preguntan si el euro, el experimento socio-económico más grande de la historia, ha sido una buena idea. Hay que bajarle el volumen a la alarma, porque desde un punto de vista monetario, el euro no está en crisis. Así lo sostiene el Informe de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (Esade), con sede en Barcelona: “El valor medio de la inflación de los 17 países que utilizan el euro como moneda propia oscila entre el 2% y el 3% y su tipo de cambio no tiene mayores fluctuaciones que el dólar, por lo que más de un país la utiliza como una de sus monedas de reserva”. Para estar seguros, baste la comparación con el bolívar, condicionado a una continua depreciación en su valor de compra, que se refleja en la tendencia inflacionista del país. Entonces, ¿qué le pasa al euro? Que cojea en el aspecto financiero: “Una de las causas por la que se podría hablar de una eurocrisis podría ser la falta de instituciones que controlen la política fiscal o financiera de los países de la eurozona”, se lee en el informe.