5. LOS SISTEMAS TEOLÓGICOS15 Antes de describir los diferentes sistemas teológicos, trataremos algunos puntos introductorios.
¿Qué es un Sistema Teológico? Un sistema teológico es (1) un cuerpo de doctrinas (2) derivadas de una fuente de revelación (3) siguiendo un principio u orden lógico. Pero, ¿por qué existe una variedad de sistemas teológicos? Responder a la pregunta del por qué existe una variedad de sistemas teológicos, algunos de ellos tan opuestos entre sí, no es cosa sencilla. Los elementos que históricamente han favorecido tal diferenciación son múltiples y complejos, y muchas veces no están relacionados con la teología directamente. Algunos piensan que ya en el texto bíblico tenemos razones para esta pluralidad. La teología de Pablo es diferente a la de Juan y a la de Santiago. Solo más tarde se logra una especie de universalidad católica.16 Lo cierto es que desde muy temprano en la iglesia aparecieron marcadas diferencias entre ciertas escuelas cristianas (Alejandría y Antioquía). Luego, los mismos Padres de la iglesia mostraron diferencias significativas (griegos y latinos). Más tarde se hablaría de la iglesia occidental y de la oriental. Las órdenes religiosas durante la Edad Media también evidenciaron divergencias teológicas. Las controversias doctrinales de los primeros siglos delataron la existencia de corrientes paralelas y opuestas. Muchos teólogos de la Edad Media se agruparon por sus convicciones filosóficas y estas afectaron la articulación de sus teologías (ejemplo: nominalistas y realistas, aristotélicos y platónicos). Durante la Edad Media, la iglesia ortodoxa griega se separaría de la católica, entre otras, por razones teológicas. A partir de la Reforma protestante del siglo XVI se pueden trazar aún más claramente los diferentes sistemas teológicos. Desde el inicio, el protestantismo fue un movimiento de varios grupos con distintivos propios que cristalizaron en sistemas teológicos diferentes. En la actualidad se pueden distinguir varios sistemas teológicos, tanto católicos como protestantes. Se incluyen estos sistemas dentro de la teología dogmática, porque cada uno de ellos refleja la interpretación y puntos de vista de un cuerpo eclesiástico particular.
Origen de los Sistemas Teológicos La historia del cristianismo es más que la historia de la ortodoxia (o ―doctrina correcta‖). Los sistemas doctrinales han sido formados, en su mayor parte, como reacción a herejías y errores. Los concilios y los credos han formulado lo que se considera la doctrina cristiana 15
Material adaptado de Notas de Clase, Lic. Carlos Sosa, ―Introducción a la Teología‖. Usado con
permiso. 16 James Dunn, The Parting of the Ways: Between Christianity and Judaism and their Significance for the Character of Christianity (London: SCM; Philadelphia: Trinity Press International, 1991).
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aceptada por todos. Sin embargo, varios factores han permitido la formación de distintos sistemas ordenados de esas creencias: 1. Divergencias en la fuente de revelación y de autoridad. 2. Diversas formas de interpretar la Biblia. 3. Diferentes circunstancias que han rodeado el contexto dentro del cual se ha formulado tal o cual sistema.
Determinantes de un Sistema Teológico Si se quisiera mencionar algunos elementos de naturaleza teológica que determinan la singularidad de un sistema de teología, se deben subrayar dos: (1) El concepto de autoridad bajo el cual el sistema opera y (2) la manera global de interpretación del texto bíblico.
1. El concepto de jerarquización de la autoridad teológica Este asunto es probablemente el más importante en la elaboración de un sistema doctrinal. En esencia, tiene que ver con el lugar de la autoridad que se le reconoce a ciertos factores. En esto tienen crucial importancia la tradición eclesiástica, el magisterio oficial de la iglesia, la razón humana, la experiencia y las Escrituras. Sintéticamente, se debe decir que toda teología ocupa tarde o temprano alguna de estas autoridades. El secreto no está en suprimir totalmente una de ellas. Más bien, la tarea del teólogo es mantenerlas en una relación adecuada, es decir, dentro de una jerarquización correcta. Decidir cuál es esa relación es lo que causa que haya diferentes sistemas teológicos. La Iglesia Católica Romana afirma que la autoridad reside en la revelación, siempre y cuando ésta incluya no solo el texto bíblico, sino también la tradición que lo ha entregado. Además, el contenido de esa revelación, aunque es accesible al escrutinio de todos, solo es oficialmente apropiado a través de los oficios del magisterio católico. Este magisterio es un grupo especial de sacerdotes y estudiosos que al final autoriza lo que la iglesia hoy debe aceptar como fe y dogma. El liberalismo teológico de tradición protestante nació en el ambiente racionalista del siglo XVIII. Por eso no es de extrañar que coloque a la razón humana como su autoridad final. De esa forma, insiste en la necesidad de comprobar y corroborar científicamente todas las afirmaciones teológicas, aceptando como verdaderas solo aquellas que pasan dicho examen. El producto es la eliminación de lo sobrenatural y de todo aquello que no pueda explicarse ―científicamente‖. Otra rama del liberalismo considera a la experiencia y el sentimiento como la autoridad suprema en materia de religión (Schleiermacher). Pero son los movimientos místicos y pietistas los que de una manera inconsciente han elevado a nivel de suprema autoridad a los sentimientos y experiencias humanas. Lo que juzga la validez de algo es la experiencia y el sentimiento. Todo se subordina a la experiencia individual o colectiva. Esta manera de entender la autoridad teológica tiene ya varios siglos de estar con nosotros. Sin embargo, y por causa del postmodernismo y el nuevo paganismo, hoy miramos fuertemente su resurgimiento y potencialización, incluso en contextos evangélicos.
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Para muchos evangélicos la autoridad suprema reside en las Sagradas Escrituras. Que la Biblia sea la autoridad suprema no significa que los otros factores mencionados aquí no tengan ninguna importancia o carezcan de autoridad alguna en nuestras decisiones teológicas. Lo que sí significa es que toda cuestión de fe y práctica, para que sea aceptada como normativa, debe sujetarse al escrutinio de la Biblia. Esto incluye, por supuesto, a otras autoridades tales como la razón, la tradición y la experiencia.
AUTORIDAD La REVELACIÓN (tradición + Biblia)
IDEA BÁSICA Solo la Iglesia puede interpretar la Biblia. Se agregan, también los decretos de los Papas y Concilios.
REPRESENTANTE IGLESIA CATÓLICA ROMANA
LA RAZÓN HUMANA Todo conocimiento, incluyendo el teológico, debe comprobarse a la luz de la razón y la ciencia. Se elimina lo sobrenatural.
LOS SENTIMIENTOS
La experiencia personal es la autoridad que determina lo correcto o verdadero de algo.
Solamente la Biblia es la autoridad final en todo asunto de fe y práctica. Todo asunto debe ser probado a la luz de las Escrituras.
EL LIBERALISMO TEOLÓGICO
GRUPOS MÍSTICOS Y PIETISTAS, Y MUCHOS EVANGÉLICOS
EVANGÉLICOS CONSERVADORES
LA ESCRITURA
2. Interpretación y doctrinas: (Hermenéutica) La doctrina de la salvación. La manera de interpretar la Biblia o partes de ella, también es determinante en la elaboración de sistemas teológicos. Obviamente, la manera en que ciertas 22
doctrinas centrales se entienden produce diferentes sistemas teológicos. Entre esas doctrinas, la de la salvación es una de las más controversiales. ¿Es la salvación por fe o por obras? ¿Se aplica la salvación sencillamente por la fe o a través de los sacramentos? Aunque hay consenso entre los evangélicos tocante a la salvación por la fe, existen divergencias en asuntos secundarios, aunque importantes. Por ejemplo, la seguridad de la salvación, la extensión de la redención, la profundidad del daño del pecado en el hombre, y otros. Con base en esta doctrina podríamos identificar por lo menos tres sistemas teológicos evangélicos además del Católico Romano: (1) Reformados extremos, (2) Reformados moderados y (3) Arminianos. La Escatología. Algunos creen que existe un milenio literal (premilenaristas). Algunos piensan que la iglesia participará de la formación del milenio progresivamente (postmilenialistas). Otros creen que el milenio es una manera simbólica de hablar del tiempo de la iglesia o de la iglesia ya en el cielo (amilenaristas). Algunos creen que el rapto es antes de la tribulación (pretribulacionistas), mientras que otros sostienen que se dará en medio (midtribulacionistas), y otros, en cambio, abogan por un tiempo posterior (postribulacionistas). La doctrina del Espíritu Santo. Algunos entienden que existen ciertos dones espirituales que fueron temporales. Para otros, todos los dones son permanentes. Para muchos, el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia simultánea a la conversión. Para otros, que es una experiencia que se obtiene después de la conversión, y no por todos. Sumario en cuanto a doctrinas y puntos interpretativos: La doctrina de la revelación: Las sectas tienen su propio concepto de revelación. La mayoría de ellas tienen una ―revelación‖ humana que se agrega a la Biblia o la sustituye. La interpretación en cuanto a la doctrina de la Trinidad: Los unitarios y sus variantes, es decir, aquellos que niegan la Trinidad, elaboran todo un sistema en base a esa interpretación. La doctrina de la persona de Cristo: De ahí han surgido grupos heréticos que niegan la humanidad o la deidad de Cristo o confunden sus naturalezas. Es interesante que, a veces, ciertas doctrinas erróneas son enseñadas entre los evangélicos, de manera inconsciente. La doctrina de la salvación: Es una de las más controversiales, especialmente entre católicos y evangélicos, aunque no exclusivamente entre ellos. Si bien hay consenso entre los evangélicos tocante a la salvación por la fe, existen divergencias en asuntos secundarios. La profecía o Escatología: Los amilenaristas interpretan alegóricamente la profecía, mientras que aquellos que la interpretan literalmente son premilenaristas o postmilenialistas. La doctrina del Espíritu Santo: Las cuestiones fundamentales son los dones y el Bautismo del Espíritu Santo. Los grupos pentecostales y carismáticos se distinguen en estos puntos. 23
Principales Sistemas Teológicos Para facilitar la identificación y clasificación de los principales sistemas teológicos, se agruparán en dos grandes categorías. La primera sección abarca los sistemas de la Iglesia Católica Romana, mientras que la segunda incluye los sistemas protestantes en general.
Sistemas Teológicos en la Iglesia Católica Romana Si bien la Iglesia Católica Romana presenta un rostro unificado por fuera, no obstante hay una marcada diversidad dentro de ella. En cierto sentido, esa diversidad puede llegar a ser tan marcada como la que existe entre los protestantes. En otras palabras, cuando un católico desinformado o prejuiciado sobre el protestantismo acusa a éste de estar dividido al extremo, no ha tomado en consideración la multiplicidad de acercamientos que también están presentes en la Iglesia Católica Romana (de ahora en adelante la identificaremos con sus siglas, ICR).
1. El Tomismo o Teología Natural
Tomás de Aquino
Este sistema deriva su nombre (Tomismo) de Tomás de Aquino, quien mejor la formuló en la alta edad media. De acuerdo con el ―Doctor Angélico‖ existe suficiente capacidad en la razón humana para captar la verdad de Dios en la creación y en la naturaleza. La razón, independientemente de la fe o de la revelación especial, puede ―conocer‖ a Dios. La naturaleza es el primer libro sobre Dios. Ya que se trata de una propuesta epistemológica, algunos la consideran como una de las más fuertes corrientes católicas con ramificaciones que permean a otros sistemas. Según F. Schaeffer, Aquino abrió la puerta que más tarde llevaría al Deísmo de los siglos XVIII-XIX.17
En resumen, el Tomismo o Teología Natural es la corriente teológica más influyente en la teología católica. El tomismo afirma que el hombre es capaz de llegar al conocimiento de Dios vía su razonamiento y la revelación natural.
2. Pelagianismo – Semipelagianismo Estos nombres se aplican a una corriente teológica que tiene sus orígenes en las enseñanzas de Pelagio (siglo V). Sus énfasis principales son en la antropología y en la soteriología. Según Pelagio, la voluntad de los seres humanos no tiene ―una inclinación intrínseca hacia el pecado como resultado de la caída‖. El pecado de Adán trajo consigo la muerte y un ―hábito de desobediencia‖, pero no hay una falla transmitida o congénita en la humanidad. Por esto, la humanidad puede y debe colaborar con Dios en su salvación por medio de las buenas obras. Ya que, si bien la humanidad ha sido afectada por el pecado, esto no la ha incapacitado para responder por sí misma al llamamiento de Dios hacia la salvación y la santificación.
17 El Deísmo rechaza la idea de autorrevelación divina en la historia, sea en la fe del Antiguo o del Nuevo Testamento, sosteniendo que la razón humana puede comprender naturalmente todo lo que se necesita conocer acerca de Dios.
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En resumen, en cuanto a la antropología y soteriología, la ICR es pelagiana o semipelagiana, sosteniendo que el hombre puede y debe colaborar con Dios en su salvación ya que no ha sido totalmente afectado por el pecado de Adán, de manera que todavía conserva ciertas facultades sin enfermedad del pecado.
3. Agustinianismo Esta corriente toma su nombre de Agustín de Hipona (siglo V), conocido como el último de los Padres de la iglesia antigua. Es justo afirmar que tanto Protestantes como Católicos reclaman a Agustín como ascendiente teológico. Por el lado protestante, por ejemplo, Calvino citó positivamente a Agustín quizá más que a cualquier otra autoridad.18 Cuando se piensa en Agustín generalmente se asocia con su controversia con Pelagio. Agustín se opone a la concepción antropológica y soteriológica de Pelagio. Para él (Agustín), la humanidad está muerta en pecado y solo la gracia de Dios puede traerla a la salvación. En general la ICR no es agustiniana en este sentido. Pero sí lo es en doctrinas tales como la eclesiología, en donde se afirma que solo dentro y a través de la Iglesia se puede aplicar la salvación (se entiende Iglesia como la jerarquía católica romana). La iglesia para Agustín, sin embargo, no coincidía totalmente con la jerarquía. También se asocia a Agustín la idea de la salvación sacramental. La persona recibe ―gracia salvífica‖ a través de su participación en los sacramentos—símbolos del misterio salvífico. Es casi imposible probar que Agustín entendiera esto en el mismo sentido que más tarde se tomaría. Para la iglesia católica del concilio de Trento, por ejemplo, los sacramentos se convierten en buenas obras que al cumplirse favorecen que haya más gracia salvífica disponible para la persona (Pelagianismo). En resumen, si bien la ICR no es del todo agustiniana en cuanto a la doctrina de la salvación y a la doctrina del hombre, ya que es pelagiana en ese sentido, no obstante la ICR ha tomado el pensamiento de Agustín de Hipona en otras doctrinas. Por ejemplo, afirma que solo dentro y a través de la Iglesia se puede aplicar la salvación (se entiende Iglesia como la jerarquía Católica Romana, aunque no era así necesariamente en el pensamiento original de Agustín). También aboga por la recepción de la gracia salvífica a través de la participación de los sacramentos (tampoco se puede estar seguro que este haya sido el sentido original de Agustín).
4. Catolicismo de vanguardia El siglo XX vio el florecimiento y renovación de varios sistemas teológicos católicos. Los cambios en el mundo, las crisis económicas y los avances de la crítica bíblica motivaron a un ―aggiornamiento‖19 de la ICR. El concilio Vaticano II también vio con buenos ojos el avance de ciertas posturas teológicas que antes pudieran haber sido consideradas heréticas por la misma ICR. Dentro de este catolicismo de vanguardia (o catolicismo posconciliar—después del Concilio Vaticano II) ninguna figura tomó más protagonismo que la del jesuita Karl Rahner. Este sirvió como un padrino protector de las nuevas corrientes teológicas. El trascendentalismo humano, el existencialismo, la teología política y la teología de la liberación son solo algunas representantes. 18 19
Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, 1:1-18. ―Actualizar‖, ―poner al día‖.
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En resumen, esta expresión del ―catolicismo de vanguardia‖ no se refiere a un movimiento único, sino a corrientes diversas, algunas de ellas complementarias, pero otras, contradictorias. Se ve en ellas influencias existencialistas, racionalistas y marxistas, entre otras. El resultado de este movimiento son sistemas como el de la Teología de la Liberación. Karl Rahner toma protagonismo en este movimiento del ―catolicismo de vanguardia‖. Otro representante de este tipo de catolicismo es el alemán Hans Küng.
Sistemas Teológicos en el Protestantismo en general Nuestra sistematización de los variados sistemas de teología protestante no es ni por cerca exhaustivo. Tampoco pretendemos una descripción profunda de cada uno. De hecho, por la naturaleza de este panorama, varias generalizaciones son necesarias.
1. Calvinismo Juan Calvino fue el teólogo más importante de la Reforma y también el más influyente. Es por eso que sus enseñanzas han sido objeto de mucho estudio por parte de teólogos posteriores. Uno de los enfoques distintivos de la teología calvinista es la soberanía de Dios. Calvinismo extremo: Aunque el mismo Calvino hizo un considerable énfasis en el tema de la soberanía y gloria de Dios, fue la escuela de sus discípulos la que sistematizó, y para algunos, llevó hasta el extremo aquella doctrina. Entre los temas que más se elaboraron están: 1. La elección incondicional (Dios escoge al hombre). Juan Calvino 2. La gracia irresistible (el llamado de Dios a ser salvos no puede resistirse). 3. La redención limitada (Cristo solo murió por los elegidos). 4. La depravación total del hombre. 5. La seguridad de la salvación y la perseverancia de los santos. Sus representantes: Estos mismos énfasis, con cierta variedad y moderación, pueden encontrarse actualmente en lo que se conoce como ―Teología Reformada‖. Las llamadas iglesias reformadas y las presbiterianas son las denominaciones más representativas de este sistema teológico.
2. Teología del Pacto Sus orígenes: Este sistema encuentra sus orígenes dentro del calvinismo. Su nombre se deriva de su énfasis en la doctrina de los pactos teológicos (los cuales no corresponden directamente con los pactos bíblicos: abrahámico, davídico, nuevo y otros.). En el siglo XVII varios teólogos reformados buscaban la manera de evitar el frío tema de la predestinación y el de los decretos divinos. De esta manera, se llegó a la explicación de que Dios había hecho dos pactos en el inicio de la historia humana: El Pacto de Obras, el cual fue hecho entre Dios y Adán. Dios prometía vida a Adán a cambio de obediencia perfecta. En vista de que Adán fracasó, Dios puso en operación un segundo pacto… 26
El Pacto de Gracia. Berkhof define así este pacto: ―aquel convenio de gracia entre un Dios ofendido y el pecador ofensor pero elegido, en el que Dios promete salvación por medio de la fe en Cristo y el pecador acepta esta salvación por la fe, comprometiéndose a una vida de confianza y obediencia‖. Algunos teólogos han agregado un tercer pacto, el pacto de Redención. Este fue hecho en la eternidad pasada entre el Padre y el Hijo y constituye la base del pacto de gracia. Escatológicamente: La Teología del Pacto, históricamente hablando, ha sido amilenarista, es decir, no cree en un milenio literal, futuro y geopolítico. Sus representantes: Como ya se dijo, este sistema es solamente un refinamiento del calvinismo histórico, y se presenta como la forma actual de la teología reformada.
3. Arminianismo Jacobo Arminio fue un teólogo educado en el calvinismo extremo de principios del siglo XVII. Él llegó a oponerse tanto a ese sistema que elaboró pautas para contradecir los puntos distintivos del calvinismo. El famoso documento que contiene su posición se conoce como ―La Remostranza‖. Distintivos del arminianismo: 1. Elección condicional: A la doctrina calvinista de la elección incondicional, el arminianismo contrapone la elección condicional. 2. Posibilidad de la pérdida de la salvación: A la doctrina calvinista de la seguridad de la salvación se opone la posibilidad de perderla. 3. El hombre puede resistirse a la gracia divina y de él depende su salvación permanente. En resumen, la teología arminiana se distingue porque enfatiza la libertad humana en la salvación. Se afirma que el ser humano puede resistirse a la gracia divina y de él depende que su salvación sea permanente. Sus representantes: Los grupos arminianos entre los protestantes son los metodistas, los nazarenos, la Iglesia de Santidad, los Amigos o Cuáqueros y casi todos los grupos pentecostales y carismáticos.
4. Dispensacionalismo Sus orígenes: Históricamente hablando, la sistematización del dispensacionalismo es posterior a la de la teología del pacto y a la del arminianismo. Aunque según sus defensores, sus orígenes se remontan a la Iglesia primitiva, pero no fue sino hasta principios del siglo XIX que John Darby fundó el grupo llamado ―Hermanos Libres‖ o ―Hermanos de Plymouth‖ en Inglaterra con las ideas milenaristas que hoy son tan conocidas. Se pueden distinguir tres etapas en el desarrollo del sistema: 1. Dispensacionalismo Clásico: Básicamente, es desarrollado por el seguimiento de la enseñanza de Darby por parte de C. I. Scofield y, más tarde, de L. S. Chafer. En 1909, es publicada la Biblia Anotada de Scofield, la cual ha ejercido una gran influencia sobre 27
muchos grupos cristianos, tanto de Estados Unidos como de Latinoamérica. Las notas fueron traducidas al castellano por el Dr. Emilio A. Núñez. El sistema de 7 dispensaciones20 es muy rígido y se propone la idea del reino pospuesto.21 2. Dispensacionalismo Revisado o Esencialista: Efectúa algunos avances y cambios en el sistema y propone un Sine Qua Non en el Dispensacionalismo: (1) Propósito doxológico de Dios, (2) diferencia entre Israel y la Iglesia, (3) interpretación literal, normal y llana de las Escrituras, aplicada en forma consistente. Sus representantes son C. C. Ryrie, J. F. Walvoord, D. Pentecost y otros más. 3. Dispensacionalismo Progresivo: Se ha desarrollado en los últimos 10 años, aunque muchas inquietudes ya habían sido expuestas en SETECA por el Dr. Núñez, mucho tiempo antes. Se propone cierta continuidad en la relación entre Israel y la Iglesia, se propone un esquema de cumplimiento progresivo para los pactos bíblicos (básicamente su nombre viene de esta idea de que no hay tanta discontinuidad entre el A.T. y el N.T. —más que discontinuidad hay un progreso) y se abandona la idea del reino pospuesto. Sus representantes más distinguidos son Darrell L. Bock, Craig A. Blaising y Robert L. Sausy, en los Estados Unidos.22 Parece que este movimiento está produciendo un mayor acercamiento y diálogo con otros sistemas teológicos evangélicos, como la teología del pacto y el premilenarismo del pacto. El aporte del Dispensacionalismo a la teología protestante se aprecia especialmente en la Escatología: Se puede decir que la teología dispensacional es reformada en su mayor parte, excepto en algunas áreas de la soteriología (por ejemplo: redención limitada) y en la interpretación de la escatología. Sus representantes: Casi todos los grupos denominacionales protestantes tienen ramas dispensacionalistas (Bautistas, Hermanos libres, Centroamericanos, Pentecostales). El ―Ultradispensacionalismo‖ es un sistema que ha llevado a extremos las enseñanzas del sistema dispensacional. Hace una distinción tan marcada entre Israel y la Iglesia que prácticamente se olvida del Antiguo Testamento. El punto de divergencia más importante con el dispensacionalismo es el momento del inicio de la Iglesia. El dispensacionalismo afirma que la Iglesia comenzó en Hechos 2, en el Pentecostés. Los ultradispensacionalistas, en cambio, afirman que la Iglesia comenzó durante el misterio del apóstol Pablo.
5. Premilenarismo Histórico o del Pacto Desde el dispensacionalismo, este sistema ha sido denominado ―premilenarismo del pacto‖ (siendo una variante de la Teología del Pacto). Sin embargo, algunos de sus representantes se identifican a sí mismos como ―premilenaristas históricos‖, para diferenciarse de los premilenaristas dispensacionales.
20 Las siete dispensaciones propuestas por el sistema son: (1) el hombre inocente; (2) el hombre bajo la conciencia, desde Edén hasta el diluvio; (3) el hombre con autoridad sobre la tierra, desde Noé a Abraham; (4) el hombre bajo la promesa, de Abraham a Moisés; (5) el hombre bajo la ley, de Moisés a Jesús; (6) el hombre bajo la gracia, desde la muerte de Jesús hasta el rapto; (7) el hombre bajo el reinado personal de Jesús, el milenio. 21 Cristo ofreció el reino a los judíos, pero como ellos lo rechazaron, Cristo lo pospone hasta el milenio. 22 Para mayor información, véase: Craig A. Blaising y Darle Bock, Progressive Dispensacionalism (Wheaton, IL: BridgePoint, 1993); Robert L. Sausy, A Cause for Progressive Dispensacionalism (Grand Rapids: Zondervan, 1993).
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Su aporte más significativo: se encuentra en la creencia de un reino milenial literal. A diferencia del dispensacionalismo, el premilenarismo histórico no cree en un milenio tan ―judío‖. Tampoco divide la historia estrictamente en dispensaciones. Sus representantes: Muchos grupos reformados son también premilenaristas históricos. El académico más famoso identificado con este sistema es George Ladd, quien ha hecho mucho por interpretar más literalmente las profecías bíblicas entre los teólogos reformados.
6. Teología Ecuménica Aunque este no es un sistema totalmente formado y sistematizado, más bien se trata de un movimiento religioso y eclesiástico que se distingue de los demás en algunas áreas. Tendencias de la Teología Ecuménica: 1. Hay una tendencia hacia la identificación de la salvación con la liberación sociopolítica. 2. Hay mucha apertura hacia las corrientes liberales que niegan la singularidad del cristianismo. 3. Hay apertura al diálogo con la Iglesia Católica Romana y con las otras religiones del mundo. Casi llegan a afirmar que hay ―salvación‖ en todas las religiones del mundo. 4. En cuanto a la misión de la Iglesia, hay una virtual aceptación de los postulados de la Teología de la Liberación. Muchas veces la misión de la Iglesia se identifica con el esfuerzo humano por construir un mundo mejor. Sus representantes: Muchas denominaciones históricas, especialmente en Estados Unidos y en Europa han apoyado abiertamente la teología ecuménica. El organismo institucional que agrupa a estas denominaciones es el famoso Consejo Mundial de Iglesias cuya sede está en Ginebra, Suiza.
7. Teología Liberal Desde una perspectiva evangélica, muchas veces se tilda de liberal a todo los movimientos que alegando ser cristianos se separan de la ortodoxia (del cristianismo histórico). Sin embargo, cuando en teología contemporánea se habla de ―teología liberal‖ el referente más exacto es todo aquel movimiento de los siglos XVIII y XIX que explicaba la revelación limitándola a los criterios de la razón (Kant), de la experiencia subjetiva (Schleiermacher) o histórica (Harnack), o del ideal humano (Hegel). Este movimiento llegó a su final a inicios del siglo XX, con la aparición de la Neoortodoxia (Barth y Bultmann). En el liberalismo, el cristianismo se redujo a una simple manifestación de los anhelos y aspiraciones humanos. Ha dejado de ser una experiencia personal sobrenatural basada en hechos y personajes históricos. La Biblia no es la Palabra de Dios, las doctrinas cardinales del cristianismo son relegadas a planos secundarios y se explican de una manera racionalista. Sin embargo, hay que reconocer que la teología liberal ha hecho aportes significativos a la metodología teológica, sobre todo en las ciencias bíblicas. Los estudios del Antiguo y Nuevo Testamento se han visto enriquecidos con los aportes del liberalismo. Así también los estudios históricos, literarios y culturales de los tiempos bíblicos. El liberalismo recibió un golpe mortal con los eventos de las Dos Guerras Mundiales, las cuales demostraron que el hombre es capaz de llegar a extremos espantosos, debido a su pecado. El optimismo se vino abajo con un rudo golpe de la historia. También tuvo mucho que ver en el 29
debilitamiento del liberalismo, las ideas de Karl Barth acerca de regresar a la Biblia y proclamar la pecaminosidad del hombre y la necesidad de aferrarse a la gracia de Dios.
8. La Neoortodoxia Es un sistema que surge, en gran parte, como una reacción a la frialdad y al relativismo del liberalismo teológico de siglos XIX y XX. Pretendía recuperar los temas básicos y la perspectiva evangélica de la Reforma del siglo XVI, y por ende, la perspectiva bíblica. Sus enseñanzas principales pueden resumirse de manera general en: 1. La Trascendencia radical de Dios, quien es el Totalmente Otro, que no puede ser identificado con nada ni nadie en este mundo. 2. El pecado y la culpa del hombre como criaturas de Dios. 3. La Biblia como un ―testigo‖ de la revelación. Cristo es la Palabra máxima de Dios. En un encuentro existencial, la Biblia ―llega a ser‖ la Palabra de Dios. La verdad no se capta por la investigación histórica, sino por ese encuentro de fe. La Biblia no es inerrante ni inspirada verbalmente. En la medida que lleve al ser humano a Cristo, en esa medida será la Palabra de Dios. 4. La gracia de Dios como lo único que puede hacer que el ser humano se salve. Sus representantes: El suizo Karl Barth y Emil Brunner. Más tarde, aunque un poco distintos en sus ideas, también fueron considerados neoortodoxos, Rudolf Bultmann y Paul Tillich.
Conclusión
Karl Barth
La variedad de sistemas teológicos que hemos presentado en esta sección no significa necesariamente que todos se excluyan mutuamente. Hay sistemas que los evangélicos no podemos seguir, sin negar nuestra fe, pero aún en estos hay doctrinas correctas. Por ejemplo, no podemos aceptar el concepto de revelación de la teología católica, ni su soteriología, pero su teología propia y su cristología son totalmente ortodoxas, y por lo tanto aceptables. Dentro del protestantismo, la interrelación es más frecuente y más sencilla. Por ejemplo, casi todos los grupos arminianos son dispensacionalistas, pero hay grupos dispensacionalistas grandes (bautistas, iglesias libres, Asambleas de hermanos libres, centroamericanos y grupos afines) que no son arminianos. Estos más bien, especialmente en soteriología, se acercan a la teología reformada (que es amilenarista). Así, es casi imposible encontrar un sistema teológico en un estado puro. Al fin de cuentas la reflexión teológica del pueblo de Dios a lo largo de los siglos ha servido para integrar una teología evangélica básica con algunas periféricas divergencias. Por lo tanto, no debemos asustarnos demasiado por ellas, porque no están afectando lo céntrico del mensaje bíblico. En cierta medida, hasta es saludable que haya divergencias para ejercitar nuestra mente y nuestras relaciones intereclesiásticas. 30