5. ANTECEDENTES La diversidad biológica o biodiversidad es un término que se refiere a la variedad de especies y ecosistemas que encontramos en nuestro planeta. En el caso de los bosques, corresponde a la variedad de estos (manglares, selvas, boreales), los hábitats que existen en ellos y a la enorme variedad de plantas, animales, hongos y organismos que los conforman. La biodiversidad es la base de la producción de los bienes y servicios que obtenemos de los bosques y actúa como una póliza de seguro que permite mantener sus funciones en el largo plazo y en la vida diaria (Cortés et al., 2013). La biodiversidad no se distribuye de manera uniforme en el planeta. En general, las regiones tropicales albergan mayor riqueza de especies. A nivel mundial la diversidad de especies vegetales y animales ha sido estimada entre 5 y 50 millones o más, aunque a la fecha sólo se han descrito alrededor de 1.4 millones (Serrato et al., 2013). México con una extensión territorial de 1.964 millones de km², representa tan solo el 1.5 % del área terrestre del mundo, en donde se encuentran más de 200, 000 especies descritas, lo que significa entre el 10 y 12% de las especies a nivel mundial, lo que lo posiciona en el tercer país megadiverso, pues ocupa el segundo lugar mundial en reptiles, tercer lugar en mamíferos, quinto lugar en anfibios y plantas vasculares, el onceavo en aves (Llorente and Ocegueda, 2008). El grado de endemismo de las especies mexicanas es elevado: entre 10 mil y 15 mil especies de plantas son exclusivas del territorio (es decir, entre el 36 y 54% de las plantas del país), 169 de anfibios (47%), 368 de reptiles (46%) y 159 de mamíferos (30%) (CONABIO, 1998). Por ello la creación de una conciencia acerca de la diversidad biológica de un país requiere de una amplia información sobre su riqueza, el valor real y potencial que representa para la sociedad y una descripción de los factores que la pueden proteger o que la amenazan. El conocimiento sobre ella permite manejar de manera sustentable muchos de sus elementos, y aprovechar y conservar otros. Por lo que para alcanzar un progreso mayor en la conservación de la diversidad biológica que permita al mismo tiempo mejorar el bienestar humano y reducir la pobreza, será necesario intensificar los esfuerzos de conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica y de los servicios de los ecosistemas (CONABIO, 2008). El país ha tomado acciones importantes para la conservación de la diversidad, tal es el caso de la creación de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), al igual que la implementación de políticas y leyes como la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambienta (LGEEPA), la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), Ley General de Vida Silvestre (LGDS), que pone en práctica las Unidades de Manejo para la conservación de la Vida Silvestre (UMA), entre otras. De la misma forma en cuestión de diversidad se han llevado a cabo estudios de biodiversidad a nivel país en 1998 y en 2009, así como por estados, tales como: Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Quintana ESTUDIO DE FLORA Y FAUNA SILVESTRE (VOLADORA Y TERRESTRE)
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