Por: Ana Doris Ramos Narváez Los adolescentes de hoy viven en una época dominada por la inmediatez en todos los ámbitos: económico, social, político y cultural y, a su vez, maniobrado desde las tecnologías de la información y la comunicación y el internet, como resultado del proceso mundial que se ha gestado aproximadamente desde mediados del siglo XX, en otras palabras, la globalización, en donde se habla de un mundo digitalizado (Ovejero y Moral, 2004); una visión, y de hecho ejecución que ha puesto en ejercicio el sistema capitalista, en donde lo que prima es la integración de todos los países del mundo, así como el intercambio dinámico y la unificación de procesos socioculturales, económicos, políticos y tecnológicos que envuelven a una sociedad de consumo (Carosio, 2008); a raíz de este suceso, se hace necesario abordar la influencia que ha tenido la globalización en la imagen corporal de los adolescentes, específicamente en mujeres, dado que hoy se le da profusa importancia a la apariencia física. Por lo tanto, teniendo en cuenta el momento histórico actual en el que vive un adolescente, es preciso destacar cómo se ha visto afectado su comportamiento y actitud frente a su imagen corporal a partir de toda esa revolución tecnológica y de las comunicaciones gestadas a raíz de la globalización, en donde se evidencia un culto marcado hacia la delgadez, una idea que se generaliza a nivel mundial, y en gran medida se convierte en una preocupación por mantener un cuerpo delgado o esbelto, así como una apariencia física atractiva ante los ojos de los demás (Croll, 2005). Este ideal de belleza impuesto, trasciende fronteras y cada vez más se populariza, debido al gran auge de las
comunicaciones y, sobre todo de internet, y en particular de las redes sociales, en donde, abordan a su público estratégico, es decir, a los adolescentes y les venden ideas que les hacen pensar que tendrán éxito y serán felices si se acogen a ello. Un acto un tanto vil y desalmado porque se juega con las emociones de los sujetos que se convierten en presa fácil de dominación ideológica. Acorde a esta noción, se puede evidenciar la manera en cómo los adolescentes están sometidos a un control no solo mental, sino sobre su propia corporalidad a raíz de una sociedad capitalista, que indirectamente le infunde temores, al mismo tiempo que le incita a ser parte de dicha sociedad. Puesto en otros términos, lo anterior hace referencia a la concepción de biopolítica expuesta por Foucault (1977) (Martínez y Guarín, 2014): El control de la sociedad sobre los individuos no sólo se efectúa mediante la conciencia o por la ideología, sino también en el cuerpo y con el cuerpo. Para la sociedad capitalista es lo bio-político lo que importa ante todo, lo biológico, lo somático, lo corporal. El cuerpo es una entidad biopolítica, la medicina es una estrategia biopolítica. Por tanto, el adolescente, quien es un ser que se encuentra en plena construcción de sí mismo, pasa por
“El control de la sociedad sobre los individuos no sólo se efectúa mediante la conciencia o por la ideología, sino también en el cuerpo y con el cuerpo”.
un momento en su existencia, en el cual la sociedad le demanda un estilo de vida artificial en función del poder ejercido por la clase capitalista que indirectamente le exige desde lo corporal y lo externo, verse bien, lucir como una imagen perfecta y prefabricada del ideal de una sociedad contemporánea expresada a través de manifestaciones socioculturales como certámenes de belleza, desfiles de moda; así como mensajes publicitarios en revistas, televisión, vallas e internet, en los cuales se da a conocer productos adelgazantes que van desde pastillas, hasta cremas o geles corporales, incluso la utilización de fajas que le permitan a una chica verse esbelta, las dietas, y hasta las cirugías plásticas. En vista de lo anterior, quienes se ven mayormente afectados por todo lo que rodea esta situación, son adolescentes del género femenino, quienes viven en
blicidad a nivel mundial, algo casi imposible de conseguir, ya que todo depende del biotipo humano, es decir, de la genética que establece la forma del cuerpo de alguien en relación con la posición geográfica, el clima, los hábitos de alimentación y actividad física, así como la región de donde se es originario, factores que determinan las características hereditarias que son comunes a una raza o cultura determinada (Bully, Elosua y López, 2012); en ese sentido no es posible asemejar el cuerpo de una adolescente latina con una adolescente europea o asiática, ya que éste puede diferir en constitución, altura, peso, rasgos faciales y corporales que identifican a las personas según sea el lugar de descendencia, por tanto, si de medidas se trata, el tallaje en las prendas de vestir varía de una región a otra, teniendo en cuenta todas estas diferencias anteriormente expuestas. Según lo anterior, Rodríguez y Cruz (2008), mencionan que muchos autores se han volcado a la tarea de
un sufrimiento constante por la manera cómo se ve su cuerpo, su frustración se evidencia cuando, por ejemplo, quieren parecerse a modelos de la marca de Victoria´s Secret, con características que enfatizan las piernas largas y torneadas, medir entre 1,70 y 1,85 metros de estatura, con figura de reloj de arena, que pueda tener unas medidas aproximadas entre 86 – 60 – 86 centímetros de contorno: en busto, cintura y caderas respectivamente, además de poseer unos rasgos faciales agraciados. Por ende, es una situación, que sin duda, puede generar problemas de autoestima, depresión, frustración, y en gran medida, provocar trastornos y desórdenes alimentarios ocasionando graves problemas de salud, que pueden verse reflejados en patologías psicológicas y físicas como anorexia o bulimia, por no poder alcanzar ese ideal de belleza que tanto predomina en el aspecto sociocultural de la sociedad de la información o sociedad de consumo como se conoce hoy en día. Es curioso pensar, que mujeres de diversas culturas, pertenecientes a distintas regiones del mundo, quieran ser un molde idéntico de lo que se muestra en pu-
“las influencias externas como los medios de comunicación, ejercen un gran impacto en el sentido de transmitir un modelo estético determinado”. estudiar la insatisfacción corporal en adolescentes, como es el caso de Rosenblum y Lewis (1999), quienes en sus estudios determinaron que: la insatisfacción corporal se incrementa de manera significativa en las adolescentes de 13 y 15 años respectivamente, manteniéndose constante hasta los 18 años, además enfatizan que las influencias externas como los medios de comunicación, ejercen un gran impacto en el sentido de transmitir un modelo estético determinado. En contraste los autores, Huon y Walton (2000) y Stice, Maxfiel y Wells (2003), aluden a la influencia familiar y de los pares, que de igual manera se convierten en transmisores de dicho modelo estético. Por otra parte, es preciso resaltar, que la adolescencia, se considera como una etapa en la que hay una mar-
cada inclinación por el desarrollo personal y social del sujeto, además de la necesidad de la definición de una identidad propia; en donde según Ovejero y Moral (2004) afirman: Los adolescentes en su período de definición personal necesitan referencias y referentes, acciones simbólicas e iconos, valores y significados atribuidos, etc., que, en condiciones de inestabilidad, actúen como elementos que contribuyan a dar sentido a sus búsquedas. Están obligados a definirse, a hallar una identidad…” En ese sentido, el adolescente está en una búsqueda permanente por querer develar quién es y cómo le gustaría llegar a ser en su vida adulta. Por tal motivo, en algunos casos, puede presentarse cierta vulnerabilidad en los chicos y chicas, ya que en ocasiones su pensamiento y por ende su voluntad, se sujetan a lo que digan los demás, y como resultado de ello no podría establecerse de forma clara una definición en el adolescente como tal. De ahí que, si se tiene en cuenta toda información publicitaria que es dirigida hacia el adolescente, mediante lo que hoy moviliza a la humanidad, las comunicaciones e interacciones virtuales, indiscutiblemente, el chico o la chica es propenso a dejarse guiar por lo que dictan estas tendencias, a razón de estar permanentemente conectado a internet, en donde la realidad se muestra como un espejismo y no es más que mera ilusión. De manera que: La poderosa industria de la persuasión publicitaria utiliza elementos sociológicos, psicosociales, cognitivos y culturales, con un altísimo grado de tecnificación y profesionalismo, poniéndolos al servicio de la construcción de un universo simbólico apetecible. Pone en marcha motivaciones e instintos primarios de los consumidores, se excita el interés, se racionalizan los deseos para culminar en una actitud de consumo, convenciendo sobre la acción de compra, pero presentándola como si derivara de una decisión personal y voluntaria. (Carosio, 2008) Dado lo anterior, la industria publicitaria considera que los adolescentes y los jóvenes son un foco importante de consumo, ya que según como lo mencionan en su investigación Sánchez, Megías y Rodríguez (2004, p.57-58), en primer lugar, los adolescentes constituyen un grupo social con una creciente capacidad de compra; en segundo lugar, tienen una gran influencia en el tipo de gastos-compras que se realizan en la familia; en tercer lugar, ellos tienen una gran cultura publicitaria; y, finalmente, en cuarto lugar, son claves en los pro-
cesos de identificación con una marca determinada. Como resultado, los adolescentes cobran gran importancia al momento de ofrecerles servicios y productos enfocados principalmente en su apariencia física, de manera que son fácilmente persuadidos. Por consiguiente, a raíz de todo ese auge de las tics, es muy frecuente que en la etapa de la adolescencia se genere ansiedad por mantener una buena imagen corporal, ya que si se tiene en cuenta, en esta etapa el adolescente sufre unos cambios psicosociales, además de
unos cambios físicos, los cuales están enmarcados en aspectos como la lucha dependencia- independencia, la importancia de la imagen corporal que tanto atañe en el texto, la relación con los pares y, en la misma medida el desarrollo de su propia identidad (Iglesias, 2013); en ese sentido, su comportamiento está guiado hacia el hecho de encajar según los cánones actuales de belleza, que como se dijo antes, se dan a conocer a través de las comunicaciones y el internet, y son impuestos por el marketing que abarca la industria de la moda, que haciendo uso de la publicidad dictaminan sobre la apariencia de una persona, hecho que conduce a los adolescentes a verse y vestirse acorde a las nuevas tendencias de moda en la medida de imitar a sus artistas o modelos favoritos. En pocas palabras, los medios de comunicación y en general las tics, no solo muestran a las adolescentes cómo debería ser una figura ideal, sino que, además se encargan de instruirlas en el sentido de cómo llegar a obtener un “buen cuerpo” como se diría coloquialmente, ya que presentan las últimas dietas de moda, por ejemplo: la paleodieta, la dieta detox, la dieta alcalina, la dieta 20/20, la dieta de las Fit Happy Sisters, la dieta de la piña o la del grupo sanguíneo, así como la dieta disociada, entre muchas otras (Sánchez de
Ron, 2015) que impulsan a las chicas a perder peso y a “verse y sentirse bien” como se diría en las redes sociales. En efecto, detrás de todas estas supuestas buenas intenciones de los medios, que en apariencia quieren ayudar y permitir que una adolescente se vea y se sienta bien consigo misma; se detecta un doble sentido en dicho mensaje, dado que, lo que en realidad están haciendo dichos medios, es la manifestación de rechazo total a la diversidad en lo que en constitución corporal se refiere, ya que se requiere unificar tendencias en relación con un prototipo casi qué europeo, en donde priman figuras estilizadas, de caderas estrechas; de modo que, de forma oculta los medios contribuyen con las discriminaciones físicas, dándole a entender al adolescente indirectamente que si se es gorda o gordo, se es un ser abominable. Conforme a lo anterior, Rivarola y Penna (2006), aluden que todo ese fenómeno del culto hacia la delgadez se da “como resultado de la presión social actual, y citan a Vandereycken (1993), quien afirma que las culturas occidentales se han convertido en lipofóbicas”, en tanto que, a como dé lugar se requiere ser delgadas o delgados con el fin de ser socialmente aceptados, fenómeno que se ve mayormente marcado en adolescentes.
“la integridad de los adolescentes en tanto que se evidencian riesgos frente a la salud física y mental de los sujetos que se encuentran en una etapa de plena constitución personal”.
Frente a lo anterior, es preciso aclarar que no se está demeritando una buena o adecuada presentación personal del sujeto, todo lo contrario, de lo que se trata, es tomar conciencia sobre cómo se cede a la manipulación, dejándose regir por lo que a la clase capitalista le interesa: el consumismo. Sin embargo, cabe mencionar, que no solo adolescentes son cautivos de estos ideales de belleza, sino también, lo son los niños, los jóvenes y hasta los adultos. Para concluir, el tema da mucha tela para cortar, y sería interesante ahondar en estudios que impliquen
tratar con mayor profundidad estrategias que erradiquen estas ideas que, muchas veces ponen en peligro la integridad de los adolescentes en tanto que se evidencian riesgos frente a la salud física y mental de los sujetos que se encuentran en una etapa de plena constitución personal. Cabe anotar, que ninguna persona está exenta de sufrir el rechazo por su apariencia física, algo lamentable y que se requiere con urgencia de la intervención inmediata de programas que promuevan el respeto, la aceptación y tolerancia de las diferencias, en esa medida el campo es muy amplio para ejecutar intervenciones desde la psicología que medien procesos de autoaceptación y toma de decisiones. En vista de lo anterior, se hace un llamado a los adolescentes, para que reflexionen sobre el tema en cuestión, y de la misma forma, tomen conciencia en relación de quiénes son, así como de su posición, existencia y rol en el mundo, como sujetos que están inmersos en una sociedad globalizada volcada hacia ellos, que de manera permanente les demanda acciones en función del consumismo. Por consiguiente, es necesario que el adolescente aprenda a analizar todo tipo de circunstancias, y que con la ayuda y guía de los adultos aprenda a tomar sus propias decisiones sin ningún tipo de presión ideológica externa (publicidad, medios de comunicación e internet), así podrá constituir una personalidad e identidad estables, hecho que le permitirá emanciparse de las presiones mediáticas que imponen un ideal de belleza irreal.
Por: Victor Hugo Tike Rodriguez La adolescencia es una etapa crucial en la vida del ser humano, porque abarca no solo cambios físicos, sino también cambios psicológicos, sociales, familiares de gran relevancia para el desarrollo de la identidad en la adolescencia. Cada aprendizaje diario en la etapa de la adolescencia es significativa, ya que se consolida día tras día el pensamiento, emociones y conductas que van a determinar la manera de desarrollarse de una persona. Dentro de la etapa de la adolescencia se consolida como factor fundamental al noviazgo, Las relaciones románticas que se viven durante la adolescencia asumen un rol significativo en el desarrollo de las habilidades a poner en juego para relacionarse e intimar con otros. Nina (2009) La misma autora Nina (2009) señala que durante la adolescencia las primeras experiencias románticas asumen un rol significativo en el desarrollo de las habilidades para intimar con otros, y es precisamente el noviazgo la oportunidad para ello. En todo tipo de conductas afectivas, el adolescente tiene la necesidad de mantener contacto físico, desarrollar un nivel de intimidad y tener una compañía; de ahí que sea la experiencia idónea para satisfacerla. Desarrollo El noviazgo se convierte en un aspecto fundamental en la adolescencia, ya que involucra una serie de cambios por medio de la experiencia, cumpliendo así un papel fundamental los pensamientos, sentimientos y las conductas. Es muy importante aclarar el concepto de noviazgo entendido como la experiencia romántica de intimar con el otro. Dicha experiencia resulta común durante la adolescencia, dada la amplia gama de conductas afectivas. El identificar el significado que otorga el adolescente a dicho constructo resulta relevante puesto que permite profundizar en las prácticas cotidianas pero cruciales de su desarrollo social y psicológico, teniendo en cuenta que son sujetas de transformación. En tanto, Aguirre (1994) puntualiza que para el adolescente, la relación de noviazgo lleva implícita la comunicación, la felicidad y una especie de fecundidad psicológica caracterizada por euforia, entusiasmo hacia la vida y el deseo de juntos madurar; es una forma de vivir el amor. El significado psicológico atribuido al noviazgo se basa primordialmente en el amor, el cual se constituye en el elemento de involucramiento afectivo en las relaciones de pareja. Dicha premisa es la que se mantiene a medida que el adolescente crece; sin embargo existen cambios en
la construcción del significado que se le ha atribuido al noviazgo; conforme el adolescente madura, concibe elementos más universales, basados en la experiencia. Para que las relaciones de pareja puedan tomar un rumbo favorable, confiable y responsable consigo mismo y con el otro, deben respetarse las siguientes características para una relación saludable, entre ellas: respeto, seguridad, soporte, individualidad, equidad, aceptación, honestidad, comunicación. La adolescencia es conocida como una edad determinante, es la edad que se caracteriza por presentar la mayoría de los cambios en los seres humanos, estos cambios son físicos como psicológicos, en esta etapa inicia la búsqueda de ser un adulto, pero a la vez un se es aun un niño. Es una etapa enriquecedora y cada experiencia se convierte en una herramienta indispensable para el desarrollo constante y cotidiano. “deben respetarse las siguientes características para una relación saludable, entre ellas: respeto, seguridad, soporte, individualidad, equidad, aceptación, honestidad, comunicación.”.
Por este motivo en esta etapa se presentan las “crisis”, por todos los cambios físicos y psicológicos que se pueden presentar, ya que inicia un conocimiento nuevo, que puede generar temor, curiosidad, inseguridad, entre otras. Por otro lado en esta etapa surge mayor interés por las relaciones sociales, el conocimiento del otro, encontrar a alguien con similitudes y con quien compartir nuestras experiencias. Los sociólogos abordan la adolescencia según un doble punto de vista: como un periodo de inserción en la vida adulta y como un grupo social de características socio laborales independientes y particulares. Así, la adolescencia, será diferente según las épocas, las culturas y los medios sociales. El adolescente crece y con ello se vuelve agresivo porque crecer, según Winnicott (pediatra y psicoanalista) es un acto agresivo en sí. La explosión de su sexualidad será una forma de descarga de sus tensiones, que a esta edad son inmensas. La problemática del cuerpo es esencial, ya que el cuerpo para el adolescente se
consolida como algo fundamental, necesario y de gran relevancia, porque refleja aquello que se quiere dar a conocer, como también se convierte en un medio para lograr muchos objetivos. En la adolescencia se dan las primeras experiencias de relaciones de pareja, generando preocupación e inquietudes constantes, en este punto los padres se convierten en agentes protagonistas ya que su acompañamiento y apoyo puede ser fundamental para abordar el tema de noviazgo, sus características, la responsabilidad que conlleva y el sentimiento como base de la consolidación de las relaciones. Dentro de las relaciones sociales humanas, constantemente se presenta el contacto con el otro, en este sentido surgen las relaciones de pareja cuyo objetivo es la búsqueda de vinculación afectiva, que permita conocimiento mutuo y duradero. En este sentido la adolescencia se convierte en un escenario en donde las relaciones se fortalecen e inician para adquirir nuevos conocimientos. Casas e Ituarte (2000) recalcan que el noviazgo es un periodo para conocer a la persona casi en todos sus aspectos de la vida, opina que lo que se realiza es consolidar las bases seguras para un futuro.
Toda relación de pareja aporta aprendizajes mutuos, es por esto que identificar aquellos constructos de los adolescentes permite conocer como el noviazgo y su importancia se ha ido transformando según el paso del tiempo, teniendo en cuenta aquellos recursos culturales y sociales que permiten estructurar la mirada hacia el noviazgo. Los adolescentes se convierten en agentes transformadores, y es por esto que las acciones en pro a la mejora continua permiten desarrollar cambios relevantes, constantes y duraderos, permitiendo así generar pautas establecidas y confiables. Se encuentra que el comportamiento sexual y el embarazo de los adolescentes se constituyen en un tema preocupante dentro de las políticas de salud pública, a nivel mundial y en el contexto nacional. Es por ello, que se vienen haciendo esfuerzos conjuntos en los sectores de salud y educación por encontrar estrategias para implementar acciones que contribuyan a la disminución de embarazos a temprana edad y promover la salud sexual de los adolescentes. Sin embargo, se ha documentado las falencias en los programas, las acciones y en la conceptualización misma de la sexualidad adolescente, dejando interrogantes por las cifras de embarazos que siguen en aumento, con las implicaciones que ello conlleva en la vida de los adolescentes, como en las esferas sociales y económicas. Los adolescentes se convierten en agentes de gran importancia para la sociedad es por esto que una educación adecuada respecto al tema de noviazgo y sexualidad permite generar conocimientos duraderos e impactantes, que se verán reflejados en las conductas pro activas de los adolescentes en su contacto social, educativo, familiar y sobre todo personal.
Es importante generar acompañamiento duradero, estable, dinámico y eficaz, para que los procesos sean constantes y con el paso del tiempo se generen múltiples proyectos que involucren a los adolescentes y sus pensamientos, sentimientos, conductas que direccionan un determinado estilo de vida. El noviazgo provee la manera de encontrar una pareja apropiada y ofrece la oportunidad de llegar a ser una persona más fuerte y lograr madurar en varios aspectos, puede ayudar a ver las cosas de distintas maneras. Ahora bien, en cuanto a estar en una relación sentimental, se sugiere utilizar la adolescencia para conocer muchas amistades de otro género y así lograr una vida social expansiva para poder ir viendo distintos temperamentos y caracteres. En este sentido se debe tener en cuenta que la adolescencia se convierte en una etapa determinante e importante, y que construir conocimientos sanos en ellos permite construir proyectos de vida estables.
Por: Iván Camilo Guerra
La adolescencia es el paso del niño para poderse convertir en adulto, es el peldaño que mas altibajos tiene frente a la llamada madurez social que implanta una cultura en relación de lo que está bien o mal, de tal modo que las acciones y/o actitudes que tengan (loa adolescentes) frente a algunas situaciones sociales siempre estarán en la mirada de la cultura o grupo social para decidir si está bien hecho o no. Para poder llamar a un niño que entre en la etapa de la adolescencia hay que tener en cuenta algunos aspectos básicos que se han implantado teóricamente: en primer lugar un niño alcanza la etapa de la adolescencia al cumplir los 11 años de edad (Gumucio, 2009, p 3). Seguido de un deseo de emancipación familiar, donde sus deseos de evitar todo tipo de contacto autoritario es lo ideal, humor variable, vacio emocional, y mayor agrado con sus pares. Desde un punto de vista peyorativo se ve al adolescente con un problema que tiene que enfrentar la sociedad dado que este siempre es un causante de problemas, por lo tanto el adolescente tiene que ser mitigado o detenido frente a las conductas que él pueda llegar a presentar, por este motivo existen muchos tipos de conglomeraciones sociales que discuten cual es la mejor manera para “superar” esta etapa donde un grupo de jóvenes tienen ideas adultas y deseos de realizar actos improbables con la mayor certeza de que no toman los riesgos necesarios para realizar dichas acciones y por lo tanto se plantea una falta absoluta de madurez. Ahora bien en la actualidad a pesar de que no se ha
visto cambio alguno frente a la perspectiva del adolescente o por lo menos en este país, cabe destacar que se sesta incurriendo en la mirada a priori de un nuevo adolescente que tiene que ser visto de otra manera, no siendo visto como un “elemento del cual la sociedad se tiene que proteger”, sino como un ser humano que puede otorgar más de lo que puede hacer mal, por lo tanto un nuevo paradigma se ha planteado para obtener esa nueva visión hacia el adolescente, una persona que está más cerca de la adultez y que tiene la capacidad cognitiva más desarrollada para poder ver al mundo con otros ojos y llevar esto en pro del mismo. En algún sentido se puede tener un punto de vista general de los que ha pasado frente a la concepción de los adolecentes, tomándolos como un problema social sin plantearse que pueden aportar a la sociedad, de este modo documentaremos a continuación la manera en que el adolecente toma su propia identidad basándose desde una perspectiva psicosocial, principalmente con la influencia que marcan sus pares o amigos quienes dirigirán de alguna manera la forma en que el adolescente “evolucione” frente a una vida adulta y pue-
da estar capacitado en el momento en que tenga que afrontarse a eso que la sociedad llama “ la vida real”. El inicio de la adolescencia está asentado en los cambios físicos que este tiene, a nivel hormonal y los cambios psicológicos que él tiene, por lo tanto existen algunos factores por los cuales se puede reconocer que el adolecente ha entrado en esta etapa, cuando hablamos de que manera el adolescente construye su identidad desde sus pares podemos inferir que le da importancia a algunos aspectos en particular como su físico, el interés por el otro sexo “Comprende la involucración sexual efectiva con otras personas la que se refleja en sus elecciones de objetos sexuales siendo cada expresión un reflejo de la experiencia contextual del adolescente, donde la familia es su ámbito más inmediato.”(Gumucio, 2009, pág. 2), y el que más nos interesa en este caso, sin dejar de lado los demás aspectos, es la importancia he interacción del adolescente en cuestión con sus pares o grupo de amigos. Los adolecentes en esta etapa entran en una desesperada situación por encontrar su propia identidad, definida por Erickson “como una concepción coherente
“el adolecente toma su propia identidad basándose desde una perspectiva psicosocial, principalmente con la influencia que marcan sus pares o amigos quienes dirigirán de alguna manera la forma en que el adolescente evolucione”.
del yo, compuesta por metas, valores y creencias con las que la persona establece un compromiso solido” (Papalia, 2007, pág. 390), por lo tanto no se puede otorgar un carácter peyorativo al adolecente dado que este únicamente busca la manera más adecuada para poder permitiese a si mismo desarrollar y fomentar en si una etapa de madurez, para que de esta manera él pueda consolidar su identificación, ahora bien frente a los aspectos más destacables del por qué los adolescentes tienen una fuerte decantación frente a sus pares para poderse identificar tenemos que tener en cuenta los factores psicosociales que influyen en este, en primer lugar la identificación con sus pares, al entrar
en el estado emancipa torio, los adolecentes buscan a alguien que crean sea aceptado en la sociedad, para que de esta manera ellos también puedan entrar en esta, ejerciendo un rol social que pueda ser visto como aceptable, para que de esta manera su estatus social sea plausible, por lo tanto en el sentido de su vocación se verán instaurados por la palabra del otro, así que el deseo o la premisa de que algo está bien será tomado como un punto a favor frente a la necesidad de identificación del adolescente, otro aspecto importante que cabe destacar es que existen varios grupos sociales por lo cual el adolescente tendrá la “oportunidad” de escoger cual será el grupo al cual pretende pertenecer, tomándolo desde este punto de vista tendremos que hablar de las llamadas “tribus urbanas” las
cuales plantean en el adolescente una identificación dependiendo de algunos aspectos sociales como música, moda, y hasta gustos artísticos como literatura u obras de arte (pinturas). “Las tribus urbanas contemporáneas en las cuales se congregan los jóvenes son un movimiento social, cultural, político en las que por medio de estilos musicales, moda, danza, expresiones políticas o artísticas, construyen identidades e imaginarios tan diversos como ellos mismos, en donde se expresan y dejan entrever una diversidad de vivencias, sentires y pensamientos que abarcan todo su universo social” (Orjuela, 2012, pág. 3), las tribus urbanas de este modo se pueden ver como los actuales grupos sociales a los cuales un adolecente intenta pertenecer, en muchos casos se puede tener la idea de que algunos adolescentes no tienen la intención de pertenecer a un grupo o tribu urbana a la cual se está refiriendo pero más sin embargo indirectamente todos los adolecentes entran en un grupo que los va a hacer parte del mismo, visto de otra manera, así sea que los adolecentes no intenten entrar a un grupo, se incluirán solos sin darse
cuenta, por que los gustos de su pequeño grupo de amigos siempre va a tener una tribu urbana que la respalde. “Los grupos de pares cumplen una serie de funciones importantes durante la adolescencia, proporcionando un temporal punto de referencia para el desarrollo de un sentido de identidad. A través de la identificación con los pares, los adolescentes comienzan a desarrollar el juicio y los valores morales (Bishop & Inderbitzen, 1995) y para definir cómo se diferencian de sus padres (Micucci, 1998).”(A.P.A, 2002, pág.25), el vinculo que los adolescentes tienen con sus pares les proporcionan la suficiente certeza para poder plantear en sí mismos la manera de su identificación en relación de poderse diferenciar de su familia, para que de esta manera ellos mismos puedan salir de esa “burbuja” hipotética en la cual todos han estado en algún momento, interviniendo especialmente en los valores que desde su hogar han adquirido pero que son reforzados con sus pares, por lo tanto la emancipación de su familia es un aspecto crucial en el desarrollo del adolecente porque de esta manera podrá comprender mas allá de lo que sus padres le han impuesto, de esta manera los adolescentes tendrán la capacidad de
“la emancipación de su familia es un aspecto crucial en el desarrollo del adolecente”
responder a las exigencias que la sociedad le impone en relación a sus valores, pensamientos y moral. Podemos de esta manera ver al adolescente como un ser social que a pesar de sus variaciones psicológicas y emocionales que de todas maneras siempre van a afectar en su desarrollo tener una perspectiva más optima de él dado que no será tomado como un problema social sino como una etapa de desarrollo por la cual su proceso de entendimiento social y maduración serán buenos en relación a un mejoramiento social, por lo tanto la participación de los pares e el desarrollo de los adolescentes tienen una gran cabida a la hora de poner al adolescente en un plano donde tendrá que “sobrevivir” para que de esta manera tenga las capacidades tanto criticas como morales para poder actuar de la manera correcta en torno a una situación, también se tiene que tener en cuenta que el adolescente se esfuerza en poder ser un ser socialmente aceptado, por lo tanto en ningún momento buscara hacer un mal a la sociedad, así que tomar
al adolescente como un ser humano con la capacidad de mejorar a una comunidad tiene que ser un pensamiento fehaciente. De este modo tener al adolescente como la etapa de la cual la sociedad le tiene que poner más atención y no en el aspecto peyorativo sino en el sentido de que tiene que darle más oportunidades para que este pueda emerger como una persona que al tener la capacidad de identificarse y saber quién es y qué es lo que puede hacer para la sociedad en la cual se encuentra probablemente incursionará (la sociedad) hacia una visión más favorable para el desarrollo de la cultura al la cual pertenecen los adolescentes.