Folklore y artesanía delcarro gallego, también llamado Cantarín
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COMUNICACIÓN
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TÉCNICA
Folklore y artesanía del carro gallego, también llamado Cantarín Luciano Conde Dixon Ingeniero Técnico Forestal
En la espicha (comida típica asturiana) celebrada en una sidrería de Oviedo, que fue organizada por los colegas asturianos en honor a los asistentes a la Asamblea del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales (Oviedo, 1998), éstos fueron recibidos en la entrada por un conjunto de músicos, cantantes y bailarines, vestidos con los vistosos trajes del Principado, que ofrecieron cantos y danzas acompasados con el ronco son de las gaitas y la percusión de los panderos. Durante las diversas actuaciones del grupo en el resto de la noche, brotaron en mi mente viejos recuerdos da miña terra, percibiendo algo en el ámbito de éstos que faltaba en el presente. Esta misma sensación la tuve en anteriores viajes que hice a Galicia y Asturias en la última década del siglo XX. En el viaje de regreso a Madrid de la Asamblea de Oviedo, descubrí ¿por fin?- la razón de mi continua desazón: la ausencia total del son peculiar del runxe (sonido), tesonero y alegre, de los ejes de los carros del país. ¡Ahora ya no existen carros con su alegre sonido! ¡Qué pena y tristeza ver su fin! Solamente algunos de ellos sirven de adorno en las entradas de ciertos pazos, mesones y centros turísticos gallegos. Los que han vivido en Galicia antes de la mitad del siglo XX no podrán olvidar nunca el sonido enxebre (puro, castizo) de los ejes de las ruedas. Así lo reflejó Rosalía de Castro en su maravillosa poesía "A las orillas del Sar": "Como un eco perdido, con un amigo acento Que suena cariñoso, El familiar chirrido del carro perezoso Corre en alas del viento, y llega hasta mi oído Cual en aquellos días hermosos y brillantes En que las ansias mías eran quejas amantes Eran dorados sueños y santas alegrías."
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HISTORIA Y FOLKLORE DEL CARRO
con ganado vacuno, gracias al invento
nos la asimilaron a su lengua, el latín,
l transpor te primitivo debió ser pa-
del eje y de dos ruedas macizas, éstas
al parecer durante la segunda de las
recido al tipo de arrastre que, hasta
hechas con enormes rodajas del tronco
llamadas guerras púnicas.
E
Expulsada Car tago de Hispania, los
hace poco, se usaba en el interior de
de un árbol, pero con el gran inconve-
Galicia: las llamadas corsas, zorras o
niente de su gran peso y fragilidad, con
romanos, codiciosos de las grandes re-
rastras (Dib. 1), muy similares a las na-
la consiguiente fácil fractura. Más ade-
ser vas naturales que albergaba la
rrias usadas en los puer tos pesqueros
lante, se lograron las ruedas formadas
Península Ibérica, emprendieron su
de la costa Atlántica y de la cornisa del
con varias tablas acopladas por sus
conquista. De las luchas entre los nati-
Cantábrico. Más tarde, se les ocurrió la
cantos y reforzadas al dorso de éstas
vos y las legiones romanas existen mu-
idea de acoplar maderos redondos de-
con otras tablas similares, pero coloca-
chos relatos históricos. Aquéllos usa-
bajo de las corsas, para rodar sobre el
das en sentido normal a las anteriores.
ron mucho los carros, transpor tando a
terreno, logrando mayor ligereza y car-
Así se lograron ruedas de menos peso,
sus familias y bienes de un punto a
ga en el transpor te.
gran resistencia y mayor duración.
otro de la piel de toro peninsular para
En el transcurso del tiempo, se lograron los primeros carros arrastrados
La palabra "carro" tiene su origen en el idioma de los Celtas, y los roma-
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eludir al enemigo, pero cuando eran alcanzados por éste, juntaban los carros
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no existir otro modo de por teo en aquella época, no era fácil vetar el uso de éstos. Hasta que alguien se dio cuenta de que si se prohibía el ruido causado por los ejes de las ruedas, se podía eliminar, indirectamente, el tránsito de los carros por las rúas (calles) de la población. Se publicaron bandos vetando el paso de los carros que funcionaran con el chirrión (chirrido) de las ruedas, pensando los ediles modernistas que así desaparecerían, ipso facto, todos ellos de la urbe. El resultado no salió de acuerdo con dichos deseos, pues los carros siguieron pasando por las rúas, pero en silencio, porque los boieiros (boyeros) conocían cómo eliminar el runxe (runge) de los ejes. Al llegar los carros al límite urbano, fijado por las casetas de Consumos, el vaquero paraba el carro para untar de sebo la zona del eje productor del sonido. Luego seguía su marcha por las rúas en silencio. Al salir de la urbe por el mismo sitio, paraba y volvía a realizar la misma operación, pero dando resina en vez de sebo, para que así volviera a funcionar el chirrión como siempre. "Traslación del cuerpo de San Yago" del maestro Astorga
Como nota curiosa, existe un alalá (canto gallego) que explica cómo conse-
formando un parapeto defensivo para
Galdiano hay un cuadro al óleo, pintado
guir que los ejes de los carros sonaran
repeler los ataques de las legiones. A
entre los siglos XIV o XV por el Maestro
más fuer tes. (el texto del canto se em-
la vez, reunían el ganado vacuno, atan-
de Astorga, titulado "Translación del
pareja en los dos idiomas españoles)
do a los cuernos hacinas de paja o hier-
cuerpo de San Yago", en el que se con-
"Si queres co carro cante,
ba seca a las que prendían fuego, lan-
templa el cadáver yacente del Apóstol
mollalo o eixo no río,
zando a toda la manada espantada en
sobre un carro gallego. Este modelo,
que despois de ben mollado,
dirección a las legiones formadas, cau-
como se puede obser var, es similar en
canta coma un asubío."
sando descalabros entre éstos. (¿No
su construcción a los carros actuales.
podría encontrarse en esta historia el
Desde mediados del siglo XIX hasta
"Si quieres que el carro cante,
posible origen de los toros embolados
el primer cuar to del siglo XX, en algu-
moja el eje en el río,
de fuego de las fiestas de muchos pue-
nas urbes gallegas, ediles modernistas
que después de bien mojado,
blos de España?)
consideraron que los carros debían ser
Canta como un chiflido."
En el Museo de la Fundación Lázaro
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eliminados del casco urbano. Pero, al
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No era una cabezonada de los "pai-
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barra (comarca) a otra, como ocurre,
El central llamado minle o miolo
sanos" el no querer eliminar el runxe
por ejemplo, con las ruedas, que varían
(diámetro), que tiene un buraco o illó
de los ejes de los carros, pues había
su forma y tamaño según estén hechas
(agujero), situado en su centro y de for-
una sabia razón secular en los hábitos
en las tierras del litoral o en las del in-
ma rectangular, en el cual se ajustará
rurales gallegos: las corredoiras (cami-
terior (Dib. 2 ).
el espigo (espiga) del extremo del eixe.
hondas trincheras hechas por la roza-
DESCRIPCIÓN DEL CARRO CANTARÍN
plan dos tablas, llamadas Segundones
dura de las ruedas de los innumerables
3.1. Definición de las piezas de
(=). A su vez, en cada canto libre de es-
carros que, durante siglos, transitaron
los carros
tos dos segundones se acopla una ta-
no de carros) eran muy estrechas y con
En ambos cantos del miolo se aco-
por ellas. Los laterales de las corredoi-
La descripción versará solamente
ras eran altos y casi ver ticales, corona-
sobre el carro gallego, y cada pieza de
das con setos de zarzas, con lo que se
su armazón se nombrará en dos de las
eliminaban vistas del terreno y de otros
lenguas de España oficiales en Galicia,
colocadas en el eje, nunca están para-
carros que circularan por la misma vía.
el gallego y el castelán (español), este
lelos, sino perpendiculares entre ellos.
Ésta era una de las razones para no eli-
último entre paréntesis. La primera cita
Así, cuando el diámetro de una de las
minar el sonido de los ejes, porque ser-
nominal de cada pieza estará siempre
ruedas está en sentido ver tical del sue-
vía de sirena avisando de su situación
en negrita. Las citas posteriores serán
lo, el otro está en posición paralela a
y así daba tiempo a todos los vaquei-
siempre sin negrita ni traducción. De
éste. Otra par ticularidad de los movi-
ros, conocedores del terreno, para ir al
las piezas del carro con igual denomi-
mientos de giro, de avance o de retro-
apar tadero más cercano y poder efec-
nación en las dos lenguas, se omite su
ceso del carro sobre el terreno, es que
tuar el cruce de los carros sin dificultad
reiteración en castelán, sustituyendo
las dos ruedas giran siempre en el mis-
y, ¡cómo no!, realizar una parada para
éste por el signo igual.
mo sentido.
3.2. El carro cantarín
das), implicó la disminución del volu-
dar un descanso a las "bestas" (bestias) y a los boieiros. Éstos aprovecha-
bla, con su par te exterior en forma de arco, llamada camba (=). (Dib. 3). Los diámetros de las dos ruedas,
El gran invento de las rellas (cuer-
ban para fumar un pito (pitillo) o una ca-
U n carro completo consta de tres
men de madera, logrando menor peso,
chimba (pipa) y, de paso, parolar (char-
par tes independientes entre sí, que
mayor solidez y alta resistencia de las
lar) de los chismes de la aldea, de la
son:
ruedas. Las rellas son dos tablas finas
parroquia y de los "paisanos" ausentes
A).- Rodaxe (Rodaje)
encajadas en dos taladros paralelos y
en las Américas.
B).- Estrado o Leito (Bastidor)
perpendiculares a los cinco tablones,
C).- Xugo (Yugo)
siendo el tamaño de cada sección hue-
En el siglo XX, una serie de disposiciones estatales de Fomento prohibieron el uso de vehículos con llantas de
Al carro completo también se le conoce con el nombre de Chirrión (=).
hierro en las vías públicas de toda España. Paulatinamente desaparecieron los carros del paisaje rural, persis-
ca igual al de las rellas (Dib. 3), consiguiendo así una rueda sólida y maciza. Más adelante se pudieron lograr
A). - Rodaxe (Rodaje)
ruedas más ligeras de peso abriendo
Se llama así al conjunto de dos ro-
anelos (medias lunas) de gran tamaño
tiendo su uso en algunas pocas aldeas
das (ruedas) fijadas a un eixe (eje), se-
en ambos lados del diámetro, dentro
aisladas y remotas de Galicia.
parables e independientes del leito o
de las super ficies de los segundones y
Actualmente, se puede decir que los
estrado.
de las cambas, resultando las elegan-
"carros cantarines" han desaparecido
- A.1.- Denominación de las piezas
tes ruedas que se veían en Galicia. Una
de la vida y del folklore gallego, justo
de una roda (rueda).- En teoría, una
solución para lograr ruedas más esbel-
con el fin del siglo XX. Y resulta triste
rueda consta de cinco tablones ajusta-
tas fue alejar rellas del centro del mio-
obser var que nadie de nuestra tierra ha
dos por sus cantos entre sí, con el pe-
lo, acercando aquéllas lo más próximo
recordado, con cariño y afecto, la ines-
rímetro en forma de circunferencia. Los
al aro, propiciando una mayor aber tura
timable ayuda que prestaron a todas
nombres que reciben los tablones son
de los aneles.
las generaciones desde hace más de
los siguientes (Dib. 3):
2.500 años. ÁMBITO GEOGRÁFICO DEL CARRO DE DOS RUEDAS O CHIRRIÓN l formato del carro gallego es simi-
E
lar a los utilizados en todo el nor te
de Por tugal (Minho y Tras os Montes), el oeste de la provincia de León (Sanabria, El Bierzo y La Laciana), ol nor te de Palencia y de Burgos (Campoo, Mena, La Losa y otros), Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y, finalmente, Navarra, pero en cada provincia con un estilo típico ar tesanal diferente. En Galicia también existen distintos tipos de carros que varían de una bis-
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Para for talecer más la estructura de las ruedas de madera con grandes aneles, se utilizaron cier tas piezas de hierro, que se describen a continuación (Dib. 4): a).- A ambos lados de los illós se colocaban dos abrazaderas al diámetro, para así evitar que la madera de éste se hienda a causa de la torsión que realiza el eixe. Las abrazaderas reciben los nombres de cellos o abarcos. b). - Para la protección del aro externo de la rodeira (rodera) se utilizaron dos métodos: b. 1).- Sobre el aro se clavaban canterlas (grapas de hierro), colocadas en serie. Su mayor inconveniente era el gran número de piezas que se perdían en el rodaje del carro y su continua renovación, que encarecía, a la larga, su utilidad. b.2). - Este método, más caro, más duradero y, a la larga, más económico, consistía en la colocación de La especie forestal utilizada como madera en las ruedas fue el carballo (Quercus robur), abundante en el pasa-
tencia a la humedad y al ataque de los
un fleje de hierro cur vado, acoplado
insectos, la del olmo (Ulmus minor).
y clavado a la rodeira, llamado la-
El peso de una rueda maciza, de 90
mia u orelo (llanta).
do en la campiña gallega y de madera
a 98 centímetros de diámetro, oscila
c). - Sobre las dos caras laterales
muy dura y resistente, en par ticular a
entre 10 y 12 arrobas (115 a 138 kg).
de cada rueda se colocan láminas
los grandes cambios de humedad típi-
En cambio, en las ruedas hechas con
de hierro que, según su ubicación,
cos del clima del noroeste de la penín-
rellas y aneles, de iguales dimensiones
reciben distintas denominaciones:
sula. Algunos ar tesanos carreteros utili-
que las macizas, su peso disminuye,
c. 1). - Paralelo al borde del aro, y
zaban como madera para las rellas por
oscilando entre 6 y 7 arrobas (69 a
en ambos caras de la rueda, se co-
su dureza, tenacidad, elasticidad, resis-
80'5 kg).
locan cuatro cintas cur vadas, con una longitud cada una de media circunferencia. Su misión es la de frenar el empuje lateral de las lamias
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sobre la madera. Estas cintas se
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A.2). - Denominación de las piezas
denominan sobrerrellas (sobrerrejas). El punto medio de cada cinta
del eixe (eje). El eje de un carro está formado por
ma de paralelepípedo de base rectangular, labrados en los extremos del eixe, pero ambos cruzados en sentido
debe estar siempre situado sobre
un cilindro de madera que en cada uno
normal. Ésta es la razón por la que los
el extremo de cada miolo.
de sus extremos termina en un dado la-
miolos siempre están colocados per-
c. 2).- Otros flejes de menor longi-
brado de sección rectangular, llamado
pendiculares entre sí, como ya se indi-
tud (cuatro en total) se colocan cru-
espigo o cabezo (espiga), que se intro-
có al hablar de las ruedas.
zados sobre el diámetro, los segun-
duce en el buraco de la rueda (Dib. 5),
dones y las cambas bordeando los
ya citado en el apar tado de las rodas.
huecos de los aneles, que, de esta
Para fijar la rueda al eje, se ajustan
La madera usada para los eixes fue la del olmo (Ulmus minor), muy estimada por su aguante a los fuer tes roza-
forma, refuerzan la unión de aqué-
con dos cuñas de madera llamados bo-
mientos. Para las cuñas, por su peque-
llos con la rella. Estos flejes se de-
dois, podomas o tillas (cuñas), metidos
ño volumen, se utilizaba como madera,
nominan contrarrellas
en dos taladros hechos en el espigo,
además del olmo y el roble, la de es-
jas).
justo al ras del diámetro de la rueda,
pecies como el carpe (Carpinus betu-
c. 3). En algunos carros del litoral
formando así un solo bloque. En algu-
lus) y el almez (Celtis australis).
gallego, en vez de las contrarrellas
nos lugares del interior de Galicia, en
colocaban canterlas pequeñas, cu-
vez de dos tillas se colocaban tres o
cinturas de hierro llamadas gargueiras
yas cabezas tenían dibujos decora-
cuatro, pero más pequeñas. Los espi-
o luidoiros (galgas o gargantas), que
tivos.
gos, como ya se ha dicho, tienen la for-
sir ven para evitar el desgaste del roce
(contrarre-
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En el cilindro del eje se colocan dos
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de la madera, cuando se ajustan éstas
y brazóns se llama cheda, y, cuando se
llos, pero sí más flexibles. Entre todas
con las dentoiras (juntas) del leito.
colocan sobre éste los tableros, taboa-
estas estacas se encajan fácilmente
do o sobrado, para formar el leito o es-
los tableros de madera de los costados
B). - Estrado o Leito.
trado, todo ello recibe el nombre de
llamados ladrales (laterales). Cuando
El armazón de un leito consta de
chedeiro.
los laterales están hechos de trenza-
Los brazóns, justo a la altura del
dos brazóns (cañas) de madera, que
dos de varas de zarzo o varetas flexi-
van en paralelo desde la par te trasera
lombo, están atravesados ver ticalmen-
bles de freixo (fresno), ameneiro (aliso)
del estrado, cur vándose su par te de-
te por un conjunto de piezas que tam-
y salgueiro (sauce), reciben el nombre
lantera hacia el centro, apoyándose
bién forman par te del chedeiro, que
de canizos (enzarzos).
ambos sobre la botoalla o cabezallo
abrazan los eixes de las rodas. Son las
(lanza) del carro (Dib. 6).
siguientes:
En el extremo delantero de la lanza del carro (botoalla) hay dos dentoiras
En algunos carros se colocan unas
(clavijas), que sir ven para sujetar el yu-
locadas las travesas (travesaños) y los
cor tas vigas que refuerzan los dos bra-
go. Un poco atrás de las dentoiras y de-
traveseiros (viguetas), que reciben, se-
zóns llamadas luidoiros (frotadores),
bajo de la lanza hay un agujero que sir-
gún su uso y situación, los siguientes
con igual anchura que aquél. El luidoi-
ve para colocar un palo fuer te que se
nombres:
ro, cuya misión es sufrir el desgaste
apoya en el suelo, quedando el carro
del roce con el eixe, adopta distintas
en plano horizontal. Dicho palo se lla-
con la botoalla, llamada armela (aside-
formas ar tesanales, que mejoran la al-
ma baldón.
ro), y en dirección a la trasera del leito,
tura, el diseño y el aspecto del carro
como a medio metro, está situada la
(Dib. 7).
Entre los brazóns del leito están co-
A par tir de la junta de los brazóns
Atravesando de arriba debajo de los
primera travesa que aguanta las cur vas
En la botoalla, delante de la armela, se coloca ver ticalmente una horquilla fuer te, llamado boeiro, cuya función
de los brazóns, llamada cruz o crucei-
brazóns y los luidoiros se colocan, en
es ser vir de apoyo a vigas largas, ara-
ro (=), formando entre ésta, los dos
cada una, dos dentoiras (galgas, cu-
dos y otras piezas para transpor tarlas
brazóns y la armela un hueco triangular
ñas), pero separadas con una anchura
sin estorbos al carro y al ganado.
que recibe el nombre de tragadera (tra-
igual al diámetro del eixe, para poder
gadera), por donde se descargan los
colocar éste entre ellos. Las dentoiras traseras tienen que
materiales menudos, como arena, tie-
La madera utilizada en los chedeiros era muy variada, pero siempre la materia prima principal era el carballo
aguantar el empuje del eixe en movi-
(Quercus robur) para la estructura de la
miento, necesitando, por tanto, colocar
cheda, salvo los apeladouros. Éstos, al
reciben los nombres de cadeas (cade-
una cuña de refuerzo detrás de cada
sufrir fuer tes rozamientos del eixe, uti-
nas), mientras que la tercera, sita en el
dentoira citada, llamadas apeladouras
lizaban la madera del olmo o del carpe,
centro de los dos brazóns, hay una só-
o apeladoiras (apretadoras).
por su gran resistencia al roce. En
rra, estérco (estiércol) y otros. El segundo y el cuar to traveseiros
A las cuatro dentoiras del carro se
lida travesa llamada lombo (espalda o
cuanto al leito y los ladrales, se utilizan
las conoce también con el nombre de
maderas de pino, chopo, castaño u
cantadeiras, de aquí la denominación
otras especies, pero sobre todo las
tados están ajustados en los huecos
que recibe en Galicia de CARRO
más baratas que se ofrecieran en el
taladrados en ambos brazóns. Queda
CANTARÍN.
mercado. Para las estacas se utiliza-
lomo). Todas las travesas y traveseiros ci-
En los brazóns, detrás del cruceiro
una última fuer te travesa que correso
ban diversas especies del lugar, como
y delante del armón, hay cuatro tala-
arces, fresnos, etc., y para los canizos
món (=), que está colocada sobre los
dros en donde se colocan cuatro palos
se utilizaban ramas tiernas de las es-
dos brazóns, a un palmo de distancia
ver ticales, llamados estadullos (esta-
pecies ya citadas anteriormente.
del final. Entre esta travesa y los cor tos
cas).
ponde al 5.
en su orden, llamada ar-
salientes de los brazóns se forma un
Detrás de la segunda cadea y de-
C).- Xugo (yugo)
espacio hueco, fuera del leito, llamado
lante de la cuar ta, sobre los brazóns,
brazada, lugar por donde se carga y
hay cuatro taladros, en donde se colo-
arrastrado por una xunta (pareja) de
descarga todo el material.
can unas estacas llamados estado-
bois (bueyes) o de vacas. Nunca se han
nios, no tan fuer tes como los estadu-
utilizado en Galicia parejas de caballos
Al conjunto de travesas, traveseiros
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En Galicia, un carro siempre es
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grandes, debido a que no resisten la
de hierro en forma de "u", donde las
Por lo bajo cantando
humedad del clima, una alimentación
puntas de éstos se introducen cada
el buen bergantiño
que no es la adecuada y, en conse-
uno en dos agujeros hechos en la can-
con la aguijada al lomo
cuencia, la facilidad de caer enfermos,
ga. Para que no se salgan los canciles
y garboso ademán,
sobre todo del muermo. En Galicia solo
de las cangas, una de las patas de hie-
que a Puenteceso lleva
existen jacos pequeños de la tierra, y
rro de cada cancil tiene un taladro en
en noche de luz de luna
sería de locos pretender uncir una pa-
su extremo, que facilita el introducir un
vacío el carro de tablas,
reja de éstos para que muevan un ca-
cravo (clavo), justo donde sobresalen
ligero quizás
rro.
en la par te alta de la canga. Es curioso obser var que el modelo
La madera utilizada para la cons-
del xugo (yugo), realizado en madera,
trucción de los xugos es el roble, aun-
es similar en toda Galicia, existiendo
que también se utiliza el pino y el cas-
una variación en la sujeción del ganado
taño.
al xugo, definida por dos zonas: una,
Un elemento impor tante e insepa-
que bordea la costa gallega de
rable para el boieiro, cuando lleva a la
Pontevedra, La Coruña y nor te de Lugo,
pareja de bois o vacas uncidos al carro,
y otra, interior, que abarca par te de
es por tar la aguillada (aijada), que le
Lugo y la totalidad de Orense.
sir ve de acicate del ganado, y, también,
El xugo está formado por una pieza
metiéndolo entre los anelos de las rue-
de madera labrada, con la forma de
das, frena al carro en las fuer tes ram-
una "eme" muy aplastada, llamando a
pas de algunos tramos de las correido-
cada cur va de la eme canga, que se
ras. Dicho palo está provisto en uno de
apoyará sobre el pescuezo y la espal-
sus cabezas de un pequeño clavo em-
da, detrás de los cuernos de las vacas
butido que sir ve de estimulante o aci-
o los bois (Dib.8). A ambos lados de cada canga, atra-
cate cuando se pica al ganado. Las especies forestales utilizadas para hacer
vesados de arriba abajo, están coloca-
una aguillada son de lo más variado,
dos dos listones combados y dentados,
pues pueden emplearse castaño, car-
llamados cangallas o cangalleiras (ga-
pe, fresno y almez, entre otros.
mellas). Entre estos se coloca el cuello
Los boieiros, con sus inseparables
y el cogote de la besta, cerrando por de-
aguilladas, carros y bois, han inspirado
bajo con una soga, llamada brocha o
sus poesías a muchos bardos. Una de
barbelas (barbilla), asegurando así que
las más conocidas es la de Pondal, ti-
no salga el cuello de entre las cangallas.
tulada "Polo baixo cantando", que
En el centro del xugo, en la par te al-
transcribo también traducido:
dos cambelas o cambillones (entalla-
"Polo baixo cantando
duras), que sir ven para colocar el loro
o bóo bergantiñán
(coyunda de soga) o la pioga (coyunda
coa aguillada ó lombo
de cuero), que sir ve para unir el xugo
e garboso ademán,
con la botoalla, sujetado con las dos
que a PonteCeso leva
dentoiras.
en noite de luar
El tipo de yugo descrito es el utili-
D
juntan en este escrito, en una
se contempla un carro con sus vacas llevado por un rapaciño. Detrás del carro y de pie está una mujer con un traje largo blanco: era mi abuela con 70 años. Las otras mujeres y el chico eran sus hijas y un nieto. El citado rapaciño era el boieiro, que llevaba a todos en el carro de la casa a la playa y viceversa (8 km) durante todo el verano. En la segunda foto se divisa la par te trasera y lateral del carro, con seis rapaciños sentados sobre el leito (El primero de la derecha es el autor de este ar tículo, con 7 años de edad). Estas dos fotos las realizó mi padre, Luciano Conde Pumpido, con una cámara Kodak; la primera, en 1924, y la segunda, en 1930. La foto de un cuadro pintado por el Maestro de Astorga, con el tema del traslado del cuerpo de Santiago
ta, hay tres camelos, y entre éstos hay
zado en el interior, mientras que en el
EPÍLOGO e las tres fotografías que se ad-
grave o carro de táboas anteposto quizáis;
litoral se suprimen las cangallas de madera, que son sustituidos por canciles
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Apóstol en un carro, está tomada de un repor taje del diario ABC. Todos los dibujos y croquis que figuran en este ar tículo están realizados por el autor. Mi agradecimiento a mi esposa Pilar, pues gracias a su insistencia he podido rematar esta monografía, empezada en junio de 1998, a finales del verano del 2004.
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