3. LAS FUENTES DE LA TEOLOGÍA7 ¿De dónde extrae su teología la Iglesia cristiana? ¿De dónde la ha extraído a lo largo de la historia? ¿Es la Biblia la única fuente de la teología? La mayoría de cristianos evangélicos piensa que la Biblia es la única fuente para su teología. Sin embargo, debido a que la teología es un esfuerzo humano por explicar a Dios y su Palabra, la iglesia cristiana ha recurrido a varias fuentes para la elaboración de la teología. Los evangélicos hemos entendido que, basados en la doctrina de la Reforma de que la Biblia es la autoridad máxima, la Biblia es, por consiguiente, la única fuente de teología. La verdad es que no ha sido así a lo largo de la historia, ni es así ahora. Hay otras fuentes que, tanto la Iglesia Católica Romana como las diferentes denominaciones evangélicas, han utilizado a lo largo de la historia para hacer teología. Estas otras fuentes son legítimas, aunque no tienen la misma autoridad que la Biblia tiene. Hay cuatro fuentes básicas de la teología: La Biblia, la Tradición, el Contexto y la Experiencia. Cada una de estas fuentes, con excepción de la Biblia, tiene ventajas y desventajas, beneficios y peligros. Sin embargo, cada una ha sido usada para hacer teología. Los evangélicos las hemos usado también, pero no siempre nos hemos percatado de eso. Así que, ahora que hagamos teología, estemos más conscientes de estas fuentes.
La Biblia como fuente de teología Todos los cristianos estamos de acuerdo en que la Biblia es la fuente primaria de teología. La llamamos la revelación autoritativa de Dios a su pueblo. Por esa razón, lo que ella contiene es objeto de estudio, de explicación y de aplicación. Quizá lo más importante que aprendamos aquí no sea el hecho de que la Biblia es fuente de teología. Eso ya lo sabemos y lo hemos sabido desde siempre. Lo más importante es darse cuenta de que la Biblia no es la única fuente de teología. Hay otras fuentes. Sin embargo, como evangélicos, herederos de la Reforma Protestante del siglo XVI, afirmamos que la Biblia es la fuente primaria y autoritativa por excelencia para hacer teología. ¿Qué significa que la Biblia es la fuente primaria y autoritativa de la teología? Significa que será la única fuente a la que le adjudiquemos la autoridad máxima y final. Ninguna otra fuente tendrá esa autoridad. En teoría esta verdad es sostenida por todas las iglesias protestantes y evangélicas, pero en la práctica no siempre eso es igualmente sostenido. También hay que aclarar que el hecho de que la Biblia es la fuente primaria, no significa necesariamente que haya que comenzar la labor teológica por allí. Lo que debería significar esta verdad es que, sin importar dónde se comience a hacer teología o cuáles fuentes se usen, siempre todo debe estar sujeto a la autoridad de la Biblia. La tradición, el contexto y la experiencia humana nunca deben ser la autoridad final ni las fuentes primarias de la teología. Ellas siempre serán fuentes secundarias y derivadas, aunque legítimas y valiosas. 7
permiso.
Material adaptado de Notas de Clase, Dr. David Suazo, “Introducción a la Teología”. Usado con
La Tradición como fuente de teología En círculos evangélicos se entiende tradición como las prácticas y costumbres que se tienen y mantienen en las iglesias. Eso es parcialmente cierto, porque la tradición incluye mucho más. Se podría hablar de Tradición con “T” mayúscula y tradición con “t” minúscula. La Tradición con “T” mayúscula es aquella que identifica a la Iglesia cristiana desde los tiempos antiguos y que es parte de la herencia de todos los cristianos. La tradición con “t” minúscula es aquella que identifica a un grupo en particular (una denominación, una iglesia local) con sus prácticas y costumbres peculiares. Todas las iglesias tienen Tradición y tradición. Un problema que se observa, particularmente en iglesias evangélicas más recientes, es que hay desconocimiento de la Tradición cristiana y, por consiguiente, una desvinculación histórica con esa Tradición milenaria, a la vez que se exalta la tradición propia. ¿En qué consiste la Tradición con “T” mayúscula? Esta Tradición incluye varios elementos, los cuales han sido exaltados, particularmente por la Iglesia Católica Romana, sin que deban considerarse erróneos o descartables por ese hecho. Estos elementos son los siguientes: 1. Los escritos de los Padres de la Iglesia8: Los Grandes Padres de la Iglesia son: A) Griegos: Atanasio el Grande, Basilio de Cesarea, Gregorio Nacianceno y Juan Crisóstomo. B) Latinos: Ambrosio de Milán, Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón y Gregorio Magno.
Agustín de Hipona, Padre Latino de la Iglesia
2. Los decretos de los concilios ecuménicos y, según la ICR, los de todos los concilios de la historia católica posterior, incluidos los dogmas. Son 21 Concilios Ecuménicos: 1. Concilio de Nicea (año 325), 2. Concilio Primero de Constantinopla (año 381), 3. Concilio de Éfeso (año 431), 4. Concilio de Calcedonia (año 451), 5. Concilio Segundo de Constantinopla (año 553), 6. Concilio Tercero de Constantinopla (del año 680-681), 7. Concilio Segundo de Nicea (año 787), 8. Concilio Cuarto de Constantinopla, 9. Concilio Primero de Letrán (del año 11231124), 10. Concilio Segundo de Letrán (año 1139), 11. Concilio Tercero de Letrán (año 1179), 12. Concilio Cuarto de Letrán (año 1215), 13. Concilio Primero de Lyon (año 1245), 14. Concilio Segundo de Lyon (año 1274), 15. Concilio de Viena (1311-1312), 16. Concilio de Constanza (año 1417), 17. Concilio de Florencia (1431), 18. Concilio Quinto de Letrán (año 1512), 19. Concilio de Trento (año 1545-1563), 20. Concilio Vaticano I (año 18691870), 21. Concilio Vaticano II (1962-1965).9 3. Los credos surgidos de los concilios o de otras fuentes.
Grupo de pastores y escritores eclesiásticos, obispos en su mayoría, de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto doctrinal es considerado fundamento de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia. Wikipedia, Padres de la Iglesia: http://es.wikipedia.org/wiki/Padres_de_la_Iglesia. 9 Tomado de Concilios Ecuménicos http://www.corazones.org/diccionario/historia/concilios_ecumenicos.htm 8
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4. Las bulas10 y encíclicas de los papas. 5. Las declaraciones del magisterio de la Iglesia. 6. Las prácticas y costumbres de la religiosidad popular. En la ICR, un ejemplo son los dogmas marianos. En las iglesias evangélicas, un ejemplo serían las diversas celebraciones y festividades. Mucho de todo esto es herencia de todos los cristianos, especialmente las cosas sucedidas en los primeros cinco siglos de la Iglesia. El último punto daría lugar a lo que hemos llamado tradición con “t” minúscula. El problema no es la tradición en sí, sino el grado de autoridad que le damos. En este sentido, una diferencia notable con la ICR es que ésta le atribuye a la Tradición igual autoridad que a la Biblia. La tradición como fuente de teología es legítima, útil y valiosa y no se debe desechar así no más.
El Contexto como fuente de la teología Una tercera fuente de la teología es el contexto. Esta fuente no ha sido considerada seriamente por la Iglesia cristiana, sino hasta muy recientemente. Fue la Teología de la Liberación en América Latina la que levantó este tema con su énfasis en el contexto socio político como el punto de partida para hacer teología. A partir de ahí, prácticamente todas las confesiones cristianas le han dado alguna consideración al contexto como fuente de la teología. Aquí se considerarán dos contextos: El contexto eclesiástico más inmediato y el contexto social más amplio.
1. El contexto eclesiástico La teología evangélica (y toda teología) se da en contextos eclesiásticos particulares. Cada denominación o iglesia local tienen contextos peculiares. Hay iglesias urbanas y rurales. Las hay de clase alta, media y baja. Hay iglesias con doctrinas y prácticas especiales que son diferentes a las de otras iglesias. En América Latina, por ejemplo, hay iglesias de ladinos y de indígenas. A veces hay situaciones muy particulares que se dan en iglesias locales que inciden en la forma en que se enseñan los temas doctrinales. Muchas veces una persona de afuera no conoce esos detalles y puede “hacer teología” que no dice mucho a la gente, porque no se relaciona con esa realidad particular. El contexto eclesiástico evangélico de América Latina comparte algunas características muy propias. Por ejemplo, los latinoamericanos somos dados a las fiestas y las celebraciones bulliciosas, inclusive dentro de las iglesias evangélicas. Tenemos fiestas, celebraciones, ceremonias y ocasiones especiales que forman parte del contexto y que sirven para hacer teología. ¿De qué hablan los predicadores en una fiesta de quince años? Probablemente, teologizarán popularmente sobre el valor de la vida, sobre la necesidad de crear convicciones Generalmente se llama bulas a los documentos pontificios que son expedidos por la Cancillería Apostólica papal sobre determinados asuntos de importancia dentro de la administración clerical e incluso civil, constituyéndose en uno de los instrumentos más extendidos en los que se fundamenta y expande la autoridad del pontífice. Wikipedia, Bula: http://es.wikipedia.org/wiki/Bula. 10
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firmes y duraderas. ¿Qué se teologizaría en una boda o en una graduación o en un día de la madre o en un aniversario? Todas estas son fiestas y celebraciones propias de nuestro contexto eclesiástico. También se comparte la característica de una espiritualidad religiosa un tanto divorciada de las realidades cotidianas y ordinarias de la sociedad y centrada en las actividades de iglesia. En este caso, ¿cómo se predica o enseña acerca de la espiritualidad cristiana? ¿En qué consiste la santidad? Este contexto eclesiástico particular está más cercano al teólogo, por lo que le sería más fácil relacionarlo con la teología que elabora. Sin embargo, no siempre se está consciente de esto y no se ha aprendido a ver y estudiar ese contexto. Se necesita conocerlo e interpretarlo para que sea más útil en nuestro quehacer teológico. De lo contrario, nuestra teología podrá ser muy bien elaborada, pero no contextual y entonces no estaríamos conectados con la gente.
2. El contexto social Si el contexto eclesiástico que está más cercano a nosotros no ha sido objeto de estudio, mucho menos el contexto social. Aquí es donde ha hecho su mayor aporte la Teología de la Liberación. La Teología de la Liberación nos ha obligado a ver, estudiar e interpretar el contexto social más amplio a fin de encontrar aquellas verdades teológicas que más y mejor se relacionen con ese contexto. La idea no es solamente tener una interpretación “científica” del contexto, ni solamente un punto de referencia para el quehacer teológico, sino que la teología tenga como meta la transformación de ese contexto. ¿Qué tienen la Biblia y la teología que decir con respecto a la pobreza? Este tema ha sido objeto de estudio y es particularmente pertinente en nuestro contexto latinoamericano. La Teología de la Liberación trató este tema con seriedad bíblica, teológica y contextual y, aunque no se esté de acuerdo con sus conclusiones, lo menos que se ha de hacer es, precisamente, entrarle al tema con la misma seriedad. Lo lamentable es que no se está haciendo y se sigue hablando en términos espiritualoides, sin afectar la vida cotidiana de la gente. Hay mucha gente que estudia el tema y ofrece interpretaciones de todo tipo. Los cristianos deben contribuir con criterios distintivamente bíblicos y teológicos. ¿Cómo vemos la proyección social de la Iglesia? Este tema es otro que ha causado no pocos conflictos y debates. Afortunadamente, muchos teólogos, pastores y maestros ya están haciendo teología con este tema en mente. También ya hay iglesias que, de la “teoría” pasan a la “práctica” y se involucran deliberadamente en sus comunidades en diversas maneras. La teología también tiene mucho que ver con esto. Hay otros temas sociales de importancia como la participación política, el mundo de la empresa y los negocios, la educación, las artes, las comunicaciones, el mundo del entretenimiento y otros, en los cuales la iglesia debe tener algo qué decir y hacer a fin de aportar elementos para la transformación social que se anhela.
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La Experiencia humana como fuente de teología La última fuente de teología a considerar aquí es la experiencia humana. Los evangélicos de tradición más conservadora se sienten incómodos con este tema, porque rápidamente lo asocian con los excesos de los movimientos místicos en la historia de la iglesia o con los excesos de los movimientos pentecostales y neo pentecostales de la época contemporánea. Sin embargo, aquí se considerará la experiencia en su concepción más amplia, no solamente en los aspectos místicos. La experiencia humana como fuente de la teología ha estado presente a lo largo de toda la historia de la iglesia, pero es recientemente que se estudia conscientemente como una fuente de la teología. Ha sucedido algo similar al estudio del contexto. Han sido precisamente los movimientos místicos los que han movido a la iglesia a considerar esta fuente de la teología. Sin embargo, el estudio se ha quedado en el nivel individual y místico. Aquí también hay dos categorías que debemos considerar: La experiencia individual y la comunitaria.
1. La experiencia individual Es innegable el valor de las experiencias humanas en la formación de la persona, sus valores y convicciones, y en el desarrollo de sus actividades. Probablemente es el mundo religioso el que más valor le da a las experiencias. De hecho, todos esperan que haya experiencias religiosas que validen las ideas, doctrinas o teologías. Por causa de los excesos de los movimientos místicos a lo largo de la historia de la iglesia y en la actualidad, las experiencias humanas han sido desvalorizadas e incluso desechadas como fuente de teología por los cristianos más tradicionales. Sin embargo, eso no le quita a las experiencias su impacto en todos los niveles. Independientemente de si se trata de “normales” o “místicas”, las experiencias son siempre determinantes a la hora de hacer teología. Todo teólogo formal y profesional o informal y empírico hace uso de la experiencia para extraer teología. A veces se trata de una teología popular, poco elaborada, pero teología al fin de cuentas. Por ejemplo, ¿cómo es afectada la predicación de un pastor que ha pasado por una crisis fuerte de salud? ¿Qué temas tratará? ¿Cómo los tratará? Es indudable que su experiencia determinará en buena medida su teología. Otras veces la teología es más académica y elaborada. ¿De qué escribirá un teólogo que ha pasado por una experiencia traumática en su vida? Definitivamente, esa experiencia influirá en los temas que trate y en el enfoque que les dé. Sin embargo, no se debe pensar que solamente aquellas experiencias especiales o crisis de la vida son fuente de teología. Toda experiencia humana puede llegar a ser fuente de la teología. Por ejemplo, la experiencia de una niñez saludable, de una familia estable, de una educación equilibrada producirá una teología que reflejará esas experiencias.
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2. La experiencia comunitaria Además de las experiencias individuales, también las comunitarias influyen en el quehacer teológico. Las experiencias comunitarias son tan variadas y diversas como las individuales, pero afectan a más personas de manera simultánea. Muchos de los temas teológicos son de por sí comunitarios, pero a veces se quedan en un plano teórico y distante de la realidad hasta que alguna experiencia los haga vívidos. Por ejemplo, ante un desastre natural que golpea una comunidad, el tema de la solidaridad humana y cristiana adquiere dimensiones nunca antes vistas. Se hablará de la ayuda mutua, que es un tema bíblico, de maneras muy distintas y concretas. Frente a un conflicto interno que afecte a la comunidad, la teología correspondiente tendrá un enfoque quizá diferente al que tendría el mismo tema en otras circunstancias. ¿Cómo se entendería, por ejemplo, la bienaventuranza por ser pacificadores en una comunidad que vive la guerra? Esa experiencia colorea de maneras especiales ese tema. Las iglesias evangélicas hemos descuidado estas experiencias como fuentes de nuestra teología, aunque a menudo, de manera inconsciente se hace uso de ellas. La idea es que ahora se haga un uso consciente de nuestras experiencias para la elaboración teológica, ya sea a nivel informal y popular como a nivel académico y profesional.
Conclusión No puede considerarse que haya una fórmula exacta para determinar en qué medida se deben usar las fuentes de la teología. Lo que sí es verdad es que la Biblia debe tener primacía sobre las demás. Hacer teología no es igual a una mezcla de ingredientes en cantidades iguales. La teología es una tarea compleja porque combina elementos sobrenaturales con asuntos naturales, asuntos individuales con comunitarios, cosas del pasado con del presente. A veces una fuente será más importante que otra. A veces no todas se utilizarán a la vez. De alguna manera, se debe estar seguro que todas las fuentes son tomadas en cuenta para hacer teología.
4. LAS RAMAS DE LA TEOLOGÍA11 La Teología se divide en varias ramas o categorías de acuerdo al método que utilicen, al objeto específico de estudio o a la época histórica que abarque. Así hay: Teología Bíblica, Teología Sistemática, Teología Histórica, Teología Contemporánea (que pertenece a la Histórica) y Teología Práctica.
Teología Bíblica La Teología Bíblica es una rama de la Teología que estudia y presenta inductivamente12 los temas esenciales y normativos de los autores bíblicos, reconociendo el progreso de la
Material adaptado de Notas de Clase, Lic. Carlos Sosa y Lic. Rodrigo Mejía, “Introducción a la Teología”. Usado con permiso. 12 La Inducción es el método de razonamiento que consiste en alcanzar un principio que se deriva lógicamente de unos datos o hechos particulares. Contrario a esto, está el método de Deducción que parte de conceptos generales o principios universales para llegar a conclusiones particulares. 11
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revelación y empleando la exégesis13 gramática-histórica-literaria. ¿Cómo se hace Teología Bíblica? Se estudian y distinguen las diferentes épocas, personajes o libros, uno por uno: Época: Edénica, antidiluviana… Personajes: Moisés, David… Libros o colecciones: Literatura sapiencial, profética… ii) Se estudia el trasfondo histórico y cultural de la época. iii) Se estudia los escritos de los autores como unidades literarias. iv) La meta es encontrar un hilo conductor que se convierta en el centro teológico. i)
Teología Sistemática La Teología Sistemática es el esfuerzo por recopilar, clasificar, ordenar y exponer armoniosamente el contenido de las Escrituras y el producto de la reflexión del pueblo del Señor en diálogo perenne con el saber terrenal. Se divide en 10 categorías: 1. 2. 3. 4. 5.
Prolegómenos Bibliología Teología Propia (Dios) Angelología Antropología
6. Hamartiología 7. Cristología 8. Soteriología 9. Eclesiología 10. Escatología
La tarea en América Latina es evaluar y repensar estas categorías dadas y considerar hasta dónde son pertinentes a nuestro contexto. Seguramente, resultarían otras categorías más relevantes. ¿Cómo se hace Teología Sistemática? El autor Millard J. Erickson14 presenta 9 pasos: i) Colección de los materiales bíblicos ii) Unificación de los materiales bíblicos iii) Análisis del significado de la enseñanza bíblica iv) Evaluación del tratamiento histórico v) Identificación de lo esencial de la doctrina vi) Iluminación de las fuentes más allá de la Biblia vii) Expresión contemporánea de la doctrina viii) Desarrollo de un motivo central de interpretación ix) Estratificación de los tópicos
Es extraer el significado de un texto dado. Suele ser contrastada con la “eiségesis”, que significa “insertar las interpretaciones personales en un texto dado”. En general, la exégesis presupone un intento de ver el texto objetivamente, mientras que eiségesis implica una visión más subjetiva. 14 Millard J. Erickson, Teología Sistemática (Barcelona: CLIE, 2008): 63-82. 13
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Teología Histórica La Teología Histórica se ocupa de estudiar y exponer el desarrollo de las doctrinas cristianas a lo largo de los siglos de historia de la Iglesia. El Espíritu Santo comenzó hace más de 2,000 años a enseñar, por lo que esta Teología debe ser reconocida y apreciada por el pueblo de Dios. En este sentido, la tradición tiene un valor significativo para la vida del creyente hoy. Valora el pasado no solo como campo de investigación, sino también como esfera de la acción de Dios. Se divide en 4 categorías: 1. Antigua: Padres Apostólicos, Agustín, Pelagio, Concilio de Nicea y Calcedonia, y otros. 2. Medieval: La doctrina católica. 3. De la reforma: Luteranismo, Calvinismo, Anglicanismo y Anabaptismo. 4. Contemporánea: Ilustración, Liberal, Neo-ortodoxia. ¿Cómo se hace Teología Histórica? i) Se estudia a los personajes, familiarizándose con los textos y manuales de Historia. ii) Se estudian los acontecimientos (guerras, viajes, movimientos), familiarizándose con los textos de Historia Universal. iii) Se estudian las ideas, tomando en cuenta aquellos textos especializados como Historia de la Filosofía, Historia de la Educación y la Pedagogía, Historia del Arte, Historia de la Ciencia, así como obras originales de los autores mismos.
Teología Contemporánea La Teología Contemporánea se ocupa de estudiar el pensamiento cristiano y el no cristiano del presente. En realidad, esta Teología es parte de la Teología Histórica. Incluye temas de todas las ramas teológicas. Su especialización tiene que ver con la época, no tanto con el tema que estudia. ¿Cómo se hace Teología Contemporánea? Prácticamente, no hay un método específico para aplicar a esta Teología. Lo básico es la lectura constante de obras teológicas contemporáneas en todas las disciplinas, sean éstas de autores conservadores o de autores liberales. El teólogo no puede limitarse a leer solamente aquellas obras que dicen lo mismo que él cree; tiene que aprender a dialogar con otros que no creen como él.
Teología Práctica La Teología Práctica se ocupa de estudiar, exponer y experimentar los asuntos relacionados con la práctica ministerial. Incluye temas como la Homilética, la Consejería Pastoral, la Administración Eclesiástica, la Educación Cristiana, la Formación de Líderes, el Crecimiento de la Iglesia, el Culto Público (liturgia), Misión de la Iglesia, entre otros.
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¿Cómo se hace Teología Práctica? Debido a la diversidad de temas que abarca esta Teología, es difícil sintetizar un procedimiento común. La verdad es que cada aspecto práctico tiene su propia metodología. Por ejemplo: Una es la metodología de la Homilética y otra la de la Administración. Lo cierto es que cada especialidad está relacionada con una ciencia afín; por ejemplo: La Ciencia de las Comunicaciones con la Homilética; la Pedagogía con la Educación Cristiana; la Psicología con la Consejería Pastoral; la Administración Científica con la Administración Eclesiástica. Una cosa es común a todas estas especialidades; se trata del elemento "experimento". Casi cualquier conclusión o recomendación se ha basado en experimentos controlados o no controlados. Así que, partiendo de las pautas bíblicas, la Teología Práctica tiene libertad para experimentar.
Juan José Barreda Toscano Teólogo de la Misión Integral
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